LABERINTO DOLOROSO - ROSALÍA Y CAROLINA.
Cuando entré en la casa guardé el dinero y me fui al living, me serví un poco de whisky y me quedé pensando en cómo serían esos dolores con los que tendría que “purgar” el extraño viaje… Como me habían dicho que sería después de dormir, consciente o inconscientemente me resistía a irme a la cama, pasé como una hora dando vueltas y no dejo de reconocer que tenía temores respecto a lo que desconocía… Finalmente llegué a una conclusión irrebatible, yo lo había aceptado y no podría “escapar” de ello así que me fui a acostar… Carolina como siempre dormía muy tranquila y no despertó, se abrazó a mí y se durmió con la cabeza sobre mi pecho, yo quedé “planchado”…
En la mañana, al ponerse Caro a remolonear en la cama, desperté y el grito de dolor fue espantoso, yo mismo notaba que no era un grito que surge desde la garganta... Parecía provenir desde mi nuca, desde el centro mismo de mi cabeza y desde cada una de mis articulaciones y se multiplicaba por caminos que desembocaban en mi boca… El dolor se hacía insoportable y en los ojos parecía tener alfileres que pinchaban mis pupilas, aún teniéndolos cerrados la luz se filtraba y me dañaba o eso es lo que me parecía… Recuerdo el salto de Carolina y mi grito pidiendo “hielo” y “luz, luz” que acompañaba con mi brazo tapándome los ojos… La coherencia dio paso al descontrol, los gritos aturdían y el dolor se hizo dueño… Me iba, pensé que me iba…
Recuerdo, como en una nebulosa, verme caminando por un pasillo estrecho que se me asemejaba a un laberinto formado por paredes de cabezas, manos y piernas… Las cabezas y las caras de gente totalmente normal pero absolutamente desconocidas me escupían a la cara lo que se me antojaba que eran espinas aceradas en lugar de saliva, éstas se clavaban con mayor o menor profundidad en mis ojos, mi rostro y toda mi cabeza, pinchaban, se soltaban y caían hacia un piso que no veía.
Las manos con dedos como garfios con uñas también de metal pellizcaban mí piel arrancando pedazos de ella que, muchas veces, se acompañaban de trozos de carne, cada paso que daba servía para que esa piel y esos faltantes de carne se regeneraran a una velocidad increíble y al paso siguiente volvía a suceder lo mismo, las piernas me pateaban con dedos como puntas afiladas, no lograban hacerme caer pero esas puntas penetraban en la carne y salían cicatrizando la herida que antes habían provocado… Mis gritos eran ensordecedores y, en cierto modo, me aliviaban…
Luchaba denodadamente moviéndome de forma desesperada para evitar que me atraparan los brazos y las piernas, estaba convencido de que si me inmovilizaban sería peor y me los sacaba de encima con manotazos y patadas… Parada delante de mí, como si me llamara y marcara el camino, veía a una imagen luminosa que, no bien llegar a su proximidad, se esfumaba sin darme posibilidades de alcanzarla y me dejaba al inicio de otro camino similar al que había recorrido antes… Me tranquilizaba, parecía descansar e intentaba nuevamente, sabía muy en mi interior que debía recorrerlo y vuelta a empezar…
Los gritos de las bocas de esas cabezas calaban profundo y sólo los atemperaba, en parte, gritando más fuerte y más alto que ellos… Después de no sé cuantas calles o pasillos recorridos, la cantidad de cabezas, manos y piernas comenzó a menguar dándome un poco más de respiro, volvía a hacer un alto recuperando el resuello y vuelta a sufrir y a gritar más alto para acallarlas y a tolerar los golpes y pinchazos, la referencia para salir me la seguía dando la inalcanzable imagen luminosa…
Al abrir los ojos, empapado de transpiración y casi a oscuras, noté la presencia de varias personas a mí alrededor, el reloj luminoso de la mesa de luz acusaba las 22.45 y ya no sentí más dolores o molestias… Carolina, al ver que me movía, que me estiraba en la cama y me quejaba tenuemente, se lanzó desesperada sobre mí, comiéndome a besos y preguntando que sentía… Le pedí que prendiera la luz, que ya no me molestaba en los ojos, probó con la luz de la mesita y como no notó reacción, encendió la luz principal de la habitación, eso me hizo pestañear varias veces pero no sentí siquiera alguna molestia…
Estaba rodeado de caras desencajadas y temerosas… Carolina y Belinda vestían sus chaquetas médicas y la venezolana me auscultaba, tomándome el pulso, se las notaba sudorosas y despeinadas, Gimena se abrazaba a Gonzalo y lloraba con desconsuelo, Ana María estaba seria detrás de Caro, Alicia estaba sentada en un rincón y se agarraba la cabeza, Graciela, Marta, Rosalía y Natividad se abrazaban en un rincón y me miraban sollozando…
- Hijo, Caro, Ana, chicas, no me morí, estuve cerca del Infierno pero no me morí…
Es lo que recuerdo que les dije y me dormí profunda y tranquilamente… Desperté al otro día como a las nueve de la mañana, tenía puesto un bóxer nuevo, me habían lavado y cambiado las sábanas y por los ventanales de la habitación entraba un magnífico sol… Carolina salía del baño secándose con una toalla, cuando me vió la arrojó a un costado y se subió a la cama abrazándome, hice lo mismo apretándola contra mi pecho y allí se aflojó…
- “Amor, nunca tuve tanto miedo, pensé que ibas a explotar y te morías en mis brazos, no te podíamos contener, jamás vi a nadie sufrir así, tus gritos nos aturdían, tus convulsiones eran imposibles de calmar, cuando por momentos te quedabas quieto, el electro daba bien, el pulso y la presión eran normales, los análisis de sangre no arrojaban ninguna sustancia rara… Se “nos quemaron los papeles”, con Belinda te íbamos a internar, no entendíamos nada pero se te escuchó decir que, “no querías salir de la casa” con firmeza y muy decidido, Gonzalo nos dijo que decidiera yo pero creía que era mejor que no te contradijéramos… Contame, mi vida, ¿qué sentiste?, ¿qué te pasó?”…
- No sé cómo explicarlo amor, no hice nada anormal, no comí nada que me pudiera hacer mal, no hice desarreglos, en verdad, no sé qué pasó, la luz me empezó a molestar, el dolor se me hacía insoportable y parecía que me pinchaban y lastimaban por todo el cuerpo, ¿no me hiciste análisis?, ¿no saltó nada allí?, tomografías, electros, algo tiene que “saltar”…
- “Vimos todo amor, agotamos los recursos del consultorio y de la Clínica y te aseguro que no son pocos… La verdad, sólo nos faltó traer a un Exorcista”…
Lo dijo como una gracia pero, acorde a lo que luego me contaron, más de una lo debe haber pensado o comentado…
Luego del desayuno en que vinieron todas a abrazarme una por una, Carolina me dijo que Gabriela y Emilia estaban en la casa acomodando algunas cosas, todavía bastante impresionadas y me fui a hablar con ellas… Al verme llegar me abrazaron con alegría y con algo de temor, como si fueran a hacerme mal… Yo las abracé más fuerte y las besé a las dos con ganas, después les agradecí y me disculpé con ellas porque no había podido dedicarles todo el tiempo que se merecían… Me habló Emilia…
- “Al margen del susto que nos diste, nosotras te tenemos que agradecer, nos volviste a dar lo que necesitábamos e hiciste que nos descubriéramos como algo más que amigas… Queremos que sepas que siempre, siempre estaremos si nos necesitás, nada va a impedir que estemos junto a vos”…
- Yo sé que el dinero está muy por debajo del afecto que tengo por ustedes pero les pido por favor que, si necesitaran de mí o una ayuda monetaria, no duden en hablarlo, de hecho si hacen planes para las próximas vacaciones, juntas o separadas, con hijos o no, avísenme, tienen 15 días totalmente pagos en el mejor hotel del lugar del mundo que elijan, a mi no tendrán que explicarme nada, eligen y van… Disfruten con ganas esta semana que queda y “úsenme” cuando puedan… De todos modos, Gabi, no creo que tarden mucho en regresar, tu tía quiere conocer esto y me ha pedido venir algún fin de semana y, por lógica, ambas tendrán que acompañarla y, en una de esas pasa a formar parte del harem, jajaja…
- “Jajaja, ya me gustaría a mí verla a mi tía “revolear las patitas” y aguantar el “pedacito” de nuestro hombre”… -Las besé con mucho cariño a las dos y las dejé que terminaran con sus petates-…
Cuando regresé a la casa me llamó Sol a su oficina, no bien entré se me tiró con sus brazos al cuello y me besó con pasión pegándose a mi cuerpo…
- “Disculpame Guille por esta salida de tono, tuve que venir hoy sí o sí, pasé tanto miedo ayer que no sabía para adónde correr… Carolina se enojó un poco conmigo y me mandó para mi casa porque lo único que hacía era gritar como una loca y estorbar, tenía razón y no dije nada en casa para no alarmar a nadie aunque algo le conté a mi mamá y con mis hermanas querían venir para acá para ayudar, menos mal que, con papá, las convencimos… Dormí con mi mamá, abrazadas y rogando casi toda la noche para que no te pasara nada”…
- Gracias mi Cielo, en verdad no sé lo que fue y Caro junto con Belinda están haciendo unos análisis seriados pero no han encontrado ninguna señal extraña, es más, hoy no voy a poder hacer nada pero, fijate que pasa cuando mis manos se acercan a tu culito precioso, les da por apretar esas nalgas complacientes, ¿ves, tan mal no estoy, no?…
Mientras le decía eso, ella se abrazaba a mí y movía las nalgas para que mis manos no dejaran lugar sin acariciar…
- “Si necesitás guardar algo allí por un rato llamame urgente, ¿sí?... -Nos reímos ambos y se quedó más tranquila-…
Otro tema fue con Alicia, estaba mal y se le había puesto en la cabeza que, de alguna manera, me había trasladado todos los Demonios y malas ondas que venía arrastrando desde su vida anterior en Venezuela… Me costó un rato convencerla hasta que la hice levantar de dónde estaba sentada, la abracé desde atrás pegando mi miembro duro en sus nalgas, besé su cuello y amasé sus tetas pellizcando sus pezones…
- ¿Vos crees que si hubiera algún Demonio de por medio me dejaría apoyarte el culo delicioso que tenés o dejaría que mi pene se pusiera durísimo por las ganas de entrar en ese agujerito cálido y estrecho?... Hoy no puedo hacer nada pero ya voy a tener esas nalgas en mis manos para acariciarlas y penetrarlas a gusto y no habrá Demonio que lo impida… Quedate tranquila mi cielo, esto no tiene nada que ver con vos, ya veremos que dicen tu hija y mi mujer cuando estén los análisis…
Hablándole al oído y besando su cuello, noté que se aflojaba y le pegué un “chirlo” suave en sus nalgas duras diciéndole que no la quería ver triste, se fue riendo y moviendo el culo para que la mirara…
Lo llamé a Gonzalo y a Gimena para avisarles que estaba bien y tranquilizarlos, les dije que, como no se sabía que había sido, estaba esperando los resultados de los análisis pero me sentía fenómeno… Se alegraron y me mandaron besos y abrazos… Hablé con Lucas y me confirmó que ya había retirado el papel en lo del Abogado y estaba con el amigo en el lugar, habían derrumbado toda la casa vieja y seleccionaban los enrejados de las ventanas y aberturas varias… Los muebles de la casa y muchos más que tenía guardados en dos depósitos, que no pensaban derrumbar porque serían útiles, se los estaba regalando a vecinos de las adyacencias que los necesitaban, le dije que hiciera lo mismo con las rejas y aberturas, lo que él construyera sería todo nuevo… Me contó también que ya estaba limpiando unas cinco hectáreas con unas segadoras que arrastraba el tractor, era un hombre que había mandado Miguel y revisó además el tractor que estaba guardado y ahora usaba, andaba perfecto y en la semana seguirían con todas las demás hectáreas dejando todo al ras… Le dije que me parecía fantástico, le mandé un beso y corté…
Estaba intrigadísimo por saber lo que había sucedido con el Juez y que repercusiones había tenido pero, no se me ocurría ninguna excusa para llamarlo a José y me puse a ver las noticias… Éstas hacían saber del asesinato de un Juez de La Nación a manos de un taxi boy, el cual se había suicidado después pero… no aclaraban nada más… En otro canal, en una mesa-debate varios Periodistas hablaban sobre el tema…
Allí hacían hincapié en que el Juez asesinado había estado la semana anterior en todas las noticias por haber desestimado pruebas y haber liberado a un Político y a un Empresario contradiciendo el pedido de la Fiscalía, que este Juez había sido amenazado de muerte por esto, que contaba con una gran custodia policial, la cual no pudo impedir que, ante la autorización expresa del Juez, el asesino ingresara en la vivienda… Decía que el asesino era un reconocido taxi boy del ambiente y debido a sus bajos instintos el Juez se entregó solo y manso para que lo asesinaran…
Elucubraba que, posiblemente, como sería descubierto al salir y no tenía posibilidades de escapar, el asesino había decidido quitarse la vida… Otro Periodista decía que él tenía información reservada que le informaba que se habían descubierto una cantidad enorme de dinero y documentación que lo implicaba en cobro de sobornos y “coimas” para fallar a favor de los implicados en distintos y renombrados casos que serían investigados nuevamente, además, se habría descubierto la tenencia de una o varias cuentas de Bancos extranjeros en los denominados “Paraísos Fiscales”… Otro preguntó qué tan cierta era la versión que implicaba a una organización o grupo que estaba matando a los que consideraba corruptos… Evidentemente, los contactos de la Prensa con distintos integrantes de las Fuerzas de Seguridad, funcionaban bien…
Estaba pensando en que me quedaría con esas versiones entrecortadas y vibró mi teléfono, era José…
- Hola José, ¿cómo estás?, ya sé no me digas nada, estoy descansando y mirando la tele, me imagino el quilombo…
- “Hola Guille, ¡no te das una idea del “tuco” que hay! Hasta hoy estoy trabajando pero, me alegro mucho que estés bien, esta mañana me dejó un mensaje Carolina y recién ahora me desocupo para llamar y averiguar cómo estás… ¡Pedazo de boludo!, nos hiciste pegar un cagazo de aquellos… Menos mal que Caro me aviso anoche que estabas mejorando, ya te estaba por mandar un helicóptero para trasladarte a un hospital… ¿Qué pasó?...
- No sé José, no tengo ni idea y estoy ahora con una serie de análisis para determinar que pudo ser y antes que hagas alguna de tus jodas, te aviso que apenas si tomo alcohol, fue todo muy raro, ya veremos que dice Caro… Cambiando el tema José, ¿te llamaron la atención por el tema ese del Juez?, estaba viendo en la tele que el tipo se metió en la casa… Mirando a los Periodistas “que se las saben todas” lo primero que pensé fue en vos y en los muchachos de la custodia…
- “No para nada, los efectivos procedieron bien, el mismo Juez le dijo a los custodias a qué hora venía, quien era y que lo dejaran pasar sin preguntar, para más les dio el nombre por escrito… ¡Fue un “polvo” de mierda, ¿no?!... Debe haber muerto feliz teniéndola adentro... Ya sé, no debo reírme pero que se joda, era corrupto hasta las pestañas…
- Sí, sí, mucha seguridad pero lo dejaron pasar con un arma…
- “¡Justamente vos!... No hagas como todos esos boludos y boludas que se ponen a hablar al pedo sin saber… El arma era del Juez y estaba en la casa… No te puedo contar mucho pero la mayoría anda “con el culo en la mano”, ahora son todos “angelitos””…
- Listooo, tenés razón nadie debería hablar al pedo… De todos modos, ni puta idea de que me estás hablando sobre “angelitos” aunque tampoco te voy a preguntar… Espero que te sea leve y cualquier cosa, ya sabés que podés contar conmigo, mal que mal, una cervecita y un pedazo de carne te quita un poco el estrés…
- “Gracias Guille, lo tendré en cuenta y cuidate”…
Me quedé pensando en que me había convertido en un “asesino” y/o hasta podrían llamarme “ladrón” porque me quedaba con dinero que no era mío y quizás la cosa no era tan así, yo en la intimidad me definía como algún tipo de “vengador” o como uno que “pone las cosas en su lugar”, ayudado, posiblemente, por el hecho comprobado y egoísta que te hace saber que nadie se ve mal a sí mismo, incluso me auto justificaba pensando que gran parte del “dinero incautado” se perdería en vericuetos y “bolsillos” legales y yo lo necesitaba para otras cosas, aun para procurarme alegrías… Por otro lado, notaba que no tenía absolutamente ningún tipo de remordimiento o de pesar… Nunca se había hablado de esto en la charla de los “pagos” por los deseos concedidos, apenas se hizo mención a 15 personas y para eso había confeccionado una lista pero era indudable que “alguien” conocía mucho más que cualquiera respecto a las bajezas o al proceder de los humanos…
Habría que preguntarse qué es lo que pensaría o haría cualquier ser humano si pudiera decidir y proceder sin que ningún tipo de norma, social, legal, religiosa o de conciencia lo inhibiera o que pudiera saltearlas sin problemas sin que ésta le remordiera la conciencia y para mejor, ayudado para esto… Era muy probable que no a todos se les podía entregar esta “potestad” de decidir sobre lo que estaba mal en el prójimo y dejarlo actuar en consecuencia y hasta por eso me sentía bien pues interpretaba que tenía un “privilegio” aún cuando estuviera supeditado a que me dijeran si podía o no hacer tal o cual cosa contra el otro…
Filosofaba “barato” en esto y se me acercó Carolina para decirme que íbamos a almorzar y preguntarme si prefería hacerlo solo o acompañado únicamente por ella o en la mesa con todos… Metiendo la mano por el elástico superior de su bikini apreté una de sus nalgas y le contesté…
- Yo me comería a solas algo que ahora tengo en la mano pero, hasta dentro de un rato, vamos a comer todos juntos…
Caro movió su culo para que la mano depositara sus dedos en la zanja que dividía sus nalgas y luego me besó expresando todos sus sentimientos por medio de sus labios en mi boca y manos en mis mejillas…
- “Te tomo la palabra Cielo, mis nalgas viven con ganas de que vos las comas pero, tranquilo porque estás convaleciente”…
Ya veríamos que tan convaleciente estaba, la piel del culo de Carolina despertó a “mi amigo” más rápido que de costumbre… Toda su piel, para mí, era “la piel”…
En el almuerzo las venezolanas nos dijeron que la casa-residencia ya estaba habitable en un 100% y pensaban irse para allá después de pasar la tarde en la pileta… Gabriela le pidió las llaves de la camioneta a Carolina para irse a pasear con Emilia por el pueblo y aprovecharía para llevar a Sol y a las venezolanas… Caro pasaría también un rato en la pileta, Ana María y Fernando habían salido con la camioneta a visitar a parientes y yo me fui a dormir la siesta en mi habitación, en penumbras, con el aire acondicionado y despatarrado en la cama aprovecharía a descansar, aún sentía el esfuerzo físico en todo mi cuerpo por el “viajecito” complicado que había realizado el sábado…
No sé cuánto tiempo había dormido pero me desperté sintiendo una sensación de humedad en mi entrepierna, abrí los ojos y vi los ojos violetas de Carolina que me miraban desde mi pelvis luego los bajaba e introducía mi miembro en su boca hasta traspasarse la garganta… Su saliva caía en mis huevos y la desparramaba con una de sus manos por toda esa superficie, su otra mano acariciaba una de mis nalgas apretando suave por momentos, la mamada era espectacular, suave, reposada, cariñosa y ella se prodigaba en su labor, entraba hasta el fondo, se quedaba allí unos segundos y salía apretando con sus labios todo el tronco…
No podía aguantar más y el glande comenzó a palpitar para llenarle la boca con la carga de mis huevos, con ella no era necesario pedirle que tragara o forzar su cabeza, aguantó su respiración y dejó que la descarga se deslizara en el fondo de su boca, para después sacar lentamente el miembro moviendo la lengua para dejarlo sólo brillante de saliva…
- “Hola mi amor, no me pude aguantar, vine a buscar una muestra para que se llevara Belinda y te vi, tan dormido y tan erecto que me tenté, jajaja”…
- El modo que tienes para despertarme me encanta, te quiero y ahora andá a llevar rápido lo que tenés que darle y volvé que quiero verte como te cogés solita el culito, yo estoy convaleciente y no me puedo mover… Salió disparada con un frasquito en la mano y cuando regresó me preguntó desde la puerta, haciendo malabarismo para sacarse el shorcito…
- “¿Querés que llame a alguna de las chicas?”…
- No vida, quiero a mi mujer al 100% para mí…
Se me hace difícil describir la mirada de entrega y la satisfacción de Carolina ante esas palabras, el sostén del traje de baño voló, vaya a saber uno dónde y se estiró totalmente desnuda sobre mi cuerpo para comerme la boca con besos que mezclaban la pasión y la dulzura mientras aplastaba sus pechos turgentes en mi tórax, luego, enderezándose, se paseó con sus labios por mis mejillas, cuello, hombros y tetillas… La pija temblaba al ser aprisionada por los labios de su vagina y se movía lubricándola y pajeándose con ella… Dejó de besarme, se enderezó más y tomando el tronco, colocó el glande en su agujerito, luego despacio se dejó caer… Lubricación sobraba, la dilatación estaba bien pero en su apuro por sentirla adentro hizo demasiada fuerza y más de la mitad entró de un golpe…
La sintió y eso se notó en el grito que no pudo contener, después se quedó quieta para acostumbrarse y acomodar mejor el recto y luego de un ratito muy corto, con un segundo envión, sus nalgas se pegaron a mis huevos y los labios de su vagina se apoyaron en mi pelvis...
- ¡Uffff!, tendría que estar acostumbrada pero cada vez que entrás en mi cola la siento más grande y tentadora… Me lo rompés, cielo, siento que me lo rompés y no te imaginás como me gusta”…
A medida que me decía esto, se comenzó a mover entrando y saliendo, utilizando todos los músculos de su anillo rectal y controlando el mete-saca, lo que no pudo controlar fueron mis manos apretando una sus pezones endurecidos y luego la otra, cuyos dedos apretaron su clítoris… El orgasmo grande la hizo gritar desencajada y los más chicos que venían acompañando la dejaron temblando pero como me empecé a mover yo tratando de entrar más profundo y le acabé en lo más hondo de su culo, terminó gimoteando y como ida, tirada encima de mi cuerpo, la abracé y la besé en todo su rostro hasta que se recuperó…
Más tarde, luego de cenar, llegaron Gabriela y Emilia, nos dijeron que habían pasado por la casa-residencia, que las chicas ya estaban acomodadas, Mónica tenía una habitación, Belinda otra y Alicia y Natividad ocupaban otra de ellas, que toda esa parte, junto con la cocina, el living-comedor y baños habían quedado muy bien y arregladas, que faltaban otras dependencias de las que se ocupaban un par de pintores, entendiendo que para el lunes por la tarde ya estaría todo listo…
Nos contaban que después habían paseado por la plaza, admiradas por la tranquilidad de toda la zona y se habían decidido por cenar en el Social, siendo atendidas muy bien por Francisco… Se miraron y rieron entre ellas, motivo por el cual Carolina les pidió que contaran que “travesura” se habían mandado… Dijeron que se sentían tan bien y tan íntimamente ligadas que en un momento en que cenaban se tomaron de las manos y se acercó Francisco a hablar con ambas, que las felicitó porque las veía muy afines y aprovechó a sentarse junto a ellas para intercambiar intimidades…
Resultó que Francisco vivía en la zona de Recoleta, uno de los lugares más caros y pudientes de la Capital Federal, era jefe de chef en un hotel internacional y vivía en pareja con otro hombre que tenía un par de años menos… Una noche fueron asaltados cuando volvían de una presentación teatral, su pareja quiso resistirse al asalto y fue asesinado. Sufrió mucho por esto, ya no quiso vivir en la violencia de las ciudades y se mudó a este pueblo donde fue muy bien aceptado y le dio cierto nivel al restaurant del Social... Que además les pidió que se cuidaran que se amaran y que ignoraran a las malas ondas… Dijeron también que en la charla Francisco les recalcó que no iban a cambiar la mentalidad del mundo pero que tampoco provocaran la intolerancia con actitud de “muestrario” y rebeldía que sólo iban a acarrearles sinsabores…
Luego de departir un rato con nosotros, las chicas se levantaron para irse a su habitación tomadas de la mano y diciéndonos con cara y mirada pícara que hoy no estaba Belinda e iban a poder demostrarse a pleno sin tener que disimular… Carolina y yo nos miramos y nos largamos a reír, no conocían bien a Belinda y tampoco habían tenido la oportunidad de compartir la cama con ella, la venezolana, “ex” lesbiana asumida desde hace tiempo, les podría haber enseñado muchas cosas… No bien salieron caminando hacia la puerta, me quedé mirando el culo de Gabriela, duro, compacto, armado, ejercitado y ahora más que receptivo… Carolina también le miró el culo y luego a mí…
- “Vida, ¿querés que vayamos un rato con las chicas?, me gustaría ver como penetrás ese culo que siempre te gustó”…
- No te voy a negar que me tienta mucho la idea pero esta noche tengo a disposición el culo que más me interesa, forma parte del conjunto físico de quien amo y por eso es el mejor, ni hablar de boca, tetas y conchita que también quiero visitar…
- “Mi Cielo, nunca dejaré de amarte y desearte, dos palabras tuyas alcanzan para que me moje toda… Cogeme acá, reventame toda en este sofá, mi conchita está desesperada, mirá, mirá, las tetas me explotan y siento los pezones como carbones encendidos, dale, vida, dame por dónde quieras pero acá”…
Demás está decir que corrimos una “imaginaria” carrera para despojarnos de la ropa y ponernos a la tarea de hacernos sentir el uno para el otro… Me secó, la sequé, gritamos los dos por el placer y nos fuimos a dormir casi arrastrándonos… El lunes nos despertamos como a las nueve de la mañana y le pregunté a Caro que le había pasado con la hora…
- “Nada vida, le avisé a Ana que no me despertara y ni puse la alarma, dijiste “dos días a la semana” y estaba “metiendo la pata” de nuevo… Ahora nos levantamos, te saco la venda de la mano, nos bañamos juntos, te curo la mano y desayunamos a la par, “mí hombre” está antes que nada ni nadie”, al pueblo iré más tarde por algunos temas de la inauguración…
La besé con ganas y le extendí la mano para que sacara las vendas… Mientras nos duchábamos me volví a tentar con su culo prodigioso mirando como el agua caía sobre sus nalgas…
- Caro, tratá que no se te vaya a caer el jabón porque tu culo me transporta…
- “¿Qué no se caiga, por qué”, no debo agacharme así para recogerlo?”…
Su mirada de lujuria y su posición aferrándose a los bordes de la bañera, disiparon dudas que, en realidad, nunca tuve… Entré y salí con ganas y fuerzas, tantas veces como me fue posible mientras ella gritaba, primero por el dolor imprevisto y luego por el placer pidiendo que se lo reventara… Cuando fuimos a desayunar nos enteramos por Ana María que el baño no gozaba de insonoridad… Luego de saludar a Caro con una sonrisa, le tocó una nalga con la mano y se agachó a hablarles…
- “Ayyy, mi culito hermoso, como te envidio, gritaste lindo hace un rato ¿no?”…
Carolina se puso toda colorada pero siguió caminando erguida y, sonriéndonos a los dos, movió un poco más sus nalgas…
A las once de la mañana, nos fuimos los dos al pueblo… No saludamos a Gabi y a Emilia porque recorrían el campo en el cuatriciclo, se divertían, compartían sus cosas y tomaban sol porque habían salido vestidas sólo con sus trajes de baño… En la casa-residencia sólo estaba Nati, vestida de remera y jeans, decía que tenía mucho calor pero si se vestía como quería, los pintores no terminarían de trabajar, me reí y era evidente que sabía muy bien el “lomo” que portaba, estuve mirando como estaba quedando la casa y no faltaba casi nada… En la Clínica reinaba una buena onda maravillosa, Gracia estaba más linda que nunca y me preguntó como estaba, contándome a las apuradas que había estado muy preocupada, le contesté que estaba muy bien y que estaba pensando en hacer una “fiestita” con ella y con otra persona muy querida…
- “Guille, ya sabés que sólo me tenés que decir cuando, estoy segura que lo vamos a pasar muy bien, avisame pronto porque ya estoy empezando a derretirme, jajaja”… -Le di un beso y le dije que sería pronto, que yo también tenía muchas ganas-…
Mónica, seguramente por el calor, sólo tenía puesto el guardapolvo por sobre la ropa interior y no alcanzaba a disimular el par de tetas grandes que se le notaban, le calculé unos 105 de copa y, por lo chiquito de su físico, parecían más grandes aún, estaba muy bien arreglada y los lentes le otorgaban un encanto y un morbo especial a su rostro… Carolina se encontró con que había dos chicas para entrevistar por los puestos de Enfermeras, ambas de 25 o 26 años y con algo de experiencia… Una había trabajado con Mónica cuando cursaba las prácticas en el hospital público y otra era enviada por la Directora de la Escuela, pues era una madre de una alumna de primer grado…
Ambas venían aleccionadas sobre la ausencia de “amiguismos” y dependían del exámen que les tomaría la Directora de la Clínica… Belinda y Alicia había aprovechado para salir a hacer unas compras en el almacén, seguramente las “morochas” causarían sensación caminando por el pueblo… Como a las 13.00 nos fuimos a comer a lo de Francisco, quien nos dijo que contáramos con él para lo que necesitáramos en la fiesta de inauguración, de hecho ya les había avisado a varios de sus clientes habituales…
Luego de comer regresamos a la Clínica, Carolina se fue para la confitería para hacer el encargo de las masas que se repartirían en la fiesta y yo tuve una charla con el joven que haría la parte del audio y música… Mi intención era averiguar por la posibilidad de costear la instalación de una antena bidireccional para F.M. que si bien sería local, su radio de alcance debía andar en el orden de los 500 kilómetros y equipos digitales para transmisión… Al chico le entusiasmo sobremanera la idea y dijo que se pondría a la búsqueda de precios para la compra de materiales, le dije que la cosa era más sencilla…
Él sólo tendría que averiguar cuál era la empresa más reconocida para hacer la instalación con antenas y equipos incluidos, yo haría instalar todo acorde a lo que me podría pedir esa empresa y gestionaría los permisos oficiales necesarios, otorgaría un subsidio para el sueldo, previamente estipulado, de él y otras cuatro personas más, además de hacerme cargo de los gastos de consumo eléctrico y mantenimiento, el técnico de computación nos proveería las computadoras con los programas de música pertinentes y él se tendría que encargar de que todo funcionara y los posibles horarios de programas… Lógicamente, sería yo quien fijaría determinadas pautas, las posibles modificaciones a éstas las conversaría sólo conmigo… Le pedí que lo pensara y me avisara en la fiesta si la “cosa” le interesaba… Yo entendía que si, no cualquiera tenía este tipo de posibilidades…
A eso de las cuatro de la tarde nos volvimos para casa, Carolina disfrutaría de la pileta o acompañaría a sus amigas o seguiría algún Curso por Internet, yo me iría a dormir una buena siesta… Había sido otro de esos días sin emoción, sin adrenalina, con problemas de muy fácil solución… A la hora y media de estar durmiendo, me despertó un ruido en la penumbra de la habitación, era Caro que estaba sacando uno de sus “juguetes” de donde los tenía guardados…
- ¿Qué hacés Caro, qué me estoy perdiendo?…
- “Disculpame, no quise despertarte Cielo, es para Gabi… A Emilia se le fue la mano con el sol, tiene los pechos, los hombros y la espalda al rojo vivo, ya le di una pomada que le va a aplicar Gabi, de paso me pidió un “juguete” para amenizar el masaje, jajaja.”…
- Seguro querrás ir vos para alcanzarle la pomada, ¿no?…
- “No, la verdad que no, si tuviera que poner “manos a la obra” me dedicaría a gozar con ambas pero así, de entrada, me da “cosa”, es como si me metiera en su intimidad, no me provoca ningún tipo de morbo, son mis amigas y prefiero respetar esa parte que es sólo de ellas dos”… Además, creo que se van a ir mañana… A Gabi la llamó el “ex” marido diciéndole que tiene a uno de sus hijos enfermo y quiere ver a la madre… Ella creía que era por joderla pero llamó a la madre y le dijo lo mismo, tiene que volver, ahora está llamando por teléfono, si consigue pasaje se van”…
- Decile que aplique la pomada y estén listas en dos horas, si están de acuerdo yo les soluciono el problema del viaje rápido…
No bien salió de la habitación, llamé por teléfono a una compañía de taxi aéreo por helicópteros, les di la dirección de la llegada y me confirmaron que el punto de arribo quedaba a unas diez cuadras del domicilio de Gabriela, consulté respecto a lo que tardaría el viaje y dijeron que en dos horas estarían en la casa… Volvió Carolina para avisarme que estaban de acuerdo en viajar lo más pronto posible pero que les diera un rato para pasarle la pomada a Emilia… Mientras nos reíamos llamé a la empresa nuevamente, les di todos los datos pertinentes y me confirmaron que estarían en la casa en una hora y media… Efectivamente, a la hora fijada estuvieron listas para el viaje y se sorprendieron por la forma en que lo harían, cuando se despidieron con ojeras por el momento de la “pomada” y abrazos cariñosos, Carolina les regaló el “juguete” en nuestro nombre y yo les reiteré lo que les había dicho oportunamente sobre las vacaciones…
Caro pidió que nos tuvieran al tanto de la evolución de la posible enfermedad del hijo, dejaron saludos para todas y partieron, ya volveríamos a encontrarnos cuando yo pasara por la Fundación a arreglar los papeles con la tía de Gabi… Carolina me decía que no podría contarlas para que la acompañaran en la Inauguración pero no podrían quejarse de los días que pasaron, estaban felices y tendrían “algunas” cosas que contar, el lugar las había maravillado y el sumun fue el viaje de regreso…
La cena fue de lo más normal y tranquila, había cocinado Rosalía y todo estuvo como para “chuparnos los dedos”, se lo dijimos y notamos su orgullo y complacencia… Marta y Graciela se retiraron rápido y Rosalía terminaba de acomodar los cubiertos y platos, la calza que llevaba puesta no ayudaba a que uno no la mirara, sus nalgas paradas atraían las miradas y desataban el morbo… Carolina se quedó mirándola y luego me miró como pidiendo una autorización, asentí con la cabeza y se levantó acercándose a la mulata… Al ser ambas de alturas similares no tuvo inconvenientes para apoyar su pelvis en esas nalgas atractivas y atrayentes y pasando los brazos por debajo de los brazos de Rosalía atrapó con ambas manos sus dos pechos para pellizcarle los pezones erectos mientras la besaba en el cuello…
La mulata no se sorprendió, era como si lo estuviera esperando, sólo giró su cabeza para mirarme y la moví asintiendo… tardó medio segundo en girarse para poder comerle la boca a mi mujer, comerle es un decir, en verdad se las comieron a cual con más ganas… Las manos de ambas se dirigieron a las nalgas de la otra y se apretaron recíprocamente tratando de fundir en una las dos pelvis… Carolina la tomó de la mano y se fueron a la habitación, no me quedó más remedio que seguirlas… ¿Cuánto tardé, un minuto más quizás?, ellas no perdieron ningún tiempo, cuando entré estaban enfrascadas en un 69 agitado… Los labios gruesos de Rosalía abarcaban toda la vagina de Carolina e imaginé lo que estaría haciendo su lengua allí adentro pues Caro no dejaba de mover su culo, suspirando, gimiendo y olvidándose de corresponderle a la mulata, en realidad no podía, las contracciones de sus orgasmos no la dejaban…
Me tomé mi tiempo para despojarme de mis ropas y cuando vi que Rosalía dejaba de chupar y sorber los jugos de Caro y que ésta, recuperándose, comenzaba a hacerse cargo de la concha de la morocha, subí a la cama y me arrodillé apoyando mis huevos en su barbilla, mi glande apuntaba al ano palpitante de Caro y Rosi, entendiendo mis intenciones, lo ensalivó y luego volvió a darle lengüetazos desde el clítoris hasta el agujerito del culo a Carolina… Yo no esperé, afirmando mis manos en sus caderas, guardé toda mi longitud en su recto en dos movimientos, si bien lo esperaba, el grito fue tremendo pero en menos de tres segundos movía su culo haciendo difícil que Rosalía la chupara…
La mulata hizo un giro rápido, salió de abajo de ella y se sentó frente a su cara con las piernas abiertas, el pequeño tirón de cabellos que le propiné a Caro sirvió para que la vagina de interior anaranjado se incrustara en su boca… Apenas gemidos se escuchaban de Carolina acompañados de contracciones y Rosalía se soltó gritando los orgasmos que mi mujer le proporcionaba, yo no bajé el ritmo, entraba hasta donde más podía y cuando noté que los gemidos de placer trocaban a gemidos y ayees doloridos, empujé más para terminar inundándola de semen… Lo saqué rápido para experimentar el morbo al mirar su agujero abierto como nunca antes. Caro no se podía mover, pudo girar la cabeza y me miró con los ojos llenos de lágrimas…
- “Te sentí como nunca, me destrozaste, quiero más”…
Rosalía se lanzó sobre mi miembro y comenzó a mamarlo dejándolo libre de todo lo que no fuera saliva, luego de dos o tres toques en su garganta, con arcadas incluidas, se dio vuelta y se puso en cuatro para recibir su parte y no precisamente por partes, fue de un sólo envión y también gritó fuerte antes que Carolina le tapara la boda con un beso lleno de labios y lenguas, luego de un rato, de la boca se escabulló hasta sus pechos y los chupaba absorbiendo sus pezones y areolas como si fuera un sacaleches… Los gemidos de Rosalía se entremezclaban con grititos de dolor y contracciones por los orgasmos, lo estrecho de su conducto me enardecía y luego de acabar en lo profundo de este culo negro y maravilloso también salí rápido y no era por morbo, sabía que comenzaría a apretar sus músculos y “mi amigo” corría peligro, de todos modos, no me privé de mirar su agujero dilatado…
Con Carolina boca arriba, aún chupando las tetas de Rosi, penetré su vagina expectante, aquí los “apretones” se volvían placenteros y gozamos los dos de las entradas y salidas, Rosalía no se quedó quieta, ahora los chupones de teta y pezones los gozaba Carolina… Terminé con apenas gotas pero logré arrancarle un par de orgasmos más a mi mujer que quedo desmadejada de piernas y brazos abiertos, la miré a Rosalía…
- Perdoname mi belleza negra, no puedo más…
- “Tu ritmo hoy fue tremendo y maravilloso, me imaginé que quedarías así y me ayudé un rato con los dedos mientras le besaba los pechos a Caro… Jajaja, yo tampoco puedo más, pido piedad”…
Se levantó para irse a bañar, nos besó a ambos y cuando la vi yendo, la imagen de su espalda, culo y piernas sudadas se me antojó de antología… Ni Carolina ni yo escuchamos cuando se cambiaba y se iba…
Continuará.
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GUILLEOS 1