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El pacto. (33).

en Grandes Relatos

LEGALES - LA MODELO.

                                                  Nos despertamos nuevamente como a las diez de la mañana y las chicas que lo hicieron primero vinieron a nuestra habitación.  Las bromas para Nora no se hicieron esperar y, acariciándole el culo, su hermana le hablaba a las nalgas…

  • “¿Me imagino que ya te habrás sacado las ganas, no?, ¿te costó bastante, eh?, la hiciste gritar y gemir a mi hermana como nunca y no nos dejó dormir, lo peor fue que no nos podíamos ni tocar, lo más que pudimos hacer fue grabar el audio de la mejor cogida de culo que le han dado a mi hermana, jajaja”.

                                                  Nora pegó un salto de la cama y se dirigió a las dos…

  • “Ustedes dos son capaces de haber hecho algo así y no les puedo decir nada, eso sí, pasá esa grabación a mi teléfono, ese va a ser el mejor recuerdo de mi vida”.

                                                  Todavía se oían las risas cuando entré al baño a darme un baño reparador.  Cuando volví a la habitación estaba Nora sola y al pasar para el baño se notó que su caminar no era muy altivo, la miré y no le dije nada.

  • “Si mejor es que no digas nada, tengo todo bien roto pero el inmenso placer que me diste no se compara con ningún dolorcito…  Las chicas no sé pero yo me siento la mejor hembra del mundo”…

                                                  No dijo más nada y se metió en el baño.  Ya eran como las doce cuando llamó Víctor a mi teléfono, las chicas escuchaban.

  • “¿Qué hacés Guille, te dejaron dormir?”...
  • Yo cierro la puerta y duermo como un duque, recién se están levantando, esperá que te doy con Nora.  -Golpeé una puerta y Nora preguntó quién era-.  El mozo del Restaurant, ¿quién te puede venir a golpear la puerta?, atendé que es Víctor.

                                                  Las otras chicas se reían tapándose la boca.  Estaba preocupado porque había recibido por un mensajero una nota de un Abogado amenazando con llevarla a juicio por el tema de la tenencia del hijo.  Nora se puso muy mal y yo tomé el teléfono.

  • Víctor, ¿hoy domingo te hicieron llegar una nota?, es rarísimo…  Hacé una cosa, venite a almorzar al restaurant y traé la nota, después te explico. 

                                                  Corté la comunicación y le dije a Nora que no se hiciera problemas, eso tenía la apariencia de un “apreté” extra judicial, seguramente era una nota de algún Abogado amigo de él para asustarla.  Cuando Víctor vino se sentó junto a nosotros y le pedí la nota, por lo que pude deducir, pretendían que ella renunciara a la patria potestad en favor del padre de la criatura y que el chico no regresaría hasta que ella se presentara en las oficinas del Abogado litigante.  Lo consulté con ellos preguntándole a Nora si el marido la podría acusar por infidelidad o algo por el estilo, me lo negó terminantemente, es más era ella quien lo podría denunciar a él, le pregunté también si efectivamente se quería divorciar y si me dejaba actuar en esto porque yo tenía Abogados que se podrían ocupar del tema.  Me dijeron que sí, que el lunes se vería que necesitaban mis Abogados.

  • Dame la nota, una de las ventajas de tener dinero es que no existen feriados para los Abogados que llevan mis asuntos… 

                                                  Saqué el teléfono y llamé a mi Abogado personal, éste, además de tener un apellido muy conocido en el área judicial, era dueño de un Estudio Jurídico que reunía a los mejores Abogados del país.

  • Hola Doctor, ¿cómo está?, yo muy bien, ando paseando por Corrientes y espero no molestarlo, estoy en casa de unos amigos de años y ha surgido un problemita con la cuñada de mi amigo, es una chica que conozco de chiquita.  El caso es que se está tratando de separar del marido y hoy domingo le han mandado una nota pidiendo la tenencia del hijo…  Yo creo que es un “apreté” y me gustaría que se comunicara usted con este Abogado diciéndole que su Estudio va a gestionar el divorcio, pidan una suculenta manutención o mejor, directamente presente en Tribunales un escrito solicitando la Patria Potestad en favor de la madre…  El tipo es un idiota que no tiene trabajo, vive de lo que le dan los padres…  Si, haga lo que sea necesario y utilice los recursos que considere…  Bien Doctor, muchas gracias y disculpe la molestia…

                                                  Le pasé todos los datos del Abogado y corté la llamada.  Nora, las dos chicas y Víctor se me quedaron mirando…

  • ¿Por qué me miran?...  Si quieren joder a mis amigos, no suelo devolver “palmaditas”.  Nora, ¿vos querías divorciarte y no tener más problemas con este tipo y tu hijo?,  yo te aseguro que va a perder lo poco o mucho que tiene, es muy difícil “bancarse” el peso del Estudio de este Abogado y los contactos que tiene…
  • “Vos estás seguro Guille, mirá que los padres del marido de Nora, ahora no tienen mucho dinero pero tienen contactos en todos lados”, -dijo Víctor dudando-.
  • Víctor, mi Abogado no es “José Pirucho”, es Asesor de un Juez de la Suprema Corte de Justicia y Abogado personal del Presidente, ¿vos crees que los padres de este idiota tienen más contactos que él?...  Lógicamente que él no va a llevar el caso personalmente pero te aseguro que el Abogado que designe viene con el respaldo personal de él y eso “pesa” mucho en ese ámbito”…  Anotá el nombre y buscalo por Internet, vamos a ver qué pasa el lunes o el martes, confía en mí Nora, derivá todo al Estudio tal.  -Le dejé una tarjeta del Estudio-.

                                                  Después del almuerzo me iba a ir a dormir una buena siesta porque no tenía ganas de andar dando vueltas por un lugar que no conocía, además quería llamar a Ana María para saber cómo andaban las cosas en la Estancia.  Víctor, acorde a lo que había pedido el Abogado, tenía que cambiar la cerradura de la casa y Nora debía embolsar todas las pertenencias del marido para entregárselas llegado el caso, prácticamente era sólo ropa porque todo lo de la casa era de Víctor.  Norma y Lidia se irían a la casa de ésta y yo me quedé allí porque ellos se fueron caminando. 

                                                  Por la hora que era, imaginé que estaría tomando sol al costado de la pileta así que… puse el aire acondicionado y me acosté a dormir.  Me vino fantástico y me desperté cerca de las 19.00 porque sonó mi celular, era Norma diciendo si no quería acompañarlas a ella y a Lidia a los ensayos de la comparsa, les dije que sí, podría ser una linda experiencia, las dos pasarían a buscarme a eso de las 20.00, quedamos en eso.  Ya que tenía el celular en la mano aproveché a llamarla a Ana María…

  • “Hola “patroncito”, ¿cómo estás Guille?, se te extraña horrores”.
  • ¿Cómo andás morocha preciosa?, te llamaba para saber si había alguna novedad o para que me cuentes cómo andan las cosas.
  • “Por acá todo genial, hay una morocha que te extraña mucho, una Doctora que anda llorando por los rincones y entendiendo cuestiones, un marido de una morocha que recibió un ultimátum para “ponerse las pilas” o se queda sin esposa, todas las chicas tienen ganas de verte, los cachorros creciendo y todo lo demás bien”.
  • ¿Qué pasa con Carolina?…
  • “¿Qué va a pasar?, tiene miedo de perderte pero hablamos mucho y entendió muchas cosas, además creo que habló con Gabriela y también la puso de vuelta y media, ya sabés que son muy confidentes”.
  • Está bien, no digas que te llamé, el martes voy a hablar con ella, te mando un beso pero no te digo dónde, lo dejo a tu criterio.

                                                  Corté bastante rápido la comunicación porque Ana quería seguir hablando y yo no tenía ganas, estaba en un “retiro espiritual”.  Más o menos a las 20.00 me pasaron a buscar Norma y Lidia, ambas de minifaldas cortas, un minishort por debajo de éstas, remeras que dejaban el ombligo al descubierto, sin sostén y zapatillas, si todas estaban iguales iba a pasar un par de horas casi dramáticas.  Subieron a la camioneta, Norma se puso a mi lado, me tocó el miembro por sobre el pantalón y dirigiéndose a Lidia le dijo:

  • “Si las chicas se enteran lo que hay aquí abajo y lo que puede hacer, lo van a secuestrar a Guille”.
  • Perdón chicas, ¿qué hablamos hoy de la discreción?, además ya estoy grandecito para tener ganas de coger con ustedes o con quien se me ocurra y me de bola, ¿acaso somos novios y no me di cuenta?
  • “Para nada Guille, no te enojes, quería hacerte una broma, nosotras también estamos deseando volver a coger con vos, ya nos mejoramos y al lado tuyo nos mojamos toda, por lo menos yo y creo que a Lidia le pasa lo mismo…  Es que allí somos como “patitos feos” y nos da un poquito de celos”.
  • Ni poquito ni mucho de celos, aprendan a no ser absorbentes, no me jodan con “pavadas de pendejas” porque yo soy un tipo grande, la corto rápido y no les doy más bola a ninguna de las tres…  Cuando lleguemos me presentás como tu tío y hagan su vida, yo me arreglo solo, si “pinta” alguna chica para salir, se la aguantan, ya me sacaron las ganas de insistir con ambas, con vos me dan más ganas de calentarte el culo a “chirlos” que de hacerte mimos. 

                                                  Lidia se molestó con Norma, no le dijo nada delante de mí pero, se le notó la bronca, evidentemente Norma dejaba claro que cuando se piensa como “pendeja”, se procede como “pendeja”, ya me ocuparía de hacerle entender.  Me presentó con el Director de la comparsa y con algunos compañeros y compañeras como el tío que vivía en Buenos Aires, todos fueron muy agradables y yo me puse a un costado para que ellos hicieran su rutina.  Verdaderamente, aún sin los trajes las chicas de la comparsa estaban todas muy bien.  El broche principal del ensayo lo dio la llegada de la que sería la estrella principal del desfile. 

                                                  Era una modelo muy cotizada que el año anterior había concursado por el cetro de Miss Mundo, había viajado especialmente para aprender como desfilaría o en que carroza se ubicaría y estaba más que bien y muy “producida”.  Acostumbrada al ambiente de las modelos y a las miradas de “veteranos” con dinero que se acercan a ellas, paseó la mirada por los concurrentes y me observó detenidamente, lógicamente mi mirada la recorrió de arriba abajo para después seguir observando la rutina de Lidia y Norma y eso, mucho que digamos, no le gustó.  Cuando terminó el ensayo general se acercó a mí haciéndose la desentendida y al llegar a mi lado me habló…

  • “Disculpame, me dijeron las chicas que sos de Buenos Aires, ¿nos conocemos?”.
  • Vos a mí no creo, yo te conozco porque sos famosa pero no soy de Buenos Aires, vivo en el campo, en la zona de Balcarce.
  • “¡Ahhh!, Balcarce es una zona de muchas Estancias, ¿sos Estanciero?”.
  • Sí, soy dueño de una Estancia a algunos kilómetros de Balcarce.
  • “Conozco mucho esa zona, ¿cómo se llama la Estancia?”. 

                                                  Yo le seguía la corriente, de paso miraba como Lidia y Norma se desesperaban para acercarse pero no se animaban, ya habían “patinado” una vez…

 

  • La Estancia se llama “Tranquilidad” pero hace poco que la compré y le hice cambiar el nombre, ni recuerdo como se llamaba antes.
  • “¿Tranquilidad?, bonito nombre, ¿estás de sponsors de algunas de las chicas?”.
  • No, para nada, acompaño a mi sobrina y a una amiga de ella.

                                                  En ese momento un “carilindo” del grupo que la acompañaba la llamó con ciertos malos modos…

  • “Dale nena, cortala que tenemos que ir a cambiarnos para cenar e ir al “boliche”.
  • “Es mi novio, cada vez más estúpido y desubicado, bueno, encantada, espero que alguna vez pueda conocer “Tranquilidad”.  -Dio tres o cuatro pasos marchándose y se detuvo para preguntarme-…  “Decime una cosa, ¿“Tranquilidad” no es la Estancia donde se hizo la reunión con los Políticos más importantes del Partido gobernante?”.
  • La misma, no te vi, ¿estuviste en la fiesta?
  • “No, no pude ir, me enteré por un amigo que es Diputado, me contó que lo pasaron bestial, me dijo que el dueño se llama Guillermo, ¿puede ser?”  -En ese momento se acercó Lidia y me dijo-: “Guille, dice Norma que ya estamos listas”.
  • ¿Contesta eso tu pregunta?
  • “Sin ninguna duda, ¿por qué no te venís al boliche tal, nos vamos a reunir allí y seguimos la charla”.
  • Dale, luego nos vemos.

                                                  Las caras de Norma y Lidia eran para enmarcar pero no dijeron ni “j”.  Al dejarlas frente a la casa de Víctor le hablé a Lidia…

  • Lidia, estoy seguro que escuchaste el nombre del boliche al que me invitaron, espero no verlas por allí, sería algo de muy mal gusto.
  • “Jajaja, yo no escuché nada Guille, que te diviertas”.  -Dejé la ventanilla baja de la camioneta para escuchar lo que decían, sólo pude escuchar a Lidia-:
  • “La idiota sos vos por no saber cerrar el orto, ya lo dijo tu hermana, “no es un pendejo” y, para variar, la “cagaste” para vos y me “cagaste” a mí…  Entrá y no digas más nada”. 

                                                  Me fui a cambiar a la cabaña, puse unos tres mil Dólares en la cartera, fui al restaurant a comer algo liviano y aproveché para preguntarle a la camarera si conocía el boliche y cómo podía llegar a él.  Me dio todas las indicaciones, era el más lujoso y caro de la zona.  Llegué al lugar como a la 01.00 de la madrugada, pensé que sería temprano pero estaba lleno de gente, en la barra me puse a mirar el ambiente, había mucha juventud de nivel medio alto y bastantes “veteranos y veteranas”, en el centro de la pista bailaba la modelo que se mostraba como atracción.  Le pedí a la barman el trago más rico que sabía preparar y seguí mirando las contorsiones de la chica.  Los tacos altos la situaban casi por encima de todos y vestía un top que resaltaba sus pechos bien formados y una minifalda que se parecía mucho a un cinturón ancho.  Agradecí al hecho de que hoy en día las modelos ya no eran las anoréxicas de antaño, ésta, a duras penas podía contener sus nalgas dentro de la minifalda, sus piernas largas y torneadas con muslos y pantorrillas que se notaban trabajados pero sin exageraciones llamaban también mucho la atención.

                                                  En determinado momento el novio ya no quiso bailar más y tomándola del brazo, la sacó de la pista.  La parte Vip de la confitería estaba a mis espaldas y me vino bien porque ellos tendrían que pasar a mi lado.  Caminaba detrás del novio y bastante enojada con éste, cuando pasó a mi lado no le hablé, levanté la copa que tenía conmigo y le señalé el lugar libre en la barra.  Me sonrió conociéndome y dejó que el novio siguiera caminando solo…

  • “Hola Guille, pensé que no ibas a venir”.
  • Pues aquí estoy, me dijiste que viniera y vine, ¿querés tomar algo o todavía estás trabajando?
  • “Este estúpido me consiguió esta presentación y aprovecha a hacer unos Pesos aparte de tomar “de arriba”, ¿qué podemos tomar acá?, ya no quiero más champán”.
  • Yo la hago fácil pido en la barra el mejor trago que puedan preparar y listo, el esnobismo y las pavadas no van conmigo.
  • “No te olvides que estás al lado de una modelo, eso es el pan nuestro de cada día, jajaja”
  • Jajaja, modelo o no, mis acciones las marcan mis ganas, ¿qué querés hacer, conversar o algo más?
  • “Ay, Guille, Guille, podrías contarme algunas cosas de vos que me interesan, si pretendés “algo más” tendríamos que hablar de mil Dólares por un rato, estoy bien cotizada”. 

                                                  La estaba esperando pero no pensé que sería tan directa…  Saqué la cartera para abonar los tragos y se dio perfecta cuenta que dinero había…

 

  • En realidad, no vine a conversar, me dije “tengo ganas” de tomar un trago y aprovechar a romperle el culo a fulana de tal pero como no pago por “carne”, me tendré que conformar sólo con el trago.

                                                  El escalofrío que experimentó fue muy notorio, sus ojos brillaron por el deseo que trataba de contener y apretándome un brazo apoyó una teta durísima contra mi pecho y me habló pegando su boca a mi oreja…

 

  • ¡Uffff!, llevame de aquí Guille, necesito que me cojas yaaaaa…  No me importa el dinero, tomá de mí lo que quieras por el tiempo que quieras, por favor, por favor, no aguanto el fuego que siento entre las piernas, hasta las tetas parece que quieren reventar”.

                                                  En el interín apareció el “novio”, la zamarreó de un brazo y le ordenó que lo siguiera, que tenía que presentarle a unos amigos, ella se negó y discutió con el “carilindo” sin importarle la presencia de otras personas.  Yo le pedí un papel y lápiz a la barman y escribí la dirección y el número de la cabaña.  Se lo iba a dar y me iba a ir tranquilo pero el idiota cometió un error imperdonable, me empujó, se me acercó junto a un tipo que venía con él y me gritó…

  • “Escuchá bien viejo idiota, si querés conversar con ella vas a tener que pagar una buena suma, de lo contrario, ya te estás yendo antes de que te rompa la cara”.

                                                  De inmediato noté la presencia de uno de los “hombres de negro” parado junto a una columna y en apariencia, no era visible para los demás…

  • Tranquilo “campeón”, está todo bien, me despido y me voy… 

                                                  Me acerqué a la modelo, le deslicé el papel en la mano y le dije en voz baja que la esperaba en media hora y me despedí con un apretón de manos.  Salí hacia la puerta y le hice una seña a quien me “custodiaba”.  Se acercó a mí cuando subía a la camioneta…

  • “Usted dirá señor Guillermo”…
  • Necesito que ese estúpido, una media hora después de que se marche la chica y, sin que nadie vea ni escuche, sufra la rotura de brazos y piernas y tres tajos a ambos lados de la cara para desfigurarlo, al que estaba con él, brazos rotos y cara desfigurada a golpes…  Creo que alguno sacó unas fotos de la discusión, no quiero fotos de nada, ¿puede ser?…
  • “Si señor Guillermo, “El Maestro” dijo que debemos, “hacer lo que usted quiera”, vaya tranquilo”.

                                                  La sonrisa como de satisfacción o relamiéndose no dejaría tranquilo a nadie…  Subí a la camioneta y me fui hacia la cabaña.  Habían pasado dos minutos de la media hora y se detuvo un taxi en la puerta, bajó la chica y me pidió si podía abonar el viaje, lo hice mientras ella entraba en la cabaña.  Cuando entré y cerré la puerta se arrojó a mis brazos, comenzó a besarme con desesperación y la acompañé en la empresa, sus labios llenos, su lengua inquieta y las ganas invitaban a compartir su pasión.  Después de unos tres o cuatro besos la aparté…

  • Pará hermosa, bajá un cambio, estás muy acelerada, ¿quién te corre?
  • “Las ganas de que me hagas lo que quieras, la “calentura” que tengo por el deseo de tenerte adentro y la bronca por ese idiota que pretende “manejarme” porque tiene unas fotos que me comprometen, de todos modos, tenés razón, hoy quiero disfrutar con vos, ¿qué estás tomando?”
  • Vodka, ¿te sirvo?

                                                  De inmediato pensé que había que hacer desaparecer esas fotos y le pedí que apagara el teléfono, que no quería interrupciones de ese idiota, lo hizo sin chistar.  Giré para servir la bebida y cuando me volví a mirarla, me encontré con una Diosa parada en medio de la habitación, calzada con sandalias de tacones altos y completamente desnuda.  Indudablemente era un gusto mirarla, mucho más cuando se acercó a mí con un andar insinuante y estudiado.  Ella tomó un sorbo de la bebida y me sacó la remera lentamente, luego se dirigió a mi cinturón y bajó mis pantalones junto a mi ropa interior, se arrodilló para sacarme el pantalón por los pies y se puso a jugar con su boca en mi miembro.

  • “Me parece que hoy va a ser una noche difícil pero creo que me saqué la lotería”.

                                                  Las lamidas a todo lo largo de mi miembro mirándome desde abajo con una mirada lánguida, los movimientos de su mano y saborear el glande metiéndose una parte del tronco en la boca le podrían servir para excitar y enloquecer a un “viejito” que pagaba por tener ese cuerpo, a mí no me movía un pelo…

  • De haberte pagado serían los 1.000 Dólares peor gastados de mi vida, ¿a quién pretendés excitar así?  Vamos arriba a coger como se debe.

                                                  La tomé de una mano y subí a la habitación con ella mirando sorprendida, allí adentro se dejó caer en la cama y me llamaba con su dedo en una pose que sólo a ella le parecía excitante, yo comencé a besarla desde los pies y a medida que me acercaba a su entrepierna sus gemidos fingidos pasaron a convertirse en gemidos por lo que estaba sintiendo, su vagina depilada de labios finos estaba bastante seca cuando recibió mis labios y en base a besos y lengua comenzó a mover la pelvis gozando y lubricándose a medida que ésta se aventuraba en su interior. 

                                                  Me esmeré con ella lamiendo toda su intimidad, la penetré con el dedo medio y su lubricación ayudó a que éste se deslizara luego, suavemente, por el agujero del ano que se frunció apretando fuerte sus músculos.  Sus gemidos se intensificaron y tomó mi cabeza apretando mi cara a su entrepierna, absorber su clítoris fue el disparador de un orgasmo que trataba de contener.

  • Soltate, no te contengas, esta noche sos mi mujer y no una puta con precio, 

-diciéndole esto me giré para ponerme en 69-…  Quiero que lo tragues todo, hoy vas a aprender a mamar a tu pareja. 

                                                  Continué con su vagina y su culo usando ahora dos dedos y la lengua, mis labios se prendieron a su clítoris absorbiendo su pequeño pene y sus movimientos se descontrolaron pero no me mamaba como yo quería, no importaba, tenía tiempo.  Ya no podía contener los gemidos y sacó mi pene de su boca para gritar fuerte y contraer todo el cuerpo cuando el orgasmo que venía gestando explotó, me mojó toda la cara gritando…

  • “Sííííí, Guille, sí, no sabés cuanto hacía que no tenía un orgasmo con un hombre, seguí por Dios, seguí, haceme sentir”.

                                                  Cuando calmó un poco las contracciones, volví a cambiar mi lugar para chupar sus tetas de pezones chicos, erectos, duros y de areolas grandes, mis besos, labios y lengua alternando de una teta a la otra arrancaron gemidos de satisfacción y subí un poco más para besar su boca que me recibió con pasión.  El pene quedó entre sus labios vaginales y, luego de un par de movimientos suaves, comencé a penetrarla despacio porque acusó el dolor apenas ingresé.

  • “Despacio Guille, despacio que es muy grande…  ¡Ayyy!, está doliendo, es más grande adentro que afuera.

                                                  La presión que yo ejercía y lo estrecho del lugar me estaban diciendo que lo suyo no era fingido, que verdaderamente experimentaba el dolor…  Cuando estaba por la mitad comencé con los movimientos de entradas y salidas y ya la lubricación natural ayudaba más para que se relajara de a poco.

  • “Tu pene es enorme y nunca lo hago sin abundante lubricación artificial, yo no lubrico, no me excitan los que se acuestan conmigo y es el único modo de tolerarlo”.

                                                  Sus manos apretaban con fuerza mis antebrazos y decidí tomarme todo el tiempo, entraba y salía con ritmo tratando de penetrarla cada vez más, al notar que se contraía dolorida, aflojaba y volvía a moverme despacio, en un momento su cara cambió y me cruzó las piernas en la cintura dándose un envión que me depositó bien hondo en su interior.  Desde allí en más me costó seguirle el ritmo, su pelvis pareció ser independiente del resto del cuerpo y era ella la que se penetraba cada vez más fuerte apretando sus talones en mis riñones.  Me pareció que se contraía teniendo un orgasmo y me salí para hacerla poner en cuatro y penetrarla desde atrás.  Chocar mi pelvis contra sus nalgas en un ritmo acompasado pero casi violento la hizo gritar y pedir algo de clemencia.

  • “Guilleee, no la aguanto, sacala, por favor, sacala, me estás partiendo la concha”.

                                                  Después de cuatro o cinco veces así, se relajó y me dejó hacer colaborando en la entrega.  Los movimientos se convirtieron en uno y todo fue mejor cuando un par de orgasmos chiquitos lubricaron más su interior.  Aferré una de sus caderas con una mano y con la otra me entretenía metiendo y sacando el pulgar de su ano, sin aflojar el ritmo de mis penetraciones, llegó un momento en que ya no quería seguir, en el metiers había tenido dos orgasmos más o menos fuertes y había gritado su placer sin guardarse nada, ya su culo se “comía” tres dedos de mi mano y como vi que sus labios estaban enrojecidos, irritados e hinchados decidí cambiar de lugar. 

                                                  Escupí en el hueco de su culo y no le di posibilidad de pensar, el miembro lubricado y la saliva más la dilatación que provocaron mis dedos ayudó a que nada entorpeciera la entrada, cuando choqué contra sus nalgas me retumbaba en los oídos el grito de dolor.  Trataba de mantenerme adentro, sin moverme, porque sus movimientos desesperados pugnaban por expulsarme, el “chirlo” fuerte entre la nalga y el muslo más el grito para que se calmara actuaron como sedante momentáneo.  Se dejó caer boca abajo y la seguí sin salirme.

  • Quedate quieta y mové despacio los músculos del esfínter, enseguida pasa.  Te dije que tenía ganas de romperte el culo, el problema es que no me creíste, cuando estés más tranquila, movete y cogete vos, de acá no salgo hasta que lo hayas gozado.

                                                  La putita, modelo famosa y escort de lujo resultó un fiasco sólo apto para “viejitos paganinis” que apenas si se aguantaban solamente un “polvito”, bastante caro por cierto.  Se dio cuenta que conmigo arriba no podría zafar muy fácil y se aflojó comenzando a llorar, las lágrimas verdaderas que mojaban la almohada y ensuciaban su rostro con el rímel, no me conmovían.

  • “No te muevas Guille, por favor, no te muevas, siento que está todo rajado…  Lo rompiste, estoy segura que lo rompiste, noooo, no te muevas”.
  • Yo no me muevo preciosa, sos vos que estás muy tensa…  ¿Nunca te entraron así?
  • “No, sólo probé con consoladores y una pijita chiquita medio muerta, esto no me lo esperaba”.
  • ¿No fuiste vos la que pediste que tomara lo que quisiera?, además, me hiciste una mamada de “mierda”, de “profesional del sexo” poco y nada.
  • “No me gusta Guille, estás casi obligada para llegar y después para mantenerte y está lleno de “babosos” e impotentes”. 

                                                  A medida que iba hablando sus músculos se iban aflojando y la tensión de su cuerpo disminuía…

 

  • Ahora no podrás decir que nunca tuviste una buena pija en el culo.
  • “No seas malo, no es sólo en el culo, debo tener la concha como una flor pero valió la pena, tuve orgasmos como nunca antes había tenido, jaja, ¿quién diría que este viaje iba a resultar tan revelador?”.

                                                  Ya no sólo hablaba, ahora también movía el culo suavemente haciendo fuerza sobre mi pelvis e incrementaba sus movimientos.

 

  • “Movete vos Guille, movete pero despacito, me está gustando ese pedazo de pija ahí adentro”.

                                                  No le iba a decir que no e incrementé mis movimientos de salidas y entradas suaves, al notar que ella colaboraba más, me solté.  El ruido del choque contra sus nalgas se hacía oír y comenzó a pedir más…  “Dame más, más adentro, creo que estoy llegando, no lo puedo creer, dame más, Guilleeeee, ahhhhh”  El orgasmo fue brutal y ya no quise aguantar, bien adentro de su recto le dejé un río de leche y esto ayudó a que tuviera algunas contracciones más.  Quedó con los ojos bien abiertos y los brazos y las piernas extendidos hacia lo ancho de la cama. 

                                                  Luego de ablandarme salí lentamente sintiendo como aún apretaba sus músculos acaricié lentamente su espalda transpirada, sus brazos, su nuca y sus hombros, ella se movía aceptando las caricias y parecía ronronear, luego fui a sus pantorrillas y a sus muslos, en ningún momento me acerqué a su sexo o a sus nalgas y ella lo notó.  Se giró en la cama y estirando los brazos me abrazó para besarme en la boca y en todo el rostro.  Me separé, me paré y le estiré la mano para ir a bañarnos, aquí tampoco hubo sexo ni caricias que lo insinuaran.  La bañé enjabonando todo su cuerpo y dejándole a ella que se lavara sus partes íntimas, nos ayudamos mutuamente a secarnos y nos fuimos a dormir un rato en la otra habitación, eran las seis de la mañana y pedí el desayuno para dos a las 09.30, después nos “desmayamos”, el cansancio nos pudo.  Luego de que desayunamos, le pedí un taxi y se despidió dándome las gracias porque la había tratado en todo momento como una mujer.  Yo me fui a dormir hasta el mediodía.

                                                    Era cerca de la una de la tarde cuando escuché golpes en la puerta, era Víctor, me había llamado por teléfono y como había quedado en vibración en la otra habitación, ni lo escuché.  Recién volvía de la reunión con el Gobernador, venía “chocho” de la vida porque le habían otorgado el trabajo, firmó un contrato por cuatro años, el ingreso era ajustable y tendría que empezar el viernes con las redes de una Municipalidad de un pueblo aledaño y después del lunes tendría que hacer una revisión en toda la Gobernación.  Su ingreso mensual se incrementaba en doce veces y con eso vivirían muchísimo mejor, le dije que pensara en un ingreso incrementado en seis o siete veces, lo restante lo tendría que utilizar para cubrir sueldos y gastos fijos, combustible, papelería, luz eléctrica, etc…  Le dejé claro que, por experiencia, sabía que pagando buenos sueldos o comisiones incrementaría sus ganancias en tranquilidad y confianza. 

                                                  Aceptó que tenía razón, el pensaba en el monto bruto y se olvidaba de pensar en el neto, en otras palabras, cuanto en realidad te quedaba en el bolsillo.  Además me dijo que Nora había salido a hacer unas diligencias con un Abogado de la firma que me representaba, principalmente en la Comisaría para que estos constataran que el hijo no estaba en el hogar y que el padre se lo había llevado ya que, de acuerdo al papel que había mandado el Abogado del marido, hasta se lo podría acusar de secuestro de la criatura.  Norma se encontraba limpiando y acomodando los muebles en el local nuevo, había ido con una señora amiga y un conocido para mover lo pesado.  Me preguntó si iba a ir a la casa a comer algo y le dije que no, que almorzaría algo liviano y me iría para el lado del río a contratar a un guía con lancha para pescar, que ya vería si lo hacía el martes o el miércoles o los dos días juntos. 

                                                  Yo notaba que Víctor quería decir algo y no se animaba o no sabía cómo encararlo.

  • ¿Qué dudas tenés?, parece que me querés decir algo y no te animás, dale “tri-tri” que nos conocemos de años.
  • “Esto que hiciste por mí no me lo voy a olvidar mientras viva, mi agradecimiento va a ser eterno y te imaginás que no quiero ni traerte ni que tengas ningún problema, ni por mí ni por mi familia”.
  • Sí, ¿y?, ¿eso a qué viene?…
  • “¿Tuviste algún problema con mis cuñadas?  Ayer a la noche después que dejaste a Norma y Lidia en casa, discutieron feo y después se metió Nora en la discusión, toda la bronca parecía recaer en Norma y era algo relacionado con vos.  Te aclaro que mucho no escuché pero les dije a las tres que yo te conocía bien y si había algo que nunca aguantaste es que te “rompieran las pelotas” con boludeces, les pedí que ni se les fuera a ocurrir molestarte”.
  • No, yo no podría decir que fueron problemas, además yo los arreglo fácil, no les doy más “bola” y a otra cosa…  El tema fue por Norma por boludeces de mujeres y por inexperiencia, pretendió decirme lo que tenía que hacer yo y “pagaron el pato” todas, eso sí, esto te lo digo a vos como amigo, ni abrir la boca al respecto…  Vos viste que yo les di toda la atención con las compras y luego en el boliche o en la cabaña y esa atención Norma la debe haber malinterpretado…  Cuando las llevé al ensayo es como que quiso ser un “poquito” más y le tuve que decir que me presentara como tío, incluso puso berrinches de celosa cuando me puse a hablar con una modelo, que, dicho sea de paso y para vos, pasó la noche acá…  Igual se lo aclaré y no pasó a mayores, por eso no salimos juntos anoche…  Te voy a ser sincero, no conozco tus intenciones con ellas pero cualquiera de las tres, está para darle y que tengan y guarden aunque yo tengo claro hasta dónde llego y quien me espera.
  • “Si te da el cuero, hacé lo que quieras, la vida de ellas es independiente de la mía.  Esa “pendeja” es una pelotuda, yo pensé que era más madura, no voy a decir nada pero tengo ganas de ponerle una zapatería en el orto”.
  • No les digas nada, yo después hablo con ellas, vos dedicate de lleno al tema del negocio y esto te lo voy a pedir como favor, no “agachés la cabeza” si se le ocurre regresar a tu mujer, yo no puedo incidir en tus sentimientos pero en cuanto ven que tenés y estás mejor las mujeres se vuelven todas buenas.
  • “Eso ya lo tengo decidido, ya no corta ni pincha”.  -Se despidió con un abrazo, ya nos veríamos luego-.

                                                     Después de comer algo, me quedaba ir al río a “cagarme” de calor, dar unas vueltas conociendo todo el lugar o dormir la siesta con el aire acondicionado prendido, no lo pensé demasiado, a una determinada edad y estando solo sin nadie que te incentive para hacer tal o cual cosa, se opta por la tranquilidad y por disfrutar como a uno más le guste y a mí, me apetecía dormir la siesta, fresquito y con toda la cama para mí. 

                                                  Bañado y cambiado, a eso de las 9 de la noche fui a cenar a la casa de Víctor, vestida con un jeans ajustado y una remera sin sostén, me recibió Nora con un beso y un abrazo más que “amistoso” porque su cuerpo pareció soldarse al mío haciéndome notar sus pechos duros y comenzó a “ametrallarme” contándome lo que había pasado con el Abogado.  Habían denunciado el “abandono de hogar”, el “intento de secuestro” que involucraba al Abogado que había mandado la nota y se había presentado el pedido de Divorcio Vincular con la solicitud absoluta de la Patria Potestad, algo que ameritaba el proceder del padre y de sus familiares.

                                                  Según el Abogado de Nora, lo más probable era que buscaran un “arreglo” para que no se efectuaran detenciones e iba a pedir el divorcio inmediato y la Patria Potestad, sin derecho a visitas, a cambio le ofrecería el retiro de las denuncias penales y dejaba sin efecto la manutención de la criatura.  Mañana tendrían una respuesta pero, por lo que había manifestado el Abogado amigo del marido, el padre y los abuelos paternos querían desligarse de todo.

  • “De nuevo te tengo que dar las gracias Guille, si no hubiera sido por vos esto se habría dado a la inversa y posiblemente hubiese perdido a mi hijo.  Ahora no sólo mi cuerpo, mi vida está a tu disposición”.
  • Dejate de joder y contame que me hiciste de comer…  Se lo dije riendo pero le di un abrazo y apreté una de sus nalgas, ella lo aceptó de buen grado moviendo el culito y me contestó…
  • “Te aviso que te extraña, jajaja”.

                                                  Nora se fue a atender la comida y apareció Norma también de remera y un shorcito que dejaba parte de sus “cachas” al descubierto.  Me besó en la mejilla un tanto fría, me dijo que Víctor había salido a comprar vino y cuando giró para irse, la tomé fuerte de un brazo…

  • Escuchame bien lo que voy a decir “pendeja”, a mí no me “caben” las escenitas de celos…  Cuando terminemos de cenar buscá el modo de irte de la casa, te venís a la cabaña y te aseguro que te voy a atorar de pija la garganta y te voy a dejar el culo rojo a “chirlos”, después te lo voy a romper y no quiero ninguna queja, ¿entendiste?
  • “Pero…”…
  • Pero, las pelotas, no te lo vuelvo a repetir, después que me vaya te llegás hasta allá sola y vas de minifalda sin ropa interior.  -Mi cara de enojo no admitía réplicas y le salió la sumisa-…
  • “Si mi señor, allí estaré”. 

                                                  Al ratito nomás llegó Víctor con una sonrisa extraña y nos contó que se había quedado charlando con un amigo policía que normalmente hacía trabajo administrativo y ahora andaba con el móvil en la calle…  Le preguntó el por qué y éste le dijo que estaban a la búsqueda de, aparentemente, una “bandita” peligrosa pero no tenían datos ni algo que buscar y mandaron a todos los efectivos a la calle…  Estos tipos habrían atacado muy mal al novio de una modelo y al guardaespaldas, lo habían hecho en el baño del boliche bailable y nadie se había enterado de nada pero los destrozaron, huesos rotos, caras cortadas y desfiguración de rostro y nadie escuchó ni vio nada.  Les comenté que seguramente era el novio de la modelo famosa que desfilaría en la comparsa de Norma y Lidia.

 

  • Yo fui al boliche esa noche porque la modelo me invitó y el tipo estaba medio “sacado”, incluso me amenazó a mí diciéndome que me rompería la cara si seguía hablando con la chica…  Ella se disculpó conmigo pero preferí irme para evitar problemas, seguramente alguno o algunos no fueron tan tolerantes y lo “atendieron”…  ¿Qué dijo la chica?
  • “Parece que no sabe nada, ella ya se había ido en un taxi porque estaba muy enojada con el novio…  Se habrá ido a algún lugar a pasarla bien con alguien, ¿no?
  • Posiblemente, habría que preguntarle a ella…  ¿Nunca te dijeron que sos bastante malo?, jajaja. 

                                                  Las chicas no dijeron nada pero, sabiendo ambas lo que había pasado con Norma y su reacción cuando me vio hablando con la modelo, deben haber sumado dos más dos respecto de dónde habría ido.  Mis fieles “hombres de negro” habían cumplido a la perfección con el encargo y era muy probable que un “agrandado”, ahora ex “carilindo”, una vez curado de sus heridas, se iba a tener que dedicar a otra cosa. 

                                                  Estaba seguro también que las fotos que comprometían a la chica habían desaparecido.  Casi al terminar de cenar Norma recibió un llamado telefónico y se fue a atender a su habitación.  Aproveché para despedirme recordándole a Víctor que mañana a la mañana tendría que retirar las camionetas, Nora comentó que temprano vendría el Abogado para ir a los Tribunales y opiné que todo saldría bien, que fuera con fe.  Yo dije que vería que hacía pues estaba de vacaciones y haría lo que “se me cantara”, mandé saludos a Norma y me fui, a la cabaña, a esperar a la “pendeja”

Continuará…

 

Por favor, si les gusta, valoren y comenten.

 

Gracias.  GUILLEOS1.

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