Esto fue en la fiesta de Noche buena. Toda mi familia de fuera llegó a la ciudad, algunos buenos amigos y primos, pero hubo una linda chica que resultó ser mi prima, se llama Minerva, en ese tiempo tenía 17 años y yo tenía 19, era una chica un poco mas baja que yo, rubia, con ojos claros, tenía unos senos de buen tamaño, no enormes pero apetitosos, y de la cintura para abajo era un sueño.
Ya era tarde y los pequeños ya estaban durmiendo, los demás estábamos viendo la tele a excepción de Minervita, al darme cuenta, salí del cuarto sin hacer ruido, ahí estaba sentada, sola y sin hacer nada.
¿Por qué tan sola Min? le pregunté.
Dijo que como no conocía a ninguno de nosotros, pues estaría incomoda, fuimos a mi cuarto y estuvimos platicando de todo, ya entrados en confianza, le dije una broma para ver como reaccionaba, me dio un suave golpe en la cabeza, y comenzamos a jugar como a las luchitas (algo muy infantil), estábamos tomados de las manos, moviéndonos mucho, y de repente nos quedamos parados, tomados de las manos y viéndonos a los ojos, entonces pasó.
¿Eres virgen? dijo con interés.
Rápidamente le contesté que no, que tenía relaciones desde los 16 años, ella comentó que le daba pena decir que era virgen, por que sus amigas ya estaban iniciadas en el sexo.
Un rato hablando y dijo - ¿te gusto? -, me quedé callado un instante,
me encantas -, - date un baño, y al salir podemos mm . Entretenernos de otra forma -.
Entonces entré a mi regadera ( o ducha) y en ese momento ella entró a ella con todo y ropa, traía un pantalón corto, y una blusita de seda.
Me dijo: - quiero que estrenes mi cuerpo -, no dudé y puse una de mis manos en su cuello y la besé apasionadamente, ella correspondió, poco a poco fuimos pegando nuestros cuerpos hasta que baje mis manos, la tome de las nalgas y la levante, en ese momento ella tomó mi pene y me empezó a masturbar, cuando estuvo desnuda, decidí tocar sus pechos, que ricura, ella tomó de nuevo mi pene y comenzó a rozar mi cabeza con su cuevita, entonces la empecé a penetrar, ella hacía unos gemidos exquisitos, me impulsaban a seguir, después de la ducha, fuimos a mi cama y dijo que quería sentirlo en su culito, se puso en cuatro, y después de chuparlo locamente, le di todo mi miembro de un solo golpe, soltó un grito que alarmó a los demás, pero no hicieron caso cuando siguió el programa de TV.
Ella se fue al día siguiente, pero dijo que se tenía que repetir, estuve de acuerdo, mi prima Minerva, con ese culito redondo y sus tetas de lujo, la espero con ansias.
Fue un poco corto, espero que les haya gustado y voten por el, próximamente estaré escribiendo un relato que pasó con mi novia.