COJIENDO CON MI MEJOR AMIGO EN NAVIDAD
La historia que voy a contar, me sucediò hace ya bastante tiempo con un amigo que estudiabamos juntos.
Estudiaba la carrera profesional en el turno de la mañana, ya que en las tardes trabajaba, pero mi deseo èra estudiar en la noche, pero como siempre suele suceder, mi madre se habìa objetado ya que llegarìa noche al hogar.
Por cosas que pasan, para mi mala suerte habìa reprobado el semestre, por lo que ahora si tomè la desiciòn, aùn en contra de los deseos de mi madre de estudiar en el turno de la noche.
Por ser un grupo que ya habìa empezado desde un principio, pues no tenìa amistades en el salòn, pero poco a poco habìa empezado a integrarme con los demàs compañeros.
Yo no èra un santo en cuestiones sexuales, pues ya habìa tenido algunos encuentros, aunque no siempre satisfactorios que digamos.
En el grupo habìa un compañero que me llamaba un poco la atenciòn, èra chaparrito, moreno, de buen cuerpo, solo que en el caso mìo, puès ni me saludaba siquiera, aùn asì con el paso del tiempo me fuì fijando en èl, pero sin llegar a saludarlo siquiera.
Sucediò en una clase de educación artìstica en que la maestra del grupo habìa pedido que hicieramos una comparsa que servirìa para la calificaciòn del equipo, èra un baile de moda, en que habìa que montarle coreografìa, se intercalaron hombre-mujer, pero con tan buena suerte que como èramos màs hombres que mujeres, nos tocò a varios estar con un hombre, y oh, sorpresa, me tocò con el chico que les menciono.
El baile se desarrollo bien, en algunos pasos habìa que estar abrazados, y me sentì sùper al lado de èl, ya que lo pude apreciar de bien a bien, sentir su cuerpo junto al mìo fuè delicioso, al grado que lleguè a obsesionarme màs con èl.
A raìz de èse baile, empezè a tener trato con èl, y se me fuè despareciendo la mala imàgen que tenìa de èl, medio mamòn para mì en un principio.
Coìncidiamos a la hora de la salida y tomabamos el mismo transporte hasta la conecciòn de cada quièn para su destino.
Fuìmos cada vez haciendo màs amistad al punto de que una vez por trabajos que nos habìan dejado, me tocò ir a su casa a prestarle unos apuntes, èsa vez me recibiò amablemente su mamà, se me hizo una señora muy agradable y me tratò muy bien.
Con el paso del tiempo, llegò la navidad, y en una ocaciòn me invitò a su casa a la celebraciòn, yo asistì gustoso ya que estarìa a su lado, la celebraciòn se llevò de maravillas, el resto de la familia me tratò muy bien, ya entrada la noche, una de sus tìas invitò a todos sus parientes a seguir la fiesta en su casa, èl me invitò a seguirle, pero como en aquèl entonces no tenìamos telèfono en casa, pues le dije que no, pero me acordè de que un vecino acababa de instalar uno en su casa, y como me acordaba del nùmero, le marquè pidièndole de favor que avisara a mi mamà, una vez hecho èso, nos subimos en varios autos rumbo a la casa de la tìa en cuestiòn.
Estuvimos en le festiejo, hasta que ya entrada la madrugada, la tìa nos asignò una habitaciòn para los dos, y Oh !! sorpresa, solo tenìa una cama matrimonial, por lo que me tocarìa dormir con el chico que deseaba desde hace tiempo.
Como yo no estaba preparado para dormir fuera de casa, pues no traìa ropa adecuada, a lo que se lo comentè y me dijo que el tampoco, pero que no habìa problema, que durmiéramos solo en ropa interior, nos quedamos en truzas solamente, sin camiseta, pero por la temporada, pues hacìa frìo.
Una vez acostados, me diò escalofrìo y empezè a tiritar, a lo que el me pregunta que me pasaba, a lo que le dije que tenìa frìo por estar solo en ropa interior, a lo que el muy quitado de la pena me dice:
-Si quieres calentarte, mète las manos aquì.
Moviendo su cadera, levantando su pelvis, a lo que le dije:
-No, primero tù.
A lo que solo se limitò a encojer los hombros.
No sè si serìa por el frìo o por los nervios de estar con el chico que deseba, pero volvì a tiritar de frìo, a lo que el nuevamente me hace la invitaciòn a meter la mano dentro de su truza.
Esta vez me armè de valor, y solo la puse en su abdòmen, a lo que el abriò los ojos sorprendido por mi atrevimiento de aceptar su invitaciòn.
El hizo lo mismo pero no avanzò en nada, al ver que no quitaba su mano del mìo, avancè un poco, a lo que el hizo los mismo, volvì a avanzar otro poco, y èl igual, al ver que el juego seguìa, me armè de valor y deslicè mi mano al interior de sus truzas, cosa que lo sorprendiò ya que despuès me confesò que pensaba que no iba a llegar a tanto.
Ya dentro se su truza, tomè su pene y èl hizo lo mismo con el mìo, su pene no èra muy grande que digamos para la edad que tenìa, el tenìa 18 y yo 19, su pene medirìa como 15 cm erectos, y el mìo como 16, pero màs grueso que el de èl.
Empezamos a masturbarnos uno al otro dentro de los cobertores, cuando de repente se abre la puerta, èra un primo suyo como de 8 años al que le habìa regalado un carro de baterìas, pero no querìa encender, por lo que fuè con mi amigo para que le dijera como funcionaba, ya que èl se lo habìa dado de regalo, lo puso a funcionar y el niño se fuè, una vez hecho èso procedimos en lo que estabamos, èsta vez màs entrados, cuando se vuelve a abrir la puerta, a lo que mi amigo molesto le dijo que se fuera de la habitaciòn y que nos dejara dormir, lo sacò de la habitaciòn, pero èsta vez asegurò por dentro la puerta, y una vez de nuevo en la cama seguimos con lo mismo.
Nos empezamos a masturbar y procedimos quitarnos la ùnica prenda que nos cubrìa, quedando en traje de Adàn, que a pesar de la frìa noche, ni sentimos las bajas temperaturas, nos empezamos a besar y a acariciar todo el cuerpo, lo puse boca arriba y empezè a besarle todo el cuerpo, a lo que el gemìa con cada caricia que le prodigaba, lleguè hasta su pene y me lo metì en la boca, con cada mamada que le daba, el pegaba unos leves gemidos para que no se oyeran, despuès el procediò a hacerme lo mismo, estabamos que ardìamos del fuego pasional que nos estabamos brindando.
Afuera su primo quizo entrar otra vez a la habitaciòn, pero con el seguro puesto, no pudo, a lo que oìmos cuando le dice a su mamà que su primo habìa cerrado la puerta, a lo que escuchamos cuando lo regañan y le dicen que nos deje dormir, jejejeje, ni se imaginaban lo que estaba pasando detràs de la puerta.
Me pregunta que si querìa que me penetrara y que despuès yo se lo hacìa, a lo que le dije inmediatamente que sì, ya que lo deseaba desde hace tiempo, y èsa noche de navidad se me estaba cumpliendo por fìn mi sueño.
Le pedì que fuera èl primero quien me lo hiciera, ya que si yo lo hacìa primero, se me quitarìa la calentura y despuès ya no iba a querer que el me lo hiciera.
Me parè al borde de la cama, y el se ensalivó su pene y yo mi culo, el cual quedò a su disposiciòn, apuntò hacìa èl y empezò a meterla despacio, le dije que la sacara y que hiciera varios intentos para que se fuera amoldando a su pene, que a pesar de nos ser muy grande, pues si sentìa el rigor de su cabeza al entrar en mi esfínter.
Una vez dilatado, empezò con un mete y saca delicioso, me sentìa en la gloria al estar siendo poseìdo por el chico que habìa deseado hacìa tiempo.
Estubo buen rato bombeando, luego me pidiò que me acostara boca abajo y me la volviò a meter, se acomodò encima mìo y mientras me cojìa me decìa que hacìa tiempo que me deseaba èl tambièn, pero que no se atrevìa a decirme nada, ya que temìa que yo lo fuera a tomar a mal.
Le dije que yo tambièn lo deseaba desde hacìa tiempo, pero que tambièn temìa a su rechazo, me tomò de la cara y me voltea para darme un largo beso mientras seguìa metièndomela disfrutando de la cojida que me estaba dando.
Siguiò por buen tiempo con su tarea, hasta que sentì como arrojaba su esperma dentro de mì, mmmmmm, que delicia el sentir calientito su esperma.
Una vez que acabò de vaciarse, se quedò recostado encima mìo, dàndome las gracias por el placer que le habìa brindado, y que querìa darme el mismo placer, por lo que se quitò de encima mìo, e hizo lo mismo que yo, se parò al borde de la cama, ponièndome sus hermosas nalgas listas para que lo penetrara, por lo caliente que andaba, mi pene ya estaba màs que lubricado, puso saliva en su culo, y procedì a meterla poco a poco, el no se quejò tanto como yo, ya que aguantò que se la metiera poco a poco hasta que mis testìculos toparon en sus nalgas, empezè con el mete y saca, me sentìa lleno de placer al estarlo penetrando y escuchar como gemìa con cada embate que le daba, le pedì que se acostara en la cama como yo lo habìa hecho, y me acomodè de nuevo encima de èl para seguir con la penetraciòn, mientras me lo estaba cojiendo, voltea su cara y nos dimos un gran beso, casi nos comìamos a besos, y de la calentura que traìa, no aguantè mucho tiempo en venirme, dàndo un gemido al estarme vaciando dentro de èl, caì rendido en su espalda mientras mi pene se ponìa flàcido .
Duramos como 2 horas entre las caricias y besos, hasta que ambos acabamos.
En la casa el festejo seguìa, pero no podìamos salir al baño a limpiarnos, a lo que èl sacò unos kleenex de su pantalòn y nos limpìamos los penes, èsa noche dormimos cada quien con el semen dentro.
Fuè èl mi regalo de navidad.
Esto sucediò hace ya bastante tiempo, en el año del 82, pero a la fecha lo recuerdo muy bien.
En aquèl entonces no habìa sida ni nada de lo que hay ahora, por lo que no hubo complejos de parte de ninguno por lo que hicimos, ya que ambos lo deseabamos en secreto.