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Quieres problemas?

en Hetero: Infidelidad

Si hay algo que me revienta es ir a las oficinas de teléfonos. Son varias las razones, la primera es que los que te atienden siempre te miran con aire de perdonavidas, tal cual si te estuviesen haciendo un favor al prestarte los servicios que prestan. El segundo motivo es que siempre hay unas filas enormes para pagar el teléfono, las cuales son casi ineludibles porque el recibo nunca te llega oportunamente a forma que lo pudieras pagar en un banco o en un supermercado. Y para colmo, el estacionamiento es un estacionamiento precario que en sus seis cajones no puede albergar a los autos de los setenta usuarios que acudimos de manera simultánea a pagar el recibo. Lo que orilla a que encima tú estaciones tu coche y algún cabrón desconsiderado se te estacione detrás y no te deje salir. Sin embargo, no es lo único malo que puede ocurrirte, pueden pasarte muchas cosas más, sólo basta que esperes pacientemente. Los problemas llegarán y puede que llegues a amarlos, desearlos, pedírselos a Dios en tus oraciones, soñar con ellos.

Ese día pretendí llegar muy temprano a la oficina de teléfonos para evitarme el mayor número de molestias posibles. Lo malo fue que media ciudad pensó lo mismo y de todas formas no salí de mi apuro. Para variar los seis cajones del estacionamiento estaban ocupados seguramente por los autos de los seis empleados de la compañía que no tienen ninguna restricción de no usar el lugar de los indeseables clientes. Me quedé petrificado a media calle, recibiendo un par de claxonazos, durante tres segundos que me costó enviar mi moral a la basura y convencerme de que el día de hoy me tocaría ser ese cabrón desconsiderado que no deja salir al inocente y buen ciudadano que se estaciona debidamente en el cajón.

Puse mi Mustang detrás de un espantoso Volkswagen Sedán modelo 75, y aunque mi coche también es 75, por alguna cojonuda razón el mío es clásico y el bochito es una carcacha. Debo admitir que gocé jodiendo al de adelante. Durante la fila imaginé su cara cuando saliera de las oficinas y viera un pinche Mustang detrás de su Volkswagen, como si fuese un perrillo que le oliera el trasero, o mejor dicho el mofle. Sus hombros se harían para atrás en un claro enfado, luego los dejaría caer como un perdedor, y cabizbajo regresaría al edificio, franquearía la pesada puerta de vidrio tornasol y con cara de imbécil enojado, pero en el fondo imbécil, diría "Mustang rojo. El dueño de un Mustang rojo favor de moverlo". Todos voltearían a verle y pensarían que es un completo pendejo, y por alguna razón yo me movería lento como una tortuga, él fingiría estar razonablemente encabronado, y más aun por mi paso lerdo, y aunque el mamón de la historia fuera yo, todos sentirían simpatía por mí, mientras que por el otro experimentarían una rara compasión.

Curiosamente la fila avanzó rápido. Faltando dos personas para pasar a pagar mi recibo intuí que no sería hoy el día en que me tocaba ser insoportable. Total que pasé, pagué, recogí mi comprobante y me dirigí a la puerta de salida. Mi sorpresa no pudo ser mayor cuando vi que detrás de mi Mustang estaba un Toyota Célica, casi nuevo, tentándole las nalgas para no estorbar en la tercera fila en que estaba. Alcé los brazos encabronado y luego los bajé en medio de un berrinche, y cabizbajo como un completo pendejo regresé al edificio y franqueé la pesada puerta de cristal y con mi mejor cara de histeria dije "Toyota Célica, el dueño de un Toyota Célica verde olivo favor de moverlo". Todos me miraban como al imbécil que era. Tres veces repetí la misma frase como si fuera un perico muy idiota, a diferencia de mi fantasía jodedora en que el dueño del coche estorboso se movería lento pero seguro a quitarlo, en mi caso nadie dijo ser dueño del Toyota.

Más encabronado que antes me salí de la oficina y me recargué en uno de los costados de mi Mustang, esperando que el hijo de su puta madre dueño de ese Toyota Célica lo moviera para poder salir.

Luego de diez minutos de perder la cordura, de estar mirando para todos lados, de contar cuantos vehículos pasaban por la avenida y de ver que no cruzara un conocido que me reconociera en este predicamento tan insulso, luego de ubicar cada tienda que estaba enfrente, luego de dudar si valdría la pena almorzar mientras espero que el cretino del Toyota apareciera, después de todo enfrente estaba un puesto de almuerzos y varias gentes comían con gusto, me fui encaminando a los almuerzos, esperando que se desocupara una silla, después de todo había que sacarle buena cara a esta situación tan molesta.

Miraba los platos de los que comían sobre las banquillas individuales y alzadas del puesto de almuerzos callejero. Cruzando la calle seguía el Toyota detrás de mi Mustang. Si miraba los platos era para ver que surtido elegiría ya que me sentara, además que calculaba cuál de ellos acabaría primero. Todos comían como si les pagaran por tardarse más, y la más aventajada era una chica bajita que comía como una ardilla, hasta eso, valía la pena ponerse cerca de ella porque olía a una fragancia dulce que no alcanzaba a distinguir, además que se le dibujaban unas caderitas bastante aceptables. Su masticar era extraño, como si se riera de alguna maldad que estaba haciendo o de alguna que recordaba en ese instante, como si masticara pequeños liliputienses.

Vi que la chica ardilla se limpiaba la boca con una servilleta, pagaba y sacaba de su bolso unas llaves de auto. Se paró de su banquito y noté que realmente era muy bajita, no era una enana pero si lucía como una belleza a escala 70:100, sus tacones la elevaban a la normalidad, me sonreí, supongo que no me ligaría con una chica así de singular. Puse mayor atención, las llaves eran ciertamente de un Toyota. Mi mente era una vaporera sólo de pensar que la tipa hubiera estado viéndome histérico e iracundo y que ello no hiciera nada por apresurar la velocidad de sus mandíbulas. Bueno, nada estaba dicho, ella podía ser dueña de otro Toyota y no del que le tentaba el culo a mi Mustang.

En cuanto intentó abrir la puerta de su coche, que sí era el Toyota Célica color verde oliva, sentí la necesidad de decirle lo que fuera, así que corrí abandonando mi sitio en el puesto de comidas, provoqué un rayón de llanta de un auto al que me le atravesé por cruzar la calle furioso y sin precaución, abrí la boca y le dije:

-"¿Qué se supone que pretendes poniendo tu coche detrás del mío?"

Ella alzó un par de ojazos negros y me los clavó hasta el fondo de mi alma y sin disimulo dijo: -Darte problemas.

-¿Darme problemas...?

No podía creer semejante derroche de cinismo, sin embargo me detuve a ver a la chica y del examen que hice de sus ojos tuve una extraña visión. En esa visión el mundo era cruel y hostil, y sin embargo la dueña de estos ojos no me daría problemas, o no los consideraría yo así al menos. Me reí nerviosamente y luego dije:

-¿Pero qué clase de carbonería te traes...?- Le miraba el cuerpo, demasiado delgado para mi gusto, casi un hombre, con manos cortas, quizá blanditas, una escasa caderita y sus pechos de broma, su boca carnosa y encima de esta un ligero bigotillo que si bien no era un mostacho si le tintaba de gris el rostro, su nariz recta y larga, aunque con una hendidura en su punta, como si la nariz fuese la barbilla de una sub cara que se apoltronara en su propio rostro y esta barbilla fuera barbilla partida.

Guiñó un ojo, sonrió y me mentó mi madre con una seña de su mano. Dio un portazo a su Toyota, le dio un empellón a mi Mustang, dio reversa y se fue velozmente. Tanto cinismo me dejó petrificado que ni siquiera tuve la lucidez para arrojarle una piedra en el parabrisas, escupirle el cofre o de perdido darle un manotazo en el capacete de su coche. Durante el día no pude desprenderme de esta escena. Por lo regular no me ocurren cosas que sean muy dignas de contar, aunque estas sean malas experiencias, no me pasa lo bueno, tampoco lo malo, me pasa lo normal, lo ordinario. Sin embargo no supe ver que aquel encuentro sería el principio de las cosas que empezarían a ocurrirme, y que ello vendría a revolucionar aquello que yo creía eran mis gustos muy definidos, mis preferencias.

En mi mente se había grabado muy bien la imagen de la chica del Toyota, y lo que más recordaba era la ambigüedad que existía en su cara sonriéndome agresivamente, tal como si buscara mi simpatía, mientras su mano de decía "ve y jode a tu puta madre, metete el dedo en el culo, cabrón"

Un segundo encuentro fue totalmente accidental, extraño también. Por causas de ecología, uno de los grandes almacenes de la ciudad cambió sus bolsas de plástico por unas de papel. El papel, como se sabe, cede muy cobardemente cuando se moja. Fue en el estacionamiento de ese centro comercial. Yo no la había visto, sino que una lata rodó hasta mi pie, yo sin dudar me agaché a recogerla y ayudarle a aquel que fuera su dueño. No sólo eso, rodaban más y más cosas porque una bolsa de papel se había desintegrado en las manos de quien la cargaba y todo se regaba entre los coches. Ya que vi el dueño de la bolsa rota la reconocí, era ella, con su cara sudada de pena o de calor, apurada. No sé qué sentí, en teoría la odiaba, pero quería ayudarle, quería restregarle su falta de cortesía y mentarle también su madre, pero nada de eso hice, junté sus latas, sus jabones, sus aguacates y sus cajas de condones...

Me jaló las cosas que le daba, como si se las estuviera robando. Puse cara de imbécil. Igual se marchó y no dijimos nada. Sólo nos vimos a los ojos, todo se me oscureció por dentro. El sabor de boca fue extraño. Creo en el destino, y esto, de alguna forma, era un tipo de destino.

El tercer encuentro fue donde las cosas comenzaron a suceder. No he dicho ni media palabra, pero tenía una novia, como casi todo el mundo, su nombre era Brenda, era alta, rubia, de cuerpo firme y en su lugar, muy atractiva. Sus caderas podrían hacer perder a cualquiera, y era bastante caliente. Lo que más me gustaba de ella era verla mientras me mamaba el sexo. Sus labios carnosos se abrían de una manera voraz, y su lengua era larga y puntiaguda, tan larga y tan puntiaguda que me daba la sensación que era un reptil que abrazaba mi pene con su lengua que era a su vez otro reptil más pequeño e independiente. Mientras me mamaba me miraba a los ojos y sonreía, sin dejar de mamar. Aunque mamaba riquísimo, tenía sus bemoles, odiaba las corridas en la boca y se calentaba tanto mientras follabamos que se inhibía su sistema nervioso, desactivándose, quedando bastante inmóvil. Su coño no era muy carnoso, pero apretaba muy bien. Es importante esto de la lengua, pues dentro de mis manías para elegir chica está la de que tengan las manos largas y que su lengua sea también larga y puntiaguda. ¿Por qué?, no lo sé, pero lo cierto es que les compro una nieve con tal de ver como la devoran, como la lamen, y sobre todo, ver la anatomía de esa lengua. Brenda sabía de esta fijación, tan así que cuando me pedía ella que folláramos no lo hacía con palabras, sólo sacaba su aguda lengua y la movía rápido y filosamente como una cobra.

Esa vez fui al cine con Brenda, que es bastante impuntual. Llegamos y la película había empezado. Además era estreno de la película "Amores Perros" que había tenido buena publicidad. Tuvimos que quedarnos en el fondo de la sala de cine, recargados en una pequeña bardita. Cuando entramos al cine me pareció ver la silueta de la chica del Toyota, de manera que poca atención pude poner a la película, me la pasé buscándola de manera casi permanente. Tocó el intermedio.

-Voy por algo para comer, tú mientras aprovecha que han prendido las luces y observa si hay algunos asientos en que podamos estar.- Le dije a Brenda.

-Está bien, amor-

En realidad quería estar sólo para mirar por todos lados y ver a mi vieja amiga, teníamos casi un mes de saber uno del otro y la verdad no había pasado un solo día en que, saliendo a la calle no esperara encontrármela. Miré para todos lados y no la vi. Sin embargo el aire se respiraba extraño, seguro que andaba cerca.

Me metí a orinar al baño y mientras descargaba mi vejiga en el mingitorio vi que a mi lado estaba ella, parada como un hombre, orinando como un hombre, luciendo como una mujer bastante asexuada. Yo no tenía el valor de asomarme a su mingitorio para ver si tenía pene o una habilidad extraordinaria para orinar parada sin mojar sus pantalones. Ella en cambio dio un pequeño vistazo a lo que tenía yo en mi mano, evaluó, pero nada en su rostro me dio una pista de su opinión.

Pese a que sentí cierta incomodidad, no dije palabra. Sin pensar, notaba que mi pene orinaba con poca convicción, y sin embargo lo que empezaba a hacer con total convicción era hincharse. Yo no quería delatar mi interés. Sin embargo mi miembro no acataba mis razonables ordenes, y se hinchaba. Escuché que ella cerró su bragueta. El baño estaba solo, se escuchaba una reyerta afuera, como si hubiera problemas.

Ella, porque hasta ese entonces yo seguía pensando que se trataba de una mujer, me tomó de la cintura y me metió a un privado de un retrete. Se sentó en la taza luego de ponerle la tapa protectora y me puso de espaldas a la puerta y comenzó a tocar mi verga, con una suavidad y fuerza que me hacían relinchar. Con sus dos manos me tomaba del falo y de los testículos, haciendo un ovillo. Se escupió en la mano y puso mi palo entre sus dedos índice y anular, y comenzó a pajearme de una manera soberbia. Por fin mi palo estaba a su máximo tamaño. Sentía inquietud en los huevos y el esperma comenzaba a tocar sus trompetas que iniciaran su marcha guerrera. Para mi sorpresa, ella dejó de pajearme. Miró mi verga y la analizó. Puso cara de tristeza, de gran decepción, algo así como melancolía pura. Se paró del retrete, abrió la portezuela y se salió del baño. Nada más salió y entró una avalancha de cabrones que daban señas de estar reventando sus vejigas desde hacía rato. Los miré extrañado, ¿Por qué no entraban antes si se morían de ganas de mear?. Ellos me miraron extrañados también, y no sólo eso, también me mentaban mi madre, "hijo de puta", decían. Hasta entonces reparé que me veían extraño porque lucía extraño, así, parado frente a un retrete con tapa puesta, con la verga demasiado erecta y de fuera del pantalón.

Salí del baño pensando que Brenda seguro sospecharía que había tardado demasiado. Compré palomitas de maíz y refrescos y me apuré pues de nuevo habían apagado las luces de la sala. Seguro lucía muy extravagante, y sin embargo no le contaría nada. Ella no sabía nada acerca de esta extraña, no le había contado lo del estacionamiento y menos lo de las latas, y por supuesto no era momento para contarle de esta mujer ahora. Con semblante de hipócrita me adentré a la oscura sala del cine, diría que me sentía mal del estomago o algo así. Para mi sorpresa Brenda no había encontrado asientos, seguía parada en la bardita del pasillo final del cine. Caminé lento, encabronado, mirando absorto que un fulano le masajeaba las nalgas con parsimonia, se las tocaba con toda la intención.

-¿Pero qué chingaderas pasa aquí?- Grité.

En el cine empezaron a abuchearme, "Shhh", "Cállate", "Vete a pelear a tu casa cabrón", el tipo corrió y se sentó quién sabe dónde.

-¿Cómo es que te tocan las nalgas y no dices nada?- dije ya en tono casi inaudible.

-No te enojes- Dijo Brenda con cinismo- Estamos parados en el fondo de la sala, pasa mucha gente, alguna de ella te rozará el culo, ni modo de hacerle pleito a todo el mundo.

-Pero el tipo no te rozó el culo, te estaba metiendo mano.

-¿Quién va a saber más, tu que no sé lo que viste en la oscuridad o yo que soy la dueña de las nalgas?

"Ya fóllense y cállense" rugió alguien dentro del cine. Todos rieron.

-Ya vez- Dijo Brenda fingiendo indignación- Me haces pasar muchas vergüenzas. Nada de esto pasaría si no te hubieras tardado tanto en el baño, ¿Qué hacías?, ¿Parías un lagarto o te pajeabas?

Ya no contesté.

De regreso a la casa yo iba hipócritamente indignado. A ser honestos, lo suyo era menos grave que lo que a mí me había ocurrido en el baño, pues ella seguro que no echó cuenta de quién era el toqueteador, y sólo consideró como un abuso agradable aquella magreada. No le creía su perorata, pues clarito vi la forma en que la tocaba, le ha de haber metido el dedo en el coño, y me tardé como un minuto en decir algo, además ella echó el culo un poquito para atrás. Igual no me iba a ponerme a oler los dedos de los sujetos que estuvieran en el cine. Sin embargo, me quedaba claro que entre la chica del Toyota y yo ya había algún tipo de obsesión.

Aproveché la culpa de Brenda, quien sugirió compensar la poca falta que hubiera tenido. Nos metimos a nuestro hotel predilecto, habitación seis, como siempre, en honor a la película de "La insoportable levedad del ser" en la que se meten a la puerta seis por ser el número del amor en el Tarot, y me dio una mamada de lujo. La follé con una agresividad inusitada, su cuerpo se ponía muy caliente. Por primera vez en mi vida le solté una maldición a una mujer mientras la follaba. No es cosa del otro mundo, pero era extraordinario en mi. "Te voy a tratar como la puta que eres" fue lo que le dije, ella pareció excitarse de haber sido bautizada puta, así que casi al terminar de follar, desprendió sus caderas de mi palo y se echó sobre sus rodillas y comenzó a mamarme, su lengua se movía con el nerviosismo de una llama de un mechero muy irregular, su boca era una matriz cósmica, caliente, enervante. El incidente del baño me había excitado demasiado mis glándulas, había provocado que mi cuerpo elaborara reservas de semen para mi verga damnificada, y sin embargo ese semen no se había regado. Yo que estaba consciente que no podría dormir con semejante cargamento de leche en el cuerpo hubiera tenido que pajearme en el baño de mi casa, pero la historia se había enchuecado, y estaba aquí Brenda, mamándomela en miércoles siendo que sólo lo hacemos los fines de semana, y agitaba su mano como si no pudiese esperar más para recibir una lluvia de semen. Contra pronóstico, empezó a provocar que me corriera en su lengua, en su boca, chorros y chorros de leche volcánica comenzaba a inundar toda su boca y lengua, la cual se movía con mayor agresividad que nunca. Luego que terminé de manar, ella me siguió mamando, hasta dejar flácido mi miembro.

No dijimos nada. Ella era ahora una puta confesa, yo su padrote. La fui a dejar a su casa y ella me comentó, luego de un silencio abrumador, que le había gustado mucho el sexo de hoy, que me había sentido más fuerte, que a ser honestos ella deseaba en secreto que eso sucediera, que fuera más malévolo, más atrevido. Yo no dije nada. Sabía que ese cambio de normal a agresivo no era espontáneo, que tenía su causa encarnada en una mujer bajita que lejos de hacerme feliz parecía boicotearme, ahora ya Brenda dejaba que me corriera en su boca, pero yo sólo pensaba en la mamada que la chica del Toyota no me había dado.

Luego de una semana en que no era yo mismo sino otro, volví a ver a la chica, pero esta vez no estaba yo sólo, iba con Brenda, quien parecía más enamorada de mí luego que la trataba como una puta. Era un concierto de un grupo pop que le gustaba mucho a Brenda aunque a mí me enferma, ahí estaba la chica, y me daba la impresión de que no estaba ahí por gusto al grupo, aunque tampoco era tan pretencioso para pensar que estaba ahí por mí.

Mientras escuchábamos al grupo, sentí que detrás de mí se me repegaban unos pechitos afilados, sentía que me tentaban el culo, una pierna me rozaba las corvas. No necesitaba voltear para saber de quién se trataba. Brenda me tomaba de la mano izquierda. Cada que alguien atravesaba por detrás de las gentes que estaban a nuestras espaldas, empujaban un poco a Brenda, mientras que a mí me empujaban mucho, casi me follaba la chica del Toyota cada vez pe eso pasaba. A la primera Brenda no dijo nada. A la segunda se molestó. A la tercera me dijo que nos moviéramos. A la cuarta, luego de ver que la chica del vestido rojo me había seguido como un satélite, se encabritó y le dijo:

-¿Pero qué te has creído?- Y le dio un empellón.

La bajita respondió el empellón con un aventón. Empezaron a pelearse. -Pégale Raúl- me decía Brenda cuando la chica se le echó encima del cuerpo, y yo no hice nada. No sabía que hacer, por decirlo de esta forma, las respetaba igual.

Nos echaron del lugar por rijosos. Una vez afuera, la chica fue al estacionamiento, se agachó al suelo, cogió algo de barro y lo tiró encima de mi Mustang. Brenda se enfureció y me empezó a gritar cosas, dentro de ellas dijo, "Ensúciale su coche también". Tomé barro, corrí cinco carros más allá y vacié el lodo sobre el Toyota. La chica llegó después a él, se subió y, como siempre, arrancó velozmente.

Cuando volví con Brenda esta estaba enfurecida. -Ha de ser una loca, no te dejes consumir por el odio por una extraña que no vale la pena- le dije compasivo.

-¿Qué tan extraña es esa mujer?

-¿Cómo?

-No te hagas el idiota. ¿Qué tan extraña es esa psicópata?

-Supongo que del todo extraña.

-¿Cómo supo que ese Mustang es nuestro?, y peor aún, ¿Cómo supiste tú que ese carro verde era de ella?, ¿Se conocen?, ¿Están enrollados?

Totalmente atrapado le contesté, -Todo empezó...

-¿Todo?, ¿Hay un "todo" entre ustedes?

Le conté lo de la oficina de teléfonos, pero me guardé lo del almacén y desde luego lo del cine. Fui poco convincente y Brenda me siguió preguntando. Conté mal contada la historia del baño del cine, en la cual no narré que me pajeó, ni narré que me había mirado la verga, sólo dije que extrañamente se había metido al baño de hombres, que con peligro y era un gay, pero eso sólo empeoró las cosas, pues para ella había sido muy notoria mi tardanza aquel día y sobre todo mi cambio en mi actividad sexual. Me juzgó y condenó culpable de mentir. Me dio el cortón en el acto, paró un taxi y se fue luego de escupir mi Mustang.

Como en las películas de Stanley Kubrik, siempre hay una primera mitad de la historia y una segunda mitad, las segundas mitades encierran siempre más estridencias que las primeras. La segunda mitad empezó un día domingo, a ser exactos el segundo domingo después de que Brenda me había dejado. Salí a media mañana para comprar leche y frente a mi casa estaba aparcado el Toyota Celica. Busqué por todos lados y no la vi a ella. Así, el Toyota Celica duró todo el día domingo y todo el día lunes afuera de mi casa. El lunes por la tarde llamó Brenda y sólo me dedicó seis palabras para luego colgar: "Eres un cabrón hijo de puta", no pude decir nada, lo cierto es que mi madre ha sido nombrada puta muchas veces desde que la chica del Toyota apareció en mi vida. "Darte problemas" retumbó en mi cabeza.

Sobra decir que durante el domingo y el lunes fui un inútil para todo, pues sólo estaba pendiente de ver el momento en que llegara ella por su coche, sin saber para qué. Pensé en ella esos dos días enteros, era una presencia absoluta, era como un Dios que está en todas partes. La madrugada del martes había desaparecido el coche. Me dirigí a la comandancia de policía para denunciar el robo pero luego pensé en lo idiota que era, si el carro no era mío, no conocía siquiera el nombre de la dueña, que pudiera ser quien lo manejara en este momento.

El miércoles que regresé de trabajar me encontré con la entrada de mi casa violada, se habían metido pero no habían robado nada, sólo un portarretratos en que estaba una foto de Brenda y yo, en la que aparecemos queriéndonos mucho. Sin embargo dudo que fuera Brenda capaz de meterse así a mi casa, pues no me devolvió la llave, qué necesidad de violar la cerradura, además, si se tratara de una coartada, ésta sería estúpida porque nadie se robaría el portarretratos únicamente. Empecé a tener problemas.

Luego de ver mi casa toda volteada, o al menos desordenada, ya que nada estaba roto, me puse a pensar seriamente en todo y cuanto ocurría. Las cosas parecían salidas de una película de enredos. Además, estaba perdiendo a una novia de dos años, con la cual había tenido siempre una comunicación bastante abierta, con la cual me entendía cada vez mejor físicamente, con la que había tenido una última noche muy prometedora acerca de un amplio catálogo de locuras que podíamos llevar a cabo. Además, estaba seguro de quererla y de que me quería. ¿Y qué tenía a cambio?, la presencia oscura de una desconocida, inquietante, es cierto, pero destructiva. Como siempre nuestras pertenencias siempre refleja cómo estamos interiormente, así como está tu casa, así está tu corazón. Mi corazón estaba entonces violado, desvalijado, ultrajado, y la causa, al igual que el supuesto robo de mi casa, era, con casi entera seguridad, la micro mujer del Toyota.

Llamé a Brenda y le expliqué que nada tenía que ver con todo, le dije que en realidad tan poca importancia tenía la chica en cuestión que se me había hecho inútil o aun irritante contarle lo ocurrido, que comprendiera que me dio pena contarle lo estúpido que fui en el estacionamiento de la oficina de teléfonos, lo bruto que fue ser cortés con la chica cuando ella era toda apatía, y que lo del concierto fue loquera de ella y no mía. Me creyó a medias, pero quedamos en términos mejores, yo rogando casi de rodillas, ella suprema perdonándome, Etc. Etc. Etc.

Colgué el teléfono y me sentí más tranquilo, así que me prometí a mí mismo dejar en paz a la chica del Toyota. Sonó el timbre. Mi cuerpo se estremeció por una curiosidad nerviosa y acudí a abrir. Era la chica menudita del Toyota. Me quedé paralizado por un instante del cinismo de esta chiquilla. Tendría diecinueve, acaso veinte años. Se supone que las relaciones personales son una especie de juego, pero ¿Qué pasa cuando las reglas de ese juego no las impone uno mismo?, y más aún, ¿Qué hacer cuando esas reglas no corresponden a nada que hayas jugado antes?.

Se pasó a dentro de mi casa sin mi permiso, como si lo necesitara. Empezó a husmear, como para verificar que sus pillos empleados hubiesen hecho bien su trabajo desordenando mi hogar. Reaccioné y le dije:

-¿Qué te has creído? Entras a mi casa como si no pudiera echarte a patadas.

-No prometas cosas que no vas a cumplirme.

-Pero qué carajo... deja de sonar tan profeta y lárgate, te quiero fuera de mi casa y de mi vida, evádeme si me ves por la calle, considérame tu enemigo, tenme asco, señálame como aquel a quien más mal le caes, eres la peor extraña que conozco

-Me llamo Pandora

-Como si me importara

Se tiró sobre mí, como un luchador, abrazándome. Habría que ver esa escena que seguro daría risa a cualquiera, aun a mí me era difícil de imaginar. La chica abalanzándose sobre mi cintura y atándome con sus brazos, tal cual si yo fuese uno de los Beatles y ella una fanática americana que pudo evadir el cerco de seguridad en pleno concierto del Holywood Bowl, y aquí está lo increíble, yo rechazándola con mis brazos, empellándola, intentando zafarla, separarla, y ella abrazándose más, quitándomela de encima. Siempre pensé que me dejaría querer por cualquier mujer, a menos que estuviera muy fea, y sin embargo aquí estaba una chica prometedoramente deliciosa, histérica, rematada de la cabeza, abrazándome como un pulpo, narcotizada por su propia hormona, y yo en lucha greco romana con ella, quitándomela de encima. Me plantó un beso con su labial rojo, y con la lengua me lamió el cuello.

Por si no fueran bastantes problemas el tener demasiados escrúpulos para darle un puñetazo que la calmara, en la puerta apareció ni más ni menos que Brenda, la cual sólo vio mi boca manchada de labial, y como la chica me tenía atado como boa constrictora, lo que le fue suficiente para llevarse las manos al rostro y llorar mucho, y correr fuera de mi propiedad.

Ahora sí estaba enfurecido. Apreté los brazos de Pandora tan fuerte que seguro le saldrían moretones. Me chocaba además empezar a considerarla como Pandora, así de familiar. La fui jalando y paulatinamente la separé de mis hombros, caía ella cada vez más al suelo. Creí que tenía éxito hasta que vi que lo conseguido era obra de su capricho. ¡Habrá de verse!, con los dientes bajaba el cierre de mi cremallera. Con una mano se arriesgó a dislocar su brazo izquierdo metiéndolo entre el cinto de mi pantalón y mi cintura. Fija como estaba ya no ocupaba las dos manos, con una me pellizcaba la espalda, lo que me hacía usar una de las mías para intentar arrancar el pellizco, y su otra mano la usaba para sacar mi pene del pantalón. Engulló mi miembro como ballena que devora plancton. Empezó a chupar y chupar con fuerza, su boca era poco hábil para estas lides, pues sus dientes seguido se accidentaban con mi carne.

Manaba saliva como si fuese un cacto abierto en canal y devoraba. La lucha no podía ser ahora más ridícula, yo intentando apartarla en forma estúpida y ella sin tomar en cuenta mi opinión, pues la única opinión que parecía entender era lo duro que se me estaba poniendo el palo. Aquí me voy a permitir indicar dos citas legales que investigué después, por absurdo que parezca. Comete el delito de violación quien tenga acceso carnal con una persona, sea hombre o mujer, por medio de violencia física o moral, y contra de su voluntad. Comete el delito de exposición inmoral la persona que, por sí o por tercera persona, realice exhibiciones obscenas. He aquí que esta chica me estaba violando, y adicionalmente Brenda había dejado la puerta de entrada abierta, por lo que cualquiera que pasara vería que ella me estaba mamando la verga. La violencia de su boca, su hambre, su desesperación, me proporcionaba a mi una lluvia de sensaciones que no había sentido jamás, me sentía elegido, único, me sentía un objeto sexual, yo que toda la vida había tenido que convencer a las chicas de que me amaran, yo que siempre tuve que ser simpático, agradable y buen partido, yo que siempre había pedido, ahora estaba siendo presa de un predador de mi sexualidad, y eso me gustaba, me gustaba la sensación de provocar en esta chica semejante locura, dejó de pellizcarme, dejé de apartarla, le tomé la cabeza, podía arrancársela si quisiera, pero no quería porque me estaba corriendo sobre su cuello y su pecho. Se escuchó una sirena:

-Nos van a tener que acompañar a la comandancia. Dijo el oficial de policía.

En vez de bramar de placer como me hubiera gustado, dije con voz entrecortada, extasiada.

-Pero si es mi casa, puedo hacer lo que quiera.

-Menos esto con la puerta abierta cabrón. Haz lo que se te dice y no saldrás lastimado, órale, moviéndose los dos. Usted aséese ese cuello y mejillas señorita.

Íbamos pues detenidos sobre la patrulla, que era de esas camionetas con caja y techo. A ella la sentaron en un cojín y a mí me esposaron de un tubo. Estábamos sentados juntos y yo poco humor tenía de decirle lo que fuera. Iba en la caja un sujeto pintoresco con una cámara fotográfica al cuello, juraría que su pinche bigotillo era falso.

-Posen para la foto amigos. - Dijo el muy cretino.

Pandora se puso a mi lado y se acurrucó con una sonrisa, CLICK, se escuchó luego de un flashazo. Yo la hice a un lado.

-¿Es usted reportero, verdad?

-Por supuesto-

-Esa foto es mía-

-Lo sé

-No se me haga el chistoso, quiero decir que me la tendrá que entregar.

-Ni lo sueñes, es parte de mi reportaje

-¡Mi reportaje! ¿Qué reportaje es ese, qué no sabe que tratándose de violación no puede difundir ni siquiera los nombres?

-Espere un momento, esto si que salva mi noche. ¿Se trata de violación?, déjeme ver, ¿Este angelito lo violó a usted?, ella de dieciocho, tal vez una menor, lo violó a usted que fácil tiene sus veinticinco. ¿Y usted no pudo hacer nada por evitarlo? Esto sí que va a vender.

-Espere, no soy abogado, en verdad no sé por qué se nos detuvo.

-Amigo, si me da usted un buen de plata olvidaré que esto se trata de una violación, pero como amigo no le recomiendo que diga semejantes pendejadas en la comandancia. ¿Sabe cuando encerrarán a esta preciosidad? NUNCA, y en cambio usted será el hazmerreír SIEMPRE. Seguro le creerán que la chica le dijo a su miembro que se hinchara.

Hice el arreglo económico. Me quedé en la vil calle sólo por comprar ese rollo fotográfico. Perra vida, yo trabajo quince días para cobrar y este hijo de puta se lleva el 80\% de mi sueldo a cambio de una foto oportunista y su nada confiable promesa de callarse la boca. Nos bajaron en la comisaría y nos llevaron con un gordo inspector de averiguaciones previas.

-¿Por qué están aquí? -Dijo el inspector dejando mucho qué desear.

-No lo sé. Habría que preguntarle a los oficiales.

-Con un carajo. Enciérrenme a este par en el calabozo, y mándame traer a Padilla y a Ortiz.

Nos condujeron hasta un cuartillo que olía a vómito y orines. Ahí sentía una mezcla de repudio con extrañeza. Me quedé viendo a Pandora, quien parecía muy tranquila, como si esperara el desenlace de las cosas, segura de que era vano preocuparse por estar ahí, plenamente convencida que lo único que faltaba por hacer era dejar que el reloj corriera.

-¿Por qué me haces esto? - Le pregunté sin pretensiones de juez.

-Mereces vivir mejor.

-¿A esto le llamas mejor?, ¿Te parece mejor esta mazmorra que mi casa? Créeme, estás loca y te quiero fuera de mi vida.

No imaginé que empezara a llorar con tanto dolor. Su cuerpito frágil parecía más quebradizo que nunca.

-Mira, esto me hace sentir muy mal. No quise herirte, pero, desde que te conocí he tenido únicamente problemas. Yo vivía muy feliz...

-Vivías muy estable, únicamente muy estable.

-Di lo que quieras, pero esto no es lo que quiero.

-Si tu felicidad estuviera en tus manos ya la hubieras obtenido. ¿Es tan malo que te ame?

¡Vaya plática de calabozo! Me sentía muy conmovido por aquella chica. Su error era generar fricción en mi vida, pero ¿Y si tenía razón?, tal vez mi vida caminaba demasiado tranquilamente, posiblemente en un año me case con Brenda, si es que me perdona esta "segunda ofensa", tengamos dos hijos tal vez, vendamos el Mustang y compremos una vagoneta más familiar, criemos a algún perro muy casero, con suerte y hasta compremos un canario, o me empiecen a gustar las novelas, y así. Hice a un lado toda mi aversión y le dije que nada sabía de su vida, que ella se metía deliberadamente en mi vida, que ahora me decía que me amaba y sin embargo seguía siendo una extraña. Iba ella a empezar a hablar, pero vinieron unos guardias y se la llevaron sólo a ella. "Después te cuento", fue lo último que dijo. A mí me sacaron después.

Volví a mi casa y la sentí incompleta. Brenda no me contestó al teléfono. Dormí teniendo muchas pesadillas, en ellas hacían el amor Brenda y Pandora, para esto Pandora resultaba tener un pene monstruoso con el cual barrenaba el culo de Brenda, quien gritaba en forma angustiosa pero sumisa. Teniéndola así, en cuatro patas, la embestía duramente y en cada arribo se escuchaba un grito. Brenda, cegada por la posesión carnal inclinaba su cuerpo hasta las colchas, mismas que mordía con rabia, mientras Pandora aprovechaba esta ceguera para sacar una navaja afilada, y en el lienzo que era la espalda blanquísima y perfecta de Brenda, teñía a punta de heridas un retrato que no era otra cosa que mi rostro riendo.

Al día siguiente tiré a la basura el costoso rollo. Luego lo saqué del cesto de basura, sin saber por qué lo llevé a revelar. El revelado me salió más costoso de lo que esperaba, pues las imágenes no eran del todo publicables, sino del tipo obsceno. Las pagué. Mi sorpresa fue grande debido a varias cuestiones. Cabe decir que el sitio donde revelé las fotos queda enfrente de la catedral, también hay que prestar atención a que el calor en la ciudad era ese día sofocante. Ambos elementos justificaron que me metiera a la catedral, que si bien no tiene aire acondicionado, sus muros son tan gruesos, sus ventanales y techos tan altos, que en las bancas del templo se siente un fresco delicioso. Ahí, sobre una de las bancas de mero atrás del templo casi vacío, me senté para ver las fotos que había tomado el reportero. Terminé por sentirme blasfemo.

En la primera, estábamos Pandora y yo, sentados en la patrulla, ella libre, yo esposado, ella sonriendo a la cámara, yo cabreadísimo, hecho una furia. Ella con su forma corporal en dirección absolutamente mía, yo con mis hombros hacia fuera, como si quisiera huir. Había algo en su mirada a la cámara, amor, ternura, intensidad, y sin embargo había un toque malévolo. Sus pechos se veían bastante bien. La segunda de las fotos éramos nosotros dos también, en dicha foto ella engullía por completo mi verga con su boca, sus ojos aparecían puestos en blanco, como si estuviera envuelta en la embriaguez total, mientras que mi cara era de placer absoluto. Nadie que viera esa foto me creería que yo estaba recibiendo esa mamada a fuerzas. Todo se me hacía muy extraño, para que el reportero hubiera tomado la foto era preciso que hubiese estado ahí desde antes que apareciera la policía, pues los uniformados llegaron luego que me había corrido. En otra de las fotos aparecía un hombre a lado de Brenda, estaban dentro de un coche, y la penetraba fuertemente. En una de esas fotos ella lo montaba a horcajadas, mientras el tipo sonreía no sé si a la cámara mientras le mordía una de las tetas sobre la blusa, en otra foto ella le comía la verga, y en una tercera foto él se la cogía a lo perro y ella repegaba su cara al cristal, loca de calentura, borrando con su mejilla el vaho que había terminado por poner gris de humedad la ventanilla. Otra foto era de un sitio, el Hotel América, que era el hotel que Brenda y yo acostumbrábamos, y una última foto era de la puerta de la habitación seis, nuestra habitación. La cámara era de esas que inscriben la fecha y la hora. Brenda me había sustituido antier a las 21:35. Y este reportero más que un reportero común, parecía un duende íncubo escapado de una película de David Lynch.

El sábado me llamó Brenda, quería hablar de todo lo ocurrido. Nos vimos en mi casa. Ella estaba muy confundida, decía, y pese a que sentía que tenía razones para estar enfadada conmigo no podía olvidarme, que caía en cuenta que el tiempo que habíamos tenido como pareja nos había mostrado que hacíamos una bonita pareja, que no había por qué perder esa relación tan bonita. Después de todo, decía, qué bueno que las dificultades surgían para probar nuestro amor, para probar que nuestro amor es más grande que las vicisitudes que pudiera enfrentarnos el destino. Mientras ella hablaba yo pensaba en lo estúpido que había sido al quemar el rollo de fotos y las fotos mismas excepto aquellas en que Pandora y yo aparecíamos juntos. Viendo la cara de Brenda sonándome tan sincera, me gustaría tener en mis manos las fotos, no para echárselas en cara, sino para verlas detenidamente, ¿Y si no era ella?, ¿Si sólo se trataba de una chica muy parecida con un top de girasoles idéntico al suyo, con unos tacones idénticos a los suyos, con una pulsera igual, con unas nalgas iguales?. Empecé a decirme que al menos no me había engañado estando de novia conmigo, sino en esos días en que ella y yo no éramos nada.

"Quiero que seas mi novio de nuevo" Dijo como si me estuviera rogando. Se arrodilló inclusive, aunque no era necesario. Mi respuesta fue pararme frente suyo, dejando a la altura de su boca mi bragueta. Ella sonrió luminosamente considerando eso como un sí, y engulló mi verga, recorriéndola con esa lengua que tiene que es mágica. Me quitó los pantalones y comenzó a comer los testículos, luego se puso mi palo en la entrada de su boca, como si sólo me fuera a mamar el glande, para luego tomarme de las nalgas e impulsar mis caderas hacia delante, metiéndose mi sexo en su boca. Así estuvo un rato. Luego me pidió que me desnudara completamente, ella hizo lo mismo.

Sobre su columna vertebral, a la altura de la cintura, llevaba un tatuaje que no tenía antes, una pequeña figurita de una araña que en su bolsita gorda y negra llevaba una mancha, tal cual si fuese una viuda negra y su mancha roja fuese una araña más pequeña, posiblemente su consorte recién devorado. Me senté en el sofá y tenía mi palo muy parado, apuntando al cielo, y ella se alzó en cuclillas sobre los cojines del sillón, como si fuera una nave que tuviera que alunizar, cuidando de embonar con el abastecedor de combustible que yacía en terreno firme, y así, despacio empezó a dejarse enclavar, envolviendo mi pene en un fuego abrasador, terminando por envolverme entero, subiendo y bajando con pasión. La tomé de las nalgas y las apretaba, jugando con su vaivén, rozándole el ano de vez en cuando con mi dedo índice. Ella se ponía más y más caliente, la puse tendida sobre el borde del sillón y así empinada comencé a darle duro. Se corrió abundantemente, y yo, que ya estaba de punto, saqué mi palo para que el ojo de mi pene besara la entrada de su culo, y así, sin penetrarla analmente, froté mi verga en su ano, esperando que mi semen ardiente comenzara a teñirle de blanco su oscuro esfínter, y así fue, comenzó a manar mi leche, que salió primero tan violentamente que una gota de crema voló cayendo justo sobre su tatuaje nuevo, mientras que el resto de semen daba de beber a aquel culo que se retraía sediento.

Esa noche se quedó a dormir en mi casa, había mentido en su casa diciendo que iría a un campamento. La follé sin tregua durante esa noche hasta que caímos dormidos uno abrazado del otro. Cuando desperté, ella ya no estaba, la luz entraba por la ventana y degustar la noche anterior me duró lo que me tardé en ver que en la mesa del comedor estaban cortadas con tijeras el par de fotos de Pandora y yo. El corte estaba hecho de tal manera que nos separaba, como si las mitades fueran la silueta de cada uno de nosotros. Me encabroné. Había sido un estúpido en guardar esas fotos, en no tirarlas de saber que Brenda volvería. Ella no atendió mis llamadas durante el día.

Por la tarde se aparcó frente a mi casa el Toyota Célica. Pandora tocó el claxon y yo salí a preguntarle qué quería, "Darte problemas" contestó en una broma que me pareció de pésimo gusto. Me invitó a salir, a una sorpresa si es que tenía valor. Yo acepté en medio de un trance casi hipnótico. Ella me dijo que para que fuera sorpresa debería dejarme atar de los ojos. Pese a que sabía que eso no dejaba de ser un riesgo tratándose de esta esquizofrénica, acepté. Durante el camino fui escuchando su voz cantando las canciones que salían en la radio, sintiendo cómo con la mano con la que no sostenía el volante me tocaba la pierna, la mano, sintiendo como jalaba mi mano a fin de que la colocara sobre su pierna, aunque impidió que la encaminara hasta su coño. Volvieron a asaltarme las dudas si entre sus piernas habría un coño o una verga.

Llegamos a un lugar, al cual inútilmente quería identificar por el olor, pues aunque me olía familiar, olía como cualquier hotel. Entramos en una habitación, escuché que cerró las dos aldabas de la puerta. Me quitó el vendaje de la cara. No había nada particular en esta habitación, que si bien era una suite, era una suite ordinaria. Con una cama inmensa, una mesita con dos sillas alrededor, espejos en los muros. Me invitó a sentarme en las sillas. Allí platicaríamos. Su voz no era como siempre, se escuchaba más gruesa que antes. Me dio escalofríos pensar que se tratara de un hombre, cosa que sería prácticamente imposible a menos que mi edad no hubiera sido suficiente para distinguir a una mujer de un excelente travesti.

-Debes tener muchas preguntas. ¿Cuál es la que más quisieras responder?

-¿Por qué yo?

-Porque me gustas y siempre tomo aquello que me gusta.

-Pero no me pediste mi opinión.

-Tu opinión es algo que me has dado todo el tiempo. No ha pasado un segundo en que no hayas dejado de pensar en mí, sales a la calle y estas son sólo una oportunidad más de toparte conmigo, aun en tus sueños me llamas, y créeme, soy muy sensible a eso, a ser el objeto de pasión de un hombre. Sólo te devuelvo el favor pensando en el momento en que has de abrirme completamente, llenarme de caricias, aprovecharme completamente, es decir, te devuelvo el favor pensando en este momento.

Sirvió un té en un par de tazas que había ahí y comenzamos a beberlo. Nunca me ha gustado el té, pero este lo bebí ciegamente, como si se tratara de la primera de las ordenes que iba a tener que cumplir. Bebí varias tazas. Empecé a sentirme algo relajado, visceral, intenso.

-¿De qué es este té? Pregunté.

-De Marihuana y otras hierbas.

¡Vaya, ahora me encontraba inclusive drogado!. La verdad es que siempre he creído que la ilegalidad de la marihuana es algo muy injusto, considerando que alcohol y tabaco se pasean por la calle sin ningún tipo de restricción, siendo que no son más nobles que la cannabis, sin embargo no me agradaba la idea de estar ahora drogado sin haberlo consentido, aunque pensándolo bien, esta manera cobarde de hacerlo "sin saberlo" es la que mejor le sienta a gente cobarde como yo.

Ella se paró de su silla, parándose frente a mí, desanudó el cintillo de su vestido y lo abrió como si fuese una naranja exhibicionista, dejando ver que estaba desnuda, fragante, blanquísima, con su sexo repleto de un vello grueso y abundante. Una mujer afortunadamente. Parecía un ángel inconcluso, inocente, frágil, todavía sin virtudes, todavía sin alas, hermoso. La yerba estaba comenzando a hacerme sentir el don de ver la belleza, de tal forma que comencé a mirarla como nunca había visto antes a una mujer, su piel me parecía brillante, como si fuese un retazo de sol, y cada poro me parecía tan vital que casi escuchaba el quieto silbido que hacen al respirar, su olor me embriagaba por completo a la vez que sentía un calor intenso en todo mi cuerpo. Sentía que cada brizna de aire golpeaba cada uno de mis vellos, como si estos fuesen palmeras que danzan a la orilla de una playa a punto de huracanarse, mientras que mi sangre se volvía una compleja red de ríos que avanzaban en una ebullición incesante, bañando mi cuerpo completamente.

Tocarla fue una sensación eléctrica, sus pechos eran un par de volcanes que se hacían a la forma de mis dedos, resistiendo con su fuerza propia la fuerza de mis dedos. Su cintura, sus nalgas, sus piernas, sus pies, sus manos, su cuello, sus orejas, todo había que besarlo. Ella me recostó en la cama, dejando que mi verga se izara como el asta de una bandera ausente, y sacó su lengua, boludita, no de punta, y comenzó a tocar con ella mi glande. Yo sentía como si sobre la cabeza de mi pene se paseara un caracol del infierno, o cuando menos un trozo de lava consciente. Con su boca comenzó a mamarme, primero bastante mal, parecía como si sometiera mi verga a un sacapuntas, pero pareciera que de pronto el lápiz comenzara a encontrarle el gusto al sacapuntas. Me mordía, me chupaba, me lamía, y cada una de estas acciones las disfrutaba tanto. Su mano me apretaba los testículos en un pellizco que me excitaba mucho. Me alzó y me puso en cuatro patas, metió su cara bajo mis piernas y siguió mamando. De mi pene se fue a mis testículos, y de ahí al tramo de carne que tengo entre el ano y los testículos, mordiéndome, y mientras más me mordía más se me paraba el falo, el que bailaba como la espada cantarina de cierta caricatura que vi. Ella se puso de rodillas y la falta de contacto de su boca con mi cuerpo me sugería que estaba mirando el mapa de mi culo, memorizando mi huella anal, luego sentí una mordida en pleno culo, el paso de una lengua caliente que hacía su tarea de dilatar mi esfínter.

Tal caricia era para mí no sólo desconocida, sino que en otras condiciones probablemente y hasta me cuidaría de que no me la practicaran. Pero la verdad es que sentía maravilloso el recorrer de esa lengua por entre las arrugas de mi ano. Ella notó que cuando metía su lengua entre el aro de mi culo contraía las nalgas, mientras que cuando lo recorría por fuera me agachaba más, abriendo mis carnes, lo que le dio pista de algo que es cierto, la penetración no me llamaba la atención, más no así la lamida de culo y la mordida en las nalgas. Mientras me chupaba el culo, una de sus manos me pajeaba con furia, tanto que casi reviento en su mano.

Me paré y quise corresponderle la mamada, poniéndola a su vez en cuatro patas. El olor de su sexo era dulce, y su sabor también. Mamé vorazmente durante largo rato su sexo, y a diferencia del sexo oral que le practicaba a Brenda, en el cual me quedaba claro que lo hacía para que ella sintiera rico aunque para mí fuera más bien algo así como un sacrificio venial; tratándose de Pandora, lo disfrutaba por mí mismo, sintiendo su coño como una boca alienígena muy atrayente que correspondía mi beso con un sin fin de manifestaciones. Luego quise sentir lo que ella en la boca cuando empecé a mamar su ano, lenta y cadenciosamente primero, más fuerte y profundo después. A cada mamada de ano le acompañaba un gemido de placer que ella emitía con su divina voz. Tenerla ahí, empinada, con sus manos abriéndose las nalgas, me puso muy caliente. Me paré y comencé a penetrarla a lo perro, y ella se separó violentamente de mí, aterrada.

Yo la seguí, la tendí boca arriba con las piernas abiertas, pero ella seguía con su cara de venado en cacería. Jugué con su sexo y la punta de mi pene, y ella parecía disfrutar, pero al penetrar ponía cara de pánico. Me incliné un poco para besarla y cuando nos besábamos en un beso muy profundo la atravesé de nuevo, metiéndosela completamente. Ella no era virgen, e incluso su sexo estaba tan hinchado o tan acostumbrado a un pene inmenso que me era difícil suponer el por qué de su terror. Lo cierto es que la penetré hasta el fondo y la sujeté de la parte exterior de la pierna y nalgas, a fin de no dejarla escapar. Pataleaba como una araña, mientras que yo clavaba mi aguijón en forma letal.

Era como si su cuerpo estuviera abierto a la penetración pero su alma se resistiera a entregarse por completo. La penetré más suavemente, mirándole a los ojos, notando el color que tenían, sus pestañas, su humedad, y durante ese instante algo cedió, pues su alma dejó de resistirse y se compenetró también. No me cabía la duda de que ahora sí estábamos en una fusión total. Pese a que la suite sugería muchas cosas, nosotros nos quedamos en la posición básica, pues no era necesario mucho circo para gozar como lo estábamos haciendo. De rato nos sorprendimos mirando al espejo para ver cómo lucíamos. Su coño formaba alrededor de mi palo un ovillo perfecto, como si fuese una gota de cayera del cuerpo de un Dios líquido, mientras que mi palo se marcaba con una silueta interna que dejaba ver que dentro de la piel pasaba una actividad celular enorme.

Mientras la poseía afanosamente, ella me dio una bofetada fortísima. Le sujeté la mano incrédulo. Ella me sujetó con las piernas para que no saliera de su cuerpo. "Pégame tú a mí", me dijo, y yo que nunca había tenido esas aficiones me mostré renuente. Ella me dio otro golpe. Por fin le pegué. Ella hizo una mueca de gusto. Le pegaba en las nalgas porque sentía que era el sitio dónde menor daño haría. Pero de rato le daba golpecitos en las tetas, en el culo, la sujetaba del cuello, del cabello. Seguía sobreexcitado. De rato era ya violencia pura, hasta que la violencia máxima se manifestó en una eyaculación que tuve, tan intensa que lo que produjo fue dolor, y por primera vez me quedó claro que mi semen era parte de mí, parte viva de mí que permanecía en ella aun después de habernos separado. Ella gimió también cuando me vine.

Me preguntó que cómo me sentía, le dije que fabuloso. Ella me llamó "Mi Monstruo", lo que no sé como tomarlo. Estaba tendido en la cama, aun sudado. Ella se paró de la cama dichosa. Sacó del frigorífico una jarra que contenía un elixir verde, como pulpa de pepino, pero considerablemente más verde, más oscura. Me dio de beber, el sabor era acedo. Con desagrado le dije que no me gustaba, pero insistió que lo bebiera, que era para revitalizar mi cuerpo, para modificar el efecto del té, y para prepararme para lo que seguía.

Cuando me colocó la venda de nuevo, luego que sólo yo tomé del elixir, empecé a pensar qué era eso que ella llamaba, "lo que seguía". Me llevó caminando por el hotel, llevándome a otra habitación, lo supe porque el lugar al que entramos estaba fresco, casi frío, me sentó en una silla y me ató de las manos y pies. Yo le dejé hacer porque imaginé que se trataba de un juego más atrevido. En cierto modo lo era. Me quitó la venda y vi que estaba a un metro de un muro, que en ese muro, justo frente a mí, habían unas cortinas rojas. Vi que la silla en que estaba se encontraba atornillada al suelo y que en definitiva estaba bastante bien atado.

Ella se puso atrás de mí y comenzó a decirme:

-¿No me preguntas de qué era el licuado?

-Supongo que es seguro lo que me diste de beber.

-Es un licuado de peyote. Mañana tendrás suelto el estomago, eso será normal, pero no será normal que vayas al médico por ello.

Era asombroso todo esto. Haberme dado de beber té de marihuana no era nada comparado con darme licuado de peyote. Haberle pegado mientras le hacía el amor era algo que no provenía de mí. Dejar a mi novia no era algo de mí. Parar a la policía. Ella era además bajita, demasiado para que fuera mi pareja, su tono de piel no es el que me agrada y su cuerpo tan menudito es casi la antítesis de mi gusto, su lengua es para colmo boludita, y sus manos no son como las que me agradan. Es justo lo contrario a mi gusto, y sin embargo esta mujer tan contraria me ha hecho sentir en menos de tres meses una gama de sensaciones que para mí estaban vedadas. No estoy seguro de quedar a su lado, pero por lo pronto es una alternativa de placer que me ofrezco.

Jaló de un cordel y las cortinas se abrieron, quedando una especie de marco, como si fuese una pantalla de televisor de cincuenta pulgadas. Sin embargo el cristal estaba gris. No parecía que fuera una ventana, tampoco un televisor. Se iluminó el cuadro cuando alguien abrió la puerta del cuarto contiguo. Ya entendía, la habitación contigua tenía seguramente un espejo, de esos que permiten que un voyeur pueda ver hacia el otro lado, así, tu te reflejas en el espejo sin saber que estás siendo observado p

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Mi madre es una devoradora de pollas (3 Fin)

Violando en la ducha

Alguna de nuestras fantasías sexuales cumplidas

Mi madre es una devoradora de pollas (2)

Mi madre es una devoradora de pollas (1)

Un día cualquiera en el Registro Civil

Mi madre es una puta

Mi prima Blanca

Mi suegra sumisa

5 vagabundos se follaron a mi madre

Sexo en la comisaria

Mi jefe se folló a mi mujer en mis narices

Mi grito de placer

Mi madre y mi hermana fueron violadas ante mi

Mi prima mi esclava sexual

El cuartel dentro de mi

Complejo de edipo

Trio fantastico

Mi profezorra de Matemática

Unas vacaciones distintas

Mi hermana y yo

Entre la playa y la luna

Soy la esclava sexual de los compañeros de... 4

A pagar (2)

La vida Rosa

Paola, seductora

Como se realizó mi fantasia

Mi esposa la mejor zorra en la cama

El Arco tensado (5: Piercing)

El Arco Tensado (6: La Doctora y la Putita)

El Arco Tensado (4: Perfumes)

El Arco Tensado (3: El Cilicio)

El Arco Tensado (2: Las Botas)

El Arco Tensado (1: La Rueda)

Soy la esclava sexual de los compañeros de... 3

Mis planes y mis empleadas (2)

Salida noctura de mi mujer

Por no pagar la cuenta

Soy la esclava sexual de los compañeros de mi...2

Soy la esclava sexual de los compañeros de mi hijo

Vacaciones en el Caribe

Nuestra primera depilada a una pareja amiga

Se follaron a mi mujer por unas cervezas

Mi padre me cuidó

Mis amigos se corrieron en la boca de mama

Mi amor adolescente

Los cabrones de mis amigos se tiraron a mama

Mis planes y mis empleadas

La guarra de mi madre se folla a mis amigos

Popeye el cornudo soy

Violando a Cristina

Casi conocidos

L.S.D. y los mosqueteros

Mi mujer violada

Fotos de las tetas de mama

Ama de casa follada por todos

Dando por el culo a la madre de mi amigo

Un Militar, un policía, un pirata y un cura....

Los Compañeros de mi hijo me encularon ante el

Follada delante de mi padre

Poema a la caca

Yo y mis colegas nos follamos a mi madre

Me tiré a mi hermana

Mama se folla a los amigos de Papa

Hermanas de sangre

10 presos me follaron por todos mis agujeros

La amiguita de mi sobrina

Ola de Calor

Paula y mi padrastro

Mi amor....!

Bragas

Con mamá de compañerita de mi hijo

Mi madre se los folla a pares

Mientras Dormia

Los obreros le rompieron el culo a mama

Como me follé a la novia de mi primo

Experiencia sexual con mi tia

Los Simpsons Porno

Juegos con mi profesor en casa

Un arreglo muy completo

Sin querer, queriendo (19)

Sin querer, queriendo... (18)

Mama y mis amigos

Enferma Obsesión

Puto de carretera

El casting para un falso big brother!

Una tarde muy especia en casa de mi tía

Loca por un negro

La asesora de Afore

Sin querer, queriendo... (17)

Un viernes cualquiera en el cine

Uno

Ángel

Sin querer, queriendo (16)

Dos maduros para mi (20)

Sin querer, queriendo (15)

Campamento

Susana

Al final se cumplió y por doble partida

Sin querer, queriendo... (14)

Despues de la fiesta

Sin querer, queriendo... (13)

Amiga de confianza

Inicio Forzoso

Una experiencia entre gay y hetero

Sin querer, queriendo... (12)

15 dulces añitos

Sin querer, queriendo... (11)

Era heterosexual

Sin querer, queriendo... (10)

Sexo ardiente en oficina de cucuta

Todo empezó como jugando

Sumision deseada

Sin querer, queriendo... (09)

Un encuentro por casualidad

Ya, mamá... ¡contrólate por favor!

Sin querer, queriendo... (8)

En autobús

Las aventuras con Matilde (2)

Mi amigo Pedro

America, 1800.....

Sin querer, queriendo... (7)

Tomar el sol

Sin querer, queriendo (6)

A veces no hay equivocación, sino nuestra propia c

En un lugar de Menorca...

Las aventuras con Matilde

El metrosexual (contado por ella)

Mi gran primera vez...

Sin querer, queriendo... (5)

Mi Prima Isabel

Dormir en pareja...

Sin querer, queriendo... (4)

Mi profesora

Visita al ginecólogo

Conexión nocturna

Blanca, mi hermosa cuñada...

Dos tazas de café...

Mi hermana y yo cuando teniamos unos 15 y 16 años

Mi hermosa tía

Flores para Algernon

Mi Padrastro y yo

Sexo con Elliot

Mi tio Raul me pone

Doctor, no me encuentro bien

El remero de traineras

Sin querer, queriendo... (3)

El farmaceutico de mi calle

Vagabundos al Ataque (2)

Harry Potter: (01: Parte de la familia)

Abuso total

Hogwarts?

Me daba miedo la oscuridad

Nunca me lo imaginé (con mi hermana)

Historia de un fotógrafo (3 - Final)

Mi Cuñada

Historia de un fotógrafo (1)

Historia de un fotógrafo (2)

Los Primeros Vecinos

El ayer

Vagabundos al Ataque

Duermo relajadita, relajadita

Me gusta más que me toquen otros

Mi amado Hyoga

Mi amiga Carolina (2)

Tenía 14 años

Entre hermanos

Pacto entre primos

Tambien bailo desnuda

Una noche y una inesperada visita

Follándome a Laurita

Evangelion bizarro

Mi marido, su primita y yo.

La Frontera

Sin querer, queriendo... (2)

La verdad de dos hermanos adolescentes

Bragas, maravillosas bragas

Compañeros de trabajo

Sin querer, queriendo...

Andrea, una Madre

Beto, incesto (2)

Lorena y su Padre

Humillacion en el campamento

Aparcamiento

El vecino miron!

Viernes por la noche

La infidelidad de mi esposa

Traumatico incesto

El profe de sexo

Diarios de secundaria (01:el primer día de clases)

Beto, incesto, comenzo en Jamaica

Sexo con mi perra

Livia y Carolina

Cómo jugué al doctor las primeras veces

Lo que nos pasó en el omnibus

Andres y su madre

Gaby

Violación de mi novia

La Paja y Yo: El Reencuentro con el Colorau (1)

De cómo ara y edith fueron desvirgadas

La fiesta de la espuma y algo más...

El Gangoso de Pablo Paz le rompe el Culo a melinda

Alexa

Carta a Mario

La follada de mis dos mejores amigos

Zoo

Adiós virginidad

Toxic

Todo por una amiga

Las infidelidades de melinda

Me destrozaron el culo... ¡que placer!

Pasión inmoral

Nuevas posiciones

Mi experiencia con maduras bien putas

Humillaciones sexuales en el Servicio Militar (1)

La lujuria de Edurne

La leyenda del Val-Druîn

Una noche de cumpleaños

Mi querido Kike

Trállax

Diarios de secundaria (00: Prólogo)

Las amigas de mi hermana

Jorge, el novio de mi hermanita

Vacaciones diferentes

La venganza es dulce y placentera

Gracias a Felix...

Mi compadre y yo

Mis fantasías

El peluquero

Julia

Papa y yo

Mi perdición

Tania... La hermana de mis sueños

Una tarde de verano entre colegas

Melinda e Iver en Oruro

Nunca se lo he contado a nadie.

Tren ligero -Guadalajara- Sexo que se vuelve AMOR

Violada a los 16 años

Mi tío Juan

Mi primera vez fue con un maduro

Disfrutando la realidad

Hermoso culo

Klara

La mejor sesión de cine de mi vida

Sombras del deseo

Mi amiga Ana

Solo para muggles

Lo que nunca sospecharon de Harry Potter...

Mi adorada maestra Sandra

La Domestica

Vacaciones con mi tio Luis

Trasvase (1)

Acompañando a mamá

Vaya jugada...

La abuela de mi amigo

Sin gota de agua

Una de mis noches

Déjame guiarte

A comprar minifalda

Chantaje a la lolita

El primer paso (El camino de Nono)

Que destino más mierda

11-M, reflexión de un niño..

Dos maduros para mi (18)

Dos maduros para mi (19)

Las fiestas del grupo...

Viva el fútbol

Una noche húmeda...

Relación excitante

Mi maestra de ecología

Mi vecino travieso

Mi prima Jessica

Relato real: mi hermana y yo

Una fantasía

El secreto de mi madre

El vecino del chalet

Vacaciones eroticas!

Por fin conseguí a mi suegra

Ojos que no ven...

Mi amado Jorge

Dos maduros para mi (17)

A los 17 (1)

Siete en familia

Como me cogí a la secre

Noticiero

En mi Inocencia

Disfrutando por primera vez

Sorpresa

Dos maduros para mi (16)

El inicio de la corrupción

Jorge, mi gran amor secreto

Adolescentes en Mazatlan

La desvirgada de mi novia

Calenturas De Claudia

Amarrado a tus sueños

La pareja perfecta

Era semana santa

La escapadita

Mi abuelo

De regreso a casa

Primera vez...

14 años y soy la esclava de papa

En semana santa

Noche de feria con trio

No debimos...

Encuentro fantaseado

Tragedia Regia (5)

Vale todo (hasta entregar mi novia)

Mi marido me hizo probar a otro hombre

El dia Señalado

Mi prima maribel

Me gusta exhibirme

2 minutes to midnight

El Atardecer

Mi primera vez con mi tío

Carta anónima

Primera experiencia zoo y sexual

Secreto de confesión

Vigilando a mi vecina

Intercambio con futuro

El despertar en el autobus

Un superdotado en la secundaria

Divina Confesión

Mi amada diosa

en el puerto

Como me ama mi papá

Un espectaculo para mi suegra...

Mi primera vez

Mi adorable desconocido

Mi Odisea incestuosa (11: Todo sobre mi Madre)

El rey madura

Violación troskista

Con la vecina

Mi Mujer y su vida secreta

Con mi vecina jamona

Convencela Tú

Por mirar un culo... (2)

Alan, mi primito... mi putito (2)

Infidelidad natural y deseada por los dos

Alan, mi primito... mi putito

Hablando sola

Por mirar un culo... (1)

Mi primera cogida

A mi mujer y a mí, nos hicieron el amor

Cleo y su mascota (perro)

La V. de C.

La conocí en el colectivo

Mi prometida es una golfa

Costumbres tribales

Un trio, muy especial

Mi secretaria

Tragedia Regia (4)

Más que una venganza

Enloquecedora lujuria

En una reunión de amigos me desvirgaron mi culito

Me masturbo con tus fotos

Temor Excitante (4 - ¿Final?)

De maniobras

Orgía en la oficina

Tragedia Regia (3)

Ropa Interior Femenina (Delicioso Manjar)

Violé a mi novia

Vacaciones con mi cuñada

En la selva del amazonas

Transexual y padre

Morbo anal...

Hombre con deseos de mujer

Castigada

Cuando pense que Piru era mi profe

Me gustaria que fuera realidad (1)

Otro sueño con Piru

Me albergo y tuve sexo con ella

Con mi hermanita hoy

Me gustaria que fuera realidad (2)

Tragedia Regia (2)

Cuando pense que piru era mi jefa

Me gusta ser cornudo

Esa intensa etapa de la vida

El campamento

A mi mujer la gozó un colombiano guapísimo

Como disfruté con mi joven novia

Una noche inolvidable

Despues de una noche de copas

Una tarde aburrida

Orgía en el DF

Incesto fantasia erotica

Hijos del Diablo - Extra

Mi sueño con Piru

Mi esposa vive a cambio de un prestamo...

Tragedia Regia

Follada en la casa de campo

Vacaciones merecidas (1)

Violada por mis trillizos

Desvirgada en la playa

Dejé desnuda a mi mujer con un amigo negro

Mi sueño con Liliana

En medio de los dos

Viaje a Mallorca (1)

La Dulcerita (2)

Follada en el campamento

Lo hice con mi madre al FIN

El día que firmé ser un cornudo sumiso

Esto lo leen las mujeres

Tres chinos en la ciudad

Star Wars X

Temor Excitante (3)

Mi novia de 17 me dió su culo

La Dulcerita

Karla, mi linda hermanita

Un día en el mero

Minerva, mi linda prima

Menuda familia...

El secreto de las arenas

Caro

Eduardo

Mi mujer quiere tener relaciones con más hombres

Mi joven hijo, mi semental

Cuñados

El mejor culo

Me pone cachonda excitar a mi hermanito menor

Londres, durante la 2ª Guerra Mundial

El whisky

Hijos del Diablo... (5)

No se como sucedió (1)

Eliezer

Eduardo mi primo mas sexi

me tire a mi hermana

Mi esposa fue feliz esa noche con otro hombre

Mi fantasía mi mujer la había hecho realidad

Temor Excitante (2)

¿Seré una Perra? (4)

Mi primera vez con mi primo

Aprendiendo a follar

A su lado soy una bebe...

Sexo en clase de mate

Mi extraña familia

Me sorprendieron

La despedida

Mi primita de 13

Y que primera vez!

Hacer realidad una fantasía...

Follando a la zorra de Isabel

Alma

¡Qué hembra! Mi segunda vez con el marica

Temor Excitante (1)

Necesidad Ardiente

Fantasias con mi Cuñada

Relato de la casa de huéspedes: mi paisano

¿Seré una Perra? (3)

La Primera Vez de mi Novia

Violada a los 12

La feria (1)

Mi mujer conmigo no, pero si con su primo

Guerra en los Balcanes

Me encanta bailar desnuda

La mejor de las navidades

Los videos porno de mi esposa

Incesto (1)

En manos de la ley

El instructor del club

Como me cogí a mi prima

Mi cuñada y yo

Cuando tenia 15 años...

Siempre he sido infiel

Hijos del Diablo (4)

Sexo no deseado por 48 horas

Un Reino Herido

La apuesta

Mi abuelo pervertido

Rosi

Todo puede suceder

Arcelia y yo

Andreita

Gozando con mi prima

Mi compañera de servicio social

Susy (2)

Mi hermana mi amiga y yo

karen

Mi hijo me toca

Pepe violador

Empecé con mi amigo

Sexo caliente

Pequeños consejos sobre la escritura de relatos

Mi fogosa tía Adela

Unos señores hospitalarios

Las grandes series americanas (4: Bel-Air)

Pequeña inocencia (1)

La penultima vez con Marta

Diablos que primita!

Mi novia y mi sobrino

Lety

Con mi primo miguel

Mi prima la conta

Ultrajada en forsta

Ada

Hijos del Diablo... (3)

Juego de niños (2)

Ada y Edgar

Aida

Se me hizó con mi colegiala

Discusión de tráfico

Monotonía olvidada

En Casa

Marta me la chupó en mi cuarto

Las grandes series americanas (3: Bel-Air)

Todo por un café....

¿Seré una Perra? (2)

desvirgada por un perro

Lo que quiero

La sustitución

Nunca imaginé que pudiera estar tan salida

Mi prima de 21 de Bolivia

Juego de niños

Las grandes series americanas (2: +Cosas de casa)

Mi primera vez

En familia

Mi defensor

Sorpresa en el autobus

Me cogi a mi amiga Marta

Fantasía en Viaje

Mi Amigo el Médico

Maria, la niña pefecta

¿Seré una Perra?

Mi fantastica novia

Suegrita urgida

Mujer caliente

Dos Hermanos, una sola cama

La Esposa de mi Primo (3)

Hijos del Diablo... (2)

Mi mejor amiga

El encuentro

Que calor

Las grandes series americanas (1: Cosas de casa)

Mi prima Paty

Mi vecina...

Mi profesora favorita

Sexo Pleno con Toñita

Entre amigos

La mujer de mis sueños

Y paso?

Mi tia Sara

El primer marica que follé hasta cansarme

En la oscuridad...

La ardiente susana

Salio conmigo y se llevo una sorpresa

El castigo de Paul Urrubia

La Gran Verguenza de Paul Urrubia

Una dulce venganza!

Mi primera vez fue con el hermano de mi amiga

Paola, la cheerleader colosal

Servicio Militar

Mi chica asombra a su acosador con su relato

La sobrina de mi esposa

La esposa de mi primo

Hijos del Diablo...

La primera es la mejor

En casa de la abuela

Mi primera vez gay

Mi cuñada

Me comió la sangre

Mi inicio con Patty

Mi vecina Totey

De dos en dos

Mi amigo y yo

Me pasó en acapulco

Mi linda hermana

Letra retorcida

Amigas para siempre

Matemática

Sexo pleno con Toñita

Como la novia de mi amigo me pedia ayuda.

Eva María y Federico

Vírgenes

Autopista de placer

La cala

Una forma diferente de amarse...

Mi yegua salvaje

Un primo muy especial

Quería hacerme lesbiana con mamá

Mi madre y mi tio

Violadas en la tienda

Fantasia cumplida

Todo inició con una broma

La mesa de billar

La estilista

Fuegos en el Bosque

Tiré de un fin de semana

Una cena en el campo (2)

Mi cuñada se dejo cojer

Mi tío Juan

Otra navidad con la misma prima (final)

La tia de mi novia

Mi esposa dando clases particulares

Semen para Sara

Lo que me pasó a mí

La lección de Piano

Entre musica, luces y alcohol... el sexo es mejor

Una deliciosa cogida

Prima en vacaciones

Mi prima

En el Sex Shop con mi hermana

Follada por los tres agujeros

Los clientes de mi marido

Otra navidad con la misma prima

Noche de confesiones

Me violaron

Follada en los vestuarios

Fantasía cumplida

Hacer el amor con otro

Mi primera vez con Laura

Mi prima cogida por mi padre y luego por mi

Richard, solo un compañero?

Sentar a alguien en tu mesa por Navidad

Mi Prima Carol y Yo

Mi rutina personalizada en el gimnasio

Mi primo y el mar

Mi navidad con mi prima

Un Macho Colombiano

Una cena en el campo

Esto es lo que te daría

Cosas inesperadas

Dalia (2)

Mi Tia...¡Simplemente un Encanto!

Cogiendo con mi tía Ceci

Fantasía

Abusando de una mama preocupada por su hijo

Paja en la ducha con tres tias

Descubriendo nuevas sensaciones

La venganza contra Jessica

Como se entrego mi ex

Isla y pasión

Dalia

Esa fantasía

Cogiendo con my friend VANESSA

Las zorras de mi tia y mi hermana

Como filmamos nuestra película porno

Mi Cuñada Adolescente (2)

Mi novia y los policias

Masturbé a un amigo de mi novio mientras dormía

5 Meses

Obligada a ser infiel

Fin de Semana

Dos Errores

Mi vecina pilarica

Como no resistirme

Mis primeros cuernos

Sentados en un sofá

Viviendo con mi suegra (1)

Mamá

Cómo saber tratar a mis amigos

Mi deliciosa primita

Follando en la azotea

Avance laboral

Mi novia quiere mas pollas

Dos maduros para mi (15)

Al fin me folle a mi hermana

Me comí a una profe en su oficina

Vanesa el Angelito del SEXO

Dos maduros para mi (14)

En el vagón abandonado

Mi Cuñada Adolescente

Del Cyber-Chat, al Encuentro Real

Mi aventura con la Marisa

Mi mejor verano

Tarde de ocio

Follada en familia

Valeria, mi dulce flor

Como dio inicio la relación

Nuestra primera experiencia en una playa nudista

Toda la noche

Primera vez y muy contento

Confesion de un esposo

Mi tía Marta

La alemana

Yo... un regalo de cumpleaños

La fauna del MSN

Argentina mi amor

Nos gustan las chicas con lentes

Penetrada por 2 alumnos

Los cuatro a la alberca

Sade... Todo un genio

Dos maduros para mi (13)

El negro de los estereos

En el colegio

La Esposa de mi Primo (2)

Secuestrado por Karen y Sara

Mi primo... y su bienvenida

Feminizado (version definitiva)

Las grabaciones

Del Chico mas cuero al mas...

La ardiente esposa de mi jefe

mis primos y mi hermano me violaron

Querida amiga

El besito robado

Danone, mi yogurcín del MSN

El fin de mi relacion con celia

Una hermosa locura!

Experiencia inusual!

Mis compañeros de clase (Desenlace)

Maitane; mujer plena

Podría ser mi padre

Loreto

Mama luchis

Descubriendo mi sexualidad

Ducha deliciosa

La Esposa de mi Primo

Para romper mi soledad

Violación a un niño pastor (2)

El reencuentro

El Hermafrodita

Entre la espada y la pared (5)

Guarradas con mi novia

Experiencia imprevista

Aún la extraño

La Gran Mamada

Salome (2)

Entre la espada y la pared (4)

Salome (1)

Violación a un niño pastor

El chantaje de Andrea

Ducha sorpresiva

Mi sabrosa tia

Mis compañeros de clase (2)

Entre la espada y la pared (3)

Entre la espada y la pared (2)

La primera vez de mi novia

Una tarde de ensayo en el teatro

Dos maduros para mi (12)

Me violaron con 11 años

Un sueño cumplido... puede ser peligroso

Los calzoncillos de mi compañero de piso

Un momento de diversión

Entre la espada y la pared (01)

El tío de mi amigo

Deseo cumplido

Feminizado (4)

Cuarenta y veinte

Feminizado (3)

Mi tía y yo

Mis inicios como chapero

12 horas de hace 24 años

Mis compañeros de clase

Dando una lección

En el hospital

Los militares

El profe de gimnasia (2)

Vacaciones de verano

Madrastra

Esa llamada de emergencia en la oficina

Entre juegos y bromas

Mi novia entretiene a mis amigos

Con mi profe de compu

Feminizado (2)

Los electricistas

Dos maduros para mi (11)

Aventuras del pasado

Me case con mi esposo para ser amante de su prima

Conociendo a la familia

Dos maduros para mi (10)

Orgias con adolescentes

Una violación real

sexo en la finca

Feminizado

Encontré

Dos maduros para mi (9)

¡Mi mejor hallowen!

Una Tarde para Recordar

Juego de niños

Mis amiguitas

De nuevo en la carretera

La tragedia de mi vida

Mi hermano Marcos

Dos maduros para mi (8)

Caro, la puta novia de mi mejor amigo.

La engañe solo para romperle el culo

Dos maduros para mi (7)

Los relatos de mi perra

El profe de gimnasia

Dos maduros para mi (6)

Primer orgia de mi novia

Yo en la cama de mi hermanita

El castigo de mi señor.

Venganza cruel

El carate

Los jovenes del autobus

Esa noche pedí mi virginidad.(De 4 Vientos)

Fiesta para la puta de mi novia

Una prueba de amor

En la oficina

Imitando las putas

Dos maduros para mi (5)

Viaje inolvidable con un par de maduritos

Mi cuñada Monis

Me cogi a mi novia en las escaleras de su depa...

Mi Odisea incestuosa (10: La Gran Orgia familiar)

Un miércoles por la tarde

Entre la multitud...

Dos maduros para mi (4)

Madre e Hija

Dos maduros para mi (3)

Mi amigo, Mi gordito, Mi novio

Mi Madre

Un suceso muy extraño

Aniversario para 3

Historia familiar

Una propuesta dificil de decir que no

En el puerto

Mamando vergas en el cervantino

Dos maduros para mi (2)

Dos maduros para mi (1)

Bendita inexperiencia

Medianoche

Como me convertí en una puta

Mi Odisea incestuosa (09: Mi hijo Edu)

Hermanito calenton

Tomás y yo, dos chicos en pubertad

Follada en familia

Desestesante

Sola

Iniciandose en ...

En el taller

Mi tía Carmen

Cena para cuatro

Mi Tía

Cosas de la ingenuidad (2)

Mi madre... solo pasó.... no me arrepiento

Primera experiencia a tres

Vegaciones a mi cuñada

Los pies de Daniela

Chupando culos

El Parchís

Denisse, mi cuñada preferida

El encule a la profesora

Cosas de la ingenuidad

Sorpresa de fin de vacaciones (2)

Sorpresa de fin de vacaciones

Una historia de compartir algo

Mi Odisea incestuosa (8: Mi hija Beatriz)

El Retrete

Amores delictivos

Así imagino nuestra primera vez

Cornudo sin remedio

En el servicio militar

La consulta

Cómo me gustaría verte

Recuerdos

Qué morbo!

Logré compartir a mi mujer

Vero y yo

Mi amiga / mi fantasía

Vacaciones de verano con mi madre

Como perdi mi virginidad

Elisa, voyeur y exhibicionista

Primavera ... Mi perro y yo

Sorpresa negra

Mi hermana y mi sobrina (2)

Estamos en el cine

Mamá me hizo su mujer

Fumando con mama

Mi Odisea incestuosa (7: Mi hija Isabel)

Imaginación

Mi hermana y mi sobrina

Turismo

Mi fantasía

Nada es lo que parece

El mecánico y su colega

La Gitana

Historia de Ana (V)

Sorpresa

Marcelita (2)

La jugadora

Historia de Ana (III)

Historia de Ana (IV)

Follada por mi hermano

Historia de Ana (II)

Ella recien comenzaba a madurar

Mi viaje con la clase

Violaciones en la guerra

En el camión

Compañeras de Universidad (3)

1era vez fallida....

Carlos nos visita

Al instituto! (5)

Historia de Ana (I)

Mis comienzos

En la playa

Rencor

Viaje a Zurich

Pasión desde pequeños

Vanesa

Compañeras de Universidad (2)

Día de Playa

Madre Santa

Mi Novia y 2 jovencitos

Nuera y gitana

El Inicio

Un Aventón

Compañeras de Universidad (1)

En el trabajo

En el Servicio militar

Lo que aprendí yo solita (1)

A Ramón

Mi primera vez con una chica

Mi novia es penetrada y yo disfruto

Mi primera vez: cogiendo con una amiga...

Mi Odisea incestuosa (6: Mi hija Yolanda)

Segunda infidelidad

Pero que puta es mi mujer

Olivia crece

Mi historia con Daniel

Una noche con Claudio

Decian que pareciamos padre e hijo

Gaby y Kartla (2)

Gaby y Kartla (1)

Dulce oscuridad

Virginidad versus Voluptuosidad

Verano de sexo y paella

Perdí la virginidad con mi propio padre

El servicio social puede ser buenisimo

La Buena Suerte

Mi amiga Mariana

La primera vez con un militar

Una madura me pagó por sexo

Sucedió en el baño de chicos

Mi primera experiencia

Mi suegra, mi amante

Cuentos (01: Caperucita Roja)

Mi madre me pilló con una revista porno...

Mis 15 Años con mi Prima...

Mi experiencia con mi suegra

Un Extraño arte japones

Al instituto! (4)

Laura, la pijita

Los placeres de la soledad

Mis mejores orgasmos los he vivido con el

Solo 14 años

Primera vez con mi amigo (p.2)

Noche de pasión

Mi primera ves con mi macho

Ricas, ricas vacaciones

Confesión a una amiga

Elsa, la amiga de mamá

El Chantaje

El repertidor ardiente

Al instituto! (3)

Mirna

Al instituto! (2)

Mi amiga Maria Eva

El profesor

3 no son multitud

La violación de mi madre

El puto cornudo sumiso mirón

Excusión formidable

Cogiendome a mis alumnas

La Madre e hija

Viaje a Alicante

Mi Odisea incestuosa (5: Mi hija Helena)

Al instituto! (1)

Lo que vi hacer a mi mujer

Mi historia

Cosquillas en vacaciones (2)

Paty, mi gran amor es mi prima

Cosquillas en vacaciones

Las Dulces cosquillas de Ana

La noche te trae sorpresas

La puta de mi hermana

Mi exhuberante y caliente suegra.

Esther y su Bebesote

Mi sobrina y yo

Con mi pequeño niño

Mi hermanita Hayde

En la estancia

La vendedora

Eran las tres de la mañana

Con mi padrastro y mi madre

El güero de la tienda

Mi primera vez (1)

Mis Primas Zorritas Inglesas 2: Viaje a Inglaterra

Un chico muy cabrón y caliente

Mi primera experiencia zoofilica

La pasión por los pies

Mi tía rica

El Precio De La Ley

La chica del Instituto (2)

Cambio de Mentalidades

Pajeo en la piscina

Volando

La chica del Instituto (1)

Mi querido compañero

Paseo con sorpresa

Mis Primas Zorritas Inglesas

Confesiones

Mi particular noche de bodas

La Mina

Diosa negra

Orgía hecha realidad

Mi papa me hace el amor mu rico

La despedida erótica

Ana, la dudosa

Compañera de trabajo

Una noche impensada

Un Psicopata Definio mi Sexo

Mi increible profesora lesbiana

La Madre de mi mejor amigo

Mi amigo mayor

Follada con mi hermana por orgullo

Alicia despierta de pronto

Los sueños se cumplen

Mi Prima de 14 Años (1)

Todo empezo cenando

Un excelente regalo de cumpleaños

Me desvirgó mi perro

La novia mas puta del mundo

7 contra 1

Violación en el campo

El casting

Lisette y yo rumbo a ACAPULCO

Mi amigo Marcos (o La paja del urogallo)

El despertar

Primera vez con mis hermanos

Mi primera experiencia adulta

La revancha de Ana

Mi vecina Patricia

Como me desvirgaron

Doble descubrimiento

Me follé a mi cuñada

Esclavo de mi padre

Mi vecina y yo

La verdad de un hombre

Mi éxito travesti a los 14 años (2)

El video de mi novia y mi sobrina virgen

Mis pintores favoritos

Alexandra

La casa de huéspedes - mulato

Aventura fetichista

Mi deseada Maria

Segunda experiencia con mi Siberiano

Mi éxito travesti a los 14 años

Maniobras bien aprovechadas

Convertí a mi sobrinito en una putita

Mi Odisea incestuosa (4: Mi Suegra)

Carlita y su papá

Sexo con mi madura casera

Enséñamelo todo (02)

Mi querida suegra

Una mañana hermosa con Tino

Piso en alquiler

El diario de Aida

Marcelita

No sos macho hasta que no la probás

Esperame cariño

Soy cura, y Purita me saca la leche a mamadas

Viendo desvirgar a mi hermana

Mi maestra de francés

Jessica se equivocó y entregó su virginidad a Rene

Mas allá de la Arena

Mis sobrinos mulatos

Mis inicios en el sexo

Los Juegos de la Adolescencia y mi Primo

Venganza?

Por despecho

Mi primera experiencia como mujer

La hermana de mi mejor amigo

Mi prima la peluquera

La chica del metro

Me excita ver como se cogen a mi hermana

La enfermera

Una sensación inusual

Pasión y amor ¿por qué no?

El padre de mi amiga, mi amiga y yo

Mi hermana, buen fin de fiesta

De como se masturba mi mujer

De esposa recatadita a putita

Mi Odisea incestuosa (3: Mi tía)

El ex de mi novia se la folló en mi presencia

Un día inesperado

Entrega inmediata

Reforma Ortografía Castellana

Espiando a mi hermano

Y de amigos, amantes

La madre de mi amigo Pedro

Me Di Cuenta

Iniciándose en el Jogging

Violé a mi hermana

Una amiga me contó lo que hizo con su hermana

Confesiones de una ramera

La mamá de leo

Primera ves

De visita en el rancho de mi primo

Qué niño!

Una experiencia real excitante y arriesgada

Mi sobrina religiosa

Nuestra primera noche real

Lorenita de doce años y su culito respingón

Mi cuñada y mi mujer

Mi padrastro

Me cogí a la mejor amiga de mi novia

Jonson el Psiquico (1)

Por fin lo hicimos

Aquella directora de la academia

Mi pequeña lolita

Con intuición

Su Culo en mi Cara

El Irresistible de mi Cuñado (1)

La primera vez de mi hermana

Dilatación

Prueba del AMO

Juguetón, chico juguetón

Una primita juguetona

Aventuras en la Ruta 116

Sexo, sudor y ....15 años

Sexo en la oficina (4 - Final)

Disfrutando con su dolor

Sexo en la oficina (3)

Mi prima de 16 y sus raras zonas erogenas

Sexo en la oficina (2)

Sindy

Anoche entregué mi culo

Sexo en la oficina (1)

Cibersex

¡Qué niño!

Mi maestra de química (muchachos)

Aventuras de un Pie-Fetichista

Yo virgen, mi prima y una grata sorpresa

Mi tía y mi prima... ¿quien lo diria?

Mi vecina

Curiosidad y algo más

Excelente capacitación

La mili

Don Javier

Breve historia de los anticonceptivos

El juego de la sirena

La fiestita de mi esposo

Extasis y luego un balde de agua fria

La novia de mi hermano

Infidelidades consentidas a mi novia

Vacaciones sin mi marido… pero con mi hijo

¿Me violaron?

Las mañanas con mi empleada

Empezó como un juego

Enamorada de mi cuñado!

Mi marido asi lo quiso

Fin de semana de a tres

El Momento de Gran Placer

Sexo y amor con mi hermana

La segunda vez

SSS, una novia para dos

Mi tía Claudia

Las amiguitas de mi esposa (IV - Final)

Mi Vecina (1)

Abusada por marido y extraños

La fantasía de mi esposo

Mi historia (1)

Sara, la novia insatisfecha de mi mejor amigo

Las amiguitas de mi esposa (III)

Fantasias

Historia de Amor entre Tío y sobrina

Mi sumisa Leylah

La historia de María

Las amiguitas de mi esposa (II)

Mi hija, mi mujer

La secretaria que me hace el amor

Mi primera vez a los 5 años

Mi primera vez

Mi hermana Vanesa

Las amiguitas de mi esposa (I)

Gracias a la biblioteca

Descubriendo el ciber-incesto

En una primavera

Mi primo y yo.....

Como lo hice por primera vez con mi profesor

Mi primera infidelidad

Me calenté con mi cuñado!

Lucifer y papá

Poco para el trio

16 y 45

Vaya entreno de baloncesto

La primera vez fué con la madre de mi amigo

Seduciendo a mi vecina de 12 años

Confesiones con mi hermana

El inicio

Las Profesoras

Con mi tía pilar en una boda

Mi Odisea incestuosa (2: Mi hermana)

Mi primera vez

Aquella noche de sumo placer

Carla, el volcán sexual

Desvirgada por papa

Enséñamelo todo

Laura

Contratado para mirar

Desvirgando a Doris (2)

Quise ser mayor

Mi pajarito

De la micro a la cama

Mi Odisea incestuosa (1: Mi madre)

Pagando con la misma moneda (I)

Una orgía para mi esposa

Mi hermana

Desvirgando a Doris (1)

Mi tio y yo (13 años)

Andrea y Gina... mis primas

Con la mama de mi amigo

Noche de copas, noche de bar

Nieves es asi de puta

Chantajeando a mi prima casada (2)

Qué puta soy

Cerveza VS Vagina

Chantajeando a mi prima casada (1)

Mi hermana y yo

A mi comadre en año nuevo

Maestra de Biología

Me cogí a mi cuñado

Sopresas

Mi primera vez

Dominación femenina por chat, 4 mujeres a por 1

Mi cuñado es hijo mio (I)

Infiel despues de casada

Trio con sopresa

Viviendo con mi hermanita

La graduación de mi hermana

Que puta boliviana!

Follada con mi ex

Sexo gracias a un relato y con embarazo incluido!

El padre de mi mejor amiga

Los Dioses tambien se masturban: Volvemos a follar

LDTSM: Te sabe el chocho a canela

Descubriendo el placer sexual

Playa nudista con mi hermana y hermano

LDTSM: Nos van a comer la polla

Mi sobrina Sonia

Los Dioses tambien se masturban: Liberación

Primera vez con mi amado novio

Una de vikingos

Mi cuñado y yo

Los Dioses tambien se masturban: Follame

La mama de Benito

Ana Carmen

Elvira (10 - Final)

Mi amiguito y yo...

Eva y su familia

Papi

Elvira (09)

Mujeres de marte y hombres de venus

Elvira (08)

Elvira (07)

Hermanita

Mi dulce hermanita

Elvira (06)

Mi relato

Mi primera vez

Mi familia campesina

Elvira (05)

Hay hermanita linda

Con mi propio jefe

Elvira (04)

Elvira (03)

La visita de un primo y sus amigos

Un extraño ta, ta, ta

Comiendo la lana a mi hermana

Elvira (02)

Desnudos al sol

A las ordenes de mí mujer

Elvira (01)

Mi hermano y yo

Alicia sin su marido

En el asiento de atrás mientras mi marido conduce

El culote de mi prima

Mi esposa y el brasileño

Mi prima y yo

Inseminación Artificial

La violacion de Eva

Papito (II) by Francesca Duval

La madre, la hija y yo

Papito (I) by Francesca Duval

Llorando, lloviendo

La camarera que me vuelve loco

Cumpleaños de una esclava

Cena de empresa

Mi primo y yo

Orgullosa de mi hija

Grandes amigos

Mi profesor predilecto

Triunfo

Me lo hice con mi prima y con mi tía

Fue mi prisionera

Curso para Mujeres...

Mi niña de doce años

La fiesta (I)

Mi amado primo

Mi novia de 17 (II)

Iniciación de Puta

Iniciación con mi tóo

Primera vez con un hombre

Beatriz y Aitziber, unas encuestadoras...

Me di un gusto y ahora no puedo parar (II)

Con mis primitas ¡Qué delicia! (IV)

Navidad con mi tía

Mi querida hermanastra

Virgo en el Inquilinato

Juego de amigos (II)

El encuentro

Juego de amigos

Mi novia de 17 (I)

Me di un gusto y ahora no puedo parar

San valentín

Corazón destrozado

Liliana Mi cuñada

La Agencia (1)

Con mi mujer y su hermana

La madre naturaleza

Orgasmotil complex, las pastillas del placer

Mi venganza

Disfruta del sexo!

Mi cuñada cochonda

Mi viciosa sobrinita

La primera paja

Juego misterioso

Buscando empleo

Orgias juveniles (I: sorpresa inolvidable)

¿Cúal es tu personaje animado favorito?

Pues sí

Un exámen cualquiera

Mi compañera de trabajo

Aprobar mmm (II)

Ver la cara de mi tía al vernos

Dominado por Manuel

Pequeña

Ver tan cerca a mi prima de mi...

Mis Tres Hermanas y Yo en la Carretera

La novia de mi amigo

Situaciones Insólitas

Comparaciones eres más... que...

Una amiguita

Ana una mujer estupenda a pesar de su edad

Si amas a alguien...

Grandes frases de Groucho Marx

Tu árbol

Anécdota del Papa

La pubertad

Vacaciones Erotico-Festivas

La masturbación

Juguetes y afrodisíacos

Ciber sex real

En la boca de mi suegra

Salud e higiene

El me compartió con las tres

El comienzo de todo

En casa

Como un niño de 5 años

Fuí infiel en mi noche de bodas

Sexo por chat

Mi vecinita y mi sobrinita, la ingenua

Los hombres somos simples

Un día antes de mi boda

Métodos anticonceptivos

Compañeros de trabajo

Mi profesora Mercedes llegó borracha

Simplemente Nelly

Frases para enamorar

Ciber sex

Mi mujer con una desconocida

Me saqué el gusto con mi sobrina

Mi mejor amigo a los 11 años

Con mis primitas ¡Qué delicia! (III)

La primita de mi novia

Enamorado a los 13 años

Una tarde de cine

Test de amor

La travesti sumisa

Los alumnos

Dinora

Me gusta mi trabajo

Leyenda india

Confesiones de mi prima

Con mis primitas ¡Qué delicia! (II)

En la mili

Y estallaron las estrellas...

Las fantasias sexuales

Fiesta de disfraces

Fiebre sexual

Lo hacemos!

Jugando con mi madre

Violación a la niñera

Mi tía, lo que la hice. Menuda maravilla (I)

Soy un genio

Cybersexo puro

Con mis primitas ¡Qué delicia!

El teléfono movil

Cruel Hermano

Día luminoso

Madre psicologa

¡Qué buena persona!

Ringo un perro fuera de lo normal (IV - Final)

Mamá lo sabe todo!

A una madura me la folle en el trabajo

Sorpresa a mi novia en el coche

Un psicópata definió mi sexo (II)

Ringo un perro fuera de lo normal (III)

Mi linda hermana

Mi mujer arregló los problemas económicos.

La chica del parque

Ringo un perro fuera de lo normal (II)

Un psicópata definió mi sexo

Ringo un perro fuera de lo normal (I)

Chico sexy del cine

Mi padre me lo abrio

Iniciación en el Instituto

Hoy sólo puede entrar uno

¿Usted sabe quién soy yo?

Ver a dos hermanos haciendolo

Desfloré a mi prima

Estar ocupado

Remedio contra las flatulencias

Mi verdadero sexo

El último dia de clases

Fantasias

Hasta lloró esa vez

Las amigas de mi hermana

Lee el texto

Mi primo y yo...

Programa de radio

Los Pinos

Mentiras del porno

Con mi padrastro

La esposa de mi cliente

Mi prima Romina

Amigos?

Mi Sobrinita

Es Casada

Sexo con la sirvienta

El amigo de mi padre

A los 14 con Christie

Una noche en la oficina

Mi mujer me dió el aval (III - ext)

Un amor de locura

Jugando con el vagabundo

Tren nocturno

La cachonda de Ángela

Sex shop

Mi adorado tio

La primera vez el culo de mi mujer

Raquel en la discoteca

Marcela mi cuñada

Silvia ya no es una niña (I)

Por una discusión

Julia

Orgía inesperada en el club

El trasero de mi hermana

En tu casa...

Una rana en mi habitación

Cambio en el portal

La presectora

Mi compañera

Con mi compañera del colegio

En la playa

Cristina la policia

Me follé a la amiga de mi hija

Paja en directo

Carta a Santa Claus

El trenecito

Accidente de avión

Por tener valor (II)

Lo mejor para el estres

La operación

Suegra

La primera vez de Yiyi

Técnicas de masturbación

Nuevas Experiencias

Diario de un Rodríguez

Cosm*politan por hombres

Mi cita con Raúl

Mi Violación

Beatriz (III)

Beatriz (II)

Beatriz (I)

La sedución de mi mujer

Mi novia, su hermana y su amiga

Por tener valor

Me meti la mano

Culebron sexual

Un cura muy especial!

Mi primera vez

Mi hermana siempre lo supo pero lo callo

El director

Lección de Amor (I)

Mi primer amor

El mejor regalo

Nadie sabe mi pecado

Mi amante compañera

Me la quitaron

Mi vecina Isabel

Recuerdos de guerra (I)

La virginidad

Mi inicio y final

Mis primeras corridas sin leche

Siempre había deseado a mi prima

Fisgón y amor

El suplicio de Yuei

El Tsuru Blanco

El profe

En el trabajo

La Doctora y yo

Rony

La Tarde

Mi experiencia con una veterana

Mi amiga Estela

Mi cuñada y yo en la alberca

El autobús

Abriendo las piernas por primera vez

La primera y última

Mi prima-hermana y yo

Evanhelion

Se llama Pilar

Mi amo y yo

Un sábado por la tarde

Inicio gay por accidente

San Bernardo

La peña

Compañera de Colegio

El director

Inicio con mi madre

Victima número 1

Me follé a las dos ladronas

Fantasias premonitorias

Al final el sexo anal era la solución

Violado

Beatriz

Follando con mi profesora favorita!

Amistades calientes

Ampliando la familia

Solo era un chat erótico!

Colegas (II)

La declaración de Hacienda

Penetrada por travestis

Sobre hombres y mujeres perfectos

Mi compañera de trabajo

Colegas (I)

Cosas imposibles

El piloto de mis sueños

Sorprendido con mi suegra

Mi cuñada caliente

El vestuario

En la oficina

De las menores del colegio

Mojados

Toma de decisiones (hombres)

Lucia

Mi vecina del 4º

Sexboy

Sexo en el mar

Mi primer momento erotico con un hombre

La chupada de Nora

Follas como nadie, chaval

Cuando la realidad supera cualquier relato

Safari Salvaje

Evaluación de placer

Una absurda escena de celos

Mi cuñada la pelirroja

Mi polvo con el fontanero

Explicación de un accidente

La noche que mi mujer lo dió

Edu y yo

Un macho policía

Una tarde de placer

Mi novia y yo virgenes

Mi hermana y mi novia

Lillybeth, 12 años de experiencia (V)

Dolor y placer a los 17

Flor de luz

Mi Historia

Una noche inesperada

Me la follé antes que su novio

Lillybeth, 12 años de experiencia (IV)

Aprendiendo de un jovencito

Mi vecina madurita

Lillybeth, 12 años de experiencia (III)

Lillybeth, 12 años de experiencia (II)

Mi cuñada, Mi regalo

Lillybeth, 12 años de experiencia (I)

Una noche en una terraza

La tía de mi mujer

Descubrí que era lesbiana, una noche...

Y después del Foro que?

Vender un coche

Juan y Rolando

Duele Amar

Resquicios de luna de miel

Sexualidad Veraniega

Harry Potter: Las Historias Inéditas

Doble trabajo

Por fin probe una verga

Historia de mi vida

Fábulas

Con la mujer de mi empleado

Como haces el amor según tu signo

Hermanito ideal

Cuando me partieron el culo

La mama cachonda

Gracias relatos de amor filial!

Mi madrastra con mi papa o conmigo

Instrucciones de uso

Mi querido profesor

Accidente domestico (caso real)

Mi primer orgasmo

Mi querido Primo

La diosa de Alemania

18 son pocos

Le hizo el amor a mi mujer y a mi también

Mi primer anal

Una puñeta en honor a mi hermana

Suegra cachonda

Un viaje para toda la vida

Albañiles en celo con la ejecutiva

Follada a dos bandas

Cura no tan santo

Una cena especial

El footing

Lo que mas quiero (I)

Enculado

Experiencias reconfortantes

Gozando de mi madre

Me hice exhibicionista por culpa de mi niñera

Me follo a mi hijo

Equipo de ganadores

Por debajo de la mesa

Confusión

Mi amiga y amante

Día del padre

40 Maneras de Cabrear al de TelePizza

Orgasmo en el tren

No es lo mismo...

Fin de de estudios

Una Increible Aventura

Mi hija

Una paja entre hermanos (II)

Aprendiendo de los maestros (II)

El Pelotazo

Una paja entre hermanos

Tras el sueño

Aprendiendo de los maestros

Frases estúpidas

Puteando a mi esposa

Acuerdo carnal

Mis primas y yo

La orquesta de los obreros

Super tabu (05)

La caliente tia de mi novia

Smileys

Super tabu (04)

Mi pequeña gran amiga

Satisfacción algo dolorosa

Una noche en el yate

¿Las monjas son listas?

Mi primera con mi primo

Super tabu (03)

La esposa de mi hermano (II)

Super tabu (02)

Nombres Reales Curiosos

Super tabu (01)

Mi amada suegra

Me gusta mostrarme

Mi nenita

En el supermercado

Madura gorda y calentona

Seminario universitario

Fantasias

Clasificación de las mujeres en la cama

En el instituto, con Evelin

Frases más usadas para rechazar sexo

Empleada madura y caliente

Un bollito relleno de leche

Mi madre es una zorra (I)

La esposa de mi hermano

Grandes misterios de la humanidad

Marta y el Duende

El amigo de mi hermano

Recuerdos de mi Sandra Maria

Mi noche con Diana

Una noche caliente y mojada

Despacho de abogados

Aprende a ligar como Torrente

Don Polo

Una familia muy normal (V)

Una consulta muy particular

Hermanos mellizos, mamá y papá

Abeces

El joven doctor

En la Playa

Mi cuñada

Disfrutando a mi novia que esta buena

Un trío de miedo, muy esperado

Viendo a mi madre y culenado con mi padrastro

¿Cuanto cuesta una novia?

Las primas

A escondidas con mi jefe

Egipto (II)

Egipto (I)

Una familia muy normal (IV)

Mensa Urgente!

Diferentes Idiomas

Trio perfecto

Dos virgenes

Leyes de pareja

Carolina

Una familia muy normal (III)

Memorias

El regalo de cumpleaños

Preservativos con marca

Blind Date (II)

Que Primera Vez!

Una familia muy normal (II)

Todo comenzo como un juego y termino en amor

Mi novia y sus dos enanos

Una familia muy normal (I)

Como buenas hermanas

Test Cachondo

Blind Date

El hombre más inteligente del mundo

¿Por que despedí a mi secretaria?

¿Existe Santa Claus?

Mi madre, mi abuela y yo

Una llamada inoportuna

Mi Enfermera Favorita

Le rompi a himen a mi hija

Bajar Peso

Me arrepentí

Mi novia me masturba mientras me obliga a mirarlas

Como perdí la verguenza a mis compañeros

Aprenda a ligar en menos de una semana

Historias del Paraiso

Breve Historia del Condón

Mi cuñada

Mi pequeña Ariana (II)

La Historia del Dildo

Mi pequeña Ariana

Los tres castigos chinos

Primeros pasos sexuales

Una tarde con saxo

Fin del mundo

Mì papá me da lechita

Violación a una embarazada

El Ratoncito y su amigo el Elefante

Me mojo de sólo recordar

Vacaciones Inolvidables

Natación al Desnudo

Confusión por ignorancia

La princesa que todo derretía

Mi cachonda madre (II)

Piropos de albañil

Aprendiendo a meterlos

Le hice el amor a mi prima

Partes de accidente

Tira millas

El Verano

La Sorpresa de mi Prima

Mi tío

Preguntas sin respuesta

Un relato masoquista (II)

Ya vives en la Era Digital?

El regreso (II)

La vendedora

Yo Sóla

Mi cachonda madre

Hacer el amor

Mi primera vez con mi pololo

El regreso (I)

Laura -Chantajeada-

Deborah

Sueño realizado

El piso (III: La cocina es un buen lugar...)

Xena, la princesa guerrera

Espio a mi vecina y ella lo sabe

Los 7 enanitos

La sorpresa

La fábula del pescador

Mujer ajena

La pequeña puti

Judias Pintas

Saliendo de una crisis

El amigo de mi marido

El cuento de Filiperto

Ensalada Especial

Como ser una buena Pija

La madre de su novia

El piso (II: La mejor amiga de una mujer...)

Bailando en la noche

El padre de mi amiga

Emulando a Henry

La historia de Stella

Buena Venta

En el vestuario

¿Puede congelarse el Infierno?

Frases Geniales

Primera Vez

El jefe

Volar

La calentona

Aprobar mmm

El folla maduras

Cuando tenia 15 años

Diccionario del mundo

Isela

Maldita noche de verano

Diario de un joven emancipado

Piquito

El equipo -A-

Le dí mis conocimientos y mi leche

Definiciones

Afortunado Reencuentro (II)

Andrea (II)

Mis vacaciones

Una lagrima por Astrea

Vivir

El confiado

Carta de una madre escocesa

Doctor Automático

La primera vez

Entre primos, más me arrimo...

Mi primer sexo

El amigo de mi mama

Sentirse una puta por una noche

Un león con copas

Inglés para novatos

La ruleta rusa... y africana

Violé a mi amiga

Líos de familia

Mi consolador favorito

Desvirgación en ferias

Mis vecinitas

Mi primera orgía

Una vieja amiga

Estudio de Consulting para un restaurante

Eugenia

Yo fui una babysiter ninfomana de barrio

Un relato masoquista (I)

Andrea (I)

Manual del ligón de discoteca

Fantasía de una madura

Casualidad

Azotada por su cumpleaños

El piso (I: Dos son pareja, tres... mejor)

¿Tienes Email?

La mejor amiga de mi esposa

La enfermera de mi Abuela

CiberAmiga hecha realidad

Tercer trio

Peli Porno Gay

Fiebre del sabado noche

Parejas

Mi cuñada (I)

Experiencia lesbica

Principios Religiosos

La cena de negocios (I)

La confusión

El juego (II)

Navidad

Carlos y su -Arma-

Al ritmo del saxo

El que la sigue, la consigue...

Un corte de pelo muy especial

Mi prima me desvirgó

El género del PC

Mi curso de postgrado

Prestando a mi mujer

El sexo desde varios puntos de vista

Mi historia

En la disco

Verdades sobre los hombres

Autobús nocturno

Los pies de Carmen

Jeny y Helen

Nuestro primer trio

Tren expreso

Frases célebres

Baño de mujeres

Una tarde en el cine

La boda del padre de Rut

Duro trabajo

Lamentación de un día

Doña Elsa

Memorándum en una Empresa

Dos a un tiempo

Ocurrió sin querer

Mi amiga Inés

Karie, ardiente Karie

Chantaje adolescente

Como animales

Algo natural

¿Crees que has tenido un mal día?

El juego (I)

Un encuentro muy especial en la playa

La película

Mi primer contacto

El piercing

Afortunado Reencuentro (I)

La isla

Mi tesoro

Actualización de novia a esposa

Embarazada y caliente

Viaje ajetreado en autobus

Leyenda de los sentimientos

Bajos fondos

La ducha: mujeres y hombres

Me la follé y ni se enteró

Orgía en el campo

El abrazo

La marrana de mi madre

Mi madre estaba muy necesitada

Mujeres y preguntas difíciles

Carta de Dios

Magali

La madre de mi mejor amigo

Riqueza del lenguaje Castellano

Mi compañera sandra

Mejor que una acampada...

Pecados capitales

Aprendiendo a dar noticias

Venganza de mujer

En la alberca

Mi colega Ovar

En el portal

Frío

Contradicciones

Repetimos?

Modesta

El hombre quieto

Solicitud de aumento de salario del pene

La chica de la panadería

Excursion por la montaña

Una bella historia

Quizás un extraño

El ginecólogo

Una fiesta de disfraces

Cuarenta cartones

La chica perfecta... ...y el polvo perfecto

Quise probar como era

El juego de los dioses

Amo virtual

Ayer fue mi primer día de gimnasio

Debemos estar locos

Desvirgando a la hija de mi amigo

Mientras mi marido duerme

Yo y mis gallinas

La boda del incesto

Mi hermana, su amiga y yo

La acampada en la playa

Carpe Diem

Zet: la diosa de la lujuria y lascivia

Mi prima Sabrina

Volvieron a verse con su antiguo amante

La putita de mi mujer y su primer trío

Arrebato de pasión!

Viendo desvirgar a mi hija

Mama, papi me desvirgó

Soy mujer de mi padrastro (I)

Mi padre, mi primer hombre (II)

El que la sigue la consigue

Reacción biológica

Un suave masaje

Mis queridas alumnas

Madurita y caliente

Una historia con mi madre

Mi padre, mi primer hombre

Me dicen -Lobuna-, pero soy...

Primer sexo

Mi primer enculamiento

Mi profesor

Mi fantasia... mi cuñada

Mi mujer... muy puta

Amor Lésbico

Grupo de amigos

Encuentro con Bigman

Tijuana caliente

La vecina

Sabor de un viaje

Sky is broken, apartamento de Scully

Vacaciones con mi cubana

Mark

Aquel lugar en new york

Primera leche

Como me cogi a mi madre

Arreglos en el apartamento

Unas vacaciones con su hermano Christian (II)

Unas vacaciones con su hermano Christian (I)

Satisfaciendo mi cuerpo

Le engañe haciendo un trio

Urgencias

Me cogi a mami

Despues de hora

La primera vez

Una noche con un desconocido

Vacaciones super maravillosas

Haciendo la compra en el supermercado

La noche que fui sola a un bar

Unas vacaciones muy calientes

Simplemente la vecina

Laura busca su límite

Mi jefa

La compra

Mi viaje a Perú

Hicimos un trío sin que ella lo supiera

Laura

El verano pasado

Los viajes de Sofía

Soy adicta al semen de mi cuñado

La balada de Don Juan Tenorio

Mi dulce Erika

Lolitas

Suspiro de una maquina

Hija y madre, todo a la vez

Aprendiendo de los que saben

Conocí a Javier ya hace casi 10 años

La chica del 9A

Orgía con dos perras

Capaces de cualquier cosa (I: La excursión)

Marcela (III)

Marta (III)

Curiosidad y placer (II)

Un fin de semana solos los dos

Victor, mi amigo del alma

Mi gimnasio

La madre de mi novia

Deseo anhelado

Hermanas Barbaras!

Pareja de Montreal

Mi hermana, mi amiga, mi novia, mi amante

Fantasías en la playa

Por causa de la recesión

Una clienta diferente a las demás

Mi secretaria

Mi vieja amiga

Una película porno

Las Profanadoras

El esposo de mi hermana

Gloria: Historia de una sumisa feliz

El video XXX de Laura

Censura XXX

Realidades y fantasías con mi secretaria

Anoche soñe con Carola (I)

Curiosidad y placer

El culo de mamá (I: Viendo cómo se masturbaba)

El cuervo

Ganosa

Profesor de colegio

El portero

El amigo de mi hermano

Memorias de un adolescente (I)

Mi prima

Renacer

Solos en la oficina

Gloria: Historia de una hembra

Amigos para siempre

Se acabó la castidad

Mi nuevo vecino

Cita a ciegas (I)

Cartas calientes en la red

Las fantasías con mi esposa (I)

La conspiración

Por un balde de tierra

El sueño anhelado

Tendencia sexual

Mi madre caliente

El profesor de Ishtar

En el espejo

Probadores

Arrodillada (II)

Mi querida jefa

Me saqué el gusto con mi suegra

Una vez en la PC...

Fui su hembra

Puro morbo

Mi primera vez en mi auto

El mejor viaje de mi vida

Arrodillada (I)

Viaje con Joel

Roxana

Clases en Galicia

Deseo estar otra noche contigo

El reencuentro

Era una de esas noches tórridas de verano

Los dulces labios de Laura

Mucama complaciente

El perfume de Elena

Una fantasía hecha realidad

Auto satisfacción masculina

Ella decidían (III)

Una nochevieja movidita

Affaire con el joven

El profesor

La promesa

El que no corre, vuela

Ella decidían (II)

Roxana

Sin imaginarlo siquiera

Lección de latin

Mi obsesión

Venganza

Compartiendo a Mar

Primera vez de mis primas

Mientras ella dormia

La recesión

Deseo incontrolable

Marcela (II)

Sueño

Mujer desconocida

Impuros deseos

C. E. S.

80 en Japan

Bianca

Mi prima

Masaje especial

Visita al despacho de abogados

Sorpresa en el trabajo

Toda la verdad

Una noche en la playa

Monja

Cosecha con mis tíos

Gimnasio

Marcela (I)

Mi padrino, desquiciado sexual

Mi vecina

Patty

Mujer (I)

Un cuento de navidad

Guía de turismo

Grupo de Oración (I)

Fantasias

Un paseo a la casa de la playa

Amante bandido

La futura esposa de mi mejor amigo (III)

Cena de vacaciones

Una barbacoa muy movida

Ilustrísima señora

Hasta que se me hizo

Retos

A mano

Descubriendo a mi esposa

Fin de semana en el camping (II)

Qué experiencia!

Pamela (II)

Dani

Ishtar: (II: La aprendiz)

Sorpresa

Orgía en la playa (IV)

La futura esposa de mi mejor amigo (II)

La fantasía porno

Ahh, lujuria! (V: Epilogo)

La primera vez de mi esposa con otro

Mi arrepentimiento

Ahora me toca a mí

Perra Vida

Ahriana

86 en Glass

Playas mexicanas

Ahh, lujuria! (IV: El otro final)

Ahh, lujuria! (III: 4. final previsible)

Como cambian las cosas

Bienvenido a tu casa, cariño

Mi novio y yo

Andrea, secretaria y amante

Fin de semana en el camping (I)

La futura esposa de mi mejor amigo

Mi amiga Ana

Inesperado

Cómo cambió mi esposa

Pamela (I)

Enseñando informatica a Vanesa

Mi sirvienta

Buscando setas

Al fin viva

Ahh, lujuria! (III: 3. -casi- final previsible)

Hermanas

Vaya hotel

Ishtar: (I: La descripción)

Las cofrades

Ahh, lujuria! (III: 2. Madre Mía!)

Aquellos años felices

Un tercero en la pareja

Sésamo Sésamo

Sucedió en la oficina

Mi primera historia

Qué quieres que haga que?!...

Viaje de novios al Caribe

Ahh, lujuria! (III: 1. Entrando en confianza)

Un viaje de egresados con final feliz

En el trabajo

En un país extranjero

La masajista

Ahh, lujuria! (II)

Amor fraternal y zoofílico

Mi segunda historia

El sueño se hace realidad

La hija de su amiga

Soñar despierto

Mi suegra y yo

Un día de mis Vacaciones (III)

Ahh, lujuria! (I)

Mi sobrina

La primera vez de mi recatada prima

Sexo y Ley

Fea de cara... pero, ¡qué cuerpo!

Con mi madrastra

G: Un puntito de placer

Mi cuñada Carolina y su amiga Ivonne

Mónica, Pedro y Yo

Verónica mi madrastra

La sirvienta caliente

El amor de mi vida

Bebíamos

La obsesión de Rogue

El examen médico

Black Passion

El cielo despues del infierno

La seducción de mi esposa

Sexo con mi tia

En el metro

Dejar embarazada a mamá

Mi relato gay

Los gamberros

Para que sientas lo que yo

¿Homosexual mi hombre?

Mi Madre

La mansión

Historias (VI)

Polvazo con mi cuñada

La venganza es dulce

Memorias de un sacerdote

Dulce venganza

La bombacha de Sandra

Mateo (II)

Vacaciones en Mallorca (II)

Paloma y sus sueños

El probador

Historias (V)

Esclavo por un solo día

Orgia en la playa (III)

En el sex shop

Aquel viernes

Televisión estropeada

Y siguió virgen cómo quería

Orgulloso de mi verga

El ático

Una zorra para dos (II): El primer sándwich

Por fin hicimos un trio

Historias (IV)

Orgia en la playa (II)

Fantasias sexuales con Beatriz

Basico

La sorpresa

Noche espontanea

Mi inconfesable relato

El poder del recuerdo

Me descubrió Él

Un sueño muy intimo

Mili y el abuelo

Historias (III)

Gemelas

Orgia en la playa (I)

Problemas de fontanería

Historias de control mental (I)

Chantaje a Ana

Una fiesta campestre

El mesero

Don Benigno

La amiga de mi tía

El restaurante del Sr. Leo

A por ella (III)

Sexo en las alturas

Esto si es amistad

Mi prima solange

Historias de Ariki: Bárbara (I)

Me han descubierto

El nuevo trabajo

El sacerdote que me amó

Jenny

Violé a mi Jefe

Buscando la chica ideal

Qué manera de iniciarme

Mi putísima comadre

Cambio repentino

La cueva de nieve

Las ayudas de mi suegra

Mis primeros cuernos

Humillada por mi propia carne

El arte de besar

Primer intento (I)

Quiero tu semen

Juan volvió

Apuesta

El juego de la baraja (II)

Grata sorpresa

Inicio de cornuda

La antigua novia del colegio

Una noche con Juan

La pérdida de la inocencia

Después del chat, la cita

Dados de la Suerte

En un canal del irc (II)

Manuela (17: Capítulo final)

Abusando de Irene (II)

Las Reinas (II)

Manuela (16)

Suegra atendida

Carta a una antigua amante (I)

Manuela (15)

Manuela (14)

Manuela (13)

Vicky

Mi amiga Lidia

Mimi (07: Epílogo)

Rosa, viuda fantástica

Silvia, la novia de mi mejor amigo

Mimi (06: Londres, el principio del fin)

Manuela (12)

Manuela (11)

Mimi (05: Dos más una son cuatro)

Las Reinas (I)

Quién iba a decirlo?

Mimi (04: El Amigo de Julia)

D.D.

Manuela (10)

Repartiendo pizzas

El cine

Deliciosamente erótico (III)

Mimi (03: Que los cumplas feliz)

Manuela (09)

Como comerse un coño

Mimi (02: La Apuesta)

Mi Prima y yo

Manuela (08)

Mimi (01: Prólogo)

Manuela (07)

Deliciosamente erótico (II)

Con mi tia y su perro

Nunca más

Mi Hermanita

Manuela (06)

Manuela (05)

Una perfecta putita

Deliciosamente erótico (I)

En un canal del irc (I)

Infiel, tres veces

Abusando de Irene (I)

Manuela (04)

Manuela (01)

Sonia

Manuela (02)

Manuela (03)

Placeres

Vacaciones inolvidables

Mi suegra es bien atendida

Novios de otros tiempos

El despertar de la sexualidad de mi esposa

Cartas de amor

Sensaciones prohibidas

Un hombre rico

Cyber Sodomización

Mi mejor maestra

Mi Hermanita

Campamento

Mi querida alumna

La Noche que comenzó todo

Puede hacerse realidad

Fidelidad

El luto de mi suegra

Un día de mis vacaciones (II)

Después del estudio (II)

Solidaridad agradecida

Mi Suegrita

Un día de mis vacaciones (I)

Enamorada de mi verga

Debutando prematuramente

Cuñada supercachonda

Las Aventuras de Eduard

Crónicas X (II y final)

Mi secretaria

Encuentros virtuales con Eliza

Súper salido

Tendida en la cama

La Hija espía (II)

Una tía muy marchosa (II)

La Verdad por teléfono

Obsesión y placer

Un Trabajo

Follándote en mi mente

Satisfacción cibernética

Me ocurrió hace unos días

Vacaciones de verano

Rosa

Conociendo a mi suegra y mi novia

Me sacó las lágrimas

Historia de parejas

Una tarde con Julia

Ranma

Sonia

Qué mujer

Jugando con el consolador

Verano con mis tios

Renacer despues de mi divorcio

El Sexo más placentero

Dominio en un despacho

Noche excelente (II)

Nuevas experiencias

Contactos en panamá (II)

Fantasía cumplida

Experiencia anal

El Reto pepsi

Mi primo Eduardo

Me pasó en Acapulco

La Poción azul

El Establo

La primera vez de Vanina

Noche excelente (I)

La Gorda: El primero que se lo pida

Sabrina (II)

Tequila, shots y adios virginidad

La mamá de mi novia

El Espía

Micromanía

Me lo merecía

El Mercadillo

Historias de Ariki (Continuación de Rapanui)

Juan

Experiencias reales

Los sueños si se hacen realidad

Fiesta

Crónicas X (I)

Florencia

La Hermana de mi mejor amigo

Aposté a mi novia... y perdí... pero gané

La exhibición de Nuria

Follando con mi abuela

Hermafrodita

El Escape

Deseo

La Entrevista

Mi novia es experta en mamarlo

Esposa para todo

Eva

La Escalera

Ese día

Descubriendo el goce anal

La leyenda de Anguile

La Crema bronceadora

Construcción

La Bienvenida (Paseo alternativo)

Aventura sexual con mi compañera

Boca y River

Mi Deliciosa tía

Agujeros en la pared

Mi vecino

La Veterinaria

Adios a mi virginidad

Variación salvadora

Los hombres también pueden

Mis vecinas favoritas

Toty y Barri, la pareja explosiva

Mi Vecino

Trío, una buena opción

La terapia

Regalo de Navidad

Qué suerte la mia

Esos restos maravillosos

Strong

Mi perro San Bernardo

Qué cuñada!

El Reencuentro de dos hermanos

Es una reputa

Mi Rotwailer

La prometida de mi amigo

Regalo

De la piscina al cielo

La primera vez de un tontín

Viaje de aventura

Preparada para la fiesta

Pensada en ti

El perro de mi tio

Mi gran profesora

Moni

Noche de brujas

Los pasos a seguir

Mi pene está fláccido

Mi primera vez

Lun

Qué manera de tener sexo

LLeno de sexo, lleno de amor

Pepa, su hijo y yo (II)

Mi padre y mi socio

Pepa, su hijo y yo (I)

Sonia y su madre

Lina y Carolina

Nancy

Tenerife

Me lié con la hermana de mi novia

Un adorable mastin

Hace tiempo

La verdadera historia de Cenicienta

Sin inhibiciones

Mi fiesta de diecisiete

Fedra

El mejor ejemplar de la exposición

Me gustó que tocaran a mi mujer y mi hija

El juego de la silla

Leticia

Mi maestra y su perro

Jvr

Primer trío con nuestro amigo

Estudiante en prácticas

Noches de Verano

Ella

Fin de semana en el campo

Dulce venganza

Nautic

Historia de mi patrona

Supersexo

Joao (II)

Servicio de masajes

Joao (I)

Sábado y sin plan (II)

Serás mi esclavo

La gatita persa

Realtime (I)

Al salir de clase

Increible aventura

Sábado y sin plan (I)

Mal amigo?

Dia de muertos

Mi esposa se libera

Me encanta el sexo (IV)

Me encanta el sexo (III: El Regreso)

Me encanta el sexo (II)

Querido Guille

Sabía que podía pasar

Oliendo a femenino

Nock, nock, abre el IRC

Mi Fox-Terrier

Muy Especial

Mateo

Vida Campesina

Trucos para ligar (I)

Consejos tras la ruptura con al pareja

Nuestra relación

Folderty

Desvirgando a mi cuñada (IV)

Comentario femenino sobre el arte de seducir

Carla

Carnaval

La petición (II)

Un paseo inolvidable

En la plataforma

Feliz cumpleaños, Carlos

Por Chicuelinas

Mi compañera de trabajo (I)

Mi compañera de trabajo (II)

Compañeros de oficina

Religión, represión y sexo

Manual de buenos modales ante una mamada

Estimulacion del punto-G

Como chupar una polla

Diccionario del cine porno

La Mirilla

La Culiona

Con mi suegra

El padre de mi amiga

Qumm

Inocentes historias de exhibicionismo

Espiando a mi vecina

Charla cyber-sex

Encuentro en internet

Del cyber a lo real

Mi Aventura (I)

La Apuesta

Experiencia familiar

Ahí estaba ella

Aventura en Vallarta

Biblioteca

Compañera de clase

El Dinero

La Educación de William

Sucedió una noche

Después del verano

Manual para ligar (comentarios)

Avería afortunada

La Boda de Pam (II)

Mi Aventura (II)

Masturbación en la ducha

Loretto embarazada

Ocurrió hace dos meses

El culo de mamá (II: Enseñandole la polla a mamá)

A por ella (II)

Mi mejor amiga de la oficina (II)

Mejor pájaro en mano...

El Gerbo

El espectáculo

Mi mujer me calienta más que ninguna

Mi mejor amiga de la oficina (III)

A por ella (I)

Mi mejor amiga de la oficina (I)

Médico de familia, la verdadera historia

Cachondeo en el FBI

Mi Amigo de la Net

El noviazgo es peligroso

Internado

Confesiones de mi esposa (Otra versión)

Entre compadres

Aventura en Veracruz

Angel de la guarda (II y final)

Angel de la guarda (I)

La Cantina

La Cala

A margarita

La partida de lamedores (II)

La partida de lamedores (I)

La elegancia de una madre

Marilyn Manson

Julio

Mi esposa y mi fantasía

Dudas sobre el semen

Diccionario de términos sexuales inglés-español

Gama de condones del mercado

Apuesta muy comprometedora

Tenorio, poesía erótica

El estilo sexual de cada signo

El chollo de ser hombre

El fotógrafo

Un día típico en la vida de Abilito

No Rompas la cadena sexual

La bruja

La Abuela (II)

Un extraño juego

Las vivencias de Quim

Horas extra

La primera vez que provoqué un orgasmo

Alejandra

La Boda

Acapulco

Con dos es mejor

85 en virgo

Academia de prostitución gay

Con mi tia

Cigarrillos para ellas

Camino al motel

Guia de bestialismo perro-mujer

Amo nuevo (I)

La Abuela (III)

La Abuela (I)

Eva K (I)

Mi amante y yo

Cómo conocí a mi marido

Azúcar

El Agradecimiento de mi prima

El juego de la galleta

La venganza de Froilán

Algunas costumbres sexuales del mundo

Aquellas pajas

Diferencias entre cine porno y cine erótico

Confesiones de mi esposa

Dichos y refranes eróticos

Soneto a M.E.G

Esfrofas cachondas

La Arrecha de la piscina