HISTORIA DE ANA (IV)
Os podéis imaginar lo excitada que andaba yo desde que descubrí que mis preciosas hijas no solamente ya había descubierto el mundo del sexo, si no que además les gustaban las chicas, se follaban una a otra y, para colmo, su madre les parecía un bocado apetecible.
Como es lógico yo había visto a mis hijas desnudas muchas veces y siempre había admirado sus cuerpitos pero tenía una "natural" barrera que me impedía mirarlas con lujuria. Ahora, este aspecto había cambiado totalmente. Para mi, además de mis hijas, lo más importante, eran objetos sexuales que me hacía soñar con ellas y humedecer mi chocho con el solo pensamiento de disfrutar de sus cuerpitos.
A partir de ese momento decidí que primero me follaría a Bea, la mayor, si ella quería claro, como parecía. La pequeña debía demostrar que estaba preparada y que de verdad lo deseaba. No quería provocar el más mínimo trauma.
Desde el día que descubrí sus aficiones sexuales procuré mostrarme mucho más sexy y provocativa ante ellas. Aprovechaba cualquier oportunidad para enseñarme ante ellas provocativa, de hablar de sexo o hacer comentarios en alto sobre cualquier chica que saliera en la tele, del tipo de: "Mmmmm .que rica está fulanita " o "A esta le haría yo más de un favor". La verdad es que en el ambiente liberar en el las había educado no era demasiado extraño demostrar ciertas cosas en la familia, si bien ahora los comentarios eran más explícitos y sobre todo quería dejar muy claro que me gustaban la chicas.
Yo veía que, sobre todo Bea, me miraba cada vez con más interés creciente y de reojo la sorprendía mirándome directamente al coño cuando me ponía en una posición que la permitía hacerlo, como cortarme las uñas de los pies o algo así. La verdad es que la cara se le iluminaba y estoy segura de que hubiera querido lanzarse entre mis piernas allí mismo. Pero yo tenía claro que tenía que dar el primer paso. Así que aprovechando que Carla se acostaba más pronto que su hermana yque solíamos quedarnos solas en la salita viendo la tele, una noche decidí follarme a mi hija mayor.
Estábamos viendo algún estúpido programa en la tele y Bea se había duchado, llevaba puesto únicamente un albornoz y medio tirada en un sillón. Como es lógico algunas veces tomaba posturas en las que se le veía todo. Pero esta vez iba yo a aprovechar esta circunstancia para poner en marcha mi plan.
"Hija, Bea, ponte bien que se te ve todo el coño "
Ella hizo un gesto muy ligero para medio taparse y dijo:
"Y que más da si estamos tu y yo solas"
"Ya, pero una no es de piedra .", dije yo en medio tono de protesta. Ella se quedó mirándome alucinando.
"¿Cómo .?", preguntó como pidiendo más explicaciones.
"Que si, hija, que te veo ahí en esa postura, con las piernas abiertas y el coñito al aire y me pongo cachonda". Podía decirlo más alto, pero no más claro.
"Pero, mamá, ¿me quieres decir que una niña como yo que no tiene ni tetas, ni pelos en el coño y que además es tu hija, te pone caliente?", me preguntó y yo creo que esperando una respuesta afirmativa.
"Hija, más de lo que tu te crees. Si me pones a cien viéndote así"
La muy putita se estiró, puso una pierna a sobre cada brazo del sillón con lo cual su precioso chochito quedó totalmente a mi vista, empezó a tocarse suavemente y dijo:
"Pues mira, me gustaría que me dijeras que te produce esto ", me preguntó con una sonrisa lujuriosa en su boca.
"Bea, hija, pues una ganas enormes de lanzarme entre tus piernas y no dejar ni un rincón de ese precioso chochito sin saborear", le dije yo.
"¿Y a que esperas?"
Ya estaba hecho, la "puerta" había funcionado y mi hija había entrado mucho más deprisa y decidida de lo que yo hubiera pensado. Sin pensarlo dos veces me arrodillé frente a ella y me entregué con fruición a hacerle la mejor mamada que mis conocimientos pudieran. La mera situación de una madre en aquella situación con su hija amada me puso inmediatamente al borde del orgasmo.
"Ohh, si mami, si mami, por favor, házmelo, chúpame el chocho, no dejes de hacerlo, méteme la lengua bien dentro ..¡Dios, que gustazo!...Cabrona! Mamona! So puta!, que eres la más putas de las madres! Cerda!...."
Aquel lenguaje de mi hija me llevó a unas alturas en las que no había estado nunca. Era mucho mejor de lo que jamás hubiera soñado.
"Si hija, si, insúltame. Soy la madre más cerda que te puedas imaginar ."
"Lo sé, mami. Se que eres una guarra y que te gusta chupar nuestras bragas sucias! Se que eres la puta más cerda que se puede pensar! Y me encanta ¡ Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ..Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh .me voy a correr en tu boca, mamá .me corrooooooooooooooooooooo ¡ chupa, chupa, cerdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa .." y se corrió de tal forma que hizo que yo también me corriera sin apenas tocarme.
Afortunadamente Carla no se despertó y pudimos tumbarnos juntas abrazadas en el sofá.
"Joder, mamá, no sabes como deseaba esto. Que feliz soy!"
"Y yo, mi vida. He pensado tantas noches en esto "
"¿Y por qué no lo hemos hecho antes?"
"Tenía que estar segura"
Nos besamos en la boca en un largo beso y profundo.
"Sabes a mi", me dijo sonriendo "quiero también mamarte a ti, mamá"
"Luego, hija, tenemos TODA la vida por delante. Ahora quiero que me cuentes si has tenido experiencias antes"
"Si, mami, pero soy virgen. He follado con dos chicos, pero por el culo. Pero me gustan más las chicas. Tengo dos amigas del cole con las que me lo hago. Me encanta!".
"¿Y con nadie más?", le pregunté para ver si me confesaba lo de Carla.
"Si no te enfadas te cuento con quién más"
"No me enfado"
"Me follo a Carlita"
"Mmmmmm ..Bien!.........¿Y que tal?". Me hice de nuevas. Ella se animó al ver que no solamente no me enfada si no que además me daba morbo.
"Fenomenal!...Yo creo que, visto lo visto, hemos heredado de ti el puterío (nos reimos) .pero Carla es especial .No entiendo como una niña tan pequeña puede ser tan puta, de verdad".
"¿Y que hacéis?"
"De todo"
"¿De todo?", pregunté yo para ver hasta donde había llegado.
"Bueno no sé. Lo que hemos visto en Internet, en fotos y vídeos, ¿sabes?"
"¿Guarradas también?"
"¿Meadas y eso?"
"Si"
"Y "
"Cuando estamos muy calientes nos gusta .A mi, muchísimo .Con las dos chicas del cole me meto muchas veces en el water y me encanta mamarlas justo después de mear"
"¿Y algo más guarro?
"¿Mas guarro?"
"Si ya sabes, con caca..y eso"
"No!...lo hemos visto en Internet, pero no lo hemos hecho. No sabemos si nos gustaría ." Se me quedó mirando "¿Y tu?"
"Yo, hija, he hecho de todo y quiero probar de todo con vosotras"
"La verdad es que yo sabia o me imaginaba que eras una guarra"
"¿Por qué?", pregunté sorprendida.
"Por que, tía (riendo), no disimulas nada, nos quitabas la ropa sucia y te la llevas a tu cuarto en lugar de a la lavadora. Yo muchas mañanas veía nuestras bragas encima de tu cama. Yo al principio no entienda nada, pero después lo entendí Y debo decirte que el día que había estado más caliente te las dejaba aposta para que las cogieras. ¡La cantidad de pajas que me he hecho pensando en que estabas en tu cuarto oliendo mis bragas!"
"Eres una putita encantadora "
"¿Y el resto de la ropa? ¿Por qué te gusta olerla?"
"Me gusta como os huele todo, el coñito, el culo, los pies, los sobacos"
"¿Los pies?", puso cara de asco, "si huelen a queso".
"Cuando solo es un poco, no. Me encanta. ¡Tantas veces he olido vuestros cuerpos antes de bañaros y me he mojado .!"
"De verdad que eras guarra, eh?".Nos reímos las dos.
"Mamá, pues tu dime como quieres que use la ropa y yo te pongo el olor a tu gusto" Carcajadas.
"Te quiero, hija"
"Oye, mami, a veces pensaba que te llevabas unas bragas mías y me daba corte porque tenían manchas de caca, cuando cagaba en el cole"
"Me encanta lamerlas"
"¿Y no te da asco mi mierda?", me preguntó con cara de asco.
"Cuando estoy caliente no me da asco nada. Ya verás que cuando te vayas volviendo más viciosa querrás experimentar con cosas más fuertes"
"Con eso seguro que no .", dijo riendo.
"No estés tan segura", le dije yo.
"De todas formas, mami, yo haré todo lo que quieras para ti, si quieres que te mee o te cague, pídemelo"
"Gracias, mi amor, no lo dudes de que lo haré", dije sonriendo con una sonrisa pícara.
Mientras hablábamos y de forma inconsciente habíamos empezado a sobar nuestros chochos, lo que unido a la conversación nos había puesto calientes otra vez.
"Hija, ahora quiero que hagamos un 69 hasta explotar"
"Si!!!"
Y dicho esto nos pusimos en posición. Nos hicimos una mamada mutua que de nuevo nos llevó otra vez al orgasmo en poco tiempo. Yo, por primera vez, metí tan dentro como pude la lengua en el ano de mi hija y se notó que a ella le encantó. Ella hizo lo mismo con el mi culo. Yo no me había duchado como ella y naturalmente no estaba limpio del todo. Cuando noté que llevaba la lengua a allí pensé que, después de la conversación que habíamos tenido, se iba a retirar enseguida, pero muy al contrario y con gran alegría por mi parte, hundió su lengua en lo más profundo de mi ano.
Cuando acabamos y de nuevo nos abrazamos y nos besamos noté en su boca el sabor inconfundible de mi culo.
"¿Quetal por mi culete?" la pregunte.
Ella se paso la lengua por los labios, relamiéndose y sonriendo dijo:
"No está mal. Igual hasta me gusta"
Por fin nos fuimos a dormir. Esa noche dormimos juntas, aunque nos separamos al amanecer para que no nos descubriera Carla. Le hice prometer a Bea que no le diría nada a la pequeña y que yo tenía que evaluar cuando era el momento de hacerla participar.
Seguirá Besos.