SORPRESA
Era un día de semana, cuando cerca de las 18 hs, suena el celular de Gonza, y en
el cual le informa que tiene un mensaje de voz guardado, observa el número y no lo conoce, pero, al escuchar el mensaje, aquella voz, que le resulta familiar le avisa que lo espera a las 21 hs, en tal dirección, que sea puntual, que tenía una sorpresa muy grata para darle.
Por más que hacía memoria, no lograba reconocer esa voz, invadido por la curiosidad, preparó sus cosas, se dirigió a su casa, se duchó y se preparó para aquel encuentro.
Como no sabía a qué iba y con quién se encontraría, se cambio como para ir a una reunión de trabajo, de elegante sport, en eso se le ocurrió llamar al número desde el que lo habían llamado, para averiguar quien era, aquella misteriosa persona, pero el s celular al que llamaba estaba apagado.
A las 21 hs, se dirigió a la dirección y dio con un lujoso hotel de la zona céntrica de Rosario. Intuyó que sería una reunión de trabajo, entró al bar del hotel y no vió a nadie conocido.
Después de esperar un rato, aparece un mozo que le pregunta si el es Gonza, y le dice que tiene un mensaje en la conserjería, ahí le informan que lo esperan en la habitación 326, se dirige para allá, movido por la curiosidad, golpea la puerta, desde adentro preguntan quien es, con una voz fingida, él responde y le dicen adelante.
Cuando abre la puerta, ve la habitación a media luz y con música de fondo lenta, escucha una voz que le dice que tome asiento.
-Ya estoy con vos, dice
La voz resultaba ser cada vez más familiar, la ansiedad crecía hasta que escuchó que le pedían que cerrara los ojos, y al abrirlos, ¡OH! una sorpresa que jamás hubiese imaginado, ahí estaba ella, hermosa, divina vestida con una bata transparente, que dejaban traslucir sus hermosos pechos, con un portaligas y medias blancos haciendo juego con su bombachita, sí ahí parada con una sonrisa enorme estaba Piru.
Al verla se avalanzó sobre ella y se fundieron en un fogoso beso, sus lenguas se entrecruzaron, sus manos recorrían sus cuerpos, él alcanzó a decirle a ella lo bella que estaba pero ella no lo dejo continuar, sellando sus labios con un beso, le hizo señas de que permanezca en silencio con sus labios y le susurró al oído que la sorpresa no había terminado aún y le dijo:
-Espero que esto no te incomode y diciendo "Amor, ven que voy a presentarte a alguien", apareció un hombre.
Ella los presentó, mi marido, Gonza mi ... y sonrió, se saludaron y ella propuso tomar unas copas, Gonza no sabía como actuar, estaba nervioso, algo desconcertado, y muy contento por volver a ver a Piru, ellos le comentaron que estaban de paso por Rosario y que mañana seguían viaje, y que Piru decidió alojarse acá por esta noche y visitarme.
A medida que el tiempo pasaba, quizás por efectos de los tragos, Gonza estaba más distendido, cuando de repente Piru se paró e invito a bailar al marido, ellos bailaban muy pegados mientras se besaban y tocaban.
Gonza sentado en un sillón y bebiendo whisky contemplaba esa situación que lo hacía volver loco de calentura, podía ver como el marido apretaba esas apetitosas nalgas y besaba esos pechos y como las manos de ellas habían sacado afuera el miembro de él y con suaves movimientos lo masturbaba.
En eso él la llevo hacia la habitación, al cabo de un rato se escuchaban gemidos y Gonza se dirigió hasta allí, vió como el marido se encontraba entre las piernas de ella y la penetraba mientras que con sus manos amasaba sus pechos, Piru dio vueltas sus cabeza e hizo una seña para que Gonza se aproximara.
Al hacerlo, ella le tomó la verga y se la dirigió a su boca. Mientras se la chupaba Gonza pudo percibir como el marido sacaba su verga de la conchita y dirigió su verga hacia la boca de ella.
En ese momento Piru alternaba, chupaba primero una y después la otra, así hasta que el marido se corrió en su boca.
Gonza con sus dedos acariciaba su conchita, jugaba con sus clítoris y metía uno y dos dedos dentro de ese caliente canal del placer, ella entre gemidos le anunciaba que estaba por llegar y le dijo:
-Cojeme ahora, quiero llegar con toda tu poronga adentro, él muy obediente la fue penetrando de a poco en esa hiper lubricada concha, que clamaba por ser llenada.
Bastaron unas pocas embestidas para que Piru tuviera otro orgasmo, mientras él seguía penetrándola apareció nuevamente el marido, ella estiro la mano un alcanzó su miembro algo flácido, pero al contacto de las manos empezó a aumentar de tamaño, cuando estuvo erecto de nuevo, cambiaron de posición, ahora Gonza estaba boca arriba con la espalda apoyada en la cama, Piru se subió arriba de él, enterrándose hasta el último cm de poronga por su conchita y el marido le comenzó a trabajar con besos el culito, lo lubricaba y le metía un dedito.
Así estuvieron un rato hasta que el marido la fue penetrando poco a poco en su culito, entre los tres se movían a un ritmo acompasado hasta que explotaron en un mar de orgasmos, cada uno en su tiempo dándole todo el placer que se merecía aquella hermosa hembra, lentamente se iban incorporando.
Gonza bajó hacia su conchita y la besó hasta arrancarle otro orgasmo, mientras el marido jugaba con sus pechos y Piru lo masturbaba, después chupaba la verga de su marido que se encontraba acostado de espaldas en la cama, mientras Gonza tomando a Piru por la cintura desde atrás comenzó a introducir su poronga por ese apetecible hoyito trasero, mientras que con sus manos acariciaba sus pechos y de ratos daba leve pellizquitos en su clítoris, los gemidos y suspiros llenaban toda la habitación y los orgasmos se sucedían unos tras otros, así estuvieron toda la noche cambiando de posiciones hasta que quedaron rendidos de placer.
(Cont)
GONZA (El amante virtual de Piru)