Los cuernos de mi novio
Hola. Mi nombre es Miguel. Tengo 19 años, mido 1,82 moreno, media melena, ojos azules y delgado, aunque definido, sin vello en el cuerpo. Dicen que soy guapo, y realmente nunca he tenido problemas para ligar. Lo que voy a relatar empezó a ocurrir más o menos hace un año. Yo estaba saliendo con David, un chico de 21 años, 1,77 bastante guapo, delgado pero fibrado, sin vello. Estábamos enamorados y nos iba muy bien. Por aquél entonces empezamos a compartir un pequeño apartamento de un dormitorio en el centro de la ciudad. Follábamos todas las noches apasionadamente.
Yo debo decir que soy un chico muy caliente, me gusta el sexo casi a todas horas. Un día él se fue de viaje para visitar a unos familiares por diez días. Al cuarto día sin él mis ganas de sexo eran insoportables. Y aunque estaba enamorado, echaba de menos el tener sexo con otros chicos, sólo por sexo. Pero no quería ponerle los cuernos a mi novio, yo le quería, y le echaba de menos, y no querría sentirme mal por hacerlo.
Pero al séptimo día de ausencia de mi novio decidí ir a un pub de ambiente. Me estaba agobiando en casa, aunque no iba con la idea de ligar con nadie. Pero cuando entre en el pub, y después de tomarme una copa, se me acercó un chico. Era joven, unos 20 años, pelo corto de ojos verdes. Era bastante guapo, con unos labios carnosos muy bonitos y cara de niño bueno. Se llamaba Jonathan.
"Hola, estás sólo aquí?"
"Sí, hacía tiempo que no salía sólo, pero mi novio está de viaje"
Yo, a pesar de decirle eso, no tenía la intención de ligar con él. Me invitó a una copa y seguimos charlando tumbados en un sofá del pub. La verdad es que parecía simpático, y vi que quería tener sexo conmigo, me miraba de arriba abajo. Yo lo hacía en ocasiones, pues el chaval estaba bastante bien. Poco a poco me fui calentando con la idea de acostarme con el. Después de media hora, me dice:
"Oye, eres muy guapo, me gustaría liarme contigo, tengo el coche cerca si quieres venir"
Yo me excité con la idea, luchando contra los remordimientos, le invité a casa, ya que estaría sólo esa noche pues mi novio no llegaba hasta el lunes.
Follamos a saco. Más bien debo decir que le follé, yo soy activo, y me gusta controlar la situación en la cama, dominarla un poco, y el se dejaba bien, se movía muy bien y tenía una buena verga y un culo sin vello.
Pero en ese momento veo en la puerta de la habitación a David. Casi me muero allí mismo. Él estaba alli, obviamente se habia adelantado su viaje. Y yo estaba allí, en cama, follando con otro chico. Él se fue a la cocina sin decir nada. Inmediatamente me vestí para ir a darle una explicación. Me empezaron a entrar todos los remordimientos del mundo, yo no quería cortar la relación.
"David, lo siento, no sé que decir, tienes motivos para enfadarte conmigo, y si quieres cortar lo entenderé"
Él se quedó callado unos segundos y yo me quedé flipando con lo que empezó a decir:
"Miguel, vuelve a la habitación, no dejes a ese chaval tan guapo sólo. Te la estaba chupando cuando os vi, vete y acaba lo que estabais haciendo. Yo te esperaré en la sala descansando del viaje. Cuando acabéis vuelve y hablamos".
Yo me quedé alucinando. Mi novio me estaba diciendo que volviese a la cama con el chaval para acabar el sexo. Yo no sabía qué pensar. Me habló muy serio pero no estaba exaltado ni parecía enfadado. Yo temía que fuesemos a cotar. Pero volví a la habitación y continué con Jonathan media hora más hasta que le dije que se tendría que ir, que no se podía quedar, lo cual, dadas las circunstancias, entendió.
Cuando Jonathan se fue, volví a la sala, y estaba David esperándome.
"Por qué lo hiciste? ¿Tú me quieres?"
David, yo te quiero a ti. Pero estaba muy caliente y fue solo sexo. Lo siento, entenderé si quieres cortar conmigo".
Los dos estábamos de pie. Acto seguido ocurrió algo con lo que empecé a alucinar. Después de decirle eso, David se arrodilló delante de mí y me empezó a besar los pies. Yo estaba quieto sin saber que hacer. Él siguió besándome los pies, lamiéndome cada dedo. Al cabo de un par de minutos me dice:
"Miguel te quiero y no quiero cortar contigo. Tu siempre has sido muy caliente, asi que te creo cuando dices que fue sólo sexo. Me sentí celoso cuando te vi, pero me calentó mucho encontrarte así. El chico era muy guapo, no tienes que tener remordimientos. Es más, soy yo el que te da las gracias besándote los pies!"
Yo flipaba, no sabía que decir. No esperaba esa reacción pero me excitaba verle arrodillado delante de mí agradeciéndome que le pusiera los cuernos. En ese momento, empezó a mamármela. Nunca antes me la había chupado con tanta fogosidad, mientras yo le manejaba la cabeza con mis manos. Me corrí en su cara, dejándola toda llena de lefa. Él me siguió lamiendo los pies de rodillas un rato más. Me excitaba verle así. Al poco nos sentamos en el sofá y empezó a hablarme.
-"Miguel, puedes ponerme los cuernos siempre que quieras. Sé que siempre fuiste promiscuo y te gusta mucho el sexo. Y a mi me ha gustado y calentado que fueses infiel".
Yo no sabía que decir. Empecé a contrariarme, y le dije:
-"Yo no querría una relación abierta David. Yo te digo que no lo haré más si no quieres pero no quiero una relación abierta, pues sabes que soy muy celoso"
-"¿Quién ha hablado de relación abierta? Yo te seguiré siendo fiel, Miguel. No me importará tener una relación desigual si tu quieres"
-"Lo dices en serio?"
Si. ¿Te gustó lo que te hice?"
"Me encantó verte arrodillado agradeciéndomelo. Me excitó mucho, pero tu no sientes celos"
Sí, muchos, pero me calentó mucho también, me sentí un poco humillado pero me calentó"
A mi también me calentó verte humillado lamiéndome mis pies"
Si te ha gustado, no te preocupes. Podrás ponerme los cuernos siempre que quieras. Sólo unas condiciones: tendrán que ser chicos guapos y jóvenes como el que has traído y usarás siempre protección"
"Hecho!"
Así empecé a tener una relación de superioridad en el sexo con David. Yo lo follaba a diario, pero además ahora podía tirarme a otros chicos por puro placer del sexo. Y además, me gustaba verle así, con cuernos, empecé a disfrutar no sólo follando con chicos sino con el hecho de estarle siendo infiel a mi novio al que cada vez quería más, pero al mismo tiempo me excitaba la idea de abusar de él con el hecho de ponerle los cuernos.
David se calentaba mucho con el tema. Un par de semanas después salimos juntos por el ambiente. Allí había un chico bastante guapo, unos 19 años, moreno, ojos miel, definido, y le dije a David que me gustaba.
-"Si, es muy guapo. ¿Te gustaría llevártelo a la cama esta noche eh? Jejeje".
-"Sí, claro que me gustaría, igual le hablo más tarde"
David se fue hacia él, y empezó a hablarle. De repente me sentí celoso, y me iba a enfadar con David hasta que lo veo acercarse con el chico.
-Miguel, este es Christian"
Nos presentó y nos dejó solos mientras se fue a la barra a pedir algo de beber. Yo empecé a hablar con el chaval. Al cabo de unos minutos nos quedamos callados mirándonos, se me acerca a la cara y me besa. Empezamos a morrear allí, delante de David, y al cabo de un rato nos fuimos a mi casa a follar.
Al cabo de un rato sentimos llegar a David que se quedó a dormir en el sofá. Empezó a acostumbrarse a dormir allí cuando yo traía a alguien, pues nuestro apartamento era de una sola habitación. A la mañana siguiente me levanté al cuarto de baño, Christian estaba aún durmiendo, y David en el sofá. Cuando volví del cuarto de baño David ya estaba despierto en la cocina. Yo fui a coger algo para desayunar para mi y para Christian. En eso me dice David:
-2Quieres que os haga el desayuno?"
- Yo casi ordenándole le dije: "Sí, háznoslo, y llévanoslo a la cama, me apetece que nos veas en cama"
Al cabo de un rato, entró en la habitación y empecé a besar a Christian para hacer celoso a David. Él dejó el desayuno, y me fijé que estaba excitado pues su verga de 19 cm abultaba en su pantalón corto. Pero antes de irse, le dije: "David, le hablé a Christían de lo bien que besas los pies, quiero que nos hagas una demostración"
David no dijo nada, se arrodilló y empezó a lamer lentamente pero con ganas nuestros pies. Me ponía muy caliente ver a mi novio ahí lamiendo mis pies y los de mi amante de esa noche, de rodillas, en señal de agradecimiento. Mientras yo seguía besando a Christian como si nada. Cuando me cansé de ver a David allí lamiendo cada uno de los dedos, le aparté con el pie para que se fuera. Empezaba cada vez a abusar más de él en estos temas, a él le ponía a mil y a mí también. Le dije que nos dejase solos que Christian y yo aún íbamos a follar un rato más.
Cuando Christian se fue, mi novio se acercó e hizo lo que había aprendido a hacer después de cada cuerno que le ponía, chupármela a saco. Poco a poco, David fue sufriendo más cuernos mientras se sometía más a mí
Pero eso os lo contaré en otro momento, hasta la próxima.