Mientras recordaba esto, con su mano se acariciaba su sexo, y terminó sintiendo un gran orgasmo, mejor que el que había tenido hacía unos momentos con su esposo en la cama, o tal vez ni siquiera lo había tenido, sus recuerdos realmente los había vivido, había sido tan real que se tuvo que masturbar y sin embargo no se sentía mal, ¿qué habrá sido de René? se preguntaba, ella lo había dejado por consejo de su confesor, le había dicho "Hija ese chico tan solo te quiere para tener relaciones, te está poniendo en la puerta del infierno y tu debes cortar ya esa relación que nunca tendrá un futuro por atentar contra los designios divinos".

Tenía razón el padre, así que con mucho dolor dió por terminada su relación con René, había llorado mucho, fué un dolor enorme pero era verdad, la relación no era de amor sino provocada por el maligno, su soledad y tristeza fué reparada por su marido, un hombre bueno que la respetaba y si habían tenido relaciones prematrimoniales había sido ella la que lo obligó con su forma de vestir y de actuar, sin embargo él como un hombre bien nacido pidió su mano y así el sexo entre ellos ya no era solo por placer, ya existía un compromiso que él cumplió a cabalidad.

Miró el reloj ya era tarde y subió a dormir, así tan solo con su pequeño y corto camisón, ya su esposo no tendría una sola caricia para ella, tal vez hasta mañana si no regresaba muy cansado de trabajar como de costumbre.

A las 5:30 sonó el despertador, como de costumbre lo apagó para que no despertara a su esposo, bajó a la cocina por un café como era su costumbre, lo tomó subiendo las escaleras, dejó la taza vacía sobre la mesita del hall, entró a la recamara y al baño se sentó en la taza para después lavarse los dientes como era su costumbre, sus ropa deportiva estaba colgada como siempre en el baño, unos pants ajustados que terminan a media pantorrilla, no tenía puesta ropa interior, se había dormido casi desnuda, bueno no importaba, para hacer el desayuno con ponerse los pants era suficiente, sobre su cuerpo desnudo se puso el pantalón deportivo y la chamarra que hacen conjunto, los calcetines estaban dentro de sus zapatos tenis, sentada en la taza del baño se puso los calcetines y los zapatos tenis, se vió en el espejo, "me sienta bien esta combinación de gris con rosa" pensó, se pasó un cepillo por el cabello amarrándolo atrás en una "cola de caballo", se puso su gorra rosa sobre la cabeza y en silencio salió para bajar a la cocina a preparar el desayuno.

Se llevó una sorpresa al ver ahí a su hijo que se preparaba para salir, ella sombrada le preguntó

-"¿A donde vas tan temprano?"

-"Te dije mamá, adelantaron mi examen y ya me voy"

-"¿Y quien va a llevar a tu hermana?"

-"Ya lo sabias mamá, hoy la tendrás que llevar tú, por cierto que guapa mamá tengo"

Le dio un beso en la mejilla y se fue, ella escucho el motor del auto de su hijo, él siempre llevaba a la hermana al colegio y hoy le tocaría a ella hacerlo, se apresuró con el desayuno, fué a despertar a la hija, como de costumbre "un ratito mas má" y como de costumbre "nada de un ratito" y a prenderle la luz para que ya no se vuelva a dormir, como de costumbre a despertar al esposo, un beso y un "arriba flojo", solo que hoy agrego "tengo que llevar a la niña, tu desayuno está en la cocina, tu camisa está planchada y la corbata está encima de tu traje, no te olvides de cerrar la puerta con llave, desayuna bien y que tengas un buen día", Bajó, se bebió un jugo de naranja, ya la hija había desayunado y salieron a la escuela.

-"Vistete bien, tu falda está muy corta, no te pasaste ni un peine en la cabeza"

-"Si mamá"

-"Te portas bien"

-"Si mamá"

-"No comas porquerías"

-"No mamá"

-"No te salgas de clase, ni te pongas a hablar por tu celular, el teléfono es para emergencias"

-"Si mamá"

-"¿Tienes dinero por si se te ofrece algo?"

-"Si mamá"

-¿No necesitas nada?

-"No mamá"

-"¿Cuándo podrás decirme otra cosa que no sea si o no mamá?

-"Cuando me platiques algo diferente y no me digas lo mismo cada mañana como es tu costumbre"

-"Irrespetuosa"

-"Si mamá"

Un beso, la bendición y verla entrar a la escuela, regresaba a casa y recordó que ya su marido habría salido al trabajo y ya era la hora de ir al parque a correr. Estacionó su auto frente al gran parque enrejado donde todas las mañanas ella y otras muchas personas corren para ejercitarse, la toalla en el cuello, estiró sus músculos e inició su carrera, corriendo y trotando alternadamente, tal vez este ejercicio la tenía con esas piernas y esas nalgas tan bien conservadas, estuvo haciendo su ejercicio por casi una hora, se sentía estresada y sudar la relajaba.

Se había cansado y dejó de correr para terminar su ejercicio caminando rápido hasta el punto donde enfriaba sus músculos y donde todos los días estaba haciendo lo mismo un hombre de unos 45 o 50 años, con el que siempre se saludaba con un "hola" y nada mas.

Llegó a ese lugar, hoy estaba sudando mas que los otro días, ahí como de costumbre estaba el hombre, ella antes de saludar exhaló el aire con fuerza, y como de costumbre bajó el cierre de su chamarra hasta la mitad para tomar la toalla de su cuello y secarse el sudor, al hacerlo escuchó

No pensó que se lo hubiera dicho el hombre a ella, y al voltear para ver si había alguien más cerca de ahí, notó que no traía nada debajo de su chamarra y al abrirla le había enseñado sus senos a ese hombre, se ruborizó al extremo y subiendo su cierre le dijo al hombre

-"Disculpe, es que olvidé, es que la costumbre de hacer esto, es que en la mañana…"

El hombre la interrumpió diciendo

-"No se disculpe, yo soy el que debe disculparse por mi atrevimiento, pero es que al ver tal belleza, no se puede uno quedar callado, realmente es usted muy bella, y después de haber cometido la imprudencia de observar, digamos lo que no debía, pues he constatado que belleza le sobra, aunque debo decir que como tenemos la costumbre de enfriar aquí, casi diario la veo y aún sin la fortuna que fué para mi su descuido, siempre la consideré una mujer bellísima"

-"Que pena, que avergonzada estoy con usted"

-"No se preocupe, y para enmendar en lo posible mi error permítame invitarle un jugo aquí donde los preparan a la entrada del parque"

-"No es necesario, de verdad que no, el descuido fué mío"

-"Entonces invite usted los jugos y yo el desayuno en el restaurante que está cruzando la avenida"

-"Pero es que yo, yo estoy… debajo de mi ropa… en fin usted ya vió lo que yo le quiero decir.

-"¿Se lo piensa decir o enseñar a todo el restaurante?, además está siempre lleno de gente que viene a correr"

-"Es que yo soy casada"

-"Pero no es usted la única con ese defecto, yo también lo fuí"

Ella rió ya mas tranquila y caminaron hacia donde se venden los jugos, tomaron uno cada quien, ella sacó el dinero y pagó, él le dijo

-"Ahora vamos a desayunar"

Ella no sabía que hacer, no estaba bien hacerlo, además solo usaba la ropa exterior y sudada, claro que no olía mal pero no era correcto, era sucio, él ya le había visto sus senos, no podía permitirse tal familiaridad con ese hombre, sin embargo había algo en él diferente y sin darse cuenta y platicando de cosas sin importancia sintió que la tomaba del brazo para cruzar la calle, sintió bonito, hacia tiempo que no la ayudaban a cruzar la calle, se dejó llevar y entró con él al restaurante, cuando el mesero se acercó para ayudarle con la silla a ella, él le dijo al mesero "Yo lo hago, gracias" y le aproximó la silla al sentarse, él se sentó frente a ella y al enseñarle la carta el mesero él le dijo

-"No vea usted la carta bella dama y permítame que yo pida por usted"

Ella sonrió, no abrió la carta y él pidió el desayuno, eran unos huevos preparados al estilo de la casa, con tocino, papas y chorizo, pan tostado, jalea y café, que ella comió con gusto, realmente estaban deliciosos y la compañía era muy agradable, por primera vez lo veía bien, su cabello gris por las canas, sus ojos azules, su cara era de facciones muy finas, sus brazos estaban llenos de vellos, unas manos grandes y se le veía musculoso, sin duda habría sido un joven muy guapo y apuesto, pero a esta edad se veía sumamente atractivo e interesante.

La platica continuó sobre la familia, el trabajo, los hijos etc, etc, ella le platicó de su origen español y francés y que por eso tenía esa piel tan blanca que a ella le molestaba, y que por fortuna no había salido con el pelo rubio, o sería una "güera desabrida", a su vez ella se enteró que él era abogado, que había estado casado, que se había divorciado, que tenía un hijo, que tenía su despacho cerca de ahí, que venía diario a correr al parque, desayunaba en ese restaurante y se bañaba en un penthouse propiedad de su despacho del que no podía platicar por razones de seguridad, claro que le aclaró.

-"No piense ud. Que es para fiestas con damas, no, no, es que a veces hay clientes a los que como su abogado debo proteger"

Ella preguntó de forma inconsciente algo que después de preguntarlo la hizo ruborizarse al extremo

-"¿Y donde está ese Penthouse?"

El caballerosamente y para no hacerla sentir mas mal se vió forzado a decir señalando con el dedo hacia el edificio de enfrente

-"Donde menos se lo imaginaría la "parte contraria", ahí en el último piso del edificio donde está el despacho"

Ella para cambiar la plática preguntó

-"¿Y esto que hace de correr y eso, es diario?"

-"Si por desgracia, claro que como abogado todos los días son diferentes, pero en lo privado, ya lo debe usted saber, la rutina y la costumbre, bueno hoy sus costumbres me hicieron admirar algo realmente bello, aunque no debía hacerlo, eso no me lo diga que ya lo sé.

Ella se sonrojó nuevamente y le dijo

-"No me trate mas de "usted", mejor de "tú""

-"Siempre que sea reciprocó, y para empezar ¿Cómo te llamas?"

-"MariCarmen, bueno María del Carmen ¿y tú?"

-"Yo soy Santiago, pero siempre he tenido la duda si Santiago es San Santiago o San-Tiago, que sería así como muy sugestivo decir "Tiago" que es el "Te hago" común de nuestro pueblo ¿Qué tiago?.

Ella rió, se sentía bien, estaba a gusto, pero ya había pasado casi una hora, se levantaron de la mesa y él la acompañó a su auto, era una camioneta de las llamadas mini-van de una marca japonesa, él le abrió la puerta, ella se subió y él se quedó viendo a sus pantorrillas y le dijo

-"Bueno, también tienes piernas muy bellas, parece que en el reparto de belleza te tocó de todo"

Ella se sonrojó nuevamente y le dijo

-"Santiago, no vayas a pensar que abrí mi chamarra para…."

El la interrumpió diciendo

-"No me ofendas Maricarmen, yo sé que fue un accidente causado por tu rutina diaria, no puedo negar que me encantó, pero no te estoy juzgando de nada, por favor bonita, no pienses así"

-"Gracias Santiago eres un caballero"

-"Y tu una dama exageradamente bella"

Cuando iba a cerrarle la puerta del auto, se detuvo un momento y le dijo

-"Bueno si te juzgo mal por algo fíjate y es por decirme que no te gusta el tono de tu piel, ¿como no te puede gustar algo de tu cuerpo que a los hombres nos encanta, no lo entiendo"

Ella se sonrojó nuevamente, parecía una adolescente y eso le avergonzaba, él cerró la puerta y ella inició la marcha hacia su casa, llegó a casa y se encontró como de costumbre completamente sola, por primera vez sentía la soledad de su casa por las mañanas, se puso a tender las camas, cuando llegó a su recámara, levantó las sábanas y recogió la tanga que se había quedado ahí la noche anterior, se quedó pensativa unos instantes, se paró frente al espejo, bajó el cierre de la chamarra hasta descubrir casi su ombligo, se puso de lado para ver en el espejo lo que había visto Santiago, se sorprendió al notar que había enseñado la totalidad de un pecho, volteó de la misma forma en que lo había hecho en el parque y se dio cuenta que Santiago le había visto los dos senos, y gran parte de su torso.

Sonrió viéndose al espejo y se dijo "Pero lo gusté, realmente le gusté", se quitó la chamarra y contempló al espejo su tronco desnudo, tocó sus pechos, bajó su pantalón deportivo a su cadera, giró hacia ambos lados frente al espejo para contemplarse en el, se vió bella, realmente tenía un cuerpazo, podría usar ropa a la cadera o de la que su hija dice "cadera baja" sin tener nada que ocultar, fué al cuarto de la "niña", sacó una minifalda de ella de "cadera baja", regresó a su recamará se quitó frente al espejo su pantalón deportivo quedando desnuda y se puso la falda de su hija, era muy poco por lo que no le cerraba, lógico ella había parido a dos hijos y su cadera debería de ser mas ancha, "pero no tanto y la verdad me veo bien". Se puso a contemplar sus muslos, sus nalgas, su abdomen, con esa minifalda se veía de maravilla, lo que estaba muy mal era el vello de su pubis, que sobresalía de la falda, "que chicas las de hoy, casi enseñan su sexo con esta ropa, con razón se afeitan" se decía hablando con ella en voz baja, "A mi se me notaria todo el vello, pero eso tiene remedio, hoy lo afeito".

Contnuarᅅ……