CUANDO PENSE QUE PIRU ERA MI JEFA
Estaba como todos los días en el trabajo, era cadete administrativo. Me tenían todo el día de acá para allá. Lo único bueno que tenía ese trabajo era mi jefa ¡qué linda que era! Era una mujer de unos 48 ó 50 años, muy linda mujer... muy lindo físico.
Me tenía de acá para allá pero no me importaba, el solo pensar en verla en su oficina cuando me hacía la rutina diaria me hacía poner bien. Era espectacular verla en esos minutos. No paraba de mirarla. Sabía que en el fondo le gustaba ser tan atractiva y que todos la miraran.
Me gustaba mucho más cuando volvía, alrededor de las 6 de la tarde para rendir cuentas y ya nadie había en la oficina. Solo estábamos ella y yo, porque el otro jefe se recluía en el piso de arriba y no bajaba para nada.
Mil veces soñé estar sola con ella y tener sexo arriba del escrito, pero... hasta entonces solo le dedicaba una que otra paja cuando me bañaba y pensaba en la situación.
Pero ese día llegó...
Eran aproximadamente las 18.30 y como siempre, no quedaba nadie más en la oficina que ella y yo, que le rendía cuenta de los viáticos.
La miré de arriba abajo como todos los días y ella lo sabía como todos los días y estoy seguro que disfrutaba del momento.
Solo que esta vez me miró a los ojos y me dijo : ¿Qué mirás?
Juro que eso me excitó. Sentía que mi sueño estaba a punto de concretarse.
Le contesté que ella era muy guapa y respondió dándome las gracias por el cumplido.
Agregué que no era un cumplido, que era verdad y que siempre soñaba con ella desde el primer día que la conocí... que en mis sueños he hecho mil y una chanchadas y me miraba sorprendida.
Ni lerdo ni perezoso no lo dudé y me mandé. Di la vuelta y la besé y para mi asombro no me rechazó.
Al contrario, abrió sus labios y me besó muy fuerte al tiempo que me decía: "pendejo, ahora vas a hacer todo lo que te diga y me hizo arrodillar debajo del escritorio entre sus piernas.
Levantó su pollera y para mi sorpresa no llevaba nada puesto debajo. ¡Dios!... dije. ¡Se me dio!
Juro que casi me voy en seco. Esa situación fue extrema y por demás excitante... pero bueno... me aguanté y fui a lo mío que es lo mejor que se hacer.
Comencé a succionar su clítoris como loco, ella gemía desenfrenadamente y eso hacía que acelerara el ritmo de mi boca.
Estuve unos 20 minutos chupándola hasta que logré arrancar su primer orgasmo.
Me gritaba "pendejo" " sí, pendejo" y yo estaba como loco y al palo.
Entonces me ordenó salir de abajo y que me sentara en el escritorio. Fue ella la que se arrodilló y comenzó a darme una mamada de aquéllas. ¡Por Dios qué mamada!. Era toda una experta mi jefa. La mamaba de maravillas.
Ya en confianza, comencé a tomar el mando poco a poco ya que me gusta, cuando están como locas, sacársela de la boca y se ponen muy loquitas...
Me pedía por favor que se la dejara, que no la retirara.
Le hice caso porque realmente era una de las mejores mamadas que me habían hecho. Nunca antes una mujer me la había chupado así como mi jefa.
A raíz de ello no tardé en correrme y grande fue mi asombro cuando se tragó toda mi leche caliente. Antes ninguna mujer lo había querido hacer y ésta, no me dejó retirarla de su boca hasta que no acabara con todo mi semen. Me la dejó limpita, ¡Por Dios, qué mamada!
Pero a mi no se me bajaba no obstante haber eyaculado y muy buena cantidad. No se, nunca me había sucedido antes. Era tal el grado de excitación que seguía mi verga dura y roja, a punto de estallar.
La levanté y la desvestí despaciosamente dejándola toda desnuda. La puse arriba del escritorio y me dispuse a cumplir el sueño o mejor dicho hacerlo realidad.
La tiré de tal manera que quedó indefensa arriba y con todos sus agujeritos a mi disposición.
Estaba empapada por lo que no hubo problemas en que le metiera mi pija de un empujón. Qué lindo fue sentir sus paredes húmedas sobre mi pene.
Comencé a bombear. Entraba y salía una y otra vez. La tomé de los hombros y la traía hacia mi una y otra vez y mis huevos golpeaban sus nalgas. El ruidito típico me hacía calentar más y más.
Aceleré desenfrenadamente. Gritamos los dos como locos. Ahhhhhhh, ahhhhhhh, siiiiiii, siiiiiiiiiiiiiiiii.
Saqué mi pija y derramé litros de semen por su espalda. ¡Fue el mejor polvo de mi vida! ¡Precioso!
Me quedó pendiente hacerle su hermoso culito, que les aseguro es una maravilla, pero eso lo dejo para otra oportunidad u otro sueño.
Gracias Piru por hacerme soñar esas cosas, tus fotos y tus relatos me excitan tanto que pienso permanentemente en vos y me gustaría que fueras mi jefa en realidad y hacerte todo esto que acabo de soñar imaginándome que te lo hacía a vos, ya que por ahora me conformo con hacerme una pajita en tu honor.
Crist