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El pacto. (09)

en Grandes Relatos

OTRO DÍA INFERNAL, AUNQUE, RECOMPENSADO.

                                                  En la mañana del miércoles no quería salir de la cama, estaba satisfecho y no era cansancio, era algo así como demostrarme que podía hacer lo que se me “cantaran las pelotas” pero, la tranquilidad no me duró mucho…  Ya comenzaban a escucharse autos, camiones y voces entremezcladas y me obligué a “despegarme” de las sábanas…  Me despabilé con una ducha y vi luego que Ana María me había dejado preparado el desayuno…  Comí tranquilo y no salí de la casa hasta después de pasadas las nueve…  Los albañiles ya estaban trabajando en la casa de Carolina, otros ya metían mano en la ex casa de Ana María y ésta se encontraba con una de las mujeres y con el señor que las ayudaba a terminar y luego seguiría con el desmalezamiento del futuro camino de robles…  En el corral y la manga seguían trabajando los hombres que había contratado para el efecto Fernando, no era necesario darles indicaciones, marcaban a los animales y los soltaban en potreros apartando a los que serían vendidos y a los que quedaría en la Estancia… 

                                                  En la construcción para Carolina habían comenzado con las paredes exteriores e interiores e iban rápido porque eran como diez personas trabajando…  A media mañana me llamó Fernando por teléfono, había arreglado todo lo concerniente al SENASA, los veterinarios pasarían el jueves o el viernes y la hacienda que se debería vender sería revisada en el acopiador…  Le restaba ver el toro y las vacas y hacer las cosas para él, dijo que posiblemente volvería el jueves a media mañana o al mediodía…  Le avisé que no había ningún problema y que le avisara a la esposa…  No bien terminaba la comunicación telefónica con Fernando, vi venir el coche del Arquitecto y me puse a conversar con él…  Me pidió que lo acompañara a ver lo que estaba haciendo la gente y que después lo acompañara a ver las futuras edificaciones en los límites del campo para que corrigiera los lugares o le diera el visto bueno para empezar a hacerlas…

                                                  Le contesté que no habría problemas pero que la prioridad era la construcción del chalet-consultorio…  Lo tenía claro y no ponía inconvenientes a esto pero debía consultar con Carolina el tema de las aberturas, las mesadas y otros detalles ya que ella, para su casa propiamente dicha, quería espacios más abiertos, algo tipo loft o con arcadas…  Siendo así, nos fuimos hasta los límites de la Estancia…  Le acepté tres lugares, el cuarto debería cambiarlo pero apenas una treintena de metros y comenzaría con eso en unos siete días más…  Cuando regresamos era casi la hora del almuerzo y, desde distintos lugares, se sentía el agradable aroma de la carne cocinándose en los asados que se preparaban los trabajadores…  El Arquitecto no quiso quedarse a almorzar y me habló sobre la compra de los distintos materiales y del flete de los camiones para acercarlos… 

                                                  Ante esto me comuniqué con el Gerente del Banco local y quedamos de acuerdo en que el Banco abonaría las cuentas contra presentación de facturas, haciendo el débito correspondiente en mi cuenta corriente, sólo hasta el viernes en que me llegaría la libreta de cheques desde la central…  El arquitecto se fue conforme y me esperaba Ana María con una sonrisa satisfecha que no podía disimular…

  • “Buen día Guillermo o buen mediodía, ¿cómo estás?...  Tengo el almuerzo preparado en la casa nueva, estoy con Marta que es la señora que me está ayudando a acomodar después de la mudanza…  ¿Venís a casa o te sirvo en la casa grande?”…
  • “Hola Ana María, voy a comer con ustedes…  Veo que te movés mejor y tenés un lindo semblante”…
  • “Ya estoy recuperada al 100% y el semblante es lógico, me parece que después de lo de anoche cualquier mujer estaría felicísima… -bajaba los ojos pero la sonrisa y la alegría le brotaba por los poros-…  Por si te interesa “patroncito” llamó Fernando y no regresa hasta el jueves al mediodía”, -me lo dijo con toda la picardía, seguramente más que deseosa de repetir-…
  • “Luego vemos porque creo que regresa Carolina con mi hijo y eso me puede impedir visitar otra vez el delicioso culito que tenés”…
  • “Guillermoooo, ¿qué me decís?...
  • “¿Por qué, te molesta?...
  • “Nooooo, para nada, me recalienta y me va a costar aguantar hasta la noche”…  Nos reímos con ganas y nos fuimos a almorzar…

                                                  La señora que esperaba, de nombre Marta, resultó ser muy dada y simpática…  Primero mostró un cierto temor y recato, después se soltó al ver que yo le daba pie para charlar y bromear…  Le expresé el mismo discurso que para todos y me afirmó que no esperara problemas ni desubicaciones de parte de ella…  Tenía 29 años y era la que estaba separada desde hacía dos años y contó gran parte de sus penurias al lado de un hombre golpeador y luego que pudo sacárselo de encima no había tenido ni conversaciones con ningún otro hombre…  Vivía sola en el pueblo, no tenía parientes aquí, sólo unos tíos en un pueblo vecino… 

                                                  Yo la miraba mientras hablaba y aparte de un bonito rostro, aunque estaba enmarcado en una cabellera larga y algo descuidada, tenía ojos negros, grandes y brillantes junto a una boca de labios medianos, especiales para pecar, aún a pesar de la falta de afeites y maquillajes…  Las tetas se disimulaban con una camisa holgada pero las imaginé abundantes y con pezones seguramente renegridos y que se harían notar, el jeans delineaba una linda cola y piernas largas de tobillos finos, los pies no lucían porque las zapatillas daban lástima…  Antes de que comenzara a ponerse nerviosa por mis miradas, le dije:…

  • “Es una pena Marta que no hayas podido rehacer tu vida y disculpame la franqueza pero un poco te has dejado estar, podrías lucir mucho más bonita que lo que muestras”…  Ana María me miró y se sonrió compinche y cómplice…
  • “Es que no se puede, señor, lo que pasa…”…
  • “Guillermo, Marta, Guillermo, recordalo”…
  • “Ahh, sí, no se puede Guillermo, sin trabajo fijo, haciendo algunas changas o limpiando casas es difícil, hay que comer, pagar el alquiler, tratar de calzarse, no es fácil”…
  • “No me lo digas, yo me jubilé siendo empleado y sé lo que es eso pero ahora vas a tener la oportunidad de tener una pequeña “venganza” personal para con vos misma…  Ya tenés trabajo fijo, un sueldo más o menos bueno, tendrás la ropa y el calzado para trabajar, casa y comida no vas a pagar, atención médica y remedios en casa, a cambio, lo único que pido es buena onda, ganas de hacer las cosas y los problemas personales y amoríos atrás de la tranquera”…
  • “En realidad Guillermo para el sueldo que da y lo que ofrece, no pide nada ilógico, hay otros que exigen más y no dan ni una décima parte…  Es una suerte que me hayan aceptado”…

                                                  Yo la miré a Ana María que escuchaba atentamente y me jugué a bromear con ella con algo que sólo ella entendería…

  • “Le vas a tener que rendir cuentas a Ana María y mirá que ella da un ejemplo muy difícil de imitar, anoche después que ustedes se fueron, me hizo la cena, me dio algo exquisito para comer y siguió trabajando a destajo y con placer, estoy seguro que se acostó desparramándose en la cama y no ha podido dormir casi nada, como si la estuviera viendo pero, ya la ves, fresquita como una lechuga y dispuesta a seguir con todo lo suyo y siempre dando un poco más, estaba tan acelerada y complacida con lo que hacía que me decía “patroncito” para apurarse y terminar todo lo suyo”… 

                                                  Ana María hacía esfuerzos para no sonrojarse y movía su culo y piernas en la silla en forma imperceptible para Marta que estaba sentada al otro lado de la mesa, me miraba seria pero los ojos le brillaban con una lujuria que le costaba mantener…  Marta ajena a todo esto, me contestó…

  • “Ya lo creo, ya vi que había acomodado muchas cosas que trajimos, va a ser difícil emparejarla trabajando”…
  • “Desde ya te digo que si pero si ella confía en vos, por algo será, ¡ahh!, acordate que tenés que pasar por el Salón de belleza…  Ahora me voy a dormir un rato la siesta, cualquier cosa que necesites, ya sabés Ana, vas y me avisás”…
  • “Si Guillermo, de acuerdo” -dijo Ana María y me fui rápido antes que me saltara encima para violarme-…

                                                  El cuarto estaba en penumbras y habré dormido unos 40 minutos, me desperté con la maravillosa sensación de una mamada y las caricias de dos manos sobre mi estómago…  Con medio miembro dentro de su boca, los ojos de Ana María parecían alumbrarme y su cuerpo totalmente desnudo me hizo despertar rápido…  Me miraba y se esmeraba en tragar todo lo que podía mientras movía la lengua en el interior de su boca acariciando el glande…  Lo sacó despacio de su boca y me dijo:…

  • “Sos muy malo, me dejaste recaliente, no sabía cómo rogarte para venirme a dormir con vos…  Necesito que me cojas, por dónde sea pero necesito tenerte adentro de mí…  ¿Con qué agujero querés que te haga acabar?”. 

                                                  Le dije que siguiera un ratito más con la boca y luego me montara…  Volvió rápido a su trabajo oral y no sólo había aprendido un poco más sino que lo disfrutaba ensalivándolo y tratando que llegara a su garganta, cuando comenzaba a entusiasmarse mucho, le pedí que lo dejara o me haría terminar.  Luego, en un movimiento ágil, pasó las piernas a los costados de mi ingle y se “embocó” solita dejándose caer lentamente…  El gesto de dolor inicial pronto pasó al olvido, ya era puro y absoluto gozo, en la mitad se detuvo y me dijo acariciando mi pecho…

  • “Nunca podré explicarte lo que se siente al tener tu pija ahí adentro”… 

                                                  Se dejó caer y pegó sus nalgas a mis huevos, había entrado toda y luego de morderse los labios mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, comenzó a moverse como si estuviera cabalgando…  Al poco tiempo clavó sus uñas en los costados de mi cuerpo y su vagina me dio un apretón delicioso, empapó mi ingle con sus flujos y temblaba agitándose y mordiéndose los labios para no gritar…  Siguió moviéndose unos instantes, paró, se giró y poniéndose en cuatro me pidió que le diera por el culo…

  • “Rompeme el culo “patroncito”, perfóralo, hacelo hablar, llenámelo de leche, por favor, quiero sentirla caliente muy adentro”…

                                                  Estaba “desatada” casi convertida en una fiera sexual y no me desagradaba para nada…  Me puse detrás de ella, lubriqué la zona con sus flujos metiendo primero uno y luego dos dedos, ubiqué el glande en su agujerito palpitante y la enfundé de una y sin parar hasta hacer contacto con sus nalgas…  Previendo algo por el estilo manoteó su pantalón y lo mordió fuerte evitando que el grito que seguramente daría se extendiera por toda la Estancia…  Paré apenas unos segundos y comencé un movimiento de avance y retroceso que la llevó a delirar y explotamos juntos en un orgasmo simultáneo…  Se salió rápido, giró y me besó profundamente sin olvidar de usar toda la lengua…  Las lágrimas en su cara denunciaban que no le había sido fácil pero acabó siendo más el placer…

  • “Disculpame Guillermo, no me pude aguantar, me hiciste recordar todo lo de anoche y eso es difícil de tolerar, necesitaba sentirte”…
  • “No hay problemas, me gustó mucho y gocé un montón pero vas a tener que acostumbrarte a que no siempre se podrá…  Por otro lado, yo soy casado y algún día aparecerá mi mujer, además, hacete a la idea que no vas a ser la única y no quiero escenas de celos o berrinches, ya sabés como pienso al respecto”…
  • “Quedate tranquilo, eso ya me lo imaginaba, no por nada estás formando un harén, lo único que te voy a pedir, no a pedir no, a rogar es que no me dejes de lado y que alguna vez tengas ganas de estar conmigo…  Yo voy a vivir con esas ganas, vos sólo tenés que pedirlo, ¿puede ser?...
  • “No tengas dudas de eso pero no quiero tampoco problemas de convivencia entre vos y tu marido”…
  • “¿Qué me decís?, yo soy una mujer casada, muy de mi casa”…  Se levantó riendo, me dio otro beso y fue al baño a lavarse, luego salió llevando un cesto de ropa para tender…
  • “Esto es por lo que vine” -dijo y se fue moviendo ese hermoso culo complacido-…

                                                    Ya no pude seguir durmiendo, había venido el técnico a instalar la computadora y traía consigo a los técnicos de la empresa de las antenas satelitales y al electricista que vería de colocar las columnas de alumbrado…  Charlé con ellos, arreglamos los números de los materiales y sus honorarios y mientras buscaban el mejor lugar para colocar las antenas, me fui caminando hasta la tranquera de entrada a fin de que viera por donde se colocarían las columnas y cuales convenían colocar…  Nos decidimos por columnas metálicas de las utilizadas en el alumbrado público pero el bastidor con las lámparas sería más moderno y daba mejor luminosidad… 

                                                  El Electricista consideró que era mejor colocar una columna cada veinte metros pero enfrentadas, iluminarían igual y no se utilizaban tantas…  Serían como veinte para los metros a cubrir, yo compré treinta columnas completas y las que sobraran serían colocadas en otros lu-gares a elección…  El viernes comenzarían con el trabajo y él traería al personal y los equipos…  Luego me llamaron los técnicos de las antenas, iban a colocar una antena provisoria para ver cómo funcionaba la señal pero me recomendaban comprar un último modelo de antena, más cara pero no necesitaba mantenimiento y la señal no fallaba ni por baja tensión ni por tormentas eléctricas…  Por supuesto esa era la que colocarían…

                                                  Ya eran las 16.30 y salí a despejarme un poco de todos los quilombos que, por momentos, parecían acumularse pero a la vez entendía que los iba solucionando a medida que aparecían…  Estaba en eso y vi venir a Ana María corriendo y me llamaba agitando un brazo…  Cuando llegó a mi lado recuperó un poco el aliento y le pregunté:…

  • “¿Qué pasa?...  ¿Qué necesitás?”...  Me miró sonriendo con picardía…
  • “La verdad, un culito nuevo, el que tengo está destruido…  No, no, fuera de broma, no te enojes, era para decirte que acaban de llamar de la Estación de Servicio para saber si vas a querer que te manden el combustible”…
  • “¿Qué combustible?, no sé de qué me hablás”…  

                                                  Pensé que era otra broma porque aún me sonreía por su salida anterior…

  • “Es que se nos pasó por alto ese detalle, detrás de la edificación con las garrafas para el gas, hay enterrados dos tanques de combustibles para el uso de los vehículos y las maquinarias de la Estancia…  Uno es de gasoil y el otro de nafta especial que se extraen con una bomba manual”…
  • “Menos mal que no explotaron, ¿es seguro eso?”…
  • “Sí, cumplen todas las normas y quieren saber si mandan el camión porque está listo para salir…
  • “Si, decile que lo manden y después vamos a charlar de esos “olvidos” para descubrir si no hay otras sorpresas dando vueltas”… 

                                                  Esto se lo dije serio, acusó el impacto y trató de disculparse por ella y por el marido y mirándola fijamente le dije: “Después, Ana María, después”…  Se iba caminando cabizbaja y mal por tener que recibir un reto por culpa del marido y la volví a llamar con gesto adusto…

  • “Ana María vení, este “olvido” me lo voy a cobrar y me lo voy a cobrar pronto con un culito destruido que anda moviéndose por aquí pero no quiero más estas sorpresas”…
  • “Sí, sí, estoy segura que el culito pagará con gusto Guillermo y quedate tranquilo que no hay más sorpresas”…  Se fue moviendo su llamativo culo y con una alegría que no podía disimular…

                                                  Volví a la casa, calenté el agua, llené el termo y me puse a tomar unos mates bajo el alero principal…  La gente ya estaba por irse y la llamé a Ana para que les pagara a todos el día de trabajo, después seguí solo acompañado por el mate…  A eso de las 18.00 arribó el camión con el combustible, descargaron todo en el lugar que debían, no sin antes controlar que estuviera todo limpio y en condiciones, les pagué y me di cuenta que quedaba efectivo sólo para dos días más, debería retirar más… 

                                                  A la hora, cuando se retiraba el camión de combustible ingresó un móvil policial, junto al conductor venía un Capitán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en realidad el Grado antiguo era el de Sub Comisario y era el encargado de los  destacamentos policiales del pueblo (había dos destacamentos el Nro. 1 y el Nro.2)…  El susodicho pidió hablar con el dueño, me presenté y se presentó como el Jefe Policial de la zona, demostrándose un tanto prepotente en el trato…  Según él, había hablado con el Intendente de mí y este le había dicho que yo lo había tratado mal y en el pueblo no se acostumbraba a destratar a las autoridades… 

                                                  Me pidió de malos modos que tratara de no repetir el mal trato para con el Funcionario ni para con nadie evitando que en lo sucesivo nadie de la Estancia tuviera ningún problema…  Yo lo escuchaba sin decir nada, conocía muy bien el proceder de estos “chupaculos” pelotudos y les iba a costar caro lo que pretendían hacer…

  • “Entiendo el mensaje pero no sé porqué el Intendente lo manda al Jefe Policial a decírmelo, ya que usted no depende de esa autoridad política, es decir de ese idiota que se cree Político”…  Ese hombre había perdido mi consideración y desde ahora mi respeto, del mismo modo en que lo ha perdido usted por venir a prepotearme a mi casa y desde ya ambos tienen la entrada prohibida a mi propiedad, aunque, antes de irse, permítame que voy a hacer una llamada telefónica porque yo las cosas las hago de frente y no por “mandaderos””…
  • “Llame a los Abogados o los amigos que quiera pero desde ya le aviso que con esa actitud de soberbia va a tener problemas conmigo y con toda la Policía de la zona”… 

                                                  Ignoré el comentario y llamé a la persona que tenía que llamar…

  • “Hola José, habla Guillermo, ¿qué hacés tanto tiempo?... menos mal que te ubico en este teléfono…  Si, ya sé que es sólo para los amigos…  No, ya sabés que yo no jodo con pavadas, sé dónde estás y sé los quilombos que tenés, te cuento rápido, gané en la lotería y me compré una Estancia en tal pueblo, resulta que el Intendente “fulano de tal” es más que idiota y ahora encima ha mandado al Jefe del Destacamento Policial con otro efectivo para que me pegue un “apreté” y encima acaba de amenazarme…  ¿Me podés decir que hago al respecto?...  ¿Qué te lo pase, querés hablar con él?, yo te lo paso pero no creo que te quiera dar pelota, no le importa ninguno de los amigos que yo pueda tener -lo dije mirándolo a la cara al Capitán-, bueno, te lo paso”…
  • “Capitán, el señor José xxxx, Ministro de Seguridad Interior de la Provincia de Buenos Aires quiere hablar con usted”…  Era la Autoridad Policial más alta de toda la Provincia, me pareció que temblaba al tomar el teléfono…

                                                  Mi teléfono tiene un buen parlante, se escuchaban los gritos del Ministro y al Capitán, blanco como un papel, se le “quemaron todos los papeles”…  No sólo lo hizo responsable de mi seguridad personal y de todo lo que correspondiere a la Estancia y su gente sino que le ordenó que se presentara en la Sede del Ministerio, distante a 600 kilómetros, a las siete de la mañana, a efectos de recibir órdenes para su traslado inmediato…  Sin saber que contestar, me devolvió el teléfono al que le conecté el altavoz…

  • “Guille, querido, quedate tranquilo que allí no te jode nadie más, ahora mismo voy a hablar con la Gobernadora para ver cómo está la situación de este idiota en la Intendencia, ya que tampoco infiere políticamente”…
  • “Gracias José, no te quería molestar pero, me vi obligado, ya sabés que me jode mucho que me presionen, mucho más si son ineptos…  Claro hombre, vení cuando quieras a comerte u rico asado, te paso como llegar por mensaje pero… como amigo, no vengas como Político porque no te voy a dar pelota…  Jajaja, chau, un abrazo”…  

                                                  Colgué y me giré hacia el Capitán…

  • “¿Qué me decía Capitán?...
  • “No nada señor, disculpe que lo hayamos molestado, me equivoqué feo por darle pelota al Intendente, ¿le puedo pedir por favor que hable con el Ministro para que se revea lo del traslado?, tengo a mi familia y mis hijos en el pueblo y sería todo un trastorno”…
  • “Está bien, trataré de hacerlo entrar en razones por su familia pero usted no lo merece porque no supo hacer su trabajo como corresponde…  Tengo muchos años de trabajo en el área de Seguridad como para saber que antes de actuar uno tiene que averiguar primero el terreno que pisa…  Vaya que veré que puedo hacer y de paso avísele al Intendente que por lo que me dijo el Ministro lo menos que van a hacer es mandarle una Auditoría Interna y me gustaría ver como se “hamaca” allí y que no se le ocurra venir a “pedir la escupidera”…  Yo sólo pretendía ayudar al pueblo mejorando la Sala de Primeros Auxilio y salió a refregarme todas las  pelotudeces que se acostumbran antes de “coimear”…  Buenas tardes Capitán”.

                                                  Subieron a la patrulla y se fueron rápido…  Yo me sentí satisfecho y ni en pedo llamaría al Ministro para que cambiara lo del traslado, se notaba acostumbrado a actuar con “aprietes” y seguramente querría defender sus “ingresos extras”…  En definitiva, a posteriori, inauguraron una nueva Comisaría, removiendo a todo el personal antiguo y sí, “algo” tuve que aportar como donación pero nunca más me molestaron…  El Intendente fue removido por “Mal desempeño como Funcionario Público”, “Malversación de fondos públicos” y “Enriquecimiento ilícito”, por esto fue condenado a 5 años y quedaron otras causas pendientes de investigación…

                                                  Las funciones de Intendente las ejerció el 2° Concejal, ya que el primero cayó también en la “volteada”…  El nuevo Intendente cumplió bien sus funciones siguiendo las directivas de su Partido Político y luego, ya contaré más adelante lo que pasó después…  Nunca me permití, así se lo hice saber a todos, incursionar en la Política y tomar parte por uno u otro, había mucho Mundo por recorrer y muchos culos por conocer antes de entrar en ese “manoseo”.

                                                  Siguiendo con el relato de lo que verdaderamente me interesaba, la vi venir a Ana María y me preguntó temerosa que pasaba con la Policía…

  • “Nada Anita, nada, vinieron por lana y salieron trasquilados… trato de no joder a nadie pero tengo muchos conocidos a los que no les gusta que me jodan…  Lo mandó el Intendente a amenazarme tal como deben hacer con los dueños de otros campos y lo hice hablar por teléfono con el Ministro de Seguridad, mañana lo manda al lugar más remoto de la Provincia y al Intendente le van a mandar una Auditoría…  Por las buenas, podemos conversar, por las malas, tengo como defenderme, espero que no me jodan más…  ¿Ya se fueron todos, les pagaste?”…
  • “Si, ya se fueron y les pagué a todos…   Jajajaja”…  

                                                  La miré como preguntando por qué se reía…

  • “Resultaste ser un lobo disfrazado y me encanta tener un “patroncito” así”…
  • “No jodas con la palabrita que se te va terminar escapando y vas a tener problemas”…
  • “No, quedate tranquilo, sólo la uso íntimamente con vos y cuando quiero sentirme una ovejita descarriada”…
  • “Se me “destapó” la paisanita”…
  • “La culpa la tenés vos que “despertaste” a la hembra pero, es extraño, siento que con nadie más me animaría”…
  • “Dale andá para adentro que como Gonzalo todavía no viene, vamos a cocinar algo y tengo ganas de besarte y acariciarte los tetas”…
  • “Ves, ves, ya me mojé toda”… Salió hacia la casa grande corriendo y riendo…

                                                  Entrando a la casa llamó Gonzalo, me avisaba que estaba en camino y llegaría un poco después de las 22.30…  Tenía más de dos horas por delante y me pensaba “devorar” a una oveja…  Entré y la encontré en la cocina cortando ya unos tomates, me acerqué por detrás, le apoyé a “mi amigo”, totalmente despierto bajo el pantalón, en la raya de sus nalgas y pasando las manos hacia adelante, la abracé apretando sus tetas y me di cuenta que no llevaba sujetador…  Apreté sus pezones durísimos y no pudo reprimir un gemido de satisfacción…  Estuvo un rato así, gozando de mis caricias y moviendo el culo para sentir toda mi dureza, luego se giró…

  • “Tengo ganas de ir a la cama pero nos pueden descubrir, dejame que te la chupe, quiero tomarme toda tu leche de “lobo””…
  • “Me acaba de avisar que vienen en dos horas y yo te quiero desnuda para cogerte como más te guste”…
  • “Siiiii, “patroncito”, si, cogeme urgente, rompeme todos los agujeritos, ya, ya, yaaaa, metela, ya, necesito tu pija”… 

                                                  No le daban las manos para desnudarse y para sacarme la ropa a tirones, en segundos la tuve desnuda frente a mí con toda su belleza de hembra en celo, me besó apasionadamente y se aferró a mi miembro haciéndome una paja en que alternaba apretones con subidas y bajadas, dejó mi boca y se arrodilló para engullirse el miembro hasta lo más profundo de su garganta y ahora fui yo el que gimió por lo placentero que me resultó…  Fueron dos o tres veces así y le pedí que parara, que fuéramos a la cama…  Tomó sus ropas y caminó adelante pidiendo que le apretara las nalgas con mis manos…  Luego, parados al borde de la cama, me abrazó del cuello y saltó cruzando sus piernas en mi cintura…

  • “Metela así, no me hagas esperar, estoy hirviendo -y trataba de acomodar su vagina a mi glande, lo logró y bajando su cuerpo se penetró sola hasta que hice tope-…  Más, más, la quiero más adentro”, me decía moviéndose como una anguila… 

                                                  Yo quería cogerla por la boca y pensaba terminar parte de la faena allí…  La solté sobre la cama y se salió de mí…

  • “Me pediste leche de “lobo” y vas a tener leche de “lobo”, acercate al borde de la cama y deja que la cabeza cuelgue, te voy a coger por la boca”…
  • “Si, mi macho “alfa”, cogeme como quieras pero cogeme ya por donde se te ocurra, me babean hasta las orejas”…

                                                  La posición era ideal y comencé a penetrar su boca, llegaba hasta su garganta y salía en un ritmo lento (pensar que la noche anterior apenas entraba la mitad, lo que puede la calentura, ¿no?)…  Entrando y saliendo me dejé caer un poco sobre ella y apreté su clítoris con dos dedos, el chorro de flujo y las contracciones de su cuerpo no se hicieron esperar, luego comencé a entrar y salir con dos dedos en su vagina y aceleré las entradas y salidas de su boca tratando de no ahogarla…  Después de un rato y de dos orgasmos más de ella que tampoco pudo gritar, entré profundo y acabé en lo más hondo de su garganta, nada salió hacia afuera de su boca y sólo la dejé cuando sus puños golpearon mis piernas…  Su cara estaba roja y corrían lágrimas hacia sus orejas pero, se recuperó rápido, me tomó de la mano y me llevó con ella hasta el medio de la cama, abrió sus piernas y me urgió…

  • “Metela rápido antes que se te baje”…  Yo sabía que no se bajaría, seguía dura, mi pija y yo queríamos más…
  • “No se va a bajar, cariño, disfrutala que hoy es toda tuya”… 

                                                  La penetré con ganas y volvió a gritar pero no fue de dolor, sólo fue un gemido fuerte y alto…  El bombeo fue con todas mis ganas y sus pezones parecían tintinear entre mis dedos, luego de dos orgasmos más o menos fuertes que no pudo terminar bien porque yo no paraba y la terminación de uno se empalmaba con el otro, tuvo otro más pequeño, se abandonó relajando todo el cuerpo y cerró sus ojos…

  • “Cariño, ¿estás bien?, yo todavía no terminé”…
  • “Noooo, ¿cómo hacés?, yo no puedo más”…
  • “Vas a tener que poder, vos quedate así”… 

                                                  Coloqué sus piernas en mis hombros y como la zona estaba lubricada por demás, busqué con confianza mi agujerito preferido…  Aquí no me apuré, me tomé todo el tiempo para que la sintiera centímetro a centímetro y la sintió…

  • ““Patroncito”, me estás rompiendo el culo en cámara lenta, me gusta, me gusta, más adentro, ¡por Dios! como gozo sintiendo que entra tu pija en TU culo, sólo tuyo, vos te hiciste su dueño, de cualquier forma en que te metas ahí me encanta, metela más adentro, rompelo que quiero sentir el dolor y el placer” y se afirmaba en los codos para tratar de empujar su pelvis… 

                                                  Decididamente, no era la Ana María que había conocido hacía sólo unos días…  Me tomé de sus muslos y el movimiento se hizo constante y profundo, no me quería aguantar y sabía que cuando le llenara el culo de leche, ella explotaría en un orgasmo…  Así sucedió y la inundé acabando en lo más profundo, ella gritó fuerte, se contorsionó e inmediatamente rompió en llanto…  Salí de ella, besé su cara y se la acaricié, sabía que no era un llanto doloso, sus ojos demostraban la felicidad que sentía…  Me abrazó con fuerza y me dijo gracias, estuvo un rato así y luego se levantó y fue a bañarse…  Entré detrás de ella y esta vez el baño fue sólo con mimos y besos…  Para mejor Carolina y Gonzalo nos dieron tiempo a cenar tranquilos y solos los dos…  Después de cenar, recogió los platos, me besó y se fue para su casa…

                                                  Al rato llegaron Carolina y Gonzalo, cansados del viaje pero contentos…  Carolina porque había firmado todos los papeles y aunque hasta la sentencia definitiva de divorcio sólo le restaban treinta días el Abogado había logrado el “común acuerdo” y la sentencia era un hecho irreversible…  El “ex” no la había molestado y por medio de su Abogado había aceptado el 90% de los muebles que le quedaban en la casa, ellos lo habían tomado como un triunfo porque no había otros bienes para repartir ya que el coche era de ella desde antes de casarse…  Ella trajo su computadora de escritorio, su notebook, algunos libros, ropa y calzado, todo lo demás que necesitara lo compraría a gusto para su nueva casa…  Había renunciado a sus trabajos sin decirle a nadie donde se instalaría, viviría o trabajaría, con una sola salvedad…

  • “Guillermo, te tengo que comentar que hubo una persona a la que le dije donde estaría, con quien y dónde ubicarme…  Tengo plena confianza en ella, es mi mejor amiga desde que éramos chicas y además, hay otras cosas que me enteré conversando con ella que después tenemos que charlar”…
  • “Por mí está bien, en tanto y en cuanto no te traiga problemas”…
  • “Olvidate, es de fiar y ya me dijo que en algún momento se vendrá a pasar unos días conmigo porque, según parece también te conoce muuuuyyyy biennnn”…  Me lo comentó con un tono muy pícaro y con los ojos brillantes pero, aún cuando me intrigó no quise seguir preguntando debido a la presencia de Gonzalo…
  • “Ya me imagino quién”, fue lo único que le contesté pero no tenía ni idea…  Luego se fue a la cocina a calentar la comida que Ana María había dejado preparada…

                                                  Quedó Gonzalo para contarme, lo primero que me dijo es que sus “amigotes” le habían dicho que se despreocupara respecto al “trabajo” solicitado y estaban a disposición para cualquier otro “pedido” que surgiera…  Era bueno saberlo, seguramente algunas cosas tendría que hacer para borrar nombres de “la lista” pero eso se vería con tiempo, en lo inmediato quería saber que había pasado con mi otro hijo…

  • “El tema es como te lo conté pa’, él está esperando la resolución del Juez para proceder con la nena, seguramente le van a sacar unos cuantos Pesos pero eso ahora es lo que menos calienta…  Hasta que me vine no había ninguna novedad sobre el “ex” cuñado ni sobre Lucía ni sobre los padres de ella, el negocio sigue cerrado y no quise averiguar más con un amigo policía que tengo en esa ciudad porque no me pareció conveniente”…
  • “Hiciste bien, ¿cómo está tu hermano?, ¿está tranquilo?”…
  • “Está bien, renunció a sus trabajos, compró un coche japonés usado del año anterior y estaba a la búsqueda de una casa para poder mudarse tranquilo con la nena pero, como “se fue de boca” con el tema del dinero, ahora le andan atrás mis hermanas y nuestra madre (mi “ex” la madre de mis hijos tenía dos hijas de un matrimonio anterior), más no pudimos hablar encima éste ni siquiera te habla por teléfono para contarte…  Lo que si me dijo es que está tranquilo y te agradece por el “ropero” de 2 metros que le mandaste de custodia…  parece que el tipo no lo jode para nada ni le pide nada pero adonde va se lo encuentra…  Lo único que le dijo, cuando le preguntó, es que él estaba para cuidarlo y no le quiso dar otra explicación”… 

                                                  ¿”Ropero” de dos metros que lo custodiaba?, yo no había mandado a nadie y lo primero que pensé es en lo que me dijeron, “cualquiera de sus afectos y de su entorno estará seguro”, me quedé más tranquilo, seguramente le sobrarían los “recursos” para evitar que le pasara algo…

  • “¿Qué piensa hacer si le entregan la tenencia de la nena?”...
  • “Va a vivir con ella y dedicarse por entero, eso sí, le dejé la dirección y los datos para llegar porque seguro se viene a pasar unos días con ella, lo que no sé es cuando”…
  • “Seguro se viene en estos días y sin avisar, no hay problemas, habitaciones sobran”…  El grito de Carolina le avisaba que la comida ya estaba servida y nos fuimos para la cocina…

                                                  Yo ya había cenado pero me senté con ellos, les avisé que ya había Internet en la casa y les conté de algunas novedades, a la vez me entretuve mirándola a Carolina, el cabello estaba más suelto (luego me comentó que le había dado volumen), el short de jeans parecía más chico y eso se notaba en las nalgas que ahora asomaban un poco más haciéndole un culo más apetecible, la remera más ajustada que remarcaba más los pechos o quizás sería por la posición de su cuerpo que mostraba otra esbeltez, como fuere, estaba para “resucitar muertos” y la mirada, que aparte de la belleza de sus ojos, tenía un brillo especial y de una picardía que hasta ahora no había notado…  Terminaron de cenar y Caro dijo que iba a hacer café, Gonzalo pasó, dijo que se iba a dormir porque venía muy cansado…  Nos quedamos solos…

  • “Caro, estás o te noto muy distinta, pícara, enigmática, quizás con secretos pero más liberada, hasta otra actitud corporal tenés”…
  • “Me alegra que lo notes, es verdad, no me siento, estoy liberada, este asunto de la separación me estaba destruyendo, ahora hasta me siento más alta y con otras ganas de enfrentar lo que venga, hacía mucho tiempo que no me encontraba así, fui a la peluquería, me hice depilar a gusto y tuve largas charlas con mi amiga de toda la vida…  Lo que notás de pícara o enigmática es porque me enteré de cada cosa que cuesta creerlas”…
  • “¡Epaaa!, mujer, vaya a saber uno lo que te contaron y que tan cierto puede ser”…
  • “Más que cierto es seguro, mi amiga no me oculta nada, es más me dijo que me usaría de “confesora” porque no lo iba ni lo quería hablar con nadie más, desde siempre somos “tumbas” para trasladar lo que sabemos de nosotras dos pero este caso es “especial””…
  • “Bueno, me alegro que hayas podido tener ese desahogo, imagino que fue de un lado y del otro”…
  • “Si, ella, me contó y yo le conté y, además, era la única que sabía lo que había pasado con mi “ex”…  ¿Te imaginás quién es mi amiga?”…
  • “Ni idea, no conozco aspectos de tu vida personal, salvo los que me has contado”…
  • “Es Gabriela, la sobrina de la Directora de la Fundación”…

                                                  Me quedé mirándola sin decir nada pero no pude evitar una sonrisa de satisfacción recordando el físico de Gabriela y la tarde que nos “matamos” en esa habitación de hotel, tarde en la que me saqué las ganas de tener ese culo soñado y atemperé definitivamente sus desaires…

  • “Mirá vos, quien diría, qué chiquito es el Mundo pero, en definitiva es algo casi lógico, ambas trabajaban en el mismo lugar”…
  • “Guillermoooo, sos terrible, ¿qué le hiciste a la pobre Gabi?...  Me lo preguntó sonriendo pícara pero conociendo las respuestas…
  • “¿Yooo?, de malo creo que nada pero yo soy una tumba Caro, ni torturándome vas a lograr que te cuente algo…  Soy un viejito de la “vieja escuela””…
  • “Dejame que te cuento yo…  La primera vez, cuando hablé para avisar que dejaba la Fundación, Nora, aparte de contarme lo del “Mecenas” con el dinero, me contó que Gabi estaba ocupada y me dijo que era “vox populi” en la Fundación que había perdido los estribos con un viejito que era paciente, que había llorado, que le había pedido que lo necesitaba y un par de cosas más…  Eso me dejo muy intrigada porque Gabi, aunque se equivocó muchas veces, se demuestra siempre como autosuficiente y suele ser “mal dada” para el trato con los demás…  No me cabía en la cabeza que hubiese llorado o rogado a o por  alguien…  Cuando pude hablar con ella, le “exigí” que me contara sobre eso y ¿a que no sabés quien era el viejito por el que lloró mi amiga y con quien se resarció toda la tarde en un hotel?...
  • “Ya me dirás, seguí contando, ya te dije que yo soy una tumba”…
  • “Está bien, no me digas nada, seguí en “la tuya”…  La cuestión es que me contó que sintió una desesperación tremenda porque le hicieras lo que quisieras, que te llevó a un hotel, que ella pagó el hotel, ¡no lo puedo creer, Gabi pagando el hotel para estar con un hombre!...  Después me contó otras intimidades pero, en definitiva, me dijo que no cree que exista mujer que haya experimentado las maravillosas sensaciones de lograr la conjunción de mujer y de hembra que experimentó contigo, es más, afirmó que no piensa darle bola a ningún hombre más y está plenamente convencida de eso…  ¿Qué?, me vas a negar que no fue así”…
  • “No, yo no te niego nada, excepto que ella no me llevó, fue un taxi y lo pagué yo”…

                                                  No le dije más que eso y la miré fijo a los ojos que brillaban con una mezcla de intriga, deseo o lujuria, luego extendí mi mirada y noté que sus pezones estaban a punto de reventar…  Carolina estaba repasada de “calentura”, se le juntaba todo, el recuerdo del relato de su amiga, mi confirmación, la abstinencia forzada por la separación, fantasías y vaya uno a saber cuántas cosas más”…

  • “Caro, te voy a contar sólo algunas cosas…  Yo venía bastante mal en la relación con Gabi, una vez me había tratado mal por decirle un piropo y la “bola” en el trato era relativa, incluso ya no me atendía, lo hacía Emilia, ese día, acorde a los resultados de los análisis, Emilia me dijo que era difícil que me dieran otro Plan porque estaba mejor de los pulmones, de resultas de ello me despedí de Gabi con otro piropo diciéndole que era difícil que nos volviéramos a ver, medio que me ignoró y si, reconozco que me “salí de cauce”, le dije, más que nada por molestarla que, estaba tan linda que me gustaría partirle el culo en cuatro, creo que por eso se volvió medio “loquita”…  Lo demás ya lo sabés”…
  • “Eso no me lo contó, ¿en realidad le dijiste así?, con esas palabras”.
  • “Si, no tengo necesidad ni ganas de mentirte, de última, si se enojaba, era un problema de ella”…
  • “Si se diera el caso, ¿a mí también me hubieses dicho lo mismo?”…
  • “Si pero con ella no me molestaba que se pudiese enojar…  Con vos es distinto, una porque no se da el caso y otro porque entraríamos en otras intimidades que no sé si serían producentes”…
  • “Bueno, fuiste vos el que me dijiste que se podría hablar contigo de cualquier intimidad y yo soy bastante adulta para hablar de cualquier tema”.
  • “Está bien, ¿querés intimidad?, vas a tener intimidad…  Aunque tenés un culo igual o mejor que el de Gabi, no emplearía el mismo tono porque no estoy enojado o molesto contigo…  Por otro lado se nota que estás recaliente y en tu caso si diéramos otro paso, no sé como seguiría porque tenemos una relación determinada y buena que se puede estropear y yo no quiero ni busco compromisos”… 

                                                  Notaba como juntaba sus piernas y las movía suavemente pegando el interior de sus muslos y acomodándose en la silla…  A mi entender, estaba esperando que le dijera que tenía ganas de “partirle el culo en cuatro” para arrojarse encima y decirme que sí, que lo hiciera…  Lo que ella no sabía era la reacción de descontrol, calentura y ganas de ser penetrada que se le desataría, para colmo de males o para bien, “mi amigo” había reaccionado y estaba pidiendo “guerra” y ella cometió un error, se quiso hacer la “interesante”

  • “Está bien, no te hagas problemas, pensé que serías un poco más sincero conmigo, sólo quería saber que se siente al escuchar algo así, además creo que te equivocás feo cuando decís que estoy “recaliente”, como si yo fuera algo vulgar, creo que mejor me voy a dormir, estoy cansada para seguir escuchando estas cosas”… 

                                                  Amagó con levantarse y le dije:…

  • “¡Qué lástima!, de verdad me gustaría coger con vos y partirte el culo en cuatro pero, mejor lo dejamos aquí y nos vamos a dormir cada uno a su cama”…  Se quedó estática mirándome y en unos segundos reaccionó, tal como sabía que iba a reaccionar…
  • “¿Quéééé?, ni loco que estuvieras, vos no te vas a dormir solo, yo voy contigo, quiero que me rompas el culo en todos los pedazos que quieras, dejame la concha hecha una flor, quiero chuparte todo, ¡por favor Guille, por favor!, no sabés lo desesperada que estoy por sentirte, cogeme, cogeme…  Sí, sí, sí, tenés razón estoy recaliente pero con vos, quiero que sólo vos seas mi macho”…

                                                  Me encantaba que las hipocresías, tabúes, miedos, preconceptos, “atajadas” y disimulos fueran a parar a un “tacho de caca” cuando yo aplicaba el “Don”…  El tiempo que me llevó pensar esto fue más que suficiente para que se desnudara tirando su poca ropa, vaya a saber dónde y se arrojara sobre mí, rodeando mi cuello y quisiera comerme la boca, la acepté pero, no la dejé jugar sola, mi lengua y la suya se hicieron muy “amigas” y compartieron salivas y sensaciones… 

                                                  Apretada contra mí y aún contoneándose me fue desnudando hasta que sólo me restó sacar las piernas de mis pantalones hechos un bollo junto a mis zapatillas…  Iba a arrodillarse para bajarme el bóxer y la detuve, le pedí que me dejara admirar y acariciar sus pechos, se irguió, sacó pecho orgullosa, los tomó en sus manos y me los ofreció…  ¡Qué hermoso par de tetas!, areolas chicas y pezones como garbanzos, endurecidos al máximo y absolutamente sensibilizados, le calculaba un tamaño 90 o más de copa y ni pizca de flojedad, duros, compactos, bellísimos…  Mis manos parecían no alcanzar para tocarlos, acariciarlos, apretarlos y bajé mi cabeza para besarlos y chuparlos…

                                                  Apenas lo hice con uno, el gemido de satisfacción acompañado de movimientos como de escalofríos se escuchó alto, claro y una de sus manos se perdió en su entrepierna…  El abrazo fuerte y la contracción de todo su cuerpo sólo podía indicar un orgasmo que esperaba desde hacía un rato y que obvió de gritar mordiéndose los labios…  Tuve que abrazarla y sostenerla porque las piernas le fallaron, en esa posición, levantando un poco la cabeza, me miraba sonriendo con los ojos…

  • “Gracias Guille, dame un segundo y seguimos, es la primera vez en mi vida que casi “me voy” en un “polvo”, no se puede describir…  Menos mal que me acordé de Gonzalo, casi grito como una loca, no sabés como me costó reprimirlo, no quiero ni pensar cuando estés adentro de mí”… 

                                                  Noté algo en ese momento y se me dio por pensarlo: La desesperación y las ganas de ser poseídas desde que yo “hablaba” eran las mismas, se entregaban para ser cogidas sin ningún tipo de restricciones y lo pedía como exigiéndolo, lo que variaban eran las expresiones y los modos en el acto en sí, incluso cuando decían alguna “palabrota”…  Quizás era por la Educación o por la personalidad pero, variaban y en el caso de Carolina se notaba…

 

  • “Tomate tu tiempo cariño pero va a ser mejor que recojas la ropa y nos vayamos a la habitación… 

                                                  No tuve que repetirlo y como siempre la dejé caminar adelante para admirar su culo y las deliciosas formas de su cintura estrecha y de sus piernas…  No bien cerré la puerta de la habitación, apoyó las manos sobre la cama y quedó con sus nalgas apuntándome mientras las movía insinuándose, no me pude resistir a acariciarlas y apretarlas gozando de sus gemidos y movimientos, comprobando además con mis dedos que estaba empapada y dispuesta a recibirme por donde fuere…

 

  • “A mi ritmo Caro, a mi ritmo o tendré que llamar a una Doctora para que me atienda”… 

                                                  Se sonrió apartando el cabello de su cara y derritiéndome con sus llamativos ojos…

  • “Sí, Guillermo, toma el ritmo que quieras pero metela en algún lado, no sé cómo me aguanto para no saltarte encima y violarte, tenés un miembro que ha sido siempre mi sueño y con sólo tocarnos me pones como loca”… 

                                                  Me acosté a su lado boca arriba y la atraje hacía mí para besarnos, su cuerpo se acomodó sobre el mío y daba gusto compartir el calor de su piel…  Los besos y las caricias no se interrumpían y no era sólo las ganas enormes de ser cogida, había algo más, necesitaba el abrazo, los besos y la entrega de un hombre, quería sentirse y demostrarse como mujer, decidí “hacerle el amor”, ya habría tiempo de aplicar un poco más de dureza para aplacar sus ganas…  Ella pareció entenderlo del mismo modo y fue descendiendo besando todo mi cuerpo hasta tomar mi miembro con sus dos manos y lamió el glande girando con la lengua por todo él, una de sus manos aferró mis testículos apretándolos y soltándolos sin causar dolor mientras extendía sus lamidas por todo el tronco…

                                                  Sabía lo que hacía y las sensaciones de su lengua se transmitían a todo mi cuerpo para volverse a posar en “mi amigo” que parecía a punto de reventar…   Dentro de su boca la cosa fue mejor, muy lentamente lo fue introduciendo pero iba muy ajustado y en algunos momentos sus dientes me rozaron, llegó hasta la mitad y comenzó con un vaivén delicioso mientras lo llenaba de saliva, yo apoyé mis manos en su cabeza y no quise forzarla porque cuando ella quería pasar de la mitad, sus arcadas se sucedían y el caso era gozar los dos no hacerla vomitar…  Le avisé que me correría y salió rauda…

  • “No lo hagas, porque quiero sentirte adentro y me vas a dejar con las ganas”…
  • “¿Te molesta en la boca?”…
  • “No, en absoluto, de vos no pero no podrás seguir y tengo muchas ganas, quiero que me cojas por otros lados, aguantá lo más que puedas”…  Se iba a sorprender…
  • “Seguí dónde estabas, me gusta y yo puedo aguantar”… 

                                                  Volvió al oral con cierta alegría porque eso no le desagradaba…  Luego de un rato, apreté su cabeza y forcé un poco más la entrada llenándole la garganta de leche, no pudo hacer nada y luego de tragar y limpiar todo, se dejó ver un tanto desilusionada…

  • “¿Y ahora?...  ¿Me vas a dejar con las ganas?”…
  • “Para nada cielo, se impone la devolución de gentilezas y me muero de ganas de comerte toda”… 

                                                  Quedó tirada en la cama con las piernas apoyadas en el piso, yo me deslicé besando su cuello, su estómago y su vientre hasta llegar a su entrepierna…  Se dejó hacer, le gustaba y sus movimientos y gemidos me lo demostraban pero no esperaba eso, esperaba tenerme adentro y no confiaba en la lengua de un hombre dándole placer…  Yo le haría cambiar de idea…  Fue todo un recorrido lingual por su vagina, lamiendo, tratando de penetrar con la lengua lo más que se podía, alternando con dedos en sus dos agujeros de placer, cuando sorbía su clítoris con labios y lengua metía dos dedos en cada lado, ella mordía fuerte la almohada para evitar los gritos, recién aflojé un poco luego del tercer orgasmo porque quedó tirada con su espalda apoyada en la cama y temblando como cuando se recibe electricidad…

  • “Por favor Guille, no más, no puedo más, pensé que iba a ser una lamida normal, sos un monstruo divino que asesina a las mujeres a “polvos”…  Con razón Gabi se prometió a sí misma no decírselo a nadie, no le podrían creer…  Lo extraño es que estoy molida pero tengo unas ganas enormes de que me cojas hasta que no pueda más, para colmo, ya me di cuenta que hay “algo” que no perdió la dureza ni las ganas, metelo, dale, sigamos…  ¿Qué tomaste para estar así?”…
  • “Tranquila cielo, no tomo nada, sos vos y todo tu cuerpo lo que generan mis ganas, me pediste gozar y quiero que goces, todavía hay un poco más de tiempo, vamos a tomar un refresco, ya te lo alcanzo”… 

                                                  Fui en busca de una latita y se me quedó mirando con su ego femenino complacido pero sin entender nada, era lógico, mis tiempos eran distintos y se adaptaban a las urgencias o a las pausas de mi pareja tratando de respetar sus tiempos para hacer que gozara todo lo que pudiera…  Entendía que la mayoría hacía el amor o cogía acorde a las necesidades del placer de ambos (muchas veces de uno solo de ellos)…  Más tiempo, menos tiempo, rudo, suave y la mujer debía amoldarse a eso porque cuando el hombre terminaba, la más de las veces, se acababa el acto…  Cuando volví con las latitas, estaba sentada en el medio de la cama con la espalda apoyada en los almohadones del respaldo…  Tomó un buen sorbo, me miró interrogante y se largó a preguntar…

  • “Guille, no me mientas, yo soy Doctora algo conozco de las reacciones del cuerpo, lo tuyo no es normal, ¿qué tomaste?, algo debés haber tomado”…
  • “Jajajaja…  Te juro por mi nieta y mis hijos que no he tomado nada, ¿no te basta con saber que tu estampa y tu presencia me excitan?”…
  • “Me pone ancha de orgullo, no te imaginás lo que me pasa por la cabeza, la mayoría de los tipos se excitan un rato, se sacan las ganas y luego, chau…  Vos me hiciste sentir en todo momento una mujer y sin recalcármelo, me gusta, me encanta sentirme así pero sigue sin parecerme normal”…
  • “¿Qué te parece si aparte de la mujer hacemos algo para sacar a la hembra usando los mismos procedimientos que hasta ahora?...
  • “Me lo decís así y ya me estoy mojando toda”…
  • “Vení, te voy a convertir en insaciable porque yo también tengo ganas de estar adentro tuyo”… 

                                                  No bien me acerqué a ella se arrojó en mis brazos y comenzó a besarme con ganas y desesperación renacida…  Sus manos y las mías no daban abasto para recorrer nuestras pieles…  Mi mano derecha descendió hasta su vagina y antes de ingresar en ella, dos dedos acariciaron su endurecido clítoris, se arqueó en la cama gimiendo y pidió más…  Fueron los dos a la vez tratando de ubicar el punto “G” y al acariciarlo con ganas se dejó ir, tapó su cara con la almohada y explotó en un orgasmo incontenible…  No la dejé descansar, saqué mis dedos y se los di a chupar mientras ubicaba mi miembro entre sus piernas que se abrieron y flexionó sus rodillas.

                                                  La zona estaba lubricada en exceso pero no resultó tan fácil, era muy estrecha pero, así y todo, parecía querer devorar a “mi amigo” succionando con sus labios vaginales, me tomé todo el tiempo para gozar de las sensaciones que sus paredes y rugosidades me transmitían y lo doloroso del principio se convirtió rápido en un placer que, según dijo, era casi insoportable…  Convulsiones y orgasmos cortos no se hicieron esperar y yo gozaba también con ellos…

  • “Dame más fuerte Guille, estoy gozando y gozándote, por favor, hasta el fondo, llegá hasta el fondo”…

                                                  Elevó más su pelvis y empujé con más fuerzas y ganas, acelerando el ritmo a la vez que trataba de contener los saltos casi convulsivos que le daba a su cuerpo ante cada embestida…  Los gemidos de placer me daban más ganas de acelerar y cuando llegué a tocar el fondo de su vagina, enloqueció, apenas si pude tapar su boca para que el grito que liberó el orgasmo no se escuchara en todos lados y, para no ser menos acabé en lo más profundo llenándola de leche…  Quedó tirada con los brazos y las piernas extendidas y yo seguí adentro de ella por un instante más esperando que tanto ella como yo nos relajáramos…  Apenas nos sentimos un poco recuperados, apartó el cabello de su rostro y me miró profundamente, con una mirada que expresaba placidez y agradecimiento, su sonrisa completó el cuadro, se giró colocándose boca abajo y me dijo:…

  • “Guille, todo esto que me has hecho sentir lo añoré desde siempre, es el sueño de toda mujer, conjugar a la mujer con la hembra junto “al hombre”, ¡cómo engaña tu estampa de “viejito”!...  Como la comprendo a Gabi, es una experiencia para guardar en lo más profundo de una misma, no es sólo sexo, es algo más profundo que cuesta entender y explicar”…
  • “Bueno, sí pero…”…
  • “No me digas nada, sé dónde estoy ubicada pero, de vez en cuando…”…
  • “No lo dudes, me encantó estar compartiendo contigo pero, como estoy “aprendiendo” sobre mujeres, tengo que seguir practicando sin aferrarme a ninguna”.
  • “Sos un caradura adorable, jajaja, “aprendiendo sobre mujeres”, me parece que no hay enciclopedia que te alcance, cualquiera que diga o escriba sobre esto, no te llega a las uñas de los pies”…  

                                                  Yo me sonreía y acariciaba sus nalgas incursionando con la yema de los dedos en su agujerito más chiquito que se fruncía por instinto…

 

  • “Hoy no Guille, por favor, te lo quiero regalar con un moño y todo porque sos vos pero no es algo que me guste mucho y no quiero que se rompa el encanto de esta noche maravillosa”…
  • Está bien, esta noche no porque tendría que esforzarme pero te prometo que los temores serán injustificados y te vas a volver adicta a ese placer”…
  • “¡Por Dios!, ¿cómo hacés para aguantar tanto y para provocarme estas “calenturas” sólo con hablarme, ya tengo ganas de nuevo, destruida y todo tengo ganas de nuevo…  Probá un poquito, haceme “adicta””…  

                                                  Movía su culo hermoso y casi accedo pero preferí esperar…

 

  • “No hoy no, andá a bañarte y tratá de descansar un poco, en la mañana no te vas a poder levantar y tenés que ver al Arquitecto”… 

                                                  Me abrazó dándome un beso espectacular y se fue a bañar moviendo ese culo que me esperaba…  El día había sido movidito y fenomenal, las sensaciones se agolpaban y apareció Morfeo para, sin siquiera bañarme, acunarme y llevarme al sueño…

Continuará.

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Gracias.

GUILLEOS 1

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Viaje de un jubilado a La Argentina (42)

Cada vez me encanta más la Navidad

Mi vecina de ático y sus habilidades.

Viaje de un jubilado a La Argentina (41)

Viaje de un jubilado a La Argentina (40)

El divorcio de mis padres me hizo feliz

Viaje de un jubilado a La Argentina (39)

Viaje de un jubilado a La Argentina (38)

Viaje de un jubilado a La Argentina (37)

Viaje de un jubilado a La Argentina (36)

Viaje de un jubilado a La Argentina (35)

Viaje de un jubilado a La Argentina (34) completo

Viaje de un jubilado a La Argentina (34)

Una Nochebuena especial

Viaje de un jubilado a La Argentina (33)

Viaje de un jubilado a La Argentina (32)

Viaje de un jubilado a La Argentina (31)

Viaje de un jubilado a La Argentina (30)

Viaje de un jubilado a La Argentina (29)

Viaje de un jubilado a La Argentina (28)

La conversión de mi hijo Eduardo

Viaje de un jubilado a La Argentina (27)

Viaje de un jubilado a La Argentina (26)

Viaje de un jubilado a La Argentina (24)

Viaje de un jubilado a La Argentina (25)

Viaje de un jubilado a La Argentina (22)

Viaje de un jubilado a La Argentina (23)

Viaje de un jubilado a La Argentina (21)

Viaje de un jubilado a La Argentina (19)

Viaje de un jubilado a La Argentina (20)

Viaje de un jubilado a La Argentina (17)

Viaje de un jubilado a La Argentina (18)

Viaje de un jubilado a La Argentina (16)

Viaje de un jubilado a La Argentina (14)

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Viaje de un jubilado a La Argentina (13)

Viaje de un jubilado a La Argentina (12)

Viaje de un jubilado a La Argentina (11)

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Viaje de un jubilado a La Argentina (6)

Viaje de un jubilado a La Argentina (5)

Viaje de un jubilado a La Argentina (4)

Viaje de un jubilado a Argentina (3)

Viaje de un jubilado a Argentina (2)

Viaje de un jubilado a Argentina (1)

Mis primas de la capital (30) y FINAL

Mis primas de la capital (29)

Mis primas de la capital (28)

Mi timidez y mis tías (50) y FINAL

Mi timidez y mis tías (49)

Mi timidez y mis tías (48)

Mi timidez y mis tías (47)

Mis primas de la capital (27)Estaba muy agradecido

Mi timidez y mis tías (46)

Mis primas de la capital (26)

Mis primas de la capital (25)

Mi timidez y mis tías (45)

Mis primas de la capital (24)

Mi timidez y mis tías (44)

Mi timidez y mis tías (43)

Mis primas de la capital (23)

Mis primas de la capital (22)

Mi timidez y mis tías (42)

El tío Culebra me quitó el miedo a los reptiles 1

El tío culebra me quitó el miedo. (2)

Mi timidez y mis tías (41)

Mis primas de la capital (21)

Un jubilado en el cine

Mi timidez y mis tías (40)

Mis primas de la capital (20)

Un pastor en el camino de Santiago

Mis primas de la capital (19)

Mi timidez y mis tías (39)

Memorias de un abuelo (2)

Mi timidez y mis tías (38)

Memorias de un abuelo (1)

Mi timidez y mis tías (37)

Mi timidez y mis tías (36)

Mi timidez y mis tías (35)

Mi timidez y mis tías (349

Mis timidez y mis tías (33)

Mi timidez y mis tías (32)

Mi timidez y mis tías (31)

Mi timidez y mis tías (30)

Mi timidez y mis tías (29)

Mi timidez y mis tías (28)

Mi timidez y mis tías (27)

Mis primas de la capital (18)

Mi timidez y mis tías (26)

Mi timidez y mis tías (25)

Mi timidez y mis tías (24)

Mi timidez y mis tías (23)

Mi timidez y mis tías (22)

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Mi timidez y mis tías (20)

Mi timidez y mis tías (19)

Mi timidez y mis tías (18)

Mis primas de la capital (17)

Mitimidez y mis tías (17)

Mi timidez y mis tías (16)

Mis primas de la capital (16)

Mi timidez y mis tías (15)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (14)

Mis primas de la capital (15)

Mi timidez y mis tías (13)

Mi timidez y mis tías 12

Mis primas de la capital 14

Mi timidez y mis tías 11

Mi timidez y mis tías 10

Mi timidez y mis tías 9

Mi timidez y mis tías 8

Mi timidez y mis tías 7

Mi timidez y mis tías 6

Mi timidez y mis tías 5

Mi timidez y mis tías 4

Mi timidez y mis tías (3)

Mi timidez y mis tías 2

Mi timidez y mis tías 1

Mi coño conquistó New York. (2)

Mis primas de la capital (13)

Mi coño conquistó New York.Cuando decidí labrarme

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (3)

Para un concierto lo mejor es un trío… o más (2)

Mis primas de la capital (11)

Mis primas de la capital (12)

Mellizos y gemelas, de gavilán a paloma.

Mis primas de la capitál (10)

Para un concierto lo mejor es un trío, o más.

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mi ahijado, su hermano y su madre

Mis tetas decidieron mi destino por mí.

Entre mi padre y mi tía me quitaron mis complejos.

Mis primas de la capital (9)

Mis primas de la capital (8)

Ayudando a mi mamá

Mis primas de la capitál (7)

Mis primas de la capital (6)

Mis primas de la capital (4)

Mis primas de la capital (5)

Mis primas de la capital (3)

Mis primas de la capital (2)

Mis primas de la capital

Dos que valen por tres.

Al conocer mi adopción encontré la felicidad

El chat me ayudó con mi sobrina (Continuación 2)

El chat me ayudó con mi sobrina (continuación)

Mi gran desgracia mi polla Final

Mi gran desgracia mi polla continuación

Mi padre y mi tio tienen los mismos gustos

He tenido mas corridas que km. en mi carrera

Mi gran desgracia .. mi polla

Me casé con una miss

Me gusta ser chófer (TOMO II)

Me gusta ser chófer (TOMO I)

Bienvenida mi jubilación

Tengo una familia atipica pero con mucha memoriT

Bienvenida mi jubilacion tomo 2

Mi primer viaje en avión

Desde el balnerario con amor

El chat me ayudo con mi sobrina