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Al conocer mi adopción encontré la felicidad

en Amor filial

Al conocer mi adopción encontré la felicidad.

No era nada buscado, pero sucedió cuando descubrí mi secreto.

Son las cuatros de la madrugada, no me puedo dormir, estoy acostado, acabo de tumbarme, vengo de la boda de mi hermana, cuando pasa más de una hora sin dormirme no se qué hacer, estoy recordando mi juventud, al final me doy por vencido, como estoy desvelado lo mejor es sentarme frente al ordenador y escribir lo que recuerdo.

Mi memoria me lleva a la edad de dieciséis años, era una época muy buena, vivía feliz, junto a mis padres y a mi hermana dos años mayor que yo, somos de una ciudad al lado del mar Mediterráneo, mis padres son bastante conservadores  y siempre nos han inculcado el máximo respeto y trato entre nosotros y demás personas.

Me llamo Andrés, soy delgado y mido 1.70, físicamente bastante normal, castaño de pelo rizado. Mis padres son bastante jóvenes y mi hermana dos años mayor que yo, es bastante guapa y tiene un tipo muy bien proporcionado, un poco más baja que yo, pero lo que más me gusta de ella es que aunque mayor, siempre ha tenido muy en cuenta mis opiniones.

Desde muy pequeño hemos jugado siempre juntos y se ha amoldado a mis gustos por lo que hemos estado muy unidos siempre.

Cuando las hormonas me revolucionaron la adolescencia empecé a buscar cualquier signo que me permitieran acercarme al sexo femenino, con cualquier excusa miraba a mis amigas, compañeras de colegio o cualquier mujer que tenía cerca, lógicamente la más cercana era mi hermana, pero con la educación tan férrea que recibía, ni por un momento tuve ningún pensamiento dirigido a mi hermana, todo lo contrario, teníamos tal confianza entre nosotros que era un tema completamente aparte, de hecho siempre nos habíamos visto nuestros cuerpos más o menos ligeros de ropa, pero jamás le había mirado con otros ojos.

En numerosas ocasiones habíamos estado hablando en cualquier habitación de los dos en ropa interior, incluso se había quedado en sujetador delante de mí sin ningún problema, pero cuando en cierta ocasión estaba con mis compañeros del colegio, acordamos ir a espiar a una compañera que era muy atractiva y que siempre provocaba, con la ayuda de una compañera que estaba peleada con ella, pudimos asomarnos por una ventana en los vestuarios del gimnasio.

Al ver unas tetas en pleno día y con los pezones erectos esta imagen se me quedó grabada en la cabeza, hasta el punto que me obsesionaba el poder ver unas de cerca y más aun tocarlas.

La primera idea que me dio, era tocar las de mi hermana, simplemente era por curiosidad, por lo que estuve ideando que la mejor ocasión era cuando dormía, como siempre entrabamos y salíamos sin ningún cuidado no me fue difícil, aunque siempre temía y mucho, que mis padres sospecharan alguna cosa sobre mí.

La primera ocasión que tuve se presentó al quedarme a solas con mi hermana, al tener que salir mis padres con unos amigos, estuvimos jugando con la consola hasta que nos cansamos, después de despedirnos nos acostamos, estuve pendiente de que se quedara dormida para entrar en su habitación, por supuesto estaba oscuro y con mucho cuidado me acerqué a ella, destapándola un poco puse la mano sobre su teta, la encontré bastante dura y apreté el pezón, al estar boca arriba apenas sobresalía del pecho, pero en un momento dado se volvió de lado hacia mí y pude meter la mano bajo la camiseta y apretar la teta colgando, era mucho mayor y el pezón se irguió en mi mano, cuando volví a mi cama sentía una combinación de arrepentimiento ante lo que había hecho y emoción por haber tocado una teta, procuré que no me afectara y solo me centré en el tacto de la teta en mi mano.

El resultado desde aquel día fue que solamente pensaba en la piel suave de la teta, me masturbaba a cada momento y cuando ya no podía más ideaba la próxima incursión, no me era difícil tocar las tetas de mi hermana Juli, pues tiene un sueño muy profundo, solo me servía de desahogo pera mis pajas, pasaron los días y yo seguía con mi costumbre, mi curiosidad hizo que cuando ya tenía mi mano el recuerdo grabado de la teta de Juli me intrigó que habría bajo el pantalón del pijama de mi hermana, la noche que aventuré la mano sobre sus sexo recibí la impresión de estar en lo más intimo de una persona, no osé en investigar más, me di por satisfecho cuando separé los labios y encontré el clítoris tibio de Juli.

La reacción mía fue rápida, salí corriendo de su habitación, cuando entré en la mía no había llegado a la cama cuando me estaba haciendo una paja monumental.

Una mañana entro en mi habitación cuando yo no estaba, buscaba un CD cuando encontró en mi mesita de noche unos calcetines resecos y acartonados, se los llevó a mi madre para que los lavara, mi madre no le dijo nada pero cuando llegué a casa mi padre me estaba esperando con los calcetines en la mano, la regañina fue brutal, me dijo de todo, los calcetines se tenían de pie solo de tantas veces que me había limpiado la polla con ellos después de una paja, cuando mi padre me dejó estaba hundido y abochornado.

Cuando cumplí los diecisiete años mi hermana empezaba a salir con chicos, a sus diecinueve años era bastante inocente en el tema sexual, todo lo que tenía de estudiosa le faltaba de coqueta y más de una ocasión me preguntaba que debía hacer cuando los chicos le acosaban pidiéndole salir o llevarla al cine, yo por supuesto le orientaba lo que podía, aunque a veces me desesperaba ante la falta de picardía y de la famosa “intuición femenina”, ella se regía por mis sugerencias y no atendía a lo que sus amigas le contaban, por otra parte no podía contar con los consejos de mi madre, pues era impensable que se hablara de sexo en mi familia, me tuve que arreglar para informarme yo y a la vez orientarle a Juli sobre lo que le depararía la vida.

Me preguntaba que ponerse para salir, para mí era un gran esfuerzo hacer de hermano mayor, por una parte era mi hermana, la quería como tal, pero a la vez tenía un cuerpo que era mi obsesión, yo le aconsejaba lo mejor que sabía para que vistiera lo más moderna posible pero sin ser provocativa, según veía a otras chicas le decía lo que se podría comprar, muchas veces me decía que se lo probaría delante de mí, yo tenía que reprimir mis manos, alguna vez se me habían escurrido bajo su camisa, para acoplarle el sujetador y había rodeado sus tetas con mis manos, el primer día que se puso una blusa sin sujetador, creí desfallecer cuando me dijo que debía hacer si los pezones le salían al entrar en un local frio, me dijo que en ese momento los tenía erectos, no tuve más remedio que comprobarlos y cerrando los ojos me concentré en que no se me pusiera la polla como una estaca mientras se los tranquilizaba dándoles calor con mis manos.

Una tarde me dijo toda excitada que había estado bailando con un chico, le gustaba mucho pero él le obligaba a pegarse a él y le restregaba la polla entre las piernas.

A mí me había visto muchas veces en slip y no había tenido la más mínima curiosidad sobre el sexo, pero ante la insistencia del chico quería saber que nos pasaba a los hombres que tanto insistíamos, yo me agobiaba pensando cómo podría instruirla sin demostrar  lo caliente que me ponía, habría dado lo que me pidieran con tal de que mi madre le hubiera dado una charla de mujer a mujer, pero no lo podía ni imaginar, el tema era tabú.

Estuve un rato dando excusas para no contestarle, pero ella quería que yo le explicara, era la única persona en quien confiaba, por supuesto sabía lo básico del sexo pero, ella se perdía ante las posibles situaciones que se le presentarían.

Al fin me decidí, me dije que haría lo posible, pero que no me respondía de lo que pasara, al ver la cara de ansiedad que ponía cuando me acerqué a ella, tragué saliva, mi hermana me esperaba en su habitación cuando de madrugada pasé con todo el cuidado, mis padres dormían cerca, quise que se iniciara de una forma de lo más inocente posible, no encendí la luz, me metí en su cama, la encontré bajo las sabanas con un pantaloncito y la camiseta que ya conocía, me acosté a su lado, una vez dentro me quité el slip, antes de nada le dije…

--- Mira Juli, quiero que sepas que estoy más nervioso que tú, y que te quiero más que a nadie, esto lo hago por bien tuyo y porque me lo pides, pero ten en cuenta que al fin y al cabo soy un hombre y tú una mujer muy atractiva, te pido perdón de antemano si paso la raya.

La única contestación de mi hermana fue darme un beso en la mejilla, le cogí de la mano y estuve unos minutos mirando al techo oscuro, oía la respiración agitada de Juli, cuando se volvió hacia mí, me puso la mano sobre el pecho, yo sentía las tetas presionando mi brazo y sus muslos los míos, antes de que mi polla se pusiera como un poste le cogí la mano y la puse sobre mi pubis, la dejé enredando sus dedos entre mis pelos, la dejé hacer, no tardó en bajar la mano y pasarla sobre mi polla todavía dormida, yo estaba solamente pendiente de no tener una erección, prefería que lo hiciera ella y notara como crecía en su mano, solamente la sostuvo entre sus dedos, sin moverlos, pero poco a poco notó como el volumen aumentaba hasta abrirle la palma de la mano, noté como extendía los dedos como tomando medida, después la rodeó con los dedos y paseó la mano a lo largo de ella, al descubrir el glande descubierto lo apretó lo suficiente para que abriera su agujero goteando liquido pre seminal, en su ignorancia creyó que era semen y quito la mano rápidamente, a esa alturas decidí que tenía que instruirla y no dejarme llevar por la situación, le explique las consecuencias de la erección y de las caricias que me estaba dando involuntariamente, le expliqué del riesgo que corría si seguía acariciándome, pero ella quiso seguir hasta el final para ver la consecuencia lógica, le fui explicando cuando mi glande palpitaba como un loco que iba a correrme y no paró hasta llenarse la mano de leche hasta la muñeca, me dio un beso en la mejilla, me dijo que era un buen chico.

Aunque notaba el calor de su entrepierna pegada a mi muslo y sus tetas presionando mi brazo, me incorporé y salí de la cama, no me puse el slip, pues no habría podido de la polla tan excitada, cuando llegué a mi cama, seguía empalmado por lo que cogí la polla, le apliqué un duro castigo hasta hacerla escupir otra andanada de leche.

Fue una temporada muy excitante y muy sufrida por mí, cada vez se complicaba más, y yo ni podía ni quería negarme, cuando me dijo que necesitaba un masaje, no me pude reprimir, llevaba más de dos días sin pajearme y después de presionar los dedos sobre su espalda y hombros, solo oía los suspiros que salían de sus labios, nadie pudo evitar que no descendieran por delante de ella hasta rodear sus pechos duros, solo fue un breve instante, lo suficiente en notar sus pezones explotar entre mis dedos y oír un gemido profundo que salía del fondo de su ser, en seguida los solté y le besé la frente mientras su mirada se clavaba en mi suplicante.

Yo vivía en una nube, siempre que estábamos solos estábamos pegados, aunque solo fuera con la mirada, necesitábamos el contacto físico, yo me habría conformado en estar toda la vida en esta situación, era un sueño.

Pero todo no dura eternamente, una mañana oí a mi madre hablando por teléfono con una amiga intima que hacía tiempo que no se veía, me gustó lo alegre que se notaba, le ponía al día de su vida, entre otras  cosas que le oí decir era que su matrimonio era como todos, después que había nacido Juli, de un parto difícil, le tuvieron que quitar la matriz, ya nada había sido lo mismo, aunque al llegar yo se había arreglado un poco, yo me alegré de oírlo.

Al cabo de unos días estaba yo intentando dormirme sin pensar en las tetas de Juli, cuando caí en la cuenta, si a mi madre la habían operado después del parto de Juli, como me había tenido a mí?

Rápidamente mi cerebro empezó a cavilar a toda velocidad, mis nervios me pusieron a mil, no pude dormir toda la noche, me imaginé de todo, esperaba impaciente que se hiciera de día para preguntarle a mi madre mis dudas, a la vez no quería saber nada más, quería a mis padres como nadie, me habían criado y cuidado con todo el amor del mundo.

La contestación entre sollozos no hizo más que confirmar mis sospechas, era un niño deseado pero imposible, por lo que me adoptaron cuando me vieron, me habían querido como a su hija Juli, yo les dije que los seguía queriendo igual que antes, aunque me habría gustado que no hubiesen esperado tanto en decírmelo.

Después de este cambio, estuve unos días descolocado, esto duró hasta que me quedé a solas con Juli, estaba impaciente en contárselo, no sabía cómo decírselo, hasta que con un nudo en la garganta se lo confesé abrazado a ella.

Juli me estrechó y me prometió que eso no significaría nada entre nosotros, también me dijo que ella se había enterado un día antes cuando su amiga Maite, hija de la amiga de mi madre se lo contó al hablar con ella, había sido un shock para ella pero con lo que nos queríamos todo se salvaba.

Aún así tuve unos días taciturnos, la nueva situación me superaba, tenía sentimientos encontrados, mi hermana lo notaba y sufría.

Un día me dijo que nos habían invitado a comer en casa de su amiga Maite en su chalet de veraneo, me supo mal contrariarle, dada la ilusión que mostraba ante la idea de la excursión y accedí a ir con ella.

Cuando llegamos por la mañana estuvimos tomando un aperitivo en la terraza, era un día muy caluroso, el viento era caliente, por lo que estuvimos al fresco de la terraza entre árboles frondosos, Maite era muy abierta y simpática, nos acogió muy bien desde el principio, nosotros nos sentíamos como en casa, Ramón su novio, también era un chico muy amable.

Después de comer estuvimos jugando a juegos de mesa los cuatro bajo los árboles al lado de la piscina, con el calor que hacía llegó el momento que no se podía estar en ningún sitio fresco, los amigos de Juli nos propusieron bañarnos en la piscina, nos pareció ideal, pero nosotros no íbamos preparados de bañadores, nos quedamos unos segundos mirándonos hasta que Maite, con una mirada cómplice nos propuso bañarnos en ropa interior,

Yo miré a Juli, mi hermana se quedó pensativa, pero ante la insistencia de Maite y su novio, se animó.

Ramón el novio me dijo aparte…

--- Perdona Andrés, no he pensado que vosotros sois hermanos, la situación ha sido tan improvisada que lo hemos propuesto sin pensar, de todas formas si no os apetece, lo entenderé, luego se lo diré a Maite.

--- No te preocupes Ramón, lo primero para mí es hacer feliz a mi hermana, simplemente que no habíamos previsto la piscina.

Maite, fue la primera en romper el hielo, se quitó el vestido y salió al jardín en sujetador y bragas, lucía un conjunto negro muy bonito, estaba más atractiva que en bikini, tenía un tipo bien formado, delgada y morena, con unas tetas bastante elevadas y unas piernas muy largas, Juli también se sacó el vestido por la cabeza  y se quedó igual que su amiga, llevaba un conjunto blanco que le había aconsejado yo, estaba perfecta, su cuerpo no dejaba indiferente a nadie, un poco más rellena que Maite, con más tetas y unos pezones hinchados, Ramón me miró como diciéndome que había llegado nuestro turno, sin pensarlo se quitó la ropa y se quedó con un slip tipo bikini negro y yo con mi bóxer granate.

Nos lanzamos rápidamente al agua y estuvimos retozando en la piscina hasta que agotados salimos a la hierba, al salir Maite por la baldosa de la orilla con el impulso se le bajó el sujetador hasta dejar las dos tetas al aire, estaban duras por el fresco del agua y los pezones brillantes por el agua y la tensión que soportaban, al salir su novio, aunque lo disimiló llevaba una erección de campeonato, se cubrió lo que pudo y fue a acostarse sobre la hierba junto a Maite, Juli salió por la escalera metálica, estaba guapísima, las bragas al subirse enseñaban la mayoría de las nalgas y el sujetador blanco marcaban sus pezones como si fuera transparente, yo esperé un rato hasta que el bulto que me marcaba el bóxer de licra se rebajara un poco, me puse detrás de Juli, tumbado boca abajo con la excusa de tomar el sol por la espalda.

Las chicas a alguna distancia una de la otra hablaban en voz alta de sus cosas, nosotros permanecíamos callados, en un momento dado, las chicas dejaron de hablar, cuando me quise dar cuenta vi a Maite que estaba sin sujetador y con las bragas en las rodillas, pegado detrás estaba Ramón metiéndole la polla y empujándole con suaves movimientos, algún gemido de Maite me confirmaron la escena, miré de reojo a Juli,, yo estaba detrás de ella a cierta distancia, solo le veía los pies y sus piernas separadas juntarse en sus nalgas, cuando abrió las piernas en un movimiento nerviosos, noté que sus bragas aunque se habían secado por el sol estaban mojadas en la entrepierna, sus pies se movían nerviosos y el pecho se agitaba suavemente.

Sin duda estaba viendo como su amiga Maite y Ramón estaban follando a unos metros.

Cuando Maite tuvo un orgasmo, gimió varias veces y Ramón aceleró sus movimientos hasta que Maite le cogió la polla y se la mamó hasta llenarse la boca de leche.

No hubo comentarios de ninguno de los cuatro, unos por prudencia y otros por disimulo, cuando estaba anocheciendo nos despedimos, en realidad habíamos pasado un día estupendo.

Cuando volvíamos, mi hermana me preguntó si me había dado cuenta de la pareja, me hice el despistado y le dije que había estado durmiendo, al interesarme que había visto me dijo simplemente que Maite se había quitado el sujetador.

La carretera discurría paralelo a la playa, cuando vi un letrero sobre una tabla de madera que decía “salida a la playa” me dirigí por la salida hacia la playa, mi hermana me preguntó dónde íbamos, le dije que ahora vería una playa especial.

Yo conocía la existencia de una playa nudista cerca, aunque no sabía exactamente donde, pero no tardamos en llegar a una explanada que terminaba el camino, después de esto una extensión de dunas y un letrero casi ilegible que decía “playa nudista”, mi hermana me miró y me dijo que le gustaba, bajamos y nos quitamos la ropa, nos quedamos en ropa interior, solo estaba nuestro coche, estaba anocheciendo, al pasar por el letrero nos quedamos mirándonos y nos quitamos lo poco que llevábamos y lo dejamos en el coche, cogidos de la mano, fuimos por la arena blanda, hasta que llegamos casi a la orilla, no se veía a nadie, solo el haz de luz del un faro a la lejanía que nos barría a intervalos regulares, salimos corriendo hacia el agua, estaba tranquila como una balsa de aceite, cuando el agua  llegaba un poco más de la rodilla, la arena escondía un escalón que se hundía más de un metro, Juli se asustó y me abrazo, nos hundimos los dos abrazados, cuando hicimos pie, la arena subía en un banco a dos metros mar adentro, nos reímos por el susto, pero no nos soltamos, estábamos abrazados fuertemente, cuando me di cuenta mi polla saltó imparable al encuentro del pubis de Juli, ella se estrechó más separando las piernas lo justo para que se pegara a sus labios, para cerrarlas atrapándome, sus pechos se pegaban a mí y sus pezones rozaban los míos, sobre el banco de arena solo habían unos centímetros de agua, nos tumbamos sobre la arena y las pequeñas olas nos acariciaban la piel, era la primera vez que tenia las tetas de mi hermana en mis manos con todos los dedos apretando los pezones, ella lo agradecía sacando el pecho ofreciéndomelos, el pubis peludo y abultado que hasta ahora había recibido mis caricias furtivas, se abría gustoso para que mis manos lo separaran los labios y frotara el clítoris tan prohibido siempre, su vagina lubricada pedía a gritos que la penetrara, cuando caí sobre Juli, me recibió con las piernas abiertas, mi polla rozó su sexo, me levanté un poco de golpe, y le dije…

--- Perdona Juli, no me lo tengas en cuanta, me había olvidado que somos hermanos.

--- No te preocupes Andrés, si lo piensas un poco no somos hermanos de sangre, y yo tengo muchas ganas de tenerte dentro.

Toda mi resistencia pasó como la luz del faro, no había terminado la frase cuando me deslice entre sus muslos, ayudado del agua del mar metí la polla entre sus labios y fui resbalando hasta que encontré sus vagina, me dejé caer hasta que en dos golpes estuvo dentro de Juli, estaba radiante, me sonreía feliz, su pelo flotaba en el agua, sus tetas emergían del agua como dos islotes, mis huevos chapoteaban al entrar y salir en el agua y del coño solo salían burbujas, cuando mi hermana rodó sobre sí misma y me dejo bajo de ella mi polla parecía el faro lejano, el glande relucía en la noche y las tetas de Julia oscilaban entre mis manos, el primer orgasmo llegó al coño de Julia, cuando me cabalgaba frenéticamente, cuando llegó el mío, su vagina cubría mi polla hasta los huevos, un reguero de leche apareció en el agua alrededor de mi polla, estuvimos tumbados uno sobre el otro hasta que una ola un poco mas fuerte nos derribó.

El beso que me dio Juli, fue suficiente para ponerme la polla dura, estuvo de rodillas mientras le buscaba los labios con la punta de mi polla, cuando se la clavé sus tetas se movían de delante atrás rozando el agua, cuando se corrió se dejó caer sobre la arena, yo le seguí sin sacarla hasta que le volví a llenar de semen, cuando volvimos a la orilla, estábamos agotados, esperamos a secarnos, los pezones de Juli no se bajaron hasta que estuvimos vestidos dentro del coche, la brisa marina, los puso duros y salados hasta que con la lengua los apacigüé.

A partir de ese día procurábamos estar juntos, pero siempre alerta de ser descubiertos, estábamos probando a la vez los placeres del sexo, por supuesto no teníamos ningún remordimiento de nuestra relación, nos queríamos como hermanos, pero follábamos como amantes.

Cuando mi hermana tuvo que salir a otra ciudad cercana para seguir sus estudios, mis padres vieron muy bien que yo la acompañara y siguiera los estudios también en el piso que nos alquilaron.

La vida nos sonreía, pues libres de la atenta vigilancia de mis padres, teníamos toda la libertad para hacer el amor cuando nos apetecía.

Maite aunque vivía en otro piso nos visitaba a menudo con Ramón, nos llevábamos muy bien, había una gran complicidad entre los cuatro.

Una noche nos invitaron a su piso, cenamos con los preparativos que había previsto Maite, se le daba muy bien la cocina, Ramón se había ocupado de las bebidas, nosotros llevamos los dulces, después de la cena estuvimos hablando sentados en el sofá, la pareja se hacían carantoñas, Ramón no desaprovechaba la ocasión para besar a su novia y pasarle las manos por las tetas y el culo, yo el principio estaba violento pues Juli lo veía y se mostraba nerviosa, cuando Maite le puso la mano a Ramón sobre la bragueta y su chico le despaso el vestido sacándole las tetas, Juli se apretó a mí y cogiéndome la mano la apoyó entre sus piernas, mi polla no me cabía en mi bóxer, los muslos de mi hermana estaban calientes y lo suficientemente separados para que mi mano subiera hasta posarse sobre el monte de Venus, sus bragas estaban húmedas, yo estaba concentrado en mis progresos cuando besé en el cuello a Juli, fue como si le diera la corriente al encender un interruptor, su boca buscó la mía y me besó, mis ojos vieron de reojo como Maite le estaba mamando la polla a Ramón mientras éste le había bajado el vestido y le amasaba las tetas puntiagudas, nos deslizamos a la alfombra, Juli me bajó los pantalones y sacándome la polla se sentó sobre mí y se metió la polla ladeándose las bragas, Maite se tumbó a su lado, ya no llevaba el vestido, las bragas las llevaba en los tobillos y la polla de Ramón se balanceaba sobre los labios tibios del coño de su novia.

Juli me cabalgaba con entusiasmo, se quitó el vestido sobre la cabeza, se inclinó sobre mí y le solté el sujetador, sus tetas cayeron sobre mi cara, le mordí los pezones y me llené la boca de su aspereza, cuando tuvo su primer orgasmo se dejó caer sobre mí, yo la dejé apoyarse en la alfombra y me subí encima, cuando Maite tuvo un orgasmo, buscó con su mano la de Juli, las chicas se apretaron las manos acompañándose en el placer supremo, Maite me miró y me mandó un beso cerrando los labios a la vez que presionaba la mano de Juli, ésta me cogió la cara y me la dirigió a Maite, ésta me sugirió si quería ir con ella, mi hermana me animó cuando Ramón se bajó del cuerpo de Maite, atraído como hipnotizado cambie el cuerpo de Juli por el de Maite, ésta me recibió abrazándome y separando las piernas, me alojó en su vagina caliente, Ramón sin pensárselo ocupó mi lugar sobre Juli, cuando le entraba la polla en su coño mi hermana se relajó totalmente y separó las piernas mientras suspiraba profundamente.

Maite al ver el efecto que me hacía el ver a mi hermana con otro hombre, se metió mi polla en la boca, me hizo enloquecer como presionaba mi glande en el paladar con su lengua, casi no me dio tiempo a avisarle que me corría, pero no me sirvió de nada, Maite siguió chupando mi polla hasta que le llene de leche caliente, mi hermana estaba de rodillas con la cabeza sobre la alfombra, la polla de Ramón desaparecía a intervalos en su coño elevado, hasta que apretándose a sus nalgas la llenó de semen, cuando cayó desfallecida se tumbó al lado de Maite.

A partir de ese día nuestra relación se hizo si cabe más estrecha, no eran extrañas las veladas que organizábamos en una casa u otra, no habían diferencias entre nosotros,  estamos los cuatros completamente compenetrados, cuando nos reuníamos acabábamos follando unos con otros sin problemas, esto nos permitía llevar una vida muy feliz.

Maite era una chica muy alegre que hacía todo lo posible por hacernos felices y nosotros le correspondíamos de igual manera, Julí a su gran corazón se unía la facilidad en integrarse en el sexo y se llevaba muy bien con Ramón, a mi me hacia gustaba verla tan contenta con el grupo.

La verdad, no nos extrañó a Maite ni a mí cuando mi hermana cogida de la mano de Ramón, nos anunciaron que se habían prometido en matrimonio, no me supo nada mal, pues el chico era muy buena persona y hacía muy feliz a mi hermana, ya nos conocíamos lo suficiente, incluso en el sexo, era la persona más propicia que conocía.

Maite se colgó de mi brazo y me besó en los labios, nos fuimos a mi habitación y después de desnudarnos mutuamente estuvimos follando como si no hubiera mañana, cuando estábamos descansando después de corrernos, en la puerta se dibujó la silueta de Juli y Ramón, estaban también desnudos, Ramón cogió la mano de Juli y me la dio a mí, Maite abrió los brazos y atrapó a Ramón, nos tumbamos cruzados sobre la cama de matrimonio, cogí a mi hermana y cuando le metía la polla, me dijo al oído que era muy dichosa de que me pareciera bien su decisión, yo la abracé tiernamente, la besé cuando noté vibrar su cuerpo con los espasmos de un fuerte orgasmo, a nuestro lado, Ramón y Maite, seguían entrelazados, no tardaron en gemir de placer derritiéndose en el otro.

Cuando pasado un tiempo acordaron en casarse, lo organizamos todo juntos, el día de la boda fue el día más feliz de ellos y nosotros, cuando terminó la ceremonia y el banquete, los llevamos al hotel que les habíamos reservado, cuando cerraron la puerta de la habitación Maite y yo pasamos a la puerta de al lado, abrimos con la tarjeta y nos desnudamos, estábamos en penumbra sobre la cama cuando se abrió la puerta que comunicaba ambas habitaciones por dentro y aparecieron mi hermana y Ramón desnudos también, la cama de dos por dos se lleno de cuatro cuerpo que llenos de pasión que estuvieron follando hasta caer rendidos.

Yo estoy escribiendo este relato cuando noto como me vence el sueño, voy a volver a la cama, me espera el cuerpo tibio desnudo de Maite, sobre un sillón esta el velo de mi hermana y el ramo de novia, que le ha regalado, si se cumple el dicho la próxima boda será la nuestra.

Mañana se va la pareja de viaje de novios, les esperaremos con impaciencia….

Continuará.

Ruego sus comentarios.

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Me hicieron creer que era afeminado. (18)

Me hicieron creer que era afeminado. (17)

Me hicieron creer que era afeminado. (16)

Me hicieron creer que era afeminado. (15)

Me hicieron creer que era afeminado. (14)

Me hicieron creer que era afeminado. (13)

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Me hicieron creer que era afeminado. (2)

Me hicieron creer que era afeminado (1)

Viaje de un jubilado a La Argentina (50) FINAL

Viaje de un jubilado a La Argentina (49)

Viaje de un jubilado a La Argentina (48)

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Viaje de un jubilado a La Argentina (45)

Viaje de un jubilado a La Argentina (44)

Viaje de un jubilado a La Argentina (43)

Viaje de un jubilado a La Argentina (42)

Cada vez me encanta más la Navidad

Mi vecina de ático y sus habilidades.

Viaje de un jubilado a La Argentina (41)

Viaje de un jubilado a La Argentina (40)

Viaje de un jubilado a La Argentina (39)

El divorcio de mis padres me hizo feliz

Viaje de un jubilado a La Argentina (38)

Viaje de un jubilado a La Argentina (37)

Viaje de un jubilado a La Argentina (36)

Viaje de un jubilado a La Argentina (35)

Viaje de un jubilado a La Argentina (34) completo

Viaje de un jubilado a La Argentina (34)

Una Nochebuena especial

Viaje de un jubilado a La Argentina (33)

Viaje de un jubilado a La Argentina (32)

Viaje de un jubilado a La Argentina (31)

Viaje de un jubilado a La Argentina (30)

Viaje de un jubilado a La Argentina (29)

Viaje de un jubilado a La Argentina (28)

La conversión de mi hijo Eduardo

Viaje de un jubilado a La Argentina (27)

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Viaje de un jubilado a Argentina (2)

Viaje de un jubilado a Argentina (1)

Mis primas de la capital (30) y FINAL

Mis primas de la capital (29)

Mis primas de la capital (28)

Mi timidez y mis tías (50) y FINAL

Mi timidez y mis tías (49)

Mi timidez y mis tías (48)

Mi timidez y mis tías (47)

Mis primas de la capital (27)Estaba muy agradecido

Mi timidez y mis tías (46)

Mis primas de la capital (26)

Mis primas de la capital (25)

Mi timidez y mis tías (45)

Mis primas de la capital (24)

Mi timidez y mis tías (44)

Mi timidez y mis tías (43)

Mis primas de la capital (23)

Mis primas de la capital (22)

Mi timidez y mis tías (42)

El tío Culebra me quitó el miedo a los reptiles 1

El tío culebra me quitó el miedo. (2)

Mi timidez y mis tías (41)

Mis primas de la capital (21)

Un jubilado en el cine

Mi timidez y mis tías (40)

Mis primas de la capital (20)

Un pastor en el camino de Santiago

Mis primas de la capital (19)

Mi timidez y mis tías (39)

Memorias de un abuelo (2)

Mi timidez y mis tías (38)

Memorias de un abuelo (1)

Mi timidez y mis tías (37)

Mi timidez y mis tías (36)

Mi timidez y mis tías (35)

Mi timidez y mis tías (349

Mis timidez y mis tías (33)

Mi timidez y mis tías (32)

Mi timidez y mis tías (31)

Mi timidez y mis tías (30)

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Mi timidez y mis tías (28)

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Mis primas de la capital (18)

Mi timidez y mis tías (26)

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Mi timidez y mis tías (24)

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Mi timidez y mis tías (18)

Mis primas de la capital (17)

Mitimidez y mis tías (17)

Mi timidez y mis tías (16)

Mis primas de la capital (16)

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Mis primas de la capital (15)

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Mis primas de la capital 14

Mi timidez y mis tías 11

Mi timidez y mis tías 10

Mi timidez y mis tías 9

Mi timidez y mis tías 8

Mi timidez y mis tías 7

Mi timidez y mis tías 6

Mi timidez y mis tías 5

Mi timidez y mis tías 4

Mi timidez y mis tías (3)

Mi timidez y mis tías 2

Mi timidez y mis tías 1

Mi coño conquistó New York. (2)

Mis primas de la capital (13)

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (3)

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (2)

Mi coño conquistó New York.Cuando decidí labrarme

Mis primas de la capital (11)

Mis primas de la capital (12)

Mellizos y gemelas, de gavilán a paloma.

Mis primas de la capitál (10)

Para un concierto lo mejor es un trío, o más.

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mis tetas decidieron mi destino por mí.

Entre mi padre y mi tía me quitaron mis complejos.

Mis primas de la capital (9)

Mis primas de la capital (8)

Ayudando a mi mamá

Mis primas de la capitál (7)

Mis primas de la capital (6)

Mis primas de la capital (4)

Mis primas de la capital (5)

Mis primas de la capital (3)

Mis primas de la capital (2)

Mis primas de la capital

Dos que valen por tres.

El chat me ayudó con mi sobrina (Continuación 2)

El chat me ayudó con mi sobrina (continuación)

Mi gran desgracia mi polla Final

Mi gran desgracia mi polla continuación

Mi padre y mi tio tienen los mismos gustos

He tenido mas corridas que km. en mi carrera

Mi gran desgracia .. mi polla

Me casé con una miss

Me gusta ser chófer (TOMO II)

Me gusta ser chófer (TOMO I)

Bienvenida mi jubilación

Tengo una familia atipica pero con mucha memoriT

Bienvenida mi jubilacion tomo 2

Mi primer viaje en avión

Desde el balnerario con amor

El chat me ayudo con mi sobrina