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Mi familia campesina

en Grandes Relatos

Capitulo uno

Quedé viudo y solo a los 50 años, dos años después me jubilaron de la empresa donde trabajé por casi 27 años, como no tenía hijos, vendí todo lo que tenía en la ciudad y me fui a vivir a una pequeña finca en los alrededores de un pueblito rural en medio de unas montañas, herencia de mis abuelos y a la que solo había ido a conocer y visitar tres veces en los últimos veinte años. El clima era templado y la vegetación era abundante. Hacía unos años que en ella trabajaba como cuidantes una pareja de lugareños, él era de unos 40 años y se llamaba Anselmo, ella Eulogia y tenía unos 10 años menos, tenían tres hijos, un varoncito de 5 años de nombre Gregorio, y dos nenas de 6 y 7 años. La menor se llamaba Maria y la mayor Lucrecia.

Como todos los pobladores de la zona sub andina, esta pareja era parca en el hablar, pero muy trabajadora, de piel morena, pelo negro, delgados y de talla baja. Los chicos no iban a la Escuela, las mujercitas estaban siempre con la madre y el menor con el padre. Pronto me acostumbré a la paz y la tranquilidad de la zona. Como era un camino secundario casi nadie pasaba por mi propiedad, al ser zona de quebradas la siguiente propiedad quedaba a mas de 2 Kilómetros de la mía, por lo que casi nunca tenía visitas.

Pronto mi finca se llenó de arboles frutales y de huertas de legumbres y verduras que la pareja de campesinos sabía cuidar muy bien con la ayuda de sus hijos. Los días Domingos esta pareja tenía la costumbre de irse al pueblo y dejaban a los chicos solos en la cabaña que yo les había dado a unos 20 metros ladera abajo de la mía.

Por la tarde después de la siesta solía salirme a la terraza de mi cabaña a ver las cambiantes montañas a las últimas luces del atardecer, hasta que se hacía la noche. Los chicos con el paso del tiempo me habían ido perdiendo el miedo y pronto comenzaron a llegar hasta mi cabaña y con el ofrecimiento de unos dulces acabé ganandome la confianza de ellos, y pronto se hizo costumbre que los Domingos en la tarde se vinieran los tres hasta mi cabaña atraídos por los dulces y mi caracter bonachón. Les enseñé a saludarme con un beso en la mejilla y pronto hasta en presencia de sus padres lo hacían. Los tres eran bien morenos, flacos, de pelo negro y lacio, ojos grandes de un negro profundo, sus rasgos eran finos y agradables, la mas bonita era Maria y pronto fue mi consentida, ya que también era mas viva y despierta que sus hermanos. Pero Lucrecia la mayor era mas pegada a mi.

Me acostumbré a ir al pueblo solo, una vez cada dos meses a comprar las provisiones y las otras cosas que se necesitaban en la Finca, ya que lo que producía la finca la compraba un Rescatador que pasaba una vez cada semana en su vieja camioneta, el encargado de venderlas era Anselmo y por la noche después de la cena me entregaba el importe de la transacción.

Eulogia me cocinaba y se encargaba de la Cabaña con la ayuda de sus hijas, antes de las 8 de la noche ya estaba solo en mi cabaña y me dedicaba a la lectura y a escuchar radio, casi siempre a las 10 de la noche ya estaba durmiendo, porque me gustaba madrugar para salir a caminar en el frío del amanecer y ver el comienzo de los trabajos de Anselmo y su hijo. Les ayudaba hasta medio día y mientras ellos se quedaban trabajando yo regresaba a la cabaña a almorzar. Eulogia me servía y luego se iba llevando comida para su marido y su hijo. Lucrecia y Maria se quedaban en la Cabaña ayudando en la cocina y pronto se acostumbraron a sentarse en la mesa conmigo, mientras yo terminaba de comer. Jamas logré hacer que coman conmigo, ya que su madre se oponía a esto.

Cuando se cumplió un año de estar viviendo en la Finca, tuve que preparar un viaje a la ciudad, ya que tenía que realizar algunas compras importantes y realizar algunos tramites que no se podían hacer en el pueblo. Encontré mi Departamento muy sucio y descuidado, así que el primer día en la ciudad fue para realizar limpieza y en los tres siguientes hice todas las compras y los tramites. El ultimo día lo dediqué a recorrer la ciudad y comprar regalos para mis caseros y sus hijos, luego comí en un buen restaurante, miré una buena película y terminé la noche en un bar. Al final me fui al departamento solo y un poco mareado. Por la mañana emprendí el regreso a mi granja.

Después de un viaje de diez horas por caminos en pésimo estado de conservación llegué a mi granja, los chicos se alegraron al verme llegar. Anselmo y Eulogia me ayudaron a sacar todo de mi camioneta y los chicos ayudaron con las cosas mas pequeñas. Ya en mi cabaña les entregué sus regalos a todos y los mas felices fueron Lucrecia, Maria y Gregorio, ya que les traje muñecas a las chicas y un camión para el niño. Para los padres les traje ropa nueva y de los colores que ellos usaban y les gustó mucho. Con el paso del tiempo las niñas se acostumbraron a mi presencia y me tomaron tanto cariño que todo el tiempo estaba a mi alrededor.

Lucrecia la mayor se pegó mas a mi y me acompañaba a todos lados. El jardín y los alrededores de mi cabaña pasaron a estar a mi cargo y Lucrecia pasó a ser mi ayudanta oficial, ya que su hermanita menor ayudaba a su madre en las tareas de mi cabaña y la cocina. Un día en que le pedí que me ayudara a sacar una planta de raíz, Lucrecia arremangó su vestido y se agachó frente a mi, que me encontraba de rodillas con las manos en la raíz de la planta, cuando levanté mi vista lo primero que vi fueron sus muslitos desnudos y su inverbe coñito entre sus piernitas abiertas. Por primera vez tuve un deseo carnal ante lo que veía, ya que por mas de dos años que no tenía relaciones sexuales con ninguna mujer.

Quedé paralizado y mi vista no se apartaba de esa rajita sin un solo pelito, le pedí que se acercara un poco mas y al hacerlo abrió mas las piernitas y su rajita se notó mucho mas, hice como si costara mucho arrancar el arbolito y de esa forma pude mirar durante bastante rato su entrepierna. Lucrecia tenía en ese momento 8 añitos, era bien morena, flaca, de cara redonda y ojos bien negros y grandes, su boca era pequeña y de labios gruesos, nariz respingona, su cuerpito era menudo y sus piernitas eran bien flacas, aunque estilizada y largas. Su sexo era una pequeña rajita en el centro de un pubis liso y lampiño, que de todas formas me excitó mucho al verlo por primera vez.

Cuando sacamos la planta nos paramos y me di cuenta que tenía una erección tremenda, para distraerme le comencé a explicar sobre la planta y comencé a caminar con ella a mi lado hasta el lugar donde la teníamos que sembrarla de nuevo. Cuando llegamos al sitio puse la plantita en el hueco cavado en la tierra y me agaché a sostenerla en medio, le pedí a Lucrecia que se agachara para que me reemplazara mientras yo comenzaba a hechar tierra sobre las raíces de la plantita. Como la anterior vez Lucrecia se agachó y al hacerlo abrió sus muslitos y de nuevo vi su coñito, mi erección que ya había disminuido volvió, al observar su rajita, con la excusa de acomodar en el medio y mejor la plantita me agaché y me acerqué mas a ella y pude mirar de mas cerca y con mayor detenimiento su coñito, ella no se daba cuenta de nada, cuando me volví a levantar y comencé a rellenar el pozo, mi calentura bajó un poco.

 

 

Capítulo dos

Desde ese día fue motivo de mis pajas, y cuando tenía la oportunidad la colocaba frente a mi y no me perdía detalle de su entrepierna, mientras pensaba como hacer para poder tocar ese coñito que me estaba llenando mi cabeza de pensamientos tan carnales. Cuando me tocaba ir al pueblito cada mes, me acostumbré a traer regalos para los tres chicos y esto mas mi caracter bonachón me fueron ganando la confianza de los tres y de sus padres que en cierta ocasión dejaron que me acompañen al pueblo las dos chicas, en el pueblo las invité a comer al único restaurante que había y luego les invité a helados, dulces y todo lo que quisieron, por la tarde y al regreso a Maria se le aflojó la barriguita y tuve que parar la camioneta a un costado del camino para que hiciera sus necesidades. Se bajó y con la puerta abierta se puso a cagar a un costado del camino y a la vista de Lucrecia y mía. Maria cuando terminó se medio limpió con una manita y luego limpió su manita contra el pasto. Al ver esto saqué un rollo de papel higiénico de la guantera de la camioneta y me bajé y le dije que no estaba bien limpia y que podía manchar la camioneta, que yo la limpiaría bien con el papel que tenía en la mano.

Ninguna de las dos sabía lo que era eso y se los expliqué mientras le levantaba la falda larga a Maria, la hice agacharce contra el asiento y cortando un pedazo se lo pasé por su culito desnudo, le mostré como salió sucio y corté otro pedazo y le volví a limpiar el culito, hasta que se lo deje bien limpio. Luego con una mano abrí sus nalguitas y le pase un dedo por su culito diciéndole que estaba bien limpio. El culito de Maria era solo un puntito negro y arrugadito pero me excitó mucho tocárselo y mas ver sus piernitas y sus nalguitas desnudas. Lucrecia que había visto todo sin decir ninguna palabra, me dijo que ella también tenia ganas de cagar y haciendo a un lado a su hermana que se estaba bajando la falda, se bajó de la camioneta y se paró un poco mas alejada del lugar donde su hermana estaba y se subió la falda hasta la barriguita y se agachó y comenzó a pujar hasta que comenzó a cagar.

Como lo hacía de costado solo veía sus piernitas desnudas y su carita congestionada. Mientras tanto Maria se subió a la camioneta y se puso a mirar unas muñequitas de plástico que les había regalado. Cuando Lucrecia terminó de cagar se medio levantó y me miró sosteniendo su vestido sobre su barriguita con sus manitos. Caminé hasta donde se encontraba y me coloque a un costado y esta vez me agaché para limpiarla y así poder mirar de mas cerca su culito, corté varios pedazos y la limpié bien mientras ella brotaba hacia atras su culito para que se lo limpie mejor. Cuando la terminé de limpiar se lo dije y como hice con su hermanita le abrí con los dedos de una mano los cachetes de sus nalguitas para dejar totalmente expuesto su negro culito, se lo toqué con un dedo y le dije que estaba bien limpio, me miró y me sonrió y como vi que no se movía se lo comencé a sobar sintiendo en mis dedos la rugosidad de su culito y apretándolo levemente con un dedo sentí su calor. La excitación que sentía me hacía temblar las piernas y para no cometer una tragedia dejé de tocar su culito y la ayudé a bajar su vestido y de la mano la acompañé hasta su lugar en la camioneta.

Reanudamos la marcha y mientras conversamos les pedí que no le digan a sus padres lo que habíamos hecho y me prometieron que no lo dirían. Al día siguiente mientras trabajabamos en el jardín, Lucrecia me dijo que quería cagar, le pedí que esperara un momento mientras iba a mi baño y regresé con un pedazo de papel higiénico. Al verme Lucrecia caminó hasta la sombra de unos arboles altos y ocultos de la cabaña, para que no nos vieran su madre y su hermana, se subió su falda y se agachó a cagar, me senté apoyado contra uno de los arboles y esperé que termine sin dejar de mirar sus nalguitas y sus piernitas.

Cuando terminó de cagar se levantó y se vino caminando casi agachada hasta donde yo estaba, me incorporé y la esperé de rodillas, se colocó dandome la espalda y me colocó su culito ante mis ojos, la limpie con dos pedazos de papel, y luego le acaricié como la vez anterior con un dedo el culito, le dije que su culito era hermoso y si dejaba que le diera un beso, movió su cabeza afirmativamente y dobló mas el torso brotando hacia fuera su culito, con mis dos manos le abrí bien sus suaves nalguitas y le besé su culito varias veces, luego le pasé mi lengua mientras Lucrecia me decía que le hacía cosquillas, se lo chupé por un momento y luego la ayudé a bajar su vestido. Yo seguía de rodillas y tomándola de las caderitas la coloqué de frente a mi y le pregunté si le había gustado lo que le había hecho, bajo la vista sonrojandose y me dijo que si con su vocecita casi inaudible. Le pedí que no se lo cuente a nadie para que no tengamos problemas ninguno de los dos y me dijo que si. Desde ese día siempre que tenía que cagar me buscaba para que la limpie. Maria también cuando tenia que cagar venia a buscarme para que la limpie, pero Lucrecia siempre nos acompañaba y me di cuenta que era celosa de la hermanita.

Al mes siguiente cuando llegó el día en que tenía que ir al pueblo por víveres, Anselmo me dijo que las chicas le tenían que ayudar en la cosecha de duraznos y Lucrecia insistió tanto en ir conmigo para ayudarme con las compras que al final su padre aceptó ante el llanto de Maria que también quería venir. Con la promesa que en el siguiente viaje sería ella la que me acompañaría y que en este viaje le traería un regalo, se calmó y dejó de llorar.

En el viaje de ida y a diez minutos de haber salido de la granja Lucrecia me dice que tenía ganas de cagar, por su cara me di cuenta que lo que quería era otra cosa. Paré la camioneta a un costado del camino en la parte baja, entre dos cerros. Lucrecia bajó por su lado y yo por el mío, la seguí mientras ella caminaba hacia unos arbustos que habían al lado de un pequeño arroyo de aguas cristalinas, cuando se comenzaba a levantar la falda le pedí que esperara mientras me acercaba hasta pararme a su lado, ella me miraba interrogante con la mirada, me arrodillé mientras le pedía que si se podía sacar toda la ropa para después cagar. Lucrecia se rió con su risa de niña, cantarina y alegre, pensando que mi pedido era tal vez un poco loco, y se comenzó a desprender los botones de su camisa de color indefinido por lo vieja y sucia, le ayudé a sacársela y luego le desprendí el único botón que tenía su falda y se la saqué haciendo que levante los pies.

Como ya sabía que en estos lugares nadie usaba ropa interior, Lucrecia quedó totalmente desnuda ante mi vista. Admiré su cuerpito desnudo, sus pechitos eran como dos pequeños limones, dos protuberancias pequeñas un poco mas oscuros que el resto de su piel, sus pezones casi no se notaban, su barriguita era un poco abultada y en su entrepierna apenas se notaba la rajita de su sexo. Sus piernitas eran largas y flacas y sus pies pequeños con sus deditos separados por el continuo uso de sandalias abiertas. Me preguntó si ya podía cagar, sacándome de mis ensueños y le respondí que lo hiciera. Se agachó frente a mi y se puso a hacer sus necesidades con una inocencia increíble, como si delante de ella no hubiera nadie.

Cuando terminó se medio incorporó y mirandome me dijo si la podía limpiar. Corté dos pedazos del rollo de papel que tenía en mi mano. La atraje mas hacia mi y le di la vuelta hasta dejarla de espaldas, me hinqué atras de ella y la limpié separando sus nalguitas con una mano, cuando quedó bien limpia, con las dos manos separé sus nalgas y le di un beso y acaricie con mi lengua su culito, mientras ella se mantenía con el tronco doblado hacia delante y con las piernitas semi abiertas, al sentir mi beso suspiró suavemente y apretó su esfínter, haciendo que su culito se contraiga. La solté y la hice dar vuelta hasta que estuvo mirandome de frente, la abrasé y le dije que la quería mucho, ella me sonrió con su rostro congestionado y con rubor, me puso sus bracitos por mis hombros y se pegó mas a mi cuerpo, le acaricié con una mano su espaldita y sus nalguitas y luego dejé un dedo tocando la entrada de su culito mientras le preguntaba si le gustaba lo que estabamos haciendo, me contestó afirmativamente con su cabeza mientras me sonreía, le di un leve beso en su pequeña boquita. Como me di cuenta que no sabia besar le dije como lo tenía que hacer y luego tratamos de nuevo, esta vez ella abrió los labios y respondió a mi beso. Al comienzo lo hacia mal, pero poco a poco lo fue haciendo mejor y pronto estaba respondiendo a mi beso metiendo su lenguita en mi boca y tragandose mi saliva. Mas tarde la coloqué en cuatro patas en el suelo, me hinqué atras de ella y abriendo sus nalguitas le chupé el culito y la rajita de su coñito.

Hice que recueste su cuerpito sobre sus codos y que arquee su cuerpito con lo que su rajita se abrió y con la ayuda de mis manos pude ver la pequeña abertura de su vaginita y su pequeñisimo clítoris, se los comencé a chupar y a lamer hasta que comenzó a gemir cada vez mas rapido, con mi lengua estimulaba su clítoris, su vaginita y su culito hasta que sus gemidos se convirtieron en pequeños quejidos y pronto su cuerpito se convulsionó en el primer orgasmo de su corta vida. Yo había sacado mi pene por la bragueta del pantalón y me masturbaba, hasta que terminé momentos antes que ella. La dejé por un momento y me senté en el suelo, guardando mi pene dentro del pantalón, luego la atraje hacia mi y la senté en mi falda mientras la abrazaba, su respiración estaba agitada y no abría los ojos, se pegó a mi pecho abrazándome con sus bracitos mientras seguía con los ojos cerrados y sin hablar. Cuando se calmó la ayudé a vestirse y nos dirigimos a la camioneta.

Ya en el pueblo, hicimos las compras, paseamos un rato, compramos regalos para ella y sus hermanitos y después de almorzar emprendimos el regreso. Lucrecia estaba mas abierta hacia mi y durante todo el viaje se dedicó a contarme cosas de su familia y de su corta vida. Cuando me preguntó si con lo que habíamos hecho ella podía quedar embarazada, me reí y le dije que no, le expliqué como se hacía y le dije que lo que habíamos hecho era solo besos y chupar, ella me dijo que los domingos en la noche cuando sus padres llegaban borrachos hacían eso, sin importarles que ella y sus hermanitos estén dormidos.

Que ella había visto hacerlo a los chanchos, a las vacas y también a los perros. Me preguntó si mi "pichula" era igual a la de su padre, le dije que no sabía y que cuando había visto la de su padre, me respondió que cuando su padre se bañaba, su madre la mandaba con agua caliente al cuarto donde se bañaba su padre, y en esos momentos lo había visto, pero era como un dedo apuntando para abajo, y que varios Domingos cuando llegaban borrachos ella había logrado ver la pichula de su padre dura y grande antes de ponerla entre las piernas de su madre, después su padre se movía un rato sobre su madre que gemía bajito mientras su padre resoplaba un poco, luego se bajaba de su madre y se acostaba a un lado con su pichula fuera de su pantalón y ella había visto que de a poco se iba deshinchando hasta quedar de nuevo como un dedo gordo, mientras su madre se bajaba el vestido tapando su coño y sus piernas y los dos se quedaban dormidos casi al instante de hacer estas cosas.

Me contó que una vez había visto como su madre se metía la pichula de su padre a la boca y que luego que la había metido casi toda dentro de su boca, movía la cabeza metiendo y sacando la mojada pichula de su padre por mucho rato y cuando su padre se dio cuenta que ella estaba mirando, la mandó salir del cuarto, mientras su madre seguía con lo que estaba haciendo. Estuvimos un rato largo sumidos cada uno en sus pensamientos, hasta que Lucrecia me dijo si le podía mostrar mi pichula, sin responderle paré la camioneta a un lado del camino desierto y me acomodé en mi asiento hasta quedar casi de frente a ella, me abrí la bragueta y me bajé un poco los pantalones y los calzoncillos, luego saqué hacia fuera mi miembro que en ese momento estaba en reposo.

Lucrecia la miraba con sus ojos totalmente abiertos, me bajé un poco mas la ropa y abrí un poco mas las piernas para que lo pueda ver mejor. Lucrecia se acercó mas a mi y se puso a mirar de mas cerca, le dije que la toque con sus dedos, alargó un bracito y la tocó con la punta de sus dedos, luego la recorrió con sus deditos y por último la tomó con toda la mano, me la apretó suavemente y bajó el prepucio y dejó descubierto mi glande, el color de mi pene es un poco oscuro, pero no mucho y la cabeza de mi pene es muy roja cuando esta descubierta. Puse una mano sobre su manita y le enseñé como me la tenía que mover y ella sin dejar de mirar se puso a mover mi pene hasta que este comenzó a crecer en su manito. Me estuvo pajeando por un buen rato hasta que mi pene tomó proporciones considerables y sentí que me venía un orgasmo, corté un pedazo de papel y esperé que ella me siga pajeando y la ayudé con una mano para que me lo haga mas fuerte hasta que me salió el semen en varios chorros que apenas los pude contener con el papel en mi otra mano. Lucrecia miraba como mi pene soltaba todo el semen acumulado y como mojaba todo el papel, mientras con mi mano encima de la manito de ella seguía sobando mi pene hasta que dejé de convulsionar. Le expliqué lo que habíamos hecho diciéndole que no tenía que hablar de esto con nadie y me dijo que no lo haría. Me acomodé la ropa, limpié todo y seguimos viaje. Cuando llegamos a la granja todo estaba bien y Lucrecia entregó los regalos y después de la cena se fueron a su cabaña.

 

 

Capitulo tres

La siguiente semana hice un viaje al pueblo con Anselmo y su hijo Gregorio y me sentí mas tranquilo ya que en ningún momento salió el tema de lo que había pasado con las chicas, para que no existan sospechas los invité a comer al restaurante al que íbamos con las chicas y luego compramos las herramientas, los abonos y regalos para los chicos. Regresamos sin novedad y el recibimiento de las chicas fue mas expresivo hacia mi, que a su padre. Anselmo y su familia eran bien ingenuos e ignorantes ya que la mayor parte de la gente de estos lugares jamas habían estado en una escuela, ni siquiera sabían lo que era la televisión, ya que ni en el pueblo que había cerca lo conocían. Así que me propuse que en mi próximo viaje a la ciudad traería un aparato con casetera y varios videos de películas.

Los chicos me comentaron que en el pueblo a veces llegaban unos cines ambulantes que van de pueblo en pueblo, pero que como era muy caro, solo sus padres habían visto alguna vez alguna película. Durante esa semana Lucrecia me ayudaba en el trabajo del jardín sin separarse de mi ni cuando entraba al baño. La seguí limpiando a ella y a su hermanita cuando iban a cagar. Por las mañanas con Lucrecia teníamos algunas sesiones de sexo, yo le chupaba su coñito y su culito hasta que la hacía tener unos orgasmos cada vez mas intensos y ella me comenzó a chupar la pija hasta que me hacía terminar en su boquita, se acostumbró a tragarse todo mi semen y no la sacaba de su boquita hasta dejarla bien exprimida. Lucrecia tenía ya ocho años cumplidos, pero como era bien flaca y un poco desnutrida parecía en comparación de unos cinco ó seis años de una chica de la ciudad. Maria que recién había cumplido siete años era casi del tamaño de Lucrecia y era un poco mas despierta, después de cagar dejaba que le toque su coñito y su culito solo por un momento y luego salía disparada riéndose, bajándose su falda, sin dejarme opción a hacer nada mas.

Cuando llegó el fin de mes, fecha en la que tenía que ir al pueblo por víveres, Maria saltó de alegría y me dijo delante de todos que ahora era a ella a la que le tocaba ir conmigo. Muy temprano al día siguiente salimos para el pueblo, como a la media hora de viaje Maria me dijo que quería hacer caca, como la vez anterior con su hermana, paré a un costado del camino la camioneta y la ayudé a bajarse, ella se alejó un poco, casi al lado de la rueda trasera y se levantó su falda y de puso a hacer caca, saqué un poco de papel de la guantera y me paré al lado del asiento, con la puerta de la camioneta abierta.

Cuando Maria terminó medio se levantó y le dije que se acerque a donde yo estaba, ella vino y se paró a mi lado, me agaché y la limpie bien, luego la acomodé hincada sobre el asiento dandome la espalda, le dije que se coloque como los perritos, cuando ella se acomodó le subí la falda y dejé su culito desnudo a mi vista, con las dos manos le aparté sus nalguitas y comencé a besar su culito y la rajita de su coñito, pero solo por un momento ya que sentí que ella estaba incomoda. Con mis manos se lo abrí bien y estuve un rato mirando su inberve coñito y su minúsculo culito, saque mi pene de su encierro y me masturbé, hasta acabar sobre mi otra mano, luego le bajé su falda y le dije que se siente bien, mientras yo daba la vuelta a la camioneta y me sentaba en mi lugar. Continuamos viaje y una vez en el pueblo hicimos las compras, comimos y por la tarde iniciamos el regreso a la granja. Ya en el camino Maria se durmió en su asiento al rato que salimos del pueblo, así que no pasó nada mas.

Los días siguientes, fueron igual a los anteriores, con Lucrecia haciéndome unas pajas fenomenales y yo chupando y lamiendo su coñito y su culito cada vez que podíamos. Con Maria no pasó nada mas, solo que cuando quería hacer caca venía hasta donde yo estaba para que la limpie. Cerca a fin de mes les avisé que la siguiente semana quería ir a la ciudad a hacer varias compras importantes, como ya sabía Lucrecia y Maria gritaron que querían ir conmigo y su madre les dijo que no podían ya que serían una carga para mi, les dije que pensaría la forma en que se podría hacer ese viaje y ver la forma de que puedan venir conmigo, que esperaríamos unos días y que ya les avisaría. Por la tarde después de la siesta recorría la granja y junto con Anselmo planificabamos los trabajos para las siguientes semanas.

Fue en una de esas tardes que salió el tema de mi viaje a la ciudad y Anselmo me pidió que si le podía traer ropa para su familia y le dije que porque mejor no se venían conmigo hasta la ciudad Eulogia y las dos chicas y así ellas mismas se podrían comprar lo que les hiciera falta, y que en mi siguiente viaje a la ciudad vendría él y su hijo. Anselmo lo pensó un momento y me dijo que estaba bien siempre que no fueran molestia para mi. Le dije que no eran molestia y por el contrario, que yo me había encariñado con su familia y las consideraba como mía. Al día siguiente Lucrecia me dijo durante el desayuno que su padre les había dado permiso para ir conmigo a la ciudad y que su madre y su hermana estaban muy contentas.

Mas tarde Eulogia me dijo que su marido había hablado con ella y que estaba asustada, ya que ninguno de su familia había ido a una ciudad grande y que por lo que le habían contado la ciudad era muy peligrosa. La tranquilicé diciéndole que conmigo no tendrían problemas de ningún tipo y que yo velaría por la seguridad de las tres. Lucrecia estuvo muy zalamera y contenta toda la mañana, y cuando Maria vino para que la limpie, la acompañé hasta el lugar donde cagaban y esta vez Lucrecia no nos acompañó como hacía siempre, después la limpié y le besé y chupé un rato su culito y su pequeño coñito y mientras lo hacía se me ocurrió una idea que pondría en practica con el fin de cogerme a la madre de las chicas. Cuando se fue Maria a seguir ayudando a su madre, Lucrecia vino a donde yo estaba y esta vez me dijo que lo que quería era que le chupe su coñito directamente, se subió la falda y me mostró su coñito. La recosté sobre el pasto y me hinqué entre sus piernitas y me puse a chuparle su coñito y su culito hasta que hice que tenga un orgasmo bastante ruidoso, mientras yo me masturbaba. Después me pidió que quería chupar mi pija que ya estaba con una media erección, me senté en el suelo mostrandole mi pene, inmediatamente Lucrecia se hincó frente a mi y se metió mi pija en su boquita y me comenzó a realizar una mamada, pajeándome con sus manitas al mismo tiempo hasta que me hizo terminar en su boquita, se tragó todo mi semen y después de limpiarse su boquita continuamos trabajando hasta que Maria vino a avisarnos que era la hora del almuerzo.

 

 

Capitulo cuatro

Cuando llegó el día del viaje, Anselmo me despertó casi de madrugada ya que me esperaba un viaje de casi 13 horas de mal camino, hasta la ciudad. Las cosas las habíamos acomodado la noche antes en la camioneta y después del desayuno nos despedimos de Anselmo y su hijo y partimos rumbo a la ciudad. Adelante iba Maria y Eulogia, en la parte de atras Lucrecia, sentada sobre los bultos. Durante casi dos horas no pasó nada de importante, salvo lo accidentado del camino y mi precaución para manejar. A las nueve de la mañana pasamos por el pueblo y no paramos, seguimos viaje hasta casi las doce del medio día en que hicimos un alto para comer las cosas que Eulogia había preparado la noche antes. Durante el viaje casi no hablabamos y yo me dedicaba a conducir con cuidado ya que el camino es de montaña y muy peligroso. Serían las dos de la tarde que Maria me dijo que quería cagar, su madre le dijo que no me moleste, pero yo le dije que no había problemas, estacioné a un lado del camino, en un lugar solitario, me bajé con el rollo de papel en la mano y Maria se bajó por mi lado, le dije a Eulogia y a Lucrecia que bajen a estirar las piernas, que todavía faltaban muchas horas de viaje.

Las dos se bajaron mientras Maria cerca a la llanta trasera de la camioneta se puso a cagar, me acerqué a ella y cuando terminó la limpié ante la atenta mirada de su madre, que me vio hacer sin decir nada, pero después le expliqué que lo hacía para que no ensucien el asiento de la camioneta. Lucrecia solo hizo pis y me pidió que la limpie y eso hice mientras Eulogia nos miraba sin decir nada. Las chicas corrieron al arroyo que había cerca a lavarse, mientras Eulogia me decía que ella también tenía ganas de cagar, pero que le daba vergüenza, ya que ella jamas había visto eso con lo que había limpiado a sus hijas y que me tenía mucha vergüenza, le dije que para que no tenga vergüenza que lo haga dándome la espalda y que cuando termine solo se levante un poco la falda y que yo que estaría atras de ella, la limpiaría sin que me vea. Eulogia fue caminando hasta donde la hija menor había cagado y se agachó a cagar, dandome la espalda, cuando terminó se levantó un poco y levantó su falda para no ensuciarla, pero sin mostrarme su culo.

Me acerqué y metí mi mano bajo su falda desde atras, y procedí a limpiar suavemente su culo con un primer pedazo, luego subí su falda hasta su cadera y dejé a mi vista su culo desnudo, sus nalgas eran un poco morenas y al medio se veía su negro y arrugado culo, la piel de su alrededor estaba bien curtida, casi de color negro, se lo limpié con otros dos pedazos y le dije que ya estaba limpia. Ella se irguió del todo bajandose la falda y dandose la vuelta me miró y con una sonrisa me dijo que se sentía bien y que sentía su culo bien limpio. Le dije que en la ciudad los baños son diferentes a los del campo y que una vez que lleguemos le enseñaría a usarlos. El viaje continuó sin novedad hasta que llegamos ya entrada la noche a la ciudad, las luces se veían desde lejos. Paré a un lado del camino y hice que Lucrecia se venga adelante con su madre y su hermana ya que estaba haciendo frío, y para que escuche las explicaciones que les iba diciendo sobre la ciudad.

Llegamos al edificio donde estaba mi Departamento ante el asombro de las tres mujeres que por primera vez veían edificios y tantos autos, todo las asombraba, y me llenaban de preguntas sobre cada cosa que veían. Cuando introduje la camioneta en él parqueo interior y paramos en mi sitio particular apenas podían salir de su asombro. Bajamos los bultos y nos dirigimos al ascensor y cuando les expliqué para que servía, no lo podían creer y tenían miedo de entrar. Después de regarles y amenazarlas de que si se quedaban abajo se las robarían, logré que entren y cuando el ascensor comenzó a moverse el temor y el miedo se reflejaban en sus caras.

Maria y Lucrecia se aferraban a mis piernas, apretándose contra mi con mucho miedo. Eulogia no decía nada, pero en su cara se notaba el temor. Mi Departamento quedaba en el cuarto piso y cuando el ascensor paró y abrí las puertas metalicas del mismo, casi salen disparadas las tres. Después de dejar el ascensor caminamos por el pasillo tenuemente iluminado, ninguna de las tres hablaba, solo me seguían. Abrí la puerta de ingreso al Departamento y las hice pasar al Living comedor y cuando encendí la luz, las tres lanzaron un grito de exclamación al ver los muebles, las alfombras, los cuadros, los espejos y las cortinas. Como mi Departamento es de dos Dormitorios las llevé a las tres a uno de ellos y las hice dejar sus cosas a un costado de la única cama de dos plazas que había al medio del cuarto.

Después les mostré mi cuarto y Lucrecia y Maria no salían de su asombro por todo lo nuevo que iban descubriendo, les mostré el baño de mi dormitorio y luego el baño de visitas, la cocina, el cuarto de lavandería y por ultimo la terraza, a la que salieron con temor, menos Maria que era la mas valiente de todas. Les dije que como estabamos cansados encargaría la comida y que luego de un baño nos iríamos a dormir porque al otro día teníamos mucho que hacer. Después de la comer las hamburguesas y la gaseosa que trajo un mensajero, que les encantó a todas, nos fuimos a la cocina y les enseñé a usar el lavaplatos y las otras cosas de la cocina. Eulogia decía que jamas podría aprender a manejar todas estas cosas modernas, le dije que le enseñaría ya que mi meta era poder ir llevando todas estas cosas a la granja tras que tengamos un motor de luz. Después de lavar y acomodar todo, las llevé hasta el living y las hice que se sienten en los sillones y yo me senté al medio de las dos chicas en el sofa. Prendí con el control remoto el televisor y las caras de asombro de las tres al ver las primeras imagenes fueron increíbles. Las dejé mirando televisión y le dije a Eulogia que primero bañaría a Maria, luego a Lucrecia y que luego le enseñaría a ella a usar el baño, me respondió que estaba bien y que me agradecía por todo y que las perdonara por ser tan ignorantes.

Me llevé casi a la fuerza a Maria hasta su baño y la desnudé, luego prendí el calefón y largue el agua de la ducha para que entibie. Cuando el agua estuvo tibia la metí bajo la ducha y la bañe concienzudamente hasta dejarla bien limpia. Luego la envolví en una toalla y la llevé hasta su cama donde le puse una polera mía y la acompañé hasta su asiento en el living. Eulogia y Lucrecia seguían viendo las imagenes sin pestañear, nos miraron y luego siguieron mirando la televisión. Tomé de la mano a Lucrecia y la llevé hasta el baño, donde la desnudé y la metí a la ducha, después de bañarla igual que a su hermana le chupé el coñito y el culito hasta que la hice tener un orgasmo, luego hice que me la chupe hasta que terminé en su boquita como siempre, luego la llevé a su cama y la sequé bien y le puse una polera mía, luego la llevé al living y la dejé viendo televisión. Maria se había dormido y Eulogia estaba cabeceando muerta de sueño. Llevé en mis brazos a Maria hasta su cama mientras Eulogia me seguía.

La dejamos en su cama durmiendo y luego le dije a Eulogia que me siga hasta el baño. Le expliqué como funcionaba la ducha y para que servían los frascos de shampoo y cremas, pero me miraba sin entender nada, así que le dije que la bañaría como a sus hijas, ella se rió nerviosa y me dijo que le daba vergüenza, le dije que no la tenga y la ayudé a desnudarse, su cuerpo no era gran cosa, ya que era muy flaca, pero su entrepierna era bien peluda, con un vello negro y largo, sus tetas eran en forma de copa, de tamaño mediano y un poco caídas, con pezones bien grandes y de un color oscuro, la ayudé a meterse bajo la ducha y empecé por lavarle el pelo que lo tenía bien largo y era de color negro y lacio, mientras se lo lavaba le iba explicando como usar el shampoo y la crema, luego le enjaboné todo el cuerpo y después la enjuagué bien, por último le lavé su coño peludo y aproveché para meter mis dedos dentro de su vagina, ella a ratos reía nerviosa y me decía que le daba mucha vergüenza, pero se dejaba hacer todo conmigo. Por último le lavé el culo y terminé con sus piernas, la enjuagué y luego de ayudarla a secarse, la llevé alzada hasta mi cuarto, mientras ella se moría de vergüenza y me decía que podía caminar, pero en sus ojos veía que estaba gozando de lo que le hacía, ya que no dejaba de sonreír, no pesaba casi nada ya que como era pequeña y flaca, no debía de pesar mas que unos 45 kilos, la dejé parada sobre mi cama, con sus manos trataba de medio cubrir sus tetas y su sexo, me di la vuelta y de mi ropero saqué un camisón que era de mi mujer y le dije que se lo ponga.

Le quedó muy grande y este casi llegaba a arrastrar por el piso. Para no apurar las cosas la acompañé hasta el cuarto en donde estaba durmiendo Maria y la dejé acostada, le dije que Lucrecia estaba mirando televisión y que si ella quería Lucrecia podía dormir conmigo para que ella pudiera dormir tranquila en esa cama solo con Maria, en su ingenuidad Eulogia me dijo que si, que Lucrecia podía dormir conmigo pero que si me molestaba que se la trajera a la hora que sea. Me despedí hasta mañana y me fui al living donde estaba Lucrecia mirando televisión, al verme me preguntó por su madre y le dije que estaba durmiendo y que si ella quería nos podíamos ir a la cama, ya que su madre me había dado permiso para que ella pueda dormir conmigo. Lucrecia se alegró mucho, pero me pidió que le explique algunas cosas de los programas de la televisión y me senté a su lado y ella se pegó a mi y mientras yo le hablaba ella no dejaba de mirar. Mas tarde cuando la vi cabecear, la llevé alzada hasta mi cama y la acosté entre las sabanas. Me desnudé y entré a mi baño, donde me bañé y luego de ponerme unos calzoncillos de tela me fui a la cama. Lucrecia ya dormía, así que me acosté a su lado y no tardé en quedarme dormido abrazando el cuerpito de Lucrecia.

Por la mañana, la primera en levantarse fue Eulogia, quien al no poder encender la cocina vino a despertarme para que le enseñe. Salí con ella a la cocina y me di cuenta que se había vestido ya con su ropa habitual, el vestido tubo negro, la camisa blanca y el saquito negro de lana. Le enseñé como manejar la cocina, lo que había en la heladera y la dejé preparando el desayuno. Desperté a Maria y la llevé en mis brazos a mi dormitorio y entre los dos despertamos a Lucrecia. Le saqué la camiseta a Maria y la dejé desnuda, y entre risas desnudamos a Lucrecia y luego entre las dos me sacaron el calzoncillo, nos pusimos a jugar a las luchas en la cama los tres desnudos, yo me excité al estar acariciando los cuerpitos de las dos niñas desnudas y mi pene se comenzó a levantar.

Lucrecia que fue la que se dio cuenta primero, me la agarró con sus manitos y me comenzó a pajear, mientras yo me comía a besos la barriguita de Maria y le metía mi mano en su entrepierna y le sobaba las nalguitas, mientras tanto Lucrecia había metido mi pene semi erecto en su boquita y me lo comenzó a chupar. Maria estaba acostada de espaldas y reía de mis caricias en su barriguita, le abrí las piernitas y le comencé a acariciar su coñito lampiño, le separé las paredes de su rajita y con mis dedos se lo comencé a sobar, hasta que la escuché que comenzó a gemir bajito. Lucrecia me seguía chupando y pajeando la pija que se me había parado totalmente, mientras yo besaba ya el coñito lampiño y pequeño y hacía que Maria tenga varios orgasmos en mi boca.

Terminé en la boca de Lucrecia que se tragó todo mi semen, dejando a Maria acerqué a Lucrecia contra mi cuerpo y la besé en la boca sintiendo mi olor y mi semen en su pequeña boquita. Al rato me levanté y las alcé en mis brazos y las llevé a mi baño y mientras ellas hacían sus necesidades llené la tina de agua. Después de limpiarlas como a ellas les gustaba las metí a la tina y me metí con ellas, empezamos a jugar dentro del agua mientras las bañaba y me bañaba. Eulogia entró al baño y nos miró desde la puerta asombrada y sin hablar, al verla le dije que se saque la ropa y entre con nosotros, negó con su cabeza y me dijo que le daba vergüenza, sus hijas le rogaron que entre con nosotros y por fin aceptó. Se desnudó y entró en la tina, le hicimos lugar y mientras ella se sentaba, terminé de bañar a las chicas y me terminé de bañar yo mismo, luego me acerqué a Eulogia y la enjaboné con la ayuda de las chicas que entre risas me ayudaron a bañar a su madre. Salimos nos secamos y luego en mi dormitorio nos vestimos y mas tarde desayunamos. Me despedí de las tres diciéndoles que tenía que hacer unas compras y que a mi vuelta las llevaría a almorzar.

Compré ropa para las tres y regresé a la casa, Eulogia estaba lavando en el cuarto de la lavandería mientras las chicas en el living miraban televisión. Las llamé a mi dormitorio y les di a cada una lo que había comprado, mientras les decía que con las ropas que traían en la ciudad no podían salir porque la gente aca no vestían así, las ayudé a cambiarse, primero a las dos chicas, les puse los pantalones vaqueros y unas camisas de franela, medias de algodón gruesas, un par de tenis blancos y una chamarra acolchada para cada una.

Cuando terminé las chicas corrieron a mirarse en el espejo, mientras tomé de la mano a Eulogia y la hice pararse al lado de mi cama. Me miraba con sus grandes ojos negros llenos de asombro mientras la desnudaba, me dejaba hacer sin decirme nada. Cuando la tuve desnuda le puse un calzón de algodón que le quedó un poco grande, un pantalón de buzo holgado de tela térmica color negro y luego una polera blanca de algodón gruesa y de manga larga y por último una chamarra haciendo juego con el pantalón, la senté en mi cama y le puse una media de algodón y unos tenis color negros, la llevé frente al espejo de mi ropero entre las risas de sus hijas y el asombro de ella por verse por primera vez con esas ropas.

Comimos en un Restaurante de comidas chino y les enseñé a usar los cubiertos y les gustó mucho la comida, luego las llevé a pasear por un parque y un zoológico, todo era novedad para las tres que se divertían y asombraban con todo, otra cosa que les gustó fueron las helados y las barras de chocolates. Casi al atardecer las llevé a un Supermercado a hacer compras. Como todo el día Eulogia no se soltaba de mi brazo y me di cuenta que tenía miedo de todo.

Las chicas empujaban cada una un carrito mientras yo compraba y le explicaba a Eulogia lo que iba comprando. Cuando terminé los dos carritos estaban llenos y Eulogia ayudaba a Lucrecia mientras yo ayudaba a Maria. Volvimos al Departamento en Taxi. Acomodar los víveres en las alacenas de la cocina fue otro juego para ellas, cuando terminamos nos sentamos a mirar televisión mientras Eulogia nos preparaba algo de comer. Después de la cena me llevé a Maria al baño de mi Dormitorio y después de desnudarla la metí a la ducha y le di un baño mientras Lucrecia traía la ropa de dormir para las dos. Cuando terminé de duchar a Maria, la llevé en mis brazos hasta mi cama y la dejé para que su madre le ponga la ropa de dormir, Cuando volví al baño ya Lucrecia se había desnudado y me esperaba dentro de la ducha, la bañé y la masturbé y le besé su coñito lampiño, hasta que la hice terminar. Luego la llevé hasta su cama ya que esa noche le tocaba dormir con su madre. Le puse su camiseta de dormir y la arropé dentro de las colchas.

En eso entró Eulogia y me dice que Maria estaba acostada en mi cama esperándome, pero que ahora le tocaba bañarse a ella, le pregunté si quería que yo la bañe y bajando la cabeza de vergüenza, me dice que si. La acompañé al baño y esperé que se desnude, luego la ayudé a entrar a la ducha y le ayudé a lavarse el pelo, mientras le explicaba como usar los shampoo y las cremas. Enjaboné su cuerpo, sus piernas y brazos y por último me dediqué a su sexo peludo. Después de lavar sus labios vaginales, penetré con mis dedos su vagina hasta que la sentí mojada por dentro, luego le lavé el culo, mientras ella se agachaba hacia adelante y brotaba su culo para atras, abriendo un poco sus piernas, por último le metí dos dedos en su culo y en su vagina y la masturbé hasta que la hice gemir de gusto, tenía el culo y la vagina estrecha y sus labios eran chicos, así que pronto sentí como le venía su primer orgasmo, frunció la cara y se le aflojaron sus piernas hasta que se sentó en el borde de la bañera jadeando. La tapé con una toalla y la alcé en mis brazos pese a sus protestas y la llevé hasta su cama. Les di un beso a ella y a Lucrecia y me fui a mi cama en donde me esperaba Maria.

Después de cerrar la puerta con seguro me acosté al lado de la pequeña Maria, después de desnudarme. Maria me miraba con sus ojitos bien abiertos. Apagué la luz del centro del cuarto y solo dejé encendida las de las mesas de noche. Destapé a Maria y le pregunté si le gustaba estar conmigo y en mi cama y me dijo que le gustaba mucho. Como estaba acostada de espaldas comencé a besarla en las mejillas el cuello y luego fui bajando a su pechito, le saqué la camiseta y la dejé desnuda. Continué besando sus pechitos y su barriguita hasta llegar a su inverbe coñito. Maria con sus seis añitos, su pequeño tamaño y la fragilidad de su cuerpito parecía una niña de cuatro años, lo que hacía que la situación me causara mas morbo. Le abrí las piernitas y me recosté entre ellas casi de costado para poder masturbarme cómodo, mientras le chupaba la vaginita. Maria comenzó a gemir y abría mas las piernitas al sentir mi lengua en su coñito.

Olía a limpio y tenía un sabor muy especial, la suavidad de su piel enervaba mis sentidos, pronto se humedeció y con mis chupadas se comenzó a inflamar su rajita. Yo comencé a masturbarme cadenciosamente, mientras sorbía sus jugos y me deleitaba chupando su rajita hasta que solté mi semen sobre las sabanas en una corrida monumental mientras Maria casi queda desmayada de los varios orgasmos que le saqué pese a su corta edad. Cuando se durmió me levanté a tomar agua a la cocina y me encontré a Eulogia levantada y sentada en el pequeño living. Me senté a su lado y la atraje contra mi cuerpo, le pregunté que le pasaba y me dijo que no podía pensar, que todo era nuevo, y que no sabía como actuar ante las cosas que estaba conociendo y las cosas que yo les estaba enseñando. La tranquilicé con palabras cariñosas, diciéndole que yo solo quería lo mejor para ella y toda su familia. Me dijo que tenía miedo de que yo me enoje ó me canse de ellas y las eche a la calle. Le dije que eso no sucedería nunca.

Entonces me dijo algo que me dejó asombrado. Que su marido le había dicho que se deje coger conmigo para que pueda tener un hijo conmigo y de esa forma asegurar el futuro de toda la familia, ó en todo caso que me entregue a Lucrecia que era la que estaba mas pegada a mi, y que si ella era mi mujer yo no los votaría nunca de la Finca. Le dije que la Finca sería de las tres mujeres y que yo a las tres las consideraba mis mujeres y que quería tenerlas a mi lado para siempre. Eulogia se puso a llorar y me dijo que era una pobre campesina ignorante y que todo el tiempo no sabía como actuar para agradarme. La atrage contra mi cuerpo y la besé en la frente y en las mejillas, mientras la sentaba en mis piernas.

Me preguntó después si ya me había cogido a sus hijas, le dije que todavía que esperaría que crezcan un poco, pero que mientras tanto les enseñaría todo para que cuando sean grande sean buenas amantes. Le pregunté a que edad ella había cogido por primera vez y me contó que fue un tío hermano de su madre el que se la había cogido cuando tenía ocho años y que después un hermano mayor que tenía se la estuvo cogiendo hasta que se juntó con Anselmo, embarazada de Lucrecia que era hija de ese su hermano mayor, y que desde que estaba con Anselmo no había estado con otro hombre. Estuvimos un rato mas charlando mientras le abría las piernas y le subía el camisón dejando a mi vista su coño bien peludo. Eulogia no decía nada solo me dejaba hacer. Le metí dos dedos a su vagina y la masturbé hasta que entre jadeos la hice tener un orgasmo. Cuando estaba terminando la acosté en el sofa y le chupé su coño hasta que me largó sus jugos en mi cara. Quedó como muerta tendida de espaldas y despatarrada en el sofa hasta que la tomé en mis brazos y la llevé hasta su cama. Lucrecia dormía tranquila, mientras depositaba a su madre a su lado. Limpié su coño con una toalla y luego la dejé bien arropada y me fui a dormir.

 

 

Capitulo cinco

Al día siguiente salimos a hacer compras y las llevé a conocer otras atracciones de la ciudad, luego de dejar las compras en el Departamento salimos y las llevé al Cine y después a cenar a un Restaurante. Mas tarde en la casa el rito del baño y la Paja a las tres que ya se estaban acostumbrando y tomándole el gusto a mis juegos. Esa noche Eulogia me dijo que quería dormir conmigo que a ella le tocaba esa noche y sus hijas estuvieron de acuerdo. Miramos Televisión hasta casi las once de la noche y luego acostamos a las chicas. Maria ya estaba durmiendo cuando la llevé hasta su cama y Lucrecia se durmió al rato, al lado de su hermana, con la promesa de su madre que la siguiente noche ella dormiría conmigo. Eulogia entró a mi baño mientras yo me desnudaba y sin cerrar la puerta se desnudó y se puso el camisón que le había dado y después de orinar se metió en mi cama. La atraje contra mi cuerpo y la besé en la boca, no sabía besar así que le enseñé, y mientras nos besabamos le comencé a acariciar todo el cuerpo mientras le sacaba de a poco el camisón por sobre su cabeza y la dejé desnuda a mi lado. Esa noche le enseñé a que me chupe la pija y me la cogí varias veces por su estrecha y peluda vagina, enseñandole varia poses que jamas había hecho, ya que su marido solo se la cogía de la forma tradicional.

Nos dormimos cerca de las dos de la mañana y despertamos en la madrugada. Besé su cuerpo oloroso a sexo y pronto la tuve bien caliente entre mis brazos. La coloqué en cuatro patas y comencé a dilatarle el culo con mis dedos y con un poco de Vaselina hasta que cuando la vi dilatada le metí mi pija por su culo y me la cogí con fuerza haciéndola pujar y gemir hasta que le llené su culo de semen. Nos volvimos a dormir hasta que las chicas nos despertaron cerca de las nueve de la mañana.

Seguimos con las compras y conociendo la ciudad durante todo el día. Eulogia andaba un poco despatarrada porque le dolía un poco el culo, que le acababa de desvirgar. Por la noche después de la rutina de la cena, el baño y la Televisión, Maria y su madre se fueron a dormir y yo me llevé a Lucrecia a mi Dormitorio, donde la desnudé y la arropé entre mis sabanas.

Me bañé y cuando volví me estaba esperando despierta, jugando con una muñeca que le había regalado ese día. Me metí desnudo a su lado mientras Lucrecia dejaba a un lado la muñeca y me abrazaba con sus dos bracitos pegandose a mi cuerpo. Nos besamos como ya le había enseñado y lego me chupó la pija hasta que la tuve bien erecta, mientras yo le chupaba la vaginita y el culito, con su cuerpito acostado al revés del mío. Mas tarde la coloqué de espaldas en la cama y le subí sus piernitas abiertas, hasta la altura de su pechito, hincado entre sus piernitas le chupé su vaginita y su culito hasta que le arranqué su primer orgasmo. La seguí chupando un rato mas y luego le dilaté el culito con mis dedos suavemente y le coloqué bastante Vaselina. Cuando sentí que su culito estaba bien dilatado, le comencé a meter mi pija en su culito que se abría a lo maximo, mientras mi pija entraba de a poco. Lucrecia pujaba y gemía mientras yo le metía mi pija en su culito virgen hasta ese momento.

Me la cogí suavemente por un rato hasta que la niña se acostumbró al grosor de mi pija en su culito. Después la coloqué en cuatro patas y se la volví a enterrar en su abierto culito y me la cogí otro rato hasta que sentí que me vino un orgasmo intenso y largo, derramando todo mi semen dentro de su estrecho y maravilloso culito. Lucrecia solo pujaba y gemía mientras la enculaba y cuando terminé dentro de su culito caímos en la cama, yo encima de su pequeño cuerpito con mi pija todavía enterrada en su culito. Se la saqué despacio y le di la vuelta y la estreché entre mis brazos, hasta que se calmó. Mi pija estaba dolorida y muy sensible a causa del esfuerzo y la estreches del culito de Lucrecia. Me dijo que le había dolido mucho y que tenía ganas de cagar, así que la llevé hasta mi baño y al sentarla en el inodoro se vació. Gritó de dolor cuando le comenzó a salir la mierda mezclada con mi semen y la abrasé mientras terminaba de cagar. Mas tarde en mi cama la limpié bien y al revisarla vi que le había dañado un poco su pequeño esfínter, así que le puse una crema cicatrizante y al rato se durmió abrazada a mi cuerpo.

Por la mañana hicimos las últimas compras y por la tarde las llevé al Cine, a un Circo y luego a comer a un Restaurante, por la noche les dije que este era nuestro último día en la ciudad y que al día siguiente tendríamos que regresar, a coro las chicas y su madre me pidieron que nos quedemos un día mas.

Lucrecia había estado dolorida del culito todo el día pero no dijo nada a su madre ni a su hermana, cuando podía le colocaba la crema para que sane mas rapido y esa noche las dos chicas querían dormir conmigo ya que yo acepté quedarnos un día mas. Eulogia aceptó que las dos durmieran conmigo con la condición que la última noche ella sería la que dormiría conmigo. Después del baño y la televisión, acosté a las chicas en mi cama, mientras Eulogia se fue a acostar a su Dormitorio. Lucrecia y Maria se desnudaron sin que les diga nada y me acosté desnudo al medio de las dos. Nos besamos y nos acariciamos un rato, hasta que Lucrecia se dio la vuelta y empezó a mamarme la pija. Yo senté sobre mi pecho a Maria y le comencé a chupar su pequeñisimo coñito mientras ella reía y gemía. Lucrecia ya había conseguido levantar mi pija con sus manitos y boquita, Mientras Maria seguía gozando de la chupada que le daba con mis labios y mi lengua. Maria cayó a mi lado agotada de tanto gozar con mi lengua, subí sobre mi cuerpo el cuerpito de Lucrecia que en ningún momento dejó de chupar mi pija y le comencé a chupar su coñito lampiño hasta que la sentí que soltaba mi pija para poder gemir y gozar con su primer orgasmo. Mi lengua penetraba en su pequeña vagina haciendo que Lucrecia lanzara grititos de gozo a cada momento y la sentí terminar una vez mas. Me chupó con mas fuerza y cuando ella llegaba a su tercer orgasmo me derramé dentro de su boquita y ella se tragó todo mi semen sin dejar de chupar mi pija.

Mas tarde cuando las dos niñas se durmieron, me levanté y me fui al Dormitorio donde dormía Eulogia, encendí la luz de la mesa de noche y la destapé, luego le saqué le camisón y comencé a besar su cuerpo hasta que ella despertó. Me pidió que le chupe su coño peludo, me acosté del lado contrario y la subí sobre mi cuerpo, aparté con mis manos los labios mayores de su coño y hundí mi lengua en su vagina, mientras sentía como Eulogia me comenzaba a pajear y a chupar mi pija. Le chupé su minúsculo clítoris y su vagina hasta que sentí que se llenaba de sus líquidos. La acomodé en cuatro patas y por atras la penetré por su mojado coño y la comencé a coger con fuerza hasta que la sentí terminar en un orgasmo largo, lleno de grititos y palabras ininteligibles.

Cuando cayó derrumbada sobre la cama le di la vuelta y me subí sus piernas sobre mis hombros y le volvía penetrar, mi pija por su mojado coño y me la cogí con fuerza hasta que la sentí estallar en un nuevo orgasmo. Me saqué de los hombros sus piernas y la dejé descansar un rato toda despatarrada sobre la cama. Cuando volvió a abrir los ojos comencé a chupar sus senos, su barriga y su coño totalmente inundado por sus secreciones, hasta que la sentí excitada de nuevo. Coloqué de nuevo sus piernas sobre mis hombros, pero esta vez los llevé hacia adelante y apoyé sus rodillas contra sus tetas y de esa forma su culo negro quedó a mi vista, mientras la agarraba por los tobillos, soltando una mano dirigí mi pija totalmente erecta contra su culo y se la comencé a meter, despacio pero firme, su esfínter se abrió dejando pasar la cabeza inflamada de mi pija, poco a poco le fui enterrando el tronco dentro de su blando y estrecho culo, hasta que se la metí toda mientras ella pujaba y gemía sin parar.

Comencé un mete y saca cada vez mas rapido dentro de su culo hasta que sentí que mi semen estaba por salir, por lo que solté una de sus piernas y comencé a sobar su pequeño clítoris y cuando explote en su culo sentí las contracciones de su esfínter en el tronco de mi pija señal de que ella también acababa en otro orgasmo gritando y gimiendo. Si sacar mi pene de su culo caí a un costado arrastrando su cuerpo con el mío y quedamos sin movernos por un buen rato mientras nos recuperabamos. Mas tarde Eulogia me dijo que su marido jamas la había hecho terminar y que le gustaba mucho como su cuerpo se estremecía cada vez que terminaba y que su culo y toda ella serían para mi, para siempre y que ella estaba de acuerdo para que yo pudiera hacer con ella lo que quisiera. La dejé desnuda, despatarrada y llena de semen, cuando me fui a dormir con las niñas que por suerte no habían despertado. Me dormí a las cuatro de la mañana y fue difícil para las chicas despertarme al medio día.

Ninguna se había cambiado y como las chicas estaban con sus camisetitas, estas se les subían hasta las barriguitas dejando a mi vista sus pequeños coñitos cada vez que se movían a mi alrededor. Eulogia seguía con el camisón que perteneció a mi mujer, me trajo una taza de café mientras yo jugaba a las cosquillas con las dos chicas. Se quedaron quietas mientras tomaba unos sorbos de café y luego seguimos jugando mientras Eulogia se sentaba al borde de la cama viéndonos. Por el juego la sabana que me cubría se bajo y como estaba desnudo mi verga quedó a la vista, yo estaba medio recostado mordiendo la barriguita de Maria mientras Lucrecia me tenía del cuello, montada sobre mi pecho con su húmedo coñito casi en mi tetilla izquierda. Yo no me había dado cuenta que quedé destapado hasta que sentí que Eulogia había tomado mi pija semi erecta con su mano y me estaba pajeando suavemente.

Me quedé quieto al sentirla y Lucrecia y Maria se dieron vuelta a mirarla y las dos sonrieron y le dijeron a su madre que mi pija también era de ellas y Lucrecia se dió la vuelta mientras le decía a su madre que ya sabía chuparmela, con una mano Eulogia me seguía pajeando mientras Lucrecia me colocó sus manitas en mi muslo y mi barriga y agachandose se metió a la boquita la cabeza de mi pija. Al sentir como Lucrecia me chupaba la pija, me excité aún mas y le saqué la camisetita a Maria y les dije a las otras dos que se desnuden igual que nosotros. Las dos me hicieron caso y se desnudaron. Eulogia se subió a la cama y se acostó encima de mi cuerpo y me besó en la boca, mientras las dos niñas me chupaban y me pajeaban la pija con sus boquitas y sus manitas. Con mis manos masajeaba las nalgas de la madre y le metía un dedo en su culo. Cuando mi pene se puso totalmente erecto, me desprendí de las dos niñas y colocando a Eulogia de espaldas en medio de la cama, me coloqué entre sus piernas y se la metí de un solo golpe en su vagina haciéndola gritar de placer, las chicas se abalanzaron sobre nosotros y mientras Lucrecia me besaba en la boca y recibía mis caricias en todo su cuerpito, Maria se apoderó de las tetas de su madre y comenzó a chuparselas.

Después de coger con Eulogia hasta hacerla tener un orgasmo, y de preparar a Lucrecia con mis dedos en su culo, mientras Eulogia quedaba despatarrada al medio de la cama, coloqué a Lucrecia en cuatro patas y colocandome detras de ella le chupé un rato su culito y luego la penetré, mientras ella pegaba pequeños grititos de dolor y de gozo. Maria de hincó a un costado y miraba como la enculaba a la hermana mayor, mientras con una mano yo le acariciaba su coñito pequeño. Maria estaba con los ojos dilatados de deseo y de excitación mientras yo había logrado meterle la punta de un dedo en su pequeña vaginita. Eulogia se puso de barriga y se colocó en cuatro patas a nuestro lado y me ofreció su culo negro, mojé un dedo con mi saliva y se lo enterré en su mojado culo y lo comencé a mover hasta que comenzó a gemir de gozo, cuando sentí que Lucrecia tuvo su orgasmo, se lo saqué despacito y me coloqué atras de su madre y le enterré de un solo golpe todo mi erecta y adolorida pija en su dilatado y blando culo. Eulogia chilló de placer al sentirla toda en su culo y se movió ayudandome en el mete y saca hasta que me hizo terminar dentro de su culo. Caí en medio de la cama mientras las tres me abrazaban y me besaban por todos lados.

El cuarto olía a sexo y sudor de los cuatro cuerpos que eran uno solo en esa cama. Hicimos el amor toda la mañana y la tarde hasta que mi pene quedó sangrando de tanto hacerle el amor a Eulogia y a Lucrecia. Maria también recibió lo suyo ya que aparte de chupar su coñito inverbe, logré meter la punta de mi pija en su pequeño culito, con la ayuda de Lucrecia y de su madre. Nos bañamos juntos cuando ya anochecía y después salimos a comer y a pasear por el centro. Regresamos antes de las diez de la noche y sin decir nada nos desnudamos y nos metimos los cuatro en mi cama y no estuvimos acariciando y jugando un rato hasta que se me paró de nuevo la pija y esta vez después de coger con Eulogia, traté de desvirgar a Lucrecia con la ayuda de Eulogia y Maria, pero solo le pude meter la punta de mi pene y se lo tuve que sacar ya que le dolía mucho y termine por cojerla por el culito que ya me aceptaba mi pija dura solo mojada con un poco de saliva.

Entre Lucrecia y yo hicimos tener varios orgasmos a Maria con nuestras bocas y lenguas en su coñito. Fue una noche a puro sexo con las tres, hasta que quedé totalmente agotado y no supe a que hora me dormí. Desperté en la mañana cuando Lucrecia me chupaba mi adolorida pija, mientras Maria seguía durmiendo abrazada a mi cadera. Eulogia ya no estaba en el cuarto, así que Lucrecia siguió chupandome hasta que estuve bien despierto y mi pija estuvo bien parada. La acosté en medio de la cama y me subí sus piecitos a los hombros y se la metí por el culito al que previamente había dilatado con mis dedos. Lucrecia con sus siete añitos ya era toda una culeadora, y comenzó a gozar cuando su culito se acostumbró al grosor de mi pija, y se comenzó a mover al ritmo del mete y saca que empecé con mi cadera.

Cuando estaba por terminar apareció Eulogia, venía de la cocina y estaba totalmente desnuda, en sus manos traía una charola con el desayuno para todos. La dejó en la mesa de noche y se subió a la cama a ver como me enculaba a su hija. Como estaba de rodilla a un costado logré meterle dos dedos en su coño peludo mientras se colgaba de mi cuello y me besaba en la boca, la empecé a pajear hasta que la sentí gemir. Saqué mi pija del coñito de su hija y Eulogia se acomodó en cuatro patas, así que me coloqué atras de ella y de un solo envión le enterré la mitad de mi pija en su gran culo negro. Pegó un grito al sentirla dentro de su culo y después de acomodarse bien, ella misma se la comenzó a enterrar hasta el fondo mientras aullaba, pujaba y gemía con mis envestidas. Maria se despertó a los ruidos que hacíamos con su madre y se quedó sentada mirandonos culear. Me cogí a Eulogia por el culo por un bien rato y cuando estaba por acabar se la saqué de su culo y se la di a la pequeña Maria para que me la chupe. Me la chupó con ganas hasta que terminé en su boquita y se tragó mi semen mezclados con la mierda que había salido del culo de su madre. Después de bañarnos y jugar en mi bañera un buen rato, nos cambiamos y salimos a almorzar. Por la tarde acomodamos todo y lo cargamos en la camioneta. Hicimos unas compras de último momento en el centro y tomamos unos helados en una heladería que nos sirvió de cena. Volvimos al Departamento casi al anochecer, nos desnudamos y nos metimos a la cama a seguir con otra tanda de sexo hasta casi la media noche.

Dormimos todos en mi cama y a las cuatro de la mañana Eulogia nos levantó a todos. Mientras ella nos preparaba el desayuno, nos bañamos y nos alistamos. Después de acomodar el Departamento cerramos todo y a las cinco y media de la mañana partimos rumbo a la Finca. Todo había cambiado desde el viaje de venida, ahora las tres se consideraban mis mujeres y yo estaba feliz con las tres. A medio día paramos en un Restaurante caminero y almorzamos. Media hora después paramos bajo unos arboles a la vera del camino y descansar un poco. Eulogia tendió una manta bajo unos arboles un poco ocultos de la vista del camino y mientras ella se sentaba sobre mi cara para que yo le chupe su peludo coño, Lucrecia y Maria se apoderaron de mi pija y me hicieron una mamada que en menos de cinco minutos dejó a mi pija mas dura que una roca. Me cogí a Eulogia por la vagina hasta que la sentí tener dos orgasmos, luego se la saqué y me cogí a Lucrecia por su dócil y delicado culito ante la mirada atenta de su madre y su hermana. Terminé en el culito de Lucrecia y luego Maria me limpió mi pija con su boquita. Nos vestimos y aproveché de cabecear un sueño de media hora, luego continuamos viaje.

Llegamos a la Finca a las once de la noche y a bocinazos despertamos a Anselmo que salió a recibirnos con una sonrisa, que después de los últimos sucesos vividos me pareció de una inocencia increíble. Descargamos todo en el Deposito y luego nos fuimos a mi cabaña, mientras Eulogia preparaba algo de comer, las chicas le contaron a su padre lo que habían conocido de la gran ciudad y de las cosas que se habían comprado. Cenamos por primera vez todos en mi mesa y me alegró que así lo hicieran.

Después de la cena Lucrecia le dijo a su padre que ella quería quedarse a dormir conmigo y su padre bajando la cabeza me dijo si yo estaba de acuerdo y si no me molestaría. Le dije que no. Se despidieron con besos en mi boca Maria y Eulogia, Anselmo no se cansaba de hacerme reverencias hasta que salieron de la cabaña. Una vez solos con Lucrecia nos desnudamos y entramos a mi baño, después de una reparadora ducha la llevé desnuda como estaba hasta mi cama y nos acostamos. Como no sabía como reaccionaría Anselmo a lo que su mujer le contaría esa noche, estaba un poco nervioso, así que después de dejar que Lucrecia me chupe la pija y de encularla hasta que eyaculé en su culito, la dejé que se duerma abrazada a mi cintura, mientras yo estuve despierto hasta bien entrada la madrugada. Maria nos despertó con su alegría desbordante y su inocencia a flor de piel, sus pequeños siete años hacían que parezca una niña de cuatro.

Se subió arriba de mi cuerpo y después de destaparnos se apoderó de mi pija y me la comenzó a chupar, hasta que Lucrecia que también se había despertado, ayudó a su hermana a chupármela y a pajearme hasta que al rato entró Eulogia que al vernos se puso a reír y me dijo que a partir de ahora las dos chicas no me dejarían en paz si no las ponía en su sitio. Las dejé hacer mientras Eulogia se encargaba de comenzar a limpiar la casa, recogiendo la ropa tirada mía y de su hija mientras las dos niñas se encargaban con sus manitos y sus boquitas de chupar mi pene hasta que me hicieron terminar y se tomaron hasta la última gota del semen que salió por mi pija.

Después de bañarme y desayunar salí de la cabaña y ya Anselmo y su hijo me estaban esperando sentados en la galería delantera. Se levantaron al verme llegar y me saludaron con una reverencia que es el estilo de saludo que todavía se utiliza en esta parte del país. Mientras nos dirigíamos hacia el deposito Anselmo me dio un pormenorizado informe de todo lo acontecido en mi ausencia, yo veía que me hablaba como si no hubiera cambiado nada después de haber conversado esa noche con su mujer.

Después de acomodar todo las cosas que había traído de la ciudad y de trasladar las cosas mías a mi cabaña, volvimos acompañados por Eulogia y las chicas a recoger las cosa que les había comprado para ellas. Mas tarde recorrimos la finca con Anselmo los dos solos ya que su hijo se quedó con su madre recibiendo sus regalos. Nos sentamos sobre unas piedras al lado del arroyo y aproveché para preguntarle si su mujer le había contado todo lo que pasó en la ciudad. Anselmo bajó la vista y me dijo que si, avergonzado, me dijo que estaba de acuerdo con todo ya que le hacía feliz que yo me hubiera fijado en su mujer y en sus hijas y que su deseo era el de quedarse para siempre a vivir en la Finca y que desde ahora yo era el dueño de su familia y que el no diría nada de lo que yo dispusiera sobre ellos. Le pregunté intrigado por que lo hacía y su respuesta me dejó sorprendido. Me dijo que de esta forma aseguraba el futuro de sus hijas y de su mujer para cuando el se muera ó esté muy viejo para seguir trabajando.

En estos lugares la tierra no es muy rica, y son contados los lugares aptos para la Agricultura y los campesinos son muy pobre y esta familia sabia lo que es pasar hambre y Anselmo de esta forma aseguraba el sostén de toda su familia en el futuro. También me dijo que si su mujer quedaba embarazada de mí, él sería muy feliz ya que eso ayudaría a su raza y que mi hijo sería el heredero de todo, ya que en estos lugares las mujeres no tienen derecho a herencia, y de esa forma estaría asegurado el futuro de todos. Le pregunté por Gregorio y me dijo que también me pertenecía para todo lo que yo dispusiera.

Hablamos un rato mas y luego regresamos a mi cabaña y esta vez nos sentamos todos a la mesa para almorzar. Lucrecia y Maria se creían muy importantes enseñando a su hermanito y a su padre a usar los cubiertos y luego del almuerzo, Anselmo y su hijo se levantaron de la mesa ya que según él tenían mucho que hacer. Maria quería acompañarme a dormir la siesta, así que Eulogia y Lucrecia recogieron la mesa mientras con Maria nos metíamos en mi dormitorio. Desnudé a la niña y me desnudé yo, antes de acostarnos. Le chupé su pequeño y lampiño coñito metiendo mi lengua en su diminuta vaginita hasta que la sentí suspirar y gemir en un primer orgasmo que hizo estremecer su diminuto cuerpito. Después le chupé su culito y jugué con mi lengua hasta lograr ablandar su sonrosado esfínter y poder meter la punta de mi lengua dentro del pequeño hueco de su culito hasta que la sentí estremecerse en otro orgasmo.

No dejaba de masturbarme mientras hacía todo esto y cuando sentí que ya me estaba por salir el semen de mi pija, la puse en cuatro patas y me coloqué atras de ella y alzándola por la barriguita coloqué la punta de mi pene en su culito y de un envión de mi cadera le metí la cabeza de mi pija en su estrecho culito, su esfínter se abrió y se cerró aprisionando la cabeza de mi pija mientras Maria soltaba un quejido y lanzaba un pequeño gritito al sentir su culito invadido por mi erecta y a punto de estallar pija. Solté chorros de semen dentro del estrecho canal de la niña, pero sin atreverme a meter mas dentro del culito de Maria. Caímos sobre la cama, yo encima del cuerpito de Maria que quedó bajo mi cuerpo. Era tan pequeña que su cabecita apenas llegaba a la altura de mi pecho. Le saqué mi pene de su culito y la recosté arriba mío colocándome de espaldas y entonces vi las lagrimas que salían de sus ojitos, le pregunté si estaba bien y me dijo que si entre sollozos. Antes de dormirnos le revisé su culito y vi que por suerte no estaba lastimado así que le puse un poco de Vaselina y la abrasé hasta que los dos nos dormimos.

Cerca de las cuatro de la tarde Maria me despertó con múltiples besos en toda mi cara y después de bañarnos salimos del cuarto. Eulogia y Lucrecia que ese momento estaban limpiando la terraza vinieron a nuestro encuentro y me abrazaron las dos mientras Maria les decía que por fin yo me la había cogido por su culito. Eulogia me sirvió el té mientras Maria les contaba que yo le había metido todo mi pija grandota en su culito y que ella no había llorado nada. Eulogia me miraba y se sonreía ante las palabras de su hija menor. Mas tarde salí en busca de Anselmo y lo encontré arreglando unos alambrados acompañado como siempre por su hijo. Conversamos un rato y luego regresé a la casa para terminar de desempacar mis cosas con la ayuda de Lucrecia y Maria. Estabamos terminando de hacerlo cuando llegó Eulogia con dos envoltorios y me dijo que eran las ropas de Lucrecia y Maria que desde ahora dormirían conmigo ya que así lo habían decidido las dos. Les hice un lugar en mi ropero y les dije que en nuestro siguiente viaje a la ciudad les compraría un ropero para cada una.

Desde esa noche dormí con las dos niñas, y por las mañanas me cogía su madre. Poco a poco fui agrandando sus culitos y sus vaginitas, en menos de un mes logré meter toda mi pija en el culito de Maria y en la vaginita de Lucrecia. Maria caminó despatarrada por varios días y como le sangró un poco el culito hubo que ponerle la crema cicatrizante. Lucrecia también andó un poco incomoda cuando desvirgué su vaginita pero pronto aguantaba como si nada que le meta toda mi pija en su vaginita. Poco a poco las chicas comenzaron a andar desnuda por la casa y los alrededores y algunas veces Eulogia las imitaba, casi siempre después que me la cogía en la cocina ó en el salón. Incluso algunos días que trabajabamos en el jardín Lucrecia me ayudaba desnuda. Sus pechitos seguían siendo chicos, pero sus pequeños pesoncitos estaban mas salidos por mis chupadas y mas oscuros, por lo que se notaban mucho mas, su coñito estaba mas hinchado, arriba al comienzo de la rajita ya se notaba a simple vista el botón de su pequeño clítoris y la loma de su pubis estaba mas levantada e hinchada. Me las cogía a las tres a cada rato y en cualquier lugar. Pronto Maria aguantó toda mi pija en su culito y le gustaba que la encule cada rato.

Ese año pasó sin que volviéramos a la ciudad ya que con mis tres mujeres tenía mas que suficiente y con el desvirgamiento de Lucrecia y Maria tuve ocupado todo mi tiempo. Hasta hoy vivo con mi nueva familia y me siento orgulloso de mis tres mujeres.

FIN

 

Autor/a: Francesca Duval

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Las fiestas del grupo...

Viva el fútbol

Mi maestra de ecología

Mi vecino travieso

Mi prima Jessica

Relato real: mi hermana y yo

El vecino del chalet

Una fantasía

El secreto de mi madre

Vacaciones eroticas!

Por fin conseguí a mi suegra

Ojos que no ven...

Como me cogí a la secre

Siete en familia

A los 17 (1)

Dos maduros para mi (17)

Noticiero

Mi amado Jorge

En mi Inocencia

Dos maduros para mi (16)

Disfrutando por primera vez

Sorpresa

Jorge, mi gran amor secreto

El inicio de la corrupción

Adolescentes en Mazatlan

Calenturas De Claudia

La desvirgada de mi novia

Amarrado a tus sueños

La pareja perfecta

Era semana santa

La escapadita

Mi abuelo

Noche de feria con trio

De regreso a casa

No debimos...

En semana santa

14 años y soy la esclava de papa

Primera vez...

Tragedia Regia (5)

Encuentro fantaseado

Vale todo (hasta entregar mi novia)

El dia Señalado

Mi prima maribel

Mi marido me hizo probar a otro hombre

Me gusta exhibirme

Mi primera vez con mi tío

El Atardecer

2 minutes to midnight

Carta anónima

Primera experiencia zoo y sexual

Vigilando a mi vecina

Secreto de confesión

Intercambio con futuro

en el puerto

Divina Confesión

El despertar en el autobus

Mi amada diosa

Un superdotado en la secundaria

Mi primera vez

Como me ama mi papá

Mi adorable desconocido

Un espectaculo para mi suegra...

Mi Odisea incestuosa (11: Todo sobre mi Madre)

El rey madura

Violación troskista

Mi Mujer y su vida secreta

Con mi vecina jamona

Convencela Tú

Con la vecina

Alan, mi primito... mi putito (2)

Por mirar un culo... (2)

Infidelidad natural y deseada por los dos

Por mirar un culo... (1)

Hablando sola

Alan, mi primito... mi putito

Mi primera cogida

A mi mujer y a mí, nos hicieron el amor

Cleo y su mascota (perro)

La V. de C.

Un trio, muy especial

Costumbres tribales

Tragedia Regia (4)

Mi secretaria

Mi prometida es una golfa

Más que una venganza

La conocí en el colectivo

Me masturbo con tus fotos

Enloquecedora lujuria

En una reunión de amigos me desvirgaron mi culito

Temor Excitante (4 - ¿Final?)

Orgía en la oficina

De maniobras

Violé a mi novia

Tragedia Regia (3)

Ropa Interior Femenina (Delicioso Manjar)

En la selva del amazonas

Hombre con deseos de mujer

Vacaciones con mi cuñada

Morbo anal...

Transexual y padre

Tragedia Regia (2)

Me gustaria que fuera realidad (1)

Cuando pense que Piru era mi profe

Castigada

Otro sueño con Piru

Me albergo y tuve sexo con ella

Con mi hermanita hoy

Me gustaria que fuera realidad (2)

Me gusta ser cornudo

Esa intensa etapa de la vida

Cuando pense que piru era mi jefa

A mi mujer la gozó un colombiano guapísimo

El campamento

Orgía en el DF

Despues de una noche de copas

Como disfruté con mi joven novia

Una tarde aburrida

Una noche inolvidable

Hijos del Diablo - Extra

Mi sueño con Piru

Incesto fantasia erotica

Mi esposa vive a cambio de un prestamo...

Tragedia Regia

Vacaciones merecidas (1)

Violada por mis trillizos

Follada en la casa de campo

Desvirgada en la playa

Dejé desnuda a mi mujer con un amigo negro

Mi sueño con Liliana

En medio de los dos

Viaje a Mallorca (1)

La Dulcerita (2)

Follada en el campamento

Lo hice con mi madre al FIN

Esto lo leen las mujeres

El día que firmé ser un cornudo sumiso

Star Wars X

Tres chinos en la ciudad

Temor Excitante (3)

Mi novia de 17 me dió su culo

Karla, mi linda hermanita

Un día en el mero

La Dulcerita

El secreto de las arenas

Menuda familia...

Minerva, mi linda prima

Caro

Mi mujer quiere tener relaciones con más hombres

Eduardo

Me pone cachonda excitar a mi hermanito menor

El mejor culo

Londres, durante la 2ª Guerra Mundial

Mi joven hijo, mi semental

El whisky

Cuñados

No se como sucedió (1)

Hijos del Diablo... (5)

Eliezer

me tire a mi hermana

Eduardo mi primo mas sexi

Mi esposa fue feliz esa noche con otro hombre

Mi fantasía mi mujer la había hecho realidad

¿Seré una Perra? (4)

Temor Excitante (2)

A su lado soy una bebe...

Mi primera vez con mi primo

Aprendiendo a follar

Me sorprendieron

Sexo en clase de mate

Mi extraña familia

Y que primera vez!

Mi primita de 13

Follando a la zorra de Isabel

La despedida

Hacer realidad una fantasía...

Alma

¡Qué hembra! Mi segunda vez con el marica

Temor Excitante (1)

Necesidad Ardiente

Fantasias con mi Cuñada

¿Seré una Perra? (3)

La Primera Vez de mi Novia

Violada a los 12

La feria (1)

Relato de la casa de huéspedes: mi paisano

Mi mujer conmigo no, pero si con su primo

Me encanta bailar desnuda

Guerra en los Balcanes

Los videos porno de mi esposa

La mejor de las navidades

Incesto (1)

El instructor del club

En manos de la ley

Como me cogí a mi prima

Mi abuelo pervertido

Sexo no deseado por 48 horas

Un Reino Herido

La apuesta

Mi cuñada y yo

Cuando tenia 15 años...

Siempre he sido infiel

Hijos del Diablo (4)

Arcelia y yo

Todo puede suceder

Andreita

Rosi

Mi hermana mi amiga y yo

Gozando con mi prima

Mi compañera de servicio social

Susy (2)

karen

Pepe violador

Empecé con mi amigo

Mi hijo me toca

Sexo caliente

Pequeños consejos sobre la escritura de relatos

Mi fogosa tía Adela

Unos señores hospitalarios

Las grandes series americanas (4: Bel-Air)

Pequeña inocencia (1)

Diablos que primita!

La penultima vez con Marta

Ultrajada en forsta

Mi novia y mi sobrino

Con mi primo miguel

Lety

Mi prima la conta

Juego de niños (2)

Aida

Ada

Hijos del Diablo... (3)

Ada y Edgar

Se me hizó con mi colegiala

Discusión de tráfico

Monotonía olvidada

En Casa

Marta me la chupó en mi cuarto

Las grandes series americanas (3: Bel-Air)

Todo por un café....

Nunca imaginé que pudiera estar tan salida

¿Seré una Perra? (2)

desvirgada por un perro

Lo que quiero

La sustitución

Mi prima de 21 de Bolivia

Maria, la niña pefecta

Sorpresa en el autobus

Me cogi a mi amiga Marta

Fantasía en Viaje

Mi Amigo el Médico

Mi primera vez

Juego de niños

Las grandes series americanas (2: +Cosas de casa)

En familia

Mi defensor

La Esposa de mi Primo (3)

Dos Hermanos, una sola cama

¿Seré una Perra?

Suegrita urgida

Mi fantastica novia

Mujer caliente

Hijos del Diablo... (2)

Mi mejor amiga

El encuentro

Mi prima Paty

Que calor

Mi vecina...

Las grandes series americanas (1: Cosas de casa)

Mi profesora favorita

Sexo Pleno con Toñita

Entre amigos

La mujer de mis sueños

Y paso?

Mi tia Sara

El primer marica que follé hasta cansarme

En la oscuridad...

La ardiente susana

Salio conmigo y se llevo una sorpresa

Una dulce venganza!

Mi primera vez fue con el hermano de mi amiga

Paola, la cheerleader colosal

Servicio Militar

Mi chica asombra a su acosador con su relato

La sobrina de mi esposa

La esposa de mi primo

El castigo de Paul Urrubia

La Gran Verguenza de Paul Urrubia

En casa de la abuela

Hijos del Diablo...

La primera es la mejor

Mi primera vez gay

Mi cuñada

Me comió la sangre

Mi inicio con Patty

De dos en dos

Me pasó en acapulco

Mi amigo y yo

Mi vecina Totey

Matemática

Amigas para siempre

Letra retorcida

Mi linda hermana

Eva María y Federico

Sexo pleno con Toñita

Como la novia de mi amigo me pedia ayuda.

Vírgenes

Autopista de placer

Una forma diferente de amarse...

Mi yegua salvaje

La cala

Quería hacerme lesbiana con mamá

Un primo muy especial

Mi madre y mi tio

Violadas en la tienda

Fantasia cumplida

Todo inició con una broma

La mesa de billar

La estilista

Fuegos en el Bosque

Una cena en el campo (2)

Mi cuñada se dejo cojer

Tiré de un fin de semana

La tia de mi novia

Semen para Sara

Mi tío Juan

Mi esposa dando clases particulares

Otra navidad con la misma prima (final)

La lección de Piano

Lo que me pasó a mí

Entre musica, luces y alcohol... el sexo es mejor

Prima en vacaciones

Mi prima

Una deliciosa cogida

En el Sex Shop con mi hermana

Noche de confesiones

Los clientes de mi marido

Otra navidad con la misma prima

Me violaron

Follada por los tres agujeros

Mi primera vez con Laura

Hacer el amor con otro

Follada en los vestuarios

Fantasía cumplida

Sentar a alguien en tu mesa por Navidad

Mi prima cogida por mi padre y luego por mi

Richard, solo un compañero?

Mi navidad con mi prima

Mi Prima Carol y Yo

Mi primo y el mar

Mi rutina personalizada en el gimnasio

Mi Tia...¡Simplemente un Encanto!

Esto es lo que te daría

Una cena en el campo

Un Macho Colombiano

Cosas inesperadas

Dalia (2)

Cogiendo con mi tía Ceci

Fantasía

Abusando de una mama preocupada por su hijo

Como se entrego mi ex

Descubriendo nuevas sensaciones

La venganza contra Jessica

Paja en la ducha con tres tias

Isla y pasión

Dalia

Cogiendo con my friend VANESSA

Esa fantasía

Masturbé a un amigo de mi novio mientras dormía

Mi Cuñada Adolescente (2)

Mi novia y los policias

Como filmamos nuestra película porno

Las zorras de mi tia y mi hermana

5 Meses

Dos Errores

Fin de Semana

Obligada a ser infiel

Mi vecina pilarica

Como no resistirme

Cómo saber tratar a mis amigos

Mis primeros cuernos

Mamá

Viviendo con mi suegra (1)

Sentados en un sofá

Follando en la azotea

Mi deliciosa primita

Avance laboral

Mi novia quiere mas pollas

Dos maduros para mi (15)

Me comí a una profe en su oficina

Vanesa el Angelito del SEXO

Al fin me folle a mi hermana

Dos maduros para mi (14)

En el vagón abandonado

Del Cyber-Chat, al Encuentro Real

Mi Cuñada Adolescente

Tarde de ocio

Mi aventura con la Marisa

Mi mejor verano

Como dio inicio la relación

Valeria, mi dulce flor

Nuestra primera experiencia en una playa nudista

Follada en familia

Toda la noche

Confesion de un esposo

Primera vez y muy contento

La alemana

La fauna del MSN

Yo... un regalo de cumpleaños

Mi tía Marta

Argentina mi amor

Nos gustan las chicas con lentes

Dos maduros para mi (13)

Penetrada por 2 alumnos

Los cuatro a la alberca

Sade... Todo un genio

El negro de los estereos

En el colegio

Secuestrado por Karen y Sara

La Esposa de mi Primo (2)

Mi primo... y su bienvenida

Las grabaciones

Feminizado (version definitiva)

La ardiente esposa de mi jefe

Del Chico mas cuero al mas...

mis primos y mi hermano me violaron

Querida amiga

Danone, mi yogurcín del MSN

Experiencia inusual!

El besito robado

El fin de mi relacion con celia

Una hermosa locura!

Maitane; mujer plena

Podría ser mi padre

Mis compañeros de clase (Desenlace)

Loreto

Descubriendo mi sexualidad

Mama luchis

Ducha deliciosa

Para romper mi soledad

La Esposa de mi Primo

Violación a un niño pastor (2)

Guarradas con mi novia

El reencuentro

El Hermafrodita

Entre la espada y la pared (5)

Entre la espada y la pared (4)

Aún la extraño

Experiencia imprevista

La Gran Mamada

Salome (2)

Ducha sorpresiva

Mis compañeros de clase (2)

El chantaje de Andrea

Entre la espada y la pared (3)

Salome (1)

Entre la espada y la pared (2)

Violación a un niño pastor

Mi sabrosa tia

Me violaron con 11 años

Los calzoncillos de mi compañero de piso

Dos maduros para mi (12)

Deseo cumplido

El tío de mi amigo

Entre la espada y la pared (01)

Un momento de diversión

Una tarde de ensayo en el teatro

La primera vez de mi novia

Feminizado (4)

Un sueño cumplido... puede ser peligroso

Cuarenta y veinte

Los militares

Mis compañeros de clase

Dando una lección

En el hospital

12 horas de hace 24 años

Mis inicios como chapero

Mi tía y yo

Feminizado (3)

El profe de gimnasia (2)

Vacaciones de verano

Madrastra

Con mi profe de compu

Entre juegos y bromas

Feminizado (2)

Los electricistas

Mi novia entretiene a mis amigos

Esa llamada de emergencia en la oficina

Aventuras del pasado

Dos maduros para mi (11)

Me case con mi esposo para ser amante de su prima

sexo en la finca

Feminizado

Conociendo a la familia

Dos maduros para mi (10)

Orgias con adolescentes

Una violación real

Dos maduros para mi (9)

Encontré

Juego de niños

¡Mi mejor hallowen!

Una Tarde para Recordar

De nuevo en la carretera

Mis amiguitas

Mi hermano Marcos

La tragedia de mi vida

Caro, la puta novia de mi mejor amigo.

Dos maduros para mi (8)

La engañe solo para romperle el culo

Dos maduros para mi (7)

Los relatos de mi perra

El profe de gimnasia

Dos maduros para mi (6)

El carate

Venganza cruel

El castigo de mi señor.

Yo en la cama de mi hermanita

Primer orgia de mi novia

En la oficina

Fiesta para la puta de mi novia

Esa noche pedí mi virginidad.(De 4 Vientos)

Los jovenes del autobus

Una prueba de amor

Imitando las putas

Un miércoles por la tarde

Mi Odisea incestuosa (10: La Gran Orgia familiar)

Dos maduros para mi (5)

Me cogi a mi novia en las escaleras de su depa...

Mi cuñada Monis

Viaje inolvidable con un par de maduritos

Dos maduros para mi (4)

Entre la multitud...

Dos maduros para mi (3)

Madre e Hija

Mi Madre

Mi amigo, Mi gordito, Mi novio

Un suceso muy extraño

Una propuesta dificil de decir que no

Historia familiar

Aniversario para 3

En el puerto

Mamando vergas en el cervantino

Dos maduros para mi (2)

Dos maduros para mi (1)

Bendita inexperiencia

Medianoche

Como me convertí en una puta

Mi Odisea incestuosa (09: Mi hijo Edu)

Hermanito calenton

Tomás y yo, dos chicos en pubertad

Follada en familia

Desestesante

Sola

Iniciandose en ...

En el taller

Mi tía Carmen

Cena para cuatro

Mi Tía

Cosas de la ingenuidad (2)

Mi madre... solo pasó.... no me arrepiento

Primera experiencia a tres

Vegaciones a mi cuñada

Los pies de Daniela

Chupando culos

El Parchís

Denisse, mi cuñada preferida

El encule a la profesora

Cosas de la ingenuidad

Sorpresa de fin de vacaciones (2)

Sorpresa de fin de vacaciones

Una historia de compartir algo

Mi Odisea incestuosa (8: Mi hija Beatriz)

El Retrete

Amores delictivos

Así imagino nuestra primera vez

Cornudo sin remedio

En el servicio militar

La consulta

Cómo me gustaría verte

Recuerdos

Qué morbo!

Logré compartir a mi mujer

Vero y yo

Mi amiga / mi fantasía

Vacaciones de verano con mi madre

Como perdi mi virginidad

Elisa, voyeur y exhibicionista

Primavera ... Mi perro y yo

Sorpresa negra

Mi hermana y mi sobrina (2)

Estamos en el cine

Mamá me hizo su mujer

Fumando con mama

Mi Odisea incestuosa (7: Mi hija Isabel)

Imaginación

Mi hermana y mi sobrina

Turismo

Mi fantasía

Nada es lo que parece

El mecánico y su colega

La Gitana

Historia de Ana (V)

Sorpresa

Marcelita (2)

La jugadora

Historia de Ana (III)

Historia de Ana (IV)

Follada por mi hermano

Historia de Ana (II)

Ella recien comenzaba a madurar

Mi viaje con la clase

Violaciones en la guerra

En el camión

Compañeras de Universidad (3)

1era vez fallida....

Carlos nos visita

Al instituto! (5)

Historia de Ana (I)

Mis comienzos

En la playa

Rencor

Viaje a Zurich

Pasión desde pequeños

Vanesa

Compañeras de Universidad (2)

Día de Playa

Madre Santa

Mi Novia y 2 jovencitos

Nuera y gitana

El Inicio

Un Aventón

Compañeras de Universidad (1)

En el trabajo

En el Servicio militar

Lo que aprendí yo solita (1)

A Ramón

Mi primera vez con una chica

Mi novia es penetrada y yo disfruto

Mi primera vez: cogiendo con una amiga...

Mi Odisea incestuosa (6: Mi hija Yolanda)

Segunda infidelidad

Pero que puta es mi mujer

Olivia crece

Una noche con Claudio

Verano de sexo y paella

Decian que pareciamos padre e hijo

Gaby y Kartla (2)

Gaby y Kartla (1)

Dulce oscuridad

Virginidad versus Voluptuosidad

Mi historia con Daniel

Perdí la virginidad con mi propio padre

Mi amiga Mariana

El servicio social puede ser buenisimo

La Buena Suerte

La primera vez con un militar

Sucedió en el baño de chicos

Una madura me pagó por sexo

Mi primera experiencia

Mi suegra, mi amante

Cuentos (01: Caperucita Roja)

Mi madre me pilló con una revista porno...

Mis 15 Años con mi Prima...

Un Extraño arte japones

Mi experiencia con mi suegra

Laura, la pijita

Al instituto! (4)

Solo 14 años

Primera vez con mi amigo (p.2)

Noche de pasión

Los placeres de la soledad

Mis mejores orgasmos los he vivido con el

Mi primera ves con mi macho

Ricas, ricas vacaciones

Confesión a una amiga

Elsa, la amiga de mamá

El Chantaje

El repertidor ardiente

Al instituto! (3)

Mi amiga Maria Eva

Mirna

Al instituto! (2)

La violación de mi madre

El puto cornudo sumiso mirón

Excusión formidable

Cogiendome a mis alumnas

El profesor

3 no son multitud

Viaje a Alicante

La Madre e hija

Lo que vi hacer a mi mujer

Al instituto! (1)

Mi Odisea incestuosa (5: Mi hija Helena)

Mi historia

Cosquillas en vacaciones (2)

Las Dulces cosquillas de Ana

La noche te trae sorpresas

Cosquillas en vacaciones

Paty, mi gran amor es mi prima

Esther y su Bebesote

La puta de mi hermana

Mi exhuberante y caliente suegra.

Mi sobrina y yo

Con mi pequeño niño

Mi hermanita Hayde

En la estancia

La vendedora

Eran las tres de la mañana

Con mi padrastro y mi madre

El güero de la tienda

Mi primera vez (1)

Mis Primas Zorritas Inglesas 2: Viaje a Inglaterra

Un chico muy cabrón y caliente

Mi primera experiencia zoofilica

La pasión por los pies

Mi tía rica

El Precio De La Ley

La chica del Instituto (2)

Cambio de Mentalidades

Pajeo en la piscina

Volando

La chica del Instituto (1)

Mi querido compañero

Paseo con sorpresa

Mis Primas Zorritas Inglesas

Confesiones

Mi particular noche de bodas

La Mina

Diosa negra

Orgía hecha realidad

Mi papa me hace el amor mu rico

La despedida erótica

Ana, la dudosa

Compañera de trabajo

Una noche impensada

Un Psicopata Definio mi Sexo

Mi increible profesora lesbiana

La Madre de mi mejor amigo

Mi amigo mayor

Follada con mi hermana por orgullo

Alicia despierta de pronto

Los sueños se cumplen

Mi Prima de 14 Años (1)

Todo empezo cenando

Un excelente regalo de cumpleaños

Me desvirgó mi perro

La novia mas puta del mundo

7 contra 1

Violación en el campo

El casting

Lisette y yo rumbo a ACAPULCO

Mi amigo Marcos (o La paja del urogallo)

El despertar

Primera vez con mis hermanos

Mi primera experiencia adulta

La revancha de Ana

Mi vecina Patricia

Como me desvirgaron

Doble descubrimiento

Me follé a mi cuñada

Esclavo de mi padre

Mi vecina y yo

La verdad de un hombre

Mi éxito travesti a los 14 años (2)

El video de mi novia y mi sobrina virgen

Mis pintores favoritos

Alexandra

La casa de huéspedes - mulato

Aventura fetichista

Mi deseada Maria

Segunda experiencia con mi Siberiano

Mi éxito travesti a los 14 años

Maniobras bien aprovechadas

Convertí a mi sobrinito en una putita

Mi Odisea incestuosa (4: Mi Suegra)

Carlita y su papá

Sexo con mi madura casera

Enséñamelo todo (02)

Mi querida suegra

Una mañana hermosa con Tino

Piso en alquiler

El diario de Aida

Marcelita

No sos macho hasta que no la probás

Esperame cariño

Soy cura, y Purita me saca la leche a mamadas

Viendo desvirgar a mi hermana

Mi maestra de francés

Jessica se equivocó y entregó su virginidad a Rene

Mas allá de la Arena

Mis sobrinos mulatos

Mis inicios en el sexo

Los Juegos de la Adolescencia y mi Primo

Venganza?

Por despecho

Mi primera experiencia como mujer

La hermana de mi mejor amigo

Mi prima la peluquera

La chica del metro

Me excita ver como se cogen a mi hermana

La enfermera

Una sensación inusual

Pasión y amor ¿por qué no?

El padre de mi amiga, mi amiga y yo

Mi hermana, buen fin de fiesta

De como se masturba mi mujer

De esposa recatadita a putita

Mi Odisea incestuosa (3: Mi tía)

El ex de mi novia se la folló en mi presencia

Un día inesperado

Entrega inmediata

Reforma Ortografía Castellana

Espiando a mi hermano

Y de amigos, amantes

La madre de mi amigo Pedro

Me Di Cuenta

Iniciándose en el Jogging

Violé a mi hermana

Una amiga me contó lo que hizo con su hermana

Confesiones de una ramera

La mamá de leo

Primera ves

De visita en el rancho de mi primo

Qué niño!

Una experiencia real excitante y arriesgada

Mi sobrina religiosa

Nuestra primera noche real

Lorenita de doce años y su culito respingón

Mi cuñada y mi mujer

Mi padrastro

Me cogí a la mejor amiga de mi novia

Jonson el Psiquico (1)

Por fin lo hicimos

Aquella directora de la academia

Mi pequeña lolita

Con intuición

Su Culo en mi Cara

El Irresistible de mi Cuñado (1)

La primera vez de mi hermana

Dilatación

Prueba del AMO

Juguetón, chico juguetón

Una primita juguetona

Aventuras en la Ruta 116

Sexo, sudor y ....15 años

Sexo en la oficina (4 - Final)

Disfrutando con su dolor

Sexo en la oficina (3)

Mi prima de 16 y sus raras zonas erogenas

Sexo en la oficina (2)

Sindy

Anoche entregué mi culo

Sexo en la oficina (1)

Cibersex

¡Qué niño!

Mi maestra de química (muchachos)

Aventuras de un Pie-Fetichista

Yo virgen, mi prima y una grata sorpresa

Mi tía y mi prima... ¿quien lo diria?

Mi vecina

Curiosidad y algo más

Excelente capacitación

La mili

Don Javier

Breve historia de los anticonceptivos

El juego de la sirena

La fiestita de mi esposo

Extasis y luego un balde de agua fria

La novia de mi hermano

Infidelidades consentidas a mi novia

Vacaciones sin mi marido… pero con mi hijo

¿Me violaron?

Las mañanas con mi empleada

Empezó como un juego

Enamorada de mi cuñado!

Mi marido asi lo quiso

Fin de semana de a tres

El Momento de Gran Placer

Sexo y amor con mi hermana

La segunda vez

SSS, una novia para dos

Mi tía Claudia

Las amiguitas de mi esposa (IV - Final)

Mi Vecina (1)

Abusada por marido y extraños

La fantasía de mi esposo

Mi historia (1)

Sara, la novia insatisfecha de mi mejor amigo

Las amiguitas de mi esposa (III)

Fantasias

Historia de Amor entre Tío y sobrina

Mi sumisa Leylah

La historia de María

Las amiguitas de mi esposa (II)

Mi hija, mi mujer

La secretaria que me hace el amor

Mi primera vez a los 5 años

Mi primera vez

Mi hermana Vanesa

Las amiguitas de mi esposa (I)

Gracias a la biblioteca

Descubriendo el ciber-incesto

En una primavera

Mi primo y yo.....

Como lo hice por primera vez con mi profesor

Mi primera infidelidad

Me calenté con mi cuñado!

Lucifer y papá

Poco para el trio

16 y 45

Vaya entreno de baloncesto

La primera vez fué con la madre de mi amigo

Seduciendo a mi vecina de 12 años

Confesiones con mi hermana

El inicio

Las Profesoras

Con mi tía pilar en una boda

Mi Odisea incestuosa (2: Mi hermana)

Mi primera vez

Aquella noche de sumo placer

Carla, el volcán sexual

Desvirgada por papa

Enséñamelo todo

Laura

Contratado para mirar

Desvirgando a Doris (2)

Quise ser mayor

Mi pajarito

De la micro a la cama

Mi Odisea incestuosa (1: Mi madre)

Pagando con la misma moneda (I)

Una orgía para mi esposa

Mi hermana

Desvirgando a Doris (1)

Mi tio y yo (13 años)

Andrea y Gina... mis primas

Con la mama de mi amigo

Noche de copas, noche de bar

Nieves es asi de puta

Chantajeando a mi prima casada (2)

Qué puta soy

Cerveza VS Vagina

Chantajeando a mi prima casada (1)

Mi hermana y yo

A mi comadre en año nuevo

Maestra de Biología

Me cogí a mi cuñado

Sopresas

Mi primera vez

Dominación femenina por chat, 4 mujeres a por 1

Mi cuñado es hijo mio (I)

Infiel despues de casada

Trio con sopresa

Viviendo con mi hermanita

La graduación de mi hermana

Que puta boliviana!

Follada con mi ex

Sexo gracias a un relato y con embarazo incluido!

El padre de mi mejor amiga

Los Dioses tambien se masturban: Volvemos a follar

LDTSM: Te sabe el chocho a canela

Descubriendo el placer sexual

Playa nudista con mi hermana y hermano

LDTSM: Nos van a comer la polla

Mi sobrina Sonia

Los Dioses tambien se masturban: Liberación

Primera vez con mi amado novio

Una de vikingos

Mi cuñado y yo

Los Dioses tambien se masturban: Follame

La mama de Benito

Ana Carmen

Elvira (10 - Final)

Mi amiguito y yo...

Eva y su familia

Papi

Elvira (09)

Mujeres de marte y hombres de venus

Elvira (08)

Hermanita

Elvira (07)

Elvira (06)

Mi relato

Mi primera vez

Mi dulce hermanita

Elvira (05)

Hay hermanita linda

Con mi propio jefe

Elvira (03)

Elvira (04)

La visita de un primo y sus amigos

Comiendo la lana a mi hermana

Un extraño ta, ta, ta

Elvira (02)

A las ordenes de mí mujer

Elvira (01)

Desnudos al sol

En el asiento de atrás mientras mi marido conduce

Mi hermano y yo

Alicia sin su marido

El culote de mi prima

Mi esposa y el brasileño

Mi prima y yo

Inseminación Artificial

Papito (II) by Francesca Duval

La violacion de Eva

La madre, la hija y yo

Papito (I) by Francesca Duval

Llorando, lloviendo

La camarera que me vuelve loco

Cumpleaños de una esclava

Cena de empresa

Mi primo y yo

Orgullosa de mi hija

Grandes amigos

Mi profesor predilecto

Triunfo

Curso para Mujeres...

Fue mi prisionera

Me lo hice con mi prima y con mi tía

Mi niña de doce años

Mi amado primo

La fiesta (I)

Mi novia de 17 (II)

Iniciación de Puta

Iniciación con mi tóo

Primera vez con un hombre

Beatriz y Aitziber, unas encuestadoras...

Me di un gusto y ahora no puedo parar (II)

Mi querida hermanastra

Navidad con mi tía

Con mis primitas ¡Qué delicia! (IV)

Virgo en el Inquilinato

Juego de amigos (II)

Juego de amigos

El encuentro

Mi novia de 17 (I)

Me di un gusto y ahora no puedo parar

San valentín

Corazón destrozado

Liliana Mi cuñada

Con mi mujer y su hermana

La Agencia (1)

Mi venganza

Orgasmotil complex, las pastillas del placer

La madre naturaleza

Mi viciosa sobrinita

Mi cuñada cochonda

Disfruta del sexo!

Juego misterioso

La primera paja

Orgias juveniles (I: sorpresa inolvidable)

Buscando empleo

¿Cúal es tu personaje animado favorito?

Mi compañera de trabajo

Ver la cara de mi tía al vernos

Aprobar mmm (II)

Pues sí

Un exámen cualquiera

Ver tan cerca a mi prima de mi...

Dominado por Manuel

Pequeña

Mis Tres Hermanas y Yo en la Carretera

La novia de mi amigo

Situaciones Insólitas

Ana una mujer estupenda a pesar de su edad

Comparaciones eres más... que...

Una amiguita

Si amas a alguien...

Grandes frases de Groucho Marx

Tu árbol

Anécdota del Papa

La pubertad

Vacaciones Erotico-Festivas

La masturbación

Juguetes y afrodisíacos

Ciber sex real

El me compartió con las tres

En la boca de mi suegra

Salud e higiene

Fuí infiel en mi noche de bodas

Como un niño de 5 años

El comienzo de todo

Sexo por chat

En casa

Un día antes de mi boda

Los hombres somos simples

Mi vecinita y mi sobrinita, la ingenua

Métodos anticonceptivos

Compañeros de trabajo

Frases para enamorar

Simplemente Nelly

Mi profesora Mercedes llegó borracha

Ciber sex

Mi mujer con una desconocida

Mi mejor amigo a los 11 años

Me saqué el gusto con mi sobrina

Con mis primitas ¡Qué delicia! (III)

Test de amor

La primita de mi novia

Una tarde de cine

La travesti sumisa

Enamorado a los 13 años

Los alumnos

Me gusta mi trabajo

Dinora

Leyenda india

En la mili

Con mis primitas ¡Qué delicia! (II)

Confesiones de mi prima

Las fantasias sexuales

Y estallaron las estrellas...

Fiesta de disfraces

Fiebre sexual

Lo hacemos!

Violación a la niñera

Jugando con mi madre

Soy un genio

Cybersexo puro

Mi tía, lo que la hice. Menuda maravilla (I)

Con mis primitas ¡Qué delicia!

El teléfono movil

Cruel Hermano

Madre psicologa

Día luminoso

¡Qué buena persona!

Ringo un perro fuera de lo normal (IV - Final)

A una madura me la folle en el trabajo

Sorpresa a mi novia en el coche

Mamá lo sabe todo!

Un psicópata definió mi sexo (II)

Ringo un perro fuera de lo normal (III)

Mi linda hermana

Un psicópata definió mi sexo

Ringo un perro fuera de lo normal (II)

Mi mujer arregló los problemas económicos.

La chica del parque

Ringo un perro fuera de lo normal (I)

Chico sexy del cine

Mi padre me lo abrio

Iniciación en el Instituto

Hoy sólo puede entrar uno

Desfloré a mi prima

¿Usted sabe quién soy yo?

Ver a dos hermanos haciendolo

Estar ocupado

Mi verdadero sexo

Remedio contra las flatulencias

Hasta lloró esa vez

Fantasias

Las amigas de mi hermana

El último dia de clases

Lee el texto

Los Pinos

Mi primo y yo...

Programa de radio

Con mi padrastro

La esposa de mi cliente

Mentiras del porno

Amigos?

Mi prima Romina

Mi Sobrinita

Es Casada

A los 14 con Christie

Mi mujer me dió el aval (III - ext)

Sexo con la sirvienta

Una noche en la oficina

El amigo de mi padre

La cachonda de Ángela

Un amor de locura

La primera vez el culo de mi mujer

Mi adorado tio

Sex shop

Tren nocturno

Jugando con el vagabundo

Marcela mi cuñada

Raquel en la discoteca

Por una discusión

Silvia ya no es una niña (I)

Julia

Orgía inesperada en el club

El trasero de mi hermana

Una rana en mi habitación

Mi compañera

Cambio en el portal

La presectora

En tu casa...

En la playa

Con mi compañera del colegio

Cristina la policia

Me follé a la amiga de mi hija

Paja en directo

Carta a Santa Claus

El trenecito

Por tener valor (II)

Accidente de avión

Lo mejor para el estres

La operación

Suegra

La primera vez de Yiyi

Técnicas de masturbación

Nuevas Experiencias

Diario de un Rodríguez

Cosm*politan por hombres

Mi cita con Raúl

Beatriz (III)

Mi Violación

Beatriz (II)

Beatriz (I)

Por tener valor

Mi novia, su hermana y su amiga

La sedución de mi mujer

Culebron sexual

Me meti la mano

Un cura muy especial!

Mi hermana siempre lo supo pero lo callo

Mi primera vez

El director

Lección de Amor (I)

Mi primer amor

El mejor regalo

Nadie sabe mi pecado

Mi amante compañera

Me la quitaron

Recuerdos de guerra (I)

Mi vecina Isabel

La virginidad

Mi inicio y final

Mis primeras corridas sin leche

Siempre había deseado a mi prima

Fisgón y amor

El Tsuru Blanco

El suplicio de Yuei

El profe

La Tarde

La Doctora y yo

Rony

En el trabajo

Mi experiencia con una veterana

Mi amiga Estela

Mi cuñada y yo en la alberca

El autobús

Abriendo las piernas por primera vez

La primera y última

Mi prima-hermana y yo

Evanhelion

Un sábado por la tarde

Se llama Pilar

Inicio gay por accidente

Mi amo y yo

San Bernardo

La peña

Inicio con mi madre

Victima número 1

El director

Compañera de Colegio

Me follé a las dos ladronas

Al final el sexo anal era la solución

Fantasias premonitorias

Violado

Follando con mi profesora favorita!

Beatriz

Amistades calientes

Colegas (II)

Ampliando la familia

Solo era un chat erótico!

La declaración de Hacienda

Penetrada por travestis

Sobre hombres y mujeres perfectos

Mi compañera de trabajo

Colegas (I)

Cosas imposibles

El piloto de mis sueños

Sorprendido con mi suegra

Mi cuñada caliente

El vestuario

En la oficina

De las menores del colegio

Mojados

Toma de decisiones (hombres)

Sexboy

Mi vecina del 4º

Lucia

Sexo en el mar

Mi primer momento erotico con un hombre

La chupada de Nora

Cuando la realidad supera cualquier relato

Follas como nadie, chaval

Safari Salvaje

Evaluación de placer

Una absurda escena de celos

Mi cuñada la pelirroja

Mi polvo con el fontanero

Edu y yo

La noche que mi mujer lo dió

Explicación de un accidente

Un macho policía

Una tarde de placer

Mi novia y yo virgenes

Mi hermana y mi novia

Lillybeth, 12 años de experiencia (V)

Dolor y placer a los 17

Flor de luz

Mi Historia

Me la follé antes que su novio

Una noche inesperada

Lillybeth, 12 años de experiencia (IV)

Mi vecina madurita

Lillybeth, 12 años de experiencia (III)

Aprendiendo de un jovencito

Lillybeth, 12 años de experiencia (II)

Lillybeth, 12 años de experiencia (I)

Mi cuñada, Mi regalo

Una noche en una terraza

La tía de mi mujer

Descubrí que era lesbiana, una noche...

Y después del Foro que?

Vender un coche

Sexualidad Veraniega

Juan y Rolando

Harry Potter: Las Historias Inéditas

Resquicios de luna de miel

Duele Amar

Doble trabajo

Por fin probe una verga

Historia de mi vida

Fábulas

Con la mujer de mi empleado

Como haces el amor según tu signo

Hermanito ideal

Cuando me partieron el culo

La mama cachonda

Gracias relatos de amor filial!

Mi madrastra con mi papa o conmigo

Instrucciones de uso

Mi querido profesor

Accidente domestico (caso real)

Mi primer orgasmo

Mi querido Primo

La diosa de Alemania

18 son pocos

Le hizo el amor a mi mujer y a mi también

Mi primer anal

Una puñeta en honor a mi hermana

Suegra cachonda

Un viaje para toda la vida

Albañiles en celo con la ejecutiva

Follada a dos bandas

Cura no tan santo

Una cena especial

El footing

Lo que mas quiero (I)

Enculado

Experiencias reconfortantes

Gozando de mi madre

Me hice exhibicionista por culpa de mi niñera

Me follo a mi hijo

Equipo de ganadores

Por debajo de la mesa

Confusión

Mi amiga y amante

Día del padre

40 Maneras de Cabrear al de TelePizza

Orgasmo en el tren

No es lo mismo...

Fin de de estudios

Una Increible Aventura

Mi hija

Una paja entre hermanos (II)

Aprendiendo de los maestros (II)

El Pelotazo

Una paja entre hermanos

Tras el sueño

Aprendiendo de los maestros

Frases estúpidas

Puteando a mi esposa

Acuerdo carnal

Mis primas y yo

La orquesta de los obreros

Super tabu (05)

La caliente tia de mi novia

Smileys

Super tabu (04)

Mi pequeña gran amiga

Satisfacción algo dolorosa

Una noche en el yate

¿Las monjas son listas?

Mi primera con mi primo

Super tabu (03)

La esposa de mi hermano (II)

Super tabu (02)

Nombres Reales Curiosos

Super tabu (01)

Mi amada suegra

Me gusta mostrarme

Mi nenita

En el supermercado

Madura gorda y calentona

Seminario universitario

Fantasias

Clasificación de las mujeres en la cama

En el instituto, con Evelin

Frases más usadas para rechazar sexo

Empleada madura y caliente

Un bollito relleno de leche

Mi madre es una zorra (I)

La esposa de mi hermano

Grandes misterios de la humanidad

Marta y el Duende

El amigo de mi hermano

Recuerdos de mi Sandra Maria

Mi noche con Diana

Una noche caliente y mojada

Despacho de abogados

Aprende a ligar como Torrente

Don Polo

Una familia muy normal (V)

Una consulta muy particular

Hermanos mellizos, mamá y papá

Abeces

El joven doctor

En la Playa

Mi cuñada

Disfrutando a mi novia que esta buena

Un trío de miedo, muy esperado

Viendo a mi madre y culenado con mi padrastro

¿Cuanto cuesta una novia?

Las primas

A escondidas con mi jefe

Egipto (II)

Egipto (I)

Una familia muy normal (IV)

Mensa Urgente!

Diferentes Idiomas

Trio perfecto

Dos virgenes

Leyes de pareja

Carolina

Una familia muy normal (III)

Memorias

El regalo de cumpleaños

Preservativos con marca

Blind Date (II)

Que Primera Vez!

Una familia muy normal (II)

Todo comenzo como un juego y termino en amor

Mi novia y sus dos enanos

Una familia muy normal (I)

Como buenas hermanas

Test Cachondo

Blind Date

El hombre más inteligente del mundo

¿Por que despedí a mi secretaria?

¿Existe Santa Claus?

Mi madre, mi abuela y yo

Una llamada inoportuna

Mi Enfermera Favorita

Le rompi a himen a mi hija

Bajar Peso

Me arrepentí

Mi novia me masturba mientras me obliga a mirarlas

Como perdí la verguenza a mis compañeros

Aprenda a ligar en menos de una semana

Historias del Paraiso

Breve Historia del Condón

Mi cuñada

Mi pequeña Ariana (II)

La Historia del Dildo

Mi pequeña Ariana

Los tres castigos chinos

Primeros pasos sexuales

Una tarde con saxo

Fin del mundo

Mì papá me da lechita

Violación a una embarazada

El Ratoncito y su amigo el Elefante

Me mojo de sólo recordar

Vacaciones Inolvidables

Natación al Desnudo

Confusión por ignorancia

La princesa que todo derretía

Mi cachonda madre (II)

Piropos de albañil

Aprendiendo a meterlos

Le hice el amor a mi prima

Partes de accidente

Tira millas

El Verano

La Sorpresa de mi Prima

Mi tío

Preguntas sin respuesta

Un relato masoquista (II)

Ya vives en la Era Digital?

El regreso (II)

La vendedora

Yo Sóla

Mi cachonda madre

Hacer el amor

Mi primera vez con mi pololo

El regreso (I)

Laura -Chantajeada-

Deborah

Sueño realizado

El piso (III: La cocina es un buen lugar...)

Xena, la princesa guerrera

Espio a mi vecina y ella lo sabe

Los 7 enanitos

La sorpresa

La fábula del pescador

Mujer ajena

La pequeña puti

Judias Pintas

Saliendo de una crisis

El amigo de mi marido

El cuento de Filiperto

Ensalada Especial

Como ser una buena Pija

La madre de su novia

El piso (II: La mejor amiga de una mujer...)

Bailando en la noche

El padre de mi amiga

Emulando a Henry

La historia de Stella

Buena Venta

En el vestuario

¿Puede congelarse el Infierno?

Frases Geniales

Primera Vez

El jefe

Volar

La calentona

Aprobar mmm

El folla maduras

Cuando tenia 15 años

Diccionario del mundo

Isela

Maldita noche de verano

Diario de un joven emancipado

Piquito

El equipo -A-

Le dí mis conocimientos y mi leche

Definiciones

Afortunado Reencuentro (II)

Andrea (II)

Mis vacaciones

Una lagrima por Astrea

Vivir

El confiado

Carta de una madre escocesa

Doctor Automático

La primera vez

Entre primos, más me arrimo...

Mi primer sexo

El amigo de mi mama

Sentirse una puta por una noche

Un león con copas

Inglés para novatos

La ruleta rusa... y africana

Violé a mi amiga

Líos de familia

Mi consolador favorito

Desvirgación en ferias

Mis vecinitas

Mi primera orgía

Una vieja amiga

Estudio de Consulting para un restaurante

Eugenia

Yo fui una babysiter ninfomana de barrio

Un relato masoquista (I)

Andrea (I)

Manual del ligón de discoteca

Fantasía de una madura

Casualidad

Azotada por su cumpleaños

El piso (I: Dos son pareja, tres... mejor)

¿Tienes Email?

La mejor amiga de mi esposa

La enfermera de mi Abuela

CiberAmiga hecha realidad

Tercer trio

Peli Porno Gay

Fiebre del sabado noche

Parejas

Mi cuñada (I)

Experiencia lesbica

Principios Religiosos

La cena de negocios (I)

La confusión

El juego (II)

Navidad

Carlos y su -Arma-

Al ritmo del saxo

El que la sigue, la consigue...

Un corte de pelo muy especial

Mi prima me desvirgó

El género del PC

Mi curso de postgrado

Prestando a mi mujer

El sexo desde varios puntos de vista

Mi historia

En la disco

Verdades sobre los hombres

Autobús nocturno

Los pies de Carmen

Jeny y Helen

Nuestro primer trio

Tren expreso

Frases célebres

Baño de mujeres

Una tarde en el cine

La boda del padre de Rut

Duro trabajo

Lamentación de un día

Doña Elsa

Memorándum en una Empresa

Dos a un tiempo

Ocurrió sin querer

Mi amiga Inés

Karie, ardiente Karie

Chantaje adolescente

Como animales

Algo natural

¿Crees que has tenido un mal día?

El juego (I)

Un encuentro muy especial en la playa

La película

Mi primer contacto

El piercing

Afortunado Reencuentro (I)

La isla

Mi tesoro

Actualización de novia a esposa

Embarazada y caliente

Viaje ajetreado en autobus

Leyenda de los sentimientos

Bajos fondos

La ducha: mujeres y hombres

Me la follé y ni se enteró

Orgía en el campo

El abrazo

La marrana de mi madre

Mi madre estaba muy necesitada

Mujeres y preguntas difíciles

Carta de Dios

Magali

La madre de mi mejor amigo

Riqueza del lenguaje Castellano

Mi compañera sandra

Mejor que una acampada...

Pecados capitales

Aprendiendo a dar noticias

Venganza de mujer

En la alberca

Mi colega Ovar

En el portal

Frío

Contradicciones

Repetimos?

Modesta

El hombre quieto

Solicitud de aumento de salario del pene

La chica de la panadería

Excursion por la montaña

Una bella historia

Quizás un extraño

El ginecólogo

Una fiesta de disfraces

Cuarenta cartones

La chica perfecta... ...y el polvo perfecto

Quise probar como era

El juego de los dioses

Amo virtual

Ayer fue mi primer día de gimnasio

Debemos estar locos

Desvirgando a la hija de mi amigo

Mientras mi marido duerme

Yo y mis gallinas

La boda del incesto

Mi hermana, su amiga y yo

La acampada en la playa

Carpe Diem

Zet: la diosa de la lujuria y lascivia

Mi prima Sabrina

Volvieron a verse con su antiguo amante

La putita de mi mujer y su primer trío

Arrebato de pasión!

Viendo desvirgar a mi hija

Mama, papi me desvirgó

Soy mujer de mi padrastro (I)

Mi padre, mi primer hombre (II)

El que la sigue la consigue

Reacción biológica

Un suave masaje

Mis queridas alumnas

Madurita y caliente

Una historia con mi madre

Mi padre, mi primer hombre

Me dicen -Lobuna-, pero soy...

Primer sexo

Mi primer enculamiento

Mi profesor

Mi fantasia... mi cuñada

Mi mujer... muy puta

Amor Lésbico

Grupo de amigos

Encuentro con Bigman

Tijuana caliente

La vecina

Sabor de un viaje

Sky is broken, apartamento de Scully

Vacaciones con mi cubana

Mark

Aquel lugar en new york

Primera leche

Como me cogi a mi madre

Arreglos en el apartamento

Unas vacaciones con su hermano Christian (II)

Unas vacaciones con su hermano Christian (I)

Satisfaciendo mi cuerpo

Le engañe haciendo un trio

Urgencias

Me cogi a mami

Despues de hora

La primera vez

Una noche con un desconocido

Vacaciones super maravillosas

Haciendo la compra en el supermercado

La noche que fui sola a un bar

Unas vacaciones muy calientes

Simplemente la vecina

Laura busca su límite

Mi jefa

La compra

Mi viaje a Perú

Hicimos un trío sin que ella lo supiera

Laura

El verano pasado

Los viajes de Sofía

Soy adicta al semen de mi cuñado

La balada de Don Juan Tenorio

Mi dulce Erika

Lolitas

Suspiro de una maquina

Hija y madre, todo a la vez

Aprendiendo de los que saben

Conocí a Javier ya hace casi 10 años

La chica del 9A

Orgía con dos perras

Capaces de cualquier cosa (I: La excursión)

Marcela (III)

Marta (III)

Curiosidad y placer (II)

Un fin de semana solos los dos

Victor, mi amigo del alma

Mi gimnasio

La madre de mi novia

Deseo anhelado

Hermanas Barbaras!

Pareja de Montreal

Mi hermana, mi amiga, mi novia, mi amante

Fantasías en la playa

Por causa de la recesión

Una clienta diferente a las demás

Mi secretaria

Mi vieja amiga

Una película porno

Las Profanadoras

El esposo de mi hermana

Gloria: Historia de una sumisa feliz

El video XXX de Laura

Censura XXX

Realidades y fantasías con mi secretaria

Anoche soñe con Carola (I)

Curiosidad y placer

El culo de mamá (I: Viendo cómo se masturbaba)

El cuervo

Ganosa

Profesor de colegio

El portero

El amigo de mi hermano

Memorias de un adolescente (I)

Mi prima

Renacer

Solos en la oficina

Gloria: Historia de una hembra

Amigos para siempre

Se acabó la castidad

Mi nuevo vecino

Cita a ciegas (I)

Cartas calientes en la red

Las fantasías con mi esposa (I)

La conspiración

Por un balde de tierra

El sueño anhelado

Tendencia sexual

Mi madre caliente

El profesor de Ishtar

En el espejo

Probadores

Arrodillada (II)

Mi querida jefa

Me saqué el gusto con mi suegra

Una vez en la PC...

Fui su hembra

Puro morbo

Mi primera vez en mi auto

El mejor viaje de mi vida

Arrodillada (I)

Viaje con Joel

Roxana

Clases en Galicia

Deseo estar otra noche contigo

El reencuentro

Era una de esas noches tórridas de verano

Los dulces labios de Laura

Mucama complaciente

El perfume de Elena

Una fantasía hecha realidad

Auto satisfacción masculina

Ella decidían (III)

Una nochevieja movidita

Affaire con el joven

El profesor

La promesa

El que no corre, vuela

Ella decidían (II)

Roxana

Sin imaginarlo siquiera

Lección de latin

Venganza

Mi obsesión

Compartiendo a Mar

Deseo incontrolable

Mientras ella dormia

Primera vez de mis primas

La recesión

Impuros deseos

Mujer desconocida

Marcela (II)

Sueño

C. E. S.

80 en Japan

Bianca

Visita al despacho de abogados

Toda la verdad

Mi prima

Sorpresa en el trabajo

Masaje especial

Monja

Una noche en la playa

Cosecha con mis tíos

Marcela (I)

Gimnasio

Mi padrino, desquiciado sexual

Mi vecina

Patty

Mujer (I)

Guía de turismo

Un cuento de navidad

Grupo de Oración (I)

Un paseo a la casa de la playa

Amante bandido

Fantasias

Una barbacoa muy movida

La futura esposa de mi mejor amigo (III)

Cena de vacaciones

Ilustrísima señora

Hasta que se me hizo

Retos

A mano

Descubriendo a mi esposa

Fin de semana en el camping (II)

Pamela (II)

Qué experiencia!

Dani

Ishtar: (II: La aprendiz)

Sorpresa

La futura esposa de mi mejor amigo (II)

Orgía en la playa (IV)

La fantasía porno

86 en Glass

Ahh, lujuria! (V: Epilogo)

La primera vez de mi esposa con otro

Perra Vida

Ahriana

Mi arrepentimiento

Ahora me toca a mí

Ahh, lujuria! (IV: El otro final)

Playas mexicanas

Bienvenido a tu casa, cariño

Como cambian las cosas

Ahh, lujuria! (III: 4. final previsible)

Mi novio y yo

Andrea, secretaria y amante

Inesperado

La futura esposa de mi mejor amigo

Fin de semana en el camping (I)

Mi amiga Ana

Buscando setas

Mi sirvienta

Pamela (I)

Enseñando informatica a Vanesa

Ahh, lujuria! (III: 3. -casi- final previsible)

Al fin viva

Cómo cambió mi esposa

Vaya hotel

Hermanas

Ahh, lujuria! (III: 2. Madre Mía!)

Las cofrades

Ishtar: (I: La descripción)

Aquellos años felices

Un tercero en la pareja

Sésamo Sésamo

Sucedió en la oficina

Un viaje de egresados con final feliz

Ahh, lujuria! (III: 1. Entrando en confianza)

Viaje de novios al Caribe

Mi primera historia

Qué quieres que haga que?!...

En el trabajo

En un país extranjero

La masajista

Amor fraternal y zoofílico

Ahh, lujuria! (II)

Soñar despierto

La hija de su amiga

Un día de mis Vacaciones (III)

Mi suegra y yo

El sueño se hace realidad

Mi segunda historia

Ahh, lujuria! (I)

Mi sobrina

Sexo y Ley

La primera vez de mi recatada prima

Fea de cara... pero, ¡qué cuerpo!

Mi cuñada Carolina y su amiga Ivonne

Con mi madrastra

Mónica, Pedro y Yo

G: Un puntito de placer

La sirvienta caliente

Verónica mi madrastra

El amor de mi vida

Bebíamos

La obsesión de Rogue

El examen médico

Black Passion

El cielo despues del infierno

Sexo con mi tia

La seducción de mi esposa

Dejar embarazada a mamá

En el metro

Mi relato gay

Los gamberros

Para que sientas lo que yo

¿Homosexual mi hombre?

Mi Madre

La mansión

Historias (VI)

La venganza es dulce

Polvazo con mi cuñada

Dulce venganza

Memorias de un sacerdote

Paloma y sus sueños

Vacaciones en Mallorca (II)

Mateo (II)

La bombacha de Sandra

Esclavo por un solo día

El probador

Aquel viernes

En el sex shop

Orgia en la playa (III)

Historias (V)

Una zorra para dos (II): El primer sándwich

El ático

Por fin hicimos un trio

Y siguió virgen cómo quería

Orgulloso de mi verga

Televisión estropeada

Orgia en la playa (II)

Historias (IV)

La sorpresa

Basico

Fantasias sexuales con Beatriz

Noche espontanea

Me descubrió Él

Mi inconfesable relato

El poder del recuerdo

Un sueño muy intimo

Gemelas

Historias (III)

Mili y el abuelo

Orgia en la playa (I)

Problemas de fontanería

Historias de control mental (I)

Una fiesta campestre

Chantaje a Ana

El mesero

A por ella (III)

Don Benigno

La amiga de mi tía

El restaurante del Sr. Leo

Sexo en las alturas

Esto si es amistad

Mi prima solange

Historias de Ariki: Bárbara (I)

Me han descubierto

El nuevo trabajo

El sacerdote que me amó

Jenny

Violé a mi Jefe

Buscando la chica ideal

Qué manera de iniciarme

Mi putísima comadre

Cambio repentino

La cueva de nieve

Las ayudas de mi suegra

Mis primeros cuernos

Humillada por mi propia carne

El arte de besar

Primer intento (I)

Quiero tu semen

Juan volvió

Apuesta

El juego de la baraja (II)

Grata sorpresa

La antigua novia del colegio

Inicio de cornuda

Una noche con Juan

Dados de la Suerte

La pérdida de la inocencia

Después del chat, la cita

En un canal del irc (II)

Manuela (17: Capítulo final)

Las Reinas (II)

Abusando de Irene (II)

Manuela (16)

Suegra atendida

Manuela (15)

Carta a una antigua amante (I)

Manuela (14)

Rosa, viuda fantástica

Vicky

Mi amiga Lidia

Mimi (07: Epílogo)

Manuela (13)

Manuela (12)

Mimi (06: Londres, el principio del fin)

Silvia, la novia de mi mejor amigo

Quién iba a decirlo?

Las Reinas (I)

Manuela (11)

Mimi (05: Dos más una son cuatro)

D.D.

Manuela (10)

Mimi (04: El Amigo de Julia)

Repartiendo pizzas

Mimi (03: Que los cumplas feliz)

Manuela (09)

El cine

Deliciosamente erótico (III)

Mimi (02: La Apuesta)

Como comerse un coño

Mi Prima y yo

Manuela (08)

Mimi (01: Prólogo)

Con mi tia y su perro

Deliciosamente erótico (II)

Manuela (07)

Nunca más

Mi Hermanita

Manuela (06)

Una perfecta putita

Deliciosamente erótico (I)

Manuela (05)

Manuela (04)

En un canal del irc (I)

Abusando de Irene (I)

Infiel, tres veces

Manuela (01)

Manuela (03)

Sonia

Manuela (02)

Placeres

Vacaciones inolvidables

Mi suegra es bien atendida

Novios de otros tiempos

El despertar de la sexualidad de mi esposa

Cartas de amor

Un hombre rico

Sensaciones prohibidas

Cyber Sodomización

Mi mejor maestra

Mi Hermanita

Campamento

Mi querida alumna

La Noche que comenzó todo

Puede hacerse realidad

Fidelidad

Un día de mis vacaciones (II)

El luto de mi suegra

Después del estudio (II)

Mi Suegrita

Solidaridad agradecida

Un día de mis vacaciones (I)

Enamorada de mi verga

Debutando prematuramente

Cuñada supercachonda

Las Aventuras de Eduard

Crónicas X (II y final)

Mi secretaria

Súper salido

Encuentros virtuales con Eliza

La Hija espía (II)

Tendida en la cama

Una tía muy marchosa (II)

La Verdad por teléfono

Obsesión y placer

Un Trabajo

Follándote en mi mente

Satisfacción cibernética

Vacaciones de verano

Me ocurrió hace unos días

Una tarde con Julia

Conociendo a mi suegra y mi novia

Rosa

Me sacó las lágrimas

Historia de parejas

Verano con mis tios

Qué mujer

Renacer despues de mi divorcio

Sonia

Ranma

Jugando con el consolador

El Sexo más placentero

Nuevas experiencias

Dominio en un despacho

Noche excelente (II)

Contactos en panamá (II)

Fantasía cumplida

La primera vez de Vanina

Noche excelente (I)

El Establo

La Poción azul

Me pasó en Acapulco

Experiencia anal

El Reto pepsi

Mi primo Eduardo

Sabrina (II)

Tequila, shots y adios virginidad

La mamá de mi novia

La Gorda: El primero que se lo pida

El Espía

Micromanía

Me lo merecía

El Mercadillo

Historias de Ariki (Continuación de Rapanui)

Juan

La Hermana de mi mejor amigo

Florencia

Fiesta

Crónicas X (I)

Experiencias reales

Los sueños si se hacen realidad

Mi novia es experta en mamarlo

Deseo

El Escape

Hermafrodita

Esposa para todo

Eva

La Escalera

La Entrevista

Aposté a mi novia... y perdí... pero gané

La exhibición de Nuria

Follando con mi abuela

Ese día

La Crema bronceadora

Descubriendo el goce anal

La leyenda de Anguile

Aventura sexual con mi compañera

Mi Deliciosa tía

Agujeros en la pared

La Bienvenida (Paseo alternativo)

Construcción

Boca y River

Mi vecino

Adios a mi virginidad

La Veterinaria

Toty y Barri, la pareja explosiva

Mis vecinas favoritas

Mi Vecino

Variación salvadora

Los hombres también pueden

La terapia

Trío, una buena opción

Qué suerte la mia

Regalo de Navidad

El Reencuentro de dos hermanos

Esos restos maravillosos

Qué cuñada!

Strong

Mi perro San Bernardo

La primera vez de un tontín

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