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Algo para recordar

en Gays

Historias de un follador enamoradizo

 

 

Episodio XIX: Algo para recordar

 

( Este relato es continuación de “ A propósito de Enrique”)

 

La historia hasta ahora: JJ, Guillermo y Mariano. Se marchan unos días a los Caños de la Meca ( una playa de la costa de Cádiz). Durante el trayecto ; el “loro” de JJ, cuenta a Mariano que se encontró al ex de éste; y lo que en principio podía haber servido para burlarse del tal Enrique, trajo a la memoria de Mariano, un sinfín de acontecimientos nefastos... El último y más doloroso, quizás, el acontecido la última semana santa: dejándose llevar por unos encantadores momentos vividos en compañía de su ex, Mariano estuvo a punto de volver a follar con él. Destrozado por el cumulo de sensaciones contradictorias, llamó por teléfono a un amigo....

 

02 de Abril del 2012

 

 

No sé que me hacía más daño: la soledad, la nostalgia o el ser tan ingenuo como soy. Allí estaba yo haciendo cabalas, y dispuesto a decir: The winner is... cuando el estridente sonido del timbre de la puerta de entrada, me sacó de mis meditaciones.

 

Algo bueno deberé haber hecho en esta vida, para tener tan buenos amigos. Amigos a los que recurre, cuando no tienes más remedio y no te fallan nunca. Al abrir la puerta y encontrarmelo allí, el corazón me dio un vuelco. Traía los hombros de la cazadora de cuero empapados por la lluvia. Un flequillo mojado, se pegaba a su frente; pero ni por el hecho de estar incomodo por la manta de agua que le había caído encima ; dejo de regalarme una sonrisa al decirme hola. Y es que Ramón es así.

 

Lo hice pasar y le dí una toalla para que se secara. Al verlo, no pude evitar la sensación, de que todo me había salido mal en esta vida. Desde cuando lo conozco : desde siempre. Desde cuando me siento atraído por él: desde que tuve constancia que me gustaban los hombres. ¿Por qué fui siempre tan cobarde y enmascaré mi vida y empecé a mantener una doble identidad, como si fuera un superheroe al uso?.¿ Por qué no le conté nunca a Ramón, cuales eran mis predilecciones sexuales? Se me ocurren un montón de respuestas; pero todas hecha desde el raciocinio, sin pasar por el corazón.

 

Quizás, la razón más importante, sea esta existencia compartimentada que me he creado. No mezclando, a las personas de los distintos hábitos de mi vida. Mi doble vida. El caso que mientras Ramón, restregaba la toalla contra su empapado cabello, no pude reprimir el pensamiento de que hubiera pasado si, hubiera tenido el valor de confiarme a él. ¡Cuánto hubiera cambiado mi situación!

 

-Bueno... El señorito dirá... Porque alguna razón tendrás para que haya tenido que interrumpir mi homenaje a la Santa Cruzcampo. ¡Que estamos en Semana Santa, y hay que venerarla. !- al decir esto último hizo una serie de aspavientos con las manos.

 

Lo mire fijamente, sus palabras, no mostraban ningún reproche; al contrario, te decían abiertamente: cuenta lo que quieras, que soy todo oídos; sin reservas. Por aquel entonces, todavía no había probado el sabor de sus labios. Pero no por ello, el deseo de darle un prolongado beso fue menor.

 

-Nada que quería verte...

 

- Mira, Marianito.- al hablar comenzó a mover la cabeza en un gesto de incredulidad- Si yo cada vez que quisiera estar contigo, te pegará una llamada desesperada y vamos a estar todo el día, de aquella manera que tanto nos gusta ¡Así, que dejate de rollos y cuéntame lo que te pasa.!

 

Mi problema era ahora, cómo le contabas a alguien, de golpe y porrazo, que lo habías llamado porque te habían vuelto a destrozar el corazón, y a ese alguien, creías que le habías cerrado ya y por completo, la puerta de tu vida. Y lo peor de todo era que, ese alguien era tan ruin, que no sólo te puso los cuernos por sistema , sino que te hundió psicologicamente, hasta el punto de hacerte sentir culpable por lo sucedido.

 

Si a eso le sumamos, que la persona que tenía delante, para más inri mi mejor amigo; el cual, no tenía ni la más remota idea de que esa persona existiera. La verdad que era harto complicado. Pero, como en todas las cosas que tienes que ponerte a explicar en este mundo, y para que la gente te entienda; lo mejor, desde el principio.

 

Al tiempo que, con una desgarrada y apagada voz, fui desgajando mi historia con Enrique. La cara de mi amigo, no podía reflejar más perplejidad. No sé si por lo tortuoso de la relación, o por descubrir cuanto de mi vida le había estado ocultando todos estos años. El caso, es que lejos de enfadarse y cuando de manera irremediable, rompí a llorar como una magdalena, se puso a mi lado. Me abrazó refugiando mi cabeza en su pecho y besándome de manera fraternal la frente.

 

No sé que tiempo pasé desahogándome sobre su pecho, el caso es que pasada la primera rabieta mis manos de manera distraída empezaron a acariciar su barriga. Y él, en un intento de quitar importancia a lo sucedido, empezó a decir en plan de broma:

 

- Sí,sí, tú tocame mucho por ahí, que veras como vamos a acabar.

 

Lo miré, las lagrimas rebosaban de mis ojos; impregnado todo mi rostro. Un rostro compungido por el dolor. Dolor que llevaba cinco años reteniendo en mi corazón, intentando ser valiente y no ceder al sufrimiento. Sufrimiento que se vio amainado, cuando mire a Ramón con su magnifica sonrisa. Sonrisa que era medicina para todos mis males.

 

Me sequé los ojos. Lo mire y como única reacción ante lo que el dijo, bajé mi mano hasta su paquete, diciéndole:

 

- ¿Y qué pasa...? ¿ Hay algo malo si acabamos así?

 

- No, amigo... no... Yo estoy aquí para lo que te haga falta. Y si a ti te hace falta eso, yo no tengo ningún problema por dartelo- Sentenció Ramón medio en broma, medio en serio.

 

Era la segunda vez, que me contenía de darle un beso. Pero en cambio, le acaricie tiernamente la mejilla. Él me respondió rozando su barba contra mis dedos.

 

Al poco,volví a tocarle el paquete, su miembro ya no estaba flácido como segundos antes. Se encontraba duro, y si antes podía abarcarlo con la palma de mi mano; ahora toda la dimensión de ésta, era insuficiente, para acariciar aquella verga en su total magnitud.

 

Saqué impacientemente, su pene al aire y no pude evitar observarlo, su ancha cabeza, su tronco recubierto de venas y su tamaño, hacían de aquel pollón, un candidato a una de las nuevas siete maravillas del mundo (yo le votaba, sin lugar a dudas)

 

Me agaché y sin mediar palabra, introduje su glande en mi boca; empecé a saborearlo muy despacio, pasando la lengua levemente por su orificio central. Los primeros jadeos de Ramón, fueron el atenuante, para que prosiguiera metiéndome aquel cipote en la boca. Poco a poco, aquella herramienta carnal, atravesó mi paladar; hasta chocar con mi garganta. A pesar de las arcadas, a pesar de las pequeñas lagrimas que resbalaban por mi cara ( ¡Cuál distinta la motivación de éstas, a las de minutos antes!) seguí lamiéndolo, como si en ello me fuera la existencia.

 

Levanté la mirada, buscando el rostro de mi amante-amigo, tenia los ojos cerrados y su cara se estremecía de gozo. Satisfacción que iba en aumento, cuanto más fervor le imprimía yo a la mamada. Verlo así, como un niño a merced de mis labios; me puso a mil y tanto esmero puse en lo que estaba haciendo, que a los pocos minutos; mi boca hizo de su nabo un volcán, que erupciono entre mis labios. Mi paladar se llenó de un mar blanquecino de esperma, que traspasó mi garganta; dejando un sabor agridulce a su paso. Por segunda vez, me trague el semen de Ramón, pero esta vez, a diferencia de la primera vez en el escampado, lo hice intencionadamente. Quería su leche en mi boca, como si fuera el pago justo al semi antropófago acto, que acaba de realizar.

 

Cuando se recuperó del placer recibido, me miro y vio que todavía estaba vestido completamente.Y extrañado, me preguntó:

 

- ¿Tú no te piensas correr?

 

- Sí, pero me pienso reservar para el segundo tiempo-dije guiñándole picaramente un ojo

 

Dicen que la mancha de una mora, con otra mora se quita; todo el dolor, que me había infligido Enrique aquella noche con su prepotencia y su egoísmo, lo había sanado Ramón, con su sinceridad y su saber darse a los demás. Yo, aunque triste por lo sucedido con mi ex; me agarraba fuertemente al faro de esperanza que para mi, suponía Ramón.

 

- ¿Quieres más?- dijo en un gracioso tono chulesco- Pues vas a tener que pagar prenda...

 

- Lo que ordene su majestad.- contesté riéndome.

 

- Pues te ordeno una cerveza y una tapita de ese queso que siempre tienes por ahí.

 

- ¡A sus ordenes. !- le dije llevándome la palma de la mano a la frente en clara imitación del saludo militar.

 

Él dice que yo tengo poderes ocultos, pues es sólo, es acercarse a mí y su miembro se pone duro como una estaca. En su favor, tengo que decir, que los verdaderos poderes los tiene él; consiguió que una noche triste , del tipo que todos querríamos olvidar; se convirtiera para mi, en algo para recordar.

 

Mientras bebíamos y comíamos la improvisada cena, que yo había preparado. Ramón me miró con esa cara que te pone, cuando te va a pedir permiso para algo y tragándose rápidamente lo que estaba masticando , me dijo :

 

-Si no me quieres contestar, no lo hagas.- hizo una breve pausa, esperando mi reacción. Cuando vio que esta no escondía enfado ninguno, prosiguió- No me entra en la cabeza, conociéndote como te conozco. ¿ Cómo es que has aguantado a ese tío? ¡Tío, que cinco años son muchos días!

 

Cuando escuché sus sinceras palabras, las cuales me llegaron hasta el fondo del corazón ; baje el rostro, moví varias veces la cabeza en señal de negación y saliendo de mi ensimismamiento le dije:

 

-¿ Qué quieres que te diga? Yo también me lo pregunto...- mi voz era entrecortada, pero en ella había más enfado hacia mi persona, que tristeza- Porque lo peor de todo, es que sabia que, el muy cabrón, me estaba engañando. Y en vez de mandarlo al carajo... seguía aguantándolo. Había entrado en una espiral, de la que cada día me costaba más salir. Llegando hasta culparme a mi, por no saber darle lo que él quería.

 

-Pero, ¿Tú probaste a vestirte de primera comunión o de boy scout?. Como le gustaban tan jovencitos, lo mismo de esa manera …. - el tono de mi amigo, era de lo más distendido y jocoso. Siempre en pos, de arrancarme una sonrisa. Algo que consiguió, sin esfuerzo alguno.

 

Mientras recogíamos la mesa, nuestros cuerpos se entrecruzaron, mi rostro quedó pegado al suyo; impulsivamente intente besarlo. Él, de la manera más amable, escurrió el bulto como pudo y evitó que mis labios tocaran los suyos. Aquello me corto un poco, pero ya sabía lo que había: Amistad y Sexo, el Amor no entraba en el menú. Quien me iba a decir a mí, que pocos meses después, Ramón me declararía su amor y que aquella revelación, me lo haría pasar tan mal.¡ Las cosas de la vida!

 

Cuando pasamos a la habitación, yo estaba cantidad de excitado; él por la prominencia que se le marcaba bajo los vaqueros, supongo que tres cuartos de lo mismo.

 

Lo mire fijamente a los ojos y le dije en un chistoso tono.

 

- La prenda ya está pagada. Así que vete desnudando, porque te toca cumplir.

 

- ¿Desnudarme yo? ¡Prefiero que lo hagas tú!

 

Caminé hacia el, sonriendo insinuante; al verme avanzar, sus ojos empezaron a brillar de lujuria.

 

Mientras desabotonaba su camisa, acariciaba su pecho, metí la mano bajo ella y juguetee con sus rizados vellos. Él se estremeció al sentir mi contacto. Cuando le quite la camisa y dejo su tórax al descubierto, me alejé de él un poco, para poder contemplar su torso desnudo en todo su esplendor. Mis ojos disfrutaron de la visión que se ofrecía ante ellos: la verdad es que el pecho de Ramón es muy morboso y viril, esta cubierto por un vello rizado y fino. Tiene unos abultados pectorales, productos de años de deporte; si hasta la pequeña tripa que tiene es atractiva... Aquel día, al mirarlo; me tuve que confesar que no es que sea el tío con mejor físico, de los que me haya acostado... Pero tiene algo, que lo hace ser diferente y único... ¡A mi me pone a mil por mil! Y eso, hay cuerpos perfectos que no lo consiguen, ni de lejos...

 

Me volví a acercar a él, relamiendome los labios de forma lujuriosa. Sin darle tiempo a reaccionar, posé mis labios, sobre su peludo pecho y comencé un fogoso periplo sobre aquel bosque de vellos. Una vez llegué a uno de sus redondos y duros pezones, lo lamí suavemente. Cuando comprobé que aquello le proporcionaba satisfacción, lo chupé como si de una pequeña polla se tratará. Mientras hacia esto, mi mano pellizcaba el otro pezón. Mi boca, entregada por completo, a lamer aquella dura redondez, rezumaba un pequeño rió de babas que resbalaba desde su pecho, hasta su abdomen.

 

Mi mano se cansó de acariciar su otra tetilla y bajo hasta su entrepierna; cuando mis dedos comprobaron la magnifica dureza de su herramienta sexual, todo mi ser se estremeció. No me pude resistir ante el deseo de acariciar de nuevo, aquel mástil de carne y sangre. Sin dejar de succionar el tieso pezón, mis manos sacaron al aire, el vergajo de Ramón. Una vez lo tuve entre mis dedos, éste pareció vibrar de felicidad.

 

Me agaché e introduje aquella caliente verga en el interior de mi húmeda boca. La mamada fue suave, quería degustar su sabor de nuevo; pero no quería alargarla demasiado. Así que cuando comprobé, que estaba lo suficientemente rígida,despegué raudo mis labios, del fogoso trozo de carne.

 

-¿ Por qué te paras?- dijo mi amigo, con una voz que asemejaba un gemido.

 

- Porque quiero que me folles- mi voz sonó lapidaria, con una seguridad de la que normalmente carezco.

 

- Pero... la otra vez te dolió un poco...- este es mi Ramón, anteponiendo el bienestar de los demás a sus deseos y es que cuando me penetró por primera vez, me hizo un poco de daño. Pero de eso, hacía ya dos meses y el cuerpo se había recuperado.

 

- Y acaso importa un poco de dolor a cambio del mayor de los placeres- al decir esto me desprendía de la camisa y la echaba a un lado, en un gesto netamente teatral.

 

Me quede completamente desnudo, busque en un cajón el bote de lubricante y embadurne a conciencia con él mi ano. Mientras me lo dilataba con los dedos, miraba a mi acompañante; tenía todo lo que se le podía pedir a un buen amante: un buen físico, una virilidad que le rebozaba por todos los poros de su piel y si a esas virtudes,se le sumaba, el buen aparato que Dios le había concedido... Follar con él, se me antojaba un pecado difícil de no cometer.

 

Una vez me tendí de espaldas sobre la cama y levanté mis piernas hacia arriba, en señal de salvaje provocación, pude vislumbrar en su mirada un deseo ferviente, que comenzó a dominar su cuerpo a cada paso que avanzaba hacia mi. Una vez se encontró junto a mi, magreó levemente mi ano e introdujo un dedo en el ; comprobando con ello su dilatación.

 

-Mmmmm! Joder, Mariano! Este culo, esta para follarselo !- dijo con una voz dominada por la lujuria, mientras se ponía el preservativo- ¿De verdad, que no te importa que te haga un poco de daño?

 

- ¡No! ¡Y no insistas más con el tema!- dije rotundamente- Sentirte dentro, es lo único que me puede salvar el día.

 

- Pues, que por mi no quede- su tono de voz, rozaba lo rudo y lo sensual al mismo tiempo.

 

 

Se agachó, dejando su verga a la altura de mi trasero; posé mis pies sobre sus hombros para facilitarle que se pudiera acoplar a mi cuerpo. Cuando empujó suavemente su miembro hacia el interior de mi esfinter, sentí dolor, pero el placer era aún más intenso.

 

Una pregunta ¿ Te han penetrado alguna vez? Si es así, sabes a que me refiero cuando digo lo extraordinario que es sentir como de manera casi brutal, profanan tu cuerpo... Como poco a poco, ese falo invasor se hunde en tu interior, desgarrando tus entrañas ; si te lo saben hacer, la comunión con el cuerpo de tu amante, puede ser una de las mejores experiencias... Pues, imaginates, que quien lo hace, lo hace con el mayor cariño del mundo; pues no solo es tu amante; es tu mejor amigo. En ese caso, te lo aseguro, la emoción vivida; no tiene parangón.

 

- ¿Cómo estás? ¿ Estás bien?- aunque su voz era bronca, estaba empapada de una amable preocupación.

 

- Me duele un poco- musité levemente- pero sigue... no pares por favor...

 

Poco después, cuando Ramón comprobó, que las paredes de mi esfinter estaban lo suficientemente dilatadas, comenzó a salir y entrar de mi cuerpo con una rapidez vertiginosa. Había pasado en unos minutos, de tratarme delicadamente como si fuera algo frágil; a tratarme como a un objeto sexual al que satisfacer.... Cuando su vergajo tocaba mi interior, una oleada de placer me inundó. Erá tal el gozo que irrumpía en mi, que en un acto de extremo relax; me abandoné ante las excitantes sensaciones , y deje que estas, se hicieran dueña de mis sentidos.

 

¿Cuánto placer puede dar un ser humano a otro? Desconozco si habrá un límite, pero si existe. Aquella noche, Ramón si no lo superó; alcanzó cotas muy altas.

 

De vez en cuando abría los ojos, para ver como su cuerpo se movía ante el mío; ver como, a pesar de la incomoda postura, sus caderas empujaban su cipote al interior de mi agujero, era un espectáculo digno de observar. La verdad es que Ramón, se vuelve un poco bestia a la hora de hacer el acto sexual. Es como si tuviera un lado animal, que saliera a relucir en ese momento. Cualquier delicadeza se borra de su rostro y todos sus movimientos se vuelven toscos, rozando los obsceno. Aquello no me disgustaba en absoluto, al contrario; lograba que me excitará más aún.

 

Como vi que no estaba bastante cómodo, le pedí cambiar de postura. Una vez me puse de rodillas sobre la cama, le invité a que siguiera follándome. Esta vez, no hubo preámbulos; y su enorme polla entró en mi,de un sólo golpe . Una leve sensación de dolor, inundó mis sentidos; pero el placer, que me comenzaron a suministrar sus envites sobre mi cuerpo, la borraron al momento. Sentir como aquel taladro de venas, músculos y sangre se introducía en mi cuerpo, prolongaba mi éxtasis. La percepción de su polla rozando las paredes de mi esfinter, me llevaba a la frontera del placer supremo. Placer que traspasaba cuando sentía como sus huevos, chocaban contra mi perineo.

 

-Agggg... metemelaaa hasta el fondooo

 

- Te gustaaas, ey cabrón.... después diras que te ha dolido... pero más te gustaaaa

 

Prosiguió con las salvaje cabalgada durante un buen rato, mi cuerpo aunque rebosaba de placer no se derramaba, mi polla se pegaba a mi vientre, sobre el que soltaba un poco de precum, pero poco más.

 

Cuando Ramón presintió que se iba a correr me avisó, preguntando que donde prefería que se corriera; le pedí que lo hiciera sobre mi pecho... Me agaché ante el, agitó un poco su tieso cipote ante mi cara, y de él salieron tres enormes trallazos de lefa, que fueron a parar indistintamente sobre mi cara, mi pelo y mi pecho.

 

Ramón dio un pequeño traspiés hacia atrás; rápidamente, lo agarré por la cintura para que no se cayera.

 

- Joder, tío! ¡ qué gustazo! ¡ Me he “mareao” un poco y todo !- dijo señalando lo obvio.

 

- ¡Anda siéntate!- le dije dando unos suaves manotazos sobre la cama- ¡No vaya a ser que te caigas, y lo que nos faltaba!

 

Se sentó junto a mí, y en un gesto cariñoso me acarició la cabeza, me miró a los ojos y me preguntó:

 

- ¿Estás mejor ya?

 

- Si gracias- dije sin levantar la mirada del suelo

 

- Por cierto- dijo asombrado- ¡Tú sigues sin correrte!

 

Lo mire con cara de circunstancia, como diciendo que no importaba, y antes de que pudiera decir nada, se levantó y gesticulando un poco con las manos y la cabeza. Empezó a decirme, con la gracia que lo caracteriza:

 

- Pues, algo habrá que hacer para que te corras. Porque tú eres capaz de pedirme un tercer tiempo y uno ya no tiene dieciocho años... Y lo último que quiero es que te quedes con un dolor de huevos. ¿Dónde pusiste el lubricante ese?

 

Apretó el bote y extendió el pegajoso líquido entre sus dedos, me pidió que me tendiera como al principio, de espaldas a la cama.

 

- ¡Masturbate!, será como si estuviera follándote- al decir esto, se arrodilló junto a mi y empezó a jugar con mi hoyito, al ver lo dilatado que estaba, exclamá de manera expontanea -¡Quillo, pues si que te he dejado abierto!

 

No pude evitar esgrimir una sonrisa, ante su espontanea ocurrencia. . La siguiente sensación que recibió mi cuerpo, fue una pequeña oleada de placer, al sentir; como uno de los dedos de Ramón, atravesaban mi esfinter.

 

Mis manos jugueteaban con mi polla, arriba y abajo; pero a un ritmo, que no buscaba un rápido placer, sino todo lo contrario. Cuando sentí como el segundo dedo invadía mi esfinter, deje de pajearme, y me puse a magrearme las tetillas; con la clara intención, de prolongar el orgasmo.

 

Me incorporé un poco, para ver la cara de mi amante-amigo, su gesto era todo fervor y pasión; buscó mi mirada y en un alarde de complicidad, me guiñó un ojo. A continuación, sentí como introducía el tercer dedo, el cual entró sin ninguna dificultad. Abrí las piernas aún más, provocando en Ramón una mirada de lujuria. Éste, sin mediar palabra, levanto la otra mano, mostrándome cuatro erguidos dedos... Bañado por el deseo y la pasión, asentí con la cabeza... La sensación de placer que me atenazó los sentidos al sentirme taladrado, me impulsó a masturbarme frenéticamente y termine corriéndome poco después. Unos trallazos de leche sobre mi abdomen, y un pequeño grito de placer doloroso fueron señal inequívoca de ello.

 

Cuando Ramón saco sus dedos, no pude evitar sentir un poco de dolor.

 

-¡”Quillo”, te han “entrao” cuatro dedos- mientras decía esto se echó una mano a la cabeza, indicando con ello, su absoluta perplejidad.

 

Yo, tendido en la cama, recuperándome de la bestial corrida, ni me tomé el trabajo de decirle que yo tampoco me lo creía.

 

Después de una buena ducha, Ramón se quedó charlando un rato conmigo; no sólo los polvos, son agradables con él. Los buenos ratos después de follar, también lo son. Aunque yo evitaba tocar el tema de mi estado anímico; él que me conoce como nadie, sabía buscarme las vueltas, para que yo le contara como estaba.

 

Aquella noche, marcó un antes y un después en mi relación con Ramón, pues aunque nunca lo había dicho, ni reconocido: me estaba empezado a colgar locamente de él. Tanto, que todo el daño sentimental que me había llegado a infligir Enrique, no era nada comparado con todo el bien, que me hacia la compañía de Ramón.

 

Dicen que a la tercera va a la vencida. Aquella vez fue la tercera que tuve sexo con Ramón, y marcó un antes y un después en mi relación con él y en mi vida.

 

Desde que terminé con Enrique, me cerré al amor; y siempre que había visto posibilidades de volver a colgarme de alguien, opté por no seguir viendo a esa persona. Pero con Ramón era distinto, con él no podía mantener separado sentimientos y sexo; era mi amigo de toda la vida y el mejor amante, que había tenido nunca.

 

Después de aquel día, mi rutina cambio. No me apetecía ir a los sitios de ambiente; un polvo impersonal y rápido, no me ponía nada; además, estaba el problema de encontrarme con Enrique, con el que últimamente siempre coincidía y no me apetecía ni una pizca. Aquel majestuoso polvo, dio paso a unos meses de celibato autoimpuesto. El cual sólo rompí una vez, con un comercial catalán, con el que había follado en varias ocasiones ; y que me llamó a primeros de junio, por si quería verlo. Necesitado como estaba de cariño, y como el sexo con él, me permitía nadar y guarda la ropa, accedí a quedar con él. La verdad es que los polvos con este tío, merecen la pena. ( A lo mejor, algún día te lo cuento)

 

El caso, que a excepción de aquella vez. Aquel periodo para mi, fue bastante oscuro, tanto en el plano sexual, como en el personal. Fueron unos meses de mirar la vida pasar. Porque aunque yo sabia a ciencia cierta que a Ramón, siempre lo tenía ahí; no quise recurrir a él. La compleja espiral amor-amistad, en la que estaba entrado con él, me daba miedo; mucho miedo.

 

Tampoco recurrí a JJ, el cual nunca me dijo nada; pero sabía a ciencia cierta, que algo me pasaba. Me concedió el tiempo y el espacio que silenciosamente le estaba pidiendo, dejandome siempre su puerta abierta, para lo que hiciera falta.

 

El caso es que el día del partido España- Francia, no sé que diablos se me pasó por la cabeza. Que a su petición de vernos, no puse ninguna de las escusas que ponía últimamente y accedí a quedar con el.

 

¿ Qué cómo me aguanté en esos meses con lo caliente que soy? Uno tiene una buena mano, y para otras necesidades me compre a Lenny, mi consolador de latex negro. Puede sonar patético... pero en el fondo, ¿no lo somos todos un poco.?

 

Aunque creo que lo peor y más triste de todo, fue que jamas me atreví o me vi en la necesidad de usar aquel juguete de placer... Bueno... Hasta el día del España-Francia.. Pero mi forma de celebrar los partidos, creo ya la conoces ¿no?

 

20 de Agosto del 2012

 

A veces reflexionar sobre lo que nos pasa, nos viene de puta madre. Minutos antes, yo estaba triste como un velorio; y ha sido acordarme de Ramón, mi Ramón, y me ha cambiado el ceño. En la parte delantera del vehículo , JJ todavía está pensativo. Se siente culpable por haber nombrado a Enrique; a pesar de la animada conversación que mantiene con su novio, soy consciente de que el chaval está apenado por mi reacción. Así que buscando quitarle importancia a lo sucedido, hago lo que tenía que haber hecho de primera hora, cuando hizo referencia a mi ex…

 

- Una pregunta Juan José...-digo interrumpiendo su frívola, pero amena charla.

 

- Si, dime – su voz es entrecortada, como esperando una de mis reacciones fuera de tono.

 

- ¿Cómo le sentó a Enrique, con la de aires que se da, que le dijeran finamente viejo verde?

 

Los ojos de JJ se iluminan de sorpresa , comprendiendo que si me había molestado su comentario, le había echado cojones y me había dejado de gilipolleces y tonterías y había decidido coger el toro por los cuernos.

 

Los siguientes quince minutos, lo pasamos riéndonos de Enrique, de sus novios chupopteros y de lo viejo y feo que se estaba poniendo. Sacamos todo nuestro veneno fuera y nos dedicamos ese deporte que tan bien se nos da a los seres humanos: destripar al prójimo.

 

Hace un sol resplandeciente, el mar ya se atisba en el horizonte, en la radio suena el “A brand new day” de No doubt

 

♫♫ It's a brand new day and the sky is clear

So let's come together, everybody cheer

Come out people from everywhere

Let's see your faces, the day we'll share

Come on and celebrate a Brand New Day

Everyday! ♫♫

 

 

Me espera una semana de playa, en un paraíso sexual, con dos de mis mejores amigos ¿ Se puede pedir algo más? Si, que Ramón estuviera aquí conmigo. Pero eso es lo bueno de la felicidad, que nunca es completa....

 

(Proseguirá en el relato titulado “El cazador” )

 

Gracias por leerme. Espero que te haya gustado.

 

Hoy publico otro relato que es un extracto de los dos primeros encuentros con Ramón, se publicaron previamente en Follando con 2 buenos machos:Iván y Ramón” y en “Las amistades peligrosas”, la razón que me ha llevado a esta nueva publicación, han sido dos:

1) En este relato se habla del tercer encuentro con Ramón y seguramente habrá algún lector que quiera recordar ( o conocer) los dos primeros encuentros, sin necesidad de recurrir al archivo.

2) Estos encuentros, se publicaron dentro de esta serie; como dos flash-back; por lo que habrá mucha gente, que al ver que se trataba una saga, ni lo leería. Vista la aceptación que tuvo el primer Extracto: “En los vestuarios”, me he dicho: ¿Por qué no?

 

Antes de despedirme, unas palabras para todos aquellos que dejaron un comentario en el relato anterior (Gracias, ayudáis a seguir escribiendo)

 

 

 

Akantidubi( ¡”Bienvolvido” hombre! He echado de menos tus comentarios, me encantas la forma que tienes de “arañar” en el contenido de los relatos, y no quedarte en lo meramente circunstancial y superficial. En cuanto a lo que dices de los deportes masculinos y la homofobía, te puedo decir por experiencia propia, que “cuando nadie ve” a algunos deportistas, suceden cosas muy poco “heterosexuales” ...je, je ; a gippal ¿Es este relato de “mi estilo” como tú me dices o no? Espero que te haya gustado, campeón.; a mmj Como ves la estabilidad emocional que tú deseas para Mariano, tarda en llegar. Pero es que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Y su relación con Ramón si es algo, es imposible.; a varianza Hola tío, creí que habías dejado de leerme. Me dices una cosa, que me ha hecho pensar; lo de que hago incapíe en la parte mala de la relación; es lo que pasa cuando dejamos que las relaciones se pudran. De todas maneras,el de hoy, es una especie de canto de esperanza; a Alejandro Por eso son “ex”, pues si fueran maravillosos no serian “ex” ja , ja . y a elbotiija10 ¡Cuánto daría por ver la cara que se te ha puesto leyendo esto! Porque me parece, que este tipo de relatos míos, son de los que más te gustan ( Lo mismo me equivoco) Anda dime algo.

 

 

 

Bueno, volveré en unos diez días, con “Jugando a los médicos”la continuación de “Los albañiles”, es un relato que me ha costado mucho abordar; a ver que te parece.

 

 

 

Bueno, un beso fuerte y hasta dentro de diez días como mucho.

 

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Mundo de monstruos

Dejándose llevar

Guía de lectura año 2017

Dejar las cosas importantes para más adelante

Una proposición más que indecente

¡No hay huevos!

Ignacito y sus dos velas de cumpleaños

El chivo

La mujer del carnicero

Iván y la extraña pareja

El regreso de Iván

Guerra Civil

Las tres Másqueperras

Toda una vida

Objetos de segunda mano

Follando con el mecánico y el policía (R) 2/2

Follando con el mecánico y el policía (R) 1/2

Ni San Judas Tadeo

La invasión Zombi

Seis grados de separación

¡Arre, arre, caballito!

La más zorra de todas las zorras

Un baño de sinceridad

Barrigas llenas, barrigas vacías

No estaba muerto, estaba de parranda

Dr. Esmeralda y Mrs. Mónica

Yo para ser feliz quiero un camión

Tiritas pa este corazón partio

Corrupto a la fuga

Un polaco, un vasco, un valenciano y un extremeño

El de la mochila rosa

La jodida trena

Tres palabras

Hagamos algo superficial y vulgar

Pensando con la punta de la polla

Quizás en cada pueblo se practique de una forma

Gente que explota

Guía de lectura año 2016

En unos días tan señalados

Desátame (o apriétame más fuerte)

De cruising en los Caños

Putita

Sé cómo desatascar bajantes estrechos

Este mundo loco

Como conocí a mi novio

No debo hablar

El secreto de Rafita

¿De quién es esta polla cascabelera?

Me gusta

Me llamo Ramón y follo un montón

Doce horas con Elena

El pollón de Ramón

Dos cerditos y muchos lobos feroces

El ciprés del Rojo

Follando por primera vez (R) 2/3

Follando por primera vez (R) 3/3

Follando por primera vez (R) 1/3

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Orgia en el WC de los grandes almacenes

Once pollas para JJ

Prefiero que pienses que soy una puta

Homofobia

Adivina quien se ha vuelto a quedar sin ADSL

¡Terrible, Terrible!

Bukkake en la zona de descanso

Mi primera vez con Ramón

Tu familia que te quiere

Si no pueden quererte

Mía

Infidelidad

Dos adolescentes muy calientes

Ocho camioneros vascos

Parasitos sociales

El pollón del tío Eufrasio

Violado por su tío

Talento

Somos lo que somos

Sexo en Galicia: Dos en la carretera

Tres pollas y un solo coño

De amor se puede vivir

Duelo de mamadas

¡Se nos da de puta madre!

Dos hermanos

¿Dónde está la oveja de mi hermano?

¿Por qué lloras, Pepito?

El MUNDO se EQUIVOCA

Todo lo que quiero para Navidad

Como Cristiano Ronaldo

Identidad

Fuera de carta

Los gatos no ladran

Su gran noche

Instinto básico

TE comería EL corazón

La fuerza del destino

La voz dormida.

Como la comida rápida.

Las amistades peligrosas.

El profesor de gimnasia.

Follando: Hoy, ayer y siempre (R)2/2

Follando: Hoy, ayer y siempre (R) 1/2

El ser humano es raro.

La ética de la dominación.

¡Ven, Debora-me otra vez!

La procesión va por dentro.

Porkys

Autopista al infierno.

El repasito.

José Luis, Iván, Ramón y otra gente del montón.

El sexto sentido.

Cuando el tiempo quema.

Mi mamá no me mima.

La fiesta de Blas.

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Sin miedo a nada.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

¡Qué buena suerte!

El rumor de las piedras.

Dios odia a los cobardes.

Tres palabras.

Guía de lectura segundo semestre 2.014.

Como un lobo.

Solo Dios perdona.

El padrino.

Perdiendo mi religión.

Adiós Francisquito, adiós.

Pequeños descuidos.

La sombra de una duda.

Mis problemas con JJ.

Unos condones en la guantera.

La voz dormida.

Follando con mi amigo casado.

Si pudieras leer mi mente.

Bésame, como si el mundo se acabara después.

Si yo tuviera una escoba.

Guía de lectura primer semestre dos mil catorce.

¡Cuidado con Paloma!

La lista de Schindler.

Nos sobran los motivos.

La masticación del tito Paco.

Viviendo deprisa.

El blues del autobús.

¿Y cómo es él?

¡Voy a por ti!

Celebrando la victoria.

Lo estás haciendo muy bien.

Vivir al Este del Edén.

Hay una cosa que te quiero decir.

Entre dos tierras.

Felicitación Navideña.

37 grados.

El más dulce de los tabúes.

Desvirgado por sus primos gemelos

Las pajas en el pajar

Para hacer bien el amor hay que venir al Sur.

Tiritas pa este corazón partio

Valió la pena

1,4,3,2.

Sexo en Galicia: Comer, beber, follar....

¡Se nos va!

En los vestuarios.

Lo imposible

Celebrando la victoria

La procesión va por dentro.

El guardaespaldas

El buen gourmet

Mariano en el país de las maravillas.

Tu entrenador quiere romperte el culo(E)

Retozando Entre Machos.

Culos hambrientos para pollas duras

La excursión campestre

¡No es lo que parece!

Mi primera vez (E)

Vida de este chico.

Follando con mi amigo casado y el del ADSL? (R)

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón

Trío en la sauna.

Nunca fuimos ángeles

Desvirgado por sus primos gemelos (E)

Como la comida rápida

La misión

Follando con mi amigo casado

La churra del Genaro

Uno de los nuestros

Sexo en Galicia: Tarde de sauna (R)

2 pollas para mi culo

El cazador.

Los albañiles.

Jugando a los médicos.

Mis dos primeras veces con Ramón (E)

A propósito de Enrique.

Guia de lectura y alguna que otra cosita más.

Culos hambrientos para pollas duras

En los vestuarios (E)

Celebrando la derrota

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (Epilogo)

No quiero extrañar nada.

Punta Candor siempre llama dos veces.

4,3,2,1....

2 pollas para mi culo

Adivina quién, se ha vuelto a quedar sin ADSL

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón (R)

El MUNDO se EQUIVOCA

Historias de un follador enamoradizo.

Living la vida loca

Sexo en galicia con dos heteros (R)

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Comer, beber... charlar.

Los albañiles.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Regreso al pasado

Follando con mi amigo casado (R)

“.... y unos osos montañeses)”

El padrino

... Bubú.....

El blues del autobús (Versión 2.0)

El parque de Yellowstone (Yogui,....)

After siesta

Sexo, viagra y ... (2ª parte) y última

Before siesta

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (1ª parte)

El bosque de Sherwood

El buen gourmet

Como la comida rápida

Pequeños descuidos

¨La lista de Schindler¨

El blues del autobús

Celebrando el partido