Desde los 14 años he tenido un novio al que quiero mucho, él tenía 16. Durante un año, solamente me besaba y acariciaba, pero me contaba como se masturbaba al llegar a su casa después de verme. Yo era virgen. Al año de estar juntos, tras cumplir 15, empecé a dejarme tocar eróticamente por él.
Hasta que un día, que quedamos de estar juntos en su casa, decidí a hacer lo que él me había estado proponiendo. Me vestí sexi, con un top y una minifalda. Cuando llegué a su casa, me recibió con un beso de lenguita.
Se sentó en la silla frente a su PC; me sentó encima suyo, y sin decir nada, mientras hablábamos me empezó a acariciar los muslos, los pechitos, yo no hice nada, seguimos hablando mientras notaba que su pene iba creciendo. Me dijo que estaba preciosa, tímida dije: gracias. Me miró y empezó a besar el cuello, comencé sentir caliente. Me besó y me llevo a su cama, me sentó en el borde, yo le dejé hacer pues disfrutaba sus caricias, estaba súper húmeda. Me quito los zapatos, la falda, y lentamente subió sus manos por mis muslos, hasta mi coño, y lo empezó a acariciar por encima de las bragas ya húmedas. Me las quitó, se tumbó encima mía y le quité la camiseta, el pantalón, y el calzoncillo, tenía el pene durísimo. Se lo empecé a acariciar, le oía suspirar de placer, aquello me ponía muy cachonda, no podía más.
Fue a mis pechos, tenía los pezones ya duritos, me los empezó a chupar y fue besando cada rincón por donde alcanzaba su boca, llegó a mi coño, con un dedo empezó a acariciarlo arriba y abajo, me metió un dedo, me dolió un poco, pero no dije nada. Yo no paraba de gemir y pedirle: más por favor. Luego me chupó el coño, recorriéndolo con su lengua. Notó que me iba a venir y paró, supuse que quería penetrarme ya. Me tumbó en la cama, se puso en posición 69 y me pidió que se la chupara, sin decir nada empecé. Me gusto sentir su pene, duro y suave a la vez en mi boca, sentir cómo gemía de placer, sin duda, él también se lo estaba pasando de maravilla.
Se volvió a colocar encima mía y me besó, luego se puso de rodillas en la cama y me acarició el coño con su pene, muy lentamente, descubrio mi clítoris que no solop acaricio con su pija si no también con sus dedos, luego me la fue introduciendo con cuidado, al principio me dolía pues era la primera vez que me penetraban. Pero cuando desgarro mi himen solo sentí un agudo pero momentáneo dolor. Después de habérmela metido toda, empezó a moverse rítmicamente, primero lento hasta que fue cada vez más rápido; los dos gemíamos, yo no podía creer lo que estaba disfrutando, me retorcía de placer, sintiendo el mete saca, no quería que parara, instantes después se vino, corriéndose abundantemente, sentía su leche saliendo de mi coño. Al segundo también me vine, fue un orgasmo glorioso, de los mejores que he tenido.
Continuamos las caricias hasta que sin querer vi el reloj y me quedaba poco tiempo, pues tenía que estar en media hora en mi casa, porque mi papá me había pedido llegara a esa hora, y no le gustaba que no cumpliera. Me empecé a vestir él también, me puse la falda, el top, y cuando me subía las bragas él se agachó y por el suelo me agarró de la cintura y yo también me puse en cuclillas y luego en posición perrito, al momento volví a estar húmeda, por debajo de mi falda me chupaba el coño y me metió dos dedos, estuvimos así tres minutos, cerré los ojos y lanzaba pequeños gemidos de placer, eso me encantaba, me corrí de nuevo, por el cansancio apenas me podía levantar, pero me tenía que ir. Me coloqué las bragas, y nos despedimos con un beso, lo volveríamos a repetir.