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El pacto. (21).

en Grandes Relatos

GRACIA - NUEVA BRONCA CON CAROLINA.

                                                  Como a las 21.30 hablé con Gimena y con Gonzalo…  Fernando y Ana María ya se habían retirado a descansar y ellos, al igual que yo, estaban relajándose en unas reposeras al frente de la casa…  Primero hablé con Gimena…

  • Hola Gime, ¿cómo estuvieron las cosas por allí?... -la noté muy contenta con mi llamada-…  ¿Mucho lío?...
  • “Hola mi querido Guille, mucho no, muchísimo, dejaron todo patas para arriba pero ya hemos acomodado casi todo…  Reuní a la gente, me presenté con ellos y lo presenté a Fernando, tuvimos un altercado con dos tipos del personal, uno que decía que él tenía que ser el Capataz, otro lo apoyaba en esto, decían que no me reconocían como dueña, mientras Fernando trataba de explicarle el tipo se le vino encima, insultándonos…  Lo solucionó Gonzalo muy expeditivamente, se le puso enfrente, le dio una trompada y lo durmió, el otro dijo que no quería problemas…  Intervino gente del móvil policial que dejó de custodia el Comisario y se los llevaron, me preguntaron si le levantaban una causa por agresión y les dije que no hacía falta pero que nos los quería ver más por aquí…  ¿Cómo andan las cosas por ahí”…
  • Creo que bien, estoy sentado en soledad esperando a Carolina que se fue de joda sola y un poco preocupado porque no llama…

                                                  Cuando le dije a Gonzalo que los acompañara para ayudarlos, sabía que se podría presentar alguna situación difícil con el personal e iba a ser rápido para resolverla…  Fernando era más de transmitir lo que le ordenaban y ahí la cosa estaba podrida desde hacía rato…

  • Ese es más loco que yo, no se anda con vueltas…
  • “Es un amor de persona y te diré que tu hijo no está nada mal, lo hablábamos con Ana María y nos reíamos…  Te cuento que en todo este despelote de trabajo no pudimos ni pellizcarnos, además tu hijo es como vos, no se le escapa una, las ve todas”…
  • Gimeeee, esta no es la misma persona que conocí hace una semana…
  • “Gracias a vos no soy la misma y no sabés cuanto te agradezco…  Cuando entré acá, desde que pasamos la tranquera me sentí genial, es la primera vez que sentía que todo esto era mío y que yo sola decidía sobre mi vida…  Mañana vamos a ver el tema de las cuentas y la hacienda porque según Fernando faltan varias cabezas…  Ya veremos”…
  • Bueno, mi vida, no dudes en consultarme o pedirme la ayuda necesaria…  Dame con Gonzalo…
  • “Ya sé Guille, gracias, ahora necesitaría una buena “empotrada” y que me rompas toda, ¿no querés venir a darte una vuelta, con Gonzalo ya sé que no debo?, jajaja…  Ya te lo llamó fue hasta la cocina…  Besos amoroso”…

                                                  La escuché tan bien que casi, casi le digo que se “liberara” con Gonzalo pero pensé que era generar un problema a futuro porque lo metería en un círculo que era sólo mío y tampoco sabía si entendería lo “liberal” que se había vuelto, por otro lado, si Gonzalo le “atendía el kiosco” un par de veces a la semana, sin compromisos, me la sacaba un poco de encima y no andaría buscando a Caro y a Ana por la Estancia…  La cabeza me caminaba con esto…

  • Hola Gonza, ¿cómo andás?…
  • “Bien pa, un problemita esta tarde pero ya se solucionó…  Esto era un quilombo pero va caminando”…
  • Bueno, fijate si podés quedarte uno o dos días más por lo menos porque Fernando conoce el trabajo pero hay que decirle lo que tiene que hacer, al personal tratá de “manejarlo” vos y hacele creer que es él…  Si al frente estuviera Ana me quedaría más tranquilo, tiene más ovarios ella que bolas el marido…
  • “La “negra” es fenomenal pa, nos tuvo “cagando” a todos y trabajó el doble, aparte se “gastan” unos “lomos” las dos que dejaron a más de un tipo con la boca abierta”…
  • Jajaja, Ana es “intocable” pero Gimena anda medio “loquita” con vos y me harías un favor…  Me la saco de encima porque está “atendida” un par de días a la semana y se olvida también de las chicas, sino la voy a tener dando vueltas por la Estancia un día a la semana por lo menos o mandarla al carajo y es muy buena persona, aparte, ya sabés que si vos estás de por medio pasa a tener “barba y bigote” y solamente una “buena amiga”, además un “tajo” no te va a venir mal pero aclará las cosas bien, vos mandás, vos decidís, mucho buen trato, sentimientos, pasión, respeto como mujer y, de vez en cuando un par de “chirlos” en las nalgas aunque nada de violencia, ya conocés la diferencia, “atenderla” pero no meterse con “pata y todo”…
  • “Me la “pintás” como la mina ideal y encima con un capital enorme”…
  • Es ideal, en realidad se quiere mover sola pero lo que busca es la figura de un hombre protector que le marque las cosas y le dé seguridad, ahora está un poco liberada de ciertas “ataduras” o de “palizas” pero la “esencia” de mujer que busca al hombre seguro permanece…  Probá, no te va a dejar de a pié y es de “fierro”…
  • “Bueno pa, me interesa, está muy buena y ya sabés que no comparto, ahora hay que ver si me da bola”…
  • Yo creo que sí y de compartir olvidate, dame con ella que casi me olvido de decirle del Contador para revisar las cuentas, luego no cortes que tengo que contarte algo de tu hermano…

                                                  Ya estaba, Gimena era sensacional pero yo estaba cargado de líos como para que me auto adosara los de ella…

  • “Si Guille, ¿qué pasa con el Contador?”…
  • Nada, mañana veo si te lo mando…  Escuchá bien y no digas nada, “tengo ganas” que le des bola a Gonzalo solamente, a partir de esta noche, como si fuera yo, lo de las chicas y yo fue genial pero necesitás un hombre que te ayude y al cual le seas fiel, no le falles y dale todo, no discutan, hablen y pónganse de acuerdo en las cosas, es la última oportunidad que tenés, fallás en esta y fallás en todas, evalúa bien, vayan de a poco pero cójanse como la última vez gozalo y hacelo gozar, seducilo y llevátelo a dormir con vos pero esperá a que termine de hablar con él…  Besos amor, te quiero…
  • “Besos Guille, gracias, voy a hacer como me decís”…
  • Gonza, te quería avisar que hablé con tu hermano, es muy largo para contarlo pero, están todos sus “ex” familiares presos, se quiere hacer cargo de la hermana de Moira y me parece genial, llamalo o esperá porque viene el sábado para traerlo a Miguel que se va a hacer cargo ahí del puesto de Capataz, eso también decíselo a Gimena y a Fernando…  Bueno chau hijo espero que se te de bien, recordá, primero como amante, después se verá…  Abrazos…
  • “Chau pa, veremos cómo me arreglo, no sé que le dijiste pero parece una gata en celo lista para saltar”…
  • Nada boludo, que le voy a decir, hablá vos lo que tengas que hablar…  Chau…  

                                                  Colgué y pensé que me había sacado un peso de encima…  22.40 y Carolina no llegaba, llamar no la iba a llamar y ya tenía los “cables medio pelados”…  Segunda noche de “juntarnos” y ya iba a haber “pelotera”…  La iba a hacer sentir mal porque ni siquiera había llamado por teléfono, saqué la camioneta del garaje, la llevé detrás del bosquecito donde no se podía ver desde la casa ni desde la ruta de entrada y me volví caminando, apagué todas las luces, tiré el rebenque sobre nuestra cama, apagué el teléfono y me fui a dormir a la habitación más alejada…  La idea era que pensara que me había ido de la casa enojado para no pegarle unos azotes y no me buscara…  Se iba a desesperar, yo dormiría tranquilo sin “cumplir” con ella porque ya había retozado con Marta y en la mañana seguiría con cara larga sin hablarle, si la veía, porque ella tenía que irse temprano para el pueblo… 

                                                  Escuché que ella llegó como a las doce de la noche, no vio la camioneta en el garaje y entró corriendo para nuestra habitación, seguro encontró el rebenque y le escuché decir “No, Guille, no”, luego, en el silencio de la casa, la escuché llorar un rato en el comedor, no pude entender lo que decía entre sollozos…  Era una “hijoputez” pero me hinchaba soberanamente las pelotas que no se me tuviera en cuenta y menos que menos ella, por lo menos para avisarme por teléfono…  Dormí de un tirón hasta las 09.00, Carolina ya no estaba…

                                                  Me bañé y fui a la cocina a desayunar, saludé con un “buenos días” seco a todas las presentes, las tres chicas de la casa y Sol, la que se acercó a hablar…

  • “Guille, anoche se nos hizo tardísimo y no nos dimos cuenta de la hora”…
  • Bueno…  Fue lo único que le contesté…
  • “Guille, Carolina se fue muy mal porque no te encontró en la casa y no contestabas el teléfono”…
  • Sol, ni a vos ni a nadie tengo porque darle explicaciones sobre lo que pasa o deja de pasar con mi mujer pero, como a “la señora” se le olvidó la hora y no fue capaz de llamarme por estar de joda con vos y con tu madre, algo te voy a contestar…  Yo nunca me fui de la casa y de pasó, Marta, Graciela o Rosalía, no sé a quién le corresponde, pueden ir a arreglar la habitación última que da al fondo…  Si mi mujer no ocupa la cama de nuestra habitación cuando corresponde soy muy dueño de dormir dónde se me da la gana…  Es la única explicación que daré al respecto y Sol quiero el listado de las facturas con la lista de gastos hasta el presente, incluidas las de la fiesta y llamalo al Contador para que venga a verme, tengo que hablar con él…  

                                                  Ya ni las miré, terminé mi desayuno y fui a hablar con Pedro que se encontraba trabajando con Sergio…  El camino estaba terminado, habían pasado la máquina y marcaban los lugares donde se harían los pozos para los postes de la alambrada…

  • Buen día Pedro, buen día Sergio, veo que el tema está bastante adelantado…  -Me contestó Sergio-…
  • “Buen día Guillermo, si está adelantado pero estábamos viendo con Pedro que tenemos un problema con la maquinita para hacer los pozos, así que los vamos a tener que hacer a mano”…  -Siguió Pedro-…
  • “Buen día Guillermo, ya vi que el problema de la máquina es por un repuesto deteriorado por la falta de uso, si lo consigo en el pueblo, mañana la arreglo y trabajamos con eso”…
  • Mejor, vea de solucionarlo y me dice cuanto sale…  No se maten haciendo pozos al sol, prefiero que los dos se pongan a planificar la glorieta, allí se trabaja mejor y se está a la sombra…
  • “Ya nos ponemos a eso porque el sol pica bastante”…  

                                                  Me fui de allí y recordé encender el teléfono, tenía como treinta llamadas perdidas de Carolina, todas después de las 00.15 y una de Gonzalo a la 01.10 de la mañana, lo llamé…

  • ¿Qué pasó Gonzalo, para qué me llamaste a la madrugada?…
  • “Es que me llamó Carolina muy preocupada porque no te encontraba, preguntando si no estabas aquí, le dije que había hablado con vos y Gimena le dijo que cuando hablaron vos le dijiste que estabas sentado esperándola porque se había ido de joda…  Al no contestarme a mí, supuse que estabas “caliente” y no insistí”…
  • Eso mismo, ¿todo bien?…
  • “Si pa, genial”…
  • Bueno, chau, mandá besos…

                                                  A las 10.30 me llamó Carolina y noté su voz bastante preocupada…  Ella sabía que yo tenía reacciones que podían derivar en sorpresivas “bajadas de cortinas” para el que estaba a mi lado y era difícil hacerme cambiar de opinión…  Sabía también que se había mandado una “cagada” y ya eran varias que había tenido conmigo…

  • “Hola amor, ¿cómo estás?”…
  • Hola Carolina, buen día, ¿cómo anda la vacunación?...  ¿Aparecieron muchos chicos?...
  • “Si vinieron muchos y hay muchos más, me tomé un rato para un café pero no te llamaba por eso…  Mirá, lo que pasó anoche…”…
  • Pensé que estaba hablando con la Directora de la Clínica, no con mi “mujer” pero, ya que estamos…  ¿Tomaste alcohol anoche?...  ¿Me llamaste para que estuviera tranquilo?...  ¿Pensaste en algún momento en tenerme en cuenta?...  ¿Estuviste con las chicas toda la noche o te fuiste a encamar con Sol?...  ¿Si no hiciste algo de lo que te pedí, por qué tengo que creer en todo lo que me  podés decir ahora?...  Estoy cansado de estar metido siempre dentro de la misma historia de presunta “independencia”, de “impulsos ováricos” y de que hagas lo que querés y si mal no recuerdo algo se habló de esto, todo eso se lo podría preguntar y decir a mi mujer pero ahora estoy hablando con la Directora de la Clínica, ¿a qué hora pensás que se van a desocupar ahí?…
  • “Guille, por favor, no es lo que vos pensás, yo no te engañaría, ni se me cruzó por la cabeza”…
  • ¿Tomaste alcohol?…
  • “Si, tomé dos whiscola”…
  • Te pedí expresamente que no lo hicieras porque debías manejar en la ruta sola, ¿cómo sé qué otras cosas que te pedí no hacer, las cumpliste?...  Mire Doctora, no hay lealtades chicas o lealtades grandes o lealtades a medias, sólo hay lealtades…  Te veo en casa más tarde porque tengo que comprar unas cosas en el pueblo vecino…  Hasta luego, sé profesional, dedicate a los chicos, después hablamos…

                                                  Siempre lograba sacarme de quicio con esas “independencias” y pensé que lo del miércoles con Gracia lo podría adelantar…  La llamé y cuando atendió me apuré a decirle…

  • No digas que soy yo el que te llama, ¿a qué hora se desocupan hoy?...
  • “No mamá, decile a mi hermana que hasta la una de la tarde estoy aquí, después tengo otras cosas que hacer”…
  • Si querés, te espero detrás de la vieja estación a las 13.20, sólo por 10 minutos, si venís no volvemos hasta las 17.30…
  • “Si, mamá, está bien, a esa hora paso, bueno si, si se estira un poco más me quedo igual…  Chau, besos”…

                                                  Mal que les pese a muchos o muchas, las mujeres son increíbles, cuando quieren “cagarte”, “sacan de la galera” cualquier excusa y te “venden” el “paquete” que quieran venderte, en cambio, los hombres que quieren hacer lo mismo se “venden” solos, ellas tienen un sexto sentido para saber cuándo se les miente, ¿por qué será?…  Recordé que cuando veníamos buscando la Estancia para comprar habíamos pasado por un bonito motel que no dejaba ver los coches estacionados en sus cocheras y venía bárbaro porque era en el sentido contrario a la ruta que nos llevaba a la Estancia…  Otro lugar no se me había ocurrido y quería estar con ella en una cama, tenía ese culito entre ceja y ceja…

                                                  A las 13.20 estacionaba la camioneta en el lugar prefijado, a las 13.22 Gracia cruzaba la calle caminando con paso tranquilo, moviendo sus caderas de forma femenina y sutil, vestía una falda de listones gruesos en color azul que le llegaba diez centímetros por arriba de las rodillas y una blusa tipo camisa de color amarillo ocre y sandalias de taco mediano…  No dudó al manotear la puerta abrir y subir…

  • “Al fin”… -me dijo- arrojándose con sus labios a comerme la boca con desesperación mientras abrazaba mi cuello con ambos brazos…

                                                  El beso duró un rato y nos recorrimos ambos las bocas con nuestras lenguas, cuando nos separamos arranqué y se puso muy pegada a mí, nada que ver con Sol y si con Celeste, una de sus hijas mellizas que se mostraba siempre más desenfada y era más de “armas tomar”…  Le dije donde pensaba llevarla y me contestó…

  • “Adónde quieras, hasta en un costado de la ruta me animo, para adentro de la camioneta no se ve nada, ya lo comprobé el domingo en la fiesta”…

                                                  Notando su entrega, manejaba con una mano y la abrazaba con la otra acariciando su cuello, sus orejas y su rostro, ella sólo ronroneaba mimosa…  Con la misma mano me dirigí a sus tetas y soltando un par de botones de su blusa, quise sacarlas de su sostén y me ganó de mano desabrochándolo…  Duras y firmes, su tamaño llenaba mucho más mi mano que las tetitas de Sol o de Gimena y se las sobé a gusto ante sus gemidos y suspiros que llenaban el habitáculo…  Ella bajó el cierre de mi pantalón ya flojo con anterioridad y metió la mano buscando lo que quería, el pellizco a uno de sus pezones aceleró un orgasmo que la hizo temblar y apretar fuerte el tronco de mi pija…  La sacó y su mirada y sus gestos no fueron de temor o sorpresa, era verdadera admiración…

  • “Ay Guille ¡que hermosa pija me voy a comer!...  Es la primera vez que hago algo como esto y mi debut no podía ser mejor, ahora sé que a pesar de tres hijas me vas a volver a desvirgar, esperé toda mi vida por algo así”…

                                                  Se agachó y metió mí glande en su boca jugando con su lengua en el frenillo y lamiéndola sin penetrarse más allá de la mitad, paciencia Guille -me dije-, con Sol pasó lo mismo hasta que la “atoré” y su garganta me recibió…  Sabía lo que hacía y hecha un ovillo me permitió meter mi mano entre sus piernas, no había ropa interior y me gustó el detalle…  La vagina totalmente depilada estaba más que mojada y no jugué con un sólo dedo, el anular y el mayor penetraron hasta lo que más pudieron y con ese movimiento, curvándolos para tocar su rugoso punto “G” descargó otro orgasmo, esta vez con un grito que pareció salir de muy adentro…  Se recuperó rápido y siguió mamando…

  • No me engañes Gracia, con lo grandote que es tu marido, una “buena” te comés seguro…
  • “Tonto, mi marido es muuuuy normal y me gusta jugar con la boca porque tengo que pasarme un rato largo para que reaccione, algo aprendí”…
  • Veremos en una cama porque tengo mis dudas, te falta tragar mucho…  

                                                  Mi dedo jugaba con el agujerito de su culo y no mostró ninguna reticencia cuando el mayor entró hasta la mitad, lo que sucedió y me sorprendió en que empezó a temblar por el placer y sólo se quedó quieta cuando saqué el dedo…

  • “No sé qué pasó, debe ser porque nunca tuve un dedo allí…  ¡Ufff!, me volví loquita…  Él me la ha metido a “meterla nomás” en varias ocasiones pero caricias así, jamás…  En quince minutos de viaje me arrancaste dos orgasmos y un poco más, ya estoy empezando a pensar que no voy a poder salir de ese motel, ¿falta mucho?”…
  • No, cien metros más y llegamos…

                                                  Pedí la mejor habitación, estacioné la camioneta y bajamos, ella adelante, sacándose la blusa, aflojando su falda y revoleando su fino y hermoso cabello rubio…  Una vez adentro no la dejé dar vuelta y apoyé a “mi amigo” endurecido en su espalda, al inicio de su culo, porque mi altura me impedía hacerlo en sus nalgas prietas, mis manos bajaron desde su cuello, pasé mis pulgares por su espalda y yendo hacia adelante, encerré sus tetas en mis palmas, el suspiro fue sonoro y su falda se deslizó hasta el suelo…  Todo lo que demostraba parecía venir desde adentro, como si sacara a flote ansias guardadas…  La levanté en brazos y la deposité en la cama, el cubre-cama de color bordó dejaba admirar su cuerpo de piel blanca, chiquito pero de unas formas excelentes…

                                                  Me desnudé sin dejar que me ayudara, le pedí que no se moviera, que estaba admirándola y lo que pareció una pavada la hizo enrojecer hasta los pies…  Repté hasta colocarme encima en la posición del misionero y la besé ahogándola con mi lengua casi en su garganta, después besé su rostro, sus ojos, descendí hasta su cuello que también lamí y la cubrí de saliva y besos hasta llegar a su entrepierna…  Lo que esa mujer gozaba y transmitía con sus movimientos no se puede describir…

                                                  En su entrepierna soplé su vagina de labios delgados y cerrados y seguí por el interior de sus muslos abiertos, al volver deposité mi boca en su intimidad y pasé las manos por debajo para apretar sus nalgas duras, abrir sus labios con mi lengua desató el orgasmo que venía aguantando desde los besos en el cuello, gritó estremeciéndose y tapó su boca con el brazo, levanté la vista y sus ojos claros demostraban una sorpresa enorme…

                                                  No pensaba privarme de sus jugos y me coloqué en 69 para seguir tomándolos…  Con mi miembro al alcance de su boca, no lo pensó y comenzó a entrar y salir moviendo su cabeza, yo estaba quieto, todo lo hacía ella…  Con sus labios abiertos por mis dedos, perdí mi boca y lengua en su intimidad femenina y empezó a elaborar agitadamente otro orgasmo, tenía mi miembro metiendo y sacando de su boca hasta una ¾ parte y cuando absorbí su diminuto clítoris estalló en otro orgasmo violento que no pudo gritar porque mi pene traspasó su garganta y le llenó la misma de leche… 

                                                  Los golpes en mis piernas me hicieron saber que ya no aguantaba y me retiré despacio, su rostro estaba rojo, su boca llena de baba y sus ojos repletos de lágrimas…

  • “Guille, ¡me desvirgaste la garganta!, fue brutal, no pensé que podría, no podía parar de tragar tu leche…  ¡Qué lástima, quería más y ahora tendremos que esperar un rato!...  Me acerqué a besarla nuevamente y le dije…
  • Eso lo decís porque no sabés con quien estás…  y, en la posición del misionero comencé a penetrar su vagina despacio pero sostenidamente.
  • “No puede ser, sííí, me estás reventando la concha, creo que no voy a aguantar Guille, no la voy a aguantar, ¡ahhhh!, me estás haciendo parir de nuevo, seguí, no me escuches, reventame, ¡ahhhhh!, ¡Qué pedazo de pija!, me estoy comiendo el sueño que siempre tuve, gracias, Guille, gracias, seguí cogiendo, seguí, entrá todo, tengo el útero en la garganta, empujá, rompeloooooo”…

                                                  Cuando estaba a punto de terminar lo saqué y, sin escuchar sus reclamos, la giré boca abajo, levanté su culito y tomándola de la cintura con un brazo, volví a penetrar su vagina, esta vez pareció sentirlo más y su grito se mezcló con lo placentero y el dolor, yo no paré seguí machacándola a un ritmo más violento y junto con su orgasmo convulsionado rebalsé su concha de leche, al rato la saqué floja y arrastrando una mezcla de leche y flujo…

                                                  Ella quedó tirada boca abajo con los brazos y las piernas abiertas ocupando casi toda la cama…

  • “No puede ser, no puede ser”… -murmuraba con la boca de costado y la cara pegada a la almohada-…  “Años de matrimonio, tres hijas y estoy equiparando todos los “polvos” en apenas horas de una tarde”…
  • Si pensás así no seguimos porque con ese criterio vas a querer probar con todo el que se te cruce para ver si sentís igual…
  • “No, Guille quedate tranquilo, sólo serás vos cuando puedas y mi marido cuando… también pueda pero, esto, esto no se lo puede olvidar nadie”…
  • Esa es la intención, que no lo olvides y, además que lo intensifiques con otras variantes…  Me encanta que te guste el sexo y me gustaría verte disfrutando también con una mujer… 

                                                  No me iba a quedar con las ganas de tenerlas a ella y a Sol juntas en una misma cama…  Gracia tensionó todo su cuerpo ante la perspectiva porque aunque existía la posibilidad de una fantasía, era algo que seguramente nunca se había planteado…  No me contestó nada pero comenzó a mover su culo porque era evidente que las caricias que le propinaba a sus nalgas le gustaban, las acariciaba, las apretaba y bajando mi mano, llené de sus flujos dos dedos de la misma y comencé a mojar toda la zona de su agujerito y metí la primera falange del dedo medio…  Sus temblores no se hicieron esperar, el placer parecía querer explotar y mordía la almohada para no gritar…  El dedo penetró todo lo que permitió su longitud y el movimiento de su culo pareció convertirse en independiente, sus temblores no paraban y pedía a media voz…

  • “Más Guille, mete más dedos, esto es increíble, no puedo parar de temblar”… 

                                                  Su agujerito parecía dilatar solo y saqué el dedo para volver a introducir ahora dos.  Llegar al fondo de su conducto con los dedos fue como apretar un botón para detonar el orgasmo…  De inmediato ahogó el grito en la almohada tomándose la cabeza con las dos manos mientras las contracciones de sus músculos anales apretaban los dedos que seguían en su interior…  Yo saqué los dedos y me puse entre sus piernas…

  • ¿Ves lo que te digo?, en lugar de verte morder la almohada, “tengo ganas” de verte sumergir la boca en la concha de una mujer cuando te hago esto… 

                                                  Calcé el glande en su ano y empujé penetrándola despacio pero de continuo hasta que mi pelvis chocó con sus nalgas…  Al sentir la primera penetración le dolió, levantó la cabeza y en esa posición comenzó a gritar sin poder contenerse, cuando comencé a moverme entrando y saliendo despacio, se descontroló…

  • “Rompelo Guille, más adentro, me estás partiendo el culo, ¡qué delicia, por Dios, que delicia!, hacelo hablar, rajalo, dame más pija, traeme las conchas que quieras, las voy a amar y secar a todas, traeme tetas, culos, los exprimo a todos pero no me saques la pija del culo, dame más, hasta el fondo, que llegué al estómago, ¡me estoy sintiendo como una puta desatada!, me encanta, máááássss”… 

                                                  Dejó de hablar para gemir, suspirar y entrar en una cadena de orgasmos, a cual más violento…  Me obligué a apurarme para terminar empujando muy adentro porque me causó miedo su salud, estaba enrojecida y parecía que iba a explotar…  Al sentir mi leche en sus entrañas tuvo un último estertor y se desmayó…  Me apresuré a salir para controlarla y respiré aliviado cuando noté que sólo era un desmayo…  ¡Qué mujer, por .… (no me animé a nombrarlo)!...  Había plasmado en un rato fantasías, frustraciones, deseos, necesidades y vaya uno a saber que más…  Dejó a un costado hipocresías, miedos y cánones inculcados para entregarse a lo que quería experimentar, evidentemente el “tengo ganas” había actuado lo suyo e incidido pero ninguno podía quejarse…

                                                  Me senté en la cama, acerqué su cuerpo al mío apoyando su cabeza en mi pecho y le acaricié sus cabellos, su frente y su mejilla esperando a que despertara…  Lentamente fue abriendo los ojos y levantando el rostro me sonrió, acarició mi cara con una de sus manos y extendió su caricia a mi costado y parte de mi pecho para detenerse sobre mi miembro flácido…

  • “Fue muy intenso, podremos repetir las veces que vos quieras y con quien vos quieras porque estoy dispuesta a todo pero nada será igual a este momento…  Me has hecho inmensamente… feliz… creo que esa es la palabra, no sé me ocurre otra, no podría explicarlo”…
  • Me alegro por vos y por mí, fue muy placentero, ya hablaremos sobre otras oportunidades, ahora vamos a bañarnos para no generar problemas con el tiempo…

                                                  Las piernas le temblaban y me encantó enjabonarla mientras me abrazaba y besaba, no pensaba seguir pero, para enjabonarle las tetas lo hice apoyando mi pecho en su espalda, la cercanía de sus nalgas y sus mamas hicieron reaccionar a mi semi dormido “amigo”, lo sintió y no dijo nada, sólo se agachó y apoyó sus manos en el borde de la bañera, “mi amigo” continuó su reciente amistad con la vagina de Gracia y acabamos juntos en un orgasmo compartido…  La vuelta la realizamos en silencio con una Gracia pensativa, hasta que se decidió a hablar…

  • “Estoy pensando en tantas cosas que experimenté y en otras tantas que quiero experimentar…  Todas son nuevas y a algunas las imagino maravillosas”…
  • Si pero mucho cuidado, yo “tengo ganas” que saques a flote tu potencial, aunque con una única salvedad, cuando yo quiera y con quien yo quiera, sin remilgos y estupideces, además no podrás dejar de lado a tu marido o comportarte distinta, una cosa es la cama, otra muy distinta es la vida diaria, es eso o absolutamente nada…
  • “Quedate tranquilo Guille, no tendrás ningún motivo para quejarte y gracias…”…

                                                  Ya no dijo más nada, bajó en el mismo lugar y se fue contenta…  Eran las 18.00 cuando llegué a casa y sabía que me esperaba un “sainete” de aquellos…  Apenas descendía de la camioneta salió Carolina a recibirme y vibró mi teléfono, mientras lo atendía le hice una seña a Carolina para que se acercara a mí, era José…

  • “Hola Guille, solucionado tu inconveniente, me acaba de llamar “el cheto” y me confirmó que hoy pidió el expediente y firmó la sentencia en favor de tu hijo, se envió una notificación de la misma al Organismo en que está la nena y a sus Abogados…  Te manda saludos y me dice cuando nos comemos un asado todos juntos”…
  • Te agradezco mucho José y respecto al asado, me encantaría pero lo tenés que decidir vos que sos el enquilombado con horarios y otras cosas, me avisás y yo preparo todo…

                                                  Colgué, la saludé a Caro con un beso que le hizo cambiar la cara compungida que traía, los ojos le brillaron distintos y lo llamé a Lucas…

  • Hola hijo, tengo una noticia para vos, agarrate…  Me acaban de confirmar que el Juez ya firmó la sentencia a tu favor por el tema de la nena, -Caro me miró haciéndome notar que no entendía-, ya fue notificado el Organismo de Guarda junto a tus Abogados, ¡qué no te la quieran hacer “larga”!...  Pagales retirá la sentencia escrita y andá a buscarla, ellos no hicieron nada, el Juez resultó ser un antiguo compañero de trabajo y yo no me acordaba el nombre…
  • “Genial pa, mañana mismo me la traigo a casa, esperá que alguien quiere saludarte”…
  • “Hola Abu…  Me dijo mi papá que el fin de semana vamos a ir al campo, ¿me compraste lo que me prometiste y los vestidos?...
  • Hola preciosa del Abu…  Sííí´, ya está todo comprado pero los vestidos los vas a tener que ir a comprar con la “Abu joven”, ¿querés?...
  • “Si Abu, yo quiero que ella me ayudé a elegirlos, ¿ya le pusiste nombre a la ovejita?”…
  • No mi cielo todavía no y no es una ovejita, son dos, una es para vos y la otra es para una sorpresa que te tiene que dar papi mañana, eso sí, me tenés que prometer que no le vas a preguntar nada y te vas a aguantar, ¿me lo prometés?…
  • “Si Abu, te lo prometo y ahora dame con mi “Abu joven Carolina”…  Te mando un beso grandote”…

                                                  Le pasé el teléfono a Carolina diciéndole que la “nieta nueva” quería hablarle…  Tomó el teléfono, le agarró el “ataque maternal” y dejó que entrara solo a la casa…  Al rato entró sonriente al living, se colgó de mi brazo y me dijo:…

  • “Ya arreglé con tu nietita para ir el sábado a la mañana a comprar los vestidos que quiere y otras cosas más que me pidió, jajaja, ¡es terrible!, le pedí que hiciera una lista…  Otra cosa amor, si querés, ¿me podés contar que es eso de “la sentencia” que hablabas con tu hijo?”…  -La miré con cara de “nada”-
  • Si no te hubieras ido de joda a tomar alcohol por ahí, si hubieras venido a una hora respetable, si no me hubieras ignorado o no me hicieras pensar en que otras posibles cosas estuviste haciendo a mis espaldas, yo te lo habría dicho antes, te hubiera contado todo sin necesidad de que me preguntaras ahora…  Me podrás explicar alguna vez ¿por qué entre todas las alegrías que me das, te empeñas en desilusionarme siempre con alguna de tus “libertades inconsultas”?…
  • “Por favor, Guille disculpame, entre risas y charlas con unas y otras mujeres, se me pasó el tiempo volando”…
  • En otras palabras, que actuaste como una “pendeja” que no tiene en cuenta sus responsabilidades y prioridades…  ¿Acaso debo entender que las conversaciones que tuve y las promesas que me hicieron respecto a “no volver a cometer más cagadas que me molestaran” las tuve con esa “pendeja” y no con la mujer adulta en quien creí?...  ¿Tanto me equivoqué?…

                                                  Se había sentado en la esquina del sillón agarrándose las rodillas con las manos y ni siquiera me miraba porque escondía la cara entre sus muslos…  Yo tenía claro que le estaba “pisoteando” el hígado pero no podía contenerme, menos mal que no lloraba, no sé qué habría pasado…

  • ¿Te prohibí alguna vez que hablaras de frente conmigo cuando algo te molestaba?...  ¿Te molesta o jode mucho estar junto a un “viejito” que no te entiende y te empeñas en llevarle la contraria dejándolo de lado en la primera de cambio?...  ¿Te tengo encerrada en una habitación y te trato como un tirano?...  ¿Jamás te tengo en cuenta?...  Mejor dejémoslo aquí porque estoy tranquilo y no quiero enojarme, acabo de recordar que una vez te dije que “era la última oportunidad” y porque sé que te quiero, ahora lo estoy dudando parado al borde de una cornisa, tratá de no darme el “empujoncito” y, por favor, decile a las chicas que me lleven un emparedado al escritorio, no voy a cenar con ustedes…

                                                  Me senté un rato en el sofá que había en el escritorio…  No me sentía bien con todo lo que le había dicho sabiendo que la hería y entendía para mí mismo que los “pecadillos” que había cometido no eran para destruir todo a mazazos pero, ¡la puta madre!, era tan difícil entender que tenía que respetar y aceptar mis “pedidos” pues, al fin y al cabo, tampoco eran “órdenes”…  ¿Era tan difícil para un adulto decirle al camarero, “a mí me trae una gaseosa” o anteponer ante las posibles chanzas, “no bebo alcohol cuando tengo que manejar”…  ¿Era tan “denigrante” ante los demás, tomar el teléfono y avisarle a su marido o pareja “voy a llegar un poco más tarde porque estamos charlando?”…  Lo de “encamarse” con Sol o engañarme no daba ni para pensarlo…

                                                  Me había pasado muchas veces esto de “tolerar” o aceptar cosas que no me gustaban de mis parejas anteriores por anteponer sentimientos o por no entrar en discusiones o aplicando la estúpida idea de no admitir “fracasos”…  Hasta había aceptado mentiras para disfrazar engaños pasando por “boludo” al dejar que se creyeran sus propias mentiras pero, en algún momento había dicha “basta”…  Si pedía había que satisfacerme, si exigía había que cumplirme, a cambio entregaba todo lo que la otra persona podría necesitar y si algo ignoraba de lo que necesitaba o le hacía falta, le dejaba las puertas abiertas para dialogarlo y entendernos…  Con mi nueva situación, mi proceder no se había agrandado, ni exigía “imposibles” pero mis reacciones, decisiones y tolerancias tenían mucho que ver con el “sentimientómetro” que yo tenía con las personas en cuestión…

                                                  Me recosté para acomodarme y me dormí hasta que me llamó Marta con el emparedado…  Comí y seguí durmiendo por un largo rato más…  Me despertó Carolina como a las 22.30…  Abrí los ojos y la miré, ¡cómo me gustaba esa mujer!...  Se había cepillado el cabello que parecía brillar y disimulado las ojeras del llanto con un sutil maquillaje y su única vestimenta era una pequeña tanga de color blanca, en principio no me dijo nada, luego se sentó en el borde del sofá, me acarició ambas mejillas con sus manos, acercó su boca para depositar un tierno beso en mis labios y me dijo:…

  • “Amor, ¿querés venir a dormir en nuestra cama, a mi lado?”… 

                                                  Me levanté sin decir nada y la dejé salir primero para admirar sus maravillosas nalgas que, íntimamente sabía, eran total y absolutamente mías…  Sobre la almohada que me correspondía estaba el rebenque, ella pasó para su lado de la cama y se arrodilló en el borde adoptando una actitud entre sumisa y suplicante…  No la miré mal ni hice ningún gesto violento o que pudiese anticipar violencia, como la vez anterior, tomé el rebenque y lo arrojé sobre el sillón, para luego acostarme sin taparme, me quedé mirando el techo con los ojos abiertos…

                                                  Apagó la luz y la habitación quedó iluminada por la difusa luz de la luna que entraba por los ventanales, luego se acercó a mí, se arrimó a mi cuerpo poniendo la cabeza sobre mi pecho y cruzando un brazo por sobre mi vientre…

  • “No voy a decirte nada, ni a pedir disculpas, soy lo bastante adulta para comprender que la “pendejada” que me mandé no tiene perdón, sólo quiero decirte que vos sos el hombre que amo y que voy a amar siempre, este sentimiento no me lo podrá cambiar nadie…  Si me tocara estar lejos de vos por alguna de mis “pelotudeces”, no diré nada y me iré pero sufriré toda mi vida por no tenerte a mi lado…  Tampoco te voy a pedir que me castigues a golpes o me hagas el amor o que me ignores o no, lo que vos decidas hacer estará bien para mí, si tengo que llorar, lloraré, si tengo que reír, reiré pero, por favor Guille, que sea con vos a mi lado, te necesito para vivir y para sentir que sos el dueño de mi alma y de mi todo”… 

                                                  No pude contestarle nada, me limité a abrazarla fuerte y a darle un beso en la mejilla, nos quedamos un rato así y nos fuimos relajando hasta quedarnos dormidos…  Todavía estábamos así cuando sonó la alarma de su celular a las 06.30 de la mañana, la apagó rápido, me dio un beso creyéndome dormido y cuando se dirigía al baño salté de la cama, la abracé desde atrás apretándole las tetas y apoyé a “mi amigo” en la zanja de sus nalgas…  Primero dio un largo suspiro, luego…

  • “Me hago pis Cielo, me hago pis, dejame ir al baño”…
  • Yo te acompaño, tengo algo que hacer…  Entré con ella al baño y se sentó apurada a miccionar, aliviándose…
  • “Qué querías hacer”…  Mi miembro erecto estaba a la altura de su cara.
  • Dejar que me la chupes hasta que te llené la garganta de leche…

                                                  Su amplia sonrisa se desdibujó rápido por el ingreso de mi pija en su boca y agarrándome de las nalgas dejó que le penetrara la boca haciéndole chocar repetidas veces su nariz en mi pelvis, “tomá aire” le dije y aferrando su cabeza con las manos aplasté su nariz y su boca en mi bajo vientre y traspasé su garganta llenándola de leche, tragó todo y retirándose despacio la fue limpiando hasta terminar con el glande brillante…

  • Ahora le toca a tu culo…  Salió del baño corriendo y se apoyó con las manos en el borde de la cama dejando sus nalgas a mi disposición…
  • “Dale amor de mi vida, mi culo quiere que le hagas sentir quien manda y yo también”…

                                                  Apenas una escupida y lo “enterré” de una…  Seguro que su grito sirvió de despertador para las tres chicas y para algunos animales remolones…  No paré, entre y salí con ganas y fuerzas hasta que en medio de grititos, gemidos y suspiros tuvo un orgasmo intenso que le hizo aflojar sus manos y aterrizar con toda su cara y tetas en la cama…

                                                  No me detuve pero mi ritmo se hizo más lento y luego de varias entradas y salidas despaciosas que a ella le otorgaban un placer distinto, me descargué en lo más profundo apretando fuerte sus caderas, mi leche caliente sirvió para “detonar” otro orgasmo que la hizo arrodillar…  Quedó así unos minutos, luego me besó abrazándome y se metió a bañar…  No la escuché cuando se marchó, estaba “fundido”

Continuará.

 

Si les gusta, por favor, valoren y comenten.  

 

Gracias.  

 

GUILLEOS 1

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