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El pacto. (44).

en Grandes Relatos

INVITACIÓN - VIAJES.

                                                  Mis “esposas” pretendieron ser incisivas con sus preguntas respecto a quienes eran los que habían pasado el día en casa, les dije que primero me tendrían que rendir cuentas de lo que habían hecho, adónde habían ido en Mar del Plata y después les contaría sobre quienes habían venido.  Se “atropellaban” para contarme pero como el sueño me estaba venciendo, dije que la seguiríamos después de bañarme, por lógica, se desnudaron y se metieron al baño conmigo.  Me bañé rápido y cuando salía vi que Ana María tenía un mordisco bien marcado en su espalda, me puse serio.

  • ¡Ana, eso es un mordisco en tu espalda y parece de un hombre!, ¿cómo me vas a explicar esto?  Carolina saltó como picada por una víbora.
  • “Fui yo amor, fui yo, no me di cuenta, fui yo, no hubo ningún hombre”.
  • No puedo estar seguro, yo no estuve viendo y vos no sos de morder a nadie, mejor me voy a dormir porque esto va a terminar mal. 

                                                  Estaba seguro que había sido como me lo decía pero estaba “fusilado”, “mi amigo” estaba semi derrotado y yo estaba aún atiborrado de comida, si no hacía algo iban a querer “mimos” y no estaba para responder a nada.  Me hubiera sido fácil decirles lo que había hecho pero me gustaba más así, a la mañana haría lo que quisieran.  Cuando vinieron a la cama yo estaba en el octavo sueño y se abrazaron a mí dejándome dormir.

                                                  En la mañana me desperté con las dos alternándose en las chupadas a “mi amigo”, dos o tres veces una y dos o tres veces la otra.  Me “escapé” de ese martirio y le dije a Ana que se pusiera boca abajo y abriera las piernas, lo hizo sin problemas y abrí sus nalgas, escupí un par de veces en su ano y apoyé el glande, se relajó enseguida y no tardé en llegar a lo más profundo de sus tripas.  Ana dio un gritito, movía el culo y bufaba cuando yo iba entrando, comencé a acelerar mis arremetidas y le mordí la nuca, se dejó ir en un orgasmo escandaloso y la saqué sin miramientos dejándole el culo abierto y a ella tratando de calmar sus contracciones.

                                                  Después le dije a Carolina que se pusiera en la misma posición y obtuvo el mismo tratamiento aunque gritó más fuerte y pidió más cuando le mordí la nuca para hacerla estallar en un orgasmo muy placentero, salí igual escuchando un “plop” y les pregunté si querían leche, las dos giraron y se pusieron a mamarme hasta que me secaron y se repartieron la sustancia blanca.

  • “Casi tres días sin tu pija y tu leche y ya me estaba volviendo loca, en realidad, nos, estábamos volviendo locas las dos” -dijo Carolina y me contó lo de la marca en la espalda de Ana-.

                                                  Al margen yo había notado que la marca no era grande y unos quince centímetros por debajo de dónde yo llegaba.

  • “La culpable fue Belinda, estábamos Gracia, Ana y yo penetrándonos con el strapón, Gracia lo recibía de Ana y yo entraba en el culo de la negra.  Gracia nos hizo calentar a todas con sus gritos y sus temblores y Belinda, en el mejor momento, me metió un consolador en el culito, me agarré tal calentura que acabé como una loca y para no gritar como desaforada le mordí la espalda a Ana que ni lo sintió porque también estaba acabando, ahora no tiene nada pero casi le arranco un pedazo, pobre mi negra, ya le pedí disculpas”.
  • “Yo la disculpé pero… se la tengo jurada”.

                                                  Sin darle mayor importancia a eso, les pregunté como la habían pasado y como habían estado Graciela y Marta.  Me contaron todo lo que hicieron, adónde fueron, dónde comieron, que compraron y como se rieron en la playa con todas las que no conocían el mar y una gran ciudad, para ellas era una sorpresa detrás de otra, mucho más para Gracia y Sol, respecto a Graciela y Marta me dijeron:

  • “La que tiene o tenía dudas y trataba de incentivar a Marta era Graciela porque no acababa de entender el tema de compartir entre todas, ha tenido una educación muy cerrada y muy poca experiencia.  De todos modos este viaje les sirvió de mucho, se abrieron y se brindaron con todas por igual, se notaban muy, muy dadas, como entregadas sin hacer diferencias”.  Yo la miré a Ana María…
  • “Yo noté exactamente lo mismo y sabés que soy más dura que Caro para juzgar actitudes, asimismo, no se me escapa que han evaluado otra serie de cosas desde la certeza que no están enamoradas, pasando por todo lo que perderían quedándose al margen y dejando de lado lo material que, quieras o no influye, es muy difícil, diría que horrible saber que por una equivocación en el modo de pensar y actuar quedarían al margen de disfrutar de placeres que les tocaron las fibras más íntimas”.
  • ¿Vos querés decir que son interesadas?
  • “No nos engañemos Guille, en la mujer lo material siempre influye pero yo diría interesadas en no perder lo ganado en lo íntimo y placentero y, antes que lo olvidemos, nos dijeron que quieren charlar con vos a solas para explicarte o para lo que quieras.  Vos no estás incluido en ningún tipo de dudas aunque creo que ya no tienen ninguna.  Vos decidís.
  • Luego veremos y ahora les voy a contar que fue lo del domingo.

                                                  Como dos nenas, con las rodillas juntas y apoyando las nalgas en los tobillos, -lo de “nenas” es un decir porque esos “lomos” y esas tetas no eran de nenas pero me refiero a la pose adoptada-, quedaron expectantes y esperando.

  • El viernes minutos antes de que ustedes se fueran me llamó José diciendo que la Gobernadora quería hablar urgente conmigo para pedirme algo y quería pasar un día de campo para sacarse el estrés del trabajo que la está sobrepasando, le dije que no había ningún inconveniente y no les quise decir nada a ustedes porque seguramente suspenderían el viaje que ya tenían programado, incluso con la combi en la puerta, tampoco les dije cuando hablaron por teléfono porque eran capaces de volverse.
  • “De eso que no te quepan dudas, más si venía ella que es una mujer excepcional.  ¿Cuántos vinieron y como te arreglaste?”.
  • Vino ella, la hermana, la Secretaría, un matrimonio que son amigos personales, el del helicóptero y un custodio.  Querían cochinillos porque José no puede mantener la boca cerrada y habló maravillas de cuando vino a comer y le pregunté a Francisco dónde podía conseguirlos, le conté para que y resultó un “tipazo” con todas las letras, con Julio, uno de los peones para asar y por si querían montar y él, se solucionó todo. 
  • El domingo a las ocho de la mañana estuvo acá, se hizo dueño de la cocina, ya traía como doce ensaladas distintas desde el restaurant, hizo los postres incluso para ustedes y presentó una mesa de reyes, espectacular, ya verán las fotos cuando me las manden.  A la tarde preparó tragos largos a elección como el mejor barman, de hecho lo es y con premios internacionales y para aprovechar el sobrante de comida, les dijo de quedarse a cenar, ahí cocinó a la carta con sushi incluido y asado con achuras y otros postres, quedamos para reventar”.

                                                  Se miraron las dos y ya me las imaginaba hablando con Francisco para que viniera en otro momento a cocinar para ellas.  Fue Ana la que habló…

  • “Parece que la pasaron mejor que nosotras, ya vamos a hablar con Francisco para lograr que nos haga unos “mimos” a las chicas de la Estancia, primero vamos a probar los postres, para vos no hay”.
  • No se imaginan lo que fue, se los compró a todos apenas bajaron del helicóptero, anduvo con la Gobernadora del brazo de un lado para el otro y además acaparó al tipo del matrimonio, que es el Vicepresidente del Banco dónde tengo mis “ahorros”, resultó ser gay asumido y tiene un matrimonio de conveniencia.  Me hizo reír tanto, “me puse de novio” me dijo y estaba chochísimo, hoy o mañana vamos a comer allí y le piden que les cuente…  Antes que lo olvide Caro, te saqué un par de jeans para que pudieran andar a caballo porque tenían short, ya sabés que la montura y el roce lastiman.
  • “Si les entraron mis jeans estaban bien físicamente”.
  • Sin ninguna duda, las más fea es la Gobernadora, la Secretaría es Belinda pero con color de piel claro y la amiga íntima de la “jefa”, se conocen desde la secundaria, es muy parecida físicamente a Gabriela.
  • “Mejor hablemos de otra cosa, ¿qué quería pedirte?
  • Lo que me pidió fue como favor personal y por eso acepté, quiere que meta mano en la Municipalidad y haga “limpieza” de corruptos y de gastos indebidos.
  • “Jajaja, a tu “juego te llamaron””, -dijo Ana abrazándome-.

                                                  Les comenté que todavía no estaba todo decidido, de hecho el miércoles tendríamos que ir a la ciudad de La Plata, sede de la Gobernación para aclarar algunos puntos y ver como se llevaría a cabo todo.

  • “Vos querés decir que tenemos que ir, ¿nosotras también?”, -preguntó Carolina-.
  • Lógico, ¿querés que me vaya con alguna otra?, pensé que mis “esposas” iban a ir conmigo.  Podemos ir el miércoles, reunirnos en la tarde o el jueves a la mañana, después ir a algún espectáculo, conocer algo de La Plata y volver el viernes o el sábado.
  • “Tengo que ver como están las cosas en la Clínica, no puedo descuidar todo eso”.
  • Listoooo, Ana, andá pensando a quien podemos llevar para que haga de otra “esposa”, la “original” tiene mucho trabajo como para acompañar al marido.

                                                  Ana agarró la broma en el aire y me contestó:

  • “Tenemos para elegir y no van a poner problemas, Sol, Marta, Rosalía, Graciela cualquiera de ellas vendría con gusto, Belinda y Gracia no porque trabajan en la Clínica y la Directora no les va a dar permiso”.
  • “Ni loca, en un rato me voy a la Clínica y entre hoy y mañana dejó todo listo, ni borracha dejo de ir a algún lado con mi marido y la otra esposa”.  Ana María no pudo contener las carcajadas.

                                                  No les iba a decir nada y lo iba a dejar para mucho más adelante pero entendí que las dos tenían que hacerse a la idea desde ahora…

  • Amores presten atención porque esto que les voy a decir lo vengo pensando y haciendo planes desde hace un tiempo y siempre hay algo que surge que me lo tira para atrás.  Yo no quería saber nada con el tema Político, acepto hacerle el favor a la Gobernadora porque me lo pidió personalmente pero va a ser sólo por tres meses después “desapareceremos” por otros seis meses. 
  • No se asusten, ya hay un montón de problemas que están solucionados, la Estancia marcha bien y no necesita nada raro para proseguir en ese camino, la Clínica ya está bastante estabilizada y faltaría muy poco personal, a los Laboratorios no hay necesidad de pagarles con efectivo o cheque, hay que hacer los pedidos y se lo descuentan directamente del Banco, los sueldos y los aportes sociales quedan cubiertos automáticamente con los intereses que me acreditan mensualmente y sobran mucho más de la mitad. 
  • Sol puede hacerse cargo perfectamente de los gastos que se susciten en la Estancia y Carolina tendría que nombrar a Belinda como Vicedirectora para que se haga cargo de su puesto, Marta podría quedar como Encargada de la casa y, en seis meses, nosotros tres nos dedicaríamos a recorrer el Mundo por dónde a ustedes se les ocurra, Italia, España, Grecia, Egipto, Alemania, África, EE.UU, el Caribe”, por dónde sea, hay teléfonos para comunicarnos e intérpretes en todos lados.

                                                  Las caras de las dos con las bocas abiertas de par en par fue otro de los momentos en que lamenté no filmarlas y sacarles una foto al instante.  La primera que reaccionó fue Carolina…

  • “¿Vos decís que los tres podremos estar en todos esos lugares de las fotos que se muestran y en los tours?”.
  • Sí pero mejor porque no iríamos en tours, llegamos, vamos a los mejores hoteles, alquilamos un auto, una intérprete y nos largamos a recorrer, no tenemos que andar corriendo de un lado para el otro, podríamos estar una semana en cada sitio.  Eso es lo que quiero hacer con las dos, vayan pensándolo pero no digan nada todavía, ya veremos cómo lo “manejamos”.

                                                  Les dije que mejor nos íbamos a desayunar y Ana María seguía sin reaccionar, miraba a un punto fijo sin ver, no hablaba y las lágrimas corrían por sus mejillas.  Le iba a hacer una broma pero me puse a su lado, la abracé fuerte y le dije al oído aunque Carolina escuchó.

  • Me haría muy feliz que mi negra adorada me acompañara en esos viajes junto a mi Doctora también adorada. 

                                                  Me abrazaron con fuerza y el llanto desconsolado fue de las dos, como siempre, las dejé descargarse y las llevé a que se ducharan, yo me fui a desayunar con un té digestivo y saludé efusivamente a las tres chicas que extendieron un poco sus besos dejando que tocara sus nalgas a gusto, después me fui a ver a Sol.  Entré en su oficina y trabé la puerta, la besé recorriendo toda su boca y acariciando sus nalgas en profundidad, sin contenerme dejé deslizar un dedo en su culito y se quejó.

  • Pero mirá vos, mi “putita rubia chiquita” anduvo cogiendo todo el fin de semana y ahora no me deja hacer nada.
  • “Rosalía, Belinda, Graciela y Marta me dieron por todos lados y me destruyeron pero no se la llevaron de arriba, yo también les di con todo, fue un fin de semana maravilloso, todo lo que vivimos, lo que conocimos lo que disfrutamos y lo que te hicimos gastar, no se puede explicar con palabras Guille, igual nada de eso se compara a lo que siento cuando te tengo adentro, metela un ratito por dónde quieras, rompé sin miedo”.  No terminó de decirlo y ya tenía la tanga en la mano y me urgía apoyada en el escritorio.

                                                  Gracia, la madre de Sol tenía un culito precioso, extremadamente parecido al de las hijas pero el culito de Sol era “especial” para mí y no me cabían dudas que era porque le pertenecía a Sol.  Le pasé el glande por el agujerito que vi bastante irritado y comenzó a mover sus caderas, bajé un poco más y lo lubriqué abundantemente en su vagina que chorreaba y volví hasta su ano.  Entré despacio y a pesar de la dilatación, noté su estrechez, escuché que gemía y me pedía más fuerza retrocediendo sus nalgas, no la dejé penetrarse, yo sabía que la penetración lenta la volvía loca de placer y le di un “chirlo” sonoro para que se quedara quieta y me dejara gozar de ese culito voraz al que yo había sabido poner hambriento desde mis primeras cogidas.

                                                  Al llegar hasta lo más profundo dio un suspiro y un gemido que denunció sus ganas de gozar, la saqué despacio y ahora el gemido sonó a desilusión, no salí del todo y volví a entrar muy despacio, al volver a chocar con sus nalgas estaba casi desesperada y comencé a aumentar mis entradas y salidas, cada vez más fuertes y profundas hasta dónde me lo permitía la longitud, me apoderé de sus pezones y seguí dándole duro hasta que otra vez mordió el taco de papel para evitar el grito que desató su orgasmo.  No paré y seguí sin dejarla recuperarse hasta que se volvió a tensionar para que otro orgasmo se hiciera presente y cuando lo comenzó, le llené las tripas de leche potenciándolo.  Tuve que agarrarla firme de la cintura para que no se cayera de rodillas y la mantuve así hasta que dejó de temblar.

  • “Nada se puede comparar con vos, mi culo sabe que sos su único dueño.  Gracias por esto y gracias por todo Guille, te quiero”…

                                                  La besé, me arreglé la ropa y salí de su oficina, caminé un par de metros y volví a entrar, Sol estaba en el baño y preguntó quién era, le contesté que era yo y quería preguntarle cómo estaba la madre y que le había parecido todo, salió del baño y me contestó:

  • “Está feliz de la vida, más feliz que en toda su vida, así me dijo…  Esta mañana me abrazaba y me decía que había esperado mucho tiempo para tener las oportunidades de felicidad que vos le brindabas…  Hoy estaba radiante y como en una nube pero físicamente, más destruida que yo, jajaja, parecía una loca queriendo probar todo lo que las chicas nos daban y se daban, no sólo eso probó todas las comidas y en la calle parecía absorber todo lo que veía, la felicidad de mi mamá es algo que tampoco nunca podré agradecerte en la medida de lo que siento”.
  • Decile a tu madre que ustedes lo merecen pero estoy enojado porque no me trajeron ni un sólo alfajor.

                                                  Me acordé de pedirle un informe detallado de todos los gastos que había demandado construir una casa de los Puesteros, que materiales se habían utilizado y el precio de los mismos, así como el precio detallado de los muebles que había en cada una más los honorarios del Arquitecto y de la mano de obra puesta en la construcción y que después me lo hiciera llegar.  Me comentó que era bastante fácil porque, de entrada el Arquitecto había separado los gastos individuales de cada una, incluso detallando honorarios y salarios, que en un par de horas los tendría listos.

                                                  En la cocina Carolina y Ana María ya habían terminado de tomar algo y viendo que aún las dos estaban pensativas con lo del viaje le dije a Ana y a Caro que al mediodía nos íbamos a ir al pueblo a comer y le pregunté a las chicas si ya tenían listo todo lo de Francisco, contestaron que sí y me preguntaron si lo cargaban en mi camioneta.  No terminaban de decirlo y apareció Francisco con su camioneta a buscar todo.  Las “esposas” se reanimaron y salieron a abrazarlo y a besarlo diciéndole que estaban enojadas porque había preparado comidas especiales y a ellas nunca las había “mimado” así, Francisco se reía y no sé que les contestó pero entraron a la cocina todos sonrientes, ellas, tomándose de sus brazos.

  • Lo siento Fran, no pude ocultarles las exquisiteces que nos hiciste.
  • “No importa, ya me resarciré.  Venía buscar las cosas y a pedirles disculpas a estas damas por si hice mucho lío en su cocina o cambié alguna cosa de lugar”.  Un “bolazo” porque la había dejado impecable pero las tres chicas se pusieron de lo más contentas.

                                                  En un aparte me preguntó si había “bronca” porque se notaba que habían llorado.

 

  • No, para nada, les conté lo que me pidió la Gobernadora y después le conté los planes que tenía para recorrer el Mundo con ellas dos, no las podía parar, lloraron hasta más no poder, me tienen un poco desorientado.
  • “Pero, pedazo de…, eso es felicidad pura, con vos se les cumplían montones de cosas plagadas de felicidad y eso fue la “guinda del postre”, superaste todas sus expectativas, ya se les va a pasar dejalas que lo elaboren.  Si no tenés problemas en que yo sepa de ellas y vos, me las llevo al restaurant y charlo un rato con las dos de mujer a mujer, te las dejo “mansitas”, les falta mucho mundo a ambas, más a Ana”.
  • Para nada, sé que no van a tener problemas.

                                                  Al “toque” les pidió que lo acompañaran que necesitaba hablar algo muy íntimo con ellas, me preguntaron y les dije que yo iría a comer en un rato y las traía.  Antes de irse les dijo a las chicas que los postres eran “especiales” para ellas, que esperaba que los probaran, ellas se lo prometieron diciendo que las críticas las harían más tarde, él se rió y se fueron “las” tres muy charlatanas hacia la camioneta.

                                                  No bien se fueron, Graciela y Marta se acercaron pidiendo hablar conmigo a solas, le dije a Rosalía que hablaría con ellas dos y que no quería ser molestado.  Fuimos al escritorio y me senté esperando por lo que me tenían que decir, ellas se quedaron paradas, no iba a preguntar nada, la primera en hablar fue Graciela…

  • “Guille, yo quería pedirte disculpas porque me equivoqué mucho con mi modo de pensar y actuar, creí que buscaba la felicidad hasta que me di cuenta que era efímera y perdía mucho de lo que me ha hecho muy feliz hasta ahora, además he sido egoísta porque dejé de lado a quienes se entregaban a mí desinteresadamente y si no tengo todo eso voy a ser completamente infeliz en lo que me reste de vida, te prometo que algo así no va a volver a suceder”.
  • “Yo opinó igual, te necesitamos mucho a vos, pudimos llegar a pensar que con nosotros bastaría pero nos dimos cuenta que necesitamos de todas y queremos seguir brindándonos con todas tal como ellas se brindan a nosotras, tené por seguro que no volveremos a cometer ese tipo de errores, por respeto a los demás y por respeto a nosotras misma”.
  • Me hicieron enojar bastante porque pensé que habían entendido cuando dije “yo tengo ganas” que sean fieles, leales y dedicadas, sin ningún tipo de condicionamiento, por esta vez pasa todo pero les repito “yo tengo ganas” que no me vuelvan a fallar, ni a mí ni a ninguna de las chicas y ahora me van a tener que contar como la pasaron todas juntas y, por lo que sé, bastante amontonadas.

                                                  Las noté más distendidas y quisieron contar las dos a la vez, las frené y comenzó nuevamente Graciela…

  • “Estuvo genial, conocimos lugares que nunca hubiésemos podido conocer, el hotel, el teatro a pasos de los artistas, las calles atestadas de gente, la playa, el mar, la vista de la ciudad desde el mar y todo lo demás”.
  • Imagino que cuando decís “todo lo demás” te referís a que cogieron y se cogieron todo no.
  • Eso también Guille, disfrutamos como nunca y era acabar y acabar hasta quedar semi muertas, fue fantástico”.
  • “Yo puedo opinar lo mismo Guille, agregando todas las cosas que compramos que nunca esperamos tener y sí, las cogidas estuvieron espectaculares, nos dieron con todo, nos cogieron con tres consoladores pero nosotras también actuamos”.  Las acerqué a las dos a mis costados y comencé a acariciarles las piernas subiendo las manos hasta tocar sus nalgas.
  • Hicieron de todo y no guardaron algo para mí.

                                                  Mis dedos tocaban sus agujeros llevándolos mojados con flujo hasta sus culitos que noté dilatados, ellas comenzaron a gemir cuando introduje los dedos en ambas oquedades y les pedí que se sacaran la ropa, no tardaron nada y me desnudaron a mí aprovechando para acariciar a mi miembro que estaba más que duro.

 

  • ¿Quién me la va a chupar primero hasta atragantarse? 

                                                  Las dos se arrodillaron y Marta lo tomó en sus manos para llevárselo a la boca, lo engulló de una y tuvo arcadas de las que se recuperó rápido, sentí cuando traspasaba su garganta y entró a subir y bajar como enloquecida, Graciela le pellizcaba los pezones y después vi como preparaba dos dedos y la “atacaba” desde atrás, casi se ahoga cuando los dedos de la amiga entraron no sé dónde.

                                                  La toqué en el hombro a Marta y le dije que le dejara lugar a Graciela que hizo lo mismo pero tuve que forzar su cabeza para que entrara toda, a ella la hice llorisquear y me llenó la entrepierna de saliva.  Le pedí a una que se sentara en el respaldo y que la otra la chupara dejando sus nalgas a mí disposición.  Marta subió y Graciela se amorró a su vagina empapada y a su clítoris endurecido haciéndola gemir.

                                                  Cuando penetré su vagina en un golpe de cadera Marta amortiguó el grito de Graciela tomándole la cabeza y enterrando su boca en la vagina luego ésta giró la cara y me dijo:

  • “Dame duro Guille, rompela toda, yo la presto sólo a las chicas pero todo eso es enteramente tuyo”.  No la hice desear y Marta tuvo que volver a presionar la cara de Graciela entre sus piernas para evitar el grito desencajado por el orgasmo, yo no paré y apenas se calmó un poco, la miré a Marta y entendió.

                                                  Cambié de agujero y, semi dilatado o no, quiso gritar como desaforada cuando perforé su culo hasta el final de mi pija, el ritmo fue terrible para Graciela y tuvo dos orgasmos casi seguidos, uno enorme cuando le llené el culo de leche y esperé muy adentro y tranquilo hasta que se calmó y dejó de tener contracciones, al sacarlo se giró y se lo metió en la boca para limpiarlo y dejarlo reluciente, su cara mojada y resplandeciente de deseo junto a sus ojos brillantes me hicieron saber que estaba completamente entregada.

                                                  De inmediato subió al respaldo del sofá y la que se arrodilló fue Marta…  Con Marta fue distinto, acusó el dolor de la primera penetración y tampoco gritó porque Graciela no la dejó, no esperé a que se recuperara y la penetré igual de fuerte y profundo por el ano, allí si gritó y quiso salirse, un “chirlo” fuerte en cada nalga y se “amansó” de golpe, después intercalé las entradas y salidas en uno y otro agujero hasta lograr que los dos orgasmos se juntaran y el mío ayudó bastante.  Fue algo brutal y gritó tanto que hasta Sol vino a ver qué sucedía, Rosalía la paró en la puerta explicándole que era yo con un correctivo para las dos “rebeldes”.

  • “Nunca más Guille, nunca más voy a pensar en prescindir de esto, acabo de ver el Cielo”.  Luego de besarme fueron a lavarse y se dio por terminado el problema, yo tendría que arreglarme para ir al restaurant.

                                                   Había sido una mañana “movidita” pero me sentía muy bien, fui hasta la cochera rodeando la casa y pensando que es lo que estarían hablando “la” Francisco, Carolina y Ana María aunque en mi interior sabía que no sería malo, había tomado una confianza absoluta en mi nuevo amigo.  Subí a la camioneta y vibró el celular, era José, ¿con qué me saldría ahora?...  No me dejó ni decir hola.

  • Guille, ¿qué le hiciste a la “jefa” y a la Secretaría?, están enloquecidas con vos”.
  • Buen día José, ¿cómo estás?, ¿qué te pasa amigo, vos también estás acelerado?
  • “No, disculpame Guille, buen día, estoy contento, “chocho” de la vida.  Recién vuelvo del despacho de la Gobernadora, ha dicho delante de los otros Ministros que soy su hombre de extrema confianza y les ha marcado a todos unas “reglas de juego” muy estrictas, el que se tuerce o no obedece los lineamientos se va, nadie se corta solo y para el que se tenga que ir por una mala función, ella misma en persona denunciara ante los medios y los miembros del Partido los motivos de la salida.  ¡Y no me jodas Guille!, eso es propio de tu modo de pensar”.
  • ¿Te parece?, no para nada José, yo sólo le comenté como procedo con respecto a mis empleados, sabés que no me animo a dar consejos.
  • “¡Qué hijo de tu madre!, te conozco como si te hubiera parido…  Eso no es nada, después de la reunión me hizo quedar para agradecerme la idea de los cochinillos y entre la Secretaría y ella me “ametrallaron” contándome del día que habían pasado, que llevaste un chef internacional que las volvió loca con los platos, los tragos y el buen trato, que hasta les hizo sushi para cenar, que se “mataron” en la pileta y andando a caballo, que regresaron agotadas y felices, jajaja, están insoportables hablando de vos”.

                                                  Evidentemente mi amigo Francisco había causado sensación con su trato y don de gente, sumando también su capacidad como chef.

  • Francisco es un amigo que se ofreció a ayudarme porque no había personal en la casa, ya te dije que se habían ido todas a Mar del Plata, lo hizo “de corazón”, no me cobró una moneda.
  • “Como sea, me alegro que haya estado, se los metió a todos en el bolsillo.  Ya me comentó Lidia que te mandó todas las fotos al mail, están sensacionales, esa mesa servida debajo de los árboles es la envidia de todos, otra que está “enamorada” de vos es esta “potra” de Lidia, como dicen los “gallegos”, lo único que te faltó es “llevártelas al huerto”, jajaja”,-jajaja, si José supiera que no fue el huerto sino la casita número 4-.
  • “Me dijo que aceptaste lo que te pidió como un favor hacia ella y que quiere ver si pueden juntarse el miércoles, estás invitado con tu mujer a una función de gala del Ballet Nacional, van a estar a su lado como invitados especiales y después no se vuelve a la casa, se queda en la suite que tiene en el hotel y allí quiere reunirse con vos para decirte las condiciones y escuchar las tuyas”.
  • No hay problemas José pero con dos salvedades, yo voy con mi mujer y otra acompañante, ellas dos pueden estar junto a la “flaca” como Estancieras y como Directora de la Clínica gratuita, a mi dame un asiento en segundo o tercer plano, sabés que no me gusta la “fanfarria”, de hecho voy a pedir una suite para tres en el mismo hotel y me voy a quedar hasta el sábado inclusive pero eso lo pago yo, esto es sin discusión.
  • “Sé que no puedo discutir eso pero, por lo menos te mando a hacer las reservaciones para que cuando llegues sólo tengas que dar tu nombre y el de las mujeres.  Ya hablaremos más cuando estés por acá”.
  • Listo José, yo estaré por allí a las cinco de la tarde, nos estamos viendo, ¡Ahh!, decile que hoy les mando por mail las especificaciones de gastos de las casas que me pidió, las están pasando en limpio.  Corté la comunicación con José y me fui para el pueblo.

                                                  Cuando entré en el restaurant estaban sentadas con Francisco en una de las mesas, las caras de alegrías de las dos al verme me hizo saber que la charla con mi amigo había sido muy productiva.  Las dos me abrazaron sin cortarse y me dijeron que Francisco las iba a ayudar a buscar lugares para ver y recorrer, lo mismo que buscar hoteles y hacer una lista detallada para tratar de abarcar y disfrutar todo lo que pudieran…

  • De aquí a unos seis meses van a hacer una lista impresionante y hasta pueden armar los recorridos para no saltearse nada, te agradezco la ayuda Fran pero, en lo inmediato van a tener que pedir turno en el Salón de Belleza, las quiero despampanantes para el miércoles a la noche”.  -Abrí la computadora para mostrarles la publicidad del evento-.  “En esta función de gala del Ballet Nacional van a estar sentadas en primera fila como invitadas especiales y junto a la Gobernadora, yo pedí más atrás porque no me gusta estar en eso.  Nos vamos el miércoles al mediodía y regresamos el sábado a la tarde.

                                                  Francisco pegó un gritito de alegría que no pudo contener y las abrazó a las dos que volvieron a quedarse mudas y después me miró…

  • “Guille, ¿no te animás a llevarme?, me quedo el miércoles y el jueves me regreso, aprovecho para ayudar a las chicas a arreglarse, ver el Ballet que me encanta y me “guardo” una noche entera con mi nuevo novio, jajaja”.   

                                                  Era tal la cara de alegría que no dudé, además mis “esposas” asintieron, allí mismo lo llamé a José y le pedí otra ubicación en el espectáculo y otra habitación, le dije que iría con Francisco, me contestó en el acto que a la “flaca” le encantaría, que contara con ello.  Francisco comenzó a agradecerme y le dije que se dejara de joder y nos diera de comer que estaba muerto de hambre.  Se fue “reloca” de contenta a hacernos los pedidos.

                                                  Ana María seguía callada producto de sus temores para no hacerme quedar mal y Carolina estaba exultante.

  • “Guille, va a ser un problema para presentarnos yo voy a tratar de no desentonar pero vos como te vas a mover con las dos”.
  • Es fácil, las presento como mis “esposas” y al que no le guste que se las aguante.
  • “Nooo, no podés hacer eso”.
  • No mi vida, no lo voy a hacer sólo por respeto a ustedes y para que nos las hagan sentir mal porque nunca falta un hipócrita mojigato, Carolina puede ser mi esposa y vos mi Secretaría personal y Administradora de la Estancia o viceversa, ustedes deciden.
  • “Vamos a seguir con Carolina como tu pareja y yo lo demás, así no nos hacemos líos”.  Allí habló Carolina…
  • “Como nos hizo entender Francisco, te acompañaremos, amaremos y disfrutaremos a conciencia de esta nueva vida junto a vos, hasta que la muerte nos separe pero… antes debo arreglar el tema de la Clínica y apenas terminemos de comer voy a hablar con Belinda y le voy a pasar el mando para que se ocupe cuando yo no esté y contrate a otra Médica y otra Enfermera que ya están en carpeta, yo pasaré sólo a controlar cuando no esté ocupada con mi marido y mi negra, ya lo decidí”.
  • Siendo así, yo también aceleraré las cosas, voy a hablar con Sol para que se encargue de toda la administración y los gastos y con Marta para que cumpla el trabajo que vos tenías antes Ana, ¿qué les parece?
  • “Nos parece perfecto y también tenemos que llegar con tiempo para comprar los vestidos, las sandalias y un esmoquin para vos”.
  • Si salimos a las once y media, llegamos a las tres o cuatro de la tarde, hasta las nueve y media que es la función tenemos tiempo.  Quedamos así y se lo hicimos saber a Francisco que estuvo totalmente de acuerdo y además se sentó a comer con nosotros.

                                                  El almuerzo fue muy ameno y divertido con toda la “salsa” y el buen trato de Francisco que decía tener ganas de “largarse al Mundo” nuevamente.  Recordé al final de la comida que tenía las fotos en la bandeja del mail y, en el momento del café, se las mostré y las dejé que lo “pelearan” a Francisco por la mesa que les había preparado a las visitas y elogiaron los tragos largos diciendo que esperaban tener la oportunidad de probarlos.  Les pasé varias fotos al mail de Francisco, principalmente las que tenía junto a la Gobernadora.

                                                  Luego nos despedimos con abrazos y nos fuimos a la Clínica y allí recibí todas las efusividades de Gracia que estaba a punto de irse y de Celeste que recién llegaba, recordé decirle que la mandara a Azul a la radio para hablar con el Encargado de parte mía por el tema del trabajo administrativo, Celeste y Gracia me agradecieron y la melliza se acercó a mi oído para decirme que las dos me extrañaban, Gracia, que ya a esta altura estaba “putísima y jugada”, me miró y sólo se sonrió.

                                                  Cuando Ana María y Carolina se encerraron para hablar con Belinda, la abracé a Gracia y la acompañé hasta la puerta.

  • Me dijeron que la “putita” rubia la había pasado muy bien y no había dejado “títere con cabeza”.
  • “Fue algo sensacional Guille, en mi vida creí que iba a tener una experiencia tan maravillosa, el mar, la ciudad, las compras, el teatro, el hotel, la camaradería y las cogidas porque, de verdad, me dejaron de cama, me dieron para que tuviese y guardase, bueno, yo tampoco me quedé atrás.  Es inenarrable, culos, tetas, vaginas, bocas de cuerpos infartantes y consoladores a elección, verdaderamente un paraíso, así y todo… mi culito me dijo que necesitaba un “pedazo” especial que sólo un hombre puede darme, jajaja”.
  • ¡Qué tremenda que estás!, ya no sos una “putita”, ya sos una de mis “grandes putas”.
  • “Si señor y orgullosa de serlo, pero, me falta algo, me faltan las mellizas para hacerla completa y no me digas que no podés, ya te vi como te miran, estoy segura que ya probaron el “pedazo”, decime que vamos a poder y ya me  echo un “polvo” de parada aquí mismo”.
  • Prometido, en cuanto podamos lo hacemos los cuatro o los cinco.  Posiblemente fue cierto lo del “polvo” porque se agarró de mis brazos cuando se le aflojaron las piernas…  La dejé que se fuera pensando.

                                                   Cuando entré nuevamente Carolina le explicaba a todo el personal que Belinda, a partir de ese preciso momento, sería la Vicedirectora a cargo de toda la Clínica y todas las decisiones pasarían por ella cuando la Directora tuviera que ausentarse o no viniera por la Clínica, no hubo ninguna disconformidad al respecto y todas la saludaron felicitándola, para variar, la venezolana no pudo aguantar las lágrimas y se abrazó a mí para descargarse.  Preguntó si podía avisarle a la madre y a la hermana y si podía ir más tarde por casa porque necesitaba “hablar” con nosotros, Ana y Caro dijeron que sí y yo no iba a negarme. 

                                                  Al regresar a casa todavía no eran las cinco y le dije a Sol que mandara el mail de los gastos a la Gobernación, le di el mail personal de la Gobernadora y que imprimiera las fotos de Julio con la Gobernadora en la impresora para entregárselas.  En diez o quince minutos tenía todo listo y lo llamó a Julio para darle las fotos en un tamaño grande, éste no sabía cómo agradecer y según Sol, los volvió locos a todos en la combi mostrándolas.  Las chicas se prepararon para ir a la pileta y yo me fui a dormir la siesta acunado con el aire acondicionado.  Cuando me desperté un par de horas después, Marta me hizo saber que cuando quisiera estaba disponible porque Ana María y Carolina le habían dicho que yo quería hablar con ella.  Las “esposas” no perdían el tiempo y no pasaban por encima de mí.

                                                  Le dije que ni bien me preparara unos mates y ella me hiciera una picada de fiambres y quesos estaba dispuesto a conversar con ella.  Al tener todo listo me fui a sentar debajo del alero de la casa y la llamé a Marta para conversar con ella.  Vino y se sentó a mi lado con aire de preocupada.

  • Bien Marta, en vista de la confianza que me has demostrado y atento a que no vamos a tener más inconvenientes respecto a ninguno de nosotros, te quiero hacer una pregunta.  ¿Vos sabías bien el trabajo que realizaba Ana María como Encargada?
  • “Sí, se encargaba de todo el movimiento de la casa, de las listas de compras de comestibles y cualquier artículo que se necesitara para la casa y hacía los pedidos que luego se encargaba de abonar Sol, además, nos controlaba y nos pedía las cosas relacionadas con nuestro trabajo aunque eso nunca fue necesario y nos brindó siempre un trato de igual a igual sin que tuviera que imponerse con órdenes”.
  • Bueno, eso mismo y, sin que aparezcan ningún tipo de problemas con las chicas, es lo que vas a hacer vos desde ahora en más, sin que creas que sos más que cualquier otra por esto.  Te voy a dar la responsabilidad de Encargada y vas a cobrar un sueldo similar al que cobraba Ana María, lo que no te voy a cambiar es el alojamiento, seguirás con las chicas.  Las decisiones o directivas serán mías o de Caro o Ana y ya sabés que no somos de ordenar sino más bien de pedir.  Cuando ninguno de los tres esté en la casa, vos serás la responsable para decidir.  Los hombres y todo lo relativo al campo y la hacienda lo maneja Ricardo.  Sol es independiente y sólo recibe órdenes mías y se va a ocupar de toda la Economía cuando estén solas.
  • “Me dejás sin palabras Guille, esto no lo esperaba pero que no te quepan dudas que voy a hacer todo lo mejor”.
  • Vos verás si es necesario traer a otra chica aunque creo que no es necesario y vamos a tratar de no meter a nadie más en nuestra intimidad.
  • “No creo que sea necesario porque yo no me voy a quedar de brazos cruzados, trataré de trabajar a la par de las chicas…  Ni en sueños te volveremos a fallar”.
  • Pedile luego a Ana María que te pase los uniformes que están sin usar y que te aclare cualquier duda, yo después se los comunico a las demás.  Quedó feliz y contenta diciendo que hoy iba a cocinar ella.

                                                  Terminada la charla ingresó un automóvil de alquiler trayéndola a Belinda que pagó el recorrido y esperó que se alejara para acercarse a mí, abrazarme y partirme la boca con un beso apasionado que le respondí.

  • Hola mulata, me alegro que no estés llorando.
  • “Es como ya te dije con vos y con las chicas es una sorpresa agradable detrás de la otra y no puedo contener las lágrimas de felicidad, si las tuviera que aguantar, reviento por dentro”.
  • Bueno, Vicedirectora llorona, ¿le avisaste a tu madre y a tu hermana? de tu nuevo puesto.
  • “Sí, estaban enloquecidas de contentas, ¿a qué no sabés que hizo mi mamá cuando le conté?”.
  • Como ya es de familia seguro que se largó a llorar, son todas una lloronas, jajaja, anda a buscarlas a tus amigas que no sé por dónde andarán porque hace rato que me dejaron solo. 

                                                  Estaban las dos en el escritorio mirando por dónde podían empezar el viaje y bajando fotos de Internet de los lugares que le gustaban más y Belinda se “prendió” con ellas.  Ya me las veía armando un álbum de fotografías para controlar después que el original fuera igual o sólo parecido.

                                                  En la cena les comuniqué la novedad de Marta a todas, no alcanzaron brazos y bocas para abrazarla, besarla y felicitarla, les dije lo que le iba a decir a Sol y les avisé que Belinda pasaba a ser a partir de hoy la Vicedirectora de la Clínica y se repitieron las felicitaciones y los abrazos.  Después de toda la algarabía le “entramos” a los dos postres que quedaban, uno de ellos había pasado a “mejor vida” en el almuerzo de Marta, Graciela, Rosalía y Sol.  Estaban exquisitos, yo comí media porción porque dije que ya veía postres hasta en la sopa.

                                                  Rosalía comentó que estaban riquísimos y no entendía que no me gustaran.  “Yo te voy a explicar” le contestó Carolina y fue a buscar las fotos de la mesa del domingo…

  • “Está así por esto que hicieron el domingo aprovechando que no estábamos, se atiborraron de comida y postres, sin contar los tragos largos que también les preparó Francisco”.  Todas miraron las fotos y como poniéndose de acuerdo dijeron que había que “apretarlo” a Francisco para que les hiciera algo igual, Ana María y Carolina dijeron que ya lo estaban “ablandando” para eso.

                                                  En la pila de fotos del domingo Carolina trajo también algunas que habían bajado de Internet de no sé qué lugares de Europa.  Rosalía las miró y dijo que esas no eran del domingo, que eran de paisajes, Ana las guardó y dijo que eran para otra cosa que sólo les podría decir Guille.  Las seis volvieron la cabeza para mirarme y les conté…

  • Los cambios que he llevado a cabo tienen que ver en gran parte con esas fotos, pensaba hacerlo antes pero como la Gobernadora me pidió un favor tuve que posponer los planes más importantes hasta dentro de seis meses, mientras tanto se va a intensificar nuestra vida social y debo aparecer en distintos lugares con Carolina y Ana, con las dos juntas o individualmente, lo que nos llevará a estar dos o tres días afuera de la Estancia.  Las fotos son porque planeaba ir con ellas en un viaje por el Mundo y eso nos llevará meses lejos de aquí.
  • “Pero, van a volver, ¿no?”, -preguntó Rosalía con cara compungida-.
  • Sin dudas, esta es mi casa y ustedes mi familia, no podríamos dejar de volver.
  • “Ahh, bueno, creo que nos quedamos todas más tranquilas y sólo hay que desear que se diviertan, que lo pasen sensacional y nos manden fotos.  Cuando nos toquen vacaciones yo voy a hacer lo mismo, a Europa no pero algún lugar lindo voy a elegir para las primeras vacaciones de mi vida”.
  • Les voy a dar una más, si dejan todo ordenado y se ponen de acuerdo, dos pueden salir desde el lunes próximo, se van diez o doce días y las otras dos salen un día después que las primeras regresen, si es en el país yo les pago el pasaje y el alojamiento, los otros gastos que hagan se lo “bancan” ustedes”.  Eso sí, Marta y Sol no pueden salir juntas, piénsenlo, elijan los lugares y me dicen.

                                                    Se armó un alboroto de aquellos y hablaron hasta por los codos y todas juntas y, por lógica, no hubo acuerdos, por lo menos no en lo inmediato.

  • “Paren, paren chicas, tómenlo con calma porque si no las parejas las voy a decidir yo…  Puede ser Marta en el primer turno y Sol en el segundo o viceversa, ustedes eligen con quien se van además, no es necesario que vayan las dos al mismo lado, si una quiere ir al mar y la otra a la sierra lo deciden ustedes, es más, en vacaciones y sólo en vacaciones las dejo “jugar” con quien quieran, a la vuelta se lo guardan y no lo cuentan, yo no voy a preguntar”.
  • “Eso de “jugar” creo que no lo pensamos ninguna pero yo quería salir con mi hermana e ir a Mendoza que es el lugar de dónde eran mis padres y ninguna de las dos conoce para colmo se le fue el marido y anda medio deprimida”.
  • “Por tu hermana no te hagas problemas, si es ella sola, la incluyo en el mismo “paquete”.  El tema es así, el miércoles nosotros tres nos tenemos que ir y no volvemos hasta el sábado a la tarde, se ponen de acuerdo entre todas y las dos que salen me mandan, el jueves a más tardar, un mail con los nombres y a los lugares adónde quieren ir para hacer las reservaciones de los pasajes y de las estadías.  Yo voy a hablar con Ricardo para que las lleve con la camioneta hasta la ciudad a tomar el micro, si quieren viajar en avión van a tener que irse mucho más lejos a tomarlo”.
  • “No, que nos lleve a la ciudad y desde ahí tomamos un micro y nos quedamos esperando si no coinciden los horarios, yo estoy dudando entre el mar o las sierras pero ya mañana me decido”, -dijo Marta-.

                                                  Quedamos así y una más contenta que la otra, se había hecho un poco tarde y pregunté si tenía que llevarla a Belinda.  Me dijeron que no, que se quedaba porque se iba temprano con Carolina y Ana que tenían turno a las ocho de la mañana en el Salón de belleza.

  • Hagan como quieran, yo me voy a dormir. 

                                                  Se quedaron un rato más charlando de los viajes y acomodando toda la cocina y cuando vinieron para la cama, las tres completamente desnudas, yo estaba totalmente dormido y cuando esto sucedía, no había “calentura” que las llevara a despertarme.  Seguramente se desquitarían a la mañana…

Continuará…

Por favor, si les gustó, valoren y comenten.

Gracias…  GUILLEOS1.

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