Mi nombre es Willhem, 45 años, separado, mi hija, cuyo nombre
es Isabel, hija única, acababa de cumplir 18 y está muy linda y querida, es alta
de senos grandes, pero no enormes, turgentes y duros, vientre plano, debido a la
gimnasia, labios gruesos y seductores, un exquisito derrier o trasero, bien
formado y respingón, ojos miel, cabello castaño claro, un monte de venus y unos
gruesos labios vaginales más abultados y acogedores que el del resto de
jovencitas que uno observa por la calle, y el que los hombres no pueden evitar
mirarle a mi niña cuando ella camina por la calle en lycras, jeans o pantalones
cortos.
Cuando está en casa siempre lleva puesta ropa ligera, pijama, o una camiseta de
algodón, sin brassier, por lo que resaltan sus pezones, son pequeños, como una
arveja, unos cortos pantaloncitos de lino o algodón, descaderados o talle bajo
(a lo cantinflas) los cuales rara vez llegan más debajo del vértice de su bien
formada vulva. Si se mira con cuidado se puede ver que el hilo de la pequeña
tanga sobresale de cortos pantaloncitos y se ven por sus caderas
Como hombre admiro y cultivo la belleza de mi hija, como padre me siento mal
cuando la miro con ojos de hombre.
¿Cómo llegué a este punto?, pues bien fue en una noche de
lluvia, estaba fuera de la ciudad y mi regreso se había adelantado un día al
terminar mi trabajo antes de lo previsto y no le avisé a mi hija para darle la
sorpresa, preocupado por que mi niña nunca cierra las ventanas y que fuese a
mojar y enfermar, me dirigí a su cuarto para cerrarlas, la puerta estaba
entreabierta y ¡oh sorpresa! mi Isabel, mi niña, estaba chateando, eso no es
sorpresa, lo que sí lo es que estaba con su web cam, desnudos sus senos, los
cuales se acariciaba, se masturbaba, ere evidente aunque yo sólo le veía su
espalda, al mirar el monitor pude ver que un hombre le estaba dando cam y le
estaba mostrando su miembro viril, aquel hombre se estaba masturbando y mi hija
lo estaba viendo, su miembro era muy grande, duro, se veía grueso y muy
lubricado, mi hija estaba sentada, tenía las piernas muy separadas, sólo llevaba
puestos sus pequeñas tanquitas y nada más. Quedé de una pieza sin saber qué
hacer, pero con vergüenza me di cuenta que mi miembro, el cual es enorme, ¡había
comenzado a ponerse duro! Me gustaba lo que estaba viendo, así que me escondí
para seguir mirando, de pronto ella se levantó y comenzó a modelar delante de la
cam, mostraba su cola, su monte venus, el cual se agarraba al tiempo que lo
masturbaba, acto seguido se quitó las pequeñas tangas dejando ver toda su vulva
y entonces se ubicó de costado, para tener más luz para la cam y se abrió los
labios vaginales.
Nunca había visto un espectáculo más hermoso, la vulva estaba húmeda, inundada
de sus líquidos, estaba completamente depilada y los labios vaginales eran
exageradamente gruesos, de pie se siguió masturbando, rotando sus caderas, y
moviéndolas de adelante hacia atrás, no sé si penetraba con su dedo, pero era
evidente que su dedo azotaba su clítoris, luego sólo movía las caderas hacia
delante y atrás, adelante y atrás, su mano libre acariciaba el bien formado seno
derecho, pellizcaba su pezón, que ahora, erecto, parecía más bien una fresa,
rodeado de una fantástica aureola carmesí... y comenzó a tener un impresionante
orgasmo, se estremecía y gemía muy despacito. Sentí envidia del hombre que
miraba a mi hija dándole aquel maravilloso espectáculo, el tipo no aguantó más y
se vino, me pareció exagerada la cantidad de semen que eyaculaba, lo estuvo
haciendo por lo menos un minuto, tal sería su excitación. Mi hija se sentó para
seguir la charla y entonces le vi la cara al señor: me dejó atónito, pues era un
tipo como yo, es decir un señor de cerca de 40 ó 45 años. Después me enteraría
que a mi hija le gustaban dos cosas: los hombres maduros y los miembros grandes.
Salí de la casa, la llamé a su celular y le dije que ya estaba en la ciudad y
que llegaría en 30 minutos, se puso feliz. Quemé tiempo en el bar de la esquina
y luego timbré a casa, ella me abrió la puerta y la vi, ahora como mujer, mi
niña había despertado a su sexualidad y no me había dado cuenta, qué tontos
somos los padres!!! Me abrazó y sentí sus duros senos, me dio un beso, me di
cuenta que solo llevaba una camiseta corta que le cubría hasta justo debajo de
su cola, sin brassier y sin pantys, se recostó mucho a mi y por tener presente
los últimos acontecimientos mi falo se puso duro, no hice nada por ocultarlo,
seguía lloviendo, durante su abrazo sentí sus duros y grandes senos contra mi
pecho, era imposible que ella no estuviera sintiendo mi miembro sobre su
vientre, el cual estaba tan duro que latía, el abrazo se hizo largo, me indicado
a la hora indicada, al sentirla acurrucada sobre mi torso, mi moral cayó al
suelo, lentamente comencé a meter mis manos debajo de la camiseta, seguí el
contorno de sus firmes caderas, lo dicho no llevaba pantys, sujeté sus nalgas
con fruición, como quien amasa un harina para pan, me llenaba las manos de aquel
culo que estaban caliente, deseoso, de hembra mojada, de hembra receptiva...
-Uummmm papi qué delicioso, sigue papito, me gusta mucho que me cojas la cola
-Tienes un trasero hermoso, hija.
-Papi, cógemelo, tócame mi rajita, lo deseo tanto papi, méteme la mano entre las
piernas, tómame la rajita con tus manos, papi, mete tus dedos en ella. Papi:
mastúrbame, masturba a tu niña, quiero tus dedos dentro de mi, dame fuerte tus
dedos en mi clítoris, es tuyo papi, la tengo muy caliente, estoy mojadísima,
papá, es por ti...
Mientras decía esto ella comenzaba a abrir sus piernas, su monte de venus queda
expuesto, me toma mi mano y ella la dirige a su rajita...le doy gusto., sus
movimientos eran los mismos que cuando estaba delante de la cam en el chat...será
virgen, pensé, unos minutos después obtendría mi respuesta: SI era virgen.
-Las tetas, papito, chúmamelas, hazlas tuya, no dejes de mamármelas, cómete mis
pezones...
Inmediatamente se quitó la camiseta, sus senos quedaron
firmes, no se movieron un milímetro, quedó completamente desnuda, me di cuenta
que pocos o ninguno los había tocado, separó sus pechos del mío y me los
ofreció, chupé, mamé, mordí con todo lo que tenía... lástima tener dos manos,
pensé, sin embargo dejé una abajo en su pletórica rajita y con la otra
acariciaba sus pechos, los apretaba y mordía sus pezones y todos sus senos -Papá
que delicioso, que rico, ummm, ay papi de mi corazón qué rico me las chupas, me
matas papiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ahhh ahhhh, ahhhhhhhh papitoooooooooo,
siiiiiiiiiiiiiiAbajo yo sentía como su rajita se contraía como esos hermosos y
gruesos labios vaginales latían a mil, como su vagina se contraía, pidiendo a
gritos ser penetrada...
Entonces, ella alargó su mano y me tomó el duro miembro, lo tengo grande, y no
es alarde, me lo cogió por sobre el pantalón y lanzó un suspiro...lo comenzó a
frotar, a recorrerlo en toda su longitud, lo apretaba muy fuerte y me lo volvía
a frotar...
-Guau papi, qué duro lo tienes, está muy parado, es tan grande, papito lo tienes
enorme, me gusta papi, me gustan los miembros grandes, gruesos, duros, siempre
me han gustado... ¿papi me lo dejas ver, sácatelo papito, si? Lo hice.
-Papito, ay papi lo tienes grande, se te ve más grande que adentro del pantalón,
lo tomó en sus manos, no podía cerrar su mano en torno a él, me la jaló varias
veces y luego tomaba mis bolas y las apretaba hasta casi sentir dolor, sin duda
le recordaba el mástil del tipo del chat, se arrodilló de un golpe y trató de
chupármelo, pero no le cupo en la boca, sólo pudo tomar algo del glande (la
cabeza del pene), me terminé de quitar el pantalón y los interiores, y ella me
lo siguió lamiendo, mientras me lo masturbaba con ambas manos y aún le quedaba
espacio en mi pene...
-Papito me gusta tu miembro, está rico, tan grande, tan mojadito, ummm, me gusta
comértelo, está delicioso.
Le tomé su cabeza con ambas manos y comencé a masturbarme en su boca, estaba
llena de saliva y de mis líquidos seminales, ella lo sacaba de su boca y
comenzaba a enroscar su lengua sobre el glande, le daba como latigazos con su
lengua, iba por el contorno de mi pene hasta mis testículos y luego los besaba y
se los metía todo la boca, regresaba hasta el glande y me lo succionaba fuerte,
le daba mordisquitos suaves y lo volvía a meter en su boca...
Nunca olvidaré su carita de vicio, de deseo, de lujuria cuando me dijo: -Papito
¡Métemela, penétrame, desvirgame! Se tiró al piso, ni siquiera pensamos en ir a
la cama, y abrió las piernas, levantó un poco la pelvis, y con su mano abrió sus
labios vaginales...y me dijo: Ven papito, es tuya.
Sentí un deseo inmenso, un gran temor, la rajita de mi niña
era supremamente estrecha, aunque sus labios eran gruesos, estaba completamente
depilada, todo aquello era compensado por un gran clítoris del tamaño de un
grano de fríjol, y por una abundante humedad que resbalaba por su rajita hasta
su estrechísimo ano...
-Papá ven te deseo, te deseo papá...
Suplicaba mientras movía su pelvis invitándome a entrar, fui y me coloqué
encima, le dije que si le dolía me lo dijera, que si le molestaba algo me lo
dijera...
-Bueno papi, te diré si me duele.
Ella tomó mi falo y lo dirigió hacia su rajita ummmmmmmmmmm qué cosita tan
estrecha, mi pene siguió entrando su vulva se lo tragaba todo, pedazo a pedazo,
lentamente lo engullía, lo succionaba, lo abrazaba, lo apretaba, los labios
vaginales le daban con placer, paso al conquistador, su raja se dilataba a más
no poder, estaba rellena, repleta de esa rica verga que se estaba comiendo, los
gruesos labios estaban tan íntimamente contacto que me los imagino como un
elástico apretando mi enorme verga. El glande encontró su himen, en ese momento
me dejé caer y ¡mi verga cruzó de lado a lado su palpitante himen rompéndolo
todo! -Ayyyyy, ohhhhhh, ummmmm, augttttttttttt, me has desvirgado, me lo
rompiste... ¡Papaaaaaaa! Mi verga siguió entrando hasta el último centímetro su
vulva la había devorado todo, me di cuenta porque mis testículos pegaron con sus
nalgas.
-Mételo más, todo, todo ummmmm me gusta, me gusta como me lo metes, me gusta
como me comes, papá, papitoooo
Mis golpes eran fuertes sentía mis testículos golpear contra
su rajita, se lo sacaba todo y luego se lo metía de un solo envión haciéndola
gritar...
-Umm ummm aught ummm, papi, papi
me ven
gooo, me vengoo
-y yo también, te la
daré fuera no quiero embarazarte -Oh cierto nunca me he cuidado, ¡esta es mi
primera vez!
Al sacársela tuve un violento orgasmo que me invadió todo me estremecí y gemí,
jadee y me vine con todo mi ser casi me desmayo, le mordí los senos y su orgasmo
fue tan intenso que se orinó. Mi potente verga comenzó a eyacular gruesos,
abundantes chorros de semen, unos caían sobre su monte de venus, otros sobre su
vientre, sobre sus senos, finalmente me lo tomó y se lo llevó a la boca
terminando de tomar los últimos chorritos de semen que yo descargaba...nos
quedamos dormidos sobre la alfombra de la sala...