Capítulo VIII

Encuentro inevitable. (Parte 1)

Bien dicen que en esta vida no existen las coincidencias sino únicamente lo inevitable, Brandon tendrá muy en mente esta frase por lo que está por vivir.

Muy temprano por la mañana, Aranza y Brandon se encontraban haciendo sus maletas para partir de San Cristóbal de las Casas con destino nuevo a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; aunque no estaba al cien por ciento convencido de viajar, Brandon no se sentía a gusto ese día, sentía algo raro en su ser, como si algo fuera a pasar, sin duda tenía presentimientos raros, pero eso no le impedía sonreírle a su esposa de forma amorosa y tierna.

En lo que él salía de la habitación y acomodaba las maletas en el carro que había rentado; Aranza peleaba acomodando los recuerdos y regalos que había comprado para sus amigos y familiares en una maleta mediana, pero luego de un rato ella un poco desesperada grito, aventando la maleta diciendo. - ¡No puedo cerrar la maleta, no entran las cosas!

– Brandon quién iba entrando a la habitación de nueva cuenta y al ver a Aranza desesperada se le acerco, él la abrazó de forma tierna y le dijo. – Amor, utiliza la maleta que me lleve hace unos días a Tuxtla, es un poco más grande que esa.

– Aranza más calmada le sonrió diciéndole. – Disculpa amor, me desespera que no entren las cosas, pero está bien, te tomaré la palabra, ocupare la maleta que te llevaste esa vez.

– Brandon beso a su esposa y le dijo. – No seas desesperada amor, todo tiene solución, aquí en esta maleta pon lo que no te quepa, lo que hay ahí dentro es poco, así que no habrá necesidad de que quites algo.

– Brandon agarro dos maletas, salió para meterlas en el carro y acomodarlas dejando otra vez a Aranza en labor de acomodar sus cosas en la otra maleta más espaciosa.

Ella impaciente y apurada levantó la maleta del piso, la colocó sobre la cama y comenzó sacando cosas para acomodarlas en la otra; ella al abrir la maleta que Brandon le dio, se daba cuenta que la ropa que estaba dentro se encontraba mal doblada y acomodada, así que ella como buen esposa se tomó la delicadeza de acomodarla bien, pero sorpresa que se llevó, pues al sacar una camisa, se dio cuenta de unas manchas raras en el hombro y parte de la manga derecha de la camisa, así como unas leves manchas de maquillaje, ella muy intrigada, la olio y se percató de un ligero olor a tabaco y alcohol, algo sorprendida borro lentamente su sonrisa y su humor cambió.

Al ver entrar sonriente a Brandon, él la miro y pregunto como si nada y quitado de la pena. - ¿Sucede algo amor? ¿Por qué esa cara?

– Aranza respiro, tratando de tranquilizarse y dijo. – Sí amor, sólo que quiero que me digas la verdad, está cara es la misma que han visto tus ojos, pero dime la verdad.

– Brandon se acercó despacio y pregunto. - ¿Qué ocurre?

– Aranza con la camisa en mano le pregunto intranquila. - ¡¿Qué significa esto?!

– Brandon sintió recorrer escalofríos en su cuerpo, tuvo de momento un flash-back, recordando que esa camisa estaba manchada por haber consolado a Federico esa noche  que estaba en el antro-bar y pues con las prisas y la presión ejercida por su padre, así como la aventura sexual que tuvo, se le había olvidado mandar su ropa a lavar; posteriormente de regreso a San Cristóbal con su esposa Aranza, pues se le olvido ese pequeño detalle y gran error cometido por él.

Brandon con temor a lo que fuera a pasar, no sabía que responder solo pensaba y se decía. – “Eres un imbécil Brandon, un total imbécil, como fue posible que se te olvidara mandar tu ropa a lavar, no te percataste de ese detalle, ahora que le dirás a tu esposa”.

– Aranza molesta al no obtener respuesta alguna por él, le aventó en cara la camisa y enojada le dijo. – ¡Huélela y dime, ¿Qué aroma percibes?!

– Brandon nervioso le contesto. – Amor, me permites explicarte.

– Aranza molesta le dijo. – ¡Claro, es lo que estoy haciendo!

– Brandon pensó unos segundos y se ideó diciendo. – Pues esa noche del mismo día que llegue a Tuxtla, salí a un bar cerca del hotel a tomarme unos tragos, puesto que necesitaba distraerme un poco por la presión y por sentirme mal al interrumpir nuestra luna de miel; yo estaba bien tranquilo en la barra, en eso unos tipos comenzaron a pelear por una mujer, ella asustada se acerco pidiendo ayuda, ya que pues los tipos comenzaron a golpearse, la mujer se puso a llorar al darse cuenta que nadie auxiliaba, entonces yo la abracé para sacarla del lugar, pero fue todo, no tienes por qué enojarte, los tipos dejaron de molestar al ver que llego la policía al lugar.

– Para fortuna de Brandon, Aranza se tragó la mentira y ella convencida y tranquila le dijo. – Ay amor, bueno menos mal que fue eso y no otra cosa, te creo, te creeré, discúlpame por dudar y ponerme así, pero puedo saber ¿Por qué molestaban a la mujer?

– Brandon aliviado y seguro de sí mismo porque ella se había tragado la mentira, le contestó. – Pues al parecer ella había ido a desahogarse porque su novio termino con ella, pero está mujer se encontró con alguien más un amigo o no sé qué era, bueno bien, bien no sé, el chiste es que se pelearon y ella asustada se dirigió a pedir auxilio y pues como fui el único que presto atención pues la auxilie, eso fue todo amor.

– Aranza le sonrió y dijo. – Mi esposo es un caballero, te quiero más por ser caballeroso con damas indefensas, eres un héroe amor.

– Aranza cambiando su tonalidad de voz y expresión facial dijo apenada. – Aunque lamento haber dudado de ti amor, pensé que me habías sido infiel por un instante, menos mal que no fue así y que bueno que pregunte de forma civilizada, perdóname amor.

– Aranza miraba a Brandon de forma tierna y apenada, Brandon sintiéndose un poco culpable no pudo sostener la mirada de ella y decidió abrazarla diciéndole. – No pidas perdón de nada, jamás me pidas perdón, no lo hagas ni de broma.

– Brandon abrazando a ella, se sentía muy apenado, arrepentido, pero a la vez alivianado y orgulloso de su mentira y de su infidelidad.

- Aunque no lo parezca amigo narrador, me sentía mal en ese momento, me siento mal y muy arrepentido de lo que hice, pero lo hice por no arruinar mi luna de miel, tuve que mentir para no echar a perder el momento, fueron días de verdadero y gran amor entre nosotros que la verdad me he dado cuenta que amo mucho a Aranza.

– Mmm… Brandon seamos realistas, eres inteligente y astuto, muy hábil, eres similar a tu padre, de tal palo tal astilla, pues supiste idear esa mentira tan poco creíble, bueno al menos yo que sé lo que ha pasado sé que es mentira, pero si fuera Aranza preguntaría hasta el cansancio es más te daría el beneficio de la duda, claro si fuera Aranza pero como no lo soy ni modo; solo soy un intermediario en lo que paso y lo que pasará después, aunque lamento mucho que Aranza vaya a sufrir por lo que se enterará más adelante, pero bueno sigamos.

– Haber mi estimado narrador, no soy como mi padre, ya que él es soberbio y ruin no le importa a quién hacerle daño para lograr sus objetivos y sus propósitos, yo soy muy diferente.

– Mmm… Brandon es lo mismo, tú tuviste que mentir para poder mantener tu matrimonio a flote y poder culminar el negocio de tu padre, pues no creo que hayas mentido por amor y arrepentimiento, ¿O sí?, aparte date cuenta que tú también hiciste daño a terceras personas para lograr tus propósitos y tus objetivos, bueno que no son tanto tuyos sino de tu padre, pero es lo mismo.

– No, no me hagas enojar, entiende que mentí por amor, porque no quería que se acabara tan pronto este matrimonio, yo la amo, tenía miedo de que fuera a pasar y…

- ¿Te estas escuchando Brandon? Tú mismo dijiste que tenías miedo que se acabara pronto y recurriste a las mentiras para poder sostener algo que tú mismo echaste a perder, das a entender muchas cosas con lo que excusas; pero bueno déjame seguir contando lo que sucedió, pues estamos entrando a una etapa muy importante, pues ese día para ti fue largo, intenso y de encuentros inevitables.

– Mejor ya no digo nada y continua narrador, siento que cada que digo algo en vez de defenderme me hundo más, adelante prosigue.

– Bien continuaré.

Al finalizar de acomodar todo dentro de la camioneta que Brandon había rentado, el matrimonio se disponía ya a partir de ahí; cabe mencionar que el carro anterior Brandon lo había cambiado porque en ese carro no iban a caber tantas maletas que eran ahora.

Bueno pues, al fin Aranza y Brandon salían del hotel villas Petrilli; no sin antes dar las gracias por los días disfrutados en el lugar, así como la atención que se les fue brindada y los servicios tan amables recibidos, dejando una buena propina, tomándose la foto del recuerdo y muy a gusto, el matrimonio Petrilli Bretón salían a tomar camino rumbo a su nuevo destino Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Brandon sonriéndole a cada momento a su esposa, tomaba camino para salir directo a autopista pasando por última vez el centro histórico de la ciudad, Aranza suspiraba y colocándose sus gafas decía. – Es un hermoso lugar para vacacionar y alejarse un rato de la contaminación visual y auditiva de las ciudades grandes, sin duda hay que promover mucho lo que en nuestro país hay, San Cristóbal de las Casas un lugar mágico y maravilloso.

– Brandon le tomo la mano diciéndole. – Así es amor, un lugar hermoso, maravilloso y muy recomendable para pasar unos días con su pareja recorriendo cada bello rincón de aquí, sin duda alguna quiero regresar contigo el próximo año, quiero disfrutar las maravillas de nuestro país.

– Ambos se sonrieron y justo antes de continuar su partida, se dieron un cálido beso y siendo las 9:15 de la mañana por fin agarraban camino en autopista rumbo a su nuevo destino.

Por otra parte; Federico en su departamento, se estaba apurando a terminar de desayunar, pues eran casi las 8 y él aún no estaba listo para regresar a trabajar después de dos grandiosas semanas de vacaciones donde había pasado de todo, tomando jugo de naranja, un poco de café y pan miraba la tele mientras se apuraba.

Federico había estudiado licenciatura en administración de empresas turísticas, él había viajado por muchos lugares pues en sus prácticas como estudiante lo mandaban a diferentes lugares y al ser muy aplicado, bueno y muy hábil era requerido en muchas partes; él a cada lugar que viajaba tomaba fotos y las mandaba a enmarcar para así colgarlas como recuerdo cuando al fin pudiera quedarse en un lugar fijo en una ciudad obteniendo también un trabajo estable, Federico estuvo de un lado a otro, pero lo que le brindó el trabajo estable en Tuxtla fue gracias a que hacia sus prácticas en… Bueno poco a poco irán hilando las cosas, pues seguramente una vez que pase lo que pasará las cosas darán un giro drástico.

– Continuando con lo que decía; Federico ya con su uniforme listo, salía de su departamento para así irse a su trabajo, tomando taxi, apurado miraba su reloj y eran 8:43 am, su entrada a trabajar es por lo regular a las 8:30 am de lunes a viernes, pero se les permite llegar a las 9 en punto, él que sea muy bueno en su trabajo no lo hace tan perfecto puesto que por característica de él, siempre suele llegar tarde a su trabajo, pero siempre compensa su tardanza al quedarse una o dos horas más trabajando.

Al llegar a su trabajo, se daba cuenta que tendría buen día laboral, pues había carros y taxis a las afueras del hotel, se percataba que ya era el comienzo de las vacaciones de verano; al ir entrando le saludaron con una sonrisa uno de los botones quién al momento de cruzar la puerta le decía. – Buenos días y bienvenido Licenciado.

– Federico sonriente decía. – Buenos días, gracias.

– Federico caminaba directo a lo que es su oficina dentro del hotel; porque si les dije, ¿o no? Federico trabaja en un hotel, bueno creo ya saben por dónde va la cosa.

En fin, que decía a sí; Federico comenzaba sus labores, sentado leyendo las carpetas que le habían sido puestas sobre su escritorio para ponerse al tanto de lo que había sucedido durante dos semanas de su ausencia, estaba tan concentrado y se sorprendía de lo que leía, en eso la puerta de su oficina se hizo sonar, él impactado por lo que leyó dijo. – Adelante, pase está abierto.

– Justo la puerta se abrió y entraba una guía turística que también trabajaba en el hotel, ¿saben de quién hablo?, no verdad, ni idea tienen, pues era Mirna, quién sonriente le decía. – Hola Federico, que bueno verte de nuevo.

– Federico al verla, se levantó de su asiento, la saludo afectuosamente y le dijo alagándola. – Vaya que guapa estás, me gusta cómo te ves ahora con el cabello pelirrojo, te sienta mejor y resalta tu belleza en tus ojos, así como te ves ahorita te ves más frívola, el castaño que tenías no me agradaba mucho te veías un poco tonta.

– Mirna sonriente le dijo. – Gracias guapo tú siempre opinando y diciéndome las cosas en la cara, eso es ser amigos y pues decidí darme un cambio hace dos días antes de comenzar a trabajar oficialmente aquí, ya ves con eso de los cambios y cosas así pues me regresaron de nuevo aquí me dieron unos días de descanso para poder buscar lugar dónde vivir y bueno un gusto, estaremos de nuevo juntos.

– Federico le sonrió diciendo. – Sí, me da gusto verte y saber que trabajaremos juntos de nuevo, como hace unos meses.

– Mirna discretamente le dijo. – Sí, a mi igual me da gusto y bueno cuéntame, ¿Cómo vas con tu novio?

– Federico suspirando y con cara de nostalgia le contesto. – Mal, hace dos semanas y media terminamos, bueno me termino, se fue del departamento y me dejo sin darme explicación alguna.

– Mirna lo abrazó consolándolo y le dijo. – Amigo sabes que te apoyo mucho, eres mi niño, un angelito te quiero, en mí podrás confiar siempre, él se pierde al dejar a un chavo tan valioso como tú, pronto encontrarás otro galán, verás que sí, ya sabes que yo he guardado tu secreto sobre tu orientación sexual para que no te despidieran del hotel.

– Federico le sonrió diciéndole. – Pues muchas gracias Mirna, siempre he contado con tu amistad, aun no se me olvida que tuviste que fingir ser mi novia para que no me despidieran del hotel, pues aunque últimamente no hemos estado al tanto en nuestras cosas me he preocupado por ti y siempre pienso en ti, eres una chava muy noble, gracias.

– Federico se entristeció un poco y Mirna al verlo así le dijo. – No agradezcas, para eso somos los amigos, nuestra amistad no es de mucho tiempo, pero hemos sabido conocernos y apoyarnos, quita esa cara, ya verás que pronto encontrarás un nuevo amor.

– Federico suspirando le dijo. – Eso sí, nos hemos sabido llevar muy bien y cultivar nuestra amistad, pero en eso de que pronto encontraré galán no te lo creo, aunque pues, pensándolo bien, fíjate que tan solo unos días de haber terminado mí relación, pues me topé con un guapo hombre en el bar, ya te imaginarás en que termino todo.

– Mirna sonriéndole dijo. – Ay amigo, eres tremendo, me imagino en que finalizó, el clásico acostón, ¿Sabes su nombre al menos?

– Federico suspirando le respondió. – Eliot, se llama Eliot, me gustó mucho el nombre, me gustó todo de él, siento que es un gay como los que ya no hay, ojala pronto lo vuelva a encontrar.

– Mirna tronándole los dedos en la cara le dijo burlándose. – Pues espero no te pase lo que me pasó a mí, ya ves que Brandon supo envolverme, me hablo bonito, me prometió el sol, la luna y las estrellas para así llevarme a la cama.

– Federico ilusionado dijo. – No creo que él sea así, pude darme cuenta de que le gusto lo que hicimos, lo disfruto mucho, ojala lo vuelva a ver pronto.

– Mirna burlándose con un poco de envidia le dijo. – Pues sigue soñando con que todos los hombres son un pan, pues igual que yo te llevaron a la cama, así que no te ilusiones mucho.

– Federico un poco molesto le dijo. – ¡Ya sé bien que no debo ilusionarme! ¡Pero al menos debo mantener la esperanza que algún día o en algún momento me encontraré con él!

– Mirna sonriéndole le dijo. – Pues ojala sea así y pues yo sigo esperando con toparme con Brandon y volvamos a repetir ese encuentro apasionante que vivimos, espero no este casado y si lo está, pues con gusto seré su amante, pues ese hombre es mío y de nadie más.

– Federico moviendo la cabeza le dijo. – Estas loca, mejor continuemos nuestras labores, no ha de tardar en llegar el hijo del dueño de los hoteles con su esposa y tenemos que estar presentes justo a las 12 del medio día para presentarnos a su servicio.

– Mirna apurada exclamó. – ¡Cierto, se me olvidaba! ¡También por la tarde llegara un grupo de la comunidad gay al hotel! ¡Con eso de que la comisión nacional de turismo está fomentando y apoyando el turismo homosexual pues también este hotel se unió a la causa!

– Federico sorprendido por eso, pregunto. - ¿Cómo fue a pasar eso? Digo, el dueño de los hoteles tengo entendido que es homofóbico, ¿Cómo es posible eso?

– Mirna sin respuesta a las preguntas que hizo Federico le dijo. – La verdad no tengo idea, pero alégrate, podrás salir del closet y seguir trabajando en este hotel sin problema alguno, pues ahora tienes a la comisión nacional de turismo apoyando sus derechos, así que adelante.

– Federico dudando dijo. – Sí, pero no me voy a precipitar, primero dejaré que pasen las cosas y ver qué sucede, seré el gerente y administrador de este hotel y debo saber bien como están las cosas, no quiero arruinar la imagen del hotel así como sus dueños.

– Mirna dándole la razón dijo. – Tienes razón, bueno, te dejo continuar, solo pasaba a saludarte a chismear un rato y a informarte esos asuntos, que por lo visto estabas leyendo las carpetas, bien precioso, te dejo, nos vemos al rato cuando lleguen “los dueños”.

– Mirna salió de la oficina de Federico dejándolo continuar leyendo e informándose.

Sin son buenos entendiendo y entrelazando los hechos, sabrán por donde van las cosas; sí quieren saber más de lo que sucedió en este “encuentro inevitable” pues los invito a que sigan acompañando a Brandon en la siguiente parte de lo que fue, es y será su…

Luna de Miel.