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¡Terrible, Terrible!

en MicroRelatos

Cuenta la leyenda que, desde tiempos inmemoriales,  en el reino de relaToR  existió un gran escenario. Un lugar  donde su rey Magno I, el silencioso,  permitía a juglares aficionados compartir sus  odas con mayor o menor acierto.

Pese a que algunos de las composiciones adolecían de métrica, ritmo y su arpegio musical dejaba mucho que desear,  contaban con el apoyo de  un numeroso público. Un público valoraba su trabajo y le hacía saber mediante estrellas lo mucho o poco que le había gustado  y, en algunos casos, hasta  perdían el tiempo  mandando una carta comentándole  lo bueno  y malo de su interpretación.

Existía un panel donde los más puntuados ocupaban puestos privilegiados. Lo que propiciaba  un mayor aforo en  los conciertos de estos cantantes. ¡Qué contento se ponían los cantantes al comprobar que sus composiciones gustaban a tanta gente!

En aquella época, al igual que sucede ahora, el son más bailado solía ser el   chachachá en todas sus variedades: chachachá mamá, chachachá papá, chachachá primita, chachachá hermanito… ¡Mucho chachachá! Triunfaba el chachachá de los que no se dejan y  hasta el chachachá de la infidelidad.

Sin embargo, las reglas establecidas por Magno I fueron sorteadas por algunos de sus súbditos.  Así las estrellas que fueron creadas para cuantificar lo mucho o poco que había gustado una trova, fueron usadas  por envidias y  otros motivos que no tenían que ver con la calidad de la representación. Así nació un grupo de individuos no organizados conocidos  con el nombre de los terribleadores. Seres anónimos que, cual tiradores de tomates, abucheaban sin dar explicaciones a  las obras expuestas.

Los actos de aquellos individuos aburridos ocasionaron mucho daño al reino de relaToR, muchos de sus compositores se fueron con la música  a otra parte y paulatinamente el público de los conciertos fue disminuyendo cada vez más.  

Con el tiempo,   los shows comenzaron a ser televisados y aunque suponían más audiencias, los tele espectadores desde casa, ni podían regalar estrellas, ni emitir cartas de opinión, con lo que los juglares cada vez tenían menos claro si sus ritmos hacían bailar o no.

Si esto no fuera suficientemente desalentador, los clors campaban a sus anchas a lo largo y ancho  de relaToR. Aunque los más viejos del lugar dicen que estuvieron en el reino desde el principio de los tiempos, como cada vez era menor el número de cartas recibidas, su pernicioso protagonismo fue en aumento.

Los clors era una raza que, amparándose en las leyes laxas de Magno I, iban a los espectáculos disfrazados. De sus motivaciones  se contaban muchas cosas: eran envidiosos, sociópatas, cobardes, frustrados... Aunque lo único cierto es que a todos ellos le gustaba ser el centro de atención y no había cosa que le gustara más que un cruce de opiniones en pleno concierto. Su falta de respeto hacia la labor de los demás, podía convertir una canción tipo Celine Dion en algo salido de la mente de  Marilyn Manson.

Eran tan rara esta especie que hasta se contaba que existió un clor que, harto de no poder lucir su corona, ni por un día, abandonó el reino y montó una sala de conciertos  independiente en las fronteras de relaToR. Aunque las crónicas que publicaban sus periódicos eran de conciertos atestados de públicos y las noticias que llegaban de aquel lugar perdido de Dios eran que en él todo era paz y amor, existía el susurrante rumor de que todo era una obra de teatro,  donde la misma persona era el público y el único actor.

La verdad es que, poco a poco,  los  clors, los terribleadores y, en parte, la frialdad de la televisión  propiciaron tan mal ambiente que muchas de las mejores voces fueron emigrando o se limitaron a dar menos conciertos... Al final, el aforo de las salas fue disminuyendo y sus cimientos se fueron debilitando un poco cada día.  

El escenario seguía funcionando porque unos cuantos buenos juglares  seguían empeñados en obviar todas esas adversidades e intentaban hacer de relaToR el lugar que fue antaño, pues creían firmemente que el espectáculo, por encima de todo, debía continuar.

Me gustaría terminar esta pequeña fábula diciendo que fueron felices y bailaron un chachachá, pero como no ha venido, ni mamá, ni papá, ni ningún otro familiar, me temo que habrá alguien que dirá que lo que he contado ha sido terrible. ¡Terrible, Terrible!

 

Si estás por aquí me gustaría que me dieras tu opinión sobre este pequeño experimento narrativo. Gracias por leer.

Si te ha gustado te dejo los link de otros microrelatos  de mi autoría y que si no conoces puede que te apetezca leerlos.

Su gran noche.

Identidad.

¡Se nos da de puta madre!

Talento.

Parásitos sociales

Infidelidad

Tu familia que te quiere

 

Mas de machirulo

El Blues del autobús

Mr Oso encula a la travestí gótica

Hombres calientes en unos baños públicos (2 de 2)

Hombres calientes en unos baños públicos (1 de 2)

Desvirgado por sus primos gemelos

Un camión cargado de nabos

Cruising entre camiones

Mi primera doble penetración

Un ojete la mar de sensible

Un nuevo sumiso para los empotradores

Once machos con los huevos cargados de leche

Un buen atracón de pollas

Por mirar donde no debía, terminó comiendo rabo

Aquí el activo soy yo

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Una doble penetración inesperada

Amarrado, cegado y follado hasta la extenuación

Polvo rápido en el baño

La duquesa del coño insaciable (4 de 4)

La duquesa del coño insaciable (3 de 4)

La duquesa del coño insaciable (2 de 4)

La duquesa del coño insaciable (1 de 4)

¡Pero qué buenos están estos dos hermanos!

Una doble penetración inesperada

El mecánico siempre descarga sus cojones dos veces

Son cosas que pasan

Sexo grupal en el vestuario

La fiesta de las Coca-colas

Un casquete después de la siesta

Pepe se lo monta con sus primos gemelos

Serrvirr de ejemplo

Comer y follar todo es empezar

Con mi ojete preparado para un rabo XL

Al chofer del bus, le sale la leche por las orejas

Mamándole el ciruelo a mi mejor amigo

De cruising en la playa de Rota

Cinco salchichas alemanas para mi culo estrechito

Un mecánico con los huevos cargados de leche

El descomunal rabo del tío Eufrasio

Follado por su tío

Meter toda la carne en el asador

Míos, tuyos, nuestros… ¡De nadie!

Encuentros furtivos en el internado

Antonio y la extraña pareja

Fácil

Bolos, naranjas y bolas.

Vivir sin memoria

El libro de la vida sexual

Reencuentro con mi ex

Punta Candor siempre llama dos veces

Hombres Nextdoor

Mundo de monstruos

Dejándose llevar

Guía de lectura año 2017

Dejar las cosas importantes para más adelante

Una proposición más que indecente

¡No hay huevos!

Ignacito y sus dos velas de cumpleaños

El chivo

La mujer del carnicero

Iván y la extraña pareja

El regreso de Iván

Guerra Civil

Las tres Másqueperras

Toda una vida

Objetos de segunda mano

Follando con el mecánico y el policía (R) 2/2

Follando con el mecánico y el policía (R) 1/2

Ni San Judas Tadeo

La invasión Zombi

Seis grados de separación

¡Arre, arre, caballito!

La más zorra de todas las zorras

Un baño de sinceridad

Barrigas llenas, barrigas vacías

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Tiritas pa este corazón partio

Corrupto a la fuga

Un polaco, un vasco, un valenciano y un extremeño

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Gente que explota

Guía de lectura año 2016

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Sé cómo desatascar bajantes estrechos

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El ciprés del Rojo

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Follando por primera vez (R) 3/3

Follando por primera vez (R) 1/3

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

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Once pollas para JJ

Prefiero que pienses que soy una puta

Homofobia

Adivina quien se ha vuelto a quedar sin ADSL

Bukkake en la zona de descanso

Mi primera vez con Ramón

Tu familia que te quiere

Si no pueden quererte

Mía

Infidelidad

Dos adolescentes muy calientes

Ocho camioneros vascos

Parasitos sociales

El pollón del tío Eufrasio

Violado por su tío

Talento

Somos lo que somos

Sexo en Galicia: Dos en la carretera

Tres pollas y un solo coño

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Guía de lectura segundo semestre 2.014.

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La voz dormida.

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Si pudieras leer mi mente.

Bésame, como si el mundo se acabara después.

Si yo tuviera una escoba.

Guía de lectura primer semestre dos mil catorce.

¡Cuidado con Paloma!

La lista de Schindler.

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La masticación del tito Paco.

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El blues del autobús.

¿Y cómo es él?

¡Voy a por ti!

Celebrando la victoria.

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Vivir al Este del Edén.

Hay una cosa que te quiero decir.

Entre dos tierras.

Felicitación Navideña.

37 grados.

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Desvirgado por sus primos gemelos

Las pajas en el pajar

Para hacer bien el amor hay que venir al Sur.

Tiritas pa este corazón partio

Valió la pena

1,4,3,2.

Sexo en Galicia: Comer, beber, follar....

¡Se nos va!

En los vestuarios.

Lo imposible

Celebrando la victoria

La procesión va por dentro.

El guardaespaldas

El buen gourmet

Mariano en el país de las maravillas.

Tu entrenador quiere romperte el culo(E)

Retozando Entre Machos.

Culos hambrientos para pollas duras

La excursión campestre

¡No es lo que parece!

Mi primera vez (E)

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Follando con mi amigo casado y el del ADSL? (R)

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón

Trío en la sauna.

Nunca fuimos ángeles

Desvirgado por sus primos gemelos (E)

Como la comida rápida

La misión

Follando con mi amigo casado

La churra del Genaro

Uno de los nuestros

Sexo en Galicia: Tarde de sauna (R)

2 pollas para mi culo

El cazador.

Los albañiles.

Jugando a los médicos.

Algo para recordar

Mis dos primeras veces con Ramón (E)

A propósito de Enrique.

Guia de lectura y alguna que otra cosita más.

Culos hambrientos para pollas duras

Celebrando la derrota

En los vestuarios (E)

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (Epilogo)

No quiero extrañar nada.

Punta Candor siempre llama dos veces.

4,3,2,1....

2 pollas para mi culo

Adivina quién, se ha vuelto a quedar sin ADSL

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón (R)

El MUNDO se EQUIVOCA

Historias de un follador enamoradizo.

Living la vida loca

Sexo en galicia con dos heteros (R)

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Comer, beber... charlar.

Los albañiles.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Regreso al pasado

Follando con mi amigo casado (R)

“.... y unos osos montañeses)”

El padrino

... Bubú.....

El blues del autobús (Versión 2.0)

El parque de Yellowstone (Yogui,....)

After siesta

Sexo, viagra y ... (2ª parte) y última

Before siesta

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (1ª parte)

El bosque de Sherwood

El buen gourmet

Como la comida rápida

Pequeños descuidos

¨La lista de Schindler¨

El blues del autobús

Celebrando el partido