HISTORIAS DE SEXO
MI PROFESORA DE GEOGRAFÍA
La historia que les voy a contar transcurrió hace un año atrás, en Corrientes (mi lugar natal), en Octubre de 2006, un día miércoles cuando yo estaba en la escuela dando clases como cualquier uno. Es un relato muy verídico.
Por cierto, tengo 16 años, soy un adolescente común y corriente como cualquier otro lo es, y estoy por comenzar a cursar el 3º año de Polimodal.
La historia comienza así; Como todas las mañanas, yo me dirigía hacia la escuela en bicicleta, que por cierto es mi medio de transporte, y llegaba a eso de las siete y diez pasada a dicha escuela, siendo el horario de entrada a las 7:15. Ya quedaba aproximadamente un mes para la finalización de clases, hacia calor, llevaba puesto todos los días un pantalón gris y una camiseta blanca. Cuando llego a la escuela justo a tiempo, donde todos estaban formándose para izar la bandera, paso por entremedio de todos me dirigo hacia el curso, que por cierto es el último de la galería, entro en él, dejo mi mochila y me voy hacia el patio donde todos estaban listos para izar la bandera. En ese momento en que me estaba yendo al patio, veo a la profesora de Geografía, una mujer atractiva de más o menos 37 o 39 años, de pelo castaño hasta los hombros, delgada, de estatura mediana, etc. Cuando la miro tenía puesta una camisa tipo de seda donde escondía unas pequeñas tetas pero algo firmes según parecía, yo no di tanta importancia a sus tetas que desde mi punto de vista no me parecían tan buenas, pero lo que si di importancia y que me atrajo demasiado, fue que llevaba puesto un pantalón marrón donde dejaba notar una cola espectacular y parada, en la cual se le notaba, a su vez, una tanga que se perdía en su culo.
Yo me quedé asombrado, la erección de mi verga fue instantánea apenas la vi, y como tenía ese tipo de pantalón no pude disimular el bulto.
Pasaron algunos minutos, ya habían terminado de izar la bandera, la profesora de Geografía había ingresado a uno de los cursos a dar a clase, yo recién tenía clases con ella al último módulo a eso de las diez y media pasada de la mañana. Ahora al primer módulo tenía clase de Economía, con una profesora rubia que también estaba buenísima para mirarla y ver su cola resaltada, pero yo no quise perder el tiempo con esta profesora, estaba interesado en la de Geografía y no aguantaba las horas de que llegará el último módulo para poder mirarla todo el rato.
Pasaron las horas, los recreos, los dos primeros módulos también, y cada vez más se iba acercando la hora de Geografía, yo en el recreo esperaba ansioso, excitado, algo nervioso, no sabía que actitud iba a tomar cuando la viera nuevamente. Finalmente la hora llegó, entramos al curso, yo y mis compañeros, que por cierto éramos pocos porque la otra mitad del curso tenía clases de Química con otra profesora. Cuando acabamos de entrar, la profesora de Geografía ya estaba adentro (había ingresado un rato antes como de costumbre). Nos acomodamos, yo justo me sentaba cerca del escritorio de los profesores, ella nos saludo y comenzó a dar la clase, todo bien como si no pasara nada. Yo por supuesto ni atendía la clase, solo le miraba a ella, le miraba la forma en que se sentaba con las piernas abiertas hacia delante, la forma en que se arreglaba su cabello, miraba sus piernas esos muslos firmes, mas aun cuando se paraba y se ponía de espalda donde se podía apreciar su hermoso culo y esa tremenda tanga entremedio, era una cosa que me excitaba tanto que me daba ganas de ir a agarrarla y mandarle mi verga por el culo sin parar.
Había llegado la mitad de la hora, ella nos dio una actividad para que hagamos en ese momento, yo estaba tan desconcentrado que casi ni copiaba los ejercicios. Llegó un momento en el que yo no aguantaba más la excitación, comencé a tocarme, mi pija necesitaba salir me dolía de tan parada que la tenía, tan así que inventé una excusa, me paré y le dije que ya había terminado la actividad y si me daba permiso de ir al baño; ella sin ningún problema lo aceptó y me dejo ir.
Cuando llegué al baño me desabroche el cinto, me bajé el pantalón hasta la mitad, me paré enfrente del inodoro, saqué mi pija que estaba dura y comencé a masturbarme, me masturbé tanto y tan rápido que me habré hecho casi dos pajas en cinco o cuatro minutos. Cuando acabé completamente me subí el pantalón, me abroché el cinto y salí; en ese momento en que iba saliendo, levanto la vista y veo que la profesora iba ingresando en el baño de mujeres, yo me quedé paralizado, no sabía que hacer, hasta que se me ocurrió una idea, decidí entrar al baño de mujeres lentamente, sin hacer ningún tipo de ruido. Cuando entró veo que hay tres puertas pequeñas, una al lado de la otra (en forma de hilera), donde detrás de ellas estaban los inodoros (como cualquier baño de una institución cualquiera). Una de esas puertas, la del medio, estaba rota en la parte de abajo, o sea que si uno se agacha puede ver si hay alguien del otro lado, yo hice exactamente eso, y cuando me agacho veo sus piernas, estaba justo en esa puerta del medio. Entonces, yo comencé a acercarme lentamente hacia la puerta, y cuando llego bien cerca, ella abre la puerta y me ve a mi agachado. Yo me levanté rápidamente, con una cara de avergonzado total, no sabía como pedirle disculpas. Ella por su parte se quedo un poco asustada, pensé que me iba a dar un buen reto por haber intentado espiarla, pero no fue así, me miró a la cara unos segundos y me dijo: ¿Qué estás haciendo aquí? Yo no sabía que responderle, y no me quedó otra cosa que decirle la verdad, le dije que la estaba espiando, que me gustaba mucho su cuerpo. Ella quedó algo confundida, comenzó a mirarme de arriba hacia abajo, hasta que un momento, notó que el bulto de mi pantalón estaba sobresaliente, era mi erección que estaba recontra parada. Al ver mi bulto y darse cuenta de la excitación que tenía, me miró a la cara sonriéndome y me dijo: - Veo que estas con ganas ¿no?- . Yo me quedé muy sorprendido ante lo que dijo, y sin tener vergüenza le contesté: - Es por usted que estoy excitado, la veo linda, atractiva, me gusta mucho su cuerpo principalmente la parte de atrás, usted es una increíble mujer-. Ella al escuchar todo eso se volvió a sonreír y me dijo:- A mí siempre me han gustado los pendejos, desde que era más joven - . Con eso me di cuenta de que ella también se estaba excitando al igual que yo, de mi punto de vista daba a entender de que es una profesora que le gusta el sexo, al menos eso creo.
No quise esperar más el momento, y le dije que tenía ganas de hacerle el amor en ese mismo instante. Ella tardó en contestarme, y luego de unos segundos me dijo que dejáramos para otra ocasión, que ella ahora debía continuar con la clase. Yo no dudé y rápidamente le impedí que avanzara, le agarré de la cintura y la recosté contra la pared, ahí nomás le desabroché su camisa, su corpiño, y comencé a torcales sus tetas y su cola. A ella le empezaba a gustar de a poco, llegó un momento en que me apartó de su lado, me desabrochó el pantalón, luego me bajo el bóxer que llevaba puesto, y comenzó a lamerme la pija con la punta de su lengua, me decía que pija tan grande y dura que tenes, yo no le decía nada, sentía un placer tan intenso que ni podía hablar casi. Llegó un momento en que le agarré de la cintura y le puse de espaldas contra la pared, le saqué el pantalón y la bombacha y le metí mi pija de 16,5 cm. su agujero, ahí comencé a meterle y sacarle una y otra vez, ella sentía un placer irresistible, me decía que lo hacía muy bien y que no me detenga, que le diera con todo. Yo sin dudarlo le hice caso y comencé a darle más fuerte y más rápido, lo hacía con una velocidad imparable, ella de a poco comenzaba a gemir de tanto placer que sentía y yo a un más no me detenía. Luego le recosté contra el lavatorio del baño e hicimos un 69, yo le empecé a meter por la concha sin parar, ella saltaba para arriba y gemía más y más, tenía un agujero bien hondo y abierto como si ya la habían metido varias veces. Poco después ella contuvo un orgasmo, yo quería seguir todavía pero me detuve.
Pasaron unos minutos, ya eran casi las once y media de la mañana faltaban solamente diez minutos para la salida, ella se vistió rápido, salió del baño y se dirigió rumbo al curso, antes de hacer esto me agradeció por lo que hicimos y me dijo que le gustaría hacerlo de nuevo en otra ocasión; yo con mucho gusto acepté y le dije que estaría dispuesto a hacerlo cuando ella quiera. Fue la mejor experiencia que tuve en mi vida con una mujer, y encima con una profesora y madura como lo es. A partir de ahora, todos los miércoles cuando tengo Geografía y la veo a ella, me voy unos minutos al baño y me masturbo un buen rato, en mi casa también hago lo mismo. Nunca me olvidaré de esta gran aventura que tuve con la profesora de Geografía en el baño de la escuela.
F I N