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El pacto. (46).

en Grandes Relatos

LAS RUBIAS - CANDIDATO NUEVO.

                                                  Llegamos a la Estancia a las cinco y pico de la tarde y teníamos visitas, en la pileta, además de Graciela y Sol, estaban Gracia, Azul y Celeste, las mellizas.  No sabiendo si nosotros regresábamos el sábado a la tarde o a la noche, Sol había decidido ir a acompañarla a Graciela para que no se quedara sola todo el día -seguramente pensando también en otra cosa-, de ser así, se les había arruinado el “estofado” porque junto a Gracia se les colaron las mellizas y éstas no estaban incluidas en nuestra intimidad, ni ganas que tenía yo de que lo hicieran.  Con Gracia no había mayor problema pero las mellizas eran demasiado inmaduras para compartir con todas, individualmente o para hacer realidad los deseos de la madre podría andar pero… para todo el grupo, no las veía.

                                                  Ellas también lo debían haber pensado así porque entré directamente hasta la cochera y ni escucharon a la camioneta, al acercarnos al lugar saltaron sorprendidas a abrazarnos y saludarnos y todas tenían puestos sus trajes de baño.  Me puse a tomar una gaseosa y decidí irme a dormir una siesta porque, aparte de cansado de manejar, la presencia de los cuatro culos chiquitos y receptivos de las rubiecitas, enfundados en diminutas tangas parecían “cachetear” y despertar a “mi amigo”.  Ya estaba saliendo del lugar para meterme en el comedor y me alcanzó Gracia.

  • “Guille, íbamos a venir solamente con Sol pero se nos “colaron” las mellizas y no pudimos decirle que no, es que se quedaban solas en casa porque Pedro se fue a cazar con amigos y no regresa hasta el domingo a la noche pero no dijimos ni hicimos nada”.
  • Está todo bien Gracia, eso lo doy por descontado, además, ya te dije que vos y tu familia pueden venir cuando quieran.  Me voy a dormir un rato la siesta pero antes, dejame tocarte el culito y dame un beso.

                                                  El comedor estaba casi en penumbras y se prendió a mi boca abrazándome como si fuera un pulpo, apreté fuerte sus nalgas descubiertas y metí la punta de mi dedo medio en su ano, así de parada aparte de los temblores que la asaltaron daba saltitos y gemía descontrolándose, la dejé antes de que tuviera un orgasmo sonoro y le dije:

 

  • Que no esté Pedro en todo el domingo me interesa, más tarde lo charlamos. 

                                                  Me dijo que sí y se fue sonriendo, haciéndose vaya a saber uno que “película”.  Mi cama me recibió con los brazos abiertos y apenas si escuché cuando Ana y Caro dejaron los bolsos y sacaron sus trajes de baño.  Me quedé “muerto”, “frito”, “mosca”, en definitiva, dormido profundamente y me desperté a las ocho de la tarde-noche, estaba por entrar al baño para ducharme y escuché las voces de todas en la cocina, abrí la puerta del dormitorio y les grité:

 

  • No cocinen, nos vamos a comer afuera, Carolina, vení un segundo. -Apareció rápido-.
  • “¿Qué necesitás amor?”.
  • Deciles que no cocinen nada, que se cambien informal y nos vamos todos a comer a lo de Francisco.  Preparame el mate que voy a tomar uno o dos, llamala a Belinda, decile que la pasamos a buscar y avisale a Francisco que a las diez estaremos por allí, que nos prepare algo rico, creo que somos nueve, diez si va Mónica.

                                                  Me dijo que enseguida lo hacía y entré a ducharme.  Al salir y entrar en la cocina Caro me dijo que Belinda estaba con una de las Enfermeras y la Doctora nueva que había contratado, la que recién había terminado de instalarse en la casa-residencia, que Mónica estaba de turno en la Clínica.

  • Bueno, decile que las lleve a las dos, vos podés conocerlas mejor y yo aprovecho para ver cómo están de culitos.

                                      Si le molestó el comentario no hizo ningún gesto ni ninguna alusión, sólo contestó que ya la estaba llamando.  Otra que se tiro a mi cuello para abrazarme, apoyarme todas las tetitas en el pecho y darme un gran beso en la mejilla fue Azul.

  • ¿Qué te anda pasando “loquita”?
  • “Nada Guille, te quería dar las gracias por el trabajo, fui a hablar con el Encargado de la radio y me dio el trabajo por ahora de empleada administrativa con un sueldazo pero me pidió que practique con el micrófono porque tengo buena dicción”.
  • Me parece muy bien, en una de esas podés tener tu propio programa, mientras tanto, no me hagas quedar mal.
  • “Ni borracha se me ocurriría fallarte”.

                                                  Las chicas ya estaban cambiadas y conversaban a seis o siete voces como acostumbraban y Carolina me cebaba unos mates a mí solo, bromeaban con las dos “esposas” porque éstas contaban las maravillas del espectáculo del ballet y decían de la sorpresa por la elasticidad de los bailarines y que pudieron entender la trama de la obra porque se habían informado antes por Internet.  Estaban en eso y en la televisión encendida de la cocina, sin el volumen puesto, comenzó el programa de noticias de la Provincia de Buenos Aires mostrando imágenes de la presentación del Ballet Nacional en el teatro más importante de la ciudad de La Plata.

                                                  Yo estaba de frente a la tele y les pedí que subieran el volumen, todas miraron y aparte de la música y parte de la obra mostraban a la Gobernadora en el palco con invitados especiales.  Allí gritaron todas cuando vieron a Francisco y a la Gobernadora flanqueada por Carolina y Ana María.  Hicieron mención de Francisco como un afamado chef internacional y barman detallando varios de los premios que había logrado, a Carolina como prestigiosa Neumonóloga, actualmente Directora de una Clínica situada en “tal” pueblo que brindaba atención médica, medicamentos y Laboratorio de Análisis Clínicos totalmente gratuitos para los habitantes del pueblo y de sus alrededores y a Ana María como una prominente Hacendada co-dueña de la Estancia “Tranquilidad” ubicada en el mismo pueblo de referencia.

                                                  Más adelante salieron ambas chicas en las notas que les hicieron y contestaron las preguntas, que no fueron muchas, con aplomo y tranquilidad, además de recibir un halago del Periodista diciendo que más que Médica o Hacendada parecían modelos de primera línea y de la más alta categoría, lo que le dio pié al Camarógrafo para tomarlas de cuerpo entero para admiración de todas las que en ese momento miraban y que silbaron y aplaudieron haciéndolas poner coloradas de vergüenza.  No me cabían dudas que mucha de esa información había salido de la propia Gobernación, aunque me extrañaba lo de los apellidos.  No pude con mis ganas de “pincharla” a Carolina…

  • Miren como me vengo a enterar que mis chicas reciben piropos a mis espaldas.  Carolina se puso tensa y contestó Ana María.
  • “Es que estábamos tan lindas que el tipo no se aguanto pero hasta ahí llegó”.
  • De eso no me caben dudas y como siempre, me hicieron sentir orgulloso.  La cosa se distendió y les pedí que apuraran que íbamos a llegar tarde.  Le dije a Carolina que llevara a Ana y Graciela en la camioneta de ella y yo llevaría a las “rubias family”.

                                                  Carolina salió primero y yo la seguí a una distancia prudente.  Ni bien salimos a la ruta me dirigí a la madre y a las hijas.

  • ¿Saben por qué quise que vinieran conmigo?, -todas afirmaron que no-Porque hoy las estuve mirando a las cuatro y me di cuenta que “tengo ganas” de romperle el culo a todas juntas y que ustedes colaboren cogiéndose entre las cuatro, sin vergüenzas ni tonterías.  La primera en reaccionar, unas décimas de segundos antes que todas fue Gracia.
  • “Ya, Guille, ya tengo ganas de sentir esa tremenda pija en el culo, por favor pará en algún lado”. 

                                                  La siguieron todas y habló Celeste…

  • “Nosotras también Guille, te necesitamos en la boca, la concha o el culo, no vayamos a cenar, pará en algún lado y cogenos a todas, ninguna aguanta la “calentura””.  Gracia que venía sentada adelante me quiso bajar el cierre y no la dejé.
  • “Tengo muchas ganas chicas pero ahora no se puede, van a tener que aguantar hasta mañana, paso por su casa a las diez y las cojo bien a las cuatro”.  Ahora habló Sol.
  • “Pero ahora estamos muy calientes Guille, por favor, queremos que nos cojas ahora”.
  • “Ya dije que ahora no, váyanse las cuatro al asiento de atrás y con besos y dedos traten de tener orgasmos, quiero verlas”.

                                                  Era evidente que había cosas que tenía que pensarlas bien antes de pedirlas con el “tengo ganas” de por medio, casi me vuelvo loco al ver la forma que se trenzaron a besarse, a chuparse las tetitas y a meterse los dedos en las conchitas.  Sol era de mucho aguante pero Gracia estaba desatada y usaba las conchitas de las mellizas a dos manos intercalando besos de lenguas entre unas y otras, “mi amigo” estaba “loco” y mis “ratones” más “locos” todavía corriendo por mi mente. 

                                                  Cuando Gracia comenzó a temblar supe que Sol le había metido un dedo en el culito y ésta no pudo contener el grito de placer, luego las mellizas casi al unísono y por último Sol que “sufrió” el ataque de las tres.  Tuve que darles toallitas húmedas que tenía y abrir todas las ventanillas.

  • Arréglense la ropa, pórtense con toda calma en la cena y después en vuestra casa se “desatan” nuevamente para gozar todo el tiempo que quieran”.  Yo voy a ir a la mañana y si quieren se sortean los turnos para tener el culo roto.

                                                  Estaba recaliente y le dije a Gracia que tenía cinco minutos para hacerme acabar y tomarse toda la leche, no perdió tiempo y acomodando la cabeza entre el volante y mi estómago, se tragó, literalmente, toda mi pija, fueron tres o cuatro minutos y ni olor a semen le quedó en la boca porque pasó directo por el fondo de su garganta, al sentirlo Gracia se estremeció toda y gimió, ante las ganas que a las otras se les dibujaba en la cara.

  • Sol, ya vi que compraste el strapón para tu madre, comprá dos o tres más de esos “juguetitos” porque ustedes necesitan y yo no voy a estar siempre para “atenderlas” pero, está demás que les repita que sean discretas.
  • “Quedate tranquilo Guille, ya vi uno que es doble y todo lo que hagamos y gocemos va a ser por vos y para vos, todas te queremos y respetamos, nadie va a abrir la boca”.  Me reí para adentro por anticipado, ¡pobres mellizas, la que les esperaba!

                                                  Bajaron de la camioneta frescas como lechugas, Francisco nos tenía la mesa preparada y abundaron los abrazos y los besos que se puso a repartir a destajo entre las chicas.  Me presentaron a la Médica nueva y a la Enfermera, las dos eran muy agradables, dadas y simpáticas pero no me provocaron nada más que eso.  Como siempre, me saludaron de otras mesas con las manos, entre ellos, infaltables los sábados a la noche, el Almacenero y el Abogado con sus respectivas esposas que se levantaron a saludar a Carolina, a Ana y a Belinda.  Vi a un par de Municipales acompañados de señoritas que no parecían ser sus esposas, por la pinta, seguramente las “chicas” que decía Gimena que su marido visitaba en vida.

                                                  Francisco se quedó con nosotros contando las experiencias del espectáculo que había disfrutado -lógicamente, otras cosas no contó-.  Todas le dijeron que estaba muy elegantes esa noche sentado al lado de Carolina y nos miró sin entender, Ana además agregó…

  • “Nunca nos dijiste que tenías un montón de premios internacionales como Chef”.
  • “A sí, ¿vos cómo sabés eso?”.
  • “Lo dijeron hace un rato en la tele, por eso todas las chicas te vieron vestido muy de esmoquin al lado de Caro”.
  • “¿No me digas?, ni cuenta me di cuando nos filmaron y yo que me fui antes para eludir a la Prensa, ahora me van a venir a joder de los hoteles”.  Yo le pregunté…
  • ¿Qué te pasa andás fugado?
  • “Para nada, lo que sucede es que cuando me vine al pueblo por temas personales rechacé varios contratos millonarios para trabajar en hoteles nacionales e internacionales, me “borré” de todos y nadie sabía adónde estaba, para mí “salir de nuevo al Mundo” implica estos problemas, supongo que tendré que afrontarlos”. 

                                                  Comimos como leones y nos quedamos un rato largo haciendo sobremesa.  Antes, en un aparte en que me levanté para ir al baño, Francisco me siguió para preguntarme como estaba la cosa con Caro.

 

  • Está, sólo está, le pegué un buen tirón de ovarios y le di un ultimátum, otra “cagada” y se va, igual sé que voy a seguir aflojando pero por un tiempo largo se va a cuidar.  ¿A vos cómo te fue?
  • “Lo mío fue de maravilla, todavía estoy en el aire aunque voy a ir con “pies de plomo” y si todo “pinta” mejor, en un año o dos me caso”.
  • ¿No digas?
  • “Sí, me cazo las pelotas con una morsa, ya nunca más, voy a tratar de pasarla bien, de lo mejor pero nada más”.
  • Me alegro por vos y espero que todo te vaya fantástico y me tenés que hacer un favor, al rato de volver a la mesa pedime que mañana a las diez de la mañana venga a hablar con vos, tengo que atender un “asunto” y aunque puedo decirlo abiertamente me parece que sería una forma de humillarlas y tan hijo de puta no soy.
  • “Tranqui, yo te “hago la gamba” y como yo siempre pensé “no es tan bravo el león como lo pintan” aunque no lo querría enojado.  ¡Ahh!, lo de hoy está todo pago, jajaja”.
  • No me jodas, sabés que no te voy a aceptar eso, la amistad no debe mezclarse con el trabajo y los negocios, si insistís con eso lo arreglo fácil, no vengo más y listo, además, sabiendo eso mientras estamos acá, Carolina ya pagó la cuenta con la tarjeta, jajaja.
  • “No se puede con vos”. 

                                                  Nos volvimos a la mesa riendo, tomamos el café que no pude pagar, Francisco, delante de todas, me pidió si podía verlo a las diez de la mañana, le dije que sí, le guiñé un ojo a Sol sin que nadie viera y nos fuimos.  Las llevé a la madre y las hijas hasta la casa con Ana María y pasamos a buscar a Carolina por la casa-residencia para irnos juntos, ella fue con Graciela.  Ana me abrazó colocando la cabeza en mi hombro y, a la vez, me acariciaba un muslo, sin ir más lejos y sin decirme nada.

  • ¿Qué pasa Ana?, estás muy callada.
  • “Es que me asusté mucho por tus miradas y por la actitud que esperaba que tomaras además, quería pedirte disculpas por mi reacción, quizás debí callarme la boca”.
  • No te pusiste a pensar que en una relación existen ese tipo de reacciones que suelen ser lógicas ante discrepancias, yo no estoy en desacuerdo mientras no pasen a mayores pero…  sólo entre ustedes y que a mí no me afecten pues si tengo que intervenir la cosa cambian tangencialmente.  Tengo que reconocer que antes nunca me gustó que me llevaran la contra, podía llegar a cambiar en algunos modos de pensar aunque primero habría que hacérmelo entender, nunca con imposiciones y ahora de “viejo” y con otro tipo de modo de vida esto se ha agravado.
  • “A mí se me hace fácil por mi educación y por el modo de pensar anterior, ese que implicaba seguir y servir a tu pareja, mucho más ahora que estoy perdidamente enamorada del “viejito” pero Caro, aún sintiendo lo mismo que yo y entendiendo que soy o somos su razón de vida, tiene ese tipo de reacciones, quizás por su propia educación y desenvolvimientos aunque te aseguro que se arrepiente rápido y te quiere con el alma.  Sabe que si no aprende va a quedarse sola y a reventar por su propia estupidez, como ahora que está moralmente destruida”.
  • Un par de días sin “alegrías” la van a tener en “remojo”.

                                                  En ese momento se me ocurrió ¿y por qué no?

  • Ana, ¿me vas a “hacer la segunda” en todo?
  • “Sí, amor, no dudes nunca de eso, “cuando quieras, dónde quieras, como quieras y con quien quieras”, lo tengo grabado a fuego, me adapto a lo que necesites pero, tenés que saber que Carolina también lo haría, aún a pesar del tipo de boludeces que dice”.
  • Lo tengo en cuenta, sucede que mañana no tengo que venir a lo de Francisco, tengo que ir a lo de Gracia, la “putita” madre quiere ver cuando le rompo el culo a sus hijas, si te animás podrías atender a las “pendejas” con tus conocimientos y con un par de “juguetitos”.
  • “Contá conmigo a morir, me encantan los culitos de esas mellizas.  ¿Las pensás incluir con todas?”.
  • No creo, después de mañana te digo pero no lo creo.  Mi idea es que las que están, están, las que vengan serán sin compromisos y sólo para sacarme las ganas, con ustedes dos a mi lado o no.
  • “Tenenos en cuenta a las dos para todo y todas, verte disfrutar a vos y de yapa disfrutar nosotras no tiene comparación.  A todo esto, ¿me pareció a mí o estuviste a punto de intentar el otro día con la cantante o la actriz cuando estábamos cenando?
  • Me faltó poco, no lo intenté por lo de Carolina, para no mandarla sola al hotel si se daba, hubiese sido como humillarla y las amo a las dos como para hacerles algo así.
  • “Por esa y otras cosas te amamos nosotras, lástima porque está muy buena esa cantante y le podría haber pedido un autógrafo cuando le chupaba la conchita, jajaja”.  Ana siempre terminaba por arrancarme una sonrisa, en este caso una risa desatada, ya llegábamos a la Estancia y entré en casa abrazándolas a las dos.

                                                    Esa noche noches hubo caricias, “mimos” y poca “acción”, salvo la que pidió Carolina cuando puso su culazo en pompa y me dijo que no tuviera piedad porque aún estaba “pagando” su proceder de “lengua larga”.  Esta vez no la perdoné, grito y lloró con ganas cuando usé el rebenque en su concha y le reventé el culo a “pijazos”.  Volví a dormir en una punta y fue Caro la que se durmió abrazándome toda la noche.  En la mañana no quiso levantarse, pidió quedarse un poco más en la cama, le dije que me iría un rato con Ana y la dejamos descansar.

                                                  Gracia nos estaba esperando en la puerta y no le desagradó para nada la presencia de Ana María a la que besó con pasión apenas estuvimos dentro de la casa.  Las mellizas salieron desnudas de su habitación y se sorprendieron pero Ana las sacó rápido de la sorpresa besándolas alternadamente y con lengua a ambas.  Sol también la besó contenta y procedió a sacarle la ropa con premura, a mí me ayudó Gracia y enseguida se desató el placer.

                                                  Sol penetró a su madre con el strapón sentándola arriba y se dedicó a besarle las tetas, Gracia fue la primera que gritó su orgasmo cuando comenzó a temblar porque mi glande la penetró en el culo y se quedó allí sin avanzar.  Luego empujé y cuando llegué al final y le imprimí ritmo a la cogida con Sol acoplándose a las entradas y salida en su concha, se volvió loca y tenía orgasmos sin poder controlarse hasta quedar, la rubia madre, desmadejada y laxa casi sin poder reaccionar.

                                                  Sol la dejó y saliendo de ella se ocupó del culo de una de sus hermanas que estaba prendida en la posición de cuatro chupando desaforada la concha y el culo de Ana que, a la vez, tenía metida la boca en la concha de la otra melliza mientras perforaba su culo con un vibrador.  Quedaba a disposición el culo de Sol y, como siempre, gritó fuerte cuando tuvo a “mi amigo” adentro haciéndola delirar, de dolor primero y de placer después.  La nueva Administradora de la Estancia también quedó con el culo abierto y tan laxa como la madre por la cantidad de orgasmos anales que experimentó.

                                                  Con las dos mayores, prácticamente “fuera de combate” -las dos “polvoritas” habían quedado tiradas muy rápido, índice evidente que la noche no la habían pasado precisamente durmiendo-, sólo quedaba ocuparse de las mellizas.  Ana con el strapón colocado, el más grueso que había traído, hizo que una de las hermanas se sentara arriba y se penetrara la concha, a la otra la hizo sentar sobre su cara y se ocupó de darle placer a ambas “niñas golosas”, se besaban y besaban las dos separándose sólo para contraerse en orgasmos chiquitos pero continuos.

                                                  El desparramo casi se produce cuando penetré de dos caderazos el culo que me quedaba cerca y a disposición, creo que de Celeste, pretendió zafarse y salirse en la primera estocada pero el abrazo de Ana en su espalda y mis manos en sus caderas se lo impidieron, Azul le ahogó el grito de dolor con un beso pero no pudo evitar el grito más fuerte cuando entré hasta el final y le imprimí movimientos profundos al entrar y salir.

                                                  Se obligó a relajarse y comenzó a participar de los movimientos moviéndose para todos lados y gimiendo a viva voz, el orgasmo más fuerte lo tuvo cuando se le juntaron los dos, el anal y el vaginal que, los dos a la vez, eran para que quedara como quedó, floja y abrazando a la hermana que también tenía un orgasmo propinado por la lengua de Ana.  Quedaba Azul que se arrodilló para devolverle las atenciones a Ana y a su clítoris y paró su culo para lo que se le venía y esperaba.

                                                  Se tensó un poco cuando le arrimé el glande al agujerito y Ana apretó su cabeza en la entrepierna para evitar que gritara, no lo pudo evitar en su totalidad y Gracia se acercó para acariciarle las tetas con una mano y el clítoris con la otra, esto suave por parte de la madre, sumado a las estocadas profundas convirtieron su cuerpo en una revolución que desembocó en un orgasmo explosivo que la hizo perder momentáneamente el sentido.

                                                  La dejé con el culo abierto para que las “familiares” se ocuparan de ella y la hice poner a Ana en cuatro, las entradas y salidas se sucedieron en culo y vagina y Ana gozó y gimió casi sin control.  Yo sabía que había algo que la haría delirar y fue precisamente cuando, en medio de uno de sus orgasmos, le llené el culo de leche, ninguna atinó a taparle la boca y la “negra” gritó su placer a los cuatro vientos, que me guardara para ella siempre la potenciaba al doble.  Sol que, extrañamente, fue la última en recuperarse, nos acercó unos refrescos y nos contó que sus hermanas eran insaciables y la habían “reventado” la noche anterior, a ella y a la madre.  Gracia se arrimó a mí dándome un abrazo y un beso.

  • “Gracias Guille me has llenado de morbo, fantasías cumplidas, placer, descubrimientos nuevos y mucha felicidad, ya sabés que cualquiera de nosotras, individualmente o en grupos, siempre estaremos a tu disposición y de Ana que hoy no pude devolverle las cogidas que me dio en Mar del Plata y que estoy segura que en algún momento se dará”.
  • “Veremos y eso si no te vuelvo yo a romper el culito antes, jajaja”, -contestó Ana contenta-.
  • “No me hagas acordar que me mojo de nuevo, jajaja”, -respondió alegre Gracia-.
  • Yo tengo una salvedad, esto queda y debe quedar sólo entre nosotros seis, por ahora no quiero que las mellizas participen del grupo, ya les dije antes que deben dedicarse a buscar sus propias parejas.
  • “No hay problemas Guille, ya te lo entendimos desde antes aunque creemos que nos va a llevar tiempo por el tema de las comparaciones, mientras tanto Sol y mami nos van a ayudar”.

                                                  Después de las risas, de besos y caricias, de una ducha que me di con Sol que se empecinó en mamarme hasta tomarse la leche y de las risas de una ducha conjunta de las cuatro restantes, nos cambiamos y nos fuimos a lo de Francisco.  Nos recibió como siempre, con toda la buena onda y preguntó por Carolina, Ana saltó rápido a contestarle.

  • “Se quedó en la cama, anda medio enfermita”.  Francisco se sobresaltó preguntando que tenía y Ana continuó muy suelta de cuerpo.  “Como se portó mal ahora sufre de “culitis ruptus”, jajaja”.  Francisco se soltó bastante.
  • “¡Mierda!, ¿para tanto es “esa” cosa?”.
  • “Mejor a vos no te cuento porque te quitaría el sueño, jajaja”.  Luego me miró a mí y me dijo: “No te enojes amor, Francisco la tiene clara y sabe con los “bueyes que está arando”.

                                                  Desde allí la llamé por teléfono a Carolina avisándole que estábamos en lo de Francisco y llevaríamos el almuerzo, aprovechó a pedir uno de sus platos preferidos y nos mandó besos contándonos que estaba hablando por teléfono con Gabriela y Emilia que estaban en los últimos preparativos antes de salir para el aeropuerto.  Les mandamos saludos a las dos deseándoles buen viaje y mejor estadía y corté la comunicación para pedirle a Francisco la comida para los cuatro que quedábamos en la casa.

                                                  Cuando estábamos en eso Ana me avisó que uno de los comensales me hacía señas, al mirarlo vi a una pareja de unos cuarenta años sentados solos en una mesa para cuatro, me saludó, le correspondí y se levantó para acercarse, se presentó como “fulano de tal”, era el candidato a Primer Concejal por la lista oficialista y, sin dudas, futuro Intendente del Pueblo.  Pidió muy amablemente hablar conmigo, le pregunté si tenía inconveniente en que nos sentáramos juntos y me dijo que no, que estaba con la esposa.

                                                  Fuimos hasta la mesa y nos presentamos, el de nombre Aníbal y ella María Eugenia, Ana María, tal como lo habían dicho en la tele, fue presentada como co-dueña de la Estancia o socia.  El hombre era elegante y bien puesto, se notaba de buena educación, de unos 45 años, la mujer, delgada aunque sin exageraciones, de cabello castaño y ojos pardos muy vivaces, daba la impresión de provenir de familia adinerada pero se demostró en todo momento humilde y sencilla, tendría unos 40 años.  Vivían en un campo de unas 80 hectáreas y conocían del menester, tenían una linda casa, algunos animales pero explotaban mayormente la parte agrícola y no les iba mal, toda la zona, en el pueblo y sus adyacencias, tenía muy buena tierra para la explotación agrícola-ganadera.

                                                  A Aníbal se lo notaba un poco cohibido para explayarse y era evidente que había tenido noticias de mí pero, la mujer era otra cosa para expresarse y después de contarnos de ellos nos dijo que nuestra Estancia era la envidia de todos los Ganaderos y Agricultores del pueblo, ella la había conocido de pequeña y había mejorado mucho desde que la habían comprado los dueños anteriores pero que, desde que la había adquirido yo, según le habían contado, las mejoras eran aún más sustanciales y parecía ser como que yo no necesitaba vivir de lo que producía.

  • Es verdad María Eugenia, aunque los hay, mis ingresos no provienen de la Estancia, digamos que es mi lugar para vivir disfrutando de lo que tengo que es mucho y como no necesito tanto, puedo gastar en otras cosas para beneficio de la gente del pueblo, sin contar otras ventajas que tiene mi personal, una porque no le saqué personal a nadie, tomé sólo a desocupados y los que hay “matarían” por mantener el trabajo que les doy, no me interesan las Corporaciones ni le llevo el apunte a los Sindicatos.  En mis emprendimientos no existen “sueldos básicos” ni Paritarias y así, nos llevamos todos de maravillas.

                                                  La mujer hinchó el pecho que, por otra parte se notaba muy agraciada al respecto, para seguir preguntando y Aníbal, demostrando, como me había dicho José que le faltaba “roce político”, yo podría agregar que le sobraba “pelotudismo” para “mear afuera del tarro”, la cortó a la mujer para hablar él, algo que a ella no le agradó mucho.

  • “El viernes por la tarde estuve hablando con el Ministro y me contó maravillas de usted, fundamentalmente que tiene mucha experiencia política y del metiers municipal, además que nos estaba dando una mano muy grande”.
  • Es verdad experiencia tengo pero no le haga mucho caso, es un buen amigo personal de años y le gusta hablar bien de mí.  Con lo que siguió hablando “metió la pata” hasta el cuadril.
  • “Anoche también me llamó la Gobernadora a mi casa y me dijo que usted efectuará una Auditoría y Contralor en toda la Municipalidad, que será una especie de Interventor avalado por la Gobernación si yo me hago cargo de la Intendencia, ahora bien, dígame “a calzón quitado”, ¿cuál es su ganancia en esto, cuánto nos va a salir, qué vamos a tener que poner nosotros?”.

                                                  Fue más o menos lo mismo que si me hubieses pegado una patada en los huevos.  Ana María se dio cuenta que me había cambiado la mirada y dejó de hablar con la mujer para tocarme disimuladamente con la mano.

  • Como usted lo pidió, vamos a hablar “a calzón quitado”.  Hay algo con respecto a mis honorarios que la Gobernadora no le comentó, averígüelo bien y después, si existe otra oportunidad de hablar, me cuenta.  Yo tenía intenciones de conocerlo e iba a pedir una reunión en la semana con usted porque la opinión de las autoridades es que usted es una buena persona pero nulo políticamente, yo le agregaría que, además, es políticamente idiota. 
  • Mi función principal iba a ser erradicar a los corruptos, entre estos, a los que cobran y a los que ofrecen y pagan coimas y lo primero que usted hace es hablarme de ¿cuánto voy a cobrarles?  Esa es la mentalidad que hay que cambiar en este pueblo, usted no hace nada por mejorarla, así y con gente como usted, no cambia nada, sigue todo podrido.
  • “Pero, ¿qué me está diciendo?”.
  • Que si usted no cambia en un 100% su mentalidad, todo va a seguir tan podrido como hasta ahora y no pretenda que yo le dé una mano para esto, ni siquiera que avale su nombramiento.  Ya se lo van a decir pero yo renuncié a recibir cualquier tipo de emolumentos por mi ayuda y usted me ofrece “coimas” o “incentivos”, encima sin haber consultado bien.  “A calzón quitado”, usted es políticamente idiota y…  Señora, disculpe el mal rato, ha sido un gusto conocerla.

                                                  Nos levantamos con Ana María, que también los saludó muy respetuosamente y nos fuimos a retirar la comida.  Se notaba bien a las claras que la mujer se lo quería “comer crudo” al marido.  Cuando salimos del restaurant y subimos a la camioneta, Ana María se reía.

 

  • “Pobre mujer, se lo quería comer con fritas al marido, le habías dicho que no necesitabas precisamente dinero y es lo primero que te ofrece.  Te hablaba como si fuera íntimo de Leticia y si llega a estar el sábado en la suite del hotel se tira por la ventana, yo no entiendo mucho pero, ¿ese va a ser el próximo Intendente?”.  A pesar de saber que, en principio, me había dado bronca, lo tomé con otra filosofía y agarré mi teléfono para llamarlo a José.
  • Hola José, disculpame si te jodo el almuerzo pero me quiero comunicar con Leticia y me da como apagado, tengo que hablar urgente con ella.
  • “Hola Guille, todavía no empecé a almorzar, ¿qué te pasa, te puedo ayudar yo?”.
  • No, vos no me podés ayudar porque tengo que decirle que su Ministro favorito se está “cagando” en mi buena voluntad y me está tomando de “boludo”.
  • “Pará Guille, no me jodas, ¿en qué metí la pata?, ¿te jodí en algo?”.

                                                  Ana María se reía tapándose la boca.

 

  • Bueno, te lo voy a contar a vos porque creo que todavía seguís siendo mi amigo.  Recién acabo de hablar con el Primer Concejal de la lista, me dijo que es muy amigo tuyo y de la Gobernadora, que me tenía que poner de acuerdo con él cuando fuera elegido y después, muy graciosamente, ¿cuántos fondos de la Municipalidad tenía que “dibujar” para pagarme a mí?  A ese tipo no le falta políticamente, es un verdadero idiota político y se lo dije en la cara delante de la mujer que me pareció más viva y despierta que él.  Le dije también que tenía que cambiar un 100% la mentalidad para que yo lo avalara dado que yo venía precisamente a destruir a los corruptos que ofrecen, pagan y cobran coimas.

                                                  José se quedó callado y si algo lo conocía, sabía que estaba mascullando su bronca para no “explotar” y empezar a las “puteadas”.

  • “Guille, metete en la cabeza que soy y seguiré siendo tu amigo, no te imaginás como me sorprende esto que me decís, ¿es que no hay uno más o menos “vivo” en ese pueblo.  Ahora la llamo a la “jefa” algún teléfono de los que están con ella me va a comunicar, le va a querer arrancar los ojos”.
  • Como yo lo veo, te quedan un par de opciones para erradicar, por lo menos, el 80% de la “mierda” que hay ahí adentro.  Una es decirle al tipo que se ponga a mi total y entera satisfacción, que no se tire un pedo sin mí permiso, “apretarlo” con eso diciéndole que si no lo hace y no cumple se le va a investigar hasta lo que pagó del dentista o se lo borrará como proveedor del Mercado Agrícola, vos sabrás por dónde “apretarlo” para que más le duela.  Es el único modo en que yo pueda transigir con él y cumplir el pedido de Leticia y, de paso, dejarte conforme a vos.
  • “Eso se puede arreglar Guille, el tipo quiere llegar a como dé lugar”.
  • Otra opción es armar ya otra lista con gente que no esté “contaminada”, incluso por fuera de la lista del Partido aunque finalmente estén con ustedes, eso sí, a los anteriores les retiro toda la ayuda y se la doy a los “posibles”, el pueblo es chico como para caminarlo un par de meses y convencer hasta a los perros, incluso tengo el candidato de más carisma y que todos respetan a pesar de su condición, sólo tengo que convencerlo.
  • “Me imagino quien, eso me interesa Guille, llamame en un par de horas que esto tengo que hablarlo bien con ella”.  Quedamos así.

                                                  Al reanudar la marcha Ana María me miraba bastante seria y se quedó por un rato callada, yo la esperé hasta que se animó a preguntar.

  • “¿Así es la Política Guille, se saca a uno y se pone a otro sin mayor problema?  Además, ¿cómo vas a hacer para que Francisco acepte?”.
  • Desgraciadamente es así, la Política no es algo sucio, la ensucian los hombres con entuertos, “arreglos”, engaños y todo a espaldas de la gente, con respecto a Francisco, ya veremos negra de mi vida, él también quiere lo mejor para el pueblo, ya me lo dijo aunque quiere que el Intendente sea yo y eso ni loco.   Es demasiada suciedad, ni te imaginás que sucios son los hombres que hacen Política, se hace y se transige en cualquier cosa con tal de llegar y luego para permanecer, te digo más, hay que esperar que es lo que deciden Leticia y José pero, si le dicen a este Aníbal que baje la cabeza conmigo y acepte todo va a venir a verme con la mujer al frente como un tipo de ofrenda, ella está más dispuesta que él a que el marido llegue.  Si no le avisan nada, igual va a venir ella sola porque quiere congraciarse aunque tenga que hacerlo a espaldas del marido, te lo aviso ya, de cualquiera de las dos maneras que venga, la voy a dejar con “el culo al norte” y si hay otra lista la pongo como Concejala para que le haga la contra al marido.
  • “Es evidente que podés ser muy malo vos, eh”.
  • Todavía no lo sabés, por eso no quiero saber nada de la Política, José sabe que conozco muy bien todos los “paños” y no me insiste mucho.

                                                  Había algo más que andaba rondando por la cabeza de Ana María y le pedí que no pensara tanto y lo hablara conmigo.

  • “Te voy a decir algo al margen, a pesar de haber estado con Gracia y las chicas, no sé, esto de la Política me calienta mal, me parece que después de comer la rompo toda a Caro, jajaja”.
  • Conozco los síntomas, en gran parte es adrenalina, si estás muy caliente podemos ver si está el Encargado y si no está le entramos a la petisa, a Gloria que ya me dijiste que te gustó mucho el culo y las tetas sensibles que tiene pero, con ésta vamos con Carolina.
  • “Guilleee, ¿a esa también?, ¿no hay un culo al que perdonés?”.
  • Si, al culo que no me gusta lo dejo pasar de largo.  El culo más lindo de la casa lo tuve primero, el segundo después son los que amo y luego todos los demás que vinieron y vendrán.  El marido de Gloria se va a pescar los fines de semana y ella lo corneaba con el vecino, ahora lo más cercano era el dueño de la Estancia, se hacía “la cogedora” y gritó que no te cuento, ahora quiere el “cuando quiera, como quiera y con quien quiera”, jajaja.
  • “Jajaja…  No me contés más, estoy chorreando y voy a manchar todo el tapizado, por favorrr”.

                                                  Estaba halagada por lo que había dicho de su culo y el de Caro y recaliente la negra, me lo demostró al entrar en la cocina, dejó los paquetes sobre la mesa y le partió la boca a Carolina que primero se sorprendió y después participó activamente del beso.  Las tuve que separar apretándoles las nalgas para que llamaran a Graciela a comer.  Se miraban las dos con unas ganas como para desnudarse y tirarse ambas arriba de la mesa. 

                                                  Eran las dos de la tarde y Graciela dijo que se iba a ir a dormir porque no había dormido bien la noche anterior, Carolina le ofreció una pastilla que se tomó enseguida y se fue para la casa.  “No se despierta hasta mañana”, le dijo Carolina a Ana María y yo aproveché a llamarla a Gloria, me atendió enseguida y me contó que estaba aburrida porque el marido se había ido a casa de unos amigos y no regresaba hasta la noche, entonces le contesté…

  • Me parece genial porque “tengo ganas” de cogerte y de que te cojan mis mujeres, venite para casa.  Me contestó que salía “volando”.  Carolina me preguntó con quien hablaba.
  • Con Gloria, la Puestera, está sola y quiere venir a coger conmigo y con ustedes.  Me la cojo en un rato, la rompo un poco, ustedes me ayudan y después me voy a dormir la siesta en otra habitación, sigan hasta que se cansen.  A las dos les brillaron los ojos, ¡pobre Puestera, la que le esperaba!

                                                  La recibió Carolina en la puerta y sólo con la tanga puesta, entró en la casa abrazándola de los hombros y Ana, totalmente desnuda, se puso frente a ella y le partió la boca con un beso, dos segundos tardó la “petisa calentona” para responder y ya estaban trenzadas mientras Carolina la hacía gemir y dar grititos al acariciarle las tetas y los pezones desde atrás, pronto estuvieron las tres desnudas y la llevaron a la habitación donde yo las esperaba.

                                                      Fue entrar y tirarse encima de “mi amigo” que la esperaba duro, erecto y palpitante, tardó lo que un pestañeo en “devorarlo”, apenas tuvo una pequeña arcada y siguió hasta que chocó su cara contra mi pelvis, se mantuvo un segundo o dos allí y lo sacó apretándolo con los labios, gemía y tenía pequeños orgasmos cuando Ana María le acariciaba las tetas apretándoles los pezones con intervalos que la hacían estremecerse y le decía a Carolina…

  • “Esta “putita” ya ha tenido la pija de nuestro hombre en la boca Caro, vas a tener que “castigarla””.

                                                  Casi me muerde cuando el strapón de Caro golpeó contra su útero, no pudo gritar porque tenía la boca llena pero, de ninguna manera fue un “castigo”, se enloqueció moviendo las caderas mientras Carolina le imprimía un cadencioso ritmo a sus entradas y salidas, yo me salí de su boca dejándola a Ana María que abierta de piernas ponía la cabeza de Gloria en su entrepierna, ésta no le hizo ningún asco a la materia y la llevó a lo más alto a la morocha “comiéndole” los labios e introduciendo la lengua lo más que podía recorriendo toda su intimidad.  La explosión de Ana se produjo cuando Gloria le absorbió el clítoris y lo martirizó con la lengua, no pudo evitar ni nadie iba a evitar que gritara con las ganas con que lo hizo estremeciéndose toda.

  • “Síííí, amor de mi vida sí”, gritó Carolina cuando entré en lo más profundo de su vagina, el culo no quise ni tocárselo, se notaba todo irritado y maltratado. 

                                                  Me acoplé enseguida al ritmo que ella tenía con Gloria, las dos gritaron como locas cuando acabaron casi al unísono y quedaron ambas tiradas, Gloria con los brazos abiertos y aplastada sobre la cama con el peso de Caro encima que no había salido de ella, “mi rubia” giraba la cabeza para mirarme agradecida con la concha desbordada de leche, finalmente salió, lo hizo despacio y la muy putita de la Puestera movía el culo pidiendo más.

  • “Guille, por lo que más quieras haceme la cola, rompeme el culo”.  ¿Quién podría negarse?

                                                  Las sensaciones al “pincelar” toda la zona con mi miembro que volvía a ponerse firme derivaron en un orgasmo que no pudo contener y que creció multiplicándose a medida que entraba en su culo sin detenerme hasta que toqué sus nalgas con mi piel, no paró de gemir y contraerse durante el intenso ritmo que le propiné.  Ana me dijo que estaba llorando, metió la mano debajo de su cuerpo y acarició sus pezones para que gozara más pero, uno o dos minutos después me pidió…

  • “Pará Guille, pará creo que se desmayó”.  De inmediato Caro le tomó en pulso y nos dijo:
  • “Está “muerta”… de placer, no se aguantó todos los “polvos””.

                                                  Se levantó rápido y fue al botiquín, regresó con unas sales y la hizo reaccionar de a poco.

  • “¿Qué me pasó, por Dios, qué me pasó?
  • “Menudos “polvos” que te echaste “petisa” casi te quedás en el último”, -le dijo Ana María dándole un beso y acariciándole la cara-.  “La Doctora te salvó la vida y nos vas a tener que agradecer por un largo rato”

                                                  Ahora el beso fue más profundo cargado de lengua mientras Carolina se dedicaba a chuparle la concha, comenzaba para Gloria otro placentero martirio que de inmediato consintió.  Yo agarré mi teléfono por si llamaba José y me fui a dormir un rato en otra de las habitaciones.  No había pasado una hora de sueño cuando mi celular vibró, era José y su voz me sonó preocupada.

  • “Hola Guille, me hiciste tener un par de horas moviditas, te cuento…  Hablé con Leticia, se puso “del tomate” primero se lo quería comer crudo a este idiota y, ahora vas a saber porque le digo idiota.  Después de pensarlo me pidió que hablara con este tipo para tratar de hacerlo entender y no traerte problemas a vos, entonces lo llamé, ¡no sabés!, todavía no fue elegido y salió a decirme que el Intendente sería él, que no iba a permitir que ninguno interviniera la Municipalidad y que ningún “ricachón” lo iba a tratar de idiota sólo por preguntar cuánto les iba a cobrar”.
  • No tengo necesidad de mentirte, te conté las cosas tal como fueron.
  • “Eso ni me lo aclarés boludo yo te conozco muy bien.  El tema es que yo lo dejaba hablar escuchando a la mujer que le gritaba que era un “boludo” que no iba a llegar a nada, estaba furiosa.  Después que habló un rato para descargarse le pregunté si estaba en condiciones de financiarse la campaña, me dijo que no, ni él ni el Intendente podrían hacerlo sin la ayuda de la Gobernación, entonces le contesté: “Acaba de perder a su mayor financista porque ni el Partido ni la Gobernación van a poner un solo Peso en esa campaña, además yo no soy ningún “ricachón” y opino que usted es un idiota total que no sirve para esto y dé gracias que sólo lo llamo idiota”.  Le colgué el teléfono y como lo había grabado, le pasé la grabación a Leticia, ¡no sabés la que se armó!”.

                                                  Algo me imaginaba, llamar o reunirse con algunos de la “mesa chica” ponerlo al tanto al Jefe del Partido que, como siempre en el oficialismo suele ser el Presidente, arrimarle algún tipo de propuesta para que decida -esto es muy simple de entender, habiendo un montón de colaboradores y son tantos los  distintos ámbitos que atiende que, no se le llevan solamente problemas, hay que alcanzarle propuestas y posibles soluciones para que, en definitiva, decida-.  Efectivamente eso pasó y todas las decisiones al respecto quedaron en poder de la Gobernadora.

  • “La cuestión es que Leticia quiere reunirse lo más urgente posible con vos y con Francisco para que le cuentes de primera mano lo que tenés en mente”.
  • El tema es que todavía ni lo he hablado con Francisco y siempre están las posibilidades para que me saque “cagando”.
  • “No lo creo de esa clase de tipo pero, hay que convencerlo a como dé lugar y vos sos el que tiene más llegada con él”.
  • Dejame ver, esta noche voy a cenar con él y le planteo todo aunque no me la estoy “jugando” al 100%.
  • “Dale, “jugate la vida”, si te llega a decir que si o hay una duda favorable, nos juntamos todos en tu casa mañana a las siete de la tarde y hasta por ahí nos quedamos a cenar un buen asado, jajaja”.
  • ¡Qué tímido que sos!, ¿quiénes vendrían?
  • “Los de siempre, Leticia, Lidia, yo, un custodia, el del helicóptero y en una de esas le llevo al “novio” a Francisco”.
  • Bueno, dejame ver que pasa hoy.

                                                  Regresé a mi habitación y era un desparramo de culos, muslos, melenas revueltas y algún pedazo de teta que asomaba.  Las tres estaban boca abajo y cuando salí de bañarme y me cambiaba la primera que dio “señales de vida” fue Ana María, le siguió Gloria y a Carolina la desperté tocándola en las nalgas.

  • “Me mataron Guillermo, tus mujeres me mataron”.
  • “Bien que te gusto y aflojaste sólo al final y eso que era con dos el tema, aguantás un montón”, -dijo Ana-.
  • “Era porque ustedes me traían y me llevaba desde lo alto a lo bajo y vuelta a subir y eso que nunca estuve con mujeres, ni sabía que me iba a gustar tanto”.  Allí opinó Carolina.
  • “Menos mal, si tiene experiencia nos destruye.  Es increíble la calentura que te agarrás cuando te tocan o te besan los pezones”.

                                                  Me senté en la cama para hablarle…

 

  • Gloria, de esto ni palabra, ni con tu espejo, lo pasamos bien aunque no sabemos cuándo se repetirá, enseñale a tu marido, incentivalo bien y no pensés en otro, si estás caliente pedile un “juguete” a Carolina y arreglate sola, no siempre estamos disponibles y yo decido.
  • “Lo entendí desde un principio Guillermo, no voy a cometer errores ni a hablar pero desde ya le pido a Carolina que me deje llevar un “juguete” que voy a tener escondido”. 

                                                  Carolina le regaló uno de los individuales, sin usar y de los últimos que había comprado en Mar del Plata y les dije que se bañaran, que yo me tomaría unos mates y luego quería hablar con las dos por lo de Francisco.  Caro hizo cara de no entender y Ana le dijo que luego le explicaba.  Se fueron a bañar y yo a prepararme los mates de la tarde.  Gloria fue la primera en salir, se despidió con un beso y se fue con su cuatriciclo.  Cuando salieron las dos se sentaron a mi lado para que les explicara que pasaba, Caro ya algo sabía porque Ana le contó a las apuradas.

 

  • El tema es así, hay que convencer a Francisco para que se presente como candidato a Intendente.
  • “Contanos que pasó con el idiota, ¿se sabe algo de lo que dijo la esposa?”.
  • Nada José intentó convencerlo y le contestó como un idiota que no sabe nada de esto, en síntesis, le dijo que verdaderamente era un idiota, le retiró todo el apoyo del Partido y que se haga cargo por su cuenta de la campaña.  Me dijo José que escuchaba por el teléfono como lo puteaba y lo insultaba la mujer tratándolo de pelotudo.
  • “Hasta ahora está saliendo como me dijo, parece que hubiera hecho un guión, hay que esperar a ver cómo reacciona la esposa”. 

                                                  Ana le contaba a Carolina que eso que pasaba se lo había dicho yo en la camioneta cuando volvíamos para casa y que había que esperar para ver que hacía la esposa porque si se daba todo igual, no tardaría en caer por la casa sola.

 

  • “¿Cómo vas a hacer para convencerlo a Francisco y qué querés que hagamos nosotras?”, -preguntó Carolina-.
  • No sé cómo encararlo, seguramente le voy a decir de la necesidad que tiene el pueblo de tener al frente del Municipio a un tipo honesto alejado de prebendas y “arreglos” espurios.  Por ahí se puede encarar todo, el pueblo no tiene problemas de Inseguridad, de Salud o Educación, el mayor problema es el despilfarro, el gasto público desmedido y los subsidios apropiados para unos pocos.

                                                  Volvió a llamar José y el sonido de la voz ya no era de preocupación, era de rabia contenida.  Me lo imaginaba a José como el cielo de ese momento, nublado, tormentoso y anunciando con truenos la lluvia que no tardaría en desatarse.  Siempre venía bien un poco de lluvia en el campo y aunque pasajera o de “tormenta de verano”, una vez que pasaba limpiaba mucho de lo malo estacionado.

  • “Hola Guille…  Te llamo porque estoy recaliente me acabo de enterar por una fuente que el que le dio “letra” a este idiota fue el propio Intendente, aún a pesar que ya habíamos arreglado con él la salida y el nombramiento como Viceministro.  También debe estar “sucio” y no quería a nadie metiendo las narices ahí adentro.  Te lo aviso por si se acerca a vos a “pedirte la escupidera”, ya vamos a buscar la manera de dejarlos afuera del “juego””.

                                                  José era así, primero “explotaba” pero cuando empezaba a buscar el modo de hacerlo, te destruía.

  • En un rato voy a hablar con Francisco, algo vamos a lograr con él.  En cualquier momento se larga el agua pero voy a ir sí o sí.
  • “Dale, “hacenos pata” en esto y mañana, ya me dijo Leticia, estamos ahí aunque caigan “soretes de punta”. 

                                                  Tenía que ir porque además había que comprar la carne, el pan, leña, carbón y algunas cosas que faltaban dejándolo encargado para que lo acercaran mañana.  Carolina y Ana María estaban más entusiasmadas que yo, me decían que Francisco no se negaría, primero daría “vueltas” pero terminaría cediendo ante las posibilidades.  Llovía fuerte pero con intermitencias cuando salimos para el pueblo, ni nos despedimos de Graciela que seguía en su “limbo” de sueño ayudada por la pastilla que le había dado Carolina. 

                                                  Primero pasamos por el Almacén y nos encontramos con Joaquín -el dueño del Almacén- despotricando porque le había caído una inspección.

  • “Este Intendente es una “basura”, es la segunda vez en el mes que me manda una inspección, yo tengo todo en orden pero parece que empezó la “recaudación” para las elecciones”.
  • No se queje Joaquín, ¿acaso usted y el Abogado no eran amigos del Intendente anterior?
  • “No señor, los dos apoyamos al Partido gobernante pero el Intendente cayó como “peludo de regalo” y al Abogado lo tenían como Consultor externo al-honorem porque, a pesar de insistirle, nunca quiso formar parte de este “rejuntado”.  Cuando saltó el lío de la corrupción nadie lo molestó porque siempre se mantuvo al margen de todo.  Es honesto, con usted hizo un montón de negocios, ¿cuántos Pesos le cobró de más aparte de su comisión?,(era cierto, él estipulaba la comisión y nunca cobró algo “extra”)Lo mismo pasa con el Escribano y otros tantos en el pueblo que nunca quisieron saber nada ni con el anterior ni con éste”.

                                                  El comentario me servía muchísimo…

 

  • Según ustedes habría que “limpiar” a todos.
  • “Mire Guillermo, sería conveniente, es como en el fútbol, si el equipo no camina hay que cambiar a varios jugadores y los que se quedan deben adaptarse al estilo de juego nuevo.  Tan simple como un dos más dos.  Usted que tiene amigos en el Gobierno tendría que decirles que, a este paso, en diez o quince años el pueblo se muere porque siguen restando”.  Le dije que muy pronto hablaríamos más del tema y me fui a lo de Francisco.

                                                  Como siempre pasaba las chicas se abrazaron a él y se pusieron a “chusmear”, yo me fui a sentar a una mesa solo y luego de un rato se acercó a conversar conmigo cuando Ana y Caro pasaron para el baño.

  • “¿Qué te pasa amigos?, Carolina me dijo que está todo bien y me alegro pero vos estás con una cara.  ¿Te afectó la charla con el idiota?, te aviso que la mujer no quiso comer y lo “cagó a pedos” a dos voces.  No me digas que es el tipo que tenés que apoyar”.
  • Ese es el problema, el tipo que yo quiero apoyar me puede dar la mejor alegría o me retira su amistad.
  • “Si hace eso es una “cagada” de amigo y no te merece, ¿tan jodido es el tema?”.
  • Todo depende de si vos aceptar postularte para Intendente o no.
  • “¡Quééé!, no, vos estás más borracho que el otro día, ni pensarlo, además me van a “atacar” con el tema de mi homosexualidad”.
  • Esa es una excusa boluda, ya debés estar “curtido”, con ese tema te habrán “atacado” toda la vida.  Sin contar que nunca te hiciste “la mariposa” delante de nadie, todos te respetan, nadie te discrimina y tenés un carisma que es muy difícil de conseguir en cualquiera.
  • “Si pero no es lo mismo aparte es poco tiempo, ¿Leticia que dice de esto y las chicas?, imagino que ya lo habrás hablado”.

                                                  Me daba cuenta que no había existido un “NO” y evaluaba la posibilidad.

 

  • Si ya lo hablé y están todos de acuerdo pero le puedo decir que no te interesa ni el pueblo, ni la gente, ni la corrupción que existe, ellas lo van a entender.
  • “Sos un hijo de remil…, me la estás poniendo doblada”.
  • Para nada, ya sabés que yo entiendo y acepto pero no comparto, jajaja.

                                                  Las chicas regresaron del baño y se sentaron a elegir la comida sin hablar y sin preguntar nada, afuera llovía a cántaros, Francisco me miraba y como había sólo dos comensales más, se vino a sentar para cenar con nosotros.

  • “Chicas, ¿saben lo que me ha pedido este cristiano?”
  • “Sí, lo sabemos y estamos en un 100% de acuerdo, sos lo que le hace falta al pueblo y vas a tener nuestro apoyo incondicional”.
  • “Es que es mucha responsabilidad, no sé si estaría a la altura”.
  • Fran., si vas a dar excusas comenzá a pensar en otras mejor, esto es lo mismo que ser Jefe de Chef en un hotel internacional o llevar adelante un negocio, en cualquier caso es como cuidar la Economía y estar atento a la clientela.
  • “Es que en un negocio cuando un cliente te saca de las casillas lo podés echar, lo mismo pasa con un empleado que no te rinde o hace las cosas mal”.
  • ¿Te das cuenta?, es lo que te estoy diciendo, allí no es diferente.  Respecto a lo que me dijiste por el tiempo, yo sé cómo hacer para que el más pintado te vea hasta en la sopa.  La radio con charlas y propagandas, carteles grandes frente a la Escuela y a la Clínica, en el jardín de la casa-residencia, a la entrada y la salida del pueblo, empapelamos todos los postes, mandamos a diez o doce chicos y chicos a repartir folletos casa por casa, evitamos la discusión, dos o tres camionetas con parlantes y música respetando la siesta, contratamos a algunos conjuntos musicales y hacemos un festival con vos de único orador, salís con un equipo odontológico móvil para atender a los pacientes en sus casas, les renovamos los documentos gratis con equipos móviles.  Alquilamos un par de locales partidarios.  Es lo mismo que han hecho todos por años pero en un pueblo chico resalta más.

                                                   Francisco se nos quedaba mirando y se notaba en su mirada que la posibilidad le gustaba cada vez más.  Competir por ocupar un espacio de Poder y con alternativas ciertas de acceder a él incentiva el ego de cualquiera y despierta ansias adormecidas.  Habiendo intervenido en concursos, Francisco tenía esas ganas de competencia pues jamás se diluyen del todo y al contrario de muchos que acceden a espacios de Poder no era soberbio y sabía “manejar” el ego, para mejor, no era un tipo condescendiente cuando algo no le gustaba.

  • “¿Cómo lo querés hacer?...  Ya estaba.
  • Mañana a las siete hay reunión en casa con Leticia y José, quiere saber de qué modo se plantearía.  Yo optaría por lanzar una Unión Vecinal apoyando a la Gobernadora.  Eso porque nos apreta el tiempo para pedir una interna, hay que armar una lista con diez Concejales, seis suplentes y vemos que más, vos conocés mejor a toda la gente, el equipo de trabajo se verá pero hay que darle prioridad a los Empleados Municipales de Planta que son los que verdaderamente conocen el paño.  Hoy hablé con Joaquín el Almacenero y me parece potable, otro podría ser el Abogado al que tengo como decente, la Directora de la Escuela…  Seguí hablando.
  • Esos son dos tipos para tener en cuenta, otra es la mujer del idiota, me parece honesta y como quiere estar o estar lo va a pasar por arriba al marido, aparte de generar controversias entre ellos, estoy casi seguro que va a venir.  Por los fondos ni te preocupes, la que iba a gastar con ellos, la gasto con tu candidatura, hasta ahora sólo le pagué folletos y carteles que no le van a alcanzar para estar por sobre los nuestros.  Los tres meses de “limpieza” que le prometí a Leticia los hago junto a vos.  ¡Ahh! me dijo José que en una de esas viene tu “novio” sin la señora.
  • “Decile que gracias, si me meto en esto va a ser “con pata y todo”, ya habrá tiempo para lo otro, no quiero mezclar”.  Esta actitud no me desagradó.

                                                  Ahí nomás lo llamé a José para decirle que la reunión se hacía y que no lo trajera al marido de Mora porque Francisco no quería mezclar las cosas.  Con dos o tres cafés encima, las chicas contentas y un José muy ilusionado, nos fuimos temprano para casa.

                                                  No estaría quieto por un tiempo, combatir la corrupción y la complicidad me llevaba a usar todo lo que tenía para derrotarla.  Tenía claro que todos, en mayor o en menor medida tenemos nuestros “muertos en el placard” y cada cual debe hacerse responsables de ellos pero no me cuadraba eso de joder, vivir, robar a los que habían confiado y notar que se hacía indiscriminadamente me enervaba.  Mañana se vería como se “barajaba” el día…

Continuará…

Por favor, si les gusta, valoren y comenten…

Gracias…  GUILLEOS1.

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Me hicieron creer que era afeminado. (28)

El pacto. (15).

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (5)

El pacto. (14)

Me hicieron creer que era afeminado. (27)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (4)

Me hicieron creer que era afeminado. (26)

El pacto. (13)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (3)

Me hicieron creer que era afeminado. (25)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (2)

El pacto. (12)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (1)

Me hicieron creer que era afeminado. (24)

El pacto. (11)

El pacto. (10)

El pacto. (09)

Me hicieron creer que era afeminado. (23)

El pacto. (08)

Me hicieron creer que era afeminado. (22)

El pacto. (7)

Me hicieron creer que era afeminado. (21)

El pacto. (6)

Me hicieron creer que era afeminado. (20)

El pacto. (5)

El pacto.3

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El pacto (1)

El pacto. (2)

Me hicieron creer que era afeminado. (19)

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Me hicieron creer que era afeminado (1)

Viaje de un jubilado a La Argentina (50) FINAL

Viaje de un jubilado a La Argentina (49)

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Viaje de un jubilado a La Argentina (42)

Cada vez me encanta más la Navidad

Mi vecina de ático y sus habilidades.

Viaje de un jubilado a La Argentina (41)

Viaje de un jubilado a La Argentina (40)

El divorcio de mis padres me hizo feliz

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Viaje de un jubilado a La Argentina (34) completo

Viaje de un jubilado a La Argentina (34)

Una Nochebuena especial

Viaje de un jubilado a La Argentina (33)

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La conversión de mi hijo Eduardo

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Viaje de un jubilado a Argentina (1)

Mis primas de la capital (30) y FINAL

Mis primas de la capital (29)

Mis primas de la capital (28)

Mi timidez y mis tías (50) y FINAL

Mi timidez y mis tías (49)

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Mis primas de la capital (27)Estaba muy agradecido

Mi timidez y mis tías (46)

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Mis primas de la capital (22)

Mi timidez y mis tías (42)

El tío Culebra me quitó el miedo a los reptiles 1

El tío culebra me quitó el miedo. (2)

Mi timidez y mis tías (41)

Mis primas de la capital (21)

Un jubilado en el cine

Mi timidez y mis tías (40)

Mis primas de la capital (20)

Un pastor en el camino de Santiago

Mis primas de la capital (19)

Mi timidez y mis tías (39)

Memorias de un abuelo (2)

Mi timidez y mis tías (38)

Memorias de un abuelo (1)

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Mi coño conquistó New York. (2)

Mis primas de la capital (13)

Mi coño conquistó New York.Cuando decidí labrarme

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Mis primas de la capital (11)

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Mellizos y gemelas, de gavilán a paloma.

Mis primas de la capitál (10)

Para un concierto lo mejor es un trío, o más.

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mis tetas decidieron mi destino por mí.

Entre mi padre y mi tía me quitaron mis complejos.

Mis primas de la capital (9)

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Ayudando a mi mamá

Mis primas de la capitál (7)

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Mis primas de la capital

Dos que valen por tres.

Al conocer mi adopción encontré la felicidad

El chat me ayudó con mi sobrina (Continuación 2)

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Mi gran desgracia mi polla Final

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Mi padre y mi tio tienen los mismos gustos

He tenido mas corridas que km. en mi carrera

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Me casé con una miss

Me gusta ser chófer (TOMO II)

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Bienvenida mi jubilación

Tengo una familia atipica pero con mucha memoriT

Bienvenida mi jubilacion tomo 2

Mi primer viaje en avión

Desde el balnerario con amor

El chat me ayudo con mi sobrina