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El pacto. (29)

en Grandes Relatos

                     “ENERGÍAS” - MADRE VENEZOLANA - EL JUEZ.  

                                                  Las nenas congeniaron increíblemente bien con Natividad y con Alicia…  Lucas estuvo hablando más de una hora con ambas y les explicó lo que pretendía, también, docente al fin, habló de la posibilidad de conseguirle a Nati estudiar para completar su nivel de secundario y extender sus estudios a cualquiera de las dos universidades que existían en la zona…  La idea las entusiasmó a ambas, después habló conmigo…

  • ““Viejo”, estaba pensando que no es necesario esperar tanto para que Alicia y Nati se vengan conmigo…  Estaba recordando que en ese lugar está el departamentito que usabas vos, hay otro en el que vivía Juan y en el medio de los dos hay uno más grande que nunca se usó…  Transitoriamente mientras se tira toda la casa vieja y se edifica lo nuevo yo puedo quedarme en el que estaba Juan que tiene habitación, comedor, cocina y baño y tirando una pared que los divide hago uno más grande con el que vivías vos y el que estuvo sin uso, en ese quedarían tres habitaciones, comedor, cocina, baño y otro cuarto más que serviría como ante-baño o vestidor…
  • Con cuatro o cinco albañiles los dejó de primera, mando a asfaltar cuatro o cinco cuadras contando desde la entrada hasta la casa, hay luz eléctrica, agua, me faltaría una antena para Internet satelital, vivimos allí y controlo todas las modificaciones “in situ”, cuando yo no esté, quedan las mujeres…  En un mes no vas a conocer el lugar…  Natividad dice que maneja, con un coche chico o mediano se puede movilizar por las compras y hasta la ciudad…  Creo que es mejor así, de paso, la voy conociendo mejor porque me tiene “loquito”, el físico, los modos, la educación, se lleva bien con las nenas, es ideal”…

                                                  No pude menos que reírme ante la salida de mi hijo, ya venía evaluando mejores posibilidades…

  • “Jajajaja, sabía que te iba a “pegar”, no te van a fallar pero vos caminá también “derecho”, si querés andar con “asuntos” y no “cortar” con tus “conocidas”, comprá un departamento apartado…  Has tenido una muy buena idea, andá tranquilo y dale con todo a eso, cuando necesites gastar me llamás y te giro dinero…  Consultá con Miguel para que te recomiende gente, van a tener que usar el tractor para cortar todos los pastos malos y para sembrar alfalfa, ahora andá y viajá sin apuros, yo las pongo al tanto…  ¡Ahh! hijo, por favor, no dejes que se meta tu madre o tus hermanas en el medio, si querés ayudalas pero no las quiero ahí mandando o decidiendo, ya sabés lo que sucede cuando se meten”…
  • “Tranqui “viejo” eso es otra de las cosas que aprendí, en casa mando y decido yo, además, sé tratar a la gente como yo quiero, ellas enseguida se quieren hacer “dueñas” y, aunque las quiera mucho, no se los voy a permitir”…

                                                  Se despidió de todos, lo mismo hicieron las nenas y tuvo que viajar con sus dos corderitos, en casa quedaron los perros…  Después de la cena y de que todos se retiraran, nos quedamos conversando en el living Caro, Belinda, Alicia, Natividad y yo…  Gabriela y Emilia sintieron el trajín del día (Jajaja, se les notaba cuando se sentaban) y se retiraron a dormir temprano, (dormir, es lo que dijeron)…  Les expliqué todo lo que Lucas me había dicho y estuvieron de acuerdo prometiendo que no me iba a poder quejar de nada, Alicia hizo hincapié que, aunque supiera que era un empleador lo trataría como a un hijo y a las chicas como nietas apoyándolo en todo…

                                                  Los ojos de las tres venezolanas brillaban y no podía discernir el por qué pero, por lo que fuera, lo dejé pasar, nuestra cama fue sólo de los dos y Carolina estaba desatada, mimosa, cariñosa, fogosa…  De todos modos, no pudo quejarse y cuando quedamos abrazados recuperándonos me acordé de contarle que la inauguración de la Clínica se iba a posponer casi dos meses por el tema de las elecciones…  Casi salta de la cama preguntando que íbamos a hacer, que ya estaba todo listo, que hasta habían atendido a los primeros pacientes…

                                                  Tuve que explicarle que era por Política pero que ella podría atender sin problemas y que, si quería, podría hacer una inauguración para la gente del pueblo…

  • “Me gustaría pero, ¿cómo lo hacemos?”…
  • Es muy simple amor, hablá con María José y con Magalí para que le avisen a los amigos, ponemos unos avisos en el Almacén, invitamos a los Comerciantes, la Directora puede poner Comunicaciones en el cuaderno de los chicos, le avisamos al Intendente y a los Concejales, sin discursos porque no será Político…  Le damos helados y juguetitos a los chicos, gaseosas o cerveza en porrón y masas para los grandes…  Por si se da, puedo tener preparadas unas botellas de vino o champán para algunos, no sería de extrañar que se corra la bola y vengan autoridades de otros pueblos…  Un par de horas y lo cortamos, tipo 18.00 a 20.00 o 21.00 horas…  Vos decidís, sos la Directora…
  • “Sííí y podemos presentar a los tres primeros pacientes…  Ponemos un equipo de audio y a uno que pase música, a otro que nos haga una filmación, la hacemos rápido, el jueves, antes que se vayan Gabriela y Emilia, esto quiero guardarlo”…
  • Sí mi Cielo se hará como decidas…

                                                  Luego nos dormimos atentos a la idea de inaugurar el jueves…  Ella se encargaría de todo, era “su” fiesta…

                                                  El viernes en la mañana Carolina “saltó” de la cama temprano y alborotó a todos con el tema de la inauguración…  No tuve más remedio que levantarme temprano y cuando llegó la combi, los constructores y los electricistas con los postes de luz yo tomaba unos mates sentado bajo el alero frente a la casa…  Gabriela, Emilia, Belinda y Natividad se fueron con Carolina y yo estaba sobreexcitado, tenía ganas de hacer un “rally” navegando entre tetas y culos…  No era extraño que me sintiera excitado en la mañana pero “algo” debía estar por suceder que excedía mis conocimientos, no sabía si era malo o bueno y tampoco me iba a “hacer la cabeza” elucubrando posibilidades, lo que si era cierto que la energía me brotaba y ya se imaginan dónde se acumulaba…

                                                  Para colmo apareció Alicia a saludarme con un beso y al recordarla con el bikini de la tarde anterior que resaltaba sus tetas y el culo espectacular que se gastaba, se me fueron “al cuerno” las auto limitaciones que me imponía…  Tenía el “tengo ganas” a flor de labios pero me abstuve con Alicia, ella, completamente al margen de mis pensamientos, me preguntó si podía dar una vuelta a caballo porque hacía años que no montaba…  Lo llamé a Fernando para que le preparara un caballo y éste me dijo que no bien terminara con ello se iba a ir a mostrarle a un aspirante a Puestero la casa que dispondría para el trabajo, le contesté que estaba bien y me decidí al estropicio, el culo, hasta ahora desconocido, de Graciela que entró en la casa fue “la bolilla que me faltaba”

                                                  Fui a la cocina con cara seria y les dije a todas que quería hablar con ellas, que alguna la fuera a buscar a Sol, Marta salió corriendo a buscarla y yo las miraba sin decirles nada…  La notaba nerviosa a Ana María pero la Encargada me conocía bien y no atinaba a decir nada ni a preguntar, Sol también estaba seria cuando ingresó acompañada de Marta…  Todas prestaron atención…

  • El tema es así chicas, “tengo ganas” de romperle el culo a Graciela junto a todas ustedes y verlas gozar entrelazadas, ¿podrá ser?…

                                                  Ana María pareció suspirar y Graciela se echó en mis brazos para rogarme que la rompiera toda, que estaba esperando sentirme y me besaba desesperada tocándome el miembro por sobre el pantalón…  Les dije que nos fuéramos a mi habitación, salieron disparadas, desnudándose y tocándose entre ellas sin escatimarse besos…  Al llegar, sólo Graciela tenía la totalidad de la ropa puesta porque iba conmigo y pedí que la desnudaran entre todas, no sólo la desnudaron, la tocaron, la besaron, metieron los dedos por donde quisieron y sin yo pedirlo la tiraron boca arriba sobre la cama manteniéndola con los brazos y las piernas abiertas, como para que yo tomara posesión…

                                                  Me tiré sobre ella para besarla profundamente en una danza de lenguas y luego bajé a sus pechos macizos de areolas chicas y pezones grandes que ya estaban endurecidos de la excitación, chupé, lamí y besé esos dos montes hermosos viendo como las chicas se masturbaban, dos de ellas con las manos y seguramente dedos de Graciela y las otras dos metían el dedo gordo y quizás algunos más de los pies en sus vaginas…  Llegar a su entrepierna no supuso ninguna resistencia y como me urgía penetrarla, sólo di un par de lamidas a sus labios, la punteé con la lengua y absorbí su clítoris, sin dudas el más grande de todas ellas provocándole un orgasmo que las demás le dejaron gritar a gusto…

                                                  Hice que le colocaran dos almohadas debajo de su cadera y arrodillado frente a su cuerpo comencé a penetrarla, despacio porque su estrechez se hacía sentir y ella se movía, a veces gimiendo y otras veces gritando de placer, ya instalado en lo más profundo de su vagina empecé a salir lento hasta la mitad y volvía a penetrarla, ahora con cada vez más dureza, sus gritos de placer se hacía oír demasiado y le pedí a Sol que se sentara arriba de su boca, era la más chiquita y no la ahogaría…  Dos segundos tardó en hacerlo y allí fue cuando le pedí a Ana que sacara los consoladores y las esposas, otra que tardó un pestañeo e incluso se ocupó de colocárselas a Graciela que quedó completamente a nuestra merced, casi ida por los orgasmos que experimentaba y, decididamente, debía estar haciendo un buen trabajo con su lengua porque Sol se tapaba la boca para no gritar sus descargas…

                                                  Cuando miré a mi lado tenía a Marta prendida a una teta de Graciela y a Rosalía prendida a la otra a la vez que gemía porque Ana María la penetraba duro con el strapón…  Mi ritmo casi no había variado y la vi descender a Sol de la cara de Graciela que estaba laxa pero con los ojos y la boca totalmente abierta…  Los besos de los labios gruesos de Rosalía la ayudaron a recuperarse y yo me salí de ella…  Ana María se había ido para el lado de Marta a quien también penetraba con fuerza y ritmo y yo me coloqué detrás de Rosalía, ya no pudo seguir besando a Graciela, el grito cuando se sintió totalmente penetrada por el culo, se lo impidió, se dedicó a gozar y a moverse de forma casi eléctrica…  Sol se arrojó con su boca a devolverle los “favores” orales a Graciela incrustando la cabeza en su entrepierna y tuve que pedirle que parara pues no la dejaba recuperarse, ya que había empezado a tener orgasmos nuevamente…  Salió de allí pero no se quedó quieta, tomó un consolador y, lentamente pero con firmeza, lo metió en el culo de Ana María que giraba la cabeza para comerle la boca…

                                                  Luego de un rato me salí de Rosalía y me puse a observarlas, era un desparramo de tetas, culos, gemidos, gritos y cuerpos, distintos pero aunados por las ganas y un mismo sentir…  En un momento dado Ana salió de Marta, se giró y levantando a Sol se aferró a su cintura y la penetró vaginalmente con su strapón, ésta se movió, Ana cayó sobre la cama y como la tenía bien asida de la cintura la arrastró con ella sin dejar de penetrarla, el agujerito del culo de Sol quedó disponible y no lo desaproveché, fui despacio pero, como siempre hacía, se lo “comió” todo, se movía como una loca y acusó la penetración pero no pudo gritar, Ana aferró su cabeza y le comió la boca, los labios y sus gritos…

                                                  Como no podía ser de otra manera y apenas unos segundos después Sol comenzó a tener orgasmos en cadena y con Ana quieta era ella la que se movía y llevaba el ritmo, hasta que no pudo más y quedó tirada sobre Ana María que le besaba dulcemente las mejillas…  Graciela gritaba diciendo, “falta algo, falta algo, por favor, falta algo”…  Seguía en la misma posición con sus dos agujeros a la vista y me volví a arrodillar, lubricación no le faltaba y apoyando el glande en su abertura más pequeña comencé a empujar…  Costó bastante llegar al fondo de su culo, eso se notó en los movimientos, en los gritos de dolor, a los que no hice caso y en las lágrimas que no pudo contener…  Ya instalado esperé a que ella asimilara todo el grosor del tronco, las chicas la besaban alternándose, le chupaban las tetas y Ana le pellizcaba el clítoris…  Al rato sin poder aguantarse comenzó a moverse en dos o tres entradas y salidas lentas, sus gritos se hicieron oír pidiendo más y allí me desaté…

                                                  Estuve un rato largo entrando y saliendo con ganas y fuerza, ella tenía orgasmos esporádicos pero más violentos hasta que un último empujón me hizo depositar todo mi semen en su interior…  Cuando salí me senté en un sillón y observé como la mimaban y la ayudaban a recuperarse, después, con una sentándose en su cara, otra entretenida en sus pechos, otra con el strapón y la restante con un consolador, la destruyeron de nuevo, en el interín, le saqué las esposas y me fui a bañar…

                                                  Cuando salí del baño estaban desparramadas en la cama…  Ana María y Marta, ambas boca abajo y quietas, estaban “pegadas” con el strapón metido profundamente en el culo de Marta…  Todas me dieron las gracias y la más efusiva fue Graciela…  Les dije a las tres que podrían “jugar” entre ellas, siempre y cuando estuvieran solas en sus aposentos, sin manifestaciones en el exterior y que le explicaran a Graciela todo lo que debía saber, lo que no quitaba el hecho de cumplir con todas sus obligaciones y que cuando pudiéramos intentaríamos repetir…  Ana y Sol sabían que no entraban en eso, luego les pedí que ventilaran, que guardaran todo y que arreglaran la habitación, yo me iría al living a ver la televisión, desde que había hablado con José, ni siquiera la había prendido…

                                                  Me serví un coñac, aún a pesar que no había almorzado, era como un reconstituyente, había estado todo muy bien aunque las “energías” no se habían disipado totalmente…  El noticiero me hizo conocer noticias que no esperaba oír…  había un Juez que desoyendo el pedido de los Fiscales había liberado a dos de los acusados porque aducía falta de pruebas concretas, uno de ellos un Político de otro Partido Político, rival del partido gobernante y un Empresario de mucho dinero…  Ambos liberados figuraban en las listas con los nombres de las chicas y las cantidades que habían abonado, no dudaba que también estarían en los videos…

                                                  La rabia y la bronca se me notaron cuando se me endurecieron los dedos apretando el apoyabrazos del sillón y rompiendo la copa que tenía en la otra mano…  Un pedazo grande de vidrio se me incrustó entre el pulgar y el índice de la mano izquierda y no lo sentí, de ello se dio cuenta Ana María cuando la llamé para recoger los vidrios y limpiar el licor derramado que se juntaba con las gotas de sangre que caían…  Me lo hizo notar y le pedí que me trajera gasas y vendas, en ese momento entraba Alicia y, ante la palidez de Ana, dijo que ella se encargaría…  

                                                  Casi le contesto mal porque con alguien tenía que canalizar la rabia que experimentaba…  Todos somos buenos pero cuando hay que sacarse broncas y rabias de encima, aunque no tenga que ver, “paga el pato” el que está al lado…  Sin embargo, me aguanté…

  • No, déjelo Alicia le agradezco, me curaré yo mismo, ¿no sé para qué mierdas traje a una Médica a trabajar en la Estancia y ahora se la pasa todos los días en el pueblo?...  Dos días a la semana le dije, dos días y no me da ni cinco de pelotas…

                                                  Mi tono de voz se alteró y Ana María, conociendo mi carácter, se llevó discretamente a Alicia haciéndole entender que no era con ella la reacción…  En la pileta de la cocina, ante la mudez de todas, me tiré mucha agua oxigenada y me vendé fuerte encima de varias gasas puestas sobre la herida…  Me volví a sentar en el living, ya más tranquilo y reprochándome la salida que tuve…

                                                  La mano me pinchaba como si tuviera un vidrio incrustado, decidí ignorarlo que se ocupara Carolina cuando volviera, la llamé a Ana María y le dije que no se le ocurriera avisarle a nadie, que yo estaba enojado por una cosa que oí en la tele y me pasó lo que me pasó…  Se me ocurrió llamarlo a José…

  • Hola José, ¿cómo andás?, se me ocurrió decirte que vinieras a comer, me avisabas y “le entrábamos” a un rico costillar pero, estoy viendo la tele como vos me dijiste, parece que hay un “tuco bastante grosso”, debés estar cargado de trabajo…
  • “Hasta las manos…  No puedo Guille, sinceramente no puedo ir, sabés que eso me enloquece pero tengo trabajo para repartir, ahora se me agregó este Juez hijo de puta, vendido, coimero que, como tiene domicilio en una localidad de la Provincia hay que ponerle una custodia “especial” y rogar para que no le pase nada”…
  • ¿Tan jodida viene la mano?…
  • “Hay que prevenir Guille, parece estar amenazado por una organización bastante sofisticada, el Juez no les da “pelota”, dice que nadie tiene “bolas” para meterse con un Juez de La Nación pero es un “blanco” muy factible”…
  • Bueno, José no me contés más, si no te conociera te diría que me estás contando una película yanqui, ya sabés, cuando estés más tranquilo date una vuelta…  Nos vemos, un abrazo…

                                                  Me quedé pensando en la manera en que se le podría dar un escarmiento a esta “basura”…  La pedí a Ana María que me diera de almorzar, que después me iría a dormir en la hamaca y no quería que nadie me molestara…

 

  • Ana, nadie, es nadie, ¿queda claro?…  -Aproveché para pedirle disculpas a Alicia por la “salida de carril” que había tenido-…
  • “No tiene importancia Guillermo tiene acciones que parece que fueran de un extraterrestre pero, es bastante humano, jajaja”…

                                                  Como a la hora llegó Carolina con Gabriela y Emilia, las otras se habían quedado para poner orden en la casa-residencia…  Lógicamente, al llegar la camioneta me desperté y continúe haciéndome el dormido pero con los ojos entreabiertos espiaba entremedio del tejido de la hamaca, Ana María no la dejó salir del vehículo, le contó lo que había pasado y Caro se agarró la cabeza, le contestó algo de malas maneras a Ana e intentó venir para el lado donde yo, supuestamente, estaría durmiendo…

  • “No Caro, no, no te pude avisar porque me lo prohibió, después se fue a dormir y dijo que no lo molestara nadie y me lo recalcó, “nadie”…  Estaba muy enojado con vos porque cuando te necesitó no estabas y habló algo de “sólo dos días, le dije y no me da ni cinco de “pelota””…  Si vas ahora será peor, encima se la va a agarrar conmigo porque te dejé ir a despertarlo”…
  • “Está bien, no lo voy a despertar pero me quiero quedar al lado de él”…
  • “Hacé lo que quieras, la que “juega con fuego” sos vos”…

                                                  Se paró a mitad  de camino y se volvió para ingresar después a la cocina, al rato volvió a salir con un banquito plegable y se sentó a mi lado esperando a que despertara…  Tenía una rabia sorda y entendía que no era con ella pero si en ese momento “me despertaba” me la desquitaría indefectiblemente con ella, por eso en los siete o diez minutos en que seguí “durmiendo” traté de auto-calmarme…  Finalmente abrí los ojos y me desperecé, ella me besó y me acarició la cara hablándome…

 

  • “Hola mi Cielo, estaba esperando a que despertaras, vení mi vida, vamos al dormitorio que quiero verte la herida de la mano”…
  • ¡Ahhh pero qué bien!, ha llegado la Doctora, avísenle a todos que estoy salvado…
  • “No seas malo, ¿por qué no dejaste que me llamaran?”…
  • ¿Para qué te mataras en la ruta conduciendo como loca?, Caro, aquí está la mano, es lo único que voy a decir ahora…

                                                  No dijo ni preguntó más nada, estaba y se notaba apesadumbrada y ni por asomo se atrevería a discutir mis razones, nos fuimos a la habitación y procedió a curarme la mano, algo que no fue tan simple, el tajo era profundo y tuvo que buscar con una lupa grande para sacar dos astillas de vidrio que habían quedado adentro, anestesiarme y darme unos cuatro puntos, después me desinfectó y me vendó la mano, por lógica, mucho mejor que lo que yo había hecho…  Pedí que me prepararan algo para “picar” y me fui al escritorio a navegar un rato por Internet, quería averiguar de este Juez…

                                                  Luego de almorzar Caro les dijo a las chicas que se fueran a la pileta o a hacer lo que quisieran, ella se quedaría cerca por si yo la necesitaba…  Pasada una media hora la llamé en voz alta pronunciando su nombre, vino rápido y le pedí que me contara que había hecho con el tema de la inauguración…  No hablé de la herida ni de los días en que iba a la Clínica, eso era algo que debía resolver ella acordando con las otras Médicas, conmigo ya lo había hablado antes, ella estaba para la Estancia y aun siendo mi mujer no tenía porque sentirse “liberada” de sus obligaciones…

                                                  Había hablado con María José y Magalí, se habían puesto de acuerdo con hacerla el día jueves a las 18.00 y ambas se ocuparían de invitar a los comerciantes y a otras personas del pueblo…  Lo mismo había acontecido con la Directora de la Escuela que le avisaría a todo su personal y a los alumnos…  Los helados y las bebidas serían provistos por el esposo de María José, quien también se encargaría de los freezer para helados y bebidas o la compra del hielo y yo me ocuparía de avisarle al Intendente, cosa que hice telefónicamente en el acto, haciéndole saber que el tema no era Político y que no habría discursos, que eso quedaría para cuando decidiera inaugurar la Gobernadora y/o el Presidente o ambos, estuvo completamente de acuerdo…

                                                  Del audio y de la música se encargaría un amigo de las mellizas que tenía y alquilaba los equipos necesarios, también había adquirido seis cestos grande para usar como receptáculos de basuras que ya quedarían a los costados de la entrada y en los fondos de la Clínica…  En apariencia estaba todo finiquitado para que la inauguración se llevara a cabo el jueves siguiente, es decir, en seis días…  Le dije que me parecía bien, acepté de buen grado el beso que me dio y volví a enfrascarme en la pantalla, tragó saliva y me dijo que se iba un rato a la pileta con las chicas, “bueno”, fue lo único que le contesté…

                                                  Me puse a pensar en que había que dar un escarmiento con el Juez, de lo contrario, lo que había escrito en la nota dejada en el domicilio del proxeneta quedaría como algo sin sentido, se archivaría, se seguiría tomando a la “chacota” todo lo que tuviera que ver con castigar a los culpables por delitos efectivamente cometidos y el sistema acomodaticio y corrupto seguiría funcionando como siempre o peor…  Si el “ejemplo” no era duro se basaría la cosa en el “tanto tenés, tanto valés para que puedas hacer lo que quieras”…  No me engañaba, tal como hasta ahora pero “algo” tenía que cambiar porque lo “políticamente correcto” y sus protagonistas me tenían las “pelotas al plato”

                                                  De todos modos, tenía mis dudas respecto a, ¿cómo hacerlo?, según José, estaría muy custodiado y tampoco era el caso de joder a quienes trabajaban en eso, decidí que tendría que consultarlo con mis “conocidos”, ellos me dirían si las posibilidades estaban dadas o si no convenía hacerlo…  Con el codo apoyado en el escritorio, la mano en la frente sosteniendo la cabeza y con los ojos cerrados pensaba en eso, algo me llevó a abrir los ojos y la habitación estaba completamente a oscuras, sólo la luz conocida alumbraba a los dos hombres enormes parados frente al escritorio…

                                                  Como siempre sucedía, uno sólo de ellos habló y no, tampoco supe nunca si era siempre el mismo…

  • “Señor Guillermo, lo que usted pretende se puede llevar a cabo pero, no perjudicar a los que los custodian nos obliga a otras medidas y los que “viajarían” serían dos, ya el “Maestro” lo ha autorizado, para ello usted debería aceptar transponer junto a nosotros otra dimensión que nos ubique en el lugar fijado, en el momento preciso”…
  • ¿Qué implica precisamente eso que me dicen?…
  • “Usted no se dará cuenta de nada pero al pretender levantarse al otro día el dolor, en las coyunturas de sus extremidades, en su cabeza y la reticencia a la luz por unas quince horas, por su condición humana, se podría  volver insoportable, no morirá y sólo el frío lo hará medianamente soportable pero, esas horas hay que pasarlas”…
  • Podrán atenderme otras personas con el hielo…
  • “Si pero no sabrán por qué se producen los dolores”…
  • Estoy dispuesto, díganme lo que se puede o se debe hacer…

                                                  Esperaba sinceramente que Carolina y las chicas se prodigaran para ponerme paños congelados en las articulaciones y en la frente…

 

  • “El “viajero” principal es un conocido homosexual en su ambiente y hoy tendrá la visita de su amante que a la vez es también un conocido taxi-boy, la custodia tendrá órdenes de dejarlo pasar y nosotros nos ocuparemos de ellos adentro de su departamento, sin ruidos y del mismo modo en que llegamos, desapareceremos”…  Pasaremos por usted a las 23.00 horas”…

                                                  Me extrañó bastante, era la primera vez que me daban detalles del “viajero” o de su quehacer o entorno…  Dije que estaba bien…  Tendría que empezar a hacer notar algunos síntomas, por lo pronto tomé hielo del freezer, lo envolví en una servilleta de tela, me puse lentes oscuros, algo que nunca usaba y me fui para el lado de la pileta…  No bien llegué, la primera que se puso a mi lado para preguntarme que me sucedía fue Carolina…  Le contesté que no sabía que tenía, me dolían las piernas y los brazos, sentía un fuerte dolor de cabeza y me molestaba la luz…  Le hice saber que el hielo me aliviaba mucho, que ya pasaría…  Insistió en revisarme y no me negué, fuimos a la camilla del consultorio pero, de mil amores me hubiera quedado en la pileta, pensar en el “desparramo” de la mañana y la vista de todos esos cuerpos enfundados en mínimos trajes de baño me incentivaba a quedarme…

                                                  Nuevamente mis ojos se posaron en Alicia que salía del agua, las gotas corriendo por su piel oscura, los muslos firmes, la cola parada, el vientre apenas con muy poca pancita, sin “rollos” que sobraran debajo de su cintura y con las tetas duras y altivas que apenas lograba mantener el sostén de la bikini pusieron a “mi amigo” en alerta, decididamente viajaría a casa de Lucas con un muy buen recuerdo de la Estancia y de mí, claro está pero, no podría ser hoy o mañana, eso también le “jugaba en contra” al Juez coimero, corrupto y puto…  Carolina me desnudo y me revisó de pies a cabeza, lógicamente no encontró nada anormal pero se entretuvo acariciándome el miembro y las bolas hasta que lo aferró con toda su mano y se agachó para besarlo…

  • “¿Me vas a dejar darle mimitos?...
  • Si querés, hacelos, no me va a aliviar el dolor de la mano pero, ayuda…

                                                  Me miró como para decirme algo pero se contuvo y bajó la mirada.  Le pedí que apagara la luz porque me molestaba…  Se extrañó de eso y volvió a revisar mis ojos, las pupilas estaban bien pero enfocarme con la linternita me hacía recordar eso de fingir molestias…  Le pedí que no siguiera, ya veríamos que pasaba mañana, no quería “meter la pata” fingiendo lo que no debía…  De todos modos insistió con sacarme una muestra de sangre y la dejé…  Mi cabeza caminaba a mil por hora buscando una excusa valedera para no estar en casa esa noche e idear una posible coartada, la llamada a la puerta del consultorio me brindó la solución…  Era Alicia que quería consultarme algo, mientras Carolina la escuchaba, yo me cambié rápido y salí a atenderla diciéndole a Caro que ya me sentía mejor…  El motivo era porque había llamado Belinda, el dueño de la mueblería quería saber cuándo le abonarían y el Arquitecto avisaba que el electricista había encontrado un problema en la instalación que debía solucionarse…

                                                  Le pregunté a Carolina si ella no había abonado nada de las compras de las chicas y me dijo que no, que había quedado en que le avisarían, también le pregunté a Alicia si ella había comprado lo que necesitaba para estar allí y me contestó que no lo había hecho…  Listo, mataría un par de pájaros de un tiro…  Le pedí que se cambiara que iríamos a comprar lo necesario y yo solucionaría esos problemitas que se habían presentado…  Le dije a Caro que si se podía arreglar el problema eléctrico posiblemente se quedarían en el pueblo, si no, las traería para casa…

                                                  Me cambié la ropa por una remera, pantalón y zapatillas negras, guardé en mis bolsillos suficiente dinero en efectivo, le pedí un par de analgésicos fuertes a Caro por si se me presentaba algún dolor, la besé diciéndole que tardaría lo menos posible y nos fuimos con Alicia que llevaba sandalias claras de taco bajo y un vestido de verano de color amarillo con un bolsito con ropa por si se tenía que quedar…  Cuando se sentó en la camioneta, bastante cercana a la puerta, dejó al descubierto parte de sus muslos firmes y el perfil de su torso me hacía saber de un par de tetas altivas que se me antojaban muy apetecibles…

                                                  Estaba muy buena la mamá venezolana y no quise perder tiempo, todavía sentía esa “energía” que había notado en la mañana y que apenas si se había disipado con todas las chicas, “mi amigo” también la notaba…

  • Alicia, te ves muy linda hoy…  Vamos a hacer lo que debemos hacer en la casa y en la mueblería y después nos iremos a otro lado sin que le digas nada a nadie…
  • “Guillermo, no tengo porque decirle nada a nadie, usted disponga y hacemos, no me explique”…
  • Te lo tengo que decir así porque cuando sepas que “tengo ganas” muchas ganas de penetrar despacio el hermoso culo que tenés y de que me des una regia mamada, no sé cómo irías a reaccionar…
  • “Pues reaccionaría como la hembra que me hace sentir desde la primera vez que lo vi y en este momento más porque lo necesito adentro, siento un fuego que me consume en la entrepierna y en los pechos…  Haga usted lo que quiera conmigo, cójame, acarícieme, golpéeme, béseme, apriete pero, por lo que más quiera hágame sentir que soy suya, su hembra, su perra, su puta, por favor”…  Su mirada había cambiado a una mezcla de dulzura, lujuria y extrema necesidad…

                                                    Paré un momento al costado de la ruta y estiré un brazo para que se acercara, se acurrucó en mi pecho y levantando la cara me besó, primero despacio, haciéndome sentir toda la calidez de sus labios y, de seguido, nos comimos la boca casi con desesperación…  Sus labios “transmitían”, dejaban sentir dulzura, pasión, ganas, entrega, el “cogeme” o el “te voy a coger” quedaban explícitos en sus labios y parecían conjugar en una a la adolescente que quería sentir y a la “veterana” con experiencia que te haría recorrer el placer…  Sus manos se dedicaron a bajar el cierre y sacar a respirar a “mi amigo”, su cara de sorpresa se hizo notar cuando lo tuvo entre sus manos…

  • “Pensé que el único que conocí, el de mi marido, era grande pero esto supera mis expectativas, estoy “chorreando” esperando y deseando recibirlo…  Soy estrecha de todos lados, más usted no se detenga cuando le toque entrar, soy una perra a su disposición y las perras se aguantan, también soy su puta y trataré de darle placer”…

                                                  Puso su boca en mi glande y me hizo señas para que siguiera…  Sus labios gruesos apretaron fuerte el tronco, su cuerpo se contrajo y tembló en el asiento…  Con una mano entre sus piernas, aspiró mi miembro hasta que tocó su garganta y se salió…

  • “Por favor Guillermo, lléveme a una cama y rompa todo lo que tiene que romper, deje que allí le dé placer, un hombre como usted no se merece el asiento de un vehículo”…

                                                  Me sorprendió su razonamiento y aceleré para llegar rápido y solucionar los trámites que allí me requerían…  Cuando llegué al pueblo, el Arquitecto me dijo que era conveniente cambiar y reforzar los cables porque no aguantarían el flujo de consumo y le dije que lo hiciera ya y que hiciera lo que creyera conveniente para que todo quedara bien a la brevedad…  De allí nos fuimos a la mueblería los dos con la excusa de elegir los muebles para Alicia, aboné lo adeudado y les dije que mandaran otro juego similar al de la hija, todo con su correspondiente juego de sábanas, almohadas y acolchados…

                                                  No perdimos más tiempo, nos fuimos al motel de la ruta ya conocido por mí…  El trayecto lo hicimos acariciándonos, sin desbordarnos…  Me contó que su experiencia en hombres era nula, sólo la adquirida con su esposo al que trataba de satisfacerlo en todo, me pidió que si yo quería algo de ella y no me complacía, que le enseñara, así fuera por las malas pues no concebía la entrega, a quien pasaba a considerar “su” hombre, si ésta no era total…  Que jamás me pediría nada porque sabía de mi condición pero siempre estaría dispuesta a complacerme, adonde fuera y por donde fuera…  Me quise sacar una duda y le pregunté si esto era por lo que creía que me debía…

  • “No mi señor, esa deuda sólo la podría pagar con mi alma, mi entrega es una mezcla de sentimientos y necesidad de sentirme hembra para el macho que he elegido y usted ha sacado a flote esas ganas de brindarme, de sentir y hacer sentir”…  Tuve oportunidades y jamás quise “venderme”, yo elijo a mi “dueño””…

                                                  Quizás muchas no estarían de acuerdo con su modo de pensar, formaba parte casi de una cultura pero a mí me “calentaba” muchísimo escuchar lo que decía con sinceridad y con el tono sencillo y dulce en que lo expresaba…  En el motel me demostró que no hablaba por hablar, se desnudó con sensualidad y no me dejó tirarme encima de ella, tampoco me quise imponer, me sentía muy bien dejándola hacer, casi, casi como que “me iba a dejar coger” y no me molestó para nada  Me devoró nuevamente la boca, me besó el cuello y me comenzó a desnudar besando y acariciando cada pedazo de piel que descubría…  Cuando me bajó el bóxer y mi miembro saltó enardecido, lo “amansó” enseguida atrapándolo con sus labios y lo “perdió” lentamente en su boca de fuego…

                                                  Necesitaba la cama y me dejé caer sobre ella, tomó mis pies y los besó metiéndolos en su boca primero uno y después el otro, las sensaciones de placer me elevaban, ver su bello rostro con la mirada lujuriosa al llevar el pie a su boca, me transportaba…  Luego subió lamiendo y besando en interior de una de mis piernas, pasando sus pechos duros por ellas, al llegar a mis testículos los besó uno por uno metiéndolos en su boca y fue lamiendo el tronco hasta llegar al glande al que envolvió con la lengua produciéndome sensaciones inéditas…  No perdía el tiempo, se lo metía en la boca lentamente, haciéndome sentir el paso de sus labios y la presión que ejercía, llegó hasta la base del miembro sin inconvenientes y volvió a subir, así varias veces, ascendía salivándolo y descendía tragando toda la saliva…  Me haría terminar así y la hice girar para gozar de su vagina y sus jugos o de un “embalse térmico” si se quiere, sus jugos en cantidad denotaban una temperatura más allá de lo tibio, mi lengua no daba abasto para trasladar sus jugos hasta el ano y para recorrer el interior de sus labios…

                                                  Primero “punteando” con uno y luego, decididamente, con dos, penetré su ano que se esforzó para dilatar y darme paso a la par que movía sus nalgas, gimiendo con sonidos guturales y acomodándose.  A punto de terminar en su boca, sorbí con ganas y decisión su clítoris que sobresalía erguido provocándole un orgasmo que me bañó la cara, aún cuando traté de tragar lo más que podía, ella no se la llevó de arriba, su boca y su garganta aspiraron toda la leche que solté…  No me abandonó de inmediato, lamiendo y absorbiendo dejó mi pija brillante…  La tomó y me volvió a mirar sorprendida porque no había perdido su rigidez, entonces se giró dispuesta a cabalgarme y estando de frente, acomodó el glande y comenzó sola a penetrarse mientras me ofrecía sus pechos a los que me prendí como ternero con hambre…

                                                  Sus pezones grandes y duros tentaron a mis dientes y las mordidas suaves generaron espasmos y gemidos prolongados en Alicia, la penetración le costaba porque entre la estrechez y la falta de uso mi pene se hacía sentir pero no dejó nada afuera, calzó justo, las pelvis chocaron y el pene hizo tope en su útero, entró y salió despacio un par de veces apretando sus músculos para que lo sintiera, como acostumbrándose y luego se soltó…  Ya la cosa fue salir y entrar con ritmo y un cierto grado de violencia, sus nalgas parecían independientes y se movían como si quisieran derretir con líquido, calor y apretones al “invasor”…  Yo podría aguantar pero ella no pudo contener sus orgasmos y comenzó con una seguidilla a cual más placentero y fuerte, sus gemidos se convirtieron en gritos, sus ¡Ahhhhhhhh! se acompañaban de exclamaciones…

  • “¡Virgen Divina!, ¿qué es esto?...  No puedo parar, el placer es infinito, ¡ahhhhh!, dame más Guillermo, dame más”…

                                                  Yo no le daba nada, ella tomaba lo que quería y superó todas sus expectativas…  Después me lo corroboró, ella le daba placer a su hombre y lo recibía pero sólo hasta que el hombre terminaba, luego eran mimos y a dormir, mi capacidad de aguante la hizo “pasarse de rosca” y experimentó el placer como nunca había podido lograr, ni siquiera se exigió, le surgió de sus entrañas…  Al desplomarse casi ida sobre mi cuerpo lloraba agitándose en pequeñas convulsiones, yo le acariciaba la cabeza, la espalda y besaba sus mejillas, de paso miraba por sobre su cuerpo los montes duros de sus nalgas y “mi amigo” comenzó a recuperarse, al igual que yo, deseaba incursionar en el agujerito más chico…  Le hablé al oído…

  • Apenas mi “perrita” se recupere se va a poner en cuatro y me va a ofrecer esas nalgas maravillosas que tiene, ¿no?…

                                                  Me sonrió casi condescendiente y asintió con la cabeza, al moverse notó mi miembro erguido entre sus piernas y no lo pudo creer…

  • “Aunque me muera Guillermo, recuperada o no, está a tu disposición, no me tengas piedad, entra y termina de vencerme, acábame, derrótame, ¡qué hombre, cielo de mi vida, qué hombre!”…

                                                  Para que voy a negarlo, mi ego estaba inflamado, me había pasado con otras eso de sentirse bien y demostrármelo o decírmelo pero había algo en los modos y en el acento de Alicia que multiplicaba todo…

                                                  Los brazos se le aflojaban y no se puso en cuatro, colocó las dos almohadas sobre su pecho y estómago, su frente apoyada en la cama y su portentoso culo quedó dispuesto a lo que fuere, me arrodillé detrás y comencé a pasar la lengua por el interior de sus muslos, primero con uno y luego con el otro, sus gemidos y escalofríos se hacían sentir, tomé las nalgas duras con mis dos manos y mi lengua se aventuró por su vagina, sólo lamiendo la separación entre sus labios y ascendí hasta su agujerito palpitante, parecía abrirse y cerrarse, después de varias lamidas e intentos de penetrar con la lengua, lo ensalivé y apunté mi glande…

                                                  Fue distinto a las demás, mi glande penetró sin inconvenientes y ella comenzó a moverse con ganas y a gemir más alto, el problema fue al querer seguir, un anillo más duro impedía la entrada libre que llevaba, era evidente que era hora de romper y “mi amigo” me secundó poniéndose más duro todavía, penetrar con fuerza costó pero lo valió por el grito agudo que pegó incorporando su cuerpo, intentó zafar y tocar la zona con una de sus manos pero el “chirlo” en su nalga resonó fuerte en la habitación, algo aflojó con esto y no me detuve a pesar de sus ruegos…

                                                  El placer y los apretones que me daba al entrar eran impagables, cuando casi sellé mi ingle con sus nalgas ella se movía y yo la escuchaba, no sabía si reía, lloraba o gemía…  Desde allí en más, tomando un ritmo parejo y profundo en mis entradas y salidas hasta el recto pareció entregarse y ella, ni hablemos, usaba las almohadas como si fuera un amortiguador, subía y bajada su culo acoplándose a mi ritmo y pedía más profundidad, la imposibilidad física no me hizo desistir empujé siempre lo que más podía y me ayudaba sacando el culo para que el sonido del choque de los cuerpos se escuchara en toda la habitación…  Dos o tres veces intentó apretarme con su anillo, cada vez que lo intentó el orgasmo mermó sus fuerzas y seguía pidiendo más…

                                                  Era una delicia el culo de esa madre venezolana y más delicioso era estar adentro de él…  Al notar que ya no quería más, la penetré profundo y recibió con un orgasmo y un grito aliviador mi leche caliente en sus entrañas, no salí rápido, me quedé adentro acariciando su espalda con mi pecho y su cuello y brazos con mis manos, recién cuando comencé a aflojarme salí de ella, una vez hecho esto se incorporó, giró, me besó profundamente y me agradeció la pasión y la delicadeza…

                                                  El baño fue rápido cuidándonos de no mojarnos el cabello…  Cuando volvíamos en la camioneta no se la notaba mal pero hizo la mitad del camino callada hasta que habló diciéndome que tenía, que debía expresar algo…

  • “Al hablarme hoy creaste de improviso una necesidad imperiosa de sentirte muy adentro de mí, necesitaba que me tomaras como una hembra, quería que te sintieras muy macho y no fue tan simple, además de hembra me hiciste sentir mujer y además de macho te demostraste muy hombre…  Eso es lo máximo a que puede aspirar la mujer, la mejor felicidad y el inicio de todos sus dramas pues siempre será difícil equiparar la vara, de todos modos estoy muy feliz de haber logrado esto y más que segura que otras, muy cercanas, pensarán igual”… 

                                                  La miré sorprendido y con cara que imaginé de “tonto”

  • “No me mires con esa cara, hay que ser muy inútil y estúpido para sufrir necesidades, humillaciones, hambre, dolores y pérdidas y no aprender a ver y “leer” a la gente, hasta Belinda que se declaraba lesbiana ha de haberte probado y aceptado tu forma de ser, todas en la casa te miran, callan y te aceptan por igual, ahora que “caminé” esa vereda las comprendo, las admiro y, si lo permitís, también me someto con lealtad”…
  • Bien dicen que la experiencia es un grado y vos tenés varios grados de más…  No voy a decir nada de nadie y no niego que recibo placer pero trato de darlo junto a algo más, afecto…  Tengo una norma, “cuando quiero, como quiero y con quien quiero” pero no acepto compartir con hombre alguno, salvo con las casadas anteriormente, como siempre digo, si le toca enamorarse de otro hombre no le pongo trabas ni pierdo el afecto pero para mí pasa a tener “bigote y barba”…  Ninguna hace nada con otra si yo no lo autorizo, ni me pide sexo, tengo una mujer que me comprende y con la cual comparto…  No busco de humillar ni denigrar a nadie pero “es lo que hay”, las puertas están abiertas tanto para recurrir a mí en lo que fuere como para marcharse aunque haya muchos que no lo entiendan…
  • “¿Y Natividad?...
  • Es un caso especial, no podría intentar nada con ella, le gusta a mi hijo y creo que a ella le gusta él, yo no traiciono a los que amo…
  • “Eso ya lo noté y espero que tu hijo sea “algo” parecido a vos porque sino la pobre se habrá perdido de experimentar la dicha y el placer de compartir con un hombre…  Yo, aún amando a mi marido me di cuenta que tuve que esperar treinta años para entender lo que verdaderamente es…  Podés contar con mi discreción y mi entrega”…

                                                  Cuando regresamos a la casa-residencia, el atardecer estaba dando paso a la noche y las chicas estaban esperando afuera, el problema con los cables eléctricos no había podido ser resuelto y no había luz pero ya habían entregado los muebles que usaría Alicia en la casa, luego de preguntarme por lo que me había pasado en la mano y de contarles, ambas se sentaron atrás y Natividad le preguntó a la madre por donde había estado, le contestó que habíamos tomado un café, comprado los muebles y luego yo le había mostrado casi todo el pueblo…  Belinda miraba a su madre con una sonrisa y luego fijando la vista en la mirada del espejo me miró a mí y siguió sonriendo…  A mitad de camino encendí el teléfono e hice como que atendía una llamada…

  • Si, usted dirá Intendente…  No, no es eso, es que hoy se me hace complicado…  Si, ya sé, me comprometí con ello y no le pienso fallar…  Mire, hagamos una cosa, ahora estoy viajando, en cuanto llegue a casa vemos y le confirmo…  Muy bien, hasta luego…  Yo me meto en cada “baile” y luego no me alcanza el tiempo, ahora quiere una reunión y tengo que pedirle permiso a la “patrona”, jajaja…  Dije dirigiéndome a las mujeres…

                                                  Llegamos a casa como a las 20.30, Carolina me preguntó cómo me había sentido y le dije que bastante bien, de hecho no me había dolido nada posiblemente por las pastillas que me había dado (que estarían tiradas en alguna zanja, eso no se lo diría)…  Le comenté de la llamada que había recibido y me preguntó si iba a ir, le dije que sí, ya había pospuesto una reunión anterior cuando tuvimos que ir a la capital por lo de Belinda y lo entendió, tampoco sería tan tonta de negarse, creía que hoy ya había “patinado” feo…

                                                  Bromeamos un rato entre todos, le preguntamos a Gabriela y a Emilia cómo lo estaban pasando a pesar de todos los líos y nos comentaron que se sentían mal porque tenían que irse otra vez al ruido y al lío de la Capital…  Cenamos y a las 22.15 me comencé a preparar para irme…  Carolina me preguntó si iba a ir con esa ropa y le dije que sí…

  • Ya sabés que a mí me importa poco los que miran, mi comodidad es lo primero, además, es informal, posiblemente en lo de Francisco…
  • “¿Qué van a decir de tu mujer?”…
  • Como broma de mi mujer fantástico pero si alguien dice algo seguramente será que “es la más linda del pueblo”…

                                                  Todas rieron, las saludé y me fui prometiendo llegar lo antes posible…  Salí pensando en que no había quedado de encontrarnos en ningún lugar específico pero pensé también que el mejor lugar era esa “zona muerta” del bosquecillo y hacia ese lugar me dirigí, me quedaban unos veinte minutos de espera y me relajé en el asiento de la camioneta…  Cuando el reloj del tablero marcó las 23.00, tocaron mi ventanilla, bajé y no vi la camioneta negra, me pregunté cómo iríamos…

  • “Síganos, venga con nosotros”…  -Dijeron y, a unos cinco metros, entre dos árboles, había una especie de puerta luminosa, recordé los famosos “Portales de Tiempo y Espacio” de las películas y me sonreí algo incrédulo-…
  • “Tenemos que entrar los tres juntos”…

                                                  Caminando entre dos moles negras, entramos en la puerta, las luces me enceguecieron y no recuerdo más, al enfocar la vista seguía parado entre los dos “hombres de negro” pero estábamos dentro de un vestidor amplio y se escuchaban voces de dos hombres metidos en un indudable intercambio sexual…  La voz de un hombre mayor se escuchaba clara cuando me dieron guantes de cirugía que me puse rápido…

  • “Más adentro mi “machote” rompele el culito a tu putita…  Eso, eso, ¡cómo me hacés gozar papito!, dame fuerte, no hay pija como la tuya, me hace doler pero me encanta, más, más adentro, no acabes en el culito cielo mío, te la quiero chupar para tomarme toda tu lechita”…
  • “Tomá mi putita tomá, sentí la verga de tu macho, te voy a romper el culito a pijazos”…  -Esta voz sonaba más chillona y se notaba que era de alguien más joven-…

                                                  Ambos grandotes se miraron y salieron al unísono, los tocaron a los dos, sí, los tocaron, no les pegaron ni otra cosa, los tocaron y como estaban quedaron, el mayor con la boca abierta contra las almohadas y el menor, rubio y carilindo, con cara de sorprendido y con media pija saliendo del culo del flaco canoso que imaginé que era el Juez, ambos movían sus ojos pero estaban estáticos…   El flaco y canoso tenía nalgas más prominentes en comparación al resto de su cuerpo y sus piernas flacas, me llamó la atención y unos de mis “ayudantes” me miró y le tocó sus nalgas “gelatinosas”, ¡estaba operado!, ¡hombre grande y pelotudo asqueroso!...  Por los datos que conocía era un par de años más joven que yo, igual lo catalogué de “viejo de mierda”…  El más joven “calzaba” muy bien y se notaba que el Juez gozaba o estaba gozando con ese “pedazo” en el culo…

                                                  Le pregunté al Magistrado si tenía algún arma en la casa y me señaló un mueble con los ojos, uno de los muchachos sacó un hermoso Mágnum 44 sin usar con seis balas y una pistola 9 mm con el cargador completo…

  • “¿Puede hablar el “fulano”?”… -le pregunté a uno de los “míos” y me contestó que sí y que nadie escucharía nada-…  “Vas a poder contestarme pero si empezás con pelotudeces te corto la lengua, ¿está claro?”…  -Estaba aterrorizado y me dijo que sí con un parpadeo-…
  • “Ahora me vas a decir cuánto te pagaron para que los soltaras, dónde tenés el dinero, dónde guardás documentación que involucre a otras coimas y dónde guardas tus “ahorros”, además si sos derecho o zurdo.  No me hagas esperar”…
  • “Me pagaron 50 mil Dólares cada uno, el dinero está en la caja fuerte y allí guardo toda la documentación de otros casos, también los recibos de las cuentas de Banco en el exterior y “Paraísos Fiscales”, ¡por favor!, no me lastimes, yo soy un Juez de La Nación los puedo ayudar cuando tengan problemas”…  -Daba asco el estúpido-…

                                                  Uno de los muchachos me dijo que era diestro y que tenía otros papeles en el escritorio y en la computadora…  Les pedí que sacaran todo y me guardé ese dinero y otro que había, dejé “algo” para que lo encontraran, previa pregunta a los “grandotes” por si necesitaban el dinero…  No era por comedido y no imaginaba para que querrían dinero, era por conceptos arraigados, no me parecía lógico “dejar afuera del reparto” a quienes me ayudaban…  Me guardé casi 200 mil Dólares en una bolsa de una casa de deportes, fotografié toda la documentación y la dejé desparramada sobre el escritorio, lo mismo que la documentación que sacaron de los cajones…  Mientras hacía esto les pedí que lo enmudecieran de nuevo…  Pensé en hacerle cortar la mano pero me pareció tonto y dejaría pistas…

                                                  Les pregunté si el taxi boy era zurdo o diestro, también me dijeron que era diestro, le coloqué la pistola en la mano derecha apunté a la nuca del Juez y apreté su dedo para que disparara, luego moví el arma apuntando hacía el medio de la cabeza y volví a hacerlo disparar, sin hesitar moví el brazo del taxi boy que, asustado, sólo movía los ojos y lo hice apuntar a su cabeza, específicamente a su sien derecha, inclinando el arma un poco hacia arriba presioné el dedo, sus sesos destrozados y la tapa del cerebro volaron hacia la otra pared de la habitación, él quedó en la misma posición hasta que los volvieron a tocar y se desplomaron uno encima del otro…  Luego escribí en la computadora…

A QUIEN CORRESPONDA:

 

---No nos hicieron caso y aquí tienen las consecuencias…  Hoy me toca morir pero no importa, somos muchos y el que es corrupto nunca sabrá de dónde viene el disparo o a quien tiene al lado para destruirlo…  Si no hacen las cosas bien y sacan de circulación a quienes deben, seguirán apareciendo cuerpos como el de este “Señor” Juez…  Apliquen las Leyes o hagan nuevas y más duras, no importa el cargo, pagarán por ser corruptos o serviles a la corrupción---

                                                  Luego de eso, entramos en el vestidor con la luz que me encegueció y aparecimos al lado de mi camioneta…  Me sentía mareado, dejé la bolsa con el dinero en el asiento, vi que eran las 00.30 y me fui para casa, ya se vería mañana como “pintaba” la cosa y los dolores…

Continuará.

 

Si les gusta, por favor, valoren y comenten.  

 

Gracias.  

 

GUILLEOS 1

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Viaje de un jubilado a La Argentina (17)

Viaje de un jubilado a La Argentina (18)

Viaje de un jubilado a La Argentina (16)

Viaje de un jubilado a La Argentina (14)

Viaje de un jubilado a La Argentina (15)

Viaje de un jubilado a La Argentina (13)

Viaje de un jubilado a La Argentina (12)

Viaje de un jubilado a La Argentina (11)

Viaje de un jubilado a La Argentina (10)

Viaje de un jubilado a La Argentina (9)

Viaje de un jubilado a La Argentina (8)

Viaje de un jubilado a La Argentina (7)

Viaje de un jubilado a La Argentina (6)

Viaje de un jubilado a La Argentina (5)

Viaje de un jubilado a La Argentina (4)

Viaje de un jubilado a Argentina (3)

Viaje de un jubilado a Argentina (2)

Viaje de un jubilado a Argentina (1)

Mis primas de la capital (30) y FINAL

Mis primas de la capital (29)

Mis primas de la capital (28)

Mi timidez y mis tías (50) y FINAL

Mi timidez y mis tías (49)

Mi timidez y mis tías (48)

Mi timidez y mis tías (47)

Mis primas de la capital (27)Estaba muy agradecido

Mi timidez y mis tías (46)

Mis primas de la capital (26)

Mis primas de la capital (25)

Mi timidez y mis tías (45)

Mis primas de la capital (24)

Mi timidez y mis tías (44)

Mi timidez y mis tías (43)

Mis primas de la capital (23)

Mis primas de la capital (22)

Mi timidez y mis tías (42)

El tío Culebra me quitó el miedo a los reptiles 1

El tío culebra me quitó el miedo. (2)

Mi timidez y mis tías (41)

Mis primas de la capital (21)

Un jubilado en el cine

Mi timidez y mis tías (40)

Mis primas de la capital (20)

Un pastor en el camino de Santiago

Mis primas de la capital (19)

Mi timidez y mis tías (39)

Memorias de un abuelo (2)

Mi timidez y mis tías (38)

Memorias de un abuelo (1)

Mi timidez y mis tías (37)

Mi timidez y mis tías (36)

Mi timidez y mis tías (35)

Mi timidez y mis tías (349

Mis timidez y mis tías (33)

Mi timidez y mis tías (32)

Mi timidez y mis tías (31)

Mi timidez y mis tías (30)

Mi timidez y mis tías (29)

Mi timidez y mis tías (28)

Mi timidez y mis tías (27)

Mis primas de la capital (18)

Mi timidez y mis tías (26)

Mi timidez y mis tías (25)

Mi timidez y mis tías (24)

Mi timidez y mis tías (23)

Mi timidez y mis tías (22)

Mi timidez y mis tías (21)

Mi timidez y mis tías (20)

Mi timidez y mis tías (19)

Mi timidez y mis tías (18)

Mis primas de la capital (17)

Mitimidez y mis tías (17)

Mi timidez y mis tías (16)

Mis primas de la capital (16)

Mi timidez y mis tías (15)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (14)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (13)

Mi timidez y mis tías 12

Mis primas de la capital 14

Mi timidez y mis tías 11

Mi timidez y mis tías 10

Mi timidez y mis tías 9

Mi timidez y mis tías 8

Mi timidez y mis tías 7

Mi timidez y mis tías 6

Mi timidez y mis tías 5

Mi timidez y mis tías 4

Mi timidez y mis tías (3)

Mi timidez y mis tías 2

Mi timidez y mis tías 1

Mi coño conquistó New York. (2)

Mis primas de la capital (13)

Mi coño conquistó New York.Cuando decidí labrarme

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (3)

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (2)

Mis primas de la capital (11)

Mis primas de la capital (12)

Mellizos y gemelas, de gavilán a paloma.

Mis primas de la capitál (10)

Para un concierto lo mejor es un trío, o más.

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mis tetas decidieron mi destino por mí.

Entre mi padre y mi tía me quitaron mis complejos.

Mis primas de la capital (9)

Mis primas de la capital (8)

Ayudando a mi mamá

Mis primas de la capitál (7)

Mis primas de la capital (6)

Mis primas de la capital (4)

Mis primas de la capital (5)

Mis primas de la capital (3)

Mis primas de la capital (2)

Mis primas de la capital

Dos que valen por tres.

Al conocer mi adopción encontré la felicidad

El chat me ayudó con mi sobrina (Continuación 2)

El chat me ayudó con mi sobrina (continuación)

Mi gran desgracia mi polla Final

Mi gran desgracia mi polla continuación

Mi padre y mi tio tienen los mismos gustos

He tenido mas corridas que km. en mi carrera

Mi gran desgracia .. mi polla

Me casé con una miss

Me gusta ser chófer (TOMO II)

Me gusta ser chófer (TOMO I)

Bienvenida mi jubilación

Tengo una familia atipica pero con mucha memoriT

Bienvenida mi jubilacion tomo 2

Mi primer viaje en avión

Desde el balnerario con amor

El chat me ayudo con mi sobrina