CAPÍTULO 19

LA BODA.

Después de la majestuosa cena de bienvenida que le fue brindada a Sebastián, los días han ido pasando, la relación de Cristian y Sebastián ha ido excelente, y están a tan solo un día para la boda de la hermana de Cristian, Regina, quien les pidió a la pareja ser testigos en la ceremonia por lo civil.

Miren y Sebastián conversaban vía chat y ella le hizo una pregunta muy íntima.

- ¿Ya has tenido relaciones con Cristian?

– Sebastián muy desconcertado por la pregunta le contesto en el chat. – No, aun no, estamos esperando el momento indicado.

– Miren le escribió. – Jajajajaja, ¿Qué tiempo llevan de novios?

– Sebas le respondió. – Cumpliremos mañana los 3 meses.

– Miren le escribió. – Pues deberían aprovechar, ya son 3 meses.

– Sebas le escribió. – No aún no es tiempo, aparte mañana es la boda de su hermana, en la hacienda, a las afueras de la ciudad, nos iremos mañana en la mañana.

– Miren le escribió. – Uy que bien, eso quiere decir que este fin de semana estarás ausente.

– Sebas le escribió. - Si quieres le pregunto a Cris si puedes venir con nosotros.

– Miren hizo una pausa durante unos minutos y le escribió. – Gracias Sebas, pero no quiero ir de mal tercio, además es tu familia, tu nueva familia política y debes aprovechar para caerles mucho mejor de lo que ya les agradas.

– Sebas le escribió. – Mmm… está bien amiga, nos vemos el lunes en la escuela ya falta poco para los deportivos.

– Miren le escribió. – Si amigo, disfruta tu fin de semana al lado de Cris y si ya solo esta semana y salimos rumbo a la playa para los deportivos.

– Sebas miro la hora y le escribió. – Amiga, nos leemos luego, me debo dormir temprano, ya tengo la maleta lista, aunque solo serán este fin, pero me dijo Cris que llevara mucha ropa cómoda.

– Miren le escribió despidiéndose. – Esta bien amigo, buenas noches y diviértete a lo grande, se te quiere besos.

– Miren y Sebastián finalizaron su sesión y cada quien se dispuso a dormir, aunque no muy convencido, Sebas pensaba en la pregunta que le hizo su amiga, sobre tener relaciones con Cristian, no dejaba de pensar eso, hasta que por fin se quedó dormido.

Sábado 7 de la mañana, Sebastián ya despierto, desayunado y con sus cosas listas, esperaba impaciente a Cristian, que le había dicho que a las 8 tenían que tomar carretera, para llegar y poder instalarse en la hacienda de la familia de Cris, después de unos minutos de espera, Cristian llego en una camioneta azul, Sebas que estaba en la puerta al verlo bajar, sorprendido le pregunto.

- ¡¿De dónde sacaste este carro?!

– A lo que le contesto riéndose. – Chaparro, este coche es donde transportaba los instrumentos, solo que la lleve a que le dieran una buena encerada, lavada, arreglada y le volví a poner los asientos traseros, ¿Se ve bien, no?

– Sebastián sorprendido le dijo. – No inventes, creí que era una camioneta nueva, no la que tenías, vaya que si se ve diferente.

– Cristian saludo a la madre de Sebastián, quien había salido a ver, ella le dijo. – Buenos días Cristian, te encargo mucho a Sebas, cuídamelo mucho.

– Él le contesto. – Buenos días, claro que sí señora, no se preocupe, cuidare mucho a mi chaparro.

– Sebastián se despidió con un abrazo y un gran beso de su mamá, Cristian también hizo lo mismo, ya juntos se dirigieron a la camioneta, donde metió la maleta Cristian y juntos, se fueron rumbo a la hacienda, mientras se alejaban, Julieta sonriendo se despedía de su hijo.

Ya entrando a la carretera con mucho sol Cristian ponía su música de sus grupos favoritos Pink floyd, Queen, Kiss, Metallica y los Guns N´Roses, algunas canciones no le gustaban a Sebastián, otras si, sin embargo no iba muy a gusto, Cris notaba que Sebas estaba un poco incómodo a lo que le pregunto.

- ¿Te sucede algo?

– Sebastián un poco temeroso de la reacción de Cristian, le contesto. – Pues, es que no sé cómo lo vayas a tomar, pero tu música no me gusta mucho.

– Cristian sonriéndole dijo. – Pues entonces, pon algo a tu gusto, digo, debemos adaptarnos a nuestros diversos gustos musicales, pero por lo mientras pon algo a tu gusto.

– Sebas, saco su reproductor de música y lo conecto, Cristian tampoco le gustaba la música de Sebas pero eso no impedía seguirlo queriendo como hasta el momento.

Durante casi 3 horas de trayecto, por fin se veía a lo lejos la hacienda, Cristian le comentaba a Sebastián que esa hacienda era de sus tatarabuelos, generación tras generación, la han ido cuidando, esa hacienda tienen su propia capilla y tienen gente a su cuidado, la entrada era un portón hermoso, tenía dos arcángeles de lado a lado cuidando la entrada, los portones tenían unas enredaderas, que simulaban unas cadenas atando a los arcángeles, Sebastián estaba impresionado por la magnitud de la hacienda, al ver que el portón se abría lentamente, miro el extenso camino empedrado, con jardines muy bonitos de lado a lado, a lo lejos del lado izquierdo se veía una laguna inmensa y unas pequeñas cabañas a lo lejos, donde ahí se hospedarían algunos de los invitados, del lado derecho se lograba ver un jardín con diversas flores y un poco más atrás se veían otras cabañas lejanas, sobre un monte, conforme avanzaban se lograba apreciar que se estaban colando unas antorchas, para alumbrar el camino por la noche, estaban casi llegando a la hacienda,  Sebastián estaba impresionado con la inmensidad de esa hacienda, Cristian le seguía comentando que la hacienda consta de 17 habitaciones en planta baja, cada una con puerta al jardín y la fuente centrar, arriba estaban las habitaciones principales, que eran 13 con baño cada uno y también con puertas con vista a la terraza, otras al pasillo principal, otras al establo y algunas con vista a la laguna, al llegar estaciono la camioneta por la parte de atrás, los papás de Cristian y casi la mayoría de su familia, y de la familia del novio ya habían llegado, estaban muy contentos y a gusto por el recibimiento, y lo bonito que se veía la hacienda decorada, Sebas estaba nervioso por la forma que reaccionaria el resto de la familia se Cristian, él le dijo tratándolo de calmar.

– Chaparro, no te preocupes, mis tíos, primos y demás son muy aparte a mi familia con quién convivo, así que tu tranquilo.

– Ambos entraron por la puerta principal y los padres de Cristian, al verlo entrar con él, muy contentos saludaron a Sebastián, pues les daba gusto de verlo en la boda; la familia de Cristian ponía caras y miradas raras al verlos juntos, pero el papá de Cris le dijo.

– Tranquilo Sebastián, aquí deben respetar las decisiones de mi hijo, les guste o no, deben aceptarte, si te hacen alguna grosería mi familia o la familia de mi esposa avísanos, también si la familia de mi futuro yerno te dice algo, sin dudarlo avísame para poner orden aquí.

– Sebastián un poco más tranquilo le dijo. – Muchas gracias señor, tendré en cuenta eso.

– Don Roberto le dijo. – Descuida, debemos poner orden, este día es especial para mi hija, muy especial.

– Sebastián sonriéndole le dijo. – Así es, así es, debemos estar alegres por este día.

– Cristian agarro de la mano a Sebastián y juntos avanzaron, nervioso por las reacciones de la familia Cristian dijo.

- ¡Atención familia en general y porque no también la familia política! Han pasado diversos acontecimientos en mi vida, me han hecho madurar y cambiar, debido a un suceso maravilloso, conocí a una persona que se ha encargado de iluminar mis días, esa persona ahora ocupa un lugar en mi corazón, así pues pido que respeten mi forma de ser, así como mis padres y hermanos tomaron con sabiduría y tolerancia mis preferencias sexuales, les ruego que no hagan alguna grosería o comentario, así pues, les digo abiertamente que soy Homosexual o gay como quieran llamarle y aquí les presento al dueño de mi corazón, Sebastián.

– Muy nervioso Sebastián les dijo. – Buenas tardes, me da mucho gusto conocerlos a todos, solo les pido respeto a nuestra relación y mi persona.

– La familia de Cristian se quedó atónita por la confesión tan drástica y directa de él, pero no faltó quien dijera, “El primer homosexual de la familia”. Una de las tías de Cristian les dijo.

– Bien, pues les aplaudo y les felicito su relación, que dios me los bendiga siempre y que perduren siempre.

– Cristian agradecido le sonrió, pero se sentía el ambiente de inconformidad, Cristian sin importarle, tomo su maleta y la de Sebastián y caminaron para tomar su habitación, Sebas estaba bastante nervioso, subía las escaleras y Cristian, que estaba delante de él se detuvo y le dijo.

- ¡Espera! Sabes que, mejor vamos a una de las cabañas cerca del lago, estaremos mejor y menos tensos que estando aquí en la hacienda.

– Sebastián se tranquilizó y le dijo. – Esta bien, mejor para mí, así no siento la tensión de tu familia.

– Ambos salieron por otro lado y caminaron hasta llegar a una cabaña muy cerca de la laguna, al entrar, Cristian encendió la luz, un candelabro antiguo que simulaba tener 8 velas, que en realidad eran focos, todo muy rustico, la cama matrimonial al principio y atrás en un pequeño cuarto 2 literas, los muebles eran confortables, se apreciaba el olor a madera fina, muy a gusto, Sebastián se sentó en la cama y le dijo.

– Oye, la cama esta deliciosa, muy suave y confortable, hasta me dieron ganas de dormirme.

– Cristian se le encimo lentamente y lo empezó a besar y le dijo. – Te amo mucho, necesito besarte para sentir el calor de tus labios, me encantas.

– Sebastián lo abrazo y sintió el corazón un poco acelerado de Cristian, un tanto nervioso le dijo. – Oye, me muestras el resto de la hacienda.

– Cristian, mirándo directo a los ojos de Sebastián, que reflejaban un poco de tensión, le dijo. – Amor, perdóname, perdóname en verdad, que te parece si nos damos una buena mojada en la laguna y de ahí nos vestimos para la ceremonia por el civil, más tarde será la boda religiosa, en lo que el padre llega.

– Sebastián, accedió a la idea de Cristian y salieron descalzos y en bóxer, Cristian corrió y grito. - ¡Te amo Sebastián!

– Y se zambutió en el agua, mientras que Sebastián riéndose le dijo. – También te amo y más de lo que tú a mí.

– Cristian saco su cabeza y le dijo. – Ven, el agua esta deliciosa.

– Sebastián caminando sintiendo el pasto en sus pies, se fue metiendo poco a poco y decía. - ¡Esta fría, esta fría, esta fría, está muy fría!

– Sebastián se sumergió y empezó a temblar, entonces Cristian se le acerco y lo abrazo y le dijo. - ¡Te daré mi calor, para que no tiembles mi niño!

– Sebastián lo abrazo con sus piernas y se empezaron a besar, Cristian se sumergió tomando suficiente aire y con sus labios pegados se miraban bajo el agua, se veían tan románticos en la laguna, ambos nadaban, se metían lo más hondo posible, jugaban y se la pasaban de lo más hermoso posible, Cristian abrazaba a Sebastián cada vez que temblaba, lo besaba y lo tocaba de una forma muy amorosa, Sebastián sentía bajo el agua, la mano de él meterse sobre el bóxer tocando ligeramente su nalga, Sebas se incomodaba y le quitaba la mano, entre beso y beso Cristian lo abrazaba con más ganas, se estaba excitando más y más, Sebas trataba de desprenderse de sus brazos y ligeramente con su pie sintió la erección de Cristian, por un momento él se quedó en estático, se puso un poco incómodo, tanto Sebas como Cris y mejor optaron por salirse; ambos apenados por lo sucedido se metieron a la cabaña y se pusieron las batas, al ver que ya casi era hora de la ceremonia por el civil, Cris le dijo a Sebas que se metiera a bañar, él se iría a bañar en la hacienda, pues ya se les hacía tarde, Sebastián accedió a bañarse, mientras que Cristian salía en bata atravesando el verde pasto hasta llegar a la hacienda ahí paso a meterse a una de las habitaciones y se bañó lo más rápido que pudo, ambos en la ducha pensaban en el momento incomodo que pasaron ambos en la laguna, pues se vio muy notorio la excitación de Cristian por Sebastián y pues no supo manejar el momento para poder tener algo de intimidad.

Al cabo de 1 hora, Sebastián ya vestido de traje blanco y camisa de vestir azul cielo, al igual que Cristian que también ya estaba listo, preparado dándole ánimos a su hermana y deseándole lo mejor, Regina solicito que damas y testigos y padrinos sé que se vistieran para la ceremonia de blanco con azul cielo, para verse acorde y dar una imagen presentable durante la ceremonia, así pues, Cristian camino de nueva cuenta hasta la cabaña donde estaba Sebastián que se encontraba peinándose y haciéndose el nudo de la corbata, cuando Cris entro le dijo asombrado.

– ¡Wow! Te ves bastante guapo, te queda bien el color blanco amor.

– Sebastián sonrojado le dijo. – Gracias, pero tú te ves bien, siempre andas y vistes de colores negros, opacos y algo góticos; el blanco y azul cielo te quedan muy bien, hasta pareces otro y más que te peinaste, me gustas más, me gustas mucho.

– Cristian tomándolo de la cintura lo beso y dijo. – Mi amor, si quisieras y pudiéramos en este preciso momento nos casábamos, te prometo y juro que te amare y respetare siempre.

– Sebastián con una mirada dulce y tierna le dijo. – Amor, yo sé que me amaras y respetaras siempre, no es necesario que nuestro amor este sellado por un papel, con confiarnos el uno al otro con eso basta.

– Cristian recordó aquel momento que por primera vez bailo con Sebastián en el “Open mind” y sonriéndole le tomo de la nuca con una mano y con la otra su mejilla y lo beso tiernamente y le dijo. – Te amo.

– Ambos se tomaron de la mano y salieron de la cabaña y caminaron así hasta llegar a la hacienda, todo estaba muy bonito, habían meseros dando servicio de bebidas y botanas, todos estaban ahí, la hacienda estaba hermosa, más de lo que ya era, pues en cada columna habían colgado flores de diferentes colores, arreglos florales en cada mesa, todo se veía muy natural y hermoso, Sebastián se sentó, a esperar a que llegara la novia, en lo mientras degustaba una copa de Martini de manzana, junto a él se había sentado Alejandrina la esposa de Roberto, que le dijo.

– Hola Sebastián, vaya estas muy guapo, bueno de por si eres guapo y con ese traje más guapo estas, mi marido no se queda atrás, muy guapo también y Cristian ni se diga, me sorprende tanto que Cristian sea gay, pero me da gusto que sea muy abierto con su familia, ¿Te han hecho alguna grosería?

– Sebastián dándole un sorbo a su Martini le contesto. – Pues gracias, y gracias por preguntar, la familia no me ha hecho grosería alguna y si lo ha hecho ni cuenta me he dado, últimamente no me doy cuenta de lo que la gente diga o piense de mí.

– Alejandrina con su copa le dijo. – Salud Sebastián, eres un chico inteligente, me gusta tu forma de ser, debes de ser así, la familia de Roberto y Cristian no es grosera, es muy amable, pero a veces tienden a ser un poco déspotas, la noticia de la homosexualidad de Cristian cayo de sorpresa, pero no te preocupes, él no es el único gay de la familia, por parte de mi suegra hay una pareja de lesbianas, así que de ellos no hay tanto problema, pero de parte de la familia de mi suegro, nuestro suegro pues si les sorprendió, pero tu sigue así, como si nada.

– Sebastián le sonrió y siguió bebiendo, cuando en eso se escuchó decir.

– ¡Ahí viene la novia!

– Regina quien bajaba las escaleras, con un elegante vestido de novia de pura seda fina, blanco como la nieve, su velo era especial, tenía incrustado 10 piedras de diamante blanco de corte fino y en su collar 5 rubíes de diversos tamaños, la novia lucia muy guapa, el novio estaba esperándola junto a la mesa principal, la veía algo nervioso y estaba temblando y sudando.

Las 7 damas de compañía que estaban cerca, miraban atónitas a Cristian y Sebastián pues de todos los hombres presentes, ellos eran los más guapos, les arrojaban miradas tentadoras a ellos, pero  Cris y Sebas, únicamente se reían; el juez empezó a efectuar la ceremonia, los novios estaban algo nerviosos, Regina la madre de la novia estaba emocionada, tanto que sus lágrimas corrían por sus mejillas despintándole los ojos, Alexa quien era una de las damas, le sonreía muy coqueta a uno de los hermanos del novio, Don Roberto estaba atento, Roberto y Alejandrina veían a lo lejos a sus pequeños gemelos Bobby y Alejo que jugaban con sus demás primos.

Después de un rato, llego el momento de que los testigos de la novia firmaran, el primero en firmar fue Cristian que muy contento firmaba el acta así como le daba caballerosamente a la prima del novio el lapicero, ella firmo y le otorgo el lapicero a Sebastián firmo y le dio el lapicero al último testigo, que firmo de inmediato, una vez firmado por los testigos, les tocó el turno a los novios, el juez declaro oficialmente marido y mujer, ellos se besaron tiernamente y todos empezaron a brindar y felicitar al nuevo matrimonio; en lo que la novia se cambiaba de vestido, los invitados caminaban para la capilla de la hacienda, una de las damas se le acerco a Sebastián y de forma coqueta le dijo.

– Vaya, estas muy guapo para andar así.

– Sebas nervioso le pregunto. - ¿Andar así, así como?

– La señorita le contesto guiñándole el ojo y mordiéndose el labio. – Así solo mi vida, estas bastante guapo.

– Sebastián se empezó a reír y le dijo. – Amiga, lamento desilusionarte, pero soy gay, lo siento mucho.

– La joven se quedó sorprendida y le dijo. - ¡No es posible, tan guapo y eres gay! ¡No puede ser! ¿Por qué en esta vida los guapos y caballerosos siempre resultan ser gays porque?

– La joven se regresó con las demás damas y les platico lo sucedido. Alexa que de casualidad había escuchado la conversación de ellas, se volteó y les dijo.

– Miren mis queridas mujeres con vagina ardiente, será mejor que ni se hagan ilusiones ni con mi hermano, ni con Sebastián, pues mi hermano es el novio de Sebastián, así que dejen de andar de cuscas y mejor compórtense que están  por entrar a una capilla, así que a callar.

– Las damas se quedaron perplejas con lo que Alexa les había dicho, se miraban unas a otras con sorpresa y lamento, pues les gustaban Sebastián y Cristian y al saber que eran pareja pues se pusieron tristes y un poco desilusionadas por la noticia.

Se empezó a tocar la marcha nupcial, haciendo seña que la novia estaba entrando, acompañada de sus padres, hicieron entrega de la bellísima novia, quien usaba el cabello recogido y sujetando el cabello estaba una peineta antigua de plata, tenía en sus manos un semanario prestado por una de sus tías, un anillo azul con un zafiro; el sacerdote dio inicio con la ceremonia, conforme fue avanzando la ceremonia, pasaron a bendecir las arras y el lazo, los cojines y las velas, el ramo también, así pues después del ritual el sacerdote hizo que los novios dijeran sus votos uno al otro, jurando amor eterno y una vez dicho el padre oficialmente los declaro marido y mujer ante los ojos de dios y que no lo separe nada en la tierra, se besaron tiernamente y empezaron a tomarse las respectivas fotos del recuerdo.

Cristian pasó a ver al padre y le dijo. – Padre, ¿me puede hacer un favor enorme?

– El sacerdote le contesto. – Claro que si hijo, dime, ¿que se te ofrece?

– Cristian sacando de la bolsa del saco, una cajita que al abrirla eran un par de anillos de oro y le dijo. – ¿Me los podrá bendecir?

– El sacerdote tomando el agua bendita y sin preguntarle más dijo. – Bendigo estos anillos en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, que reine la paz, el amor y prosperidad en las personas que posean estos anillos, amen.

- Cristian agradecido dijo. - Gracias padre, es usted muy amable, espero lo que haya dicho sea verdad.

- El sacerdote le sonrió y le dijo. - Lo será hijo, lo será.

Cristian se regresó satisfecho y participo en las sesiones de fotos, una vez finalizado se dirigieron a donde sería la fiesta, empezó lo que se hace en una boda tradicional mexicana, el juego de la víbora de la mar entre mujeres y luego con los hombres, el brindis con las copas benditas y aventarlas por el hombro derecho para la prosperidad y la felicidad y también para saber cuántos hijos tendrán en un futuro, la marcha fúnebre del novio sin zapatos y calcetines cargado por todos los hombres y aventarlo al aire y agarrarlo otra vez, después el liguero para los hombres y el ramo aventado por la novia, que sorpresivamente el ligero le cayó al hermano soltero del novio y el ramo a la hermana de Cristian, Alexa, una vez pasado todo eso, empezó la cena, se inició con una crema a los tres quesos, en cada mesa para esperar los platillos, habían botanas, rollitos de jamón, fresas con chocolate, bombones con chocolate, queso panela y uvas, el primer platillo fue una pasta de macarrones en salsa de tomate y un trozo de queso gouda, el segundo platillo fueron unas pechugas rellenas de acelgas, acompañadas de salsa de manzana y chile morrón picado de colores verde, rojo, naranja y amarillo que hacia una ensalada de guarnición muy colorida y bastante apetitosa, por ultimo de postre se daba entre helado para los niños y a los adultos una manzana o pera hervidas con canela, descorazonadas y rellenas de queso crema, flameadas con azúcar mascabada, ese había sido el menú; 3 horas duró la cena, unos minutos después, los novios iniciaron su baile, un vals con la canción que ellos escogieron, llamada "Hasta mi final" interpretada por IL DIVO.

Mientras la familia continuaba con el vals, Sebastián que estaba muy contento decidió alejarse, pues quería admirar noche estrellada con una luna llena, que hermosa se reflejada en la laguna, él miraba y sonreía, Cristian que al verlo se dirigió con él, tapándole los ojos le dijo.

- ¿Quién es el ser que me ha hecho vivir una vida especial y de ensueño?

– Sebastián le respondió. – No sé, porque no me lo dices tú.

– Cristian quitando las manos de sus ojos, lo abrazo por dé tras y le dijo. – Tú eres ese ser que me ha hecho ver la vida de una forma diferente, importante, valiosa, incluso creo en el amor verdadero, por eso te pido perdón por lo que sucedió hace rato en la laguna, fue un impulso.

– Sebas tomando las manos de él y recostando su cabeza en su pecho dijo. – No debo perdonar algo que tarde o temprano, por amor vamos hacer, eres el ser que me ha venido a dar paz, amor y tranquilidad, gracias a ti estoy venciendo obstáculos, contigo me siento feliz, te amo mucho.

– Se volteó y se besaron a la luz de la luna, Cristian, saco la cajita con los anillos y se los mostro a Sebas y le dijo. – Esta noche, con la luna y las estrellas de testigos, quiero casarme contigo, cada anillo tiene nuestras iniciales de nuestros nombres y la frase de tu pulsera “ES CUESTION DEL DESTINO”,  te pido por favor que seas para mí y yo juro ante esta hermosa noche que seré siempre para ti.

– Cristian le coloco el anillo en el dedo anular de la mano izquierda y Sebastián con lágrimas de emoción en los ojos le coloco el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de él diciéndole. – No tengo que jurar un amor limpio, puro y honesto que deseo con todas mis fuerzas que trascienda por mucho tiempo, que juntos nos brindemos apoyo, y que lo que haya entre nosotros sea puro amor, y para eso debe existir una comunicación recíproca entre tú y yo amor.

– Mirándose a los ojos, con la luna llena de por medio y las estrellas se besaron dulcemente, a lo lejos se escuchaba la canción con la que alguna vez bailaron y ambos se animaron a bailar, al estar bailando, varias parejas al verlos se sorprendieron.

Cristian se sentía abrumado por las miradas pero Sebas le dijo al oído. – Por favor baila como si nadie te estuviera viendo.

– Empezaron a bailar juntos, como una hermosa pareja, la pista se fue abriendo exclusivamente para ellos como si fueran los que se habían casado, todos los presentes les aplaudían, se ruborizaron y se escuchaba decir. – ¡Muchísimas felicidades a los dos Sebas y Cris!

– Ellos muy contentos después de bailar, se dispusieron irse un rato a solas en la cabaña, con una botella de tequila y un platón de fresas con chocolate se dispusieron a pasar su primera noche juntos, Cristian mirándole a los ojos le pregunto. - ¿Estás seguro que quieres hacer esto?

– Sebastián le respondió sonriendo. – Claro que sí, ahora más que nunca.

– El cuarto de la cabaña era iluminado únicamente por la hermosa luna llena y las estrellas, Cristian empezó a besar tiernamente el cuello de Sebastián, desabrochando lentamente la camisa, Sebas le iba quitando cuidadosamente el saco a él, y Cris le hizo lo mismo, ambos se desajustaban la corbata, mientras se besaban cariñosamente, sus camisas estaban a medio desabrochar, las tetillas de ambos estaban abultadas, ambos estaban nerviosos, pues para Cristian sería la primera vez con un hombre y para Sebas la primera vez en mucho tiempo, Cristian besaba las orejas de Sebas, que provocaba la excitación y un cosquilleo apasionante en él, Sebas besaba los hombros musculosos de Cris y mordía ligeramente su cuello, eso hacía que él se excitara aún más, las manos de Sebastián bajaron a desabrochar lentamente el pantalón de él, que lentamente fue bajando el cierre hasta sentir la erección de su pene, Cristian le quito suavemente el cinturón a Sebas, de la misma forma le desabrocho el pantalón dejándolo caer al piso, ambos quedando en bóxer y sintiéndose su erección, y la pasión que se estaba encendiendo, entre beso y beso ambos se acostaron en la cama, ya semidesnudos, Cristian besaba lenta y cuidadosamente las piernas de Sebastián, quitándole poco a poco los calcetines, en un giro apasionado, Sebastián empezó a besar despacio el cuello de Cristian, bajando lentamente por su pecho, con su lengua tocaba lentamente sus tetillas y pasaba una fresa por el rededor de ellas, regresando a su boca mordiendo y besando la fruta, nuevamente hizo un recorrido con su lengua por el pecho de él, hasta llegar al abdomen ejercitado de Cris, una vez ahí, derramo sobre él, tequila y chocolate que lo lamió seductoramente, saboreando ese delicioso sabor que dejaba en la piel de él, lentamente bajo el bóxer de Cris, dejándolo desnudo, al ver el pene erecto de Cristian empezó a tocarlo lentamente, besándolo y sintiéndolo con sus cálidas manos, empezó a pasarle una fresa alrededor del pene y el mordió la fruta, soltando el jugo sobre el pene de Cris, así empezó a lamerlo suavemente y delicadamente, untándole un poco de chocolate, empezó a hacerle sexo oral, él disfrutaba la forma en que Sebastián lo hacía; pues lo hacía con mucha calma y sin prisas, después recorrió las piernas torneadas y velludas de Cristian, untándole chocolate y derramando tequila sobre ellas, lamiéndolas y saboreando, Cristian estaba sudando de placer, los cristales de las ventanas de la cabaña se empañaban, la pasión estaba al borde, Sebastián le quito los calcetines a Cristian y empezó a acariciarlos, poniéndoles chocolates y fresas en sus pies los mordía y lamia, comía las fresas y disfrutaba el momento, después toco el turno de Cristian, que teniendo a Sebastián boca abajo, empezó a besarlo en el cuello y hombros, lo mordía y él daba ligeros gritos y gemidos de placer, con mucho chocolate en la espalda empezó a lamerlo, suave, tierno y apasionante, así  fue bajando hasta llegar a la parte baja de la espalda, donde derramo un gran chorro de tequila que absorbió de golpe, bajando un poco más, llegando a la zona de las nalgas, Cristian las mordía y besaba cariñosamente.

Sebastián se acomodó y le dijo susurrando. - ¡Es momento!

– Cristian sacando un condón se lo mostro a Sebastián y le dijo susurrando. – Tenemos que cuidarnos.

– Se lo puso y una vez puesto, penetro despacio y lento a Sebastián, hasta hacerlo suspirar y gemir del placer, entre besos y caricias, y diferentes posiciones, sudando de pasión ambos terminaron consumando su amor de una forma tierna, apasionante y amorosa.

Rockeando al Destino.

 HOLA!!!!

YA ESTA EN MI PERFIL EL LINK DE MI FACEBOOK, ESPERO Y LES HAYA AGRADADO ESTE CAPÍTULO, QUE CREO MUCHOS YA ESPERABAN ESTE ENCUENTRO ENTRE SEBASTIÁN Y CRISTIAN, AUN FALTAN COSILLAS PARA QUE LA HISTORIA LLEGUE A SU FIN, ACEPTO SUGERENCIAS PARA EL FINAL.