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El pacto. (28)

en Grandes Relatos

GABRIELA/EMILIA - MARÍA JOSÉ/MAGALÍ.

                                                  Ya desde el ingreso por todo el camino de luces, las venezolanas enmudecieron, al llegar frente a la casa, directamente no lo podían creer…  Eran las 00.30 y como no nos esperaban, al escuchar la camioneta salieron todos de las casas, el primero en llegar hasta nosotros fue Fernando, seguido muy de cerca por Ana María que a los gritos se abrazó con Carolina y con las demás chicas, como si no se hubiesen visto desde hacía semanas…  Peor fue cuando comenzaron a aparecer las bolsas con regalos y ya se sumaron Graciela y Marta y también Gabriela y Emilia…  Era una romería de mujeres, todas sin excepción le dieron la bienvenida a Alicia y Natividad con un abrazo sentido y con exclamaciones y gritos que solamente comprenden ellas pues siempre dije que tienen un idioma “especial” sólo entendido por ellas para estas ocasiones… 

                                                  Ana le dijo a Graciela y a Marta que les prepararan una habitación y les alcanzaran toallas e inmediatamente se puso a preparar algo para comer…  Sol seguía entredormida sentada en un sillón del living y la mandamos a dormir en una de las habitaciones, la intensa actividad vivida esos dos días les estaba pasando factura…  Alicia miraba las dependencias de la casa, cruzó una mirada con su hija Natividad que, desde que llegaron había proferido muy pocas palabras y sin decirse nada, se abrazaron y estallaron en llanto…  Todas hicieron causa común para consolarlas y Fernando y yo nos fuimos afuera a sentarnos bajo el alero a beber una gaseosa…

                                                  Me preguntó si no me molestaba que se fuera a dormir y le dije que no, que lo hiciera…  Se despidió y me quedé solo hasta que salió Belinda y se sentó a mi lado…

  • “Vine el lunes rogando por conseguir un trabajo para ayudar a mi madre y mi hermana, con una incertidumbre total, sin Título, sin saber si podría ejercer y desesperada por las necesidades que sabía que pasaban ellas dos…  Hoy, tres días después, lo imposible se hizo realidad, tengo trabajo, Título habilitante, lugar donde vivir y a mi madre y mi hermana conmigo alejadas de todos los miedos y penurias…  ¿Hay alguna forma de pagar todo esto?”…
  • No hay que “pagar” nada, creo que ya me escuchaste y hablaste con Carolina, te voy a exigir lealtad, discreción y dedicación a mí y a lo que decida…  Ya lo has visto, es para todas por igual, no obligo a nadie pero si querés hacer “la tuya”, unos metros más adelante está la tranquera…
  • “Yo estoy absolutamente dispuesta y convencida al 100%...  ¿Mi mamá y mi hermana tendrán que entrar dentro de lo mismo? porque si es así, no será nada difícil convencerlas”…
  • No, no entrarán, las dos son bellísimas mujeres y tampoco tienen porque enterarse de cuál es nuestra vida íntima en común, no todos lo entienden ni lo comparten, además ellas irán a trabajar en la casa de Lucas y lo que hagan de su vida allí no será un tema que nos incumba…  Lo que sí quiero que tengas en claro es que serán tratadas muy bien porque tanto Lucas como yo o Gonzalo, mi otro hijo, a algunos, sólo a algunos, los entendemos como “familia”, no son simples empleados pero deberán saber mantener su lugar…  Ya has visto el trato que les brindo a Rosalía y a Sol, sin embargo, jamás me dan un motivo para quejarme de su trabajo en sí, son como cosas separadas y lo mismo es para todos…

                                                  Se quedó un rato pensando como evaluando lo que quería decir…

  • “Es como si fuera un Paraíso, hay paz, tranquilidad, amor, sentimientos pero se deben cumplir ciertas normas para seguir disfrutándolo”…
  • La comparación es enorme pero, en cierto modo es similar, la que “muerda la manzana” se jode…
  • “Por mí, si sólo hay manzanas para comer, me moriré de hambre pero no pienso romper ninguna regla y hablando de “romper”, seguiré esperando y tampoco pensé que un hombre me hiciera sentir tan bien y plena”…
  • Me alegro, mi ego agradecido y vamos a dormir que mañana tenés que ir a comprar los muebles y yo voy a mandar el electricista para que controle todas las instalaciones o ponga nuevas, tengo que llamar a los de Internet para que ustedes se actualicen por sus propias profesiones y voy a mandar a pintar la casa, eso si las dos “Doctoras tituladas” se ponen de acuerdo en el color de la pintura, jajaja…

                                                  Nos fuimos todos a dormir, Carolina me dejó esperando, fue a bañarse y cuando volvió yo estaba en el séptimo sueño…  Me dejó dormir…  La mañana estaba espléndida y cuando desperté, Carolina, Belinda y Sol no estaban, se habían ido antes y no quisieron molestarme…  Saludé a Ana, Graciela y Marta que agradecieron los regalos, Rosalía tenía permiso para dormir hasta tarde…  Alicia y Nati estaban recorriendo parte de los corrales y mirando a los animales, quizás aspirando aires nuevos y conversando sobre su futuro, Gabriela y Emilia seguían en la casa-consultorio…

                                                  Tomé el teléfono y comencé con las llamadas, le avisé a Lucas que ya habíamos llegado, a Carolina le pedí que pasara por el Estudio del Abogado a retirar las llaves de la casa Residencia y que la acompañara a Mónica y a Belinda a comprar los muebles y lo que ella considerara necesario…  Llamé al Arquitecto para que mandara el electricista y el pintor a la casa nueva, avisándole que Caro tenía las llaves en la Clínica…  Hice lo mismo con los muchachos que instalaban las antenas de Internet, los que me confirmaron que en la tarde estarían colocándola…  Hablé con el técnico de computación para que preparara un equipo con un buen monitor que sería destinado a la casa-residencia…  Me comuniqué con el Intendente para hacerle saber que a partir de hoy estaba a su disposición y, ya que estaba, también le avisé a María José que había vuelto…

                                                  Me contestó por mensaje que hoy a las 14.00 podría ser, que Magalí no tendría problemas, aún si le avisaba sobre la hora…  Miré la hora, eran las 9.30 de la mañana y le dije que sí…  Gabriela y Emilia no venían y dije que iría a buscarlas…

  • “¿Querés que te acompañe?, digo, por si necesitan algo”…  -Me acerqué a Ana María para contestarle-…
  • ¿Qué le pasa a mi morocha hermosa?, ¿anda “calentita”?…
  • “Verdaderamente, sí, me imagino la estadía en la capital y me “desato”, jajaja”…
  • ¡Fernandoooo!, lo voy a llamar para que te atienda, jajaja…
  • “¡Qué loco que sos!, al pobre lo “gasté” estas dos noches y aprende rápido, jajaja”…  -La dejé riendo en la puerta de la cocina y me fui para la casa-consultorio-…

                                                  Golpeé la puerta y las llamé, luego de unos segundos, desde el otro lado me contestó Gabriela con una voz extraña…

  • “Hola Guille, ¿estás solo?”…
  • Si, ¿qué pasa, puedo pasar?...  Me abrió la puerta y estaba completamente desnuda, exhibiendo ese físico hermoso y modelado que siempre me había gustado…
  • “Disculpame Guille, estoy “resacada”, la quise convencer a Emilia para hacernos mimos y se niega porque sin vos no podemos ni quiere y te estoy necesitando mucho”…  Cuando entré en el dormitorio, Emilia estaba también desnuda tratando de taparse con una sábana…
  • No me gusta que me fallen pero, el caso de ustedes dos es especial, si ninguna otra participa, pueden “jugar”, entre ustedes, lo que quieran…  Estamos muy separados en la distancia como para pretender que se aíslen, luego si llega a aparecer alguien en firme en la vida de ustedes, me avisan, mientras tanto sólo entre ustedes y si me dejan ahora, quisiera participar…

                                                  Las abracé porque se tiraron encima, besé a las dos y era muy clara la desesperación que tenía Gabriela por sentirme… metí mis dedos en la vagina mojada de Emilia mientras besaba, lamía y chupaba los pechos tersos y excitados de Gabi, las acerqué para que se besaran y tocaran y me puse entre las piernas de Gabi…  La penetré sin decir “agua va” y gritó entremezclando el dolor y el placer, Emilia no la dejó seguir gritando, volvió a aferrarse a su boca y a pellizcar sus pezones…  Bastaron seis o siete entradas y salidas profundas a su vagina para que estallara en un orgasmo que gritó sin que ninguno de los dos pudiera hacerla callar, sus movimientos se hicieron un tanto convulsivos y aún adentro de ella, mi mano ingresaba dos dedos por delante y dos dedos por detrás en el culo y la vagina de Emilia que se movía tratando de penetrarse más y gemía…

                                                  Mi miembro seguía igual de duro en la vagina de Gabi y cuando se recuperó comenzó a moverse nuevamente con gemidos que parecían sollozos…  La saqué de su interior y pidiéndole a Emilia que me ayudara, coloqué a Gabi invertida sobre su cuerpo, no pude decir más nada, se amorraron las dos a sus vaginas quedando el culo de Gabi a mi disposición…  Bajé con mi boca allí y entre Emilia y yo hicimos que se deshiciera en orgasmos cortos casi consecutivos…  Las piernas de Emilia cruzadas sobre su cabeza no permitían que Gabi pudiera expresarse con gritos, todo se trasladaba a los movimientos de su cuerpo…  Al aflojar un poco su tensión corporal, saqué mi lengua del agujerito de su culo y la reemplacé con mi glande que, haciendo un poco de fuerza, penetró en esa cavidad, lo sintió con un poco de dolor que pronto asimiló y ya no me detuve, el tronco más grueso ayudó a que sus músculos y su anillo no se resistieran y fue hasta que sus nalgas duras me impidieron seguir…

                                                  Fui despacio y suave en la penetración pero igual le dolía y apretaba los músculos del esfínter tratando en vano de impedir la entrada de ese invasor, de todos modos, con un gemido de placer, se abandonó y se rindió rápido y fue allí donde mis movimientos se hicieron más profundos y violentos…  Emilia aprovechaba para besar mis huevos alternando con la vagina de su amiga y ésta no pudo aguantarse, tuvo otro orgasmo y metió profundo dos dedos en el culo de Emilia que también “explosionó”…  Yo no quise parar y seguí machacando su ano sin disminuir el ritmo, cuando sus gemidos de placer se convirtieron casi en sollozos, fui disminuyendo la intensidad y, poco a poco, salí de ella que se dejó caer hacia un costado…

                                                  De inmediato giré y levantando las piernas de Emilia sobre mis hombros penetré su culo, haciendo que gimiera cerrando sus ojos y apretando sus labios…  Aquí también comencé a moverme cada vez más rápido y cuando Emilia estaba en la mitad de su orgasmo, la penetré profundo para que la sintiera y la saqué para arrojar mi descarga en sus tetas y en la cara de Gabi que besaba una de ellas y aprovechó a lamer todo el semen dejado sobre el pecho de Emi.  Luego se quedaron en esa posición mientras yo las acariciaba recorriendo lo que más podía de toda su piel…  Gabi me miró para hablar…

  • “Guille, te pedí que me lo rompieras y vaya que cumpliste, además, me volviste a hacer muy feliz, me cuesta y duele cuando está entrando pero el placer es sublime”…
  • “Yo no puedo decirte nada Guille porque desde la primera vez que te tuve ahí, me volví una adicta a recibirte por el culo”…
  • “Mejor no digo nada porque cada vez que me acuerdo que mientras yo te golpeaba la puerta desesperada para tenerlo a Guille, vos estabas “ensartada” hasta los huevos, “modosita”, te quiero”…  -Se besaron con cariño-…
  • Yo, mejor no digo nada, me voy a duchar que tengo que irme para el pueblo, amores…  Me levanté, me duché y salí contento…

                                                  Al fondo de lo era el camino en que irían los robles, apoyadas en la tranquera, las vi conversando a Alicia y Nati, me fui hacia allí para ver cómo estaban…  Las sonrisas con que me recibieron ambas me mostraban a otras personas muy distintas a la que había visto en el Aeropuerto…  Por otro lado, bien peinadas, vestidas con remeras ajustadas y jeans elastizados, aunque llevaran zapatillas deportivas, las hacían demasiado apetecibles…  Los físicos eran muy similares y las edades parecían no contar en quienes tenían la piel más oscura, aunque no eran de raza negra…

                                                  Cuando llegué al lado de ambas, viendo su buena predisposición, les estiré los brazos para darles un abrazo a las dos y se aferraron a mi cuerpo apoyando la cabeza en mi pecho…

  • Buen día bellezas, ¿no me digan que van a llorar de nuevo?...  Quiero que sonrían y me hagan sonreír a mí…  Cuéntenme como se sienten, ¿qué les ha parecido el lugar?, es en el campo pero… con algunas comodidades, jajaja…
  • “Es una finca maravillosa, el lugar es un Paraíso, contar lo que nos ha parecido resultaría siempre insuficiente y ya le hemos prometido a Belinda que no vamos a comparar con las tristezas en las que convivimos pero debo decirle que hay algo sin igual que se nota muy por encima de la riqueza, el lujo y las comodidades, el trato para los demás y entre las personas de este lugar es algo sin parangón, nos han hecho sentir, desde el primer momento, como si fuéramos parte de una gran familia”…
  • Esa es la idea Alicia, aquel que tiene celos, caprichos, intrigas y falsedades o no se adapta a lo que pretendo, no la va conmigo, no pienso aguantarlo a nuestro lado, la bondad es una cosa hermosa pero son muchos los que se equivocan confundiéndola con estupidez y yo de estúpido creo no tener nada…  De todos modos, no esclavizo a nadie, a quien no le gusta le abro las puertas…  No soy tan simple, soy bastante “jodido”…

                                                  Iba a contestarme y ante la mirada de sorpresa de las dos, la paré con una seña de la mano abierta…

  • Alicia, desde que llegaron te he escuchado decir miles de palabras y debo decir que con un acento que me encanta pero a Natividad sólo le escuché hablar cuatro palabras, ¿acaso, no la dejás hablar o es una costumbre?...  Me gustaría que ella me contara sus impresiones y les recuerdo que no es ni “patrón”, ni “señor”, ni “don” ni nada que se precie, mi nombre es Guillermo o Guille, tal como yo las llamo Alicia o Nati, el tuteo no exime del respeto…  Lo que puedan pensar los demás es problema de ellos, aquí en casa es así, hace dos días que la conozco a Belinda, ¿la han escuchado decirme “señor o don” o han escuchado a alguien que lo haga…

                                                  Me quedé mirando a Natividad como esperando que me contara…

  • “Es que yo tengo pocos estudios, soy más bien callada y la dueña de la casa dónde trabajábamos me decía que yo no sabía hablar, que mejor me callara y opté por hablar poco”…
  • ¡Ahhh! pero yo escucho que sabés hablar y bien, no te pido que seas una “charlatana” pero aquí nadie te va a impedir hablar nada, así que empezá a practicar y contame todo lo que se te ocurra, en principio cuantos años tenés o cuantos tienen porque creo que Belinda me ha dado mal los datos…
  • Yo tengo 20 y mamá tiene 45, estaba estudiando, empezando el cuarto año del secundario cuando falleció mi papá y comenzaron todos los problemas, dejé para ayudar a mi mamá y ya no pude retomar…  La Educación en casa siempre fue muy estricta pero con algunas libertades y uno sabía que no tenía que pasar de ciertos límites…  Tuve un novio y luego muchas solicitudes para aprovecharse de nuestras necesidades pero ninguna transigió en nada de eso, aunque hubo amigas que si lo hicieron y poco y nada se sabe de ellas”…

                                                  En realidad, no me interesaba estar enterándome de todas esas cosas “personales”, si quería ya vería el modo de enterarme, quería saber cómo veían el futuro…

  • Bueno, contame que te parece el lugar y las perspectivas…
  • “Ya lo dijo mi mamá, esto es maravilloso y no se puede definir…  Las perspectivas son las mejores, desde el momento en que salimos de allí cualquiera sería mejor aunque jamás imaginamos esto…  ¿No sé quien iluminó a mi hermana para que un ángel como usted se pusiera en su camino y en el nuestro?…  Yo tengo una idea de cuánto puede haber salido nuestra migración y sabíamos que era imposible para nosotras, es una cantidad inalcanzable, tenemos conocidos que se fueron a la “buena de Dios” y vaya uno a saber dónde están ahora o que penurias estarán pasando, en cambio nosotras…”…
  • Ustedes han tenido la suerte que muchos no tienen pero no se puede ayudar a todos, esto es como si fuera una guerra, algunos se salvan y otros quedan en el camino, ustedes tienen la posibilidad de salvarse para seguir, no tienen que desperdiciar eso…  Respecto a lo de “ángel”, quiero que sepan que de ser así, tengo las “alas negras”, no todo es blanco o rosa en esta vida…  Hasta hace poco era un jubilado que se mantenía como podía, el azar me dio la posibilidad de tener algún dinero y lo estoy utilizado para mi bienestar y el de quienes me rodean, si a la causa la considero justa lo que puedo gastar está bien gastado, no se lo paso a nadie por la cara pero, está de por medio mi intransigencia en varias cosas, la lealtad y la veracidad fundamentalmente, ¿parezco raro, no?…

                                                  Notaba que Alicia me miraba embelesada y Nati tenía una mirada parecida a la de Sol…  Comencé a mirarlas como a dos hembras apetecibles pero, por otro lado trataría de mantenerme “en mis trece”, primero tendría que ver qué pasaba o pasaría con Lucas…

  • Miren, tengo algo que proponerles a las dos, yo tengo que ir hasta el pueblo, ¿cuándo fue la última vez que fueron a un Salón de Belleza? y con esto no quiero decir que sean feas ni nada por el estilo…
  • “Nunca, nunca fuimos a uno”…  -Expresó Alicia bajando los ojos-…
  • Listo, vamos a ir a uno para ponerlas más lindas todavía, no van a tener que hacer nada, dejan todo en manos de las especialistas, es como una imposición mía y de paso conocen algo del pueblo, la Clínica y la casa-residencia donde vivirán Belinda y sus colegas…

                                                  No tuvieron más remedio que estar de acuerdo, además se sintieron bien, ¿a qué mujer no le gustan esos “mimos”? y nos preparamos para irnos…  El camino de ida les encantó y disfrutaban de toda la naturaleza y el paisaje del campo, al llegar nos fuimos directamente a la Clínica, saludé a todas con un beso y dejé a Belinda que las presentara…  Carolina me besó efusivamente y estaba muy contenta porque habían atendido a tres pacientes de las cercanías…  Gracia también estaba feliz porque ya había inaugurado el fichero de pacientes e Historias Clínicas y también me agradeció por el viaje dado a Sol…  La llamé a Belinda y le dije que se fueran con Sol y sus familiares al Salón de Belleza, que pidieran un turno para las primeras horas de la tarde y que les mostrara la casa-residencia, asimismo, le dejé dinero más que suficiente y le dije que se compraran trajes de baño las tres…

                                                  La llamé aparte a Caro para decirle que yo no iría a comer, tendría que esperar a los técnicos de la antena satelital y tenía que hablar con el técnico de computación por un equipo que había pedido, amén de encontrarme con el Arquitecto para finiquitar los arreglos, de paso le avisé a Sergio y a Pedro que hicieran el jardín de la casa-residencia…  Salvo Caro que tenía que atender a sus amigas, todas prefirieron comer en la Clínica y Francisco no tuvo inconvenientes en mandarles un delivery…  Yo me fui a comer sentado en el restaurant, las recogería para llevarlas cuando volviera del “interviú” que tendría en casa de María José…

                                                  El tiempo me corría y almorcé muy fugazmente, llegué veinte minutos antes de la hora y después de estacionar la camioneta detrás de otra casa vecina, me percaté que aún no había llegado nadie…  Fui decidido hasta el domicilio de María José y abrí la puerta colándome adentro, conociendo el dormitorio principal me metí en él buscando un lugar para poder esconderme y así espiar a la, según María José, “multi-cogedora” Magalí…  Había un vestidor chiquito que más que vestidor era un lugar totalmente oscuro para guardar las ropas más pesadas y los calzados, un placard que por sus estanterías y cantidad de ropa no me servía y un ante baño en el que sería descubierto si Magalí entraba en él antes de empezar la acción, tampoco me convenía…  Opté por el vestidor oscuro pues dejando la puerta apenas entreabierta tenía un buen panorama de la cama y de gran parte de la habitación…

                                                  En realidad no me importaba que me descubriera antes porque el “tengo ganas” echaría por tierra cualquier tipo de negativa, el tema pasaba por ver como se comportaba ella en una cama, quería ver si era indecisa, sumisa, dominante y seguramente lo demostraría con María José que carecía de experiencia y, lógicamente, para “calentarme” con lo que viera…  Pensaba en eso cuando escuché que un coche se detenía en la puerta y a dos mujeres conversando que ingresaban a la vivienda…  De inmediato ocupé “mi” lugar de espectador privilegiado…

                                                  Entraron a la habitación, ya casi desnudas y era Magalí quien tenía la “voz cantante”…

  • “Vení, relajate un poco nena, un beso entre mujeres no es nada pero, si no usás la lengua, no calentás a nadie…  Acercate, abrí la boca y dame tu lengua, sacame el corpiño, tocame y apretame los pezones, eso, más fuerte, así, así, tocame la concha y mete el dedo del medio, fuerte, más adentro, fuerte, así, ahora movelo y toca el clítoris, después te lo hago a vos…  Seguí apretando los pezones, más fuerte, no seas estúpida si no me apretás no gozo, hacé así como te hago a vos…  ¡Nena vos no calentás a nadie!, date vuelta que te quiero meter el dedo en el culo, ¡no entra, carajo!, ¿nunca te metieron nada ahí?, sos una inútil, así no vas a aprender a coger nunca”…

                                                  Ya estaban las dos completamente desnudas, ambas totalmente depiladas y los físicos muy similares se veían acostumbrados al trabajo y cuidado de gimnasio y cremas…  El culo de Magalí estaba efectivamente para romperlo…  me puse a observar cómo se tendía en la cama y le hacía poner la cabeza de María José en su entrepierna…

  • “Chupala, meté la lengua, ¡por todos lados nena!, lamé y chupa mi clítoris, mordé los labios que me gusta, ¡ahhh!, ¿Por Dios!, tenés la vagina estrecha, por el culo no te entra ni un dedo, ¡vos no cogés nunca y tu marido es un inútil!, tratá de hacerme acabar y después me cogés con el strapón, creo que con vos va a ser la única manera…  Espero que el tarado que convenciste sea mejor que vos y se le pare, seguííí´”…  Apretó fuerte la cara de María José en su concha y no la dejaba retirarse, hasta que está se zafó semi ahogada…
  • “Me cortaste el polvo, ¡por Dios! espero que ese hombre venga rápido”…

                                                  Yo veía que mezclaba la dominación tratando de humillar pero, indudablemente, le cabía el dolor y su punto de sumisión estaba muy pronto a emerger, ya veríamos…  María José tosía y yo salí del cuarto con cara de circunstancia, tapando la erección con mi pantalón en la mano…

  • “¿Vos que hacés acá?...  ¿Estabas espiando?...-se mostraba ofuscada-…  Mari, ¿no me digas que este “viejo” es el hombre que esperabas?  Nos va a hacer perder la tarde, a este por mucha plata que tenga no se le para y a la mujer le debe pagar para tenerla al lado, ¡dejate de joder!, que manera de perder el tiempo”…  -María José me miraba y no entendía mi actitud-…
  • Me escucha por favor, yo venía porque “tengo ganas” de partirle el culo a ambas y las voy a coger hasta que me pidan por favor… 

                                                  María José se incorporó en la cama al escucharme y Magalí amagó una risa que se cortó de golpe, su mirada se volvió absolutamente lujuriosa y empezó a rogar…

  • “Sííí, por favor cogeme a mi primero, damela por dónde quieras, no importa si es chiquita, la necesito, te la chupo, dame que te la chupo”… 

                                                  Se había puesto en cuatro con el culo empinado apuntándome y había girado la cabeza para decirme esto último, yo me estaba bajando el bóxer y abrió sus ojos sorprendida…  Me puse detrás y apunté el glande a su vagina, entré de una, en un sólo movimiento hasta chocar con su interior, el grito que pegó fue de terror, hice un par de movimiento entrando y saliendo, cuando empezaba a moverse me salí…

  • Quedate quieta así como estás, no te muevas, vos no sabés coger…  Mari chupámela como vos sabés… 

                                                  María José se lanzó a mi miembro y se lo empezó a meter en la boca hasta tocar su garganta, las babas corrían por sus labios y no cejó hasta tocar con su nariz en mi pubis, se movió un par de veces y después me dejó cogerle la boca con un poco de ritmo, yo aprovechaba para meterle un par de dedos en la concha y otros tantos en el culo que movía en redondo para dilatarla…  Luego me puse en la posición del misionero pidiéndole que cruzara sus piernas en mí cintura…  Magalí, que miraba sorprendida la mamada, quiso sumarse a la tarea y el “chirlo” en una de sus nalgas resonó en la habitación junto con su grito, le quedó toda la mano marcada en la nalga…

  • Te dije que te quedaras quieta, primero voy a coger con Mari que sabe lo que hace, vos sos bastante inútil y no has aprendido nada, sólo mirá y aprendé, te movés de nuevo y te vuelvo a calentar el culo… 

                                                  Tenía los ojos anegados de lágrimas pero se quedó quieta mirando con los ojos como el dos de oro…  Coloqué el glande en el agujero estrecho y lubricado de Mari y comencé a entrar despacio para no dañarla pero parejo, para que me sintiera…  Cuando había introducido las ¾ partes del tronco tuvo un orgasmo que la levantó de la cama y se ensartó sola, por completo, entonces comencé con un ritmo más o menos acelerado, ya no hubo forma de detener sus orgasmos, tampoco quise hacerlo, cortitos pero uno detrás del otro, gimiendo y manteniendo su cuerpo en tensión… 

                                                  Quedó un tanto desvanecida y saliendo de ella, le ordené a Magalí que la calmara con la lengua, no lo dudó, se metió entre sus piernas y comenzó a lamerla toda…  Aproveché para meter dos dedos en la vagina de Magalí y soltó un gemido que no fue tan placentero, no era tan estrecha como Mari pero ya me había dado cuenta cuando sintió mi primer “pijazo” que no le iba a ser fácil, los mismos dedos mojados los llevé a su culo y si bien es cierto que lo tenía “usado” tampoco sería placentero recibir mi “pedazo”, por lo menos en un principio…  Cuando Mari comenzó a moverse, a ser receptora de los movimientos, apreté fuerte uno de los endurecidos pezones de Magalí y le dije que permaneciera como estaba y mirara como gozaba Mari recibiéndola por el culo…

  • “No va a poder, no sabe, yo no pude meter ni un dedo, la vas a lastimar, cogeme a mí”… 

                                                  La ignoré y le pedí a María José que se pusiera en cuatro, los dos dedos que la dilataban seguían con su tarea…  Al empezar a descontrolarse apoyé el glande y la penetré despacio, ella gemía fuerte y movía su culo acomodando el tronco en el recto, como sabía que pasaría, porque ya lo había experimentado, al chocar con sus nalgas le sobrevino un orgasmo que gritó y comenzó a pedir más pija y más rápido…  No me contuve aceleré el ritmo de entradas y salidas, diciéndole que era el mejor culo que había cogido, halagaba su estrechez y su modo de brindármelo, golpeaba despacio sus nalgas alentándola a gozar lo que hacía y sus continuos apretones me demostraban que tenía orgasmos que se encadenaban uno detrás del otro, gemía y pedía a viva voz…

  • “Rompelo Guillermo, rompelo, que gusto infinito me das, como te siento, como te gozo, esto es lo mejor que me pasó en la vida”… 

                                                  Magalí la miraba con estupor, no podía comprenderlo y se agarraba la cabeza, la amiga le estaba demostrando, a ella, a la gran “cogedora”, como se gozaba y disfrutaba de un buen polvo…  El último empujón que di llenándole las tripas de leche coincidió con su orgasmo más violento, se desplomó boca abajo en la cama, se escuchó un “plop” cuando se salió por su movimiento y allí quedó, como “rota”…  Magalí no aguantó, estaba alteradísima y se lanzó sobre las nalgas de su amiga a besarlas y abrirlas para lamer el hilo de semen que dejaba escapar el ano…  Con su espalda y sus ancas apuntando hacia mí, Magalí gemía con desesperación tratando de meter la lengua lo más profundo que podía para limpiar el ano de la “inexperta” María José, sus manos se abrían y cerraban estrujando las nalgas de la “almacenera” que comenzaba a reaccionar… 

                                                  Yo no me quedé quieto, pasando una mano hacia adelante de su cuerpo me adueñé de una de las tetas de Magalí y recorriéndola la encontré un poco más blanda que las de Mari pero para nada despreciable, el pezón excitado y endurecido hacía que respondiera con gemidos ahogados ante la presión que sufrían por mis dedos, mi otra mano acariciaba sus nalgas, su vagina y su ano pero no penetraban ninguna cavidad y eso la hacía moverse con ganas buscando que alguno ingresara…  Con Mari ya recuperada, Magalí se giró y me “ordenó” que la cogiera, que ahora le tocaba a ella, los dos “chirlos” consecutivos  volvieron a sanar fuertes y aunque no dijo nada, gritó y las lágrimas se resbalaron por su mejilla…

  • Vamos a ver si lo entendés, es “cuando yo quiero y como yo quiero” y a vos te falta mucho para hacer sentir bien a un hombre, ponete acá y empezá a chupar… 

                                                  Arrodillada en la cama tiró el cuerpo hacia adelante y tomó mi miembro con una de sus manos, lamió el glande, lo metió en la boca, lo dejó ahí y comenzó a mover la mano, ¡un completo desastre, propio de quien utiliza la “calentura” del inexperto para decir que lo hace gozar!...  Ya lo dije alguna vez, “para paja, me la hago yo” pero con ella no iba a perder el tiempo en explicárselo…

  • ¡Ni siquiera sabés hacer una mamada como la gente!, abrí bien la boca y que no se te vaya a ocurrir rozarme con los dientes, respirá sólo por la nariz… 

                                                  Cuando empecé a forzar su boca tratando de penetrarla hasta la garganta comenzó con las arcadas, sabía que no llegaría hasta su garganta aunque no desistí…  El roce de sus dientes no pude evitarlo pero cada vez que lo hacía, sus nalgas echaban humo…  El culo totalmente rojo, las babas, las lágrimas y las arcadas no ayudaban a que ninguna libido se manifestara…  Yo miraba la cara de satisfacción de María José porque ella lo había logrado y la “experta” resultaba ser un fiasco… Le indiqué que se pusiera el strapón de la amiga y saltó como un resorte para buscarlo, cuando volvió se quedó esperando y vi que la medida del consolador era tirando muy a “normalito”

  • Cuando aprendas como chuparla y mamarla bien dejaré que lo disfrutes mejor, ahora sentate de frente a mí y metela en tu vagina, no me hagas esperar, inútil… 

                                                  Si de verdad ella hubiera sabido lo que era “echar un buen polvo” quizás no hubiese actuado así con pero haber escuchado el destrato que le hizo a María José, me puso “malo” con ella o “de malas” como dicen los españoles, aprendería de que calidad era el zapato y donde le apretaba…

  • “Si señor, si señor”… 

                                                  Repetía y demostraba que la “supuesta Domina” que utilizaba con los otros era sólo una fachada…  No la dejé penetrarse despacio, cuando el glande estaba calzado en su abertura la sujeté firme de sus caderas y moví las mías penetrándola hasta el final y me quedé quieto, parecía como que sus ojos se le salían pero se aguantó el dolor y el grito…

  • Ahora movete despacio y gozá que para eso viniste… 

                                                  En esta me sorprendió porque el movimiento que comenzó despacio se fue convirtiendo en algo más violento, sus caderas se movían como coctelera y los músculos vaginales me apretaban como si tuviera una mano en su interior…  La dejé con sus movimientos y sus apretones, seguramente con otros le bastaban unos pocos de ellos para lograr llegar a su orgasmo y exprimir a su ocasional acompañante, ahora no sería así…  Luego de su primer orgasmo, viendo que no lograba lo que quería conmigo, aceleró sus movimientos…  A todo esto, María José acariciaba su vagina y mi miembro trasladando jugos para lubricar el agujero de su culo, a la par que introducía despacio uno de sus dedos…  Yo acariciaba los flancos de las caderas de Magalí y la incentivaba…

  • Eso, mujer, eso, seguí que estás aprendiendo, cogete y cogeme, dame más, dame más… 

                                                  Mari se colocó detrás y cuando Magalí empezó a orgasmar nuevamente la tomé de su nuca, la acerqué a mi boca para besarla y se abandonó a eso…  Una pequeña seña le bastó a Mari para aferrarse a las caderas de su amiga y comenzar a penetrarla por el ano…  La falta de práctica ayudó a que más de la mitad del consolador ingresara y el grito de Magalí se hizo escuchar rogando para que se lo sacara, ninguno de los dos la dejaba moverse y Mari ejercía un movimiento desacompasado que no ayudaba a que el placer se instalara… 

                                                  No gozaba ella y yo tampoco lo hacía, así no era el “juego”, la única que tenía una sonrisa de satisfacción por lo logrado era María José y decidí participar más…  Luego de un ratito en que la dejé a Mari entrar y salir, le pedí que saliera y moviéndola también lo hice yo…

  • “No me gusta, por ahí no me gusta”…  -Repetía llorisqueando Magalí-…
  • Ya te dije que tengo ganas de rompértelo y lo voy a hacer, ¿tenés algún impedimento?…
  • “No, vos podés hacerlo, me dan ganas pero voy a sufrir mucho”… 

                                                  Llevando sus piernas a mis hombros “pincelé” su vagina y su ano para acabar penetrando su vagina, esta vez haciendo que sintiera el miembro en todas sus paredes, entraba despacio y acariciaba sus tetas y pezones estirando mis manos, llegué al final con un sonido de satisfacción que salió de su boca, luego comencé a moverme cada vez con más ritmo…

                                                  Llegó un momento en que hasta sus orgasmos eran distintos, como si se hubiera liberado de tabúes auto impuestos…  Acompasó su ritmo a mis movimientos y la cogida tuvo otro “color”, sus gemidos eran de entrega, sus orgasmos eran sin “pensar” y cuando salía de la tensión del último de ellos, cambié de agujero, el ano dilatado me fue recibiendo sin rechazos, hasta que quedé instalado en lo más profundo y desde allí, las entradas y salidas se intensificaron con ella ayudando y gozando…  Estiró la mano y la acercó a Mari…

  • “Besame Mari, besame, ayudame a soportar este placer, me está destrozando el culo y es lo que esperé siempre, es la primera vez que me siento cogida”… 

                                                  Los besos de lengua y las caricias a las tetas de Magalí no se hicieron esperar y el orgasmo anal tampoco, la leche en las tripas lo intensificó y quedó desmadejada, yo bastante satisfecho…  El problema fue trasladarse hasta el baño, las piernas no le respondían y le dolían hasta las pestañas pero se mostraba distinta, se abrazaba a María José y riendo fuerte le decía…

  • “Tenemos un problema enorme amiga, por lo pronto yo lo tengo, encontré la horma de mis zapatos y no puedo seguir usándolo, creo que a vos te pasa lo mismo”…
  • “Si querés no podremos seguir consolando entre nosotras y esperando a cuando él quiera”…
  • Chicas, yo no les puedo ofrecer más y les aseguro que ha sido un gusto enorme haber estado con ustedes pero, es lo que hay, soy sincero, no sé si podré estar cuando lo soliciten…
  • “Lo entendemos Guillermo y las agradecidas somos nosotras”…  -Me duché rápido y las dejé solas, la “cosa” no daba para más-…

                                                  Eran casi las 17.00 y apuré la charla con el Arquitecto y con el técnico de computación, la antena satelital ya estaba colocada en la terraza de la casa-residencia, pasé por la Clínica a buscar a las chicas y me dijo Mónica que ya debía estar por salir del Salón, me fui hasta allí y como faltaba poco para terminar con Alicia, me fui con Sol y Natividad a tomar un café, Belinda se quiso quedar para esperar a su madre…  Le hice saber a Natividad que estaba hermosa con los arreglos en sus cabellos y en su rostro que no necesitó de mucho maquillaje, Sol se reía porque decía que se les había pasado el susto que les dio verse con las caras untadas de cremas y baños de algo que no entendí… 

                                                  Habían comprado los trajes de baño y, según Nati, estaban pensando en preguntarme si no era mejor que vivieran por ahora en la casa-residencia para mantenerla y ayudar en la limpieza de la Clínica…

  • Yo no tengo inconvenientes pero eso es algo que tendrán que arreglar con Carolina por lo de la Clínica y con Mónica que será quien, por ahora, compartirá la casa sola con Belinda…
  • “Con Mónica ya hemos hablado y no tiene inconvenientes, podríamos usar la habitación grande con mi hermana”…
  • Tampoco es necesario que se amontonen en una sola habitación y habría que comprar otra cama grande y otro placard, de última cuando ustedes se vayan quedarían para otros… 

                                                  En realidad, esto no me venía mal, me evitaba “tentaciones” y me afirmé más en la idea cuando entraron Belinda y su madre, las “morenas” estaban infartantes…  Le pregunté a Sol si la llevaba hasta la casa y me dijo que se quedaría a esperar a una amiga a la que le mostraría las fotos del viaje a la capital…  La saludé con un abrazo y mandé saludos para Gracia y las hermanas…  Nos fuimos para casa con una exultante Alicia que me contaba de lo hermoso que era el pueblo y su gente…  Le comenté que la mayoría de la gente del interior era así, lo que, de muchas maneras, los hacía cambiar y les “pudría” la cabeza a la gente eran las ciudades, su entorno, su velocidad, su ritmo, sus exigencias, su vorágine, su voracidad, algo en lo que estuvo muy de acuerdo Belinda porque había vivido en las dos partes…

                                                  Al llegar a casa, estaban todas las mujeres disfrutando de la pileta y las primeras que salieron a recibirme fueron mis nietas al grito de “Abuuu”, las presenté con Alicia y Natividad y luego del abrazo de las nenas que sorprendió a las venezolanas le tocó el turno a Lucas, al que noté impactado con la presencia de Natividad y ella no le fue en zaga…  Les dije de cambiarse si querían estar un rato en la pileta y me quedé charlando con mi hijo…

  • “Ufff, menos mal que llegaste “viejo”, hay un desparramo de tetas y culos en la pileta que para que te cuento…  Gabriela tiene puesta una tanga que te vuela la cabeza…  Contame como te fue, al final te diste el gusto y las trajiste, ahh, te dejo a Belinda, me caso con la hermana, tiene una cara y una mirada embriagadora y por lo poco que vi, un físico similar o mejor que el de la hermana”…
  • Estás acelerado hoy, ¿cómo están tu hermano y Gimena?…
  • “Dan asco de melosos pero están muy bien y Gonzalo está laburando junto a Miguel, además les salió la liberación de las cuentas bancarias de acá y de afuera y están muy holgados por eso”…

                                                  Me ponía contento eso, el tránsfuga del marido de Gimena estaba bastante forrado y sólo tuvo que devolver algunas cantidades en las que figuraba involucrado pero eran las menos…

  • “Bueno “viejo” contame como fue la cosa con Belinda y la familia”… 

                                                  Le conté como había sido todo y que utilicé a los contactos hechos en la fiesta de la “reunión” y había resultado fantástico…  Me había olvidado de consultar al Abogado por el tema de la “supuesta” compra de la propiedad que debería usar Lucas y lo llamé…

  • Hola Doctor, no he podido comunicarme antes con usted porque anduve de un lado para el otro, quería saber que se ha resuelto en lo que se presentó…
  • “Hola Guillermo, casualmente estaba por llamarlo, hemos tenido que “clavar unos 10 mil clavos verdes” pero hace menos de una hora que tengo la resolución para ocupar el lugar en mis manos, la documentación final completa saldrá en unos 15 ó 20 días”…
  • ¿Qué implica eso Doctor?…
  • “Implica que usted y quien designe puede tomar posesión y hacer allí lo que estime conveniente…  Aquí se lo nombra poseedor legal por compra de las 25 hectáreas más la otra incluida en la venta…  La Escrituración firmada por el Juez es la que saldrá en el tiempo que le dije y eso está asegurado”… 
  • Fenomenal Doctor, en cuanto pueda lo mando a mi hijo a retirar esos papeles ya que tiene que hacer varias cosas allí…

                                                  Le agradecí, me despedí de él y le dije a Lucas que viera si ya podía hacerse cargo de eso…

  • “Si salgo esta noche tranquilo, mañana retiro el papel y el fin de semana empiezo a demoler…  Hay un amigo que tiene una empresa con las maquinarias y los camiones, es más, toda la mampostería se tritura más chica y puede donarse para calles de tierra, las aberturas me quedarían todas”.
  • Dale hijo, hacé así, ¿cómo vamos a hacer con las venezolanas?... 

                                                  Me dijo que cuando todo estuviera listo se iban con él, que ya las iría conociendo…  Nos fuimos ambos para la pileta, me senté a tomar algo mirando a las mujeres y con Carolina sentada a mi lado besándome el cuello, alabé el culo de Gabriela casi en pelotas y nos sorprendimos todos cuando aparecieron en bikinis las venezolanas…  Tenía razón Lucas, Natividad tenía mejor físico que la hermana…  Carolina me miró y me dijo que tendría que pasar más seguido al gimnasio…

  • Acordate que tenés una gran ventaja por sobre todas, estás tan buena como ellas y te ama el dueño de la Estancia…

                                                  Todos aplaudieron cuando pegó un gritito y se me tiró encima para comerme a besos…

Continuará.

 

Si les gusta, por favor, valoren y comenten.  

 

Gracias.  

 

GUILLEOS 1

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