DE TODO UN POCO - SONIDOS Y RUIDOS.
La noche transcurrió de manera apacible, dormimos como lirones… Yo abrazaba el cuerpo desnudo de Carolina que, agotada por las tensiones del día y por las emociones, se “desmayó” entre las sábanas… Me desperté muy temprano y la sonrisa que me dedicó Caro al despertarse, me alegró la mañana, luego fueron caricias, besos, más besos junto a caricias y terminamos consumando el “himeneo”, es decir, “sellando” la unión de hecho… Cuando salió del baño envuelta en la toalla, yo aún seguía entre las sábanas…
- “¿Qué pasa amor?, ¿hoy tenés ganas de hacer un poquito de “fiaca” entre sábanas?”...
- No cariño, estaba pensando en la mañana que se nos viene encima, vení a mi lado que tengo que contarte algunas cosas… Me había puesto repentinamente serio y Caro lo notó…
- “No me hagas asustar, ¿qué es lo que pasa?”…
- Hoy habrá que “pegarse” al lado de Gimena porque va a recibir una noticia bastante fea… El Ministro y el Comisario me pusieron al tanto de lo acontecido en el procedimiento que se hizo en la Estancia de Gimena…
- “Algo me comentó Gime pero, es como que no le dio importancia, confiaba en vos y además, no sabía que pasaba allí adentro”…
- Se encontraron armas, dos cadáveres enterrados y se detuvieron a dos personas, al Capataz y su mujer, según parece, estos denunciaron al Intendente, al marido de Gimena y a varios más del pueblo que se quedaban con dinero de subsidios y otras cosas más… Hay un lío infernal y hoy se van a hacer detenciones, eso no es lo peor, antes de ir a Mar del Plata, Rogelio me avisó que había encontrado un cadáver en una zanja, no se lo podía identificar salvo por un tatuaje en el pecho, el mismo tatuaje que nos dijo Gimena que el marido tenía… Se supone que ha sido un ajuste de cuentas y en la casa del Capataz también se encontró una fusta con la sangre de este “pelotudo” que se habría usado para castigarlo o torturarlo…
- “Eso que me contás es terrible, pobre Gimena, se va a poner muy mal”…
- Ya está confirmada la identidad pero ella tiene que identificarlo y hoy, a eso de las 10.00 va a venir el Comisario a notificarla y a pedirle que haga el reconocimiento del cuerpo… La llamaban “la esclava” y menos mal que los detenidos declararon que ella estaba al margen de todo… Habrá que estarle muy encima porque aunque sea una liberación, la noticia no le va a caer bien…
- “Contá conmigo, vamos a acompañarla en todo”…
Nos acercamos a la cocina a desayunar, yo llevaba a Carolina cruzando un brazo sobre sus hombros en un claro gesto de posesión, Ana María nos miró interrogando a Caro con la mirada… Le pedí a Ana que llamara a Fernando y cuando éste se hizo presente, les pedí atención…
- Los llamé porque tengo que comunicarles algo, con ustedes no va a cambiar nada pero para mí cambia todo… Carolina ha aceptado ser mi mujer y estamos muy felices…
Gonzalo que justo entraba en ese momento tuvo una reacción que “despatarró” el ambiente…
- “¡Mamááááá!”, -dijo y le dio un abrazo sincero a Caro-… Las risas no tardaron en hacerse oír y las felicitaciones no tardaron en llegar, el abrazo con mi hijo tampoco… Fernando que, dentro de su lógica, solía ser desubicado preguntó…
- “¿Hay que llamarla de una manera especial?”…
- “¡Fernando, que ni se te ocurra!... Sigo siendo Carolina o Caro o la Doctora de la Estancia, nada va a cambiar con ustedes y además, ya me veo que Guille me hará trabajar el doble”… El abrazo de Ana María fue conmovedor, “hay que hacer una fiesta” -dijo-…
- “¡Nooooo!...-saltó Caro-, por un tiempo largo que no se hable más de fiesta, bastante tuvimos ayer”… Gimena, para variar, comenzó a “moquear”…
- “Estoy tan feliz por ustedes, que, que, que no sé qué decir”…
Las risas y las chanzas se cortaron con la llegada de un móvil policial, descendió Rogelio y un Oficial Sumariante, después de saludar dijo que venía a hablar con Gimena y me pidió a mí que los acompañara, lo hice con Caro y no puso objeciones…
- “Señora, tengo dos noticias que darle, la primera tiene que ver con la sentencia del Juez XXXX que la autoriza a regresar a su casa y hacerse cargo de toda la propiedad, -le entregó unos papeles con sellos y firmas del Juzgado interviniente-… La segunda es muy desagradable y lamento informarle que se ha encontrado el cuerpo sin vida de su esposo”… Gimena se llevó las manos a la boca para reprimir un grito y le fallaron las piernas, su lividez era casi “palpable”, Caro la sostuvo y la hizo sentar en el sofá abrazándola…
- “Pero, pero, ¿Qué sucedió?”… -atinó a preguntar-…
- “Creemos que ha sido un ajuste de cuentas porque formaba parte de una red de corrupción perfectamente detectada… Los asesinos -el Capataz y su concubina- ya han sido detenidos y confesaron entre otros, este hecho… Desgraciadamente es una realidad porque tenemos las pruebas de ADN que lo confirman pero vamos a necesitar una identificación suya que acredite que efectivamente era su marido”…
Las lágrimas de Gimena se hacían imparables y estaba a punto del desmayo, Carolina salió corriendo por un vaso con agua y unas sales, lo cual alteró a quienes estaban expectantes en la cocina…
- “¿Qué pasó, Caro?, ¿qué pasó?”... -preguntó Ana María-…
- “Gimena se descompuso, han encontrado el cuerpo del marido, luego les cuento más”… Y salió regresando rápido adonde estábamos…
En la morgue de la ciudad tuvieron la delicadeza de pedirle a Gimena que sólo identificara el tatuaje y evitaron que viera el destrozo del rostro del occiso… Luego de esto y de sollozar un poco firmó los papeles que le presentaron y nos retiramos… En la camioneta Caro y ella viajaban en el asiento trasero y se mantenían abrazadas mientras Caro la contenía y le hablaba con dulzura… La mirada de Caro en el espejo fue elocuente y afirmé moviendo la cabeza, entonces levantó la cara de Gimena y le dio un beso muy dulce que ella correspondió… Los besos se multiplicaron y se hicieron más apasionados, las manos colaboraron con caricias y los pechos prontos salieron a la luz… Gimena se prendió a las tetas de Carolina y las chupó por un largo rato como si fuera una bebé, ésta pellizcaba los pezones de su amiga y los gemidos de satisfacción inundaron el reducido lugar…
Luego fueron los dedos de Carolina que se ocuparon de los genitales de Gimena, no permitió que ella hiciera lo mismo, el golpecito en uno de sus muslos la convenció para quedarse quieta y que gozara del momento… Caro sabía muy bien lo que hacía y el orgasmo no tardó en alcanzar a Gimena, tensión, grito de placer, relajación y agradecimiento, todo fue en ese orden y se quedó más tranquila…
- “Gracias Caro, gracias Guille, lo necesitaba… Al principio, cuando me lo dijeron me sentí muy mal, ahora, cuando ya ha terminado todo siento una paz y una liberación que no puedo explicar, hasta se me ocurre pensar que lo tenía merecido… Ya no quiero ni acordarme de él, parientes no hay así que voy a ordenar la cremación y que tiren las cenizas adonde quieran, trataré de imaginar que nunca existió”…
- Llevalo con calma, ya pasó ahora tenés que pensar sólo en vos y lo primero que vamos a pedir es que liberen las cuentas para saber con que contás y mientras eso sucede yo te voy a ayudar…
Gimena se quedó pensando y erróneamente creímos que era en su esposo, la primera que preguntó fue Carolina…
- “¿En qué pensás Gime?, dejá a los fantasmas de lado”…
- “No, no pensaba en él, pensaba en la casa y en la Estancia, no sé qué debo hacer”…
- Lo primero es buscar a alguien de confianza que sepa y conozca bien todo el movimiento… Tengo al hombre ideal y es de absoluta confianza, el tema es ver cómo lo convenzo para que venga y se acomode -de inmediato pensé en Miguel-, mientras tanto le vamos a pedir ayuda a Fernando y a Ana María para que se instalen con vos una semana o diez días…
- “¿No te voy a poder tener más?”...
La cara de tristeza fue muy evidente…
- Con Carolina no te vamos a “dejar pagando” pero la relación ya no será tan cercana… Por lo pronto te voy a “liberar” con Ana María aunque sin violencias y sin que se entere Fernando, luego veremos más adelante…
- “Voy a preparar una habitación exclusiva para nosotros, totalmente insonorizada para que me rompas el culito y yo pueda gritar a gusto, ¿quieren?”…
- “Sí, loca, sí y yo te voy a dejar el culito marcado a “chirlos” como te gusta”… Le contestó Carolina ante la aceptación y las risas de Gimena… Nos gustaba más esta versión de mujer “liberada” que exhibía la “vecina preferida”…
Cuando llegamos a casa almorzamos rápido y hablé con Fernando y Ana María mientras las demás chicas ordenaban y limpiaban todo para irse un rato a la pileta… Fernando aceptó encantado de colaborar, Ana María también dijo que se ocuparía de organizar toda la casa aunque hizo un cierto mohín de disconformidad… Luego hablé con Fernando a solas para indicarle como quería que procediera…
- Fernando, allá te vas a hacer cargo de los hombres, ya sabés como pienso, el que no sirve o te jode un poco, le das el “flete”, sin vueltas, no quiero “yuyos dañinos”, revisarás las maquinarias, hay que ver cómo está la hacienda, que se puede vender y ver los sembrados porque creo que tiene sembrados… Voy a tratar de convencer a Miguel para que venga y se haga cargo porque vos seguirás siendo el Encargado de “Tranquilidad” aunque allí tendrás poder de decisión como si fuera yo… Hacé las cosas con tranquilidad y con firmeza…
Se quedó conforme y dijo que no me defraudaría, luego llamé a Ana María y me encerré con ella en el escritorio…
- ¿Se puede saber qué te pasa?... ¿Por qué andás con esa cara?…
- “Nada, ya te dije que acepto el lugar que me das pero, te pusiste en pareja con Carolina y me encanta porque los quiero a los dos y para peor, ahora me sacás de la Estancia como si te molestara”… Sus “pucheros” me causaron gracia…
- ¿Qué voy a hacer con vos?... ¿Cómo tengo que hacer para que aprendas?... Abrí la puerta y la llamé a Carolina…
- Caro, ¿podés creer?, le digo a esta ingrata que “tengo ganas” de verlas chuparse las conchitas mientras le rompo el culo y dice que vos no vas a querer…
Carolina reaccionó de forma instantánea, estaba parada atrás de Ana, tomó y apretó los dos pechos pasando las manos por debajo de las axilas y la besó en el cuello, luego la hizo girar para quedar enfrentadas, se besaron mientras desabrochaban sus pantalones y se los bajaron hasta los tobillos arrastrando en la bajada a la ropa interior… Caro se sentó en la alfombra y de un tirón arrastró a Ana que quedó encima de ella, volvieron a besarse apasionadamente mientras yo bajaba mis pantalones y me tocaba el miembro endurecido a más no poder…
Cada una de ella desembarazó un pié del pantalón y tuvieron más holgura para abrir sus piernas, seguían una encima de la otra pero ahora enfrentando el pubis a la boca contraria… Los lengüetazos y dedos de Carolina hacían gemir a Ana en un “in-crescendo” peligroso, entonces levanté su cara y penetré su boca hasta el fondo de su garganta, fue lo único que hice, ella sola se aferró con sus manos a mis caderas y continuó con las penetraciones atorándose y babeando mi pene y los muslos de Caro… Ninguna se quedó quieta, Caro hacía un buen trabajo en el clítoris de Ana que se retorcía y gozaba con los cuatro dedos de Ana repartidos en sus dos orificios… Orgasmaban como dándose corriente eléctrica, se recuperaban rápido y seguían, saqué mi miembro de la boca de Ana y dando la vuelta encaré el glande en su culo…
Sabiendo lo que venía Ana incrustó boca y cara en la vagina de Caro para no gritar, apenas si punteé y entré en su culo semi-dilatado por los dedos de Caro, no gritó pero cuando choqué con sus nalgas tuvo un orgasmo tremendo y me apretó fuerte con sus músculos anales… Le volvió a pasar lo mismo cuando, después de doce o quince entradas y salidas, me descargué en el fondo de su culo, eso sí, el último chorrito lo recibió Caro en su boca y se dedicó a limpiarlo… Ana María se recostó satisfecha sobre el cuerpo de Carolina y unos segundos después nos habló…
- “¡Qué placer, por Dios, qué placer!... Los amo a los dos y les voy a contar un secreto, ¡Se la chupé un ratito a Fernando y me la metió en el culo!, le dije que lo había visto en la computadora que me estaba enseñando a usar Sol y quería que él me hiciera lo mismo para ver que se sentía… ¡Pobre Fer, no saben cuando sufrió cuando empecé a gritar que me dolía y que me la sacara!... Le comenté que lo que faltaba era lubricación y que me dejara hacer otra cosa que había visto, me la metí en la boca y casi “se da vuelta”, después intentó de nuevo y llegó hasta el fondo, no aguantó mucho y no es lo mismo que con “patroncito” pero, algo es algo”… ¡Qué hijas de…!... Las risas de las dos abrazadas eran casi malignas… Luego mientras se vestían le hablé a Ana…
- Hoy se van con Gimena, ordená todo lo de su casa y veré de hacerlos volver lo más rápido posible porque tu lugar de Encargada está aquí… Te voy a “liberar” con Gimena pero ¡ojo!, sin violencia, sin marcas, Gime está cambiando el “chip” y hay que ayudarla y otra cosa, sin desesperación, Fernando no debe enterarse de nada, ¿podrás?…
- “Guille quedate tranquilo, vamos a estar mucho tiempo solas y ambas sabemos dónde “mordernos” para no hacer escándalos, jajaja, lo aprendimos a “pijazos” limpios”…
Comenzaron a reír a carcajadas y las “eché” a las dos porque juntas “me podían”, Caro atendió el teléfono y Ana se fue a preparar alguna ropa para que luego Gonzalo los llevara a todos hasta la Estancia “Los Nogales” y los ayudara un buen rato en el lugar… Al quedarme solo tomé el teléfono y llamé a Miguel esperaba poder convencerlo…
- Hola Miguel, que dice amigo, ¿cómo andan las cosas?…
- “Hola Guillermo, gusto en escucharlo y… andan nomás… Si llamaba por la ayuda que me ofreció, no va a poder ser, está brava la cosa por aquí”…
- En realidad lo llamaba porque necesito su ayuda pero, dígame, ¿qué pasó?, lo notó medio caído cuando habla…
- “Me volví justito para acá, este hijo de mil putas de mi sobrino y la mujer me dejaron en la ruina, me vendió animales, herramientas, cosas de la casa, dejó morir de hambre a las gallinas y los conejos y se mandó a mudar quien sabe adónde, salí como loco a buscarlos y me dio un “patatús” que casi no la cuento… Estuve dos días internado, ahora estoy mejor pero tuve que poner en venta los caballos, uno lo “regalé”, lo vendí muy barato para poder mantenerme”…
- Pero, hombre, usted es un cabeza dura, ¿por qué no me avisó?, me iba para allá o le decía a uno de mis hijos que se acercara…
- “No mi amigo, es la que me tocaba a mí y ya bastante me ayudó… Ahora cuénteme, ¿qué necesita de este gaucho?...
- Necesito de su experiencia y conocimientos…
- “¿Tuvo problemas con ese hombre, Fernando?...
- No para nada, su “recomendado” es de “fierro”… Le cuento rápido, hay una vecina que se ha hecho muy buena amiga y es dueña de una Estancia de 150 hectáreas cuyos campos están cercanos a los míos… El caso es que nunca supo cómo llevar la Estancia, su marido estaba metido en asuntos peligrosos y lo asesinaron, quedó viuda y sin saber que hacer pero con muchas ganas de sacar eso adelante… El tema es que necesita un Capataz que sea hombre de confianza y yo pensé en usted… Por ahora lo he mandado unos días a Fernando para que ordene un poco todo, para que “limpie” a la gente que no sirve y la ayude en lo que pueda pero, yo necesito a Fernando aquí y ella necesita alguien en quien confiar a ciegas…
- “Me interesa Guillermo pero voy a necesitar cinco o seis días para vender todo lo que me queda aquí y cambiar de aires, ¿cómo sería eso?...
- Casa, comida, un sueldo importante que le voy a pagar yo porque ni sabe de lo que dispone y decisión absoluta para hacer y deshacer, siempre con la anuencia de ella claro…
- “Desde ya le digo que sí, todo me apasiona y “algo” conozco… ¡Cómo haría para llegarme hasta allí?...
- Yo lo necesitaría aquí el sábado, lo mando a mi hijo mayor a buscarlo y él lo trae, tráigase lo imprescindible porque tiene coche, no podrá cargar mucho…
- “No se hable más, el viernes noche o sábado desde muy temprano estaré preparado para partir”…
- Le agradezco Miguel, lo espero…
Me quedaba hablar con Lucas, además tenía que saber que había pasado con la nieta y la familia de la “ex”, yo había estado sobrepasado de problemas y a Lucas agarrar el teléfono parecía que le daba urticaria…
- ¿Qué hacés nene, cómo andás?... Yo bien, sigo vivo, con un montón de quilombos pero vivo…
- “Jajaja, no te enojes viejo ya sabés como soy, me “cuelgo” con alguna cosa y me olvido de usar el teléfono… Muchos quilombos no debés tener porque vi que en la Estancia estuvieron de fiesta “grossa”, vos no aparecés pero aparece Gonzalo, Carolina, Ana María, todos junto al Presidente y a la Gobernadora comiendo un asado “de aquellos”, salen todos reunidos los del Partido Político en el Salón grande de tu casa, están ahora en todos los noticieros… También están en las noticias policiales, se “pudrió” todo en ese pueblo”…
¡La puta madre, lo que me faltaba!, me agarré la cabeza, esto apuraba otras cosas…
- Entre otros quilombos, esto fue algo de improviso y laburamos como negros para que saliera todo bien, además tuve de “refugiada” a una vecina a la que le mataron al marido que, encima era terrible delincuente, el marido digo pero… eso ya está, contame vos como andan tus cosas…
- “Por acá tampoco estuvieron fáciles las cosas, apareció mi cuñado muerto, según parece, “ajusticiado”, tuve que declarar por el tema del negocio porque están todos presos acusados de fraude al fisco, complicidad con “piratas del asfalto”, tenencia de mercadería robada, están “hasta las manos” y “cagados hasta el pecho” porque mi “ex” suegra mandó al frente a varios tipos y se las tienen jurada, ni “adentro” están seguros, tienen como para diez años de “sombra” y todos los bienes embargados… Yo tuve que declarar pero “zafé” porque todo eso se incrementó después que me separé… Tu nieta está con Psiquiatra y Psicólogo ya que detuvieron junto con ellos hasta el marido actual de mí “ex” y no puede ver a la hermana porque al no haber parientes directos, la tienen en custodia judicial… Yo también estoy bastante “cargado” de problemas”…
- ¡Qué cagada!... ¿Qué se puede hacer, en que te puedo ayudar?...
- “No sé viejo, Moira está bastante alterada y ya la Psicóloga me dijo que está muy apegada a la hermana y no verla la desequilibra mucho más que lo de la madre… No te enojes pero decidí pedir la custodia provisoria de la hermana de Moira y criarla yo, por lo menos hasta que estos salgan… Según la Psicóloga estar con la hermana y cambiar de aires le vendría genial a tu nieta”…
- ¡Mierda! y yo que creía que tenía problemas… Ni pienses que me voy a enojar, aparte de darle tranquilidad a mi nieta, no deja de ser una criatura desamparada… ¿Qué pasa con el pedido de esa custodia?...
Rápidamente se me cruzó en la cabeza que era “al pedo” tener amigos en el Gobierno y hacerles favores sin intentar “cobrarme” algunos de ellos…
- “No sé, los papeles ya se presentaron pero no me aseguran una resolución favorable y de ser así tardaría un mínimo de seis meses, no hay garantías”…
- Pasame luego todos los datos por mensaje, el Juzgado, la Secretaría, el Juez y el número de la Causa, voy a hacer algunas llamadas telefónicas, ya que me han pedido favores trataré que me devuelvan algunos, eso sí, ni palabra a nadie, ni a los Abogados, si me dan bola, que ellos también se encuentren con la sorpresa…
- “¡Qué buena idea viejo”, en una de esas “cuaja”… Bueno ya te paso todo pero, contame más”…
- Lo más importante, decirle a Moira que tiene una “abu joven” y lo otro era un pedido que quería hacerte pero si no se puede veré si me arreglo con Gonzalo…
- “Felicitaciones viejo, ¿te decidiste?... En el viaje de regreso Moira me volvió loco hablando de Carolina, ¿qué querías pedirme?”...
- El tema es que Miguel tiene que venir para acá, el viernes a la noche o el sábado para trabajar como Capataz en la Estancia de esa vecina que te contaba… Como no tiene con quien venir y no sabe llegar, pensé que podrías traerlo y pasar el finde aquí…
- “Creo que la nena no va a tener problema y le vendría bien despabilarse un poco y hablar con Carolina, mi mamá vive despotricando contra toda la familia de ella y no la ayuda en nada… Hablo con Moira y después me pongo en contacto con Miguel para coordinar horarios, pienso que no va a haber problemas”…
- Listo hijo, un beso y teneme al tanto…
Nos despedimos, esperé un rato hasta que me llegaron los datos que le había pedido y me dispuse a llamarlo a José para que me asesorara y, si podía, que me ayudara… Antes fui a la cocina, prendí el televisor y sintonicé un canal de noticias… “Estaba en el horno”, ya vería que hacía al respecto, los llamé a todos y les dije que se vieran un rato en la tele… Se apiñaron juntos, unos cambiados para irse y otras en trajes de baño… En virtud de su propia propaganda habían hecho casi un programa entero dedicado a la “Reunión Secreta” para afinar los lineamientos políticos a seguir…
Detalles de la casa, primeros planos y reportajes de los Encargados, de la Doctora, de Gonzalo, de la dueña de la Estancia vecina, de las chicas que servían, de los parrilleros, los saludos con el Presidente y todos los demás, las fotos que se sacaron, las felicitaciones por la atención, los autos estacionados, la reunión en el Salón, el asado en el galpón grande con todos departiendo, faltó la pileta y la esposa del Comisario cogiendo adentro del coche, después, hubo de todo, yo no salía en ningún lado, ni mi nombre pero, la presencia de Gonzalo diciendo que era el hijo del dueño y de Carolina que era conocida de, ahora mi última “ex”, me mandaba al frente… Los dejé entre gritos y exclamaciones y salí nuevamente para hablar con José…
Detrás de mí salieron Gonzalo, Fernando, Ana María y Gimena, se venían a despedir porque ya se iban a la casa de Gimena… La despedida fue para filmarla, Gimena se quería tirar en mis brazos y lo mismo Ana pero se contenían y sólo hubo un par de besos en las mejillas, los demás ya se habían despedidos… Al margen de las recomendaciones les pedí que me avisaran de cualquier problema, Gonzalo aprovechó para decirme que si había mucho despelote él se quedaría a ayudar… Mientras subían a la camioneta noté que Carolina se aprestaba a salir, le pregunté adónde iba y me dijo que había quedado con Gracia para ponerse de acuerdo, ya que mañana comenzaba la vacunación y debía enseñarle el funcionamiento de la inyectora, además como se organizarían y en qué lugar de la casa en construcción…
Le di un beso y la dejé ir, me quedé solo con las chicas que ya habían regresado a la pileta y lo llamé a José…
- Hola José, espero no molestarte y no te enojes, necesito otro favor…
- “¿Qué decís boludo?, después de lo espectacular de ayer podés pedir lo que quieras, si está a mi alcance bien, sino, buscamos la manera… Me gané un montón de felicitación desde todos lados, quedaron todos encantados… Contá, ¿qué problemita tenés?”…
- En realidad el problema lo tiene mi hijo mayor Lucas…
Le conté todo el problema que tenía Lucas y le di los datos para ver si él podía hacer algo… Sabía que era difícil por el tema de la División de Poderes y esto no era algo del Ejecutivo o del Legislativo ya que, en “hipótesis” el Poder Judicial era independiente de lo Político…
- “¿Quién me dijiste que era el Juez que tiene que fallar?”...
- El Juez se llama Alejandro Rivera Peñaloza, lo que no sé es si le dicen “Chacho”, jajaja…
- “¿Vos sabés de quien me estás hablando?”…
- No José pero, si la “cosa” es muy jodida no te comprometas, ya veré como me arreglo…
- “Pará Guille, ese hombre come conmigo dos veces a la semana, es “del palo”, incluso ha trabajado con nosotros en un par de procedimientos… ¿No te acordás de “Ale” al que le decíamos “el cheto” porque era muy “finoli””…
- ¿Ese tipo es “el cheto”, no me jodas si tenía otro apellido…
- “¡Ahh, claro y vos no y yo tampoco!... Ya lo estoy llamando y en una de esas mañana tenés solucionado el “inconveniente”, me avisa y yo te llamo… De paso aprovecho para decirte que ya hablé con el nuevo Candidato, la semana que viene se reúne con vos”…
- Listo José, gracias y me sacás un peso de encima, mandale saludos al “cheto”…
Me quedé pensando que los “intentos” sólo tienen razón de ser cuando los llevás a cabo, por si o por no, si no intentás, te quedás con la duda o siempre con el NO… Me fui contento para el lado de la pileta y allí me puse más contento, “mi amigo” también y amagaba con brincar de alegría… Las chicas tomaban sol con sus bikinis convertidas en tangas, se habían colocado la tela sobrante en la raya del culo y sus nalgas quedaban totalmente al aire y al sol, además sus corpiños recogidos y hechos unas tiras sólo tapaban sus pezones, imaginen como se veían el culo y las tetas de Rosalía, aunque, a decir verdad, los de Marta y Graciela no se quedaban atrás en lo atractivo…
Al llegar al lugar amagaron con arreglar su ropa y les hice una señal, con el dedo índice extendido lo movía de derecha a izquierda…
- ¿Qué hacen, me están engañando?, llego yo y se tapan hasta las orejas, eso no tiene gracia…
- “No, es que pensábamos que se había ido con Carolina y queríamos aprovechar el sol”… -dijo Graciela-…
- ¡Ahhh!, encima que me engañan, son pacatas…
- “¿Por qué nos dice eso?”... -saltó Marta-…
- Porque si de verdad creían que estaban solas se hubieran sacado los corpiños, las “modelos de televisión” como ustedes no andan con una parte del pecho bronceado y una tirita blanca tapándole las puntas… Todas se rieron y se miraron entre ellas como consultándose…
- Hagamos una cosa, ¿Qué quieren?, ensalada de frutas o helado... Yo voy a buscarlo y cuando vuelva tendré dos opciones o me pongo contento o me sigo desilusionando…
- “Esperá Guillermo, ¿no se irá a enojar Carolina?, no queremos tener problemas con ella”…
- ¿Está Carolina?, no, no está… Ella es mi pareja pero no puede exigirme nada, es más, si estuviera acá estaría tomando sol como se debe…
Me fui para la cocina pensando en aplicar el “tengo ganas” con las tres, las condiciones estaban dadas, en la Estancia no había nadie, si Carolina llegara de improviso, seguramente se uniría sin demasiados pruritos y tendría el tiempo suficiente para horadar el fabuloso culo de Rosalía, hasta pensé en el tubito de Xilocaína que guardaba Caro en el botiquín, ya que serviría para dormir y aflojar la zona anal de la morocha… No sólo lo pensé, “mi amigo” estaba encabritado exigiendo lo mismo y con muchas ganas de mostrarse… Las caricias y los apretones que yo mismo le daba sobre la tela del pantalón y el bóxer no alcanzaban a reducir su “urgencia”… Apurado por él y por la “calentura” que, en cierto modo, me dominaba, fui hasta el botiquín de Carolina y saqué el tubito, lo llevé conmigo hasta la mesada de la cocina y… allí lo dejé, saqué tres helados del freezer con las correspondientes cucharas y regresé a la pileta a dejárselos…
Ellas reían al verme llegar y salieron del agua para comer los helados… Las tres mostraban las tetas sin pudores cuando se sentaron en los sillones plásticos chorreando agua… Las miraba admirando esos pares de tetas de pezones endurecidos que brillaban con gotas de agua que el sol iluminaba…
- Chicas, debo reconocer que sus tetas, no sólo parecen lindas cuando están vestidas, desnudas son maravillosas y las debo felicitar, son dignas de admiración, duras, llenas, atractivas, deseables y otras cosas más que no digo porque soy “viejito” y me hace mal…
- “Viste Guille, no te desilusionamos”… -dijo Marta que parecía excitada y la más lanzada-, no sé las chicas pero yo te agradezco mucho los elogios, las mujeres no siempre tenemos la oportunidad de recibir elogios exentos de groserías por nuestros pechos”…
- “A nosotras también nos ha agradado todo lo que dijiste… -expresó Graciela sacando pecho- Lo único que faltaría para completarlo es que te metieras al agua con nosotras”…
- Les agradezco preciosas pero ya he recibido suficientes alegrías por hoy, me voy a dormir un rato para soñar con ustedes… Marta, ¿me llamás un rato antes de la cena?…
Me dijo que si y me fui, las tres se quedaron pensando que quizás me había asustado, ¡vaya a saber uno lo que pensaron!, lo que tenía claro es que Rosalía sabía cómo me las gastaba y había omitido hacer referencia a nada… Quedé re caliente pero no me pareció correcto lo de las tres juntas… Antes de dormirme vibró el celular, era Carolina para preguntarme si podía quedarse hasta un poco más tarde… Estaba en la casa de Gracia terminando de finiquitar todo para mañana, la habitación de la futura Clínica ya estaba terminada y aseada para usarse y el pueblo estaba convulsionado por las tres noticias más importantes del día, la detención del Intendente y otros hombres conocidos en el lugar, el asesinato del marido de Gimena y la presencia del Presidente y otras autoridades en la fiesta de la Estancia…
Me contaba que muchas vecinas se habían llegado hasta la Clínica para hablar con ella, agradeciendo la iniciativa y otras tantas habían ido a la casa de Gracia para “cotorrear” por la presencia de ellas en la tele… En definitiva, después de terminar con todo, Gracia y las hijas le habían pedido que las acompañara a tomar algo en el Club Social y la idea no le desagradaba porque conocería a muchas otras personas de influencia en la zona… -En otras palabras, mujer al fin, quería seguir “chusmeando” un rato más-…
- Tomá el tiempo que quieras, amor… sólo el tiempo, sin alcohol que vas a tener que manejar de noche, por lo demás, no hace falta que te explique nada…
- “Quedate tranquilo mi Cielo, te veo luego… Muchos besos”…
Entendió que la recomendación era por Sol y yo me quedé dormido más “caliente” aún, recordando el momento que pasamos los tres juntos… Pensé que había dormido toda la noche cuando me despertaron unos golpecitos en el hombro, por instinto miré el celular y había transcurrido sólo una hora pero me encontraba descansado y con una erección que dolía… Era Marta, vestida con la pollera y la blusa de uniforme diario, me pidió disculpas por despertarme y me preguntó si podía hablar un rato conmigo…
- Por supuesto hermosa, no hay problemas, ya les dije que lo hicieran cuando tuvieran ganas o necesidad de hacerlo, ¿qué es lo que te pasa?... Acercate más, sentate en la cama…
Noté que no desviaba la vista de mi cara porque había notado la erección y yo bajé la vista para mirar que el canal de sus tetas en la blusa denunciaba la falta de ropa interior… Me decidí al instante, le iba a dar para que tuviera y guardara, aunque se mostrara algo vergonzosa…
- “Como creo que nos pasó a todas quería agradecerle los regalos y me parece que me pasé de confianzuda, incentivé a las chicas para mostrarnos así y tengo miedo de haberlo molestado”…
- ¿Me estás jodiendo?... ¿Por qué habría de molestarme?... Molesto estaría si se ponen en “pacatas idiotas” porque me estarían demostrando que lo de “adultas” es sólo una fachada… A ver… ¿Te puedo hacer un par de preguntas?…
- “Si Guillermo, por supuesto”…
Notaba su nerviosismo para expresar lo que sentía y lo que quería pero, las manos entre las piernas aferrando los respectivos muslos apretados, no me dejaban lugar a dudas, la “calentura” podía más y me bastaba con muy poco para tenerla pero, la dominación que ejercía el “tengo ganas” era esencial para mí, no sólo porque me pediría lo que quería que le hiciera sino porque me aseguraba discreción y el saber mantener su lugar… Estaba más que seguro que si sólo las “ganaba” por carisma, simpatía o dinero, el lugar con todas esas mujeres se convertiría en una “bolsa de gatos” en que cada una querría obtener para sí instalando “competencias” demasiado inconvenientes…
- Veamos, adulta creo que sos, pues bien, hablaremos como tales… ¿Estuviste casada?... “¿Hace tiempo que no tenés relaciones con otra persona?... ¿Te solés calentar sola más de una vez?... No, no es necesario que me contestes, todo eso ya lo sé por eso, sin gritar y hacer escándalos, me gustaría que me contestes… ¿Por qué me tendría que molestar que te pase eso?... ¿Acaso crees que yo no “tengo ganas” de ponerte en cuatro y perforarte ese hermoso culo que tenés o que me la chupes hasta saciarte o dejarte la conchita brotada como una flor?…
Los pocos segundos de duda y la abertura sorprendida de sus ojos negros me “calentaron” aún más…
- “Ayyy, Guillermo, me corren escalofríos por todo el cuerpo, por favor, dejame que te la chupe, quiero tomarme toda tu leche, poneme en cuatro, “patitas” al hombro, boca abajo, como más te guste pero dame por donde quieras, necesito sentirte, tengo toda la concha destilando jugos, dejala como flor, partila, por favor, hace rato que no hago nada y debe estar todo cerrado, abrime todo a pijazos, lo necesito”… Pedía, miraba, se exaltaba pero aún no se animaba a mover sus manos para tocarme…
- Con un par de condiciones, serás una más, no me pedirás y esperarás a que te toque el momento, sin celos y compartiendo cuando yo quiera, sin siquiera pensar en otro, discreta y a mi disposición… Si no aceptás, seguirá estando todo bien pero aquí se corta todo…
- “Síííí, por favor Guillermo, acepto todo seré una tumba y estaré dispuesta siempre para vos pero cogeme, ¡por Dios! cogeme, estoy desesperada por sentirte… Dejame tocarte, necesito tocarte y sentirte”…
Me moví hacia el medio de la cama y con la palma de mi mano señalé su lugar, se levantó, desabrochó rápido su blusa y sacándosela, exhibió sus dos tetas majestuosas y rojas de sol y calentura, los pezones de casi un centímetro estaban duros y apuntándome… La pollera cayó al piso y la tanga negra no tardó en seguir su camino, desnuda, majestuosa y sacándose las sandalias subió a la cama… Atrapé su nuca y la besé profundo mientras amasaba uno de sus pechos y pretendía pellizcar uno de sus pezones, pretendía porque su dureza asemejaba a una piedrita y es imposible pellizcarlas, apenas pasar las uñas por sus bordes, sus gemidos apagados y contenidos no se hicieron esperar… La otra mano acariciaba su espalda recorriéndola con yemas y uñas, algo que la hacía gemir y erizar toda su piel… La mano de los pechos salió y apoyándose moví su cabeza apuntándola hacia mi entrepierna, no hizo falta indicarle nada, me bajó el bóxer y tomando mi pija en la mano me miró sorprendida…
- “Esto me va a costar Guillermo, nunca conocí nada igual, apenas si puedo cerrar mi mano pero juro que voy a poner todas mis ganas”… Se agachó a lamer el glande y recorrió todo con su lengua introduciéndolo lentamente sin pasar de la mitad y pajeándome fuerte con la mano que lo sostenía…
- Marta, para paja me la hago yo, chupalo e introducilo lo más que puedas y girá el cuerpo que me quiero devorar tu concha…
Se puso en 69 y me dediqué a lamer, morder suavemente el interior de sus muslos y los bordes de su intimidad hasta introducir mi lengua vivoreante dentro de esa vagina depilada y jugosa, sus gemidos se incrementaban y su gozo se transmitía… No tardó mucho en tener su primer orgasmo, la succión en el clítoris receptivo resultó, me mojó la cara mientras se retorcía y luego se aflojaba… Parecía no ser de las que gritaban pero tampoco de las que sabían dar una buena mamada, habría que obligarla a tragar, la acomodé con su cabeza colgando del borde de la cama y penetré su boca, primero alojó la mitad y amagó con arcadas, el apretón en las tetas y el retorcer sus pezones le hizo comprender que debía dar un poco más…
Me cogí su boca entrando y saliendo con ganas mientras la abundante saliva escapaba por las comisuras de sus labios, mis dos manos acariciaban sus pechos, con cariño, sin infringir dolor y no llegué a meterla toda pero empujando lo más que pude llené su garganta de leche y la retiré un poco para que tragara con comodidad… Al salir de la posición en que estaba, sus ojos llorosos contrastaban con la felicidad de todo su rostro…
- “Me encantó eso de “me la chupás o me la chupás”, me gustó que me cogieras la boca y me permitieras tomar toda tu leche, es un sabor que no olvidaré nunca”…
No le contesté, la miré y dirigí mi mirada a mi miembro que permanecía erecto, entendió y lo chupó y lamió hasta quitar todo rastro de leche y dejarlo ensalivado para lo que venía… Arrodillado entre sus piernas se las levanté e hice que las “aguantara” con sus manos debajo de sus muslos, quedaron sus dos orificios inferiores a disposición de mi glande que se paseaba por toda la zona “pincelándola”… Se movía para todos lados y gemía notándose el brillo de su flujo que descendía hacia su ano… Me apoyé en su cavidad y comencé a entrar despacio sintiendo y haciéndole sentir todas sus rugosidades… Su vagina se resistía por lo estrecha pero se amoldaba rápido permitiendo que el tronco avanzara siempre un poco más, los flujos que despidió con su orgasmo hicieron el resto…
Sus ojos lagrimeaban y no alcanzaba a discernir si era por el dolor de la penetración, por las molestias de sus muslos heridos por sus uñas clavadas en ellos o la felicidad de sentirse llena y plena… Entrar y salir fue muy agradable por la presión que ejercían las paredes de su vagina, sus labios se abrían al salir y parecían ser arrastrados hacia adentro cuando empujaba hasta llegar al fondo… Otro orgasmo volvió a mojar toda la zona y ella arqueaba todo su cuerpo poniendo los ojos en blanco pero emitiendo sólo sonidos de gemidos placenteros…
El pulgar de una de mis manos ya se entretenía desde hacía un rato en su culo, había aprovechado un orgasmo para entrar y ni notó los movimientos de rotación que dilataban la zona y si los notó, sólo se dedicó a esperar la visita de algo más grande… Cambié el miembro de lugar y al presionar la zona del ano, toda ella se tensionó, si por la vagina había sido un tanto complicado por aquí lo sería mucho más, pretendía aguantar pero yo sabía que así nos dolería a los dos… La mitad del glande lubricado ya estaba casi adentro y las caricias a su clítoris ayudaron a su relajación, mis dos dedos bajaban su prepucio y la sensibilidad placentera que se trasladaba a todo su cuerpo con movimientos un tanto desacompasados no la dejó notar que ya el glande había traspasado la barrera dura del músculo del esfínter.
Su vagina seguía segregando flujos que descendían y lubricaban aún más al miembro, apenas un poco de fuerza bastó para que la mitad de éste se instalara en el apretado conducto… Allí volvió a tensionarse y comencé mis movimientos de vaivén, atrás, adelante, atrás más adelante y cuando faltaba poco, me hundí por completo hasta chocar con sus nalgas… Atiné a tapar su boca porque no pudo reprimir el grito y los ojos parecían querer abandonar sus órbitas… Dos segundos, apenas dos segundos quieto y continué moviéndome, tenía ganas de moverme rápido y profundo pero sería sólo por rajarla y lastimarla, no tenía sentido, la misión principal estaba cumplida, le había roto el culo y desde ahora en más otro sería el cantar…
Los ojos volvieron a la normalidad, su boca se llenó de sonrisas y su pelvis comenzó a empujar para acompañarme con el ritmo… Ni ella ni yo lo esperábamos pero después de unos minutos entrando y saliendo, alternando ritmos rápidos con ritmos lentos en la penetración, orgasmó con un chorro de flujos que empapó mi pecho, esto me “desató” y las entradas y salidas se hicieron más duras y profundas hasta que, muy adentro de su culo, deposité la leche de mis huevos y me costó contenerla cuando aún gozando levantaba y endurecía su cuerpo…
- “¡Me quema, me quema!, tu leche me quema, tomáááá, dame más, tomááá”…
Me decía volviendo a orgasmar y moviéndose, hasta que bajó sus piernas y quedó laxa apenas con sólo el glande en su interior… Luego de salir de ella, trepé por encima, acaricié sus pechos y besé apasionadamente su boca dejando que me abrazara con fuerza… Habían sido dos lindos “polvos” y estaba seguro que ella había disfrutado mucho… Me levanté y le pedí por favor que cambiara las sábanas y ventilara la habitación, lo hizo en un santiamén mostrando su cuerpo desnudo y después se vistió…
- “Guillermo, al principio tenía un miedo espantoso por vergüenza y porque tu miembro es el más grande que conocí, en realidad, sólo fueron dos, el de mi primo de jovencitos y el último, el del borracho de mi marido que apenas si lo usaba… Me hiciste ver las estrellas porque me rompiste toda y me va a costar moverme pero el placer que sentí no tiene comparación con nada… Contá con mi discreción y cuando quieras, con todo mi cuerpo y todo mi ser”… Me dio un beso y desde la puerta me dijo, ¡Qué hembra me sentí!...
Marta salió por la puerta trasera y yo me fui a dar una ducha refrescante, cuando estaba secándome escuché que golpeaban la puerta, envolví la toalla en mi cintura y abrí, era Graciela…
- “Disculpe Guillermo, vine yo porque a Marta no la encontramos”… Vi que el bulto que marcaba la toalla no le pasó desapercibido…
- No te preocupes, me desperté solo, Marta debe haber salido a caminar o estará descansando del trajín de estos dos días… Dejen algo de comida para mí y para Carolina y vayan a descansar…
Escuché que preparaban todo para irse y a Graciela que le decía a Rosalía, “por acá no está”, luego se fueron y el silencio ganó todo el lugar… El reloj denunciaba las 20. 40 y solo en la casa no sabía qué hacer… Como cambia el ser humano acorde a lo que le toca vivir, cuando, por distintas circunstancias me vi obligado a vivir solo, me adapté tan rápido que me costó volver a compartir una casa y otras cosas con alguien más, ahora, estar solo implicaba una cierta desolación momentánea que me costaba asimilar y tenía que aceptar que ciertos conatos de egoísmo florecían…
Carolina llegaría después de las 22.00 y aburrido, me puse a ver una película vieja en la tele, la cosa no cuajó, dejé la tele prendida y me fui a buscar un helado al freezer… Salí a sentarme debajo del alero principal y me deleité un rato con los sonidos de la noche en el campo, disfrutando y pensando que esto es algo que sólo pueden entender quienes lo experimentan, lo sienten y lo disfrutan con la espiritualidad, bienestar y tranquilidad que la ciudad no te da o que te quita cambiando todo por ruidos… Sonidos y ruidos, que tremendo abismo los separa…
Continuará…
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Gracias.
GUILLEOS 1