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El pacto. (24).

en Grandes Relatos

PENSAMIENTOS - NOTICIAS - MARÍA JOSÉ.

                                                  La tarde transcurrió con tranquilidad, siesta y pileta…  La casa del Consultorio quedó terminada con jardín y todo…  A media tarde arribó el Comisario con el Oficial que estuvo a cargo del móvil y un Oficial Escribiente para tomarnos declaración a Carolina y a mí…  Los convidé con un refrigerio e hicieron todo con la notebook que habían traído…  El Oficial  que estuvo en la ruta estaba callado y seguramente se había “comido” un reto del “cornudo” de Rogelio que sabía cómo me las “gastaba” yo con los incompetentes…

  • Nobleza obliga, creo que tengo que pedirle disculpas al Oficial que nos atendió hoy en la ruta, todavía estábamos un poco alterados y él, que cumplía como lo establecen las normas, se tuvo que aguantar a un tipo un poco “sacado” por los hechos…  No soy de pedir disculpas pero creo que usted las merece, ¿sin rencores?…
  • “En absoluto señor, comprendo la situación”…

                                                  Siempre tuve claro que mis problemas no eran con los que cumplían con su trabajo, mis problemas tenían que ver con los incompetentes, los “agrandados”, los corruptos, los “chupaculos”, los inoperantes y los “pelotudos” en general, cupiera a quien le cupiera…  Luego de que se fueran, le pregunté a Carolina si tenía novedades con el tema de la habilitación de la Clínica, me contestó que no, que iban para cuatro días y nadie se había comunicado con ella, ni por si ni por no…   Lo llamé a José…

 

  • Hola José, ¿cómo anda la cosa?, ya sé, no me digas nada, despelote tras despelote…  Te llamaba para avisarte que la Clínica va a estar lista en unos 15 días más o menos, así ya van previendo la fecha de la inauguración, eso sí al Ministro de Salud se le ocurre autorizarla…
  • “¿Cómo si se le ocurre autorizarla, boludo, ya sabe que es una orden de la Gobernadora?”…
  • Te decía porque hace tres días que mandamos los papeles para la habilitación y autorización de internación y aún no hemos obtenido respuesta por un sí o por un no…  ¡Ojo!, que en una de esas hablo “al pedo” porque no conozco los tiempos en que se mueven allí…
  • “Otro quilombo más, encima que tengo que andar lidiando con la “negrada” que hace lío en las calles, que los Sindicatos y la inseguridad, me tengo que ocupar de las “pelotudeces” de los Ministros”…
  • Bueno, bueno, no te la agarrés conmigo, yo sólo estoy cumpliendo con lo que ustedes me dijeron, de última inauguro igual y después que se arme el despelote que quieran con las autorizaciones, disculpá José, no quise incomodarte…
  • “Pará, boludo, pará, el problema no es con vos…  Vos no me jodés y te lo puedo contar…  Este idiota está haciendo “negociados” con los Laboratorios Farmacéuticos y la “flaca” se lo quiere sacar de encima pero como viene “palanqueado” por un “Arreglo Político”, hay que buscarle pruebas en contra y ¿quién te crees que es el que tiene que buscarlas?...  Algo tengo porque parece que ha autorizado a otras Clínicas y Sanatorios a cambio de “coimas”…  Dejame ver esto y yo te soluciono el problema pero inaugurar seguro la inauguran los que te dijeron, por eso quedate tranquilo”…
  • Listo José, no te jodo más y quedo a la espera…  ¿Hablaste con “el cheto” por el tema del asado?…
  • “Ya veremos eso también, en una semana se va de vacaciones al Caribe, son todos “pobres” los Jueces, el asado queda “stand by”…  Nos estamos hablando para confirmarte la fecha”…

                                                  Le avisé la novedad a Caro y después sólo dejé que pasara el día, notaba que, a medida que los problemas ya se habían solucionado y que no surgían nuevos o que, si surgían eran de soluciones rápidas y sencillas, el campo se me hacía aburrido…  A ver, levantarse a la mañana, escuchar a los pájaros y las voces de distintos animales, desayunar, recorrer a pié o en vehículo los distintos lugares de trabajo, por hacerlo nomás porque todo estaba “aceitadito”, almorzar lo que querías porque lo pedías y te servían, retozar con la mujer que eligieras, hacer sebo con el culo al viento o la panza al aire, ir a la pileta, merendar, seguir haciendo sebo, cenar e ir a dormir, todo maravilloso, todo fantástico pero aburrido…

                                                  Mi mentalidad de citadino necesitaba producir algo, hacer algo, tener alguna expectativa…  Ya sé, quizás muchos no lo entiendan o les resulte “de loco”…  Hablando de dinero, para el que no tiene “moneda” existe siempre la posibilidad de soñar en lo que haría si la tuviera, “manejarse” cuando la tenés es lo difícil, es algo así como ponerse a jugar un juego de azar y saber que siempre te saldrá la bolilla o la carta ganadora…  Decididamente, el habitante de la ciudad no lo entiende, dale 10 ó 15 días de la paz y tranquilidad de los días y las noches del campo y se sentirá fantástico para volver a la ciudad y encarar el resto del año, dale un mes en esa paz y tranquilidad comenzará a “treparse a las paredes”…  ¿Será por eso que los ricos que no trabajan y producen hacen cualquier “cagada” para escapar de lo monótono?...

                                                  Hoy era un día “especial”, ni los cuerpos enfundados en diminutos trajes de baño que apenas podían contener tetas hermosas o tapar intimidades me incentivaban…  Carolina lo notó y vino a estar a mí lado, se sentó en mis piernas, me abrazó, me besó en el cuello y me preguntó:…

  • “¿Qué pasa amor?, estás metido para muy adentro y se te nota triste”…
  • No sé, es difícil explicarlo, yo diría que ahora que no hay problemas, me aburro”…  No trabajo, no tengo expectativas, no entierro un poste, no arreglo una alambrada y además, no tengo ganas de hacer alguna cosa de esas…  Quizás los años te hacen ver las cosas de distinto modo…  Me halaga lo que vos hacés y un poquito te envidio, montás la Clínica, antes fue el Consultorio, la casa, la vacunación, la atención a tus semejantes, la concreción de algunos sueños…  Qué sé yo, parezco un amargado, ¿no?
  • “No mi vida, el que pueda pensar que sos un “amargado”, decididamente, no te conoce…  Sos un tipo muy selectivo y pensante, eso muchas veces se choca con tu necesidad de dar porque sabes que muchísimas veces los receptores no son dignos…  Puede que tengas razón, los años, los golpes y los conocimientos de la gente no ayudan pero, estoy segura que son sólo ratos, siempre vas a encontrar momentos o alternativas para sentirte bien haciendo lo que querés para no aburrirte”…
  • Puede que tengas razón y ahora, cambiando el “chip”, ¿no me la querés chupar un ratito?...  -enseguida dirigió sus manos a mi short-…  No, no pará, ya sé que querés, era una broma…  Te quería avisar que te cambies y nos vamos a buscar tu camioneta, me dijeron que estaría para hoy a la tarde, volvemos, les mostrás la camioneta a todos y te cambias porque nos vamos a cenar al Social los dos solos, como la pareja que somos…  -La cara de felicidad de Caro no se podría describir-…
  • “Te amo, mi vida, mi hombre, te amo”…

                                                  Me comió, nos comimos las bocas y salió disparada a cambiarse…  Antes de que volviera la llamé a Ana María…

  • Ana, nosotros vamos al pueblo a retirar la camioneta de Caro, regresamos y volvemos a salir para ir al Social, si llega a venir Lucas en ese interín que vaya para allá, sino dejá comida preparada, viene con Miguel y las dos nenas, otra cosa, ¿Les dieron de comer a los animalitos?…
  • “Si mi cielo, de eso me ocupé personalmente, por lo demás quedate tranquilo, eso sí, traeme una porción de Sushi, me encantó ese plato”…
  • Hecho y te voy a contar un secreto, como es tu última noche sola, cuando volvamos nos vamos directos para tu casa, creo que te quedó algo pendiente con Caro…
  • “¡Por Dios! y me lo decís así, como aguanto hasta que vuelvan, cuando entren se van a encontrar la casa llena de “ratones””… ¡Qué caliente se había vuelto esa mujer! y para mejor lo transmitía con mucha naturalidad, lástima que el marido no la supiera acompañar en sus gustos…

                                                  En el pueblo nos estaban esperando, listos para entregarnos la camioneta, Caro decía que ahora le parecía muy grande pero estaba feliz allí arriba…  Pasamos por el Almacén grande porque Ana nos había encargado postres helados, no había en la casa y creía que a las nenas les iban a encantar…  El dueño Joaquín no estaba y aparte de los helados Caro decidió comprar algunas otras cosas más…  El Súper para las mujeres es como las Ferreterías para los hombres, con unas o con otros, es imperioso mirar las estanterías hasta que surja algo para poder llevar, (¿no lo notaron?)…  El caso es que se fue sola a recorrer las góndolas mientras yo rumbeaba para el lado de las máquinas de uso manual (lijadoras, perforadoras, set de herramientas, etc.).

                                                  Allí, ¡oh, casualidad!, me encontró una muy sonriente María José, el cabello negro suelto y arreglado “como con la mano”, los botones de su blusa celeste dejaban notar el canal que se formaba entre sus pechos abundantes y el jeans elastizado marcaba sus piernas y caderas armónicas que, sin mirarlo, dejaban adivinar un culo bien formado…

  • “¡Qué gusto verte Guillermo!, ¿a que debemos tu visita?”…
  • Hola María José, vinimos por unos postres helados pero Carolina anda con ganas de comprar “algo”, no sabe qué pero, “algo” va a llevar y yo miro las herramientas para ver si se necesita alguna en casa…  ¡Qué raro que no anda Joaquín!…
  • “Ni me hables, debe estar en el Social jugando a las cartas con sus amigos, se ocupa más de ellos que de mí, jajaja”…
  • Un poco equivocado el hombre porque se nota que por allí hay varias cosas agradables en que debería ocuparse… 

                                                  Lo dije mirándole el pecho y aún con un poco de rubor, le encantó la alusión…  De inmediato se me antojó que, aunque “mal-cogida”, era una mujer fogosa y no estaría nada mal hacerla gritar y gozar con un buen “pijazo” en el culo que se gastaba…

  • “Tendría que decírselo alguien para que se lo crea porque se dedica demasiado al negocio y a las cartas”…  -Me decidí, dejarla “calentita” y expectante, no me molestaba para nada-…
  • Lástima no tener tiempo ahora ni un lugar privado para otra ocasión pues mirándote, se me da por pensar que “tengo ganas” de penetrar ese culo hasta que te satures de placer, se me ocurre así, no lo tomes a mal…

                                                  La mirada le cambió, apretó los muslos y instintivamente llevó sus manos a sus nalgas…

  • “¡Ayy, por Dios Guillermo, como lo voy a tomar a mal si ya lo tengo palpitando, me estoy mojando toda como cuando era una mocosa, decime como hacemos, quiero, necesito que me cojas, que me hagas lo que quieras…  ¡Ufff!, ¿cómo hago para aguantar esto, ya debe estar por venir mi marido y vos tenés a tu mujer cerca… -se quedó pensando y sin percatarse se amasaba el pezón duro de una de sus tetas-  Si te doy una dirección, podrás ir mañana a las 13.00, decime que si, te doy mi teléfono y un planito, es mi casa de soltera y estaremos solos…  Por favor decime que si”…
  • Si, te digo que sí y veremos mañana si lo que me decís es cierto.

                                                  Anoté su número y vio que desde atrás de mí se acercaba Carolina…

  • “Hola Caro, le decía a tu marido que cualquier cosa que necesiten, no duden en preguntar”…  -Nos saludó con un beso y nos dejó solos-…
  • “¿Qué le pasa a ésta?, está alterada”…
  • Más bien enojada con el marido porque se fue no sé adónde…  Dale vamos a casa y después nos venimos a cenar…

                                                  Viajó conduciendo de regreso muy cuidadosamente, ya se acostumbraría, cuando llegó a casa les mostró a todos la camioneta nueva…  Yo las observaba porque nunca falta una pizca o un brillo de envidia, si lo hubo no lo noté, todas la abrazaron y la felicitaron con ganas…  Le di los helados a Ana y con una sonrisa, me comentó que ya no se aguantaba…  Me fui a bañar riéndome a carcajadas… 

                                                  Cuando Caro terminó de arreglarse, salió para que la viéramos y casi, casi me quedo en casa, estaba deslumbrante, la melena rubia y sus ojos violetas te encandilaban, el vestido de color beige, con tirantes y a unos 10 centímetros por arriba de las rodillas, resaltaba sus pechos firmes, su culo parado y el color dorado con que la estaba ayudando el sol de las tardes, las sandalias de taco medio delineaban sus pies como si estuvieran dibujadas, sencillamente preciosas y así se lo hicieron saber todas, yo, como siempre pantalón de vestir y camisa al tono con un par de zapatos que me habían comprado en Mar del Plata…

                                                  La entrada al restaurant del Club Social hizo girar varias caras y me sentí orgulloso llevándola mientras se tomaba de mi brazo.  Nos atendió Francisco en persona después de saludarnos afectuosamente y luego de que un mozo nos hubiera acomodado en una mesa preferencial…

  • “Guillermo, debo admitir que es la primera vez que verdaderamente me gusta una mujer, me vas a tener que contar dónde está la falla”…  Nos reímos y fue más que evidente que se había “blanqueado” con nosotros, Caro me miró como diciendo “tenías razón”
  • No tiene Francisco y si tiene es muy difícil descubrirla, además, ni lo intento, si le descubro alguna ya veré que hago, ahora estoy muy feliz así…  

                                                  Caro hinchaba el pecho, la cena transcurrió maravillosamente adornada con algunos chistes de Francisco y una comida deliciosa, hubo saludos de otros comensales, de mesa a mesa, que fueron correspondidos…  Antes de irnos le pedí a Francisco una buena porción de Sushi para llevar y Caro me miró…

  • Es para Ana María, cuando lleguemos se la vamos a llevar a la casa, es su última noche sola…  -los ojos de “imaginar sexo” brillaron en la cara de Carolina-…
  • “Cómo no amarte si estás en todo”…-dijo y se quedó imaginando-.

                                                  Cuando llegamos estaban todas las luces apagadas, estacioné directamente en el garaje y Caro entró rápido por la puerta trasera para volver a salir con una bolsa de plástico en la mano, imaginé lo que habría…  Nos fuimos a la casa de Ana y entramos directamente, al escuchar ruido salió de la habitación y nos encontró en el comedor…  Estaba como “Dios la trajo al Mundo”, bahh, tremenda mentira, ahora estaba desnuda, deseable, apetecible, de pechos estupendamente formados y pezones duros, la vagina apenas con una mancha de vello en el pubis y un culo espectacular que de bebé, seguro no había tenido, el cabello ondulaba y, lo que nunca tenía puestas una sandalias de taco bastante alto que resaltaba todo su figura…

                                                  Nos besó en los labios a los dos, tomó el paquete con la comida lo puso en el refrigerador, agachándose ex profeso para que admiráramos sus nalgas, Caro no aguantó, se acercó rápido y metió dos dedos en su cueva anegada y sin dejar de mover su mano, le alcanzó con la otra la bolsita…

  • “¿Esto qué es?”…
  • “Algo para que te cobres lo que te debo”…  Al tener la otra mano desocupada Caro apretó la teta de Ana y le retorció los pezones, el gemido de ésta no se hizo esperar…
  • “Limpiame los dedos Ana que me tengo que sacar el vestido”…
  • “Nooo, dejalos ahí y movelos, te desnudo yo que tengo las manos secas”…

                                                  Tremendas mis dos “putitas”, las dejé y me senté en una silla para mirarlas…  la desnudó por completo haciendo malabares para que Caro no sacara sus dedos, luego me encararon a mí…  No les costó mucho desnudarme mientras ocupaba mis manos en tetas, culos y conchas hirviendo, luego nos tomó de la cintura y nos fuimos los tres al dormitorio…  Los besos primero fueron para mí luego se prodigaron ellas…  Caro me hizo tirar en la cama boca arriba y se metió entre mis piernas para tragarse mi miembro y hacer el jueguito de lengua que tanto me gustaba, a la vez, estando arrodillada dejó su culo a disposición de Ana que se lo lamía y lo penetraba con la lengua…  Caro movía el culo y gritaba…

  • “Meté algo más Ana, meté algo más”… 

                                                  Ana se desesperaba para colocarse el strapón y peleaba un poco con los correajes, entonces le dije a Caro que se quedara boca arriba y ayudé a Ana a colocárselo hurgando además por su vagina y su culo, una gemía por lo que hacía, la otra se tocaba excitada por lo que su amiga gozaba, ya era un concierto…  Cuando estuvo lista le pedí que se arrodillara y penetrara a Caro de frente, lo hizo así y la cara y gestos de placer de Caro la excitaron por completo, comenzó a entrar y salir con fuerza y ganas.

                                                  Yo me puse detrás de Ana que estaba compenetrada con su penetración y el papel de “hombre” y Caro al mirarme, me entendió, le cruzó las piernas por la espalda logrando que parara su culo, su “ojito” marrón me miró y lo tapé con mi glande penetrando a Ana sin detenerme…  Gritó como hacía siempre y terminaba pidiendo más, esta no fue la excepción…

  • “Rompelo cielo, hacelo flecos, como me gusta tu pija ahí adentro, dame más fuerte, más”…
  • Te lo voy a romper por cogerte a mi mujer, tomá, tomá…  Mis penetraciones se hicieron más violentas pero el culo excitado de Ana aguantaba lo que viniera, ella sólo gozaba por partida doble…
  • “Sííí, me encanta cogérmela y que me coja, que me cojan los dos…  Ayyyy, que no me aguantooooo”…

                                                  El orgasmo la hizo empujar profundo y Caro la sintió chocar en su interior pero, sus exclamaciones detonaron también el suyo y la abrazó fuerte mientras ambas temblaban…  Después fue un trencito de culo a culo, lógicamente yo de “furgón de cola”, luego otras posiciones, “dobles” a cada una y otras más, yo acabé dos veces, una en cada una, ellas ni idea, al final quedé rendido a un costado de la cama mientras ellas practicaban un último 69…  Me costó despertar a Caro para que nos fuéramos a la nuestra cama, estaba hecha un zombi…

                                                  En la mañana nos despertaron unos golpes en la puerta y los gritos de “Abu, Abu”, apenas nos dio tiempo a taparnos…  Mi nieta y su hermana hicieron su aparición y mientras Moira subía a la cama para abrazar y besar a Carolina, la hermana permanecía quieta y callada a un costado, castaña y menudita como la madre y de hermosos ojos color café, se llama Cynthia y la llamé:…

  • ¿Qué hace esa nena tan hermosa de nombre Cynthia parada al lado de la cama y tan callada?...  ¿No se anima a darle un beso al Abu Guille que está triste porque no lo saludan?…  Eso la decidió y dando la vuelta a la cama subió a mi lado y me besó dándome un abrazo, luego hizo lo mismo con Caro…  Moira le habló a la hermana…
  • “Viste que yo te dije que la “abu nueva” era joven y el Abu Guille es “viejito” pero es bueno”…

                                                  Caro se reía por mi cara…  Les pregunté si habían visto a los corderitos y a los perros, -dijeron que no-, entonces las mandé con Ana para que se los mostrara y que pensaran porque tenían que ponerle nombres…  Salieron disparadas y aprovechamos para bañarnos y cambiarnos…  En la cocina los saludamos a Lucas y a Miguel que nos felicitaron, llamamos a las nenas a desayunar y Caro y Ana les dijeron que luego se cambiaran porque se iban a ir a hacer compras para ellas, iban a almorzar en un restaurant, harían más compras y volverían tarde…  Moira aplaudió y Cynthia preguntó, “¿yo también?”…  Nos hizo tragar saliva a todos…  La senté en mi falda y le dije que, a partir de ahora, ella también era mi nieta y que si se portaban bien, yo les iba a tratar de dar todos los gustos a las dos…

                                                  Después de desayunar le dijo a la hermana, “vamos a cambiarnos Moira, tenemos que ir a comprar”…  Lucas iba a llevar a Miguel a lo de Gimena y aprovechaba para ver al hermano…  Miguel me pidió un aparte para contarme algo y le dije que si no era algo prohibido para chicas que lo hiciera delante de todos…  El tema tenía que ver con la muerte brutal de cuatro personas, tres de ellos conocidos nuestros y que había un detenido por el hecho, éste también era conocido nuestro.

                                                  Miguel le metía un poco de “misterio” a la noticia y le pedí que no diera vueltas, que nos dijera de quienes se trataba, cuando me dijo los nombres me agarré la cabeza y lancé una puteada al aire:

  • Me cago en la puta madre, tengo que consultar al Abogado
  • “¿Por qué papá, qué pasó?”… -preguntó Lucas algo temeroso-…
  • Es que a ese “viejo de mierda” le compré hace como veinte días las hectáreas de tierra que tenía y ahora va a ser un quilombo para que me las entreguen porque todavía no está todo escriturado…  

                                                  Me levanté y fui a buscar el Boleto de Compra que le mostré a Miguel con la fecha, lo leyó y dijo:…

  • “Entonces seguro que fue por la plata también, pensé que había sido por la bronca que se había sacado el Jorge o por venganza”… -dijo Miguel, pensativo-…
  • “¿Qué Jorge?”… -preguntó Lucas-.
  • Jorge era un tipo que estuvo un tiempo haciéndole de alcahuete al “viejo” y que después éste lo echó como un perro…
  • Sí… -dijo Miguel- le encontraron en el auto la pistola con las huellas y un látigo que usó para pegarle, por lo que sé, le dio  bastante”…
  • Bueno, no creo que a ese tipo lo vaya a llorar nadie, después hablaré con el Abogado…

                                                  Les dije que no se preocuparan por mí, que me iba a almorzar al pueblo…  Las tres chicas se iban a quedar y no tenían problemas por la comida, después se la pasarían en la pileta…  A las once de la mañana, me quedé solo con las chicas y tanto Marta como Rosalía me miraron como relamiéndose pero, aunque me tentaba, yo tenía otros planes…  Aproveché para llamar al Abogado del Estudio Jurídico…

  • Disculpeme Doctor que siempre lo joda a horas inusuales, me acabo de enterar de una noticia que me va a generar un problema…
  • “No se preocupe Guillermo, usted dirá”…
  • Hace como 20 días compré a un antiguo conocido unas hectáreas que tenía, me firmó un Boleto de Compra, él, la mujer y un testigo, habíamos quedado en que él arreglaba unos problemitas de impuestos y que me iba a llamar para reunirnos y comenzar la escrituración…  El tema es que me acaban de decir que fue asesinado, él, la mujer y el testigo más otro tipo que no conozco…  ¿Qué se puede hacer para no perder todo eso?...
  • “Mándeme por mail el Boleto de Compra, luego le voy a pedir el original, se mandará a hacer un peritaje de las firmas con otras de otros documentos y si son correctas, tengo un Juez que le dará la Escritura a su nombre, ¿está seguro que son sus firmas?”…
  • Si Doctor, las pusieron delante de mí…
  • “Entonces no es tan grave el tema, lo solucionaremos pronto, por otro lado, lo del Convenio de Mutuo Acuerdo ya está firmado, salvo un par de lágrimas, no hubo inconvenientes y creo que tiene razón, le van a sacar todo a esa mujer”…
  • Ya es problema de ella, desde que dejó de hacer lo que le pedí y decidió mal por su cuenta y riesgo, perdió todo el derecho a mi preocupación por lo que haga, luego le mando el mail, gracias Doctor…

                                                  Ahora había que esperar que un Juez firmara la escrituración y sabía que tampoco aquí tendría problemas…  Acorde al planito que me había hecho llegar por mensaje, a las 13.00 estacionaba la camioneta debajo de unos árboles a metros de una coqueta casita…  No llegué a tocar la puerta, María José me abrió vestida con una escueta falda y una remera que resaltaba sus tetas sin sostén, su cabello renegrido suelto y esta vez brillante del cepillado y sus ojos negros delineados con una pequeña sombra convertían su rostro en muy deseable.

                                                  Apenas me saludó y se giró para caminar hacía el comedor de su casa, la parte trasera de sus muslos aparecían cuidados y sin flojedades, lo mismo las pantorrillas un tanto tensionadas por sus sandalias de taco, debajo de su pollera se adivinaba también un hermoso culo que movía al caminar, no pude notar marcas de ropa interior, posiblemente su tanga se perdía en la zanja de sus nalgas…  Al llegar al comedor se la notaba nerviosa y no sabía qué hacer con sus manos…  Casi carraspeando me ofreció un café o un refresco, yo la miré, tomé sus manos y nos sentamos ambos en el sofá…

  • ¿Qué sucede María José?, vine porque “tengo ganas” de cogerte, no vine a tomar un café…
    • “Sí, sí, perdón, estoy tan caliente que no me aguanto y me desespero al escucharte pero… no sé qué hacer…   Juntaba sus muslos evidenciando la excitación que sentía y los pezones marcaban en su remera una protuberancia extrema…  Su cara estaba sonrojada y en sus ojos se acumulaban lágrimas…
    • Primero que nada calmate y después contame un poco de vos…
 

                                                  Yo acariciaba su mejilla con una mano y apreté suave unos de sus pezones, el gemido no se hizo esperar…  Era raro saber de su desenvoltura ante la gente y de su timidez e indecisión estando a solas y esto no me parecía fingido…

  • “Yo me muestro desenvuelta con todos y hago gimnasia y me visto más o menos agradable porque la que me insiste es Magalí diciéndome como me tengo que mostrar y no ser una campesina pero de ahí no pasé nunca, ahora estoy desesperada por sentirte pero no sé qué debo hacer”…
  • Vamos a empezar por el principio y lo primero es relajarse y comenzar a gozar…

                                                  Besé su brazo y retomé la caricia, no sólo en el pezón sino en toda la teta dura y erguida, a su vez, mi otra mano acariciaba y apretaba el interior de uno de sus muslos…  Ella me miró cambiando un poco el brillo de su mirada y me abrazó con el brazo que yo besaba abriendo más las piernas como pidiendo que mi mano se aventurara más…  Me acerqué a besarla y abrió sus labios para que mi lengua recorriera el interior de su boca…  Mi mano pasó por debajo de su remera y tuve la carne de su teta a mi disposición, el gemido se hizo más fuerte y la mano en su entrepierna, por sobre su tanga, tocó su vagina empapada…

                                                  Ya no quise que hablara nuevamente, además gimiendo de la manera en que lo hacía, se le dificultaba hablar y me paré para sacarle la remera por encima de su cabeza, la besé en el cuello y retrocedí un paso para mirar sus pechos, cuando amagó taparse le pedí que no lo hiciera y que me mostrara su habitación…  Me llevó de la mano y una vez al lado de la cama le di un pequeño empujoncito que la depositó en ella…  Con la falda arremangada que dejaba ver sus muslos y apoyada en sus codos, me miró mientras me sacaba la camisa y aflojaba mi cinturón bajando el cierre de mi pantalón…  Su mirada ya no era de temor, además de ver, estaba deseando sentir…

                                                  Subí a la cama con el bóxer puesto y deslicé su falda hasta sacarla de sus piernas, su tanga era diminuta y sin sacársela, metí mi cara entre sus piernas…  Su tensión disminuyó cuando di la primer lamida por sobre su pequeña ropa interior y se dejó caer sobre las almohadas…  Corriendo un poco su tanga, me dediqué a lamer, chupar y penetrar su vagina, sus movimientos se volvieron un poco compulsivos y cuando toqué su clítoris el orgasmo se manifestó con tensión y un grito que no pudo contener, siguió temblando mientras se recuperaba y yo no cejé en lo que estaba entretenido…

                                                  Retiré rápido su tanga y ya no fue sólo mi lengua, ahora también mis dedos se aventuraban en lo profundo de su vagina, acariciando a su vez el agujerito “marrón” que parecía dilatarse sin inconveniente…  Cambié mi mojado dedo medio a su ano y fui penetrando despacio hasta lo que su longitud me permitía, luego fueron dos o tres movimiento de entrada y salida y lo apretó fuerte impidiendo que se moviera, el orgasmo, otra vez gritado, ayudó a esa presión…

  • “Me estás volviendo loca, seguí jugando con mi culo, eso me puede totalmente”…

                                                  Yo no pensaba pasarme la tarde chupando y me incorporé, coloqué sus piernas sobre mis hombros y saqué mi pene por un costado del bóxer, apoyé el glande en su vagina y empujé…  Cuando el glande penetró en, para mi sorpresa, su estrecho interior, seguido de una buena porción de tronco, abrió los ojos grandes y su boca articulaba palabras sin sonido apretando sus manos y sus dedos en las sábanas…  Despacio, sintiendo y haciéndolo sentir llegué hasta el fondo y allí me quedé quieto mientras observaba sus ojos llenos de lágrimas…

  • “¿Qué me metiste Guillermo?, ¡por todos los santos, qué pija!...  Esperá un poco, no, no, seguí, rompeme toda la conchita, dale, dale, haceme acabarrrrr”…

                                                  En medio de su sorpresivo orgasmo imprimí un mete-saca fuerte y sostenido, no podía llegar al fondo pero sus labios íntimos y su pelvis sufrieron las consecuencias de mis movimientos…  Yo me podía aguantar sin problemas y seguí unos cuantos minutos así, ella gemía fuerte y movía la cabeza de un lado al otro de la almohada, mi cuerpo arriba del suyo no le permitía otros movimientos…  El apretón a mi pene y su grito destemplado anunciaron otro orgasmo que la dejó “planchada”…  Saqué mi pene aún duro y presto y bajando sus piernas me senté casi sobre sus pechos, tomé su cabeza y puse mi glande en su boca…  La abrió como por inercia y comencé a forzarla, ahogándola para luego retirarme y no me importó sentir el roce de sus dientes…  Las arcadas se sucedían y la saliva no dejaba de fluir, movía la cabeza al tratar de escaparse pero estaba decidido a llenarle la garganta de leche…

                                                  Sus ojos enormes me suplicaban y en un último empujón traspasé su garganta, amagó pero no pudo vomitar, mi acabada no la dejó y se vio obligada a tragar todo…  Cuando me retiré de su boca y salí de encima de ella, se incorporó y se movió para limpiar su saliva y los restos de leche, me miraba sonriendo por los labios y por los ojos…

  • “Fue una tremenda cogida de boca, a mi marido nunca lo dejé llegar más allá de la mitad y eso que la tiene más chica y tragarme la leche, hummm…  ¡Madre mía!, nunca pensé que sería tan intenso…  Guille, no te enojes, sigo muy caliente, cogeme de nuevo, por favor, mi conchita necesita sentir de nuevo ese “garrote””…
  • Para un poco, “putita insaciable”, hacete a la idea que va a ser tu culo el que se va a “comer” el “garrote” como vos le decís…
  • “Ayyy, Guille, te juro que me palpita pero tengo un miedo espantoso, me lo vas a rajar todo y me va a doler mucho”…
  • Te voy a apostar algo, si te lo “comés” todo por el culito y lo gozas me vas a decir que si a algo que te pida…
  • “Te lo acepto porque dudo mucho que entre y mucho menos que me hagas gozar, te dejo intentarlo porque siento que no me puedo negar a nada que me pidas pero… mi marido no puede nada más que meter un poco y usando lubricante”…

                                                  Luego de unos minutos en que acaricié sus pechos con delicadeza, me puse encima y la besé…  Besar sabía y sus labios plenos ayudaban pero su entrega no era inmediata, era como si se entregara a medida en que la “calentura” la podía…  Cuando ya el beso se hizo más apasionado y ella gemía moviéndose, dejé su boca y lamí y besé su cuello, el escalofrío y el estremecimiento fueron notorios, desde allí descendí hasta sus tetas que parecían esperarme alertas, atentas y les dediqué un rato largo de saliva, mordisquitos y chupones, los pezones y las areolas se notaban como inflamados, parte por mi boca y gran parte por la excitación que la hacía moverse y gemir pidiendo más.

                                                  Mis manos no estaban quietas, acariciaban el costado de su cuerpo desde su cintura hasta sus axilas notando que mis dedos erizaban su piel, luego fue su estómago, en el que me detuve poco y llegué a su entrepierna empapada…  De su vagina manaban jugos  deliciosos y a ellos me dediqué haciéndola gritar nuevamente, sin acabar pero como para expulsar el placer que la sofocaba y corría por todo su cuerpo…  Mis labios y mi lengua recorrieron el mojado exterior de sus labios y el inundado interior de su vagina…

                                                  Sorber su clítoris casi la hace terminar entre estertores y me detuve para que le pasara, después volví a empezar, ahora metiendo dos dedos de mi mano buscando su punto “G”…  Lo encontré rápido y la caricia en ese lugar áspero la hizo tensarse como para explotar, tampoco la dejé terminar y retirando mis dedos, seguí besando sus labios por afuera…  Estaba arrodillado cerca de sus agujeritos y ella parecía que “explotaba” y fue su culo quien experimentó la penetración de mis dos dedos, los metí, los giré y expandí aún más su anillo buscando su dilatación…

  • “Así mi vida, seguí, me gusta, perfóralo todo, así, meteme más dedos…  Un tercer dedo inició su excursión rotando junto a los otros y ya no pedía, exigía a gritos totalmente descontrolada…  Meté toda la mano, rompeme el culo, ¡qué placer!, meté la mano entera”…

                                                  No fue la mano precisamente, en un movimiento rápido volví a alzar sus piernas y dejé su agujero palpitante a la altura de mi glande que entró despacio, abrió grande su boca y sus ojos pero me dejó seguir, aflojando el cuerpo sin decir nada más…  Se lo hice sentir centímetro a centímetro hasta que topé mis huevos con sus nalgas…  Tres segundos de quietud instalado en lo profundo de su recto y los dos a la vez comenzamos a movernos, las entradas y salidas las llevaba lentas pero iba acelerando los movimientos…  Los ojos abiertos, las manos aferradas como garfios a las sábanas y el poco espacio que le dejaba para moverse lo aprovechaba para mover sus nalgas y apretarme con su anillo anal…

  • “Seguí más fuerte, lo lograste, me vuelvo loca, seguí que voy a acabar como nunca, toma, Guille, tomaaaaaa”…

                                                  El orgasmo fue maravilloso (no sé a los demás, para mí, ver el placer del orgasmo en la mujer que comparte el sexo conmigo, me produce una satisfacción que es difícil explicar)…  No la dejé recuperarse del todo y continué bombeando en su interior, cuando me pareció que comenzaba a sentir incomodidad por la fricción, apreté suave su clítoris entre mis dedos y no la miré cuando gritaba otro orgasmo más fuerte porque empujé profundo y cerré los ojos cuando le inundé las tripas con leche…  Fue un “señor polvo” que nos satisfizo a los dos, ella quedó estirada en la cama con sus piernas y brazos abiertos, yo continué arrodillado y encorvado apoyando las manos en las sábanas…  Al rato, ya recuperados, se levantó y con una sonrisa que ocupaba todo el rostro me dio la mano y me llevó al baño…  Al enjabonarle todo el cuerpo se volvió a excitar con ganas de recibir más…

  • “No lo puede creer, tengo todo, todo roto y quiero más”…

                                                  Diciendo esto, se echó gel jabonoso en las manos y se dedicó a poner a “mi amigo” en condiciones, lo logró sin mayores dificultades y haciéndome sentar en el borde de la bañera, se puso encima de mí y arrimó el glande al agujerito vaginal para dejarse caer penetrándose despacio…

  • “Tengo ganas de sentarme de golpe pero quiero sentir como entra forzando las paredes”…

                                                  Vaya que las volvió a forzar, ni Sol tenía la vagina tan estrecha…  Me cabalgó un rato bastante largo pidiendo que le besara los pechos hasta que me abrazó por el cuello y no pudo gritar porque le tapé la boca con una beso profundo que absorbió gritos y suspiros mientras yo también me descargaba en su estrechez…  Luego volvió a usar la boca para limpiarme y nos duchamos rápido…  Ya vestidos, tomamos un refresco y me habló…

  • “Has resultado una sorpresa más que agradable y sacaste cosas de mi que nunca experimenté…  Apuestas son apuestas y estoy dispuesta a aceptar lo que me pidas”…
  • Tengo ganas” de hacer un trío con vos y Magalí, ¿qué tan receptiva crees que será tu amiga para esto?...
  • “Antes ni pensar en estar con una mujer, menos que menos con ella, Magalí es muy puta y cornea al marido sin pensar en quien tiene enfrente, ya me hizo varias insinuaciones que siempre rechacé, hasta hoy que estoy pensando en que no debo dejar pasar la posibilidad…  Si vos querés la convenzo, no crea que me diga que no, siempre me tuvo ganas pero, ¿cómo haríamos?”…

                                                  La tal Magalí no estaba mal, no era “la” mujer pero bien valía un polvo y “emputecerlas” a las dos, luego a posteriori cuando pudiera las atendería mientras tanto que se “mataran” entre ella…

  • Podemos hacer así, quedás con ella para estar juntas aquí en esta casita y le decís que tenías previsto que llegara un hombre que las dos compartirían, no le digas quién…  Le decís que sola con él no te animaría pero ella con su experiencia te daba seguridad, aparte, le decís que imaginarte a las dos juntas te calienta muchísimo…  Estoy seguro que tenés maneras de convencerla y diez o quince minutos después que empiecen entro yo en escena y nos la cogemos los dos, es más puedo estar esperándolas escondido en alguna parte, ¿qué te parece?…
  • “Me parece genial, yo te aviso el día y la hora por mensaje y vos me confirmás pero, ¿te puedo pedir un favor?...  Ella siempre me dice que soy una estúpida porque no me animo mucho por el culo, ¿después que vea que me hacés la cola a mí y que la disfruto, no podrás romperle el culo y dejárselo dolorido, que se le note cuando camina?...  (¿Venganza entre mujeres?, vaya uno a saber)
  • Como lo prometido es deuda, te lo prometo y si podés conseguir un consolador, le damos entre los dos…
  • “Ella tiene un strapón, le voy a pedir que lo traiga…  ¡Ayyyy, mamita, que “calentura”!, no sé cómo voy a aguantar hasta ese día”…
  • Vas a poder y con respecto a mí, absoluta discreción…
  • “Ni te recuerdo, apenas te conozco del Almacén, jajaja”…

                                                  Le di un beso y me despedí, había sido una linda tarde…  Llegué a casa a eso de las cinco y Caro con las nenas y Ana todavía no habían llegado, en la pileta estaban Lucas, Gonzalo y las tres chicas, las tres se habían puesto todo “el lomo” encima, te “calentabas” sólo con verlas y me imaginaba los “ratones” de mis hijos…  Saludé a Lucas que charlaba con Marta, los dos sentados en las reposeras y tomando un refresco, Gonzalo y las otras dos chicas nadaban…

                                                  Mi hijo mayor me comenzó a contar lo de la Estancia y Marta se fue a traerme algo frío y refrescante…

  • “Miguel estaba contentísimo “viejo”, enseguida se puso a hablar con Fernando que le pasaba todos los datos… ¡Ahh!, creo que Fernando viene después de cenar porque tenían mucho de qué hablar…  Gonzalo “hasta las manos” con Gimena o Gimena “muerta” con Gonzalo, parecen estar bien los dos…  Es la mejor “mina” que le he conocido, no creo que “zafe” de esta mi hermano”…
  • ¿Y por casa, como andamos?…
  • “Dejame así “viejo”, nunca falta una compañera de estudios o alguna Profe amiga pero, por ahora, no quiero más quilombos, bastante tengo con las dos nenas”…  Lo que sí, tengo que buscar algo para hacer, tengo mucho tiempo “al pedo””…
  • ¿No te gusta el campo?.
  • “Claro que me gusta, no sé un carajo pero se puede aprender…  Primero pensé en venirme para acá por la tranquilidad, hacerme la casa y estar tranquilo pero tengo que cambiar toda mi vida, más todavía porque ya cambió bastante y la de las chicas, aparte están los amigos, las amigas, que sé yo, lo estoy dudando demasiado, está muy lejos de todo”…

                                                  Mi hijo se quedó pensando y me decidí a blanquear un poco más mi situación…

  • Hoy hablé con el Abogado y me dijo que el tema de la escrituración se puede arreglar vía Juzgado, que no hay muchos problemas y en treinta días tendría el tema solucionado, ¿por qué no te instalás ahí?, a mi me vendría fantástico y me despreocupo…  Le pasamos la topadora a todo lo construido que no te guste y no te sirva, sacamos las tranqueras intermedias, hacemos una regia casa con varias dependencias y habitaciones, con pileta, quincho, parrilla, mesas, bancos, cambiamos las alambradas de púas, arreglamos los corrales, le metemos alfalto a la entrada para no andar pisando barro, alquilás los pastos para caballada de Polo o particulares y ponés a dos tipos duchos que se encarguen de todo, ni siquiera hay necesidad de levantarse temprano y no tendrás que sacar plata de tu bolsillo, con los alquileres abonás sueldos y otras cosas…  Las nenas tienen colegios cerca o transportes para que las lleven y las traigan adonde fuere, tenés lugar para que tus amigos o amigos de las nenas los visiten, incluso los padres de estos…  La ciudad está a dos pasos, hay luz, Internet, teléfonos…  Es más, no vas a gastar, lo pago todo yo…
  • “No es mala idea, no me desagrada para nada y ya lo estoy imaginando pero, si seguís gastando así nos vas a dejar sin herencia, jajajaja”…

                                                  Conocía muy bien su modo de pensar, le gustaba “tener” pero no era de preocuparse demasiado, apenas lo necesario si no la “tenía” y conté un algo más…

  • Hijo, no te quiero engañar, te voy a contar un secreto que sólo saben mi amigo el Ministro y el Gerente del Banco que ustedes conocen…  En EE.UU. tengo un fondo a plazo fijo mensual en Dólares de 150 millones de esa moneda, mirá si me voy a hacer problemas por un gasto más o menos o por la herencia de ustedes como vos decís…
  • “¡No jodás viejo!, lo de la herencia era una broma, sabés que ni lo pienso, ¿en serio me decís eso de EE.UU.?”…
  • Si boludo, para que te voy a mentir, ya este mes me acreditaron de intereses unos 39 millones de Pesos… Hacé una cuenta, como una “guasada” para mantener todo esto y a los empleados y la Clínica gasto unos, ponele 10  millones de Pesos al mes, ¿vos crees que me alcanza?”… Eso sí mantené tu boca cerrada, nos evitamos problemas, cuando pueda se lo diré a Gonzalo”…  Por eso, cuando todo esto se estabilice me dedicaré a mandar fotos por Facebook de los lugares del Mundo que visitemos con Carolina pero voy a necesitar de la ayuda de ustedes, ya sabés que para confiar en los demás soy medio “duro”…
  • “¿Qué pasó con Estela?...
  • Con Estela ya fue, le dejé tres millones “verdes” y una regia y cómoda casa en el barrio en que vivió toda su vida, es una mujer maravillosa pero cometió un error enorme conmigo, empezó a darle dinero a varios de su familia, a pesar de que le pedí expresamente que no lo hiciera…  Les regaló la casa en que vivíamos, les compró un negocio, ropa, autos, motos, se la están “comiendo” y sigue sin entender y yo ya no estoy para aguantar esos problemas, no quiero al lado mio a una persona que haga lo que quiere y mal…  Ya le hice firmar un Convenio para que no me joda más…  Si una es la noche Carolina es el día, sin contar que me ha hecho “a nuevo”, no hay mucho que pensar…
  • “¿Y las demás?, porque el culo de esa “mulata” es espectacular”…
  • Las demás también son todas mías en exclusividad, búsquese “tajos” por otro lado, son muy amables pero hasta ahí van a llegar, jajaja, vamos que vienen tus hijas…

                                                  Lucas se levantó riendo y fuimos al encuentro de Moira y Cynthia que gritaban desde la ventanilla de la camioneta de Caro…  Todos, hasta lo que salieron de la pileta, tuvimos los saludos y los abrazos de unas excitadísimas nenas cargadas de paquetes…  Las chicas que estaban en la pileta se fueron a cambiar y nosotros a comer algo todos juntos…  Se atropellaban para contar y tratar de mostrarnos lo que habían comprado…  Ana y Caro estaban cansadas pero felices de haber colaborado en esa alegría desbordante…

  • ¿Y las nenas grandes?, ¿qué se compraron?… -pregunté mirándolas a las dos que sonreían con picardía-…
  • “Perfumes, cremas, maquillajes y algunas cosas para las demás chicas y… otras que no se pueden mostrar”…

                                                  Caro, Ana y las nenas dijeron que no iban a cenar, se habían comido toda la comida “chatarra” y todos los helados con que se encontraron… Las nenas querían irse a su habitación y las paré…

  • A ver, vengan las dos, ¿la pasaron bien, se divirtieron con la “Abu joven” y la “tía Ana”?…
  • “Sííííí”… -contestaron las dos al unísono y en un grito-.
  • Bien, como el abuelo les cumplió, ahora hay algo que tienen que recordar y no pueden olvidar…  Hay que darle agua y comida a sus “hijitos adoptados”, es su obligación, después pueden irse a jugar y a desarmar todas las bolsas…
  • “El Abu tiene razón, vamos Moira”…

                                                  La personalidad de Cynthia era distinta pero cumplieron las dos, dándonos un momento de relax…  Las miré a Caro y a Ana y nos reímos, estaban “muertas”…  Le avisamos a Ana María que Fernando estaría al llegar y luego de “gastar” algunas bromas por el nuevo “estado civil” de Gonzalo, se fue a la casa a prepararle la bienvenida a Fernando…  Las nenas se bañaron para irse a dormir y luego de comer algo tipo “cena”, Lucas y Gonzalo se fueron un rato al pueblo vecino pues se habían enterado que habían abierto una nueva confitería e invitaron a las tres chicas a acompañarlos a tomar algo, me miraron y asentí…  Nos quedamos solos con una Carolina que se caía de sueño y nos fuimos a dormir temprano…

Continuará.

 

Si les gusta, por favor, valoren y comenten.  

 

Gracias.  

 

GUILLEOS 1

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