miprimita.com

Ricas, ricas vacaciones

en Orgías

Ricas ricas vacaciones

Un correo electrónico de última hora, dos días antes de las vacaciones, confirmó la mejor de las noticias posibles: Julia y Lorena, dos amigas de Sonia, la novia de Fernando se unían al viaje que teníamos programado a la playa la primera quincena de julio. Llevábamos varios meses planeando las vacaciones, y en esta ocasión habíamos alquilado un chalet en una zona residencial de Altea. La casa prometía unas vacaciones de lujo. Tenía dos habitaciones y una suite, porche cubierto, jardín y piscina. Una pareja de amigos se habían dado de baja en los últimos días, lo que nos dejaba una habitación colgada, lo que suponía una buena faena, máxime teniendo en cuenta el precio del alquiler.

Así pues, la incorporación de Julia y Lorena suponía una excelente noticia, ya que por un lado, se solucionaba el problema de la habitación, y por otro lado, suponía una enorme mejora cualitativa en la composición del grupo. Finalmente la cuadrilla quedaría formada por mi amigo Carlos, Fernando con su novia Sonia, Julia, Lorena y yo. Se empezaba a barruntar un viaje prometedor, con una parejita, dos solteros y las dos amiguitas de Sonia. Las expectativas no podían presentarse más halagüeñas, pues nuestras recientes incorporaciones eran dos jóvenes de bandera. Unos años atrás, en los tiempos de universidad, me había liado con Julia, que además de ser una mujer de bandera, una despampanante rubia teñida de curvas vertiginosas, delgada pero con unas tetas de primera categoría y un culo de los que quitan el hipo, era de las hembras más ardientes y viciosas con las que me había topado, siempre presta para cualquier tipo de actividad carnal, y especializada en aplicar unas mamadas de vértigo. A Lorena no la conocía más que de vista, pero conociendo cómo era el grupito de amigas de Sonia, pensé que también sería una buena adquisición para el viaje. Es muy delgadita, pero perfectamente proporcionada, y con una pinta de mosquita muerta que la presenta extremadamente morbosa y provocadora; rubia natural, muy guapita, y equipada con unas tetas más que aceptables y un magnífico trasero que gusta de lucir embutido en faldas y pantalones ajustados. En resumen, otra chavala de toma pan y moja.

Llamé enseguida a Carlos para informarle de las últimas noticias, y para comunicarle que si nos lo montábamos bien, podíamos pasar unas vacaciones de puta madre, follando y disfrutando como micos con nuestras nuevas amiguitas. Carlos se mostró entusiasmado. Él no conocía personalmente a ninguna de las dos, pero estaba informado de mi vieja relación con Julia, y de los más íntimos detalles de nuestros encuentros, por lo que la posibilidad de beneficiarse a Julia le debió poner a mil por hora.

El día de la salida quedamos en casa de Sonia por la mañana temprano. Fernando se encargó de ir a buscar a Julia y Lorena, que viven cerca de su casa, y yo me pasé a recoger a Carlos. Fernando llevaba su coche y yo el mío. Conmigo vendrían Carlos, Lorena u Julia, mientras que Sonia y Fernando irían en el coche de este. Nos tocó esperar con Sonia casi media hora, pues una de las chicas se había quedado dormida (¡qué raro!).Sonia es una tía estupenda, muy simpática y agradable, y además no está nada mal. Tiene una carita muy atractiva, con grandes ojos negros, que te miran como si estuviera pidiendo algo; es bajita y menuda, lo que no impide que tenga un buen par de tetas y unas posaderas de las que van pidiendo guerra (ya os dije que todas las nenas de su pandilla son de armas tomar). En lo que nos estábamos tomando un café, llegaron los ausentes. Tras los saludos, besos y presentaciones oportunas, nos dispusimos a organizar los maleteros de los coches con los miles de trastos que se llevan a la playa. Entre maletas, sombrillas, esterillas, sillas y resto de parafernalia, íbamos más cargados que los moros que bajan a Algeciras. Nuestras dos compañeras se veían magníficas en esa soleada mañana de verano. Julia había acudido con aire deportivo, tocada con una gorra y con su pelo recogido en una cola de caballo. Ataviaba un vestido de algodón atado al cuello que, corto cortísimo, permitía una generosa visión de sus bronceadas y lustrosas piernas, mientras que sus esplendorosos pechos pugnaban por emerger de la amplia V que formaba el escote. A su vez, Lorena se presentó con un mini short de talle bajo ajustadito a sus primorosos cachetes, mientras que en la parte superior lucía una camiseta de tirantes finos que se ajustaban perfectamente a su bonitas tetas, dejando descubierto su vientre plano, desde la parte superior al ombligo hasta casi mostrar la parte superior del pubis. Ninguna de las dos perdió ocasión de mostrar escote, de contonear las caderas y de mostrarse todo lo encantadoras de que sólo las niñas malas son capaces. Me dije que no comenzaba mal la aventura; de momento, y sólo para el viaje, se habían presentado risueñas, zalameras y provocadoras, lo que alentaba los más pérfidos y lujuriosos pensamientos de mi imaginación calenturienta. Tras la organización del maremagnum de equipaje, nos dispusimos a salir.

El beso que Julia me había plantado en la comisura de los labios al saludarme, suave y prolongado, así como la magnífica figura que lucía, me desarmaron cuando ella me pidió ir sentada en el asiento del copiloto en el coche, así que partimos, Julia sentada a mi lado, y Lorena con Carlos en los asientos traseros. Cuando nos montamos en el coche vi que Carlos ponía una cara un poco rara. Venía relamiendo las tetas de Julia con la mirada desde que apareció, y no le había gustado mucho la predilección que Julia y yo teníamos entre nosotros. Lorena estaba fenomenal, pero Julia era mucha Julia.

Tomamos la A3, y antes de llegar a Sta. Eugenia, nos topamos con el consiguiente atasco, que no dejaríamos hasta bien pasada Arganda. No nos importó demasiado, ya que íbamos enfrascados en una animada charla. A Carlos se le fue quitando el careto a medida que íbamos descubriendo lo amena y encantadora que resultaba Lorena, que era un torrente de alegría juvenil, y que fue animándonos durante todo el viaje, cantando al son de la música, riendo, contando anécdotas y chistes que nos hacían desternillar de risa. En un momento determinado, Julia se sacó las deportivas, y apoyó los pies en el salpicadero, de tal manera que la falda se elevó hasta prácticamente no cubrir nada de su intimidad y ofreciendo de esta manera una magnífica visión de sus piernas y muslos. Apenas podía contener la mirada, que se desviaba continuamente de la carretera para recorrer la tersa piel de tan magníficos jamones, sin dejar de prestar la merecida atención que su exuberante escote merecía. A la tercera o cuarta vez que extravié la mirada sobre Julia, me dijo, entre risas, que dejase de mirar, porque me iba a quedar bizco, o peor aún, nos íbamos a estrellar. Se me subieron un poco los colores, mientras mis acompañantes se reían de mí. Siguiendo la broma, le respondí que si nos estrellábamos no sería culpa mía, sino de ella, que no se podía subir una al coche de un hombre virgen con esas pintas tan provocativas sin pensar que podía provocar una desgracia. Lejos de cortarse, Julia respondió que ya tendría tiempo toda la quincena de hartarme de ella sin poner en peligro la vida de nadie. Esto último lo dijo acompañado de un guiño y una pícara sonrisa que presagiaban buenas oportunidades (a buen entendedor...).

Cuando llegamos a Altea la mañana ya estaba bien entrada, por lo que tuvimos el tiempo justo de recoger las llaves del chalet, dejar nuestros trastos de mala manera y buscar algún sitio donde comer. Matamos el hambre en una casa de comidas del casco antiguo, y regresamos a casa para terminar de organizarlo todo, no sin antes pegarnos una merecida siesta, que el madrugón había sido considerable. La casa era espectacular, con una amplia terraza elevada que miraba hacia el mar. A sus pies se extendía una buena extensión de césped, en medio de la que se hallaba la piscina. En la primera planta se encontraba el salón y la cocina, y en la segunda, la suite, equipada con dos camas grandes, su baño privado que incluía un pequeño jacuzzi al lado de una cristalera que se abría al jardín, y las otras dos habitaciones, una con cama grande y otra con dos individuales. Sorteamos las habitaciones, correspondiendo la suite a las dos chicas y la de las dos camas a Carlos y a mí.

Carlos me confesó que le había gustado mucho Lorena, pero que eso no quitaba el morbo que Julia le provocaba, y que le encantaría tener la oportunidad de follar con ella. Le respondí que no se preocupase, que si todo transcurría bien, lo pasaríamos de lo lindo los cuatro, y por qué no, quizás todos juntos. Ni Carlos ni yo habíamos participado nunca de una orgía a cuatro, pero ambos estábamos dispuestos a aprovechar la oportunidad si esta se presentaba.

Pasamos la tarde en la playa, y disfrutamos de lo lindo bañándonos, jugando y haciendo el tonto. Los juegos en el agua transcurrieron con inocencia, pero eso no evitó que se sucediesen los roces, aparentemente casuales, entre nosotros. Julia parecía especialmente dispuesta a restregar las tetas y el culo, tanto conmigo como con Carlos, y en ocasiones también con Fernando. Lorena fue más discreta, pero eso no impidió que en un par de ocasiones me sorprendiese con el inequívoco tacto de sus pezones contra mi espalda. Tras el baño, Sonia y Fernando se retiraron unas decenas de metros para besarse y meterse mano a base de bien. Carlos se fue a correr un rato por la playa, así que nos quedamos Julia y Lorena, tumbadas sobre las toallas tomando el sol, y yo leyendo el periódico bajo la sombrilla. Mientras yo leía, Lorena y Julia se fueron a sentar a la orilla, donde mantuvieron una animada charla, no exenta de cuchicheos, risitas y miradas pícaras cada vez que Carlos pasaba corriendo ante ellas. Era obvio que lo que pretendían era poner le nervioso, y conociendo a Carlos, seguro que lo estaban logrando.

Cuando el sol comenzó a caer a nuestra espalda, recogimos los bártulos y nos retiramos a casa. Todos estábamos cansados del viaje, así que tras una cena ligera, jugamos una partida de Trivial y nos retiramos a dormir. Mañana sería otro día.

El sábado amaneció radiante, así que sin demorarnos demasiado, desayunamos y nos fuimos a la playa. El camisón de Lorena había sido el acaparador principal de miradas durante el desayuno, ya que permitía apreciar sin mucho esfuerzo toda su esbelta desnudez. Tan descarados fuimos, que la pobre apuró el desayuno en tres bocados y se fue a cambiar. El fin de semana había atraído muchos turistas, así que la playa estaba casi a rebosar de gente. Localizamos un buen sitio y allí plantamos nuestro chiringuito. Cerca nuestro se encontraba un grupito de cuatro mocitas con pinta de universitarias que no tardaron en despojarse de los tops de sus bikinis, ofreciendo un magnífico espectáculo de carne joven y fresca. Dos de ellas no valían mucho físicamente, pero otra estaba bastante buena, y la cuarta era sencillamente deslumbrante, muy parecida a Julia, pero más alta y con el rostro más aniñado. No tardó mucho Lorena en atacarnos por el festín visual que nos estábamos pegando: "Joder con los nenes, es que no os valen las mujeres que tenéis aquí para tener que quedaros tontitos con estas niñatas". "Es que nuestras mujeres no nos hacen mucho caso, la verdad". Lo cierto es que Sonia sí que se había quedado en top-less, pero no era cuestión de quedarnos mirando las peras de la novia de nuestro amigo, aunque a decir verdad, presentaba una de las mejores figuras de la playa. Sonia siempre me había resultado de lo más apetecible, pero jamás se había presentado la oportunidad de atacarla. Había soñado muchas veces con su pequeño cuerpo botando sobre mí, mientras su exuberantes tetas se meneaban arriba y abajo al son de mis empujones. Pero no dejaba de ser un dulce sueño que nunca se había hecho realidad. "¿Nunca hacéis top-less?", le pregunté a Lorena. Fue Julia la que respondió: "Yo sí que suelo hacerlo, y Lorena también, pero no tenemos ganas de que os quedéis embelesados como adolescentes babeantes". Julia vestía un espectacular bikini rojo, con una minúscula braguita que apenas cubría lo imprescindible por delante y de la que sus redondas nalgas luchaban por escaparse para mostrarse en todo su esplendor. La parte de arriba consistía en dos pequeños triángulos de tela unidos por un fino cordón que apenas lograban sostener sus frondosas tetas. Lo cierto es que estaba fantástica, hasta el punto de resultar más sexy con el bikini puesto que sin él. Lorena llevaba un bikini blanco, que también parecía ser un par de tallas menor de lo que le hubiese correspondido, y que resaltaba magníficamente su cuerpazo moreno. Al rato, Lorena y Carlos, que parecía que empezaban a hacer buenas migas se fueron a dar un paseo, mientras que Fernando y Sonia se fueron al agua. Aproveché la circunstancia para tumbarme junto a Julia. Comenzamos a hablar de los viejos tiempos. La verdad es que fue una pena que no cuajásemos, porque lo pasamos muy bien juntos. Julia me pidió que le diese crema en la espalda, y aproveché la circunstancia para sobarla con ganas. Le desabroché el bikini, y fui aplicándole suave y sensualmente la crema desde la nuca hasta el culo, aplicándole un delicado masaje por toda la espalda. Le extendí el bronceador por las piernas y las nalgas, a las que me dediqué con apetito. Regresé a su espalda y acaricié gustosamente sus flancos, desde la cintura hasta el sus pechos, que se vertían por los costados. Mientras la acariciaba, Julia parecía sumida en un plácido duermevela. Finalmente se dio la vuelta, musitó un silencioso "gracias", y me propinó un suave mordisquito en los labios. Se despojó de la parte de arriba del bikini, se aplicó voluptuosamente una generosa ración de bronceador en el vientre y los senos, que se acarició sensualmente sin dejar de mirarme con mimo, y se recostó sobre su espalda de cara a l sol. "Estás espléndida, Julia, como siempre", le musité antes de besarla en su dulce carita antes de sentarme de nuevo. La imagen que causaba Julia, con sus pechos derechos hacia el sol era grandiosa. Su terso cuello sudaba a causa del calor y la crema, sus senos henchidos daban paso a la suave curva de su gracioso vientre, su pubis y labios mayores quedaban ligeramente marcados en su braguita, y sus largas piernas se extendían por la arena como las de una diosa. Ensimismado estaba en la contemplación de su belleza cuando regresaron Sonia y Fernando, este visiblemente excitado y ella con sus bamboleantes pechos en carne de gallina y pezones duros y afilados. Fernando se giró para observar la desnudez de Julia, para dirigirme inmediatamente un gesto de asentimiento con sus dedos, como diciendo, "buen trabajo, cabroncete". Carlos y Lorena nos sorprendieron, regresando agarrados de la mano, y con un semblante de confirmación en sus caras. Enseguida Lorena se tumbó junto a sus amigas, quitándose también el top, lo que me confirmó también la graciosa belleza de su pecho, algo que ya había intuido y que ahora se confirmaba. Sus pechos no tenían el tamaño de los de Julia o Sonia, pero poseían una gracia en sus formas un garbo en su movimiento que los hacían al menos tan deseables como los de sus amigas.

Así pues, el viaje se iba poniendo de cara en lo que respectaba a los progresos en la relación con nuestras compañeras de veraneo. Nos dirigimos a un chiringuito de playa para comer la inevitable paella, y después regresamos a la playa donde permanecimos hasta bien entrada la tarde. Al regresar a casa disfrutamos un rato del jardín y la piscina, en la que estuvimos jugando al tu la llevas. Con la excusa del juego me pegué un homenaje a costa de las chicas, con las que me magreé a base de bien durante todo el juego. Los contactos "casuales" con las tetas de Sonia y Julia y con el culito de Lorena fueron encendiéndome hasta provocar el endurecimiento de mi polla, que ya estaba anhelando mayor recompensa que unas simples caricias ocasionales.

Ya empezaba a cerrarse el día cuando dejamos la piscina para ducharnos y arreglarnos para salir. Era sábado, y la intención era salir a cenar y a tomar unas copillas. Obviamente, para cuando las chicas comenzaron a desfilar, Carlos, Fernando y yo estábamos sentados en el porche dando cuenta ya de la segunda cerveza. Las primeras en bajar fueron Julia y Lorena, y era difícil saber cuál de ellas lucía más espléndida. Lorena brillaba con una camiseta de gasa semitransparente de color marrón. La caída de la tela permitía disfrutar de la visión casi evidente de sus pechos y de la sensual marca de sus duros pezones sobre la tela. La falda caía hasta las rodillas, y unas sandalias marrones de tacón alto estilizaban sus bonitas piernas. Casi dolían los ojos de mirarla, tan guapa como estaba. Carlos dio un respingo al verla, y no pudo reprimir un silbido de admiración. Julia, por su parte, bajó provocando al personal con una cortísima falda blanca de algodón que transparentaba sus braguitas blancas y que apenas conseguía ocultar su apetecible culo. Cubría su pecho una camisa cortita sin mangas que sólo abrochaba un par de botones adherida a su pecho como una segunda piel, transparentando sus grandes pezones oscuros y obsequiando a la concurrencia con una generosísima perspectiva de sus hinchados pechos. Hubiese puesto cachondo al mismísimo Papa. El escote dejaba también al descubierto una bonita panorámica de su vientre, su ombligo y la sensual curva de los huesos de su cadera. Finalmente se presentó Sonia, también guapísima con su negra melena recogida en un moño, llenando con su exuberante cuerpo un escotadísimo vestido blanco.

La cena transcurrió distendida y animada. El escotazo que lucía Julia, sentada frente a mí me había mantenido enfrascado la mayor parte de la velada con el sensual sube y baja de sus senos al ritmo de su respiración. Un par de veces logré vislumbrar incluso sus pezones, tal era la generosidad del hueco que se formaba entre la camisa y el busto. Julia me cazó un par de veces asomado a la intimidad de su escote, aunque no dijo nada, limitándose a sonreír halagada. Estábamos ya tomando el postre cuando noté cómo uno de sus pies descalzos iba deslizándose hacia arriba por mi pierna hasta acabar posándose sobre mi paquete, que inmediatamente acuso la caricia con una monumental erección. El pie de Julia se entretuvo varios minutos en mi bragueta, al tiempo que lamía la nata de una fresa con un gesto lujurioso que sólo yo podía interpretar, y que presagiaba una noche de locura y concupiscencia. Al salir del restaurante, los efectos de las cervezas y el vino se dejaban sentir entre todos, que desinhibidos y estimulados, reíamos y bromeábamos a voz en grito.

Nos dirigimos a una terraza del paseo marítimo, donde enfrascados en animada charla tomamos un par de copas. El camarero se veía loco cada vez que venía a atendernos. El pobre se perdía ante el maravilloso espectáculo que ofrecían nuestras tres amigas, a cuál más sexy, no sabiendo si dirigir la mirada al pecho de Lorena, al de Sonia o a mi descarada amiga, que se divertía ahuecándose el escote y subiéndose la falda para poner nervioso al camarero y ya de paso a la mayoría de la concurrencia masculina de la terraza. Cuando se levantaron Julia y Lorena para ir al servicio, una pléyade de cuellos se giraron para disfrutar de su deliberado y lujurioso movimiento de caderas. Finalmente nos trasladamos a otro local que disponía de pista de baile, en las que las tres se hicieron notar desde el primer momento. Lorena demostró estar especialmente dotada para el pavoneo en la pista de baile, moviéndose con una sensualidad e impudicia que traía loco a todo el personal masculino. Varias veces se acercaron a intentar ligárselas algún grupito de machitos en celo, pero era evidente que estaban acostumbradas a espantar moscones, ya que consiguieron quitárselas de encima con facilidad. Tras un par de copas, nos animamos nosotros a acompañarlas en el baile. Ni Nando ni yo somos demasiado hábiles en este arte, pero nos defendimos como pudimos. Enseguida Lorena se plantó delante de mí, con unos contoneos de pecho y cadera que hubiesen calentado al más frío, y me animé a arrimarme a ella. Me coloqué a su espalda, Lorena echó un brazo hacia atrás hasta agarrarme la nuca, y mientras se dedicaba a incitarme arrimando su hermosos culo contra mí, fui deslizando una mano a lo largo de su brazo, hasta dibujar en una suave caricia el contorno de sus pechos antes de bajar hasta su vientre, que atraje hacia mí hasta clavar mi abultado paquete contra sus duras posaderas, así permanecimos durante algunos minutos, moviéndonos el uno contra el otro en un estimulante magreo al compás de la música. Bajé mi cabeza hasta propinarle un ligero beso en el hombro que le hizo estremecer ligeramente. Pude observar con agrado que sus deliciosos pezoncillo había respondido al estímulo, marcándose de manera más que evidente contra la tela de su camiseta. Entretanto pude observar cómo Carlos bailaba animadamente con Julia, que colgada de su cuello, apretaba las tetas contra el pecho de mi amigo, al tiempo que este, aferrando con fuerza su cintura apretaba su cadera contra la de ella. La faldita de Julia estaba ya tan alta que comenzaba a mostrar el consistente trasero de su dueña, ocasión que no dejó pasar un pequeño grupo de adolescentes para ponerse tibios a mirar. Supongo que esa noche se matarían a pajas a costa de mi amiga. Por otro lado, Sonia y Nando se habían retirado a un rincón, en el que se estaban comiendo a besos mientras que Sonia sobaba con afán el paquete de mi amigo, que a su vez se dedicaba a trabajar el culo de su novia por debajo de la falda.

Los magreos se prolongaron durante un rato más, hasta que terminó la pieza que sonaba, momento en el que Lorena me pidió que fuésemos a la barra a pedir una copa. No tardaron en unirse a nosotros Carlos y Julia, que venían sedientos tras la paliza a bailar que se habían pegado. Nos quedamos en la barra, charlando y riendo de los chistes de Lorena, que fue animándose ante nuestros ánimos hasta comenzar a contar chiste subiditos de tono, que dejaban entrever lo ardiente que debía ser aquélla preciosa mujer metida en acción. Se incorporaron a nosotros Nando y Sonia, que tras una copa nos dijeron que ellos se iban a casa a dormir, porque ya era tarde y estaban cansados. Para entonces eran ya cerca de las cuatro de la madrugada, así que se retiraron. Nosotros decidimos quedarnos un rato más, ya que la noche estaba muy animada y calurosa, y no nos apetecía irnos todavía. Permanecimos en el garito durante una hora más, bebiendo, charlando, riendo y bailando. Julia, que me había estado calentando a base de bien desde sus caricias bajo la mesa durante la cena, me dijo que no hiciese caso a lo que había pasado durante la cena, que estaba un poco chispada y que le había parecido divertido provocarme un poco, pero que no pensase que teníamos nada que hacer entre nosotros. No comprendí aquella justificación, porque mientras sus palabras me decían que no, sus ojos y su cuerpo me estaban diciendo continuamente que sí.

Finalmente decidimos regresar a casa. Julia se sentó en el coche a mi lado, no sin antes subirse la falda y ahuecarse la camisa, en clara actitud provocadora. Durante el trayecto, pude sentir varias veces la tibia carne de sus piernas, que se situaban provocadoramente cerca de la palanca de cambios cada vez que cambiaba de marcha. Por el retrovisor pude observar cómo Lorena, que se había acurrucado sobre el asiento, apoyaba su cabeza en el regazo de Carlos, que cariñosamente le acariciaba el pelo.

Cuando llegamos, fue Julia la primera que nos hizo darnos cuenta de la situación. Desde el jardín, y a través del amplio ventanal que daba al baño de la suite, pudimos observar cómo Sonia, arrodillada sobre Nando, subía y bajaba encima de este. La caliente escena se apreciaba perfectamente, pues las luces del baño estaban encendidas mientras Nando y Sonia follaban como descosidos dentro del jacuzzi. Sonia se mostraba de perfil, la cabeza echada hacia atrás mostrando la graciosa curva de su cuello, su cabello colgaba por detrás de su cabeza, mientras que sus grandes tetas y sus firmes pezones se bamboleaban furiosamente al compás sus caderas, que subían y bajaban impetuosamente sobre la polla de Nando. La boca de Sonia, entreabierta, y la tensión de su vientre permitían adivinar los gemidos debía estar emitiendo. Mi polla estaba en tensión hacía ya rato. Delante de mí, Julia continuaba observando la caliente escena embobada. Aproveché la ocasión para acercarme más a ella, hasta pegar mi verga a su culo. Julia no protestó, sino que simplemente se giró hacia mí, sin decir nada, pero con una mirada de aprobación. Deslicé mis manos por su cintura, apretándola contra mí. Mi mano izquierda subió hasta su pecho, que comencé a acariciar por encima de la camisa. La otra se metió por dentro de la cinturilla de su falda hasta rozar los pelitos de su pubis. Lentamente, dirigí mis labios a su oreja, que comencé a mordisquear. "Me encantan tus tetas, tu culo, tu coñito y todo tu cuerpo. Te voy a follar hasta que ya no puedas más. Deseo penetrarte y hacerte chillar de placer. Quiero verte chupándome la polla como solías hacerlo, y quiero ver cómo te corres mientras mi verga perfora tu chochito una y otra vez. Mira a Sonia, quiero verte con esa misma cara de sumisión y con esa misma lujuria botando sobre mí", le susurré. La respuesta de Julia consistió en separar su culo de mi pelvis y trasladar su mano hacia atrás hasta toparse con mi sexo. Abrió la cremallera del pantalón, me sacó la polla, la agarró con fuerza, y comenzó a aplicarme suaves pellizcos en el glande con sus dedos pulgar e índice. Seguía siendo una experta en dar gusto a un tío, la muy pendón.

Al tiempo que disfrutábamos de nuestras caricias, continuábamos observando la lujuriosa escena que protagonizaban nuestros amigos en la bañera. Sonia seguía cabalgando a Nando con auténtico entusiasmo. De repente, la intensidad de los botes de Sonia se acrecentó, su cuerpo se arqueó hacia atrás mientras que sus tetas parecían escaparse de su cuerpo. Las manos de Nando se elevaron por su vientre hasta rodear con firmeza los pechos de Sonia, y en tres o cuatro empellones más, Sonia se corrió, emitiendo un agudo chillido que pudimos escuchar con toda claridad incluso a través del cristal. Sonia se derrumbó sobre Nando, y a partir de ahí ya no pudimos observar más, pues el ángulo de visión no nos lo permitía. Para entonces, coincidiendo con el orgasmo de Sonia, mi mano se había colado ya dentro de la camisa de Julia, y había comenzado a pellizcar con fuerza sus orgullosos pezones. Julia separó las piernas, permitiendo que mi otra mano se deslizase dentro de sus braguitas y comenzase a estimular su clítoris, que levantado se dejaba hacer. El papo de Julia se encontraba ya totalmente chorreante, y de su cabeza, vencida sobre mi hombro comenzaban a brotar los primeros gemidos. Saqué mis manos del cuerpo de Julia, y tomándola de la cintura, le di la vuelta para fundirme con ella en un beso apasionado. Nuestras lenguas se juntaron, y Julia se aferró a mi culo, al tiempo que yo metía la mano por debajo de su falda para asirme a sus magníficos glúteos. Sin dejar de besarla, pude observar cómo Carlos se encontraba sentado en una butaca, mientras Lorena, sentada de espaldas a él, se dejaba meter manos por debajo de la falda mostrando una carita de evidente satisfacción. Por encima de su camiseta, Carlos estrujaba sus tetas mientras le besaba el cuello. Por su parte, Sonia se había sentado en el borde de la bañera con las piernas abiertas y su espalda apoyada contra el cristal, en lo que sin duda estaba suponiendo una comida de coño en toda regla por parte de Nando.

Julia se separó un poco de mí, y desabrochándose el cinturón, me invitó a ir a la piscina a continuar la faena. Le desabroché el botón de la falda, y bajándole la cremallera, deslicé la falda por las caderas hasta dejarla caer a nuestros pies. Aún con la camisa puesta, Julia me sacó la camiseta y me desabrochó los pantalones, dejándome en calzoncillos en cuestión de segundos. Sin hacerme de rogar, me lancé a la piscina, iluminada con un foco desde el porche. Una vez dentro, me situé en la zona de menor profundidad, apoyado contra el borde invité a Julia a unirse a mí. Con un contoneo propio de una diosa, bajó por las escaleras hasta el agua. Inclinó su cabeza hacia atrás hasta mojarse el pelo, permitiendo con ese movimiento que sus pechos casi se escaparan del escote de la camisa, que mojada descubrían los senos y pezones de Julia como si estuviese ya desnuda. Me acerqué a ella, y aprisionándola contra la pared, agarré las solapas de la camisa para arrancar los botones de un solo tirón. Sin sacarle la camisa, agarré sus pechos con mis manos, y pellizcándole los pezones con fuerza comencé a besarla de nuevo. Sus manos apretaron mi trasero, apretando mi pelvis contra la suya. Nuestros sexos, oprimidos entre sí, friccionaban uno contra el otro, solo separados por la levedad de la tela de nuestra ropa interior. Sin dejar de besarnos, nos fuimos girando, hasta quedar yo contra la pared, y Julia frente a mí. Tomándome de la nuca, Julia me atrajo hacia sí, hasta encajarme la cabeza entre sus esponjosos senos. Apliqué mis labios a sus endurecidos pezones, que relamí con frenesí. Cerrando los dientes sobre uno de sus pezones, le apliqué un mordisquillo que le arrancó un pequeño chillido mezcla de dolor y placer. Llevé de nuevo mis labios en busca de los suyos, que me recibieron con pasión. La lengua de Julia fue descendiendo por mi cuello y mi tórax hasta detenerse sobre mis pezoncillos , que fueron severamente estimulados por sus ávidos labios. Los labios de Julia continuaron su descenso hasta que su cabeza quedó sumergida a la altura de mi sexo. Me bajó los calzoncillos liberando así el esplendor de mi polla que quedó justo a la altura de su cara. Me agarró con suavidad los testículos, y sus labios se cerraron en torno a mi glande. Lamió con su lengua y con sus labios la sonrosada porción de carne con glotonería, hasta que de un latigazo de cadera, hinqué toda la longitud de mi mástil en su boquita. Sujetándole la cabeza, rellenaba y vaciaba su boca a golpes de pelvis. Julia recibía con apetito su cuota de chicha. El tiempo que Julia estuvo sumergida chupándome la polla debió sobrepasar con creces los dos minutos. Mientras sus fauces engullían mi verga una y otra vez, pude observar a Lorena, ya completamente desnuda tumbada sobre el césped. Carlos, también en pelotas y tumbado a su lado, hurgaba con la mano entre sus piernas abiertas, al tiempo que su boca se empleaba en los pechos de ella, que inflados y con los pezones erguidos recibían con evidente satisfacción el favor bucal de mi amigo, a juzgar por los grititos que emitía continuamente. Cuando por fin emergió Julia, jadeaba intentando recuperar la respiración. Dándose la vuelta para darme la espalda, infló su culito, que quedó en pompa ante mí, pidiendo que le sacase las bragas de una vez. No me hice de rogar; pasé mi mano por sus empapados labios, y agarrando las bragas por la cinturilla se las saqué, dejando a la vista el espléndido panorama de su afeitado y palpitante coño abriéndose y cerrándose temblorosamente delante de mí. Cogí a Julia en brazos como si de un bebe se tratase y la saqué del agua, depositándola con suavidad sobre el césped. Imitando a Carlos, me tumbé de lado a su lado, y comencé a aplicarle un masaje manual en el sexo, al tiempo que comenzaba a besarla con pasión. Mis manos subía y bajaban desde sus tetas hasta su coño, una y otra vez, sin dejar de aplicar mi boca a sus labios ni de pasear mi lengua por toda. Conocía bien el grado de excitación que Julia podía lograr con esas caricias, así que me apliqué en dejarla totalmente vencida y sometida a mis caprichos. Cuando su respiración entrecortada y la sumisión que demostraban sus ojos me convencieron de que Julia ya estaba más que capitulada, me acerqué a su oído, y con voz queda le pregunté "¿estás ya satisfecha, putita, o quieres algo más?". "Quiero que me folles de una puta vez, cabrón". La respuesta fue lo bastante fuerte para que la oyesen los vecinos. Para entonces Lorena tenía ya sus labios aplicados con entusiasmo a comer el miembro de Carlos, que sentado en una silla, se dejaba hacer por una Lorena arrodillada ante él. Ante el grito de Julia, dejó de chupar polla y se dio la vuelta para mirarnos. "Ya ves qué tipo de amiga tienes", le dije a Lorena, que riéndose se giró hacia Carlos para seguir con su reconfortante tarea.

Acallé a Julia, que algo avergonzada por haberse puesto en evidencia de esa manera tiraba de mi brazo hacia sí, metiéndole la lengua en la boca. La giré para dejarla tumbada boca abajo, y metiendo mis manos bajo sus caderas, elevé su culito, de tal manera que su boca y sus tetas se aprisionaban sobre el césped mientras que sus nalgas abiertas se levantaban ante mí. Arrodillado a su espalda me cogí la polla y me dediqué a exasperar su coño paseando la puntita por sus labios vaginales arriba y abajo. Su lubricación era magnífica, y en un par de ocasiones se me coló el glande dentro de ella, pero aún no le tocaba recibir estopa, así que se la saqué para continuar las enervantes caricias. Julia se levantó, y poniéndose a cuatro patas se dedicó a impulsar su culo hacia atrás con la esperanza de que mi estilete acabara de clavarse en su interior. Acabó girando la cabeza medio enfadada y suplicante: "por favor, métemela ya de una vez". En ese momento apoyé la punta en su entrada, la tomé de la cintura, y de un solo y violento golpe enterré mi estaca en su interior hasta que los huevos chocaron con su culo. Un agudo gemido surgió de su interior y su espalda se arqueó ante el placer de la embestida. Bombeé unas cuantas veces de manera brusca, hincándosela hasta el fondo. Sus tetas se mecía adelante y atrás mientras la follaba. La penetración era fácil y fluida, y su coño relamía con facilidad toda la longitud de mi nabo. Cuando su gritos comenzaron a arreciar, me retiré de golpe de ella, dejándola como una perra en celo, meneando el culo de atrás a delante como si aún tuviese un macho dándole cera. "No me dejes así, no pares ahora, métemela otra vez". Julia estaba plenamente sometida, y sus voces demostraban cómo estaba disfrutando y lo cachonda que estaba. Me giré hacia Carlos que aún no había comenzado a follarse a Lorena, aunque debía estar ya a punto por la postura en la que se encontraban: "Carlos, esta tía quiere que se la follen bien, ¿por qué no vienes y la castigas un poco?". Lorena parecía divertida con la idea del cambio de papeles. Tumbada boca abajo, Carlos sobre ella con su rabo encerrado dentro de sus piernas, giró su cabeza hacia arriba: "no puedes dejar a Julia en ese estado, Carlos, ve a complacer a Julita", dijo entre risas. Carlos tardó un par de segundos en reaccionar, pero acabó levantándose entre sorprendido y encantado y arrimándose a nosotros. Se situó detrás de Julia, que seguía en su posición de perrillo con el culo en pompa, y sin demasiados preámbulos comenzó a follarla, primero lenta y cariñosamente, pero enseguida comenzó a apretar sin compasión. Me coloqué delante de Julia mientras Carlos la apretaba desde atrás. La vista era espectacular. El culo se elevaba y descendía al son de la penetración, al tiempo que su espalda se arqueaba hacia abajo con cada acometida. Sus pechos iban y venían violentamente, y su carita desencajada, sus ojos perdidos y su boca entreabierta profiriendo gemidos daban cuenta del intenso placer que invadía su cuerpo delicioso. Tomándole de la cara, planté mi polla ante ella, invitándole a engullir mi miembro mientras era salvajemente perforada por mi amigo. Posó sus labios sobre mi nabo, y fue relamiendo todo su largo a medida que Carlos bombeaba desde atrás. A cada embestida su boca abierta recibía toda mi carne hasta golpear la entrada de su garganta. Lorena, que se había mantenido al margen durante toda la operación, se situó a mi espalda, y apoyando sus mullidas tetitas en mi espalda, me abrazó el pecho golosa. Acercando su carita a mi cuello, fue cubriéndome de besos los hombros. Asomándose al oído me susurró con voz de niña ñoña: "ahora soy yo la que estoy solita y abandonada, ¿no quieres venirte conmigo para hacerme cositas?".

Saqué mi polla de la boca de Julia, y dándome la vuelta me enlacé en un beso con Lorena, que aprovechó para cogerme de la nuca con una mano y sacar glotonamente la lengua fuera de la boca hasta enlazarse con la mía. Su otra mano bajó hasta mi verga y comenzó a masajearla con suavidad. Lorena besaba con más dulzura y ternura que Julia. La mansedumbre de Lorena me cautivó, y con idéntico afecto me dispuse a ganármela para mi causa. Bajamos al suelo hasta quedar tumbados sobre el césped. Nuestros cuerpos se enlazaron, y yo me dediqué a sobar con cariño toda su anatomía, desde la suave piel de su cuello hasta los pies, dedicando especial atención a sus pezoncitos y a la deseable grieta de su sexo. Para entonces, Julia y Carlos habían cambiado de posición; montada sobre él, Julia cabalgaba sobre la polla de mi amigo. Su culo se levantaba hasta que surgía el glande de mi amigo para inmediatamente dejar caer todo el peso de su cuerpo sobre él y quedar completamente ensartada por el duro mástil, momento en que todo el cuerpo de Julia temblaba por la violencia de la acometida y sus pechos vibraban sensualmente entre las manos de Carlos. Así una y otra vez, entre los salvajes alaridos de ella y los roncos bramidos de Carlos, cuya desencajado rostro delataba la intensidad del placer que aquella hembra hambrienta estaba proporcionándole. Me sonreí pensando en cómo Carlos me había confesado las ganas que tenía de disfrutar del sexo con Julia; "quieres caldo, pues toma dos tazas", pensé.

Los pies de Lorena comenzaron a acariciar mis piernas, mientras mis labios se deshacían atendiendo a su boca y a sus pechos. Lenta y suavemente, mis dedos se dedicaron a explorar su húmeda rajita, que se licuaba al contacto de mis caricias. Su respiración se agitaba con mis maniobras, hasta comenzar a emitir pequeños gemidos que delataban el gozo que recorría su cuerpo. Durante más de media hora me dediqué a calentar el cuerpo de Lorena. Quería hacerla disfrutar como nunca lo hubiese hecho, y para ello, tenía la intención de hacerla arder de deseo antes de perforarla con mi estaca. Recorrí todo su cuerpo con mis manos, con mis pies y con mi polla, que deslicé por su cara por sus labios y por su lengua; paseé el glande por su cuello, por sus tetas, dibujé sus pezones y recorrí su vientre. Mi verga peregrinó entre sus muslos y serpenteó por sus abiertos y sonrosados labios, que anhelantes por ser ensartados, palpitaban con vida propia. Lorena me besaba con ímpetu y sus manos, aferradas a mi trasero, apretaban con furor mi pelvis contra la suya en un intento desesperado por sentir mi verga abriéndose camino entre su carne. Finalmente bajé mi cabeza hasta su sexo. Separé sus piernas, y sus pies se apoyaron en mis hombros dejando sus piernas abiertas y semiflexionadas. Su rosada porción de carne se abrió ante mí, y apliqué mi lengua sobre ella, aplacando su sed. Metí las manos bajo su culo, y elevándolo ligeramente lamí su chochito con vehemencia. Lorena se descomponía en medio de grandes quejidos. Deslicé varias veces mi lengua por sus labios, antes de concentrarla en su dilatado clítoris. Continué estimulando el mágico botoncito con mi lengua y mis dientes, mientras el fuego que crecía dentro de Lorena la hacía estremecerse, doblegándose con cada uno de mis lametones. Sus manos apretaban mi cabeza contra su sexo, mientras que sus pantorrillas acariciaban mi espalda. De su boca entreabierta brotaban sonoros quejidos, que se intensificaban por momentos. Abriendo las fauces, apliqué mi boca a su sexo, y comencé a comer con voracidad la deliciosa almejita de Lorena, restregando toda mi cara contra ella. Tomé su clítoris con los dientes e introduje mi lengua, dura y tensa, en su cavidad vaginal. El vientre y las piernas de mi amante comenzaron a temblar descontroladamente. Sus gemidos se tornaron más agudos y acuciantes. Apretando con vigor sus nalgas, elevé algo más sus caderas; su espinazo se arqueó, y su sexo comenzó a emanar líquido. Abandoné entonces la entusiasta dedicación que había aplicado a su sexo, me incorporé un poco, y apoyando mi durísimo sexo en su cavidad, comencé a empujar, lenta pero decididamente. Su agujero opuso algo de resistencia a mi polla, sin duda debido al poco uso que tenía, pero fue cediendo ante el empuje. Lorena me pidió que empujase con suavidad, pues le hacía daño. Arrodillado, y con el culo de Lorena sobre mi regazo, fui atrayéndola hacia mí, al tiempo que me iba introduciendo en su interior. Lorena rumiaba como un gatito mientras la penetraba. Cuando la tuve ya completamente ensartada me desplacé hacia adelante, colgada mi cara sobre la de ella, que me miraba con carita de satisfacción. Agarrándola fuertemente la muñecas, que se clavaban en la tierra, la sonreí mientras sus piernas se cerraban en torno a mí, apretándome contra ella. Me encantó observar su dulce carita de sometimiento. "Voy a comenzar a moverme, gatita, y te va a encantar". Extraje mi polla de su interior hasta casi desenlazarme de ella, y con un golpe de cadera se la metí de golpe. Lorena sufrió una sacudida, sus ya excitadas tetas se hincharon erizando su piel, sus tobillos se clavaron en mis gemelos y su mirada se perdió en medio de un convulso chillido, mitad de dolor y de placer. Comencé a bombear mientras cubría de lametones su cara, su cuello y sus tetas. Sus brazos luchaban por liberarse de su presión, y sus piernas apretaban mi culo con cada acometida. Lorena era deliciosa, en contraste con la lujuriosa Julia y otras chicas con las que me he acostado, el sexo con ella era más tierno, más cariñoso, más fluido y cadencioso, casi conyugal. Comencé a moverme despacio. Lorena gritaba cada vez que mis huevos chocaban contra su culo. Sus caderas pronto se acoplaron a mis movimientos, saliendo al paso de cada uno de mis ataques. Su monte de venus chocaba contra mi pubis cada vez que mi verga se abría paso en su interior. Lorena gemía, aullaba y gritaba de puro gozo, hasta que en medio de una sacudida que agitó todo su cuerpo, se corrió profiriendo un ahogado y punzante alarido. Sus manos, liberadas, arañaron mi espalda, y sus piernas se apretaron intensamente en torno a mi cintura. Continué apretando mientras se corría, aumentando el ritmo y vigor de mis ataques, intensificando con brío su orgasmo. Continué follándome a Lorena sin piedad durante al menos veinte minutos más. Al tercer orgasmo, de sus ojitos descompuestos brotaban lágrimas de pura alegría, mientras que su boca dibujaba una sonrisa de pura felicidad. Finalmente, comenzó la traca final con una serie interminable de apretones que sacudían todo su cuerpo. Sus pechos bailaban al son de mis latigazos, sus manos apretaban mi nuca y su sexo se contraía apretando el mío. Sus exaltados senos se clavaron contra mi pecho y sus caderas se apretaban contra las mías como si fuera ella la que estuviese follándome desde abajo. Tras una serie de profundísimas penetraciones dejé mi polla ensartada en su interior y comencé a mover mi cadera en círculos convulsionando su interior. Lorena, visiblemente agotada ya, se dejó llevar. Cerrando los ojos, estiró su cuello hacia atrás, ofreciéndome la tersa piel de su garganta. Me derrumbé sobre ella, aprisionando su delgado cuerpo bajo mi peso. Hundiéndome en su garganta, mordí su cuello en el preciso momento en que de su boca surgía un último, profundo y prolongado gemido. Los músculos de su vagina se cerraron en torno a mi polla, su espalda se retorció en medio de una fuerte convulsión y todos los poros de su piel se exaltaron arrebatadamente un segundo antes de que mi verga se tensase contra las paredes de su sexo y comenzara a emanar oleadas de semen. Al sentir el caliente líquido inundando su interior, el orgasmo de Lorena se avivó, provocando una serie de espasmódicas convulsiones que convulsionaron todo su ser, todo ello en medio de un coro de gemidos por parte de ella y de profundos ronquidos por mi parte.

Para entonces, hacía ya rato que Julia y Carlos habían finalizado su feroz polvo, no sin que antes hubiese detectado al menos dos orgasmos por parte de Julia, cuyos incestuosos gritos no podían pasarse por alto. Mientras me follaba a Lorena había detectado que, tras un corto periodo de descanso, retozando sobre la hierba, Julia había comenzado a aplicar un lujurioso homenaje oral a la tranca de mi amigo, que había finalizado con un sonoro orgasmo por parte de este. Tras ello, habían permanecido abrazados sobre el césped. Carlos parecía haberse quedado dormido, en tanto que Julia no había perdido detalle del glorioso polvo que nos habíamos pegado Lorena y yo.

Tras el monumental orgasmo, Lorena y yo permanecimos abrazados, besándonos y acariciándonos durante un rato. Tumbados de lado, yo pegado a su espalda y con mi polla ya desinflada aún dentro de ella, fui acariciando la suave piel de su cuello, sus pechos, su vientre y sus piernas, mientras ella se dejaba hacer y acariciaba con sus piernas las mías. "Ha sido el mejor polvo de mi vida, nunca había logrado correrme con tanta intensidad", me susurró. "El mérito es tuyo, mi niña, eres la mujer más sensual y deseable con la que me he acostado, me a encantado hacerte el amor", le respondí. Lorena respondió girándose hacia mí, me plantó un húmedo y sensual beso en la comisura de los labios, y nos fundimos en un cálido y placentero beso.

Observé cómo Julia se daba una ducha antes de zambullirse en la piscina, sin duda para limpiarse de la mezcla de fluidos que embadurnaban su cuerpo. Lorena me invitó a hacer los propio, y enseguida estuvimos en el agua cálida de la piscina. Sentados en las escaleras, nos enfrascamos en una animada charla. Julia me confesó que se había sentido utilizada como un juguete sexual cuando la había abandonado en medio del polvo para ofrecérsela a Carlos. "Es un tío estupendo, y folla muy bien, pero me debes un polvo, no puedes dejarme con el culo en pompa sin acabar la faena". Lo decía pretendidamente ofendida, pero en realidad estaba partiéndose de risa. "Bueno, no te preocupes, en cuanto quieras, nos zumbamos un buen polvo, y tan amigos". Lorena se reía ante el descaro de Julia y su fingido enfado. "Oye, por mí no os cortéis, si queréis intimidad me voy a dormir", dijo Lorena en medio de un mar de risas. Julia se arrimó a mí, y amarrándome la polla, comenzó a besarme con lujuriosa actitud. Retiré su mano de mi verga, y posando la mano sobre su trasero, deslicé uno de mis dedos por el canal que formaban sus glúteos. Bajé hasta su sexo, y apreté hasta introducirlo en su agujerito. Julia pegó un respingo, apretando sus grandes tetas contra mí. "Ya está casi amaneciendo", le dije, "vámonos a dormir, y te prometo que mañana será otro día". Julia no se lo tomó a mal, también estaba cansada tras la larga jornada. Despertamos a Carlos, que para entonces dormía como un bebé, y subimos al cuarto de las chicas, donde nos acostamos los cuatro en las dos grandes camas. Lorena se acurrucó a un lado, no tardando en quedarse plácidamente dormida. Carlos comenzó a roncar tan pronto como se metió en la cama, y Julia se tumbó sobre mí, enlazando una de sus piernas entre las mías, abrazada a mi tórax, y con su linda cabecita apoyada en mi pecho.

Me desperté suavemente cuando el sol ya se encontraba alto sobre el horizonte. Carlos y Lorena aún dormían. Aún medio dormido pude sentir la agradable sensación que subía desde mi sexo. Bajando la mirada, pude apreciar, aún entre brumas cómo Julia propinaba leves lametazos a mi glande. Mi polla presentaba una considerable erección, y Julia, que tenía mis huevos delicadamente agarrados, mientras su lengua se dedicaba a la punta de mi nabo. Enseguida advirtió Julia que me había despertado. Levantó la cabeza, y dedicándome la más maravillosa de sus sonrisas me preguntó "¿te has despertado ya, cariño?, ¿te ha gustado tu despertador particular?". "Cómo no me va a gustar, sólo espero que no deje ahora de sonar". Julia sonrió, y reanudó su placentera actividad. Puse una almohada bajo mi cabeza para poder disfrutar de la visión de la mamada. Fue deslizando su lengua a lo largo de mi polla, desde los testículos hasta la punta. Rodeó el glande con su lengua, antes de aplicar sus labios sobre mi glande y comenzar a descender su cabeza y a engullir mi palpitante verga. Bajaba y subía con parsimonia, sin acelerar el proceso. Relamía toda la longitud de mi aparato hasta tenerlo insertado por completo en su boca, para luego subir hasta apoyar levemente los labios en la puntita de mi glande. Me estuvo chupando la polla con ritmo cadencioso durante largos minutos mientras masajeaba mis testículos con su mano. De repente bajó hasta tragarse la integridad de mi sexo. Mantuvo mi polla en la boca durante varios segundos, y comenzó entonces a acelerar el ritmo. Comenzó a desayunarse mi polla con glotonería. Sus manos acariciaban mi pecho mientras devoraba con afán. Constantemente cambiaba de ritmo. Mi entumecido miembro desaparecía y emergía de su boca constantemente. Su voluntarioso trabajo comenzó a marcar huella en mí, que cada vez más descontroladamente empujaba con mis caderas al ritmo que su hacendosa boca marcaba. Tomándola del pelo comencé a marcar yo el ritmo de la mamada. Apretaba y separaba su cabeza de mí con ensañamiento, impidiendo a Julia tomar aliento. Finalmente, tras cuatro o cinco acometidas más, mis muslos temblaron, mi polla se tensó dentro de su boca y me corrí, colmando de semen toda su cavidad bucal. No permití a Julia retirarse, obligándola a ingerir la cremosa sustancia. Fue un orgasmo furioso, intenso y prolongado, digno de una mañana de domingo. Cuando Julia notó que dejaba de brotar esperma, extrajo mi pringosa porción de carne de dentro de su boca, y con auténtica dedicación y escrupulosidad a relamer con su lengua los restos de leche de mi verga, dejándola a su término limpia como la patena. Como ya os había comentado, Julia era una experta en el sexo oral, y se había concentrado en aplicarme una mamada memorable.

A pesar del movimiento y de los ruidos, Carlos y Lorena aún dormían, así que me levanté y cogí a Julia de la mano. Al levantarme pude escuchar los ahogados gemidos que Sonia emitía dentro de su habitación, delatando que nuestros amigos debían estar inmersos en la placentera actividad de un buen polvo matinal. Curiosos, salimos de la habitación y nos asomamos a la habitación de Nando y Sonia, cuya puerta estaba entornada. Me situé detrás de Julia, apoyando mi endurecida verga en su ardiente culito. Dándonos la espalda, Nando apretaba con ganas el coño de Sonia, que aplastada boca abajo contra la cama recibía el ardiente ataque con evidentes muestras de gozo, a juzgar por los lamentos que emitía. El culo de Nando, apretado y endurecido bajaba con fuerza hasta enterrar todo su mango entre las piernas de Sonia. Observando las culadas de mi amigo, comencé a acariciar desde atrás las infladas tetas de mi amiga, que se dejaba hacer con gusto. Nuestra excitación continuó en aumento cuando Sonia se giró, abriendo desmesuradamente las piernas para recibir con agrado la enorme porción de carne que Nando alojaba en su interior. Julia comenzó a frotar su culo con mi polla y yo respondí pellizcando sus excitados pezones. La respiración de Julia se iba entrecortando, profiriendo pequeños gemidos que pronto quedaron tapados por el coro de aullidos, gritos y bramidos que Sonia y Nando profirieron al alcanzar su impetuoso orgasmo. Nando se despeñó, emitiendo un sonoro bramido, sobre Sonia cubriendo su pequeño cuerpo. Girándose, Julia se aupó a mi cuerpo, colgando sus brazo de mi cuello y abrazando con sus piernas mi cintura. Acarreando de esta guisa a Julia, la llevé hasta nuestro baño, donde la deposité suavemente en el suelo.

Me metí en el jacuzzi, y me di una ducha ante la fantástica visión que sobre el puerto pesquero de Altea se abría a través de los ventanales. Julia se lavó los dientes, y se metió en la bañera. De pie, y con el chorro de agua caliente regando nuestra piel desnuda, la agarré por la cintura, la apreté contra mí, chocando sus tetas por debajo de mi pecho, mi falo en erección golpeó cerca de su ombligo y en un apasionado abrazo incliné mi cabeza susurrándole al oído un sensual y cariñoso "¡ te deseo ! "... y comencé a besarla con ardor. Nuestras lenguas se juntaron acompañando aquel tierno abrazo. Mis manos recorrían la sedosa piel de su espalda y de su bien formado trasero. Deslicé un dedo por la grieta de su culito y comencé a acariciar la rendija de su sexo sin dejar de besarla. Ella acariciaba mis duras posaderas. Nuestros ojos se cerraban en un ardiente beso. Mi lengua buscaba la suya y ella apretaba mi culo con sus manos. Con una mano le acariciaba las tetas con suavidad y con la otra trabajaba el agujerito de su coño. Mi polla se apretujaba entre nuestros cuerpos. Su chochito chorreaba los jugos del placer. Bajé con mi lengua por su cuello, besé y mordisqueé ligeramente sus pezones, chupé su cintura, su ombligo sus muslos, bajé por sus rodillas, la giré y seguí por detrás de sus apetecibles muslos, separé sus piernas y seguí lamiendo su culo. Ella seguía en pie, muriéndose de gusto, mientras la lamía por todas partes. La giré de nuevo frente a mí y metí mi lengua entre sus muslos hasta llegar a su húmedo sexo, cuando sin poder contenerse lanzó un gritito de placer.

"¡ Ahhhhhhhhhhhh, eres un cabrón, que gusto me das!". Yo seguía en mi labor de chuparle todo el coño con mis labios y lengua, y ella introducía los dedos en mi ensortijado cabello negro. Notaba los latidos de su corazón en el clítoris, mi lengua se abría paso entre sus labios vaginales, buscándole todos los rincones del placer, hasta que de pronto sentí en mi boca una ola de calor y flujos vaginales. Julia se retorció en medio de un monumental orgasmo que fluyó por todo su cuerpo, llevándole a proferir profundos y sonoros gemidos.

Me tumbé, estirado todo a lo largo de la bañera, que ya se hallaba casi llena y repleta de espuma. Tomándola de las manos, invité a Julia a sentarse sobre mí. Se acomodó a horcajadas encima de mí. Nuestros sexos se ligaron en profundo contacto, y nuestras lenguas volvieron a juguetear mientras nos abrazábamos y acariciábamos. Tomando a Julia por sus nalgas, comencé a hacerla oscilar sobre mí, restregando su chochito contra mi empalmada verga. Sus labios abiertos relamían toda mi verga, su vencida cabeza se doblaba hacia atrás emitiendo pequeños grititos de puro gozo, y sus generosas tetas se balanceaban ante mi cara. Enterrando el rostro entre sus senos, barrí con mi nariz su profundo canalillo antes de comenzar a besar sus excitados pechos y a propinar pequeños mordiscos en sus grandes pezones. Elevé su trasero con mis manos, dejando su entradita apoyada en la punta de mi verga. Sosteniendo sus nalgas con mis manos la ayudé a deslizarse hacia abajo a lo largo de mi verga, que pronto se vio ensartada dentro de Julia. Mientras se acoplaba a mí, Julia ronroneaba dichosa de verse por fin penetrada. Completamente empalada, su trasero aprisionaba mis huevos. Julia se hizo hacia adelante, poniendo sus prodigiosas tetas a la altura de mi cara. Sin hacerme de rogar, me dispuse a comerle las tetas y los pezones, mientras que ella comenzaba a subir bajar sobre mí. Sus manos, apoyadas en mis hombros ayudaban el movimiento de sus caderas, que alzaban para luego dejarse caer con todo su peso encima de mi polla. Sus tetas botaban ante mí con cada movimiento, y mis manos sometían su espalda arqueándola hacia mí. Julia suspiraba, gemía y se retorcía con fuerza con cada golpe de cintura. Su ritmo fue aumentando, hasta hacerse cada vez más incontrolado. Oleadas de placer recorrían nuestros cuerpos, que se erizaban a cada encuentro de nuestros sexos. Su piel se iba saturando, anunciando la proximidad del orgasmo. La piel de sus pechos se puso en carne de gallina, y sus duros pezones acabaron de cristalizarse del todo. En ese momento, cogiendo a Julia por la cintura, y sin desligar mi sexo del suyo, la hice girar, hasta dejarla tumbada de espaldas sobre mí. Mi polla se salió de su chochito, así que separé sus piernas, que quedaron colgadas a ambos lados de las mías, llevé su mano hasta mi verga, y la ayudé a meterla de nuevo en su agujerito. Julia estiró sus brazos hacia atrás, agarrándome el cuello, su rostro se giró para fundir sus labios con los míos, y en ese momento comencé a apretar desde atrás, arrancando de sus labios los más formidables aullidos que jamás había escuchado de ninguna de mis amantes. Agarré con furia sus esponjosas tetas, y pellizcando sus formidables pezones apliqué todas mis fuerzas en bombear el coño de Julia. Con cada embestida Julia gritaba como loca: "¡ahhhhhhhhhh, uuuuuuuuffff!". Le estaba taladrando las entrañas sin compasión. En apenas unos segundos se apoderó de ella un placer mayúsculo, un orgasmo que puso toda su piel de gallina, en medio de grandes convulsiones y espasmódicos gritos. Yo también soltaba algún gemido, mientras bombeaba suavemente al principio metiendo la punta y apretando al final toda mi polla dentro de su agujero. Mientras Julia se corría, yo no dejé de bombear su almeja, arrancándole casi inmediatamente después un segundo y hasta un tercer y convulso orgasmo. En esa forzada postura, su conchita se adaptaba difícilmente a mi duro miembro. Me detuve. Mis músculos se tensaron y en un vaivén dejé toda la polla enterrada hasta el fondo. "¡Dios mío!, ¡que gozada!", no pude contenerme. Tuve una larga corrida, llenando toda su cavidad con mi semen. Notaba como mi polla botaba espasmódicamente dentro de ella, sin dejar de emitir su denso regalo. Apretaba su cuerpo contra el mío. Volvió a correrse una vez más mientras mi leche se derramaba en su interior y mis manos estrujaban y amasaban sus tetas. Nuestros cuerpos sudaban y brillaban uno pegado al otro.

Tan concentrados habíamos estado en nuestro ajetreo, que cuando alzamos la mirada pudimos ver cómo Lorena, bien abierta de piernas, cabalgaba sentada sobre el urinario y frente a nosotros sobre la erguida polla de mi Carlos. La vista era espectacular, primero la cara de gusto de Lorena con sus ojos cerrados, sus tetas bailando al vaivén, su cinturita sudorosa y su coñito metiéndose en el nabo de Carlos hasta llegar a los huevos. La estaban gozando en pleno. La cara de Carlos apenas podía verse tras la de Lorena, pero se le oía gemir y decir: "¡Sí, sí, qué gozada, me vas a matar!". Aquello me excitó tanto que tuve una erección al momento, Julia se incorporó e introdujo mi verga dentro de su boca de nuevo, chupando con vehemencia, adentro, afuera, adentro, afuera.... mientras que yo contemplaba el folleteo de Lorena sobre mi amigo. "¡Ahhhhh, qué bien, qué gozada!", acerté a proferir, mientras Julia me comía la polla y el maravilloso cuerpo de Lorena se botaba sobre la verga de Carlitos.

Julia seguía en la placentera tarea de chuparme toda la polla, jugaba con sus labios sobre mi capullo, con su lengua recorría toda mi longitud y me mordisqueaba por todas partes. En ese momento de la dulce mamada de Julita, mi amigo Carlos, dando pequeños aullidos, se corrió dentro del excitado sexo de Lorena, y ella a continuación empezó a cabalgar más fuerte hasta alcanzar también un escandaloso orgasmo unos segundos después. Ella apoyo su espalda sobre el pecho de Carlos y cerró los ojos intentando guardar aquel gusto en su interior.

La excitante escena del delicioso cuerpo de Lorena convulsionándose y corriéndose sobre la verga de Carlos me exaltó tremendamente, así que mi polla se hinchó al límite, y cogiendo a Julia desprevenida, solté dentro de su boca una corrida espléndida, que lanzó el corriente líquido hasta inundar su garganta. Los labios y lengua de Julia eran deliciosos. Se tragó toda la leche y me chupó con ahínco, pasando su lengua por todo mi miembro. Me estaba relamiendo de gusto. Lorena y Carlos se abrazaban, se acariciaban y besaban sin parar.

Julia se separó lentamente de mí y me besó agradeciéndome aquel maravilloso polvo. A continuación la levanté, apoyando su culo al borde de la bañera y me agaché para explorar con mi lengua y mis labios su húmedo sexo. Mientras le palpaba los senos con dulzura, mi lengua recorría sus ingles y su pubis. Introduje la punta de mi lengua en sus labios vaginales haciendo estallar de nuevo su clítoris supersensible y haciéndola correrse de nuevo. Apenas la tocaba yo, estallaba de placer. Esa mañana aprendí que si somos lo bastante hábiles, podemos arrancar orgasmos de las mujeres casi continuamente, uno detrás de otro, hasta hacerlas morir de gusto.

Nos fuimos duchando y vistiendo uno a uno, y salimos al jardín para disfrutar de un merecido y reparador desayuno que nos relajara de aquella agitada y divertida mañana. Nando y Sonia ya habían desayunado, y esperando nuestra aparición, se divertían en la piscina. "Joder, vaya nochecita y mañana que habéis pasado, ¿eh?, ¡cómo os lo montáis los solteros!", nos soltó Carlos, con una pizca de envidia en el tono de su voz. Fue Lorena la que respondió: "pues creo que vosotros tampoco lo habéis hecho mal, vaya fiestecita que os distéis anoche en el jacuzzi", "y esta mañana en la cama, ¿verdad?", añadí yo. "Sois una panda de salidos, cotilleando lo que hacemos los demás", dijo Sonia divertida. "Si no quieres que te veamos en acción con tu novio tendrías que ser un poquito más discreta, ¿no crees?", apostilló Julia. Todos reímos divertidos y con ganas. Dada la hora que era, decidimos quedarnos el resto de la mañana en la piscina, encargar un arroz negro y comer en casa.

Disfrutamos de la piscina y del espectacular jardín del chalet hasta la hora de comer. Sonia se despojó de la parte de arriba de su bikini apenas se hubo tumbado a tomar el sol, luciendo las envidiables curvas de su preciosas tetas. Lorena bajó equipada con un bikini azul, cuya parte superior desapareció también casi de inmediato, quedando vestida únicamente con su braguita, un pequeño culotte que se amoldaba a su espectacular trasero como una segunda piel. Por su parte, Julia lució su cuerpazo con un llamativo tanga brasileño de color rojo que se ajustaba a sus labios hasta el punto de marcar profundamente la rajita de su coño. Salió de casa cubriendo su llamativo pecho con un escotadísimo top anudado al hombro, que no tuve inconveniente en retirar cuando ella me lo pidió. Julia y yo, que éramos los que menos habíamos dormido durante aquella incestuosa noche, nos quedamos dormidos, abrazados entre nosotros bajo la sombra de la gran sombrilla que presidía el jardín. Cuando despertamos, nuestros compañeros ya habían traído el arroz y puesto la mesa, por lo que nos levantamos directamente para sentarnos a comer.

El resto de la quincena transcurrió por los mismos derroteros que la noche anterior. Sonia y Nando por un lado, y nosotros cuatro por otro, dedicándonos en cuerpo y alma a disfrutar de las vacaciones, de nuestros cuerpos y del sexo y follando como descosidos. Esa misma noche Lorena me aplicó una monumental mamada en su cama, antes de zurrarle el coño a base de bien, mientras Carlitos y Julia follaban como descosidos en la otra cama.

Así transcurrieron el resto de las vacaciones, entregándonos al sexo como locos, y probando cada día algún nuevo juego. Una tarde que Julia y Lorena habían estado solas en la playa, regresaron con un muchachito que apenas podía creerse lo que le estaba pasando. Carlos y yo nos divertimos observando cómo el pobre muchacho se afanaba, sin mucho éxito en dar gusto a aquellas dos hembras. Finalmente Carlos acabó follándose a Lorena, mientras yo arrancaba las entrañas de Julia, dándole por culo delante del atónito y excitado muchacho, que al menos se fue con la dicha de haber recibido una mamada a dúo de aquellos dos monumentos. Otra noche, Carlos y yo nos ligamos a un par de francesitas bastante guarras. La noche acabó en una monumental bacanal, en la que Carlos se pegó un glorioso homenaje con una de las guiris mientras que yo me zumbaba a la otra, cubriendo los tres agujeritos de la otra, uno tras otro. Julia y Lorena se mantuvieron al margen, aunque terminaron por unirse a la fiesta. Carlos se folló a Julia en una tumbona sobre el césped, y yo me beneficié a Lorena dentro de la piscina, al tiempo que las dos francesas se comían los coños mutuamente.

El día antes de regresar a Madrid merece ser contado con mayor detalle. El día anterior habíamos salido de excursión a Terra Mítica, por lo que regresamos a casa bastante cansados. La noche había transcurrido con relativa calma, y después de una partida de parchís nos habíamos retirado a dormir. Las chicas se retiraron a su cuarto y nosotros al nuestro, así que la noche se sucedió sin jarana. El silencio de la noche sólo se había roto durante un rato con los gemidos que surgían de la habitación de Fernando y Sonia, aunque pronto regresó la calma, por lo que pasamos una noche tranquila, durmiendo todos sosegadamente.

Al despertar, nos encontramos con que Fernando había amanecido con un fortísimo dolor de cabeza, fiebre y sudores fríos. Le llevamos al centro de salud, donde le aconsejaron guardar dieta durante todo el día, permanecer en la cama y tomar analgésicos. Julia, Carlos y yo nos fuimos a la playa, dejando a Lorena acompañando a su amiga, que quiso quedarse en casa para atender a su novio enfermo. A mediodía regresamos a casa os de la avanzadilla de la playa, y nos encontramos que Lorena y Sonia tenían ya puesta la mesa, y nos habían preparado una suculenta comida a base de pescaditos fritos. El pobre Fernando se tuvo que conformar con algo de pescado hervido con patatas y cebolla cocidas. Después de comer, yo me bajé al garaje con intención de lavar los coches, mientras que el resto de mis compañeros se retiraron a dormir la siesta. Estaba yo enfrascado en mi tarea de limpieza cuando se abrió la puerta y apareció Sonia, diciendo que había bajado a ayudarme a limpiar, dejando a Nando dormido, pues no quería molestarle. Pusimos música bajita, y así, enfrascados en la limpieza de nuestros autos, Sonia y yo trabamos un animado parloteo. Sonia parecía tener ganas de decirme algo, pero no terminaba de animarse. Para ayudarla, subí a la cocina y preparé un par de limonadas con una generosa ración de Martini. Nos tomamos las limonadas prácticamente de un solo trago. El calor apretaba con furia, y el ejercicio nos estaba haciendo sudar a chorros. Gruesas perlas de sudor surgían de su frente, deslizándose por su agraciado rostro hacia su cuello. Su pecho henchido brillaba por la humedad, y el sudor que corría por sus pechos hasta desaparecer dentro de su canalillo me estaba poniendo a mil. Mi mente calenturienta fue comenzando a imaginar cómo podrían sucederse los acontecimientos. Bajo mi bañador, mi polla se erizó en una considerable erección, lo que Sonia no dejó de percibir, a pesar de mis esfuerzos por ocultarlo. Sus ojillos se desviaban continuamente en pos de mi abultado paquete. Fue entonces cuando Sonia me confesó que había estado hablando sobre mí por la mañana con Lorena. Me dijo que yo le gustaba mucho a Lorena, que le había confesado la alta estima en que me tenía. Me consideraba guapo, atractivo y muy sensual, inteligente y divertido. Me estaba poniendo colorado con tanto elogio. Además me dijo que según Lorena, a lo largo de las vacaciones había comenzado a sentir celos cada vez que me aproximaba a Julia, pero que sin embargo no había querido mostrarse posesiva respecto a mí, ya que no quería romper el devenir de los acontecimientos, con todos nosotros entregados a un liberal sentido de la sexualidad. No obstante, y ahora que terminaba el viaje, no quería dejar pasar la oportunidad de expresar sus sentimientos hacia mí, aunque no sabía como hacerlo sin crear malos rollos entre todos. "Lo cierto es", me confesó Sonia, "que me has sorprendido gratamente. Te tenía por un niñato engreído, pero has demostrado muy buenas cualidades durante estas dos semanas". Entonces comprendí que Sonia había estado hablando no sólo por boca de Lorena, sino también en su propio nombre. Sin dejar escapar esa oportunidad única, me acerqué a Sonia, y cogiéndola de la cintura la atraje hacia mí. No pude dejar de notar un ligero estremecimiento de su cuerpo, así que, sin darle tregua, le propiné un suave y cariñoso beso en los labios. Sonia parecía querer resistirse, pero algo en su interior se lo impidió, y pronto acabamos fundidos en un apasionado beso. Su lengua buscaba la mía para juguetear con ella. Mis labios comenzaron a chupar el lóbulo de su oreja mientras mi mano acariciaba la parte posterior de su cuello.

Tumbé a Sonia, que comenzaba a dar síntomas de sometimiento, sobre el capó del coche. Mi cuerpo fue a parar encima de Sonia, cuya timidez desaparecía por momentos. La candidez de hacía unos minutos se había convertido en pasión. Fui colmando de besos su cara y su cuello, para lentamente continuar descendiendo hacia sus encendidas tetas. Ahuequé con mis manos su espalda para desatarle el bikini, y que seguidamente retiré de su piel con mi boca. Arrojé el top a un lado y me concentré en estimular su sexualidad a través de sus suaves y generosos senos. Dediqué las mejores caricias de mi repertorio a cada uno de sus hermosos pezones. A Sonia mis caricias le estaban comenzando a arrancar entrecortados suspiros. Sus piernas rodearon mi cintura, apretando mi cuerpo al suyo mientras me comía sus maravillosas peras. Me saqué el bañador, y encaramándome sobre el coche, me senté a horcajadas sobre el pecho de Sonia. Inserté mi falo entre sus mullidos e hinchados senos, y estrujando con mis manos sus pechos, los apreté contra mi verga, al tiempo que comenzaba a menear el culo, abriendo camino entre sus tetas como si me las estuviera follando. Someter las grandes peras de Sonia bajo mi falo me puso cachondísimo. La lengua de Sonia lanzaba lametazos a mi glande cada vez que empujaba hacia arriba. Era la primera vez que me lo montaba a la cubana, y los monumentales pechos de Sonia se prestaban perfectamente a ese ardiente quehacer. Desde que la conocí, siempre había fantaseado con follarme sus tetas, y ahora se estaba haciendo realidad mi deseo. Me apliqué con esmero, disfrutando del delicioso contacto entre mi verga y sus senos. Sonia me acariciaba los brazos, mientras deslizaba la polla arriba y abajo entre el profundo canalillo que formaban sus pechos. Cogiendo sus manos, las llevé hasta sus domingas, invitándole a que fuese ella la que apretase los pechos contra mi verga. Comenzó a sobarse las tetas, aplastándolas sobre mi polla, y paulatinamente se fue animando, hasta acabar pellizcándose con fuerza los pezones, al tiempo que seguía masajeándome el pene. Tras un buen rato pajeándome entre las tetas de Sonia, me incorporé un poco hacia arriba. Cogí mi polla por su base, y fui paseando el glande por su cuello y por todo su rostro. La posé en la comisura de sus labios, y de manera casi inconsciente, Sonia sacó su lengua y comenzó a propinarme intensos lametazos en la punta. Apuntando a sus labios entreabiertos, me fui abriendo camino dentro de su boca. Sonia comenzó a chupármela con ganas. Mi polla entraba y salía de su boca, y sus dedos se clavaban en mi trasero, intentando procurarse un trozo extra de carne. Después de unos minutos en los que Sonia no dejó de comerme la polla con gran gula, sin previo aviso, retiré mi émbolo de sus ansiosos labios.

Ayudé a Sonia a bajarse del capó de mi coche, y cogiéndola de la cintura la aupé hasta una alta mesa de trabajo que había al fondo del garaje. Le quité la braguita del bikini, separé sus piernas y apoyé sus muslos sobre mis hombros, situándome frente a su sexo. Su apetecible coñito estaba tan pelado como el de un bebé. Mi lengua se deslizó por la parte interior de sus piernas, acercándose cada vez más al lugar mágico. Mientras tanto, mis manos acariciaban sus piernas, su vientre y sus tetas. Atraje el culo de Sonia hasta mantenerlo al borde de la mesa, e inserté mi lengua entre sus piernas, comenzando a lamer los labios de su coñito, con movimientos de abajo a arriba, terminando en la zona del clítoris. De vez en cuando, trataba de separar los labios para poder introducir mi lengua en su interior, o le daba besitos, unas veces suaves y otras más fuerte. Su olor, su sabor y las reacciones que provocaba en ella me excitaban cada vez más. Cuando Sonia estuvo lo suficientemente caliente, y su clítoris lo suficientemente duro, lo sujeté entre mis labios, como tratando de succionarlo, y jugueteé con él rozándolo con mi lengua. Mis manos, en ningún momento, habían parado de acariciar los muslos, el vientre y los pechos de Sonia. Sus gemidos aumentaron: "¡por favor, no pares, sigue chupando, ahhhhhhhhhhhh!.

Mi pene se encontraba en ese momento absolutamente empalmado. No me explico cómo pudo suceder, pero alguien se había colado en el garaje a mi espalda sin que yo me diese cuenta. Noté cómo alguien me bajaba el bañador, e inmediatamente después, una lengua comenzó a juguetear con mi pene. Abandonando por un momento a Sonia, bajé la mirada. Los labios y lengua de Lorena, arrodillada bajo la mesa ante mí se recreaban con mi nabo. Yo sentía el mayor placer que se pueda imaginar. Algunas veces, su lengua subía y bajaba como si estuviera tomando un apetitoso helado. Otras veces lo besaba, especialmente la punta. Terminó introduciéndolo en su boca, chupándolo y succionando con frenesí.

Animado por la mamada de Lorena, decidí concentrarme en seguir trabajándome el chochito de Sonia, que comenzó a gritar de placer. Estaba completamente a mi merced y yo regulaba sus sensaciones. No la dejé llegar al orgasmo hasta después de un rato. Cuando levantaba la pelvis en estremecimientos de placer, yo la seguía, me movía con ella, mantenía mi boca en su clítoris. Jugaba, aumentando y disminuyendo el ritmo a mi voluntad. Deslizaba dos de mis dedos suavemente por su raja. Presionaba la lengua contra el clítoris, cubriéndolo con mis labios. Cuando finalmente llegó al éxtasis yo ya estaba casi a punto de llegar al orgasmo. Aún gritaba Sonia cuando Lorena introdujo casi todo mi pene en su boca. Ya no pude aguantar más y allí mismo me corrí. Mi leche desbordaba su boca. Al levantarse pude ver cómo un pequeño hilillo de semen le asomaba por la comisura de los labios.

Antes de perder mi erección, subiéndome a un banco, me dispuse a introducir mi polla en el coño de Sonia, aún palpitante. Aunque al principio hallé un poco de resistencia, finalmente se introdujo sin problemas. Estaba perfectamente lubricada. Mientras penetraba a Sonia por primera vez, pude comprobar que Lorena se sentó en una silla a un lado de donde estábamos Sonia y yo. Abriendo las piernas, una de sus manos se deslizaba dentro de su braguita, mientras que la otra se introducía por debajo de su ajustada camiseta para comenzar a sobarse las tetas y pellizcarse sus erectos pezones.

La situación era maravillosa. Mis labios se deslizaban por la boca, las mejillas, el cuello y las tetas de Sonia. A un tiempo me introducía dentro de ella a un ritmo constante, suave. Sus gemidos y el olor de su perfume me excitaban como nunca. Podía notar la humedad y el calor de su vagina, cuya puerta había sucumbido sin problemas a la primera de mis embestidas. Los jadeos de Sonia habían ido aumentando, al ritmo que le imponía. Cerraba los ojos y mordía su labio inferior intentando contener sus gritos. Un ligero rubor coloreaba sus mejillas. A mi lado, Lorena se masturbaba, mientras contemplaba cómo yo me follaba a su amiga con una pícara sonrisa en sus dulces labios. Pronto mis gemidos se unieron al los de Sonia. Pensé que iba a correrme otra vez, pero aguanté un poco más. Sonia comenzó a experimentar otro intenso orgasmo. Sus gemidos se habían convertido en gritos, bajo mi cuerpo notaba como ella se estremecía y sus uñas se clavaban en mi espalda. Yo notaba como se deshacía de placer. Fue entonces cuando me corrí. Casi me caigo del banco al que estaba subido. Durante un momento nos fundimos en el mayor placer que se puede experimenta; nuestros cuerpos, empapados uno del otro, se movían al unísono y parecían uno solo. Pasó un rato hasta que me recuperé de esa intensa sensación. Abrazado a Sonia, apenas pude oír los ruidosos gemidos que Lorena emitía. Por un momento, Sonia y yo nos quedamos quietos, intentando recuperar la respiración. Yo me sentía como flotando. Pronto salí de esa sensación, escuchando los gemidos de Lorena, que sentada junto a mí, arqueaba la espalda en espasmos de placer, mientras sus dedos se introducían frenéticamente en su vagina.

Cuando recuperó su respiración normal, se acercó a mí, subiendo al banco comenzó a susurrarme al oído. Notaba su respiración, su aliento y eso me ponía a cien. Me dijo: "te acabo de hacer un gran favor con Sonia, ¿no crees que deberías agradecérmelo?". La idea que Lorena tenía de un agradecimiento se me antojó deliciosa. Dejándola hacer, Lorena me sentó en la silla que había ocupado ella hasta hacía un minuto. Se quedó de pie frente a mí. Hundí mi cara en si vientre e introduje mi lengua en su ombligo, bajándole con mis manos la braguita, que cayó a sus pies. Alejándola de una patada, abrió sus piernas y se situó justo encima de mí. Comenzó a descender lentamente hasta chocar con la punta de mi polla, que yo sostenía en posición vertical, y que a pesar del intenso ajetreo de la última hora, seguía firme como un roble. Descendió lentamente mientras mi verga se alojaba dentro de su caliente vagina. Dándome la cara, y con sus piernas colgadas a los lados de las mías, se sentó sobre mi pene y comenzó a cumplir su promesa. Si el polvo con Sonia había sido maravilloso, no hay adjetivos para describir lo que Lorena era capaz de hacer encima de mí. Como una bailarina, ejecutaba los movimientos idóneos en cada momento. Venciendo su cabeza hacía atrás, su espalda se arqueaba hacia mí, ofreciéndome el suculento manjar de sus erguidos pechos. Sus piernas la impulsaban hacia arriba para inmediatamente dejarse caer secamente sobre mi pene. Le saqué la camiseta, dejando sus bellos pechos botando ante mis ojos. Tan pronto mis labios succionaban sus pezones y recorrían su cuello como su lengua se centraba en mi cuello y en mi oído. Yo sentía que hacía lo que ella, en cada momento, deseaba. Durante ese glorioso polvo, fui como un juguete destinado únicamente a darle placer, pero, a cambio, pude experimentar unas sensaciones cómo no había sentido antes, ni con ella durante los últimos días ni con mujer alguna antes. Como un sólo cuerpo estremeciéndose una y otra vez, yo sentía que me perdía en un pozo sin fondo y ella susurraba al oído, entre grandes gemidos, mi nombre.

Bajo la mirada de Sonia, que se acariciaba los pechos con una mano mientras que la otra se deslizaba entre sus piernas, alcanzamos un éxtasis total que pareció eterno y nuestros labios se fundieron en un beso entrecortado por los gemidos que ni uno ni otro podíamos contener. Los últimos estertores de tan formidable clímax fueros precedidos de un vertiginoso aumento del ritmo de los rebotes del coño de Lorena sobre mi nabo, sus piernas y pechos comenzaron a temblar convulsamente, acompañando un fabuloso aullido simultáneo que surgió de nuestras gargantas. La mezcla de fluidos y semen resbalaban abajo por nuestras piernas formando un pequeño charco a nuestros pies. Abrazados, fuimos recuperando el aliento poco a poco. Finalmente, Lorena se levantó, desligando nuestros sexos entumecidos. Lorena me plantó un dulce beso en los labios, antes de girarse y dar un pequeño piquito a Sonia que se había acercado. Posteriormente, Sonia se acercó a mí, y nos fundimos en un breve pero intenso morreo. Ambas me confesaron que se habían confabulado para poder disfrutar a dúo de mí, que era un capricho que Sonia tenía desde la segunda noche del viaje, en la que Nando y ella habían observado desde la ventana toda la escena que habíamos representado en el jardín, la primera vez que Lorena, Julia, Carlos y yo nos habíamos entregado al placer del sexo por el sexo. No obstante, Lorena me sinceró que lo que me había contado Sonia era cierto, que yo le gustaba mucho, y que estaría encantada de quedar conmigo alguna vez cuando regresásemos a Madrid. Por toda respuesta la tomé de la cintura, propinándole un sonoro beso en su sonrosada mejilla. Lorena sonrió feliz, y yo me reí con ganas. Sonia nos miraba con una resplandeciente sonrisa dibujada en su preciosa carita. Finalmente nos vestimos y salimos al jardín. Nos tumbamos a tomar el sol como si nada hubiese sucedido. Sonia subió a comprobar cómo se encontraba el pobre Nando. A los pocos minutos bajaron Julia y Carlos, con una sonrisa que delataba que habían hecho algo más que dormir durante la siesta. No parecieron haberse percatado de lo sucedido en el garaje durante la última hora y media. Mejor así, hay cosas que es mejor que no se difundan mucho.

Pasamos la última tarde en la piscina sin mayor novedad. Esa noche salimos a cenar Lorena, Julia Carlos y yo, dejando a Sonia con el más recuperado, pero aún convaleciente Fernando. Julia y Carlos hicieron diversos comentarios sobre lo amielados que nos encontrábamos Lorena y yo. Poniéndose más seria, Julia nos confesó que le encantaba ver las buenas migas que habíamos hecho, aunque con una pícara risita añadió: "aunque espero que eso no signifique que podamos pegarnos algún homenaje más de vez en cuando los cuatro juntos". Carlos la acalló metiendo su lengua en la boca de ella, en un corto pero pasional beso. Lorena y yo reímos con ganas.

Esa noche Lorena y yo dormimos juntos en un cuarto, mientras que del otro salían los conocidos y sonoros gemidos de Julia, dejando claro que Carlos también había hecho una muy buena amiga durante las vacaciones. Lorena y yo hicimos el amor dos veces aquella noche y otra más al despertarnos por la mañana. Copulamos en diferentes posturas a cada cuál más placentera, explorando nuestros cuerpos con frenesí, y dejándonos llevar por nuestros más lujuriosos instintos.

A eso de las ocho de la mañana cargamos nuestros bultos en los coches. Afortunadamente Nando se encontraba mucho mejor, y emprendimos viaje de regreso a Madrid, dando por finalizadas las mejores vacaciones de nuestras vidas.

Mas de

Un Guadiana llamado Amionda

Los pechos de mi mujer y mis enormes testículos

Vacaciones en la montaña

Muñecas rusas

Sergio, mi compañero de piso

Sexo con una pareja de esposos el mismo dia

Mi primera vez fué en un cumpleaños

El negro Luis

Incienso quemado

Vínculos Prohibidos

En olor de santidad

Mi hermano Jorge y yo por Jade

Aquel fin de semana

Los ladrones

Volviendo a casa

Mi hermana Nereida

La colegiala

Extraña historia

Noches de negro satén

Masajes... completos?

Vacaciones con las amigas de mi prima

Mi mejor amiga

Orgasmos anabolizados

En la finca de mi tio

El báculo y la mitra

El autobus

Todo por una Apuesta

Primera vez con un desconocido

Le empuje 25cm por el culo de la novia de mi amigo

Mi residente (3)

Mi residente (2)

Masajista maduro (el reencuentro)

La Historia de Julia

Carnaval con mi primita

Monitora de campamento

Masajista Maduro

Era viernes

Creyéndome dormida mi hijo me folla

Día de San Valentín: ¿una celebración moderna?

Bonita experiencia

Mi mujer se convirtió en un putón

Llegué al incesto

Dragon Ball Z: La infidelidad de C-18

La inocente

Hijo confundido

La Farmacia (1)

Ama negra para zorra blanca (3)

Bambu para la doctora

Un beso......

Informe 69

Informe 69 (2)

En el salón

Amigos de Verano

Una tarde poco tranquila...

Lluvia de abril

Juntos los dos

Lluvia de abril

Pasión

Alta cocina

Tripas

Cadaver exquisito

Vacaciones solo con mamá (3)

Mi mujer ha parido de mi tio (3)

Vacaciones solo con mamá (2)

Y yo cuando

Ama negra para zorra blanca

Mi mujer ha parido de mi tio

Vacaciones solo con mamá

Labios húmedos

Una de mis hijas

El trio mágico

Magic Knigth Rayearth: Latis.......

La primera vez de Estefanía

Hermanas esclavas

Ella...

Mi primer orgia escolar

Mulatita mía

Ama negra para esclava blanca

Vergüenza

Íntima

Piececitos

Son sueños

Carne de latigo

Una fusta para Elena

Usa tu lengua conmigo

El amor de mi abuelo

Extraño, demencial, pero cierto intercambio (3)

Extraño, demencial, pero cierto intercambio (2)

Republica checa

La muchacha

Noctambula y sola

Hombre casado amante de las pollas

Extraño, demencial, pero cierto intercambio de par

Todo fue por casualidad

Intercambio a distancia

Jugando con la amistad

Mi ex pareja

Uso práctico

Frustración

Cloro-secuestros

Aquel verano

Con mi tia

Mi padrastro me dió mi primer orgasmo

El club femenino siglo XXI

Comparti a mi novia (relato real)

La mesa del taller de Don Braulio (2)

Inocencia perdida (1)

Mi educación

La mesa del taller de Don Braulio

mi comadre Josefina

Enamorado de ella

Con mi nueva prima (1)

Blanka

Con mi amigo del gym

Mi madre es una puta

Cogiendo con la amiga de mi madre

El chico de las galletas (5)

Es mejor ir de paquete

El mecánico de papá

Verónica - La noche

Un calentón de verano

Verónica

Historias excitantes (1: follada)

Por papa

Novicia por tradición y puta por vocación

Sexo en el geriátrico

Sexo despues del infarto

Las zonas erógenas humanas

Con mi primo

Dios solo estaba en sus cabezas

El Hotel del morbo

Imagine mil veces y...

Intercambio

Mi aventura con Viviana

Mi primera experiencia

Mi primera vez como puta

Me gusta mamarla

El chico de las galletas (4)

A mi mujer la gozó un Joyero guapísimo

La última cena

Abuso en las prisiones

Infiel Cronico (1)

Tren hotel

A los pies de la mujer madura

El chico de las galletas (3)

Este verano me quede sola

Montada en la cabaña de pasión

Biografía sexual (3)

Después de la playa

Experiencias

Mi familia violó a mamá en al autobús

Mi profesora de geografía

Sara (2)

Fiesta de disfraces

El trio

Una noche de sábado

Embarazada por mi hermano mayor

Violamos a mi vecinita en su casa

Mi dóberman viola a mi hermanita en el baño cuando

Nos violaron a mí y a mi madre en un campamento

Historia de mi novia, mi suegra y algo más (1)

Irma... insaciable

El chico de las galletas (2)

La señora Ysabela y yo (8)

Todo por una Puta de Tlalpan

Biografía sexual (2)

Shin Chan porno

Friends XXX (1)

Biografía sexual (1)

La sexualidad de los hombres

Viaje de estudios

El chico de las galletas

Libertad de expresión

El despertar de Verónica

Mi novio

Alicia o la pasión

En la Montaña

El mozo de la disco

Mis 2 amantes...

La fibromialgia: qué es y cómo sobrellevarla

Sara, la esposa de mi amigo

Mi fantasía me esta amargando la vida

Dos amigos

La señora Ysabela y yo (7)

Los signos de puntuación

Reglas de Acentuación

Uso de Mayúsculas

Secretos de familia (1)

Mis vecinos mayores

Juego de baraja

Dos extraños en casa

Sensual

Historia de dominación

Diario de un autor del grupo de autores

La primera vez que me hizo el sexo oral mi novia

No publiques hasta que te respeten

Noche de pasión en el tren

Guarreando con Moros

A la luz de la luna

Naomi y el basset hound de su amiga

Nuestro primer beso

Depravada (2: Mi padre)

Amor entre hombres

Depravada (1: Mi hermano)

Placeres de la bisexualidad

El amigo guapo de mí hermano

La señora Ysabela y yo (6)

En un pequeño bosque cercano

El chico para encargos especiales

Cruce imprevisto

Un bello experimento

El tio vivo

Secreto de verano

Denuncia de manipulación

A mi Amada

¿Nuevos métodos de desprestigiar a autores?

El técnico

Una lavativa para mi prima

Los chicos de las cartas

Speedo

El chapero del bar

El cachorro

La señora Ysabela y yo (5)

A los pies de mi ex

Petición al webmaster sobre manipulación en TR

En la ducha con mi amigo

Vestuarios de un equipo de fútbol

La señora Ysabela y yo (4)

Veraneo con el abuelo

La señora Ysabela y yo (3)

Me destapó las cañerias

Solo necesitaba tierra

La señora Ysabela y yo (2)

El Despertar Sexual de Dawn (2)

El Despertar Sexual de Dawn (1)

¿Queremos este futuro?

La señora Ysabela y yo (1)

Un día de playa

Mi primo y sus amigos

Las aventuras de Mario: Samara

Me sorprendió y me gustó

El corte ingles

Mi verano en Londres

Historia breve

Distancia

la amiga de mi madre

¿Orgasmo femenino? ¿Para qué es eso?

En la red

El paciente cachondo

Mente peligrosa

Una historia de amor

La prima madura

Como mi amante se enteró

Sorprendida en el vestuario del club

Los senos de Olga, una fantasia

En un centro comercial

Una pelea entre amigos

Mi esposa y yo cumplida nuestra fantasia

Mi ex, su nuevo novio (mi mejor amigo) y yo...

Los anónimos de TR

Cada lector, un voto

El mejor amigo de mi hermana

Sexo con Dos

Navidad

En el cine

Trio en el campo del moro

Una noche diferente

Infidelidad con el Mécanico

Mi primera infidelidad

¿Debe desaparecer el Top 100?

Angy-Ángel

Mi camino a la sumisión

En los vestuarios

En el bosque

Así es como me inicié

Mi nueva amiga

Buscaba un aprobado

La madre mas puta de todas

Regalo de año nuevo

Una historia maravillosa

Familia sometida por 3 negros

El instalador de teléfonos

Aquellos maravillosos años

La Madre de Andres es muy Puta

Frente a mi

Terribilis

Los cuernos de mi novio

Mi primera vez con un guitarrista

Perdí mi virginidad violando a María

Nuestros mundos bajo la lluvia

Madre Violada en el cuartel

Una alumna caprichosa

Sexo en blanco y negro

Mi despedida con mi ginecólogo y con la clínica

Movida en el wc

Orgía en la piscina

El chico del tren

Jovenes amantes

Adolescentes

Mis amigos de natación

Aventuras en la piscina

Yo 16, él 51

Pasó un verano

Placer en la sauna

Fogosos adolescentes

El mozo del establo

Con mi mejor amigo...

Mi vida con mi padrino

Una fiesta de fin de curso

Buscando un milagro

Virgen

A mis 18 en la fiesta de mi hermano

Buscaba mi libertad y perdi mucho mas (2)

Los descuidos de mi cuñada me excitaron

Flor de incesto

Buscaba mi libertad y perdi mucho mas

Cojiendo con mi mejor amigo en navidad

Ligando en los campos de fútbol

La Reina de las Zorras

Un juego de Adultos

Ana

Mi hermana y su cuñado

Novia algo Zorra

Chuy (6)

Al fin pude follar a mi suegra!

Carlos y mis jueguitos (2)

El taxista (1)

Juegos con mi profesor en casa (2)

Carlos y mis jueguitos

El 69 con Priscilla

Dos firmas que me costaron mucho (1)

Un chapuzas a domicilio

Dos firmas que me costaron mucho (2)

Las aventuras de mi mujer en la cama

Chuy (5)

Chuy (4)

Cojiendo en el parque Chamizal de Cd Juàrez

Chuy (3)

Familia violada en casa

Chuy (2)

Te deseo

Chuy (1)

El Curso

Todo por la pasta

Bien calentita...

La prueba

Las mejores maestras

Preservativo inexistente

¡Lo hice, que zorrita me follé!

Una colegiala y yo en el bus

Mi entrada al paraiso

Lejano Placer (por Rionele)

Esta vida tan hermosa

Carlos, mi instructor de natación

Invitado a una boda

Nuestras vacaciones en el Caribe

Abuela Azucena

Familia liberal

Lo que siento por ti y no se como expresar

Mi madre mi tia y mi tio

Olga, una madura sensual y deliciosa

Amantes hermanos

Acosado en el trabajo.

Vacaciones con mama

A mi madre la enculo mi mejor amigo

Cristina

Mi madre es una devoradora de pollas (3 Fin)

Violando en la ducha

Alguna de nuestras fantasías sexuales cumplidas

Mi madre es una devoradora de pollas (2)

Mi madre es una devoradora de pollas (1)

Un día cualquiera en el Registro Civil

Mi madre es una puta

Mi prima Blanca

Mi suegra sumisa

5 vagabundos se follaron a mi madre

Sexo en la comisaria

Mi jefe se folló a mi mujer en mis narices

Mi grito de placer

Mi madre y mi hermana fueron violadas ante mi

Mi prima mi esclava sexual

El cuartel dentro de mi

Complejo de edipo

Trio fantastico

Mi profezorra de Matemática

Unas vacaciones distintas

Mi hermana y yo

Entre la playa y la luna

Soy la esclava sexual de los compañeros de... 4

A pagar (2)

La vida Rosa

Paola, seductora

Como se realizó mi fantasia

Mi esposa la mejor zorra en la cama

El Arco tensado (5: Piercing)

El Arco Tensado (6: La Doctora y la Putita)

El Arco Tensado (4: Perfumes)

El Arco Tensado (3: El Cilicio)

El Arco Tensado (2: Las Botas)

El Arco Tensado (1: La Rueda)

Soy la esclava sexual de los compañeros de... 3

Mis planes y mis empleadas (2)

Salida noctura de mi mujer

Por no pagar la cuenta

Soy la esclava sexual de los compañeros de mi...2

Soy la esclava sexual de los compañeros de mi hijo

Vacaciones en el Caribe

Nuestra primera depilada a una pareja amiga

Se follaron a mi mujer por unas cervezas

Mi padre me cuidó

Mis amigos se corrieron en la boca de mama

Mi amor adolescente

Los cabrones de mis amigos se tiraron a mama

Mis planes y mis empleadas

La guarra de mi madre se folla a mis amigos

Popeye el cornudo soy

Violando a Cristina

Casi conocidos

L.S.D. y los mosqueteros

Mi mujer violada

Fotos de las tetas de mama

Ama de casa follada por todos

Dando por el culo a la madre de mi amigo

Un Militar, un policía, un pirata y un cura....

Los Compañeros de mi hijo me encularon ante el

Follada delante de mi padre

Poema a la caca

Yo y mis colegas nos follamos a mi madre

Me tiré a mi hermana

Mama se folla a los amigos de Papa

Hermanas de sangre

10 presos me follaron por todos mis agujeros

La amiguita de mi sobrina

Ola de Calor

Paula y mi padrastro

Mi amor....!

Bragas

Con mamá de compañerita de mi hijo

Mi madre se los folla a pares

Mientras Dormia

Los obreros le rompieron el culo a mama

Como me follé a la novia de mi primo

Experiencia sexual con mi tia

Los Simpsons Porno

Juegos con mi profesor en casa

Un arreglo muy completo

Sin querer, queriendo (19)

Sin querer, queriendo... (18)

Mama y mis amigos

Enferma Obsesión

Puto de carretera

El casting para un falso big brother!

Una tarde muy especia en casa de mi tía

Loca por un negro

La asesora de Afore

Sin querer, queriendo... (17)

Un viernes cualquiera en el cine

Uno

Ángel

Sin querer, queriendo (16)

Dos maduros para mi (20)

Sin querer, queriendo (15)

Campamento

Susana

Al final se cumplió y por doble partida

Sin querer, queriendo... (14)

Despues de la fiesta

Sin querer, queriendo... (13)

Amiga de confianza

Inicio Forzoso

Una experiencia entre gay y hetero

Sin querer, queriendo... (12)

15 dulces añitos

Sin querer, queriendo... (11)

Era heterosexual

Sin querer, queriendo... (10)

Sexo ardiente en oficina de cucuta

Todo empezó como jugando

Sumision deseada

Sin querer, queriendo... (09)

Un encuentro por casualidad

Ya, mamá... ¡contrólate por favor!

Sin querer, queriendo... (8)

En autobús

Las aventuras con Matilde (2)

Mi amigo Pedro

America, 1800.....

Sin querer, queriendo... (7)

Tomar el sol

Sin querer, queriendo (6)

A veces no hay equivocación, sino nuestra propia c

En un lugar de Menorca...

Las aventuras con Matilde

El metrosexual (contado por ella)

Mi gran primera vez...

Sin querer, queriendo... (5)

Mi Prima Isabel

Dormir en pareja...

Sin querer, queriendo... (4)

Mi profesora

Visita al ginecólogo

Conexión nocturna

Blanca, mi hermosa cuñada...

Dos tazas de café...

Mi hermana y yo cuando teniamos unos 15 y 16 años

Mi hermosa tía

Flores para Algernon

Mi Padrastro y yo

Sexo con Elliot

Mi tio Raul me pone

Doctor, no me encuentro bien

El remero de traineras

Sin querer, queriendo... (3)

El farmaceutico de mi calle

Vagabundos al Ataque (2)

Harry Potter: (01: Parte de la familia)

Abuso total

Hogwarts?

Me daba miedo la oscuridad

Nunca me lo imaginé (con mi hermana)

Historia de un fotógrafo (3 - Final)

Mi Cuñada

Historia de un fotógrafo (1)

Historia de un fotógrafo (2)

Los Primeros Vecinos

El ayer

Vagabundos al Ataque

Duermo relajadita, relajadita

Me gusta más que me toquen otros

Mi amado Hyoga

Mi amiga Carolina (2)

Tenía 14 años

Entre hermanos

Pacto entre primos

Tambien bailo desnuda

Una noche y una inesperada visita

Follándome a Laurita

Evangelion bizarro

Mi marido, su primita y yo.

La Frontera

Sin querer, queriendo... (2)

La verdad de dos hermanos adolescentes

Bragas, maravillosas bragas

Compañeros de trabajo

Sin querer, queriendo...

Andrea, una Madre

Beto, incesto (2)

Lorena y su Padre

Humillacion en el campamento

Aparcamiento

El vecino miron!

Viernes por la noche

La infidelidad de mi esposa

Traumatico incesto

El profe de sexo

Diarios de secundaria (01:el primer día de clases)

Beto, incesto, comenzo en Jamaica

Sexo con mi perra

Livia y Carolina

Cómo jugué al doctor las primeras veces

Lo que nos pasó en el omnibus

Andres y su madre

Gaby

Violación de mi novia

La Paja y Yo: El Reencuentro con el Colorau (1)

De cómo ara y edith fueron desvirgadas

La fiesta de la espuma y algo más...

El Gangoso de Pablo Paz le rompe el Culo a melinda

Alexa

Carta a Mario

La follada de mis dos mejores amigos

Zoo

Adiós virginidad

Toxic

Todo por una amiga

Las infidelidades de melinda

Me destrozaron el culo... ¡que placer!

Pasión inmoral

Nuevas posiciones

Mi experiencia con maduras bien putas

Humillaciones sexuales en el Servicio Militar (1)

La lujuria de Edurne

La leyenda del Val-Druîn

Una noche de cumpleaños

Mi querido Kike

Trállax

Diarios de secundaria (00: Prólogo)

Las amigas de mi hermana

Jorge, el novio de mi hermanita

Vacaciones diferentes

La venganza es dulce y placentera

Gracias a Felix...

Mi compadre y yo

Mis fantasías

El peluquero

Julia

Papa y yo

Mi perdición

Tania... La hermana de mis sueños

Una tarde de verano entre colegas

Melinda e Iver en Oruro

Nunca se lo he contado a nadie.

Tren ligero -Guadalajara- Sexo que se vuelve AMOR

Violada a los 16 años

Mi tío Juan

Mi primera vez fue con un maduro

Disfrutando la realidad

Hermoso culo

Klara

La mejor sesión de cine de mi vida

Sombras del deseo

Mi amiga Ana

Solo para muggles

Lo que nunca sospecharon de Harry Potter...

Mi adorada maestra Sandra

La Domestica

Vacaciones con mi tio Luis

Trasvase (1)

Acompañando a mamá

Vaya jugada...

La abuela de mi amigo

Sin gota de agua

Una de mis noches

Déjame guiarte

A comprar minifalda

Chantaje a la lolita

El primer paso (El camino de Nono)

Que destino más mierda

11-M, reflexión de un niño..

Dos maduros para mi (18)

Dos maduros para mi (19)

Las fiestas del grupo...

Viva el fútbol

Una noche húmeda...

Relación excitante

Mi maestra de ecología

Mi vecino travieso

Mi prima Jessica

Relato real: mi hermana y yo

Una fantasía

El secreto de mi madre

El vecino del chalet

Vacaciones eroticas!

Por fin conseguí a mi suegra

Ojos que no ven...

Mi amado Jorge

Dos maduros para mi (17)

A los 17 (1)

Siete en familia

Como me cogí a la secre

Noticiero

En mi Inocencia

Disfrutando por primera vez

Sorpresa

Dos maduros para mi (16)

El inicio de la corrupción

Jorge, mi gran amor secreto

Adolescentes en Mazatlan

La desvirgada de mi novia

Calenturas De Claudia

Amarrado a tus sueños

La pareja perfecta

Era semana santa

La escapadita

Mi abuelo

De regreso a casa

Primera vez...

14 años y soy la esclava de papa

En semana santa

Noche de feria con trio

No debimos...

Encuentro fantaseado

Tragedia Regia (5)

Vale todo (hasta entregar mi novia)

Mi marido me hizo probar a otro hombre

El dia Señalado

Mi prima maribel

Me gusta exhibirme

2 minutes to midnight

El Atardecer

Mi primera vez con mi tío

Carta anónima

Primera experiencia zoo y sexual

Secreto de confesión

Vigilando a mi vecina

Intercambio con futuro

El despertar en el autobus

Un superdotado en la secundaria

Divina Confesión

Mi amada diosa

en el puerto

Como me ama mi papá

Un espectaculo para mi suegra...

Mi primera vez

Mi adorable desconocido

Mi Odisea incestuosa (11: Todo sobre mi Madre)

El rey madura

Violación troskista

Con la vecina

Mi Mujer y su vida secreta

Con mi vecina jamona

Convencela Tú

Infidelidad natural y deseada por los dos

Por mirar un culo... (2)

Alan, mi primito... mi putito (2)

Por mirar un culo... (1)

Hablando sola

Alan, mi primito... mi putito

Mi primera cogida

A mi mujer y a mí, nos hicieron el amor

Cleo y su mascota (perro)

La V. de C.

Más que una venganza

Mi prometida es una golfa

Costumbres tribales

Un trio, muy especial

Mi secretaria

Tragedia Regia (4)

La conocí en el colectivo

Enloquecedora lujuria

Me masturbo con tus fotos

En una reunión de amigos me desvirgaron mi culito

Temor Excitante (4 - ¿Final?)

De maniobras

Orgía en la oficina

Tragedia Regia (3)

Ropa Interior Femenina (Delicioso Manjar)

Violé a mi novia

Vacaciones con mi cuñada

En la selva del amazonas

Transexual y padre

Morbo anal...

Hombre con deseos de mujer

Castigada

Cuando pense que Piru era mi profe

Me gustaria que fuera realidad (1)

Otro sueño con Piru

Me albergo y tuve sexo con ella

Con mi hermanita hoy

Me gustaria que fuera realidad (2)

Tragedia Regia (2)

Cuando pense que piru era mi jefa

Me gusta ser cornudo

Esa intensa etapa de la vida

El campamento

A mi mujer la gozó un colombiano guapísimo

Como disfruté con mi joven novia

Una noche inolvidable

Despues de una noche de copas

Una tarde aburrida

Orgía en el DF

Incesto fantasia erotica

Hijos del Diablo - Extra

Mi sueño con Piru

Mi esposa vive a cambio de un prestamo...

Tragedia Regia

Follada en la casa de campo

Vacaciones merecidas (1)

Violada por mis trillizos

Desvirgada en la playa

Dejé desnuda a mi mujer con un amigo negro

Mi sueño con Liliana

En medio de los dos

Viaje a Mallorca (1)

La Dulcerita (2)

Follada en el campamento

Lo hice con mi madre al FIN

El día que firmé ser un cornudo sumiso

Esto lo leen las mujeres

Tres chinos en la ciudad

Star Wars X

Temor Excitante (3)

Mi novia de 17 me dió su culo

La Dulcerita

Karla, mi linda hermanita

Un día en el mero

Minerva, mi linda prima

Menuda familia...

El secreto de las arenas

Caro

Eduardo

Mi mujer quiere tener relaciones con más hombres

Mi joven hijo, mi semental

Cuñados

El mejor culo

Me pone cachonda excitar a mi hermanito menor

Londres, durante la 2ª Guerra Mundial

El whisky

Hijos del Diablo... (5)

No se como sucedió (1)

Eliezer

Eduardo mi primo mas sexi

me tire a mi hermana

Mi esposa fue feliz esa noche con otro hombre

Mi fantasía mi mujer la había hecho realidad

Temor Excitante (2)

¿Seré una Perra? (4)

Mi primera vez con mi primo

Aprendiendo a follar

A su lado soy una bebe...

Sexo en clase de mate

Mi extraña familia

Me sorprendieron

La despedida

Mi primita de 13

Y que primera vez!

Hacer realidad una fantasía...

Follando a la zorra de Isabel

Alma

¡Qué hembra! Mi segunda vez con el marica

Temor Excitante (1)

Necesidad Ardiente

Fantasias con mi Cuñada

Relato de la casa de huéspedes: mi paisano

¿Seré una Perra? (3)

La Primera Vez de mi Novia

Violada a los 12

La feria (1)

Mi mujer conmigo no, pero si con su primo

Guerra en los Balcanes

Me encanta bailar desnuda

La mejor de las navidades

Los videos porno de mi esposa

Incesto (1)

En manos de la ley

El instructor del club

Como me cogí a mi prima

Mi cuñada y yo

Cuando tenia 15 años...

Siempre he sido infiel

Hijos del Diablo (4)

Sexo no deseado por 48 horas

Un Reino Herido

La apuesta

Mi abuelo pervertido

Rosi

Todo puede suceder

Arcelia y yo

Andreita

Gozando con mi prima

Mi compañera de servicio social

Susy (2)

Mi hermana mi amiga y yo

karen

Mi hijo me toca

Pepe violador

Empecé con mi amigo

Sexo caliente

Pequeños consejos sobre la escritura de relatos

Mi fogosa tía Adela

Unos señores hospitalarios

Las grandes series americanas (4: Bel-Air)

Pequeña inocencia (1)

La penultima vez con Marta

Diablos que primita!

Mi novia y mi sobrino

Lety

Con mi primo miguel

Mi prima la conta

Ultrajada en forsta

Ada

Hijos del Diablo... (3)

Juego de niños (2)

Ada y Edgar

Aida

Se me hizó con mi colegiala

Discusión de tráfico

Monotonía olvidada

En Casa

Marta me la chupó en mi cuarto

Las grandes series americanas (3: Bel-Air)

Todo por un café....

¿Seré una Perra? (2)

desvirgada por un perro

Lo que quiero

La sustitución

Nunca imaginé que pudiera estar tan salida

Mi prima de 21 de Bolivia

Juego de niños

Las grandes series americanas (2: +Cosas de casa)

Mi primera vez

En familia

Mi defensor

Sorpresa en el autobus

Me cogi a mi amiga Marta

Fantasía en Viaje

Mi Amigo el Médico

Maria, la niña pefecta

¿Seré una Perra?

Mi fantastica novia

Suegrita urgida

Mujer caliente

Dos Hermanos, una sola cama

La Esposa de mi Primo (3)

Hijos del Diablo... (2)

Mi mejor amiga

El encuentro

Que calor

Las grandes series americanas (1: Cosas de casa)

Mi prima Paty

Mi vecina...

Mi profesora favorita

Sexo Pleno con Toñita

Entre amigos

La mujer de mis sueños

Y paso?

Mi tia Sara

El primer marica que follé hasta cansarme

En la oscuridad...

La ardiente susana

Salio conmigo y se llevo una sorpresa

El castigo de Paul Urrubia

La Gran Verguenza de Paul Urrubia

Una dulce venganza!

Mi primera vez fue con el hermano de mi amiga

Paola, la cheerleader colosal

Servicio Militar

Mi chica asombra a su acosador con su relato

La sobrina de mi esposa

La esposa de mi primo

Hijos del Diablo...

La primera es la mejor

En casa de la abuela

Mi primera vez gay

Mi cuñada

Me comió la sangre

Mi inicio con Patty

Mi vecina Totey

De dos en dos

Mi amigo y yo

Me pasó en acapulco

Mi linda hermana

Letra retorcida

Amigas para siempre

Matemática

Sexo pleno con Toñita

Como la novia de mi amigo me pedia ayuda.

Eva María y Federico

Vírgenes

Autopista de placer

La cala

Una forma diferente de amarse...

Mi yegua salvaje

Un primo muy especial

Quería hacerme lesbiana con mamá

Mi madre y mi tio

Violadas en la tienda

Fantasia cumplida

Todo inició con una broma

La mesa de billar

La estilista

Fuegos en el Bosque

Tiré de un fin de semana

Una cena en el campo (2)

Mi cuñada se dejo cojer

Mi tío Juan

Otra navidad con la misma prima (final)

La tia de mi novia

Mi esposa dando clases particulares

Semen para Sara

Lo que me pasó a mí

La lección de Piano

Entre musica, luces y alcohol... el sexo es mejor

Una deliciosa cogida

Prima en vacaciones

Mi prima

En el Sex Shop con mi hermana

Follada por los tres agujeros

Los clientes de mi marido

Otra navidad con la misma prima

Noche de confesiones

Me violaron

Follada en los vestuarios

Fantasía cumplida

Hacer el amor con otro

Mi primera vez con Laura

Mi prima cogida por mi padre y luego por mi

Richard, solo un compañero?

Sentar a alguien en tu mesa por Navidad

Mi Prima Carol y Yo

Mi rutina personalizada en el gimnasio

Mi primo y el mar

Mi navidad con mi prima

Un Macho Colombiano

Una cena en el campo

Esto es lo que te daría

Cosas inesperadas

Dalia (2)

Mi Tia...¡Simplemente un Encanto!

Cogiendo con mi tía Ceci

Fantasía

Abusando de una mama preocupada por su hijo

Paja en la ducha con tres tias

Descubriendo nuevas sensaciones

La venganza contra Jessica

Como se entrego mi ex

Isla y pasión

Dalia

Esa fantasía

Cogiendo con my friend VANESSA

Las zorras de mi tia y mi hermana

Como filmamos nuestra película porno

Mi Cuñada Adolescente (2)

Mi novia y los policias

Masturbé a un amigo de mi novio mientras dormía

5 Meses

Obligada a ser infiel

Fin de Semana

Dos Errores

Mi vecina pilarica

Como no resistirme

Mis primeros cuernos

Sentados en un sofá

Viviendo con mi suegra (1)

Mamá

Cómo saber tratar a mis amigos

Mi deliciosa primita

Follando en la azotea

Avance laboral

Mi novia quiere mas pollas

Dos maduros para mi (15)

Al fin me folle a mi hermana

Me comí a una profe en su oficina

Vanesa el Angelito del SEXO

Dos maduros para mi (14)

En el vagón abandonado

Mi Cuñada Adolescente

Del Cyber-Chat, al Encuentro Real

Mi aventura con la Marisa

Mi mejor verano

Tarde de ocio

Follada en familia

Valeria, mi dulce flor

Como dio inicio la relación

Nuestra primera experiencia en una playa nudista

Toda la noche

Primera vez y muy contento

Confesion de un esposo

Mi tía Marta

La alemana

Yo... un regalo de cumpleaños

La fauna del MSN

Argentina mi amor

Nos gustan las chicas con lentes

Penetrada por 2 alumnos

Los cuatro a la alberca

Sade... Todo un genio

Dos maduros para mi (13)

El negro de los estereos

En el colegio

La Esposa de mi Primo (2)

Secuestrado por Karen y Sara

Mi primo... y su bienvenida

Feminizado (version definitiva)

Las grabaciones

Del Chico mas cuero al mas...

La ardiente esposa de mi jefe

mis primos y mi hermano me violaron

Querida amiga

El besito robado

Danone, mi yogurcín del MSN

El fin de mi relacion con celia

Una hermosa locura!

Experiencia inusual!

Mis compañeros de clase (Desenlace)

Maitane; mujer plena

Podría ser mi padre

Loreto

Mama luchis

Descubriendo mi sexualidad

Ducha deliciosa

La Esposa de mi Primo

Para romper mi soledad

Violación a un niño pastor (2)

El reencuentro

El Hermafrodita

Entre la espada y la pared (5)

Guarradas con mi novia

Experiencia imprevista

Aún la extraño

La Gran Mamada

Salome (2)

Entre la espada y la pared (4)

Salome (1)

Violación a un niño pastor

El chantaje de Andrea

Ducha sorpresiva

Mi sabrosa tia

Mis compañeros de clase (2)

Entre la espada y la pared (3)

Entre la espada y la pared (2)

La primera vez de mi novia

Una tarde de ensayo en el teatro

Dos maduros para mi (12)

Me violaron con 11 años

Un sueño cumplido... puede ser peligroso

Los calzoncillos de mi compañero de piso

Un momento de diversión

Entre la espada y la pared (01)

El tío de mi amigo

Deseo cumplido

Feminizado (4)

Cuarenta y veinte

Feminizado (3)

Mi tía y yo

Mis inicios como chapero

12 horas de hace 24 años

Mis compañeros de clase

Dando una lección

En el hospital

Los militares

El profe de gimnasia (2)

Vacaciones de verano

Madrastra

Esa llamada de emergencia en la oficina

Entre juegos y bromas

Mi novia entretiene a mis amigos

Con mi profe de compu

Feminizado (2)

Los electricistas

Dos maduros para mi (11)

Aventuras del pasado

Me case con mi esposo para ser amante de su prima

Conociendo a la familia

Dos maduros para mi (10)

Orgias con adolescentes

Una violación real

sexo en la finca

Feminizado

Encontré

Dos maduros para mi (9)

¡Mi mejor hallowen!

Una Tarde para Recordar

Juego de niños

Mis amiguitas

De nuevo en la carretera

La tragedia de mi vida

Mi hermano Marcos

Dos maduros para mi (8)

Caro, la puta novia de mi mejor amigo.

La engañe solo para romperle el culo

Dos maduros para mi (7)

Los relatos de mi perra

El profe de gimnasia

Dos maduros para mi (6)

Primer orgia de mi novia

Yo en la cama de mi hermanita

El castigo de mi señor.

Venganza cruel

El carate

Los jovenes del autobus

Esa noche pedí mi virginidad.(De 4 Vientos)

Fiesta para la puta de mi novia

Una prueba de amor

En la oficina

Imitando las putas

Dos maduros para mi (5)

Viaje inolvidable con un par de maduritos

Mi cuñada Monis

Me cogi a mi novia en las escaleras de su depa...

Mi Odisea incestuosa (10: La Gran Orgia familiar)

Un miércoles por la tarde

Entre la multitud...

Dos maduros para mi (4)

Madre e Hija

Dos maduros para mi (3)

Mi amigo, Mi gordito, Mi novio

Mi Madre

Un suceso muy extraño

Aniversario para 3

Historia familiar

Una propuesta dificil de decir que no

En el puerto

Mamando vergas en el cervantino

Dos maduros para mi (2)

Dos maduros para mi (1)

Bendita inexperiencia

Medianoche

Mi Odisea incestuosa (09: Mi hijo Edu)

Como me convertí en una puta

Tomás y yo, dos chicos en pubertad

Hermanito calenton

Follada en familia

Sola

Desestesante

Iniciandose en ...

Mi tía Carmen

Cena para cuatro

En el taller

Mi Tía

Cosas de la ingenuidad (2)

Mi madre... solo pasó.... no me arrepiento

Primera experiencia a tres

Vegaciones a mi cuñada

Los pies de Daniela

El encule a la profesora

Cosas de la ingenuidad

Chupando culos

Denisse, mi cuñada preferida

El Parchís

Sorpresa de fin de vacaciones

Sorpresa de fin de vacaciones (2)

Mi Odisea incestuosa (8: Mi hija Beatriz)

Una historia de compartir algo

Amores delictivos

El Retrete

Así imagino nuestra primera vez

En el servicio militar

Cornudo sin remedio

La consulta

Mi amiga / mi fantasía

Qué morbo!

Vacaciones de verano con mi madre

Cómo me gustaría verte

Recuerdos

Logré compartir a mi mujer

Vero y yo

Elisa, voyeur y exhibicionista

Sorpresa negra

Como perdi mi virginidad

Primavera ... Mi perro y yo

Mamá me hizo su mujer

Mi hermana y mi sobrina (2)

Estamos en el cine

Imaginación

Mi hermana y mi sobrina

Mi Odisea incestuosa (7: Mi hija Isabel)

Fumando con mama

Mi fantasía

La Gitana

Nada es lo que parece

El mecánico y su colega

Turismo

Sorpresa

Historia de Ana (V)

Marcelita (2)

La jugadora

Historia de Ana (IV)

Historia de Ana (III)

Historia de Ana (II)

Follada por mi hermano

Ella recien comenzaba a madurar

Mi viaje con la clase

Violaciones en la guerra

En el camión

1era vez fallida....

Carlos nos visita

Al instituto! (5)

Compañeras de Universidad (3)

Mis comienzos

Historia de Ana (I)

Viaje a Zurich

En la playa

Rencor

Pasión desde pequeños

Vanesa

Compañeras de Universidad (2)

Día de Playa

Mi Novia y 2 jovencitos

Madre Santa

Nuera y gitana

El Inicio

Compañeras de Universidad (1)

Un Aventón

En el trabajo

En el Servicio militar

Lo que aprendí yo solita (1)

Mi primera vez con una chica

A Ramón

Mi novia es penetrada y yo disfruto

Mi primera vez: cogiendo con una amiga...

Segunda infidelidad

Mi Odisea incestuosa (6: Mi hija Yolanda)

Pero que puta es mi mujer

Olivia crece

Una noche con Claudio

Verano de sexo y paella

Decian que pareciamos padre e hijo

Gaby y Kartla (2)

Gaby y Kartla (1)

Dulce oscuridad

Virginidad versus Voluptuosidad

Mi historia con Daniel

Perdí la virginidad con mi propio padre

La primera vez con un militar

El servicio social puede ser buenisimo

La Buena Suerte

Mi amiga Mariana

Sucedió en el baño de chicos

Una madura me pagó por sexo

Mi primera experiencia

Mi suegra, mi amante

Cuentos (01: Caperucita Roja)

Mi madre me pilló con una revista porno...

Mis 15 Años con mi Prima...

Laura, la pijita

Un Extraño arte japones

Al instituto! (4)

Mi experiencia con mi suegra

Mis mejores orgasmos los he vivido con el

Los placeres de la soledad

Noche de pasión

Primera vez con mi amigo (p.2)

Solo 14 años

Mi primera ves con mi macho

Confesión a una amiga

Al instituto! (3)

El repertidor ardiente

El Chantaje

Elsa, la amiga de mamá

Mi amiga Maria Eva

Mirna

Al instituto! (2)

Excusión formidable

El puto cornudo sumiso mirón

La violación de mi madre

3 no son multitud

El profesor

Cogiendome a mis alumnas

Viaje a Alicante

La Madre e hija

Mi Odisea incestuosa (5: Mi hija Helena)

Al instituto! (1)

Mi historia

Lo que vi hacer a mi mujer

Cosquillas en vacaciones (2)

La noche te trae sorpresas

Cosquillas en vacaciones

Las Dulces cosquillas de Ana

Paty, mi gran amor es mi prima

Mi exhuberante y caliente suegra.

Esther y su Bebesote

La puta de mi hermana

Mi sobrina y yo

Con mi pequeño niño

Mi hermanita Hayde

Eran las tres de la mañana

En la estancia

La vendedora

Con mi padrastro y mi madre

Mis Primas Zorritas Inglesas 2: Viaje a Inglaterra

El güero de la tienda

Mi primera vez (1)

Un chico muy cabrón y caliente

La pasión por los pies

Mi primera experiencia zoofilica

Mi tía rica

El Precio De La Ley

Cambio de Mentalidades

La chica del Instituto (2)

Mi querido compañero

Paseo con sorpresa

Pajeo en la piscina

Volando

La chica del Instituto (1)

Mis Primas Zorritas Inglesas

Confesiones

Mi particular noche de bodas

La Mina

Orgía hecha realidad

Diosa negra

La despedida erótica

Mi papa me hace el amor mu rico

Compañera de trabajo

Ana, la dudosa

Una noche impensada

Un Psicopata Definio mi Sexo

Mi increible profesora lesbiana

Follada con mi hermana por orgullo

Mi amigo mayor

La Madre de mi mejor amigo

Alicia despierta de pronto

Los sueños se cumplen

Mi Prima de 14 Años (1)

Todo empezo cenando

Un excelente regalo de cumpleaños

7 contra 1

La novia mas puta del mundo

Me desvirgó mi perro

Violación en el campo

El casting

Mi amigo Marcos (o La paja del urogallo)

El despertar

Primera vez con mis hermanos

Lisette y yo rumbo a ACAPULCO

Mi primera experiencia adulta

La revancha de Ana

Mi vecina Patricia

Como me desvirgaron

Doble descubrimiento

Esclavo de mi padre

Me follé a mi cuñada

Mi éxito travesti a los 14 años (2)

Mi vecina y yo

La verdad de un hombre

El video de mi novia y mi sobrina virgen

Mis pintores favoritos

La casa de huéspedes - mulato

Alexandra

Aventura fetichista

Mi deseada Maria

Segunda experiencia con mi Siberiano

Mi éxito travesti a los 14 años

Maniobras bien aprovechadas

Carlita y su papá

Convertí a mi sobrinito en una putita

Sexo con mi madura casera

Mi Odisea incestuosa (4: Mi Suegra)

Mi querida suegra

Piso en alquiler

Una mañana hermosa con Tino

Enséñamelo todo (02)

Marcelita

El diario de Aida

Soy cura, y Purita me saca la leche a mamadas

No sos macho hasta que no la probás

Esperame cariño

Viendo desvirgar a mi hermana

Mi maestra de francés

Jessica se equivocó y entregó su virginidad a Rene

Mis inicios en el sexo

Los Juegos de la Adolescencia y mi Primo

Mis sobrinos mulatos

Mas allá de la Arena

Venganza?

Por despecho

Mi primera experiencia como mujer

La hermana de mi mejor amigo

Mi prima la peluquera

Me excita ver como se cogen a mi hermana

La chica del metro

Una sensación inusual

La enfermera

Pasión y amor ¿por qué no?

Mi hermana, buen fin de fiesta

El padre de mi amiga, mi amiga y yo

De como se masturba mi mujer

Mi Odisea incestuosa (3: Mi tía)

De esposa recatadita a putita

El ex de mi novia se la folló en mi presencia

Un día inesperado

Entrega inmediata

Reforma Ortografía Castellana

Y de amigos, amantes

Espiando a mi hermano

La madre de mi amigo Pedro

Me Di Cuenta

Iniciándose en el Jogging

Una amiga me contó lo que hizo con su hermana

Violé a mi hermana

La mamá de leo

Primera ves

Confesiones de una ramera

De visita en el rancho de mi primo

Qué niño!

Una experiencia real excitante y arriesgada

Mi sobrina religiosa

Lorenita de doce años y su culito respingón

Nuestra primera noche real

Mi padrastro

Mi cuñada y mi mujer

Mi pequeña lolita

Jonson el Psiquico (1)

Por fin lo hicimos

Me cogí a la mejor amiga de mi novia

Aquella directora de la academia

Su Culo en mi Cara

El Irresistible de mi Cuñado (1)

Con intuición

La primera vez de mi hermana

Dilatación

Juguetón, chico juguetón

Aventuras en la Ruta 116

Prueba del AMO

Una primita juguetona

Sexo, sudor y ....15 años

Sexo en la oficina (4 - Final)

Sexo en la oficina (3)

Mi prima de 16 y sus raras zonas erogenas

Disfrutando con su dolor

Sexo en la oficina (2)

Anoche entregué mi culo

Sindy

Sexo en la oficina (1)

Cibersex

¡Qué niño!

Mi maestra de química (muchachos)

Aventuras de un Pie-Fetichista

Yo virgen, mi prima y una grata sorpresa

Mi tía y mi prima... ¿quien lo diria?

Mi vecina

Curiosidad y algo más

Excelente capacitación

La mili

Don Javier

Breve historia de los anticonceptivos

La fiestita de mi esposo

El juego de la sirena

La novia de mi hermano

Extasis y luego un balde de agua fria

Infidelidades consentidas a mi novia

Vacaciones sin mi marido… pero con mi hijo

¿Me violaron?

Las mañanas con mi empleada

Enamorada de mi cuñado!

Empezó como un juego

Mi marido asi lo quiso

Fin de semana de a tres

El Momento de Gran Placer

La segunda vez

Sexo y amor con mi hermana

Mi tía Claudia

SSS, una novia para dos

Mi Vecina (1)

Las amiguitas de mi esposa (IV - Final)

Mi historia (1)

La fantasía de mi esposo

Abusada por marido y extraños

Sara, la novia insatisfecha de mi mejor amigo

Las amiguitas de mi esposa (III)

Fantasias

Historia de Amor entre Tío y sobrina

La historia de María

Mi sumisa Leylah

Mi hija, mi mujer

Las amiguitas de mi esposa (II)

La secretaria que me hace el amor

Mi primera vez

Mi hermana Vanesa

Mi primera vez a los 5 años

Descubriendo el ciber-incesto

Las amiguitas de mi esposa (I)

Gracias a la biblioteca

En una primavera

Como lo hice por primera vez con mi profesor

Mi primera infidelidad

Mi primo y yo.....

Lucifer y papá

Me calenté con mi cuñado!

Poco para el trio

16 y 45

La primera vez fué con la madre de mi amigo

Seduciendo a mi vecina de 12 años

Vaya entreno de baloncesto

El inicio

Confesiones con mi hermana

Las Profesoras

Con mi tía pilar en una boda

Mi Odisea incestuosa (2: Mi hermana)

Mi primera vez

Aquella noche de sumo placer

Carla, el volcán sexual

Desvirgada por papa

Laura

Contratado para mirar

Enséñamelo todo

Quise ser mayor

Mi pajarito

Desvirgando a Doris (2)

Pagando con la misma moneda (I)

Una orgía para mi esposa

Mi hermana

Desvirgando a Doris (1)

De la micro a la cama

Mi Odisea incestuosa (1: Mi madre)

Andrea y Gina... mis primas

Con la mama de mi amigo

Mi tio y yo (13 años)

Noche de copas, noche de bar

Chantajeando a mi prima casada (2)

Nieves es asi de puta

Qué puta soy

Cerveza VS Vagina

Chantajeando a mi prima casada (1)

Mi hermana y yo

Maestra de Biología

A mi comadre en año nuevo

Me cogí a mi cuñado

Sopresas

Mi primera vez

Mi cuñado es hijo mio (I)

Dominación femenina por chat, 4 mujeres a por 1

Trio con sopresa

Infiel despues de casada

La graduación de mi hermana

Viviendo con mi hermanita

Sexo gracias a un relato y con embarazo incluido!

Follada con mi ex

Que puta boliviana!

El padre de mi mejor amiga

Los Dioses tambien se masturban: Volvemos a follar

LDTSM: Te sabe el chocho a canela

Descubriendo el placer sexual

Playa nudista con mi hermana y hermano

Mi sobrina Sonia

LDTSM: Nos van a comer la polla

Los Dioses tambien se masturban: Liberación

Los Dioses tambien se masturban: Follame

Mi cuñado y yo

Una de vikingos

Primera vez con mi amado novio

Ana Carmen

La mama de Benito

Elvira (10 - Final)

Mi amiguito y yo...

Eva y su familia

Elvira (09)

Papi

Mujeres de marte y hombres de venus

Elvira (08)

Hermanita

Elvira (07)

Mi relato

Mi dulce hermanita

Elvira (06)

Mi primera vez

Elvira (05)

Mi familia campesina

Hay hermanita linda

Con mi propio jefe

La visita de un primo y sus amigos

Elvira (03)

Elvira (04)

Un extraño ta, ta, ta

Comiendo la lana a mi hermana

Elvira (02)

Elvira (01)

Desnudos al sol

A las ordenes de mí mujer

Mi hermano y yo

En el asiento de atrás mientras mi marido conduce

Alicia sin su marido

El culote de mi prima

Mi esposa y el brasileño

Mi prima y yo

Inseminación Artificial

La violacion de Eva

Papito (II) by Francesca Duval

La madre, la hija y yo

Papito (I) by Francesca Duval

Llorando, lloviendo

La camarera que me vuelve loco

Mi primo y yo

Cena de empresa

Cumpleaños de una esclava

Orgullosa de mi hija

Grandes amigos

Mi profesor predilecto

Triunfo

Mi niña de doce años

Me lo hice con mi prima y con mi tía

Fue mi prisionera

Curso para Mujeres...

La fiesta (I)

Mi amado primo

Mi novia de 17 (II)

Iniciación con mi tóo

Iniciación de Puta

Beatriz y Aitziber, unas encuestadoras...

Primera vez con un hombre

Me di un gusto y ahora no puedo parar (II)

Con mis primitas ¡Qué delicia! (IV)

Mi querida hermanastra

Navidad con mi tía

Juego de amigos (II)

Virgo en el Inquilinato

Mi novia de 17 (I)

Juego de amigos

El encuentro

San valentín

Me di un gusto y ahora no puedo parar

Corazón destrozado

La Agencia (1)

Liliana Mi cuñada

Con mi mujer y su hermana

Orgasmotil complex, las pastillas del placer

Mi venganza

La madre naturaleza

Mi cuñada cochonda

Disfruta del sexo!

Mi viciosa sobrinita

La primera paja

Juego misterioso

Buscando empleo

Orgias juveniles (I: sorpresa inolvidable)

¿Cúal es tu personaje animado favorito?

Ver la cara de mi tía al vernos

Un exámen cualquiera

Pues sí

Mi compañera de trabajo

Aprobar mmm (II)

Pequeña

Ver tan cerca a mi prima de mi...

Dominado por Manuel

Mis Tres Hermanas y Yo en la Carretera

La novia de mi amigo

Situaciones Insólitas

Comparaciones eres más... que...

Ana una mujer estupenda a pesar de su edad

Una amiguita

Si amas a alguien...

Grandes frases de Groucho Marx

Tu árbol

Anécdota del Papa

La pubertad

Vacaciones Erotico-Festivas

La masturbación

Juguetes y afrodisíacos

Salud e higiene

En la boca de mi suegra

Ciber sex real

El me compartió con las tres

Como un niño de 5 años

Fuí infiel en mi noche de bodas

El comienzo de todo

Sexo por chat

En casa

Un día antes de mi boda

Los hombres somos simples

Mi vecinita y mi sobrinita, la ingenua

Métodos anticonceptivos

Compañeros de trabajo

Frases para enamorar

Simplemente Nelly

Mi profesora Mercedes llegó borracha

Ciber sex

Mi mujer con una desconocida

Mi mejor amigo a los 11 años

Me saqué el gusto con mi sobrina

Con mis primitas ¡Qué delicia! (III)

Test de amor

La primita de mi novia

Una tarde de cine

La travesti sumisa

Enamorado a los 13 años

Los alumnos

Me gusta mi trabajo

Dinora

Leyenda india

En la mili

Con mis primitas ¡Qué delicia! (II)

Confesiones de mi prima

Las fantasias sexuales

Y estallaron las estrellas...

Fiesta de disfraces

Fiebre sexual

Lo hacemos!

Violación a la niñera

Jugando con mi madre

Soy un genio

Cybersexo puro

Mi tía, lo que la hice. Menuda maravilla (I)

Con mis primitas ¡Qué delicia!

El teléfono movil

Cruel Hermano

Madre psicologa

Día luminoso

¡Qué buena persona!

Ringo un perro fuera de lo normal (IV - Final)

A una madura me la folle en el trabajo

Sorpresa a mi novia en el coche

Mamá lo sabe todo!

Un psicópata definió mi sexo (II)

Ringo un perro fuera de lo normal (III)

Mi linda hermana

Un psicópata definió mi sexo

Ringo un perro fuera de lo normal (II)

Mi mujer arregló los problemas económicos.

La chica del parque

Ringo un perro fuera de lo normal (I)

Chico sexy del cine

Mi padre me lo abrio

Iniciación en el Instituto

Hoy sólo puede entrar uno

Desfloré a mi prima

¿Usted sabe quién soy yo?

Ver a dos hermanos haciendolo

Estar ocupado

Mi verdadero sexo

Remedio contra las flatulencias

Hasta lloró esa vez

Fantasias

Las amigas de mi hermana

El último dia de clases

Lee el texto

Los Pinos

Mi primo y yo...

Programa de radio

Con mi padrastro

La esposa de mi cliente

Mentiras del porno

Amigos?

Mi prima Romina

Mi Sobrinita

Es Casada

A los 14 con Christie

Mi mujer me dió el aval (III - ext)

Sexo con la sirvienta

Una noche en la oficina

El amigo de mi padre

La cachonda de Ángela

Un amor de locura

La primera vez el culo de mi mujer

Mi adorado tio

Sex shop

Tren nocturno

Jugando con el vagabundo

Marcela mi cuñada

Raquel en la discoteca

Por una discusión

Silvia ya no es una niña (I)

Julia

Orgía inesperada en el club

El trasero de mi hermana

Una rana en mi habitación

Mi compañera

Cambio en el portal

La presectora

En tu casa...

En la playa

Con mi compañera del colegio

Cristina la policia

Me follé a la amiga de mi hija

Paja en directo

Carta a Santa Claus

El trenecito

Por tener valor (II)

Accidente de avión

Lo mejor para el estres

La operación

Suegra

La primera vez de Yiyi

Técnicas de masturbación

Nuevas Experiencias

Diario de un Rodríguez

Cosm*politan por hombres

Mi cita con Raúl

Beatriz (III)

Mi Violación

Beatriz (II)

Beatriz (I)

Por tener valor

Mi novia, su hermana y su amiga

La sedución de mi mujer

Culebron sexual

Me meti la mano

Un cura muy especial!

Mi hermana siempre lo supo pero lo callo

Mi primera vez

El director

Lección de Amor (I)

Mi primer amor

El mejor regalo

Nadie sabe mi pecado

Mi amante compañera

Me la quitaron

Recuerdos de guerra (I)

Mi vecina Isabel

La virginidad

Mi inicio y final

Mis primeras corridas sin leche

Siempre había deseado a mi prima

Fisgón y amor

El Tsuru Blanco

El suplicio de Yuei

El profe

La Tarde

La Doctora y yo

Rony

En el trabajo

Mi experiencia con una veterana

Mi amiga Estela

Mi cuñada y yo en la alberca

El autobús

Abriendo las piernas por primera vez

La primera y última

Mi prima-hermana y yo

Evanhelion

Un sábado por la tarde

Se llama Pilar

Inicio gay por accidente

Mi amo y yo

San Bernardo

La peña

Inicio con mi madre

Victima número 1

El director

Compañera de Colegio

Me follé a las dos ladronas

Al final el sexo anal era la solución

Fantasias premonitorias

Violado

Follando con mi profesora favorita!

Beatriz

Amistades calientes

Colegas (II)

Ampliando la familia

Solo era un chat erótico!

La declaración de Hacienda

Penetrada por travestis

Sobre hombres y mujeres perfectos

Mi compañera de trabajo

Colegas (I)

Cosas imposibles

El piloto de mis sueños

Sorprendido con mi suegra

Mi cuñada caliente

El vestuario

En la oficina

De las menores del colegio

Mojados

Toma de decisiones (hombres)

Sexboy

Mi vecina del 4º

Lucia

Sexo en el mar

Mi primer momento erotico con un hombre

La chupada de Nora

Cuando la realidad supera cualquier relato

Follas como nadie, chaval

Safari Salvaje

Evaluación de placer

Una absurda escena de celos

Mi cuñada la pelirroja

Mi polvo con el fontanero

Edu y yo

La noche que mi mujer lo dió

Explicación de un accidente

Un macho policía

Una tarde de placer

Mi novia y yo virgenes

Mi hermana y mi novia

Lillybeth, 12 años de experiencia (V)

Dolor y placer a los 17

Flor de luz

Mi Historia

Me la follé antes que su novio

Una noche inesperada

Lillybeth, 12 años de experiencia (IV)

Mi vecina madurita

Lillybeth, 12 años de experiencia (III)

Aprendiendo de un jovencito

Lillybeth, 12 años de experiencia (II)

Lillybeth, 12 años de experiencia (I)

Mi cuñada, Mi regalo

Una noche en una terraza

La tía de mi mujer

Descubrí que era lesbiana, una noche...

Y después del Foro que?

Vender un coche

Sexualidad Veraniega

Juan y Rolando

Harry Potter: Las Historias Inéditas

Resquicios de luna de miel

Duele Amar

Doble trabajo

Por fin probe una verga

Historia de mi vida

Fábulas

Con la mujer de mi empleado

Como haces el amor según tu signo

Hermanito ideal

Cuando me partieron el culo

La mama cachonda

Gracias relatos de amor filial!

Mi madrastra con mi papa o conmigo

Instrucciones de uso

Mi querido profesor

Accidente domestico (caso real)

Mi primer orgasmo

Mi querido Primo

La diosa de Alemania

18 son pocos

Le hizo el amor a mi mujer y a mi también

Mi primer anal

Una puñeta en honor a mi hermana

Suegra cachonda

Un viaje para toda la vida

Albañiles en celo con la ejecutiva

Follada a dos bandas

Cura no tan santo

Una cena especial

El footing

Lo que mas quiero (I)

Enculado

Experiencias reconfortantes

Gozando de mi madre

Me hice exhibicionista por culpa de mi niñera

Me follo a mi hijo

Equipo de ganadores

Por debajo de la mesa

Confusión

Mi amiga y amante

Día del padre

40 Maneras de Cabrear al de TelePizza

Orgasmo en el tren

No es lo mismo...

Fin de de estudios

Una Increible Aventura

Mi hija

Una paja entre hermanos (II)

Aprendiendo de los maestros (II)

El Pelotazo

Una paja entre hermanos

Tras el sueño

Aprendiendo de los maestros

Frases estúpidas

Puteando a mi esposa

Acuerdo carnal

Mis primas y yo

La orquesta de los obreros

Super tabu (05)

La caliente tia de mi novia

Smileys

Super tabu (04)

Mi pequeña gran amiga

Satisfacción algo dolorosa

Una noche en el yate

¿Las monjas son listas?

Mi primera con mi primo

Super tabu (03)

La esposa de mi hermano (II)

Super tabu (02)

Nombres Reales Curiosos

Super tabu (01)

Mi amada suegra

Me gusta mostrarme

Mi nenita

En el supermercado

Madura gorda y calentona

Seminario universitario

Fantasias

Clasificación de las mujeres en la cama

En el instituto, con Evelin

Frases más usadas para rechazar sexo

Empleada madura y caliente

Un bollito relleno de leche

Mi madre es una zorra (I)

La esposa de mi hermano

Grandes misterios de la humanidad

Marta y el Duende

El amigo de mi hermano

Recuerdos de mi Sandra Maria

Mi noche con Diana

Una noche caliente y mojada

Despacho de abogados

Aprende a ligar como Torrente

Don Polo

Una familia muy normal (V)

Una consulta muy particular

Hermanos mellizos, mamá y papá

Abeces

El joven doctor

En la Playa

Mi cuñada

Disfrutando a mi novia que esta buena

Un trío de miedo, muy esperado

Viendo a mi madre y culenado con mi padrastro

¿Cuanto cuesta una novia?

Las primas

A escondidas con mi jefe

Egipto (II)

Egipto (I)

Una familia muy normal (IV)

Mensa Urgente!

Diferentes Idiomas

Trio perfecto

Dos virgenes

Leyes de pareja

Carolina

Una familia muy normal (III)

Memorias

El regalo de cumpleaños

Preservativos con marca

Blind Date (II)

Que Primera Vez!

Una familia muy normal (II)

Todo comenzo como un juego y termino en amor

Mi novia y sus dos enanos

Una familia muy normal (I)

Como buenas hermanas

Test Cachondo

Blind Date

El hombre más inteligente del mundo

¿Por que despedí a mi secretaria?

¿Existe Santa Claus?

Mi madre, mi abuela y yo

Una llamada inoportuna

Mi Enfermera Favorita

Le rompi a himen a mi hija

Bajar Peso

Me arrepentí

Mi novia me masturba mientras me obliga a mirarlas

Como perdí la verguenza a mis compañeros

Aprenda a ligar en menos de una semana

Historias del Paraiso

Breve Historia del Condón

Mi cuñada

Mi pequeña Ariana (II)

La Historia del Dildo

Mi pequeña Ariana

Los tres castigos chinos

Primeros pasos sexuales

Una tarde con saxo

Fin del mundo

Mì papá me da lechita

Violación a una embarazada

El Ratoncito y su amigo el Elefante

Me mojo de sólo recordar

Vacaciones Inolvidables

Natación al Desnudo

Confusión por ignorancia

La princesa que todo derretía

Mi cachonda madre (II)

Piropos de albañil

Aprendiendo a meterlos

Le hice el amor a mi prima

Partes de accidente

Tira millas

El Verano

La Sorpresa de mi Prima

Mi tío

Preguntas sin respuesta

Un relato masoquista (II)

Ya vives en la Era Digital?

El regreso (II)

La vendedora

Yo Sóla

Mi cachonda madre

Hacer el amor

Mi primera vez con mi pololo

El regreso (I)

Laura -Chantajeada-

Deborah

Sueño realizado

El piso (III: La cocina es un buen lugar...)

Xena, la princesa guerrera

Espio a mi vecina y ella lo sabe

Los 7 enanitos

La sorpresa

La fábula del pescador

Mujer ajena

La pequeña puti

Judias Pintas

Saliendo de una crisis

El amigo de mi marido

El cuento de Filiperto

Ensalada Especial

Como ser una buena Pija

La madre de su novia

El piso (II: La mejor amiga de una mujer...)

Bailando en la noche

El padre de mi amiga

Emulando a Henry

La historia de Stella

Buena Venta

En el vestuario

¿Puede congelarse el Infierno?

Frases Geniales

Primera Vez

El jefe

Volar

La calentona

Aprobar mmm

El folla maduras

Cuando tenia 15 años

Diccionario del mundo

Isela

Maldita noche de verano

Diario de un joven emancipado

Piquito

El equipo -A-

Le dí mis conocimientos y mi leche

Definiciones

Afortunado Reencuentro (II)

Andrea (II)

Mis vacaciones

Una lagrima por Astrea

Vivir

El confiado

Carta de una madre escocesa

Doctor Automático

La primera vez

Entre primos, más me arrimo...

Mi primer sexo

El amigo de mi mama

Sentirse una puta por una noche

Un león con copas

Inglés para novatos

La ruleta rusa... y africana

Violé a mi amiga

Líos de familia

Mi consolador favorito

Desvirgación en ferias

Mis vecinitas

Mi primera orgía

Una vieja amiga

Estudio de Consulting para un restaurante

Eugenia

Yo fui una babysiter ninfomana de barrio

Un relato masoquista (I)

Andrea (I)

Manual del ligón de discoteca

Fantasía de una madura

Casualidad

Azotada por su cumpleaños

El piso (I: Dos son pareja, tres... mejor)

¿Tienes Email?

La mejor amiga de mi esposa

La enfermera de mi Abuela

CiberAmiga hecha realidad

Tercer trio

Peli Porno Gay

Fiebre del sabado noche

Parejas

Mi cuñada (I)

Experiencia lesbica

Principios Religiosos

La cena de negocios (I)

La confusión

El juego (II)

Navidad

Carlos y su -Arma-

Al ritmo del saxo

El que la sigue, la consigue...

Un corte de pelo muy especial

Mi prima me desvirgó

El género del PC

Mi curso de postgrado

Prestando a mi mujer

El sexo desde varios puntos de vista

Mi historia

En la disco

Verdades sobre los hombres

Autobús nocturno

Los pies de Carmen

Jeny y Helen

Nuestro primer trio

Tren expreso

Frases célebres

Baño de mujeres

Una tarde en el cine

La boda del padre de Rut

Duro trabajo

Lamentación de un día

Doña Elsa

Memorándum en una Empresa

Dos a un tiempo

Ocurrió sin querer

Mi amiga Inés

Karie, ardiente Karie

Chantaje adolescente

Como animales

Algo natural

¿Crees que has tenido un mal día?

El juego (I)

Un encuentro muy especial en la playa

La película

Mi primer contacto

El piercing

Afortunado Reencuentro (I)

La isla

Mi tesoro

Actualización de novia a esposa

Embarazada y caliente

Viaje ajetreado en autobus

Leyenda de los sentimientos

Bajos fondos

La ducha: mujeres y hombres

Me la follé y ni se enteró

Orgía en el campo

El abrazo

La marrana de mi madre

Mi madre estaba muy necesitada

Mujeres y preguntas difíciles

Carta de Dios

Magali

La madre de mi mejor amigo

Riqueza del lenguaje Castellano

Mi compañera sandra

Mejor que una acampada...

Pecados capitales

Aprendiendo a dar noticias

Venganza de mujer

En la alberca

Mi colega Ovar

En el portal

Frío

Contradicciones

Repetimos?

Modesta

El hombre quieto

Solicitud de aumento de salario del pene

La chica de la panadería

Excursion por la montaña

Una bella historia

Quizás un extraño

El ginecólogo

Una fiesta de disfraces

Cuarenta cartones

La chica perfecta... ...y el polvo perfecto

Quise probar como era

El juego de los dioses

Amo virtual

Ayer fue mi primer día de gimnasio

Debemos estar locos

Desvirgando a la hija de mi amigo

Mientras mi marido duerme

Yo y mis gallinas

La boda del incesto

Mi hermana, su amiga y yo

La acampada en la playa

Carpe Diem

Zet: la diosa de la lujuria y lascivia

Mi prima Sabrina

Volvieron a verse con su antiguo amante

La putita de mi mujer y su primer trío

Arrebato de pasión!

Viendo desvirgar a mi hija

Mama, papi me desvirgó

Soy mujer de mi padrastro (I)

Mi padre, mi primer hombre (II)

El que la sigue la consigue

Reacción biológica

Un suave masaje

Mis queridas alumnas

Madurita y caliente

Una historia con mi madre

Mi padre, mi primer hombre

Me dicen -Lobuna-, pero soy...

Primer sexo

Mi primer enculamiento

Mi profesor

Mi fantasia... mi cuñada

Mi mujer... muy puta

Amor Lésbico

Grupo de amigos

Encuentro con Bigman

Tijuana caliente

La vecina

Sabor de un viaje

Sky is broken, apartamento de Scully

Vacaciones con mi cubana

Mark

Aquel lugar en new york

Primera leche

Como me cogi a mi madre

Arreglos en el apartamento

Unas vacaciones con su hermano Christian (II)

Unas vacaciones con su hermano Christian (I)

Satisfaciendo mi cuerpo

Le engañe haciendo un trio

Urgencias

Me cogi a mami

Despues de hora

La primera vez

Una noche con un desconocido

Vacaciones super maravillosas

Haciendo la compra en el supermercado

La noche que fui sola a un bar

Unas vacaciones muy calientes

Simplemente la vecina

Laura busca su límite

Mi jefa

La compra

Mi viaje a Perú

Hicimos un trío sin que ella lo supiera

Laura

El verano pasado

Los viajes de Sofía

Soy adicta al semen de mi cuñado

La balada de Don Juan Tenorio

Mi dulce Erika

Lolitas

Suspiro de una maquina

Hija y madre, todo a la vez

Aprendiendo de los que saben

Conocí a Javier ya hace casi 10 años

La chica del 9A

Orgía con dos perras

Capaces de cualquier cosa (I: La excursión)

Marcela (III)

Marta (III)

Curiosidad y placer (II)

Un fin de semana solos los dos

Victor, mi amigo del alma

Mi gimnasio

La madre de mi novia

Deseo anhelado

Hermanas Barbaras!

Pareja de Montreal

Mi hermana, mi amiga, mi novia, mi amante

Fantasías en la playa

Por causa de la recesión

Una clienta diferente a las demás

Mi secretaria

Mi vieja amiga

Una película porno

Las Profanadoras

El esposo de mi hermana

Gloria: Historia de una sumisa feliz

El video XXX de Laura

Censura XXX

Realidades y fantasías con mi secretaria

Anoche soñe con Carola (I)

Curiosidad y placer

El culo de mamá (I: Viendo cómo se masturbaba)

El cuervo

Ganosa

Profesor de colegio

El portero

El amigo de mi hermano

Memorias de un adolescente (I)

Mi prima

Renacer

Solos en la oficina

Gloria: Historia de una hembra

Amigos para siempre

Se acabó la castidad

Mi nuevo vecino

Cita a ciegas (I)

Cartas calientes en la red

Las fantasías con mi esposa (I)

La conspiración

Por un balde de tierra

El sueño anhelado

Tendencia sexual

Mi madre caliente

El profesor de Ishtar

En el espejo

Probadores

Arrodillada (II)

Mi querida jefa

Me saqué el gusto con mi suegra

Una vez en la PC...

Fui su hembra

Puro morbo

Mi primera vez en mi auto

El mejor viaje de mi vida

Arrodillada (I)

Viaje con Joel

Roxana

Clases en Galicia

Deseo estar otra noche contigo

El reencuentro

Era una de esas noches tórridas de verano

Los dulces labios de Laura

Mucama complaciente

El perfume de Elena

Una fantasía hecha realidad

Auto satisfacción masculina

Ella decidían (III)

Una nochevieja movidita

Affaire con el joven

El profesor

La promesa

El que no corre, vuela

Ella decidían (II)

Roxana

Sin imaginarlo siquiera

Lección de latin

Venganza

Mi obsesión

Compartiendo a Mar

Deseo incontrolable

Mientras ella dormia

Primera vez de mis primas

La recesión

Impuros deseos

Mujer desconocida

Marcela (II)

Sueño

C. E. S.

80 en Japan

Bianca

Visita al despacho de abogados

Toda la verdad

Mi prima

Sorpresa en el trabajo

Masaje especial

Monja

Una noche en la playa

Cosecha con mis tíos

Marcela (I)

Gimnasio

Mi padrino, desquiciado sexual

Mi vecina

Patty

Mujer (I)

Guía de turismo

Un cuento de navidad

Grupo de Oración (I)

Un paseo a la casa de la playa

Amante bandido

Fantasias

Una barbacoa muy movida

La futura esposa de mi mejor amigo (III)

Cena de vacaciones

Ilustrísima señora

Hasta que se me hizo

Retos

A mano

Descubriendo a mi esposa

Fin de semana en el camping (II)

Pamela (II)

Qué experiencia!

Dani

Ishtar: (II: La aprendiz)

Sorpresa

La futura esposa de mi mejor amigo (II)

Orgía en la playa (IV)

La fantasía porno

86 en Glass

Ahh, lujuria! (V: Epilogo)

La primera vez de mi esposa con otro

Perra Vida

Ahriana

Mi arrepentimiento

Ahora me toca a mí

Ahh, lujuria! (IV: El otro final)

Playas mexicanas

Bienvenido a tu casa, cariño

Como cambian las cosas

Ahh, lujuria! (III: 4. final previsible)

Mi novio y yo

Andrea, secretaria y amante

Inesperado

La futura esposa de mi mejor amigo

Fin de semana en el camping (I)

Mi amiga Ana

Buscando setas

Mi sirvienta

Pamela (I)

Enseñando informatica a Vanesa

Ahh, lujuria! (III: 3. -casi- final previsible)

Al fin viva

Cómo cambió mi esposa

Vaya hotel

Hermanas

Ahh, lujuria! (III: 2. Madre Mía!)

Las cofrades

Ishtar: (I: La descripción)

Aquellos años felices

Un tercero en la pareja

Sésamo Sésamo

Sucedió en la oficina

Un viaje de egresados con final feliz

Ahh, lujuria! (III: 1. Entrando en confianza)

Viaje de novios al Caribe

Mi primera historia

Qué quieres que haga que?!...

En el trabajo

En un país extranjero

La masajista

Amor fraternal y zoofílico

Ahh, lujuria! (II)

Soñar despierto

La hija de su amiga

Un día de mis Vacaciones (III)

Mi suegra y yo

El sueño se hace realidad

Mi segunda historia

Ahh, lujuria! (I)

Mi sobrina

Sexo y Ley

La primera vez de mi recatada prima

Fea de cara... pero, ¡qué cuerpo!

Mi cuñada Carolina y su amiga Ivonne

Con mi madrastra

Mónica, Pedro y Yo

G: Un puntito de placer

La sirvienta caliente

Verónica mi madrastra

El amor de mi vida

Bebíamos

La obsesión de Rogue

El examen médico

Black Passion

El cielo despues del infierno

Sexo con mi tia

La seducción de mi esposa

Dejar embarazada a mamá

En el metro

Mi relato gay

Los gamberros

Para que sientas lo que yo

¿Homosexual mi hombre?

Mi Madre

La mansión

Historias (VI)

La venganza es dulce

Polvazo con mi cuñada

Dulce venganza

Memorias de un sacerdote

Paloma y sus sueños

Vacaciones en Mallorca (II)

Mateo (II)

La bombacha de Sandra

Esclavo por un solo día

El probador

Aquel viernes

En el sex shop

Orgia en la playa (III)

Historias (V)

Una zorra para dos (II): El primer sándwich

El ático

Por fin hicimos un trio

Y siguió virgen cómo quería

Orgulloso de mi verga

Televisión estropeada

Orgia en la playa (II)

Historias (IV)

La sorpresa

Basico

Fantasias sexuales con Beatriz

Noche espontanea

Me descubrió Él

Mi inconfesable relato

El poder del recuerdo

Un sueño muy intimo

Gemelas

Historias (III)

Mili y el abuelo

Orgia en la playa (I)

Problemas de fontanería

Historias de control mental (I)

Una fiesta campestre

Chantaje a Ana

El mesero

A por ella (III)

Don Benigno

La amiga de mi tía

El restaurante del Sr. Leo

Sexo en las alturas

Esto si es amistad

Mi prima solange

Historias de Ariki: Bárbara (I)

Me han descubierto

El nuevo trabajo

El sacerdote que me amó

Jenny

Violé a mi Jefe

Buscando la chica ideal

Qué manera de iniciarme

Mi putísima comadre

Cambio repentino

La cueva de nieve

Las ayudas de mi suegra

Mis primeros cuernos

Humillada por mi propia carne

El arte de besar

Primer intento (I)

Quiero tu semen

Juan volvió

Apuesta

El juego de la baraja (II)

Grata sorpresa

La antigua novia del colegio

Inicio de cornuda

Una noche con Juan

Dados de la Suerte

La pérdida de la inocencia

Después del chat, la cita

En un canal del irc (II)

Manuela (17: Capítulo final)

Las Reinas (II)

Abusando de Irene (II)

Manuela (16)

Suegra atendida

Manuela (15)

Carta a una antigua amante (I)

Manuela (14)

Rosa, viuda fantástica

Vicky

Mi amiga Lidia

Mimi (07: Epílogo)

Manuela (13)

Manuela (12)

Mimi (06: Londres, el principio del fin)

Silvia, la novia de mi mejor amigo

Quién iba a decirlo?

Las Reinas (I)

Manuela (11)

Mimi (05: Dos más una son cuatro)

D.D.

Manuela (10)

Mimi (04: El Amigo de Julia)

Repartiendo pizzas

Mimi (03: Que los cumplas feliz)

Manuela (09)

El cine

Deliciosamente erótico (III)

Mimi (02: La Apuesta)

Como comerse un coño

Mi Prima y yo

Manuela (08)

Mimi (01: Prólogo)

Con mi tia y su perro

Deliciosamente erótico (II)

Manuela (07)

Nunca más

Mi Hermanita

Manuela (06)

Una perfecta putita

Deliciosamente erótico (I)

Manuela (05)

Manuela (04)

En un canal del irc (I)

Abusando de Irene (I)

Infiel, tres veces

Manuela (01)

Manuela (03)

Sonia

Manuela (02)

Placeres

Vacaciones inolvidables

Mi suegra es bien atendida

Novios de otros tiempos

El despertar de la sexualidad de mi esposa

Cartas de amor

Un hombre rico

Sensaciones prohibidas

Cyber Sodomización

Mi mejor maestra

Mi Hermanita

Campamento

Mi querida alumna

La Noche que comenzó todo

Puede hacerse realidad

Fidelidad

Un día de mis vacaciones (II)

El luto de mi suegra

Después del estudio (II)

Mi Suegrita

Solidaridad agradecida

Un día de mis vacaciones (I)

Enamorada de mi verga

Debutando prematuramente

Cuñada supercachonda

Las Aventuras de Eduard

Crónicas X (II y final)

Mi secretaria

Súper salido

Encuentros virtuales con Eliza

La Hija espía (II)

Tendida en la cama

Una tía muy marchosa (II)

La Verdad por teléfono

Obsesión y placer

Un Trabajo

Follándote en mi mente

Satisfacción cibernética

Vacaciones de verano

Me ocurrió hace unos días

Una tarde con Julia

Conociendo a mi suegra y mi novia

Rosa

Me sacó las lágrimas

Historia de parejas

Verano con mis tios

Qué mujer

Renacer despues de mi divorcio

Sonia

Ranma

Jugando con el consolador

El Sexo más placentero

Nuevas experiencias

Dominio en un despacho

Noche excelente (II)

Contactos en panamá (II)

Fantasía cumplida

La primera vez de Vanina

Noche excelente (I)

El Establo

La Poción azul

Me pasó en Acapulco

Experiencia anal

El Reto pepsi

Mi primo Eduardo

Sabrina (II)

Tequila, shots y adios virginidad

La mamá de mi novia

La Gorda: El primero que se lo pida

El Espía

Micromanía

Me lo merecía

El Mercadillo

Historias de Ariki (Continuación de Rapanui)

Juan

La Hermana de mi mejor amigo

Florencia

Fiesta

Crónicas X (I)

Experiencias reales

Los sueños si se hacen realidad

Mi novia es experta en mamarlo

Deseo

El Escape

Hermafrodita

Esposa para todo

Eva

La Escalera

La Entrevista

Aposté a mi novia... y perdí... pero gané

La exhibición de Nuria

Follando con mi abuela

Ese día

La Crema bronceadora

Descubriendo el goce anal

La leyenda de Anguile

Aventura sexual con mi compañera

Mi Deliciosa tía

Agujeros en la pared

La Bienvenida (Paseo alternativo)

Construcción

Boca y River

Mi vecino

Adios a mi virginidad

La Veterinaria

Toty y Barri, la pareja explosiva

Mis vecinas favoritas

Mi Vecino

Variación salvadora

Los hombres también pueden

La terapia

Trío, una buena opción

Qué suerte la mia

Regalo de Navidad

El Reencuentro de dos hermanos

Esos restos maravillosos

Qué cuñada!

Strong

Mi perro San Bernardo

La primera vez de un tontín

Regalo

De la piscina al cielo

La prometida de mi amigo

Quieres problemas?

Viaje de aventura

Es una reputa

Mi Rotwailer

Preparada para la fiesta

Pensada en ti

El perro de mi tio

Mi gran profesora

Moni

Noche de brujas

Los pasos a seguir

Mi pene está fláccido

Mi primera vez

Qué manera de tener sexo

Lun

Mi padre y mi socio

Pepa, su hijo y yo (II)

LLeno de sexo, lleno de amor

Pepa, su hijo y yo (I)

Sonia y su madre

Lina y Carolina

Nancy

Tenerife

Me lié con la hermana de mi novia

El mejor ejemplar de la exposición

La verdadera historia de Cenicienta

Sin inhibiciones

Hace tiempo

Mi fiesta de diecisiete

Un adorable mastin

Fedra

Me gustó que tocaran a mi mujer y mi hija

Jvr

Estudiante en prácticas

Noches de Verano

El juego de la silla

Primer trío con nuestro amigo

Fin de semana en el campo

Leticia

Ella

Mi maestra y su perro

Nautic

Dulce venganza

Joao (II)

Historia de mi patrona

Supersexo

Al salir de clase

Increible aventura

Joao (I)

Sábado y sin plan (II)

Serás mi esclavo

La gatita persa

Realtime (I)

Servicio de masajes

Sábado y sin plan (I)

Mal amigo?

Dia de muertos

Mi esposa se libera

Me encanta el sexo (IV)

Me encanta el sexo (III: El Regreso)

Me encanta el sexo (II)

Querido Guille

Sabía que podía pasar

Oliendo a femenino

Nock, nock, abre el IRC

Mi Fox-Terrier

Muy Especial

Mateo

Vida Campesina

Trucos para ligar (I)

Consejos tras la ruptura con al pareja

Nuestra relación

Folderty

Desvirgando a mi cuñada (IV)

Comentario femenino sobre el arte de seducir

Carla

Carnaval

La petición (II)

Un paseo inolvidable

En la plataforma

Feliz cumpleaños, Carlos

Por Chicuelinas

Mi compañera de trabajo (I)

Mi compañera de trabajo (II)

Compañeros de oficina

Religión, represión y sexo

Manual de buenos modales ante una mamada

Estimulacion del punto-G

Como chupar una polla

Diccionario del cine porno

La Mirilla

La Culiona

Con mi suegra

El padre de mi amiga

Qumm

Inocentes historias de exhibicionismo

Espiando a mi vecina

Charla cyber-sex

Encuentro en internet

Del cyber a lo real

Mi Aventura (I)

La Apuesta

Experiencia familiar

Ahí estaba ella

Aventura en Vallarta

Biblioteca

Compañera de clase

El Dinero

La Educación de William

Sucedió una noche

Después del verano

Manual para ligar (comentarios)

Avería afortunada

La Boda de Pam (II)

Mi Aventura (II)

Masturbación en la ducha

Loretto embarazada

Ocurrió hace dos meses

El culo de mamá (II: Enseñandole la polla a mamá)

A por ella (II)

Mi mejor amiga de la oficina (II)

Mejor pájaro en mano...

El Gerbo

El espectáculo

Mi mujer me calienta más que ninguna

Mi mejor amiga de la oficina (III)

A por ella (I)

Mi mejor amiga de la oficina (I)

Médico de familia, la verdadera historia

Cachondeo en el FBI

Mi Amigo de la Net

El noviazgo es peligroso

Internado

Confesiones de mi esposa (Otra versión)

Entre compadres

Aventura en Veracruz

Angel de la guarda (II y final)

Angel de la guarda (I)

La Cantina

La Cala

A margarita

La partida de lamedores (II)

La partida de lamedores (I)

La elegancia de una madre

Marilyn Manson

Julio

Mi esposa y mi fantasía

Dudas sobre el semen

Diccionario de términos sexuales inglés-español

Gama de condones del mercado

Apuesta muy comprometedora

Tenorio, poesía erótica

El estilo sexual de cada signo

El chollo de ser hombre

El fotógrafo

Un día típico en la vida de Abilito

No Rompas la cadena sexual

La bruja

La Abuela (II)

Un extraño juego

Las vivencias de Quim

Horas extra

La primera vez que provoqué un orgasmo

Alejandra

La Boda

Acapulco

Con dos es mejor

85 en virgo

Academia de prostitución gay

Con mi tia

Cigarrillos para ellas

Camino al motel

Guia de bestialismo perro-mujer

Amo nuevo (I)

La Abuela (III)

La Abuela (I)

Eva K (I)

Mi amante y yo

Cómo conocí a mi marido

Azúcar

El Agradecimiento de mi prima

El juego de la galleta

La venganza de Froilán

Algunas costumbres sexuales del mundo

Aquellas pajas

Diferencias entre cine porno y cine erótico

Confesiones de mi esposa

Dichos y refranes eróticos

Soneto a M.E.G

Esfrofas cachondas

La Arrecha de la piscina