Mellizos y gemelas, de gavilán a paloma.

No es corriente que se emparejen mellizos y gemelas pero a veces pasa y se lía la cosa.

Cuando llegamos a la casa rural, ya había anochecido, el propietario nos estaba esperando, nos enseño la casa y después de desearnos feliz estancia nos dejó solos.

Cris, mi novia se dedico a deshacer la maleta mientras yo bajaba las bolsas de comida y encerraba el coche, hacía una noche preciosa, aunque aún era primavera pero en esta zona parecía casi verano, al pasar por el jardín me fijé en la piscina azul con forma de riñón, estaba muy apetecible aún a estas horas.

Cuando entré, Cris estaba en la cocina sacando la comida y colocándola en el frigo, yo me acerqué al salón, se veía acogedor, un gran sofá frente a la chimenea con una alfombra mullida con dos sillones alrededor, en la otra esquina la mesa del comedor.

Me gustó la idea de la chimenea al verla preparada con la leña colocada y las cerillas largas sobre la repisa, tengo que confesar que me atrae la vista de la leña crepitar mientras se huele el humo.

No sé aún porqué, pero me acerqué y le prendí, no tardo en coger fuerza el fuego, la verdad es que se agradecía, la casa estaba cerrada mucho tiempo y estaba fresca.

Mi novia al verme con el fuego se puso en jarras…

--- Ya estás jugando con la chimenea, sabía que no te ibas a resistir.

Me encogí de hombros como un chiquillo pillado infraganti y sonreí, mi novia vino hacia mí y después de abrazarme me dijo al oído…

--- Me gusta el calor del fuego, has tenido buena idea.

Mientras hacíamos la cena, busqué en los armarios y descubrí una botella de vino tinto, con unos aperitivos que habíamos traído fuimos vaciando consecutivamente la botella mientras bromeábamos, tengo que reconocer que me gusta mucho juguetear con Cris, le hago cosquillas, le pellizco, le meto mano por todos sitios, mientras ella con poca convicción me riñe y me esquiva.

Cuando cenamos ya había vaciado la segunda botella, había descubierto una mina, aunque era vino del terreno estaba muy bueno.

Cuando nos sentamos en el sofá frente al fuego mi chica me alargó una copa con la mitad de vodka, la había encontrado en el mueble del salón, brindamos y nos quedamos mirando a las llamas con la luz apagada, sorbito a sorbito las copas fueron vaciándose, la conversación se iba animando y aunque con voz pastosa, nos íbamos abrazando y poco a poco escurriendo hasta la alfombra, allí más cercano al fuego hacía demasiado calor, Cris pronto se quitó el jersey y se quedó con un sujetador escueto blanco, me señaló que hiciese lo mismo, pero no se contentó con la camisa y me señaló a los pantalones, cuando me quedé solo con el bóxer sonrió satisfecha, yo levanté una ceja y le señalé a la falda, ella simplemente se levanto y soltando la cremallera la dejó caer sobre la alfombra, el conjunto que llevaba me entusiasmó, no se lo había visto antes, le sentaba ideal.

Cuando nos sentamos en la alfombra apoyados sobre al sofá empezamos a acariciarnos mientras hablábamos y nos reíamos de todo, las manos sin proponerlo se nos fueron yendo a donde más nos gustaba, las mías pronto soltaron los tirantes del sujetador y se metieron dentro de las copas para atrapar los pechitos pequeños pero duros de Cris, a la vez la mano de mi chica subió por dentro del camal del bóxer al encuentro de mi polla que ya se marcaba pierna abajo.

Todo nos hacía gracia, la risa no nos dejaba hablar, apenas inconscientemente le solté el sujetador dejando las dos tetas sueltas, mientras, me había subido el camal hasta sacarme la polla y los huevos fuera, aunque estaba incómodo no me di cuenta hasta que me empujó hasta tumbarme en la alfombra, se subió sobre mi y riéndose sin parar se ladeó las braguitas y se sentó sobre mi polla haciéndola desaparecer en su coño, mientras decíamos tonterías me iba cabalgando lentamente agachándose los suficiente para que yo le apretara los pezones.

De momento me puse serio, había tenido una visión alucinante, detrás de la cabellera rubia y rizada de Cris el fuego le marcaba como una aureola dorada, le dije…

--- Cris estás preciosa, no he visto a nadie como tú, eres única.

Ella riéndose me dijo…

--- Mentiroso, no soy única y lo sabes, mi hermana Fina es exactamente igual que yo, en todo.

--- Imposible, es parecida pero igual no puede ser, yo no soy igual que mi hermano Pedro.

--- Pero no olvides que tú eres mellizo y nosotras somos gemelas iguales, aún así os parecéis también mucho pero no sois iguales, aunque nosotras tampoco somos del todo iguales..

Diciéndome esto me guiñó un ojo mientras aceleraba la cabalgada sobre mí y unas convulsiones en su cuerpo que noté en mis manos sobre sus tetas y en mi polla dentro de ella me indicaron que un orgasmo le había sacudido.

Cuando pudo hablar de nuevo se tumbó sobre mí y me dijo al oído…

--- Somos iguales en todo menos en follar.

--- Como? Me quieres decir que no sois iguales en eso? Que os diferencia?

--- Bueno… cada una tiene sus gustos… a mí me gusta mamarte la polla hasta tragarme tu leche y a ella no y a Fina le encanta que se la metan por el culo y a mí no.

Me lo dijo arrastrando las palabras como si estuviera desvelándome un secreto a la fuerza.

Quizá fue por eso que mi polla empezó a ponerse dura y gorda como nunca y cuando me iba a correr dentro de ella, se salió rápidamente y metiéndosela en la boca la succionó hasta que empecé a descargar chorros de leche que iba tragando a la vez, cuando me dejó sacarla estaba tan limpia como cuando la había metido, la boca también limpia, se había tragado toda mi leche.

Me dio un beso que aunque sabía a semen me encantó, cuando se echó a mi lado me dijo…

Mañana cuando venga con tu hermano veras que somos iguales.

En efecto al día siguiente a media mañana aparecieron mi hermano Pedro y su novia Fina, mi cuñada, nos abrazamos y les enseñamos la casa, estaba muy bien y a la luz del día mucho más, pudimos ver la piscina, estaba cristalina e invitaba a lanzarse al agua, Fina se fue con su hermana a instalarse mientras mi hermano y yo nos tomamos unas cervezas sobre la hierba, el paisaje era precioso a lo lejos se veían los montes cubiertos de pinos mientras que alrededor de la casa se habría una gran extensión de viñas que se perdían de vista.

Cuando salieron las chicas se nos unieron y sacaron más cervezas, estuvimos bromeando sobre el parecido de ambas, eran como dos gotas de agua, nosotros nos parecíamos bastante pero uno era más alto y rubio y el otro castaño y ojos más oscuros, entre bromas y riendo nos apostamos a que no seríamos capaces de diferenciarlas, nosotros, no dudamos en aceptar, estábamos seguros de conocerlas lo suficiente para conocerlas, ellas se rieron de nosotros, y desaparecieron en la casa, nosotros, nos envalentonamos estando seguros de nuestros conocimientos.

Cuando salieron iban envueltas en unas toallas de baño que las cubrían hasta los pies, hasta el peinado se habían hecho iguales y pintadas lo mismo.

Entre dos árboles tendieron una cuerda y colgaron las toallas, nos hicieron prometer que no  moveríamos de donde estábamos, lo hicimos solemnemente, estábamos más que seguros.

Desde detrás de las toallas solo se veían las siluetas de las dos chicas, el sol le daba de espaldas y hacían como sombras chinescas.

Vimos como se quitaba una a otra el bikini que llevaban se abrazaron y se dieron varias vueltas sobre sí, nosotros apurábamos una cerveza y abríamos otra sin dejar de mirar hacia ellas.

Cuando nos avisaron, una sacó una pierna por un lado y la otra lo mismo por el otro, los dos contestamos rápidamente, en efecto acertamos, nos chocamos la mano victoriosos, a la vez que dábamos un buen trago a la cerveza.

La siguiente prueba fue levantar la toalla hasta casi enseñar las nalgas, lo cierto es que eran iguales, pero por fortuna acertamos también.

Nuestras risas se oyeron desde lejos, cuando la siguiente vez subieron más la toalla y la dejaron a la altura de las cinturas, ya dudamos a quien pertenecía cada culo, estuvimos deliberando unos momentos, cuando decidimos, se oyeron unas risas explosivas, con un…

--- Error! Os habéis equivocado.

Mi hermano y yo no miramos incrédulos, nos tomamos más en serio el juego, no podíamos fallar.

La siguiente vez, fueron sacando una mano cada una y la iban enseñando cada vez más, el brazo, el hombro…

Nosotros diciendo el nombre de cada una seguido, muy seguro de lo que veíamos, hasta que pasando el hombro asomaron una teta cada una, entonces se hizo un silencio total, frente a nosotros dos tetas perfectas, no muy grandes pero con una areolas como galletas maría, los pezones apenas salidos en este momento pero sabíamos que eso era circunstancial, no sabíamos que decir, mirábamos de una a otra sin atrevernos a decidir, al final lo hicimos sin ninguna seguridad, las risas fueron más grandes que la otra vez…

--- Nooooo, otro fallo.

Las sombras de las chicas se veían troncharse de risa, nosotros apuramos las cervezas sin fijarnos que ya estaban vacías, volvimos a abrir otras y luego de un largo trago dijimos…

--- Más, queremos otra oportunidad!

Las sombras se pegaron a las toallas otra vez, se fue subiendo el telón los pies, las rodillas, los muslos…

Nosotros incómodos en la hierba esperábamos impacientes, cuando subió más de los muslos, una tranquilidad me invadió, mi chica tenía el vello depilado en un triángulo perfecto y unos labios inconfundibles.

Pero cuando la toalla pasó el pubis nos quedamos helados, yo miré a Pedro y él a mí, las dos estaban perfectamente depiladas…

--- Fina no se ha depilado nunca, no le gusta!

--- Pues Cris anoche tenía el pelo recortado en triángulo!

Los labios del coño eran iguales, me fijé por si se notaba alguna señal o pliegue o el clítoris, nada todo igual, dos coños calcados.

Apuramos la cerveza, nos desesperamos, dijimos los nombres al azar y fallamos otra vez, ellas se dieron la vuelta, nos enseñaron el culo, se agacharon a la vez al tiempo que se separaban las nalgas enseñándonos los labios del coño, hasta eso eran idénticos, se volvieron a liar con las toallas y desaparecieron en la casa.

Cuando salieron traían unas sonrisas de oreja a oreja, triunfantes se sentaron en nuestras rodillas, al momento dijeron…

--- Oh! Perdón nos hemos equivocado.

Y se cambiaron de chico. Sus risas se oían en todo el valle.

Yo no daba mi brazo a torcer, estaba seguro, mi chica llevaba el bikini que le había regalado para esta temporada, le dije al oído…

--- No me has engañado ni un momento, lo he hecho para disimular.

Ella sonrió condescendiente, luego como movidas por un resorte salieron corriendo hacia la piscina y se lanzaron de cabeza, tardaron un momento en salir, desde nuestra posición no las vimos hasta que asomaron la cabeza, luego nos llamaron…

--- Venga perezosos, que el agua está muy buena.

Entramos en la casa y nos pusimos los bañadores y volvimos corriendo hasta lanzarnos al agua, al otro lado nos esperaban las dos rubias, yo me abracé a mi chica, le bese en el cuello y disimuladamente metí la mano por debajo del bikini apretándole una nalga, ella me sonrió y salió nadando hasta la otra orilla, mi hermano se quedó con su novia donde estaba, de reojo vi como le había separado el sujetador y le pellizcaba un pezón, ellas se reían sin parar, huyendo de nosotros que por todos los medios intentábamos jugar con ellas y de paso meterles mano, bajo nuestros bañadores se apreciaba un generoso bulto de la erección que llevábamos, cuando al fin salimos del agua, cogí a mi novia del culo y le ayude a subir a la orilla, ella pasó su mano por mi bañador y recorriendo mi polla dura me dijo…

--- Vaya, como se te ha puesto la polla, CUÑADO.

Creí morirme, no podía ser, estaba seguro de que era Cris, su bikini, su culo, todo era ella.

Cuando estábamos dirigiéndonos a la casa se quitaron el sujetador y se lo cambiaron…

--- Toma tu bikini, ya no me hace falta.

Y se volvieron hacia nosotros rompiendo a reír.

Mi hermano y yo entramos en la casa cabizbajos, estábamos humillados, ridículos, nos miramos y si, nos parecíamos pero no éramos iguales, claro.

Pasamos la tarde paseando por los viñedos, era un placer ver las uvas llenas que pronto serían vendimiadas y estarían embotelladas para disfrute de todos.

Cuando volvimos a casa entre todos hicimos la cena, en una parrilla fuera en el jardín asamos la carne que habíamos llevado, la noche era preciosa, le enseñé a mi hermano la bodega que había descubierto, y pronto sacamos unas botellas, la velada fue estupenda aunque el tema principal fue sin duda el parecido de las hermanas, con cualquier motivo se burlaban de nosotros, que teníamos que resistir sin apenas protestar.

Cuando parecía que se calmaba la tertulia mi hermano apagó todas las luces y gritó…

--- Venga todos al agua, el último que llegue paga la cena.

La noche era oscura, no había luna, se oyeron las sillas correrse y los tropezones de todos, mientras corríamos hacia la piscina en la hierba se iban quedando las prendas de la ropa, los chapuzones se oyeron según íbamos entrando de cabeza al agua, al final no sabíamos quién fue el último.

Nos lanzamos nadando donde estaban las chicas, ellas huyendo se nos escurrían entre las manos como anguilas, apenas podíamos cogerlas de la cintura o de las piernas, cuando podíamos tocar alguna teta se volteaban y se escabullían, nosotros con las pollas  tiesas intentábamos abrazarlas y pegarnos a ellas, al fin acabamos agotados, irremisiblemente no podíamos atraparlas.

Salimos del agua y nos sentamos en la orilla con las piernas dentro, las chicas nadando silenciosamente se acercaron a nosotros y se quedaron entre nuestras rodillas, solo se oía el agua moverse y los bultos de sus cabezas asomando del agua, mi chica me tocó las rodillas para que las separara, lo hice y me fue besando los muslos hasta llegar a mi polla, a mi lado mi hermano Pedro estaba sufriendo el mismo trato, solo podía ver de perfil como la polla se metía dentro de la boca de su pareja, por primera vez me di cuenta del tamaño de la polla de mi hermano, era notablemente más larga que la mía, aunque yo le ganaba en espesor.

El calor de la boca de mi chica me relajaba, por fin había disipado mis dudas, me estaba dando una mamada como ella solo sabía, cuando me iba a correr salió de entre mis piernas y nadó hasta la otra orilla, su hermana hizo lo mismo, no tuve tiempo más que de cogerme la polla y tras varios meneos eyacular dentro del agua, me había dejado al límite.

Después de recoger la ropa de la hierba volvimos defraudados a la casa, mi hermano y yo entramos sin hablarnos, pero en nuestras cabezas bullía el mismo pensamiento, teníamos que vengarnos.

LOS MELLIZOS.

--- Esto no puede seguir así, se están burlando de nosotros, tenemos que hacer algo, menos mal que mi Fina me ha dado una mamada de regalo.

--- Es verdad tenemos que escarmentarlas, a mí Cris también me la chupado de maravilla, pero… estás seguro que eran las nuestras? Ya dudo de todo.

--- Joder hermano no fastidies ahora, ya me has puesto en duda, yo estaba seguro, pero ahora ya hasta dudaría.

--- Esta noche vamos a ser nosotros las que las burlen, nos cambiaremos de cama sin decirles nada, te parece bien?

--- A éstas alturas claro, hay que darles una lección, las vamos a follar cambiadas, cuando nos acostemos en el último momento nos cambiaremos.

--- Perfecto.

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LAS GEMELAS.

--- Jajaja, los hemos engañado como hemos querido, pero hay que tener cuidado, los he visto cuchichear, creo que traman algo, no me extrañaría que esta noche intentaran liarnos.

--- Pues tenemos que hacer algo para darles el chasco.

--- Se me ocurre que podemos cambiarnos de cama, igual a ellos se les ha ocurrido hacer algo también.

--- Cuando nos acostemos, nos cambiamos sin encender las luces.

--- Vale, pero esto no va a ser fácil, nos van a conocer enseguida, no somos tan iguales, no nos comportamos igual en la cama.

--- Eso se puede arreglar, que es lo que haces mejor y le gusta más?

--- A mí me gusta que Pedro me la meta por el culo, el siempre lo hace.

--- Uf, yo nunca lo he hecho, me da miedo, en cambio a mi novio le gusta que le dé una mamada hasta que se corre en mi boca y me trago toda la leche.

--- Agg, que asco, yo nunca lo he podido hacer, me dan arcadas.

--- Yo te explicaré como se hace, ya he visto que mi chico tiene la polla más corta que Pedro, pero la tiene bastante más gorda, en parte es mejor para ti, tú solo tienes que metértela y con la lengua le acaricias el frenillo contra el paladar hasta que notes como le palpita el glande peligrosamente, prepárate a tragar todo lo que le salga que es mucho, ve tragando según lleguen los chorros o te atragantarás, te dará tos y te saldrá hasta por la nariz.

--- Espero hacerlo bien, ya veremos si puedo aguantar, te explico cómo me la mete Pedro por el culo, ante todo te aconsejo que no debes tener miedo, si lo haces bien no te dolerá, ten en cuenta que el culo dilata mucho, te debes relajar para dejar entrar la polla, Pedro no la tiene muy gorda, es importante que te lubriques mucho y que te dilates antes, si puedes coge la iniciativa y te la metes a tu gusto, lo mejor es que te la orientes paralela a tu vagina y poco a poco se irá metiendo toda, luego ya te puedes mover a gusto, puede que hasta te corras con la polla dentro.

--- Tenemos que ponernos perfume, así no tendrán dudas.

--- Bien, nos vamos a divertir con ellos, están locos de rabia.

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Cuando ya tarde decidimos irnos a dormir, yo me dirigí a nuestra habitación, la de mi hermano estaba justo enfrente, era también de matrimonio, nos despedimos con una mirada cómplice, ya estábamos acostados cuando Cris se levantó y dijo que se iba a dar una ducha rápida, porque el cloro de la piscina le picaba en la piel.

Era la ocasión que yo esperaba, me levanté nada más salir Cris de la habitación, el baño estaba al final del pasillo, esperé la señal de mi hermano, no tarde en ver a Fina como salía en camisón hacia el baño también, en la puerta me esperaba Pedro cuando entré, me dijo rápido…

--- Toma mi pijama, Fina no tardará, ha salido a soltarse el pelo, suerte.

--- Lo mismo te digo, esta noche nos vamos a reír nosotros.

Me colé en la cama de Pedro, estaba caliente aún en el lado de Fina, olía a su suave perfume, cuando entró yo me había tumbado de lado dándole la espalda, no podía aguantar la risa pensando en el despertar.

Simplemente me dijo…

--- Buenas noches cariño.

Se volvió dándome las espalda, estuve quieto hasta que oí su respiración pausada dormida, me acerqué a ella por detrás, tenía el culo hacia atrás, con los dedos lo acaricié suavemente, no hizo ningún movimiento, me atreví a pasar mis dedos bajo de la goma de la braguita, la redondez de su cadera me puso la polla dura, ella estaba completamente dormida, con los juegos de la piscina estaba agotada.

Pasé la mano hasta posarla sobre su pubis, estaba perfectamente depilado, cuando noté el principio de los labios volví a sacar la mano, no quería que se despertara demasiado pronto, pasé por su vientre, al llegar al estómago se movió, me quede quieto como una estatua, se ladeó hasta casi ponerse boca arriba poniendo las piernas plegadas, cuando se estabilizó la respiración seguí mi exploración hacia arriba, al llegar al nacimiento de las tetas me detuve, quise saborear el momento, desde la planicie del estomago nacían dos montículos suaves, tibios y tiernos, los recorrí hasta que empezaron a descender por arriba, cuando en mis dedos sentí el roce de los pezones me entretuve lo suficiente para pellizcarlos un poco y hacerlos salir, tuve éxito, estaban duros nada más tocarlos, suspiró cuando le apreté una teta subiéndola hacia arriba, su mano cayó en su costado justo al lado de mi polla dura, la tenía medio abierta hacia arriba, me acerqué a ella lo suficiente para notar el suave perfume que acostumbraba, al hacerlo por la bragueta del pijama de mi hermano me salió un poco de mi polla, me dio la idea de que me la cogiera Fina, aún sin darse cuenta le separé los dedos hasta que pudo abarcar mi tronco, ella no hizo ningún movimiento, me solté el pijama para que al quitármelo saliera más trozo de polla, luego estuve empujando y simulando que mi cuñada me hacía una paja, lamenté que no despertara en ese momento pero seguí, le subí el camisón lo suficiente para poder besar la teta más cercana, la única reacción fue del pezón que creció entre mis labios, no me contenté y lo atrape con los dientes y lo lamí, seguía creciendo y haciéndose duro por momentos, cuando abrí la boca y aspiré, todo la areola con el pezón hinchado se metió dentro hasta rozarme el paladar.

Su mano como en un tic se cerró sobre mi polla, no excesivamente, pero la tenía agarrada, ya no me moví pero mi mano se aventuró hacia su vientre, el ombligo era perfecto y el vientre plano solo se terminaba cuando el monte de Venus, bastante abultado por cierto, comenzaba.

Al pasar mis dedos por la ingle dejé entre ellos los labios gruesos, estaban suaves como la de una adolescente, según iba avanzando entre sus piernas, estas se iban abriendo.

Me incorporé sobre ella y con los dedos le bajé suavemente las braguitas hasta los tobillos, al sentirse libre acabó de separar las piernas del todo.

Ante mí los muslos torneados se unían justo entre los labios perfectos, aunque sé que cada coño es diferente a los demás me hipnotizaba el saber que era el de mi cuñada aunque era calcado al de mi chica, cuando acerqué la boca a ellos mi nariz notó el aroma que tanto me gustaba, olía a mujer caliente, al separar con la punta de la lengua los labios, Fina se movió, cerro las piernas y se dio la vuelta de golpe, yo me quedé con la miel en la boca, no me creía que se hubiera esfumado mi mejor ocasión de comerme el coño de mi cuñada, me esperé a ver si volvía a la postura anterior, pero no, se volvió a dormir profundamente, ahora solo podía admirar las hermosas nalgas de Fina, estaban casi cerradas, pero entre ellas se adivinaba la entrada de su vagina guardada por un par de carnosos labios.

Me coloqué sobre ella con las piernas rodeándole, no encontraba la forma de por lo menos rozarme y apretarle el glande entre sus muslos.

Le separé los tobillos lo suficiente para que me permitiera poner mis rodillas entre las suyas, ya se veía bastante el coño entre sus piernas, intenté acercar mi glande pero no llegaba, en estos momentos envidié la longitud de la polla de mi hermano, con ella seguro que lo metía.

Estaba frustrado, admirando el coño tan cerca pero tan inaccesible, las nalgas redondas me dieron una idea cuando recordé lo que me había dicho Cris, mi hermano le metía la polla por el culo, a ella le gustaba, yo nunca lo había podido conseguir de Cris.

La polla me palpitaba pensando en la posibilidad de metérsela a mi cuñada, era una asignatura pendiente en mi vida, me recosté sobre ella lo suficiente para no descargar mi cuerpo, pero mi polla se apoyo entre sus nalgas, estaban frías, pero húmedas, con un poco de balanceo logré abrirlas y encarar mi polla en el agujero que noté más áspero que el coño, fui dejándome caer, mi mente no quería pensar que pasaría si se despertaba y encendía la luz, así que seguí presionando, la punta se resbalaba y se salía entre las nalgas hasta que presionando más pude ajustarla bien, poco a poco se fue abriendo paso, ella entre sueños separó las piernas e incluso levantó las nalgas, a partir de ahí se facilitó todo, el glande entró, Fina dio un suspiro de satisfacción y yo seguí metiendo más hasta hacer tope con mi pubis en sus nalgas.

Ella se removió abrió los brazos e intentó mirarme pero yo seguí metiendo y sacando la polla lentamente, solo me susurró…

--- Mmm, Ahhh, que polla tan grandes tienes Pedro, me encanta cuando me la metes toda, mi hermana no sabe lo que se pierde, me voy a correr dentro de un momento.

Al decir esto se puso de rodillas e inclinó la cabeza pegándola a la sabana, yo la cogí de las caderas, le metía sin compasión la polla mientras ella me pedía más, con su mano entre sus piernas me acariciaba los huevos hasta que se corrió dando un gemido lastimero, sus contracciones hacía que mi polla se clavara más dentro de ella, luego se derrumbó, yo la seguí penetrando sin parar hasta que noté que mis huevos pedían a gritos vaciarse, ella pareció comprenderme y me dijo…

--- Si Pedro hazlo como siempre, córrete dentro, lléname de leche.

Yo no había querido proferir ninguna palabra para no delatarme, pero unos gruñidos salieron de mi garganta cuando mi polla empezó a escupir leche dentro de Fina.

Me quedé vacío, caí a su lado y esperé haciéndome el dormido hasta que ella siguiera durmiendo, no tardo en vencerle el sueño.

Yo hice grandes esfuerzos para no dormirme también hasta que mi hermano apareció en la puerta de la habitación, me hizo señas para que saliera, en el pasillo me dijo muy emocionado…

--- Chico, no tienes ni idea la follada que hemos hecho, tu novia es una maravilla, me ha hecho una mamada de antología, no podía parar, no se la ha sacado de la boca hasta que me ha dejado seco de leche y no se le ha salido nada por los labios, se lo ha tragado todo, y tú?

--- Joder Pedro, no tienes ni idea, la he follado por el culo, era mi máxima fantasía y no se ha dado cuenta, que follada.

--- Vale, mañana te daré más detalles, ahora a volver a la cama para que no nos echen en falta.

Cuando me metí en mi cama me sentía pletórico, era como volver a casa vencedor después de una batalla, el calor tibio de Cris, su aroma el que le regalé en su cumpleaños, su manera de dormir.

No tardé en dormirme en la paz del “hogar”, cuando aún no había amanecido noté como una mano hurgaba en mi bragueta, la dejé ir, simplemente abrí las piernas para facilitarle la faena, ella con suma maestría me descapulló el glande y se metió la polla dentro de la boca, no me molesté ni en abrir los ojos, me puse en forma de X y me relajé, su lengua recorría mi tronco de arriba abajo, mis huevos estaban encharcados de saliva, incluso me permití levantar las piernas sobre mí para que Cris me besara entre las nalgas como lo hacía muchas veces, cuando las bajé, mi polla siguió estando dentro de su boca, estaba satisfecho conmigo mismo, así que le dejé el pleno dominio.

Cuando sentí como me invadía una corriente desde la nuca a mis huevos, ni le avisé, solté los chorros de leche que salieron, sin contarlos, incluso hice presión para que fueran más fuertes, me quedé como en el cielo.

Lógicamente no me extrañó que ella reclamara su parte, por lo que como mi polla estaba todavía viva, me gustó que se sentara sobre mí, no me cambié de postura, se metió mi polla dentro del coño, como siempre lo hacía a la primera, sin dudar, saltó sobre mi mientras le sujetaba las tetas para que no saltaran, cuando se corrió, los espasmos me apretaron la polla con su coño, ni me inmuté cuando se levantó.

Creí que se había agotado, yo estaba exultante, triunfador, cuando se sentó sobre mí otra vez me extrañó pero lo encontré lógico, quería darme una lección de follar, quería marcar territorio, me dejé llevar, cuando se metió a polla en el coño procuré que la encontrara lo más dura posible, no la tendría tan larga como Pedro pero si mucho más gorda, cuando volvió a levantarse, pensé que estaba agotada pero se volvió a sentar, esta vez no entró tan suave al principio pero yo estaba feliz, saltaba y suspiraba, gemía y se pellizcaba los pezones, yo le quise agradecer el detalle de haberse depilado y quise acariciarle el clítoris, con mis dedos lo busqué, pero detrás de él seguían los labios y no encontré a mi polla, hasta que un poco más a tras la note clavada en ella.

Abrí los ojos extrañado, sentada en cuclillas estaba Cris, con las rodillas abiertas frente a mí, perfectamente veía mi polla clavada en su culo, abrí los ojos agradeciéndole que se hubiera decidido a metérsela por el culo para mí, pero me contestó…

--- Buenos días CUÑADO, te gusta el despertar?

Me dio una rabia momentánea, me habían vuelto a engañar, pero me hizo gracia, a sus movimientos uní los míos, le di la vuelta y la tumbé sobre su espalda, ella levanto las piernas sobre su cabeza ofreciéndome su culo y su coño, para que eligiera, lo hice rápido, se la volví a meter en el culo dilatado, un agujero negro con el diámetro de mi polla me llamaba y lo tapé de un golpe, ella lo agradeció, cuando nos corrimos al unísono nos abrazamos y nos echamos a reír a carcajada limpia.

Aún estábamos abrazados desnudos sobre la cama cuando la luz del alba entraba por la ventana, en la puerta de la habitación unos nudillos llamaron nuestra atención, eran mi hermano y Cris, estaban abrazados y desnudos como nosotros, estaban riendo también al acercarse a nuestra cama, se sentaron y Pedro me contó lo que le había pasado.

También se había despertado de madrugada, después de ponerle la polla dura, se le había sentado igual que a mí pero de espaldas, lo primero que hizo fue cogerse a sus tobillos y dejarse caer sobre su polla hasta que desapareció en su culo, él incluso le ayudaba cogiéndole de la espalda, cuando se corrió ella se volvió, y entonces le saludó más o menos como Fina a mí, después se volvió a sentar, esta vez metiéndose la polla en el coño, la sintió llegarle hasta el útero pero le gustó mucho y no paró de cabalgarlo hasta notar que se iba a correr, se levantó y se la metió en la boca, no pudo meterla toda pero hizo todos los esfuerzos para dejar lo mínimo fuera, cuando él se corrió, ella mirándole a los ojos le fue recogiendo todos los chorros sin parpadear, hasta que cesó el reguero de semen, luego abriendo la boca le mostró toda llena de leche que de una vez se tragó.

Ellas estaban alborozadas al ver que nos habían ganado otra vez, tuvimos que reconocer nuestra derrota y prometerles que les haríamos un buen regalo.

Fina se hizo a un lado y se metieron en nuestra cama, los cuatro aunque apretados, estuvimos hablando hasta entrada la mañana mientras nos acariciábamos mutuamente.

Agradecería sus comentarios.