Mich caminaba hacia su vehiculo, el cual se encontraba estacionado a unos metros de la estación. Ella caminaba con paso apresurado pues martín ya la esperaba en el restaurante, esa tarde martín le dijo a mich que se fuera lo mejor vestida posible, pues era una sorpresa, "ya me va a proponer matrimonio" pensaba mich.
Su cabello negro era levantado por el fuerte ventarrón que paso, su minifalda negra casi se escapa pero ella con su mano logro asirla, el ruido de sus tacones de aguja resonaban por la oscuridad de la calle.
Mich por fin llegó a su vehiculo, metió la mano en su bolso para sacar la llave, un nuevo ventarrón y su bolso cayó al suelo, mich se hincó a recogerlo, en eso estaba cuando oyó una voz por atrás "¿te ayudo?", mich no tuvo tiempo de voltear a ver al sujeto que las pronunciaba puesto que su nariz y boca fue cubierta con un pañuelo blanco, olía a esmalte para uñas, solo que 100 veces más fuerte, mich trató de contener la respiración, pero no lo pudo hacer por mucho tiempo, sus parpados cada vez le pesaban más, su visión se nublaba, mientras ella seguía escuchando una voz como un eco "ya, ya, tranquila, solo respira mi amor". La mente de mich cada vez se sumergía más en la negrura de la inconciencia, la última imagen que su mente logro divisar fue la de martín, y su anillo de compromiso, que nunca volvería a ver.
Esta es la numero 69, la policía espera que para la 70 haya una fiesta, leía el encabezado del periódico, era un sujeto con guantes negros, y una bufanda del mismo color, su rostro estaba cubierto por una mascara blanca similares a las de algunas operas, después de leer el periódico volvió su rostro hacia arriba y continuo observando, la piel blanca, suave, con olor a flores, temblorosa, colgando y sostenida por una argolla, desnuda por completo, el rostro de la chica de no más de 20 años lo miraba con espanto.
"no te asustes" dijo el.
La chica incapaz de responder por la mordaza en su boca, sudaba a chorros, el sujeto se subió a una silla para quedar al mismo nivel de ella, "dime, tienes sueño?"
La chica movió la cabeza de manera negativa, entonces él, la golpeo fuertemente en el abdomen, ella emitió un gemido, sus ojos parecieran como si se le fueran a salir, después de no poder respirar, por el golpe, él le preguntó nuevamente "dime, tienes sueño?"
Ella temerosa, no tuvo más opción que mover la cabeza afirmativamente, "ya lo sabía"
De su bolsa sacó un frasco y un pañuelo "míralo atentamente" ella al ver el pañuelo blanco recordó lo que hace unas horas había sucedido, ella no podía recordar nada pero ahora ya lo hacía, apenas salía de su clase de aeróbic, subió a su auto y al dar vuelta un carro negro le cerró el paso, salió un sujeto con una mascara y le apunto con una pistola ordenándole bajar, ella obedeció, y después el maleante le dijo que se diera la vuelta, "no me haga nada por favor", fueron sus últimas palabras antes de que un pañuelo blanco se estrellara contra su nariz, emanando un fuertísimo olor a pintura, ella no tuvo mucho tiempo para adivinar de que pintura era, cuando menos lo pensaba, ella era arrojada al interior de un vehiculo, y sus ojos se cerraron mientras se cerraba la puerta del mismo.
"ya te acordaste?"
Ella asintió con la cabeza, y después movía la cabeza de un lado a otro, tratando de evitar ese nuevo contacto con esa sustancia olorosa, "shhh, shhh, te va a gustar, disfrútalo", ante los ojos atónitos de ella, era empapado el pañuelo con esa sustancia, y rápidamente su rostro fue nuevamente cubierto por ese pañuelo, "mmmppphhh", los gases pronto llegaron a sus pulmones, su cerebro recibió un duro golpe, el ardor de sus labios desaparecía, ya todo había acabado, sus parpados lentamente se cerraban, muy lentamente, cada vez su respiración se enlentecia, solo era cuestión de segundos .
Los secuestros no terminan, ayer fue la número 80, los agentes ya investigan el móvil, pero ..
Una nueva noticia en el periódico, el mismo sujeto enmascarado atento a la investigación, después de terminada las noticias, camino unos pasos y llegó a la plancha, en ella se encontraba un cuerpo hermoso, de piel como la leche, de cabello pelirrojo, y con ojos azules, su mano se postro sobre un seno, acaricio su pezón más rosa que una flor, lo pellizcaba lentamente, mientras que con su otra mano tomaba los pelos pubicos de ella y la recorría entera, de pronto una sacudida de ella, como si tuviera escalofrió, cada vez que el movía su dedo dentro de ella, esta se sacudía, "dime tienes sueño?", sus ojos azules llenos de ira, sus labios sellados con un bozal, y su cuerpo atado con cintos, era incapaz de responder, él saco un frasco y un pañuelo blanco, el pañuelo ya se encontraba muy gastado, muy corroído, como si hubiera sido utilizado miles de veces, ella cambio sus ojos de ira por los de suplica, al ver como el liquido mojaba ese pañuelo blanco, el mismo pañuelo por el que ella estaba ahí, ahora lo recordaba, ella salía de su casa, era sábado por la noche, esa noche sería la pasarela y ella sería la primera en desfilar, recién se había subido a su automóvil cuando sintió una pistola en su nuca, al principio pensó que era un asalto, pero después temió lo peor, volteaba por el retrovisor esperando a reconocer al que le jugaba la broma, pero tan pronto como levanto la mirada un pañuelo blanco le cerró la visión, la pistola inerte en su nuca, no tenía más opción que respirar, ella sabía que era aquello, pero tan pronto iba a pensar su nombre su mente se esfumó.
Sus ojos escurrían en lagrimas, lagrimas que no eran suficientes para conmover a su captor, le quitó su bozal y antes de que pudiera decir algo, el pañuelo blanco de nuevo le era colocado en su rostro, el mismo olor, un olor intenso, ella por alguna razón quiso reconocer a que pertenecía ese olor, pero fue imposible, puesto que apenas lo supo y ya se había ido
El general Gonzáles, asegura que no habrá una victima número 100 el enmascarado de nuevo lee atento las noticias, siempre lo hace sin hacer ningún comentario, da la vuelta y se dirige al último cuarto, ahí esta ella, esposada a la pared, la asiática que le hacía falta, ella lo ve, pero al igual que las otras no puede hablar, sus senos son más pequeños y su piel es diferente, sus ojos lo son también, él se agacha y con su índice frota su orificio, ella retuerce su cuerpo como si le quedar alguna esperanza, el dedo se introduce, cada vez más y más, la sensación de dolor, asco, placer y humillación se incrementan, su mente intenta evadir su penosa situación, y recuerda que fue lo que hizo mal, acababa de llegar de oriente para hacer su doctorado en ciencias, no conocía a nadie ni siquiera lleva dos días en el país, y de repente sucedió.
Salió de bañarse, se paseó desnuda por su cuarto, se secó su cuerpo frente al espejo, paso su mano por su clítoris rápidamente, solo para sentir que aún es mujer, no había tenido sexo en meses, y lo deseaba pero aún no conocía a nadie. Pensando en esto se quedo dormida, a mitad de su sueño sintió que alguien le amarraba los pies, despertó pero en la oscuridad no pudo ver nada, solo sintió una pistola en su frente, su cuerpo tembloroso, y después un pañuelo con un olor muy, muy fuerte sobre su boca y nariz, el olor le hizo cerrar los ojos y fruncir su rostro, era muy intenso, su rostro le ardía, ella intentó no respirar, intentó luchar, pero fue inútil, solo basto una sola inhalación para que su cuerpo se fuera relajando, una segunda y sus ojos ya no se abrían, la tercera sería la última.
"dime, tienes sueño?". Ella movía la cabeza de un lado para otro, el enmascarado le quitó la mordaza y la abofeteo hasta hacerla sangrar, ella lo miraba a los pies, gemía de dolor, su cuerpo temblaba, nunca pensó que todo fuera a terminar así, "te lo preguntare de nuevo, tienes sueño?"
Ella respondió con voz quebrada, "por favor, ya no me duermas, ya no me pongas CLOROFORMO". Él quedó anonadado por su inteligencia y .
Increíble, el general Gonzáles, cumplió su promesa de no permitir una victima número 100, todo gracias a su astucia militar y una mujer asiática rescatada con vida, la única sobreviviente, ella aunque esta en estado grave, fue pieza importante para desarticular la banda de secuestradores que drogaban a sus victimas con cloroformo para después secuestrarlas, violarlas y .
El líder de la banda, el llamado "violador del cloroformo" ha sido apresado esta tarde, gracias al general Gonzáles ..
El enmascarado lee la última línea del periódico, como lo ha hecho diario durante los últimos 30 años, lo dobla y lo guarda donde siempre, después se levanta y se dirige hacía la jaula pero a penas comienza a avanzar y el teléfono suena,
"diga"
-general Gonzáles?-
"si, soy yo"
-mi general, soy el secretario de .. con la novedad que lo acaban de nombrar jefe del servicio secreto, todo gracias a su dedicación para con el pueblo, usted sabe mi general, que la gente lo estima mucho, usted es el ejemplo a seguir para todo hombre y
Una vez concluida la llamada prosigue con su camino y se detiene junto a la jaula en donde yace otro cuerpo de mujer joven, hermosa, y de su "gusto". Ella desnuda, y con una correa al cuello lo mira con miedo. El la mira por unos instantes, y luego le pregunta:
"Dime, tienes sueño?".
..