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El pacto. (17).

en Grandes Relatos

EL MINISTRO - “LAS COMPRAS”.

                                                  El miércoles por la mañana despertar con Caro a mi lado fue extraño pero muy agradable y ella se movía como si fuera mi pareja desde hacía mucho tiempo, se levantó para usar el baño y bañarse y me quedé remoloneando, acompañarla hubiera sido para quedarnos mucho rato y hoy era un día de mucha actividad…  Lo demás fue con un movimiento similar al de todos los días, al bajar a desayunar, yo solo porque Caro fue a cambiarse a su habitación y bajó luego junto con Gimena, me encontré a las chicas y a Ana María muy arregladas y, a cual más linda y atractiva para atender a los invitados y se los hice saber alabándolas…  En el exterior, los tres parrilleros seleccionados ya estaban con el fuego y los lechones más grandes cocinándose, los cochinillos se pondrían un poco más tarde porque eran más chicos…  En la casa de Carolina ya había una actividad febril y adelantaba a pasos agigantados, faltaba Sol y la imaginé eligiendo la mejor ropa para Gimena y para ella, que seguramente ya me mostraría…

                                                  Me avisó Fernando que el asfalto estaba casi listo pues sólo faltaban 300 metros de una sola mano y entendían que para el jueves por la tarde ya estaría todo terminado…  Sol llegó con un coche a las 10.00 y minutos de la mañana, la ayudé con los paquetes y me dijo que se había comprado un conjunto que me iba a encantar, le contesté que no tenía ninguna duda pero no le aseguraba que no se lo sacaría a mordiscones, me apretó fuerte del brazo y nos fuimos al comedor a charlar…

  • Antes que nada, te ves muy linda y gracias por el favor, ¿compraste todo?...
  • “No tenés porque darlas, ya sabés que estoy a tu disposición y si, compré todo lo que me dijiste, espero que le guste”…

                                                  Le di la plata del gasto y le dije a ella que guardara la factura, ni miré el importe…  Casi al instante se acercaron Gimena y Carolina junto con Ana María, se saludaron y se fueron las cuatro muy alegres para ver la ropa…  Todo el parque al frente de la casa estaba despejado para que el helicóptero descendiera en ese lugar y a las 11.20 me puse a esperar a mi amigo junto a Carolina, Ana María, Sol, Gimena y Fernando…  El descenso fue perfecto y nos confundimos en un abrazo…

  • “Guille, querido, te felicito de todo corazón, tenés una casa digna del señor que sos y me tenés que dar la receta, estás muy bien, parecés todo un pendejo”… -me dijo tomándome de los hombros-…

                                                  Saludé a la gente de la custodia, al Secretario y al Piloto, le presenté a los de la casa y departieron todos muy alegremente, luego pasamos al interior donde le presenté a las chicas, “todos son mi familia” le dije y él, riendo les dijo a todos, “Cuídenlo, tienen a un tipo genial al lado” (Y bueno… era un amigo de años)…  Después nos apartamos un poco mientras los demás tomaban un aperitivo…

  • ¿Qué querés hacer, ver, recorrer, evaluar, charlar?, decidí vos, yo te aclaro cualquier duda…

                                                  En ese momento llegaba el móvil policial con el Comisario y el Sub., los saludamos, lo llamó al Secretario y le dijo que lo presentara al Sub. con la gente, que los tres solos iríamos a ver las instalaciones…  Lo primero que hizo fue acercarse a las parrillas y saludar a los parrilleros que ya habían puesto toda la comida al fuego y me miró…

  • “¿Cuánta gente invitaste?, hay un montón de comida”…
  • Los cochinillos son para nosotros y los de la casa, el lechón grande y asado para los asadores y la otra gente que trabaja en los corrales y con la hacienda, ¿qué te pasa, crees que ellos no comen?, si hay fiesta que sea para todos...
  • “Es lo que yo digo, siempre el mismo “mano-suelta” y ahora que podés es peor pero, no te voy a cambiar a esta altura y me alegro por vos…  Dale, mostrame un poco los alrededores”…

                                                  Le mostré la casa donde vivían las chicas en la semana y la casa de los Encargados, esas por afuera y fuimos a la construcción de la casa de Carolina, saludó a todos con un saludo general y me preguntó para que era esa casa…

  • Esto amerita una explicación especial…  En un tiempo anduve jodido de salud por los pulmones y Carolina era la Neumonóloga que me atendía en una Fundación, andaba “galgueando” y allí me regalaban los remedios…  Ella se separó y deprimida había abandonado los trabajos, yo pegué el “batacazo” de la Lotería y le ofrecí venir a trabajar conmigo para atender a toda la gente de la Estancia, aceptó sin dudar y aquí la cosa creció, la casa la estoy construyendo para vivienda de ella y para consultorio, farmacia y otras dependencias para los equipos y  maquinarias ya que compré lo mejor para la atención médica, está más provisto que la mejor Clínica de la ciudad, hasta un Tomógrafo computado hay, lógicamente con medicamentos gratis para quien los necesite, esto es trabajadores de la Estancia y familiares directos y/o alguna emergencia de los trabajadores de los campos vecinos pero la prioridad son los nuestros.
  • “¡Loco de mierda!...  Te gastaste una fortuna sólo para veinte o treinta personas, ya sé, no me digas nada, ya te conozco”…
  • Jajaja, si fuera sólo eso, le comentaron que la Salita del Pueblo necesitaba médicos e insistió para trabajar gratis dos días a la semana, hablé con el Intendente y le ofrecí la posibilidad, pagándole el sueldo a ella y la remodelación completa de la Sala y donación de equipos, me empezó a poner “peros” con el fin de sacarme una “coima” y ya sabés como reacciono yo con esto, allí comenzaron los quilombos porque lo mandé a la concha de su madre…
  • “Pero ese tipo, aparte de hijo de puta es un pelotudo total”…
  • No me caben dudas pero, si no lo saben ustedes que es de tu Partido Político, jajaja…
  • “Dale boludo, no jodas, ya sabés que estas cosas no se saben hasta que se empiezan a mandar “cagadas””…

                                                  La charla ya se encaminaba para el lado de las confidencias y decidí explayarme un poco más…

  • Bueno, el caso es que compré una casa en la esquina de la plaza y estoy construyendo una Clínica con atención y medicamentos gratuitos para todos los del pueblo, en el pueblo no hay Farmacias y posiblemente haga una Sala con algunas camas de internación…  Ella va a ser la Directora y yo “banco” todos los gastos de sueldos de dos médicos y dos enfermeras y todo el mantenimiento, ¡ahh!, el martes empezamos la vacunación gratuita a los chicos, tengo todas las vacunas adquiridas…
  • “¿Era para eso la casa de la esquina de la plaza?, nadie me supo explicar el destino de esas reformas…  ¿Atención gratuita para todos con medicamentos incluidos dice?”…-dijo el Comisario sorprendido-…
  • Efectivamente, sin privilegios de uniformes o “politiqueros”, serán atendidos pero sin pasar por sobre nadie…  ¡Ahh! y no vaya a ser cosa que algunos, de los que no faltan, se lo acrediten políticamente, ¿verdad, José?…
  • “Quedate tranquilo, ya te dije que sé como sos pero eso que me estás contando no puedo dejar de decírselo a la “jefa”, ya sabés como es con estas cosas y la alegría que le dan estas iniciativas…  Vas a necesitar el permiso del Ministerio de Salud para operar como Clínica para la atención e internación y “una mano lava la otra…”…

                                                  Me quedé pensando en lo que me decía y no podía negar que era una realidad, iba a necesitar de ellos y alguna “tajadita” sacarían…

  • Está bien lo acepto pero no quiero que quede como idea de alguno de ellos y yo no debo figurar en nada, entre nosotros, la Doc. me “tira” demasiado, es recíproco pero primero tengo que arreglar algunas cosas pendientes porque, hoy por hoy, yo estoy “internado en EE.UU. para curarme”…  Mi amigo me miró sorprendido…
  • “¡No jodás!”…
  • Si, fue lo primero que se me ocurrió, le dejé un par largo de millones de Dólares, una casa nueva y grande y me vine para comprar la Estancia…
  • “No podés, sos de lo que no hay pero, como sos el único que sabe “donde le aprieta el zapato”, no comentaré nada…  A todo, ¿no es mucho lo que estás gastando?”…
  • Antes que me empieces a hacer la Inteligencia y para no hacerme el “misterioso” con vos, te voy a decir otra verdad, acá sólo traje una parte, en USA quedaron depositados algo más de 150 millones y me dejan muy buena renta mensual como para bancar esto y más…  No la hice acá y me la llevé al exterior, la traje del exterior para gastar acá, en lo que me guste…  ¿Qué voy a hacer, gastarla comprando Rolex President o cochecitos o cansándome en viajes por el Mundo?, son caprichos, gustos, llamale “X”…
  • “¡Qué hijo de…! Y yo contento por lo que me habías dicho…  Tengo “algo” para ofrecerte”…
  • Desde ya, te digo que NO…  No ayudo a los Partidos ni me “prendo” en ningún negocio, si vos como amigo necesitás una mano, no lo dudes pero, no hay “transa” con nadie, de “viejo” no me vas a cambiar…

                                                  Aunque el Comisario quedó mirando sorprendido, yo sabía que mi amigo no me molestaría ni mencionaría nada más con el tema del dinero…  Luego pasamos a recorrer el galpón grande, la verdad, brillaba por todos lados y tenía todas las mesas armadas…

  • José, esto es para el domingo, si es que se mantiene en pie y eso vas a tener que confirmarlo o no porque tengo que moverme con poco tiempo…
  • “Eso está confirmado, desde las 10.00 empezarán a caer todos, después te dejo la lista de los que vienen, ya están todos confirmados, sin chicos pero acompañados, creo que son algo así como 85”…
  • No hay drama, yo contaba 100, ¿elegante sport, día de campo completo con algunos cambios de ropa entre las mujeres, verdad?...  También tengo una lista para las habitaciones con baño privado, sobran tres baños pero para evitar el lío de entrar y salir de la casa alquilé baños químicos que van a estar en el garaje y muy privados…

                                                  El Comisario apenas prestaba atención, él quería la oportunidad de hablar con el Ministro y le interesaba bastante poco una reunión de conocidos…

  • “Parece que tenés todo organizado, contame más”…
  • Ese camino que ves más allá donde plantaré roble, servirá para los helicópteros y en el bosquecito de adelante podemos estacionar autos a la sombra…  El salón para que conversen ya está preparado y es totalmente privado, hay una mesa grande y sillas y sillones suficientes, en este lugar que los atienda Ceremonial…  Estoy preparado para aperitivos de media mañana, almuerzo, merienda y cena, hay vinos, whisky, vodka, cogñac…  Está la pileta por si quieren usarla, pueden andar a caballo o caminar por dónde se les antoje, el lugar es seguro pero no sé qué medidas adoptarás…
  • Mi personal tiene prohibidas las fotos y estarán desde las 08.00 a 00.00 sin poder retirarse de la Estancia…  Lo único que te aclaro es que todos ellos tiene orden de no darle pelota a ninguna orden que no provenga de mí, eso por si algún “boludo” de Ceremonial o de Seguridad “mea afuera del tarro”, en confianza José, no me “como” ninguna, mi gente está hasta por encima del propio Presidente y vos sabés que yo las investiduras me las pasé siempre por las pelotas, no querría tener que echar a nadie de mi casa…
  • “¡Cómo si no te conociera!, ya di orden a mi personal que no quiero confraternidad, más allá del buen trato, con el personal de la Estancia, lo mismo pasa con la Custodia Presidencial y los de Ceremonial, de los otros me encargo yo y que se lo transmitan a las mujeres”…
  • El servicio será así, las chicas llevan las fuentes con comida y las dejan en las mesas, al igual que las bebidas…  Habrá lechón, asado, achuras y pollo, todo con ensalada ya preparada, cada uno se sirve lo que quiera y te aseguro que no faltará nada…

                                                  Cuando el Comisario escuchó Ceremonial, se puso en guardia, cuando se habló de Custodia Presidencial quedó aún más alerta, cuando yo dije que no le daba bola ni al Presidente, pegó un salto…

  • “¿Ustedes me quieren decir que el domingo vendrá aquí el Presidente?”…
  • “Con usted mi amigo tengo que hablar varias cosas…  Aquí el domingo no habrá nadie, ¿entendió?, nadie…  Sin embargo estarán, el Presidente y su esposa, el Vice, la Gobernadora, los Ministros de ambos Gabinetes y algunos Diputados y Senadores Provinciales y Nacionales…  Es todo “Secreto de Estado”, nadie, absolutamente nadie debe enterarse…  La custodia se hará con un Grupo Especial de la Policía de la Provincia en los límites de la Estancia y usted deberá destacar un par de móviles policiales a la entrada de la ruta, apoyados por la gente de ese Grupo, tendrán una lista de nombres y no ingresa nadie que no esté en la lista…  Si Guillermo no tiene inconvenientes, yo lo invito a que se haga presente con su esposa o pareja, en ropa de calle bien vestidos, sin uniforme, no diga quienes van a estar en el almuerzo y cena, aquí le presentaré a algunos de los presentes pero esto no sale de acá”…
  • Yo no tengo ningún inconveniente, al contrario, es más, si su señora se siente medio perdida podrá acercarse a las chicas de la Estancia donde será bien recibida y se conocerán mejor…  José, no sé si estarás conforme con todo lo que te dije pero, tengo algo más…  ¿Habrá alguna posibilidad de incluir al Comisario en la investigación que se está haciendo?, no te olvides que él tiene conocimientos de la zona y de la gente del lugar…

                                                  Mi amigo se quedó pensando pero yo ya sabía la respuesta, esto se llevaría a un nivel más alto y apenas si le darían “algo” de participación para dejarlo contento, igual estuvo muy diplomático y yo me “apuntaba un poroto” como haciéndole un favor enorme al Comisario…

  • “No puedo pasarle el caso por completo por la investidura de quien está más comprometido pero me gustaría compartir alguna información con usted y que tome algún accionar más rápido por las cercanías, podemos estar al tanto telefónicamente”…
  • “Le agradezco Ministro y de paso le aviso a Guillermo que el tal Matías de la Estancia “Los Nogales” está “desaparecido” desde el lunes a la noche y nadie sabe nada de él”…
  • “¿Quién es ese tipo?”… -preguntó el Ministro-.
  • El tipo es el amigote del Intendente que “reventó a palos” a la mujer que está en casa, debe estar “fugado” o escondido en la casa de alguno de ellos…  Hay otra cosa más que no sé si vale la pena…  Hay una versión sobre la muerte de un empleado municipal, según charlas de “fogón”, parece que se lo “achacan” al Capataz de esa Estancia y yo que usted averiguaría ya que nunca se supo más nada de ese empleado y en esta extensión de tierras no es difícil hacer que alguien “se pierda”…
  • “No perdés las mañas, como siempre, agarrás una “puntita” y no la largás hasta no estar convencido”…
  • Se me hace que los tipos están en cualquier negocio sucio que se presente y no hay que descartar nada pues “arreglaban” con “coimas” a todo el mundo… -“patada” para la Policía pero no me importaba-…
  • “Tiene razón, hoy por la tarde me voy a poner a investigar los datos de esa “desaparición””…

                                                  La charla no daba para más, ya nos llamaban a comer y nos dispusimos a saborear los cochinillos…  Comimos y bebimos muy bien, mi amigo quedó encantado con toda la gente de la Estancia y con las posibilidades de comodidad y de seguridad que brindaba…  Le pregunté y me hizo saber que unos 30 efectivos harían la custodia de los límites más el personal de dos móviles policiales, por ello mandé a preparar en el pueblo, con una señora que recomendó el almacenero, unos 80 emparedados grandes de milanesas con lechuga tomate y huevos duros, más 80 latas extras de gaseosa surtida…

                                                  El helicóptero despegó a las 15.00 con sus tripulantes más que contentos y yo estaba desesperado por irme a tirar un rato en la hamaca…  El último en retirarse fue el Comisario que antes pidió hablar con Gimena a fin de saber si ella podría informarle donde podría haber buscado refugio el marido, le dijo no saber a ciencia cierta pero le dio algunos nombres de amistades que podrían haberlo escondido y también los nombres de algunas mujeres con las que intimaba…  Luego de esto, mientras los acompañaba al móvil policial, me agradeció efusivamente la recomendación para actuar en el caso y se fue pensando en lo del domingo ya que Carolina le había dicho, a instancias mías que la mujer podía contar con ella o con Ana María para no encontrarse sola…

                                                  Me fui a recostar en la hamaca y se acercaron Carolina y Sol para decirme que ya se iban, las saludé a las dos y le dije a Caro que se tomara el tiempo necesario…  Tenía mucho por hacer y Sol se ofreció a acompañarla en todo…  Las demás a la pileta luego de ordenar todo y yo me “desmayé” por dos horas…  Cuando desperté me dieron ganas de tomar unos mates y fui a prepararlo en la cocina, no había nadie por allí, escuché las risas que venían del lado de la pileta y me acerqué, me encontré con un panorama no apto para cardíacos…

                                                  Gimena tomaba sol en una reposera, vestía un conjunto de ropa interior de color azul que bien podría pasar por un traje de baño aunque bastante escueto pero saber que era ropa interior te hace caminar la cabeza de otro modo y precisamente, recordarla haciendo un 69 con Carolina mientras yo perforaba su culito no ayudaba a la tranquilidad de “mi amigo”…  Ana María, Marta y Graciela estaban metidas en la parte menos profunda de la pileta jugando con una pelota que en ese momento les alcanzaba Rosalía parada en el borde de la misma, su cuerpo moreno enfundado en una bikini bastante chica que resaltaba sus tetas y su culo altivo, se hacía más deseable surcado por gotas de agua…  Ana me vio y salió rápido de la pileta para preguntar si necesitaba algo y comenzó a secarse…  Gimena giró la cabeza para mirarme y me dijo:…

  • “¡Qué paz Guille!, te estoy “robando” todo el sol”…

                                                  Las saludé a todas con la mano y les dije que me alegraba que estuvieran disfrutando y me instaron a jugar un rato con ellas en el agua, “mi amigo” se puso insoportable debajo de mi bermuda y me senté para que no lo notaran… Decididamente pensé en Ana María y Gimena, veríamos que resultaba, ni problemas me hacía por si volvía Caro pero quise saber cómo estaban las cosas…

  • No puedo chicas, otro día, todavía tengo que revisar otras cosas que faltan de la lista por lo del domingo…

                                                  Tomé el teléfono y la llamé a Caro, todavía le iba a llevar como dos horas porque los negocios recién estaban abriendo, estaba tomando mate en lo de Sol, con Gracia y Pedro.  La saludé, colgué y me decidí hablando en voz alta…

  • Ana, la Doctora me acaba de decir que vos tenés la lista, quiero revisarla ya porque si falta algo hay que aprovechar para que ella lo encargue y lo compre…  Ella sabía que no tenía la lista y reaccionó rápido…
  • “Dame dos minutos que voy a cambiarme y ya estoy contigo”…  Salió disparada hacia la casa, volvió en apenas un ratito vestida con una falda y una camisa a cuadros de manga corta, seguramente sin nada debajo…
  • Chicas, ustedes sigan disfrutando, si alguien me busca estoy adentro con Ana revisando todo lo del domingo…  Gimena, si tenés ganas vení con nosotros, nunca viene mal otra opinión…
  • “No se hable más los acompaño”…  Ana María me miró como interrogando y la ignoré… 

                                                  Entré al escritorio seguido de las dos, le pedí a Gime que cerrara la puerta y les dije:…

 

  • No quiero ningún tipo de comentarios, ustedes deciden, ¿acá o en mi dormitorio?, porque “tengo ganas” de coger con las dos y estoy que no me aguanto…  Ya estaba convencido de que perder tiempo con las, para mí, idioteces de “charlitas convencedoras” o “mimitos ablandadores” era impensable por mi experiencia y porque no lo necesitaba…

                                                  Ninguna de las dos habló, Ana María me abrazó al cuello y me besó queriéndome ahogar con su lengua, me soltó y apoyando sus tetas en mi pecho me dijo: “Yo quiero en el dormitorio”, de inmediato el lugar en mi boca y labios lo ocupó Gimena y aunque su boca y su cuerpo por lo chiquito y menudo era distinto al de Ana, se sintió igual de excitante…  Al separarse dijo:… “Yo también” y giró para mirar a Ana María, ésta tomó su cuello y la atrajo hacia si para comerle la boca con sus labios llenos y aferrar con fuerza sus nalgas con las dos manos, apenas se separaron respirando agitadas, abrí la puerta y salí seguido por ellas…

                                                  Entraron y yo detrás, giré para trabar la puerta y cuando volví a mirarlas las encontré desnudas y acercándose con ganas de devorarme…  Ana me volvió a besar “pegando” su cuerpo al mío y mi miembro entre sus piernas se mojaba con su flujo, Gimena separó las partes inferiores metiendo su cabeza y comenzó a mamarme, cambiando flujo femenino por saliva, luego giró la cabeza y lamió la vagina y el clítoris de Ana que se estremecía y llevaba mis manos a sus tetas endurecidas…  El orgasmo de Ana no esperó y mojó toda la cara de Gime, los dos a la vez pensamos lo mismo y levantamos a la “chupadora” tomándola de los cabellos, nos miró con placer y Ana la besó profundo, luego la levantó de las nalgas, la llevó hasta la cama y la dejó caer de espaldas tirándose encima de sus muslos para besar, lamer y mordisquear los interiores de éstos, algo que a Gimena la hizo delirar de gusto que se transmitía por todos los movimientos de su cuerpo…  Ana señaló sus nalgas que habían quedado a la altura de “mi amigo” y me pidió jadeando:…

  • “El culo Guille, rompeme el culo como vos sabés”…

                                                  Ya era obsesiva con su culo y había aprendido en poco tiempo a dominar y lograr una rápida dilatación, igual la sentía cuando entraba en ella y esta vez también la sintió, mi pija se deslizó sin pausas hasta que choqué mi pelvis con sus “bellezas”…  El ¡Ahhh! que quiso dejar escapar por la arremetida fue sólo al principio todo lo demás se estrelló en la matriz de Gimena porque allí tenía aplastada su boca y allí emitió ese grito sin sonido…  Mientras yo “machacaba” su culo como a ella le gustaba, Gimena sufría y gozaba la lengua gorda de Ana que la recorría íntimamente y los labios que sorbían su clítoris que asomaba pidiendo más…  Los orgasmos de Gimena se sucedían y Ana, con su boca y lengua metida en su vagina que dejaba descansar unos segundos para dedicarse al orificio de su ano, la tenía aferrada con las manos en sus caderas, logrando que sólo esa parte de su cuerpo no se moviera…

  • “¡Por Dios, cómo me calienta esta concha!, empujá Guille empujá en tu culo que tiene hambre de vos”… -decía desaforada-…

                                                  Gime incorporó su cabeza y la vi con los ojos en blanco y con dos palmadas fuertes en las nalgas de Ana, le pedí que parara, sacó la boca y Gimena se desplomó, Ana siguió moviéndose al compás de mis entradas y salidas y mordió las sábanas para no gritar su orgasmo a los cuatro vientos, se la hice sentir un par de penetraciones más y le inundé el culo de leche…  La saqué de allí mirando un círculo de unos cinco centímetros de diámetro que se negaba a cerrarse…  Quedaron tiradas en la cama una al lado de la otra y yo me metí en medio de las dos acariciando los pechos menudos de Gimena y la espalda perfecta de Ana, a cual más transpirados…  Los apretones suaves en los pezones despabilaron a Gimena…

  • “Apretame más fuerte Guille, exprimilas, haceme doler un poquito…  Fue maravilloso, me fui al Cielo en un ida y vuelta constante y quiero seguir yendo y viniendo…  Que distintas que son las dos y que inmenso placer me generan ambas”…
  • “Ya me parecía a mí que Carolina te había dado un par de “chirlos” en las nalgas, esas marcas de dedos finos son inconfundibles, yo los conozco y con el sol dándote en el culo se te notan bastante”…  -dijo Ana incorporando el cuerpo-… Si a eso le sumamos al hombre más maravilloso, el placer está asegurado”…
  • “¡Qué chupadas y lamidas prodigiosas que me diste!, casi me matás de placer, se te nota la experiencia”…
  • “Jajaja, ¿de qué experiencia me hablás?, hace un mes no conocía ni mi concha, mi culo no sabía lo que era un dedo tocándolo, tengo un hombre muy bueno como marido pero, con lo “bueno” ya me di cuenta que no alcanza, menos mal que “nuestro hombre” apareció por estos pagos y junto con Carolina me “enfermaron” haciéndome conocer el verdadero placer”…
  • Chicassss, mucha y bonita charla pero mí “pijita” reclama un poco más de acción…
  • “Sos un adorable caradura “pijita”, te cedo la conchita de Gimena, el culo seguro que no porque también la vi caminando y debe tener para más de un día de recuperación, me hizo acordar cuando yo también tuve que caminar como un pato, “pijita” jamás, esa es nuestra adorable “señora pija” y ella ahora me va a atender a mi”…

                                                  No bien dijo esto, me corrió, pasó una de sus piernas sobre el torso de Gimena y apoyó su vagina en los labios de quien la esperaba ansiosa…  Mientras Ana comenzaba a gemir con las lamidas de Gime yo flexioné sus rodillas, abrí sus piernas, me instalé entre ellas y empecé a pasar el glande por toda su raja donde la lubricación sobraba, al ubicar su agujerito empujé fuerte hasta que choqué con su interior, tampoco esta vez Gimena pudo gritar, Ana tomándola de los cabellos mantenía su boca fuertemente apretada contra su vagina, mi ritmo se volvió sostenido y casi violento, me aferraba a los tetas de Ana y empujaba todo lo que más podía en el interior de Gimena, a la vez, Ana forzaba y apretaba la cabeza de Gime tirando de sus cabellos para que la boca no se apartara de su intimidad…

                                                  Cuando Gime estaba a punto de ahogarse, la dejaba respirar, así por un rato hasta que el orgasmo de los tres explotó haciendo que Gime se desesperara por tomar todos los jugos de Ana, mientras los de ella y el mío empapaban la cama…  Quedamos los tres “de cama” y tirados sobre la misma, absolutamente satisfechos, apenas fuerzas para ir a higienizarnos y vestirnos…  Abrí las ventanas, puse el aire y las chicas cambiaron las sábanas, luego volvimos al escritorio…  En definitiva, no se pudo revisar la lista “famosa”, estuvimos los tres mirándonos complacidos por un rato y me acordé de preguntarle a Ana María si Fernando había puesto algún inconveniente a la salida de mañana, me dijo que no y antes de que se fueran aproveché para decirles que hablaran con las chicas para preguntarles si necesitaban adquirir algo, luego se fueron y dormí un rato más en el sofá de la office…

                                                   Me despertó Carolina con un beso como a las 19.30 y comenzó a contarme las novedades, venía contenta y excitada…

  • “Hola amor, te cuento rápido las novedades, creo que salió bien…  En un rato nos van a llamar a cenar y después, si querés me podés llevar a la cama y te digo “si querés” porque acabo de ver las caras de felicidad de Ana y de Gimena, espero que te haya quedado algún pequeño resto para mí”…
  • Me alegro que todo haya salido bien, dale, contá que me interesa saber…

                                                  Los comentarios “pseudo celosos” disfrazados de “historietas” de “mujer liberal y moderna” no me interesaban…  Esa “cosa” de “sos mío pero yo te permito determinados placeres con otras” se me antojaba como ir reptando de a poco para alcanzar una determinada “exclusividad” y a nadie, por más que me interesara sobremanera, pensaba permitírselo, Carolina no era una excepción y tampoco me interesaba cambiar impresiones sobre el punto…  Ella entendió claro el matiz de mi respuesta y sin necesidad de entrar en detalles, comenzó a contarme lo que había logrado…

  • “Lo de Gracia, Pedro y las hijas está confirmado, vienen el sábado a la tarde para estar a primera hora del domingo, no saben quienes vienen, para ellos son amigos y conocidos tuyos…  El dueño del Almacén hizo todos los pedidos delante de mí y será todos enviados el sábado con un camión…  La empresa de provisión de hielo nos manda también el camión de reparto para descargar directamente aquí, eso el sábado a última hora tipo seis o siete de la tarde…  Conseguí los 10 pañuelos rojos para el cuello de las chicas…  Solucioné el problema de la Directora de la Escuela porque Gracia la conoce personalmente y conversé con ella directamente en la casa, el jueves y el viernes mandará los comunicados, eso nos deja totalmente liberado el día de mañana para irnos temprano…  De los helados y las ensaladas de fruta y las masas secas se encargan los de la Confitería…  De la lista no quedó nada pendiente, cualquier cosa que falte lo podemos pedir por teléfono”…
  • Estuviste fantástica, nadie lo podría haber hecho como vos…

                                                  La abracé dándole un rico beso que ella quiso continuar pero la llamada para la cena nos hizo separar…  En la cena le dije a Fernando que el lunes sería un día casi sin actividad, que le diera franco a todo el personal que había estado trabajando el día domingo y lo hice extensivo para las tres chicas de la casa…  Le pregunté a Ana María si había conversado con las chicas respecto a si necesitaban que les compráramos algo, me contestó que sí y que ella llevaría una lista confeccionada por las chicas al efecto…  Luego de una sobremesa agradable en la que nos pusimos de acuerdo para salir a las 08.00 de la mañana y después de ordenar todo las chicas se retiraron junto con Fernando y Ana María, yo me acomodé en uno de los sillones del living para ver una película en la tele y Gimena se sentó junto a Carolina…  Con la vista fija en la pantalla, mi atención estaba puesta en las dos…

                                                  Caro trataba de hacerse la desentendida aunque yo sabía que tenía ganas de “mimos” pero Gimena no aguantó, era evidente que quería más de lo que había recibido por la tarde y comenzó a desabrochar lentamente los botones de su camisa mirando a Caro y mordiéndose el labio inferior…  La Doctora con una mirada dura y moviendo la cabeza la hizo desistir de cualquier intento…    Al rato Caro se levantó y dijo que se iban a acostar, que cualquier cosa que necesitara les avisara, que estarían cada una en su habitación…  Se levantaron, me besaron para despedirme y se fueron…  Carolina había “patinado” varias veces conmigo y sabía cuando y como incidir en mis “ganas” y ayudó a Gimena para que no cometiera el error de tratar de provocarme para su satisfacción…

                                                  La película no daba para más y cuando me levantaba para ir a dormir, el teléfono vibró…  Eran las 23.10 y al ver que en la pantalla se leía “Comisario”, supe de que se trataba…

  • Hola Comisario, ¿qué raro a esta hora?, ¿algún problema?…
  • “Disculpe la molestia Guillermo, sé que no son horas pero desearía hablar con la Señora Gimena para hacerle una consulta relacionada con el marido”…
  • Es que está en el quinto sueño, la Doctora la inyectó con un tranquilizante porque hoy anduvo un poco nerviosa y mañana debemos madrugar para irnos hasta Mar del Plata, andan imposibles por el tema de las compras de mujeres para el tema de la fiesta, ¿usted está solo?, bueno, pregúnteme a mí, en una de esas puedo ayudarlo…
  • “Está bien, aunque se ha decretado como “Secreto de Sumario” creo que con usted lo puedo comentar…  Se ha encontrado un cuerpo azotado y mutilado, sin lengua, ni dedos y con el rostro irreconocible en un campo en los límites del pueblo, lo único identificatorio es un tatuaje de un trébol de cuatro hojas en un costado del pecho y, como es el único desaparecido en la zona, se me había ocurrido preguntarle a la señora Gimena si el marido no tenía un tatuaje similar”…

                                                  Yo no me había percatado de eso en el momento pero incluso era preferible pues al identificarlo se acelerarían todos los trámites y los procedimientos…

  • Bien pensado Comisario pero, “hilando fino y en frío”, si el tipo resultara ser el marido me genera un “problemón” para el domingo…  Imagine el cuadro, la mujer desesperada, las otras haciendo “causa común”, todas metidas en este problema y las necesito muy tranquilas, por lo menos hasta el domingo a la noche…  ¿Qué le digo al Ministro?, “José se me descarajinó todo porque el Comisario le avisó a una que habían encontrado al marido muerto…  Eso sí es el marido…
  • “Lo comprendo pero es un caso que tiene que tener resolución rápida”…
  • Yo también lo entiendo y no le voy a decir cómo hacer su trabajo pero se me ocurren un par de preguntas…  ¿Qué pasaría si ella se hubiera refugiado en casa de la hermana en otra Provincia?...  ¿Qué pasaría si estuviera imposibilitada de hablar o declarar?...  ¿Qué haría usted en estos casos?...
  • “Si no hay una identificación rápida, el Fiscal ordenaría una prueba de ADN que tardaría aproximadamente una semana…  Creo que le estoy entendiendo, olvídese de esta llamada, después de todo, un día más o un día menos no van a resucitar a nadie”…
  • Le agradezco Comisario, de todas maneras, le prometo que voy a sondear el tema con ella, si me llega a dar una respuesta positiva, se lo informo enseguida y la “sorpresa” se la daríamos el domingo a la noche o el lunes por la mañana…
  • “Le agradezco Guillermo y veo que el Ministro tenía razón, usted entiende bien de estos temas…  Buenas noches”…

 

                                                  “¡Pedazo de pelotudo!, se tendría que haber dado cuenta antes”, eso es lo que tuve ganas de decirle pero, lógicamente, lo dejé pasar y me fui a dormir sabiendo que las cosas se aceleraban para bien…  El jueves por la mañana me desperté a las 07.15 y ya el movimiento en la casa era total, casi histérico diría, es lo que dicen ¿no?, que el histerismo en netamente femenino…  Ya estaban todas en la cocina desayunando cuando aparecí duchado, vestido y perfumado, listo para desayunar y partir…  Las tres vestían faldas y camisas calzando zapatillas deportivas pero llevaban sandalias de taco medio para calzar en la recorrida de compras…  Al salir, aproximadamente a las 08.10 se acercó Sol a saludarnos y se enteró del motivo de la salida…  La que se adelantó a decir algo cuando le vio los ojos tristes, fue Carolina…

 

  • “Con todo el lío nos olvidamos de avisarte pero personalmente y creo que en nombre de todas, te prometo que algo lindo te vamos a traer y trataremos que sea una sorpresa”…

                                                  Nos despedimos de todos y Fernando me alcanzó la dirección de un comercio que realizaba orfebrería con productos de campo, tenía pensado comprar una daga-facón gauchesco grabado con el nombre “Tranquilidad”…  Carolina, como algo previamente establecido, se sentó a mi lado y en la parte de atrás lo hicieron Ana María y Gimena…  La mañana estaba espléndida y la ruta, por ser una de las interiores, bastante desahogada…  Había decidido ir hasta Mar del Plata, allí encontraríamos todo lo que se nos ocurriera buscar…  Eran sólo unos 200 kilómetros y llegaríamos rápido, posiblemente antes de la hora del almuerzo…

                                                  A las tres se las notaba excitadas y no era sólo por lo que pudieran comprarse…  A Caro el sol le pegaba de lleno en el pecho y aprovechó para desabrochar su camisa, sus tetas asomaron plenas y la miré, luego fijé unos segundos mis ojos en sus tetas de pezones endurecidos y seguí mirando el camino…  Habían bajado sus ventanillas renunciando al aire acondicionado y el viento despeinaba los cabellos que se arreglaban automáticamente con sus manos…  El espejo retrovisor interior me devolvió la mirada excitada y lujuriosa de los ojos claros de Ana María, la mirada de Gimena no le iba en zaga.  La morocha se acercó a mi oído para decirme y preguntarme…

  • “Guille, está es mi primera vez en esto de salir sola y con amigas tan “especiales”, no hago más que imaginar lo maravilloso que puede ser el día…  Estoy que no me aguanto y creo que las demás también, ¿nos dejás jugar un rato entre nosotras?”...
  • Claro y a mí que me “parta un rayo”, ¿no?...  El “tonto” maneja y ustedes se divierten…  No señora, no las dejó hacer nada… hasta que no suban las ventanillas polarizadas un poco más de la mitad…  Yo manejo pero si me caliento paro a un costado y algún culo va a pagar las consecuencias…

                                                  ¡Síííí!, dijeron las tres subiendo las ventanillas…  Caro se sacó rápido la camisa y se puso de rodilla, apoyó sus brazos en el respaldo de su asiento y miró hacia el asiento trasero, allí se había planteado una “pelea amistosa, más que amistosa” por saber quien le comía más la boca a quien, a la vez que se sacaban las camisas una a la otra…  Gimena arrodillada en el asiento, lamía y chupaba las tetas y los pezones a Ana, deleitándose con ello y haciendo gozar a la morocha que apretaba fuerte la cabeza de la vecina “Estanciera” ahogándola con la protuberancia de sus pechos firmes y duros…  Caro extrajo un tubito de Xilocaína de un bolsito-botiquín que llevaba y puso bastante en los dedos índice y medio de su mano izquierda, la derecha se perdió entre sus piernas y la izquierda se dirigió a las nalgas paradas e inquietas de Gimena…

                                                  Apenas un masaje con la crema y los cuatro dedos repartidos en ano y vagina se “escondieron” en las intimidades de ésta, que no pudo contener un fuerte gemido de satisfacción…  El culito parado se movía desaforado ante las entradas reiteradas de los dedos de la Doctora, quien por momentos sacaba los dedos y aplicaba un sonoro “chirlo” en las nalgas de la, supuestamente, sometida…  No gritaba ni gemía fuerte y las piernas elevadas de Ana me indicaron que la tenía con la boca “pegada” a su vagina realizando su “jueguito” de mantenerla apretada hasta casi dejarla sin respiración…  Ana gritaba como enloquecida por el placer que recibía, entonces, tocándole las nalgas a Caro, le dije que se fuera para atrás, no tardó nada y el 69 se formó enseguida, Ana se acomodó debajo y Gimena, que había entregado su vagina a Ana y su culo a Caro arrodillada detrás, gemía y casi gritaba tratando de comérsela entera a Ana sin poder sacar su cabeza de entre los muslos que la apretaban, mientras ésta metía tres dedos en la vagina de Caro…

                                                  Los orgasmos y los grititos que los denunciaban se sucedían y yo no daba más, había bajado bastante la velocidad y sacado a “mi amigo” a respirar pero no quería ni debía tocarlo, creo que con sólo pensar en eso “explotaría”…  Un bosquecillo a un costado de la ruta parecía “llamarme”, hacía allí me dirigí y estacioné a la sombra de los árboles…  Descendí y di toda la vuelta al vehículo.  Abrí la puerta más cercana a Caro y le pedí que se corriera, ésta se besaba con Ana, arrodilladas ambas a los costados del cuerpo boca abajo de Gime que parecía laxa y agotada…  La tomé de las piernas y la atraje hasta el borde de la puerta, sus piernas colgaron hacia afuera y su culo quedó a mi disposición, apoyé el glande en el huequito y empujé con ganas hasta chocar mis huevos en ella…

                                                  El grito de dolor fue fortísimo, Caro y Ana se volvieron a mirar un tanto asustadas y mientras yo entraba y salía con rapidez Gime comenzó rápido a gemir y a pedir más…  La rubia y la morocha cambiaron sus lugares para el 69 que montaron y el culo de Ana quedó a escasos centímetros de Gimena y de mí…  Las entradas y salidas no menguaban ni cesaban y no podía terminar a pesar de la excitación, aferré las tetitas de Gime apretando fuerte sus pezones y el vaivén de su culo tomó mayor actividad, con una de sus manos se agarraba de una pierna de Ana y la otra mano de una nalga introduciendo y moviendo su pulgar en el ano de ésta…  El orgasmo pareció ser uno solo, ni sé quien comenzó primero pero quedamos los cuatro abatidos y derrumbados unos encima de los otros…

                                                  Luego de un rato de tranquilidad para recuperarnos, de arreglarnos y de beber de unas botellitas de agua que Ana, en previsión, había llevado en una mochila, continuamos el viaje…  Todas iban en silencio y yo necesitaba que hablaran para no dejarme vencer por la monotonía de la ruta…

  • ¿Qué les pasa chicas, les comieron la lengua los ratones?...  La primera fue Caro…
  • “Ellas no sé, yo estaba pensando en el desperdicio de vida en que me estaba sumergiendo con vivencias ficticias y un marido que resultó ser un “homo mentiroso” y en la suerte que tuve de haber conocido a ese “viejito” simpático y pícaro que me llenaba de piropos cada vez que venía a la consulta”…
  • Es toda una historia de amor, tanto insistir y al final el “viejito” te llevó a la cama y logró darte algunas cosas que necesitabas…  No estuvo tan mal, ¿no?…
  • “¿Mal decís?...  Ojalá alguna vez lo pudieras entender desde mi punto de vista…  No es lo que me diste, me das y me seguirás dando, es haber hecho “germinar” a la mujer que recién ahora descubre la verdadera necesidad de la entrega hacia el hombre de su vida, sin celos, sin imposiciones…  Es lograr entender definitivamente lo que es desear dar para recibir o estar recibiendo con la premisa desinteresada de corresponder con una entrega total…  Es difícil de explicar, quizás una mujer que sienta lo que siento lo pueda entender mejor”…  Otra cosa más, no digas más “viejito”, no creo que existan como vos.

                                                  No contesté, el espejo me devolvía la mirada de ojos llorosos de Ana María y ¡cuando no!, las lágrimas que caían silenciosas por las mejillas de Gimena…

  • “A mí me pasa algo parecido -dijo Ana María-, no sólo he descubierto a la mujer sino que a la hembra que llevo adentro nadie la habría podido sacar, la ineptitud de mi marido sólo le deja ver el tema de “compartir” únicamente con la óptica de satisfacer su necesidad de “macho”…  Lo estimo, lo quiero, es un buen hombre pero, todavía no aprendió que las necesidades de la mujer son iguales a las del hombre y si ella no las plasma o no se avienen a plasmarlas juntos, la mujer se marchita o, por lo que me parece saber por lo leído, sale a “revolear la chancleta”…  Yo no soy de esa clase, no podría y si no estuviera Guille y ustedes seguiría “marchitándome” como “la esposa del Encargado…  Ahora aprendí que es muy difícil descubrir y disfrutar la sexualidad pero se puede y no se enojen chicas, con ustedes la paso genial, también las quiero pero al igual que Caro siento a Guille como “mi hombre”, él hace que nadie me haga sentir marginada, aunque tenga que permanecer a un costado…  Te exige fidelidad sin darla aunque sabemos que nos es fiel y aceptás sin dudarlo porque siempre está a tu lado, aún cuando te tenga que pegar un reto porque una se manda “cagadas” por no saber”…
  • Me están haciendo poner tan “ancho” mis amores que no voy a poder llegar con las manos al volante…

                                                  El sollozo de Gimena hizo que las chicas se voltearan a mirarla y que yo la observara por el espejo…

  • “No se imaginan todo lo que yo siento al escucharlas, me están dando a entender con cualquiera de las palabras que dicen que ustedes reciben y dan AMOR y yo nunca tuve la posibilidad de experimentar ese sentimiento…  Órdenes, gritos, imposiciones, castigos y humillaciones te llevan a engañarte pensando que lo tolerás o dejás que actúen así por amor y en estos días he podido comprobar la inutilidad de mi vida anterior…  Una caricia de Guillermo o de ustedes conlleva mucho más amor que años de ser hija o esposa…  No puedo decirle “mi hombre” como ustedes, aún cuando lo sienta, por respeto al sentimiento y a la entrega que han demostrado antes que yo pero no duden que será siempre el único hombre mientras él lo decida y no tiene que ver con esclavitud o sumisión, ya ni pienso así, es pura, lisa y llana entrega…  Él y sólo él podrá imponerme cosas pero porque estoy “entregada” sin sentirme “sometida” y nadando en sentimientos que me hacen sentir que soy “alguien”…  Bueno, en tren de sinceridad, si Guillermo lo permite, ustedes también podrán pedirme lo que quieran”…  Riendo y distendiendo el momento de tensión, las dos se arrojaron sobre ella para, literalmente, comérsela a besos…

                                                  Ya estábamos casi en el centro de Mar del Plata, ciudad turística internacional por excelencia y elegí el mejor hotel junto al mar, pedí dos suites con comunicación interior y el conserje, aunque nos atendió muy deferente, nos miró raro, nuestras ropas, las mochilas, un bolsito de mano y, seguramente nuestra ojeras, no dejaban entrever a clientes de ese hotel y se excusó diciendo que las habitaciones disponibles de esa categoría se pagaban por adelantado.  La “Dorada” obró milagros y otras atenciones, me pidieron las llaves de la camioneta para estacionarla en cochera reservada y aboné hasta el mediodía del viernes…  Las chicas me miraron pero no dijeron nada, subimos hasta la puerta de una de las habitaciones y el “botones” nos mostró desde adentro la otra habitación, luego le di una buena propina y nos dejó solos…

                                                  Ana María y Gimena en una, Carolina y yo en la otra, levanté el teléfono y consulté hasta qué hora se podía almorzar en el restaurant del hotel pues ya eran las 12.15, me contestaron que para nosotros el restaurant estaría abierto las 24 horas, entonces reservé una mesa con vista al mar para cuatro a las 13.45, con servicio exclusivo en la mesa…  Las dos habitaciones juntas eran enormes, con una decoración exquisita y unos baños que daban para quedarse a vivir en ellos, las camas eran Súper King Size y podríamos haber dormido cómodamente los cuatro en una de ellas, las chicas saltaban sobre ellas y reían a más no poder…

  • Chicas, quiero a todas sin ropas y a bañarse urgente que a las 13.40 tenemos una mesa en el restaurant para almorzar…  Quedan liberadas para “jugar” pero controlen el tiempo porque no quiero llegar tarde, yo voy a usar el baño de esta habitación…  Se sacaron la ropa en un parpadeo y me besaron efusivamente antes de correr hacia el baño…  Daba gusto ver esa colección de carne femenina dura, variada y… mía.

                                                  La mesa del restaurant estaba ubicada junto a unos grandes ventanales y tenía la mejor vista al mar de las inmediaciones…  Las entradas y el plato principal junto con el vino fueron a recomendación del maître que permaneció a unos dos metros de la mesa en todo el almuerzo y quien se encargó de servir todo lo que llegaba a la mesa…  Las tres, aunque se las notaba contenta por los “juegos” que seguramente practicaron y de los cuales no pregunté, se veían renovadas y, por distintos motivos que se aunaban, miraban todo con ojos asombrados…  Ana María nunca había visto el mar y la vista que tenía era infinita e imponente, acostumbrada a cocinar y servir ella se asombraba de la ductilidad y eficiencia con que manejaba los cubiertos el maître, hasta nos reímos todos cuando lo miró feo al servirme el poco de vino en la copa para degustarlo, el salón, la pulcritud, la limpieza, las ornamentaciones y las arañas de luces que colgaban de los techos la dejaron sin palabras…

                                                  Gimena se encontraba “desatada”, su vida era un poco más lujosa pero nunca a este nivel y aun conociendo “algo”, nunca había gozado de la libertad que le estábamos ofreciendo y que parecía “absorber” como bocanadas de aire puro…  Carolina conocía la ciudad, había venido muchas veces pero siempre a un departamento alquilado y cuidándose en los gastos por lo que el lujo que la rodeaba la hacía sentir un poco apabullada…  ¿Yo?, yo me hacía “el que sabía” y no demostraba nada pero mis sorpresas se disimulaban con un poco de aplomo fingido y con una poderosa Tarjeta de Crédito…

                                                    Hicimos un rato largo de sobremesa, repitiendo el pedido de café y nos pusimos de acuerdo sobre lo que haríamos y allí saltó la pregunta esperada…

  • “Guille, alquilaste las habitaciones con la noche incluida, Gimena y yo no tenemos inconvenientes pero Ana María tiene que justificarse muy bien ante Fernando para evitarse problemas”…
  • Bien veamos…  ¿Y si se nos rompe la camioneta y no nos la entregan hasta las primeras horas del viernes?...  ¿Y si yo me descompuse por comer mariscos y tuviste que tenerme toda la noche en observación?...  ¿Y si con Gimena pasa algo similar?...  ¿Y si está noche cenamos en otro restaurant de categoría luciendo la ropa que han comprado?... ¿Y si después de cenar nos vamos un rato al Casino o a ver un espectáculo?...  No sé, ¿ustedes que opinan?, Ana María, ¿qué opinás vos de tener una noche de verdadera vida?…  Ana se puso sería…
  • “Opino que, desgraciadamente… mi marido está noche duerme solo”…

                                                  Las risas se escucharon en todo el restaurant y hasta el maître, que parecía no escucharnos, no pudo disimular una sonrisa…  Firmé la factura y luego nos fuimos a caminar y a recorrer distintas tiendas y me afirmé aún más en lo que dije siempre, “es insalubre para un hombre acompañar a mujeres cuando van de compras”…  Eran las 16.00 y ante las puertas de una de las mejores y más surtidas tiendas quedé con ellas en pasarlas a buscar en tres horas, pidiendo que me avisaran por teléfono por cualquier inconveniente que se les presentara pero que, por favor, no se olvidaran de los pedidos de las demás…  Tenían dudas sobre que comprar o que decir si les preguntaban la forma de pago y otras, entonces entré con ellas a la tienda y pedí hablar con el Gerente de la misma…

                                                  En cuatro o cinco minutos apareció un caballero muy atildado, muy educado, ubicado y muy gay preguntando que se me ofrecía…  Le expliqué que las tres señoras estaban conmigo y necesitaban comprar lo que se les ocurriera, en ropa, zapatería, lencería, perfumería y quería en lo posible una atención personalizada para las tres para que no se fueran una para cada lado y les costara, en definitiva, comprar algo…  Me contestó lo que esperaba…

  • “Señor, yo comprendo lo que me está pidiendo y no tengo inconvenientes pues aparte de los mejores productos, la tienda tiene los mejores vendedores para asesorarlas pero… usted comprenderá que…”…  No lo dejé terminar…
  • Seguramente quiere asegurarse quién va a pagar y cómo…
  • “Efectivamente señor y aunque resulte chocante esto es así”…
  • No hay inconveniente, pagaré todo yo con esta Tarjeta en un sólo pago…

                                                  Nuevamente “La Dorada” abrió las puertas, cotejó los números con mis datos y mandó a llamar a dos vendedoras desenvueltas y con experiencia para que no se despegaran de las clientas y las asesoraran con todos los productos…  llamé a las chicas y les dije que pasaría a recogerlas en tres horas aproximadamente y que con las vendedoras se les iba a hacer más rápido y sencillo todo…  Me sentía muy bien con que quienes quería pudieran comprar, era una especie de compulsión agradable…  Saludé al Gerente que estaba más efusivo que al principio y me fui a comprar la daga-facón que pretendía…

                                                  En la orfebrería gauchesca, que para llegar a ella tuve que cruzar medía ciudad en taxi, compré una daga-facón preciosa, con incrustaciones de plata y oro y con un acero inmejorable y pedí que tallaran la funda con “Estancia Tranquilidad”, tardarían unos 40 minutos que aproveché para pasear un rato por calles que ya empezaban a poblarse con turistas y tomé un café en una Confitería muy coqueta…

                                                  Luego volví también en taxi a la parte céntrica y aún me quedaba un poco menos de una hora para ir a buscar a las chicas, hora que también aproveché para mirar a una que otra mujer y vidrieras surtidas, ese paseo me sirvió para meterme en una confitería y comprar productos tradicionales y famosos de la zona, fueron treinta cajas entre alfajores y conos rellenos de dulce de leche, ante lo grande de la compra pedí que lo mandaran al hotel, no hubo inconvenientes…  En la tienda estaban todas muy divertidas sentadas en un privado tomando café con el Gerente y las vendedoras, la “montaña” de bolsas parecía ser imposible de trasladar y quedamos que en menos de una hora lo alcanzarían al hotel con movilidad propia de la tienda…  El Gerente se sonreía satisfecho y me alcanzó la factura para firmar…

  • Aguarde un momento…  Chicas, ¿compraron lo de las demás chicas, lo de Sol, lo de Fernando y lo mío y espero que no hayan querido conformar a nadie con una bombachita, no?…
  • “No, quedate tranquilo que nadie va a estar disconforme, para todas compramos más de cuatro cosas y están separadas las bolsas con nombres”… -me dijo Carolina-…

                                                  Aclarado el punto firmé sin mirar el importe y le di 50 Dólares de propina a cada vendedora…  Nos fui de allí con tres mujeres insoportables de melosas…

Continuará…

Si les gusta, por favor, valoren y comenten.  

 

Gracias.

  

GUILLEOS 1

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Mi timidez y mis tías (47)

Mis primas de la capital (27)Estaba muy agradecido

Mi timidez y mis tías (46)

Mis primas de la capital (26)

Mis primas de la capital (25)

Mi timidez y mis tías (45)

Mis primas de la capital (24)

Mi timidez y mis tías (44)

Mi timidez y mis tías (43)

Mis primas de la capital (23)

Mis primas de la capital (22)

Mi timidez y mis tías (42)

El tío Culebra me quitó el miedo a los reptiles 1

El tío culebra me quitó el miedo. (2)

Mi timidez y mis tías (41)

Mis primas de la capital (21)

Un jubilado en el cine

Mi timidez y mis tías (40)

Mis primas de la capital (20)

Un pastor en el camino de Santiago

Mis primas de la capital (19)

Mi timidez y mis tías (39)

Memorias de un abuelo (2)

Mi timidez y mis tías (38)

Memorias de un abuelo (1)

Mi timidez y mis tías (37)

Mi timidez y mis tías (36)

Mi timidez y mis tías (35)

Mi timidez y mis tías (349

Mis timidez y mis tías (33)

Mi timidez y mis tías (32)

Mi timidez y mis tías (31)

Mi timidez y mis tías (30)

Mi timidez y mis tías (29)

Mi timidez y mis tías (28)

Mi timidez y mis tías (27)

Mis primas de la capital (18)

Mi timidez y mis tías (26)

Mi timidez y mis tías (25)

Mi timidez y mis tías (24)

Mi timidez y mis tías (23)

Mi timidez y mis tías (22)

Mi timidez y mis tías (21)

Mi timidez y mis tías (20)

Mi timidez y mis tías (19)

Mi timidez y mis tías (18)

Mis primas de la capital (17)

Mitimidez y mis tías (17)

Mi timidez y mis tías (16)

Mis primas de la capital (16)

Mi timidez y mis tías (15)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (14)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (13)

Mi timidez y mis tías 12

Mis primas de la capital 14

Mi timidez y mis tías 11

Mi timidez y mis tías 10

Mi timidez y mis tías 9

Mi timidez y mis tías 8

Mi timidez y mis tías 7

Mi timidez y mis tías 6

Mi timidez y mis tías 5

Mi timidez y mis tías 4

Mi timidez y mis tías (3)

Mi timidez y mis tías 2

Mi timidez y mis tías 1

Mi coño conquistó New York. (2)

Mis primas de la capital (13)

Mi coño conquistó New York.Cuando decidí labrarme

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (3)

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (2)

Mis primas de la capital (11)

Mis primas de la capital (12)

Mellizos y gemelas, de gavilán a paloma.

Mis primas de la capitál (10)

Para un concierto lo mejor es un trío, o más.

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mis tetas decidieron mi destino por mí.

Entre mi padre y mi tía me quitaron mis complejos.

Mis primas de la capital (9)

Mis primas de la capital (8)

Ayudando a mi mamá

Mis primas de la capitál (7)

Mis primas de la capital (6)

Mis primas de la capital (4)

Mis primas de la capital (5)

Mis primas de la capital (3)

Mis primas de la capital (2)

Mis primas de la capital

Dos que valen por tres.

Al conocer mi adopción encontré la felicidad

El chat me ayudó con mi sobrina (Continuación 2)

El chat me ayudó con mi sobrina (continuación)

Mi gran desgracia mi polla Final

Mi gran desgracia mi polla continuación

Mi padre y mi tio tienen los mismos gustos

He tenido mas corridas que km. en mi carrera

Mi gran desgracia .. mi polla

Me casé con una miss

Me gusta ser chófer (TOMO II)

Me gusta ser chófer (TOMO I)

Bienvenida mi jubilación

Tengo una familia atipica pero con mucha memoriT

Bienvenida mi jubilacion tomo 2

Mi primer viaje en avión

Desde el balnerario con amor

El chat me ayudo con mi sobrina