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Angel de la guarda (I)

en Hetero: General

La situación económica del país estaba muy difícil y me vi en la necesidad de trasladarme a la capital en busca de mejores oportunidades de trabajo. Soy ingeniero civil y durante varios años he trabajado como profesional independiente, no me iba tan mal que digamos; pero de un tiempo atrás las cosas desmejoraron ostensiblemente, por lo que decidí que había llegado la hora de sacrificarse un poco y buscar nuevos horizontes en otro lugar donde teóricamente las oportunidades son más y mejores.

Tuve la suerte de llegar a la gran ciudad y casi de inmediato encontrar trabajo con una remuneración aceptable para mis expectativas, además de haber establecido contacto con otros profesionales, con quienes pensaba realizar trabajos extra y aumentar los ingresos; creo que las cosas me salieron mejor de lo que las había planificado. Tres meses habían transcurrido desde mi llegada y el trabajo ya abarcaba casi el 90\% de mi tiempo, apenas me quedaba una o dos horas para dedicarle a mi pasatiempo favorito: navegar por Internet y visitar lugares como el que alberga este relato y otros de similar y variada índole, pero era, ni más ni menos; lo que yo buscaba al trasladarme.

En el trayecto desde el trabajo hasta mi domicilio, casi siempre encontraba a las mismas personas; las vendedoras ambulantes, los dueños de los puestos de periódicos, la misma gente en las paradas de autobuses, por lo que me llamó mucho la atención encontrar una cara nueva y con claros signos de angustia. A su lado un pequeño de aproximadamente 4 años lloraba lastimeramente y casi sin fuerza suplicaba, a la que parecía ser su madre, por un poco de alimento, mientras la mujer sollozando trataba de explicar a su retoño algo que a ellos les es difícil de comprender; no tenía los recursos para costearle un poco de comida que mitigara su sufrimiento.

En derredor todos parecían expresar un mismo sentimiento de impotencia, la verdad es que la crisis azota sin piedad y se ensaña con los desposeídos y desamparados, no se hable de sus indefensos hijos. Es poco o nada lo que una persona común puede hacer para remediar la situación; casi con lágrimas en los ojos me acerqué a la madre del chico y sacando algo de dinero de mi bolsillo, se lo ofrecí sin interés alguno y le sugerí que se acercará a la expendedora de comida que estaba en la acera del frente y ambos mitigaran en algo el dolor que produce un estómago vacío.

La joven madre, que parecía no ser mayor a los veinticuatro años; con más vergüenza que alegría tomó el dinero y casi corriendo tomó al nene en sus brazos para comprar un poco de esperanza. Todo pasó tan rápido que la pobre no levantó la cara siquiera y vi cómo el frágil cuerpo se dirigía a la acera del frente, no oí palabras de agradecimiento, aunque tampoco las consideré necesarias; así que como boy scout al haber realizado su buena obra del día, retomé mis pasos en dirección a la casa y me dije para sí; "ojalá que mañana todos tengamos un mejor día".

Llegué al apartamento. Al entrar, un silencio arrasador hería cada centímetro de mi delgada humanidad y me obligaba a pensar en mi esposa y dos hijos que a muchos kilómetros de distancia esperaban que todo me fuera bien para en poco tiempo reunirnos nuevamente. Lo que hasta hace poco me parecía un infierno, la bulla originada por la pelea de mi hijo mayor de catorce años con el pequeño de siete, las peleas y discusiones que con mi esposa estábamos teniendo los últimos tiempos y que parecían llevar nuestro matrimonio al rompimiento; ahora eran un dulce recuerdo; hubiera sido capaz de dar lo que fuera por al menos un instante hacer sufrir mis oídos con esos deliciosos gritos y correteos; oír alguno de tantos reproches a los que mi insoportable mujer me tenía tan acostumbrado.

Instintivamente me dirigí al teléfono y llamé a mi gente para en algo atenuar el sufrimiento de estar lejos de los seres queridos y casi de inmediato pude oír la dulce y grave voz de mi pequeño vástago. Charlé con él largamente y luego el auricular paso a manos de mi primogénito para finalizar en la insoportable mujer que tengo por esposa; el alejamiento producido entre nosotros no me permitía suavizar el tono de mi voz y luchaba internamente por no decirle cuánto los extrañaba a todos, inclusive a ella; pero quién sabe cómo continuarían las cosas.

Cuando colgué el auricular, las lágrimas ya goteaban por mi barbilla y un nudo en la garganta me recordaba que este sacrificio era apenas uno de tantos a los que me había expuesto al momento de salir de la ciudad donde por largos años los cuatro habíamos estado juntos, para variar; era un viernes como cualquier otro y los locales donde se baila, toma o cena están abarrotados de bulliciosos clientes que acostumbran a visitarlos ese día para relajarse un poco de la dura semana laboral; sentí deseos de ir en busca de amigos para distraerme un poco, pero el trabajo que tenía rezagado me aconsejaba permanecer en casa y eso fue lo que hice.

Arranqué la PC y dispuse los planos de tal manera que me fuera posible encontrar los datos que necesitaba para el cálculo estructural del edificio que estaba diseñando. El timbre del apartamento sonó y me asusté, pues esa noche no esperaba a nadie; mis amigos tenían que trabajar en otros aspectos del cálculo y los familiares de mi esposa vivían demasiado lejos como para visitarme a esas horas de la noche, ni idea de quien pudiera ser.

Dejé los planos en la mesa de dibujo y me dirigí hacia la puerta para ver quien me buscaba, vi por el ojo de vidrio y no se veía un alma; abrí la puerta y tampoco encontré rastro alguno de persona pero sí percibí un aroma que en cierta forma me pareció familiar. El apartamento de al lado tenía la puerta cerrada y el ascensor no tenía signo alguno de actividad, por lo que instintivamente me dirigí hacia las escaleras y busqué con la mirada algún signo humano y por más que buscaba no encontré nada, ni hacia arriba ni hacia abajo por las escaleras se veía persona alguna que haya podido tocar el timbre para molestar a un vecino, ni chicos traviesos que acostumbran a deleitarse con el estruendo de un timbre sonoro para inmediatamente salir escapando del lugar del delito.

Al no encontrar a nadie, supuse que bien un chico o bien un grande, había decidido jugarme una bromita que en cierta forma logró que me olvidara de mis pesadumbres y confiado en esa razón me dirigí de nuevo hacia mi apartamento para reanudar la interrumpida actividad que apenas había iniciado. Ni bien acababa de cerrar la puerta tras de sí, cuando de nuevo el timbre bombardea la sala y de inmediato giré la perilla de la puerta con la intención de pillar in fraganti al bromista y la sorpresa que me llevé fue inenarrable.

En el umbral de mi apartamento se encontraba, hijo en brazos; ni más ni menos que la joven madre a la que apenas minutos atrás había socorrido en un momento de dura situación, sí; esa mujer que sollozaba a causa de no tener un peso para alimentar a su retoño. Mi expresión debió asustar tanto a la visitante que nerviosa trató de argumentar una disculpa y logré oír cómo me decía que la perdonara y se dispuso a retirarse del lugar.

El hecho de que sin conocerme apareciera en mi domicilio me sorprendió y tomándola del brazo la interrogué sobre cómo había dado conmigo y qué se le ofrecía. La respuesta era simple y es que al ver que yo le había ofrecido algún dinero sin interés y que de inmediato me alejé, comió lo más rápido que pudo y tomando a su hijo en brazos; vino tras de mí para poder dar las gracias y de paso suplicar un techo para esa fría noche; ya que el cuarto que alquilaba en la periferia había dejado de poder utilizarlo a causa de la renta atrasada y como es de suponer; la dueña lo había cedido a un inquilino más solvente.

A cambio, la joven madre ofreció pagar con trabajo doméstico al día siguiente o de la forma que a mí mejor me pareciera, inclusive con su cuerpo; ya que trabajaba de prostituta en un local de la ciudad y se apresuró a mostrarme un certificado que garantizaba que no padecía ninguna enfermedad sexual que pudiera contagiarme. La mujer suplicaba con vehemencia y su franqueza al confesar la sacrificada profesión que ejercía me dejó atónito.

La verdad es que soy muy desconfiado con los extraños, pero una situación vivida en mi época de estudios superiores ha hecho que sea solidario con los necesitados, eso en este relato no viene al caso; pero precisamente esa experiencia sufrida hizo que no pudiera negarme al pedido de mi desconocida y al tener espacio suficiente y cierta comodidad en el apartamento, acepté que la jóven ingresara a mi refugio y le aclaré que podría pasar la noche pero que al día siguiente debía buscar otro lugar y que no era necesario pagarme por el favor con ninguna clase de trabajo, ni doméstico ni sexual, que se lo ofrecía sin ningún interés.

El apartamento cuenta con lo suficiente para una familia pequeña como la mía; tres dormitorios, estudio, cocina, baño, sala y un pequeño balcón que da a la avenida principal de la ciudad. Como es de suponer, un solo dormitorio está ocupado y los demás están esperando a mi familia, por lo que conduje a Silvia (que es como dijo llamarse) y a su hijo hacia uno de los dormitorios vacíos y los doté de la ropa de cama necesaria para que pasaran la noche; la chica tomaba las prendas que le alcanzaba y su rostro reflejaba una inmensa gratitud que inconscientemente me obligó a reparar en las agradables facciones de su faz, era una mujer simpática.

El chico estaba sentado en la orilla de la cama y el sueño lo vencía de tal manera, que cabeceaba constantemente y en determinado momento casi cae al suelo, por lo que Silvia se acercó hacia el chico y lo recostó en la cama para luego preparar el lecho. Al ver la dificultad que se le presentaba a ella por el chico cansado, le dije que yo sostendría al muchacho mientras ella terminaba de arreglar la cama.

Seguramente les pareceré un aprovechado y degenerado, pero al ver cómo Silvia se inclinaba para preparar la cama, mi vista fue descubriendo que mi desconocida huésped poseía una figura femenina digna de una modelo de gran pasarela y con cada movimiento, sus atributos se me presentaban con mayor claridad y sus curvas delineaban un perfecto portento, creo que comprenderán que en cierto momento se me cruzó por la cabeza aprovechar el ofrecimiento que Silvia me hizo en un principio, pero les diré que me abstuve de esa posición y como un manotazo en la cara sentí que mi conciencia me obligaba a desistir de esa idea, la verdad es que ambos extremos luchaban por imponerse.

Por otra parte, el espectáculo que Silvia mostraba; no ayudaba en nada a la actitud de buen samaritano que me había propuesto adoptar, pues en determinado momento ella puso una de sus rodillas sobre la cama para alisar las sábanas en la orilla alejada de la cama y pude ver claramente la parte superior de sus piernas y hasta el triangulito inferior de su diminuto bikini rojo que casi de inmediato lanzó al aire un aroma que reconocí al instante y asocié con el que sentí al abrir la puerta cuando el timbre sonó por primera vez, ese mismo aroma que sentí al acercármele para ofrecerle el dinero para que ella y su hijo cenaran.

Me la imaginé tocando el timbre de mi apartamento y luego desistiendo de su intento, por vergüenza o por temor alejarse de la puerta, volver la vista hacia su hijo, verlo cansado y somnoliento sin tener un lugar a donde ir en una fría noche de finales de invierno, un frío que te cala hasta los huesos y la veo dar vuelta sobre sus pasos con más decisión y dispuesta a ofrecer su cuerpo a cambio de una noche de cobijo para su pequeño hijo, pienso en mis propios hijos y me imagino el sufrimiento de esa pobre madre.

Esos pensamientos me hicieron recapacitar y ayudaron a que el lado bueno de mi conciencia triunfara definitivamente sobre los morbosos pensamientos que en cierto momento se cruzaron por mi mente, para suerte mía Silvia terminó de preparar la cama y acomodó al pequeño en el cálido lecho para de inmediato arroparlo con las frazadas. Le dije que ella podía hacer lo mismo y que yo me retiraba al estudio para continuar con mi trabajo, que en la cocina había lo necesario para que se preparase lo que quisiera; un café, sándwich o lo que le apeteciera y que no le costaría ni un solo centavo.

Me recordó que ejercía la profesión de prostituta y que estaba acostumbrada a dormirse hasta bien entrada la noche, a veces hasta que amanecía. No supe qué responder y mi rostro dibujó una incomprensible sonrisa que con más acierto que mis palabras, logró expresar una impotencia por las cosas que los seres humanos nos vemos obligados a sufrir por azares del destino, le dije que de todas maneras, estaría en mi estudio trabajando, por si algo se le ofrecía.

Fue entonces que de sus labios salió una frase que nunca olvidaré, me tocó hasta el fondo:

-Usted es mi Ángel de la Guarda...

Me dispuse a trabajar en mi proyecto y vi cómo Silvia se sentaba en la sala a ver una película. Cuando trabajo, el tiempo pasa volando; de esa manera la noche pasó a ser madrugada y al ver el reloj, me percaté de que ya eran las 2:00, por lo que apagué mi PC y me dirigía hacia mi dormitorio y ahí recordé que tenía huéspedes.

Al salir a la sala vi que la TV seguía encendida y me acerqué hasta el sofá donde estaba Silvia, quien se había quedado profundamente dormida, por lo que me fui acercando hacia ella para decirle que se fuera a descansar a la cama. Se encontraba su cabeza apoyada en uno de los brazos del mueble, mientras su cuerpo yacía a lo largo de éste, su carita mostraba una expresión angelical y no pude resistir la tentación de admirar sus finas facciones, adornadas por unas cejas preciosas, como a mí me gustan, los brazos los había cruzado a la altura de su estómago y hacían presión sobre sus nada despreciables senos que mostraban su parte superior a través de un escote bastante provocador.

Si algo se le podía reprochar a Silvita, era que se evidenciaba un exceso de maquillaje que en algo disminuía la belleza natural de su rostro, y habiéndome deleitado a satisfacción, me dispuse a despertarla; pero en ese momento ella hizo un movimiento que me obligó a detenerme en el acto, y es que su minifalda se había recorrido hasta mostrar su entrepierna y unos lindos muslos mostraban su exquisitez, recorrí su anatomía y divisé con claridad una preciosa conchita que oscurecía el bikini rojo en ese sensual triangulito que vuelve loco hasta al más frígido.

En cierto momento sentí miedo de ser descubierto en mi indiscreción y que mi erección delatara los más oscuros deseos que a toda costa trataba de ocultar a mi inesperada huésped, fui hacia la cocina y me acomodé el aparato de tal forma que se disimulara su estado, y al haber calmado mis instintos animales me dirigí hacia Silvia con la decisión de despertarla sin mirar su intimidad o de lo contrario volvería a ser presa de su sensual belleza.

Posé mi mano sobre las de ella y la moví despacio al tiempo que la llamaba por su nombre, pero el movimiento que le transmitía obligaba a su lindo par de tetas a mecerse delante de mí y la fiera interna volvió a traicionarme hasta lograr que mi pilote adquiriera una posición de "en guardia", logré que se despertara al cabo de dos minutos y de inmediato me di vuelta en dirección hacia la TV para apagarla y de esa forma evitar que ella viera mi acalorado estado.

Le dije que se fuera a la cama, que ya era de madrugada y que yo haría lo mismo. Vi cómo se levantó y refregándose los ojos se dirigió hacia su dormitorio, la vestimenta que llevaba parecía indicar que se había preparado para su nocturna faena, pero que el imprevisto desalojo que sufrió la había obligado a darse un día de asueto para velar por su hijo.

Por tratarse de una huésped desconocida y que no se sabe lo que puede pasar, tomé las precauciones necesarias para que en la mañana ella pudiera salir, solo cuando yo estuviera despierto, como decía mi abuelita; "caras vemos, corazones; no sabemos".

Rendido por el cansancio, me dormí casi de inmediato y supongo que Silvia también dormía plácidamente, al menos por esta noche, que pasaría mañana, no se sabe.

Ángel de la Guarda II - Su historia Los sábados acostumbro a levantarme un poco mas tarde de lo habitual, por lo que a eso de las diez de la mañana mis ojos se abrieron y, como todo ser humano regido por las costumbres; me levanté en calzoncillos en dirección a la cocina con la intención de prepararme un desayuno acompañado de un delicioso café para tomarlo recostado en mi cálida camita viendo la TV y aunque parezca hipócrita, me había olvidado que Silvia y su hijo se habían quedado a pernoctar en mi apartamento, por lo que me asusté al verlos sentados a la mesa desayunando y me vi semidesnudo ante ellos como un perfecto e incurable degenerado.

-Buenos días.

-Ooopsss...perdón, se me había olvidado que...

De inmediato giré en 180 grados y corriendo hacia el dormitorio fui a por la ropa que cubriera mi desnudez. Mi subconsciente grabó con nitidez una sonrisa que se dibujó en el rostro de Silvia y me la proyectó instantes después en la quietud del dormitorio, era una sonrisa especial, nada de picardía y sí mucho de dulzura, me sorprendí a mí mismo pensando en esa desconocida como una posibilidad sexual, como una aventurilla de las que tantas veces se me han proyectado en mis eróticas fantasías, ¡carájo! Pero si está buena la tipa, ¿por qué tengo que portarme como buen samaritano? ¿Terminaré como buen samaritano o como un perfecto cojudo?

Me imaginé entrando a un prostíbulo y que me la encontraba a ella, ¿no la pretendería si la encontrara ahí? ¡Claro que sí! Y entonces, ¿por qué no podía tener esa actitud ahora que estaba en mi apartamento? No sabía la respuesta.

Me vestí y me dirigí de nuevo a la cocina, tratando de alejar los pensamientos que involuntariamente ella me provocaba, era difícil pero tenía que dominarme y todo parece indicar que lo logré, por que al entrar saludé lo más natural que pude y me senté a su lado para tomar el desayuno que preparó para su Ángel de la Guarda. ¡Eso! Creo que eso era lo que me impedía actuar de la manera que mis hormonas aconsejaban, el hecho que me considerara su Ángel de la Guarda.

-¿Por qué un hombre como usted está solo?

La pregunta de Silvia surgió de manera natural y sorpresiva para mí, por lo que no supe si responder con otra pregunta o contarle mi vida a esa perfecta extraña. Después de sopesar el impacto que podría tener mi respuesta, opté por esquivar los detalles de mi vida personal, no sé si con doble intención o por el afán de escuchar algún halago.

-¿A qué te refieres con "un hombre como yo"?...

Mi respuesta-pregunta la agarró desprevenida, con nerviosismo se levantó de la mesa y comenzó a disculparse por haber querido entrometerse en mi vida privada, que no tenía derecho y esas cosas; pero la verdad es que ella esperaba que le contara de mi esposa y mis dos hijos, por lo que deduje que estuvo escudriñando en mi estudio, que es donde tengo las fotos de ellos, debido principalmente a que es allí donde paso la mayor parte de mi tiempo. Me causó cierta gracia su actitud y decidí poner fin a sus mal argüidas disculpas, así que con lujo de detalle le comenté sobre mi esposa y mis dos hijos, que los quería mucho y todo lo demás que líneas arriba se relata.

Incluso le dije que tenía algunos problemas con mi esposa, pero lo confesé sin ánimo de agraciarme con ella o indirectamente dejar alguna posibilidad de acercamiento entre nosotros, la verdad es que salió tal y como era. También le comenté sobre mi profesión, mi trabajo, mis planes y todo lo relacionado con mi actual situación.

Quizá valga como aclaración que, estando casado he tenido alguna que otra aventurilla; pero siempre he confesado ser casado y con hijos, por lo que en esta ocasión hice lo de siempre; decir la verdad sobre mi estado civil y punto.

Al finalizar mi exposición surgió la pregunta que se supone haría cualquiera; le pregunté sobre su vida. Siendo que al principio ella abiertamente me confesó sobre su sacrificada profesión, esperaba que me contara todo, pero me equivoqué; Silvia esquivó la pregunta y apresuradamente salió de la cocina con el pretexto de prepararse para no molestarme más y que junto con su hijo se irían del apartamento.

-Usted ha sido muy bueno con nosotros, ya no debemos molestarle.

Su actitud originó en mí un sentimiento encontrado, por una parte me daba pena que se fuera así nomás y por otra; me alegraba que esos extraños dejaran de perturbar la normalidad de mi existencia. Como esa noche ella no pudo trabajar, supuse que no tendría el dinero necesario para movilizarse ni para el almuerzo de ese día, por lo que busqué en mi bolsillo algo de dinero para facilitarle el alejamiento de mi vida y como no acostumbro a portar más dinero que el necesario para mis gastos cotidianos y un plus para eventualidades, le di prácticamente todo el que me quedaba, total; yo tendría que salir a almorzar fuera y aprovecharía para sacar algo más para mis gastos.

Al principio quiso negarse a recibir el dinero, pero al ver que no estaba en posibilidades de rechazar la ayuda; bajó la cabeza y alargó la mano para tomar la ofrenda, instintivamente levantó la mano hacia su sostén y lo depositó entre la prenda y su seno izquierdo; parecía la prostituta que recibe el pago por los servicios prestados, sólo que esta vez aunque sí había prostituta; no hubo tal servicio.

Quedé con mis amigos para almorzar juntos ese sábado y de esa manera definir algunos elementos estructurales del edificio, completar en borrador el diseño arquitectónico y ya con los datos completos, contar con toda la información en el análisis estructural. Bueno, son términos que tienen muy poca importancia en este relato, pero que describen las actividades que me mantendrían ocupado hasta bien entrada la noche. Todo esto, agravado por la natural rivalidad entre arquitectos e ingenieros, hizo que no pudiera regresar a mi casa antes de las 23:00 (hora local, no traten de averiguar que hora era en su país).

La verdad que con tanto trabajo y el frío que comenzaba a endurecer mis huesos, no pensaba en otra cosa que no fuera llegar a mi casita y cobijarme dentro de sus cuatro paredes, tacita de café en mano. Subí hasta mi apartamento (en el piso 5) y con los dedos casi congelados trataba de encontrar la llave del refugio, cuando de reojo advertí que en las gradas se encontraba alguien abrazando a alguien.

Pensé que podría tratarse de una chica del edificio que fuera de su casa atendía los requerimientos de su novio y ¿qué mejor lugar que las gradas del edificio donde vives? De forma disimulada volteé para identificar a la pareja y lo que vi no fue nada relacionado con el amor de pareja, sí; era amor, pero puro amor maternal; se trataba de Silvia que acurrucada abrigaba con sus brazos al fruto de sus entrañas y de esa manera evitar que el chico se muriera del frío que azotaba a la ciudad esa noche de invierno.

El enternecedor cuadro me provocó una reacción de desazón, eso significaba que de la nada me había aumentado las preocupaciones, que ya de por sí eran muchas. Ahora reconozco que en ese momento salió a flote un egoísmo que a veces nos hace actuar olvidándonos del prójimo y me reproché el comportamiento mezquino que casi me hace olvidar que en cierto momento yo estuve en una situación desesperante, quizás más difícil que la de esta pobre y abandonada madre, por suerte; en ese momento cambié de actitud.

Abrí la puerta y me dirigí hacia donde ellos estaban sentados para ofrecerles mi hospitalidad, ni vuelta que dar; no podía dejar que se congelaran en la puerta de mi casa, menos aún; cuando de por medio existe una criatura que paga las de Caín sin haber cometido pecado alguno, más que el de nacer en un país pobre y peor aún; ser pobre.

Con cada paso que daba, podía ver cómo ambos tiritaban del frío que los castigaba, su piel estaba totalmente erizada y tenían una palidez similar a la de un cuerpo inerte. Le hablé a Silvia y le ordené que viniesen al apartamento, pero por alguna razón que no comprendía, ella no contestaba, aunque sus ojos me miraban fijamente. Tomé en mis brazos al chico que reposaba en su regazo y fue ahí cuando comprendí el motivo de la mudez de Silvia, simplemente estaba entumecida por la posición y la baja temperatura.

Lo más rápido que pude fui a depositar al chico en la cama abrigándolo con las frazadas; para luego tomar otra y socorrer a la pobre Silvia; ella continuaba sentada en las duras gradas sin poder mover miembro alguno. La cubrí con la frazada y traté de que entrara en calor para que pudiera incorporarse y venir al apartamento, seguramente estuvieron esperándome durante horas y quién sabe qué habría pasado si hubiera decidido quedarme a dormir donde mis amigos, los que por supuesto al finalizar el trabajo, comenzaron a tomar unas copas y siempre terminan en algún lado fuera de casa hasta el amanecer.

Luego de unos minutos, el cuerpo de Silvia comenzó a reaccionar y el color parecía volver a su tono natural, por lo que me animé a levantarla y, no sin dificultad; logró ponerse de pie. Con palabras entrecortadas me dijo que tenía adormecidas sus piernas y que le dolían al tratar de caminar, no me quedó alternativa y procedí a frotar sus extremidades inferiores para estimular la circulación e ineludiblemente hice contacto con sus acarameladas medias, a las que en un principio no les di mayor importancia.

Comencé frotando sus pantorrillas con firmeza y rapidez, luego ascendí hasta la rodilla turnándome entre ambas extremidades, luego Silvia me pidió que le frotara los muslos y fue allí cuando comenzó una sensación diferente; frotaba y el contacto con sus, duros de por sí y endurecidos por el frío; muslos me obligaba a reaccionar con una natural pero fuera de lugar erección de mi virilidad. Por la masa muscular, los muslos debían ser frotados y estrujados; por supuesto que para incentivar la circulación de la sangre, pero creo que a ratos lo hacía para deleitarme con las bondades físicas que se le habían otorgado por la madre naturaleza.

Aquí surge nuevamente la bajeza de nuestros instintos, la pobre mujer se moría del frío y su protector combinaba la gentileza con la lujuria, nada más vil para caracterizar la conducta humana.

Luego de mucho batallar, logré que Silvia pudiera desplazarse, pasé mi brazo por sobre sus hombros, le ayudé a entrar al apartamento y lo primero que ella hizo, fue ir a ver cómo estaba su hijo y se tranquilizó al ver que el chico dormía plácidamente, además que su temperatura corporal era normal. Se sentó en la orilla de la cama tratando de no despertar al chico e hizo el intento de pedirme disculpas por haber abusado de la confianza que yo le había dado, pero no dejé que terminara la frase y le dije que estuviera tranquila y que no se preocupase de nada, que iría a la cocina a preparar algo para ellos y que cuando estuviera listo le avisaría para que despertase al chico, pues no podía dormirse sin haber recibido los alimentos necesarios, se quedó callada y aceptó mi mandato.

En un abrir y cerrar de ojos, la comida que preparé desapareció de mi vista y fue a depositarse en los vacíos estómagos de mis protegidos y fue imposible mantener despierto al muchacho hasta que lograra digerir la cena, por lo que desistimos del intento y lo dejamos descansando en su cama; sí, creo que me vencieron y no me quedaba más que admitir que ahora pasaba a ser "su" cama. Bueno, yo debía continuar con mi proyecto, así que después de haber socorrido nuevamente a Silvia y su hijo, me dispuse a continuar con mi trabajo.

Le dije a Silvia que se fuera a descansar a su cama y que yo me pondría a trabajar en mi estudio, ella sin decir palabra obedeció y se metió al cuarto donde su hijo dormía. No sé cuanto tiempo pasó desde que la vi desaparecer en la oscuridad del dormitorio hasta que sentí que alguien me observaba mientras trabajaba en mi proyecto.

Me volteé para ver si era solo mi impresión ó de verdad alguien estaba detrás de mí, la vi a ella parada con una rara expresión en su cara, miraba silenciosamente lo que yo hacía y callada permanecía parada en la puerta del estudio. Le pregunté que si necesitaba algo y me contestó que no necesitaba nada, que no podía dormir y que había venido a charlar de cualquier cosa, pero que al verme tan distraído en mis ocupaciones; prefirió quedarse callada con la simple sensación de sentirse acompañada.

Creo que me miraba trabajar, pero sus pensamientos volaban en dirección a sus seres queridos; donde ellos estuvieran y si acaso los tuviera, porque, ¿qué seres queridos pueden abandonar así a alguien, los tendría?

La invité a pasar y le dije que podía charlar de algo si eso era lo que ella quería.

-¿Qué es lo que esta haciendo?

-Mmmmm.. yo ya te he contado bastante sobre mí, mejor cuéntame sobre ti.

-No tengo nada bueno que contarle, sólo desgracias.

-Pues, cuéntame tus desgracias.

-Se va a aburrir y usted debe tener sus propios problemas.

En eso no se equivocaba, pero en cierta forma, los problemas de ella también me afectaban a mí. Estaba claro que si no se solucionaban, yo sufriría parte de las consecuencias, así que insistí en que me contara sus desgracias para ver de que manera tratábamos de darles solución, de lo contrario haría el papel de buen samaritano por tiempo indefinido.

Los argumentos que le expuse terminaron por convencerla y se animó a relatarme su vida, lo que se narra en los siguientes párrafos con Silvia como primera persona de éste relato.

Todo fue normal y hasta feliz durante mis primeros 18 años, vivía con mis padres y dos hermanos en una familia con posibilidades, diremos de clase media; era una chica bastante disputada entre mis compañeros de colegio, incluso fui la reina del carnaval de mi ciudad, ahora estoy muy flaca, por eso puede parecer exagerado lo que le cuento.

Tenía mi novio oficial, me visitaba en mi casa y mis padres estaban felices con él, lo querían mucho y ya habíamos hecho planes para casarnos cuando saliera de profesional, y como yo quería estudiar medicina; mis padres hicieron todo lo posible para que fuera a estudiar a la capital, todo salía a pedir de boca, pero vaya uno a saber lo que el destino le depara; si lo supiéramos fuéramos más inteligentes y nadie pasaría tantas desgracias.

La cuestión es que mis padres y mi novio me acompañaron hasta la capital y me instalaron en una casa con todas las comodidades necesarias, me mandaban dinero cada mes y no se descuidaban de lo que me hiciera falta y yo por mi parte estudiaba a conciencia, sacaba buenas notas y me sentía muy bien, quién diría que cinco años después estaría en la situación en que ahora me encuentro (en ese momento aparecieron unas lágrimas que escurrieron tiernamente por sus mejillas hasta alcanzar la comisura de sus labios).

Ahora me doy cuenta que era una chica con mucha suerte y entonces no valoraba lo que tenía, tanto así que miraba con desprecio a todo aquél que considerara que no fuera de sociedad, peor aún si era feo; las estupideces que cometemos irracionalmente las muñequitas hijitas de papá. Bueno, el caso es que en la capital conocí a un chico de lo más lindo y además de buena posición, me visitaba en su moto, de esas que tanto nos enloquecen a las chicas tontas como era yo entonces; hoy las detesto, no las puedo ni ver.

Me conquistó y me entregué por completo a él, me mimaba y me llevaba a todas partes; la gente decía que éramos la pareja perfecta y yo no cabía en sí de la dicha, era la envidia de todas mis compañeras. Me sentí tan halagada que hasta rompí con mi novio, le envié una carta tremenda y le dije que ya no quería saber más de él.

No conforme con eso, cuando vino a visitarme para tratar de que cambiara de opinión; lo desprecié de tal forma y lo humillé, que se puso a llorar delante de mí y de mis compañeras, yo entonces me burlaba de él en su cara. Lo mandé al cuerno y me dediqué íntegramente a mi nuevo novio, estaba feliz de haber hecho todo lo que hice.

Luego llegó el tiempo en que mi novio me pidió la prueba de amor que todos los hombres le piden a las mujeres y yo lo quería tanto que no me hice de rogar, además que también quería tener sexo con él (acá su mirada se clavó en el techo y su vista se fue hacia el vacío, parecía revivir las imágenes de sexo con su novio).

Era un chico muy experto, sabía dónde tocarme, cómo tocarme, cómo besarme, dónde besarme y rápido sentía la necesidad de ser poseída por él (narraba e inconscientemente con las manos acariciaba cada parte del cuerpo que el novio hábilmente manejaba). Sin darme cuenta nos encontrábamos revolcándonos en la cama y exploraba toda mi intimidad con lo que estuviera al alcance en ese momento, y cuando... (acá se percató que me estaba ofreciendo un espectáculo gratuito de sus encuentros pasionales con su novio y que sus manos estaban posadas en las intimidades que no podía mostrarme a mí), bueno, la cosa es que la pasábamos bien.

Todo fue un sueño hasta que salí embarazada, se lo dije y ahí cambió todo de un solo golpe; ya no me visitaba y por el contrario; se ocultaba de mí y se alejó definitivamente. Sentí que todo se derrumbaba en derredor y tenía miedo de contárselo a mis padres, pero una amiga me aconsejó que debía hacerlo y así lo hice, llamé a la casa y les lancé la bomba que ellos no se esperaban, serían abuelos de un chico sin padre.

Mi padre me gritó de todo, me dijo que me olvidara de ellos y que ahora me las arreglara por mi cuenta, se enfureció tanto que le dio un infarto y fue a parar al hospital, mi madre quiso interceder por mí, pero mi padre la sentenció que si me ayudaba abiertamente o a escondidas, la dejaría y se separarían por mi causa, así que la pobre no tuvo más remedio que hacerle caso a papá.

Me quedé completamente sola, sin mi novio de mi ciudad, sin mi novio de la capital y peor aún; sin padres y con una carga que duraría 9 meses en mi vientre y todo el tiempo que dure mi inútil existencia. Sin dinero para continuar con los estudios y con una panza en constante crecimiento, no pude trabajar de nada allá, así que decidí venirme a vivir acá donde nadie me conoce y tratar de salir adelante yo sola con mi hijo.

Muchas amigas me aconsejaron que abortara, pero tenía miedo de que algo saliera mal y joderme de por vida, por otra parte quise tanto a mi novio que decidí tener a mi hijo para que algo de él se quedara conmigo.

Al llegar encontré a una señora que me ayudó hasta que tuve al chico, pero después su marido la obligó a que me botara de la casa y nuevamente me quedé en la calle, con una mano atrás y otra delante; nada más (durante el desarrollo del relato Silvia no me miraba a los ojos, miraba al vacío y de rato en rato cruzaba una pierna, la otra, apoyaba un codo en la mesa, en sus piernas y yo tenía una panorámica total de su anatomía, la que embelesado admiraba descaradamente).

Traté de conseguir algún trabajo, de secretaria, de lo que fuera, pero sin conocer a nadie me fue imposible. Cierto día, en una parada de autobuses, conocí a un señor que me comenzó a decir piropos de toda clase, era un hombre bajito y calvo que en un principio pasé por alto, pero como usted sabe que cuando el hambre aprieta, la vergüenza afloja, entonces pensé en la posibilidad de tener encuentros sexuales esporádicos con alguien que me generara algunos recursos y de esa manera poder dejar de hacer trabajitos que apenas y me alcanzaban para comer y dormir en cuartuchos de hotel barato, en cierta forma ahí comencé a ser lo que ahora soy.

Le sonreí con cierta dificultad y eso le dio ánimo para que se me acercara, cuando lo hizo, fui directamente al grano y le planteé que podía estar con él si me pagaba un cuarto donde poder quedarme a vivir con mi hijo. Él aceptó de inmediato y fuimos a buscar un cuarto para que él pagara el alquiler, me dio otra cantidad de plata en efectivo y de inmediato empezó a manosearme hasta que con cierto asco, permití que me penetrara; fue la primera vez que me acosté con alguien por dinero.

El tipo resultó ser ejecutivo de una oficina del estado y viví con él unos seis meses, hasta que me dije a mí misma; que si podía acostarme con un viejo como él por qué no lo hacía con alguien que me pagara más y que no tuviera esa sensación de ser la amante de un viejo decrépito. Busqué un lugar de cierta categoría y me alisté entre las chicas de ese local, pero me salió el tiro por la culata porque la dueña era una víbora que se enriquecía a costa de nosotras, no nos pagaba por cliente conseguido, sino una especie de sueldo, tan mísero que prácticamente ganaba más con el viejo calvo.

Por necesidad he seguido allí hasta que me han echado del cuarto que alquilaba porque la vieja no me paga desde hace seis meses y con la esperanza de recibir lo que me debe he estado aguantando todo este tiempo y acá es donde usted aparece; me encuentra en la calle con mi hijo hambriento y sin un peso (acá rompe en un llanto inconsolable que tengo que dejar de mirar sus atributos y mi erección pierde consistencia al recibir el nuevo llamado a mi conciencia, me siento impotente y fui por un vaso de agua para Silvia).

Puse el vaso en sus manos y unos pañuelos desechables sobre la mesa, enjugó sus lágrimas y sorbió un pequeño trago de agua al tiempo que con una débil sonrisa me decía que en esos casos el agua ayuda muy poco y que se necesita algo más fuerte, algo que queme la garganta. Le pregunté que si quería que le preparara algo como lo que sugería y me dijo que por favor le brindara un "chuflay", que es una mezcla de singani (licor elaborado a base de uva) y soda.

De un sorbo bajó el vaso casi hasta la mitad y con los ojos vidriosos aún por el llanto reciente, clavó su mirada en mí y no sabría cómo describirles el momento, no dijimos ni una sola palabra pero en mi cabeza solo había espacio para la admiración de ese rostro adornado por una tierna mirada, qué pensaba ella me es difícil adivinarlo. Después de unos instantes volteó la mirada hacia el suelo y lanzó un profundo suspiro al tiempo que culminaba sobre su historia.

-Y esa es mi triste historia...

Los dos terminamos nuestros respectivos vasos casi en silencio, apenas un cruce de palabras sin mucho sentido y ya era hora de retirarnos a nuestros respectivos dormitorios, aunque parecía que Silvia le había agarrado el sabor al chuflay y no se animaba a pedirme un segundo vaso y si eso sucedía; no se qué podría pasar entre nosotros, ya saben que el alcohol nos induce a hacer cosas que a veces no queremos o tratamos de evitar. En realidad, creo que esa mujer me gustaba mucho y me habría gustado tener un contacto sexual con ella, pero si eso tuviera que pasar, me gustaría que se diera sin la influencia del alcohol, me gustaría que pasara con el consentimiento de ambos para poder disfrutarlo a plenitud. ¿Que era una prostituta? Sí, pero creo que dentro de mí trataba de convencerme que no era así.

Le ordené que se fuera a dormir y obedeció al instante, mientras, yo aproveché para navegar un poco y bajar los relatos eróticos del día, plus las fotos que más me encantan, las de lencería y bikinis; las considero muy sensuales. Ver las fotos e imaginar que Silvia estaba a unos cuantos pasos de mi PC y además "disponible" cómo ella me lo dijo un día antes, me pusieron a mil y no aguanté tanta tentación, apagué la máquina y salí del estudio para tratar de robar algo de su intimidad. Busqué con sigilo su habitación, pero para mi mala suerte y debido al frío, ella estaba totalmente cubierta con las frazadas y la oscuridad evitó que pueda apreciar algo de su sensual cuerpo.

Ángel de la Guarda III - un mes después.

Ese domingo por la mañana tomamos el desayuno y después de darle algún dinero, se fue con su hijo y me prometió que no me molestaría más, yo le ofrecí mi ayuda para el caso en que decidiera dejar su sacrificada profesión, que podía contar conmigo para cualquier emergencia y sabía dónde encontrarme.

Sentí cierta pena al momento de verla alejarse, pero tuve la sensación de que a la noche la volvería a ver en las gradas esperándome, hice todas mis cosas y traté de regresar temprano a la casa para que no pasaran frío ella y su hijo, pero al volver no encontré a nadie y sentí alguna frustración. Traté de continuar con mis actividades pero de rato en rato salía a la puerta por si acaso mi protegida estaba por ahí, pero todo fue inútil, Silvia cumplió su promesa y no volvió esa noche, ni al día siguiente y entonces me hice a la idea de que no la volvería a ver, le deseé suerte y de lleno me dediqué a mis cosas, la rutina se adueño de mí y continué trabajando para lograr mis objetivos.

Cierta noche, pasado un mes desde el día que desapareció de mi vida; volvía con mis amigos de cobrar un trabajo que habíamos terminado y nos disponíamos a festejar el suceso, nos acompañaban unas amigas y la velada era prometedora pues, una de ellas andaba ronroneándome desde hacía mucho tiempo atrás y la oportunidad no podía ser mejor para de una vez por todas darle lo que buscaba. Cuando se abrió la puerta del ascensor me encontré con que Silvia me había estado esperando desde muy temprano por la tarde y continuaba en la puerta de mi apartamento, no sabía qué hacer; pensé decirle que volviera después, pero si me estaba esperando era muy probable que no tuviera donde ir y si la hacía entrar, el pastelito se me iba a escapar de nuevo, vaya dilema y de verdad le tenía ganas a Cecilia, que es el nombre de la gatita que me serviría de compañía esa noche, ni modo; el buen samaritano surgió de nuevo.

Entramos todos y a Silvia le dije que tendríamos una pequeña fiestecita, que si deseaba podía unírsenos o de lo contrario, podía irse al dormitorio con su hijo; optó por unírsenos a la fiestecita y dejó a su hijo durmiendo después de alimentarlo. En el camino habíamos comprado comida y la devoramos en cuestión de minutos, mientras los vasos ya se servían con ron, chuflay, cerveza o lo que a cada quien le gustase más, Silvia no se ambientaba al grupo y se mantenía un tanto aislada, mientras la gatita no desaprovechaba oportunidad para provocarme.

Todos miraban un tanto extrañado a Silvia pues ninguno de ellos la conocía, quizás por eso ella no se lograba acoplar al grupo, tanto así que cuando tuvieron oportunidad, cada uno de mis amigos me preguntaban sobre Silvia y yo por supuesto no podía contarles toda la verdad, me limité a decirles que después les contaría sobre Silvita. Se conformaron con mi respuesta y debido a las características de mi protegida, mis amigos comenzaron a cortejarla descaradamente y ella pasó a ser el centro de atención, a excepción por supuesto de los que ya tenían pareja segura, pero inclusive ellos no desperdiciaban oportunidad para admirar sus atributos.

Llegó el momento en que los cuerpos se calentaron casi hasta derretirse y la mayoría estaba lista para fundirse uno con la otra y se fueron despidiendo paulatinamente, yo estaba en igual situación con Cecilia y trabajo me costó convencerla de que esa noche era imposible y de que Silvia y yo no teníamos nada, que después le explicaría. A regañadientes aceptó irse para su casa. Uno de mis amigos se había prendido de Silvia como garrapata y no podía decirle que se fuera, así que opté por no hacerme sentir y dejar que ella se las arreglara sola, que decidiera si aceptar o no a su pretendiente.

Pasó una media hora desde que el último se fue del apartamento y el amigo que se prendió de Silvia apareció en mi estudio para despedirse y aprovechó para pedirme que le confirmara que yo no tenía nada con ella, resulta muy difícil creer que una mujer llega al apartamento de alguien que vive solo y que no existe nada entre ellos, pero por suerte mis amigos me conocen y saben que lo que digo, es como se dice; por lo tanto mi amigo se fue conforme y me aseguró que no descansaría hasta lograr que Silvita cayera en sus redes, le desee suerte y nada más.

Despedí a mi amigo y cerré la puerta, mientras Silvia permanecía sentada en la sala y me veía con una mirada que expresaba cierta culpabilidad, y yo con unas cuantas copas encima, la vi y me pareció más preciosa que la primera vez que se albergó en mi casa, me pareció una hembra apetecible y traté de no caer en tentación.

-Le arruiné la noche, ¿verdad? -No es nada, sucede a veces. -¿Es su novia? -¿Cecilia? No, sabes que soy casado. -Sí, pero eso no impide que...

No dejé que terminara la frase, no me gusta discutir ese tipo de cosas con nadie y menos con Silvia, así que cambié el rumbo de la conversación y le pregunté cómo había estado y a qué se debía que me visitara de nuevo. Para facilitarme las cosas, de nuevo la pondré como primera persona del relato y esto fue lo que me respondió:

Cuando salí de acá, me fui directo a buscar a la dueña del local donde trabajaba para que me pagara lo que me debía y la amenacé diciéndole que si no lo hacía; denunciaría las cosas que ella hace. Aunque no se asustó con mi amenaza, prefirió no hacerse de problemas y me dio la plata y aunque no todo lo de la deuda; me dio lo suficiente para poder pagar mis deudas y así cambiar de estilo de vida; esa decisión la tomé después de conocerlo a usted y me prometí que no volvería a prostituirme.

Fui a recoger mis pertenencias donde una amiga y alquilé un cuartito para poder vivir con mi hijo, busqué trabajo pero en estos días es muy difícil, así que lo único que pude conseguir es lavar ropa en unas casas (al decir esto, levantó sus manos para mostrármelas y efectivamente estaban bastante dañadas) y eso he estado haciendo hasta la fecha. Se gana muy poco pero ya no siento esa suciedad que sentía cuando trabajaba en el local, usted me entiende lo que quiero decir.

La cosa esta tan difícil y se gana muy poco por tanto sacrificio, que me acordé que usted me dijo que si deseaba cambiar de profesión, que usted me ayudaría en lo que pudiera y aquí me tiene; claro que no esperaba ser tan inoportuna.

-Primero, felicidades; es una buena decisión. -Gracias a usted.

Al decir esto puso sus manos sobre mi pierna y la apretó suavemente, lo que hizo que me ruborizara y a la par se estableciera un contacto que yo no esperaba, me sentí un tanto incómodo y ella no quitaba sus manos de mi pierna.

-Segundo, ya es tarde y es hora de ir a la cama. -Sí, creo que voy a tener que sustituir a la palomita que le espanté. -No, no quise decir eso; no es... -Ja, ja, ja... lo sé; es una broma.

Fue una sonrisa tan linda, tan graciosa, tan natural; vaya que había mejorado su estado de ánimo, me gastó una broma tan en su lugar que logró que me ruborizara e inocentemente apareciera como soy a cabalidad, mi personalidad se desnudaba enfrente de ella y de verdad me sentí un tanto estúpido, ingenuo.

-Pero ahora me ha entrado una espinita... -¿Una espinita? ¿Qué quieres decir con eso? -Le voy a hacer una pregunta y quiero que me conteste honestamente. -Haremos el intento... -No, tiene que prometerlo. -¿Acaso es tan grave la cosa? -No grave, importante sí; para mí. -OK, entonces; lo prometo.

Sentí un alivio cuando ella quitó su mano de mi pierna, pues ya el contacto me parecía incómodo, me gustaba tener su mano pero no quería delatarme en mis deseos hacia ella, sería como aprovecharme sexualmente de la mujer que estaba protegiendo, o mejor dicho; ayudando a salir de un atolladero. Se puso de pie y en mi delante modeló como para que no perdiera detalle de su sensual anatomía e inmediatamente lanzaba una pregunta.

-¿Cree que soy bonita?

La pregunta la lanzó clara y directa, verla parada en toda su envergadura con sus 1.65 metros bien puestos y con unas piernas macizas que surgían de una elegante minifalda color negro, un vientre bastante plano, a pesar de que ya tenía un hijo; unos pechos muy bien puestos y esas cejas que adornaban su tierna expresión angelical, no pude hacer otra cosa que asentir, tratando de no hacerlo verbalmente, ella dio por satisfactoria mi respuesta.

-¿Cree que soy sensual?

Al lanzar la segunda pregunta se sentó en el brazo del sillón que estaba delante de mí y cruzando la pierna elevó un tanto su minifalda para dejar al descubierto la parte superior de su muslo, justo en el preciso lugar que más me encanta, el lugar donde la pierna alcanza su mayor grosor y aparece la deliciosa franjita más oscura de las medias.

-¿Adónde quieres llegar? Además dijiste una pregunta. -Sí, pero la pregunta principal no la he hecho todavía. -Ya he respondido una pregunta. -Sí, pero las anteriores son necesarias para hacer la principal; por favor... -Ay, carámba; las mujeres...

La cosa no podía ser más excitante, tener en mi delante una chica a la que le sacaba redondos 15 años haciéndome ese tipo de preguntas y modelando en la forma que ella lo hacía; era para chorrearse con sólo verla, y esa carita que ponía para suplicar que respondiera, no podía negarme a contestar y lo único que utilice como refugio, fue voltear a un costado, apoyar mi barbilla en la muñeca de la mano y asentir con la cabeza; de forma notoria para que no me exigieran una respuesta verbal, aceptó la respuesta para poder lanzar lo que ella llamaba la pregunta más importante.

-OK, entonces ahora me debe responder como Dios manda.

Hablaba y se sentaba junto a mí colocando de nuevo sus dos manos sobre mi pierna, las que tenía cruzadas para en algo poder disimular mi excitación, era una tarea difícil disimular el bulto en mi pantalón, y surgió entonces la pregunta:

-¿Haría el amor conmigo, como con cualquier mujer; sin importar que he sido prostituta?

Claro que me la cogería con todas las ganas a esa mujer, pero la pregunta me hizo pensar sobre la forma en que ella me excitaba, puede que precisamente por ser prostituta me excitaba sin control, o también cabía la posibilidad de que me gustaba como mujer y que hasta podía llegar a enamorarme de ella, mi cabeza daba vueltas pensando sobre el asunto y la respuesta honesta no surgía.

-¿Por qué no contesta? Siente asco de mí por haber sido prostituta? -No digas eso, claro que no siento asco. -Entonces ¿por qué no responde?

Me sumergí de nuevo en un silencio meditador y analicé las posibilidades, si respondía que sí; era seguro que esa noche tendría sexo con la mujer que me sacaba de quicio y nuestra relación cambiaría por completo y recordé que deseaba a Silvita pero quería que sucediera de otra forma, sin copas encima y con ganas de ambos. Además no quería que se me entregara por agradecimiento y por otra parte, si decía que no; podía herir sus sentimientos y eso no me lo perdonaría jamás, me sentía en un callejón sin salida y Silvia esperaba impaciente mi respuesta.

-Veo que nunca debí hacerle esa pregunta, me voy a dormir. -No, espera; es que me pusiste en un aprieto. -Sí, ya sé; por eso me voy a dormir. -No, tengo que decirte el por qué no te puedo responder. -No es necesario, ya sé la respuesta. -Ah ¿si? Y según tú, ¿cuál es la respuesta? -Se acostaría conmigo sólo como con una prostituta y eso es lo que soy. -No, te equivocas y ahora te digo por qué.

Las lágrimas rodaban por sus mejillas y me sentí terriblemente mal, ella se negaba a escuchar mis razones y me costó mucho convencerla de que se sentara y me diera la oportunidad de explicar todo como en realidad sucedía y comencé la dura tarea de exponer mis razones y cada uno de los pensamientos que su presencia generaba en mi interior.

-Antes que nada, ahora tú deberás responderme a unas preguntas. -Pregunte lo que quiera. -¿Sabías que tengo 39 años? -No, no lo sabía. -¿Sabes que soy casado y que tengo dos hijos? -Sí, usted me lo dijo. -Entonces, ¿sabes que si pasa algo entre nosotros no puede ser algo serio? -Eso no me importa. -¿Yo te gusto como hombre? -Sí, me gusta mucho -¿No será influencia de las copas que hemos tomado? -No, yo casi no he tomado -¿No será que sientes agradecimiento y estás confundida? -No, creo que no es agradecimiento. -¿Ves? Crees, no estás segura. -Pues... -Y ¿quieres que te confiese algo? -¿Qué? -Sí, sí me gustas y me vuelves loco, pero hoy no puede ser... -¿Por qué hoy no? -Porque si llega a suceder, quiero que sea entre un hombre y una mujer -Y ¿qué somos? -Por ahora somos Ángel de la Guarda y protegida -¡Ah! ¡Ahora entiendo! -Sí, no quiero que sea el pago por un favor prestado -No debí decirle así... -¿Ahora entiendes? -Sí, creo que sí -Ahora ya sabes por qué no respondí en su debido momento. -¡Es tan lindo! ¡Qué suerte tiene su mujer! -Debes decírselo a ella, parece que no se ha dado cuenta. -Ja, ja, ja... ¡ojalá y no se dé cuenta núnca! -¿Por qué? -Es una broma... -Además te confieso otra cosa muy importante. -¿Cuál? -Si yo me separo de mi esposa, no será a causa de otra mujer. -Wow... mejor no digo nada. -Sí, será por su forma de ser; ya te lo he comentado. -¿Debe quererla mucho, no? -Creo que es por mis hijos principalmente. -Entonces, ¿sí cree que soy bonita? -¡Sí, eres preciosa! -Entonces, ¿sí cree que soy sensual? -¡Ah picarona! Sí, eres sensual, pero ahora ya vete a la cama.

Y acá hizo gala de las habilidades innatas de la mujeres para manejarnos a su antojo a los hombres y hacernos creer que somos nosotros los que tomamos las decisiones; se acercó con una sensualidad arrasadora y apoyándose en mi pecho comenzó a hacer círculos con su dedo cómo quien ensortija un cabello o juguetea con una corbata y lanzó un nuevo ataque a su presa, la gatita que juguetea con su ratoncito.

-Y si es como dice, ¿me da el besito de buenas noches?

Y tratando de hacerme de rogar le di un beso fraternal en la mejilla y le di las buenas noches, pero claro estaba que Silvita no se iría satisfecha con un beso inocente de mejilla.

-Ese no es el beso que yo quiero. -Y ¿cómo lo quieres? -Lo quiero así...

Cómo en cámara lenta fue subiendo sus manos hacia mis hombros y más despacio aún, fue acercando sus labios hasta rozar los míos y nos fundimos en un delicioso beso que me transportó a un espacio de cero gravedad, me sentía volar impulsado por la sensualidad de mi protegida, sus labios sorbían cada partícula de mi ser, se relamía en mi interior bucal y con su lengua inició una exploración micrométrica, la delicia hecha mujer.

Por un momento temí que mis argumentos cayeran y rodaran por los suelos, la fortaleza que había construido para protegerme de las embestidas de Silvita se desmoronaba ladrillo por ladrillo y me abandoné a la voluntad de mi protegida, la abracé con todas las fuerzas que disponía, nuestros cuerpos se amoldaban el uno al otro y pasados largos minutos de delicia sentí cómo Silvia se separaba de mí y daba la estocada final de esa noche.

-Buenas noches mi Ángel de la Guarda.

La emoción del momento no me permitió articular palabra alguna y vi cómo meciendo sus atributos se alejaba y antes de entrar a su dormitorio volteaba a ver a su presa y con aire de solemnidad me guiñaba un ojo y con su í

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Salida noctura de mi mujer

Por no pagar la cuenta

Soy la esclava sexual de los compañeros de mi...2

Soy la esclava sexual de los compañeros de mi hijo

Vacaciones en el Caribe

Nuestra primera depilada a una pareja amiga

Se follaron a mi mujer por unas cervezas

Mi padre me cuidó

Mis amigos se corrieron en la boca de mama

Mi amor adolescente

Los cabrones de mis amigos se tiraron a mama

Mis planes y mis empleadas

La guarra de mi madre se folla a mis amigos

Popeye el cornudo soy

Violando a Cristina

Casi conocidos

L.S.D. y los mosqueteros

Mi mujer violada

Fotos de las tetas de mama

Ama de casa follada por todos

Dando por el culo a la madre de mi amigo

Un Militar, un policía, un pirata y un cura....

Los Compañeros de mi hijo me encularon ante el

Follada delante de mi padre

Poema a la caca

Yo y mis colegas nos follamos a mi madre

Me tiré a mi hermana

Mama se folla a los amigos de Papa

Hermanas de sangre

10 presos me follaron por todos mis agujeros

La amiguita de mi sobrina

Ola de Calor

Paula y mi padrastro

Mi amor....!

Bragas

Con mamá de compañerita de mi hijo

Mi madre se los folla a pares

Mientras Dormia

Los obreros le rompieron el culo a mama

Como me follé a la novia de mi primo

Experiencia sexual con mi tia

Los Simpsons Porno

Juegos con mi profesor en casa

Un arreglo muy completo

Sin querer, queriendo (19)

Sin querer, queriendo... (18)

Mama y mis amigos

Enferma Obsesión

Puto de carretera

El casting para un falso big brother!

Una tarde muy especia en casa de mi tía

Loca por un negro

La asesora de Afore

Sin querer, queriendo... (17)

Un viernes cualquiera en el cine

Uno

Ángel

Sin querer, queriendo (16)

Dos maduros para mi (20)

Sin querer, queriendo (15)

Campamento

Susana

Al final se cumplió y por doble partida

Sin querer, queriendo... (14)

Despues de la fiesta

Sin querer, queriendo... (13)

Amiga de confianza

Inicio Forzoso

Una experiencia entre gay y hetero

Sin querer, queriendo... (12)

15 dulces añitos

Sin querer, queriendo... (11)

Era heterosexual

Sin querer, queriendo... (10)

Sexo ardiente en oficina de cucuta

Todo empezó como jugando

Sumision deseada

Sin querer, queriendo... (09)

Un encuentro por casualidad

Ya, mamá... ¡contrólate por favor!

Sin querer, queriendo... (8)

En autobús

Las aventuras con Matilde (2)

Mi amigo Pedro

America, 1800.....

Sin querer, queriendo... (7)

Tomar el sol

Sin querer, queriendo (6)

A veces no hay equivocación, sino nuestra propia c

En un lugar de Menorca...

Las aventuras con Matilde

El metrosexual (contado por ella)

Mi gran primera vez...

Sin querer, queriendo... (5)

Mi Prima Isabel

Dormir en pareja...

Sin querer, queriendo... (4)

Mi profesora

Visita al ginecólogo

Conexión nocturna

Blanca, mi hermosa cuñada...

Dos tazas de café...

Mi hermana y yo cuando teniamos unos 15 y 16 años

Mi hermosa tía

Flores para Algernon

Mi Padrastro y yo

Sexo con Elliot

Mi tio Raul me pone

Doctor, no me encuentro bien

El remero de traineras

Sin querer, queriendo... (3)

El farmaceutico de mi calle

Vagabundos al Ataque (2)

Harry Potter: (01: Parte de la familia)

Abuso total

Hogwarts?

Me daba miedo la oscuridad

Nunca me lo imaginé (con mi hermana)

Historia de un fotógrafo (3 - Final)

Mi Cuñada

Historia de un fotógrafo (1)

Historia de un fotógrafo (2)

Los Primeros Vecinos

El ayer

Vagabundos al Ataque

Duermo relajadita, relajadita

Me gusta más que me toquen otros

Mi amado Hyoga

Mi amiga Carolina (2)

Tenía 14 años

Entre hermanos

Pacto entre primos

Tambien bailo desnuda

Una noche y una inesperada visita

Follándome a Laurita

Evangelion bizarro

Mi marido, su primita y yo.

La Frontera

Sin querer, queriendo... (2)

La verdad de dos hermanos adolescentes

Bragas, maravillosas bragas

Compañeros de trabajo

Sin querer, queriendo...

Andrea, una Madre

Beto, incesto (2)

Lorena y su Padre

Humillacion en el campamento

Aparcamiento

El vecino miron!

Viernes por la noche

La infidelidad de mi esposa

Traumatico incesto

El profe de sexo

Diarios de secundaria (01:el primer día de clases)

Beto, incesto, comenzo en Jamaica

Sexo con mi perra

Livia y Carolina

Cómo jugué al doctor las primeras veces

Lo que nos pasó en el omnibus

Andres y su madre

Gaby

Violación de mi novia

La Paja y Yo: El Reencuentro con el Colorau (1)

De cómo ara y edith fueron desvirgadas

La fiesta de la espuma y algo más...

El Gangoso de Pablo Paz le rompe el Culo a melinda

Alexa

Carta a Mario

La follada de mis dos mejores amigos

Zoo

Adiós virginidad

Toxic

Todo por una amiga

Las infidelidades de melinda

Me destrozaron el culo... ¡que placer!

Pasión inmoral

Nuevas posiciones

Mi experiencia con maduras bien putas

Humillaciones sexuales en el Servicio Militar (1)

La lujuria de Edurne

La leyenda del Val-Druîn

Una noche de cumpleaños

Mi querido Kike

Trállax

Diarios de secundaria (00: Prólogo)

Las amigas de mi hermana

Jorge, el novio de mi hermanita

Vacaciones diferentes

La venganza es dulce y placentera

Gracias a Felix...

Mi compadre y yo

Mis fantasías

El peluquero

Julia

Papa y yo

Mi perdición

Tania... La hermana de mis sueños

Una tarde de verano entre colegas

Melinda e Iver en Oruro

Nunca se lo he contado a nadie.

Tren ligero -Guadalajara- Sexo que se vuelve AMOR

Violada a los 16 años

Mi tío Juan

Mi primera vez fue con un maduro

Disfrutando la realidad

Hermoso culo

Klara

La mejor sesión de cine de mi vida

Sombras del deseo

Mi amiga Ana

Solo para muggles

Lo que nunca sospecharon de Harry Potter...

Mi adorada maestra Sandra

La Domestica

Vacaciones con mi tio Luis

Trasvase (1)

Acompañando a mamá

Vaya jugada...

La abuela de mi amigo

Sin gota de agua

Una de mis noches

Déjame guiarte

A comprar minifalda

Chantaje a la lolita

El primer paso (El camino de Nono)

Que destino más mierda

11-M, reflexión de un niño..

Dos maduros para mi (18)

Dos maduros para mi (19)

Las fiestas del grupo...

Viva el fútbol

Una noche húmeda...

Relación excitante

Mi maestra de ecología

Mi vecino travieso

Mi prima Jessica

Relato real: mi hermana y yo

Una fantasía

El secreto de mi madre

El vecino del chalet

Vacaciones eroticas!

Por fin conseguí a mi suegra

Ojos que no ven...

Mi amado Jorge

Dos maduros para mi (17)

A los 17 (1)

Siete en familia

Como me cogí a la secre

Noticiero

En mi Inocencia

Disfrutando por primera vez

Sorpresa

Dos maduros para mi (16)

El inicio de la corrupción

Jorge, mi gran amor secreto

Adolescentes en Mazatlan

La desvirgada de mi novia

Calenturas De Claudia

Amarrado a tus sueños

La pareja perfecta

Era semana santa

La escapadita

Mi abuelo

De regreso a casa

Primera vez...

14 años y soy la esclava de papa

En semana santa

Noche de feria con trio

No debimos...

Encuentro fantaseado

Tragedia Regia (5)

Vale todo (hasta entregar mi novia)

Mi marido me hizo probar a otro hombre

El dia Señalado

Mi prima maribel

Me gusta exhibirme

2 minutes to midnight

El Atardecer

Mi primera vez con mi tío

Carta anónima

Primera experiencia zoo y sexual

Secreto de confesión

Vigilando a mi vecina

Intercambio con futuro

El despertar en el autobus

Un superdotado en la secundaria

Divina Confesión

Mi amada diosa

en el puerto

Como me ama mi papá

Un espectaculo para mi suegra...

Mi primera vez

Mi adorable desconocido

Mi Odisea incestuosa (11: Todo sobre mi Madre)

El rey madura

Violación troskista

Con la vecina

Mi Mujer y su vida secreta

Con mi vecina jamona

Convencela Tú

Por mirar un culo... (2)

Alan, mi primito... mi putito (2)

Infidelidad natural y deseada por los dos

Alan, mi primito... mi putito

Hablando sola

Por mirar un culo... (1)

Mi primera cogida

A mi mujer y a mí, nos hicieron el amor

Cleo y su mascota (perro)

La V. de C.

La conocí en el colectivo

Mi prometida es una golfa

Costumbres tribales

Un trio, muy especial

Mi secretaria

Tragedia Regia (4)

Más que una venganza

Enloquecedora lujuria

En una reunión de amigos me desvirgaron mi culito

Me masturbo con tus fotos

Temor Excitante (4 - ¿Final?)

De maniobras

Orgía en la oficina

Tragedia Regia (3)

Ropa Interior Femenina (Delicioso Manjar)

Violé a mi novia

Vacaciones con mi cuñada

En la selva del amazonas

Transexual y padre

Morbo anal...

Hombre con deseos de mujer

Castigada

Cuando pense que Piru era mi profe

Me gustaria que fuera realidad (1)

Otro sueño con Piru

Me albergo y tuve sexo con ella

Con mi hermanita hoy

Me gustaria que fuera realidad (2)

Tragedia Regia (2)

Cuando pense que piru era mi jefa

Me gusta ser cornudo

Esa intensa etapa de la vida

El campamento

A mi mujer la gozó un colombiano guapísimo

Como disfruté con mi joven novia

Una noche inolvidable

Despues de una noche de copas

Una tarde aburrida

Orgía en el DF

Incesto fantasia erotica

Hijos del Diablo - Extra

Mi sueño con Piru

Mi esposa vive a cambio de un prestamo...

Tragedia Regia

Follada en la casa de campo

Vacaciones merecidas (1)

Violada por mis trillizos

Desvirgada en la playa

Dejé desnuda a mi mujer con un amigo negro

Mi sueño con Liliana

En medio de los dos

Viaje a Mallorca (1)

La Dulcerita (2)

Follada en el campamento

Lo hice con mi madre al FIN

El día que firmé ser un cornudo sumiso

Esto lo leen las mujeres

Tres chinos en la ciudad

Star Wars X

Temor Excitante (3)

Mi novia de 17 me dió su culo

La Dulcerita

Karla, mi linda hermanita

Un día en el mero

Minerva, mi linda prima

Menuda familia...

El secreto de las arenas

Caro

Eduardo

Mi mujer quiere tener relaciones con más hombres

Mi joven hijo, mi semental

Cuñados

El mejor culo

Me pone cachonda excitar a mi hermanito menor

Londres, durante la 2ª Guerra Mundial

El whisky

Hijos del Diablo... (5)

No se como sucedió (1)

Eliezer

Eduardo mi primo mas sexi

me tire a mi hermana

Mi esposa fue feliz esa noche con otro hombre

Mi fantasía mi mujer la había hecho realidad

Temor Excitante (2)

¿Seré una Perra? (4)

Mi primera vez con mi primo

Aprendiendo a follar

A su lado soy una bebe...

Sexo en clase de mate

Mi extraña familia

Me sorprendieron

La despedida

Mi primita de 13

Y que primera vez!

Hacer realidad una fantasía...

Follando a la zorra de Isabel

Alma

¡Qué hembra! Mi segunda vez con el marica

Temor Excitante (1)

Necesidad Ardiente

Fantasias con mi Cuñada

Relato de la casa de huéspedes: mi paisano

¿Seré una Perra? (3)

La Primera Vez de mi Novia

Violada a los 12

La feria (1)

Mi mujer conmigo no, pero si con su primo

Guerra en los Balcanes

Me encanta bailar desnuda

La mejor de las navidades

Los videos porno de mi esposa

Incesto (1)

En manos de la ley

El instructor del club

Como me cogí a mi prima

Mi cuñada y yo

Cuando tenia 15 años...

Siempre he sido infiel

Hijos del Diablo (4)

Sexo no deseado por 48 horas

Un Reino Herido

La apuesta

Mi abuelo pervertido

Rosi

Todo puede suceder

Arcelia y yo

Andreita

Gozando con mi prima

Mi compañera de servicio social

Susy (2)

Mi hermana mi amiga y yo

karen

Mi hijo me toca

Pepe violador

Empecé con mi amigo

Sexo caliente

Pequeños consejos sobre la escritura de relatos

Mi fogosa tía Adela

Unos señores hospitalarios

Las grandes series americanas (4: Bel-Air)

Pequeña inocencia (1)

La penultima vez con Marta

Diablos que primita!

Mi novia y mi sobrino

Lety

Con mi primo miguel

Mi prima la conta

Ultrajada en forsta

Ada

Hijos del Diablo... (3)

Juego de niños (2)

Ada y Edgar

Aida

Se me hizó con mi colegiala

Discusión de tráfico

Monotonía olvidada

En Casa

Marta me la chupó en mi cuarto

Las grandes series americanas (3: Bel-Air)

Todo por un café....

¿Seré una Perra? (2)

desvirgada por un perro

Lo que quiero

La sustitución

Nunca imaginé que pudiera estar tan salida

Mi prima de 21 de Bolivia

Juego de niños

Las grandes series americanas (2: +Cosas de casa)

Mi primera vez

En familia

Mi defensor

Sorpresa en el autobus

Me cogi a mi amiga Marta

Fantasía en Viaje

Mi Amigo el Médico

Maria, la niña pefecta

¿Seré una Perra?

Mi fantastica novia

Suegrita urgida

Mujer caliente

Dos Hermanos, una sola cama

La Esposa de mi Primo (3)

Hijos del Diablo... (2)

Mi mejor amiga

El encuentro

Que calor

Las grandes series americanas (1: Cosas de casa)

Mi prima Paty

Mi vecina...

Mi profesora favorita

Sexo Pleno con Toñita

Entre amigos

La mujer de mis sueños

Y paso?

Mi tia Sara

El primer marica que follé hasta cansarme

En la oscuridad...

La ardiente susana

Salio conmigo y se llevo una sorpresa

El castigo de Paul Urrubia

La Gran Verguenza de Paul Urrubia

Una dulce venganza!

Mi primera vez fue con el hermano de mi amiga

Paola, la cheerleader colosal

Servicio Militar

Mi chica asombra a su acosador con su relato

La sobrina de mi esposa

La esposa de mi primo

Hijos del Diablo...

La primera es la mejor

En casa de la abuela

Mi primera vez gay

Mi cuñada

Me comió la sangre

Mi inicio con Patty

Mi vecina Totey

De dos en dos

Mi amigo y yo

Me pasó en acapulco

Mi linda hermana

Letra retorcida

Amigas para siempre

Matemática

Sexo pleno con Toñita

Como la novia de mi amigo me pedia ayuda.

Eva María y Federico

Vírgenes

Autopista de placer

La cala

Una forma diferente de amarse...

Mi yegua salvaje

Un primo muy especial

Quería hacerme lesbiana con mamá

Mi madre y mi tio

Violadas en la tienda

Fantasia cumplida

Todo inició con una broma

La mesa de billar

La estilista

Fuegos en el Bosque

Tiré de un fin de semana

Una cena en el campo (2)

Mi cuñada se dejo cojer

Mi tío Juan

Otra navidad con la misma prima (final)

La tia de mi novia

Mi esposa dando clases particulares

Semen para Sara

Lo que me pasó a mí

La lección de Piano

Entre musica, luces y alcohol... el sexo es mejor

Una deliciosa cogida

Prima en vacaciones

Mi prima

En el Sex Shop con mi hermana

Follada por los tres agujeros

Los clientes de mi marido

Otra navidad con la misma prima

Noche de confesiones

Me violaron

Follada en los vestuarios

Fantasía cumplida

Hacer el amor con otro

Mi primera vez con Laura

Mi prima cogida por mi padre y luego por mi

Richard, solo un compañero?

Sentar a alguien en tu mesa por Navidad

Mi Prima Carol y Yo

Mi rutina personalizada en el gimnasio

Mi primo y el mar

Mi navidad con mi prima

Un Macho Colombiano

Una cena en el campo

Esto es lo que te daría

Cosas inesperadas

Dalia (2)

Mi Tia...¡Simplemente un Encanto!

Cogiendo con mi tía Ceci

Fantasía

Abusando de una mama preocupada por su hijo

Paja en la ducha con tres tias

Descubriendo nuevas sensaciones

La venganza contra Jessica

Como se entrego mi ex

Isla y pasión

Dalia

Esa fantasía

Cogiendo con my friend VANESSA

Las zorras de mi tia y mi hermana

Como filmamos nuestra película porno

Mi Cuñada Adolescente (2)

Mi novia y los policias

Masturbé a un amigo de mi novio mientras dormía

5 Meses

Obligada a ser infiel

Fin de Semana

Dos Errores

Mi vecina pilarica

Como no resistirme

Mis primeros cuernos

Sentados en un sofá

Viviendo con mi suegra (1)

Mamá

Cómo saber tratar a mis amigos

Mi deliciosa primita

Follando en la azotea

Avance laboral

Mi novia quiere mas pollas

Dos maduros para mi (15)

Al fin me folle a mi hermana

Me comí a una profe en su oficina

Vanesa el Angelito del SEXO

Dos maduros para mi (14)

En el vagón abandonado

Mi Cuñada Adolescente

Del Cyber-Chat, al Encuentro Real

Mi aventura con la Marisa

Mi mejor verano

Tarde de ocio

Follada en familia

Valeria, mi dulce flor

Como dio inicio la relación

Nuestra primera experiencia en una playa nudista

Toda la noche

Primera vez y muy contento

Confesion de un esposo

Mi tía Marta

La alemana

Yo... un regalo de cumpleaños

La fauna del MSN

Argentina mi amor

Nos gustan las chicas con lentes

Penetrada por 2 alumnos

Los cuatro a la alberca

Sade... Todo un genio

Dos maduros para mi (13)

El negro de los estereos

En el colegio

La Esposa de mi Primo (2)

Secuestrado por Karen y Sara

Mi primo... y su bienvenida

Feminizado (version definitiva)

Las grabaciones

Del Chico mas cuero al mas...

La ardiente esposa de mi jefe

mis primos y mi hermano me violaron

Querida amiga

El besito robado

Danone, mi yogurcín del MSN

El fin de mi relacion con celia

Una hermosa locura!

Experiencia inusual!

Mis compañeros de clase (Desenlace)

Maitane; mujer plena

Podría ser mi padre

Loreto

Mama luchis

Descubriendo mi sexualidad

Ducha deliciosa

La Esposa de mi Primo

Para romper mi soledad

Violación a un niño pastor (2)

El reencuentro

El Hermafrodita

Entre la espada y la pared (5)

Guarradas con mi novia

Experiencia imprevista

Aún la extraño

La Gran Mamada

Salome (2)

Entre la espada y la pared (4)

Salome (1)

Violación a un niño pastor

El chantaje de Andrea

Ducha sorpresiva

Mi sabrosa tia

Mis compañeros de clase (2)

Entre la espada y la pared (3)

Entre la espada y la pared (2)

La primera vez de mi novia

Una tarde de ensayo en el teatro

Dos maduros para mi (12)

Me violaron con 11 años

Un sueño cumplido... puede ser peligroso

Los calzoncillos de mi compañero de piso

Un momento de diversión

Entre la espada y la pared (01)

El tío de mi amigo

Deseo cumplido

Feminizado (4)

Cuarenta y veinte

Feminizado (3)

Mi tía y yo

Mis inicios como chapero

12 horas de hace 24 años

Mis compañeros de clase

Dando una lección

En el hospital

Los militares

El profe de gimnasia (2)

Vacaciones de verano

Madrastra

Esa llamada de emergencia en la oficina

Entre juegos y bromas

Mi novia entretiene a mis amigos

Con mi profe de compu

Feminizado (2)

Los electricistas

Dos maduros para mi (11)

Aventuras del pasado

Me case con mi esposo para ser amante de su prima

Conociendo a la familia

Dos maduros para mi (10)

Orgias con adolescentes

Una violación real

sexo en la finca

Feminizado

Encontré

Dos maduros para mi (9)

¡Mi mejor hallowen!

Una Tarde para Recordar

Juego de niños

Mis amiguitas

De nuevo en la carretera

La tragedia de mi vida

Mi hermano Marcos

Dos maduros para mi (8)

Caro, la puta novia de mi mejor amigo.

La engañe solo para romperle el culo

Dos maduros para mi (7)

Los relatos de mi perra

El profe de gimnasia

Dos maduros para mi (6)

Primer orgia de mi novia

Yo en la cama de mi hermanita

El castigo de mi señor.

Venganza cruel

El carate

Los jovenes del autobus

Esa noche pedí mi virginidad.(De 4 Vientos)

Fiesta para la puta de mi novia

Una prueba de amor

En la oficina

Imitando las putas

Dos maduros para mi (5)

Viaje inolvidable con un par de maduritos

Mi cuñada Monis

Me cogi a mi novia en las escaleras de su depa...

Mi Odisea incestuosa (10: La Gran Orgia familiar)

Un miércoles por la tarde

Entre la multitud...

Dos maduros para mi (4)

Madre e Hija

Dos maduros para mi (3)

Mi amigo, Mi gordito, Mi novio

Mi Madre

Un suceso muy extraño

Aniversario para 3

Historia familiar

Una propuesta dificil de decir que no

En el puerto

Mamando vergas en el cervantino

Dos maduros para mi (2)

Dos maduros para mi (1)

Bendita inexperiencia

Medianoche

Como me convertí en una puta

Mi Odisea incestuosa (09: Mi hijo Edu)

Hermanito calenton

Tomás y yo, dos chicos en pubertad

Follada en familia

Desestesante

Sola

Iniciandose en ...

En el taller

Mi tía Carmen

Cena para cuatro

Mi Tía

Cosas de la ingenuidad (2)

Mi madre... solo pasó.... no me arrepiento

Primera experiencia a tres

Vegaciones a mi cuñada

Los pies de Daniela

Chupando culos

El Parchís

Denisse, mi cuñada preferida

El encule a la profesora

Cosas de la ingenuidad

Sorpresa de fin de vacaciones (2)

Sorpresa de fin de vacaciones

Una historia de compartir algo

Mi Odisea incestuosa (8: Mi hija Beatriz)

El Retrete

Amores delictivos

Así imagino nuestra primera vez

Cornudo sin remedio

En el servicio militar

La consulta

Cómo me gustaría verte

Recuerdos

Qué morbo!

Logré compartir a mi mujer

Vero y yo

Mi amiga / mi fantasía

Vacaciones de verano con mi madre

Como perdi mi virginidad

Elisa, voyeur y exhibicionista

Primavera ... Mi perro y yo

Sorpresa negra

Mi hermana y mi sobrina (2)

Estamos en el cine

Mamá me hizo su mujer

Fumando con mama

Mi Odisea incestuosa (7: Mi hija Isabel)

Imaginación

Mi hermana y mi sobrina

Turismo

Mi fantasía

Nada es lo que parece

El mecánico y su colega

La Gitana

Historia de Ana (V)

Sorpresa

Marcelita (2)

La jugadora

Historia de Ana (III)

Historia de Ana (IV)

Follada por mi hermano

Historia de Ana (II)

Ella recien comenzaba a madurar

Mi viaje con la clase

Violaciones en la guerra

En el camión

Compañeras de Universidad (3)

1era vez fallida....

Carlos nos visita

Al instituto! (5)

Historia de Ana (I)

Mis comienzos

En la playa

Rencor

Viaje a Zurich

Pasión desde pequeños

Vanesa

Compañeras de Universidad (2)

Día de Playa

Madre Santa

Mi Novia y 2 jovencitos

Nuera y gitana

El Inicio

Un Aventón

Compañeras de Universidad (1)

En el trabajo

En el Servicio militar

Lo que aprendí yo solita (1)

A Ramón

Mi primera vez con una chica

Mi novia es penetrada y yo disfruto

Mi primera vez: cogiendo con una amiga...

Mi Odisea incestuosa (6: Mi hija Yolanda)

Segunda infidelidad

Pero que puta es mi mujer

Olivia crece

Mi historia con Daniel

Una noche con Claudio

Decian que pareciamos padre e hijo

Gaby y Kartla (2)

Gaby y Kartla (1)

Dulce oscuridad

Virginidad versus Voluptuosidad

Verano de sexo y paella

Perdí la virginidad con mi propio padre

El servicio social puede ser buenisimo

La Buena Suerte

Mi amiga Mariana

La primera vez con un militar

Una madura me pagó por sexo

Sucedió en el baño de chicos

Mi primera experiencia

Mi suegra, mi amante

Cuentos (01: Caperucita Roja)

Mi madre me pilló con una revista porno...

Mis 15 Años con mi Prima...

Mi experiencia con mi suegra

Un Extraño arte japones

Al instituto! (4)

Laura, la pijita

Los placeres de la soledad

Mis mejores orgasmos los he vivido con el

Solo 14 años

Primera vez con mi amigo (p.2)

Noche de pasión

Mi primera ves con mi macho

Ricas, ricas vacaciones

Confesión a una amiga

Elsa, la amiga de mamá

El Chantaje

El repertidor ardiente

Al instituto! (3)

Mirna

Al instituto! (2)

Mi amiga Maria Eva

El profesor

3 no son multitud

La violación de mi madre

El puto cornudo sumiso mirón

Excusión formidable

Cogiendome a mis alumnas

La Madre e hija

Viaje a Alicante

Mi Odisea incestuosa (5: Mi hija Helena)

Al instituto! (1)

Lo que vi hacer a mi mujer

Mi historia

Cosquillas en vacaciones (2)

Paty, mi gran amor es mi prima

Cosquillas en vacaciones

Las Dulces cosquillas de Ana

La noche te trae sorpresas

La puta de mi hermana

Mi exhuberante y caliente suegra.

Esther y su Bebesote

Mi sobrina y yo

Con mi pequeño niño

Mi hermanita Hayde

En la estancia

La vendedora

Eran las tres de la mañana

Con mi padrastro y mi madre

El güero de la tienda

Mi primera vez (1)

Mis Primas Zorritas Inglesas 2: Viaje a Inglaterra

Un chico muy cabrón y caliente

Mi primera experiencia zoofilica

La pasión por los pies

Mi tía rica

El Precio De La Ley

La chica del Instituto (2)

Cambio de Mentalidades

Pajeo en la piscina

Volando

La chica del Instituto (1)

Mi querido compañero

Paseo con sorpresa

Mis Primas Zorritas Inglesas

Confesiones

Mi particular noche de bodas

La Mina

Diosa negra

Orgía hecha realidad

Mi papa me hace el amor mu rico

La despedida erótica

Ana, la dudosa

Compañera de trabajo

Una noche impensada

Un Psicopata Definio mi Sexo

Mi increible profesora lesbiana

La Madre de mi mejor amigo

Mi amigo mayor

Follada con mi hermana por orgullo

Alicia despierta de pronto

Los sueños se cumplen

Mi Prima de 14 Años (1)

Todo empezo cenando

Un excelente regalo de cumpleaños

Me desvirgó mi perro

La novia mas puta del mundo

7 contra 1

Violación en el campo

El casting

Lisette y yo rumbo a ACAPULCO

Mi amigo Marcos (o La paja del urogallo)

El despertar

Primera vez con mis hermanos

Mi primera experiencia adulta

La revancha de Ana

Mi vecina Patricia

Como me desvirgaron

Doble descubrimiento

Me follé a mi cuñada

Esclavo de mi padre

Mi vecina y yo

La verdad de un hombre

Mi éxito travesti a los 14 años (2)

El video de mi novia y mi sobrina virgen

Mis pintores favoritos

Alexandra

La casa de huéspedes - mulato

Aventura fetichista

Mi deseada Maria

Segunda experiencia con mi Siberiano

Mi éxito travesti a los 14 años

Maniobras bien aprovechadas

Convertí a mi sobrinito en una putita

Mi Odisea incestuosa (4: Mi Suegra)

Carlita y su papá

Sexo con mi madura casera

Enséñamelo todo (02)

Mi querida suegra

Una mañana hermosa con Tino

Piso en alquiler

El diario de Aida

Marcelita

No sos macho hasta que no la probás

Esperame cariño

Soy cura, y Purita me saca la leche a mamadas

Viendo desvirgar a mi hermana

Mi maestra de francés

Jessica se equivocó y entregó su virginidad a Rene

Mas allá de la Arena

Mis sobrinos mulatos

Mis inicios en el sexo

Los Juegos de la Adolescencia y mi Primo

Venganza?

Por despecho

Mi primera experiencia como mujer

La hermana de mi mejor amigo

Mi prima la peluquera

La chica del metro

Me excita ver como se cogen a mi hermana

La enfermera

Una sensación inusual

Pasión y amor ¿por qué no?

El padre de mi amiga, mi amiga y yo

Mi hermana, buen fin de fiesta

De como se masturba mi mujer

De esposa recatadita a putita

Mi Odisea incestuosa (3: Mi tía)

El ex de mi novia se la folló en mi presencia

Un día inesperado

Entrega inmediata

Reforma Ortografía Castellana

Espiando a mi hermano

Y de amigos, amantes

La madre de mi amigo Pedro

Me Di Cuenta

Iniciándose en el Jogging

Violé a mi hermana

Una amiga me contó lo que hizo con su hermana

Confesiones de una ramera

La mamá de leo

Primera ves

De visita en el rancho de mi primo

Qué niño!

Una experiencia real excitante y arriesgada

Mi sobrina religiosa

Nuestra primera noche real

Lorenita de doce años y su culito respingón

Mi cuñada y mi mujer

Mi padrastro

Me cogí a la mejor amiga de mi novia

Jonson el Psiquico (1)

Por fin lo hicimos

Aquella directora de la academia

Mi pequeña lolita

Con intuición

Su Culo en mi Cara

El Irresistible de mi Cuñado (1)

La primera vez de mi hermana

Dilatación

Prueba del AMO

Juguetón, chico juguetón

Una primita juguetona

Aventuras en la Ruta 116

Sexo, sudor y ....15 años

Sexo en la oficina (4 - Final)

Disfrutando con su dolor

Sexo en la oficina (3)

Mi prima de 16 y sus raras zonas erogenas

Sexo en la oficina (2)

Sindy

Anoche entregué mi culo

Sexo en la oficina (1)

Cibersex

¡Qué niño!

Mi maestra de química (muchachos)

Aventuras de un Pie-Fetichista

Yo virgen, mi prima y una grata sorpresa

Mi tía y mi prima... ¿quien lo diria?

Mi vecina

Curiosidad y algo más

Excelente capacitación

La mili

Don Javier

Breve historia de los anticonceptivos

El juego de la sirena

La fiestita de mi esposo

Extasis y luego un balde de agua fria

La novia de mi hermano

Infidelidades consentidas a mi novia

Vacaciones sin mi marido… pero con mi hijo

¿Me violaron?

Las mañanas con mi empleada

Empezó como un juego

Enamorada de mi cuñado!

Mi marido asi lo quiso

Fin de semana de a tres

El Momento de Gran Placer

Sexo y amor con mi hermana

La segunda vez

SSS, una novia para dos

Mi tía Claudia

Las amiguitas de mi esposa (IV - Final)

Mi Vecina (1)

Abusada por marido y extraños

La fantasía de mi esposo

Mi historia (1)

Sara, la novia insatisfecha de mi mejor amigo

Las amiguitas de mi esposa (III)

Fantasias

Historia de Amor entre Tío y sobrina

Mi sumisa Leylah

La historia de María

Las amiguitas de mi esposa (II)

Mi hija, mi mujer

La secretaria que me hace el amor

Mi primera vez a los 5 años

Mi primera vez

Mi hermana Vanesa

Las amiguitas de mi esposa (I)

Gracias a la biblioteca

Descubriendo el ciber-incesto

En una primavera

Mi primo y yo.....

Como lo hice por primera vez con mi profesor

Mi primera infidelidad

Me calenté con mi cuñado!

Lucifer y papá

Poco para el trio

16 y 45

Vaya entreno de baloncesto

La primera vez fué con la madre de mi amigo

Seduciendo a mi vecina de 12 años

Confesiones con mi hermana

El inicio

Las Profesoras

Con mi tía pilar en una boda

Mi Odisea incestuosa (2: Mi hermana)

Mi primera vez

Aquella noche de sumo placer

Carla, el volcán sexual

Desvirgada por papa

Enséñamelo todo

Laura

Contratado para mirar

Desvirgando a Doris (2)

Quise ser mayor

Mi pajarito

De la micro a la cama

Mi Odisea incestuosa (1: Mi madre)

Pagando con la misma moneda (I)

Una orgía para mi esposa

Mi hermana

Desvirgando a Doris (1)

Mi tio y yo (13 años)

Andrea y Gina... mis primas

Con la mama de mi amigo

Noche de copas, noche de bar

Nieves es asi de puta

Chantajeando a mi prima casada (2)

Qué puta soy

Cerveza VS Vagina

Chantajeando a mi prima casada (1)

Mi hermana y yo

A mi comadre en año nuevo

Maestra de Biología

Me cogí a mi cuñado

Sopresas

Mi primera vez

Dominación femenina por chat, 4 mujeres a por 1

Mi cuñado es hijo mio (I)

Infiel despues de casada

Trio con sopresa

Viviendo con mi hermanita

La graduación de mi hermana

Que puta boliviana!

Follada con mi ex

Sexo gracias a un relato y con embarazo incluido!

El padre de mi mejor amiga

Los Dioses tambien se masturban: Volvemos a follar

LDTSM: Te sabe el chocho a canela

Descubriendo el placer sexual

Playa nudista con mi hermana y hermano

LDTSM: Nos van a comer la polla

Mi sobrina Sonia

Los Dioses tambien se masturban: Liberación

Primera vez con mi amado novio

Una de vikingos

Mi cuñado y yo

Los Dioses tambien se masturban: Follame

La mama de Benito

Ana Carmen

Elvira (10 - Final)

Mi amiguito y yo...

Eva y su familia

Papi

Elvira (09)

Mujeres de marte y hombres de venus

Elvira (08)

Elvira (07)

Hermanita

Mi dulce hermanita

Elvira (06)

Mi relato

Mi primera vez

Mi familia campesina

Elvira (05)

Hay hermanita linda

Con mi propio jefe

Elvira (04)

Elvira (03)

La visita de un primo y sus amigos

Un extraño ta, ta, ta

Comiendo la lana a mi hermana

Elvira (02)

Desnudos al sol

A las ordenes de mí mujer

Elvira (01)

Mi hermano y yo

Alicia sin su marido

En el asiento de atrás mientras mi marido conduce

El culote de mi prima

Mi esposa y el brasileño

Mi prima y yo

Inseminación Artificial

La violacion de Eva

Papito (II) by Francesca Duval

La madre, la hija y yo

Papito (I) by Francesca Duval

Llorando, lloviendo

La camarera que me vuelve loco

Cumpleaños de una esclava

Cena de empresa

Mi primo y yo

Orgullosa de mi hija

Grandes amigos

Mi profesor predilecto

Triunfo

Me lo hice con mi prima y con mi tía

Fue mi prisionera

Curso para Mujeres...

Mi niña de doce años

La fiesta (I)

Mi amado primo

Mi novia de 17 (II)

Iniciación de Puta

Iniciación con mi tóo

Primera vez con un hombre

Beatriz y Aitziber, unas encuestadoras...

Me di un gusto y ahora no puedo parar (II)

Con mis primitas ¡Qué delicia! (IV)

Navidad con mi tía

Mi querida hermanastra

Virgo en el Inquilinato

Juego de amigos (II)

El encuentro

Juego de amigos

Mi novia de 17 (I)

Me di un gusto y ahora no puedo parar

San valentín

Corazón destrozado

Liliana Mi cuñada

La Agencia (1)

Con mi mujer y su hermana

La madre naturaleza

Orgasmotil complex, las pastillas del placer

Mi venganza

Disfruta del sexo!

Mi cuñada cochonda

Mi viciosa sobrinita

La primera paja

Juego misterioso

Buscando empleo

Orgias juveniles (I: sorpresa inolvidable)

¿Cúal es tu personaje animado favorito?

Pues sí

Un exámen cualquiera

Mi compañera de trabajo

Aprobar mmm (II)

Ver la cara de mi tía al vernos

Dominado por Manuel

Pequeña

Ver tan cerca a mi prima de mi...

Mis Tres Hermanas y Yo en la Carretera

La novia de mi amigo

Situaciones Insólitas

Comparaciones eres más... que...

Una amiguita

Ana una mujer estupenda a pesar de su edad

Si amas a alguien...

Grandes frases de Groucho Marx

Tu árbol

Anécdota del Papa

La pubertad

Vacaciones Erotico-Festivas

La masturbación

Juguetes y afrodisíacos

Ciber sex real

En la boca de mi suegra

Salud e higiene

El me compartió con las tres

El comienzo de todo

En casa

Como un niño de 5 años

Fuí infiel en mi noche de bodas

Sexo por chat

Mi vecinita y mi sobrinita, la ingenua

Los hombres somos simples

Un día antes de mi boda

Métodos anticonceptivos

Compañeros de trabajo

Mi profesora Mercedes llegó borracha

Simplemente Nelly

Frases para enamorar

Ciber sex

Mi mujer con una desconocida

Me saqué el gusto con mi sobrina

Mi mejor amigo a los 11 años

Con mis primitas ¡Qué delicia! (III)

La primita de mi novia

Enamorado a los 13 años

Una tarde de cine

Test de amor

La travesti sumisa

Los alumnos

Dinora

Me gusta mi trabajo

Leyenda india

Confesiones de mi prima

Con mis primitas ¡Qué delicia! (II)

En la mili

Y estallaron las estrellas...

Las fantasias sexuales

Fiesta de disfraces

Fiebre sexual

Lo hacemos!

Jugando con mi madre

Violación a la niñera

Mi tía, lo que la hice. Menuda maravilla (I)

Soy un genio

Cybersexo puro

Con mis primitas ¡Qué delicia!

El teléfono movil

Cruel Hermano

Día luminoso

Madre psicologa

¡Qué buena persona!

Ringo un perro fuera de lo normal (IV - Final)

Mamá lo sabe todo!

A una madura me la folle en el trabajo

Sorpresa a mi novia en el coche

Un psicópata definió mi sexo (II)

Ringo un perro fuera de lo normal (III)

Mi linda hermana

Mi mujer arregló los problemas económicos.

La chica del parque

Ringo un perro fuera de lo normal (II)

Un psicópata definió mi sexo

Ringo un perro fuera de lo normal (I)

Chico sexy del cine

Mi padre me lo abrio

Iniciación en el Instituto

Hoy sólo puede entrar uno

¿Usted sabe quién soy yo?

Ver a dos hermanos haciendolo

Desfloré a mi prima

Estar ocupado

Remedio contra las flatulencias

Mi verdadero sexo

El último dia de clases

Fantasias

Hasta lloró esa vez

Las amigas de mi hermana

Lee el texto

Mi primo y yo...

Programa de radio

Los Pinos

Mentiras del porno

Con mi padrastro

La esposa de mi cliente

Mi prima Romina

Amigos?

Mi Sobrinita

Es Casada

Sexo con la sirvienta

El amigo de mi padre

A los 14 con Christie

Una noche en la oficina

Mi mujer me dió el aval (III - ext)

Un amor de locura

Jugando con el vagabundo

Tren nocturno

La cachonda de Ángela

Sex shop

Mi adorado tio

La primera vez el culo de mi mujer

Raquel en la discoteca

Marcela mi cuñada

Silvia ya no es una niña (I)

Por una discusión

Julia

Orgía inesperada en el club

El trasero de mi hermana

En tu casa...

Una rana en mi habitación

Cambio en el portal

La presectora

Mi compañera

Con mi compañera del colegio

En la playa

Cristina la policia

Me follé a la amiga de mi hija

Paja en directo

Carta a Santa Claus

El trenecito

Accidente de avión

Por tener valor (II)

Lo mejor para el estres

La operación

Suegra

La primera vez de Yiyi

Técnicas de masturbación

Nuevas Experiencias

Diario de un Rodríguez

Cosm*politan por hombres

Mi cita con Raúl

Mi Violación

Beatriz (III)

Beatriz (II)

Beatriz (I)

La sedución de mi mujer

Mi novia, su hermana y su amiga

Por tener valor

Me meti la mano

Culebron sexual

Un cura muy especial!

Mi primera vez

Mi hermana siempre lo supo pero lo callo

El director

Lección de Amor (I)

Mi primer amor

El mejor regalo

Nadie sabe mi pecado

Mi amante compañera

Me la quitaron

Mi vecina Isabel

Recuerdos de guerra (I)

La virginidad

Mi inicio y final

Mis primeras corridas sin leche

Siempre había deseado a mi prima

Fisgón y amor

El suplicio de Yuei

El Tsuru Blanco

El profe

En el trabajo

La Doctora y yo

Rony

La Tarde

Mi experiencia con una veterana

Mi amiga Estela

Mi cuñada y yo en la alberca

El autobús

Abriendo las piernas por primera vez

La primera y última

Mi prima-hermana y yo

Evanhelion

Se llama Pilar

Mi amo y yo

Un sábado por la tarde

Inicio gay por accidente

San Bernardo

La peña

Compañera de Colegio

El director

Inicio con mi madre

Victima número 1

Me follé a las dos ladronas

Fantasias premonitorias

Al final el sexo anal era la solución

Violado

Beatriz

Follando con mi profesora favorita!

Amistades calientes

Ampliando la familia

Solo era un chat erótico!

Colegas (II)

La declaración de Hacienda

Penetrada por travestis

Sobre hombres y mujeres perfectos

Mi compañera de trabajo

Colegas (I)

Cosas imposibles

El piloto de mis sueños

Sorprendido con mi suegra

Mi cuñada caliente

El vestuario

En la oficina

De las menores del colegio

Mojados

Toma de decisiones (hombres)

Lucia

Mi vecina del 4º

Sexboy

Sexo en el mar

Mi primer momento erotico con un hombre

La chupada de Nora

Follas como nadie, chaval

Cuando la realidad supera cualquier relato

Safari Salvaje

Evaluación de placer

Una absurda escena de celos

Mi cuñada la pelirroja

Mi polvo con el fontanero

Explicación de un accidente

La noche que mi mujer lo dió

Edu y yo

Un macho policía

Una tarde de placer

Mi novia y yo virgenes

Mi hermana y mi novia

Lillybeth, 12 años de experiencia (V)

Dolor y placer a los 17

Flor de luz

Mi Historia

Una noche inesperada

Me la follé antes que su novio

Lillybeth, 12 años de experiencia (IV)

Aprendiendo de un jovencito

Mi vecina madurita

Lillybeth, 12 años de experiencia (III)

Lillybeth, 12 años de experiencia (II)

Mi cuñada, Mi regalo

Lillybeth, 12 años de experiencia (I)

Una noche en una terraza

La tía de mi mujer

Descubrí que era lesbiana, una noche...

Y después del Foro que?

Vender un coche

Juan y Rolando

Duele Amar

Resquicios de luna de miel

Sexualidad Veraniega

Harry Potter: Las Historias Inéditas

Doble trabajo

Por fin probe una verga

Historia de mi vida

Fábulas

Con la mujer de mi empleado

Como haces el amor según tu signo

Hermanito ideal

Cuando me partieron el culo

La mama cachonda

Gracias relatos de amor filial!

Mi madrastra con mi papa o conmigo

Instrucciones de uso

Mi querido profesor

Accidente domestico (caso real)

Mi primer orgasmo

Mi querido Primo

La diosa de Alemania

18 son pocos

Le hizo el amor a mi mujer y a mi también

Mi primer anal

Una puñeta en honor a mi hermana

Suegra cachonda

Un viaje para toda la vida

Albañiles en celo con la ejecutiva

Follada a dos bandas

Cura no tan santo

Una cena especial

El footing

Lo que mas quiero (I)

Enculado

Experiencias reconfortantes

Gozando de mi madre

Me hice exhibicionista por culpa de mi niñera

Me follo a mi hijo

Equipo de ganadores

Por debajo de la mesa

Confusión

Mi amiga y amante

Día del padre

40 Maneras de Cabrear al de TelePizza

Orgasmo en el tren

No es lo mismo...

Fin de de estudios

Una Increible Aventura

Mi hija

Una paja entre hermanos (II)

Aprendiendo de los maestros (II)

El Pelotazo

Una paja entre hermanos

Tras el sueño

Aprendiendo de los maestros

Frases estúpidas

Puteando a mi esposa

Acuerdo carnal

Mis primas y yo

La orquesta de los obreros

Super tabu (05)

La caliente tia de mi novia

Smileys

Super tabu (04)

Mi pequeña gran amiga

Satisfacción algo dolorosa

Una noche en el yate

¿Las monjas son listas?

Mi primera con mi primo

Super tabu (03)

La esposa de mi hermano (II)

Super tabu (02)

Nombres Reales Curiosos

Super tabu (01)

Mi amada suegra

Me gusta mostrarme

Mi nenita

En el supermercado

Madura gorda y calentona

Seminario universitario

Fantasias

Clasificación de las mujeres en la cama

En el instituto, con Evelin

Frases más usadas para rechazar sexo

Empleada madura y caliente

Un bollito relleno de leche

Mi madre es una zorra (I)

La esposa de mi hermano

Grandes misterios de la humanidad

Marta y el Duende

El amigo de mi hermano

Recuerdos de mi Sandra Maria

Mi noche con Diana

Una noche caliente y mojada

Despacho de abogados

Aprende a ligar como Torrente

Don Polo

Una familia muy normal (V)

Una consulta muy particular

Hermanos mellizos, mamá y papá

Abeces

El joven doctor

En la Playa

Mi cuñada

Disfrutando a mi novia que esta buena

Un trío de miedo, muy esperado

Viendo a mi madre y culenado con mi padrastro

¿Cuanto cuesta una novia?

Las primas

A escondidas con mi jefe

Egipto (II)

Egipto (I)

Una familia muy normal (IV)

Mensa Urgente!

Diferentes Idiomas

Trio perfecto

Dos virgenes

Leyes de pareja

Carolina

Una familia muy normal (III)

Memorias

El regalo de cumpleaños

Preservativos con marca

Blind Date (II)

Que Primera Vez!

Una familia muy normal (II)

Todo comenzo como un juego y termino en amor

Mi novia y sus dos enanos

Una familia muy normal (I)

Como buenas hermanas

Test Cachondo

Blind Date

El hombre más inteligente del mundo

¿Por que despedí a mi secretaria?

¿Existe Santa Claus?

Mi madre, mi abuela y yo

Una llamada inoportuna

Mi Enfermera Favorita

Le rompi a himen a mi hija

Bajar Peso

Me arrepentí

Mi novia me masturba mientras me obliga a mirarlas

Como perdí la verguenza a mis compañeros

Aprenda a ligar en menos de una semana

Historias del Paraiso

Breve Historia del Condón

Mi cuñada

Mi pequeña Ariana (II)

La Historia del Dildo

Mi pequeña Ariana

Los tres castigos chinos

Primeros pasos sexuales

Una tarde con saxo

Fin del mundo

Mì papá me da lechita

Violación a una embarazada

El Ratoncito y su amigo el Elefante

Me mojo de sólo recordar

Vacaciones Inolvidables

Natación al Desnudo

Confusión por ignorancia

La princesa que todo derretía

Mi cachonda madre (II)

Piropos de albañil

Aprendiendo a meterlos

Le hice el amor a mi prima

Partes de accidente

Tira millas

El Verano

La Sorpresa de mi Prima

Mi tío

Preguntas sin respuesta

Un relato masoquista (II)

Ya vives en la Era Digital?

El regreso (II)

La vendedora

Yo Sóla

Mi cachonda madre

Hacer el amor

Mi primera vez con mi pololo

El regreso (I)

Laura -Chantajeada-

Deborah

Sueño realizado

El piso (III: La cocina es un buen lugar...)

Xena, la princesa guerrera

Espio a mi vecina y ella lo sabe

Los 7 enanitos

La sorpresa

La fábula del pescador

Mujer ajena

La pequeña puti

Judias Pintas

Saliendo de una crisis

El amigo de mi marido

El cuento de Filiperto

Ensalada Especial

Como ser una buena Pija

La madre de su novia

El piso (II: La mejor amiga de una mujer...)

Bailando en la noche

El padre de mi amiga

Emulando a Henry

La historia de Stella

Buena Venta

En el vestuario

¿Puede congelarse el Infierno?

Frases Geniales

Primera Vez

El jefe

Volar

La calentona

Aprobar mmm

El folla maduras

Cuando tenia 15 años

Diccionario del mundo

Isela

Maldita noche de verano

Diario de un joven emancipado

Piquito

El equipo -A-

Le dí mis conocimientos y mi leche

Definiciones

Afortunado Reencuentro (II)

Andrea (II)

Mis vacaciones

Una lagrima por Astrea

Vivir

El confiado

Carta de una madre escocesa

Doctor Automático

La primera vez

Entre primos, más me arrimo...

Mi primer sexo

El amigo de mi mama

Sentirse una puta por una noche

Un león con copas

Inglés para novatos

La ruleta rusa... y africana

Violé a mi amiga

Líos de familia

Mi consolador favorito

Desvirgación en ferias

Mis vecinitas

Mi primera orgía

Una vieja amiga

Estudio de Consulting para un restaurante

Eugenia

Yo fui una babysiter ninfomana de barrio

Un relato masoquista (I)

Andrea (I)

Manual del ligón de discoteca

Fantasía de una madura

Casualidad

Azotada por su cumpleaños

El piso (I: Dos son pareja, tres... mejor)

¿Tienes Email?

La mejor amiga de mi esposa

La enfermera de mi Abuela

CiberAmiga hecha realidad

Tercer trio

Peli Porno Gay

Fiebre del sabado noche

Parejas

Mi cuñada (I)

Experiencia lesbica

Principios Religiosos

La cena de negocios (I)

La confusión

El juego (II)

Navidad

Carlos y su -Arma-

Al ritmo del saxo

El que la sigue, la consigue...

Un corte de pelo muy especial

Mi prima me desvirgó

El género del PC

Mi curso de postgrado

Prestando a mi mujer

El sexo desde varios puntos de vista

Mi historia

En la disco

Verdades sobre los hombres

Autobús nocturno

Los pies de Carmen

Jeny y Helen

Nuestro primer trio

Tren expreso

Frases célebres

Baño de mujeres

Una tarde en el cine

La boda del padre de Rut

Duro trabajo

Lamentación de un día

Doña Elsa

Memorándum en una Empresa

Dos a un tiempo

Ocurrió sin querer

Mi amiga Inés

Karie, ardiente Karie

Chantaje adolescente

Como animales

Algo natural

¿Crees que has tenido un mal día?

El juego (I)

Un encuentro muy especial en la playa

La película

Mi primer contacto

El piercing

Afortunado Reencuentro (I)

La isla

Mi tesoro

Actualización de novia a esposa

Embarazada y caliente

Viaje ajetreado en autobus

Leyenda de los sentimientos

Bajos fondos

La ducha: mujeres y hombres

Me la follé y ni se enteró

Orgía en el campo

El abrazo

La marrana de mi madre

Mi madre estaba muy necesitada

Mujeres y preguntas difíciles

Carta de Dios

Magali

La madre de mi mejor amigo

Riqueza del lenguaje Castellano

Mi compañera sandra

Mejor que una acampada...

Pecados capitales

Aprendiendo a dar noticias

Venganza de mujer

En la alberca

Mi colega Ovar

En el portal

Frío

Contradicciones

Repetimos?

Modesta

El hombre quieto

Solicitud de aumento de salario del pene

La chica de la panadería

Excursion por la montaña

Una bella historia

Quizás un extraño

El ginecólogo

Una fiesta de disfraces

Cuarenta cartones

La chica perfecta... ...y el polvo perfecto

Quise probar como era

El juego de los dioses

Amo virtual

Ayer fue mi primer día de gimnasio

Debemos estar locos

Desvirgando a la hija de mi amigo

Mientras mi marido duerme

Yo y mis gallinas

La boda del incesto

Mi hermana, su amiga y yo

La acampada en la playa

Carpe Diem

Zet: la diosa de la lujuria y lascivia

Mi prima Sabrina

Volvieron a verse con su antiguo amante

La putita de mi mujer y su primer trío

Arrebato de pasión!

Viendo desvirgar a mi hija

Mama, papi me desvirgó

Soy mujer de mi padrastro (I)

Mi padre, mi primer hombre (II)

El que la sigue la consigue

Reacción biológica

Un suave masaje

Mis queridas alumnas

Madurita y caliente

Una historia con mi madre

Mi padre, mi primer hombre

Me dicen -Lobuna-, pero soy...

Primer sexo

Mi primer enculamiento

Mi profesor

Mi fantasia... mi cuñada

Mi mujer... muy puta

Amor Lésbico

Grupo de amigos

Encuentro con Bigman

Tijuana caliente

La vecina

Sabor de un viaje

Sky is broken, apartamento de Scully

Vacaciones con mi cubana

Mark

Aquel lugar en new york

Primera leche

Como me cogi a mi madre

Arreglos en el apartamento

Unas vacaciones con su hermano Christian (II)

Unas vacaciones con su hermano Christian (I)

Satisfaciendo mi cuerpo

Le engañe haciendo un trio

Urgencias

Me cogi a mami

Despues de hora

La primera vez

Una noche con un desconocido

Vacaciones super maravillosas

Haciendo la compra en el supermercado

La noche que fui sola a un bar

Unas vacaciones muy calientes

Simplemente la vecina

Laura busca su límite

Mi jefa

La compra

Mi viaje a Perú

Hicimos un trío sin que ella lo supiera

Laura

El verano pasado

Los viajes de Sofía

Soy adicta al semen de mi cuñado

La balada de Don Juan Tenorio

Mi dulce Erika

Lolitas

Suspiro de una maquina

Hija y madre, todo a la vez

Aprendiendo de los que saben

Conocí a Javier ya hace casi 10 años

La chica del 9A

Orgía con dos perras

Capaces de cualquier cosa (I: La excursión)

Marcela (III)

Marta (III)

Curiosidad y placer (II)

Un fin de semana solos los dos

Victor, mi amigo del alma

Mi gimnasio

La madre de mi novia

Deseo anhelado

Hermanas Barbaras!

Pareja de Montreal

Mi hermana, mi amiga, mi novia, mi amante

Fantasías en la playa

Por causa de la recesión

Una clienta diferente a las demás

Mi secretaria

Mi vieja amiga

Una película porno

Las Profanadoras

El esposo de mi hermana

Gloria: Historia de una sumisa feliz

El video XXX de Laura

Censura XXX

Realidades y fantasías con mi secretaria

Anoche soñe con Carola (I)

Curiosidad y placer

El culo de mamá (I: Viendo cómo se masturbaba)

El cuervo

Ganosa

Profesor de colegio

El portero

El amigo de mi hermano

Memorias de un adolescente (I)

Mi prima

Renacer

Solos en la oficina

Gloria: Historia de una hembra

Amigos para siempre

Se acabó la castidad

Mi nuevo vecino

Cita a ciegas (I)

Cartas calientes en la red

Las fantasías con mi esposa (I)

La conspiración

Por un balde de tierra

El sueño anhelado

Tendencia sexual

Mi madre caliente

El profesor de Ishtar

En el espejo

Probadores

Arrodillada (II)

Mi querida jefa

Me saqué el gusto con mi suegra

Una vez en la PC...

Fui su hembra

Puro morbo

Mi primera vez en mi auto

El mejor viaje de mi vida

Arrodillada (I)

Viaje con Joel

Roxana

Clases en Galicia

Deseo estar otra noche contigo

El reencuentro

Era una de esas noches tórridas de verano

Los dulces labios de Laura

Mucama complaciente

El perfume de Elena

Una fantasía hecha realidad

Auto satisfacción masculina

Ella decidían (III)

Una nochevieja movidita

Affaire con el joven

El profesor

La promesa

El que no corre, vuela

Ella decidían (II)

Roxana

Sin imaginarlo siquiera

Lección de latin

Mi obsesión

Venganza

Compartiendo a Mar

Primera vez de mis primas

Mientras ella dormia

La recesión

Deseo incontrolable

Marcela (II)

Sueño

Mujer desconocida

Impuros deseos

C. E. S.

80 en Japan

Bianca

Mi prima

Masaje especial

Visita al despacho de abogados

Sorpresa en el trabajo

Toda la verdad

Una noche en la playa

Monja

Cosecha con mis tíos

Gimnasio

Marcela (I)

Mi padrino, desquiciado sexual

Mi vecina

Mujer (I)

Patty

Un cuento de navidad

Guía de turismo

Grupo de Oración (I)

Fantasias

Un paseo a la casa de la playa

Amante bandido

La futura esposa de mi mejor amigo (III)

Una barbacoa muy movida

Cena de vacaciones

Ilustrísima señora

Hasta que se me hizo

Retos

A mano

Descubriendo a mi esposa

Fin de semana en el camping (II)

Qué experiencia!

Pamela (II)

Dani

Ishtar: (II: La aprendiz)

Sorpresa

Orgía en la playa (IV)

La futura esposa de mi mejor amigo (II)

La fantasía porno

Ahh, lujuria! (V: Epilogo)

La primera vez de mi esposa con otro

Mi arrepentimiento

Ahora me toca a mí

Perra Vida

Ahriana

86 en Glass

Playas mexicanas

Ahh, lujuria! (IV: El otro final)

Ahh, lujuria! (III: 4. final previsible)

Como cambian las cosas

Bienvenido a tu casa, cariño

Mi novio y yo

Andrea, secretaria y amante

Fin de semana en el camping (I)

La futura esposa de mi mejor amigo

Mi amiga Ana

Inesperado

Cómo cambió mi esposa

Pamela (I)

Enseñando informatica a Vanesa

Mi sirvienta

Buscando setas

Al fin viva

Ahh, lujuria! (III: 3. -casi- final previsible)

Hermanas

Vaya hotel

Ishtar: (I: La descripción)

Las cofrades

Ahh, lujuria! (III: 2. Madre Mía!)

Aquellos años felices

Un tercero en la pareja

Sésamo Sésamo

Sucedió en la oficina

Mi primera historia

Qué quieres que haga que?!...

Viaje de novios al Caribe

Ahh, lujuria! (III: 1. Entrando en confianza)

Un viaje de egresados con final feliz

En el trabajo

En un país extranjero

La masajista

Ahh, lujuria! (II)

Amor fraternal y zoofílico

Mi segunda historia

El sueño se hace realidad

La hija de su amiga

Soñar despierto

Mi suegra y yo

Un día de mis Vacaciones (III)

Ahh, lujuria! (I)

Mi sobrina

La primera vez de mi recatada prima

Sexo y Ley

Fea de cara... pero, ¡qué cuerpo!

Con mi madrastra

G: Un puntito de placer

Mi cuñada Carolina y su amiga Ivonne

Mónica, Pedro y Yo

Verónica mi madrastra

La sirvienta caliente

El amor de mi vida

Bebíamos

La obsesión de Rogue

El examen médico

Black Passion

El cielo despues del infierno

La seducción de mi esposa

Sexo con mi tia

En el metro

Dejar embarazada a mamá

Mi relato gay

Los gamberros

Para que sientas lo que yo

¿Homosexual mi hombre?

Mi Madre

La mansión

Historias (VI)

Polvazo con mi cuñada

La venganza es dulce

Memorias de un sacerdote

Dulce venganza

La bombacha de Sandra

Mateo (II)

Vacaciones en Mallorca (II)

Paloma y sus sueños

El probador

Historias (V)

Esclavo por un solo día

Orgia en la playa (III)

En el sex shop

Aquel viernes

Televisión estropeada

Y siguió virgen cómo quería

Orgulloso de mi verga

El ático

Una zorra para dos (II): El primer sándwich

Por fin hicimos un trio

Historias (IV)

Orgia en la playa (II)

Fantasias sexuales con Beatriz

Basico

La sorpresa

Noche espontanea

Mi inconfesable relato

El poder del recuerdo

Me descubrió Él

Un sueño muy intimo

Mili y el abuelo

Historias (III)

Gemelas

Orgia en la playa (I)

Problemas de fontanería

Historias de control mental (I)

Chantaje a Ana

Una fiesta campestre

El mesero

Don Benigno

La amiga de mi tía

El restaurante del Sr. Leo

A por ella (III)

Sexo en las alturas

Esto si es amistad

Mi prima solange

Historias de Ariki: Bárbara (I)

Me han descubierto

El nuevo trabajo

El sacerdote que me amó

Jenny

Violé a mi Jefe

Buscando la chica ideal

Qué manera de iniciarme

Mi putísima comadre

Cambio repentino

La cueva de nieve

Las ayudas de mi suegra

Mis primeros cuernos

Humillada por mi propia carne

El arte de besar

Primer intento (I)

Quiero tu semen

Juan volvió

Apuesta

El juego de la baraja (II)

Grata sorpresa

Inicio de cornuda

La antigua novia del colegio

Una noche con Juan

La pérdida de la inocencia

Después del chat, la cita

Dados de la Suerte

En un canal del irc (II)

Manuela (17: Capítulo final)

Abusando de Irene (II)

Las Reinas (II)

Manuela (16)

Suegra atendida

Carta a una antigua amante (I)

Manuela (15)

Manuela (14)

Manuela (13)

Vicky

Mi amiga Lidia

Mimi (07: Epílogo)

Rosa, viuda fantástica

Silvia, la novia de mi mejor amigo

Mimi (06: Londres, el principio del fin)

Manuela (12)

Manuela (11)

Mimi (05: Dos más una son cuatro)

Las Reinas (I)

Quién iba a decirlo?

Mimi (04: El Amigo de Julia)

D.D.

Manuela (10)

Repartiendo pizzas

El cine

Deliciosamente erótico (III)

Mimi (03: Que los cumplas feliz)

Manuela (09)

Como comerse un coño

Mimi (02: La Apuesta)

Mi Prima y yo

Manuela (08)

Mimi (01: Prólogo)

Manuela (07)

Deliciosamente erótico (II)

Con mi tia y su perro

Nunca más

Mi Hermanita

Manuela (06)

Manuela (05)

Una perfecta putita

Deliciosamente erótico (I)

En un canal del irc (I)

Infiel, tres veces

Abusando de Irene (I)

Manuela (04)

Manuela (01)

Sonia

Manuela (02)

Manuela (03)

Placeres

Vacaciones inolvidables

Mi suegra es bien atendida

Novios de otros tiempos

El despertar de la sexualidad de mi esposa

Cartas de amor

Sensaciones prohibidas

Un hombre rico

Cyber Sodomización

Mi mejor maestra

Mi Hermanita

Campamento

Mi querida alumna

La Noche que comenzó todo

Puede hacerse realidad

Fidelidad

Un día de mis vacaciones (II)

El luto de mi suegra

Después del estudio (II)

Mi Suegrita

Solidaridad agradecida

Un día de mis vacaciones (I)

Enamorada de mi verga

Las Aventuras de Eduard

Debutando prematuramente

Cuñada supercachonda

Encuentros virtuales con Eliza

Mi secretaria

Súper salido

Crónicas X (II y final)

La Hija espía (II)

Tendida en la cama

Una tía muy marchosa (II)

La Verdad por teléfono

Obsesión y placer

Un Trabajo

Follándote en mi mente

Satisfacción cibernética

Me ocurrió hace unos días

Vacaciones de verano

Me sacó las lágrimas

Conociendo a mi suegra y mi novia

Una tarde con Julia

Rosa

Historia de parejas

Jugando con el consolador

Renacer despues de mi divorcio

Sonia

Qué mujer

Verano con mis tios

Ranma

El Sexo más placentero

Noche excelente (II)

Dominio en un despacho

Nuevas experiencias

Contactos en panamá (II)

Fantasía cumplida

La primera vez de Vanina

Noche excelente (I)

El Establo

La Poción azul

Me pasó en Acapulco

Experiencia anal

El Reto pepsi

Mi primo Eduardo

El Espía

La mamá de mi novia

Tequila, shots y adios virginidad

La Gorda: El primero que se lo pida

Sabrina (II)

Micromanía

Me lo merecía

El Mercadillo

Historias de Ariki (Continuación de Rapanui)

Juan

Los sueños si se hacen realidad

Florencia

Fiesta

Crónicas X (I)

Experiencias reales

La Hermana de mi mejor amigo

Mi novia es experta en mamarlo

Deseo

El Escape

Hermafrodita

Esposa para todo

Eva

La Escalera

La Entrevista

Aposté a mi novia... y perdí... pero gané

La exhibición de Nuria

Follando con mi abuela

Ese día

La Crema bronceadora

Descubriendo el goce anal

La leyenda de Anguile

Aventura sexual con mi compañera

Mi Deliciosa tía

Agujeros en la pared

La Bienvenida (Paseo alternativo)

Construcción

Boca y River

Mi vecino

Adios a mi virginidad

La Veterinaria

Toty y Barri, la pareja explosiva

Mis vecinas favoritas

Mi Vecino

Variación salvadora

Los hombres también pueden

La terapia

Trío, una buena opción

Qué suerte la mia

Regalo de Navidad

El Reencuentro de dos hermanos

Esos restos maravillosos

Qué cuñada!

Strong

Mi perro San Bernardo

La primera vez de un tontín

Regalo

De la piscina al cielo

La prometida de mi amigo

Quieres problemas?

Viaje de aventura

Es una reputa

Mi Rotwailer

Preparada para la fiesta

Pensada en ti

El perro de mi tio

Mi gran profesora

Moni

Noche de brujas

Los pasos a seguir

Mi pene está fláccido

Mi primera vez

Qué manera de tener sexo

Lun

Mi padre y mi socio

Pepa, su hijo y yo (II)

LLeno de sexo, lleno de amor

Pepa, su hijo y yo (I)

Sonia y su madre

Lina y Carolina

Nancy

Tenerife

Me lié con la hermana de mi novia

El mejor ejemplar de la exposición

La verdadera historia de Cenicienta

Sin inhibiciones

Hace tiempo

Mi fiesta de diecisiete

Un adorable mastin

Fedra

Me gustó que tocaran a mi mujer y mi hija

Jvr

Estudiante en prácticas

Noches de Verano

El juego de la silla

Primer trío con nuestro amigo

Fin de semana en el campo

Leticia

Ella

Mi maestra y su perro

Nautic

Dulce venganza

Joao (II)

Historia de mi patrona

Supersexo

Al salir de clase

Increible aventura

Joao (I)

Sábado y sin plan (II)

Serás mi esclavo

La gatita persa

Realtime (I)

Servicio de masajes

Sábado y sin plan (I)

Mal amigo?

Dia de muertos

Mi esposa se libera

Me encanta el sexo (IV)

Me encanta el sexo (III: El Regreso)

Me encanta el sexo (II)

Querido Guille

Sabía que podía pasar

Oliendo a femenino

Nock, nock, abre el IRC

Mi Fox-Terrier

Muy Especial

Mateo

Vida Campesina

Trucos para ligar (I)

Consejos tras la ruptura con al pareja

Nuestra relación

Folderty

Desvirgando a mi cuñada (IV)

Comentario femenino sobre el arte de seducir

Carla

Carnaval

La petición (II)

Un paseo inolvidable

En la plataforma

Feliz cumpleaños, Carlos

Por Chicuelinas

Mi compañera de trabajo (I)

Mi compañera de trabajo (II)

Compañeros de oficina

Religión, represión y sexo

Manual de buenos modales ante una mamada

Estimulacion del punto-G

Como chupar una polla

Diccionario del cine porno

La Mirilla

La Culiona

Con mi suegra

El padre de mi amiga

Qumm

Inocentes historias de exhibicionismo

Espiando a mi vecina

Charla cyber-sex

Encuentro en internet

Del cyber a lo real

Mi Aventura (I)

La Apuesta

Experiencia familiar

Ahí estaba ella

Aventura en Vallarta

Biblioteca

Compañera de clase

El Dinero

La Educación de William

Sucedió una noche

Después del verano

Manual para ligar (comentarios)

Avería afortunada

La Boda de Pam (II)

Mi Aventura (II)

Masturbación en la ducha

Loretto embarazada

Ocurrió hace dos meses

El culo de mamá (II: Enseñandole la polla a mamá)

A por ella (II)

Mi mejor amiga de la oficina (II)

Mejor pájaro en mano...

El Gerbo

El espectáculo

Mi mujer me calienta más que ninguna

Mi mejor amiga de la oficina (III)

A por ella (I)

Mi mejor amiga de la oficina (I)

Médico de familia, la verdadera historia

Cachondeo en el FBI

Mi Amigo de la Net

El noviazgo es peligroso

Internado

Confesiones de mi esposa (Otra versión)

Entre compadres

Aventura en Veracruz

Angel de la guarda (II y final)

La Cantina

La Cala

A margarita

La partida de lamedores (II)

La partida de lamedores (I)

La elegancia de una madre

Marilyn Manson

Julio

Mi esposa y mi fantasía

Dudas sobre el semen

Diccionario de términos sexuales inglés-español

Gama de condones del mercado

Apuesta muy comprometedora

Tenorio, poesía erótica

El estilo sexual de cada signo

El chollo de ser hombre

El fotógrafo

Un día típico en la vida de Abilito

No Rompas la cadena sexual

La bruja

La Abuela (II)

Un extraño juego

Las vivencias de Quim

Horas extra

La primera vez que provoqué un orgasmo

Alejandra

La Boda

Acapulco

Con dos es mejor

85 en virgo

Academia de prostitución gay

Con mi tia

Cigarrillos para ellas

Camino al motel

Guia de bestialismo perro-mujer

Amo nuevo (I)

La Abuela (III)

La Abuela (I)

Eva K (I)

Mi amante y yo

Cómo conocí a mi marido

Azúcar

El Agradecimiento de mi prima

El juego de la galleta

La venganza de Froilán

Algunas costumbres sexuales del mundo

Aquellas pajas

Diferencias entre cine porno y cine erótico

Confesiones de mi esposa

Dichos y refranes eróticos

Soneto a M.E.G

Esfrofas cachondas

La Arrecha de la piscina