Hola amigos de "Todorelatos.com", bueno la verdad es que no sé muy bien por donde empezar, ya que esta es la primera vez que hago esto, pero en fin tratare de hacerlo como mejor pueda. Y lo que quiero contarle, hace referencia a la primera vez que estuve con una mujer.
Yo tendría unos 13 años mas o menos, por aquella época mi vida transcurría entre los estudios y el fútbol, ya que era capitán de un equipo.
Lo que paso a relataros, ocurrió un muy caluroso día del mes de Junio. Aquella mañana, uno de mis amigos me llamo a casa para invitarme a su casa.
-¡Ey que pasa tío!
- Hola hombre, ¿qué tal?
- Pues nada que llamaba para ver si te apetecía venirte para mi casa un rato, vamos si no tienes nada que hacer.
Aunque efectivamente no tenia nada que hacer, yo me lo pensé unos momentos, pero finalmente decidí.
- Ah pues vale tío, espérame que ahora mismo voy para tu casa.
- Echo, pues aquí te espero. Ya veras, nos lo pasaremos de puta madre.
- Si, seguro.- asentí yo convencido, aunque sin sospechar que me lo iba a pasar mejor de lo que ya suponía.
De ese modo y tras colgarle el teléfono a mi colega, entonces sin mas me puse las zapatillas de deporte y salí de mi casa en dirección a la de mi amigo.
Afortunadamente el no vivía demasiado lejos, así que en apenas diez minutos toque el timbre en su casa.
-¡Hola tío, ya pensé que no ibas a venir!
- hombre, ¿cómo no iba a venir?, aquí estoy.
- Bueno, pero pasa.
- Gracias.
Ya una vez dentro y aunque en un primer momento creí que mi amigo estaría solo en su casa, pronto me di cuenta de que no era así. Y si lo hice, fue porque al pasar para su habitación que es donde nos metimos a charlar y a tomar unas bebidas, pude ver una luz a través del cuarto de baño y el sonido de la ducha. Obviamente mi amigo se dio cuenta del detalle, y me informo.
- Es mi madre, que sé esta duchando.
- Ah, vale.
- Ya veras, seguro que te va a gustar y tú a ella... También.
Ante esto yo no dije nada y sin mas, el y yo nos pusimos a charlar y a tomar unos refrescos.
A los pocos minutos de estar animados, de repente irrumpió en el cuarto de mi amigo una mujer, una espectacular mujer, de unos 37 años, de cabello rubio y corto, ojos verdes, unas tetas grandes y firmes y el mejor cuerpo que haya visto en mi vida, y que nada tenia que envidiar al de cualquiera putita del colegio.
- Hola chicos, no os oí llegar.
-Si bueno es que estabas en la ducha, mamá.
-¡Ay si, es que hace tantísima calor, cariño!- exclamo la madre de mi amigo, mientras distraídamente pasaba una de sus manos por sobre su pecho.
Lo que aun no he dicho, es que la madre de mi amigo en ese preciso momento tan solo iba vestida con una simple y algo corta bata de esas de verano, que por cierto se pegaba a su cuerpo algo húmedo.
-¿Y que nene, no vas a presentarme a tu amigo?
- Si, claro mamá.- expresó mi amigo y acto seguido se dispuso a hacer las presentaciones.- Mamá, este es Sergio, el amigo del que te hable. Sergio, ella es mi madre, Nieves.
Hola señora, encantado.- asentí yo, decidido.
Uy, uy señora Oye cariño, pero que amigos más educatidos tienes.- le dijo la mujer a su hijo.- No cielo nada de "señora", eso dejémoslo para las viejas. Y yo, creo que aun no soy una vieja, ¿no creéis?- nos pregunto ella, supongo que buscando nuestra opinión de adolescentes, mientras ponía los brazos en jarras, como mostrándonos su sensual anatomía.
Claro que no eres ninguna vieja mamá, estas genial.
Vaya, muchas gracias, mi amor.- contestó ella agradeciendo el cumplido de su propio hijo.- En fin, os voy a dejar para que estéis tranquilitos y habléis de vuestras cosas.
Vale.
Si necesitáis cualquier cosa, ya sabéis donde estoy.
Así enseguida aquella divinidad de mujer, salió del cuarto de mi amigo, volviéndonos a dejar a solas. Y fue en ese entonces, cuando él buscando mi mirada y adoptando el una mirada con doble sentido, me dijo.
-¿Qué, que te a parecido?
¿Qué m a parecido, que?
¡Venga hombre, no te hagas el tonto!, me refiero a mi madre, ¿qué te a parecido?
En un principio a mí contestarle sinceramente a mi amigo, me dio un poco de corte, no quería que se enfadara conmigo, pero al final y dándome cuenta de que no le iba a molestar mi opinión le dije.
Pues la verdad, es que es muy guapa.
Ya- contestó él, sabiendo yo creo que muy bien, cual era mi verdadera opinión sobre su madre.
Así continuamos a lo nuestro, a nuestras conversaciones, hasta que pasados unos diez minutos, entonces ella regreso para decirle a mi amigo.
Nene.
-¿Qué pasa mamá?
Cariño, me tienes que hacer un favor.
-¿El que?
Se me han olvidado algunas cosas que necesito para la cena y para el resto de la semana. Anda, ves en un momento al centro comercial que esta aquí al lado.
-¡¿Qué?!, oh pero mamá, ahora no. Esta él, venga ve tu, porfa.
Oye n puedo, tengo cosas que hacer, ¿sabes? Anda venga ves tú en un momento, pero si no tardas nada.
Como yo no deseaba crear un problema entre mi amigo y su madre, entonces le dije.
Ve tranquilo hombre, yo me quedo aquí esperándote.
-¿Seguro?
Que sí hombre.
Bueno vale, esta bien, iré a hacerte esas compras mamá.
-¡Ay gracias cariño. Te quiero!
Ya.
De esa forma, entonces rápidamente mi amigo se dispuso a marcharse para hacer esas comprar, aunque antes de hacerlo y supongo que pensando en mi, me dijo.
Mira, haremos una cosa. Para que no te aburras mientras me esperas, puedes ver algunos videos que tengo por ahí.- me indico él, señalándome un cajón, y al decírmelo una sonrisa picara se dibujo en su rostro.
Vale tu vete tranquilo
En un momento mas, mi amigo se largo y yo me quede allí solo en su cuarto esperándolo. Casi al momento de irse él, y para no aburrirme decidí seguir su consejo y abrí el cajón que me había indicado para poner el video, cual fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no eran unos videos cualquiera, sino cintas de video porno, de todos los estilos; lesbico, heterosexual, sado...¡Hasta de incesto! Y tras decidirme por una cinta en culla portada había un hombre joven y una mujer algo madura, pues puse la cinta y me dispuse a verla.
La verdad es que he de reconocer que las imágenes que estaba viendo cada vez me gustaban mas, y no solo eso, sino que además cada vez me estaba excitando mucho mas, tanto que poco a poco se estaba comenzando a formar un bulto entre mis pantalones.
El caso es que cuando más caliente yo estaba, y cuando en mayor apogeo estaba la película, entonces sin mas, así sin ton ni son, la puerta del cuarto de mi amigo se abrió sin que prácticamente yo pudiera darme cuenta. Y evidentemente quien irrumpió en la estancia, fue su madre, Nieves.
Ni que decir tiene, que cuando la vi entrar, no pude evitar ponerme colorado, nervioso. Imaginaos si vosotros estáis en casa de vuestro amigo viendo una peli porno y de repente su madre, os interrumpe.
Ni... Nieves, yo...
Ahora entiendo de donde venían esos ruiditos tan extraños jejeje.
Yo... Perdón, no... No sé que decir.- balbucee avergonzando y seguro de que ella me iba a llamar de todo y me echaría de su casa.
Pero cuan equivocado estaba, porque entonces para mi sorpresa ella reacciono bastante tranquila, sin hacerme ningún escándalo, ni decir absolutamente nada.
Tranquilo cielo, no pasa absolutamente nada. Es normal a vuestra edad, ahora es cuando comenzáis a tener las hormonas revolucionadas, es lógico que os empecéis a sentir atraídos por todo lo que tiene que ver con el sexo.
-¿De veras?
Claro que si, ¿o es que tu no te sientes atraído por el sexo, no te gusta el sexo?
Por supuesto... Por supuesto que me gusta el sexo, me encanta.- confesé yo, ya sin ningún tipo de miramiento.
Lo ves es que es normal. Lo malo seria que a tu edad, no te sintieras atraído por el sexo, hombre.- decía ella, mientras poco a poco iba posicionándose a mi lado, en la cama de mi amigo, donde yo me encontraba sentado.- Dime una cosa.
-¿El que?
-¿Alguna vez... Ya sabes...?
Al escuchar su pregunta yo me quede asombradísimo, ¡aquello era alucinante!, no me podía creer que la madre de mi amigo, me estuviese preguntando sin ningún tapujo sobre mi experiencia sexual, sobre si era o no era virgen, aun.
-¿Quieres decir, sí...?
Quiero decir, si alguna vez has estado con una chica.
Ssssi, si claro que he estado con algunas chicas.
¿Has follado con ellas?
¿Follado? Nnnno, eso... Eso no...
-¿Entonces aun eres virgen?
Sí.
- Jejejeje, pobrecito.- expresó esta cada vez mostrándose más cariñosa y sobre todo cercana a mí, ya que poco a poco aproximaba su cuerpo al mío.-¿Y eso.. Porque?
-¿Por qué, que?, ¿por qué aun soy virgen?
Sí, eso mismo.
Bueno, supongo que... Que aun no estoy preparado.
¿Y como puedes saber que no estas preparado, si... No lo has intentado nunca?
Ya, supongo que eso es verdad.
¿Y... No te gustaría hacerlo, intentarlo ya?
Claro... Claro que si, pero no he encontrado con quien, la mayoría de las chicas de mi clase se las dan de putones, pero luego a la hora de la verdad son unas estrechas.
Ya, eso suele pasar con las niñatas. Pero... No seria así, si fuese con una mujer, con una mujer de verdad, ¿sabes?
Supongo, pero...¿Dónde la encuentro?
Justo cuando yo acababa de formular esa pregunta, entonces Nieves, comenzó a mostrar sus verdaderos propósitos para conmigo, y fue ahí donde me di cuenta, de que probablemente el que ella mandara a su hijo a comprar, no había sido mas que una vil excusa, para quedarse a solas conmigo y seducirme, como por cierto, estaba logrando hacer.
-¿Sabes que eres un chico muy guapo?- opino ella, mientras dejaba deslizar su mano por sobre mi pantalón.
Gracias.
De nada. Pero... Dime una cosa, ¿tu, que piensas de mi?, ¿crees que soy una mujer... Atractiva, sexy?
La verdad es que... Si, creo que eres una mujer realmente... Espectacular. Supongo que tu marido debe de estar muy orgulloso.
No tengo marido, el padre de mi hijo fue un polvo de una noche, un "si te he visto no me acuerdo". Pero bueno, mejor, después de todo nos ha ido muy bien solos.
¿Y nunca has echado en falta, un hombre, ya sabes?
Tengo a todos los hombres que quiero, cuando quiero. Y a los que no los tengo, los busco.- asevero decidida y convencida de sus posibilidades, ella.
No me extraña, con ese cuerpo que tienes.
¿Me estas diciendo que te gusto?
Aquí yo ya no sé porque, creí que ya no valía la pena seguir fingiendo y decidiendo aprovechar la ocasión, m desinhibí y le dije lo que realmente pensaba.
Si, si me gusta muchísimo Nieves, desde que te he visto hace un rato, no he podido dejar de pensar en ti. Eres... Eres espectacular, el sueño de cualquiera.
¿Tu sueño también?
El mío, principalmente.
Ante esta confesión por mi parte, entonces Nieves hizo algo que jamás pensé que ninguna mujer haría, y directamente me beso en la boca, introduciendo toda su lengua y muy pronto, nuestras bocas, nuestras lenguas comenzaron a buscarse, mientras mis manos entre nerviosas y distraídas apretaban sus tetas por sobre la corta bata, una prenda, que en poco tiempo mas yo mismo me encargue de quitarle, quedando así semidesnuda ante mi, tan solo con un minúsculo tanga de color blanco transparente.
Como me imagine desde que la vi, sus pechos eran grandes, con unos pezones redondos y marrones que decían "cómeme".
Así, así cariño, lo estas haciendo muy bien, hazme sentir una hembra, quiero ser una puta en tus brazos, mi amor.- decía ella, mientras yo sobaba sus tetas insistentemente.
Así estuvimos durante un buen rato, hasta que finalmente ella se levanto de la cama, y colocándose delante mío, se arrodillo ante mí y me bajo la cremallera del pantalón, para a continuación disponerse a mamarmela.
-¡Guau nene, tienes una polla maravillosa, es súper grande!
-¿Te gusta mi polla?
Es la mejor polla, que he visto jamás, te lo aseguro.
Pues chupamela
Dicho y echo, Nieves enseguida se dispuso a hacer lo que yo le había pedido y primeramente pausadamente comenzó a mamarme la verga.
Mmmmm, me encanta tu polla cariño, esta grande y jugosa, jamás había probado nada igual.
¿De verdad, me lo dices en serio?- pregunte yo, mientras no podía con la excitación y el agrado que estaba sintiendo.
Mmmm, seguro. Y mira que he probado pollas, desde los 12 años. Pero ninguna es como esta.
Mientras me decía esto, ella continuo mamando, y aunque en un principio lo hizo suave y delicadamente, poco a poco fue aumentando, hasta que su ritmo acabo por ser seguido, salvaje y constante.
Agggg, como me gusta tu boca en mi polla Nieves, me encanta.
¿Te gusta nene, te gusta que la puta madre de tu amigo te este mamando la polla?
Me encanta. Oh, ¿por qué no te habré conocido antes?
Jejejeje, bueno pero ahora ya me conoces. Ahora ya sabes como me las gasto.
Eres una puta de lo mejor.
Y a mí me encanta ser puta, me encanta saberme deseada, que excito a los hombres; jóvenes y viejos.
Finalmente, ya cuando ella se canso de chuparme la polla, entonces a modo de orden, me dijo.
-¡Y ahora follame jovencito!, quiero que metas tu polla en mi coño, quiero sentir como se mueve dentro de mí.
Lo que tu digas.
Cual esclavo ante su ama, me dispuse a obedecer su orden y poco a poco fui introduciendo mi polla en su coño ya húmedo, caliente y rasurado completamente. De esa manera comencé a moverme en su interior, mientras ella también comenzó a mover sus caderas, mientras me decía.
-¡Así, así nene, así... Mas, masssss fuerte, maaaaaaaassssss!
Por supuesto yo acelere mi ritmo y comencé a bombearla fuertemente, introduciendo hasta mis huevos en ella, cada vez con mas fuerza y ganas, mientras mis manos apretaban su culo y mi boca mordía sus pezones y sus tetas.