ME VIOLARON EN EL BAÑO CUANDO ERA NIÑA
Saludos a todos los lectores de esta página, mi nombre es Marcela, tengo actualmente 20 años, hace un mes descubrí este sitio y ahora me he animado a relatarles mi historia para desahogarme de lo que me ocurrió a los 12 años en el baño de mi escuela.
Vivo en la Ciudad de México, a los 12 años estaba por salir de la escuela primaria, era el mes de mayo faltaría acaso una semana para las vacaciones, hacía un enorme calor en esos meses y si bien no tenía un cuerpo completamente desarrollado, ya tenía sí una figura sensual, pero sobre todo un rostro angelical y tierno que era la atracción de mis compañeros, este rostro me habría de ayudar en muchas ocasiones, sin embargo, ese día fue la causa de mi desgracia mayor.
Como les decía el calor de mayo era intenso, recuerdo muy bien que la clase de gimnasia fue a las 12 del día, usábamos un short blanco y una playera, a mí ya me quedaba chica esa ropa pero como casi terminaba el curso mis padres no me compraron otra, mi short se pegaba a mis nalguitas y mi playera dejaba ver mi ombligo pequeño, les comento que mido 1.80 CMS de altura y soy delgada, a esa edad mi altura no era tanta pero sí me destacaba de mis compañeras, mi piel es blanca y son de pelo negro. Realmente no puedo quejarme de mi cuerpo.
Cuando terminó la clase todas mis compañeras fueron al baño, pero yo tardé en alcanzarlas por el llamado de una maestra, así que cuando entré al baño para cambiarme no estaban ellas. Entré como siempre y me quité la blusa, pero en ese momento escuché que cerraban la puerta y los pasos de alguien que se aproximaba a mí. Rápido me tapé mis pequeñitos senos y pregunté con voz de espanto, "¿Quién está ahí?". La voz que me respondió era la de un hombre, me dijo "Soy yo, el conserje, voy a limpiar el baño". Lo vi aparecer entonces, era un viejo gordo y bastante fuerte, quizá de unos 50 años, que llevaba una escoba, guantes, botas de hule, detergentes, sus cosas para la limpieza.
Yo le dije que me dejara salir pero él creo que ya sabía perfectamente lo que me habría de hacer porque inmediatamente se acercó a mí y me dijo que era mus hermosa, que siempre me veía de lejos y que le recordaba mucho a su nieta, entonces me pidió que le diera un beso y le contesté que no. Ese viejo entonces me agarró de las manos y me atrajo hacia él, me abrazó muy fuerte, yo empecé a gritar de miedo, pero él me dio una cachetada para callarme, sacó de su ropa un pañuelo y me amordazó.
Estaba aterrada con ese hombre frente a mí, que me jaló hacía el fondo del baño y me tendió en el piso húmedo, ahí me bajó el short y me quitó la playera, yo recuerdo cómo me pasaba las manos por las piernas y me agarraba con tanta fuerza que se ponían rojos mis muslos, me jaló mis senos y lloré del dolor, sus manos eran ásperas, grandes, me estaba manoseando sin piedad, yo lloraba y me quería zafar pero él era mucho más fuerte.
Luego de quitarme mi short y de tocarme, el muy bruto se sacó su pene, que era impresionantemente grande, grueso, con un color amoratado casi negro y cuando me lo acercó a la cara noté un olor apestoso, como a orines, bastante repugnante. Él se reía de mis gestos y me decía muchas majaderías, porque seguramente eso le divertía, el verme sufrir lo excitaba. Después de sacarse el pene y enseñármelo, me volteó boca abajo, me pegó unas nalgadas espantosas, y me quitó mi calzoncito, recuerdo que era blanco y nuevo. Ese viejo asqueroso me dejó sin calzón, y se lo pasaba por la nariz mientras cerraba los ojos y me agarraba las nalgas. Yo estaba muy asustada, sin poder hablar ni defenderme, pero eso era poco con lo que el muy salvaje me iba a hacer, porque así tendida como estaba, me abrió las nalgas y me metió su dedo asqueroso en mi anito virgen. Sin piedad me lo metió, yo pegué un brinco del dolor, pero esa bestia empujó con más fuerza su dedo y me lo encajó todito, yo sentí que me cortaban el culo con un cuchillo, me ardía y me dolía en lo más profundo de mi vientre, él se reía de mis gestos y de cómo me revolcada en el piso tratando de aminorar el dolor. Sentí de pronto que me sacaba el dedo, sentí que el ano me punzaba como si tuviera atorado algo en esa parte tan delicada y pensé que todo había terminado, pero no, ese imbécil me clavó la punta de su escoba por mi ano lastimado de nuevo. Sentí la dureza del palo áspero cómo me rozaba y me entraba, sentí que me destrozaba el ano me perforaba hasta adentro. Yo gemí de dolor, pequé un respingo pero mi violador me pegó una nalgada en el extremo de su locura, me dijo que mejor no me moviera, y él se colocó frente a mí, arrodillado, con su pene de fuera y mis calzoncitos en una de sus manos, con la otra me empujaba la escoba.
Ya frente a mí, se masturbó con mi calzón, mientras me movía la escoba para que yo sintiera dolor y me retorciera. Viendo mi sufrimiento, se jalaba su verga envuelta en mi pantaleta, hasta que se corrió en ella, la dejó empapada de su semen apestoso. Cuando terminó, me sacó la escoba del culito, y se fue, pero antes me acercó una navaja al rostro y me dijo que mataría a mi madre si lo denunciaba, como despedida me enterró la punta de su navaja en una nalga, lo que me causó una heridita muy pequeña. Yo estaba destrozada, como pude me levanté y me di un baño, me ardía el culo y me dolía horrores, inmediatamente me senté a defecar y lo único que eché fuera fue sangre y gases intestinales, cerca de una semana estuve muy rozada y molesta, y a la hora de cagar lloraba del dolor.
No podía caminar bien, me duché y me tuve que vestir con el calzoncito lleno de semen, después me puse el uniforme y salí cuando terminaron las clases. Durante varios días vi a ese hombre rondando mi casa, y me sonreía el muy cínico.
Por fortuna he logrado superar lo que me pasó, he tenido parejas muy cariñosas y comprensivas, pero nunca más alguien ha vuelto a tocar mi anito, tengo miedo y aversión a ese tipo de sexo.
La verdad quisiera olvidar mi violación, pero a veces mientras me cambio de ropa veo en mi espejo la pequeñísima cicatriz de cuando me clavó su navaja, es casi un lunar. Me afecta tanto que lloro de recordarlo.
Gracias a todo por escucharme y si hay chicas que hayan pasado por lo mismo, les pido me contacten para platicar y ayudarnos.