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Follando: Hoy, ayer y siempre (R) 1/2

en Gays

Punta Candor siempre llama dos veces.

SABADO 18 DE AGOSTO 2012

Dicen, que a quien Dios no le da hijos; el diablo le manda sobrinos. Y yo, que la providencia me dotó de  cuatro; en esta  tarde de sábado, sólo he podido “disfrutar” de la compañía de dos de ellos. Me secuestraron al grito de “porfatito” y me metieron en el multicines de Rota,  a ver una de esas películas 3D, donde  cargado de palomitas, te tienes que poner unas gafas horribles… ¡Vaaaale!, tengo que reconocer que me lo he  pasado  bien.

Ya de vuelta a casa, con los dos críos dando muestra de agotamiento en la parte de atrás del coche, paso por delante del campo de fútbol... mi rabillo del ojo dirige una mirada a los aparcamientos cercanos a la playa de Punta Candor...Me quedo sorprendido, con lo que la visual que lanzo  descubre: coches aparcados .  ¿ También  hay tema nocturno? ¡No me lo puedo ni de creer! 

Con ese dilema en mente, continuo conduciendo hasta Sanlucar;  el silencio de los niños dormidos, en la parte trasera del vehículo, tampoco ayuda  a que abandone mis divagaciones. Una vez en casa y dejado los críos,  a  cargo de sus progenitores ; digo  que me voy  a dar una vuelta; no sin antes coger preservativos y gel lubricante ( Pack sexoseguro marca ACME).¿ Cómo era eso de hombre prevenido? ...

Tras poco más de media hora, llego al improvisado parking, está oscuro como la boca de un lobo.( o eso dicen, porque yo, lo que es estar,  no he estado en ninguna; palabrita...) 

A pesar de la intensa penumbra,  se pueden apreciar coches aparcados y la luz de algún que otro cigarrillo. ¡Bien! ¡Está abierta la temporada de caza!

En mi opinión, cuando vamos de cruising, hacemos un poquito marketing. Tenemos un producto que ofrecer, que responde a unas características, envolvemos ese artículo con el mejor envase  y por último, dirigimos esta oferta al segmento de población al que queremos llegar. Esta noche el producto que yo ofrezco es el de un hombre atractivo de 37 años, al que he  envuelto en unos vaqueros y una  camiseta, que sin ser ajustada marca perfectamente mi tono muscular; el público al que va dirigido, al de siempre; al que me gusta: hombres varoniles entre 30 y 50 años... Ya después como con las marcas, hay unas que te gustan y otras que no.

Cuando me bajo del coche, puedo  percibir como unas sombras, movidas por la curiosidad, se acercan hacia donde yo he  estacionado.  En estas situaciones, los que no fumamos, cuando nos quedamos a la intemperie,  tenemos dos opciones: hacer como echamos una meada o ponernos a mirar en el cielo las constelaciones. Yo opto por lo segundo; y apoyándome sobre el exterior de una de las puertas de mi coche, me pongo  a buscar la  de la  Osa mayor. (O la de Pegaso, ¡qué más da!)

El primer individuo que hace  acto de presencia, por el contorno del parking  en que me encuentro, es un hombre de unos sesenta y poco años; con el pelo blanco, cara de pocos amigos (ninguno pienso  yo) bajito, regordete y con un atuendo, seleccionado por su mujer en las últimas rebajas. Pasea  delante de mí, como lo ignoro; llama mi atención, magreándose el paquete  a escasos metros de mí. Resultado: mirada hacia el cielo por mi parte,  con rechazo implícito....

No hace  ni un minuto, que mi primer candidato a polvo de la noche se ha ido; cuando aparece otro tipo a hacer el cortejo de apareamiento. Su galanteo, se inicia paseándose ante mi. Es un tío bastante alto, moreno, con unas espaldas anchas y algo de tripa; con un aspecto muy, pero que muy varonil. Lo miro, el me mira;  a continuación, avanza  hacia donde yo estoy.

- Buenas noches.

- Hola... ¿qué tal?

- Por aquí dando una vuelta...-su voz suena forzada, como si no deseara tener que decir nada.

- … si la noche se da mal, es lo que nos queda- digo intentando ser simpático, para romper el hielo. - Dar unas cuantas vueltas.

- ¿Qué buscas? - dice de una manera tosca,  tanto, que me molesta un poco.

- Pasar un buen rato ¿Y tú?

- Lo mismo. ¿Qué eres activo o pasivo?

¡Joder, con la dichosa preguntita! Vale, está claro  que la gente cuando va de cruising, no quiere perder el tiempo … Y que si después de un rato, a los dos le gusta lo mismo; pan con pan comida de tonto, y te quedas igual que venías. ¡Pero un poquito de tacto, no está de más nunca, hombre! El tener bestiales deseos de sexo, no significa que seamos unos animales....

Mis ojos lo recorren de arriba a abajo; como en un alarde de perdonarle la vida. Mi mirada evidencia  en gran medida, que  su comentario me ha sentado regular (tirando para mal). La visual que le lanzo, debe estar impregnada de tanta mala leche, que mi acompañante me mira  fijamente y  perdiendo esa entereza que venía demostrando, desde que se aproximó a mí, me dice:

- Hombre, yo lo digo para no estar aquí haciendo el “gamba”....

- No,  mejor dejalo... No me apetece demasiado. - digo moviendo la mano, en un claro gesto de que me se vaya por donde ha venido y me deje tranquilo.

Una vez  se marcha, pasan unos cuantos minutos en los que me empiezo a plantear, que había que largarse  con viento fresco, que ya estaba todo el “pescao vendio”. Cavilando estoy,  sobre la posibilidad de volver de inmediato a casa, cuando de los oscuros arboles cercanos surge una figura ( esto parece “El retablillo de Don Cristobal”, la gente sale por donde menos te lo espera). El porte de lejos no está mal y aunque él  intenta disimularlo, se le nota una pequeña deficiencia al andar. Al igual que los anteriores pasa  por delante de mi coche, buscando una  mirada de complicidad. Tras la oportuna  inspección de rigor, pienso: “ No esta mal, ahora lo que queda, es que yo le guste a él”.

No sé que  coño de señales le envío,  que el tío se dispone   a alejarse por donde había  venido. Aprieto los machos,  me echo  de cabeza por la cascada de la poca vergüenza y le digo:

- ¿Ni buenas noches ni nada... ?A mi de lejos, me has parecido hasta  educado...

El tipo se vuelve, pueden  pasar dos cosas, que me mande a tomar viento, por culo o lo que se le antoje  o que me salude.  Tiene  que ser mi día de suerte, porque pasa lo segundo.

- Buenas noches, tenga usted caballero. Es que uno viene al campo y se le olvida las buenas maneras,  que le han enseñado sus padres....

Su voz está  impregnada de una natural amabilidad, observo la expresión de su rostro y éste, es un completo  derroche de sinceridad. Sigo echándole jeta al asunto y sin pensármelo le digo:

- Hombre, pues sus buenos dineros que le costaron ¿no?

- Que va... no te creas...  yo lo más cerca que he visto un colegio de pago, ha sido desde la acera de enfrente.

Lo observo  sonriéndole, es un tío de cuarenta y tantos años, pelo rizado, los ojos se me antojan claros, tiene cara de buena persona, es un poco más alto que yo; sus amplios pectorales y sus abultados bipces son  señal ineludible de que es un adicto a las pesas, aunque lo más me gusta , es la mata de vello que se  le escapa por la parte superior de una camisa blanca, la cual luce estupendamente sobre su tostada piel . Es tanta la seguridad que me proporciona,  que le tiendo  la mano y le digo:

- Mi nombre es Machirulo, Machi para los amigos.- Y es que nunca está de más tener un nombre falso, para estos menesteres.

- El mio Paco... Pero me gusta que me llamen “Pacomer”

Aunque el chiste está más “pasao” que “Operación Triunfo” le sonrío.... Tengo  ante mí, una rareza de las noches de Cruising: Alguien a quien le gusta hablar antes de follar.

Yo sobre el charlar antes de copular, tengo una teoría muy particular: Es necesario. Sino el acto sexual da lugar a un mal polvo, que  no es aquel que es corto o de variedad erótica escasa...Para mí, es aquel en el que no hay comunicación, y los dos patenaires buscan  su  única satisfacción personal, sin importarle el otro.  Y no es que yo vaya haciendo amiguitos cada vez que echo un casquete, pero si hay conexión verbal, la otra viene rodada. Y que quiere que te diga, si hay que ir se va; pero ir por ir...

Volviendo a donde estamos, ¡que me pierdo! Paco parece  simpático,( un punto)  se le ve atractivo (otro punto más) varonil( ya lleva tres).... Ahora lo que queda es que yo le haga  tilín, ¡porque el me hace:  tolón-tolón...!

Me cuenta  que es de Jerez, que había sido bombero, pero que tuvo un accidente, le tuvieron que poner una prótesis en la cadera (por eso, la leve cojera) y desde entonces ha estado retirado del servicio. Es escuchar que había sido bombero y me entraron unas ganas locas de ver, como era la manguera que gastaba  y es que a veces, (muchas veces) soy la hostia de morboso.

Durante un rato, seguimos intercambiando información personal, a mi cada vez me atrae más y sin pensarmelo demasiado,  me acerco  y le robo un beso... A él no parece disgustarle, pues su lengua se abre paso entre mis labios y empieza a bailar con la mia... Su boca tiene un sabor agradable y fresco, lo cual  me seduce aún más.

-¡Vente para acá! – me dice- Aquí estamos muy a la vista.

Lo sigo y nos internamos en los pinares cercanos, al amparo del anonimato de la oscuridad. Cuando nos cercioramos, de que estamos bien escondidos  de las miradas de la gente, proseguimos besándonos, esta vez su pelvis se pega contundentemente  a la mía; regalándome el roce de mi entrepierna con la suya. Siento que su miembro no se encuentra  dormido, y que  éste está  muy lejos de ser pequeño.

El deseo comienza a cabalgar, salvajemente sobre nosotros  y antes de que nos queramos dar cuenta, nuestras manos exploran apasionadamente el cuerpo del otro. Y no, no me equivoque: su polla , es de buenas dimensiones....¡ de muy buenas dimensiones!

Liberamos nuestros erectos miembros de la cárcel de la ropa y comenzamos a pajearnos sin dejar de besarnos. Mis manos palpan  su vigoroso cipote, es grande, aunque sin ser enorme;  una abultada cabeza reina sobre un tronco por el que bajan una gruesa vena hasta los huevos; sobre la gran bolsa de sus testículos se esparce una gran  pelambrera negra, que incita a lamerlos sin parar.  Una de sus manos masajea mi polla, mientras los dedos de la otra buscan el calor de mi hoyo anal.

En el preciso momento que más entusiasmado estamos, oímos el ruido de unos pasos; es alguien que se pone  a mirarnos con intención de unirse a  nosotros.  Paco  le hace un gesto despectivo con la mano para que se vaya... El individuo al sentirse rechazado se marcha.

Volvemos a reanudar las tareas de exploración sexual, cuando de la oscuridad vuelve a brotar otro tipo, éste es más atrevido que el anterior; trae ya el pajarito fuera de su jaula  y blandiéndolo al aire, como si de un sable se tratase.

Ante el patetismo del sujeto, el jerezano y yo nos miramos perplejos y sin poder evitarlo soltamos una carcajada. El atrevido provocador, al sentirse ridiculizado, se marcha  sin decir esta boca es mía.

- ¡Shurra, no hay manera de concentrarse, con tanto buitre rondando !

- Pues tú me dirás que hacemos... Porque yo esto, no me lo conozco.

- Pero yo sí... ¿Coges el coche y te vienes conmigo a un sitio más tranquilo?

Le contesto  afirmativamente, nos subimos los pantalones  y pocos minutos después, mi vehículo sigue al suyo, en dirección al “sitio más tranquilo”

Secundo  a Paco por unos escarpados senderos,  los cuales no me dan muy buena espina; tengo que subir las ventanillas y todo,  para que el polvo no acampe salvajemente por el interior de mi coche.  Diez minutos de abruptos caminos, el jerezano detiene el coche... El lugar donde me ha traído  tiene  muy buena pinta: solitario y sin estar a la vista de nada, ni nadie.

Nos apeamos  de los vehículos, Paco se dirige hacia mi. Una vez a mi altura, posa sus manos sobre mi cintura y con una desvergonzada sonrisa, me dice:

- ¿ Por donde íbamos, shurrita?

- ¡Tú sabras! Porque yo esto no me lo conozco. - le contesto levantando las manos, y con una expresión de “ a mi que me registren”

Los ojos del bombero retirado buscan los míos, cuando comprueba  que le estoy vacilando un poco, me agarra fuertemente por la cintura y aproximándome hasta  él me dice :

- ¡ Tú estas hecho un cabrón de marca mayor! Nada más que por eso, vas a pagar prenda.

Tira de mi barbilla suavemente hacia la suya, con el único objetivo de unir mis labios con los suyos.  Este beso es más relajado y complaciente que los anteriores;  pues Paco, al igual que yo, en la zona de cruising se sentía  bastante incómodo.

Mientras nuestras lenguas se entremezclan, nuestras manos acarician el cuerpo del otro; su pectoral, como puedo comprobar, no es potente sólo en apariencia.  El tacto de su duro tórax, hace  que el deseo comience a pasear por mi mente; como consecuencia de ello, mi polla empieza a erguirse. Cuando acaricio su barriga y  constato la dureza de esta y compruebo que su abdomen  tenía hecho un buen rodaje;   firme y sólido, aunque bastante lejos de las publicitadas abdominales, tipo tableta chocolate.

Mis dedos caminan por su entrepierna, confirmando con este paseo, que está igual de empalmado  que yo.... Mi excitación, me empuja a desabrocharle el cinturón y la bragueta. Quiero  esa polla entre mis dedos ¡Y la quiero ya!

Cuando saco  el vigoroso miembro de su prisión, líquido preseminal empapa mis dedos. A pesar de la oscuridad, al agachar la vista puedo ver que no está descapullado; bajo el prepucio, para dejar al descubierto un húmedo capullo, que está pidiendo  a gritos: ¡cómeme! La sensatez domina mi mente y antes de meterme aquel manjar en la boca, busco en mis bolsillos un preservativo y envuelvo el excitante miembro con él. A continuación, invito a aquel hermoso cipote a visitar los interiores de mi paladar.

Desde el primer momento que empiezo a mamar,  aquel delicioso nabo, una pasión salvaje se apodera de mí. Es tanta  la fuerza y la  lujuria con  las  que impregno,  cada chupetón que le pego, que Paco me tiene que decir:

- ¡Para, que no quiero correrme todavía! - su voz que suena  como una imploración, cambia  rápidamente a un tono zalamero, que roza la chulería-¿Tienes hambre? Shurra, que… que no te han “dao” de “zenar” esta noche.... ¡ Pues ahora te la sigues comiendo! ¡Levántate, que  quiero seguir saboreando tus labios!

Me vuelve  a besar, esta vez no hay  tanta pasión en sus labios; es delicado, casi tierno, sus manos se meten por debajo de mi camiseta, buscando mis tetillas, cuando las alcanzan, sus dedos aprietan suavemente mis pezones; es tal la maestría con la que el jerezano me toca, que una sensación de bienestar recorre todo mi cuerpo; estoy  tan relajado, que me dejo  hacer con una pasividad, casi  impropia de mí.

Paco me quita la camiseta y la echa en el interior de mi coche; a continuación sus labios muerden mis pezones  con una suavidad, que hace que mi polla palpite excitada.

- Te gusta ¿Ein?...

Respondo  con un suspiro apagado, el  tío sabe cómo tocarme y donde...  Mientras sus labios degustan mi piel, sus manos bajan por mi espalda hasta su final, me quitan  el pantalón y se meten  dentro de mis boxers, para terminar apretando fuertemente mis glúteos.

-¡Qué buen culo tienes, gachón! ¡joooder!

-Todito para tí...

No sé qué me impulsa a decir la  barbaridad que digo, lo veo hasta  inadecuado, para como yo soy. Pero, por otro lado,  he de reconocer, que en ciertos estados apasionados, me dejo llevar…¡ y me lanzó sin paracaídas! Y ahora mismo,  se puede decir; me encuentro, en  uno de esos “ciertos estados apasionados”....

- ¿De verdad? - dice con una voz cargada de sensualidad, mientras sus dedos pasean por la raja de mi culo.- Pues no sé yo, no sé yo... esto está muy estrechito.

- Si, te lo sabes trabajar... dilata ¡y mucho !

- Ufff! Pues esto tiene su trabajito....- mientras dice esto intenta introducirme un ensalivado dedo en mi ano- Shurra, no va a haber paro en España, si “to” el trabajo lo tienes tú aquí... Porque para entrar ahí, hay que currarselo y  un montón ¡Pero no te preocupes, que veras como si ! No vaya a ser que te lleves, una mala impresión para Sevilla.

 Aunque tengo que reírme por su ocurrencia -y es que el tío no para de soltar paridas;  aunque su humor es un poco basto, tiene una gracia que le rebosa por las orejas- cuando  veo que está empeñado  en querer meterme los dedos con saliva únicamente; me tengo que poner un poco serio, para que pare; pues al final, me va a hacer daño.

- ¡ Quillo, déjate de rollo!  ¡Que con saliva no metes nada,  ni de coña !

- Entonces ¿lo dejamos?- su cara es  la de un niño que se le ha pinchado la pelota

- No, hombre. Tengo lubricante en el coche... - al decirle esto, los ojos de Paco se iluminan de inmediato. Le falta ponerse a dar palmas y decir: ¡Bien, bien!

Con el pantalón a media cintura, entro en el coche y busco  el gel dilatador en la guantera. Como entro  por la puerta  del conductor –  es la que me queda  más cerca- me tengo  que poner de rodillas sobre el asiento; circunstancia que aprovecha Paco, para hundir su lengua en mi ojete... Yo no puedo  hacer otra cosa, que ceder y dejarme caer por el trampolín del placer.

El jerezano está demostrando ser un amante como la copa de un pino,-ya no había lugar a dudas, esta noche no terminaría, sin ser yo penetrado por él; ¡no me lo perdonaría, durante el resto de mis días! Hay cosas, en la vida que hay que cogerlas al vuelo o si no se escapan; el hombre que tengo conmigo, es una de ellas.

Su lengua, suave y rasposa a la vez, lame  mi agujero, de una forma, como muy pocas veces me lo habían hecho; parando cuando debía de parar; insistiendo en las zonas más erógenas... Su único objetivo es proporcionarme placer; es tan excitante y placentero  este beso negro; que incluso consigue que dilate un poco; pues su dedo índice atraviesa mi esfinter sin dificultad alguna.

Me pide  que me quite los pantalones, accedo de buen gusto; cuando me ve completamente desnudo, suelta una frase, con la que no puedo evitar echar una carcajada.

- Pisha, ¡estás taco de bueno! ¡Estás tan bueno, que deberías pagar hasta impuestos!

No sé qué me agrada más, si lo exagerado de su elogio o la gracia natural con la que dice las cosas. Me voy  para él y tras darle un breve muerdo en los labios, le digo  con  total sarcasmo:

- ¡Tú cállate y no des ideas!

Seguidamente, él  se desprende de la camisa que lleva puesta, descubriendo un precioso tórax cubierto por un muy corto vello. Sin poder evitarlo, me abalanzo sobre su pecho y mordisqueo  suavemente su pelo rizado. Él aprieta mi cabeza contra su  torso, en pos de alargar el placentero acto.  Mientras mi boca se desliza sobre sus tetillas, Paco me quita el envase que traigo  en las manos, vuelva un poco de gel sobre su pulgar; para acto seguido llevar este a mi ano. Su dedo se mueve circularmente sobre las paredes de mi agujero; excitado como estoy, cedo gozosamente al empuje. Cuando considera que mi hoyo está suficientemente lubricado, me aparta de él con un fugaz beso.

Se desprende de sus pantalones y los pone sobre el coche, me coge de la mano invitándome a que lo siga. Sin mediar palabra, me solicita  que me ponga de espaldas sobre el capo del coche; cuando me echo sobre él, siento el calor del motor en la zona lumbar. Al levantar mis piernas y ponerlas sobre los hombros, mi ano se presenta ante Paco  como un túnel, el cual había que taladrar. No se hace de rogar mucho y sin salvajadas- con mucha ternura diría yo- introduce su miembro en mi esfinter. Cuando su polla se acomoda en el interior de mi recto,  la delicadeza dio paso a unos viriles envites.

En este momento, la satisfacción  nos reboza hasta por las orejas. Paco en su desparpajo particular, se deja caer con una de sus frases ingeniosas:

-¿Ya te puedo llamar Machi ?

- ¡ Me puedes llamar como te dé la gana!-le digo yo, en un tono de total complacencia.

Minutos después tras un gozoso mete saca, Paco y yo nos corremos al unísono. Su cuerpo permanece sobre el mío, mientras nos recuperamos y nuestras respiraciones vuelven a la normalidad.

El post-polvo también es  agradable. Paco es  simpático a más no poder y disfruta de la gente. Hay  momentos en que me recuerda  a Ramón, mi Ramón.  Al despedirnos con un merecido beso, me pide el teléfono para quedar otro día. Bajo la cabeza avergonzado, y le digo, con una voz entrecortada que mejor no.

-Lo siento- prosigo al ver la tristeza en su cara- El momento ha sido estupendo, y sé que si repetimos otro día; seguiría siéndolo. Pero mi vida es ya bastante complicada...

Me mira, como entendiendo lo que digo. Se acerca y me da un leve beso diciéndome:

-Pues si vas por Jerez. Y me ves. Dime algo

- Por supuesto- le digo con una sonrisa, que culmina en un beso.

De regreso a casa, pienso  si no estoy  renunciando a algo de lo que me tendré que arrepentir.... Pero, por otro lado,  ya tengo bastante con José Luis(al que sé a ciencia cierta que volveré a ver) con Iván ( cuyas secciones de sexo me dejan exhausto) y Ramón ( al que he  abierto mi corazón de par en par, y para que se quede) Sé que el Jerezano merece la pena; pero mi vida es ya demasiado enrevesada;  y por respeto a él, prefiero  que se quede con el recuerdo, de lo bueno de este momento.

Es curioso, siempre he  tenido en mente que un cruising-polvo, es algo olvidable- así fue la anterior vez que estuve en Punta Candor, con el joven de los pinares- pero el rato que había pasado con Paco; se quedará grabado agradablemente en mi memoria.  Lo que me confirma que a la hora de follar no es  el sitio, sino las personas....

 

No quiero extrañar nada.

DOMINGO 19 DE AGOSTO 2012 ( Después de cenar)

A pesar del poco tiempo que había pasado, la noche que pase con Ramón, me parece ya tan lejana. Muy a mi pesar;  tengo que reconocer, que todo  fue tan especial, que todavía siento  mariposas en el  estómago. Pero hay que seguir “palante”, él tiene su vida, yo la mía.... Por otro lado, está José Luis, ¡me encanto el sexo con él!... Es un tío, de los pies a la cabeza... Pero,  aunque solamente han pasado  dos días; su recuerdo se diluye en mi memoria....Y que quiere que os diga, aunque me lo pasé muy bien con el jerezano  del cruising- polvo; mi cuerpo, empieza a pedir otra sesión de sexo... Como si, desde que “arregle” mi situación con Ramón, hubiera abierto el grifo del deseo, y éste no se pudiera cerrar. Por eso, mientras preparo  la maleta para los días que voy a pasar en los Caños, con JJ y Guillermo; mis pensamientos, dominados por mis más primitivos instintos, siempre acaban, imaginando encuentros sexuales por aquellos parajes... No hay raciocinio alguno en mis elucubraciones; únicamente instinto, salvaje instinto.

Por mucho que me auto analice, no me entiendo cuando  estoy en este estado; la posibilidad de sexo me excita más que el propio acto en sí. Y solo el resonar en mis oídos,  del lema de JJ: “sexo y desenfreno”, hace que me excite...

 JJ, ¡ El jodido JJ!  El tío ha hecho siempre de su capa un sallo y ha conseguido que su vida, sea lo que él espera de ella. Puede tener sus malos momentos- como todo el mundo- pero no vive una mentira; mentiras que a la larga o la corta siempre vienen a pedirte cuentas. Días como el de hoy, pienso, que en mi afán de llevar una doble vida;  a veces me encuentro, con que no sé quién soy... Y me tengo que buscar en el espejo, para no perderme, más aún.

 Y es que, a diferencia de mí, el bueno de Juan José siempre había tenido muy claro su orientación sexual. En la adolescencia tuvo unos problemas muy gordos, que a mí, de verme en su situación,  seguramente me hubieran superado, y me hubiera convertido en un ser triste y amargado. Pero a él, no. Al contrario, pues  ahí estaba el tío, que siempre tenía una sonrisa y amabilidad para repartir con la gente.

 ¡Mira que fui cabrón, con él al principio de conocernos!  Mis inseguridades, no querer dejar a mi novia, usarlo sólo para el sexo y un sinfín, de actitudes egoístas, de las que no estoy nada orgulloso y que en el fondo,  sólo consiguieron hacerle daño.  Aunque, nunca me dijo nada; sé que con mi actitud, disté  mucho de ser una buena persona con JJ. Aun así él, cuando hizo falta, me abrió sus brazos de par en par; sin reservas. Y es que mi amigo, no sabe ser de otra forma.

Por eso, cuando veo lo bien que le va con su novio, no puedo más que alegrarme. Guillermo, es un hombre como los que ya no se fabrican; físicamente está muy bien,  a pesar de que es bajo (uno sesenta y poco creo), pero ya se sabe lo que dicen de las buenas esencias... Si en apariencia es deseable,  lo mejor de él,  es que es un tío encantador, se masca en su mirada que es buena gente; que no tiene dobleces.  Hacen una pareja, como las que no hay.... a veces me dan un pelín de envidia; pero yo, ya después de mi último  y primer “novio”, quede vacunado  de esa enfermedad  llamada “pareja”, por siempre jamás. Aunque nunca se ha de decir, de este agua...

Cuando cierro la maleta, vuelvo a pensar en ellos; y, paradojas de la vida;  en un mensaje de SMS que yo mandé, (sin el permiso de JJ, claro está) el cual  ayudó mucho (según ellos)  a que estén juntos hoy en día.

AGOSTO 2011

Aquel verano, no habíamos conseguido armonizar las vacaciones; JJ las cogía en Octubre y yo como siempre en Agosto. Así, que lo único que pudimos aprovechar de aquel verano fue los fines de semana. A pesar de que en la casa de Sanlúcar había sitio de sobra, el declinó mi invitación, argumentando, que él venía a  la playa, a pasárselo bien y no a meterse en un  convento: “... y si ligo, ¿Dónde coño me lo llevo?- me argumentaba.  Así que cada fin de semana, el chico se quedaba en un hotel en Chipiona; a mi madre, que aprecia mucho a Juan José, aquello le caía nada más que regular, tirando para mal. Pero en fin, mi señora madre, no se lo tenía en cuenta y cada vez que aparecía por Sanlúcar, en  aquellos locos  fines de semana, lo trataba con el mismo cariño de siempre; como uno más de la familia.

Todos los sábados, después de pasar el día con toda la prole; hacíamos nuestras excursiones por el ambiente de la costa gaditana; unas veces nos íbamos al Puerto de Santa María;  otras a Cádiz y cuando no a Jerez.

La  noche de marras,  estábamos en el “Fangoria”, una discoteca   gay de Jerez. La noche se presentaba muy, pero que muy  rara, mucha juventud puesta hasta arriba de todo y la gente que pasaban los treinta y tanto, tampoco se quedaba corta. JJ y yo,  creo que eramos la excepción, que cumplía la jodida regla.

 La música del local,  para más inri, era horrible; machacona y repetitiva a más no poder.  Música a la que vulgarmente se conoce por el nombre de “pastillera”. Y es que las pastillas, queramos o no,  van unidas intrínsecamente a ella; tanto si este sonido  te gusta (las ingieres antes  de escucharla, para animarte), como si  no ( te la tomas después para el dolor de cabeza).

En fin, que aunque había gente mona y tal; las expectativas de la noche no eran muy halagüeñas y la copa que teníamos entre las manos, se nos hacía, a cada minuto, más eterna. Aburridos, decidimos abandonar el local. Nos dirigíamos hacia la salida, cuando JJ, me soltó su frase característica, de cuando veía un tío bueno:

- Mariano, ¡me parece haber visto un lindo gatito!

Busque con mi mirada, la causa de su exclamación; en principio no encontré nada que me llamará especialmente la atención. Tuve que poner cara, de no saber de quién me estaba hablando, porque con ese tono suyo, casi caricaturesco, me dijo:

- ¡Al que le falta las siete novias y los seis hermanos!

Captando la broma de mi amigo, busque alguien con una camisa  de leñador (según él ) ; a unos metros de mí, me encontré con un chaval bajito, el cual  lucía una blusa de cuadros, rapadete y con un pectoral y bipces que ya quisiera yo para mí. Aunque no era  muy guapo, su cara rebosaba de atractivo; y este, como ya sabemos todos, es una cualidad que al contrario que la belleza no se marchita con los años.  Lo observé de nuevo;  y al ver lo peludo que era, no pude evitar decir una de las mías:

- ¡Pues sí que está bueno! ¿Sabes a quien me recuerda? A Lobezno de los X-men

- Es verdad, se da cierto aire... Pues sabe lo que te digo: ¡ A mí, no me importaría ser su Ciclope!- exclamó Juan José riéndose.

No sé como se las apaño; si juego de miradas, si risitas o si ambas cosas. El caso es que a los pocos minutos teníamos al atractivo y musculoso osito, entablando una animada conversación con nosotros. Nos dijo que se llamaba Guillermo; curiosamente era de Sevilla,  estaba de fin de semana en la Playa de La Victoria, y había ido de pendoneo a Jerez.  Desde primer momento, mi amigo y él, conectaron muy bien; tan bien, que decidí dejarlos sólo y dar una vuelta por el local.

Como no encontré nadie, que llamará mi atención-  bueno sí; pero fui invisible para él- decidí volver con JJ. Lo que me encontré, me dejo un poco perplejo; Guillermo y él se habían refugiado en uno de los rincones del local y se estaban dando un soberano morreo. Esperé que descansaran para tomar aire y me acerqué   les deseé una buena noche  y me despedí.¡ Tres son multitud, según que situaciones!

Al día siguiente, no eran ni las diez de la mañana todavía, el móvil sonó: era JJ. Pensando que le podía haber pasado algo malo, salí de mi merecido sueño para contestar la llamada. Contrariamente a lo que yo pensaba, la voz de mi amigo no daba muestras de problema alguno, sino de una euforia y alegría desmedida. Me pidió quedar para desayunar, en unos de los bares de la Plaza del Cabildo, que lo que me tenía que contar,decía,  no  lo podía hacer por teléfono.

-Espero que sea importante- le dije con voz soñolienta - porque en este momento  estaba soñando, que George Cloney me invitaba a pasar a su habitación...

- ¡ Otro día quedas con él, que seguro que te espera! -me contestó JJ con un tono totalmente despreocupado- ¡ Lo que te tengo que contar, es más importante que cien George Clooney!.

Media hora más tarde estábamos sentado en una terraza, bebiéndonos  un café y devorando una tostada de manteca de lomo (con más lomo que manteca) ; JJ estaba ansioso por desahogarse y contarme, aquello que le reconcomía por dentro, se apreciaba en sus enormes ojos marrones, en lo gestos de su cara, en cada movimiento de su ser.... Cuando vio el momento preciso, con una sonrisa de satisfacción que le llenaba toda la cara y se le escapaba por los ojos; me dijo de manera grandilocuente:

- Mariano,... Sé que te lo digo muchas veces... pero esta vez es la de verdad: ¡ME HE ENAMORADO!

JJ es muy dado de lanzarse a la piscina, también es de lo que no comprueba que está, tenga agua antes de tirarse.  Así que me vi en la tesitura de no saber si animarlo, o de pedirle que fuera con cautela.  Opte por lo que mejor se me da: escuchar y no opinar (Así no te equivocas ).

 

- Nos fuimos enseguida del Fangoria; le dije que tenía sitio en Chipiona y nos faltó tiempo para salir disparados hacia el Hotel. Una vez en la habitación, me besó como no lo habían hecho antes; el tío te lo hace con una ternura que no se puede comparar con nada... Me metía la lengua poquito a poco como si estuviera chupando un bombón; me acariciaba la espalda de una manera tan sensual, ¡me daba hasta escalofríos! Yo también pasaba mis dedos por la suya, ¡que delicia de espalda: dura y bien formada!  Estuvimos por lo menos diez minutos besándonos; y fíjate, que no pasó las manos para la parte de  abajo...  Tú ya sabe lo que te quiero decir...Fue todo muy tierno...  A mí no me tenía a cien,¡ me tenía a diez mil! Pero como el tío no me tocaba por ahí, yo tampoco. Llegó un momento que no me pude resistir más y le metí una de las manos por debajo de la camisa y le toque uno de los pezones. ¡ Joooder! ¡Vayas pectorales. Enormes y peludos! …. Tuve que respirar profundo y todo, cuando se los toqué... ¡Mi corazón empezó a  latir de una manera bestial!  Le desabotoné la camisa para vérselos bien, y eso Mariano, no era sólo para mirar, eso había que chuparlo. Me lancé sobre sus tetillas,  intentando absorber el olor que emanaba su cuerpo; aunque estaba sudado y todavía quedaban resquicios de perfume; despedía un olor fuerte y tan agradable a la vez.  Olía a macho cien por cien.¡Mmmmm....! Me puse como una moto y  le pasé la lengua,  primero por un pezón  y después por el otro. Cuando me cansé de lamerle el tórax, me puse a besarle  la barriga. ¡El  tío tiene los  abdominales duros, duros! No marcaditos como los modelos , ¡ pero fuerte!. Y ya como tenía tan cerca su paquete, me puse a acariciarlo; uffff..... ¡No veas lo empinada que la tenía!

Cuando me quise dar cuenta, le había sacado la verga  y le estaba metiendo un buen julepe. Me agaché y la observe durante unos segundos: era una de las pollas más bonitas que había visto en mi vida (y yo he visto unas cuantas- bastantes); su tamaño era ideal, ni enorme que te deja dolorido, ni pequeña que no te enteras, la cabeza estaba cubierta por un rosado prepucio y una vena gorda y ancha la recorría desde la cabeza hasta abajo; ¡Ufff... Para hacerle una foto!

Descapullé su glande, tiernamente; no quería parecer un putón verbenero, que se mete en la boca lo primero que le sale; mire su capullo como si le hiciera un reconocimiento médico. Lo miré y le dije: “La tienes limpia”  y sin más preámbulo me la metí en la boca.  Si sus labios sabían bien, ¡no veas su cipote lo rico que estaba! Una vez degusté un poco, el sabor de su glande, pasé la lengua por los pliegues de la piel que lo cubría; el me lo agradeció con una sonrisa. Si vieras lo guapo que se pone cuando sonríe, se le achinan los ojos y le salen unas arruguitas en la comisura de los labios...Tiene una sonrisa que te cautiva ¡Ay, Dios mio que lindo es!... Bueno, le metí una mamada de mil demonios; me sujetaba a su cintura, pues aunque tenía ganas de tocarle el culo; no me atrevía. Con la planta de macho que tenía; seguro que era de los que cuando le tocan ahí; se le agacha. Pero el me sorprendió, y me quito las manos de su cintura y me las llevo a su trasero. ¡ufff... que culo madre! ¡Duro y redondo como una piedra! Me deleité todo lo que pude,  mientras le pegaba la mamada, paseé mis manos por su trasero  y cuando me cansé la baje por las piernas... ¡De infarto! Musculadas y peludas.... Estaba tan excitado tocándolo que tuve que sacarme su verga de la boca, porque si seguía así, al ritmo que iba, lo único que iba a conseguir, es  que se corriera y ¡ no era plan, acabar tan pronto!

Le pregunté que si le gustaban los besos negros; no me contestó, simplemente me pidió que me levantará, que él también quería saborear mi cuerpo.  Cuando me pidió que me quitara el polo; la inseguridad me invadió. Tú sabes que vestido gano mucho, que para todos aquellos, que como tú, sois carne de gimnasio; la gente tan delgada como yo, no os parece muy  atractiva... Así que cuando me quedé desnudo de cintura para arriba, me quedé esperando su reacción; ¡estaba tan nervioso que la polla hasta se me agachó! Él se me quedo mirando, y allí estaba yo mostrando mi tostada piel de verano, sin musculatura ninguna... Esperando que me dijera  no sé qué y se fuera; y lo que se presentaba como una noche preciosa se fuera al traste. Pero su reacción fue bien distinta a la que yo esperaba... Se acercó, me inundo con el fulgor de sus penetrantes ojos marrones y me dijo: “ Tienes un cuerpo precioso”  No tuve más remedio que rendirme ante él, le volví a besar; el pene se me puso tieso otra vez ... ¡Fue automático!   Lo empujé sobre la cama, nos desprendimos del resto de la ropa y comenzamos a retozar como dos adolescente sobre las sabanas; nos mirábamos de vez en cuando y nos sonreíamos, parecíamos dos tontos babas... Cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos sumidos en un precioso sesenta y nueve; me la chupó divinamente, no sólo jugaba con mi polla sino que me acariciaba los huevos...¡ uff, que bien lo hacía! Le tuve que decir, que se detuviera en un par de ocasiones, que no me quería correr. Y es que tío, yo con un polvo voy listo...¡ No soy como esa gente, que dicen que pueden echar dos o tres seguidos!... Lo que te iba contando, que me pierdo. Después del sesenta y nueve, me pregunto que si todavía tenía ganas de comerle el culo... Como te imaginas, le dije un sí larguísimo: “¡siiiii....!. Se puso de rodillas sobre la parte superior de la cama y sacó el culo para fuera.... ¡Joder!  ¡Solo de pensarlo, me pongo caliente! Si bueno estaba por delante, más rico estaba por detrás.

Pocos culos tan perfectos como ese he visto (mejorando el de él aquí presente- pero tú no tienes pelos y eso, perdona guapo, te quita muchísimo morbo)  Me deleité unos segundos observándolo, me agaché para verlo de más cerca y lo acariciaba sin premura,  aquello había que saborearlo poquito a poco. Mordisqueé un poquito, los cachetes de su trasero, aunque intentaba no hacerle daño, unas leves muestras de dolor se le escaparon... como, tu bien sabes, el sado no es lo mío (¡Que con lo que pasó en  Galicia, quedó  ya satisfecha mi curiosidad, por siempre jamás!), comencé a  pasar mi lengua sobre sus glúteos; y aquello fue de lo más acertado, sus quejidos se transformaron en suspiros de gozo.  Paré mi nariz frente a su orificio anal; aspiré profundamente, era un olor fuerte y penetrante; pero a la vez agradable. Solo con degustar aquella fragancia, mi verga se puso más tiesa todavía. Aparté sus  glúteos, y metí mi lengua en aquel peludo hoyo; chupé aquel agujero como si fuera el plato más exquisito. Segundos después su ano rebozaba de mi caliente saliva y de su boca salían unos suspiros, muestras  de  una completa satisfacción.

Unos minutos después, en los que mi boca parecía que se iba a soldar con su ano; Guillermo me pidió que no siguiera; que con lo bien que lo estaba haciendo, él debería pagarme con justa moneda.

Ocupé su lugar en la cama, y cuando me quise dar cuenta su lengua había penetrado hasta mis entrañas, tenía una manera de lamerme, que era tan ruda y tan tierno a la vez; que sentí como de la punta de mi pene, escapaban unas gotas de precum. Tenía el culo completamente húmedo, cuando dejé  de sentir su boca; lo próximo que sentí es su antebrazo, su peludo y rudo antebrazo. El  cual pasaba, de forma transversal, por la raja de mi culo... ¡ Jo, tío fue un gustazo de cojones”! ¡Creí que me corría,quillo!... Y es que sentir el roce de sus pelos contra la piel rugosa de mi culo, me puso super excitado. Lo movía arriba y abajo como si intentara penetrarme con él.... ¡A mí me hubiera dado igual! Pero no van sus gustos, por ahí...  Lo siguiente que siento, es su polla, que sustituyó  a su brazo en el intermedio de mi culo. Paseó su erecto cipote por aquella raja, jugando al ahora te la meto ahora no; dejó el apasionado sube y baja para buscar sus pantalones, saco un preservativo de sus bolsillos, se lo puso, no sin antes, buscar con su mirada mi aprobación. Como vio que problemas cero, prosiguió.

  Cuando me penetró, yo estaba tan ansioso por que lo hiciera, que  empecé a derramar, sin querer, un poco de esperma sobre la almohada. ¡Qué manera de follarme! Dilatado como estaba, después del beso negro, su polla me entraba sin problemas, la sacaba, la metía... aumentaba el ritmo, lo bajaba … si hasta se subió sobre mí y me la clavo desde arriba.... Su miembro se unía a mi ano, como si quisiera fusionarse con él....   Yo estaba en el séptimo cielo, pues desde que empezó a penetrarme, me encontraba con la extraña sensación, de estar corriéndome todo el rato... pero sin soltar ni gota... fue como un orgasmo dilatado en el tiempo. ¡Muy pocas veces, me han hecho sentir así...! Cada vez me la clavaba más adentro, y un agradable calor me llenaba las entrañas. Tardo bastante en correrse pero cuando se corrió, apretó mi cintura, como si intentara meterse aún más en mi cuerpo. Creo que es de los que le gusta gritar... ¡ Si se contuvo, creo que  fue por donde estábamos y la hora que era...! ja, ja, ja.... ¿ Te lo imaginas? Un macho  peludo y musculoso como él, vaciando la leche de su polla sobre ti y gritando en plan Tarzan. Ufff ¡que rico tío ! Yo al sentir como él se corría termine de vaciar mis huevos, con un pelín que me toque, me corrí....¡ y es que estaba a novecientos mil !

Nos tendimos el uno junto al otro, me acaricio la cabeza la cual tenía apoyada sobre su tórax y me dijo: ¿ Qué tal lo he hecho? Lo mire muy serio y le dije: Fatal... El gesto se le entristeció de momento, pero le cambio cuando termine la frase riéndome: “ Lo has hecho tan mal, que vas a tener que repetir, hasta que te salga bien”  Me dio un tierno beso en la frente, y me dijo riéndose: Cuando quieras, y procuraré hacerlo mal, ¡Muy, muy mal!

Al rato nos duchamos y nos acostamos para dormir un poco.  Hasta las siete, ha estado durmiendo conmigo; el pobre ha caído rendido de golpe; aunque él que ha dormido muy poco, he sido yo, pues no he dejado de mirarlo en toda la noche. ¡Y es que Guillermo esta taco de bueno, tío! Si fuera un pelín más alto, era el hombre perfecto.

Antes de marcharse,  nos dimos los móviles para llamarnos para quedar otro día; pero tú ya sabes cómo es eso, en el calor del momento todo el mundo dice que te va a llamar  y después nadie llama.

Otra historia más para contarles a los nietos que nunca tendré. ¡Oye! ¿Tú no dices nada?

-¿Que quieres que diga? Tú has quedado conmigo porque tenías ganas de desahogarte con alguien... no porque tuvieras ganas de conversación, así que eso es lo que he sido hoy: todo oídos.

-Y después tú me preguntas que por qué te quiero tanto... ¡Si, a ti te hicieron y rompieron el molde!

-Mejor, pues ¿Tú te imaginas dos como yo?

- No, mejor no... - dijo JJ agitando la cabeza y la mano de forma negativa a la vez que ser reía.

JJ miro el móvil varias veces, como si al hacerlo, éste  fuera a sonar... No dijo nada, pero  tras el entusiasmo que lo envolvía unos momentos antes,   un desconsuelo  pareció invadirle; su encendido rostro pareció apagarse por segundos.

Conocedor de los momentos de vacío, tras una noche de sexo pleno; no dije nada y me calle. Ni sabía que decir, ni creí que nada que pudiera salir de mi boca lo pudiera aliviar. Tras un minuto de silencio que se hizo eterno, Juan José levanto la mirada y con cierto desagrado dijo:

- ¿Nosotros hemos pedido Zumo de naranja?

- Si- dije con un tono de no saber de qué iba la cosa.

- Pues les ha dado tiempo de ir por las naranjas a Valencia.- y empujando su silla hacia detrás se levantó de la mesa diciendo- Esta gente, estaría ayer de botellona y se les ha pasado.¡ Voy a ver si lo han puesto.... !

Soy de la opinión, que uno a la gente que quiere, la tiene que aceptar como es. Con sus virtudes y defectos; todo en un lote. Pero eso no quiere decir, que lo que nos molesta de esas personas; deje de hacerlo, por mucho que forme parte intrínseca de su personalidad.  

JJ desde que cumplió los 40, estaba muy poco receptivo con la gente que rondaba la veintena. No sé si porque consideraba, que era el remplazo que lo iba a echar a la cuneta; o porque, como el decía, pensaba sinceramente que eran unos inútiles, que se llevan todo el día enganchados al Twenty, al Face-book  y al WhatsApp..  El caso es que en aquel momento se estaban dando dos de las circunstancias con las que Juan José  es menos tolerante: No ser atendido debidamente en un bar y la desidia ante el trabajo de alguna gente joven.  Así que temiéndome lo peor, permanecí sentado, esperando que pasara la tormenta. Pues  tenía claro, que tormenta habría, lo que no podía profetizar, era el tamaño de los truenos. …

Mi amigo en su afán de hacer valer sus derechos como consumidor-en este caso concreto de un zumo de naranja que no nos habían servido- se dejó el móvil sobre la mesa. El mismo móvil, que había estado observando, insistentemente, esperando que sonara.... Y mira tú por donde, el teléfono sonó. Lo cogí para contestar, pero no era una llamada; era un mensaje. Dicen que la curiosidad, fue  la culpable de la muerte de las mujeres de Barba Azul, pero a mi JJ, no me iba a matar (por lo menos, eso creí). Así que ni corto ni perezoso abrí el contenido del SMS y lo leí:

Guillermo

 

Te exo de menos.

 

Bexos.

 

Estuve contemplando la iluminada pantalla del celular durante unos segundos; mi amigo no volvía de su odisea en pos de los zumos de naranja. Una idea se me vino a la cabeza, una idea que hoy en la distancia del tiempo me parece una desfachatez, pero si de algo peco, es de impulsivo. ¡Así me va!

A los pocos minutos volvió mi amigo, cargado con las zumos, en su cara se pintaba  una sonrisa de oreja a oreja ( Eso quería decir que no se había peleado con los camareros-¡Menos mal!)  Soltó la bebida, sobre la mesa y dijo, con un tono bastante más amable del que llevaba cuando se marchó:

- Al chaval que se le había olvidado pedírselos al de la barra.  Pero con  lo guapo y simpático que es....

Interrumpí su discurso, y en un tono muy serio le dije:

- ¡Te han puesto un mensaje!

Al escuchar esto sus inmensos ojos marrones se  iluminaron y como un poseso cogió el móvil en ademán de leer, lo que le habían escrito. La cara de tonto que se le puso, mientras leía lo que le había puesto Guillermo, se troncó cuando se dio cuenta de que yo, lo había leído ya.

- ¿¡Tú quién eres para leer el mensaje¡?

- Alguien que te quiere mucho... - dije en un tono chulesco, bastante impropio de mí, añadiendo- También lo he respondido.

La cara que se le quedo a Juan José cuando oyó esto no era un poema; era “Platero y yo”, que al ser poesía en prosa, es más espesa. Sus dedos buscaron frenéticamente el mensaje enviado. Cuando lo leyó,  una sonrisa deslumbrante lleno su rostro, para terminar diciendo con voz patosa:

- ¡ Qué guapo! A mi esto no se me hubiera ocurrido. No sabía yo que fueras poeta.

- ¡ Ni, lo soy.! Es mi traducción libre de una canción de Aerosmith.

- Pues es precioso....

No había terminado la frase siquiera cuando el teléfono sonó. ¡Era Guillermo!

De nuevo me volví a quedar solo. Esta vez la única trastada que hice fue tomarme los dos zumos (Se iban a calentar y el zumo caliente esta para que le den morcillas )  Cuando JJ volvió, ya no se acordaba siquiera de ellos. Venía eufórico; la alegría se podía cortar en su rostro. Sólo le quedaba dar saltos de alegría.

- ¡Hemos quedado mañana, para tomar unas tapas!

 Aquella fue la primera de muchas citas. Citas que desembocaron   en una vida en común, que todavía dura.   A ciencia cierta, sé que si no hubiera sido el dichoso mensaje lo que los hubiera unido, ellos ya se hubieran dado las trazas.  Pues habrá parejas que se quieran igual, pero no más que ellos. Tanto Guillermo, como JJ dicen medio en broma medio en serio, que yo, con mi SMS fui para ellos, como una especie de cura que los casó.... Espero que los días que las riñas y enfados llaman a sus vidas, no me consideren culpable de su unión... Lo que si es cierto, es que hacen una pareja muy, muy bonita.

 

 

 

 

¿Ah! que se me olvidaba, el mensaje de marras decía lo siguiente:

 

 

No quiero extrañar nada.

No quiero extrañar ni una sonrisa,

No quiero extrañar ni un beso,

Ya que sólo quiero estar contigo,

 

(Un poco cursi, ya lo sé, pero a veces me dan esos puntos)

Este recopilatorio incluye:

“Punta Candor siempre llama dos veces” (publicado originalmente el 24/12/2012) y “No quiero extraña nada (07/01/2013).

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