Susana tomó el teléfono, marcó a casa de su hermano y le pidió que la invitara a comer, "comida comprada, no se siente bien Alina" le había dicho él y ella aceptó, Llegando a la casa de Eugenio él le abrió la puerta vistiendo una playera y unos pants deportivos, ella preguntó por Alina

-Subió a acostarse, no se sentía bien.

-Voy a verla

Subió a la recámara, encontró a Alina recostada en la cama, le dijo

-¿Qué pasa cuñada?

-No sé Susy, realmente me siento mal, pero no sé explicarlo, el médico dice que me recueste que es cansancio por el embarazo, pero no creo, me dan nauseas y vómito, pero ya es el cuarto mes de embarazo, no creo que sea normal.

Susana le destapó el vientre, lo acarició diciendo

-Primero veamos como está mi sobrino

Le puso la campana a su estetoscopio y lo puso sobre el vientre de Alina hasta que localizó el corazón del bebé, revisó el corazón de Alina, le revisó el estómago, hizo varias preguntas sobre su alimentación y otros síntomas

-Por lo pronto deja de tomar las vitaminas que te mandó Sergio, yo mañana le hablo para explicarle la gastritis que tienes y ya que él decida

Alina se levantó, bajaron a comer y después de hacerlo Alina se disculpó y se retiró a su recámara nuevamente, Susana aprovechó que estaban solos y le preguntó a Eugenio de forma directa y sin tapujos

-¿Le has hecho el amor a tú hermana?

-¡¿Qué?!, ¿es propuesta o que te pasa?

-¡Eugenio!, te lo pregunto en serio y así quiero que me respondas.

-No entiendo nada, explícame que pasa hermanita

-Quiero saber si fuiste mi amante secreto el viernes

-Yo de eso no sé nada de nada.

-O sea que no piensas hablar

-No, no pienso hablar sobre eso

-Eugenio yo necesito saber si fuiste tú o no, me lo dices o soy capaz de ver tu miembro para saber la verdad.

Eugenio le respondió en tono muy molesto

-¡Vaya, vaya!, o sea que tú te metes en un juego que no conoces y en el que no debiste participar, me ves ahí y lo primero que viene a tu mente es "Cometí incesto con mi hermano, perdón, perdón, ya no puedo con mi culpa y me suicido dejando un mensaje póstumo que culpa a mi hermano de mis pendejadas" pero claro, antes de colgarte de la lámpara estás dispuesta a verle el pito a todos los que estuvieron ahí y sabrán que la doctora a la que todos suponían una mujer sin experiencia sexual, resulta ser una experta en vergas que con solo verlas sabe cual fué la que tuvo dentro de su vagina, ¡qué increíble, lo que hace saber anatomía! ¡Pues si quieres comienza con la mía y sal de dudas niñita!

Eugenio se bajó los pants y los calzones dejando ver a Susana su miembro, ella se dió cuenta de que en realidad estaba bastante bien dotado su hermano quien le dijo en tono de burla.

-Y si lo quieres ver parado, ya sabes que hacer.

Susana le dió una cachetada, y le respondió

-¡Vete a la mierda!

Subió a su automóvil y se dirigió a su casa, estaba furiosa con Eugenio y con ella misma, solo a ella se le ocurría venir a preguntar eso, lo tenía que negar por lógica, sin embargo su pene era muy grande, y así lo había sentido el viernes al mediodía, "sin duda fué él mi amante secreto, solo un miembro así me pudo hacer sentir lo que sentí y también está lo que me han dicho dos mujeres sobre la cantidad de semen que arroja al eyacular" se detuvo en un semáforo pensando "Por Dios soy una incestuosa, ¿Cómo me fui a meter con mi propio hermano?, claro que yo no lo sabía, pero eso no me disculpa en nada", llegó a su casa, al entrar le dijo a Alberto

-Buenas tardes Alberto, me ayuda con mis compras

-Por supuesto doctora.

Alberto y ella subieron por el elevador cargando las bolsas del supermercado, abrió la puerta y ambos entraron para ponerlas sobre la mesa de la cocina, cuando salió Alberto ella vió de pie en el pasillo a Carlos cargando una pequeña maleta y una bolsa para trajes.

-¿Y tú?, ¿Qué haces aquí?, pásate.

Entro en el departamento dejó en el piso de la sala su maleta y sobre el respaldo del sofá una bolsa donde llevaba su traje, miró a Susana diciendo

-Pensé que podría pasar la noche contigo, ya te extraño

-Carlos, si tuvimos un sexo maravilloso apenas en la mañana

-Yo no hablé de sexo, hablé de ti, además eso fué hace mucho, son las 5 de la tarde y lo hicimos a las 6 de la mañana, 11 horas son muchas Susana

-No Carlos, no son muchas

-¿Sin ti?

Susana quedó callada y solo sonrió, abrazó a Carlos y le dió un beso largo y húmedo en la boca, se separó de él, tomó el teléfono y le avisó a Javier que su amigo guardaría su automóvil en el estacionamiento, cuando colgó Carlos le preguntó.

-¿Eso significa que si me das asilo político en tus brazos?

Ella le puso las llaves del departamento en su mano diciendo

-Ve a guardar tu auto y al regresar puedes poner el cerrojo a la puerta.

-¿Y puedo tirar la llave o comérmela?

-¡Carlos!, no seas infantil

"Que me vuelves loca" pensó Susana mientras él salía del departamento, tomó la maleta y el traje, colgó el traje en el closet, abrió la maleta y notó que no solo traía ropa para pasar una noche, sonrío y se sintió feliz al poner por primera vez dentro de los cajones y los ganchos de su closet ropa de hombre. Dejó la maleta sobre una mesita de su recámara, se desnudó y se metió a bañar. Estaba dentro de la regadera cuando él abrió la puerta del baño.

-No me esperaste, yo también necesito un baño

-Yo ya terminé, pero te puedes meter a bañar.

Susana, se envolvió en una toalla, dejó abierta la regadera, se salió a secar sobre el tapete del baño, Carlos se desnudó y se metió a la regadera, Susana terminó de secarse y salió a la recámara a realizar su ritual de ponerse crema sobre su cuerpo, "¿Será algo patológico o compulsivo esta costumbre?, gasto una fortuna en cremas para el cuerpo" había tomado una crema con aroma que a ella le gustaba, terminó de untarla en su cuerpo, abrió el cajón de su closet, miró su ropa interior, no tomó ninguna, sacó una playera grande que le quedaba muy holgada y le llegaba a la mitad de los muslos, se la puso sobre su cuerpo desnudo y salió a la sala, puso unos CD’s de música clásica, tomó su correspondencia y unos trabajos de sus alumnos que tenía que revisar.

Puso sobre la mesa del centro la correspondencia, se sentó en el sofá y se puso a revisar los trabajos, estaba leyendo cuando escuchó a Carlos preguntar desde la recámara

-Susy, ¿Dónde pusiste mi pijama?

-Colgada del lado derecho del closet, junto a tu traje

Sintió dentro de ella una gran felicidad, "Nunca pensé que le indicaría a un hombre donde están sus cosas en la casa" se quedó pensando apoyando el lápiz con el que corregía los trabajos sobre sus dientes, "Dios, que sea para siempre, te lo suplico", Carlos salió, tomó un bolígrafo y un sobre de la mesa y entró nuevamente a la recámara, ella lo vió sin hacer mucho caso, él regresó y le dijo.

-Crema Fendi, crema Lubriderm, crema…. Revisa la lista y dime si es todo lo que utilizas

Susana la vió y dijo

-Si, eso es todo y ¿para que anotas eso?

-Para comprar y tener en mi casa para cuando pases la noche allá conmigo

-¿Y quien te ha dicho que pasaré alguna noche en tu casa?

-Decirme, nadie, pero sé que lo harás, incluso me llevaré ropa tuya o podemos comprar ropa para que tengas allá.

-¿O sea que estás seguro de que lo haré?

-Si

-Vaya, con que seguridad lo dices Carlos, soy una mujer que ha vivido sola por mas de 10 años, llena de costumbres, mañas y fijaciones, ¿Cómo puedes estar seguro de poder convivir conmigo?

-¿Qué mañas y qué fijaciones?

-No importa cuales son, lo importante es si las podrás soportar.

-Dímelas y te diré si las soporto o no

Susana no respondió, le indicó que se sentara y Carlos se sentó en el piso, justo donde ella tenía sus piernas, recargó la espalda sobre el sofá delante de ella y pasó las piernas de Susana sobre sus hombros quedando las rodillas de ella dobladas delante de sus hombros y sus pantorrillas y sus pies colgando sobre su pecho, mientras ella revisaba los trabajos, él acariciaba las pantorrillas y los pies de Susana.

-Hueles rico, ¿es tu crema o perfume?

-Crema, la Fendi

-Es excitante, te la pones diario o para complacer a alguien

-Diario por las noches

-Qué lindos pies tienes, me gustan los pies, aquí en los empeines, ¿también les pones crema?

-Si, también les pongo

-Me encantan tus pantorrillas, son largas, de buen grosor y muy bien torneaditas ¿te lo han dicho?

-¡Carlos!, déjame terminar de hacer esto, mira, abre mi correspondencia y entérate de mis intimidades.

El se puso a abrir los sobres de la correspondencia, cada vez que abría uno le decía lo que era y Susana no respondía nada.

-Un estado de cuenta de una tarjeta, otro estado de cuenta y otro mas, debes un dinerito mujer, ¿porqué no pagas el saldo?, te van a comer los intereses

-¡Carlooos!, por favor no hables, no me dejas concentrarme en mi trabajo, te lo suplico.

-Ta bien pues.

Siguió abriendo sobres, abrió el de una revista médica y se puso a leer, Susana se sintió tranquila y pensó "Entretente con la revista mientras yo termino", terminó de revisar los trabajos, con el último trabajo en su mano ya corregido, se puso a pensar en su hermano y lo que había pasado, sus pensamientos fueron interrumpidos por Carlos que dijo.

-Mira Susy, ¿me vas a dejar tomarte una foto desnuda cuando estés así?

Carlos subió la revista sobre su cabeza y Susana vió la publicidad de un medicamento en la que aparecía una mujer desnuda embarazada, sintió emoción, no respondió y solo apretó sus muslos sobre la cabeza de Carlos, él se dió la vuelta y miró el sexo desnudo de Susana.

-Que sexy, esto me gusta

-¿Mi sexo?

-Por supuesto, pero me refiero a tu piel blanca que lo rodea contrastando con lo bronceado de tu cuerpo.

Se puso de rodillas frente a Susana, subió sus muslos nuevamente sobre sus hombros, con sus dedos separó los labios vaginales, observó el clítoris y lo acarició suavemente con sus dedos, Susana cerró los ojos y dejó el último trabajo junto a los demás sobre el sofá, él tomó con los dedos de sus manos los dos labios vaginales los separó uno con cada mano y metió su boca dentro, besando y lamiendo el clítoris con mucha suavidad, lo hizo por mucho tiempo, se separó y mantuvo los labios vaginales abiertos con los dedos de una mano y con el índice de la otra acarició lentamente el perímetro de la entrada de la vagina de Susana, ya estaba húmeda y dilatada, podía observar el color rojo encendido de su vagina y eso lo excitaba, nuevamente uso las dos manos para separar los labios vaginales y metió su lengua lo mas que pudo dentro de la vagina, moviéndola rápidamente dentro de ella.

Susana había hecho su cabeza hacia atrás y gemía de placer mientras con sus manos acariciaba el cabello de Carlos, él se quitó la camisa del pijama, se bajó el pantalón se arrodilló frente al sexo de ella, tomó su pene con una de sus manos y comenzó a pasarlo por el clítoris y la entrada de la vagina haciendo que Susana se pusiera a jadear por lo acelerado de su respiración, él fué metiendo muy lentamente su pene dentro de la vagina de ella quien trataba de empujar su cadera para que entrara todo de una vez pero Carlos se lo impedía al tener las piernas de Susana sobre sus hombros, la penetró de la forma más lenta y desesperante que ella había sentido.

Sin embargo pocos movimientos de Carlos fueron suficientes para que sus piernas y nalgas comenzaran a temblar y ella pusiera un cojín sobre su boca para ahogar el grito que soltó al sentir venir su orgasmo, hizo su cabeza hacia delante y bajo una mano a su pubis, mientras con la otra sostenía el cojín sobre su boca, Carlos sentía como ella empujaba su cadera hacia delante con cada contracción de su cuerpo, él se movía con fuerza dentro de ella y ella brincaba de placer, terminó su orgasmo y ella dejó caer su espalda sobre el respaldo del sofá, abrió los ojos y miró a Carlos, su respiración aún era agitada, dejó el cojín sobre el sofá y le dijo a Carlos.

-Vamos a la recámara, aquí nos van a escuchar los vecinos, ya que al parecer desde la mañana estás dispuesto a hacerme pegar de gritos.

-Estoy ardiendo Susana, necesito de ti, de tu cuerpo, del placer que solo tú me sabes dar.

El se puso de pie y tomó a Susana de la mano, caminaron hacia el fondo del departamento donde están las recámaras, él estaba desnudo y Susana aún usaba su playera, llegando a la puerta de la recámara, él la tomó en sus brazos, la besó apasionadamente, la recargó de espaldas contra el marco de la puerta, pasó una de sus piernas sobre su cintura, levantó hasta la cadera de Susana la playera y la penetró nuevamente, sus embates eran fuertes, doblaba sus rodillas y al levantarlas empujaba con fuerza dentro de ella, Susana sentía como empujaba su útero cada vez que entraba en ella, se la estaba cogiendo con fuerza, de forma salvaje, estaba fuera de control buscando el placer que el cuerpo de ella le daba.

Esta vez a diferencia del sexo fuerte que había tenido con aquel médico extranjero, no se sintió usada por él, se sentía la mujer amada a quien su hombre desea a veces hacerle el amor tiernamente y a veces cogérsela apasionadamente por el simple placer de disfrutar a la mujer que le gusta, lo último razonable que pasó por su mente fueron las palabras de Mónica "cuando amamos a nuestro hombre nos sentimos tan seguras que nuestro cerebro permite que todo fluya libremente, sin temores, sin prejuicios, sin tapujos, sin pendejadas", ella también perdió el control, besaba la boca de Carlos lamiendo y mordiendo, su aliento y el de él se mezclaban al tener las bocas abiertas jadeando una junto a la otra.

Sus caras estaban mojadas de saliva, las venas de su cuello se "saltaban" por la tensión que había en su cuerpo, Carlos le levantó la playera y ella se la quitó dejándola caer al piso, jadeaba sin control y cada vez que sentía el pene empujar sus entrañas soltaba un "agg" de placer, Carlos chupaba sus pechos una y otra vez, mordiendo suavemente sus pezones.

Ella fijó su vista en la de Carlos, abrió su boca, con la pierna que tenía doblada sobre la cintura de él lo empujó por sus nalgas contra su cuerpo, lo veía fijamente con la boca abierta sintiendo ese momento en que todo el cuerpo se contrae para dar paso al mayor placer conocido, sus ojos se cerraron, sus brazos se apretaron en la espalda de Carlos, bajó su cabeza sobre el hombro de él y comenzó a sentir un orgasmo increíble, sus contracciones fuertes y continuas la hicieron perder la fuerza de la pierna con que se detenía y Carlos evitó que se cayera al piso cargándola sobre su pecho y deteniéndola por las nalgas, el pene de él se había salido de su vagina, ella recargó su mentón sobre el hombro de Carlos quien la cargó hasta la cama donde la recostó, le dió la vuelta y la puso "de perrito", él de pie junto a la cama la penetró nuevamente y continuó empujando con fuerza dentro de ella.

A Susana no la soportaban sus brazos dejó caer su cabeza sobre la cama, veía en el espejo como Carlos la tenía tomada por la cadera y se movía saliendo y entrando con fuerza dentro de su cuerpo, su cuerpo nuevamente se puso tenso y de nuevo sintió las contracciones de un nuevo orgasmo o tal vez del mismo que se había prolongado, esta vez eran intensas, cortas y muy seguidas, aún no paraban sus contracciones cuando él metió su pene con fuerza, arqueó su cuerpo haciendo la espalda hacia atrás y con jadeos muy intensos comenzó a soltar su semen, ella sentía como golpeaban el interior de su vagina los cálidos chorros de semen, "ahh", "ahh", "ahh" repetía Carlos quien la empujó sobre la cama para que ella quedara boca abajo y el recostado sobre de ella.

Así estuvieron unos instantes y él se dejó caer boca arriba, su cabeza quedó junto a la de ella, volteo la cara y vió a Susana con la mejilla apoyada en la cama mirándolo fijamente, él desvió su mirada de la de ella suponiendo que habría algún reproche, pero ella sonrió y le dijo.

-Si vivimos juntos terminarás matándome de placer.

-Y tú a mi, voltea al espejo, mira que bella eres, que ricas se ven tus nalgas así acostada boca abajo y tus muslos y tus pantorrillas y…. y todo lo demás, de verdad que si vivimos juntos no podré salir de la cama, harás que quiebren mis negocios.

Susana, subió una mano sobre la mejilla de Carlos y le dijo

-Aprieto el tubo del dentífrico desde abajo, enjuago el jabón antes de ponerlo en la jabonera, tiendo las toallas después de secarme, no recojo ropa tirada en el piso o encima de los sillones, la ropa sucia tiene un lugar y cada quien lava y plancha la suya, me gusta que cada cosa esté donde debe de ir, no me gusta que me muevan nada de donde está, en especial en la cocina, por las mañanas no respondo nada si no he tomado un café y usado el baño, no me puedo dormir si la TV o la luz del buró están encendidas y no soporto el futbol… ahh, lo olvidaba, si mojas el asiento del WC, ¡te mato!

Carlos soltó una carcajada y se sentó a acariciar y besar la espalda, las nalgas, las piernas y los pies de Susana que se quedó dormida.