Soy Raúl tenia 14 años y mi prima Arcelia 13, vivíamos en Ecatepec, yo iba a la secundaria federal en 2º y ella iba a una particular en 1º, yo era un alumno excelente y ella flojeaba. Me pajeaba desde hacia casi un año.
Aunque vivíamos en la misma calle solo nos visitábamos ocasionalmente así que nuestra relación era distante. Pero eso empezó a cambiar, un día al llegar de la escuela, pensé no estaba solo, entre en mi recamara para quitarme el uniforme, estaba bajándome el pantalón cuando siento que alguien me observa y levanto la mirada y veo a mi prima frente a mi, como no la esperaba y me quede perplejo, y ella al verme en truza se apeno y quedo inmóvil con la mirada en mi entrepierna pues mi pene se notaba semierecto( en esos días no había momento en que no lo trajera así o de plano durísimo).
Luego de unos segundo dijo: eesteee, Raúl, vine a pedirte un favor.
Eehhh, respondi atontado.
Vengo a ver si me ayudas tendré examen de mate y hay algunas cosas que no termino de entender ¿puedes decirme como resolver unos problemas?
Eso permitió que reaccionara y respondiera: Siii, en un momento termino de cambiarme.
Esta bien, dijo, pero no se retiro sino que permaneció ahí sin moverse.
Aunque cohibido, continué lento el cambio, ella continuo mirándome mientras buscaba un pantalón común y me vestía, dejando que ella mirara mi cuerpo, o mejor dicho el bulto de mi entrepierna que se había hecho mas notorio. Así yo también , aproveche esos momentos para admirarla, y pude notar como se había transformado en mujer ya que llevaba un vestido entallado que resaltaba sus senos. Era increíblemente la situación hasta que nuestras miradas se encontraron y los dos nos apenamos y volteamos a otro lado. Turbado le pregunte: ¿En que te ayudo?
Es que me dejaron como requisito para presentar el examen una tarea y no le entiendo muy bien, quiero ver si puedes ayudarme.
Si, ¿traes tu libreta y libro puedo ayudarte ahora?
No pero iré por ellos rápido a mi casa.
Al darse la vuelta, pude admirar sus caderas y piernas. Aunque deseaba pajearme no pude pues temia regresara pronto y me encontrara en plena acción, pensé: tengo que tocar su cuerpo o me volveré loco.
Tardo solo unos minutos en regresar, así que me dispuse a ayudarle. Estábamos trabajando cuando de pronto salió de la habitación corriendo, me asuste, pero al cabo de un rato regreso y le pregunte por que había salido en esa forma y me respondió:
Es que... sentí algo.
Sentiste que?
Pues...cosas de mujeres.
Pues me asustaste.
Perdón, no fue mi intención.
¿Seguimos? le sugerí
Si
Transcurrieron 10 minutos y de pronto, se llevo las manos al vientre y emitió un leve ay.
¿Te duele algo?
Si, es lo mismo, creo que me va a bajar?
¿Qué te va a bajar?
La regla! menso, que ha de ser.
Ahhh era eso, ¿y desde cuando la tienes?
Pues como unos 4 meses, pero es incomodo por los cólicos.
Ah ¿y duele mucho?
No mucho, pero son de repente.
¿quieres que te una pastilla?
No, ya pasara.
Bueno, si tu lo dices.
Eso es lo malo de convertirse en mujer, me dijo.
Pues si, si no me lo dices ni me doy cuenta: le dije mirando su cuerpo.
Se sonrojo y me pregunto: ¿a poco ya te habías dado cuenta?
Pues, no lo había notado hasta hace unos minutos
Jajaja (un tono cínico), todos dicen lo mismo, y lo que faltaba, mi primo echándome porras.
No es eso, es la verdad, estas muy linda.
Bueno lo aceptare porque tu siempre me haz respetado y no creo que trates de burlarte de mi.
Pues creerás que por esos que dices muchos se pelearan.
Que? estas loco? dijo en un tono un tanto inocente.
Bueno, tal vez no lo entiendas todavía pero bueno, a su tiempo lo sabrás.
Dimos por terminada la sesión. Antes de salir agradeció mi la ayuda y me dijo:
Espero la que la próxima vez que venga a verte no te encuentre desnudo como hace un rato, nunca había visto a un chico así, bueno semidesnudo y creo que es muy grande lo que tienes ahí.
Me turbe y por un momento no supe que responder, solo atine a decirle: Creo que todo lo tuyo también esta muy bien, ella lo comprendió y se alejo, moviendo cadenciosamente las caderas que a partir de ese día se convertiría en mi obsesión.
Por supuesto una vez solo en mi cuarto me hice la paja mas extraordinaria que hubiese tenido hasta ese momento, corriéndome abundantemente pensando en mi preciosa Arcelia y en los momentos que pasamos esa tarde y van mas allá pero eso es otra historia que no se si me atreveré a publicar.