Capítulo Diez

El encuentro.

Pablo nervioso manejaba rumbo al hospital, pues Ángela había tenido un sangrando espontaneo, Gabriel quien iba muy pensativo y nervioso no sabía que hacer o decir, pues lo único que le rondaba por la cabeza era que su hermana se muriera y él quedara solo.

Al llegar al hospital, de inmediato Pablo se bajó del carro, cargo a Ángela y entro solicitando una camilla de emergencia, rápidamente las enfermeras empezaron a auxiliar a ella, Gabriel se había quedado en el carro, nervioso trataba de abrir la puerta del carro.

Hasta que en eso Pablo regreso le abrió la puerta y sofocado le dijo. – Perdóname Gabriel, pero tenía que llevar primero a Ángela a que la atendieran, cada segundo es vital para ella, discúlpame por favor.

– Gabriel le dijo. – Descuida, la prioridad es mi hermana no yo, pero ¿Dónde está?

– Gabriel nervioso salió del carro y Pablo tomándolo del brazo le contestó. – Tu hermana está dentro del hospital, la están revisando en urgencias, vamos te guiare hasta la sala de espera.

– Gabriel y Pablo caminaron rápido, una enfermera solicitaba a alguien para reportarle el estado de salud de Ángela; Pablo y Gabriel al entrar escucharon a la enfermera decir. – Familiares de Ángela Cantú.

– Gabriel grito. - ¡Yo soy su hermano!

– Pablo exclamo. - ¡Y yo soy su novio!

– La enfermera le dijo. – Venga conmigo por favor, la doctora a cargo quiere hablar con usted.

– Pablo desconcertado ayudo a sentar a Gabriel y le dijo. – Gabriel, la enfermera pidió que fuera yo a hablar con la doctora.

– Gabriel pregunto nervioso. - ¿Pero porque?

– Pablo le respondió mientras lentamente se iba con la enfermera. – No lo sé, te cuento ahorita.

– Gabriel sentado se agarraba las manos, se tronaba los dedos y en su mente solo reproducía las palabras de su hermana antes de desmayarse, él se levantó y camino despacio, escuchaba pasos y el con las manos trataba de buscar alguna pared o una puerta, la gente que estaba ahí lo miraba raro, en eso un joven salía de una puerta de los consultorios, sin fijarse él choco con Gabriel, haciendo que él se distanteara y cayera al piso.

Gabriel solo grito. - ¡Ayúdenme!

– El joven le dijo. - ¡Vamos, levántese usted! ¡No es un anciano para que necesite ayuda!

– Las enfermeras que estaban ahí lo miraban en el piso en vez de ayudarlo y la gente se hacia la que no había visto nada para no ayudar a Gabriel a levantarse.

Él enojado exclamo. - ¡Ayúdame por favor! ¡Soy ciego! ¡Mi hermana está hospitalizada! ¡Ayuda por favor!

– El joven muy apenado, agarro del brazo a Gabriel y le dijo. – Vamos, apóyese en mí, discúlpeme en verdad, no era mi intención hacerlo caer y mucho menos portarme groseramente con usted.

– Muy amable el muchacho camino con Gabriel y lo sentó en una silla y le pregunto. - ¿Me podrá disculpar?

– Gabriel muy preocupado tocando la mano del joven le dijo. – Descuida, no hay culpa, tenía que quedarme sentado en la espera de las noticias de mi hermana.

– El joven le sonrió, agarro la mano de él y le dijo. – Descuida tu hermana estará bien, por cierto mi nombre es Erick Rocha y el suyo.

– Gabriel le apretó la mano y le dijo. – Mucho gusto, me llamo Gabriel Cantú.

– Erick se sentó junto de él y le dijo. – Le hare compañía, ¿Puedo?

– Gabriel moviendo la cabeza le contesto. – Claro que sí, ¿También esperas noticias de alguien?

– Erick le respondió. – Pues no, noticias no, estoy esperando a mi mamá, es doctora y trabaja aquí en este hospital, estaba con ella en su consultorio cuando la llamaron por una emergencia.

– Gabriel agachando la cabeza se mostraba algo tenso a lo que Erick le pregunto. - ¿Puedo saber que le ocurrió a su hermana?

– Gabriel le empezó a explicar lo sucedido.

Mientras que Pablo esperaba que la doctora regresara al consultorio, pues estaba examinando a Ángela, minutos después ella entro y la sorpresa que se llevó Pablo al ver que la doctora era nada más que su mamá.

Ella al verlo le dijo. - Hijo, que bueno que estas aquí

– Pablo nervioso le pregunto. - ¿Cómo esta Ángela?

– Su madre le dijo seriamente. – Hijo, lamento decirte esto, pero se hizo lo que se pudo, pero…

- Pablo nervioso grito. - ¡¿Qué es mamá?!

– Su madre le dijo. – Pablo, hijo, ¿Por qué no me dijiste que tu novia Ángela y tu estaban esperando un bebé?

– Pablo se quedó paralizado y sorprendido dijo. - ¡Un bebé! ¡¿Ángela está embarazada?!

– Su madre lo abrazo y le dijo. – Hijo, lamento decirte esto, Ángela tenía un embarazo ectópico, presento sangrado debido a un desgarre de la trompa de Falopio del lado derecho, es por eso que la están preparando para practicarle una laparotomía.

– Pablo se sentó derramando una lagrima dijo. - ¡Iba a tener un hijo con la mujer que amo y no me lo dijo!

– Su madre se sentó en su silla y sacando de su escritorio unas hojas y un lápiz,  le empezó a explicar lo que sucedió con el embarazo, al haberle terminado de explicar le dijo.

– Hijo, Ángela se enteró justamente cuando le estaban haciendo el ultrasonido que estaba embarazada, tampoco sabía de su embarazo ectópico, y de haber sabido hubiera adquirido de inmediato una atención médica, aunque de todas maneras el bebé no hubiera sobrevivido, pues un embarazo así pone en peligro la vida de la madre, así como su fertilidad y para eso se requeriría un legrado, lamentablemente tuvo que pasar esto para que ella se diera cuenta de su embarazo.

– Pablo limpiándose la nariz le pregunto a su madre. - ¿Podrás decirle a su hermano lo que sucedió?

– La doctora le contesto. – Si está aquí el hermano, claro que sí, con gusto le explico lo sucedido.

– Pablo salió por Gabriel que estaba en sala de espera, Erick después de haberse enterado la situación de la hermana de Gabriel, no le quedo de otra más que acompañarlo pues veia muy mal a Gabriel, Erick al girar su cabeza a ver si veía a su mamá.

Sorprendido exclamo. - ¡Pablo, hermano! ¡¿Qué haces aquí?!

– Gabriel sorprendido dijo. - ¡Pablo! ¡¿Es tu hermano?!

– Pablo se acercó y pregunto. - ¿Qué haces aquí Erick?

– Erick le respondió un poco confundido. – Haber, a ver, ¿Cómo está la situación?

– Pablo le respondió. – Traje a Ángela, se puso mal y empezó a sangrar.

– Gabriel exclamo. - ¡¿Cómo esta mi hermana?!

– Erick sorprendido sonrió y dijo. – Así que tu hermana es Ángela, la novia de mi hermano, vaya que pequeño es el mundo, pero bueno, ¿Cómo esta mi cuñada?

– Pablo les dijo. – Gabriel, será mejor que me acompañes al consultorio, mi mamá, nuestra mamá te dirá lo que sucedió.

– Gabriel nervioso y preocupado se levantó y ayudado por Erick caminaron al consultorio, al entrar la doctora se sorprendió diciendo.

– Erick, ¿Qué haces aquí? Pensé que ya te habías regresado a casa, por hoy has terminado de ayudarme.

– Erick le contesto. – Mamá, te dije que te esperaría, y de casualidad me encontré con el hermano de Ángela.

– La doctora pregunto confundida. - ¿Ya lo conocías?

– Erick le contesto brevemente. – No mamá, no lo conocía.

– Gabriel un poco desesperado dijo. – Doctora a su hijo Erick lo conocí porque sin querer choque con él, soy ciego y sin querer tropecé, me caí amablemente se ofreció a ayudarme y pues así nos conocimos.

– La doctora al notar el tono de voz de Gabriel dijo. – Bien disculpe, bueno, pues le debo decir que su hermana.

– Gabriel interrumpiendo pregunto. – Ángela, ¿Qué le paso a mi hermana? ¿Está bien?

– La doctora le dijo. – Cálmese, mire la situación estuvo así, su hermana presento un sangrando vaginal, debido a que ella se encontraba embarazada.

– Gabriel apretando el puño golpeo en el escritorio, asustando a la doctora, a Erick y Pablo.

Erick le tomo del hombro y le dijo. – Cálmate, deja que mi mamá te explique.

– Gabriel alterado dijo. - ¡Como quieres que me calme si mi hermana está embarazada de este tipo que hasta apenas hoy conocí!

– La doctora pregunto a Pablo. - ¿Cómo que apenas conoces al hermano de Ángela? ¿Se supone que deberías de conocerlo ya tienen casi dos años de relación?

– Gabriel se enojó más, haciendo que su cara pasara de una tonalidad clara a un colorado de las mejillas y frente.

Pablo nervioso le contesto a su mamá. – Mamá… creo que… es mejor que le explique lo sucedido, ya te contare bien la historia en casa.

– La madre de Erick y Pablo les dijo. – Bueno Pablo en casa hablaremos de este asuntito, como le decía, su hermana presento un sangrado vaginal debido a un embarazo ectópico, su trompa de Falopio derecha presento un desgarre, lo que ocasiono un aborto espontáneo, en este momento la están preparando para una laparotomía, descuide su hermana estará bien.

– Gabriel con sus manos buscaba a Pablo y decía. - ¡Tu desgraciado! ¡¿Por qué no me dijiste que mi hermana y tu esperaban un hijo?!

– A lo que la doctora le contesto al notar el nerviosismo de su hijo. – Disculpe señor, pero tanto su hermana como mi hijo se enteraron del embarazo justamente ahorita, así que de haber sabido su hermana no estaría aquí y hubiera practicado un legrado por el alto riesgo de ese embarazo, pues era su vida la que corría riesgo, si me disculpa iré a prepararme a quirófano, le agradeceré que espere, en sala de espera.

– Gabriel impresionado, escucho salir a la doctora, Erick le miraba muy atento a los ojos azules de Gabriel y le dijo. – Es increíble que tengas unos ojos tan hermosos.

– Gabriel se apeno y le dijo. – Gracias, pero no son tan hermosos.

– Pablo le sonrió a su hermano y Erick se puso un poco rojo, para evitar eso le dijo. – Gabriel, si me permites llamarte así, ¿Qué te parece si vamos a sala de espera?

– Gabriel se levantó y le dijo. – Esta bien, salgamos.

– Ambos salieron y tras de ellos salió Pablo, estando en la sala, los tres no decían nada, solo sentados esperando a que terminara todo.

Al cabo de una hora y media, la enfermera paso el reporte y les dijo. – La paciente Ángela Cantú está en recuperación, en unos minutos más la doctora vendrá a dar el informe.

– Gabriel un poco más relajado dijo. – Que bueno, al fin ya paso todo.

– Erick le tomo la mano le sonrió y mirándole los hermosos ojos azules le dijo. – Me alegra mucho que mi cuñada este bien.

– Gabriel quito su mano de la de Erick y él dijo apenado. – Disculpa, no fue mi intención poner mi mano sobre la tuya.

– Gabriel solo movió la cabeza en señal de que no había problema.

La doctora fue a darles el informe diciéndoles. – Bien, pues Ángela ya está bien, el embarazo era de unas 5 semanas, el embrión era un varón, lamento decirles que no se podía hacer nada, afortunadamente logramos salvarle la trompa, pero eso sí, debe estar bajo mucho reposo, para poderse recuperar al cien por ciento, en una media hora, la pasaran a su habitación y podrás ir con ella.

– La doctora se fue a cambiar, Pablo la acompaño dejando a Erick y Gabriel juntos.

Erick miraba a Gabriel de una forma dulce, tierna y noble, se había dado cuenta que su semblante había cambiado de estar tenso a estar un poco más relajado.

Gabriel dijo. – Tu mamá es bastante buena, espero me disculpe por la forma tan agresiva que me porte en su consultorio, la verdad me enoje, pero debí poner atención a lo que me decía antes de ponerme como ogro.

– Erick soltó una leve carcajada y le toco el hombro diciéndole. – Descuida, mi mamá comprenderá las cosas, lo importante es que Ángela ya está bien.

– Gabriel le toco ligeramente la mano a Erick, sintiendo un leve cosquilleo en su interior, Erick le buscaba la mirada perdida a Gabriel, pues quería seguir admirando esos hermosos ojos azules.

¿Sera esto el inicio de algo? Descúbrelo en el siguiente capítulo…

En los ojos del amor.