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Uno de los nuestros

en Gays

Historias de un follador enamoradizo

 

 

Episodio XXI: Uno de los nuestros.

 

( Este relato es continuación de “ El cazador”)

 

Lo que ha pasado: JJ, Guillermo y Mariano han llegado a los Caño. Ya en la playa, sin que su novio esté delante, JJ le dice a Mariano, como el que no quiere la cosa, que a su novio no le importaría hacerlo con él. Tras esto le cuenta su primer encuentro sexual completo, para que lo plasme en uno de esos relatitos que tanto le gusta a Mariano escribir.

 

PREVIAMENTE

 

Una vez secaron sus cuerpos, se vistieron; antes de despedirse, el entrenador se acercó de forma insinuante a Guillermo, le metió un buen agarrón a su trasero y acercando de forma sensual sus labios a uno de los oídos del chico, le dijo :

 

- Hoy,me he quedado sin probar este culito... Pero la próxima lo cato !seguro !

 

Al oír esto el muchacho, sintió como algo se movía en el interior de sus calzoncillos...” (Extracto del relato: Celebrando la derrota)

 

20/08/2012 (22 horas aprox.)

 

La tarde de playa me había sentado a las mil maravillas, me había relajado y disfrutado del sol y el mar. Hasta había cogido un poco de color ( hice caso de JJ, y me puse su bronceador, uno con un factor protector menor, del que suelo usar normalmente.)

 

Si sumamos el estar este bar-restaurante, con vistas al Océano con la compañía de dos de mis mejores amigos , el resultado es un momento sumamente agradable. De los que hay que disfrutar plenamente y atesorar en la memoria, pues no se sabe nunca, como te va a tratar la vida, de un día para otro.

 

Mientras el camarero nos trae la bebida, nos sumergimos en una conversación distendida:

 

-Este año se está más tranquilo aquí, que otras veces- sentencia Guillermo- Hay menos gente...

 

-Pues tú no ves, que hay poca gente. Pues el Marianito, seguro que ha ligado cuando se dio una vuelta por las rocas. - dice JJ en un tono insidioso.

 

-Pues si- le contesto en un tono que roza la chulería.-¿ Quiere su majestad más detalles?

 

-Hasta el carnet de identidad del susodicho, te va a preguntar. ¿ Parece mentira que no lo conozca? - las ultimas palabras de Guillermo están cargadas de mucha ironía.

 

-¿ Me estáis llamando cotilla?-nos pregunta JJ, en un exagerado tono teatral, tan particular de él.

 

-¡Nooooo, que va !- contestamos al compás su novio y yo, si lo hubiéramos ensayado, no nos hubiera salido mejor.

 

Juan José se cabrea un poco, no sé si por la complicidad entre su novio y yo, o por que no está acostumbrado a que se le deje en evidencia, siendo consciente de que está un poco molesto con nosotros, intento suavizar el tema dándole pie a sus preguntas.

 

-Bueno, ¿Qué quieres saber?¡Venga pregunta ahora o calla para siempre!

 

-Pues que voy a querer saber, ...¡Pues todo!- aunque sus palabras comienza a salir de su boca dubitativamente, termina la frase con contundencia.

 

-La verdad es que no hay mucho que contar.... El tío me gustaba y eso, pero hijo, tenía más miedo de que lo pillaran que once viejas....

 

-Entonces.... ¿No ha habido tema?

 

-Si, me la mamó un poco y eso... Pero se ve que el hombre, no tenía la cabeza donde la tenía que tener, estaba más pendiente de que nos pudieran pillar, que de otra cosa. Y eso que estábamos en un sitio, bastante escondido.

 

-Es que no sé , que espera encontrarse algunos, cuando hace cruising.¡ Pues si , hay la posibilidad de que te puedan ver! Pero el que está por allí, no está cazando cangrejos precisamente. ¡A aquella zona se va a lo que se va, y punto!

 

-Sí, pero también hay algunos que son más “pesao” que una vaca en la solapa- sentencia Guillermo- Y yo con público, como que no me concentro.

 

-Te entiendo. A mi tampoco me gusta que me observen-recalco contundentemente-. Máxime con las cámaras de lo móviles y demás; que te ponen en Internet antes de que se persigne un cura loco. Pero lo de este tío de esta tarde, era agobiante. ¡Coño, que le tuve que decir que lo dejábamos!

 

-Es que conociéndote a ti- las palabras de JJ están cargadas de guasa- seguro que el muchacho lucía una alianza en el dedo anular de la mano derecha. ¿ A que si?

 

Pongo cara de circunstancia y doy la callada por respuesta. Argumento suficiente para que JJ, se lance sin freno y cuesta a bajo a elaborar una de sus complicadas teorías. Cosa que se le da fatal, dicho sea de paso.

 

-Es que fijate tú- dice de manera ceremoniosa mirando a su novio- A las calas de playa donde hemos estado, no se va así como así. Primero: tienen muy mal acceso. Segundo: Se ve que hay cancaneo a leguas.¡Y lo peor! Que si estas por allí... sabes a que atenerte. Y los calentorros de los tíos casados que se piensan, que su mujeres son tontas y se chupan el dedo. Porque muy lelas tienen que ser las pobrecitas, para no atar cabos, cuando los ven venir de dar un paseo por aquella parte de la playa. Para mí, que saben de los gustos “secretos” de su marido, y por alguna razón que le interesan, miran para otro lado...

 

Viendo, que ha cogido carrete y que no piensa soltarlo, intento cambiar la atención de la conversación hacia otro asunto.. Y que mejor manera, que centrar la charla en el tema que a él más le gusta: su persona.

 

 

-Y tú, que ¿ has ligado mucho?

 

- Sí, pero como no he encontrado ninguno mejor que Guillermo, los he dejado pasar.

 

-¡Es que para encontrar alguien mejor que yo, lo tienes muy difícil, colega!- dice su novio con total sarcasmo.

 

-¡Eso digo yo! Tienes contigo, uno de los tíos más guapos de la playa y te pones a dar vueltas buscando no sé que- mis palabras aunque puedan parecer una reprimenda, no pretenden serlo.

 

-¡Quieto y “parao”! - dice JJ levantando las manos, en señal de son de paz- Si el menda lerenda, se da sus paseitos, tiene sus buenas razones.

 

-Y.. ¿ Qué razones son esas? - digo yo lanzándole el desafío.

 

-Pues cuales van a ser... Las de todo el mundo. El morbo de la situación y ver si todavía sigues conservando el atractivo...- la naturalidad con la que suelta esto último, me deja pasmado hasta a mi.

 

-¿ Y sigues conservándolo?- pregunta Guillermo picaramente.

 

Juan José se ve en la tesitura de tener que contestar algo que no le apetece. Así, que como es normal de él; coge por la calle de en medio y dice como el que no quiere la cosa.

 

-Eso es top-secret... y además, ¿ no estábamos hablando de tus ligues con alianza en el dedo anular?¡ Pues sigamos con la conversación y no me la cambies !

 

Este amigo mio, es soberbio dando capotazos. ¡ Que buen torero, se perdió la maestranza!

 

-Nada, que por cojones tenemos que hablar de algo que no me interesa....- mi tono es un poquito arisco.

 

-Pero...¿ A ti que más te da? Tú estas casado ni “na”.

 

-Él no, pero Ramón si- dice Guillermo señalando lo evidente.

 

-Pero yo a Ramón, no lo meto en ese saco- se disculpa JJ, dándose cuenta de su metedura de pata.

 

-Pues alianza en el anular de la mano derecha lleva- mi tono denota claramente que estoy hastiado de sus comentarios incisivos contra los homosexuales o bisexuales casados.

 

Pero gracias a Dios, que el camarero nos trae la carta y el ponernos a seleccionar lo que íbamos a comer, sirve de colchón, para la tensa situación que se ha montado en un momento. Tras pedir la comida, un silencio infranqueable se abre entre JJ y yo. Guillermo intermedia como puede, para que la situación no vaya a más.

 

-Juanito, no pretendas llevar razón. Si el chaval está con el tal Ramón, sus motivos tendrá, no creo que tú seas nadie para censurarlo.

 

JJ mira a su novio de reojo, le cuesta reconocerlo, pero sabe que Guillermo lleva más razón que un santo. Me lanza una visual, para confrontar cual es el gesto que se pinta en mi cara; debo tener cara de cabreo, porque se baja del burro y cambia su actitud.

 

-Pero si él sabe que si le doy caña con el tema, es porque me preocupo por él.

 

-Pues no te preocupes tanto- mi tono denota cierta acritud- que yo no soy ningún niño chico, y sé cuidarme solo.

 

-Vale perdona. Pero lo que no quiero es que sufras...

 

-Ramón, no me va a hacer sufrir. Deberías saberlo ya- mi voz esta vez suena más sosegada- Él y tú, son las únicas personas en que confío plenamente.

 

La sinceridad con que impregno lo que digo, hace que JJ se quede sin palabras. Aunque mis sentimientos hacia él, están patente de forma implícita. Nunca, se lo he dicho en voz alta; y eso le choca gratamente. Guillermo nos observa, de estar prácticamente como el perro y el gato. En unos segundos hemos pasado a estar en una sintonía difícil de describir. Sin querer, pone cara como de sentirse extrañamente excluido. JJ lo observa minuciosamente y me dice:

 

-Pues en cuanto conozcas a mi niño, vas a pensar lo mismo de él.

 

-Estoy en ello- contesto con una sonrisa.

 

Guillermo sonríe brevemente ante mi comentario.

 

 

La cena transcurre sin que ocurra nada reseñable. Cuando abandonamos el local. JJ vuelve a darme caña, esta vez, haciendo alusión a lo mucho que como.

 

-Guillermo ¿ tú has visto lo que se ha metido el gachón este, entre pecho y espalda? Después cuando llegué a Sevilla, se mortificara diciendo que está más gordo...

 

-¿Tú te vas a llevar toda la semana así? Porque si lo sé no vengo- mis palabras están cargadas de un completo sarcasmo.

 

-¡No te quejes! ¿ Y dónde vas a estar tú mejor que con nosotros? Además.. no tengas queja, que ya llevas tema para dos de tus relatos . Porque los vas a escribir, ¿no ?

 

-Si, eso tenlo por seguro...¡Cualquiera nos las escribe, con lo “PESAO “que eres!.. Por cierto, la historia tuya si la veo completa; pero la de Guillermo se me queda como inconclusa ...- digo buscando con mi mirada al novio de mi amigo.

 

-Pues eso, ahora mientras que nos tomamos las copas, que te le cuente y tú ten cuidadito con alegrarte mucho, ¡ Que esta mañana, no veas como te pusiste!

 

Cuando llegamos al pub, pedimos las copas y nos sentamos en una de las mesas del amplio salón. Es un local bastante amplio, su decoración bebe bastante de la estética hippie , con algunos toques chill-out. A pesar de estar bastante concurrido, el ambiente es bastante agradable y tanto el volumen la música ,como el de la gente al hablar, permiten mantener una conversación como Dios manda.

 

-Bueno, “escritor” que es lo que dice que se te queda inconcluso de mi historia. - dice Guillermo, con ese tono de guasa tan propio de el.

 

-Pues tu historia con tu entrenador y Arturo. - digo como si se tratara de una entrevista periodística.

 

-Ya te dije que seguimos viéndonos, un tiempo; pero que yo estaba de más en aquel dúo y lo fui dejando poco a poco. - las palabras de Guillermo están acompañadas de mucha gesticulación, como queriendo enfatizarlas.

 

-Si, no te apetece no me lo cuentes. Pero, Javier, tu entrenador, por lo que me dijiste, tenía mucho interés en desvirgarte ¿ Fue así?. - me escucho, y no me reconozco. La seguridad con que he cargado mis palabras, no son propias de mi. Como siga así, me hago tertuliano de un programa radiofonico de sexo.

 

-¡Pero, que morboso eres gachón! - dice JJ echándose , en señal de asombro, instintivamente una mano a la frente y tapándose parte de la cara con ella.

 

-¿Por qué no? - dice Guillermo – ¡Hay confianza! Bueno, mi primer encuentro con Javier y Arturo, mi medio noviete de aquella época,fue en Octubre( Me acuerdo por la tunda que nos metieron jugando) Estuvimos tonteando hasta el verano. Pero, ya te digo, Javier, como estaba casado... era pocas las veces que se incorporaba a nosotros. Eso si, Arturo y yo, cada vez que teníamos ocasión nos pegábamos un homenaje.

 

-Si, ahora estas siempre preparado, ¡ no quiero pensar como serías con dieciocho años! - las palabras de JJ están adornadas con muchos gestos ( algunos rozan lo ordinario)

 

-¡Calla y no te interrumpas! ¡ Qué se me van las ideas!- dice Guillermo, pegandole un leve manotazo a mi amigo.

 

-Ok, Ok- le contesta resignado su novio.

 

-Pues, eso. Que aunque el entrenador, estaba obsesionado con partirme el culo. Ni teníamos demasiadas ocasiones, ni el cacharro que se gastaba el colega, era para iniciar ningún agujero. Aunque lo intentábamos; por mucho que me relajara yo; no pasaba ni la punta. ¡Coño, si me costaba trabajo hasta mamarsela del pedazo de pollón que se gastaba ! Pero, si algo tenía Javier, es que era perseverante; cuando entrenábamos no nos dejaba irnos a casa, hasta que conseguíamos cuadrar las jugadas. Pues con esto: igual. Yo he de reconocer, tenía ganas de que me petara el culo, el tío me ponía a cien y es que a Arturo, no lo veía yo dándome caña por detrás. Al entrenador, no sé si por que era un tío hecho y derecho, o por que el tío estaba bueno para reventar, si me lo veía dándome jarilla. En fin, que se acababa la temporada, y el mandongo de Javier, por mucho que se asomaba a mi ojete, no pasaba del recibidor. Pero, como el amigo era de ideas fijas y se le había metido en el cuerno izquierdo follarme. Pues un fin de semana, no sé que historia contó en su casa, nos invito a Arturo y a mi a un chalet en la playa que tenía un amigote suyo. Tanto a mi compañero de juegos, como a mi, nos sorprendió la invitación; pero la palabra gratis, siempre tiene la misma consecuencia: Arturo y yo aceptamos sin pensarlo siquiera; en parte porque sabiamos que sin follar, no nos ibamos a quedar y por otra parte, porque nos intrigaba bastante la amistad que unía al entrenador con el dueño del chalet. Así, que cuando llegó el fin de semana, los tres nos marchamos a Torremolinos, que era donde el colega de Javier, tenía su vivienda. Una vez allí, tanto a Arturo como a mi, se nos cayeron los palos del sombrajo. ¡Vaya casa que tenía “er nota”! No sé si estaría “ forrao” o no, pero el chalet aquel estaba costeado. No sólo era grande y se encontraba, prácticamente, a pie de playa. Estaba construido con muy buen gusto y repleto de detallitos pijos de diseño... Que nada más, que por pasar el fin de semana allí, había merecido la pena, todo el viajecito. Cuando conocimos a Sebas, que así se llamaba el amigo de nuestro entrenador, tanto mi colega como yo no salíamos de nuestro asombro: Era un tío de unos cuarenta y largos años, cincuenta bien llevados diría yo. Moreno, alto, con un buen físico, se notaba que se cuidaba. Tenía unos ojos negros grandisimos, una nariz perfecta, unos labios carnosos y unos pómulos marcados. El madurito me gustó tanto, que fue verlo y desee que aquel fin de semana, fuera lo que parecía: dos días para hartarse de follar. Sí tenía alguna duda sobre esto último, desaparecieron cuando el colega me dio la mano, me la apretó de una manera, tan sensual y varonil, que se me puso el cipote duro como una roca. No se me olvidara en la vida, la frase que utilizó el entrenador para presentarnolos: “ Chavales, este es mi amigo Sebas. Sebas es uno de los nuestros”

 

Al que no pareció hacerle mucha gracia, en principio, la especie de encerrona que nos había metido el entrenador,era a mi medio novio Arturo.

Nada más, fue dejarnos a solas en la habitación que había preparado el tal Sebas para nosotros, y empezó a largar barbaridades, sobre la manera de hacer las cosas que tenía Javier. Que si nos había traído, para follar con su amigo, nos tenía que haber dicho algo, que las cosas así no se hacen.. etc. Me empezó a tocar los cojones, su negatividad. Sobre todo, porque no llevaba nada de razón; tanto él como yo, sabíamos donde nos metiamos. Desde el momento en que aceptamos la invitación.... Así, que no le hice mucho caso. Después de comer. Que por cierto; el anfitrión cocinaba del carajo, nos preparamos para irnos a la piscina. Arturo se habia puesto un bañador rojo pequeñisimo, de estos de natación; puff! ¡ Cómo le sentaba! Le hacía un culo y un paquete de pelicula. Yo me habia puesto, un bañador negro, de esos pegaditos y que tapan hasta un poco por debajo de la ingle. Cuando llegamos a la piscina; tanto nuestro entrenador, como el dueño del chalet se encontraban ya en el agua. Al vernos llegar, nos invitaron a acompañarlo, Arturo y yo sin pensárnoslo, nos lanzamos a la piscina. El agua estaba buenísima, tanto, que me vi obligado a hacer unos largos. Una vez me cansé de nadar, me incorporé al trío formado por Arturo, Javier y Sebas. Al aproximarme a ello, percibí algo extraño en el comportamiento de mi compañero; lo extraño no era otra cosa, que como tanto mi entrenador como su amigo se estaban bañando en pelotas, el colega Arturo estaba aprovechando para hacerles una paja a ambos por debajo del agua.¡ Y eso, que nada más llegar empezó a protestar! ¡Si, es que cuanto más putas son, más pajas mentales se hacen! En fin... que visto lo visto, y como el muchacho no tenía más manos, me incorporé tras él y empecé a restregarle la churra por sus glúteos. Al segundo roce, ya tenía el cipote tieso a reventar, tanto que Arturo al sentirla, se estremeció levemente. Al momento me desprendí de mi bañador, me metí bajo el agua y le quite a Arturo los suyos. Cuando volví a la superficie, el panorama que me encontré era de lo más alentador. Los dos hombres abrazaban y besaban al muchacho, al ser conciente de mi presencia Javier me animó a unirme a ellos. El primero en buscar mis labios fue Sebas, cuando su lengua choco con la mía, mi polla vibró como si tuviera vida propia; no sé que tenía aquel tipo, que era sólo tocarme y me ponía a diez mil. Mientras me besaba, sus vigorosa y cuidadas manos pasearon por mi espalda, hasta llegar a mi culo. Cuando llegó a aquella zona,me cogió mi trasero con ambas manos y lo apretó de manera impudorosa. Si alguna vez en mi vida, había tenido deseos de que alguien me penetrara; fue en aquel momento. El tal Sebastian tenía algo que me ponía supercachondo. Y creo que él, se daba cuenta de ello. Me magreaba los glúteos, como si fuera a hacer la masa de una pizza con ellos; lo hacía tan bien que me puso como una moto. Estaba tan absorto con lo que el madurito me estaba haciendo, que ni fui consciente de que mis dos compañeros de viaje habían salido del agua. Los busqué y me encontré al entrenador tendido sobre una tumbona, de las varias que había al lado de la piscina, agachado frente a él estaba Arturo metiendole una colosal mamada. La escena era digna de una peli porno. Lo que más me gustaba de Arturo era el color oscuro de sus cabellos y su piel, por aquella época lucía un buen físico: unas anchas espaldas, con unos brazos musculados, un potente trasero y unas peludas piernas, escandalosamente perfectas. Y que quieres que os diga, ver como la cabeza de un chico de dieciocho años, como Arturo, se tragaba la enorme verga de Javier; era un espectáculo que había que estar muerto, para no ponerse cachondo.

 

El entrenador era, como os conté, un tipo que se conservaba bastante bien; sus buenas horas de pesas le costaba. Las pesas, y una controlada alimentación, porque si no dime tú a mi, como hacía para estar tan cachas, tenía unos bipces que era solo verlos y me ponia “to” burro y su pecho, no he visto un pecho tan marcado en un tío de esa edad en los días de mi vida. En fin, que como los dos se habían metido en faena de improviso, a mi aquello me despisto un poco, cosa de la que se percató el tal Sebas, que me pregunto que si quería unirme a ellos. Imaginate, si ya estaba calentorro con solo mirar, cuando el colega me dijo de hacer un cuarteto... ¡ Casi me corro allí mismo!

 

Al salir Sebas del agua, perdió de golpe, el titulo de hombre perfecto. Sus piernas y su culo, era la antítesis de mi amigo Arturo. Aunque por arriba era un armario, unos buenos brazos, un pectoral de escándalo, unos trapecios bien trabajados... Las piernas, no le iban a juego; supuse que no las entrenaba como hace la mayoria de la gente. Y es que los presentadores de informativos abundan en los gimnasios; solo se cuidan de cintura para arriba.

 

En fin, a pesar de las enclenques piernas. A mi el cuarentón, me ponía a tono y tela. Así, que cuando salimos de la piscina y me insinuó levemente que se la mamara; no le hice ascos... ¡sino todo lo contrario! La polla del tío, aunque era delgada y larga; tenía una erección bastante guapa. Su capullo era estrecho y al no estar circuncidado, la piel lo cubría casi al completo. Ufff¡ Cómo me pone eso...!

 

Cogí aquel alargado cipote, y antes de metermelo en la boca, me lo pasé por la superficie de los labios; como si se tratara de un pintalabios. Aquello lo excitó una barbaridad, y se puso a lanzar bufidos de placer.

 

Comprobar que el tío era tan sensible, hizo que me esmerara más en los lametones que le daba a su polla. Cuando me la metí en la boca, hasta donde pude. Sebas se puso a gemir como un condenado. Era sólo escuchar su entrecortada respiración, y mi mondongo se movía como si tuviera vida propia. ¡ufff!...

 

Le eche una visual a Arturo y Javier. El espectáculo no tenía desperdicio. Mi colega chupaba como un poseído la polla de mi entrenador. No sé como lo hacia, pero se la tragaba entera con una facilidad horrorosa. La carita de Javier, se contraía en muecas de placer; y es que, todo hay que decirlo, la boquita de Arturo era cosa fina.

 

Seguí chupando el cipote de Sebas, hasta que este en un tono que pareció un ruego, me pidió que no continuara; que de hacerlo, se correría.

 

Como sabia que, Arturo y Javier tenían para rato. Decidí no seguir. No era cuestión de montarnos allí un festival sexual y tener al anfitrión mirando.

 

Fue soltar su cipote, y pedirme que me pusiera a cuatro patas sobre la hamaca. A continuación me metió una de las mejores comidas de culo, que me habían metido hasta la fecha. Yo creo, que mi propensión, a los besos negros nació aquel día. Su lengua se paseaba por mi peludo agujero con una maestría que hasta entonces no habían hecho. ( Tengo que reconocer que el amigo aquí presente-dice señalando a JJ- lo supera; pero estoy hablando de por aquella época)

 

Bueno, lo hacía tan bien. Que no me podía contener, y empecé a gemir casi compulsiva mente. Y es que el tío me estaba comiendo el culo de puta madre. Me pasaba la lengua de sopetón, para después pasar la puntita, la cual endurecía para darme más gusto. Me tuve que contener, para no terminar masturbándome, de lo bien que me lo estaba haciendo.

 

Estaba tan absorto en disfrutar del momento, que ni me dí cuenta de que tenía a Arturo y a Javier de píe junto a mí. Uno se había colocado a mi derecha y otro a mi izquierda. No había que ser un Stein, para darse cuenta lo que pretendían moviendo sus pollas casi a la altura de mi cara.

 

Ver las dos pollas vibrando a mi alrededor, me puso en un estado de excitación, como nunca antes me habia puesto. Y es que Arturo, sería un cabroncete, pero tenía una polla para comersela: de tamaño correcto, con una gran cabeza descapullada y gorda como ella sola. Pero lo que me tenía más “salio” que el pitorrillo de un bucaro era la polla del entrenador; ¡jo, que pedazo de verga se gastaba el colega! Debía de medir por lo menos veinte centímetros y con un buen diámetro. Pero lo que más me gustaba de ella, era como se le marcaban las venas a lo largo del tronco de ésta y su cabeza roja...ufff! No me pude resistir y mientras chupaba levemente la polla de Arturo, agarré con fuerza la de Javier.

 

Mientras yo pasaba mi lengua, indistintamente por ambas pollas. Sebas separaba mis glúteos con las manos, y metía su ardiente lengua dentro de mi agujero. Yo creí que me moría de gusto... Porque, por si no os habéis dado cuenta. El centro de atención de los tres tíos que estaban conmigo, era yo.

 

Yo creo que aquel día, fue el primero que empecé a disfrutar del sexo como “está mandaó”. Me esmeraba cuando pasaba mi lengua y mis labios por las dos pollas que tenía ante mi. Y debía de estar haciendolo muy bien, pues un par de veces que levanté la vista para ver a Javier y a Arturo, estos tenían cara de estar pasándoselo de putisima madre. Y es que la lengua del tal Sebas, rugosa, caliente y húmeda me tenía que no era persona. ¡Era “to” nabo!

 

No sé que tiempo estuve alternando mi boca entre aquellas dos vergas, que cuyos dueños por cierto; debían de estar tan excitados como yo. Pues la polla de Arturo, que me la conocía bien, no la había visto tan dura, en los días de mi vida. Y lo mejor... la incansable lengua del dueño de la casa, que me estaba poniendo el agujero a punto de caramelo.

 

 

Pero Sebas detuvo su lengua de repente y me pidió que me tendiera boca arriba sobre la camilla.

 

Una vez lo hice, le dijo a Javier que me duchara con su leche. Uff! Cuando vi al entrenador masturbase sobre mi, creí que me daba algo. Su mano casi no cubría su pene al completo, por eso éste se agitaba como si tuviera vida propia. Y lo que más me excitaba, es como se movían sus huevos en su escroto, parecían dos polluelos que querían romper el cascaron.

 

Al llegar el placer a Javier, su cara se contrajo en una mueca de dolorosa satisfacción. A continuación, de su capullo rojo salieron varios trallazos de abundante leche, que fueron a parar sobre mi rostro. Mi pelo, mis mejillas , mis ojos y hasta mi boca se impregnaron del caliente líquido.

 

No me había recuperado aún de la caliente ducha, cuando Arturo ocupó el lugar del entrenador. ¡Qué bien me conocía la polla que se agitaba sobre mi! No era lo que se dice un pollón, pero su piel oscura y su grosor, me ponían mogollón. La mano de mi compañero de juegos, cubría por completo su cipote; dejando entrever su gorda cabeza, la cual aplastaba como si fuera una serpiente para que escupiera el veneno. Mientras Arturo se masturbaba, las manos de Javier jugaban con sus tetillas; y por lo que pude suponer Sebas, hacia otro tanto con sus glúteos. La cabeza de mi amigo se movía levemente hacia los lados; sus ojos estallaban de lujuria y de su boca escapaban unos agradables bufidos. Cuando se fue a correr todo su cuerpo se contrajo de manera monumental. Su polla parecía un jeiser del cual brotaba un manantial de lefa, y es que el tío tenía unas corridas colosales. Mi pecho y parte de mi abdomen quedaron regados por el espeso semen.

 

Y para el fin de fiesta, se quedo el dueño del chalet; ¡Como me ponía de cachondo el tío! La punta de su delgado cipote, emergía y se escondía entre sus dedos, su tronco cimbreaba como si fuera un ente independiente de él y sus peludas bolas, parecían querer salir de su bolsa. Estaba que no podía más, a petición de Javier; me puse a pajearme a la misma vez que le hacia el tal Sebas. Poco después unos trallazos de espeso semen llenaban mi abdomen y no me habiéndome recuperado todavía del placentero momento; unos chorros de semen impregnaron a conciencia todo mi pecho. Otro punto a favor del madurito: era un toro echando leche.

 

Arturo, en un gesto de cerdeo total, paseo su mano por mi pecho; extendiendo el liquido blanquecino por mi tórax. Su cara al hacer esto me mostró una faceta de él que desconocía: mi amigo no era un pelín guarro...¡Era muy, muy guarro! Los dos maduros al verlo actuar de aquella forma, comentaron algo entre ellos.

 

Una vez me recuperé y el marrano de Arturo, dejo de jugar sobre mi pecho. Sin pensarlo, me levanté y me lancé al agua para limpiarme del pegajoso líquido. Sólo llevábamos unas pocas horas en Torremolinos y había tenido la experiencia sexual más morbosa de mi vida. Y lo que quedaba del fin de semana, no me iba a defraudar.

 

(Proseguirá en “La mision”)

 

 

Gracias. Si estas leyendo esto. Es que has finalizado el relato. Confío en que te haya gustado. Si no te importa antes de salir deja un comentario, me gustaría saber si es de tu agrado el protagonismo que se le está dando tanto a Guillermo y a JJ en la historia

 

Como de costumbre mis agradecimientos y respuestas a los comentarios del anterior relato ( “El cazador”)

 

A Varianza ( Lógico, que algunos te gusten más que otros; aunque la historia es la que es, uno no sabe siempre sacarle el partido que se merece con la forma de contarlo. De todas maneras, cuando no te guste algo, no te importe decirlo. Recuerdo que un comentario negativo sobre un relato mio, hizo que cambiara la perspectiva narrativa de los siguientes, que por los comentarios recibidos; mejoraron... ); a Karl ¡Hombre “bienvolvido”! Se te ha echado de menos. Confío en que no te hayas perdido el de “Jugando a los médicos”, creo que es de los que te puede gustar; a elbotiija10 Me alegra que te pusiera “calentito” la insinuación de JJ a Mariano, sobre que se tirara a Guillermo. Es lo que pretendía. Pero todo se andará, je je; a guippal,¿Qué te va pareciendo el amigo Guillermo? ¿Se distingue su voz, del resto de personajes o suena igual que el resto?; a mmj Pues nada espero que con este relato, te hayas sentido más “Uno de los nuestros”; pero si no, lo seguiré intentando je je y a juan Espero que buscaras “La guía de lectura”, porque la verdad que la forma en que empecé a publicar dejaba mucho que desear. En cuanto a lo que te “inspirado”, es un efecto secundario que intento que tengan todos mis relatos en los lectores.

 

La semana que viene publicaré un relato inedito “La churra del Genaro”; continuación de “Jugando a los médicos”. El fin de semana de Guillermo en Torremolinos, continuara en quince días.

Un abrazo fuerte y disfrutad de esta cosa que se llama vida.

 

 

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¡No hay huevos!

Ignacito y sus dos velas de cumpleaños

El chivo

La mujer del carnicero

Iván y la extraña pareja

El regreso de Iván

Guerra Civil

Las tres Másqueperras

Toda una vida

Objetos de segunda mano

Follando con el mecánico y el policía (R) 2/2

Follando con el mecánico y el policía (R) 1/2

Ni San Judas Tadeo

La invasión Zombi

Seis grados de separación

¡Arre, arre, caballito!

La más zorra de todas las zorras

Un baño de sinceridad

Barrigas llenas, barrigas vacías

No estaba muerto, estaba de parranda

Dr. Esmeralda y Mrs. Mónica

Yo para ser feliz quiero un camión

Tiritas pa este corazón partio

Corrupto a la fuga

Un polaco, un vasco, un valenciano y un extremeño

El de la mochila rosa

La jodida trena

Tres palabras

Hagamos algo superficial y vulgar

Pensando con la punta de la polla

Quizás en cada pueblo se practique de una forma

Gente que explota

Guía de lectura año 2016

En unos días tan señalados

Desátame (o apriétame más fuerte)

De cruising en los Caños

Putita

Sé cómo desatascar bajantes estrechos

Este mundo loco

Como conocí a mi novio

No debo hablar

El secreto de Rafita

¿De quién es esta polla cascabelera?

Me gusta

Me llamo Ramón y follo un montón

Doce horas con Elena

El pollón de Ramón

Dos cerditos y muchos lobos feroces

El ciprés del Rojo

Follando por primera vez (R) 2/3

Follando por primera vez (R) 3/3

Follando por primera vez (R) 1/3

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Orgia en el WC de los grandes almacenes

Once pollas para JJ

Prefiero que pienses que soy una puta

Homofobia

Adivina quien se ha vuelto a quedar sin ADSL

¡Terrible, Terrible!

Bukkake en la zona de descanso

Mi primera vez con Ramón

Tu familia que te quiere

Si no pueden quererte

Mía

Infidelidad

Dos adolescentes muy calientes

Ocho camioneros vascos

Parasitos sociales

El pollón del tío Eufrasio

Violado por su tío

Talento

Somos lo que somos

Sexo en Galicia: Dos en la carretera

Tres pollas y un solo coño

De amor se puede vivir

Duelo de mamadas

¡Se nos da de puta madre!

Dos hermanos

¿Dónde está la oveja de mi hermano?

¿Por qué lloras, Pepito?

El MUNDO se EQUIVOCA

Todo lo que quiero para Navidad

Como Cristiano Ronaldo

Identidad

Fuera de carta

Los gatos no ladran

Su gran noche

Instinto básico

TE comería EL corazón

La fuerza del destino

La voz dormida.

Como la comida rápida.

Las amistades peligrosas.

El profesor de gimnasia.

Follando: Hoy, ayer y siempre (R)2/2

Follando: Hoy, ayer y siempre (R) 1/2

El ser humano es raro.

La ética de la dominación.

¡Ven, Debora-me otra vez!

La procesión va por dentro.

Porkys

Autopista al infierno.

El repasito.

José Luis, Iván, Ramón y otra gente del montón.

El sexto sentido.

Cuando el tiempo quema.

Mi mamá no me mima.

La fiesta de Blas.

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Sin miedo a nada.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

¡Qué buena suerte!

El rumor de las piedras.

Dios odia a los cobardes.

Tres palabras.

Guía de lectura segundo semestre 2.014.

Como un lobo.

Solo Dios perdona.

El padrino.

Perdiendo mi religión.

Adiós Francisquito, adiós.

Pequeños descuidos.

La sombra de una duda.

Mis problemas con JJ.

Unos condones en la guantera.

La voz dormida.

Follando con mi amigo casado.

Si pudieras leer mi mente.

Bésame, como si el mundo se acabara después.

Si yo tuviera una escoba.

Guía de lectura primer semestre dos mil catorce.

¡Cuidado con Paloma!

La lista de Schindler.

Nos sobran los motivos.

La masticación del tito Paco.

Viviendo deprisa.

El blues del autobús.

¿Y cómo es él?

¡Voy a por ti!

Celebrando la victoria.

Lo estás haciendo muy bien.

Vivir al Este del Edén.

Hay una cosa que te quiero decir.

Entre dos tierras.

Felicitación Navideña.

37 grados.

El más dulce de los tabúes.

Desvirgado por sus primos gemelos

Las pajas en el pajar

Para hacer bien el amor hay que venir al Sur.

Tiritas pa este corazón partio

Valió la pena

1,4,3,2.

Sexo en Galicia: Comer, beber, follar....

¡Se nos va!

En los vestuarios.

Lo imposible

Celebrando la victoria

La procesión va por dentro.

El guardaespaldas

El buen gourmet

Mariano en el país de las maravillas.

Tu entrenador quiere romperte el culo(E)

Retozando Entre Machos.

Culos hambrientos para pollas duras

La excursión campestre

¡No es lo que parece!

Mi primera vez (E)

Vida de este chico.

Follando con mi amigo casado y el del ADSL? (R)

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón

Trío en la sauna.

Nunca fuimos ángeles

Desvirgado por sus primos gemelos (E)

Como la comida rápida

La misión

Follando con mi amigo casado

La churra del Genaro

Sexo en Galicia: Tarde de sauna (R)

2 pollas para mi culo

El cazador.

Los albañiles.

Jugando a los médicos.

Algo para recordar

Mis dos primeras veces con Ramón (E)

A propósito de Enrique.

Guia de lectura y alguna que otra cosita más.

Culos hambrientos para pollas duras

En los vestuarios (E)

Celebrando la derrota

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (Epilogo)

No quiero extrañar nada.

Punta Candor siempre llama dos veces.

4,3,2,1....

2 pollas para mi culo

Adivina quién, se ha vuelto a quedar sin ADSL

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón (R)

El MUNDO se EQUIVOCA

Historias de un follador enamoradizo.

Living la vida loca

Sexo en galicia con dos heteros (R)

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Comer, beber... charlar.

Los albañiles.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Regreso al pasado

Follando con mi amigo casado (R)

“.... y unos osos montañeses)”

El padrino

... Bubú.....

El blues del autobús (Versión 2.0)

El parque de Yellowstone (Yogui,....)

After siesta

Sexo, viagra y ... (2ª parte) y última

Before siesta

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (1ª parte)

El bosque de Sherwood

El buen gourmet

Como la comida rápida

Pequeños descuidos

¨La lista de Schindler¨

El blues del autobús

Celebrando el partido