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A propósito de Enrique.

en Gays

Historias de un follador enamoradizo

 

Episodio XVIII:

A proposito de Enrique

 

 

( Este relato es continuación de “Celebrando la derrota”)

 

Resumen de lo que ha sucedido: JJ, su novio Guillermo y Mariano, se pegan una merecida escapadita a los Caños de la Meca, una playa nudista de la costa de Cádiz. Durante el trayecto, JJ le descubre a su novio, el último hobby de Mariano: escribir relatos en una web de relatos eróticos.

 

PREVIAMENTE

 

JJ: Ya lo sé – sus palabras estaban cargadas de cierta acritud.-Pero todo el mundo no es como Enrique.

 

 

M: ¡Ya, gracias a Dios...!, porque con un sólo Enrique, he tenido suficiente, para lo que me queda de vida... Pero es que cuando las cosas, empiezan a ir por ese camino, me superan- mi voz estaba cargada de preocupación.” (Extracto del relato: Follando con 2 buenos machos :Iván y Ramón)

 

 

 

Su lengua busca la mía, primero tímidamente, para una vez roto el hielo, unirse a ella en una danza desmedida. Sus manos se aferran a mi cintura, las mías buscan su cuello... nos abrazamos como locos, como si este momento hubiera sido largamente esperado... Cuando me aprieta contra él y siento la dureza de su cuerpo, un cumulo de sensaciones invaden mi pecho, inundando todos mis sentidos. Hace tiempo que no me besan así, y menos un desconocido... Su forma de besar me trae el recuerdo de Enrique y solamente, es pensar su nombre; y toda la pasión, que albergo en mi interior, se esfuma.

 

 

Aunque sigo besándolo, José Luis tiene que notar mi cambio de humor, porque con suma sutileza; se aparta de mí. De nuevo busca mis ojos, lo que encuentra en ellos no debe ser lo que espera, porque con una voz medio rasgada por la decepción,me pregunta:

 

- ¿ Que pasa “shulo”, no te gustó?

 

Destierro a Enrique de mi pensamiento, y clavo mi mirada en la suya, lo beso reanudando la interrumpida pasión. Esta vez, mis manos buscan su cintura y como si de un acto protocolario se tratara, pego mi pelvis contra la suya”(Extracto del relato: Adivina quien, se ha vuelto a quedar sin ADSL)

 

 

 

Por eso, cuando veo lo bien que le va con su novio, no puedo más que alegrarme. Guillermo, es un hombre como los que ya no se fabrican; físicamente está muy bien, a pesar de que es bajo (uno sesenta y poco creo), pero ya se sabe lo que dicen de las buenas esencias... Si en apariencia es deseable, lo mejor de él, es que es un tío encantador, se masca en su mirada que es buena gente; que no tiene dobleces. Hacen una pareja, como las que no hay.... a veces me dan un pelín de envidia; pero yo, ya después de mi último y primer “novio”, quede vacunado de esa enfermedad llamada “pareja”, por siempre jamas. Aunque nunca se ha de decir, de este agua... “ (Extracto del relato: No quiero extrañar nada)

 

 

 

20/08/2012

 

- Hablando de cabrones... - interrumpe JJ con ese tono despreocupado y vivaracho que lo caracteriza- ¿Sabes Mariano a quien vimos el otro día La Confección Británica?

 

- No, pero seguro que tú me lo cuentas- digo lanzándole una pequeña pulla.

 

- A Enrique....

 

 

 

Enrique, sólo escuchar ese nombre hace que se me revuelva el estomago. Sé que Juan José lo hace con la mejor intención del mundo. ¡Pero de buenas intenciones están llenas las guerras!

 

-...iba con un chico jovencisísimo... Yo creo que si tenía los dieciocho años muchos eran. Iban buscando ropa para el muchachito... La que tuvo gracia fue la dependienta que, cuando se dirigió a él, le preguntó: ¿ La ropa es para usted o para su hijo? ¡ A mí, por poco me entrá el ataque de risa!...

 

Cuando mi amigo vuelve, jovialmente, la cabeza hacia la parte de atrás del vehículo y ve la cara de cadáver que se me ha puesto, detiene un seco su divertido discurso. Y cambiando su gesto por uno de completa preocupación; preocupación envuelta por la culpa añade:

 

- ¡ Jo, Mariano! Yo creí que lo tenias superado...

 

- Y yo también lo pensaba- digo yo con una voz apesadumbrada

 

- ¡Pues es menester, que vayas pasando ya!.- me reprende cariñosamente mi amigo.

 

- ¿Tú crees que a mi me apetece? -el volumen de mi voz, aunque no grito, es bastante alto- Se supone que hoy debo estar supercontento. Me voy de vacaciones con dos de mis mejores amigos. Hoy nada me puede entristecer... Pues si... el mencionar a Enrique, aunque sea para burlarte de él … Me pone de mala leche..¡ De muy mala leche!

 

-Lo siento hombre- contesta JJ con una voz entrecortada sintiéndose culpable.

 

 

Un violento silencio se hace entre mi amigo y yo. Mutismo que es roto por Guillermo, el cual sube volumen de la radio, en un intento de quitarle hierro al asunto.

 

♫♫ Our memories

They can be inviting

But some are altogether

Mignty frightening really feel♫ ♫

 

 

 

Mientras en la radio suena el “Don't speak “ de No doubt, mi mente, sin querer, empieza a recordar a Enrique y lo que él, ha significado en mi vida.

 

 

07 DE OCTUBRE DEL 2001

 

Aquel verano no quería irse, hacia tanta calor que apetecía estar en la calle hasta altas horas. JJ, su ligue de aquella época, David y yo matábamos el tiempo sentado en la terraza de un bar de la zona de Sevilla del Barrio de la Alameda. Para lo que no lo sepan, es una zona frecuentada por multitud de tribus urbanas: estudiantes, modernos convencidos, bohemios... Pero sobre todo, es una zona gay.

 

Juan José, como de costumbre, no paraba de charlar; cuando no tenía tema se lo sacaba de la manga. El chaval que estaba con él, alucinaba con su berborrea y seguía toda su conversación sin perderle el hilo. Yo, aburrido un poco, me evadía de su incesante parloteo, observando a la gente, la cual deambulaba por los alrededores de la concurrida terraza.

 

Como mesas había pocas, mucha gente se tomaba la copa de píe. Y en cuanto que JJ seguía contándo historias, ya conocidas por mí, al asombrable jovencito; yo continuaba oteando el horizonte; en busca de no sé que. El no sé que, llego en forma de metro ochenta de hombre. Fue su sola contemplación y una sensación satisfactoria lleno mi pecho.

 

No sólo era alto y tenía buen cuerpo. Además era guapo y por la forma de moverse y actuar parecía tener don de gente. Al hablar sonreía mostrando unos dientes perfectos, tenía unos labios carnosos, una nariz pequeña, sin ser chata, y lo mejor de todo: unos grandes ojos verdes que alumbraban todo su rostro. No sé de que modo lo tuve que mirar; el caso es que él, se percató de ello y se puso a coquetear en la distancia conmigo.

 

El que se compusiera su rizado cabello, mientras me miraba de forma insinuante; hizo que desviara la mirada y volviera a la extenuante conversación de JJ. No había pasado ni un minuto. Cuando sentí que me tocaban levemente el hombro, en claro ademán de llamar mi atención. Cuando me volví, la sorpresa no pudo ser mayor: se trataba del tío moreno, alto y guapo, al cual había estado mirando.

 

 

- ¿ Qué?...-es tanta el sobresalto que me embargó , que me costó trabajo pronunciar la breve palabra.

 

- Nada, que he observado que me mirabas ¿ Nos conocemos de algo?- Su voz tenía una mezcla de chuleria y sensualidad, que hizo que mi incapacidad de pronunciar palabra alguna, fuera aún mayor.

 

- No... que va... -dije con una entrecortada y tímida voz.

 

- Pues nada... si no me conoces tendré que presentarme. ¡Me llamo Enrique!- dijo tendiendome la mano, demostrando una seguridad que ya quisiera yo para mi.

 

- Yo Mariano- dije dándole un apagado apretón de manos.- Mucho gusto....

 

¿Mucho gusto? Como podía decir eso un joven de veintiséis años en pleno siglo XXI. ¿Quizás por que era muy torpe en relacionarme con la gente? El que fuera de pueblo, también ayudaba bastante. ¡Díos!... Me sentí horrible después de decir aquello. Seguro que me preguntaba, que donde me había dejado la boina. Pero no hizo nada, simplemente sonrió y me dijo con una certeza, que me dejó completamente perplejo, que ya nos veríamos.

 

Cuando se marchó, se me tuvo que quedar cara de bobo; porque Juan José, sin darme siquiera tiempo a recuperarme de lo sucedido. Con ese tono teatrero ,que tan bien se le da, me acribilló a preguntas. Cuando le contesté, lo que había pasado; comenzó a burlarse cariñosamente de mí diciendo:

 

-¡ Si es que eres lo que Dios se llevo al viaje!... Yo aquí, contándole a mi amigo David, algo superinteresante y tú mirando a los tíos. ¡Y si al menos después te lanzaras! Se te acerca uno que está de toma pan y moja chocolate, y ¿ni lo invitas a sentarse ni nada?¡Espera, que esto lo arreglo yo ahora mismo!- no había terminado de pronunciar esto último, se levanto y caminó en dirección a donde estaba el tal Enrique.

 

No sé como se presentó, ni que le dijo; el caso es que escasos minutos después; el tío bueno y un amigo suyo, que se llamaba Ricardo, tras las pertinentes presentaciones,compartieron mesa con nosotros.

 

 

Tras media hora, más o menos, de charla animada Ricardo se marchó. . Después lo hicieron Juan José y David.... Cuando nos quedamos solos, un cosquilleo recorrió mi espalda... Ansioso y temeroso por igual, de donde pudiera terminar la noche.

 

No creo que en la vida, hubiera deseado algo tanto, como compartir la noche con aquel pedazo de hombre, que tenía junto a mí. Pero no sé porque extrañas circunstancias, en vez de dejarme llevar, como hago siempre; la velada terminara con un apasionado y corto beso. Y un intercambio de números de teléfonos, para quedar otro día.

 

A una cita para tomar café, siguió otra para cenar... Y cuando nos quisimos dar cuenta, oficialmente se podía decir, que estábamos saliendo...

 

 

Aquel sabado de Octubre, conocí al tío que mejor me ha besado en la vida, al primero que me penetró, a la primera y única persona a la que le he dicho que lo quiero; de forma tan pasional, como visceral. ( Después ha habido muchas veces, en las que lo he pensado; pero siempre me he mordido la lengua)....

 

 

07 DE DICIEMBRE DEL 2006

 

Puedo soportar la infidelidad, pero lo que no puedo soportar es la mentira. Después de cinco años, Enrique se había vuelto la persona menos franca del mundo conmigo. Y lo peor: no se le veía ilusión ninguna en nuestra relación. Si los dos primeros años; siempre estaba insistiendo en una vida en común.... Vida en común, para la que yo, por mi sendero personal; no estaba preparado... Y fijate que curioso, en el momento en que yo, haciendo de tripas corazón y pasándome mis convicciones morales y religiosas por el arco del triunfo; decidí dar el paso que él tanto me había solicitado. No habia una vez, de aquellas que yo me atreviera a proponer lo de irnos a vivir juntos, en las que su respuesta fueran problemas infranqueables y escusas vacías. ¿ Cuándo nos damos cuenta de que la persona amada nos está siendo infiel? Yo creo, que desde el primerísimo momento, lo que pasa es que nos ponemos una venda en los ojos, pues nos da tanto miedo el quedarnos sin ella, que nos mentimos aún a sabiendas de los hechos.

 

Mi relación con Enrique había pasado por varias etapas. La primera, que comprendió, más o menos, los dos primeros años, los cuales he de reconocer, fueron los años más felices de mi vida. Con él descubrí, una forma de ver el mundo, que yo por mi timidez me había negado.

 

Tras los dos primeros años, entramos en una época en la que mi “novio”, paso de tener todo el tiempo para mí. A no tener ningún momento en el que poder verme. La escusa siempre era la misma: el trabajo. Había semanas que nos veíamos una sola vez y con los minutos contados. El tiempo de echar un polvo y poco más. Hoy en perspectiva, veo que Enrique y yo habíamos pasado de hacer el amor, a follar mal y pronto; sin preámbulos de ningún tipo. Si al que se vendiera caro conmigo, le sumamos sus infundados celos. Pues a mi me quedaba una de una: pasar muchos fines de semana en casa. Lo cual me vino muy bien a nivel laboral ( me saqué las oposiciones); pero en lo que respecta a la cuestión anímica, me dejo hecho polvo.

 

Con los años, la gente te habla (no cuesta dinero) y te cuenta cosas. Y así te enteras, que mientras yo me quedaba en casa, calentándome el molondro; el aprovechaba para calentarse la cama con otros... Siempre más joven que yo . ¡La obsesión del ser humano por la juventud!

 

En mi opinión el miedo a la muerte y el afán de agarrarse a la juventud, sino son la misma cosa van muy, pero que muy cogidas de la mano. El querer seguir siendo joven se puede manifestar de muy diversas maneras: queriendo ganarle tiempo al tiempo, intentando no aparentar la edad que se tiene, como le pasa a JJ; cuidando minuciosamente la calidad de vida y alimentación, como me sucede a mí o intentando atraer a gente más joven, en un intento simbiótico de que ellos te devuelvan la juventud perdida.

 

Esto último es lo que le pasaba a Enrique, que no se enteraba de que lo que le tocaba vivir eran los cincuenta y no los treinta; y que por mucho niñatillo que se llevara al catre y pusiera mirando para Pamplona, el reloj biológico de su vida; no iba caminar hacia atrás.

 

Y como está claro, que el cabrón es el último que se entera. Yo seguía creyéndome sus palabras, porque en el fondo, la verdad no la quería escuchar.

 

Por eso, porque en lo más profundo de mi ser, yo sabía que no me podía fiar. Nuestra relación pasó a una tercera etapa, y última. En este período, pase de decir que si a todo, a cuestionar cualquier cosa. De ver sólo sus virtudes, a descubrir sus defectos.( que no eran pocos)

 

Si antes, el que vistiera con ropas caras me parecía elegante; ahora, el que fuera mostrando las marcas en pos de recordar a todos lo bien que estaba económicamente, había pasado a parecerme hortera, rosando lo patético.

 

También descubrí, que su saber estar; era una fachada de cara a la galería con la que enmascaraba sus inseguridades... ¡Si hasta era de derechas, porque pensaba que eso le daba clase y estilo .!¡Pufff!

 

Y lo peor, es como intentaba enmendar su acento andaluz. Como si parecer de esta tierra, fuera una deshonra ¡Era deplorable! Intentaba corregir el ceceo y seseo, propios de nuestra tierra; pero como en la mayoría de los casos no sabía como se escribían las palabras ( la gramática no era lo suyo); daba como resultado, que hablaba con faltas de ortografía. ¡ Para mear y no echar gota!

 

Bueno paro ya, que parezco la canción de Rocio Jurado de “Ese hombre”, sí, sí.. esa que dice : “ es un gran necio, es un estúpido engreído....”

 

Lo cierto, que tras el enamoramiento inicial; las cosas se fueron apagando entre los dos. Era inevitable, que nuestra historia, llegará a su fin. Lo peor fue, como dejamos que los acontecimientos se nos fueran de las manos, y en vez de romper y un “hastaluegolucas; nos empeñamos en mantener algo que ya estaba marchito y donde, del fuego de la pasión; apenas quedaban rescoldos.

 

El día de la ruptura, permanecerá en mi recuerdo por un largo tiempo. Yo había tenido que ir a Sevilla, a hacer una serie de gestiones y decidí pasarme por su casa, para darle la sorpresa.( Lo peor, es que el sorprendido fui yo).

 

Cuando intenté abrir la puerta del piso, ésta se encontraba con la cadena echada por dentro. Llame al timbre, pero no salía nadie. Después de unos cuantos insistentes timbrazos, salio Enrique a medio vestir. Cuando me vio en el recibidor, la cara se le descompuso en una mueca indescriptible. Sus preciosos ojos verdes, parecían que se le iban a salir de las cuencas.

 

Intento disuadirme para que no accediera a la vivienda, pero mi curiosidad mata gatos, era más fuerte. Entré prácticamente por imposición, a sabiendas, de que aquello que me iba a encontrar, iba ser desagradable.

 

Lo desagradable, tendría como mucho dieciocho años, rubio, muy delgado. En su rostro se pintaba un gesto de preocupación, mientras intentaba vestirse apresuradamente. ¿ Has escuchado alguna vez la frase, “si me hubiera arrancado el corazón me habría dolido menos”? Pues se puede llegar a sentir. ¿ Dónde metía ahora yo, los cientos de reproches que me lanzaba Enrique por sus celos infundados? ¿ Dónde guardaba yo, la de veces que me llamó “puta salida” cuando creía que miraba a alguien? Rebozaban por todos lados, y no sabía que hacer con ellos. Es lo que suele pasar con la última gota: rebosa el vaso....

 

Deje salir al chaval. Al fin, al cabo él no tenía culpa. La última vez que lo comprobé, la inconsciencia juvenil no era delito; ni tan siquiera pecado. Cuando se marcho, cerré la puerta. Miré a Enrique, que aunque tenía cara de “no es lo que parece”, no lo dijo. Creía querer a aquel hombre, más de lo que nunca podría llegar a querer a nadie. Estaba tan dolido, que no me salían las lagrimas. Ni siquiera podía hablar. Simplemente de mis labios salieron un quebrado y apagado: ¿ Por qué?

 

Lo peor fue la postura de Enrique, que en lugar de sentirse culpable, intentó justificarse con una respuesta recargada de soberbia y chulería por igual.

 

- ¡Porque tiene dieciocho años y tú no !

 

Aquella frase, la recordaré mientras viva. ¿ Cómo te pueden hacer sentir viejo y obsoleto con treinta y un años? Sólo me quedaba una salida: dejarlo. Así que sin más explicaciones, le dije un seco: “¡Hemos terminado!” y salí por la puerta.

 

Es curioso, como funcionan las relaciones de pareja. Hay siempre uno que deja al otro. En mi caso,fui yo y porque no me quedaba más salida. Y es que en esto del amor, como en todo; hay una acción y su reacción; si te pisan un píe, dices “¡ Ay!”, si te destrozan la vida dices “ Lo dejamos”, pero en ambos casos el que aplasta al otro, está falto de empatía. Por muchas veces que te repitan la palabra lo siento....

 

Nunca en mi vida he conducido como aquel día: de la manera más temeraria. Las lagrimas me empapaban los ojos; nublándome por completo la visión. Apretaba el acelerador del coche, como si éste, tuviera que ir al compás de los latidos de mi corazón.

 

Cuando llegué a mi casa, me tendí sobre la cama; con la mente en blanco y con la mirada perdida.

 

Hasta dos días después, no telefoneé a JJ, para contárselo. Enrique no paró de llamarme en esos días; cientos de sms diciendo cosas como que lo perdonara y que teníamos que hablar. Palabras vacías y dichas lejos del corazón. Pero aún así, más de una vez, de dos y de tres; estuve tentado a contestar y admitir sus disculpas....Disculpas que nunca escuché.

 

Después de aquello, mi vida empezó a ir cuesta abajo y sin frenos. No hubiera salido de aquel pozo de tristeza, si no hubiera sido por JJ, que supo estar ahí; sin pedir nada a cambio y sólo ofreciéndome su amistad en la medida que la necesitaba. Si antes de aquel momento, yo tenía a JJ por mi mejor amigo; después de como se portó, yo no supe donde ponerlo; no hay una categoría que mida, lo que él es para mi. Por eso, todo lo que diga bueno de él, es poco; y siempre me quedare corto.

 

01 DE ABRIL 2012 (DOMINGO DE RAMOS)

 

Por aquella época, llevaba una temporada que de vez en cuando iba por el ambiente de Sevilla. (las saunas, Esvilia, Itaca... ) y rara era la vez, que no coincidía con Enrique. Sólo verlo, evocaba en mi soledad tiempos mejores... Aunque no deseaba hablar con él, me comportaba como persona civilizada lo saludaba y le daba un poco de conversación... Hasta que la conversación se convirtió en una costumbre, a la que separaba una delgada línea de lo intimo.

 

Por eso, cuando en me encontré con él, el Domingo de Ramos y como los dos estábamos solos. No me pareció extraño que dijera de acompañarme. Me fije en él; ¡estaba guapisimo! Llevaba un traje gris marengo, una corbata azul turquesa y una camisa blanca, iba el tío la mar de elegante, y él lo sabía. A pesar de que los años habían hecho mella en él ( como en todo el mundo) seguía siendo atractivo, un hombre de cincuenta y un años; pero atractivo al fin y al cabo. Quizás lo que denotará más su paso por la vida, fueran las bolsas alrededor de sus ojos; tributo pagado por sus noches de exceso. A pesar de querer estar radiante todo el tiempo y convencer a todo el mundo de que seguía estando en la brecha, se le veía cansado. Aún así, me llevo corriendo a todos lados y vimos las procesiones, en aquellos lugares donde tienen que verse; porque si no, hasta el año que viene, no puedes.

 

 

Por si no conoces, la Semana Santa sevillana, he de decirte que el Domingo de Ramos es como el pistoletazo de salida de la primavera, da igual que ésta haya hecho su aparición o no. El pueblo sevillano viste sus mejores galas y se lanza a las calles, las cuales son como una gigantesca pasarela de moda de las tendencias de la próxima temporada.

 

El estar rodeados de aquella fastuosa multitud y disfrutando de la compañía de Enrique, me hizo recordar viejos tiempos, ayudaba mucho a que bajara mis defensas, el perfume a azahar que envolvía la ciudad, la belleza de una primavera que empezaba a ser latente y sobre todo el olor a incienso. Ver las cofradías en la calle, con la persona que más había significado para mí, me estaba haciendo creer que tiempos pasados podían volver.

 

Cuando fuimos ver a recogerse a la hermandad de la Amargura, yo tenía la sensación de que el pasado había vuelto y hablaba con él, con la misma familiaridad que lo hiciera antaño. Cuando llegamos a la iglesia, allí no cabía ni un alfiler; pero Enrique y yo, como buenos capillitas que somos, buscamos nuestro hueco para ver entrar al Nuestro Padre Jesús del Silencio. Por eso , cuando la multitud delante de la iglesia, nos hizo acercarnos más el uno al otro ; y yo sentí como las manos de mi ex se aferraban a mi cintura, fui consciente que acababa de empezar a cruzar un puente, cuyo retorno era complicado.

 

Envueltos como estábamos entre el sonido de las cornetas y tambores, las vociferantes ordenes del capataz a los costaleros, la belleza del paso de misterio que deambulaba ante nosotros, me deje llevar y deje que su cuerpo, de forma sensual, se pegara al mio. A pesar de tener mis cinco sentidos puesto en el espectáculo para el alma que era la entrada de la cofradía en su Iglesia; al sentir la dureza de su entrepierna sobre mis posaderas, un agradable escalofrió recorrió mi espalda. Mi mano busco tímidamente su mano y esta me respondió.

 

Dijimos adiós, hasta el siguiente año, al paso de palio de la Amargura. Enrique y yo nos depsedimos con un fuerte apretón de manos.

 

-¿ Quieres que nos veamos mañana? - mientras me decía esto, una perfecta sonrisa iluminaba su rostro. ¿Quién podía decir que no?

 

02 DE ABRIL 2012 (LUNES SANTO)

 

¡Vaya panorama! Mira que suele llover poco en esta tierra mía, pues hay unas fechas claves en las que no falla: Semana Santa y Feria. Y en Feria, que quieres que te diga, me da igual; pues te metes en la caseta y santas pascuas. Pero que llueva en Semana Santa, es una jodienda de cuidado. Por muchas causas, no sólo porque aquellos que llevamos un año esperando para ver a nuestra Hermandad en la calle. Es un fastidio a todos los niveles; empezando por la gente de la hostelería y terminando por los eventuales que contratan para limpiar las calles.

 

El caso que este año, como casi todos, el Lunes Santo se presentaba pasado por agua. No había salido el Polígono y Santa Genoveva. La Redención y San Gonzalo habían interrumpido sus recorridos a las siete. Santa Marta y las Aguas habían dicho que no salían. Ante tal pronostico, Enrique y yo en espera de las otras tres Hermandades que todavía no habían determinado que harían, decidimos ir a tomar algo. Como todo el mundo había hecho lo mismo, los bares de la zona estaban a tope. Por lo que Enrique, propuso ir a su casa a tomar la dichosa copa.

 

Ya en su piso, me dijo que me pusiera cómodo; que me quitara el traje y me pusiera un chándal suyo, que me dio. No había terminado de quitarme la camisa, cuando mi ex, se acerco a mi de forma insinuante y sin darme tiempo a reaccionar me dio un beso. Beso al que yo respondí sin reparo alguno. Mientras mi lengua se mezclaba con la suya, a mi mente la asaltaron mil sensaciones vividas: cuando lo conocí, la primera vez que me beso, la primera vez que nos acostamos, la primera vez que me penetró... pero todas esas sensaciones quedaron ensombrecidas por un sólo día: el día que descubrí que me engañaba, y que esto había sido lo habitual en nuestra relación.

 

Lo aparte de mi con un suave empujón, sin decir nada, me volví a poner la camisa. Mientras me terminaba de vestir tuve que aguantar un arrogante discurso-bronca por parte de Enrique, donde me volvió a demostrar lo mucho que él valía y lo poco que era yo. Frases, como “¿tú no sabías a que venías acaso?, pues no me haces falta, más jóvenes y más guapos que tú lo tengo cada vez que quiero”; no se me podrán olvidar nunca.

 

Desde su casa, a donde tenía el coche había un buen trecho y a pesar de llevar paraguas, quede calado hasta los huesos. Ya no me importaba si El Museo o alguna otra cofradía salía. Yo quería irme a mi casa y meter la cabeza bajo las sabanas.

 

Una vez llegué a casa. La soledad de sus paredes se me cayeron encima de forma lapidaria. Una tristeza insoportable me empezó a invadir. Tenía ganas de llorar, pero el mar de lágrimas sólo inundaba dolorosamente mi pecho. Pensé en llamar a JJ y contarle lo sucedido, pero era tal la vergüenza que sentía por mi inconsciencia, que no tuve valor de hacerlo.

 

Marque otro número:

 

-¿ Si dime?

 

-¿ Tú donde estás?

 

- Yo aquí en el bar de la avenida ¿ Por?

 

- ¿ Puedes venir a mi casa?

 

- Si, hombre, eso esta hecho. El tiempo de inventarme una excusa.

 

 

Proseguirá con “Algo para recordar”( Como mucho en diez días)

 

Como siempre, gracias por leerme. Tanto como si eres de los lectores que comentan, como de los silenciosos. Estas historias no serían lo mismo sin ti al otro lado.

 

Y como lo que más me gusta de escribir en la red, es la interacción con mis lectores “charlatanes” unas palabritas para ellos:

 

 

A ozzo2000( Pues si te gustaron Ramón y el mecánico, esto volverán enbreve. Y JJ, como estarás comprobando cada vez el y su pareja toman mayor protagonismo); a mmj ( ¿ suficiente drama diario en este relato? De todas maneras, debes de tener en cuenta que el anterior, fue una fantasía, llevada a sus máximas consecuencias, de Mariano. Mi única finalidad al escribirlo de esa manera, fue pegar un toque de atención contra el sexo inseguro. Espero que éste haya sido más de tu agrado); a elbotiija10( No sé yo porque, pero me da en la nariz que la historia de hoy, te ha podido o gustar mucho o no gustar nada; anda dime algo) y algunos viejos, se darán una vueltecita por su vida... .);a bicrod ( Veo que te ha gustado mi parodía del cine porno; ¿como ves a Alex Collack en el papel del mecánico ?); a ALEJOXXX ( para leer esto último, tienes que poner la voz del chavo del ocho- ¡Ech que no me tienech passiensia!) y a gippal ( Ignoro si te habrá gustado más o menos que otro, pero lo que si tengo seguro es que la historia con Enrique, no te ha dejado indiferente)

 

Y con esto, un par de besos y abrazos, y hasta la próxima. Intentaré que sea como mucho en diez días.

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Sexo en Galicia: Dos en la carretera

Tres pollas y un solo coño

De amor se puede vivir

Duelo de mamadas

¡Se nos da de puta madre!

Dos hermanos

¿Dónde está la oveja de mi hermano?

¿Por qué lloras, Pepito?

El MUNDO se EQUIVOCA

Todo lo que quiero para Navidad

Como Cristiano Ronaldo

Identidad

Fuera de carta

Los gatos no ladran

Su gran noche

Instinto básico

TE comería EL corazón

La fuerza del destino

La voz dormida.

Como la comida rápida.

Las amistades peligrosas.

El profesor de gimnasia.

Follando: Hoy, ayer y siempre (R)2/2

Follando: Hoy, ayer y siempre (R) 1/2

El ser humano es raro.

La ética de la dominación.

¡Ven, Debora-me otra vez!

La procesión va por dentro.

Porkys

Autopista al infierno.

El repasito.

José Luis, Iván, Ramón y otra gente del montón.

El sexto sentido.

Cuando el tiempo quema.

Mi mamá no me mima.

La fiesta de Blas.

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Sin miedo a nada.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

¡Qué buena suerte!

El rumor de las piedras.

Dios odia a los cobardes.

Tres palabras.

Guía de lectura segundo semestre 2.014.

Como un lobo.

Solo Dios perdona.

El padrino.

Perdiendo mi religión.

Adiós Francisquito, adiós.

Pequeños descuidos.

La sombra de una duda.

Mis problemas con JJ.

Unos condones en la guantera.

La voz dormida.

Follando con mi amigo casado.

Si pudieras leer mi mente.

Bésame, como si el mundo se acabara después.

Si yo tuviera una escoba.

Guía de lectura primer semestre dos mil catorce.

¡Cuidado con Paloma!

La lista de Schindler.

Nos sobran los motivos.

La masticación del tito Paco.

Viviendo deprisa.

El blues del autobús.

¿Y cómo es él?

¡Voy a por ti!

Celebrando la victoria.

Lo estás haciendo muy bien.

Vivir al Este del Edén.

Hay una cosa que te quiero decir.

Entre dos tierras.

Felicitación Navideña.

37 grados.

El más dulce de los tabúes.

Desvirgado por sus primos gemelos

Las pajas en el pajar

Para hacer bien el amor hay que venir al Sur.

Tiritas pa este corazón partio

Valió la pena

1,4,3,2.

Sexo en Galicia: Comer, beber, follar....

¡Se nos va!

En los vestuarios.

Lo imposible

Celebrando la victoria

La procesión va por dentro.

El guardaespaldas

El buen gourmet

Mariano en el país de las maravillas.

Tu entrenador quiere romperte el culo(E)

Retozando Entre Machos.

Culos hambrientos para pollas duras

La excursión campestre

¡No es lo que parece!

Mi primera vez (E)

Vida de este chico.

Follando con mi amigo casado y el del ADSL? (R)

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón

Trío en la sauna.

Nunca fuimos ángeles

Desvirgado por sus primos gemelos (E)

Como la comida rápida

La misión

Follando con mi amigo casado

La churra del Genaro

Uno de los nuestros

Sexo en Galicia: Tarde de sauna (R)

2 pollas para mi culo

El cazador.

Los albañiles.

Jugando a los médicos.

Algo para recordar

Mis dos primeras veces con Ramón (E)

Guia de lectura y alguna que otra cosita más.

Culos hambrientos para pollas duras

Celebrando la derrota

En los vestuarios (E)

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (Epilogo)

No quiero extrañar nada.

Punta Candor siempre llama dos veces.

4,3,2,1....

2 pollas para mi culo

Adivina quién, se ha vuelto a quedar sin ADSL

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón (R)

El MUNDO se EQUIVOCA

Historias de un follador enamoradizo.

Living la vida loca

Sexo en galicia con dos heteros (R)

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Comer, beber... charlar.

Los albañiles.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Regreso al pasado

Follando con mi amigo casado (R)

“.... y unos osos montañeses)”

El padrino

... Bubú.....

El blues del autobús (Versión 2.0)

El parque de Yellowstone (Yogui,....)

After siesta

Sexo, viagra y ... (2ª parte) y última

Before siesta

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (1ª parte)

El bosque de Sherwood

El buen gourmet

Como la comida rápida

Pequeños descuidos

¨La lista de Schindler¨

El blues del autobús

Celebrando el partido