Sin poder ocultar la decepción en su rostro Daniel aceptó salir a comer, Bárbara lo miró  pensando “Por el momento ya te di mucho, ahora seguiremos el juego en un lugar público y si te portas bien al regresar tendremos nuestro gran final” Subieron a sus respetivas recámaras a ducharse y vestirse, ahí Bárbara se puso solo unas bragas de encaje y cubrió su cuerpo con un vestido casual, atirantado y entallado, precisamente el que Alejandro le había regalado diciéndole que se veía muy sensual enseñando los muslos y los hombros. Se estaba calzando sus zapatos tenis cuando le tocó la puerta Daniel, ella le indicó que pasara y lo observó vistiendo unos shorts y una playera ajustada,  le dijo

-Espérame a que me maquille para verme muy guapa

-No Barbie, tú no necesitas hacerte nada, así te ves preciosa, voy a ser la envidia de todos en el restaurante

-¡Ay… Gracias corazón!… Ya ves porqué te digo que eres muy lindo conmigo

-Y puedo ser mejor Barbie

Sonrió y salieron a comer. En el restaurante ella le pidió que se sentaran juntos en el mismo lado de la mesa,  mientras comían y charlaban él no dejaba de mirar distraídamente hacia el regazo de Bárbara ya que al sentarse el vestido que usaba se había subido generosamente dejando al descubierto un poco más de la mitad de sus bellos muslos, en un momento en que él la hizo reír, ella apoyó la cabeza en el hombro de Daniel, posó su mano sobre el short de  su cuñado muy cerca de su entrepierna y acariciándolo encima de la tela le dijo

-Me encantas Dany

Ya sin el menor recato Daniel bajo la mano para acariciar la suave piel del muslo de Bárbara diciendo

-A mí me excitan tus piernas, con que ganas las besaría por horas

Se miraron a los ojos y después de un momento de seriedad en que él le suplicaba con la mirada ella preguntó

-¿Nos vamos?

Al salir del restaurante ya había oscurecido, él la abrazó por la cintura y mientras caminaban al auto ella buscó la forma en que él se descarara diciendo

-Gracias Dany

-¿Por qué?

Ella quedó en silencio un segundo en que pensó “Bien Bárbara Hinojosa como decimos en mi pueblo, es momento de aventar el calzón” y le preguntó sonriendo

-¿Te digo?

Habían llegado al auto, Daniel afirmó con la cabeza mientras le abría la portezuela y ella le dijo

-Me hiciste sentir como adolescente, como si fuera tu novia, me encantó estar así contigo

El la miró a los ojos y nervioso dijo

-Podríamos estar mejor Bárbara

Le había dicho Bárbara en lugar de su acostumbrado “Barbie”, lo que la hizo suponer que lo que vendría se lo diría a la mujer y no a la jovencita novia de su hermano que jugaba con él de niño… ¿Pero qué mujer no sabe darle un dejo de maldad a la seducción?... Así que Bárbara lo miró a los ojos y usando el lenguaje con el que lo trataba de niño le preguntó

-¿A qué te refieres “mi niño precioso”?

Tal y como ella lo esperaba Daniel se sonrojó, más sin ocultar su desesperación le dijo

-¡Por favor Bárbara!.. ¿Qué no te das cuenta de lo mucho que te deseo?...Me gustas Bárbara, me gustas mucho, eres un sueño para mí… Sé que está mal, muy mal, pero te deseo… Te deseo desde hace mucho tiempo, quiero abrazarte, besarte, hacerte el amor__ Y bajando el tono de su voz agregó__ No te enojes conmigo, pero es que ya no lo soporto y te lo tenía que decir…Perdón, no te quise ofender, perdóname por favor...

Bárbara lo miró seria a los ojos pensando “No dejaré que te arrepientas de tus palabras” y sin desviar su mirada “le abrió la puerta” preguntando en un tono serio 

-¿Me estás proponiendo que me acueste contigo?

Daniel respondió nervioso

-No te lo estoy proponiendo, te lo estoy pidiendo, te lo estoy suplicando como un favor o si quieres como un sacrificio, lo necesito Bárbara, a ti no te quita nada y para mí sería todo lo que….

Bárbara lo interrumpió y en un tono mezcla de enojo y reto le dijo

-¿Sacrificio?... ¡Nunca y escúchalo muy bien Daniel!, nunca te menosprecies frente a nadie y mucho menos por sexo…Además no sería sacrificio, ni te estaría haciendo la caridad… ¿Cómo la ves?

Ante la ya implícita aceptación de Bárbara permanecieron unos segundos mirándose a los ojos y ella le dijo

-Mejor no hablemos aquí y vámonos a la casa

En silencio regresaron a la casa, al llegar Bárbara caminó hacia la terraza y encendió las luces interiores de la alberca, se quitó los tenis y se sentó en una silla cerca de la orilla subiendo sus pies a una mesita de servicio, Daniel la observaba en silencio deleitándose abiertamente con lo que el resplandor de las luces de la alberca y la claridad de la noche le permitían ver ya que la postura de ella había hecho que el vestido se bajara enseñando la totalidad de sus torneadas piernas las cuales ya mostraban un insipiente bronceado... Lo excitaba admirar esos firmes muslos que se juntaban en el sensual triángulo que formaban las bragas que cubrían el anhelado sexo de su cuñada y ella coquetamente disfrutaba de mostrarle sus encantos mirándolo como si estuviese analizando la propuesta de acostarse con él... En ese momento sonó el celular de Bárbara, vio que era su esposo y sin quitarle la vista a su cuñado respondió

-¿Cómo estás amor?

-La pregunta es cómo estás tú… ¿La tienes ocupada o ya está llena?

Le respondió riendo, ella rió y le dijo

-Pronto…. ¿Sabías que así responden los Italianos al teléfono?

Alejandro entendió por qué lo decía y pregunto afirmando

-¿Está contigo verdad?

-Estamos en la alberca disfrutando de la bahía, me encanta ver los hoteles iluminados, parece una diadema de luces sobre la oscuridad del mar

-Estás romántica amor

-Bastante… ¿Sabes que es la primera vez en ocho años que voy a dormir sola?

Preguntó mirando a Daniel como pidiéndole que pusiera atención y descifrara su actitud ya que él había separado su vista de sus piernas

-Evítate esa pena amor y disfruta de lo que fuiste a hacer

Respondió Alejandro y ella sin quitarle la vista a Daniel comenzó a mover sus rodillas separándolas y volviéndolas a juntar lentamente, mientras decía al teléfono

-Tendré que dormir con Dany, para no sentirme sola

-Conozco ese tono en tu voz amorcito… ¿Te está escuchando verdad?

No respondió a la pregunta ya que Alejandro entendería muy bien el punto en que estaba y le seguiría el juego, así que dijo

-Pues si a ti no te importa, tampoco le ha de importar a él y te aseguro que a mi mucho menos que a ustedes

Y mirando fijamente a Daniel, separó sus piernas mientras escuchaba la risa de su marido al teléfono para después decirle

-Ya entendí Barb… Te dejo en lo tuyo, disfrútalo mucho amor

-Lo haré Alex, te amo

Alejandro cortó la llamada y ella permaneció con el celular pegado a la oreja observando como Daniel se quitaba la playera y se acercaba a ella arrodillándose a su lado para besarle los pies y las pantorrillas. Lentamente apagó su celular y lo guardó, cerró los ojos al sentir la boca de Daniel besando su muslo y abrazándolo contra su pecho mientras que con su mano lo recorría por la parte interna hasta llegar a su entrepierna donde tocó su sexo sobre sus bragas y con su dedo buscó separarla de su afeitado y ya húmedo sexo

No lo dejó seguir, se puso de pie dándole la espalda a Daniel observando las luces que rodeaban la bahía pensando arrepentida que ella y Alejandro habían llevado las cosas muy lejos. Y no se trataba de lo que hacían con Daniel, ¡Se trataba de ella! ya que estaba ardiendo en deseos… ¡No, no era tan fácil!…Mentira que fuera solo cosa del clásico decir “Solo abre tus piernitas y deja que te la meta”. Se trataba de deseo, de la pasión que la estaba quemando, de su incontrolable necesidad de sexo, sentía que dentro de ella todo se derrumbaba al entender que ya no podría contener sus perversos deseos carnales por su cuñado

No era tan solo pretender embarazarse, eso lo entendía como algo necesario para realizar su ambición de dinero, era la pasión, la lujuria que en ella despertaba Daniel y estaba dispuesta a hacerlo con condón si él se lo ponía y mentirle a su esposo sobre el no haber terminado embarazada. Estaba dispuesta no solo a la infidelidad, sino también al engaño, incluso a caer en la cobarde y humillante actitud de hacerlo y después negarlo…Sabía que se entregaría a Daniel llena de pasión y estaba segura que después de hacerlo terminaría sintiéndose culpable

Nunca había sido infiel, pero ella y Alejandro movidos por su ambición desmedida habían manejado la tonta idea que dejarse embarazar por Daniel era como ir a que la inseminaran sin mediar en ello sentimientos ni pasiones, a lo mucho el placer que puede dar un vibrador, pero no era así y ahora estaba frente a la verdad, la verdad manifestada en esa lucha interna entre deseo y fidelidad, entre la mujer y la esposa, entre los principios y el libertinaje…. Entre el amor y la traición… Sin embargo estaba dominada por una realidad, como mujer deseaba al hombre, todo lo demás como el hecho de ser cuñados, ser infiel, su necesidad de embarazarse o lo que fuera ya no importaban, ansiaba besar, morder, lamer y sentir el desnudo cuerpo de Daniel pegado al suyo mientras disfrutaba los movimientos del pene acariciándole las entrañas en el maravilloso ritual del placer.

Subió sus manos a su cabeza y mientras se giraba para quedar frente a Daniel en busca del último recurso que no era otro que exponer razones convincentes para que él diera marcha atrás…Una súplica, un inútil ruego de “Por favor recházame tú, que yo no puedo hacerlo” comenzó a decir

-Me gustas mucho Daniel, pero entiende que…..

Quedó en silencio ya que al darse la vuelta él estaba frente a ella completamente desnudo, quedó petrificada  y solo alcanzó a decir

-Oh por Dios Dany

Se supo rendida y permaneció unos segundos disfrutando lo que veía, era un hombre muy atractivo y sensual, su cuerpo era hermoso, bello, deseable, su pecho fuerte, vientre plano, muslos fuertes, nalgas redondas y musculosas, y en especial esa increíble y enorme erección que latía de excitación… Parecía mentira que hacía unas horas lo había visto usando una pequeña trusa que solo cubría lo necesario y ahora su total desnudez la hacía disfrutar de cada parte de ese bello cuerpo masculino…. Sus pensamientos fueron rotos por la voz de Daniel preguntando

-¿Te gusto?

-Me encantas

Respondió ella nerviosa

-Que hermosa eres Bárbara, eres un sueño

Bárbara sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, a pesar del calor sintió que su cuerpo temblaba, miró nuevamente a Daniel pensando “¡Esa mirada, esa mirada! ¡Dios, como me mira!, como si fuera la mujer más bella que existe en éste mundo, una visón angelical, como añoraba que me vieran así”… Y de su mente brotó la pregunta que excusaba sus acciones  “¿Qué mujer se puede resistir a entregarse a un hombre tan atractivo que la mira de esa forma, así, lleno de ansiedad por tener su cuerpo y disfrutarlo a plenitud?”... Se acercó a él y se besaron apasionadamente en la boca, él le levantó el vestido y se lo quitó para poder acariciar y besar sus hermosos pechos, después de besarse nuevamente ella se quitó las bragas y se abrazaron desnudos para besarse otra vez, mientras lo hacían su respiración se comenzó a agitar, abría la boca para que él metiera su lengua y mezclara su saliva con la de ella, sintió la boca de su cuñado pegarse otra vez a sus pechos para sorber y apretar con los labios sus pezones mientras que sus dedos jugaban con su sexo metiendo el índice en su vagina, él le dijo

-Vamos a la cama

Ella negó con la cabeza, bajó al piso dos de las colchonetas de los camastros, tendió sobre de ellas una toalla y le estiró los brazos a Daniel, quien la abrazó y la llevó al improvisado lecho donde por fin la tendría. Ella se tiró de espaldas dobló sus piernas abiertas apoyando sus pies en la colchoneta y estirando sus brazos hacia él lo invitó a meterse entre sus piernas, cuando el comenzó a penetrarla, sintió como su vagina se extendía como nunca, gimió diciendo

-Por Dios Dany, estás enorme, eres una delicia… Métela despacio cariño… Pero métela toda, la quiero toda

Sintió cierta molestia al sentirlo empujar el fondo de su vagina y cuando el pubis de Daniel se juntó al suyo, jadeante le dijo

-Quédate así un momento, déjame acostumbrarme a ti

-El tiempo que quieras preciosa

Permanecieron así por unos segundo hasta que ella dijo

-Disfrútame mucho Dany

Y sus palabras se convirtieron en gemidos al sentir los embates de Daniel dentro de su vagina una y otra vez

-Eres una maravilla Bárbara, esto es un sueño

-No, no lo es Dany, disfrútame, disfruta de mí como yo lo hago de ti cariño, yo también te he deseado mucho

Las palabras entrecortadas por la excitación se convirtieron en jadeos y gemidos de placer, ella sentía como al entrar el pene en su vagina oprimía su recto y levantaba la piel de su pubis, puso sus manos sobre la piel encima de sus ovarios y apretó para sentir como el pene entraba y salía de su cuerpo… Ya fuera la excitación de coger junto a la alberca bajo un cielo estrellado con luna llena que ella veía, o el tamaño de Daniel, o el sentir sobre su piel como entraba y salía de sus entrañas, o simplemente la lujuria de lo prohibido, pero en ella el placer era indescriptible, un placer que la hacía jadear con la boca abierta y mover su cabeza de un lado hacia otro en su desesperación por el clímax del orgasmo

Así pasó varios minutos entre gemidos y jadeos hasta que sus piernas comenzaron a temblar, su cuerpo estaba tenso, muy tenso, el sudor perlaba su frente, sus ojos se desorbitaron y un fuerte grito que involuntariamente salió de su boca fue el inicio de la locura, del placer de los placeres, ya que todo dentro de ella comenzó a contraerse en un largo, muy largo e intenso orgasmo que la hizo abrir la boca para gritar y gemir, subió su antebrazo sobre su boca y lo mordió para ahogar sus gritos hasta terminar agotada agradeciéndole a Daniel el mejor orgasmo de su vida diciendo con voz apagada

-Te adoro Dany, me encantas, eres increíble

Segundos después él empujó su enorme pene hasta el fondo haciéndola inspirar y abrir muy grandes los ojos al sentirlo oprimir con fuerza el fondo de su vagina, lo sintió endurecerse como un tronco, como un duro y ardiente tronco, sabía lo que venía y cerró sus ojos en espera de la eyaculación de su cuñado  ¡Y lo sintió!, no solo fueron las fuertes contracciones del endurecido pene, sino también los primeros chorros del cálido semen dentro de su vagina, emocionada le dijo

-Así corazón, suéltalo, dámelo todo, quédate en mí “mi niño precioso”

El emocionado gimió varias veces al ritmo de sus contracciones y terminó recostado en encima de ella diciendo

-¡Por fin!

Ella sonrió diciendo

-Te quiero Dany

-Yo a ti Barbie… Como dicen “Ya puedo morir”, ya conocí lo más maravilloso del mundo

-¿Y qué era eso?__ Preguntó ella coquetamente y él respondió

-Tú… Tenerte, hacerte el amor… ¡Fue increíble!

Se dieron un húmedo beso y ella le pidió

-Quédate ahí, no te salgas corazón

Se besaron nuevamente en la boca y mientras que ella disfrutaba del aún erecto miembro de Daniel dentro de su vagina pensó en lo que había hecho… Lo había disfrutado como mujer, como cualquier mujer ardiente dispuesta a gozar de su hombre hasta hacerlo eyacular dentro de sus entrañas… Fue hasta ese momento que recordó el perverso plan maquinado junto con su marido y disfrutó el saberse llena de semen, sonrió al imaginar que por fin quedaría embarazada, por fin sería mamá… Abrazó a Daniel acariciándole la espalda y mientras lo besaba en el hombro pensó “No sabes que también estás realizando mi sueño Dany, me vas a dar un hijo, te juro que te amo mi niño precioso”

Daniel le dio un húmedo beso, se enderezó y se recostó a un lado de ella quien comenzó a sentir el semen escurrir de su aún dilatada vagina hacia sus nalgas, puso su mano en su entrepierna y se giró para quedar de lado con su cabeza sobre el pecho de Daniel quien preguntó

-¿Qué te dijo Alejandro cuando le dijiste que dormirías conmigo?

Ella rió e inventando o tal vez deseando que esa hubiese sido la respuesta de su marido respondió

-Que no le importaba pero que cuando él viniera o hacíamos un trío o me jugarían él y tú a las cartas todos los días para ver con quien me tocaba dormir cada noche

-Yo no te dejaría dormir

-El tampoco, por eso sería mejor meternos los tres a una sola cama

-¡¿En serio!? ¿Han hecho tríos?

Bárbara se puso de pie con su mano sobre sus labios vaginales y respondió

-¡No!... Pero después de tantos años de matrimonio la costumbre hace que nazcan deseos muy locos en las parejas… Ya ves, hace un rato mi único hombre había sido Alejandro y ahora mira

Hizo un cuenco con la palma de su mano y le enseñó que la tenía llena de su semen agregando

-Y estabas bien cargadito corazón, te vaciaste dentro de mi

-Tenía mucha mujer donde hacerlo

Bárbara sonrió satisfecha y tomó una toalla que había en una silla, miró a su alrededor y preguntó

-Nos habrán visto de las casas de arriba, somos la que está en la orilla y les damos una vista panorámica

-No se alcanza a ver la casa tapa la alberca, de donde si te pueden ver es desde el mar, o sea que si pasó algún yate o lancha y miraron hacia arriba, nos vieron haciéndolo

-No te creo

-En serio, claro que solo con binoculares nos podrían ver la cara  

Le dijo Daniel quien observaba el bien formado cuerpo de su cuñada, tal vez aún incrédulo de que el semen que escurría de sus ardientes entrañas y que ella limpiaba fuera el suyo

-¿Te gusta el semen?__ Le preguntó

-Me encanta… Disfruto mucho tenerlo dentro de mí, es un sentimiento de posesión muy bonito… Porqué si no lo sabes nosotras somos las que los poseemos a ustedes, solo fíjate en esto

Bárbara de pie le enseñó como aún escurría algo de semen de su vagina y le dijo

-Tú ya acabaste, ya estás flácido y sin ganas de nada, sin embargo yo sigo disfrutando el placer de tenerte dentro de mí… Ya te enseñé todo lo que escurrió y sigue escurriendo haciéndome cosquillitas, pero no es todo lo que me diste, algo se queda dentro uno o dos días, así que eres mío, todo mío jovencito

Daniel rió y respondió

-Y lo seré las veces que tú quieras… ¿No hay problema en que haya terminado dentro de ti?

Bárbara sintió el peligro y no dudó en responder con gran seguridad

-¡Para nada!… Yo uso el DIU… Claro que dentro de un mes más o menos me lo pienso quitar para embarazarme, es hora de darle nietos de Alex a tu papá, ya disfrutamos mucho juntos y ahora que ya probé a un gran amante como tú solo me quedaré con las ganas de hacer otras cositas locas antes de ser mamá

-¿Qué tipo de cositas?

-Lo que te dije, tríos, intercambios… Ya sabes, locuras sexuales… Varias veces estuvimos tentados a hacerlo pero yo no me acostaría con ningún desconocido, para que una mujer se anime a dar las nalgas lo primero que se necesita es la confianza en quien se las va a dar… Pero ni hablar ya me toca embarazarme y ser una mamá muy seria y muy propia, toda una señora respetada por la crema y nata de la sociedad… Sin embargo podríamos… No sé

-¿Hacer un trío ahora que llegue Alejandro?

Bárbara hizo un gesto con los labios mientras se acercaba a la orilla de la alberca y respondió

-Ven vamos a nadar desnudos

-Voy por unas copas… ¿Quieres whisky?

-Mejor un Baileys con hielo

Respondió ella sumergiéndose en el agua buscando evitar que sus ojos se humedecieran por el arrepentimiento y al salir se acercó a la orilla para observar la bahía diciéndose “Ni hablar, lo hecho, hecho está, así que lo mejor es no arrepentirse y seguir disfrutando del momento, como le dije a Alex, lo difícil es la primera vez”, cuando Daniel llegó, puso los vasos con licor en el piso de la orilla, se metió al agua y se paró  junto a Bárbara diciendo

-El agua de ésta alberca es una tina por las noches

-Le da el sol todo el día, por eso está tan rica

-No tanto como tú 

Aclaró Daniel dándole un beso a Bárbara en la boca, el cual ella respondió ofreciéndole la lengua para después beber de sus copas, Daniel se puso detrás de su cuñada y la abrazó por la espalda posando sus manos sobre los firmes y redondos pechos diciendo

-Eres preciosa Barbie, me encantan tus pechos, tus piernas y tiene unas nalgas preciosas, deberías posar desnuda en una revista para caballeros

Bárbara hizo hacia atrás su cabeza apoyando su nuca en el pecho de Daniel y riendo respondió

-Me ves así porque me quieres mucho…. O porque te gustó coger conmigo

-Las tres cosas; Estás buenísima, te quiero mucho y coges divino

-Será que tuve un excelente amante

-Con una mujer como tú, cualquiera es buen amante, ya sabes lo que dicen., “Para una buena pistola, una mejor funda”

-Y vaya que la tienes buena… Calzas muy grande Dany

Respondió Bárbara riendo y sintiendo el cuerpo de Daniel pegado al suyo mientras la abrazaba miró hacia el mar para comentar

-Me gusta como todas esas luces se reflejan en el mar…. ¿Te has subido a ese barco? El que da vueltas por la bahía... Lleva orquesta y todo el desmadre

-No

-¿Ya puedes pilotear, el yate? ¿Ya te dieron tu licencia?… ¿Es licencia?

-Licencia, permiso, es lo mismo

-¿Has salido en la noche con alguna turista que quiera coger en alta mar?

Daniel rió, la besó en el cuello y respondió

-No, pero si quieres lo hacemos… Solo que de noche no nos deja capitanía de puerto, pero lo podemos intentar de día… Solo esperemos que no lleguen los marinos y nos supongan narcotraficantes

-A de ser muy, muy cachondo… ¿Te imaginas poder echarnos un palito náutico?

Daniel soltó la carcajada pero no pudo responder ya que en ese momento Bárbara se volteó hacia él y preguntó

-¿Con cuántas te has acostado Dany?

El se acercó a la orilla a un lado de ella, bebió de su copa, se paró de lado para quedar frente a Bárbara recargando su brazo en el muro de la alberca y en un tono más que de tristeza de resignación respondió

-Eres la segunda y también la segunda vez que lo hago

Después de la verdad vino la excusa, el pretexto a su “auto humillado machismo” y agregó

-Como es mi papá conmigo, no me es nada fácil tener con quien

Bárbara buscando que la charla no se desviara hacia su suegro y lo que pensaba de ella lo halagó diciendo

-No te creo, se nota que tienes experiencia, eres muy bueno en la cama

-Te lo juro, la primera fue….

El se dio cuenta de que iba a cometer una indiscreción y se calló ante lo cual Bárbara insistió

-¿Quién Dany?... Dímelo, qué más da… Ya somos cómplices sexuales ¿O no?

-Claro, pero que tal que ella me pregunta lo mismo ¿Le digo que lo hice contigo?

-En eso tienes razón… Pero de tus palabras deduzco que te sigues acostando con ella, así que no ha sido solo una vez

-¡Te lo juro Barbie!... Fue solo una vez y con condón… Contigo fue la segunda vez y la primera vez que…

Se calló y ella preguntó

-¿Qué te vienes dentro de una mujer?

Daniel afirmó con la cabeza y Bárbara preguntó

-¿Y te gustó hacerlo?... A mí me encantó sentirte eyacular dentro de mí, me llenaste la vagina, el útero y creo que me mojaste los ovarios

Recapacitó y aclaró

-Claro que es solo un decir… Un apasionado decir… Pero me encantó ¿Y a ti?

-Mucho Barbie… ¿Cómo te explico?... Es algo especial, saber que lo dejaba dentro de ti me hizo sentir… No sé…Algo increíble, incluso sentí más placer, creo que me vine con más fuerza, como si quisiera aventar dentro de ti todo lo que tenía… Y ya no hablemos de eso que me pone muy caliente.

-Mmmm… Eso me gusta

Respondió ella sensualmente y permanecieron un rato en silencio observando la bahía y bebiendo de sus copas… Bárbara miró de reojo a Daniel y pensó “¿Estará arrepentido?, Yo creía que el arrepentimiento me haría sufrir mucho, pero ya se me pasó… Tal vez el arrepentimiento esté ligado a que tu pareja acepte o no la infidelidad, o tal vez lo que duele no es ser infiel sino engañar a tu pareja, destruir la confianza” y dirigiéndose mentalmente a Daniel pensó “Y me encantó, me encantó que me cogieras, tanto que quiero más, mucho más del placer de tenerte dentro de mí”…. El rompió el silencio preguntando

-¿Entonces ya se decidieron a tener hijos?, ¿Por qué no te habías embarazado?

-Ya te dije, queríamos divertirnos, pasarla muy bien, hacer todas las cosas que queríamos hacer, todas las locuras posibles… Locuras que uno no se puede dar el lujo de hacer teniendo hijos… Pero ya, ya es hora de madurar como padres

-¿Sexuales?... Me refiero a las locuras

-De todo tipo, como estar desnuda en una alberca con mi cuñado

Daniel sonrió y agregó

-¿De verdad te propuso Alejandro que hagamos un trío?

Bárbara rió y preguntó

-¿Tú te animarías?

-Contigo lo haría en una plaza pública

Bárbara le dio un beso en los labios y nuevamente quedaron en silencio hasta que él dijo

-Le va a dar mucho gusto a mi papá… Lo de los nietos…. Se muere por que exista un “Alejandro de la Vega Tercero”

Bárbara no hizo ningún comentario, terminaron sus copas simulando un brindis y Daniel la abrazó besándola en la boca, Bárbara sintió la erección sobre la piel de su vientre, bajó su mano para sujetar el pene y le dijo

-Mmm… Parece que este chico quiere jugar un poco más

Daniel también bajó su mano metiéndola bajo el agua y tocó la entrepierna de Bárbara preguntando

-Y ésta niñita, ¿Querrá jugar?

-Ella siempre está dispuesta a jugar con sus tres amiguitos, el grandote que la acaricia mucho y éstos dos gorditos que le dan su lechita calientita antes de irse a dormir

Respondió ella poniendo su mano bajo los testículos de Daniel, quien la besó apasionadamente en la boca, después de varios besos y caricias él apretándole suavemente los ya erectos pezones preguntó

-¿Llevamos a los chicos a jugar a mi cama?

-Si corazón, vamos a que se diviertan un rato