Hola, soy Ignacio, tengo 15 años, mido unos 1,70 m, rubio con ojos marrones. En este relato les voy a contar como un mes atrás perdí mi virginidad.
En la secundaria de la ciudad donde vivo, soy picarón y siempre bromeo con las chicas.
Todo empezó un día de invierno que estábamos charlando con mis amigos sentados en el aula durante un recreo y como siempre tocamos el tema de las mujeres, hablamos de actrices famosas y yo les conté que anoche antes de dormirme, en mi cuarto me hice una paja inolvidable pensando en una modelo famosa disparando semen por todos lados, y otro respondió que sí, es hermoso pajearse pensando en modelos. Entre todo esto, Marina, haciéndose la que escribía en un banco atrás escuchó toda nuestra conversación.
Sonó el timbre para entrar, todos se acomodaron en sus bancos y llegó la profesora de Matemática, después de que nos dio unos ejercicios para que hagamos, nos dijo que el próximo lunes tendríamos una evaluación desde el comienzo de la unidad 4.
Se terminó la hora, sonó el timbre, todos los alumnos de levantaron para dirigirse a sus casas.
En camino hacia mi casa, me encuentro en la calle una revista pornográfica de varias famosas desnudas en distintas posiciones. Pienso quien habrá tirado este hermoso material, en menos de un segundo la levanto y la guardo entre unos libros. Siguiendo caminando se me cruzaban diez mil cosas por la cabeza y no veía la hora de poder aprovechar este sorprendente material.
Llegué a mi casa y me di cuenta que mis padres todavía no habían llegado del trabajo. Aprovechando la oportunidad, excitado empecé a mirar la revista en el living de la casa. Disfrutando de esas hermosas imágenes mi pene se conformó en una erección enorme, mi pene mide unos 16,50 cm por lo que me dolía por la fuerza que hacia en mi bóxer, procedí a liberarlo y comencé a pajearme. Durante 5 minutos de pura masturbación mirando los desnudos, ya me llegaba el orgasmo para eyacular sobre toda la revista y siento que golpean la puerta de entrada que estaba a unos 1,50 metros de mí, con toda la fuerza retuve la eyaculación. Coloqué enseguida mi pene en el bóxer, pensé en no abrir la puerta, pero ya había hecho mucho ruido y estaba escuchando una canción de la radio. Me atreví a abrirla, escondido tras de ella, con la cabeza asomada pregunte quien era, con una voz suavecita y dulce dicen Marina. La ví con mi propios ojos, y sí, era ella, mi compañera del secundario. Marina es una chica dulce, simpática, tiene mi misma edad, es de pelo castaño, mide 1,60 m, es delgada con una buena conformación.
Hola Ignacio, (dice ella).
Hola Marina.
¿Estabas ocupado?
No, solo escuchando música.
Me dejas pasar, porque hace mucho frío acá afuera.
(Estuve unos segundos pensando, ¿qué hago?, y la erección de la calentura que tenia estaba como si no hubiese pasado nada, el bulto que tenía en el pantalón era sorprendente). Bueno entra.
¿Por qué estas tan encorvado?, (dice ella).
Es porque tengo un pequeño dolor de espalda.
Dale, ponte derecho.
No, no.
De verdad, porque entonces el dolor será menor.
(En ese momento, me agarra de la espalda y me da un empujón hacia adelante).
Viste que ahora es mejor.
Sí, (yo procuraba que ella no se de cuenta del enorme bulto, pero no fue así. Clavó los ojos en la parte superior del pantalón).
¡Ignacio!
¿Qué sucede?
Y, ¿esa revista?
No es nada. (me apresuro enseguida de esconderla, pero ella la pudo mirar de reojo)
Ahora entiendo todo.
(Yo me siento en el sillón para disimular un poco)
No importa, te entiendo. (dice ella)
¿Qué querías Marina?, (yo pregunto).
Solo te venía a preguntar si la semana que viene, o en unos días de estos me podes explicar los ejercicios de matemática para la evaluación.
Si, no hay problema. ¿Qué día puede ser?
No se, un día que vos no estés ocupado (guiñándome el ojo y riéndose).
Te parece bien el domingo, (digo yo).
Sí, esta bien. Te espero en mi casa (aclara Marina)
Hasta mañana Marina (le hablo sin levantarme del sillón).
Hasta mañana Ignacio.
Después que se retiró, tenía todavía una semi-erección. Agarré de vuelta la revista, me bajé los pantalones y comencé a pajearme de vuelta. No aguanté más y descargué todo mi semen sobre la revista y parte del suelo. Me apresuré a limpiarlo antes que lleguen mis padres.
El viernes a la noche, me invitaron a ver una película de acción en una casa de un amigo. Esa noche éramos cinco en la casa de Fernando (en la casa de Fernando sus padres habían salido, porque tenían un casamiento), la sorpresa era que no era nada de una película de acción sino que era una película pornográfica!!, aprovechando que en la casa no había nadie salvo nosotros, empezamos a ver el video. Eran espectacular las escenas de las mujeres desnudas en un montón de posiciones mostrando todo!!, y en otras escenas había sexo puro, mujeres buenísimas dejadas penetrar por un hombre en su vagina, otro por su ano y al último la mujer le chupaba su verga. Apenas empezó el video nuestras vergas tomaron fuerza, y estuvimos todo el tiempo que duró la película haciéndonos la paja tirando semen por todos lados, y después otra vez. Al terminar el video quedamos todos semi-desnudos tirados en las sillas, no teníamos fuerza ni para mover un dedo. Luego limpiamos todo y me pedí la película para llevármela a mi casa para disfrutarla de vuelta. Antes de irme le conté amigos lo que me había pasado con Marina. Me dijeron que seguro ella ya se lo contó a todas sus amigas, yo no lo podía creer.
Llegó el Domingo, me despierto con una erección enorme, me bajé el bóxer, quedándome desnudo sobre la cama y comencé a hacerme una paja. Pero a los 3 minutos siento a mi padre tocar la puerta: Ignacio, ya está el almuerzo. Yo respondo: Bueno ya voy. No pude terminar mi masturbación.
Luego almorzamos, preparé unos libros de matemática y partí hacia la casa de Marina.
Llegué a su casa:
Hola Marina
Hola Ignacio, ¿cómo estas?
Bien, ¿ y vos?
También, adelante pasa. (Dice ella)
Bueno, que linda casa que tienes.
Gracias.
¿Tus padres están? (pregunto yo)
No. Fueron un día de campo con mi hermanito.
Después de explicarle unos ejercicios, que los entendió bien, ella me dice:
El otro día que fui a tu casa, te estabas tocando ¿verdad?
¿Tocando de qué forma? (yo disimulando).
Y así, como comúnmente se tocan ustedes los chicos.
Sí, ¿por qué? (digo yo)
Por nada. ¿Cuándo fue la última vez que te tocaste? (pregunta ella)
Esta mañana empecé una paja, pero no la pude terminar, porque llegó mi padre. También el viernes a la noche, los chicos alquilaron una película pornográfica y estuvimos haciéndonos la paja toda la noche.
Aaaaaaahhhhhh (ella sorprendida). ¿Ya te viene semen?
Sí, desde los 12 años.
Hace dos días, mi hermanito de 12 años hacía un rato que había terminado de bañarse, yo entro al baño, y no sabes lo que encuentro.
¿Qué? (pregunto yo)
Debajo de la ducha encuentro semen pegado en la pared. No lo podía creer mi hermanito se estuvo masturbando y se olvidó de limpiar. Yo enseguida limpié, me dio un poco de cosa, pero era para que mis padres no lo vieran.
¿Habrá sido su primera vez que eyaculaba? (pregunto yo)
Me parece que sí. (Dice ella).
Ella estaba al lado mío, bastante cerca, y me empieza a contar de sus charlas con sus amigas y que se estuvo tocando en su dormitorio después de lo que había encontrado en el baño, pensando en como su hermanito se masturbaba mientras se bañaba. Me cuenta de cómo se sacaba la ropa, quedando desnuda sobre la cama, empezándose a tocar primero sus tetas, luego bajando hasta su vagina, como la acariciaba, introduciendo uno de sus dedos, después otro, hasta de que tanto masajearse le llegó un orgasmo gigante.
A todo esto ella nota de que como se me empieza a notar un bulto en mi pantalón, y hace que se caiga una lapicera, cuando se agacha a juntarla hace que yo vea por llevar una pollera bastante corta su bombacha de color negra, y esto no es todo, para agacharse ella apoyó su mano arriba de mi pene, yo no lo podía creer, esta dos cosas me pusieron a mil.
Después de todo esto ella se dirigió al baño, me dijo que espere. Luego de unos minutos ella me llama para que vaya a su dormitorio. La encuentro a Marina acostada en su cama solamente con un camisón puesto que le llegaba apenas hasta taparle su parte femenina. Yo disimulando me siento en una orilla de la cama. Mi erección era sorprendente, ella me dice que me ponga más cómodo, y de un tirón me empuja para quedarme acostado junto a ella, la carpa en mi pantalón era gigante, enseguida clavo sus ojos en ella. Se levantó y me sacó las zapatillas con la explicación de comodidad. Se volvió a acostar pero en distinta forma, al revés poniendo su cabeza a la altura de mis pies, y sus pies a la altura de mi cabeza, y desde allá ella admiraba mi bulto. Me dijo que si quería sacarme más ropa, yo le respondí que solamente me sacaría el pulóver. Ella de a poquito empezó a levantar la parte inferior de su camisón y con su posición yo pude mirar partes superiores de sus piernas.
Después me propuso una condición, que ella me mostraría todo su cuerpo desnudo pero yo le tenía que mostrar todo el mío. Yo acepté, total a mi no me hacia nada que me vea desnudo y imaginaba en que podía terminar todo esto. Con una moneda sorteamos quien sería primero en mostrar, y le tocó a Marina. Empezó poco a poco, primero soltó las tiritas que sostenía su camisón, se lo sacó, quedando en corpiño y bombacha. Despacio sacó su corpiño, sus tetas quedaron en desnudez, eran hermosas, no tan grandes pero bien conformadas. Luego se dio vuelta, dándome la espalda, y de a poco bajó su bombacha, vi su culo, era tan delicado, después de unos segundos se dio vuelta y me mostró toda su desnudez entera, su vagina era pequeñita, hermosa, cubierta toda por vellos. Con todo esto se me conformó una erección total.
Me mira y me dice: ahora es tu turno.
Me paro sobre la cama y despacio empiezo a sacarme primero la camiseta, dejando mi pecho al descubierto, luego me saco las medias y comienzo a bajarme el pantalón quedando solamente el bóxer. Ella admirada me dice apúrate. Igual como hizo ella me doy vuelta, y me saco el bóxer. Marina sólo podía observar mi culo, a pocos segundos, me decidí, me di vuelta y arrodillo dejando mi verga en una erección total frente a ella.
No le sacaba la mirada de encima y en un momento me dice: no sabía que la tenías tan grande, unos testículos enormes y cubierto todo por vellos.
Ahora me comenta que nos quedemos así por un rato. Me volví a acostar, los dos quedamos desnudos en la misma posición que antes. Seguía clavando la mirada en mi verga y me dice si la puedo mover un poco para ella. Y le respondo que sí, pero poco, para no excitarme mucho. Entonces, agarro con la mano a mi pene y lo comienzo a mover de arriba para abajo unas cuantas veces y freno. Marina con su mano empieza a subir por mi pierna peluda y me expresa si ella puede moverla un poco, le dije que sí. Pues la agarra con su mano y empieza a moverla intentando hacerme una paja. Mientras sucedía esto, yo coloqué mi mano sobre su vagina peluda, y comienzo a masajear. Yo ya tenía una calentura enorme y ella ya se empezaba a estremecer.
En unos segundos yo le dije que tenía una idea, ¿cuál? Me pregunta, sin tiempo de explicarle, ella me dice "hagamos un 69". Entonces yo le respondo, que sí, esa era mi idea.
La posición en que estábamos nos favoreció, solamente nos tuvimos que correr para quedar ella arriba y yo abajo formando el 69.
Yo le pregunto que si estaba preparada, me responde que sí. Comenzamos, yo primero masajeaba su vagina con los dedos, introducía uno, después otro, dos juntos, y después con la lengua empecé a lamer todo alrededor y de a poquito la introducía masajeando, también con una mano recorría su culo en forma de círculos. Mientras tanto, Marina empezaba lamiendo con su lengua todo el largo de mi pene, hasta llegar al glande donde se quedaba lamiendo con más intensidad, con una mano masajeaba mis testículos y con la otra mientras ella ya con su boca estaba chupando el glande movía el pene de arriba hacia abajo.
Estuvimos así unos dos minutos hasta que a ella le llegó un primer orgasmo, se estremeció de una forma sorprendente y no paraba de moverse, largó todos sus jugos vaginales sobre mi cara, yo lo que podía lamía. Apenas terminó su orgasmo, ella seguía en la misma forma que antes sobre mi pene, moviendo con su mano y chupando, hasta que no aguanté más, me llegó toda la sensación producida por el orgasmo, y despedí todo mi semen en su boca, tragó lo que pudo, pero algunos chorros golpearon en su cara y cabello.
Quedamos por un rato así desnudos uno arriba de otro, yo teniendo su vagina frente a mi cara, Marina comienza a observar como mi pene comenzaba a tener de vuelta una erección. Me llama enseguida: "Ignacio, mira tu pene". Ya tenía una erección como si no hubiese pasado nada, yo le respondo: "Parece que tenemos para mucho más". Apenas le dije esto, ella me responde: "Ignacio, por favor penétrame, quiero perder mi virginidad con vos". Yo estaba como loco, pero le digo que nos tendríamos que cuidar, entonces ella me dice que vaya al dormitorio de sus padres, que en el primer cajón de su placard había preservativos. Me levanto y encamino hacia el dormitorio de los padres de Marina, no lo podía creer, yo completamente desnudo caminando por la casa de una chica para ir a buscar un preservativo. Llegué al dormitorio, encontré uno y volví hacia el dormitorio de Marina. Me senté en la cama y coloqué el preservativo en mi pene. Ya estaba todo listo.
Marina se acostó sobre la cama mirando hacia arriba con sus piernas abiertas, yo me ubiqué encima de ella intentando colocar mi verga en la entrada de su vagina, lo logré. Primero empecé dándole besos en su cara, cuello y sus tetas, pasando la lengua, besándola en la boca. Con todo este mimoseo iba de a poco penetrándola, hasta que mis testículos chocaron con su culo, los vellos de cada uno se toparon, y comencé el movimiento de vaivén, primero despacio, después cada vez más rápido y fuerte, ella gritaba y gemía como loca, yo mientras tanto seguía besándola y acariciándola.
En un momento Marina me dice que frenara, de un golpe me acuesta a mí mirando hacia arriba y ella se ubica arriba mío, todavía con mi pene en su vagina seguimos con el mismo movimiento de antes. Ella sentada arriba mío se movía como loca y gemía a la vez, yo la acompañaba con su movimiento. Seguimos así por unos cuantos minutos, Marina moviéndose de arriba hacia abajo sobre mí, con sus piernas abiertas, su espalda estaba toda mojada, yo desde abajo con mis manos le masajeaba sus tetas, y ella seguía con su meneo, hasta que los dos llegamos juntos a un orgasmo extraordinario e infinito, yo reventé dentro del preservativo y a ella le caía sus jugos vaginales por mi pene hasta llegar a mis vellos.
Se levantó y empezó a lamer sobre mis vellos, luego me sacó el preservativo y limpió con su lengua todo mi semen. Terminamos en un beso maravilloso.
Fue a buscar los libros y nos quedamos completamente desnudos sobre la cama practicando algunos ejercicios de matemática para la evaluación que era el día siguiente.
Luego nos vestimos juntos y la despedí hasta mañana.