¡Hola! Mi nombre es Ezequiel, soy de Buenos Aires (Argentina), y quiero compartir con ustedes una historia que me tiene como protagonista y que nunca antes he compartido con nadie.
La misma sucedió hace ya once años, pero la tengo muy presente, pues me genera mucho morbo tan solo el recordarla.
En ese entonces tenía yo 17 años, no había tenido ninguna experiencia en el sexo y, como bien podrán imaginarse estaba que volaba de calentura.
Ese verano, como tantos otros, veraneamos en el campo que mi familia tiene en la zona de Pergamino. Como es habitual entre nosotros, solemos visitar las estancias de nuestros parientes a fin de visitar primos, tíos y demás yerbas. En esta oportunidad nos habían invitado a merendar en la estancia de uno de los hermanos de mi madre. Grata fue mi sorpresa al encontrar que una de mis primitas (toda su familia, en realidad, pero no vienen al caso) también había sido invitada para la ocasión. Confieso que he tenido debilidad por ella desde siempre, pero más a partir de que sus formas de mujer empezaron a insinuarse. Se llama Milagros, y puedo asegurar que los hace.
En ese entonces, ella tenía apenas 15 años pero con un cuerpo de una de 19-. Por mi formación religiosa, y por ribetes morales no dejaba de repetirme que era muy chica y que, además era familia. Ella es una niña menudita, de formas refinadas y como es de esperar-, en esa época contaba con un traserito muy firme y tentador el cual hoy dia sigue ostentando-. Es rubia, de pelo ligeramente ondulado y unos ojos atigrados que con sólo mirarte te ponen a 10.000 revoluciones.
Siempre hemos sido muy unidos y siempre hubo "algo" entre nosotros. Ella vivía abrazada a mi, restregando tiernamente en mi ese cuerpo de mujer que comienza a mostrar sus encantos. Estimaba entonces que sin dobles intenciones o, quizás, ejerciendo involuntariamente el don natural que tienen las mujeres para seducir.
Recuerdo que su madre siempre nos miraba con cara rara, quizas intuyendo lo que iba a suceder. Yo trataba de comportarme, pero mi amigo alla abajo tiene vida propia y no entiende de tapujos.
Tanto a ella como a mi nos encanta cabalgar juntos; como no habíamos venido a caballo, le preguntamos a mi tio si nos podía facilitar algunos de los suyos. Solo tenían agarrado el petiso de mi primita (Agustina tendría unos 5 años entonces), así que decidimos aceptarlo y compartirlo. Me subi y la ayude a montar ofreciendole mi pie como estribo (casi llegaban hasta el suelo); ella quería guiar, así que la ayude a colocarse delante mio y le cedi las riendas.
Comence a fantasear con la idea de cabalgar desnudos en esa misma posicion; por el mismo movimiento del caballo, ese hermoso trasero no hacía más que frotarse contra mi miembro, el cual, ni lento ni perezoso cobro vida y consistencia. Aclaro que no es nada espectacular. Tiene sus modestos 17 cm, y una cualidad particular: es bastante cónico. No se si será normal, pero tiene sus ventajas, sobre todo porque es bastante grueso en la base (al punto de que hay ciertas marcas de preservativos que no puedo usar pues me aprietan demasiado)...
El petiso no era muy bueno y, al intentar tomar las curvas al galope, trotaba. Esto hacía que, además de descalabrarme el cuerpo, mi amigo rozara violentamente el culito de mi prima. Comence a exitarme sobremanera y le fui indicando un camino que se aleja de la casa y, para mejor, era sinuoso.
En cada curva comence a forzar el roce de mi miembro con su firme trasero y, dado que necesitaba sujetarme, la tome firmemente desde atras, rozando con mis dedos la comisura de sus pechos.
En un momento, el roce de mi miembro fue más que evidente y me dijo con cierto dejo de inocencia: "Eso que me haces es un castigo por ir al trote, cierto?". En principio me quede helado, temiendo como pudiera reaccionar. Tras pensarlo bien, y con muchas ideas carcomiendome el cerebro le respondí "Mili, cada vez que el caballo trota, me termina rompiendo el culo. Quizas de esta forma intentes controlarlo un poco mejor".
Lo sorprendente es la forma en que ella reacciono a tan "tierna" edad. La respuesta me dejó helado:
"Eze, si para no romperte el culo me lo querés romper a mi, por que no me lo rompés en serio y te dejas de pajereadas? No querrás que se enteren los viejos de lo que me estabas haciendo, no?"
En ese momento un calor muy intenso comenzo a recorrer todo mi cuerpo, pero no era proveniente de la vergüenza que pudiera sentir por ser descubierto, sino del morbo que me producía esa situación.
La mire fijo a esos ojos de tigresa que tiene, la bese firmemente en los labios y, tomando las riendas del petiso nos adentramos en un espeso bosque.
Baje y, ofreciendole mi mano la ayude a desmontar. Desensillé el petiso y coloque las mantas y el cojinillo (piel de cordero) en el suelo. Nos arrodillamos sobre las mismas y, tras besarnos larga y apasionadamente comence a recorrer su cuerpo con mis manos.
Ella nunca fue muy puntillosa para vestirse y, creo yo, ese aire de desalineada realza aun mas sus encantos. El punto es que comence a desabrocharle la camisa, besandole tiernamente el cuello, los senos, la panza, recorriendo palmo a palmo esa piel suave, tibia y bronceada.
Desabroche sus pantalones de montar y, tras besar su conchita por encima de su ropa interior, la ayude a recostarse.
Tras quitarle los pantalones, me coloque entre sus piernas abiertas y comence a quitarle su bombachita. Recuerdo que era blanca, apenas con algun detalle en encaje. Muy sutil, muy de señorita.
A medida que le quitaba la bombacha, besaba su ingle y lentamente llegue al monte de venus. A esta altura su virginal vagina me obsequiaba sus jugos con absoluta generosidad. Ella nunca habia tenido experiencia alguna en el sexo; curiosamente ni siquiera se masturbaba... El caso es que esa vision era mas que apetitosa, asi que, tras quitarle el corpiño y lamer en circulos pequeños sus pezones ya erectos, me diriji nueva y lentamente hacia su expectante amiga.
No tenia mayor experiencia que las que dan las peliculas pornograficas, pero sabia que por alli tenia que encontrar "ese algo" que a ellas las vuelve locas. Con la punta de mi lengua comence a recorrer sus tiernos y carnosos labios vaginales y, sin mucho preambulo me diriji a su clitoris (bueno, hacia donde estimaba que se debia encontrar). Lentamente fui lamiendo sus jugos y rozando su clitoris con la punta de mi lengua; supe que lo habia encontrado pues donde lo rocé todo su cuerpo de contrajo de golpe.
Tras penetrarla repetidas veces con mi lengua, decidi ayudarme con los dedos. Con el dedo indicice comence a penetrar su estrecha vagina. Estaba que se pasaba de lubricacion, asi que no resulto problematico. Solo sintio una pequeña molestia en un momento, pero no fue hasta mas tarde que cai en la cuenta de que la habia desvirgado.
Mientras lamia sus labios y bebia sus jugos, fui recorriendo el interior de su inexplorada vagina con mi dedo. Llegue al fondo sorprendido por la escasa profundidad- y comence a recorrer el monte que encontraba en esa zona. Ello, sumado a mis lamidas, le resulto sumamente exitante. Con la voz entrecortada me dijo: "Ez... no se que... estas haciendo pero, ..... por favor no pares! Yo estaba a full, y mi amigo estaba que reventaba. Mantuve el ritmo de mis lamidas y aumente el de mis caricias dentro de su vagina. Con mi pulgar comence a acariciar su clitoris (alternando la accion con mi lengua) y, con el meñique, me diriji lentamente a su ano.
La zona estaba totalmente inundada; con la yema de mi meñique hice un poco de presion en su culito y en ese momento senti la primer contraccion de su vagina. Sabia de oidas que eso anticipaba el orgasmo asi que aumente mi ritmo y le introduje la primer falange del meñique en su hasta entonces virginal culito. Cese mis caricias con el pulgar y continue trabajando en su clitoris con la lengua. En ese momento mi primita empezo a jadear; sus contracciones en la vagina eran cada vez mas frecuentes hasta que llego un momento en que apenas podia mover mi indice. En ese instante hice mas presion en su culito y un torrente de fluidos inundo mi boca. El grito de satisfaccion, casi animal, que dio mi prima, me hizo entender que acababa de tener su primer orgasmo!!!
Yo estaba mas que exitado y, si bien habia disfrutado mucho de la situacion, necesitaba algo mas.
Me recoste junto a mi primita, la abrace y, tras mirar esos hermosos ojos que me miraban con agradecimiento y ternura, la bese dulcemente y me pegue aun mas a su cuerpo.
Ella noto el bulto que purgaba por salir de mis pantalones y, a pesar del cansancio que obviamente sentia, me dijo:
"Todavia nos queda algo pendiente... Aqui debajo estan dispuestos. Vos, como estas? No espero mi respuesta y comenzo a desabrocharme el pantalon. Con cierta torpeza que me resulto muy exitante, libero mi miembro de la prision que mi slip significaba y sin apartar sus ojos de los mios, dirijio su boca a mi pene. Le dio un beso muy tierno al capullo y, apenas con la punta de su lengua probo el gusto de mis jugos. Estaba perfectamente lubricado de mas esta decirlo-, y sumamente hinchado por la exitacion padre que tenia encima. Mi primita también tenia algo de cultura tripe X, pero muy incipiente. Según supe después, provenía de los relatos de sus amigas...
Mientras yo me quitaba la remera, lo introdujo en su boca despacio y comenzo a masturbarme con su mano. El calor de sus labios y la humedad de su boca era una sensacion increiblemente placentera. Si bien se notaba la obvia falta de pericia en algun momento me lastimo un poco con los dientes-, senti que mi boca comenzaba a secarse. Mi saliva no daba abasto y apenas podia emitir mas que algun gemido de placer. La fui guiando en sus movimientos y se volvieron mas acompasados y suaves. Yo estaba en otro mundo. Ella seguia masturbandome y lamiendo mi pene como si de un chupetin se tratara. En un momento senti que iba a correrme y, con toda la buena voluntad, le dije que estaba por acabar. Como no sacaba mi pene de su boca, pense que no me había oido. Le dije: "Mili... estoy por acabar". Ella estaba como poseida despues me confeso que le habia encantado la sensacion de mis venas hinchandose a medida que aumentaba mi exitacion- y, saliendo de ese trance por un segundo, levanto los ojos, me miro fijo y sin abandonar su tarea- esboso una pequeña sonrisa. Me recoste nuevamente, me relaje y la deje hacer. El desenlace no se dejo esperar y acabe como pocas veces lo he hecho. La violenta eyaculacion la tomo por sorpresa; mi semen desbordaba su boca, empapaba mis huevos y, en un momento, hasta casi la ahoga. Trago lo que pudo y dejo correr libremente al resto. Es más, quizas solo de picardia, siguio masturbandome empapando todo mi pecho. Aun tengo grabada en mi memoria su risa casi infantil.
Volvi a besarla, desnudos ahora los dos y la abrace fuertemente. Me habia olvidado de que estaba bañado en semen, el cual frio ya, hizo que su cuerpo temblara ligeramente al contacto con el mismo.
Obviamente no podiamos presentarnos frente a nuestros padres de esa manera, asi que decidimos darnos un baño rapido en un estanque que estaba a unos 30 metros de donde nos encontrabamos. Recogimos nuestra ropa y, dejando al caballo atado en su lugar, nos dirijimos al estanque.
A pesar de ser verano, el agua estaba bastante fria. La prioridad era limpiarnos todo el enchastre que teniamos encima, asi que sin pensarlo dos veces, me sambulli dentro del tanque; invite a Mili a entrar, pero prefirio limpiarse sentada en el borde (las mujeres siempre son friolentas en lo que a agua se refiere). Pude limpiarme los restos de semen sin mayores problemas y, al salir del tanque, Mili comenzo a reirse a carcajadas. No entendia bien por que, hasta que vi donde apuntaba con su mano. Lógico, el agua fria habia hecho lo suyo y mi amigo no solo estaba fuera de combate, sino que habia tomado un tamaño lamentable.
Muerto de vergüenza intente vestirme rápidamente, pero Mili me detuvo. "Que hacés Eze? Te dije que todavia queda algo pendiente! No lo veo muy bien a tu amigo, pero supongo que tiene arreglo..."
"Claro que tiene arreglo", le respondi, "pero no entiendo bien a lo que te refieres". Pensaba que queria que hicieramos el amor propiamente dicho y, debo confesar, tenia mucho miedo. Pense en todas las cosas que podian salir mal, pense en que podia quedar embarazada y, tambien inocente de mi-, pense en que eso debia guardarlo para el hombre indicado.
"Eze, tengo amigas a las que los novios se lo han hecho por atrás y que realmente se han vuelto locas por el tema. Hace tiempo que tengo la fantasía de que lo hagamos juntos y me gustaría cumplirla ahora". "En que mierda andaban mis amigas a esa edad!?", me pregunté y, sin pensarlo demasiado le dije a mi primita. "Bebé, hoy hacemos lo que vos quieras, pero voy a necesitar un poco de ayuda con el muñeco de aca abajo". Estallo en una corta y hermosa carcajada y, sin mas preambulos nos dirijimos nuevamente hacia las mantas.
Le confese que me habia puesto a mil masturbarla y que la chupada que me habia dado habia sido para el campeonato. Alguna vez habia leido como eran los pasos a seguir para mantener relaciones anales (cosa que me calentaba sobremanera) y le explique que necesitabamos, no solo que mi amigo estuviera a full (solito se estaba despertando de su letargo), sino tambien que ella estuviera relajada, que fueramos despacio y que su culito estuviera dilatado. Ahi abrio grandes los ojos no se que se habra imaginado-, pero le explique que lo que iba a hacer era jugar un poco con mis dedos. "Vas a hacer lo mismo que hace un rato? Eso me volvio muy loca!". "Algo asi", le respondí, "pero te necesito bien lubricada". La tendi nuevamente en la manta, comence a acariciarla en forma suave, apenas con la punta de mis dedos, y note como se le iba poniendo la piel de gallina. Volvi a lamer sus pezones y, al rozar con mis dedos sus labios vaginales, pude notar que la exitacion iba en aumento.
Le pedi que se diera vuelta y se pusiera como en cuatro patas, pero recostada sobre sus brazos y con la colita ligeramente levantada. Con mis dedos segui masturbandola y, lentamente empece a lubricar su ano con sus propios jugos. Ayudado por el lubricante, comence a hacer circulos en su ano con la llema de mi índice. Apenas ejercía un poco de presión, pero se ve que le generaba mucho morbo porque su cuerpo reaccionaba de una manera maravillosa.
Solo con la imagen de su culo paradito, ofreciendoseme de una manera tan golosa, mi amigo estaba listo para la batalla.
En un momento, su ano cedio a la presion que mi dedo ejercia sobre el. Apenas introduce la primer falange de mi indice y comence a bombear lentamente. Tras jugar un rato asi, y seguir masturbandola con mi mano izquierda, me decidi a entrar un poquito más. Introduje lentamente casi todo mi dedo y comence a acariciar el interior de su orificio, como queriendo llegar a su vagina desde adentro. Se ve que eso la hacia ponerse a mil, pues comenzo a gemir despacito, pero no de dolor. Retire mi indide, apoye mi mano abierta sobre su espalda y sus nalgas y comence a juguetear con mi pulgar sobre su ano, repitiendo el juego que habia hecho con el indice. Como el pulgar es mas corto (pero mucho mas ancho!!), solo me limite a bombear repetidas veces, sin olvidar lubricarla de tanto en tanto.
En un momento, note que mi pulgar se desplazaba con comodidad y no pude dejar de notar la exitacion que mi primita tenia encima. Ello, sumado a la hermosa vision que tenia de su culito y de esa conchita apenas cubierta de vellos sedosos hizo que me decidiera a dirigir mi miembro hacia esa cueva que se me antojaba tan tentadora.
Saque mi pulgar de su ano y, apoye lentamente mi pene en la entrada de su culo. Como recordaran, mi pene tiene la particularidad de ser bastante conico. La cabeza no tuvo mayores problemas para entrar. La tome de la cintura y, lentamente meti unos tres centimetros dentro de su colita virginal. Deje que se acostumbrara al visitante y, con movimientos muy suaves de entrada y salida fui dilatando aun mas su hermoso culito.
Tome sus nalgas con mis manos y, con mucha suavidad, las separe como si de un libro se tratara. Tal como habia visto en infinidad de peliculas porno, me ayude con mi saliva para lubricar ese tierno agujerito y, tras entrar y salir repetidas veces, logre que 2/3 de mi pene entraran en ese culo tan hermoso. A esa altura sintio alguna molestia; para evitar lastimarla, comence nuevamente con los movimientos de vaiven para que su culito se acostumbrara.
"Mili, alcanzás a tocarte?" le pregunté. "Me gustaría que te acaricies tu amiga como te acaricié hace un rato". Timidamente extendio su mano y comenzo a tocarse. Mientras yo bombeaba, ella exploraba su propia intimidad, con tan buen resultado que toco el boton indicado y, tras una suerte de espasmo o escalofrio, se relajo lo suficiente como para que me sorprendiera el contacto de mis huevos con sus nalgas. Gritó, si, pero de placer. Estaba como loca. Perdi obviamente el compas de mis movimientos y me limite a quedarme quieto y, soseniendola de su cintura, dejar que hiciera lo que quisiera. La imagen de este angel rubio, masturbandose a la vez que le rompia el culo, moviendose en un compas desenfrenado, magestuosamente en equilibrio sobre tres patas pudo más que yo. Me vine dentro de ella sin mucho preámbulo. Mis piernas se aflojaron y apenas podia sostenerme. A los pocos segundos, y quizas ayudada por la sensacion de sentir mi leche caliente en sus tripas, se vino ella tambien. Nunca voy a olvidar la imagen de su vagina boqueando como un pececito antes de que cayera exhausta.
Quedamos tendidos en silencio unos minutos sobre las mantas recuperando energia. Tras besarnos nuevamente, volvi a ensillar el petiso y la ayude a subir. Le costaba un poquito caminar, motivo por el cual subio ella primero. Con bastante torpeza, dado que mis piernas apenas reaccionaban subi detras de ella y, tras un breve trecho al paso, comenzo nuevamente al galope. Ambos estabamos exhaustos pero felices. "Tengo pajas como para 1000 años", pense en algún momento. Llegó la primera curva, Mili no hizo ningun esfuerzo por apurar la marcha del petiso y, obviamente, el trote del bicho hizo lo suyo. "Mili, no me provoques...". La muy zorra se río nuevamente, con esa carcajada pura y angelical que tiene.
Hoy en día ya no tenemos esos encuentros. A pesar de que en cierta forma siempre estuve enamorado de ella, hoy en dia tengo novia y estoy muy a gusto con ella. Mili no pudo manejar los celos y, por desgracia la relación se desgastó un poco. Pero quién sabe, quizás algún día volvamos a las andadas.