I
La seorita Lavat no poda hacer otra cosa que menearse y clavarse ms mi pija. Estaba totalmente desbocada y ya no poda parar.
Aquella penetracin anal estaba llegando a su lmite. La seorita, ruborizada, tena espasmos enloquecedores de placer desgarrador.
As, la muchacha empez a tocarse. Al final, un terrible orgasmo anal asalt a la desbocada muchacha, quien pareci desmayarse entre tanto dolor y placer. Segundos mas tarde, era mi turno, y entre gritos, eyaculaba en el ano de la enardecida muchacha.
Ella no supo de la existencia de ese video. La seorita Lavat anduvo muy campante hasta quince das despus de aquella tremenda follada. Hasta ese da le dije que ella estaba filmada. Entonces se preocup muchsimo y ya no saba que hacer. Ya no foll de nuevo por el miedo a ser grabada otra vez. Su marido la descuartizara de saberlo todo.
La seorita Lavat era mi asistente de fotografa. Era mi amante. Pero ella me detestaba, al mismo tiempo que yo le encantaba.
As que ,un da, decidi hacer lo que no debi nunca. Me present a su hija. Una nia de unos 13 o 14 aos, cuando yo tena 20. La nia me encant. Para mi morbo, su madre la haba enviado a mi estudio con un nico fin: que yo le desvirgara el culo.
No lo hice aquel da y la envi a su casa. La seorita Lavat me pregunt lo que se me ofreca para que le diera el video y ella pudiera ,as, destruir la prueba de su infidelidad.
Yo no era capaz de condenarla ante su marido mostrndole aquel video, pero quera ver que era lo que la chica iba a hacer mientras tuviera que complacerme para que le entregase la prueba total.
Fue capaz de follar por el culo conmigo otra vez ,pero ya no en mi estudio, si no en su cuarto, cuando su vecina ,en el piso de abajo, poda escuchar todo lo que ella gritara y gimiera.
Pero la muchacha no grit. Sus nalgas ,preciosas, sudaron ms que de costumbre. Yo saba porque, y me fascinaba. Si gritaba, toda la cuadra se iba a a enterar.
As sigu la enculada, que poco a poco fue quitndole la cordura a la muchacha, hasta que de una vez por todas ,la decente seorita Lavat se ech , sentada como estaba en mis piernas, hacia delante, dejando su espalda a mis manos, enloquecida de morbo. Un orgasmo la sacudi de manera grotesca, y me pas a traer... los espasmos del orgasmo de la chica hicieron que eyaculara. El condn ayud a que no le vaciara todo en el palpitante ojete.
En los das posteriores, la seorita Lavat sigui preocupada. Le dije que pronto obtendra el video ,pero que faltaba su hija. Ella acept contenta, y la dej en paz durante una semana, antes de que ella me propusiera volver a follar.
Otra vez le foll el culo a la muchacha. Tres veces la encul en mes y medio. Debi ser ms. No obstante, la tercera culeada que le propin fue el mejor polvo de mi vida. La chica, muy delgada pero con piernas esplndidas y unas nalgazas de antologa, saba como enloquecerme apretndome la pija con el puro ano. Como complemento, la muchacha se llev tres tandas de nalgadas que le dejaron la piel enrojecida por dos das, segn me dijo despus. La margarina que ella se haba untado en el culo me permiti hacerle crculos enteros que le acarreaban incesantes sensaciones que le electrizaban el espinazo. Dos minutos mas tarde, la muchacha se tapaba con las temblorosas manos la cara ruborizada, y se suma en un brutal orgasmo anal. Segundos despus, yo le llenaba el culo de leche. La seorita alcanzaba a sentirlo y casi se desvaneca. Todo eso ocurri en su estudio. Mordi una franela para no gritar y se ech hacia atrs enloquecida.
Una semana despus, ella me mandara por segunda vez a su hija, pero ya no la rechazara de nuevo. Esper durante ocho das despus de aquel orgasmo, y el viernes ,ella me cit en el estudio el sbado a eso de las 9 de la noche. Ah estar, por lo mientras nos vemos luego.
Por esos das, una seora extranjera, rusa, haba llegado a mi vecindario. Ella se hizo amiga rpidamente de la seorita Lavat. La rusa traa consigo a su hija, de unos 16 aos. Era una nia corpulenta, gera, de piel casi transparente, pues sus venas se vean bajo sus manos, como me gustan. Su cabello rubio recogido en un chongo detrs de su cabeza. Una nia bonita, por supuesto, pero mi objetivo era la angelical hija de Lavat, Yolanda.
Faltaban pocos das para que la seorita Lavat obtuviese su video. Entre tanto, segn supe, Yolanda y la nia rusa, llamada Natalia, se haban vuelto muy amigas, puesto que la familia rusa radicaba en Mxico desde haca siete aos.
Esto no se acaba aqu, pero este relato si. No obstante, decido contar lo dems en la parte II.
Hasta pronto.
Toxic.