miprimita.com

El pacto. (23).

en Grandes Relatos

TERCER “PAGO” CON YAPA - LA “DOBLE” A ANA MARÍA.

                                                  Cuando desperté Carolina ya no estaba, encontré todo limpio y guardado, me bañé y bajé a desayunar, saludé a Graciela y a Rosalía, a quien le dije que tenía algo prometido para darle y pregunté por Sol, me contestaron que estaba con los que cocinaban y fui a buscarla…  No estaba allí, había arreglado unas facturas que adeudaba a los que compraban y la llamé por teléfono, ya había regresado a la oficina…  Cuando entré en la oficina la encontré contando dinero, el cabello rubio resplandecía y vestía la misma pollera amarilla del día anterior aunque con diferente remera…

  • Buenos días belleza, ¿qué te pasa que andás de un lado para el otro?...
  • “Buen día Guille, nada, tengo que ver cómo me arreglo con el Contador porque yo les pido factura o ticket por la mercaderías que compran y ellos me traen un recibo sin membrete con el detalle de lo que compraron en la despensa de su zona y esto no se puede deducir como gasto”…
  • ¿Cuánto gastan diariamente?...  En lugar de ir atrás de ellos para que te aclaren las cosas, ya que ese no es tu trabajo, vas a hacer lo siguiente: Al final del día le das un dinero fijo diario a la persona estipulada, ellos tampoco tienen porque sacar dinero de su bolsillo para comprar y que a la mañana te vengan a rendir como corresponde…  No entres en discusión con ellos, si no hacen las cosas como pedís me avisás a mi o a Fernando, habrá una sola advertencia…
  • “Es mejor así Guille, me evita ir a buscarlos a los corrales o los galpones”…

                                                  El gesto que hizo para acomodarse el cabello se me antojó muy femenino, morderse delicadamente los labios inferiores también y atendiendo a que hacía unos días que no le brindaba una caricia, la llamé a mi lado y le dije que se girara, cuando lo hizo trabé la puerta, la abracé desde atrás tomando sus tetitas libres de sostén y besé su cuello, el estremecimiento de todo su cuerpo fue muy notorio y apoyó sus nalgas arqueando un poco el cuerpo…

  • Qué delicia mi cielo, estás cada día más linda…

                                                  Parecía derretirse cuando recorría todo su cuello y apretaba sus pezones…  Bajé una de mis manos por el costado de sus muslos apretándolo, levantando su pollera busqué su entrepierna y noté con agrado que no llevaba ropa interior…  Desde la parte superior de los labios de su vagina empapada sobresalía el pequeño botón que acaricié y apreté suavemente con mis dedos…  Primero fue un suspiro que se transformó en un quejido de placer que acompañó el giro de su cuerpo para buscarme la boca con un beso apasionado cargado de lengua y ganas…

  • “Metémela Guille, donde sea, te quiero sentir, necesito sentirte”…

                                                  Lo primero que me vino a la mente fue rellenarle el culo de carne, sabía que lo disfrutaría pero sabía también que acusaría bastante la penetración porque siempre había un momento en que me descontrolaba un poco cuando “hacía un culito””…  Debido a ese pensamiento, me contuve y la levanté para sentarla en el escritorio, mientras bajaba mis pantalones ella arremangó su falda hasta la cintura y levantó su remera para dejar sus tetitas al descubierto…

                                                  Al arrimar mi glande a su cavidad, fue instantáneo, levantó sus piernas y las cruzó en mi cintura, la penetré despacio apretándole una teta con una mano y sosteniendo su nuca con la otra…  Ella movía sus caderas de izquierda a derecha para ayudar a la penetración y gemía despacio cerca de mi oreja…  Como siempre me sucedía con Sol, no pude entrar todo, hice tope en su interior y se quejó pero me pedía más…

  • “Forzalo Guille, metelo más, más, lo quiero todo”…  -La posición no ayudaba y cuando forcé un poco la penetración, se volvió a quejar-…
  • Despacio Solcito, no quiero que sufras por sentirme, quiero que goces despacio…

                                                  Despacio yo tardaba más y así estuve un rato bastante largo haciéndola derretir de excitación, al sentir que se tensaba apuré mis entradas y salidas sin importar hasta donde llegaba y junto a algunos gestos de dolor por los golpes en su interior, estalló en un orgasmo que la tensionó toda y no, no gritó, junto a mi oído escuché un gruñido fuerte acompañado de otros más débiles, el anotador grueso que tenía en su boca mordiéndolo con fuerza, amortiguó todos sus gritos…  Se fue recuperando de a poco y me seguí moviendo hasta que me salí, ella, muy presta, bajó del escritorio y me limpió con su boca…  Luego la abracé, le di un beso profundo y la dejé con cara de felicidad…

                                                   Al rato, mientras miraba la distribución de las bases de lo que sería la glorieta llamó Caro por teléfono, me dijo que estaba en la agencia mirando una camioneta que le gustaba pero que no se decidía entre ésta y un auto, les pregunté la marca de ambos y le dije que prefería la camioneta, la marca del auto no me daba garantías…  De allí en más le dije que se comunicara con el Gerente del Banco local para dirimir la operación…  En la charla surgió que ya había hablado con la Doctora Mónica y ésta ya se había ocupado de colocar una 500 vacunas que necesitaban en la Sala de su pueblo natal.

                                                  Por las restantes se reuniría con un Médico de otro pueblo vecino que se había enterado que podría conseguir las vacunas donadas, evidentemente, ante la necesidad de los medicamentos y la posibilidad de los teléfonos celulares, la noticia había pasado de pueblo en pueblo…

  • Bien Caro, que de hablar con el Médico y entregarlas se ocupe Mónica pero ya “conozco el paño” de ustedes…  Esto es una ayuda “de emergencia”, que no se convierta en costumbre, cada uno de esos Centros de Salud debe canalizar sus pedidos por la vía correspondiente…  No somos el Ministerio de Salud, nuestros recursos son sólo para nosotros…

                                                  Estaba obligado a aclararlo porque si la dejaba, seguro andaría de un lado para el otro tratando de ayudar…  De todos modos, sabía que habría muchos que se acercarían a solicitar ayuda…  Cuando estaba por colgar, Carolina me puso una voz mimosa e instintivamente me llevé la mano al bolsillo…

  • “Guilleee, mi vida, en todo este lío de idas y vueltas, se me pasó algo por alto”…
  • ¿Cuánto sale lo que se te pasó por alto?…  Ya me la veía venir…
  • “Tengo que averiguarlo pero una cosa es cierta, en el pueblo no hay Laboratorio de Análisis ni Técnicos para esto, los pacientes, posiblemente todos, van a necesitar hacerse análisis diversos y no hay donde mandarlos”… 

                                                  Era verdad y para solucionar este inconveniente, aun habiendo un Técnico para extraer muestras, habría que hacer un convenio con un Laboratorio que quedaba a 100 kilómetros mínimo, mandarlos e irlos a buscar, era muy engorroso…

  • Te vas a tener que encargar de eso también, hablá con la empresa de equipos médicos y averiguá para comprarlos, también vas a necesitar un Técnico que se suma al Médico y a las dos enfermeras, ¿dónde vas a conseguir a esa gente?...
  • “Esta mañana hablé con Gabriela porque ella tenía una conocida que es enfermera, no pudo ser porque esa chica ahora vive en otra Provincia, igual dijo que iba a averiguar…  Aparte me hizo saber que con ellos trabaja una Médica venezolana que es muy buena pero no le quieren dar la reválida ni el Título porque le ponen “peros” y la toman por exiliada, sin ese Título se queda sin trabajo allí y es una pena desaprovecharla…  Esto sin decirte las “puteadas” que me echó porque me vio en la tele el día de la fiesta y no le avisé nada, ¡ahh!, otra más, ella y Emilia tienen libres la semana que viene y quieren venirse para acá, parece que Emilia anda con problemas de pareja y quiere distraerse, les dije que vinieran, ¿hice mal?”…
  • No, está bien, ¿cómo llegan?…
  • “Vienen en micro hasta el pueblo vecino y yo las paso a buscar, posiblemente con ellas también venga la Doctora para que le haga una evaluación, ¿pa, se podrá hacer algo con el Título de la Doctora?”…
  • Primero dejame conocerla, después veo si se puede hacer algo…
  • “Dale cielo, te veo en casa en un rato, besos”…

                                                  Gabriela, Emilia, la Doctora desconocida, Sol, Gracia, la posibilidad latente con las mellizas, Marta, Ana María y, lógicamente Carolina, un desparramo de tetas, conchas y culos, iban a exprimirme y me sonreí porque esto sólo lo pensaba por pensar, sabía que me “ayudaban” a aguantar cualquier cimbronazo…  Pensando en quien me “ayudaba” decidí decirle a Caro que esta noche tenía una cena en el pueblo y regresaría tarde…  De pronto me vino a la mente que la violencia que, sin dudas, ejercería a la noche no me molestaba ni me creaba remordimientos por anticipado, ¿tendrían algo que ver con los deseos otorgados o quizás era parte misma de la esencia violenta que anida en todo ser humano?…

                                                  Posiblemente o decididamente era una conjunción de ambas cosas pues la posibilidad de hacer algo en contra de quien te había jodido, sin tener que rendir cuentas ante normativas y/o auto contenciones te “liberaba” para dictar una Justicia personalista…  No era lo lógico en una sociedad civilizada porque se andarían matando por una mala contestación o por cualquier “pavada” pero a mí, me venía de maravillas y poco me importaba filosofar demasiado sobre el tema. 

                                                  Entré a preguntar que había para almorzar y vibró mi teléfono…  El Gerente del Banco local me hacía saber del gasto por la compra de la camioneta y me avisaba que ya estaban a disposición todas las Tarjetas de Débito para que los empleados pudieran cobrar por los Cajeros Automáticos, le dije que las retiraría mi mujer y quedamos en ello…  También llegó Fernando y Ana María con dos hermosos cachorros de Ovejeros Alemanes y dos corderitos que enloquecieron a las chicas de la casa…  Hasta un biberón recordó traer Ana, que me dio un fuerte abrazo, al igual que a todos aduciendo que nos había extrañado… 

                                                  Fernando no quiso quedarse a comer y se despidió efusivamente de su esposa, me alegraba verlos así…  Ana fue a la casa y luego de un rato  regresó con una pollera más cómoda, otra remera y el cabello suelto y mejor cepillado…  El “torbellino” de ojos claros preguntó por las novedades y controló que en la casa todo estuviera ordenado, yo me fui a ver un rato de tele esperando a Carolina y pensando que con esas mujeres, la casa siempre estaría en orden…

                                                  Después vino el abrazo inmenso que se dieron Ana María y Carolina, como si hubiera habido de por medio años de separación y luego del almuerzo, en el cual Ana se la pasó contando cómo era la casa de Gimena, lo que se habían encontrado y otros “chusmeríos” más que no quise escuchar, me fui a dormir una siesta en mi hamaca…  Antes de quedar dormido apareció Carolina…

  • “Vida, ¿no querés ir a dormir la siesta en compañía de Ana y de mí?”…
  • No, no quiero y háganla corta con los “mimos”, en lugar de siestas tendrías que averiguar cuánto falta para que esté terminada tu casa, creo que los detalles sólo faltan terminarlos del lado de afuera y habría que pedir a la mueblería que te manden los muebles que compraste y acomodar los equipos del consultorio para que todo esté funcionando, además hay que pedirle a los constructores que retiren los materiales sobrantes de los alrededores y decirle a Sergio y Pedro que se pongan a hacer el jardín…  Si invitaste a tus amigas para el lunes, esa casa debe estar en óptimas condiciones…

                                                  Sonó medio “cortante” pero el tema del sexo sólo lo manejaría yo, si no era así, la casa se convertiría en un “desconche”

  • “De acuerdo amor, ¿estás enojado conmigo?”…
  • No vida, sólo te digo lo que deberías hacer, lo demás corre por cuenta tuya…  ¡Ahhh! después de las cinco, vos y Ana me tienen que acompañar para ver como marcha la construcción de las casas de los Puesteros…  Me quedé mirándola y lo entendió clarito, si yo no autorizaba no había joda que valga, ni siquiera puso alguna cara de disgusto…

                                                  Me despertó la bocina de la combi y no encontré a ninguna de las chicas cerca, estaban junto con Pedro y Sergio mudando los equipos médicos a la casa de Carolina, les habían pedido a ellos que se quedaran después de hora para ese trabajo y también para ayudar, armar y acomodar los muebles que en ese momento traía el camión de la mueblería, no había tampoco problemas con esto, yo había pagado el flete del traslado y el trabajo de quienes venían en el camión para que dejaran todos los muebles armados y acomodados, sólo había que indicarles los lugares en que se colocarían…

                                                  Evidentemente Carolina no había perdido tiempo…  Tras dar las indicaciones para la colocación de los muebles, Carolina y Ana se pusieron a mi disposición para ir a ver las otras casas…  Subieron en la camioneta y antes de olvidarme le dije a Carolina que hoy tenía una cena con la gente nueva del Municipio y no sabía a qué hora regresaría, como no podía ser de otra manera me dijo que estaba bien y yo seguí manejando hasta quedar detrás de unos árboles y alejado de la mirada desde la casa…  Allí paré…

  • Decime algo Ana, ¿qué carajo pasó en la casa de Gimena y por qué estás tan caliente?...
  • “Nada, ¿qué va a pasar?, Gimena se “enganchó” a Gonzalo porque vos se lo permitiste y me “cortó el chorro”, me dijo que no haríamos nada y tuve que dedicarme sólo a Fernando…  Igual Caro ya me explicó y está todo bien”…
  • No, no está todo bien porque yo “tengo ganas” de cogerlas a las dos y no quiero caras largas…

                                                  Carolina que estaba al lado mío fue la primera que se giró a besarme y tratar de aflojarme el short mientras Ana desde atrás se aferraba a sus tetas…  Me desnudaron por completo, una sobre el asiento y otra arrodillada en el piso se dedicaron a poner más firme a “mi amigo” y pareció como que hubo un tácito acuerdo de partes, Caro se penetraba hasta la garganta aguantando un ratito el pellizco en el pezón que le daba Ana y salía dejándole al lugar a la amiga que hacía exactamente lo mismo, la diferencia entre una boca y la otra era notoria pero me “calentaban” por igual…

                                                  Caro más suave, Ana más apresurada y yo sentía en, cualquier caso, la garganta de ambas…  No quería terminar así y mandé a Ana a apoyarse en la puerta con las piernas abiertas, Carolina hincada de rodillas con la cara entre los muslos de ésta, lamía, besaba y chupaba su concha haciéndola gemir y gritar de placer…  Noté que Caro tenía aún el ano enrojecido, se lo acaricié con los dedos y la penetré por la vagina, de una y con fuerza hasta chocar con su interior, el grito de dolor no lo pudo amortiguar la entrepierna de Ana María e inicié las entradas y salidas con ritmo sostenido y vigor, pronto pasó el dolor y los sonidos acuosos me indicaron que era todo placer.

                                                  Las dos pedían más, Ana gritando desaforada y Carolina empujando su trasero hacia mí…  El orgasmo las alcanzó a las dos juntas, Caro sacó su cara toda mojada de entre las piernas de Ana y ésta todavía se movía con la inercia propia de un cuerpo que se aflojaba después de la tensión…  Después cambié los lugares y esta vez sí, fue el culo de Ana el que pagó las consecuencias de la penetración rápida y rítmica.

                                                  Sacando la cara de la entrepierna de la Doctora, me miró con los ojos llenos de lágrimas y sólo me dijo “seguí, rompelo”, luego volvió a su lugar para “devorarse” a Carolina…  Nuevamente el orgasmo las alcanzó a las dos juntas y luego de un par de penetraciones más les dije que quería llenarles la boca, no sé como hizo Carolina para arrodillarse tan velozmente a mi lado ni como giró Ana pero, al instante, las tuve a las dos con las bocas en mi pija palpitante…  Los primero dos lechazos fueron para Caro que, tragando, sacó su boca y le dejó su lugar a Ana que recibió el resto, la tarea de limpiar le cupo a las dos.

                                                  Arranqué y seguí camino hasta el primer chalet…  Éste ya estaba completamente terminado y las chicas recorrieron el lugar riendo felices…  Al subir a la camioneta para ir a la otra construcción, las mandé atrás para que “jugaran” entre ellas, yo no quería mirar por el espejo, sólo escuchar me calentaba demasiado…  A esta casa le faltaba muy poco y me dispuse a volver, en realidad lo de la “visita” a las casas fue para sacarnos las “calenturas” mutuamente y eso ya se había logrado…  Imaginaba que cuando volviera de “pagar” parte de “la deuda” vendría excitado y rebosante de adrenalina y no estaría mal encontrar a una rubia y a una morocha de ojos claros en mi cama…

  • Carolina, luego de que las chicas se vayan a dormir, acuéstense en mi cama las dos, yo no sé a qué hora vuelvo pero me esperan sin hacer nada hasta que regrese, yo las despierto si están dormidas, en una de esas, después que llegue te convertís en “un hombre”…  Caro no dijo nada pero los ojos le brillaron de manera inusual, cargados de lujuria, Ana nos miraba sin comprender…  Ya entendería…

                                                  En el consultorio ya había quedado todo acomodado, sólo faltaban un par de “pavadas” que se arreglarían mañana, lo mismo que el jardín, llamé al conductor de la combi y le pedí que viniera a buscar a los dos jardineros, lo hizo unos 40 minutos después y aunque habían estado menos, les pagué 3 horas extras…  Cenamos sin mayores problemas ni novedades y las 21.30, vestido de jeans, remera y zapatillas deportivas me fui a la cena…  Caro preguntó porque iba tan informal, le contesté que la cena era informal y que no quería parecer un “acartonado”, como si estuvieran de acuerdo me contestaron las dos “vos no podés con tu genio”…  Salí con la camioneta y volví a ingresar con las luces apagadas para situarme en el lugar anteriormente prefijado, en la parte “ciega” del bosquecillo…

                                                  A las 22.00 en punto estacionó la camioneta negra detrás de la mía, subí y partimos, como ya había sucedido, en su interior no pude ver nada más que los “bultos” del conductor y acompañante y los ojos del que conducía que me miraba por el espejo…

  • “Esto es para usted” -me dijo lacónicamente-

                                                  Tirando el brazo hacia atrás, me dio una pistola Glock calibre 40 con los números de identificación limados, comprobé las municiones del cargador, accioné la corredera para colocar una bala en la recámara, bajé el martillo y la coloqué en mi cintura, también me dio una carpeta que contenía un Boleto de Compra por las propiedades del “futuro occiso”, firmado hasta por un Escribano y fechado 16 días atrás…

                                                  Tomé conciencia de dónde estaba cuando me abrieron la puerta para descender, el lugar lo conocí enseguida, igual pasó con los otros dos coches que también estaban estacionados allí…  Ingresamos los tres a la casa y los ojos de tres de las cuatro personas que se encontraban amordazadas y atadas con alambres de púas en sus manos y piernas, dos sentados en un sofá, otro en un sillón, se abrieron grandes llenos de sorpresa y miedo, con el cuarto que no me conocía, sentado en una silla al costado no sucedió así…  Me senté frente a los tres y le hablé primero a la mujer…

  • A vos tremenda traicionera, ladina, cizañera y puta arrastrada que te acostabas con cuanto tipo se te cruzaba y no, no te hagas la sorprendida, conozco cada uno de los nombres de quienes te cogieron y muchas veces entre dos o tres, siempre te hiciste la frígida conmigo disimulando ser la gran dama, pues, se te terminó la joda, hoy será tu última cogida, eso si alguno de mis muchachos quiere incursionar en tu culo inmundo y baqueteado…  El que estaba en la silla se movía para todos lados sin que, al parecer, le dolieran las muñecas ensangrentadas, lo miré y lo ignoré…
  • Muchachos, alguno quiere reventarle el culo a esta puta…

                                                  Uno de los “hombres de negro” se acercó, la levantó del sofá tirándole de los pelos, la hizo girar, le arrancó de un tirón violento el vestido que llevaba y, dejándola con el culo al aire, la hizo agachar, sacó un pene un poco más grande y grueso que el mio, cuando se disponía a “ensartarla”, le pedí que le quitara la mordaza…  Cuando esa pija enorme entró de una, sin lubricación ni nada que hiciera más llevadera la penetración, la esposa de Francisco gritó, gritó y gritó hasta que se quedó disfónica y sólo se le escuchaba decir “no, no, no”, el tipo fue rápido, dos o cuatro bombeadas y le llenó el culo de leche, sacó su miembro chorreando leche y sangre y la dejó tirada sobre el sofá…

                                                  Le pedí al otro que la reanimara y cuando se disponía a penetrarla con un miembro más grande que el de su compañero, se volvió a escuchar gruñir al tipo de la silla…  Le pedí al que recién había cogido que le sacara la mordaza al “fulano”

  • Vos, ¿quién carajo sos?, no te tengo visto, los otros me conocen y yo los conozco a ellos pero a vos no, ¿quién sos?…
  • “Mi nombre es José Luis, el socio de Rodrigo, hijo de mil puta y ésta me las vas a pagar”…
  • Mirá vos, si sos socio de esta “mierda” debés ser una “mierda” parecida, otro infeliz que cree que puede “cagar” a quien sea para ganar unos Pesos, entonces te vas a hacer acreedor a su mismo destino…
  • “Destino las “pelotas”, yo no tengo nada que ver con ese “viejo repugnante” y con la plata que le sacó mi socio…  soltame y vas a saber quién soy yo”…
  • Me parece que me estás tomando en joda y con vos les voy a demostrar a estos tres hijos de puta que esto no es joda…

                                                  Saqué el arma y sin siquiera apuntar, le “volé” las dos rodillas de sendos disparos…  Las piernas quedaron totalmente desarticuladas y el tipo comenzó a gritar y a llorar, lo mismo hizo la mujer, yo ni me “mosqueaba” y le dije al que tenía el pene en la mano que ella lo esperaba…  El grito fue más fuerte y lloraba a moco tendido hasta que le sucedió lo mismo con la voz…  El “hombre de negro” sacó su pija igual que el anterior y se pudo ver en el culo de la mujer un enorme hueco sangrante rajado por los cuatro costados, sus brazos y sus pantorrillas, por los movimientos que hizo, también sangraban bastante…  Ahora me tocó encarar al Contador Rodrigo, mi “ex” amigo que tenía los ojos muy abiertos y estaba aterrado…

  • Ahora te toca a vos Rodrigo, te dije más de una vez que no me jodieras, que hicieras lo que quisieras con él pero que no me jodieras, ¿te acordás?…

                                                  El socio comenzó a gritar de nuevo que se desangraba, que no estaba bien, que lo perdonara, que no sabía dónde se metía, que el culpable de todo era Rodrigo, que todo había sido idea de él y toda una parafernalia que exhiben las “mierdas” al convertirse en “angelitos buenos” cuando tienen el “agua al cuello”…  Me levanté y le pegué un tiro en la frente, luego me volví a sentar…

  • Me tenía podrido tu socio, tan hijo de puta, traicionero y mal parido como vos, ¿qué te decía?, ahh, si, ¿te dije o no te dije que no me jodieras?...

                                                  El viejo miraba todo con cara aterrada y lloraba sin poder taparse la cara y sin siquiera poder decir nada para rogar por su vida, el olor que emanaba de abajo de su cuerpo indicaba que se había, literalmente, “cagado de miedo” y miraba a la mujer…  Uno de los hombres se me acercó al oído y me dijo, “la mujer está por “irse” sola”, no lo dudé, me levanté de la silla y le perforé la cabeza con otro disparo, “es para que no sufra más ni te haga sufrir a vos”, le dije al viejo cagón que no pudo gritar su terror pero que, sin dudas lo reflejaba en su rostro desencajado…  Ni siquiera sentía odio o bronca o resentimiento por esto, mucho menos cargos de conciencia, lo tomaba como la aplicación de un “castigo” por la maldad que habían demostrado con sus actos…

                                                  Volví a sentarme frente al Contador pidiendo que le sacaran el trapo de la boca…

  • Me vendiste, me dijiste que eras mi amigo, que no me preocupara y me vendiste traicionándome por dos Pesos que te “tiró” esa porquería con ínfulas que ahora está “cagado” de miedo, es más hasta tuviste el “tupé” de amenazarme para echarme de acá, ¿cuánto lo disfrutaste?, apenas dos años…
  • “Entendelo Guillermo, sólo eran negocios, nunca quise perjudicarte”…
  • Entre un amigo y dos Pesos elegiste los dos Pesos, eso no tiene perdón y no lo vas a tener…  Lo mío no será por “negocios” será por la satisfacción de hacerte mierda y que no cagues nunca más a nadie…  ¿Sabés rezar?...  ¿Sí?, igual no te calentés porque nadie te va a dar bola… 

                                                  Llevé el cañón a su frente y ante sus súplicas por la mujer y los hijos le di dos tiros, uno en cada ojo, primero en uno y ya muerto, le disparé en el otro, no jodería a ningún amigo más…  Le pedí a los dos “grandotes” que apartaran los cuerpos para tener más espacio y luego de que lo hicieron moviéndolos como si fueran muñecos me puse frente al viejo y yo mismo le saqué las mordazas, luego me senté…

  • ¿Qué hacés sorete homosexual, puto de cuarta?...  ¿Qué te pareció la historieta?...  Te saqué de encima a la hija de puta que vivía metiéndote los cuernos y a los dos tipos que te “cagaron” quedándote con tu dinero y parte de tus propiedades, ¿no me vas a decir que no estuve bien?…  -En sus ojos se encendió una luz de esperanza-…
  • “Si Guillermito, estuviste muy bien, esa hija de puta se cogió a todos los que la rodeaban y encima se iba a quedar con todo lo mío cuando yo muriera, me alegro de que la hayas matado, ya no va a poder cornear a nadie más…  Esos otros dos también se la tenían merecido, me ganaste de mano porque en cualquier momento los mataba yo, dos “mierdas” totales, los dos, están muy bien muertos”, (daba asco escucharlo porque hasta a la madre vendía para salir bien librado)
  • Si, si claro, está todo muy bien pero vos también merecés un castigo, has jodido a mucha gente, te has “cagado” en las necesidades de muchos, siempre “tirás mierdas” contra quienes no pueden defenderse, humillaste a otros tantos, incluso a mí, vas a tener que pagar de alguna forma.
  • “Como vos quieras, me merezco todo lo que me digas, te doy lo que quieras pero no me mates, te cedo mis propiedades, podrás “manejar” el campo como quieras y traer los caballos que quieras, nunca más hablaré mal de vos, no me mates, por favor, no me mates”…

                                                  Quizás con cualquier otro me hubiera condolido con sus lágrimas pero este tipo no se merecía ni una pizca de lástima…

  • Vamos a ver si aguantás sin llorar… -le dije-.

                                                  El látigo trenzado corto que tenía colgado en una de las paredes, cumplió si función pues estaba hecho para castigar…  Él sentado como estaba, yo me paré y crucé su espalda y su cara con unos diez latigazos dados con toda la bronca y ganas…  Sus labios y uno de sus pómulos se abrieron ante los golpes del cuero trenzado, su espalda quedó marcada y en algunos lugares también se abrió su carne pero no me sentí complacido…

  • Che, Francisco, ya no puedo perder más tiempo con vos y quiero que sepas que me alegro mucho de que te mueras…

                                                  Se puso bizco mirando el agujero del cañón y no alcanzó a hablar cuando sus sesos salpicaron la pared…  Tercer “pago” efectivizado y no me sentía para nada mal, pensé en algún momento que iba a ser peor, que la conciencia me lo reprocharía pero no, nada de nada…  Uno de los “grandotes” tomó la pistola y el látigo, limpió las huellas con los pedazos del vestido de la mujer y los envolvió con un diario viejo, luego me preguntaron si ya podíamos partir, les dije que si, un pedazo triste de mi pasado quedaba allí y pasó a ser sólo eso, un pedazo de pasado…  Cuando me dejaron al lado de las puertas de mi camioneta recién tomé conciencia de dónde estaba y lo primero que miré fue el reloj, eran las 00.30, era imposible pero tenía la carpeta con el Boleto de Compra en las manos y, como siempre, lo dejé pasar intentando borrarlo de mi mente…

                                                  Al entrar en mi habitación, antes de pasar al baño miré la cama donde dos hermosos culos me esperaban, uno un poco más oscuro que el otro pero ambos espectaculares, a uno lo quería, al otro lo amaba…  El baño me dejó como nuevo y entré en la cama poniéndome en medio de las dos, mis manos aferraron una de sus nalgas y las comencé a apretar, respondieron ambas ronroneando pero ninguna despertó totalmente y decidí dormir y dejarlas dormir, habían sido muchas emociones…

                                                  A las 05.10 me desperté solo, tenía a Carolina haciendo “cucharita” con mi pene erecto entre sus nalgas y una de mis manos en su teta, por detrás tenía una de las tetas de Ana presionando en mi espalda y la excitación me superó…  Comencé a mover despacio mis caderas para que mi glande rozara los labios íntimos de mi mujer, aún entre sueños se excitó y sus jugos bañaron el glande y gran parte del tronco de mi pene, apoyé la punta en la abertura de su vagina y me habló dormida…

  • “Ana, no jodas que sin Guille no pienso hacer nada”… -Hice un poco de fuerza para entrar y pegó un salto en la cama-…  “Te dije que no, mierda”…  La tenue luz de la mañana dejó que nos viera, a mí por detrás de ella y a Ana por detrás de mí…
  • “No, jajaja, que no puedo esperar para tenerla adentro”…

                                                  Acomodó su cuerpo nuevamente en “cucharita” y tomando el miembro ubicó su punta en el agujerito de la vagina, haciendo presión para que éste entrara todo lo que la posición le permitía, sus caderas y músculos vaginales hicieron el resto.  Se cogió sola mientras Ana besaba mi espalda y mi nuca tomando mi mano libre para llevarla hasta su vagina donde mis dedos iniciaron un pequeño recorrido que acabó pellizcando su clítoris…  Los movimientos de los tres tomaron ritmo y los gemidos casi simultáneos de ambas anunciaron su orgasmo…  Por sobre mi cuerpo ambas se besaron y luego llenaron mi cuello y boca con sus labios…

  • “Te esperábamos mi vida, ¿recién llegás?”…

                                                  Caro se tiró encima de mí, casi como haciendo valer su preeminencia de “hembra Alfa” y Ana la dejó ocupando el lugar a mi costado con una mano entre el pecho de los dos…

  • No, llegué a las doce y media pero como estaban cansadas seguramente tras haber “jugado” sin mi permiso, las dejé dormir…  -Contestaron las dos a la vez incorporándose rápido-…
  • “No hicimos nada, sólo nos acostamos a dormir”… -dijo Caro con cara preocupada-…
  • “Te juro Guille que sólo nos vinimos a acostar y dormimos”… -dijo Ana María con el mismo gesto-…
  • Les creo mis reinas, sólo que no las quise molestar, vení Ana, dejame comerte…

                                                  Ana se montó sobre mi cara y apoyó sus labios íntimos en mi boca, chupé sus labios, su clítoris y todo el agujerito de su culo, estuve un rato así mientras Caro tragaba mi pene hasta atorarse y recorría el tronco con su lengua…

  • Cielo, metela en tu conchita y dejame chupar tus tetas… 

                                                  Ana tiró el cuerpo para atrás y se penetró despacio la concha sintiendo latir la pija en todas sus rugosidades, la atraje hacia mí para chupar sus tetas y le hice señas a Caro para que se fuera, sólo dijo, “Ya vuelvo”, ella sabía lo que debía hacer…  Cuando regresó, ya venía con su strapón colocado y le dije que el culito de Ana la necesitaba, se puso detrás a lamerle el agujero del culo y le arrancó exclamaciones de placer, yo la aferré de su espalda y la atraje hacia mí para comerle las tetas y morderle suavemente los pezones, se empezó a mover a punto del orgasmo y Carolina penetró su culo en dos empujones…

                                                  En el primero quiso levantarse y gritó, en el segundo empujón fue un alarido y se quedó quieta con los dos miembros en su interior…

  • “No pueden ser más hijos de …., me están recogiendo el culo y la concha,  ¡Ayyy, por Dios!, me llenaron por todos lados, muévanse despacio mis amores, asííí, asííí, como me gusta, es hermoso, como los siento, ahora sí, denme con todo, están obligados a romperme, dame más Caro, rompeme el culo, no te quedes quieto “mi macho” movete vos también”… y…  se volvió un poco loca…

                                                  Yo sentía como Carolina machacaba y machacaba con ritmo el culo de Ana y pude acoplarme a él…  Al momento de su desaforado orgasmo Ana tuvo el buen tino de agarrar la almohada y morderla y aún así se la escuchó gritar…  Quedó semi desmayada como el fiambre de un emparedado entre mi cuerpo y el de Caro que de tan excitada no pudo evitar tener su propio orgasmo…  Ana María se salió y lloraba de felicidad abrazando a Caro y manoseando su falo de plástico…

  • “Siempre quise saber lo que se sentiría y esto es la gloria, quiero más, jamás pensé que fuera posible, vení Caro vení, tirate en la cama que quiero sentirlo en la concha”…  -Se sentó y comenzó a penetrarse sola pidiéndole a Caro que la besara y juntaran sus tetas-  “Mi cielo, ocupate por favor de mi culito que necesita sentirte como sabés que me gusta”… 

                                                  Me puse atrás de ella y comencé a penetrarla despacio mientras sus gemidos y movimientos nos hacían llevar su propio ritmo…  Era el momento de llenarle el culo de leche y comencé a moverme fuerte y profundo, a sabiendas que a Ana esto también la enloquecía, cuando me tensé y empujé bien adentro casi con violencia y le llené las tripas, Caro la besó profundo ahogando el grito al atrapar su lengua…  Otra vez pasó lo mismo y volvió a quedar “emparedada” pero le costó más recuperarse…  Habíamos convertido a Ana María en una depredadora sexual y a ella y a nosotros nos encantaba…  Carolina se quedó con las ganas de sentirse doblemente penetrada pero el horario se nos había echado encima y nos fuimos a bañar con esas ganas pendientes…

                                                  No bajé a desayunar con ellas, tenían que atender sus obligaciones y yo, bueno yo seguí durmiendo despatarrado en la cama…  Había sido una noche con muchos matices…  Me desperté como a las nueve y luego de saludar y desayunar salí a caminar un rato, en la casa del consultorio ya estaba todo armado y Sergio se ocupaban de remover la tierra para terminar de hacer el jardín…  Me extrañó no verlo a Pedro y le pregunté a Sergio que pasaba con él…

  • “Pedro está en el campo sacando “panes” de tierra que serán colocados en todo el frente del jardín”…

                                                  Me pareció bien y le dije que las flores de colores que plantaran al frente debían tener una forma de “C” por “Consultorio”, Caro sabría que era por su nombre…  Le avisé también que algo similar tendrían que hacer ambos en las afueras de la Clínica, me contestó que ya lo habían hablado con la Doctora y para ello se tomarían tres o cuatro días de la semana para trabajar allí…

                                                  Quedaría todo muy bien para dar una muy buena impresión, además, como esta casa ya no se usaría para vivienda de Carolina, sus dos habitaciones con camas podrían servir para otros fines…  Saludé a Sergio y volví para la casa…  Todavía me sentía excitado y pensé en Graciela y en Sol, a una ya la había atendido y con la otra no tenía ganas de hacer “verso”, la podría coger como “de prepo” pero en la casa no era así la historia…  Decidí irme para el pueblo…

                                                    Fui directamente a la Clínica, cuando llegué a la puerta había un par de mamás con chicos esperando para ser vacunados y adentro atendían a otros dos chicos…  El abrazo de Gracia y de Celeste fue espontáneo, Carolina no estaba allí, me indicaron que estaba en los fondos conversando con la Directora de la Escuela y dos “señoras” del pueblo…  Caro su puso muy contenta al verme y me besó sin ninguna vergüenza por la presencia de las otras mujeres, tomándome del brazo me las presentó…

                                                  Carmen, la Directora de la Escuela era una señora gordita, bajita, de unos 45 años, muy simpática y charlatana, se le notaba una alegría sana en su mirada, sus gestos y su conversación, tetona y caderona pero alejada completamente de mi gusto en mujeres, las otras dos eran completamente distintas, a una la reconocí, era María José, la esposa de Joaquín el dueño del almacén grande del pueblo, a la otra me la presentaron como Magalí, era la esposa del Abogado que llevaba mis asuntos y me había vendido la Estancia, ambas de muy buena presencia y físico.

                                                  Ninguna llegaba a los 50 años y a las dos las catalogué enseguida como “putas en potencia pero reprimidas” o “mal-cogidas” que para el caso es más o menos lo mismo…  Me contaron rápido que las tres formaban parte de la Comisión de Damas que antes presidía Gimena y como ésta había renunciado a todo esto para dedicarse a la Estancia, querían convencer a Carolina de formar parte de esa Comisión, de inmediato y con un tono meloso, María José me pidió que la convenciera…

  • Señora, no tome a mal mi contestación, yo considero a mi mujer como una persona adulta y no puedo incidir en ella para esto o para aquello, estoy seguro que conoce bien los tiempos de que dispone y sabrá que contestarles…

                                                  Después seguí hablando de banalidades pero Carolina y la Directora se dieron perfecta cuenta de lo que opinaba al respecto…  La dejé aduciendo que debía visitar al Gerente del Banco, las saludé y me retiré…  Cuando salí me paré a saludar a Gracia y Celeste, muy suelta de cuerpo, se colgó de mi brazo y me pidió que la llevara a la casa porque la hermana la estaba esperando para irse al colegio, la minifalda que llevaba y su tetita apoyada en mi brazo me hizo volver a pensar en las dos juntas en una cama…  Le dije a Gracia que yo la llevaba y cuando le di un beso, acerqué mi cuerpo y mi mano, le pellizqué un pezón y me pareció haber notado un temblor, la próxima con ella sería con Sol presente…  No bien comenzamos a circular Celeste bajó la ventanilla y sacó su parte de su torso por la ventanilla dejando que el viento volara sus cabellos finos y rubios.

                                                  Lo más interesante estaba en la parte de adentro, al estirarse dejaba al descubierto casi toda su nalga porque seguramente la delgada tirita de la tanga no podría tapar nada y menos que menos su minifalda subida peligrosamente a su cintura…

  • Celeste, subí la ventanilla que el viento te va a enredar todo el cabello…
  • “Si la subo nadie va a ver que estoy viajando con vos porque son vidrios oscuros”…
  • Eso es cierto pero a mí me hace mal, no te olvides que soy “viejito” y me estás mostrando toda esa hermosa cola que tenés…
  • “¡Huyyy, no me di cuenta!, igual no creo que te asuste, seguro debés haber visto muchas colas y la mía no es tan linda”…
  • Y si, algunas vi por eso puedo decir que la tuya es hermosa y podría decirte muchas cosas más sobre tu cola, tus tetitas, tu cara y todo tu cuerpo pero, no debo me haría mal…
  • “Dale decime, ¿sabés una cosa?, yo salgo con un chico pero nunca me dice nada lindo, lo único que quiere es apretarme toda, ¡no le vayas a decir a papá ehh!”…
  • No preciosa yo sé ser discreto pero veo que vos no lo sos, ya me estabas contando lo que hacés con tu novio…
  • “No te conté nada que mis hermanas no supieran, otras cosas no las cuento”…
  • Si querés que nadie te juzgue al pedo, no contés ni ese “algo” porque después la gente imagina y vos sos la “putita”…  -Se me quedó mirando y ya llegábamos a la casa-…

                                                   Al llegar me pidió que bajara, que la hermana estaría cambiándose y que quería escuchar más de las cosas lindas que yo le decía…  La pendeja me “calentaba” con mohines y actitudes supuestamente incitantes, en realidad, yo me “calentaba” solo porque quería “partirlas” a las dos y no porque me demostrara algo de sensualidad…  Lo suyo era una mezcla rara de sensualidad indefinida e infantilismo caprichoso aún no superado, utilizado o que le daba resultado sólo con “pendejos” dominados por las hormonas, un hombre con experiencia sólo le daría “pelota” nada más que por el mero hecho de “usarla” y/u otras cosas que lograrían, en el mejor de los casos, hacerla pasar un mal momento…

                                                  Así y todo, ya me decidía a bajar para hablarles a las dos juntas, cargarlas y llevármelas a un motel ya conocido, era casi mediodía y podría pasarme toda la tarde haciendo gozar a las dos mellizas inexpertas juntas…  “Algo”, “alguien”, ¿premonición?, no sé, no tengo idea, el caso es que le dije que no, que tenía que ir urgente a la Agencia de autos antes de que cerraran…  No dejé que dijeran nada, la saludé con la mano y me fui de allí, efectivamente pasé por la Agencia y me informaron que en la tarde ya podría Carolina retirar la camioneta, quedé en que vendría con ella a retirarla…

                                                  No se me ocurría nada para hacer y me volví para casa…  Yo no lo sabía pero Carolina había salido antes e iba para casa más temprano, recorridos unos 10 kilómetros me encontré con un camión volcado y humeando en medio de la ruta, el coche de Caro metido de frente en una zanja al costado de la banquina y a ella, toda ensangrentada, corriendo con el maletín de médico y el botiquín en sus manos, hacia el otro lado del camión…  En un primer momento el susto fue tremendo, detuve la camioneta al lado del coche de mi mujer y corrí en la misma dirección para ver qué pasaba…  Al otro lado del camión, me encontré con una camioneta mediana chocada de frente, a Carolina tratando de abrir la puerta abollada para auxiliar a la persona que se encontraba detrás del volante, a una mujer mayor desesperada y a los gritos sentada en la banquina contraria y un poco más allá vi a un cuerpo tirado que imaginé del conductor del camión…

                                                  El muchacho que conducía la camioneta tenía un corte profundo en la pierna cercana a la puerta, tratando de evitar esa hemorragia desde la ventanilla era lo que había provocado las manchas de sangre en la ropa de Caro…  Desde allí, muy incómoda, poco podía hacer y trataba de forzar la puerta, hice fuerza con ella y no había caso, la puerta no cedía…  Dos coches pasaron de largo por la banquina y siguieron su camino, sólo un camionero detuvo el camión y se acercó con una enorme barreta, la calzó en el arrugado marco de la puerta y entre los tres la abrimos…  Sacamos al herido que estaba pálido y desmayado, le hizo un corte más arriba de la herida para ubicar la artería cortada y contraída y cortó la hemorragia, de momento no se desangraría, luego le revisó todo el tórax y las costillas y no encontró signos de huesos rotos que pudieran perjudicar otros órganos, también le inmovilizó el cuello…  Lo dejó allí en el suelo esperando que se recuperara, tranquilizó a la mujer y fue a atender al camionero que parecía estar recuperándose…

                                                  La maniobra brusca y el impacto lo habían arrojado de la cabina del camión y el golpe contra el piso lo desmayó, no lo dejó moverse, le colocó otro cuello ortopédico pues siempre llevaba dos como emergencia en el botiquín grande de su auto y le dijo que no se moviera…  A la mujer la inyectó con un tranquilizante y la llevó al lado del muchacho para que viera que estaba mucho mejor, la señora era la madre del conductor y se quedó allí con él…  El humo que provenía de la cubierta impactada del camión junto a una pequeña llama, amainó pronto ayudado por el extinguidor de la camioneta…  Carolina se tranquilizó y me abrazó bajando sus niveles de adrenalina, permanecimos así hasta que llegó la ambulancia de emergencia que yo había solicitado…  Viendo que el paciente estaba estable y la hemorragia controlada, la felicitaron y luego de tomarle todos los datos a Caro, partieron raudos hacia el hospital de la ciudad…

                                                  No bien se iba la ambulancia llegó un móvil policial y una grúa de Defensa Civil de la Municipalidad para mover al camión, habían sido avisados por uno de los conductores de los coches que pasaron de largo…  Le dimos nuestros datos al Oficial de Policía y le dijimos adónde habían sido trasladados los conductores, éste nos dijo, como ordenando, que deberíamos ampliar la información en la Comisaría y me enojé…

  • De ninguna manera vamos a ir a la Comisaría Oficial, dígale al Comisario que si necesita que le amplie la declaración, mi mujer y yo vamos a estar en casa, usted no tiene la culpa pero acabamos de pasar un momento complicado y no me pueden venir a romper las pelotas con “papelitos”…  Buenas tardes, ya saben dónde encontrarme…

                                                  Lo dejé parado allí y nos dirigimos a los vehículos, le pregunté a Caro si estaba en condiciones de manejar y me dijo que si, salimos de allí y nos fuimos para casa…  Yo manejaba pensando que si me hubiese ido con las mellizas alguna desgracia peor habría sucedido…  Cuando Ana la vio descender del coche con toda la ropa ensangrentada, se pegó un susto similar al mio y vino gritando y corriendo para ayudarla, costó más calmarla a ella que a la mujer del accidente… 

                                                  Carolina luego nos contó que el camión que iba delante de ella hizo toda la maniobra para evitar chocar de frente con la camioneta que se cruzó hacia el carril contrario, ante el impacto tremendo que se sucedió, ella atinó a desviarse hacia la banquina y salir para ver si había accidentados,  después de un ratito llegué yo y pasó todo lo demás…  Quizás producto de haberse aflojado, comenzó a reír…

  • “Ana, si hubieras visto la cara del policía ante la contestación de Guille, se quedó mudo sin saber que hacer”…
  • Tampoco es para tanto, no me conviertas en el agro de la película, sólo le dije que no íbamos a ir a la Comisaría…
  • “El día que te pongan un espejo delante de la cara cuando reaccionás así, hasta vos te asustarías pero, yo te quiero igual mi vida y gracias por haber estado allí, me diste mucha tranquilidad, ya me estaba desesperando y ese muchacho hubiera muerto desangrado”…
  • Da gracias a que se me dio por volver a casa… 

 

                                                  ¿Qué le iba a decir, qué “alguien” me lo había hecho saber indirectamente?...  Estaba convencido de ello…

Continuará.

 

Si les gusta, por favor, valoren y comenten.  

 

Gracias.  

 

GUILLEOS 1

Mas de tauro47

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (18) Editado y corregido

Me hicieron creer que era afeminado. (46)

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (17) Editado y corregido

Me hicieron creer que era afeminado. (44)

Me hicieron creer que era afeminado. (45)

Me hicieron creer que era afeminado. (43)

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (16) Editado y corregido

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (15) Editado y corregido

Me hicieron creer que era afeminado. (42)

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (14) corregido y editado

EL PACTO. (54) y FINAL

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (16)

13 - mis primas de la capital.

El pacto. (53)

El pacto.

El pacto. (51)

El pacto. (50).

El pacto. (49).

Me hicieron creer que era afeminado. (41)

El pacto. (48).

El pacto. (47).

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (12). Editado y corregid

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (15)

El pacto. (46).

El pacto. (45).

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (11) Editado y corregido

Me hicieron creer que era afeminado. (40)

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (10). Editado y corregid

El pacto. (44).

El pacto. (43).

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (9). Editado y corregido

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (14)

El pacto. (42).

El pacto. (41).

Me hicieron creer que era afeminado. (39)

El pacto. (40).

El pacto. (39).

El pacto. (38).

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (8). Corregido y editado

El pacto. (37).

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (7). Editado y corregido

El pacto. (36)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (13)

Mis primas de la capital. (6).

Me hicieron creer que era afeminado. (38)

El pacto. (35).

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (5) Editado y corregido.

El pacto. (34)

Me hicieron creer que era afeminado. (37)

El pacto. (33).

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (12)

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL. (4). Editado y corregido

El pacto. (32)

Me hicieron creer que era afeminado. (36)

El pacto. (31)

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL (3) Editado y corregido.

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (11)

El pacto. (30)

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL (2) Edición corregida.

El pacto. (29)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (10)

Me hicieron creer que era afeminado. (35)

El pacto. (28)

El pacto. (27).

MIS PRIMAS DE LA CAPITAL (1) Edición corregida

Me hicieron creer que era afeminado. (34)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (9)

El pacto. (26).

El pacto. (25).

Me hicieron creer que era afeminado. (33)

El pacto. (24).

Me hicieron creer que era afeminado. (32)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (8)

El pacto. (22).

Me hicieron creer que era afeminado. (31)

El pacto. (21).

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (7)

El pacto. (20).

El pacto. (19).

Me hicieron creer que era afeminado. (30)

El pacto. (18).

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (6)

El pacto. (17).

El pacto. (16)

Me hicieron creer que era afeminado. (29)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (5)

El pacto. (15).

Me hicieron creer que era afeminado. (28)

El pacto. (14)

Me hicieron creer que era afeminado. (27)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (4)

Me hicieron creer que era afeminado. (26)

El pacto. (13)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (3)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (2)

Me hicieron creer que era afeminado. (25)

El pacto. (12)

El secreto mejor guardado, mi vida sexual. (1)

Me hicieron creer que era afeminado. (24)

El pacto. (11)

El pacto. (10)

El pacto. (09)

Me hicieron creer que era afeminado. (23)

El pacto. (08)

Me hicieron creer que era afeminado. (22)

El pacto. (7)

El pacto. (6)

Me hicieron creer que era afeminado. (21)

El pacto. (5)

Me hicieron creer que era afeminado. (20)

El pacto.(4)

El pacto.3

El pacto (1)

El pacto. (2)

Me hicieron creer que era afeminado. (19)

Me hicieron creer que era afeminado. (18)

Me hicieron creer que era afeminado. (17)

Me hicieron creer que era afeminado. (16)

Me hicieron creer que era afeminado. (15)

Me hicieron creer que era afeminado. (14)

Me hicieron creer que era afeminado. (13)

Me hicieron creer que era afeminado. (12)

Me hicieron creer que era afeminado. (11)

Me hicieron creer que era afeminado. (10)

Me hicieron creer que era afeminado. (9)

Me hicieron creer que era afeminado. (8)

Me hicieron creer que era afeminado. (7)

Me hicieron creer que era afeminado. (6)

Me hicieron creer que era afeminado. (5)

Me hicieron creer que era afeminado. (4)

Me hicieron creer que era afeminado. (3)

Me hicieron creer que era afeminado. (2)

Me hicieron creer que era afeminado (1)

Viaje de un jubilado a La Argentina (50) FINAL

Viaje de un jubilado a La Argentina (49)

Viaje de un jubilado a La Argentina (48)

Viaje de un jubilado a La Argentina (47)

Viaje de un jubilado a La Argentina (46)

Viaje de un jubilado a La Argentina (45)

Viaje de un jubilado a La Argentina (44)

Viaje de un jubilado a La Argentina (43)

Viaje de un jubilado a La Argentina (42)

Cada vez me encanta más la Navidad

Mi vecina de ático y sus habilidades.

Viaje de un jubilado a La Argentina (41)

Viaje de un jubilado a La Argentina (40)

El divorcio de mis padres me hizo feliz

Viaje de un jubilado a La Argentina (39)

Viaje de un jubilado a La Argentina (38)

Viaje de un jubilado a La Argentina (37)

Viaje de un jubilado a La Argentina (36)

Viaje de un jubilado a La Argentina (35)

Viaje de un jubilado a La Argentina (34) completo

Viaje de un jubilado a La Argentina (34)

Una Nochebuena especial

Viaje de un jubilado a La Argentina (33)

Viaje de un jubilado a La Argentina (32)

Viaje de un jubilado a La Argentina (31)

Viaje de un jubilado a La Argentina (30)

Viaje de un jubilado a La Argentina (29)

Viaje de un jubilado a La Argentina (28)

La conversión de mi hijo Eduardo

Viaje de un jubilado a La Argentina (27)

Viaje de un jubilado a La Argentina (26)

Viaje de un jubilado a La Argentina (24)

Viaje de un jubilado a La Argentina (25)

Viaje de un jubilado a La Argentina (22)

Viaje de un jubilado a La Argentina (23)

Viaje de un jubilado a La Argentina (21)

Viaje de un jubilado a La Argentina (19)

Viaje de un jubilado a La Argentina (20)

Viaje de un jubilado a La Argentina (17)

Viaje de un jubilado a La Argentina (18)

Viaje de un jubilado a La Argentina (16)

Viaje de un jubilado a La Argentina (14)

Viaje de un jubilado a La Argentina (15)

Viaje de un jubilado a La Argentina (13)

Viaje de un jubilado a La Argentina (12)

Viaje de un jubilado a La Argentina (11)

Viaje de un jubilado a La Argentina (10)

Viaje de un jubilado a La Argentina (9)

Viaje de un jubilado a La Argentina (8)

Viaje de un jubilado a La Argentina (7)

Viaje de un jubilado a La Argentina (6)

Viaje de un jubilado a La Argentina (5)

Viaje de un jubilado a La Argentina (4)

Viaje de un jubilado a Argentina (3)

Viaje de un jubilado a Argentina (2)

Viaje de un jubilado a Argentina (1)

Mis primas de la capital (30) y FINAL

Mis primas de la capital (29)

Mis primas de la capital (28)

Mi timidez y mis tías (50) y FINAL

Mi timidez y mis tías (49)

Mi timidez y mis tías (48)

Mi timidez y mis tías (47)

Mis primas de la capital (27)Estaba muy agradecido

Mi timidez y mis tías (46)

Mis primas de la capital (26)

Mis primas de la capital (25)

Mi timidez y mis tías (45)

Mis primas de la capital (24)

Mi timidez y mis tías (44)

Mi timidez y mis tías (43)

Mis primas de la capital (23)

Mis primas de la capital (22)

Mi timidez y mis tías (42)

El tío Culebra me quitó el miedo a los reptiles 1

El tío culebra me quitó el miedo. (2)

Mi timidez y mis tías (41)

Mis primas de la capital (21)

Un jubilado en el cine

Mi timidez y mis tías (40)

Mis primas de la capital (20)

Un pastor en el camino de Santiago

Mis primas de la capital (19)

Mi timidez y mis tías (39)

Memorias de un abuelo (2)

Mi timidez y mis tías (38)

Memorias de un abuelo (1)

Mi timidez y mis tías (37)

Mi timidez y mis tías (36)

Mi timidez y mis tías (35)

Mi timidez y mis tías (349

Mis timidez y mis tías (33)

Mi timidez y mis tías (32)

Mi timidez y mis tías (31)

Mi timidez y mis tías (30)

Mi timidez y mis tías (29)

Mi timidez y mis tías (28)

Mi timidez y mis tías (27)

Mis primas de la capital (18)

Mi timidez y mis tías (26)

Mi timidez y mis tías (25)

Mi timidez y mis tías (24)

Mi timidez y mis tías (23)

Mi timidez y mis tías (22)

Mi timidez y mis tías (21)

Mi timidez y mis tías (20)

Mi timidez y mis tías (19)

Mi timidez y mis tías (18)

Mis primas de la capital (17)

Mitimidez y mis tías (17)

Mi timidez y mis tías (16)

Mis primas de la capital (16)

Mi timidez y mis tías (15)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (14)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (13)

Mi timidez y mis tías 12

Mis primas de la capital 14

Mi timidez y mis tías 11

Mi timidez y mis tías 10

Mi timidez y mis tías 9

Mi timidez y mis tías 8

Mi timidez y mis tías 7

Mi timidez y mis tías 6

Mi timidez y mis tías 5

Mi timidez y mis tías 4

Mi timidez y mis tías (3)

Mi timidez y mis tías 2

Mi timidez y mis tías 1

Mi coño conquistó New York. (2)

Mis primas de la capital (13)

Mi coño conquistó New York.Cuando decidí labrarme

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (3)

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (2)

Mis primas de la capital (11)

Mis primas de la capital (12)

Mellizos y gemelas, de gavilán a paloma.

Mis primas de la capitál (10)

Para un concierto lo mejor es un trío, o más.

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mis tetas decidieron mi destino por mí.

Entre mi padre y mi tía me quitaron mis complejos.

Mis primas de la capital (9)

Mis primas de la capital (8)

Ayudando a mi mamá

Mis primas de la capitál (7)

Mis primas de la capital (6)

Mis primas de la capital (4)

Mis primas de la capital (5)

Mis primas de la capital (3)

Mis primas de la capital (2)

Mis primas de la capital

Dos que valen por tres.

Al conocer mi adopción encontré la felicidad

El chat me ayudó con mi sobrina (Continuación 2)

El chat me ayudó con mi sobrina (continuación)

Mi gran desgracia mi polla Final

Mi gran desgracia mi polla continuación

Mi padre y mi tio tienen los mismos gustos

He tenido mas corridas que km. en mi carrera

Mi gran desgracia .. mi polla

Me casé con una miss

Me gusta ser chófer (TOMO II)

Me gusta ser chófer (TOMO I)

Bienvenida mi jubilación

Tengo una familia atipica pero con mucha memoriT

Bienvenida mi jubilacion tomo 2

Mi primer viaje en avión

Desde el balnerario con amor

El chat me ayudo con mi sobrina