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Mía

en MicroRelatos

¿Cómo empezó todo? Quizás el día que los celos te azotaron al ver como otros tíos la miraban con ojos cargados de deseo. Irrefrenablemente, la culpaste a ella. Tras una acalorada discusión de vuelta a casa, la primera prohibición nació en vuestra relación. Ella jamás se volvería a poner aquel vestido corto que tan bien le sentaba, pues te quería tanto que no quería hacerte enfadar.

A aquella restricción de su libertad siguió unas cuantas más. No te hacía gracia que saliera a tomar café con sus amigas, no te gustaba que hablara con otros hombres… Poco a poco, porque os queríais mucho, vuestro círculo de amistades se fue reduciendo a tus hermanos y sus parejas.

Tras la boda, y como tú lo ganabas muy bien, dejó el trabajo que tenía de dependienta en unos grandes almacenes. El sitio de una mujer era su casa y con tanto moscón rondándola, seguro que llegaba uno que terminaba quitándotela. Aquella decisión tuya no le sentó nada de bien, sin embargo con la llegada de vuestro primer hijo, terminó comprendiendo cuál era el lugar de un ama de casa.

A pesar de la jaula de cristal en la que habías convertido vuestro matrimonio. Ninguno de los dos erais felices. Tú porque los celos envenenaban cada uno de tus pensamientos, pues  cualquier mero gesto por su parte despertaba los fantasmas de tus inseguridades y te lanzabas de lleno a una discusión sin sentido. Ella porque estaba cansada de esperar que el hombre de quien se enamoró regresara a casa y le pegaras de una vez un puntapié al desconocido en quien te habías transformado.

Sin embargo, lo que llevabas peor era su ínfimo apetito sexual. Las excusas eran siempre las mismas: estoy cansada, los niños me han dado muy mal día… A los días seguían las semanas, a estos los meses y tú sin poder follártela como Dios manda.

Harto de aliviarte a solas en un frio cuarto de baño, una noche decidiste tomar por la fuerza aquello que era tuyo por derecho. Sin importarte su negativa, bajaste sus bragas, acomodaste tu miembro viril entre sus piernas y empujaste hasta que tu masculinidad cruzó violentamente un camino que te estaba vedado. Fue el polvo más deseado de tu vida y el que más rápido transcurrió. Tras vaciar tu esencia vital dentro ella, te tendiste a su lado y te echaste a dormir a pierna suelta.  

A la primera vez le siguieron otras muchas, el sexo no consentido se convirtió en rutina en el interior de vuestra alcoba.

Un día, ella aprendió a decir la palabra “no”. Una silaba que sacó lo peor de ti, empujándote a insultarla y humillarla de la peor manera. No te importó el terror que se pintaba en su mirada y en la de tus dos hijos. Eras el hombre de la casa y querías tu premio. Premio que tras demostrar quién  era el que tenía los cojones, te fue concedido acompañado de una expresión de terror y unos tristes gemidos de dolor.

Hubo un momento que los “noes”, no cambiaron a “síes” con simples voces y tuviste que demostrar quién era más fuerte. A la primera bofetada, siguieron muchas… Ella calló por miedo y porque todavía esperaba que regresara el hombre cariñoso con el que se casó. No obstante, los vasos  siempre rebozan con la última gota.

Un labio reventado y grandes  moratones en el ojo fueron suficiente prueba para que el juez, en espera de la sentencia firme, dictara una orden de alejamiento.

Orden que esta mañana te has saltado, has esperado que regrese de llevar a los niños al colegio y, poniéndole una navaja en la garganta, la has obligado a entrar en casa.

Está muy cambiada, el pánico  se ha apoderado de su mirada, pero hay una fuerza en ellos que te tiene atónito. Tiene miedo del punzante filo, pero no de ti. Sus ojos rebosantes de terror te observan como si fueras un pobre hombre. Por primera vez en tu vida sabes que ha dejado de ser tuya. Ciego de rabia, clavas una y otra vez el arma blanca  en su estómago. A la primera puñalada siguen veinte más, todas acompañadas del mismo grito ahogado: “¡Eres mía!¡Siempre serás mía!”

En el momento que la furia deja de cabalgar por tu pensamiento eres consciente de lo que has hecho. Cuando ves el amasijo de vísceras y sangre que cubre a la mujer que amabas, la sensación de culpa te ahoga. Sin pensarlo, abres la ventana y te lanzas por el balcón.  La gravedad tira de ti con tanta fuerza, que unos escasos segundos son suficiente para recorrer la altura de cinco pisos y  tu cuerpo roto termina besando el duro asfalto.

De tu cerebro mana un río de sangre que termina rodeando tu cabeza, formando una especie de almohada que te lleva hasta el sueño eterno.

NOTA DEL AUTOR:

Si estás por aquí me gustaría que me dieras tu opinión sobre este pequeño experimento narrativo. Gracias por leer.

Si te ha gustado te dejo los link de otros microrelatos  de mi autoría y que si no conoces puede que te guste leerlos.

Su gran noche.

Identidad.

¡Se nos da de puta madre!

Talento.

Parásitos sociales

Infidelidad

Mas de machirulo

El Blues del autobús

Mr Oso encula a la travestí gótica

Hombres calientes en unos baños públicos (2 de 2)

Hombres calientes en unos baños públicos (1 de 2)

Desvirgado por sus primos gemelos

Un camión cargado de nabos

Cruising entre camiones

Mi primera doble penetración

Un ojete la mar de sensible

Un nuevo sumiso para los empotradores

Once machos con los huevos cargados de leche

Un buen atracón de pollas

Por mirar donde no debía, terminó comiendo rabo

Aquí el activo soy yo

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Una doble penetración inesperada

Amarrado, cegado y follado hasta la extenuación

Polvo rápido en el baño

La duquesa del coño insaciable (4 de 4)

La duquesa del coño insaciable (3 de 4)

La duquesa del coño insaciable (2 de 4)

La duquesa del coño insaciable (1 de 4)

¡Pero qué buenos están estos dos hermanos!

Una doble penetración inesperada

El mecánico siempre descarga sus cojones dos veces

Son cosas que pasan

Sexo grupal en el vestuario

La fiesta de las Coca-colas

Un casquete después de la siesta

Pepe se lo monta con sus primos gemelos

Serrvirr de ejemplo

Comer y follar todo es empezar

Con mi ojete preparado para un rabo XL

Al chofer del bus, le sale la leche por las orejas

Mamándole el ciruelo a mi mejor amigo

De cruising en la playa de Rota

Cinco salchichas alemanas para mi culo estrechito

Un mecánico con los huevos cargados de leche

El descomunal rabo del tío Eufrasio

Follado por su tío

Meter toda la carne en el asador

Míos, tuyos, nuestros… ¡De nadie!

Encuentros furtivos en el internado

Antonio y la extraña pareja

Fácil

Bolos, naranjas y bolas.

Vivir sin memoria

El libro de la vida sexual

Reencuentro con mi ex

Punta Candor siempre llama dos veces

Hombres Nextdoor

Mundo de monstruos

Dejándose llevar

Guía de lectura año 2017

Dejar las cosas importantes para más adelante

Una proposición más que indecente

¡No hay huevos!

Ignacito y sus dos velas de cumpleaños

El chivo

La mujer del carnicero

Iván y la extraña pareja

El regreso de Iván

Guerra Civil

Las tres Másqueperras

Toda una vida

Objetos de segunda mano

Follando con el mecánico y el policía (R) 2/2

Follando con el mecánico y el policía (R) 1/2

Ni San Judas Tadeo

La invasión Zombi

Seis grados de separación

¡Arre, arre, caballito!

La más zorra de todas las zorras

Un baño de sinceridad

Barrigas llenas, barrigas vacías

No estaba muerto, estaba de parranda

Dr. Esmeralda y Mrs. Mónica

Yo para ser feliz quiero un camión

Tiritas pa este corazón partio

Corrupto a la fuga

Un polaco, un vasco, un valenciano y un extremeño

El de la mochila rosa

La jodida trena

Tres palabras

Hagamos algo superficial y vulgar

Pensando con la punta de la polla

Quizás en cada pueblo se practique de una forma

Gente que explota

Guía de lectura año 2016

En unos días tan señalados

Desátame (o apriétame más fuerte)

De cruising en los Caños

Putita

Sé cómo desatascar bajantes estrechos

Este mundo loco

Como conocí a mi novio

No debo hablar

El secreto de Rafita

¿De quién es esta polla cascabelera?

Me gusta

Me llamo Ramón y follo un montón

Doce horas con Elena

El pollón de Ramón

Dos cerditos y muchos lobos feroces

El ciprés del Rojo

Follando por primera vez (R) 2/3

Follando por primera vez (R) 3/3

Follando por primera vez (R) 1/3

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Orgia en el WC de los grandes almacenes

Once pollas para JJ

Prefiero que pienses que soy una puta

Homofobia

Adivina quien se ha vuelto a quedar sin ADSL

¡Terrible, Terrible!

Bukkake en la zona de descanso

Mi primera vez con Ramón

Tu familia que te quiere

Si no pueden quererte

Infidelidad

Dos adolescentes muy calientes

Ocho camioneros vascos

Parasitos sociales

El pollón del tío Eufrasio

Violado por su tío

Talento

Somos lo que somos

Sexo en Galicia: Dos en la carretera

Tres pollas y un solo coño

De amor se puede vivir

Duelo de mamadas

¡Se nos da de puta madre!

Dos hermanos

¿Dónde está la oveja de mi hermano?

¿Por qué lloras, Pepito?

El MUNDO se EQUIVOCA

Todo lo que quiero para Navidad

Como Cristiano Ronaldo

Identidad

Fuera de carta

Los gatos no ladran

Su gran noche

Instinto básico

TE comería EL corazón

La fuerza del destino

La voz dormida.

Como la comida rápida.

Las amistades peligrosas.

El profesor de gimnasia.

Follando: Hoy, ayer y siempre (R)2/2

Follando: Hoy, ayer y siempre (R) 1/2

El ser humano es raro.

La ética de la dominación.

¡Ven, Debora-me otra vez!

La procesión va por dentro.

Porkys

Autopista al infierno.

El repasito.

José Luis, Iván, Ramón y otra gente del montón.

El sexto sentido.

Cuando el tiempo quema.

Mi mamá no me mima.

La fiesta de Blas.

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Sin miedo a nada.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

¡Qué buena suerte!

El rumor de las piedras.

Dios odia a los cobardes.

Tres palabras.

Guía de lectura segundo semestre 2.014.

Como un lobo.

Solo Dios perdona.

El padrino.

Perdiendo mi religión.

Adiós Francisquito, adiós.

Pequeños descuidos.

La sombra de una duda.

Mis problemas con JJ.

Unos condones en la guantera.

La voz dormida.

Follando con mi amigo casado.

Si pudieras leer mi mente.

Bésame, como si el mundo se acabara después.

Si yo tuviera una escoba.

Guía de lectura primer semestre dos mil catorce.

¡Cuidado con Paloma!

La lista de Schindler.

Nos sobran los motivos.

La masticación del tito Paco.

Viviendo deprisa.

El blues del autobús.

¿Y cómo es él?

¡Voy a por ti!

Celebrando la victoria.

Lo estás haciendo muy bien.

Vivir al Este del Edén.

Hay una cosa que te quiero decir.

Entre dos tierras.

Felicitación Navideña.

37 grados.

El más dulce de los tabúes.

Desvirgado por sus primos gemelos

Las pajas en el pajar

Para hacer bien el amor hay que venir al Sur.

Tiritas pa este corazón partio

Valió la pena

1,4,3,2.

Sexo en Galicia: Comer, beber, follar....

¡Se nos va!

En los vestuarios.

Lo imposible

Celebrando la victoria

La procesión va por dentro.

El guardaespaldas

El buen gourmet

Mariano en el país de las maravillas.

Tu entrenador quiere romperte el culo(E)

Retozando Entre Machos.

Culos hambrientos para pollas duras

La excursión campestre

¡No es lo que parece!

Mi primera vez (E)

Vida de este chico.

Follando con mi amigo casado y el del ADSL? (R)

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón

Trío en la sauna.

Nunca fuimos ángeles

Desvirgado por sus primos gemelos (E)

Como la comida rápida

La misión

Follando con mi amigo casado

La churra del Genaro

Uno de los nuestros

Sexo en Galicia: Tarde de sauna (R)

2 pollas para mi culo

El cazador.

Los albañiles.

Jugando a los médicos.

Algo para recordar

Mis dos primeras veces con Ramón (E)

A propósito de Enrique.

Guia de lectura y alguna que otra cosita más.

Culos hambrientos para pollas duras

Celebrando la derrota

En los vestuarios (E)

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (Epilogo)

No quiero extrañar nada.

Punta Candor siempre llama dos veces.

4,3,2,1....

2 pollas para mi culo

Adivina quién, se ha vuelto a quedar sin ADSL

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón (R)

El MUNDO se EQUIVOCA

Historias de un follador enamoradizo.

Living la vida loca

Sexo en galicia con dos heteros (R)

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Comer, beber... charlar.

Los albañiles.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Regreso al pasado

Follando con mi amigo casado (R)

“.... y unos osos montañeses)”

El padrino

... Bubú.....

El blues del autobús (Versión 2.0)

El parque de Yellowstone (Yogui,....)

After siesta

Sexo, viagra y ... (2ª parte) y última

Before siesta

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (1ª parte)

El bosque de Sherwood

El buen gourmet

Como la comida rápida

Pequeños descuidos

¨La lista de Schindler¨

El blues del autobús

Celebrando el partido