Mi padre se caso dos veces, de su primer matrimonio tenía un hijo 5 años mayor, Pepe, y con mi mamá a mi de 14 años. Como mi padre casi no tenía vacaciones nos mandaba a mamá, Pepe y a mí a donde quisiéramos. Hasta entonces Pepe no había mostrado ningún interés insano en mi, pero en las vacaciones de pascua había empezado a tocarme aparentemente sin querer, pero la noche previa aprovecho que estaba dormida para meterse a mi recamara y acariciarme, me desperté y le reclame ligeramente pues me gusto lo que me hacia e incluso me mostró su pene y se lo acaricie pero no paso a mayores.
Así la situación, el día siguiente mi cabeza era una confusión cuando salimos al centro. En los pequeños silencios de la conversación, pensaba: ¿Debo decirle a mamá, que Pepe toco mis partes intimas?¿pero esto puede hacer que me pierda las vacaciones? ¿Que hago?( Ayer cuando me toco había dicho que no iba a dañarme, el pene de Pepe es grande, tengo miedo, dicen que duele mucho y me puede desgarrar, si me lo mete me desangro. Estas y otras ideas iban y venían en mi mente. A mi edad, nadie había tocado mi cuerpo como lo hecho él. Aunque tenía su palabra de que "no va a ocurrir nada que tu no desees". ¿ Y como no va a cumplir? ¿me va a obligar? es pero que no.)
Seguimos caminando hasta que llegamos a un restaurante. Pepe estuvo callado, pero seguía con interés mis poses y eso humedeció mi rajita.
-Esta por llover, vamos al hotel antes que nos mojemos, dijo Pepe.
-Esta bien, contesto mamá.
Llegamos al hotel a tiempo pues inicio una lluvia torrencial. Como ya era tarde mamá se metió a la recamara a dormir mientras, Pepe y yo nos quedábamos en la pequeña sala viendo la Tv. Fue al baño, yo estaba nerviosa. Salió del baño con rostro serio, me tomó de los hombros y me dio un profundo beso. Metió su lengua yo imitándole succionaba sus labios. Me siguió besando, y la insistencia en los besos me decía que algo iba a ocurrir. Me llevó de la mano a su cuarto. Se despojo de su ropa y con un movimiento me hizo saber que yo también debía desnudarme, le pregunte por mamá, que estaba en la otra recamara, me dijo que le había dado una pastilla para dormir aprovechando que sentía dolor de cabeza.
Quedamos los dos desnudos en la cama, y me tomó una teta y se la llevó a la boca, me pidió colocarme en posición de 69, quedando su pene frente a mi boca, luego me dijo mételo en tu boca. Así estuvimos un rato chupándonos, eso termino de calentarme. Se levantó para traer una especie de lubricante. Ya no tenía ninguna duda sobre lo que estaba por ocurrir.
-No Pepe, por favor, no. No quiero, me va a doler, no.
-No seas tonta, te va gustar.
-Por favor, dijiste que no haríamos nada que yo no quisiera, y no quiero.
-No te hagas, sé que te ha gustado lo de ayer y lo deseas, dijo señalando su pene erecto.
- No, no es cierto, solo acariciarlo y chuparlo pero no que me lo metas.
-Confía en mi, te va a gustar, vas a pedir mas.
Esto último me sonó vulgar y en lugar de calmarme me dio aún más miedo.
-Por favor no, lo tienes muy grande y me vas a desgarrar.
-Ni tanto, solo mide 17 cm. y solo principio te va a doler, pero después lo vas a gozar.
- No por favor, no, dije llorando.
-Nena, te dije anoche, que ibas a ser mía, ¿que si querías? me dijiste que si.
-Peeroo ya no.
-Escúchame, soy mas fuerte que tu y te puedo obligar.
- No se me obligas le diré a mamá.
- No te creerá le diré que estaba dormido aprovechaste para hacer tus cochinadas, que cuando quise evitarlo tu estabas ya montada en mi. Entiende, si aceptas solo tendrás placer, de ti depende. Ahora acuéstate y abre las piernas.
Hice lo que ordenó, me recosté temblorosa y abrí las piernas.
-No llores o te doy un golpe, dijo casi gritando.
Contuve mis lágrimas y esperé el dolor, metió mi teta en su boca y con uno de sus dedos buscó mi coñito. En este encontró con mi resistencia.
-Vamos, afloja o en verdad te desgarrare.
Así que afloje un poco y su dedo comenzó a entrar lentamente, eso hizo que yo lanzara un suspiro. Luego me mordisqueó un pezón moviendo su lengua hasta que consiguió erectármelo
Realmente lo estaba disfrutando, pero por momentos pensaba que esto era incorrecto y pero que era en un mal sueño y que pronto despertaría. Sacó su dedo y volvió a introducirlo, ahora con mayor facilidad.
-Ya estas lista, dijo.
Eso me hizo sentir miedo pero también un intenso deseo. Puso su pene frente a mí coño, se veía inmenso. Apoyó la punta en mi coño.
-Con cuidado por favor, dije.
Y sin contestarme comenzó a presionar. Entre la estrechez de mi rajita, y el grosor de su pene, no logró ningún avance. Yo hice un movimiento negativo con la cabeza, nuevamente me introdujo un dedo y lo movió hacia ambos lados, luego fueron dos dedos para dilatar mi orificio y luego volvió a posicionase.
Mi respiración era agitada. Tenía miedo, el mayor que haya experimentado jamás. Nuevamente apoyo su pene, y esta vez pudo introducir la punta lo que le ayudo a avanzar y yo sentía un ardor en mi vagina.
- No, por favor, sácalo que me duele, dije llorando
-Cállate, que te van a escuchar.(los otros huéspedes)
Siguió empujando lentamente sin detenerse. El dolor se hacía más agudo.
- Pepe, duele, me estas destrozando
- Cállate, aguanta.
Yo no soportaba. Aunque pensé en empujarlo y salir de esa situación, su peso me lo impedía, además recordé sus advertencia. Sentía el ardor avanzar con su penetración. Volví a pedirle que me lo sacara, que no aguanto mas.
- me vas a desgarrar, por favor, me duele mucho, decía sollozando.
En ese momento levantó mis piernas por sobre sus hombros, y de un impulso introdujo todo su miembro. Sentí como rompía mi himen y un terrible dolor, como si me hubieran acuchillado. Era un dolor insoportable.
- Pepe, por favor no puedo mas, me duele mucho, no puedo mas, sácalo por favor.
- Ya esta todo adentro, aguanta, ya pasara el dolor. Estas muy rica tienes un coñito delicioso.
- No, ya no puedo mas, sácamelo, por favor.
En ese momento empezó a moverse
-Como me gusta cogerte, dijo.
En verdad el dolor estaba disminuyendo y el placer comenzó a calentarme dejando de gritar, él lo percibió.
-Ves te esta gustando también.
El dolor aparecía a momentos, pero un poco más leve, y sus embates hacían llegar oleadas de placer sin igual.
-No puedo mas, dijo al tiempo que sentí un líquido caliente inundaba mis entrañas.
-Si, por favor acaba que no aguanto mas, por favor acaba, decía yo, pero al mismo tiempo no quería que el dejara de hacer ese rico mete saca.
Por fin salió de mí. Sentí un gran alivio y un gran vació, deseaba que me volviera a llenar. Pero el se quedó dormido. Yo me levanté, me limpié con una toalla y me fui a mi recama. Me sentía ultrajada, pero a la vez enojada no con él sino conmigo por haber caído en su juego y haber gozado, y mas cuando ya deseaba que volviera a repetirlo. Y comencé a llorar, sin hacer ruido, solo me caían lágrimas. No podía creer lo que había sucedido, mi cabeza era un caos, al rato me quedé dormida. Al día siguiente amanecí adolorida y algo afiebrada, mi mamá pretendió llamar al medico, pero tanto Pepe como yo la convencimos que si descansaba me pasaría. Eso posiblemente provoco que ya no intentara hacerlo nuevamente conmigo y con varios pretextos no volvió a acompañarnos a las siguientes vacaciones. Hoy 4 años después aun no asimilo esta experiencia, pues aunque la considero una violación también se que lo propicie al haber dejado que me acariciara el día anterior y haberle permitido cierto juego sexual, y que considero que me gusto.