Caminó a la puerta del edificio, entró al lobby y ahí se quedó esperando de pie, Santiago tardaba en llegar pensó que se había arrepentido pero lo vio entrar, caminaron juntos al elevador sin decir palabra, ya dentro de éste ella tomó la mano de él que volteo a mirarla a los ojos para después besar sus labios, a ese beso ella respondió separando los labios para apretar con ellos los de él. Sintió esa sensación especial que se siente al ser besada cuando en el beso se manifiesta el deseo de ambos. Entraron al penthouse, estaba bien amueblado, cocina, sala, comedor, tenía todo para habitar en el, ella caminó a los dormitorios, eran tres, llegó al dormitorio principal vio el baño, la cama, los muebles y se dió la vuelta para quedar frente a Santiago y le dijo

-"Que bonito está, de verdad me gusta, si me gusta cariño"

Sintió en sus palabras un tono de novia a la que la llevan a conocer la casa donde vivirá al casarse.

Santiago la abrazó y le dió un gran beso húmedo, profundo, sus lenguas se unieron, ella pasó sus brazos por el cuello de él mientras él recorría con sus manos todo su cuerpo, se separaron y Santiago le bajó el cierre de la chamarra, ella se llevó las manos en medio de sus pechos y soltó el broche del sostén quedando todo su torso descubierto, él la separó un poco para poderla observar mejor deteniendo sus manos entre las suyas, sus pechos y su vientre descubiertos, su pubis y su cadera también descubiertos hasta donde comenzaba el pantalón. El fijó la vista en su cuerpo y le dijo

-"Que bella eres Mari carmen, realmente bella, como deseaba poder admirarte, realmente con solo verte me siento satisfecho"

Ella sintió ESO, eso que hace a una mujer sentirse realmente mujer frente a un hombre, eso que un hombre sabe dar con unas cuantas palabras llenas de sentimiento, eso que la hacía sentirse lo mas bello que hay en este mundo, eso que no hay mujer capaz de describir pero que al sentirlo la ternura y el deseo funden la piel, eso para lo que no hay palabras, ella se acercó y puso las manos de él sobre sus pechos, él los acarició con ternura, agachó su cabeza para besarlos y lamerlos, ella sintió ese "aleteo dentro de su estómago" y le dijo.

-"Vamos a bañarnos corazón y veamos que pasa"

Ella se quitó los zapatos, los pants, la chamarra y el sostén mientras él la contemplaba, ella fijó su mirada en los ojos de él y así comenzó a bajar su tanga viendo como los ojos de él seguían su movimiento, estando ya completamente desnuda él le dijo

-"Es increíble, realmente debo estar soñando"

Ella entró al baño y él se desnudó para seguirla, bajo la regadera se besaron, se acariciaron mientras uno enjabonaba al otro, salieron, se secaron y fueron al dormitorio, ella se sentó en la cama con los pies apoyados en el piso, él la recostó a ella de espaldas sobre la cama y se arrodilló en el piso junto a sus piernas, comenzó a besarla por los pies, recorriendo la pantorrilla, el muslo hasta llegar a la entrepierna, levantando esa pierna puso el pie apoyado sobre la orilla de la cama, para bajar por el otro muslo besando y lamiendo hasta el pie, para también levantarlo y ponerlo de la misma manera que el otro, ella quedó con sus piernas dobladas y su sexo frente a la cara de él que con sus dedos separó los labios vaginales, besó su sexo mordiendo suavemente sus labios, ella inspiró profundamente, mientras él aún con sus dedos separando sus labios se puso a lamer desde la parte superior de su clítoris hasta su ano, su lengua entraba en su vagina y pasaba por todo, todo su sexo con delicadeza haciéndola sentir que su deseo era comerla, saborearla, sentir su feminidad a plenitud.

Ella respiraba agitadamente con sus ojos cerrados, él con un dedo acariciaba la entrada de su vagina, con otro oprimía suavemente su ano mientras su lengua lamía su hinchado clítoris, de pronto el metió su dedo un poco mas en su vagina pasándolo alrededor de ella, los espasmos de su vagina al venir su orgasmo apretaron el dedo, él al sentirlo lamió mas rápido su clítoris y todo el cuerpo de ella se comenzó a contraer rítmicamente, su vagina y su ano apretaban sus dedos una, otra y otra vez, se aflojaban lentamente para volver a contraerse con fuerza, volteo su cabeza sobre su hombro soltando un "ahhh", pasado su orgasmo él le dijo

-"Linda, realmente eres linda, que bonito reina"

Puso su boca entera sobre su sexo y lo besó cariñosamente, ella había tenido el orgasmo, ella había disfrutado y por el placer que ella había sentido le decía linda y bella, no soportó la alegría de sentirse nuevamente mujer y sus lágrimas escurrieron de sus ojos, él se acercó a ella le dió un beso en la boca que la hizo probar por primera vez en su vida el sabor de sus jugos, de su placer, de su orgasmo, él le preguntó

-"¿Que pasa reina?, ¿quieres que lo dejemos aquí? ¿No lo quieres hacer?"

-"No es eso corazón, es que hace tanto, tanto tiempo…"

Se acomodó en medio de la cama y le dijo separando sus piernas

-"Ven, tómame, hazme tuya, disfrútame"

El pretendió tomar un condón de los que había comprado y ella le dijo

-"No, no Santiago, hazlo así, quiero sentirme tuya, realmente tuya"

El aventó el condón al piso se puso en medio de las piernas de ella y poco a poco con mucha suavidad fue metiendo su miembro en su vagina, ella solo abrió la boca e inspiró profundamente, él la penetró completamente y se quedó inmóvil viendo el cuerpo de ella desnudo tendido en la cama, sus piernas abiertas y su miembro dentro de su vagina, ella preguntó

-"¿Que pasa corazón?"

-"Nada reina, quiero que esta visión quede para siempre en mi mente, es un sueño, no lo puedo creer, no sabes, realmente no sabes lo que te he deseado todos estos meses"

Se recostó sobre de ella, con sus manos apoyadas en la cama, ella con sus manos le acariciaba las mejillas, su pecho y sus brazos, eran fuertes, su pelo canoso despeinado y sus ojos demostraban felicidad, felicidad de estar dentro de ella, él comenzó a moverse y ella subió su piernas a los lados de él, sus movimientos se fueron acelerando poco a poco, gemía de placer y ella subió mas sus pies apoyándolos en la cadera de él que empujaba con fuerza cada vez que entraba en ella que no resistió mucho, apretó su vagina abrió la boca y soltó un grito de placer "Ohhh, mmmm, ahhggg" y dejó venir su orgasmo, fuerte, intenso, largo, mientras él continuaba moviéndose apasionadamente dentro de ella.

El detenía sus movimientos para acariciarle los pechos, las piernas, la cintura, todo su cuerpo fué acariciado con mucha dulzura, ternura y pasión, le repetía continuamente que era bella, estupenda, que era un sueño tenerla así, ella sentía el placer de él y disfrutaba el sentirse disfrutada, sentía lo que hacía muchos, muchos años no sentía, el compartir el placer mutuo, sentir que lo realmente satisfactorio en una relación sexual es el placer de ambos. Además sus orgasmos se habían repetido varias veces, intensos, largos, leves, cortos, ¿Cuántos?, ya no sabía, solo se dedicaba a disfrutar, a besar a morder, a lamer y a dejar libremente venir sus espasmos si se presentaban, ya no le importaban ya había sentido mucho placer, solo quería sentirse así, completamente satisfecha.

Ninguno de los dos quería que esto terminara, él detenía sus movimientos para retardar su orgasmo y ella simplemente lo dejaba actuar dentro de ella como quisiera, ella también movía su cadera y apretaba su vagina para estimularlo, disfrutaba verlo gozar de ella y eso la tenía como loca por sentirse nuevamente tan deseada, sus cuerpos sudaban, habían pasado ya mucho tiempo unidos, le decía a Santiago

-"Tu amor, no te detengas mas por mi, yo he gozado mucho"

-"No reina, no quiero que esto termine nunca"

Y continuaba dentro de ella, la abrazaba, se ponía de rodillas frente a ella, le abrazaba las piernas, la besaba en cualquier parte de su cuerpo que estuviera a su alcance, se recostaba sobre de ella, le besaba el cuello, los oídos, los ojos, la frente, las mejillas, la boca, mientras su miembro se mantenía dentro de su vagina, realmente la estaba disfrutando, la gozaba como mujer y eso era lo que ella mas disfrutaba, sintió endurecerse mas su pene, sabia que él ya no podía detener mas tiempo su orgasmo, ya había sido mucho, muchísimo tiempo dentro de ella, apretó con fuerza su vagina, él empujo hacia adentro y comenzó a soltar sus chorros de semen, ella al sentir el calor del semen mojando su vagina, del fondo de su ser le nació decirle

-"Ohh, Santiago que delicia, así, disfruta, disfruta amor, se mío, totalmente mío"

Ella bajó sus pies apoyándolos sobre la cama, él se recostó sobre el cuerpo de ella, sintió el sudor de él mojar su cuerpo, con su mano se acomodó el cabello que revuelto había terminado cubriendo parte de su cara y se besaron dulcemente en la boca, él se dió la vuelta para recostarse al lado de ella en la cama, ella estiró el brazo para tomar unos pañuelos desechables, pero no había, estaba en otra cama, con otro hombre, no había pañuelos, no había suciedad alguna en su cuerpo, no había razón para correr a limpiarse, nadie le diría que cambiara las sábanas, a él no le preocuparía que su semen se saliera de la vagina de ella y mojara la sábana, así era el sexo, y después de disfrutarlo era estúpido pensar en sábanas, se puso de lado y se recostó sobre el pecho de Santiago y por primera vez en su vida sintió el semen saliendo de su vagina y mojar la parte interna de sus muslos, Santiago la abrazó y ella extendió su brazo sobre el pecho de él, estaban agotados, agotados de placer, y se quedaron dormidos así, ella en los brazos de él.

Se despertó desconcertada, estaba sola en otra cama que no era la suya, recordó lo que había pasado, ¿Y Santiago?, ¿Dónde está Santiago?, cuando se pensaba levantar, entró Santiago desnudo al verlo su instinto la hizo cubrirse con la sábana y cerrar los ojos, él le dijo que estaba preparando unas tazas de café, ella se recargó en la cabecera de la cama, y tomó su clásica postura, abrazando sus piernas dobladas y su mentón sobre las rodillas, la sábana cubría su cuerpo desnudo, pensó en lo que había hecho, no, no estaba bien, "infiel, eres una infiel, Dios te va a castigar" pensaba, tenía ganas de correr, de escapar de ese lugar de lujuria, se había dejado seducir, era imperdonable, las lágrimas corrían por sus mejillas, "soy una cualquiera, mi esposo no se merecía esto, como estúpida caí en el juego de un don Juan sin escrúpulos, que solo me usó para su placer para después botarme cual callejera ya que de seguro me va a botar, y no dudo que sea capaz de ofrecerme dinero "¿Dios por que no me ayudaste a vencer la tentación del maligno?, ¿con que cara veré a mi esposo y a mis hijos?", Santiago llegó con dos tazas de café, ella lo vió a la cara y comenzó a reprocharle.

-"¿Ya estarás conforme verdad?, me seduces siendo casada, ¿Qué número de victima soy?, claro tu penthouse para tus clientes.. jaja.. Será para llevar a la perdición y al infierno a mujeres ingenuas como yo, y ahora ¿Qué voy a hacer?, soy una infiel ¿Lo entiendes? ¿Sabes lo que significa? Una impura, una cerda, mi familia me repudiará, si estuviéramos allá donde el Hussein sería lapidada dentro de un hoyo y bien merecido que lo tendría, ¡cerda!, eso soy una desgraciada cerda que manchó para siempre el buen nombre de su marido y sus hijos, ahora si que no los insultarán si les dicen hijos de puta, ya que será la verdad".

Santiago estaba espantado, no sabía que hacer, esto parecía teatro de humor negro, dejó las tazas sobre un mueble se acercó a la cama, ella le gritó

-"No te acerques a mi, aléjate y ¡vístete!"

Con calma él abrió el closet y se puso una bata, la volteo a ver, caminó frente a la cama y le dijo

-"Mira mujer, dices que yo te seduje, bien, puedo preguntar ¿Quién me dio ésta tarjeta?, le enseñó la tarjeta que ella había escrito.

-"Yo la escribí pero no sabia lo que hacía y tú te aprovechaste de eso"

-"Ok, aclaremos, Yo soy un hombre normal, no un vidente de los momentos conflictivos de las personas, durante casi seis meses veo a una mujer muy bella y atractiva corriendo en un parque donde yo corro para hacer ejercicio por las mañanas, no me atrevo a hablarle, sé que es casada por los anillos que usa, por un accidente ella enseña mas de lo que debe, yo no resisto mas y le digo que es muy bella y gracias a ese accidente nos hacemos amigos, resulta que de esa amistad nace un cariño especial, lo diré con todas sus letras, me enamoro de esa mujer ¿OK? Y no me mires con esa cara, escuchaste bien, me "e-na-mo-ro" ¿está claro ahora?.

Ella mantenía su vista en él con una mirada de sorpresa, ¿Qué había dicho? ¿Enamorado de ella?, ¿Qué había hecho ella para que esto pasara?, él continuó diciendo

-"Yo aunque lo dudes Mari carmen me siento un caballero, ¡soy un caballero!, y como tal creo que nunca le falté al respeto a esa dama, incluso hoy, jamás le insinué nada, pero un día esa mujer me pone su mano sobre su precioso estomago desnudo y me da una tarjeta pidiéndome que la traiga a mi departamento, un departamento que utilizo para asuntos personales y no para traer chicas y hacer orgías, puedes revisar todo y ver si aquí hay condones o juguetes sexuales o cualquier otra cosa de las que debería de haber en un departamento que se use para ese fin, me retraso en llegar al lobby por haberme detenido en la farmacia que está en la otra cuadra a comprar condones, que esa misma mujer me pide que no lo use. ¿Me estás entendiendo?"

Ella afirmó con la cabeza sin salir de su asombro por lo antes dicho, con que calma hablaba, no había un solo signo de enojo, de molestia, decía lo que sentía sin pasión alguna, pausadamente para que no hubiera duda de lo dicho por él que siguió hablando.

-"Resulta entonces que a mi se me hace realidad uno de mis mas preciados anhelos, tener a esa bella mujer en mis brazos, hacerle el amor, pretender que sienta lo que siento por ella, que sepa que la quiero, que no he conocido a una mujer tan maravillosa como ella, y ya que logro mi objetivo de pretender hacerla sentir todo eso que siento por ella, ¿Qué resulta? Pues que soy el mismísimo diablo, con cuernos y cola, que huelo a azufre y llevo a las mujeres a la perdición. Vaya, nunca termina uno de conocerse bien.. Mari carmen, estás muy mal, si terminaste en la cama conmigo fué por que tu lo pediste y no por ser obligada por mi, Te pido de favor que te bañes, te vistas y te retires, yo simplemente voy a mi despacho a firmar unos documentos y cuando regrese espero no encontrarte y solo una cosa mas, si algún día dejas de confundir la "moral del terror" con el amor y decides ser libre, me gustaría ser el primero en decirte que te ama. ¿OK?, adiós entonces."

Tomó su ropa que estaba en el piso, salió del cuarto, lo escuchó vestirse y salir, no azotó la puerta, no gritó, no perdió la calma, simplemente le dijo la verdad sobre lo que sentía y lo dolido que ella lo había dejado. Por su mente pasaban sentimientos encontrados, un terrible conflicto, ¿Me dijo que me ama? ¿Yo lo amaré? ¿Mi esposo me ama? ¿Amo a mi esposo? ¿Qué es el amor Dios mío?.

Ella se levantó, vió una mancha de humedad en la sábana debajo de donde había estado sentada, su semen aún escurría de su vagina, entró al baño y se baño rápidamente, salió a la recamara y se vistió, miró sus pants a la cadera hizo un gesto de tristeza, lloró, se lavó la cara, recogió las llaves del auto y su cartera, se detuvo bajo el marco de la puerta y volteo a ver la cama con la sábana revuelta "Dios fué tan hermoso, tan diferente, ¿Por qué lo malo, debe ser tan bello? No lo entiendo Dios mío, no lo entiendo", caminó a la puerta de salida y antes de salir ya con la puerta abierta dió la última mirada a todo, pensó "En fin pudo ser, pero no era correcto ni decente" y cerrando la puerta se retiró hacia el elevador.

Bajó y cruzó la avenida ya en la acera frente al parque y antes de doblar la esquina para ir hacia donde había estacionado su vehículo, volteó al edificio y vió a Santiago parado frente a la ventana, seguro la estaba observando, ella hizo el intento de levantar el brazo para despedirse, pero se frenó en el intento pensando, "Que caso tiene, fué solo un sueño maravilloso, yo siempre seré una mujer casada y de buenas costumbres"

Continuarᅅ