A VECES NO HAY EQUIVOCACION SINO NUESTRA PROPIA CONFUSIÓN
Con alegría acogieron sus padres el nacimiento de Maria y Mario, dos bebés preciosos. Eran mellizos tan idénticos que solo les distinguía el ser de diferente sexo. Sus rostros, hasta de mayores, maquillándolos, podían confundirse el uno con el otro.
Según fueron teniendo uso de razón, comenzaban a sentir algo en ellos, tan profundamente, que les volvía locos. Deseaban tanto lo que tenía el otro, algo físico al fin y al cabo, una distinción social. Mario siempre fue "el femenino" y Maria " la masculina". Pelearon tanto por esos deseos, tanto se enfadaron, que incluso llegaron a odiarse cuando empezaron a manifestarse cambios con la edad, como que a María le empezaran a crecer los senos, a Mario pelos en el pecho... Sus padres estaban desesperados, no sabían que hacer con ellos. Les llevaban a todos los psiquiatras que podían. Les querían tal y como eran aunque no veían ningún inconveniente en que modificasen el sexo con el que nacieron y les dañaba tanto el dolor que iban a sufrir con el cambio, que miles de veces intentaron convencerles para que se dejasen llevar por su homosexualidad, sin más complicaciones. Pero Mario y María así no eran felices, necesitaban algo más, decían que sus mentes en el seno de su madre se habían equivocado en el cuerpo que entraron.
La madre de los mellizos, Carmen, era una médium asombrosa y por casualidad o por vete a saber por que razón, en una de sus visiones tropezó con unos espíritus que tenían mucho en común con los mellizos. Li y La, así quedaron sus nombres tras el paso por la muerte. Ambos fueron mientras vivían transexuales y lucharon muy duro por conseguir un cambio de sexo. Fue durante los comienzos de la cirugía, y a pesar de las dificultades lo consiguieron, variaron sus atributos sexuales. Pero al fallecer y rememorar toda su vida comprendieron su craso error. Descubrieron, según le explicaron a Carmen, que el valor de la vida no está en lo que se lleve en el cuerpo, sino en lo que se lleva en el alma, y el alma no es hembra ni es varón, somos algo que siempre olvidamos: personas, diferencias físicas aparte. Li y La, al ver tanto sufrimiento, propusieron a Carmen entrar en la mente de los mellizos y allí comenzó el viaje...
Cada noche unían el subconsciente de ambos hermanos y la energía de Li y La y estos últimos les iban explicando quienes eran y como había sido el paso por su vida. Así comenzaron a enseñarles su largo camino...
Li había nacido en un cuerpo de chica, aunque no tenía las inquietudes de sus compañeras de colegio. Desde su más tierna infancia siempre jugó con niños y jamás se enamoró de su profesor, como cualquier otra niña, sino que se enamoraba de su profesora. Sus gestos, sus tendencias, sus juegos, todo tenía que ver con lo que hacían los chicos. Sufría enormemente cada vez que tenia la regla, no podía soportar aquello, en su fuero interno era un hombre y lo sabia.
La, era como Li pero a la inversa. Se sentía un chico atrapado en un cuerpo de chica, no podía soportar al orinar ver eso que le colgaba, eso que se levantaba cada vez que un chico guapo pasaba.
Sin embargo, Li había vivido una experiencia encantadora con una chica. La amaba con todas sus fuerzas, le parecía bellísima, aunque siempre le atraían sus ropas, era como una especie de fetiche, Era tan especial para él que le daba lo mismo el sexo de su amada. Le encantaba como era, como se compaginaba perfectamente con él, iba mas allá de lo que era meramente sexo, incluso a su amada le sorprendió que siempre hablaban de chicos y que jamás miraba a otras chicas. Su chica siempre le preguntaba en sus relaciones intimas si lo que realmente le apetecía era que le hiciese caricias que se decían apropiadas para el sexo masculino, pero a él le daba lo mismo, era sentir las manos de su chica, ver sus gestos, y todo en él se erizaba, todo le hacia sentirse especial y transportado a maravillosas sensaciones. Su relación no eran problemática, ambos estaban felices de cómo transcurrían las cosas. Iban mas allá de lo establecido socialmente, la relación mujer-hombre, solo querían ser almas enamoradas. La historia tuvo un fatal desenlace cuando ella sufrió un accidente y él la perdió para siempre. Rehizo su vida como pudo, recogiendo pedazos de si mismo. Le seguían atrayendo los hombres y su visión continuaba siendo como mujer, sus gestos, sus afanes, su ser entero sentía desde la forma femenina o lo que a este sexo se le atribuye en esta sociedad, pero aquello que tanto odiaba solo se izaba cuando contemplaba la imagen de un hombre. Intentó ocultar sus apetencias sexuales, hasta que ya no pudo más y al final decidió iniciar el largo camino hacia un cambio de sexo.
Unas veces Li y otras La, iban explicando su trasformación, lo doloroso y terrible que es físicamente, muchísimo más para Li que para La, ya que a ella le quitaron un músculo de la muñeca para fabricar un pene y reconoció que jamás tuvo la suerte de sentir placer al penetrar, que solo era algo para orinar. Para Li el sexo eran otras caricias, pero claro, a sus parejas les satisfacía, aunque jamás sintió ningún placer con su órgano masculino implantado.
Además del tema sexual, también estaba el problema social, cuando él fue ella o ella fue él. Jamás consiguieron que en sus identificaciones hubiese también esa transformación, siempre quedo la sombra del sexo con que el que nacieron y fue el mismo suplicio. También era un problema a la hora de trabajar, ambos habían realizado una carrera, en eso habían tenido suerte, ya que nunca tuvieron que pagar sus operaciones mediante un club de alterne, como otros en su misma situación que llegaban a ser meros objetos de feria, como aquella mujer barbuda, u obsesos sexuales o locas. Pero aun así sintieron muchos rechazos de familiares, amigos... Incluso a la hora de ir a hacer sus necesidades en un baño publico, sobre todo al principio, siempre oían tras de si comentarios, sobre todo La antes de operarse, "joe que pinta tío tiene, seguro que mea de pie" y otros similares. Con el tiempo cambiaron de ciudad y los dos consiguieron trabajar a pesar de todo en sitios en los que pudieron culminar sus carreras.
A lo largo de sus vidas había algo que pudieron observar; notaban que, cuando dejaban la sexualidad aparte, sus charlas, su forma de reaccionar ante un problema cotidiano, ante tantas cosas que uno se tiene que enfrentar en la vida o en la sociedad, mas allá de ser hombre o mujer, se asemejaban mas a las del sexo de nacimiento y que entonces su sentir era parecido al de su origen.
Li formo una asociación para ayudar a gente como él, personas que se sentían extrañas en sus cuerpos, que querían realizarse para llegar a sentirse completos y allí fue donde conoció a La. Trabajaron muchísimo y fueron investigando la razón de porque aun con todas las hormonas que les habían ido añadiendo, seguían siendo en su mas hondo pensamiento el hombre o mujer de su nacimiento, dejando aparte lo que es el sentimiento sexual o de la atracción o su sentimiento de extrañeza. Fueron entendiendo que incluso la forma de iniciar pensamientos, distribuirlos, todo estaba muy localizado con ser hombre o mujer, y que eso no lo conseguían unos mas o menos colgajos añadidos. Ya no podían hacer nada por variar su nueva condición, no se arrepentían tampoco, ya estaba hecho, era absurdo.
Podrían reconocer que habían perdido algo importante, reproducirse, pero eso era una tontería con respecto a todos los problemas que existen en la sociedad, niños había en orfanatos, y no es mas padre o madre quien pare o hace, si no quien cría, aunque las leyes tampoco estaban a su favor jamás conseguirían adoptar un niño, solo cabía la posibilidad que sus parejas tuviesen hijos y buscarle la trampa a la ley, pero eso no era todo.
Decidieron, debido a sus conocimientos, ya que ambos eran psicólogos, intentar ayudar a quitar obstáculos, que independientemente del sexo con que naciese una persona, si le apetecía, que se vistiese como mas le gustase, falda, pantalón, en fin incluso colocarse un sujetador, aunque no lo necesitara. Incluso llamaron a los diseñadores más conocidos para que diesen posibilidad de que el vestir fuese una forma de expresarse, mas allá de un sexo determinado. Pero es obvio que la sociedad ya tiene muy determinados los roles sociales y el propio instinto de procreación hace que las personas que se ven atraídas por su mismo sexo también sean marginadas, rechazadas y calificándolo de obsesión o una desviación de la propia naturaleza humana que es reproducirse. Pero en qué poco basamos nuestra existencia...
Debido a sus ideas, sus propios compañeros los mataron y jamás se supo que no fue un suicidio. Sus notas e investigaciones quedaron olvidadas o destruidas. Se había creado todo un negocio en la cirugía, ya no solo era ser guapos, sentirse por fuera conforme, era un negocio muy bien montado, y a algunos les interesaba adaptar la sociedad y seguir tratando a la homosexualidad no como algo casi natural, que eso jamás será aceptado como natural, sino como una desviación. Menudo eslogan, "siéntete como realmente eres, opérate y todo conseguido, serás feliz, la forma de expresarte cambiara, te sentirás acorde contigo mismo". Pero tanto Li como La, les dijeron a los mellizos: "¡y una mierda!, te lo ponen muy difícil, no hay vuelta atrás y podemos deciros que hay algo mas importante que un cuerpo, y es la persona, el como se siente, el que hay dentro, es por eso por lo que tenéis que luchar, no por los colgajos repartidos en vuestro cuerpo".
A Mario y Maria les costó entender lo que aquellos seres les decían, pero sí que comprendieron de lo absurdo de las barreras sociales, al fin y al cabo, ellos no hacían daño a nadie, si acaso a sí mismos, así que aprendieron a apreciar más su vida como personas que como una apuesta por conseguir un sexo con el cual no habían nacido.