No lo puedo creer. Que trabajo me costó encontrar una excusa medianamente convincente para justificar mi viaje a Tijuana. Como no tenemos mucha presencia en esa plaza, no fue cosa fácil. La ventana de oportunidad fue cuando una empresa hermana empezó a evaluar la posibilidad de abrir una planta en esa ciudad para cubrir la región.
Como pude me inventé un escenario y al final conseguí mi viaje. Era importante que me mandaran de la oficina, si no tendría que dar muchas mas explicaciones en mi casa.
Déjenme platicarles un poco mas de antecedentes. Un día estaba en mi oficina trabajando como siempre pegado a mi computadora cuando de repente apareció un mensaje en el ICQ de una mujer, Bony. Después de alguna pregunta sosas, decidí que si quería platicar con ella y la agregué a mi lista de direcciones. Muchas veces la vi aparecer en el ICQ y alguna vez la contacté. Este fue haciéndose cada vez mas frecuente y nuestra confianza empezó a crecer.
Nuestras pláticas eran cada vez mas subidas de tono y más íntimas. Siempre a partir de las 5:00 pm, que coincidía con su hora de la comida, por la diferencia de horarios. Empezamos a conocernos mas y más. No les miento si les digo que nuestra amistad fue creciendo en serio. Éramos realmente confidentes uno del otro. Así me enteré de sus relaciones tormentosas, de su divorcio, de sus amantes y de muchas otras cosas más. El colmo fue el día que me dijo que le gustaba tener sexo anal. Ese día no pude aguantarme mas y me acabé masturbando en el baño de mi oficina, para que al llegar a mi casa tratar de convencer a la inconmovible de mi mujer que me permitiera hacerle sexo anal con ningún buen resultado.
Cuando aparecía y me decía ¿que creeeeees? Ayer me puse romántica, ya sabía yo que me tocaría una plática interesante de cómo le había ido con alguno de sus amigos. No es que tuviera muchos amantes ni nada por el estilo, solo que se daba gusto y no se veía que fuera una mujer que se limita.
Nuestras pláticas eran cada vez más calientes y mi meta era que cada vez que se despidiera de mi, se quedara lo suficientemente caliente como para que pensara en mi al regresar a su trabajo o cuando saliera con algún tipo. En alguna ocasión logré que se desnudara en plena oficina de su padre, que era donde tenía acceso a la computadora, sabiendo que este podría entrar en cualquier momento. Otra ocasión en la que su calentura tenía buen tono, se metió hasta tres dedos en su vagina, para acabar ella misma describiendo su sabor. Yo por supuesto encerrado en mi oficina ejecutiva, ya tenía mi miembro de fuera y bien sacudido.
Bueno pues esto es lo que realmente les quiero contar y perdón por la tan larga introducción. En el viaje que por fin logré armar, no le avisé para nada a Bony. Iba a estar tres días y con toda la esperanza de que ella se apareciera alguno de ellos.
Mi suerte fue mayor. El primer día me las arreglé para estar a la hora adecuada en mi hotel y me conecté a mi red corporativa. Así que cuando ella se apareció yo estaba como cualquier otro día conectado. Ella me saludó como siempre Holaaaaa y le contesté. Empezamos a platicar y rápidamente subió el tono. Me platicó entusiasmada que el día anterior, en el cine, el tipo con el que fue, su amigo Roberto, uno de los más habituales, le había metido un faje espectacular. Casi desde entrar ya la iba manoseando y en cuanto la luz se apagó, le metió mano por todos lados. Ella alardea mucho de su forma de vestir y sobre todo es muy cuidadosa de su ropa interior así que por temor a que esta se rompiera o algo por el estilo, se quitó el brassier y tanga en pleno cine, con esos trucos que tienen las divinas mujeres para hacerlo sin tener que quitar ninguna ropa exterior. Por fin que no supo ni de que se trató la película pero debido a que el cine estaba muy vacío pudo hasta darle una pequeña mamada a este tipo. No pudieron hacer mas, porque como de costumbre Roberto no podía dedicarle mas tiempo y ya tenían comprometida una cena mas tarde con otro matrimonio amigo de ellos. Al final solamente volvió a meterle mano muy brevemente al dejarla en su casa muy caliente. Bony me confesó que apenas llegar a su cuarto se masturbó en buena forma y me dedicó al menos dos de los orgasmos que tuvo esa noche.
Mientras me platicaba todo eso por la línea del ICQ, yo le hacía preguntas que la obligaban a darme el mayor número de detalles, así me enteré de cómo salían de empapados los dedos de este cuate cuando los retiraba de su concha y de cómo fue que su amigo le introdujo el pulgar en su ano.
Cuando me platicó de cómo pensó en mi cuando estaba tumbada desnuda en su cama, le pregunté que si estaría dispuesta a ir mas allá de solo pensamientos conmigo y por lo caliente que estaba, me dijo que si claro! Pero nunca se imaginó que yo estuviera tan cerca, la empecé a retar mas y me dijo que hasta se reportaría al trabajo para no regresar en la tarde si yo estuviera cerca.
Pues que crees? Le dije, entonces que me encontraba en Tijuana y de repente dejo de escribir. Después de la larga pausa, me preguntó que donde estaba y le dije el nombre del hotel. voy para allá, no te muevas fueron sus últimas palabras después de haberme pedido el número de habitación.
No me lo creía, pedí rápidamente al bar una botella de champaña y en menos de 30 minutos tocó a mi puerta. Siempre se resistió a mandarme fotos, así que en realidad no sabía como era, solo sabía que cosas la calentaban y físicamente por sus descripciones que siempre eran las de una mujer muy linda, de buen cuerpo, cabello oscuro y pezones sensibles.
La verdad es que no mintió nada, a pesar de lo que siempre pasa en este tipo de chats. En realidad era quien había descrito y si que estaba linda, que digo linda, muy hermosa! Y sus ojos tenían un brillo muy especial, dejaban ver que en realidad había pensado lo que pasaría en cuanto llegara aquí.
Nos saludamos tímidamente con beso en la mejilla, pero de inmediato nos abrazamos, apretado, olí su cabello, me dijo que siempre olía bonito y era cierto, olía a flores, la separé un poco y estaba vestida tal como lo dijo por el ICQ, me describió toda la ropa que tenía puesta y era cierta, al menos la que estaba a la vista. Debajo de esos pantalones que le ajustaban muy bien debería tener un tanga chiquitita a juego con su brassier de color verde muy clarito y que se abrochaba al frente. Después de verla un poco mas, la atraje de nuevo hacia mí y la besé en la boca. El beso fue tremendo, nos devorábamos uno al otro, bueno, aunque suene grotesco, pero corrió saliva. Por fin, le dije, no sabes cuanto tiempo había deseado esto. Ella dijo lo mismo y fue poco de lo que dijimos durante un buen rato, lo demás ya lo habíamos repasado muchas veces. La desvestí con mucho cuidado, yo estaba completamente vestido cuando ella ya se encontraba solo con su ropa interior. Divina, se veía preciosa, su cara me impresionaba mucho, de verdad estaba segura de lo que hacía, lo disfrutaba, ella dueña de si misma, de nuevo no entendí como alguien se podía divorciar de una mujer como ella, pero hay hombres que no soportan la competencia y ella era mucha mujer, no es fácil mantenerte a la altura de una mujer así.
Le desabroché su sostén, sus pezones estaban erectos como balas, yo querría morir con un par de tiros así, los saboreé como muchas veces lo había pensado, eran deliciosos, oscuros, perfumados, corona de dos montañas tan perfectas. Ya una de mis manos estaba dentro de su tanga, no quería quitársela aún. Me encantan las nalgas bien formadas y luciendo tangas, le pedí que se volteara un poco. Le acaricié la espalda, le di masaje, ella se retorcía. Le empecé a besar la espalda, corría mi lengua por todo su cuerpo, desde la nuca hasta su tanga brincaba un poco y me perdía en cada una de sus nalgas, mi parte favorita. Ya en este momento me decidí a quitarla y ella ayudó un poco poniéndose de pié. Fue majestuoso verla de pié y totalmente desnuda para mí. Que bueno que nunca me mandó una foto, porque entonces me hubiera vuelto loco imaginándome todo lo que me platicaba.
Ella por fin no pudo mas y tomó mi camisa y a toda prisa desabrochó los botones, el último casi lo arranca. Desbrochó mi pantalón y prácticamente me tiró en la cama para acabar de arrancarlo, en un segundo mas ya estábamos igual de desnudos. La jale conmigo y volvieron los besos salvajes, yo mordía sus labios y ella me daba su lengua hasta casi hacerla mía. Baje a su pecho y mordía sus pezones, ella decía que le encantaba y parecía ser cierto. Seguí al ombligo y de ahí hasta su concha, estaba empapada, bien rasurada, preciosa. No perdí un segundo y abrí sus labios y encontré de inmediato su clítoris. Ahí estaba como esperándome, lo metí entre mis labios y ella gritó, estaba de verdad disfrutando. Muchas veces me había dicho que si decía que era un buen amante tendría que probarlo y creo que no la estaba decepcionando. Mi lengua entró en acción y vaya que entró. Hasta adentro, hasta donde la pude meter. De verdad sabía delicioso y su aroma era fresco. Comencé a tocarla con mis dedos también y entraron los mismos tres que Roberto había usado el día anterior. Me separé un poco para ver lo que estaba devorando y ahí estaba, su delicioso agujerito trasero. Cerradito pero como esperándome. Estoy seguro que ella sabía que lo iba a intentar, ella conocía cual era mi obsesión.
Cuando metí uno de mis empapados dedos en su ano, se vino descontroladamente. Gemía, gritaba, me jalaba del cabello y acudí a su boca. Compartí sus jugos con ella misma. Sin decir nada, cambiamos de posición y tomo mi pene, lo sacudía con fuerza, lo empezó a lamer como si fuera su helado favorito y de repente se lo metió todo a la boca. No soy ningún portento, algo normal, pero ella lo usó muy apropiadamente, yo estaba desfalleciendo, durante un tiempo estuvimos así, luego acerqué de nuevo su vagina a mi boca y en un 69 en toda la línea, nos corrimos juntos. Me encantó el detalle de tragarse todo mi semen.
Por fin abrimos el champaña y bebimos un par de copas, platicamos de muchas cosas, ella no creía lo que había hecho, pero le gustó la idea. Mientras bebíamos completamente desnudos y platicábamos, nos fuimos excitando de nuevo y en un momento ya estábamos enlazados en un buen beso. Mi intención era definitiva tendría que terminar en su pequeño agujerito oscuro. De nuevo las caricias, besos, poniendo énfasis en su cuello, ya que sabía que le gustaba mucho. Al día siguiente tenía sendas marcas de la pasión que vivimos. Por fin la penetré. Su vagina era un paraíso, seguimos así por un rato, al ser mi segundo orgasmo, pude aguantar por mas tiempo y cambiamos de posición varias veces. En un momento que la tenía con sus piernas en mis hombros, apunté a su pequeño orificio y poco a poco me propuse a entrar. Con una resistencia decorosa me pidió parar pero ya no había modo, poco a poco entró hasta el fondo y luego vino el vaivén.
Al principio ella sintió dolor y me pedía que tuviera cuidado, así lo hice, poco a poco se fue acostumbrando a mi miembro, para evitar problemas usamos un lubricante que teníamos a la mano y de vez en cuando sacaba mi miembro para poner un poco más. En un momento la penetración era cadenciosa y sin problemas, ella me apretaba de una forma muy especial, sentía sus contracciones cuando su placer se incrementaba, aproveché el lubricante y la vista de su clítoris para darle un frenético masaje y al poco rato explotamos en un delicioso orgasmo.
Ella me confesó que esto le gustaba mucho y yo le agradecí el haber hecho realidad mi sueño con un largo beso mientras los dos nos relajamos un poco. Ya estaba bien entrada la noche, nos bañamos juntos y nos acariciamos de manera muy dulce, nos vestimos y salimos a cenar.
Ella no regresó a su trabajo, se reportó lastimada por un accidente, excusa que le sirvió para faltar al día siguiente también y aprovechamos ese día de muy buena forma. No puedo decir que conocí gran parte de la ciudad, pero lo que si se es por que mucha gente le dice Tijuana Caliente, al menos para mi fue un paraíso.